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NACION Y CULTURA NACIONAL EN EL CARIBE HISPANO editor Josef Opatrny UNIVERSIDAD CAROLINA DE PRAGA EDITORIAL KAROLINUM 2000 INDICE st Nacién y cultura nacional en el Caribe hispano Josef Opatrny Apuntes sobre la invencién de una cultura de lo nacional en Cuba Sylvie Bouffartigue. . Seamos hoy como fueron ayer: Las paradojas de Fernando Ortiz Frangoise Moulin Civil. . 2 la pat jhe! cuban: Biste libro ex resultado del proyecto de investigacién MSM 0021620824 Beats ctieasie uth fe soil route phen eeter del Ministerio de Educacion de la Repiiblica Checa. 7 La formacién de la imagen de la historia de la patria en la poesia ¢ historiografia. Los casos de José Fornaris y Pedro Santacilla Josef Opatmny . “Unidn, juicio y actividad’ (1832-1845) Maria Dolores Gonzélez-Ripoll. . La cubania impulsiva e intransigente de Vicente Mestre y Amébile Paul Bstrads 44s <0ii daa cee UIndolencia o complacencia? La postura espafiola hacia Ia presencia negra cn las colonias americanas Markéta KivZova.. “Noticias alarmantes en un universo “placentero”: miedos y recelos ala revolucién haitiana en Cuba” Consuelo Naranjo Orovio. ....+++e0s2eee008+ Raza y nacién en Cuba durante la primera ocupacién estadounidense, 1a correspondencia de Andrés Arango a Domingo Delmonte Loredana Giolitto . Prejuicios raciales en Cuba socialista Adam Anderle. « Ensefar la naci6n en Cuba. La transmi y de la ciudadania, el ejemplo de un matutino escolar Lorraine Karnoouh . ‘Una educaci6n alternativa. Las escuelas racionalistas en Cuba, 1902-1925 _ ‘Amparo Sanchez Cobos ee El papel de la cooperacion francesa en la “Jefonsa de la identidad Hortense Faivre Flores 5 tab aes oes ish al vita Ciencia y salud: la catedra de medicina en Puerto Rico 1; ee M? Teresa Cortés Zavala... « asanasonguanesanasiags Estimaclonesy probtemas de 1s eécufos de enta en C\ 690-1 ‘Antonio Santamaria .......+snsexsennsssnsnnanes aaa La pérdida de ta fidelidad cubanas un tiva del sig! Allan Kuethe, Jose Mant 3 Jamento ‘ reg} yla planta docente quedo constituida 01 yr atendiendo el Hospital Militar. Fueron atts ae S los qu, Ie 4: en g| encontraban determin6 de la si je se ind de la s a de estudios qu Siguiente maner, ‘elaboraron elp! fan cursat: anatomia descriptiva, fisiologia c higiene: @ primer ao se 0¢ 5 terapeutica, materia médica y arte de recetar; en ait €l segun. do, patologia a cluidas Jas enferemdades de huesos, enfermedades ae Peeveina jegal; y durante el cuarto y Ultimo aiio, operaciones quip vvendaj pea Teas, partos, y clinica Fresaiecido que los alumnos de la escuela al concluir ue cuenten con la certificcion, se presentaran a la Subdelegacién ja de la isla para ser habilidatos ¥y poder ejercer la facultad, atedraticos del Hospital Militar opinaron que el proyecto era fe ta ejecucion y Por ello intervinieron enel Cea parse la elaboracign del reglamento interior. Este ultimo, fue See de pene provisional para que entra. raen vigor apenas iniciaran los cursos.” El eae de diciembre de 1846 dio prin. cipio el curso de cirugia médica al que concurrieron alrededor de diez discfpulos US esty. dios para q de me. dicina y cirus Los antiguos ¢ ‘Conclusiones —.. El proyecto de la Escuela de cirugia médica al igual que muchas de las propuestas educactivas que se fraguaron en la primera mitad del siglo XIX con el fin de resolver problemas concretos € impulsar el desarrollo de las ciencias naturales, carecieron de continuidad ante la ausencia de una clase letrada con arraigo social. Con la Hegada del general Juan de la Pezuela al gobierno de la isla en 1849, se vino abajo la propuesta educativa del Colegio Central que venia articulando des- de afios atrés la idea de concentrar en un solo centro de ensefianza los estudios su- periores en la isla. Bl recién llegado capitan general ante el descontento social que primaba en la isla y bajo el discurso de posibles levantamientos de “negros”, con- sideraba que: “la instruccion habia perdido las Américas y que ella era materia que debia manejarse con sumo tacto, por tanto convenia que los que quisieran estudiar fuesen a Espafia’ Ante el dramatico panorama fue muy dificil para las élites puertorriquefias sos: tener una iniciativa educativa tendiente a fortalecer el desarrollo de la ciencia y ¢l desarrollo tecnolégico en esta primera mitad del siglo. La preocupacion consta- te de los agricultores por dotar de un cardcter practico a la educacién aun cuando fue €l movil de muchos de los proyectos, no constituyé tampoco un elemento sufi- Giente de empuje ante | oe jal del sist ja fuerza que implicaba el control politico social de ‘ma colonial oP I ph de Puerto Rico, Legajo 295, Exp.3, doe. 6. Historia de Puerto Rico, Rho Piedras, E AERICANA PRAG iENSIA - SUPPLEMENTUM 15/2005 - PP. 177-199 pero” _aCIONES Y PROBLEMAS DE LOS CALC ssTIeNTA EN CUBA, 1690-1959! a pe RE Por ANTONIO SANTAMARIA GARCIA Introduccion asta finales del siglo xx careciamos de calculos del ingreso Braetior ala independencia, y sobre el periodo rican CE ticamente slo disponiamos de la serie de Alienes, alargada por otros Ate 5 como CEPAL, y deflactada a precios de EE.UU., y con la conan a Ja misma por Brundenius usando el indice de Zanetti y Garcia Alvarez, tras perci- bir que el comportamiento de aquellos en dicho pais y la isla habia evolucionado de modo muy diferente, causando alteraciones irreales en las mediciones de la ganismo: renta.? Brundenius, otros autores ¥ el Estado cubano estimaron varias series de ingreso mas para los dltimos afios del periodo republicano,’ aportando algunas novedades interesantes respeclo a Ja de Alienes, basada sustancialmente en el movimiento de Jas exportaciones y los flujos de capital, muy vinculados con aquellas, y ofreciendo una imagen mas real de la economia de la Gran Antilla, pero, como decimos, en un lapso muy corto de tiempo. La principal aportacién fue el calculo del producto in- dustrial entre 1930 y 1958 por Pérez-Lopez, que si supera parcialmente tal defecto de dependencia de las cifras del sector externo* Recientemente algunos trabajos, varios de ellos nuestros, han calculado el producto cubano para varios cortes cronolégicos entre 1690 y 1890-1895, y han corregido las cifras disponibles del periodo 1900-1959, lo que ha mejorado el conocimiento de la economia de la Gran Antilla y de su evolucion en el largo ee 1 Este trabajo esta financiado por un Contrato Postdoctoral de la Comunidad ance por dos proyectos del Ministerio de Educaci6n y Ciencia, “La sociedad us! ¢l 7 sages agricola y formas de identidad, 1837—1937" (eu 2003-02687) y de la Funtaet , telazicar. La economia colonial cubana en el tiltimo tercio del siglo XK" sprees Re Ver J. ALIE! Caracteristicas ftndamentales de la economia clas pet gee ie nal, 1950; CEPAL, El desarrollo econdmico de Cuba, Washington, cel Chile cas del crecimiento del producto de América Latina”, Cuadernos dela CEPAL 3 re Be 1978; C. BRUNDENIUS, Revolutionary Cuba: the Challenge ef Ero ae ancaso de d- der, Westview, 1984, y 0. ZANETTI y A. GARCIA ALVAREZ United Frat ; ‘minio imperialista en Cuba, La Habana, Ciencias Sociales, 1916, sn be Cuts repubicans Para tales edlculos y estudios, ver A. SANTAMARIA, “Bl erecitle aca (1902-1958). revision y nuevas nes en Perspecya mt ie DS! Jn ngeso no azacaenoy proto nae jonal bruto)”s Rieti ae REZ-LOPEZ, “An Indes of Cuban Industrial Output 1930" tang eds,), Statistical Abstrats of Latin Americas = via, sin embargo, hay mucha tarea por hacer y no eo, ést avia, ee azo’ Tod realizarla, pero ayudard a la misma Una revisi6n erjgi. % | lupe ara a i ) C e | “de Io do hasta ahora, tarea que si nos proponemos en |as Siguien, | Que se ha avanzado has CS pap: ‘nas. Lacol\ Fraile y Salvucci publicaron su estimaci6n del producto cubano ‘Hasta que aégicos desde finales del siglo xvi hasta mediados del yyy ¢ icon tes s 17 cores cron bia realizado estudio algun sobre el tema acerca del periog, = n - Odo ane en El calculo se bas en la metodologia propuesta por Goldsmith pars 1 rior a 1900. jatos proporcionados por la historiog: Para lay -economias preindustriales yend, blicadas.