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_ Ricardo Piglia Ricardo Piglia es un gran creador de flcciones y un critica insoslayable que sigue produciendo nuevos ‘modos de leer. Bn reedicién ampliada y revisada por su autor, Critica y fcciém es un clisico que desde su aparicion en 1986 sigue provocando polémica y asombrando por su capacidad para indagar los textos de Arlt, Bor- ‘ges, Cortézar el policial la politica paranoica,el cine, el psicoanslisi yl relacign del escritor com la teoria literaria. Por eso, los ensayos, entrevisas y notas que constituyen esta obra discuten los textos tanto desde In reflexion sobre ia eseritura como desde ls estrate- sas de lectura de un autor estrechamente vinculado laced ‘Como mismo loafirma, un eseritor escribe para saber qué es Ia literatura y un eritico trabaja en el interior de los textos que lee para reconsteuir su a tobiografa Sila realidad esta tefda de fcciones, la capacidad para desentrafiarlas depende de la decisin de conver: tirse en un aventurero, buscando un secreto que a veces no existe y que otras veces instala una nueva relacién NAM Seix Barral Los Tres Munbos Ensayo Critica y ficcion ugioy A von vyBta opseony Seix Barral Los TRes Munpos Ensayo Ricardo Piglia ___ — Critica y ficcién dad cultural, En esos aos se mulkiplican y se diferencian tag instancia de consagracin. Ha deiado de se el uicio de log {grandes intelectuales (como Cané, Groussac 0 Lugones) el {que consagraa un escritor; esa valoracin se construye yes ‘i ligada a grupos ya formas cada ver mis orginicas (evs. ‘as, suplementosculturales, editoriales) El campo cultural yanoes aménico, es un campo de lucha donde se enfren- ‘an distintas posiciones ytendencias. El publicoliteraro se cextiendey se diversificayel sistema es cada vee més com. pljo. En ese marco Sur tiene una isin ala vex solipsstay ceulria de su fancion. «Sura trabsjada durante anos en crear la elite Futura», escribia Victoria Ocampo, en dcir: bre de 1950. Toda ete #e autodesigna, pero en este caso se trata ademas de asegurar la sucesin: los herederos debian ‘etablecer y mantener la continuidad dees tradcion exc va, No parece quel literatura argentina haya acatado eos pronésticos. Algunos, por supuesto, deploran este desvio, ‘otros (entre fos que me cuento) piensan que nuestra mejor ‘teratura se ha constuido, jastamenten el esfueroodeev- tar esas ilsiones, to Sonne Borcest Politica y literatura, Como siempre, he ab la cuestin, Podemoscomenzar eta carla trayendo esa cuestin ala r= sentna? Laliteratura trabaa la politica come conspiraién,co- mo guetr: la politica como gran méquina paranoicy e- ional, Eso es lo que uno encuentra en Sarmiento en Het- nndea en Macedonio, en Lugones, en Roberto Arlt, en ‘Manuel Puig. ay una manera de verla politica en lalitera- ‘uraargentina que me parece més interesantey mis instrc- tiva que los trabajos de los lamados analitas politica, so- itlogs,investigadones. La tori del Estado de Macedonio, la fabitcacin y el erimen como esencia del poder en Art, la politica como el sue loco dela civilizacén en Sarmicn- ‘o.Enlahistoria argentina a politica yla icin se entreve ran y se desvalijan mutuamente, son dos univers ala vez inreconciiablesy simetrcos A partir dels relaciones entre ficciony pottica ha desa- liad algunas hipsesis sobre la novela argentina. Hay una contaminacién que provoca efectos extra. Dehecho la esritura de icin tene un gat dexplazado y ‘Tiss dtorco Gone y Vitor Fe Uno a V1 jae ae ‘ard. La novela se sbre paso ena Argentina fuera delos gt ros consagrados ajena als tradicionesclisicas de la no~ ‘ela europea del siglo XX. ¥ esto fundamentalmente porque ta ecrtura de fecin aparece como antagénicacon un uso polltindelaliteratra acacia estligada sa verdad, com Todas sus marcas, esponsabilidades, necesdad, la moral de Tos hechos el peso de lo