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Comentario a una sentencia sobre sociedad conyugal MANUEL F. CHAVEZ ASENCIO Sumario: I. Antecedentes. II. Contradiccién. Ill. Comentarios I, ANTECEDENTES 1. El Sexto Tribunal Colegiado en Materia Civit del Primer Circuito, el 19 de noviembre de 1993, en amparo en revisién 860/93, resolvid que si celebré el matrimonio bajo el régimen de sociedad conyugal y habiendo capitulaciones matrimoniales dentro de las cuales se pact6 que “la sociedad conyugal compren- deria todos los bienes muebles e inmuebles y sus productos que los consortes adquieran durante Ja vida matrimonial, incluyendo los productos de trabajo”, forman parte integrante de la sociedad conyugal los bienes adquiridosen donacién.’ Al resolver lo anterior, el tribunal se apoy6 en lo siguiente: 1. a) Que los contrayentes no tenfan que especificar expresamente que los bienes que se adquirieran por donaci6n o herencia en Jo individual, formarfan parte de la sociedad conyugal. Pretender lo contrario implicarfa contrariar la autonomia de Ja voluntad, toda vez que los cényuges en forma libre optaron por la “mancomu- nidad” (deberia decir comunidad o patrimonio comin) de bienes en su modalidad universal. 1. b) Que si su intencién hubiera sido excluir bienes adquiridos por donaci6n, ast Jo hubieren estipulado al tenor del articulo 189, fraccion VIII, del Cédigo Civil, que dispone que las capitulaciones matrimoniales en las que establezca ta sociedad conyugal, deben contener la declaraci6n acerca de los bienes futuros que adquieran los c6nyuges, pertenecen exclusivamente al adquirente o si deben repartisse entre ellos y en qué proporcién. 1 Ejecutoria de la Tercera Sala de la Suprema Comte de Justicia de 1a Nacién, aim. 34/J.31/94, Semanario Judicial de ta Federacién, octava €poca, tomo XIV, noviembre de 1994, p. 174. 24 COMENTARIOS A UNA SENTENCIA 1. c) Que no puede aceptarse que s6lo los bienes adquiridos a titulo oneroso formen parte de la sociedad conyugal. Sefiala que s6lo en los casos en que los contrayentes hubieren mencionado en el acta de matrimonio que se casan bajo el régimen de sociedad conyugal pero sin celebrar capitulaciones que especifiquen su extensién, debe distinguirse entre tres masas patrimoniales, a saber: La de los bienes de fa esposa, la de los bienes del esposo y Ja de Ia sociedad conyugal* Es decir, que aparece como posible una doble interpretacién: Cuando se expresa cn las capitulaciones matrimoniales que todos los bienes muebles inmuebles y sus productos que los consortes adquieran durante la vida matrimonial, incuyendo los productos del trabajo, forman parte de la sociedad conyugal no pueden excluirse los provenientes de donacién; pero si se excluirén cuando no hubiere capitulaciones 0 éstas fueren defectuosas 0 poco claras en este aspecto. Esta es una distincién que la ley no permite. Cuando no hubiere capitulaciones matrimoniales, pero constare que el régimen de sociedad conyugal fue el pactado entre los contrayentes, se aplicar en sus términos el artfculo 189 del Cédigo Civil en su totalidad, es decir, como si se tratara de una sociedad conyugal universal 0 general y en la que no se excluyé nada de ella, al no haber capitulaciones. 1.) Que para estimar que las donaciones estén incluidas dentro de los bienes de la sociedad conyugal, no hay oposici6n con el articulo 185 del Codigo Civil que establece la necesidad del documento piblico cuando se pretenda por los contra- yentes hacerse coparticipes o transferirse la propiedad de algan bien que necesite tal documento, puesto que esta exigencia es al inicio de Ja vida conyugal y en las capitulaciones originales, no cuando se adquieren bienes posteriores. 1. ¢) Sefala también dicho Tsibunal que no es aplicable el articulo 215 del Codigo Civil, porque es una norma que “‘s6lo rige para los casos en que el matrimonio se celebré en el régimen diverso al de sociedad conyugal”? 