Você está na página 1de 6
EDUCAR PARA LA PAZ DESDE UNA FILOSOF{A PARA HACER LAS PACES Vicent Martinez Guzmin Cirepe eesoone Fost pr 1 Pz Unies Jt rmartguz@issjies iad i S.. ‘ntmonucci6s. El campo de la educaci6n para la paz est [eer icticas aisladas y fragmentarias que carecen de un sustento filoséfico coherente. En este ;onen las principales bases tedricas y las ac- trabajo se ciones que se pueden seguir en una edueacidn para la paz desde la perspectiva filosdfica que venimos desarrollan- do en la Catedra unesco de Filosofia para la Paz. mo punto de partida presentamos tres principios que suponemos implicitos en cualquier propuesta edu- cativa para la paz. Después reflexionamos sobre que sig- nifica ser competentes para resolver los conflictos por medios pacificos, deramos que educar para la p es educar para la ciudadania mundial y esto nos exige revisar Ie nociGn de desarrollo ¥ las situaciones poscolo- 52 Decisio wex0-we. 2004 e niales, Finalmente consideramos que educar Ia voluntad esimportante porque podemos tener capacidades 0 com- petencias para actuar pacificamente y, sin embargo, no querer hacerlo. Los scevesros © Lavedueacién para la paz.ba de ser una educacion que abarque todos ls nivels y modalidades de ensenansgacomvencional y wo comvencional, + La educacién para la parz ba de partir de la experiencia coti- diana, Hay numerosas maneras de entender lo que es cotidiano segxin las diferentes culturas: México, Brasil el Africa subsabariana le educarin para lt paz des ‘sus propias maneras de entender la vida cotidiana, nosotros mismos en nuestra universidad tenemos un ‘Master Internacional de Estudios para la Paz. y el Desarrollo (wwwepd.ujiies) que reine todos los afios estudiantes de distintas partes del mundo y en el cual aprendemos diferentes formas de hacer las paces se giin hs culearas + Educacién para le pa quiere decir educaciinrecproca y mo uni- lateral de experte al aprendiz, El colectivo que se educa ppara la paz es entendido como una comunidad de co- municacibn que asume el reconocimienco reefproco de ‘competencias 0 eapacidades para llegar a acuerdos. Estos supuestos estin enmarcados en un intento de desarrollar una filosofia para hacer las paces que tiene las siguientes caracterfsticas con implicaciones educativas: Somos comrenenres Pues nscen tas Gcemnas ¥ 14s paces. Part del seconocimiento en todos los seres humanos de lo que amamos eampetencias para hacer las paces, es decir, para resol- ser los conflics por medios pacfcos, bere tambien para hacer gue- ras y provocar las diferentes tipos de vioencic. Que seamos competentes ya sea para la paz, o bien para la guerra y la violencia en general, quiere decir que podemos afrontar nuestras relaciones anukindonos los unos a los otros, in- cluso de maneza organizada como lo prucban la guerra, latortuma, la violacidn o el asesinato, o bien que afronta- mos nuestras relaciones con justicia, ternura y maneras diferentes de vivir en paz. Ambas expresiones hacia la violencia © hacia la paz forman parte de nuestra condi- ci6n humana. ‘La nocién de competencia tiene dos vertientes: mien- ts que una consigna que competimas par ganarnos unos a otros fomentando la rivalidad, la otra se refiere a las capacidades o poderes que tenemos los seres hums- nos, aquello en lo que somos competentes. La palabra "competencia” viene del verbo latino pefere que significa pedir, mis el prefijo de relaci6n « que sign fica relaci6n. En este sentido lo interpreto como aquellas capacidades que tenemos los eres humanos para pedi nos cuentas: de por qué nos hacemos unos a otros lo que, nos hacemos, nos decimos lo que nos decimos © nos callamos lo que nos eallamos. Ta educacin para la paz. que propongo es provoca- dora, impertinente y subversiva: algunos dicen que lo que es real es que siempre ha habido guecras y violencia, y que siempre las habri, o que siempre habré ricos y po- bres, pero nosotros subvertimos la nocién de realidad. Denunciamos que se trata de una realidad parcial y afir- ‘mamos que lo que es real es que las cosas que nos hace- mos los seres humanos pueden ser de muchas maneras, diferentes y que algunas son pacifieas, justas y tiernas. De lo que se trata es de reconstruir las maneras en que podemos vivir en paz, de recuperar los poderes para hacer las paces, Académicamente la nociéa de competencia recoge la va riante de "competencia lingiifstica" de Chomsky y la de "competencia comunicativa" de Habermas. Seguin estos autores, las normas para una buena comunicacién par- ten de las competencias que tenemos como interlocuto- res © comunicadores. Quiere decir que todos los seres humanos somos capaces 0 competentes para comuni ccarnos y que para saber cudles son las normas del len- guaje 0 de la comunicacién hay que partir de los propios hablantes. Las normas lingiiisticas o de comunicacién no se construyen desde la nada, se reconstrayen desde las pro- pias capacidades de quienes hablan. Como ocurre con el lenguaje y la comunicacién, los seres humanos tenemos capacidades o competencias para aniquilarnos, pero también para actuar con justicia y por medios pacificas como le democracia y el didlogo, por ejemplo, Las normas en que hemos de educarnos para la paz han de partir de nuestras propias posibilidades, ca- pacidades o competencias para vivir en paz. Es cierto que no es facil. Porello hemos de destrair odesconstruir y desaprendar lo que genera marginaciin, exclusion y muerte, y re ‘anstevir.y aprender lo que genera interac, dingo y usta. Ecce DISDE EL coNnUCTO Y EL REcovoGMIENTO DisIéexco. Una parte de la educacién pata la paz es el estudio de los con- flictos, Inicialmente se pensaba que los conflictos habia que resolvertos, de ahi nacen las teorias sobre resolucién de conflicos. Sie. embargo, esta manera de interpretar los eon- flictos suponia una concepcisn negativa de los mismos. En nuestra propuesta entendemos que pueden ser inclu- so cteativos, que podemos gestionarlos y transformar- los, existiendo para ello al menos dos posbbilidad ‘Una primera posibilidad de transformacién de los con- flictos consiste en Ia reconsteuccién de lo que nos deci- mos y nos hacemos unos seres humanos a otros desde tres perspectivas: + Climo me siento ye por lo que me hacen ami. + Que tipo de indignacién tengo por fo que na segunda persona ‘ave a une rercera —la educacibn para la paz siempre recupera nuestra capacidad de indignacién. + Cina me siento. ye mismo por lo que hage aos demés. Si fuera un santo, sélo me preocuparia de las dos dlti ‘mas, Si fuera un egoista absoluto, slo me preocuparia de la primera. Sin embargo, soy una persona comin y sencilla y tengo momentos egoistas y momentos altruis tas, Soy competente para estos dos tipos de comporta miento y muchos mas. Por eso propongo analizar los conflictos desde estas tres perspectivas. Aqui es fundamental la interpelacion mutua, el que nos pidamos cuentas por lo que nos hacemos, decimos y callamos unos a otros, para aclarar si nos hemos margi- nado o hemos excluido a algunas personas, La violencia cultural o simbélica hace tan sutiles los mecanismos de marginacin que podemos estar ciegos a exclusiones por razones de género, estilos de vida o diferencias cultura- ro-atn 2004 Decésio 3 Ics. Incluso el silencio de los que excluimos pucde ser una interpelaciéa, Asi por ejemplo el machismo institu- cionalizado puede convertirnos en ciegos cuando discri- minamos a las mujeres, 0 creer en la superioridad de la cultura occidental puede hacer que despreciemos y hasta, aniquilemos otras culturas por considerarlas mas “retra- sadas" o "primitivas", De alii que seaimportante que nos interpelemos, que nos pidamos cuentas por lo que nos, hacemos y que seamos capaces de ponernos en el lugar de las otras personas, Una segunda posibilidad de transformar los conflic- tos por medios pacificos se basa en la reconstruccién de las capacidades de reconocimiento que tenemos los se- res humanos en interaccién con el anilisis de situaciones, donde se atenta contea la dignidad de una persona. Des cribiremos tres tipos fundamentales de reconecimiento, + El reconociniento de que exisien alternatinas a las actitndes que suponers un desprecio del cuerpe. Es fundamental el re~ conocimiento del cuerpo porque con él definimos la concepeidn de nuestra identidad desde que comenza mos a dominarlo, a gustar y a gustarnos, Por eso, una 54 Decisto rwrx0-von, 2004 vioheién © cualquier tipo de tortura no es sélo un dafio fisico, sino la convulcén de la propia identidad y la pérdida de confanza en uno mismo. El reconocimiento del cuerpo entendido de esta manera promueve en la edu- cacién para la paz y en la transformacién de los con- flictos la termura, el afecto, la estima y cuidado, asi como la potenciaci6n de la auoconfianza, de la con- fianza en uno 0 una micma. El rconocimienta de que hey abernativas frente a la exclasiin e los derechos bumanosy dela comunidad moral que hace que sas personas perdan el respeto por ellas mismeas o se ereen su propia Izalidad. Hace fala educarnos en la capacidad de crear instituciones racionales de reconocimiento de los derechos de colectivos exeluidos: las