real. La fccién aparece asocad al ‘cio la gratuidad, el drroche de sentido, el azar, o que no ‘Se puede ensefanen lta instanciase asocia con la poiti- ‘cseductora ypasional dela babarie. Exsten desprestigio ‘dela ccd fente ala uilidad de la palabra verdadera. Lo “que na le impide ala fiecién desarrolarse en el interior de ‘aa carta de la verdad E Facundo, or ejemplo, es wn i= bro de Bcc escrito como si fverauntibro verdadero. En ee , que tela may te seduce? Se podria decir que, en wn serido genera ria elo birbaros? La seduccion de la barbare es un gran tema, por st- puesto, dela cultura argentina. Para Borges la barbari It ‘ida clementalyverdadera, el destino sudamericano son a o esque mada cmd dls psn. No porque no haya p- shone intlcunes,y eo Borges lo conoce mejor que na din porque de oto ldo ex Ia experiencia pura a pila. La ingles ques tia a tomar sire de gua Tahir del gues ya casi ove oid as pesos ements ay apts ero aun ast, de acuerdo com su hipbtess, eo o fie ficient para igaro ala novelitca del sgl x No stan asi, Lo cierto es que « Borges la novela no le parece lo suficientemente narrativa. Eelato puro esté en el, cine de Hollywood dice y tiene razén. O en as formas bre- ‘esque seligan con las tadicionesarcaicas del relato ora ‘Lanovela moderna, para Borges, e Joyce Faulkner, que en ‘ond es lo mismo, con los que mantiene una relacin de distancia. Sobre todo con Joyce, que no le parece un nove- lista. Demasiado experimental para su gust. Pero es obvio ‘gue os grandes relatos de Borges estin en la vanguardia de laarrativacontemporsnc, Usted busca, sn embargo, el origen dea novela argenti- ‘na contempordnea en Macedonia. Creo que es evident para cualquiera que lo aya t= Go, que Macedon e quien enues a noe argentina y tare momento de mncnaantonorna dea ci, St tohvemos a que ablamor a princi, dra queen ee Teido Macednio ela antitexs de Sarmiento, Por un do une police fcc, lose como dos eatin ice soln eee recede io tics, pone en primer plan I intr, la company elcompolosepjios dea edad ‘Se tratariaentonces de pensar las relaiones entre Sar- twientoy Macedonio. % ‘Que son miltpls. Pero queimportaen este caso «8 laselacion entre Facundo y Museo de a Novela de la Eterna, Entre un bro y otro todo ha cambiado en literatura ar- fentina Exist una relaion con as prictca dela verdad y ‘Eisten también nuevas relaciones entre politica yfcién, Pero ala ver muestran la persistencia dela literatura nacio- ‘al Enel mundo conspiraiv,delrane, poiizado, w6pi- ‘ovensaystico de ess dos grandes bros se arma la otra his- toria de la novela argentina [NOvELAY vroriA® ‘Cuando ingress en la uiversidad, en La Plat, usted e- sib estuian storia, zeimo relaionar esa eleccén ysu ofc ‘denarrador? Bueno, elegires un decir: Cuando entréen la Facultad _guera ser escrito, 0 mejor decia que queria ser escrito. Te- ri 18 ais, habia ecrito dos o tres cents ea todo e tem pos Faulkner yesrbia una especie de Diario privado quele lea todo el mundo. pensaba que si uno queria ser escrtor lo mj era no estudiar Letras, Me enfrentaba sin darme ‘cuenta con una cuestén bastante complicada, bm se fr ‘ma un escrito! Dif sabera. Seguro que siempre hace falta ‘un desvo, un movimiento excéntrico andar por calleslatera- lex La carrera de Letras inde 3 centrar demasiado ira yo, provoca lailsion de quel literatura est clasicada y ode ‘ada, Cuando uno empieza escribir lee de wna manera cada ‘eas arbitra, Habrfa que tata de preservar esa arbitra- Fiedad, que cs a marca misma de a pasion por laliterature Por qu habla de leetura arbitraia? (Quiero deci una lectura ulitaria, Me acuerdo que da- bbaela alrededor de los ibros que me gustaban y To que ‘me inrigaba siempre era ze6mo funciona esto’, gcémo se "Ene eC Dima Martine a 5 deste de 88 % Hoy los esritores que pueden defender una potica aparen. temente mis cotrara ala pica