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Que es la oracin
La mano de oracion
Tipos de oracin
Guia para escuela dominial
Filipenses 4:6-7
"No se preocupen por nada. Ms bien, oren y pdanle a Dios todo lo que necesiten, y
sean agradecidos. As Dios les dar su paz, esa paz que la gente de este mundo no
alcanza a comprender, pero que protege el corazn y el entendimiento de los que ya son
de Cristo".
Santiago 5:13
"Si alguno de ustedes est triste, pngase a orar. Si est alegre, alabe a Dios con
cnticos".
Somos cuatro amigos de Jess de Nazaret. Nos llamamos Marcos, Mateo, Lucas y Juan.
Y nos gustara contaros una historia, que sucedi hace casi dos mil aos. Aunque haya
pasado el tiempo nos acordamos muy bien. Seguro que vosotros tampoco la olvidaris.
JUAN:
Cuando menos lo esperamos, Jess se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando
una toalla, se la ata al cinturn; luego echa agua en una palangana y se pone a lavarnos
los pies a nosotros, sus discpulos, secndoselos con la toalla que se haba ceido. Nadie
se atreva a hablar. Slo algunos esclavos lavan los pies de sus seores... No podamos
comprender cmo Jess, que era nuestro jefe, nuestro Seor, pudiera caer tan bajo.
Todos nos dejamos lavar los pies, pero cuando se acerc a Pedro, ste le dijo:
Seor, lavarme los pies t a m?
Pedro
Al da siguiente, los sacerdotes con los ancianos entregaron a Jess a Pilato.
Pilato quera saber la verdad, y se dio cuenta de que Jess era inocente. Pero no quera
quedar mal con los sumos sacerdotes. Como no saba ya que hacer pregunt al pueblo
Qu hago con el que llamis rey de los judos?
Y el pueblo, engaado por los jefes religiosos gritaba
Crucifcalo. Crucifcalo.
Los soldados se lo llevaron al interior del palacio de Pilato. Le pusieron una corona de
espinas, que haban trenzado, le golpearon la cabeza con una caa y le escupieron. Jess
callaba, no abra la boca. A nadie devolvi mal por mal
Terminadas las burlas, le pusieron una cruz en sus espaldas y llevaron a Jess a un
monte. Lo crucificaron y se repartieron sus ropas, echndolas a suerte, para ver lo que
se llevaba cada uno. Algunos lloraban, otros se rean y le decan:
Anda!, t que destruas el templo y lo reconstruas en tres das, slvate a ti mismo
bajando de la cruz.