* algunas fuentes Pb Wdiusualientre SS endo usado supone la igualdad usual entre producto y renta y co , 1 s y precios, estimar el tamaiio de la fue. jidentificar los niveles de sueldo: he. ee ca Ls fe la fuerza de trabajo Taduracién de la jornada laboral. Es decir, se trata de un calculo del INTESO salar 2 aris yf lo, indicador aproximado de dicha renta nacional a precios de mereadg _ -agregado, ee ‘Ado, con, siderando amortizaciones € impuestos indirectos nulos y la productividad Constante El resultado al que llega es unos 3.300.000. pesos en 1690, 66 per capita; 13 400,000 y 90en 1750 y 103.000.000 y 98 en 1850, cifras que indican un alto crecimiento So. ‘bre todo entre las dos tiltimas fechas, pero muy escaso en el resto del siglo XIX, to ‘mando como referencia los datos de Schroeder —que son los de Alienes—? Para el xx rafia ¢ Ubana y NSISte ep 4 Nos referimos al estudio de P. FRAILE y R. y L. SALVUCCI, “El caso cubano: exportaciée ¢ ‘independencia’, en: L. PRADOS y S. AMARAL (eds.), La independencia americana: consecuencias ‘econdmicas, Madrid, Alianza, 1993, 31-52; C. NARANJO y A. SANTAMARIA, “Las tltimas colo ‘nias, Puerto Rico y Cuba”, segunda parte del libro de B. LA’ C. NARANJO y A. SANTAMA. RIA, La América espaiola, 1763-1898. Economia, Madrid, Sintesis, 2002, 139-463, y A. SANTA. MARIA y GARCIA ALVAREZ, Economia y colonia. La economia cubana y la relacién con Espaka. ‘1865-1902, Madrid: CSIC, 2004. ‘er FRAILE y SALVUCCI, op. cit., 31-52, y R.W. GOLDSMITH, Premodern Financial Systems>A Historical Comparative Study, Cambridge, Cambridge Univ. Press, 1978. La mayoria de la informa ‘Gi6n usada por los citados autores es de L. MARRERO, Cuba: economia y sociedad (13 vols.), Madrid. Playor, 1973-1993, completada con datos sobre la produccién y los salarios azucareros y el comercio a dM. MORENO FRAGINALS, Elingenio. Complejo econdmico social cubano del aziicar (3 vols), cs _ LaHabana, Ciencias Sociales, 1978, A. DE LA FUENTE, “Los ingenios de azticar en La Habana del Selo (1860-1700)", Revista de Historia Econdmica 9/11, Madrid 1991, 35-67, y ZANETTI, “El ° iExierior de la Republica Neocolonial”, en: La Republica neocolonial, Anuario de Estudios os{2 vols, La Habana, Ciencias Sociales, 1974 y 1979, 1, 43-183, y con algunos otros de diver omados de F. GOIZUETA-MIMO, Aziicar cubano. Monocultivo y dependencia econdmict ‘Summa, 1974; J. LE RIVEREND, Historia econdmica de Cuba, La Habana. nate IER, Cuba: a Handbook of Historical Statistic, Boston, CK. Heh BANK FOR RECONSTRUCTION AND DEVELOPMENT, Repor! Univ. Press, 1951; CUBA ECONOMICA Y FINANCIERA, Paine Cts, 1937-1959; J, R. ALVAREZ et al, Un estudio sobre Cube P, 1963, y del libro de A, VON HUMBOLD, Ensayo P¢ d. 1640), 1998 (edicion de Miguel A. PUIG-SAM! » coherente con lo que sabem sycidn POCO © S NOs de la eco) us! nom ‘ an expansion exportadora se inicié hacia 1837, une o! ferrocarmiles, y se prolongé hasta la pomera guerra de inde NZNO, puree . in eo8-1878) ‘Pendencia es en los nacho ciones de los bienes e jas cotizacione es exportables y en espec pare’ val 8° alo largo del tiempo y con una estructura descendents eee bastante cx, refutan tal supuesto La otra reconstruccién de la renta d 7 re todo en el si xda por Naranjo y Santam: el periods anterior » 1900, realiza ortes cronolOgicos, eleg daria, Ofrece igualmente L dos en funcién de la disponibilided ag ae a ng), 1827-1831, 1842-1846, 1861-1863, 1881 y 1890-1895 le fuentes: 1775, s series de renta citadas se complement s do: an en y, 5 a yeei se estima desde el lado de la demanda y parte de chase bs stra desde la oferta y llega hasta mas tarde, Ademas | mipranina, La nuestra de emas, la medicidn de esta ub a validar la anterior, pues se presenta en valores Constantes de la década in te completos y homogéneos, aunque de fuentes diversas, y del indice de precios elaborado por Nosotros, seriado a partir de 1872 y empalmado con el de Zanetti y Garcia Alvarez para 1902 y 1960, y con cdl- culos esporadicos de los afios cuarenta, cincuenta y sesenta,? Usando los datos de precios ofrecidos por Fraile y Salvucci, las variaciones en eldel azicar y la metodologia de nuestro indice, hemos deflactado las cifras de ren- ta de aquellos autores. El resultado es que, en valores constantes de la década de 1840, el producto en 1690, 1750 y 1850 fue 1.940.000, 7.820.000 y 89.480.000 pe- sos (25,7; 42,0 y 77,6 per capita), cuantias menores y, sobre todo, coherentes con lo que sabemos de la evolucion de la economia cubana y de su crecimiento desde me- tima ayuda 1840, cuando disponemos de datos bast diados del siglo x1x. En el Grafico | estan los resultados de las dos estimaciones de Ia renta citadas, homonegeneizadas por el procedimiento explicado. Sabemos que desde mediados del siglo xvii la economia de Cuba experimenté grandes cambios, una liberaliza- cién de la tierra y diversas medidas de fomento de la agricultura de exportacion se completaron con leyes que permitieron importar esclavos casi sin trabas -tecurso laboral indispensable en un territorio tan poco poblado como el de la isla-, y el co- Mercio con naciones amigas, con el fin de vender el producto de dichos cultivos, que no contaba con mercado suficiente en la metrépoli, Espana. Lasaton sedieron en principio de modo extraordinario (en tiempos de guerra, sea miento e interrupcién del flujo normal de intercambios), pero la historiografia Probado que en la practica no se suspendieron, ni adn en los periodos en que "Yer NARANIO y SANTAMARIA, op. cits 151-314 y SANTAMARIA GA «it, 33-232, oat TAMAR! reales en Cuba, 1872-1914”, Re ALVAREZ, 00 -e] sistema anterior de monopolio mercantil, y acabaron in, en 1818. . POniEnd, razones citadas, el crecimiento del ingreso observado entre 169 jucirse en su mayor parte a finales de ese periodo. Luego la ae Oy 1759 .nté una primera fase de gran expansion coincidiendo a nomi; “Haiti (1791), que elimin6 del mercado la oferta del principal 3 Ta Rey. ‘de ese momento y atrajo 2 la Gran Antilla parte de la trata nese ‘hasta entonces a la colonia gala y una inmigracién francesa pret que ‘ella que ayud6 con su experiencia, capital y esclavos al Progreso de los cua d Las reformas y el desarrollo previo de su agricultura de las que h; a to. “antes permitieron aprovechar tales circunstancias. La cantidad de azticar pes “en los ingenios de laisla, que habia aumentado de 5.300 a 11.100 Tn, promedi rado fre 1760-1768 y 1785-1789, sulri6 a partir de ese momento un notable bo ely -gando a 100.000 Tn. en 1830-1834."° om, Ile. "Griifico 1. Ingreso cubano, 1690-1862-1863 (en pesos per capita de la década de 1849) Pesos 8 & QP8b-ZreL Afios —?