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INDICADORES DE LA MADUREZ DE LA PERSONALIDAD

Síntesis de la Conferencia del Psiquiatra Enrique Rojas

La madurez de la personalidad es algo abstracto, es un estado relativo ya que por


eventos de la vida puede cambiar. Es un estado que se va construyendo y en este
sentido, no se establece en forma definitiva necesariamente, por ello es mejor hablar de
los niveles de maduración de la personalidad. El concepto de la personalidad tiene
muchos componentes y el autor la define como: “Una entidad en la que se agrupan
elementos físicos, psicológicos, sociales y culturales de un individuo, que
consiguen una unidad histórico-biográfica”

La personalidad se pone de manifiesto en el, contacto con los demás, de ahí que la
primera impresión de la personalidad es externa y a través de la cara; en ella se
encuentra la personalidad ya que a través de la cara lo que uno lleva adentro sale al
exterior. En la cara existe: 1) la parte afectiva, representada por mejillas y boca 2) la parte
intelectual representada por frente y ojos.

Existen muchas tipologías de personalidad que han aparecido desde Galeno, Krechmer,
Freud y Jung, pero lo que aquí se trata es de presentar los indicadores; es decir, los
signos, referencias o indicios de un cierto nivel de madurez en la personalidad.

En primer lugar un indicador muy importante es que se tenga un modelo de identidad;


esto quiere decir, que haya elementos que llamen particularmente la atención y nos lleva
a decir por ejemplo: “Que sello tan personal”!
Otro indicador es conocerse a sí mismo, el conocerse a sí mismo implica saber sus
actitudes y sus limitaciones y esto lleva a poderse pedir cosas dentro sus posibilidades
dentro de la realidad personal. Por ejemplo, hay gente que ni siquiera puede decir cómo
es su personalidad cuando se le pregunta.
Otro indicador es haber alcanzado cierto equilibrio psicológico, es decir entre lo afectivo
y lo intelectual. El hombre maduro es afectivo e intelectual, ha logrado armonizar esos dos
aspectos.
Otro indicador es tener un proyecto personal, que es lo que se hace con la propia vida
de acuerdo a lo que se proyecto, que sea coherente y que tenga un contenido
fundamental; el contenido puede abarcar áreas de: amor, trabajo y cultura que son quizás
las principales instancia, además un proyecto implica organización y programación.
También significa conducir la vida, encauzarla, canalizarla por el lugar que uno se ha
propuesto y en la dirección correcta. El autor dice al respecto” La vida es una operación
que se dirige hacia adelante y, esto es el proyecto: la vida anticipada”.

Otro rasgo de madurez es tener una filosofía de vida. Esta da un humanismo sólido (que
en este tiempo se ha perdido tanto por la búsqueda del hedonismo, materialismo,
consumismo y un permisivismo).
Otro indicador es la naturalidad, la naturalidad significa sencillez, una persona sencilla no
tiene dos fachadas, muetra unidad en su personalidad. Una persona natural, es tranquila,
serena, se encuentra contenta y está contenida, no da bandazos en su comportamiento.
Otro indicador es por tanto el autocontrol, que es la capacidad de ser dueño y señor de
uno mismo.
Otro indicador importante es mal temporalidad, esto significa que una persona madura
vive instalada en el presente, ha asumido el pasado y vive tomando en cuenta el porvenir.
El siguiente indicador es la responsabilidad, es responsable aquel que responde con
hechos a las obligaciones contraídas. La responsabilidad está ligada a la elección y a la
libertad.
Existen grados de responsabilidad, por ejemplo los que tienen que ver con la edad, no es
igual tener 20 años que 50 con respecto al desarrollo de la responsabilidad. También
tener responsabilidad implica tener criterios firmes, tener ideas claras. Además
responsabilidad implica fidelidad en los compromisos contraídos, en la actualidad todo es
transitorio, no se tiene fidelidad, ni lealtad.

Otro indicador es que la sexualidad ocupe su justo lugar, Salvo en la adolescencia y


primera juventud, la sexualidad se ha convertido en la actualidad en un bien de consumo
(revistas, películas, etc.) incluso ya se plantea la posibilidad de despenalizar el incesto,
cuando lo que realmente se necesita es educación sexual que implica educación de la
afectividad para el amor.
Un indicador es también la capacidad de convivencia. Dice Enrique Rojas: “la
capacidad diaria para convivir es una especie de termómetro que registra la altura, la
anchura y la profundidad de nuestra calidad personal, capacidad de aceptar al otro, de
quitarle importancia a los problemas, de saber ceder y un largo etcétera de cosas
esenciales”.

El sentido de humor es también un indicador, un persona con sentido del humor no


agranda los problemas es como un filosofo en su actitud ante la vida, es saberse tomar
las cosas difíciles de la vida de manera distinta, es sortear las dificultades con una
elegantes disposición interior que conduce a superar las dificultades.

Un último factor sería el contar con una cierta salud física, pero aún en casos de
enfermedad física hay quien conserva su nivel de madurez, concluye el autor.

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