1.) Emel estudio que la Tercera Sala hizo de la sentencia de dicho Tribunal se omitié lo sefialado por la Juez Federal, consistente en el “aparente conflicto de nommas en cuanto a Ja aplicacion de los preceptos que rigen el contrato de donaciGn y las disposiciones que norman a sociedad conyugal”.' Estimo que aqut esti el verdadero problema a resolver, como adelante lo 2. Por otra parte, el Quinto Tribunal Colegiado de Primer Circuito en Materia Civil, mediante ejecutoria de fecha diez de noviembre de mil novecientos ochenta y ocho, en el amparo directo 2770/88, sostiene que atin cuando se hubiere pactado que la sociedad conyugal se comprenderian todos los bienes muebles e inmuebles, asi como sus productos que fueran adquirides durante ¢] matrimonio, no pueden 2 Wid, > Ibid.p. 4 Wbid.p. pop SOCIEDAD CONYUGAL 225 considerarse incluidos en ella los bienes que integraron el patrimonio individual de cada consorte.’ El criterio se apoya sustancialmente en lo siguiente: 2.a) Que la sociedad conyugal es un acto juridico mediante el cual los consortes deciden a través de una “comunidad de esfuerzos” crear un patrimonio en comén como producto de los bienes que hayan aportado al constituirla, de su trabajo o de ambos, por lo que Jos bienes que “no se obtengan en comiin”’, o de la explotacién de fos bienes aportados a fa sociedad, no pueden legalmente formar parte de ésta. 2. b) Hace referencia al articulo 215 del Codigo Civil para el Distrito Federal, para sefialar que los bienes adquiridas por los cnyuges en comin por donacién, herencia, legado o por cualquier otro titulo gratuito o por don de la fortuna, en tanto se hace divisi6n, serin administrados por ambos 0 por uno de los cOnyuges, y una i en sentido contrario de dicho precepto, permite afimar que los bienes adquiridos individualmente por cada consorte, son de exclusiva propiedad de quien lo adquiriera, porque los bienes que forman parte de la sociedad conyugal se refieren s6lo a los que adquieran en comin. Apoya su tesis en diversa ejecutoria sustentada por Ia Tescera Sala, publicada en el Boletin 1955, pagina 569 de la Quinta época, tomo CXXV, cuyo rubro “Bienes de los cnyuges, propiedad de los bienes adquiridos por herencia por uno de los cOnyuges”. 2..c) Que la donaci6n y herencia se hacen expresamente, y en forma exclusiva, a uno de los consortes y que ambos actos (testamento y donacién) son actos personalisimos (articulos 1295 y 2332) y no pueden afectarse por los pactos de las capitulaciones matrimoniales. 2. d) Que no es obstaculo para aplicar el precepto antes mencionado el que se encuentre dentro del capitulo de Separacién de Bienes, en atencién a que tal circunstancia es s6lo una cuestién de técnica legislativa. 2. e) Por tiltimo, que para que los bienes adquiridos por herencia, donacién o don de la fortuna en fouma singular por los socios, formaran parte de la sociedad y Jos consorvios tuvieran la copropiedad de los mismos, se requetia expresarlo especificamente en las capitulaciones matrimoniales. Il. CONTRADICCION 3. Habiendo estudiado las dos ejecutorias anteriores, la Tercera Sala Mega a la conclusion de que existe contradiccién entre ambos tribunales, y puesto que en ambos “analizan un punto comin, consistente en si deben 0 no considerarse incluidos en la sociedad conyugal los bienes adquiridos por herencia, por uno de Jos cényuges, cuando en las capitulaciones matrimoniales se pacta que aquélla comprende todos los bienes muebles o inmuebles y sus productos, que los consortes s Wbid.,p. 176. «Wid, 9. 169, 228 COMENTARIOS AUNA SENTENCIA adquieran durante su vida matrimonial, incluyendo el producto del trabajo; de ahi que, un Tribunal afirme 1o que el otro niega, por lo que cabe concluir que si existe contradiccién de tesis”.” En el considerando séptimo estima que “esta Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nacién considera que debe prevalecer el criterio sustentado por el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, aunque bajo la tesis que al final de este considerando se contiene”, y expresa las razones, que funda- mentalmente son las siguientes: 3. a) Hace una reproducci6n textual de los articulos 97, 98 fracci6n V, 183 y 189 fraccién V, VI y VIII, 207,208, 211 a 213 y 215, todos del Cédigo Civil. 3. b) Empieza sefialando que de los preceptos transcritos se desprende que los cOnyuges al celebrar el matrimonio pueden optar por el régimen de separacién de dienes o el de sociedad conyugal, o bienel régimen mixto. Que no es posible aceptar un régimen supletorio como la legislaci6n anterior, pues a diferencia de ese Codigo, el que actualmente nos rige no presume ningin régimen supletorio. 