—Fraile y Salvucci —##—Naranjo y Santamaria Fuente: Ver Apéndice perce las excepcionales condiciones que caracteriza- topea desde El desarrollo y proteccion de la produccién remolachera eu- ‘paracl Principios del siglo xix, aumento la competencia, redujo los mercados nie y abarat6 sus precios. Ademds, la definitiva consolidacién de los seformas y la expansion econbmica posterior a la Revolucién de Hats, ademds op. cit LB RIVEREND, op. cit; NARANJO Y SANTAMARIA, oP. ALVAREZ, op, cit. ver los libros de H. FRIEDLAENDER: abana, J. Montero, 1944, « INSTITUTO DE HISTORIA DE CUB. Politica, 1994, 1 y 11, Los datos de la produccion azucatt bierno espaiiol implicé cambi sparales en £1: B0™! 108 en la relaci . oepenta Ja presion fiscal, extraer mas renta de Cuba y a colonial, tendi ae favorecer el desarrollo econémico metropolita Plear la Gs Posesion f no. En otro w con el, ye tales problemas, gracias a la madurez aleanzada por la i estudio Mostramos q ge transformaron én incentivos. Mediante cambios cecal Srucarera insu i pb Ricos e la construccion ferroviaria en 1837, y tras el leve creci 'Y: Sobre todo, ef 1827-1831 y 1845-1846, la economia de la Gian AR que se ob- €xperiment6 lat, a y tre n! see xpansion que la historiografia ha calificado como su edad de oro.) Insistimos en la coherencia de los dos célculos del ingreso, Re evolucion de la economia cubana que conocemos por otros an deben considerarse, sobre todo, como Ordenes de Magnitude indicadores di cia. A pesar de que es més Cee y se basa en un aceryo mayor de ened que también, por ello, mas heterogéneo, nuestra serie plantea problemas oe a lade Fraile y Salyucci y a las disponibles para otros paises en e| mism aa Se basa en Jas estadisticas de la produccién comercial, bastante buenas ; ee en datos dispersos de la oferta de los demés cultivos y de los censos ee te, que ofrecen informacion relativa a la distribucién ocupacional, een Ja renta de los sectores secundario y terciario principalmente. ; Naturalmente, los datos acerca de la produccién menos vinculada con las expor- taciones presentan muchos mas problemas que los de estas ultimas, sobre todo se- gan retrocedemos en el tiempo. A ellos se afiaden otros de igual relevancia al me- nos, pero que también hemos procurado aliviar. Informaciones dispersas sobre el contrabando 0 el monto de cierta produccién oculta, especialmente cuando las fuen- tes son de tipo fiscal, nos permitieron corregir las cifras." Entre ellos y con la tudios, pues aquellos \ SANTAMARIA y GARCIA ALVAREZ, op. cit. El término edad de oro es de MARRERO, op. cit, x, 163. ° En NARANJO y SANTAMARIA, op. cit., se detallan todos los problemas mencionados, los procedi- mientos de calculo y las fuentes empleadas, Basicamente, ademis de la que proporcionan las obras tadas con antelacién, la informacién censal se obtuvo de Cuadro estadistico de la fil isla de Cuba co- rrespondiente al aio 1827, La Habana, Vdas. de Arazoza y Soler, 1829; Cuadr estadistico de lal isla de Cuba correspondiente al aio 1846, La Habana, Gobiemo y Capitania General, 1847; Conde de ARMILDEZ DE TOLEDO, Noticias estadisticas de la siempre fel sla de Cuba en 1862, La Habans, Gobiemo, Capitania General y Real Hacienda, 1864; U.S. DEPARTMENT OF WAR, Informe del Cen- sode Cuba, Washington, Government Printing Office, 1900, y de otras censes,compiladas en Censos de poblacién y vivienda en Cuba, Estimactones, empadronannientos) Cease esata oe CL poblacién de la época colonial y la primera intervencidn norteamenicand (2 vols), La Habana, a cias S 1988, y A, GARCIA ALVAREZ y L. M. GARCIA MORA (comps.) Textos eldsteas la historia de Cuba (co-kom), Madrid, buena parte de los estudios de car ‘os variados, entre los que destac tia econdmica-politica y estadistica de ta isla de Cubs La Habana, Cuba en 1860: seleccidn de articulos sobre agricultura, La Habana, ul Anales de ta isla de Cuba, Diccionario administrative, econdmics pas La Habanera, 1857-1861; J, GARCIA DB ARLES Manual Ode su historia, geografia, estadistica Y administractén, LA PEZUBLA, Diccionario geograico, histérico Y estaitco de lisa de timaciones ya mencionado implicitamente datos de ciertos corte: cronol6gicos sélo Permite ®S que diy adas etapas, €S0 Si, todas ellas Specialmente ad TeCisay me ecarl t0 sTamaln Reon render por que ‘uba no s 20 de Espaiia cuando tee i plema de las es! Las cifras ayudan a com grifica y administrati IMBERNO, Guia geogrifica y ai iva de la isla de ¢, eli, 1865-18660 no, algunos cdlculos de la renta y la riqueza, por ett La Haag Obispo, 1890. Hay. asi LA ISLA DE CUBA, “Estado que PIO, ADM CON alae See fsbo’ Habana, 20 nae la a een y ot nals 1877; shud riqueza Sobre : | La Habana, El Telégrafo, 1878; HE. HEIMAN, Almanaque mere pene Ss Mego, MAY Y CIA., Almanague mercantil para el aio 1864 isnt Para ela 1380.1 abana, Tr A. PIQUERAS, “La renta colonial cubana en visperas del gps cbt “mp. May y Cia. 1864: J ee Speras del 98° Tie. Ee 47-10, o “Riqueza de Cuba”, Revista de Agricultur 2, + Mempos de “América 2, Castell6 1998. as, ricultura 7/12, La Habang 1 a leaner, verigracia, J. MALUQUER, “El mercado colonial antitano en el sil 1887, MTELLA (eds), Agricultura, comercio colonial y crecimiento econdnn nt NADAL yG. TOR! f0 econ L.NADAL y6- 322-57; ZANET io) a pasa contemporinea, Barcelona: Arcl 1974, 322-57; ZANETTI, op. cit. y Comercio y pode Se serieamericonas en torno.a 1898, La Habana, Casa de las Amérioas ion ines cubano-hispano-norteame! 's Américas, 1998; pay ce Genera del cmercio dea sade Cuba en 1894, La Habana: Imp. del Gobierno, Capitania Gener ‘ JON GENERAL DE HACIENDA DE LA [ rs yy Real Hacienda, 1895, 0 DIRECC! LA ISLA DE Cup, ‘isiea general del comercio exterior de la isla de Cuba, 18941895, Madrid, DGHIC, 1897 ates Tssestimaciones del contrabando de D. TURU, “Consideraciones sobre el valor real del azicar cube tno vendio en el siglo xx. Contrabando y evaluaciones de aduanas”. Anuario de Estudios Americanos $4, Seva 1977, 231-58, yandlisis de diversos sectores de W. C. CLARK, Commercial Cuba, Now ‘York, Ch. Scribner’s Sons, 1899; E. L. MOYANO y S. FERNANDEZ, “La mineria en Cuba en ls ili: ‘mas décadas del siglo max", Anuario de Estudios Americanos .v/1, Sevilla 1998, 221-42, GARCIA AL. VAREZ, El banano en Cuba, La Habana, 2006 (en prensa); I. ROLDAN, “Espaiia y C fi ; AN, “Espatia y Cuba. 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West taciOn colonial a partir de la década de epee ig diciones del mercado azucarero estuvieron entre las a las excepeio. males OF producto son un buen indicador del crecimiento weongyan ss) 8 cae tei ha sido medir Tas difcultades que padecié i coon an co realtant ies del siglo XIX. Los periodos en que ha sido posible estimar: fi me 2 ie aes thir os efectos de la Constante reduccidn del precio del ardcar ere Mei Jacrisis de 1883-1884, debido al incremento de la com . cen aa er yade su eficiencia, y de la concentracién progresiva de las exponen de dicho articulo en el mercado norteamericano, que por entonces adquiria en 3 wun 80%, ¥ QUE fueron sometidas a una reglamentacién arancelaria, conocida cae el nombre de Reciprocidad, que privilegiaba la entrada en EE.UU. de articulos ee cedentes de lugares que ofreciesen ventajas similares a los productos de ese a f Enel Grafico 2 estan las cifras del ingreso de Cuba entre 1827-1831 y 1913, deflac- tadas a precios de 1926, como se han estimado a partir de 1900 desde el comnienaatde jallamada edad de oro hasta los albores de la Primera Guerra