del mercado se desesperan por publica en fs sll que tenenrespaldos comerciales tisteibucion més firms. sll donde se da una polémica que hace que algunos aparercan como miscinicosy otros mis in. diferentes, pero todas en el mismo espacio Al mismo tiempo, Ina debates mas profundos que estn presents en as disc. sions actales. Exist una tendencia hegeménica que por co. ‘modidad e ion Taro ua posiion estetcista que inde a ‘ralorar alas obras a partir de un canon establecdo y segue: tun cierto esto lierario semicuto. Hl «buen gustow esttco x. ha convertido en una categorfa socal importante que have. ido a ssttirotrar més fuertes que eastieon en otro mo- ‘mento. El buen gusto y era dspicencia respecto del confi. to social se han convertido en un elemento de identidad face. Esa poscin que ena Argenting tiene una lara trad iin ala que se eneentaron grandes escrituas “Adi, Mace- ‘donio, Borges mismo insste porque et igada a la cule dad incierta dl valor iteraro.Pareciera que la categoria mis segura un cierto extndarestlisticn que un sector aceptaco- ‘mo sbuenasesriturasy por tanto organiza el valor. El pro. blema esque esos textos se parece todos entre sy son inter. ‘cambjables. Frente esto me parece que ay dos poéticas que {tadicionalmente se han enfentado que son las que me inte- resan mis, Por una parte el popalismo, una poética que bus- ‘aun modelo de exo més crispado, mas ligado con ls oral- dad que ha produc grandisimos textos, Guimaraes Ros, Ralf Por otro ado, a vanguardia, con la idea de que el est- Jono esinco, Un escitrtene mis de un esl, taba con ‘muchos registra modelo de oye, Puig. Me siento miscet- cade estas podticasy de sus cruce, Gino definirtasurlacién con actin de Borges? Borges era un extraordinario lector, ésa es su marca, «20,7 su influencia, Un lector miope, que le de cerca, que pega elojoalapigina, hey una foto.en donde elo veen esa postur: la mirada muy cerca de bro, una mitada absora, ‘qu imagina lo que pude haber en e508 remotos signos ne gos. Ua lectura que ve detalles, rastos minimos yquelue- {pone en relacidn, como en un mapa, 50s puntos aisla osque haentrevisto, como sibuscara una ruta perdida. En fondo ha leido siempre ls mismmas péginas, ola misma ‘gina ylosmismos autores, pero via sempre cosas distin tarsi la distancia en la que se colocaba, ‘Mas que su estilo o sus etemas, han sido ess técticas 4éelecturalas que me han inluido. Lo he usado digamos, igual quea Brecht 2 Pound, como un abe de electra, una Dréctca que exedel critica propiamente dcha yavanza.en otra dreccién, mas pedagégica dia, prgramatica incluso, porque tende a constitu el univers iteraio como tal, ‘keine ss limites y sus fronteras,yé5aes una taea anterior ala ctica propiamentedicha y esa condicin. Por otro lado he escrito algunos ensayos sabre Borges, ada muy sstemstico,en dstntos momentosy por motos ‘ircunstanciales. Por ejemplo,en 1972, 1973, taba sobrela Bae deep Pasor Me rans Bogs 31957 % ficcidn del orgen en Borges a fccén del nombre, la cues- tion de a construccin de a genealogla en su obra algunas hipotsis sobre el modo en que Borges pensaba ss cond Conch materiales, digamos as, escibi un ensayo sobre os ‘os inajesy la herencia en Borges y sobre el modo en que aren dstint ipo de reds y de tensiones y de cruces. "Climo se imagina un esritor las condiciones de pro- duccion de su literatra? sa es una cuestién que siempre tme ha inteesado, En principio se refiere al modo en que Borges define las propiedades que, seg él, le permiten - cribisciertaconstrucci imaginaria de su novela familia, Ih diferencia de los sexos, el modo en que legitimay sin- ‘enta una herencia y una relacién de propiedad con el pi {ado y cone lenguae.Al mismo tiempo, ésa es su manera {de ee la literatura argentina de insertarse mismo como resultado de una dable tradicion, Porque lo extraordinario