3.c) Las capitulaciones matrimoniales tienen la naturaleza de un contrato, pues constituyen convenios celebrados enue los cOnyuges para regular su situacion patrimonial, por lo tanto, para fijar el sentido y alcance ha de estarse a las reglas generales de interpretaci6n que rigen los contratos. Para tal efecto, hace referencia a los articulos 1851 a 1855 del Cédigo Civil para el Distrito Federal. 3. d) Con base en lo anterior sefiala que el “legislador opt6 por establecer una interpretaci6n restrictiva, es decir, limitarla para los casos en que sea absolutamente necesaria cuando los términos del contrato no sean claros, o las palabras parecieran contrariar la voluntad de las partes” (articulo 1851, Cédigo Civil)! 3.¢) Estima que lo que origina los criterios contradictorios fue la interpretacin de la voluntad de los conyuges que celebraron capitulaciones matrimoniales en los siguientes términos: Il, La sociedad conyugal comprender todos los bienes muebles ¢ inmuebles y sus pro- ductos que los consortes adquieran durante la vida matrimonial, incluyendo los produc- tos del trabajo. IIT. En los bienes y productos de la cldusula anterior, cada consorte tendré la participacién del cincuenta por ciento. 3. d) Con base en lo anterior, advierte que el contenido de la cléusula es claro, por lo que de acuerdo con lo dispuesto por el artfculo 1851 del Cédigo Civil para el Distrito Federal, ha de estarse en su sentido literal y estimarse que todos los bienes adquiridos por los contrayentes, forman parte de la sociedad conyngal, sin que se doble distinguir su procedencia u origen, es decir, si fueron adquiridos por esfuerzo comtin 0 individualmente por uno de los dos cSnyuges, © si fue en forma onerosa o gratuita, a fin de incluirios o no en la sociedad conyugal, 7 Did. p17. «Did. p. 181. SOCIEDAD CONYUGAL 227 pues las partes no hicieron esa distincién ni existen bases para determinar que su intenci6n fue contraria a las palabras que utilizaron.” 3. €) Que la estipulacién de los cOnyuges lleva a los extremos a que se refiere la fraccién VIII del articulo 189 del Codigo Civil. Si se aceptara que de esa estipulacién quedan exchiidos los bienes adquiridos a titulo gratuito perderfa sentido lo pactado entre las partes. 3.) Que es inexacto que la cldusula a la que nos hemos referido (segunda de Jas capitulaciones), “debe interpretarse el sentido de que s6lo alude a los bienes adquiridos en comin, pues es claro que éstos, sin necesidad de convenio alguno, siempre pertenecerfan a ambos cényuges”.”” La cliusula no distingue y produce efectos al considerar que se refiere también a los bienes adquiridos por uno solo de Jos conyuges. 3. g) La cldusula que se comenta, denota que, todos los bienes que adquieran los cényuges durante su vida matrimonial, sin restric- cidn, inegrarin la sociedad conyugal, sin distinguir si esos bienes han sido adquiridos con capital de la sociedad o por otros medios. Independientemente que para que los dienes adquiridos con capital de ta sociedad conyugal pudieran considerarse como pertenecientes a dicha sociedad, no es necesario que se celebrira convenio al respecto, pues todos los bienes adquiridas con el fondo social pertenecen a la sociedad conyugal, ‘puesto que son utilidades de aquél y la renuncia a estos frutos o utilidades por parte de ‘uno de los cényuges, es mula conforme el articulo 190 del Cédigo Civil.” Sefiala que resulta aplicable al caso la tesis sostenida por Ia Tercera Sala, publicada en el Semanario Judicial de la Federacion, Quinta época, Tomo CLX, pSgina 2627, que dice: “Contratos, efectos de los”. Esta tesis sefiala que en la interpretaci6n de los contratos los mismos deben entenderse de modo que produz- can efectos y no de manera que no produzcan ninguno o peor atin, que sélo produzcan en provecho de una sola de las partes en perjuicio de la otra. 3.h) Que en las capitulaciones de los cOnyuges no hubo omisi6n alguna y que fue clara la clausula segunda, por la cual no es dable aplicar el articulo 1796 del C6digo Civil, pues no se puede atribuir a los contratantes una intencién mds amplia que la claramente especificada en dicha cléusula. Que no puede estimarse una omisién él que no se hubiere expresado en las capitulaciones matrimonials que también ingresarfan a Ja sociedad conyugal los bienes que individualmente adqui- rieran los cOnyuges por herencia, pues no puede considerarse comin. Que por lo tanto la voluntad se expres6 en términos claros. 