Mundial que, como vere- mos, provocd serias alteraciones en la estructura econémica de la isla establecida en el siglo xix y consolidada tras la independencia-. Por las razones citadas, la tendencia de crecimiento que empezo en la década de 1830 debié interrumpirse hacia finales de los afos setenta, cuando la oferta azucarera sufri6 un estancamiento a causa de los facto- res explicados y del ajuste ocasionado por un profunda transformacién tecnoldgica ini- ciada entonces para adaptar los ingenios a las nuevas condiciones del mercado interna- cional y laboral, caracterizadas por la abolicién de la esclavitud, que culminé en 1886, ylaincorporacién de las innovaciones propias de la Segunda Revolucion Industrial. dell nal que es cont Grafico 2. Ingreso cubano, 1827-1831 - 1910-1914 (en pesos per capita de 1926) eet S62)-0621 VO6L-006) 6061-061 beet-2zer Fuente; Ver Apéndice, odemizar la industria azucarera de Cuba a f jsmo tiempo que reforz6 la especializacion de su economia, se i ara acceder a SU principal mercado, eer Se penocurn metropolitana. Frente a tales oh Metican, a aaa ¢| de EE.UU. sendos acuerdos en 1884 y 1890. B cay emo de ake timizar los rendimientos de la transformacisn de los ingenios Bae Be rect increment6 en 1891 respecto al ano anterior de 640.000 a 8 10.000 jormente supers el 1.000.000 Tn. El crecimiento del ingreso quae ae Servi ir de 1880 debid producirse, por tanto, en el decenj ee na efi bien el crecimiento que permitié ala pi na disponer con las minimas trabas posibles del mercado de EE.UU. para a car y, por tanto, el efecto ur tuvo luego la eliminaci6n del tratado entre Eas esa naci6n justo antes del inicio de la Guerra de Independencia (1895). Nuestro lay tudios indican que si bien la politica del gobierno madrilefio fue consciente se ne dificultades de dicha economia, y en el contexto de una relacién colonial en a ke no podian reducirse drasticamente los aranceles, pues eran el principal mec para extraer rent de ella, procuré la firma de tal acuerdo. Ahora bien, ello otor aa citado pais una capacidad de determinacién sobre la isla, mayor atin de la que a por sus vinculos econémicos y que, sin duda, fue una de las causas mas importan- tes dela emancipacion. Para concluir el analisis sobre el periodo anterior a 1900 hay que sefialar que los cdlculos del ingreso permiten interesantes compar: ciones internacionales. Dicen Fraile y Salvucci que hacia 1800 la renta per capita era en México de unos 33 pe- sos. En Cuba, alin después de deflactadas y reducidas las cifras estimadas por aqué- los, superaba los 50, y en 1850, incluso tras esa correccién, se aproximaba a la de los paises europeos mas avanzados. En nuestro estudio indicamos que la renta agra- ria, que generaba la mayoria del producto y para la que son mejores los datos, au- ment6 en la Gran Antilla de 1792 a 1827-1831 un 7,9 % por persona. En aiios pos- teriores Ja tasa se redujo al 2,7 pero atin asi fue mucho mayor que el 0,4 en que se increment6 la mexicana. Ademis, el valor de sus exportaciones a mediados del siglo xix, 22S, también en términos per capita, Gnicamente era inferior en América Latina al de las uruguayas. A bastante distancia quedaban luego el de las puertorriquefias (13), ‘axgentinas, costarricenses (10-11) y la media regional (5,2)."* ae pal siglo xvi y 1830-1831 el producto agrario per capita crecié en an 14% _. anual; en Espafia -0,06 6 0,5 (hay varias estimaciones); ne y en Francia 0,4. En el perfodo siguiente, hasta el seeenly de te cena de la economia insular, el incremento fue del 1,7 %, ie ises del 0,3; 2,0 y 0,5 respectivamente. Como resultado, el valor expostaciones ® por persona se elev en la Gran Anulla en Jos afios setenta hasta ‘similar al de las uruguayas y ain muy superior al de las chilenas, coS~ _attcenses, argentina (entre 14 y 21$) y la med TES del sigig Vio obstacy Per. ONO de jatinoamericana (10) (O9- tht, WS2, y NKKANJO y SANTAMARIA, 0p. (Hl 151-314. jas comparacioneS, Por tanto, aclaran atin més 1s benef A 10S que ‘Upuestames nite conllev6 para Cuba no independiza se de Espaiia a principios del peionalidad de su expansion econémica hasta la deen XIX, ¥ muestran meitad dba cent muchos paises latinoamericanos iniciaron, 1860. En ta sepun. da aciones silat al que 1a isla experimentaba hacfa tiem 7 un desarolo de sus es confirman entonces lo que deciamos acerca de que el iene ichas comparacio. mundial fue un ach te para el crecimiento de la Gran Antilla, a de la competencia rs posici fespecto otras naciones. Al pat de eee Preserv6, incluso sible es que &l aumento de Ja renta se moderase en los iltimos an ™MAs altos, lo previ- sain asi su incremento entre los decenios de 1880 y isdotheke del Ochocientos, ¥amundial (2,7 %), inferior al de EE.UU, (4,3) 0 Alemania (3 BT ul al de lame- di evolucion industrial, pero superior al de Gran Brtaa (2,1). Hderes de la Segun- 2,1 Las comparaciones confirman, por tanto, que los sana ee 7).6 micos de Cuba a finales del siglo XIX estuvieron relacionados con las dificultades que el imi vi dominio espafiol ocasion® a sus exportaciones a EE,UU, pus cae vo icunstancialmente, sein indican los datos dela renta entre 1881 y 1890-1895 uella siguid creciendo a unas {asas muy alas, Esto, sin embargo, sélof ae vas medio la voluntad del gobierno norteamericano, eae Ja excel mient Nuestros calculos del ingreso, finalmente, nos han permitido también estimar | far los costes y beneficios de Ja independencia de Cuba. En un estudio editado en 2003 en esta revista sefialamos que Si el gobierno espafiol hubiese realizado una reforma efec- tiva de su sistema arancelario y fiscal para la colonia, facilitando asi un acuerdo esta- blecon EE.UU. , la renta per capita habria podido ser un 35 % mas alta en 1890-1895. Seguramente, ademas, se habria evitado la Guerra de 1895-1898, y considerando sélo su impacto demografico, tal cantidad pudo haberse incrementado otro 8%, y un 7-8 % mis si se hubiese conseguido mantener el referido tratado hispano- norteamericano." Para concluir hay que decir que el crecimiento decimonénico de la Gran Antilla fue muy desigual en términos espaciales y sectoriales y que Jos calculos del ingre- so, lamentablemente, permiten pocas precisiones al respecto. La poblacién, las prin- cipales actividades econdmicas y las infraestructuras se localizaban en el Occiden- te de la isla. Segtin avanz6 el tiempo y conforme la transformacién de la industria azucarera provoco una concentracion de los recursos en ella, las diferencias aumen- taron, Una aproximacion tentativa a las mismas, considerando sdlo la importancia Los de la independen: Las consecuencias economicas 33; V, BULMER-THO- MAS, La historia econdmica de América Latina desde México, Fee, 1998, Sy NARANJO y SANTAMARIA, op. cif. 362 para los casos de México, Puerto Rico del resto de los ra, Francia y Gran Beta ver PRADOS, pia (1780-1930) Nai Aliana atos de los tiltimos parrafos proceden de R, y L, SALVUCCI, en: PRADOS Y AMARAL (eds.), 07. et {a independencia, a mexica patses la > paises latinoamericanos respectivamente, Para los de Ps imperio anacidn, Crecimiento y atraso econdmico en SANTAMARIA, “De colonia a nacidn, Los costes y beneticios de Aa transicion SJ OPATRNY (coord. Cambios y revoluciones en ‘el Caribe hispane de los imericana Pragensia, Praga 2003, suplenvento 9, 91-102 en Cuda, 1861-1913", siglos xX Y NS Ubero- neracion del ingreso, indica que hacia 199, 1 Geils anos vivia en Ja mitad oriental del territorio, pero tinicamente Pee eee sc aquél. El problema empezé a resolverse después de 1909 por. saan un jentre La Habana y Santiago y de nuevos y moternpey ferrocart! in. ios en el Este insular.” producto d secu Be noo sraague aumento en rerminos absolucos, re in avanzo ©! r o.a un 30-35 % del ingreso total. Ademas, buen te era gen, tanod en tomo 2 7 yicis vinculados con las exportaciones. Estas, eny lerado — cog multplicadores Gue permitieron el surgimiento de una industrg Rison aime trio del silo x, ave Zenerabs en tomo a un 10-1 a Sees zcuta isles cies son sinilares a las de otros paises de América La amen lamisma época. En Cuba el principal problema de dichas actividades fyes, complementariedad respecto al sector externo, lo que configuré una estructura eco. comple perseci61eg0, carci, sObT 1000, Por 18 S880 capacidad aquéllas para compensar Ja contraccidn de este Ultimo en los momentos de crisis.