noes esalecturaen sfmisma, _quees de porsi bastante original, sobre todo su modo de eet Ti gauchesca, sino que Borges insert esas lines, esas trad- cones antagonicts, la cvilizacin yla barbie digamos,en linterior de sus propasrelaciones de parentesco, lasleco- to si formaran parte de su tradicion familiar yconstayen mito cn eso, un sistema de opesciones binariasy de on tastes, pero también de mezclasy de ntreveros. ‘Para in son formas muy elaboradas de efinir as nn iciones que imaginariamente hacen posible la eseritur, ‘que legitiman su acceso, yu uss dea lengua la const ‘idn de la tradicion como novel familiar, 3 decslosmo- dos de apropacion y de uso de le hetencia cultural la teoria dels dos lnajes estaba pensada en principio. para los eventos de Borges, 0 tambign para el caso de ct: cn de Borges como lector? Bueno, yo creo que esa condicén de su escrtura 8 la vere su resultado, Para mi fue una manera de ver 16 Borges consituia la historia desu propio estilo. Yo hago tuna diferencia entre sus ensayo y sus cuentos, incluso la poesia también trabaja ese mismo nile, hay una continu dad may fuerte, incluso el pasje de un registro al ott, de Ia poesia al icion por eempla o de los ensayos ala c= ci6n, es muy interesante y para Borges sempre hay mi to de origenen el paso de una forma a ota a ene regreso a certs formas, Una intriga muy elaborads, una serie de marcas que consttuyen st historia dela esritura como des- tino personal. Una version autobiogéfica, digamos ast de sarelacién con a literatura, un gean mito de autor, En ee sentido «Borges y yoo es paradigmtico, es una especie de versi6n microscépica dela gran radicion del autobiogra- fia del artista, con un vitae fantistco, una suerte de De Jeli and Mr. Hyde literario. ‘Ala vez la obra de Borge trabaja sobre una lines i cacon variates levesyleves cambios de tono, Borges tees: «ribeuna trama comin, que parece siempre la misma (yen tn sentido es siempre la misma), por eso da esa sensacin de concentracion extrema y también de monotonia, como situbieaentradoy slid siempre del mismo text you bierareescrito lo largo de su vida (que eso que ha hecho por ot lado}, un trabajo continuo de reescrturs, de va riantesy de versiones. Laotracuestin que he tratado de subrayar como ten Aenciaes su modo de trabajar con a tradicon argentina, un ‘so muy productivo dela celtic, Secretamente tiende a ce tat el debate del siglo x0, uni a Hernandez con Sarmien ‘o.Bs una posicién que define su escritura, viene de la ex tie y pasa la fccén, en el sentido de queal cruzar ls dos lines (y él mismo es el punto dane eos dos inaes sce ‘a) latensin extrema es justamentelo que permite qu a ‘obra de Borges se conviertaen lo que es, Porque si Borges Ihbiera separado los tantos, si hubiers optado porcualqe- ‘adelas dos alternativas no hubier logeado a complejdad ‘ue le da forma a su obra, Borges ex al mismo tempo un popula, ome Herdnder que se que experienc moran uc ls boy ower hlgien eve ic ua iblteny ce gu solamente cl seers conser elena Lo nt ree ‘Seo ete contain qe mantene Suementon to presets pare co a cesta iets una forma anti de eo, que perteman iene Lafont es ete frm de uae org neta nip decir, toy Wace {RIBS oc lepeie nate unis lospao con reds antaginsy eh. a posicin de Borges como ein resulta quiz algo am- bigua porque nos ereconoce del odo su condicin de crt coliteario a pear de que sus textos ericsson usados y it. dds constantemente ‘Bueno hay una resistencia bastante genetalizada acon: siderarlos trabajos rticos de los escritresen el marco de In eritica. Los eiticos defienden su profesin, podramos, decir, defienden la division del trabajo, miran con cierta distancia la inervencign critica de los eseritores, que sim pre es arbitraria vista con la perspectiva dela critica aca ‘emica Y esto quiere decir que la lectura no obedece ala [égica