4. Como consecuencia de lo expuesto, la Tercera Sala sefiala que el criterio que debe prevalecer con cardcter de jurisprudencia es el que sustenta el Sexto Tribunal 9 Bid, p. 182. 10 Bid, p. 183. a: Did. p. 184, 228 COMENTARIOS AUNASENTENCIA Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, que debe quedar en los siguientes términos: Sociedad conyugal. Deben considerarse incluidos en ella los bienes adquiridos por hereneia por uno de los cényuges, si en las capitulaciones matrimoniales se pacta que aquélla comprenderia todos los que adquirieran éstos durante su vida matrimonial. Si el matrimonio se celebré bajo el régimen de sociedad conyugal y en las capitulaciones matrimoniales se pact6 que ésta comprenderia todos los bienes muebles e inmuebles y sus productos que los consortes adquirieran durante su vida matrimonial, incluyendo ei producto de trabajo, se debe considerar que enella se encuentran comprendidos todos, incluso los que ingresen al patrimonio de fos cényuges a tioulo gratuito, por donacién co herencia. Lo contrario seria ir en contra de la voluntad de las partes que optaron de manera libre por la mancomunidad de bienes, en su modalidad universal, sin distinguir entre los adquiridos a titulo oneroso y los adquiridos a titulo gratuito. IIL, COMENTARIOS 4. La jurisprudencia que se comenta es obligatoria y debe aceptarse ensus témminos. Evidentemente fue la voluntad de los contrayentes que en la sociedad conyugal se “comprendieran” todos los bienes muebles e inmuebles y sus productos que uno ambos adquirieran durante su vida matrimonial, incluyendo los productos del trabajo, y debe interpretarse en los téminos del articulo 1851 del Cédigo Civil, pues los téminos son claros y no dejan duda sobre la intencién de los contratantes El articulo 1796 del Cédigo Civil sefiala los efectos de los contratos y desde el momento que se perfeccionan obligan no s6lo al cumplimiento “de loexpresamente pactado, sino también a las consecuencias que, segin su naturaleza, son conformes ala buena fe, al uso o a la ley”. Esto nos obliga a analizar la naturaleza juridica de Ia sociedad conyugal, y también la naturaleza jurfdica de los diversos actos que durante su vida matrimonial pueden celebrar los c6nyuges con terceras personas, respecto de los cuales debe respetarse su volumtad en los actos gratuitos. Debemos tomar en cuenta de que estamos analizando el caso de una sociedad conyugal universal. Es decir, la que se integra por todos Jos bienes a los que refiere el articulo 189 del Codigo Civil. 5. A continuacién debemos reflexionar sobre el alcance o efectos de la ejecutoria que se comenta. Estos alcances 0 efectos pueden ser dos, y son los siguientes: a) Al incluirse en fa sociedad conyugal los bienes adquiridos por herencia o donacién por uno de los cényuges, se beneficia el otro en un cincuenta por ciento de la propiedad adquirida por el heredero o legatario. ) Al incluirse en Ja sociedad conyugal los bienes adquiridos por herencia 0 donacién por uno de los cOnyuges, slo éste conserva la propiedad de los bienes, Jos que se aportan en forma no traslativa de dominio a la sociedad conyugal, donde SOCIEDAD CONYUGAL 229 beneficiar a ambos con el aprovechamiento, que consiste en el uso y disfrute de esos bienes. En ambos supuestos se parte que los bienes se “‘incluyen” o “se comprenden”” ena sociedad conyugal. La diferencia radica en el diverso origen de los bienes que se aportan a la misma. En ambos supuestos hay una comunidad (no mancomunidad) de bienes entre los consortes, pero de diferente naturaleza, segin el alcance o efecto que se acepte entre las dos opciones sefialadas. 