mujeres © Ios inmigrantes, por ejemplo, potenciando el autores peto, el que las personas recuperen el respeto por si mismas porque se sienten respetadas. Elreconuciniento de que ecicten alternativas al comportamiento que menesprecia otras formas dewids, de manera que las perso- ras que viven de esta manera no se sen valoradas, Esto hace que las personas en cuestiéa, al sentir menospreciada su forma de vida, perdan la antoestina La alteznativa es delas for- critica el reconocimiento solidario de la plural ‘mas de vida, que no quiere decir la aceptacion de cualquier tipo de planteamiento porque todo ral Tan falta de reconocimiento de la diversidad cultural esel menosprecio radical de una forma de vida, como a aceptacién acritica de sus planteamientos en térmi- nos absolutos. Lo que se requiere es el reconocimien- to reciproco de las ventajas y desventajas de las dife- rentes formas de vida y la reconstruccion conjunta de Jas alternativas en el marco de la pluralidad. Asi, a educacin para la paz como transformacién de conflictos potenciara la reconstruccién de la autocon- fianza, el autorespeto y la autoestima en el marco del intercambio y el didlogo en el que nos pedimos responsa: bilidades por cémo construimos las relaciones humanas. DUsareeNDeR LAS COLTURAS DE LA GUERRA EX LAS RELACIONES INTERN- (CHONALES: BDLCACION rue LA crUDADANLA MUNDIAL. Es logia de desconstruccibn-reconstruccién puede usarse también para desaprender los conflictos bélicos, es decir, para evitar las guerras. Hemos aprendido a afrontar los contlictos humanos usando la violencia y creando insti- tuciones que la han legitimado. Por este motivo, se re quiere explicitar emo en los procesos evolutives de las relaciones humanas hemos usado y modificado las gue rras como sistemas de organizacién social, incluso de ter sexuado, debido a que han es aco promovidas os. E desconstruir los discursos de legitimacion de la guerra y prineipalmente por mac! reconstruir posibilidades de ansformacién de los mis mos conflictos con la ereacién de instituciones para la imbién for parte de la historia de los co- par, que lectivos humanos. Una vez mas, la reconstruccidn del horizonte norma tivo a seguir para transformar los conflictos de guerra en, conflictos de paz, es decir, Ia reconstruecién de como podrfamos hacer las cosas de manera alternativa a como las venimos haciendo, es dialogica. Por ejemplo, respec to dela guerra de Bosnia podemos desconstruir-recons truir los documentos y debates de los mismos sefiores de la guerra expresados en los acuerdos de Dayton, pero también podemos usar las propuestas de los movimien: tos pacifistas reunidos en Verona como indicadores cri- ticos desde los cuales analizar estos acuerdos. La educacién para la paz que proponemos también subvierte el orden internacional heredado y la misma con cepciin de las relaciones internacionales como discipl na, Desde el Norte del mando hemos impuesto el llama: do orden de Westfalia segiin el cual el Estado-nacién nos daba seguridad, gobernabilidad y ejercicio de la sobera- nia en el marco de la territorialidad; sin embargo, el desa- rrollo del armamento, la alteracin del medio ambiente, la globalizacin y aniformizacién de la economia, entre causas, hacen que no estemos’mas seguros dentro de los limites de nuestros Estados nacionales. enone 2004 Decisio 55 En este sentido, la educacion para la paz es una educa cin para la cindadania momndial, porque ya decia Kant que Ia violacién del derecho en una parte del mundo afecta a toda la Tierra. Sin embargo, educar para la ciudadania mundial, lejos de ser un catalizador de la globalizacién totalitaria, refuerza la diversidad de lenguas, de creencias, de formas de vida y de formas de organizacion social y econémica mas a ras de tierra, mis arraigadas y compro- meticas en la recuperacién de la multiplicidad de ideati- dades colectivas, Educar para la ciudadania mundial es educar para el doble compromiso global y local: nos eom- promete con los que sufren lejos, pero también con los que son victimas de Ia injusticia 2 nuestro lado, en nues- 120s propios ‘imbitos locales Evan pans #1 posoesareoiio ¥ 14 siriucto PoscotoNus. 