normativa de las modas teéricas que organizan el corpus ylos debates dela critica Yo he insistido mucho eo Ti necesiad de recorponer una tradicion de la cia ctita por escttores, porque a renovado el debate sobre la literatura Por supuesto Valéry Pasolini o Auden son ct ‘cos importantisimns. Esa tradicién no se debe asimilara Iaeriticaeserita por los investigadores, os profesor 16 critcos profesionales, los historiadores de la literatura. La tespecializacintende a dejar alos escrtores reducidos 8 prictica pura,en lo posible, la més ingenua,y det otro ado Jha quedado la critica que se ocupa de definir los espain, efit los contextosestabecer las tradciones yas ao cy rias Cuando uno mira la historia de la Iterator argentina lo que encuentra es una gran teadicién de ensayos, inter: venciones y polémicas de fos escritores que forman una suerte de corpus secret, Por supuesto Borges es constiuti- rode ese espacio. Me patece uno de los representantes mis sitids de esa tradicin dele critica que se aleja de las nor sas definidas por la critica establecda, Cases son las i ferencias? Un esritor define primero lo que llamaria na Jectraestratégca,intenta cea un espacio de letura para sus propios textos. Me parece que se puede hacer un reco- ‘ido por la obra ensaystica de Borges para ver como escti- be sobre otros textos para hacer posible una mejor lectura delos que va ascribe. Un ejemplo el modo en que Bar- ‘geste conect con tna tradicién menor dela nowlitica ex ropea, defiendea certs esritores que son considerades e- critores marginals de la gran tradicin de la literatura ‘uropea como Conrad, Stevenson, Kipling, Well, en con- tea dela tradicién de Dostoievsi, Thomas Mann, Proust, ‘gue es Ia vertiente central de la novela y la narracién en a Teratra contemporinea, Por qué Borges te dedica de wna ‘manera tan sistemstica a valorr los textos del género po- lcial Porque quiere ser leido desde exe lugar y no desde Dostoievski. Porque sia Borges se ole desde Dostoievski, como era leido, no queda nada. Ahi aparecen todos lo es ‘eceotipos sobre Borges que sulterature no tiene alma, que en suliteratura no hay personajes, que su literatura no tie- ne profundidad, Borges tiene que evita ser leido desde la ‘ptca de Thomas Mann, que ela pica desdela cual lole- eroa y por lo cual no le dieron el Premio Nobel: no eer ‘id manca una gran novela, no hizo nunca wna gran obra ‘enc sentido burguts de la palabra, no es una egran esct- torv en el sentido de esa tradiciéns no es Eduardo Malla. Entoncrs, para construire espacio enel cu sus textos pu eran citcular era necsario que explcara cémo podia set ora ectura dela narrativa. Su lectura perpetua de Steven | son, de Conrad, dea literatura policial era una manera de 2 constrain espacio para que sus textos pudiran ser edoy ‘enel contesto en cca furcionaban. Esto es pata milo que hace tn escitor cuando hace critica. En realidad lo mistno hace un critico cuando hace ertica, slo que uno no sibe desde donde esrbira ese eio. na poética oct (Caro, parece que no la tuviera, Cuando un crtica di ‘ce que ve un cortey una renovacin por ejemplo en Manel Puig en lugar de Cortazar, parece que estuviera opinands sobre la base de una ebjetividad que tiene que ver con ‘onstruccin de tradicionesy contextos, pero en reali también esté pensando sin decrlo,enfuncion de unacier ta etrategia de apropiacin de la literatura, Define una ta dicién porqueimagina que tiene wna lectura renovadora pa raenfrentar la tadiciones critics dominantes.En dl aso ‘den esritor, como ex postica etd mas presente, as rl cones sultan mas ntidas. Borgeses un caso muy claro, pe- rolo mismo podsiamos decir de Nabokov o de Sartre ax a m{ la zona fundamental de la tarea de Borges como ctitico fue lade redefni el lugar dela narracién: conside- sar quela narracién no depende exclsivamente de a nove- Ja, quela