6. Para estar en posibilidad de decidir me parece oportuno desentrafiar la naturaleza jurfdica de la sociedad conyugal y de los diversos actos juridicos que durante la vida conyugal puede involucrar a uno o a ambos cényuges en la adquisicién de bienes, En relacién a la sociedad conyugal, estimo que se trata de una sociedad sin personalidad juridica, Se da la sociedad conyugal como un régimen de bienes y no formalmente como una sociedad. Confirma lo anterior, si tomamos en cuenta oy Mama el Cédigo a este régimen de bienes. Lo califica de “sociedad conyugal”, para que no exista duda se previene que lo no comprendido en las capitolaciones matrimoniales se regir por las disposiciones relativas al contrato de sociedad (articulo 183, Codigo Civil). La sociedad conyugal se genera por un contrato por el cual los cOnyuges se “obligan mutuamente a combinar sus recursos y sus esfuerzos para Ia realizacion de un fin connin, de carécter preponderantemente econémico pero que no constituye una especulacién comercial” (articulo 2688, Cédigo Civil). Por ser una sociedad (sin personalidad) los cOnyuges para los efectos del régimen de bienes se convierten en “‘consocios” (articulo 188, fraccién I, Cédigo 1), para combinar sus esfuerzos y bienes para el logro de Los fines propios del matrimonio. Se puede sefialar que el objeto de la sociedad conyugal es econémico, es formar y constituir un patrimonio. Se trata de un contrato accesorio al matrimonio con telacién a los bienes de los consortes. Los bienes que pueden integrar o formar parte de la sociedad conyugal pueden ser de cualquier clase: mucbles o inmuebles, dinero, alhajas etcétera; también integran el patrimonio los derechos personales y los reales. Pueden ser los bienes ¥ sus productos, o sdlo los productos; pueden ser todos los bienes futuros 0 s6lo pane de ellos; se comprenden tos productos de! trabajo de los cényuges, a menos que expresamente se excluyan. Debe tomarse en cuenta que la propiedad de los bienes que se aportan a la sociedad conyugal pueden ser de cada cényuge o de ambos en copropiedad, segdin se desprende de lo previsto en el articulo 194 del Cédigo Civil, el que sefiala que el “dominio de los bienes comunes reside en ambos cOnyuges, mientras subsista la sociedad”, lo que significa que también pueden haber bienes propios de cada cGnyuge. Ahora bien, al establecer el articulo 189 fracciones I y TI, que pueden formar parte de la sociedad conyugal los bienes que cada consorte “eve” 0 introduzca” y no poder celebrar entre ellos compraventa por prohibirlo el articulo 230 COMENTARIOS A UNA SENTENCIA 176 del Cédigo Civil, lo razonable es que cada uno conserve la propiedad de sus bienes, pues cualquier cesi6n surte s6lo efectos de donacién que pueden revocarse. Ademis la fracci6n VIM del articulo 189, da la posibilidad a cada cényuge de adquirir bienes futuros, los que formando parte de la sociedad conyugal ,deben decir si “pertenecen en exclusiva al adquirente o si deben repattirse entre ellos y en qué proporcién”. Lo anterior significa que en este régimen podrén haber, adicional- mente a los bienes y derechos que constitayen el fondo social, copropiedad de los bienes, transferencia entre cOnyuges (excepto compraventa, articulo 176), en el entendido de que cualquier cesi6n se entiende como donacién (articulo 192,Cédigo Civil) ocada uno de los consortes conserva sus bienes propios dentro de la sociedad. Confima lo anterior cuando se sabe que a cada cOnyuge se Ie devuelve lo que al matrimonio llev6 cuando s¢ termine el régimen (articulo 204, Cédigo Civil). La sociedad constituye a los cOnyuges en “‘consocios” en lo econémico, para constituir y tener un patrimonio. Ahora bien, el patrimonio se compone de bienes y derechos de toda clase que conservan los cényuges como propios cada uno, 0 ambos en copropiedad, que se aportan al constituirse la sociedad sin transmitir el dominio porque ésta n0 es sujeto de derechos y obligaciones; no tiene posibilidad jurfdica para adquirir, Salvo “pacto en contrario, los bienes que cada uno de los cOnyuges tenfa antes de la celebraciGn del matrimonio, contimia perteneciéndole de manera exclusiva, a pesar de que el matrimonio se haya celebrado bajo el régimen de sociedad conyugal, porque las aportaciones, al innplicar translacién de dominio, deben ser expresas”.