\6 La Republica Ya dijimos que para jones en la ge! cundarias y terciaria je las actividades s open Parece que se ativamente se gg Ja etapa entre la independencia y la Revolucion Cubana conté- amos con los célculos de xs de Alienes, prolongados luego siguiendo el mismo método por otros autores y deflactados a precios insulares por Brundenius," algu- mos mis eferidos a los cltimos fos de ese periodo y Ia serie de producto industrial (1930-1958) de Pérez-Lopez.” TLasciffas de exp subestimaban el ingreso de los sectores no dedicados a la expor. tacién o muy vinculados con ella, Jo que ofrecia una imagen del mismo poco acor- ‘de con otros indicadores econdmicos (mejora de la educacion, salud, mecanismos: de proteccién social y retribuciones no salariales) en la etapa posterior a la crisis de 11930, Pero el principal problema de los célculos era que al traducirse a términos per “capita usaron series de poblacion censada, no efectiva. Tal defecto distorsiona enor- “memente los datos de renta, pues Cuba recibié mucha inmigraci6n hasta la década de 1920 que no se registr6 como naturalizada, pero que a partir de los afios treinta se igada a hacerlo y empez6 a aparecer asi en las estadisticas, debido a las leyes n del trabajo y de expulsién de jornaleros, sobr todo de los llega- fras azucareras Oriente, Cuba, de K. B. HOERNEL, “Sugar and Social Change In can Studies 4/2, Carnboridge 1976, 217-243. ¥, sobre todo, de la industria, ver MARQUES, op. ccit,; SANTA _ySANTAMARIA y GARCIA ALVAREZ, op. ll i por CEPAL, El desarrollo... ¥ “Series op. tlle Fras cubano habria aumentado de 1768228747 yun 0.54% por afios. ‘Aquellas primeras 179 y 210, los porcemtajes se Fede op. elt, 08-545. igs ice de crecimiento de Ia poblacién censada en Cuba, a de -cifio 3. fn cl Grito iia rena per eapita estimada a partir de ambas, 1900-19 cegectivaty de quenal 400 Ja nueva serie de 2 fn pesos per capita de 1926) 04 ~ 1955-1955 Greiean o 250 2 |—2— Nueva 3 Nuva sri de poblacon £ 20 Antigua serie de renta Nuova serie do rena 150 100 50 $222 8 § 8 8 eyeceee Beee SR Sh SESE 322¢¢28 882828 8 $3.22 8 8 2 Splesaaes Anos Fuente: A. SANTAMARIA, “El crecimiento econdmico de Cuba republicana (1902 J nuevas estimaciones en perspectiva comparada (poblacién, inmigracion golondrina, i } producto nacional bruto)”, Revista de Indias 218, Madd, 2000, 517 E Eye eran y que en muchos casos permanecis en el pais. Se prohibié también, claro esti, seguir importando dicha mano de obra Los problemas anteriores provocaban un aumento espectacular de la poblacién de laGran Antilla en las series usadas para calcular la renta per capita en los afios en que las leyes dispusieron cuotas de contratacién de trabajadores nacionales, o considera- ron cubano a todo aquel que no declarase deseo en contra. Esto tiltimo afect6 en los momentos en que se levantaron los censos. Asi, en periodos de crisis y de contraccion de la natalidad y la inmigracion, como los ahlos treinta y otros posteriores fueron, en cambio, etapas de fuerte incremento demogrifico contable. . Cuado nos propusimos mejorar las estimaciones de la renta disponibles, lo prime- fo que hicimos fue resolver el referido problema mediante el cruce de las estadisticas de poblacién censada, de inmigrantes y saldo migratorio. Esto nos permitio prorated en funcidn del crecimiento de las dos titimas el incremento demogrifico contable Posterior a 1930 a lo largo de la etapa precedente, cuando realmente se afined La ce ada inmigracién en Cuba, BI resultado y su efecto en el ingreso per ose Wwen el Grifico 3. Seguin la serie antigua éste se habria elevado de 15 medio entre 1900-1904 y 1955-1959, un 22%, aleanzando maxin £0 1910-1919, De acuerdo con la nueva y mis 199, un 29.%, ef montante logrado en los primers 4182-187 y, por tanto, los valores mis edios para que las fuertes fluctuaciones del producto ti i Fninsolar no enturbien el andlisis. Si miram Bees ea fey no volvieron a superarse, Pero entonces eer das en fechas previas y subsiguient So eferido articulo indicamos también que para obsery, rel En nuestro pana era mejor usar datos de producto nacion; ja cul 6 dela rege trite (ois), La razon es que aquella fue tradicion ducto inter fe trabajo y capital exterior, cuyos retornos y rem demandante de recurset ad de factores escasos y, a ¥ Temesas de. ben considerarse como retribuciones le factores escasos y, por tanto, con un itivo en el crecimiento. Ademas, durante la etapa colonia to posit uro de c6mo st Fines erecentes de renta por via fiscal y arancelaria. Picas de g mos datos las cantida al (PN) que de pro Grifico 4 Porcentaje en que el ri superd al sn de Cuba, 1900-1908 ~ 1954-1999 6061-s06} PL6L-O16E pzel-oz6b ecel-se6h yrel-oret 6r6t-sbeL yS6l-Os6h es61-ss61 3 2 s 3 = Fuente: La misma del Grifico 2 6z6l-sz6t 5 © peet-orss 10% Las diferencias entre pxz y Pip no son muy acusadas en el largo plazo, pero ‘si sumamente relevantes en épocas concretas, precisamente en aquellas para las que el cdlculo de Ja renta tenia un valor explicativo mas interesante de los suce- 0s historicos. En el final del siglo xvist y el inicio del x1x la Gran Antilla fue una feceptora neta de ingresos exteriores, pues las remisiones a la metr6poli y el dre- naje de divisas por la importacion de esclavos se compensaron con el capital lle- vado a la isla por la poblacion que lleg6 de Haiti y del continente americano en ‘€l periodo de la emancipacién del imperio espanol. La situacin cambié cuan- ‘do, en la década de 1830, aumenté la presién fiscal sobre 1a colonia, que s¢ Ht ‘erement6 en afios sucesivos, y a la que se sumaron las obligaciones de la deuda ‘Contraida para pacificar Cuba en 1868-1878 y, al final del Ochocientos, la pro- ‘Biesiva clevacion de las remesas de la inmigracidn, que tras el inicio del proceso ef "Bl erecimiento..", op. cit,, 905-545 CONG. nalmente una fuer le far la Volucign impac. Faye wt TURUE NO estoy eencaja esto en los calculos, la metrépoli extrajo de ellag an. spolicion de Ia esclavitud comenz6 a ser masiva Peceptos el territorio export6 recursos equivalentes q col ; cot gi2-1846, « un 6-7 % entre 1861 y 1881 y q cere de su producto ha. fer Griifico 4) ‘in 8 % en 1890-1895 siglo xx desaparecieron los costes inherentes ; roy) a exportacion de renta tuvo un caracter inch mas ee il inom Jo 1900-1959 calculamos que el ms supers al rsp en un 7-166 vege oe? BE i que tal porcentaje fue mucho mayor hasta 1934 (0,4) que despre maaan, aura a inmigracion y a la reduccién de las inversione Prat) debido al , 'S tras Ja finalizaci ; alcista de la producci6n azucarera, no obstante entonces Cuba aoe See rente alas sligaciones de un endeudamiento exterior mas elevadas.