naracin est relacionada con formas prenovel- teas, las formas orales con las cuales él conecta su pot, ‘que enctenta su horde en la obra de Stevenson, de Con- tad, de Wels y en los géneros. A partir de es defensa dea narracién, enffenta ala novela como no narratva Es una ‘posicion critica extraordinariaenrelacion con los debates ‘radicionales sobre a novela y solamente exo hubier ju tifeado Is exstencia de un etic. Es lo que dice paralela- mente Walter Benjamin al que por supuesto Borges n0 ht leido. Es un enfrentamiento, de hecho, ala potica de la 2 ‘ela de Lakes, ala gran poetica de a novela en surmomen to de auge. A Borges le gusta el cucnto ye gusta el cine de Hollywood, y también aes muy moderno; lo narativoes 60 them las formas orales precapitalstas dela narracion, dea yor due encuentran su continuided en las formas breve, en [nico en los géneros menores,y despues en cl cine, en os resterssenel cine de Hollywood, no enel cine intelectual. Forge, zqué es lo que Borges va a buscar abi? Va a buscar ‘na podtica de la narracién Yo dia que es solo justiica- ria exstenca de un crtico en la Argentina: esta nocén tan moderna dela narraci6n, una nocin que consist en no star lanarracin al novela sino consderar ala novela co- no wna etapa dentro de a naracion¥ considerar que el ‘ede Hollywood, como lo ha dicho Fitzgerald, pone ala no: ‘ela en cvestign Esto eso que lame lecuraestratégica:un crtco que constiuye un espacio que permita descfrar de smatera pertinente lo que escribe. Todo el tabsjo de Borges ‘como antdlogo, como editor y como prologusta estéenca- sminado en esa dreccion. Yes uno de los acontecimientos nfs notables de a historia dela critica el modo en que Bor- | consiguiéimponer esa lectura El hecho de que hoy o- das hablen de Conrady de Stevenson es algo que nos pare- cenatural, pero lo natural era hablar de Thomas Mana, Me parece que la valoracion de Stevenson o de Conrad, para sombrar alos escritoresalos que se refer con mis fer- 2a, tiene mucho que ver con la capacidad que tenta Borges ostencrposiciones antipapulares. Porque no era my ‘opalaren el espacio en que se movia decie que la nove |i poliial era més importante que la novela de Marcel ‘Proust. Pero no importa si tenia razn ono. No importa si ‘a injusto con Marcel Proust, Que importa eso? Lo que importa esa dizeccin en que estaba leyendo, en funcion dequé estaba leyendo, plac al critica dels escrtores use ha senala- do rasgs que seria dstntves uno ea lectra de até aye oro esque los escritoreserticos, se dice, plantean el Problema de alr Bn que sentido? El problema del valor desaparecé del dscusion cri. ticaapattr dl formalismo ruse. Cuando salvos dela er. sca como opinign personal, dels tradicionespremodernas de la critica, cuando se consituye le ciiea moderna com tal yapaece la rficadefinida en su rlacién con wn saber ydefinido, aparece entonceslaelacion entre critica y mar- imo, crticay pscoandliss, cfc y lingistca, ye valor ex desplazado del debate. HI juicio de valor existe pero ett Implicito. Por ejemplo, cuando Lakics dice que prefiere a ‘Thomas Mann, no dice: «Porque me gusta mis Thomas ‘Mann que Katka Dice que Thomas Mann expresa mejor las relaciones histories presentes en la sociedad acts, ‘Cuando Sklovski dice que prefiere aquellos textos en donde el procedimiento est puesto en primer plano y lige la no- ve de Sterne y de Cervantes, estéplanteando un ejemplo, 4e lo que es en realidad una mirada técnica sobre la liters. tura, Cuando hablo de jicio de valor me refer als con titacin del canon, ls exclusionesy las modifcaciones que se producen en la teadicidn, En realidad, son lo esrtore los queredefinen la historia litraria, La historia itearia co ‘mo disciphina cadémice es una manera de elaborar las es ‘tructuraciones del canon y del pasado que producen lspo- lemicas contemporineas. Por