* ‘Ademés se compone del fondo social (articulos 204 y 205, Cédigo Civil) que se constituye con el producto del trabajo de cada consorte y los productos y utilidades de los bienes y derechos aportados inicialmente y durante la vida conyugal. En relaci6na los bienes y dezechos los cOnyuges son “‘coparticipes”, es decir, participan de los bienes que cada uno aporta y en relaci6n al fondo social hay comunidad entre ambos. ‘No s6lo los bienes adquiridos en comiin por los consortes entrana formar parte dela sociedad conyugal. También los bienes que adquiera cada uno de ellos durante su vida conyugal forman parte del haber de la sociedad conyugal y entran dentro del fondo social, en cuyo caso cualquiera de los cényuges “tiene derecho a pedir la rectificacién del asiento respectivo, cuando alguno de esos bienes pertenezca a la sociedad conyugal y estén inscritos a nombre de uno slo de aquellos” (articulo 3012, Cédigo Civil). Pero distinto es el supuesto de los bienes que se adquieran por herencia o donaci6n, pues tal como lo sefaté atinadamente la Juez Federal a la que se hace referencia en la sentencia del Sexto Tribunal Colegiado en Materia Civil, el problema radica en el aparente conflicto de nomas en cuanto a la donacién y herencia por una parte, y a la sociedad conyugal por la otra, 1 Jurisprudencia 356; Sexta época; p. 1062; vol. Il; Tercera Sala; Apéndice 1917-1975; Anterior Apéndice 1976-1965, Iurisprudencia 336; p. 1015 visible actuatizaciGn IV; Mayo Ediciones; p. 1246. SOCIEDAD CONVUGAL 231 Cierto es que los cényuges pueden pactar en una cliusula que la sociedad conyugal comprende todos los bienes muebles e inmuebles y sus productos que los consortes adquieran durante su vida matrimonial, incluyendo el producto del trabajo, pero este pacto tan claro, a juicio de la Tercera Sala, y al cual debe estarse al sentido literal de sus cléusulas, no puede contrariar la naturaleza juridica 0 disposi- ciones relacionadas con los contratos por las que se transmitan bienes 0 derechos alos conyuges. Los contratos se perfeccionan porel mero consentimiento, y obligan a los contratantes no sélo al cumplimiento de lo expresamente pactado, “sino también a las consecuencias que segdin su naturaleza son conformes a la buena fe, al uso oa la ley” (artfculo 1796). Significa esto que las consecuencias deben estar apegadas a la ley, y a la naturaleza juridica del acto que las origina. Si hay una contradiccién aparente en cuanto a Ja naturaleza juridica o disposiciones legales, ‘no obstante la claridad y literalidad del pacto, éste no puede interpretarse de acuerdo con las palabras. Esto me parece claro al referirse a la materia planteada, que consiste en determinar cémo, o de qué manera, forman parte del haber de la sociedad conyugal los bienes y derechos adquiridos por herencia o donaci6n, Debe tomarse en cuenta que el “testamento es un acto personalfsimo” por el cual una persona capaz dispone de sus bienes y derechos y declara o cumple deberes para después de su muerte (articulo 1295, Cédigo Civil). También la donacién es un acto personalisimo, en Jos términos del articulo 2332 del Cédigo Civil. Ambos son actos por los cuales se transmite libremente ¢} patrimonio de una persona, que no estén sujetos a condi- ciones © cargas, a menos que expresamente se establezcan por el titular del patrimonio. Suponer que un pacto en las capitulaciones matrimoniales pudiera afectar 0 violentar la decisin de Ia voluntad del testador o del donante porque ast lo estipularon los contrayentes, serfa llevar ese pacto a dimensiones o extensiGn que no le corresponden, pues el que alguno de los c6nyuges (él 0 ella) o ambos reciban segin fa voluntad del testador o donante un bien individual o conjuntamente, no puede depender de las capitulaciones matrimoniales, sino del acto de voluntad de quien transmite la propiedad del bien o titularidad del derecho. Se trata de dos actos juridicos diversos. Uno de ellos consiste en las capitula- ciones matrimoniales que los contrayentes suscriben, para decidir qué bienes integran fa sociedad conyugal, 0 en su caso, cuales son excluidos. Este pacto no puede tener efectos sobre actos juridicos posteriores que celebraren terceros, pata fimitar 0 modificar la voluntad de éstos para la disposicién de su patrimonio. En concreto, las capitulaciones matrimoniales no pueden afectar la decisi6n y trans- misién que un donante desea hacer de su propio