> Elotro gran defecto de las series de renta es que al estar excesivar datos del comercio exterior y sectores muy vineulados con él, repet tesutendencia. Hay que sefalar que la imagen general ofrecida muy preciso que se sea en la medici6n de otras actividades, [hora bien, como sefialamos en parrafos previos, ce mente basadas en lan miméticamen- Por esta tiltima, por No varia excesivamente, ( los matices que ofrece un calculo, mas complejo son esenciales para comprender la evolucién de la economia de Cuba y resolver algunas contradicciones € interrogantes que plantea, especialmente en algu- nas etapas. Ya dijimos que el pais se situd tradicionalmente entre los mas avanzados de América Latina, no s6lo en términos del ingreso per capita, sino también de indie cadores de salud, educacién o retribuciones no salariales, Ademis, estos tiltimos ex- perimentaron un notable avance después de la crisis de 1930, cuando el Estado arti- culé mecanismos de intervenci6n en la produccién, el pago y proteccién del trabajo, compaginados, ademas, con el fomento de cierta diversificacion de la agricultura, in- dustria y servi Tanto en 1928, justo antes de la Gran Depresién, como en 1950 y 1960, Cuba pre- sentaba niveles de ingreso per capita solo superados en la América Latina por Ar- gentina, Chile y Uruguay y por Venezuela en Ia tiltima fecha citada cuando, ade- mis, s6lo esos paises y Costa Rica tenian tasas de desempleo y subempleo mis bajas. Mesa-Lago sefiala, asimismo, que la participacién salarial en la generaciGn de la ren- taen la isla en 1949-1959 era del 65%, la mas alta de la regién.* En otros indica- dores el avance absoluto y relativo también fue notable. La mortalidad total se redu- jo de 27,9 a 6,2%c entre principios del siglo xx y la década de 1950 y la infantil de 212 a 33, la esperanza de vida se elevé de 30a mas de 63 afios, el porcentaje de vir Viendas con agua corriente pas6 de 25 a 65%, el nimero de habitantes por médico cn ee ® Ver SANTAMARIA y GARCIA ALVAREZ, 0p. }-232 y 349-366. Mareeisceotseinienicats reduljeron de 5,7 % del rus en 1900-1904 amaley ne habiendo alcanzado un maximo del 12,6 en 1920-1924, y las remesas eayeron Oe Cord en este caso fue de 2% en 1930-1934), las cantidades relacionadas oa RE enh Fon, también en términos relativos, de 0,5 en 1905=1909 (antes no se heblan {69 del ingrese. 1,34 en ef ultimo lustro de ta dcada de 1950, Bn 1930-1934 Megaron 8 supOREE NS YSANTAMARIA, recimiento..."s 0) S13, i C.MESA-LAGO, Breve historia econdmica de la Cuba socialist a Madr, Alianza, 199% 15. mo del 44 al 25%, ice de anatfabetis el consumo de ga IMe de n 40, el i de 1950.0 940.61 « citados indicadores de crecimiento y bieney i bastante contradictoria con el estancamien, Bee cies disponibles hasta hace poco, atin después de corregirig Jos cal cio de poblacion (ver Grifico 3). Es cierto que en Cuba oe u do la nueva ses de América Latina, después de la crisis de 1930 de los pai ran Besar a riqueza, y también se padecieron progresivos problemas pegs Bae PS reparto ¢ inerementar sostenigamente el producto, mostandg nancls 0 la yucion de éste un patron stop and go cise Se es Se dela Teaion y ge. etetndo marginacion, desemplco y subemplco sobre todo por la estacionalig, an zafra azucarera~ desigualdades entre el peo y a Ciudades, los cea dos y desocupados en el ingreso y en las De eeciones y Servicios que Aumentaban Jacalidad de vida. Hay evidencias, empero, que permiten intuir que la renta fue subestimada debido a la dependencia de los datos del sector externo en Su con. Bs que desde finales del siglo xix se habia ido consolidando en Cuba ung industria, destinada sobre todo a satisfacer la demanda interna, que a pesar de su re. ferida complementariedad respecto a la evoluci6n del sector exportador, que le impi- did compensar suficientemente caidas en el ingreso del comercio exterior en épocas de crisis, no siguié una evolucion idéntica a la de este Ultimo. Iguales caracteristicas tuvo la oferta de los cultivos de subsistencia 0 dedicados al consumo local. Sabemos, asimismo, que ambas actividades experimentaron un crecim: iento relativamente ele- vado a partir de la década de 1930, favorecidas por ciertas medidas de fomento de la diversificacion econémica, aunque por sus mencionados rasgos tendieron a decaeren Jos periodos en que las ventas y precios del azticar mejoraban y animaban a concen- trar recursos en su elaboracion, y ademas gozaron de poca o nula proteccién efectiva, no obstante ello debié obligarles a una eficiencia mayor de la que tuvieron en otros paises de América Latina.” ar disting yer capita eS 10 de éste San. MO en Se dis. % Los datos de América Latina proceden de R. THORP, Progress, Poverty and Exclusion. An Econom History of Latin America in the 20% Century, New York, IDB, 1998, y BULMER-THOMAS ¢p. ct Vertales obras para la comparacién de os indicadores mencionados con los de otros pases dl En todos ellos Cuba se situaba entre los mas avanzados. Para la informacidn sobre 18s Ye JABARRA, Cuba: 1898-1959. Estructura y procesos sociales Habana, Ciencias Sociales, 1995, YSANTAMARIA, “El cecimiento..", op. cit, yen lo referente al desempleo, B. H. POLLIT "Es Audios acerca del nivel de vida rural en a Cuba prerrevolucionaria”, ctica 6, La Habant ee 12-154, yC. DEL TORO, “Algunos aspectos econdmicos del movimiento obrero ea ! Saat) Repiiblica... op. cit, Algunos aspectos econdmicos del movimiento obrero cubano, ae ee sos, 1984. Los estudios de ese dllimo ofrecen muchos detalles acerca He ; Apis retribuciones del trabajo, desarrollo de esas producciones y las medidas de fomento de Ia divers Ae cconomta en la untesala de ta Revolucién, 1.a Habana, Ciene ar ‘La economia y Ia politica econdmica cubana en el periodo de ont spt rd) Consoldaciin republicana en América Latina, Sevilla, Ese. © ra 96199, ATT, y Sin aziicar no hay pats. La industria acucarert ie Cuba deflactado por la nueva serie de jco & Pon de Cubs pobla one ‘por Pérer-Lépex (1980-1958) y producto material olen ey nero % Mines per capita dctlactadas a precios de 1926] 0 por rundenius (1946-1969) 250 230 210 190 0 170 & 150 & 130 110 90 70 50 32 2 2 2 s0e>e¢eneseneeee BERRSESESESER ERE Afios —# Serie nueva renta —— Pérez-L6pez Brundenius Fuente; Para la serie nueva de renta, la misma del Gréfico 3, Los ot J'PEREZ LOPEZ, “An Index of Cuban Industrial Outpt, 1930-1998 em fe a K. RUDDLE (cds.), Statistical Abstrats of Latin America, 6, Berkeley, UCLA, 19; C. BRUNDENIUS, Revolutionary Cuba: the Challenge eae OR with Eyl Dont der, Westview, 1984 ; cubana (1919-1939), Sevilla, Univ. de Sevilla, Esc, de Estudios Hispano-Americanos, CSIC, y Di- putacién de Sevilla, 2002. Hay ciertas estadisticas y estudios que muestran Ia evoluciOn de los secto- res citados, como las obras de J. 