ejemplo, el modo en que los ‘hermanos Lamborghinlen la gauchesca redefine la polémi- ‘aacadémica sobre la gauchesca, pero esalectaradepende de debates de posticas que sedan ene presente y que rstruc- turan la istoriay depende por supuesto de posicones po- lca expicitas Bs el peronismo el ue est en juego cuan- do se habla de a poesia de Herndndez, es el popalismo, lx tradicion populate rechazo de una lirica ya establecida, esas lecturasestin acompafando en la literatura de an ‘modo muy sutilysoisticado, ls debates del revisinismo, Jas cries dela vanguatdia a tradicin liberal EI poetase bre paso en la selva del presente, hace wn claro para acan- ar y usa el refgio de a tradicion, Lebnidas, por ejemplo, ‘a la gaachesca para renovar el debate de poétca y part apoyar en un plano especiio su posicionespoliticas ys adhesin al peronismo de la resistencia, Leela gauchescay ‘bla de todo eso, mientras que los criticos no se refieren ‘nunca asulugar de enunciacon, als condiciones sociales eu lectura y ls conlictos que tatan de resolver, En ge~ ‘etapa discusién contempordnea sobre la iteratra gue le- van adelante ls escritores en la hich de poticas y en In prictica politica vaa buscar en el pasado certos textos que son raids a a dscusion contempordneay releldos deste se punto de vista yl valor est ah es un juiio de valora Javeriterario y politico que sipone negar otros textos que than sido hasta ese momento considerados os representan- tes del canon. Si el canon es cerrado y breve como el nues- ‘ro, hay que reeery cambiar de ugar sempre los mismos cscrtors, 5 muy dificil renovarlo soo se puede releer des de oro lugar, nose puede ira buscar otros textos secretos porque todo es visible, puede haber oscurecimiento parcia- Jes, uno puede decir por qué no se habla de Chiappori,s se scat a narrativa fantistica,o por qué no se habla de Ame- lin Biaggoni, pero son efectos y descubrimsentosprevisibes, siempre hay un escritor conocido que ha sido olvidado. Por cjemplo Marena, muchos lo revindican y estén en su dere- clo,pero a quien sele puede ocurir pensar ue Murena ers «ealitearia desde que public el primer libro y fue el del- finde Victoria Ocampo. En realidad dice su modo lsnis- ‘mas cosas que Sabato la civilizacién industrial hasepultado los valores trascendentes los valores exprituales, et, ee. ‘Una mezca de Heidegger con Cioran. Lo mismo pasa con ils. iA quign se puede ocutrie deci que Walsh fe un «scritor marginal! Cuando publicé sus relatos estuvo en el. centro de la escena nego avanz6 en una direccion muy per~ sonal, com una idea muy cca de las relacionesentee est ‘uray potica, te. Hay cambios de poscion en una super fcie ya definida. Relectaras, cambios de éptica La erftca feminist eslatinia que halogrado cirtos cambios de fo. a do, e trabajo de Francine Masiello sobre la prensa feme- tina en el por ejemplo, o cirtas relecturas de Gori, de Eduarda Mansilla estin renovando en cierto sentido el repertoio de textos con trabajos exclentes, pero ensegud, parece esritoras muy reconocidas como Silvina Ocam. ‘po o sa herman © Norah Lange o Alejandra Pzarnik que ‘ésicamente son reledas en otra ave. Quizdsenel caso de una literatura con mas tradicion se pueden hacer modifica ‘iones mas tajantes. ‘Come instancia de consagracin y de evaarzacn ten- Arian entonces mds peso los escrtores que la acaderia ‘Sino fuera asi, seria mis importante la discusion acadé- nica que la literatura, Hemingway dice que en realidad es ‘Mark Tan el verdadero put de patia dela nareativanoe- teamericana y Mark Twain es poestoporla erie aadémica cen el centro de ls debates def historia iterara. Esa liters. tura viva, pars amar de alguna manera la que produce os debates que alumbran ls textos y que permite ia bascalos y tracros ala discusion contemporinea, Podriamos dar mu ‘hos ejemplos. Cuando yo llgué ala