10s datos que cada afio nos aporta el Informe de las Nacio- nes Unidas para el Desarrollo Humano muestran que los paises ricos son cada vez mas ticos ylos pobres son tam- bien mas pobres. Hi desarrollo que estamos viviendo y promoviendo es excluy dala cultura de los blancosy rvs del mundo, La deseons truccién de la practica del desarrollo tal como lo hemos venido realizando, nos hace darnos cuenta que es su pro- pia ldgica la que ocasiona que unos nos desarrollemos a costa de otros. Por este motivo, se ha llegado a decir que no da miedo su fracaso sino su éxito. Da miedo que triunfe tuna manera de entender el desarrollo de unos y unas costa de otros y otras ste porque se toma como medi- 56 Decisto etso-wa 2004 Noss hemos de educar en nuevas formas de coopera- cién que rompan el vinculo entre paz y desarrollo, entendido de esta manera. La educaciin para la paz que pro- pone: tiene que rexuperar maneras antéctonas de vivir, de organi- -zaciin social y econsmica, como formulas de resistencia a la ghoba lizasion totalitaria en un marco poscolonialen el qne se reconozean el msticajey las identidades bibridas y se introdusza la austeridad en nuesiras vides. Es por es0 que la educacién para la paz que propongo ex también una nueva filosofia de la co- operacién para el posdesarrollo. Epwcactby ne 14 vouuwran. A pesar de saber todo lo que he mos mencionado, padenos no querer cambiar y seguir vi- viendo cada quien a nuestra manera, sobre todo si esta- mos en situaciones de privilegio y no somos conscientes que muchas veces nuestros privilegios se sostienen sobre la mise- ra de otros seres bamanos, Por este motivo, la educacién para la paz tiene que potenciat la educacién de le sensibilidad y de la voluntad No es sencillo lo que estoy proponiendo y también he di- cho que no es para héroes ni santos, sino para gente co: atin, para gente "como nosotros". Podemos saber todo estoy "no :ntir nad, "no encontrar raones para actiar a favor de los otros y las otras" o "no querer hacer nada” Enla comunidad de comunicaciéa que formamos los colectivos que nos educamos para hacer las paces nece- sitamos educar nuestra capacidad de empatia, de sensibili- dad e indignacién por lo que los seres humanos nos ha- cemos unos # otros: sentinos heridos, tristes o Jos unos con los otzos. Porenciar la empatia significa re- forzar nuestra capacidad de ponernos en li pid/ de quic- nes sufren. ‘Ademis de eduear nuestros sentimientos también ne~ cesitamos la interpelaci6n racional que refuerce nuestra voluntad para hacer las cosas de rantas maneras diferen- tes como sabemos que las podemos hacer. As, la educa in para la paz sori educacion de muestra toluntad para erear sentinrientos a favor de las otras y os otras y eerci de nuestra capacidad de pedir y dar razones por aquelle que nos hacen, decinos y callanos. Si sabemos que podemos hacer las cosas de maneras diferentes y no las hacemos, no tenemos excusa, ten ‘mos responsabilidad. Nos necesitamos para recordarnos esta responsabilidad, para aprender a "querer" hacer las paces, para eduear nuestra voluntad. Recommxpscionss nine 14 scc1bs 1, Proponemos considerar los grupos de educacién de adultos como grupos de decisién asi como comunida- des de comunicacién; es decir, grupos con capacidades 6 competencias para comunicarse. Algunos ejercicios que podrian swalizarse consistirian en preguntarnos: Nos consideramos todos y todas interlocutores vilidos? 2A quiénes excluimos de nuestras comunidades negando- les el derecho a la interlocucién y a la comunicacién? ¢Estamos siempre dispuestosa pedirnos y a rendir cuen- tas por lo que nos hacemos, decimos y callamos? A quié- res negamos el derecho la palabra porque pensamos que no saben nada” o “que tienen un saber primitivo 0 retrasado”? :Podemos actuar de otra manera? De qué otra maner: 2. Organizar debates en los cuales se hagan listas de las capacidades o las competencias que pensamos que nen los miembros del grupo para establecer relaciones tanto por medios violentos como por medios pacificos. Asi se realizaria un ejercicio de reconstruccién de com- petencias de las que nos podemos pedir cuentas, priatca, Popular, Madrid www.editorialpopuler.com wwwerefal.edu.mx Martinez, G. V., 2001, Filosofia para hacer las paces, \earia, Barcelona swwwicariaeditorial.com Sacus, W. (ed.),1996. Diccionario del desarrolle, Una xuia del conuciniente como poder, PRXTEC, Lima. \wwwipratcc.org, BI autor agradece al Ministerio de Ciencia y Tecnologfa de Espaiia el financiamiento otorgado al proyecto de investiga cidn "Campafias de sensibilizacién y publicidad con fines so- ciales. Los problemas de integracién, de maltrato y los con- flictos violentos", del cual el presente articulo forma parte. ios consenadares de nuestros dis estin enfrascados en una de las tareas mis vejas de a filosoffa: encontrar lajustificacién, moral del egoismo. Job Kea Gara enomsta nreamertao nec en Cad, 1908 :NeR0-aHk 2004 Dectsto 57

Você também pode gostar