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DEPARTMENT Ke sat MEV, Los mers hing and Manufacturing, Washington, Government Printing Office, 149% ios disponil rmitirdn realizar en el futuro eg idios disponibles per ro Caley ‘ ‘Los datos y est tas nacionales de Cuba en el periodo s los jecuados de las cuenta Seat ce Publicang O is para los aos anteriores Ia Revoluci6n de 1959 y la serie gq: Ls i 3 aunque en ambos casos presentan el defec Todt ne uy ernuades, de la década de 1950, periodo muy inne Sn medidas @ ae cubren una etapa muy corta, muestran que el crecimiento ¢ nati & pie diferente al del resto de la economia, que cuando éste ylaci el in, pee erp exported se tienen en cuenta para estimar 1a renta total eee i. ee ‘mis estable y manifiesta una expansion mayor (ver Grafico 5)” lendencig se Contrastando las diferencias entre los datos de producto industrial y tota) ne periodas despues de 1930, la informacién censaly de las ota Pa fas sere de exe disponible del periodo republic de Cub, stadis ' af i. no, hicimos un seni lo Grice 6 Pox real per capita cubano, 1827-1831 ~ 1960 (en pesos per capita de 1926) z 21225 SoS se z eens & 2 F £ eae fees 2 Se Se Afios —?— Serie Brundenius —#— Serie nueva Il Fuentes: C. BRUNDENIUS. Revolutionary Cuba: the engi i wi ee ge Cte: the Challenge of Economic Growth with Equity, —— Undice en Cuba, La Habana, Secretaria de Agricultura, 1948, y El empleo y la poblacién activa ow Cuba, La Habana “a et ZUNZNAVAR, Las economia cubana en la década del 50, La abs Ver PEREZLOPEZ, 0p. cit. 98-7), Hay varias estimaciones del ingreso en el periodo anterior ala 1999. oficiales, de\ gobierno cubano, y de varios a ores, nlguats yochadss; pore ie}. DOMINGUEZ, Cuba: Order and Revolution, Cambridge, Harvard UME 0p cit: © BRUNDENIUS y A. ZIMBALIST, on Cu im: Comparative Economic Studies 27, New York ; 0p cit. y BRUNDENIUS, op. cit Como ejemplo, en eh Grilic ue nos permitio medir aproximadam ebevcuregila* inane ente el ingreso subestimado por esta a distinguir el calculo del pe de Cuba corre; Pca mos al dividirlo por los datos de pare ae Subestimado del ie Nueva de Renta I. En el Grfico 6 esti sus resultados company satel primero Ser as de Alienes-CEPAL Brundenius, que desde ahora peels oy, ia Serie Nueva de Renta II de Cuba coincide en cielo y exces 3 aunque registra un crecimiento mayor, como cabja esperar, desde a ie ee y,sobre todo, desde finales de los afios cuarenta, ademas de menos fluct meee ¥ perido 1900-1959. Sus datos muestran un fuerte incremento iicial au aes ais ual de prineipios del siglo xx a 1905), en el que inluyé la eeu se Guerra de Independencia y los efectos del Tratado de Reciprocidad cae i E,UU. (1902), que favorecia la exportacién de azar insular a ese pais ee cambio privilegios para sus exportaciones en el mercado dela Gran Anti ‘sal {Ala referida fase de fuerte crecimiento inicial del ews per capita siguié una de- presion en 1906 y, luego, una fase de oscilaciones, menos acusadas que en la se- fie antigua, aunque con ligera tendencia alcista hasta la Primera Guerra Mundial ue en las primeras décadas del siglo xx cuando el aumento efectivo de la pobla- cion en Cuba, antes sube: timado, amortigué mas el incremento de la renta -entre 1900 y 1916 ésta se elev un 19 % promedio anual en términos absolutos, pero sélo un 7,6 % por persona-. No obstante, hay otros factores que contribuyen a explicar la ralentizacién de la expansion econémica de la isla a partir de 1905-1906. En 1906 el precio del azicar cay un 33% y Cuba vivi6 un alzamiento de los li- berales contra el gobierno conservador ~la Chambelona-, al que siguié una segunda ocupacion estadounidense que duré hasta 1909. En 1912 hubo otro conflicto, esta vez protagonizado por ciertos sectores de la poblacién de color, conocido como la Guerra de Razas, y en 1913 el crecimiento de la oferta insular de dulce, tras la ex- pansién de la etapa precedente, super6 por primera vez al de la demanda norteame- ricana, El pb per capita disminuy6 en 1914 un 8%. La Primera Guerra Mundial no sélo evité que tuvieran que resolverse los pro= blemas de exceso de la oferta de azicar de Cuba, sino que ademés, debido a la re- duccin de la europea, fruto del conflicto, los reemplazo por una urgente necesi- dad de incrementarla, Entre 1913 y 1919 el monto de su zafra paso de 2.515.105 a 4.180.621 Tn., lo que se tradujo, junto ala mejora del precio del dulce, en una ele- vacién del pp per capita insular del 12:% anual en el lapso 1914-1916, Sin embar- 0, en 1917 EE,UU, entraron en la conflagracidn internacional y apart de enor» ces sus referidos efectos sobre la renta de la Gran ‘Antilla fueron menos positives: rie antigua rere tee * SANTAMARIA, “El crecimiento..." ops city SOS=54S. aihnes ‘ it op. city CEP) desarrollo... ¥ “SCHES...2% 0 cit, y BRUNDENIUS, 0 ct op. cit; CBPAL, El desarrollo... y “Series: | NSTITUTO DB HISTORIA DE CUBA doa ofa cutana de aisary a cridos procesos historicas ver, por ejemplo, It p. cit, y acerea de la ruptura del sincronismo entre él erocimmiento de la demanla de EB UU, SANTAMARIA, Sin aaoa Ps a Alemania, el gobierno norteamericang a i a guetjo internacional del azticar. Mientr empe, | leon Oars Biss preci °5; Cl Conflicny me gular el mercado y ¢l P Pee » aunque Cubs ial provocs una ieee 1917 debido a que buena parte de los que conte SC Vig pa afectada por ell8 2 PT BE,UU. Ese hecho y el incremento demogran poblacion se a de la inmigracion que provoce la expansion €conémica y ). sado por el ae obra requerida por zafras cada vez mas elevadas, 85 i la demanda de mano eT qpita insular del 11 % promedio anual entre 19}¢ wioth en una caida del PNB per Be a final de la Gran Guerra siguié una breve y a 919, Ptatieprestonide 19 =P Millones- fruto de la liberalizacién del compa fase expansiva—I8 ae paz, pero que acabé en una stibita deflacign y gems? y precio del azticar Aes El py per capita aumento un 16% entre 1919 yin racién econ0mics ©. entre 1920 y 1921. No obstante esas fuertes os, lara Fade 1920 fue una etapa de crecimiento debido a que tras ch Es ae saa Jacrisis renana y una plaga de mosaico afectaron Fe oe edulcorante de Europa y otras par na ee i Cuba se elevé un 8 % promedio anual en el lapso 19 19-1993, eee icercepcional coyuntura de principios a ie cecaag de 1920 volvie. ron a plantearse los problemas de exceso de la pies eae os Ce que ya se habian apuntado en 191 3, pero agravados por el Beco us a Tine Guerra Mun. dial tuvo en su monto. La saturacion de los mercados tern ony de edulcoran- te provoco un derrumbamiento de los precios, que pasaron de 4,82 cts. de délar en 1923 24,27 1924, 2,85 en 1925 y 2,31 en 1926 ‘ 4 En 1925 se ha datado el final del ciclo alcista del azticar. Hasta 1947 no volvié arecuperarse el precio de 1924. Sin embargo, gracias al crédito extend y aciertas medidas de contencién de la oferta de dulce,*! el pz por persona sélo se redujo un 4% anual entre 1923 y 1931. Ademas, nuestra estimacién indica que después de esa primera fecha el incremento de la poblacion amortigué mucho menos el crecimien- 10 econémico que en periodos anteriores. En 1916-1919 el ingreso absoluto ae 16 en valores reales un 3 % mas que en términos per capita y en 1919-1923 un 5%; de 1923 a 1960 dicho porcentaje oscil de 0a 2%. a ; Lacrisis de 1929 provocé que la caida de las cotizaciones del azticar, frente al0 ‘gue habia sucedido desde mediados de la década de 1920, se acompafiase co ‘drastica disminuci6n de las exportaciones. La depresion del ingreso de la Gran z/ tilla fue especialmente acusada entre 1931 y 1932 (32%). Luego se inicié una a ‘Petacion que hasta 1934 fue lenta y después bastante rapida. La raz6n es que a ie ‘Ghtima fecha las ventas de edulcorante a los EE.UU quedaron reguladas ae } Pagadas a precios mas altos que los del mercado mundial y 5 ide Reciprocidad Comercial