patrimonio. Este puede, inde- pendientemente de la capitulacién matrimonial habida, transmitir un bien a uno 0 ‘a ambos de los cényuges, decision de vohntad que debe respetarse, pues lo contrario serfa tanto como aceptar que un pacto anterior podria variar los efectos derivados de la voluntad posterior de un tercero, lo cual va en contra de los pfincipios generales del derecho y Ja libertad contractual en la disposicién de! propio patrimonio. Lo mismo debe aceptarse en caso del testamento, El testador es 232 COMENTARIOS A UNA SENTENCIA libre para dejar a uno 0 a ambos cOnyuges parte 0 la totalidad de sus bienes, y hay que respetar su decision. Porlo tanto, no depende del pacto habido entre los contrayentes y contenido en las capitulaciones matrimoniales para determinar si un bien que se adquiera a titulo gratuito via donaci6n, legado o sucesi6n, “‘pertenece” a ambos cOnyuges por igual, segtin lo pactado en las capitulaciones. Debe entenderse como un bien privativo del donatario, heredero o legatario, de su exclusiva propiedad y que si bien ingresa dentro del patrimonio de la sociedad conyugal, al no haber la posibilidad para que ésta lo adquiera por no tenercapacidad al no (ener personalidad jurfdica, ni haber un acto posterior porel cual se constituye una copropiedad con el otro cOnyuge que no fue el beneficiado, serd un bien Privativo de quien lo recibié y se le devolverd al disolverse 1a sociedad conyugal en los términos del articulo 204 del Codigo Civil. Ingresa a formar parte de la sociedad conyugal, porque ast lo dispusieron los contrayentes, 0 al no haberlo excluido dentro de las capitulaciones. Sin embargo, es un bien privativo de ella o él, segdn sea uno u otro el donatario, legatario 0 heredero y el consorte s6lo participard en el uso y disfrute. Se puede seiialar que Jos bienes adquiridos a titulo oneroso durante la vida conyugal son de ambos en comunidad, y al disolverse Ia sociedad conyugal participarin en el cincuenta por ciento cada uno, si no han pactado diverso porcentaje. Y que los bienes a tftulo gratuito que reciba alguno de ellos, como son los derivados de herencia, legado o donaci6n, pertenecen en propiedad o titularidad de quien fuere el indicado. Lo anterior hace congruente lo pactado en las capitulaciones matrimoniales en el sentido de que todos los bienes presentes y futuros ingresarin en la sociedad conyugal, pero el ingreso es de distinta naturaleza. Los bienes a titulo gratuito ingresan, pero de ellos solamente el otro consorte tendré derecho a uso y disfrute, en cambio los que a titulo oneroso se adquieran durante la vida conyugal, serdn de ambos consortes en comunidad y formaran e] fondo social. De tal manera que la sociedad conyugal se compone de diversas clases de bienes y derechos segdin lo expresado, pero constituyen el fondo social tinicamente aquellos adquitidos durante fa vida de los consortes. Es decir, como patrimonio de la sociedad estan todos los bienes que los contrayentes tenfan al constituirse el régimen y los que adquicran, por cualquier tftulo, durante su vida matrimonial, algunos de los cuales forman el fondo social. 7. Conviene preguntamos qué efectos tiene la jurisprudencia de la Tercera Sala que se comenta. Significa que al “incluirse” en la sociedad conyugal los bienes adquiridos por herencia 0 por donacién de uno de los cényuges beneficia al otro en un cincuenta por ciento del bien o de los derechos adquiridos? Lo anterior no se deriva necesariamente de fa jurisprudencia. Sin embargo, como se trata de dos Juicios en los cuales los herederos estan buscando la participacién en los bienes de la sucesiGn, puede estimarse que los efectos sean en ese sentido. Aceptando Ia jurisprudencia como una sentencia clara y de acuerdo con las. disposiciones legales y la doctrina, no es posible que produzca esos efectos porque, SOCIEDAD CONYUGAL 233 si bien es cierto que dichos bienes o derechos se “incluyen” en la sociedad conyugal, no dejan de ser bienes privativos del donatario o heredero, que se aportan ala sociedad conyugal y de los cuales ¢l otro consorte aprovecha el uso y disfnute. En la sociedad conyugal parte del patrimonio se constituye por el fondo social, que se integra por los bienes y derechos que los