cubano-norteamericano. acién, sobre todo en los alimentos el con. aos principa. del orbe. Como res silo fue posible gracias a que asi se garantiz6 yn eo € De crecimiento econg f Me para tender 1a demanda de una distribucién mae eauitatva de oe i ciente Pa nt ‘ . fativa de placid y restaurar el orden socio-politco intern alter na Poe jade 1920 y que en 1933 desembo: Pore vcadn de Aron en un est ‘allido revolue afia aporta evidencias acerea de que esto fue un, n tonanio, La his- 4 OpciOn explicita Y coheren- SF due sefialamos en parrafos ‘Arse Con uN aumento del pw ast nuestra nueva estimacign,3? ir en tendencia y fluctuaciones a ta antic gus hasta 1937, pues el producto de las exportaciones pesé mis en sy Beneracién que ja poblacin e ingreso subestimados por la segunda, Después la diverpeneine mayor (ver Gréfico 6). La fuerte vinculacién de las economfas de Cuba y U-explica el impacto que tavo en la isla la crisis norteamericana de 1938, Elyn per capi cayé un 25% en ese alo respecto al anterior, y aunque luego se recobr6, fluctua la baja hasty 1940; -6% promedio anual en el lapso 1937-1940 segtin nuestros edculos, mientne queen la citada serie antigua los dos Gltimos porcentajes fueron -25 y -9% Tales di ferencias se deben al efecto compensador del producto industrial y agrario no toriog! sjemés, con la mejora de los indicadores de bienest — edentes. Y que parece imposible pudiesen finanei prec ) no el que refleja la serie antigua de ingreso, no come La Serie Nueva de Renta II es muy simil anuca- rero que creci6 a una tasa media del 5% por afio entre ambas fechas (ver Grifico 7), fico 7. Indice Laspayer del rxn real total ¢ industrial y agrario no azucarero per capita cubano, 1900-1904 - 1955-1959 (medias quinquenales en pesos de 1926)* indice 2.2 Sos Ss ge apes 22 2 2 8 3 2) ceo 3 3 2 3°37 2s eae 2228 888 tees Afios —#— Producto total —a Industrial Aa ‘ 1904 y de . las cifras de 1900+ * Valores medios de dos indices calculados considerando igual a 100 1955-1959 respectivam Fuente: La misma del G onomia cubana, st eval: 2 vn Guerra Mundial en a oferta de aztear ne ’ Twentieth Century: . < 299-322, y Sin aca mpacto de la c i t ‘Alteration, Crisis and Sb in .), An Economic History eo Antony's Collage ts mia." bano aumentd de nuevo a partir de 1940 gracias cul na per-capita Mundial cavo en 8 exportaciones. Entonces se ¢ Ja Segunda Guerra ue se repitid en Epocas posteriores, tan, ‘ amas, una paula Re cambié la tendencia se produjo uy a de gy. pansion como de ie del ingreso en un solo afto, tras el cual siguig a in. cremento 0 etal signo positive 0 negativo ma moderadas. Asi, en 19h toto je sig 496, pero en toda Ia fase alcista de 1940-15444 10 ase elevo un 3 ; ‘ual ocurrié entre 1944 y 1948, aunque a ij Inver. 199, edia del 5%, con una drastica contraccién dey 1 i) F a ag Bei ico 7 se aprecia que en Ia década COE e Enel ira agrario € industrial no azucarero, aunque Mostr6 una gran estabj to per cap! oro. que se inerement6 en igual medida que la poblacig n 1 pri dad, sobre todo e'F durante la Segunda Guerra Mundial, la ofen Mi a demanda Parece que al crecer SU : 5 de er acaparé recursos que antes se habian destinado a aquellas otras actiyi le i i aw estimac’ a dades. Debido a tal estabilidad, segun nuestras estimaciones, la renta de los cy. Fanbs foe entre 1935 y 1944un 15% mas alta de lo que indicaban los antiguos ena del decenio de 1940 y en el inicio del de 1950 la economia cubana ex periment6 otra fase de expansion, aunque mas acusada y corta que las preceden- tes. El pws per capita crecio un 19% promedio entre 1948 y 1950, frente al 6% que indicaban las estimaciones anteriores a las nuestras. Tras ella, como cabja esperar de acuerdo con el patron stop and go tipico de aquella, siguié una nueva crisis en 1950-1953, aunque el producto se redujo entonces solo un 6% anual, gracias en al incremento del 7% en el ingreso no azucarero. Entre 1953 y 1960 se repitieron otras dos fases de expansion y depresién como las de épocas precedentes. Hasta 1957 el pnb per capita crecié un 6% pro- medio anual. Desde entonces se redujo un 4%. Tales porcentajes son similares alos ofrecidos por los antiguos calculos de renta, pues en ese periodo ya no hay apenas diferencias es los datos demograficos usados para estimarlos. Ademés, al igual que en la década de 1940, se ralentiz6 el desarrollo del producto industrial y agrario no azucarero, cuyo incremento fue s6lo un poco mas alto que el de la poblacién. Bn la década de 1950 se observa, ademds, que 1a variacién de Ta rena generadt por los sectores agrarios y manufacturaros menos vinculados con Jas exportacio- ‘nes respondié a un patron de expansidn-estabilizacin. Por lo general desde finales de los afios treinta su producto crecié relativamente mucho en periodos de crisis (5% promedio en 1937-1940 y 1957-1960, y 11% en 1951 1953) y poco en ¢P ‘cas de incremento del ingreso agregado (1% en 1939-1944, 4% en 1948-1951 1 0% en 1953-1957), como ya hemos dicho, seguramente debido a que Ja indust i fa acapard recursos potenciales a tales actividades. La complet ae ala primera parece que les permitio amortiguar de recesion, pero también su crecimiento et al efecto Msolidg, ik crecimiento 4 js. Siempre qU° sitico 8: Gitien 41960 (en USS de 1970 ajustado a paridades de poder adguis ‘ Adquisi pin per capita he Cuba (series antigua y nueva), Argentina, Cy i Chile Y promedi voy tn aies Cuba (serie antigua) ~ Cuba (serie nueva) [= Media América Latina Pesos per capita Bs 338 3 3 200 100 4900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 Afios mos el vis del rs usando el mismo procedimiento empleado por R. THORI sion. An Economic History of Latin America in Toe Corn NGR ear eS a tes: Para las series antigua y nueva de Cuba, caleulados a partir de las mismas fuentes del Grifico Fucttes de los datos proceden de R, THORP, Progress, Poverty and Exclusion. An Economic His- tory of Latin America in the 20" Century, New York, toe, 1998, 353 En conclusi6n, por tanto, las nuevas estimaciones de la renta, que ademas son producto de una correccion de los cAlculos precedentes, corroboran los problemas de crecimiento de la economia cubana en el siglo xx hasta la Revolucion de 1959, pero ofrecen una imagen mucho mas adecuada del mismo y coherente con Jo que sabemos de su evolucién absoluta y relativa, en consonancia con el comportamien- to de otros indicadores de desarrollo. En el Grafico 8 anotamos el Pin per capita promedio Jatinoamericano, de Argen~ tina, Chile y Cuba (serie antigua y nueva Il). Sabiendo que el nivel y el desarrollo de otros indicadores econémicos y sociales distintos de Ta rent, ¥ también los pro- blemas de crecimiento, fueron similares en la Gran Antilla al de esos paises, elre- sultado de la nueva estimacidn de su ingreso es tambien desde esa perspectiva com parada mucho mis coherente. Idea para terminar : Este articulo es en si mismo un estudio de conclusioness PSF to que no es ells tiene mucho sentido tratar de sintetizar en wnas Poss Tineas lo que Be en paginas precedentes, Nos centraremos, para termina, {is mediciones del ingreso en Cuba son muy deficits pa os 0S ‘ anayor de im Cluidos los mais recientes, y susceptibles de un estuereo cifras disponibles y las correcciones de que han si a 9 valiosisimo para conocer con mas Precisign j 0S, ‘Jo que esperamos que esta constatacién anj . por

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