consortes adquieran durante su vida, bien sea por su esfuerzo y trabajo personal, o por las utilidades y rendimientos de los bienes y derechos que s¢ aporten, respecto de los cuales hay comunidad entre ambos. El o ella, al celebrar las capitulaciones matrimoniales, pueden tener uno 0 varios bienes que seguiran siendo de cada uno de ellos. Lo mismo pasar cuando se adquieran a titulo gratuito por herencia o donacién, éstos se aportan a la sociedad conyugal, sin efectos traslativos, como ya se expres6. Pertenecen al heredero 0 donatario, pues asf fue Ja voluntad de quien los transmitié, pero como pactaron que se “comprendieran” dentro de la sociedad conyugal se aportan a ella y ambos “coparticipan” del uso y disfrute. Lo contrario seria tanto como suponer que habrfa una “transferencia” 0 cesién de un consorte al otro de una parte de lo heredado 0 donado sin acto juridico de por medio. Si bien es cierto que la doctrina sefiala que opera la comunidad por ley sin que sean precisos actos juridicos particulares para Ja tansmnisién de la propiedad," debe tomarse en cuenta que la compraventa est probibida (articulo 178, Cédigo Civil) y que la cesiGn seré considerada donacién, y por lo tanto, revocable (articulo 233, Codigo Civil). 8. En el derecho comparido, tanto a nivel nacional como internacional, observamos que cuando se reglamenta por el legislador la sociedad legal o la comunidad de bienes, se establece, en téminos generates, que son propios de cada cOnyuge los bienes que éste adquiera durante la vigencia del regimen por don de la fortuna, por donacién, herencia o legado constituido en favor de uno solo de ellos. ésto nos indica que la intencién del legislador ha sido de considerar estos actos gratuitos, hechos en favor de uno de ellos, como privativos, a semejanza de los que se tuvieron antes de constituirse la sociedad legal o la comunidad de bienes. En nuestro derecho positivo, en los cédigas de 1870 y 1884, los articulos 2134 y 2000 prevenfan con toda claridad, en el supuesto la sociedad legal, que dichos bienes pertenecfan slo al donatario heredero o legatario. Semejantes disposiciones encontramos en diversos Cédigos de la Repiiblica, que contienen reglamentacion de la sociedad legal o comunidad de bienes. A titulo de ejemplo se citan los cédigos civiles de: Aguascalientes, articulo 210 fracoién 1; Jalisco, articulo 212; Oaxaca, articulo 207 fracciOn I; Puebla, articulos 355 fraccién If y 358 fraccién I y Tl; Quintana Roo, articulo 737; Sonora, articulo 314; y Yucatan, articulo 148-11. A nivel internacional, pueden citarse los siguientes cédigos civiles: Argentina, articulo 1264; Colombia, articulo 1782; Espaiia, articulo 1346, fraccién 2; Chile, articulo 1726; Costa Rica (C6digo de Familia), articulo 41, fraccién 1; Cuba (Cédigo de Familia), articulo 32,2); Peni, articulo 177, 2); Venezuela, articulo 153, 1) LACRUZ BERDEIO, Jos? Luis, et al. Elementos de derecho civil IV (Barcelona Editorial Jos ‘Ma Bosch 1990) 273. 234 COMENTARIOS A UNA SENTENCIA, Panamé, articulo 113 (Cédigo de Familia); El Salvador (C6digo de Familia), articulo 63, 2); Puerto Rico, articulo 3631, 2); Uruguay, articulo 1953. Lo contenido en la legislaci6n da congruencia a la interpretacién que expresé en Jos puntos anteriores, pues los actos juridicos de herencia o donacién, por ser gratuitos y personalisimos, beneficiana uno solo de los conyuges, y deben estimarse que los bienes o derechos que se adquieran serin privativos de uno de ellos, aun cuando se aporten en la sociedad conyugal con efecto no traslativo de dominio, y el otro cényuge tenga también el uso y disfrute de los bienes. 9. Como se observa el problema subsiste. Depende del concepto que se tenga de la sociedad conyugal como régimen matrimonial de bienes. Para evitar contra- dicciones, siguiendo la doctrina expuesta, mds la legislacién sefialada, conviene que se adicione el Cédigo Civil conun articulo semejante al que existia en el Codigo de 1884 que exprese que los bienes que durante la sociedad adquiriere cada conyuge por don de fortuna, por donacién de cualquier especie, por herencia o por legado constituido a favor de uno de ellos ser privativo del que los adquiera.

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