iteratur, la polfmica cra Arlt conta Borges. Muchos dijimos: qué pasa sempexi- mos a ver qué reac hay ente Aly Borgest Qué pasa st leemosa Arit desde Borges Qué pasa sino leemos a Borges ‘como un exrtoreutopeo sno como un eseritor argentine? _Me parece que ese debate que muchos de nosotros levames adelante contra otras posiciones entices y contra ottos esr toresgener6 una reestructuracin de as tradiciones dela ie- satura argentina que modificaron la ensefianza dea literati: ray que modificaron algunos niveles de a historia trai. ero noes merito persona: es que as suoede,Borgesha hecho ‘xo continuamente el libro sabre Carigo, sus posiiones ‘be Almafuerte, sobre Lugones. nla polémica interna des podticas de los ccrtoes se usan los escritores del pasado p= ‘ano discutir personalmente, Borges no vaadece que et 164 sctindo con Malle, peo vaa decir que prefer a Eut- 1b Gutire Es deve va. discs con Malley Malle eva sada cuenta de que ex discatiendo cond peo través de un debate sobrelateratra popula digamos Es discasion ‘Suna dscsin sobre el voy, y Borges habla sbre r= ton #Kafa y sus precursores aKa y ss precarotess stent sobre lnhinrialteraria, Borges die que Kaka p= miteeeerokatiian y encontrar una sre de tetas ques tub oidadosyponeros tra vezenciculaci6, La preg thes emo leg Kafka a estar en ee liga Cues son ls podicasconterporsneas que hicieron ue la obra de Kala ‘stv panto de ser ovidada y sin embargo consiguiera ‘olocarsen una posi aparirdela cua era posible ete Jeera? saesla cuestin imple el tet de Borger ie Jnr que analiza, ,Por qué Kata es dominant, por quelo Jatkiano define un modo de er? So poral de os tes de Katha Poe qué se imponen certs condiciones de Jeeta que dominan una época? Ese ese problema del alr, na combinacién de crcnstanciasexpeciasy determina ciones polis i relacin con el problema del valor, quiz se podrian ver stints planos Por ur tad, y pensando en el eas de Bor 8 hay unacitca mug vlortive,expictayrotundarsente valoratva Pr atra parte, se porta pensar en cimo Borges in tervieneen el campo de lucha de as valoracioeslitearias pa product esas modifacions de las que hablaba, erase po- “ria pensar tambien en oto plan ene que Bares aparece ya no interviniendo ene camp de las valoraciones sno toren- ‘ols valoraciones como objeto Estoy de acuerdo, Qué quiere decitel vale? Cémo se aria lo que el dice como verdadero, porque a menudo es serdadero, pero no pensara que la relaciéa de lo que dice ‘con st obraesverdadera. Por momentos Borges parece tomar distancia de todas las ‘aloraciones, incluso dels sys. Siem algunos cass cuestio~ a determinadasvaloaciones, en otos parece cuestionar10- a valoracin, todo canon. Pens, por ejemplo, ens defini- ‘iim de ls cldsics coms bros eldos con un fervor revi. Abt hay una serie de cuestiones que abria que consi- erat Primero habria que hacer una periodizacin may cui- dadosa, una periodizacin de los contextos en los que se producen los debates. Antes de captar las persstencias hay «que captar los cambios en las posiciones de Borges, porque «80 es lo permite ver qué es lo que persist en su podtica, lo ‘queno cambia en sus posiciones sobre la literatura. Una de las cosa que mantiene es la ida de que le Iiteratura es de todas y de que hay grandes aciertoslitratios en todos los ‘scitres, incluso en los mas mediocrs, siempre hay una nea perfecta que surge por milagro 0 por azar. Es una idea 6 cextraordinaia,Tado escrito esrbe alguna vez ago que es ‘bueno, todo poeta esribe alguna ver un buen verso, aun- {que sea por error, y el propio lenguaje genera efectos teraris permanentemente, Por lo tanto, la contingenca del juico histérico no tiene en cuenta cl hecho de que las ‘metiforas fundamentals, las historias bisias los acietos Catlins, ya estén dados. Ahi hay una suerte de platons- smo que est construido con toda a gracia, a ironfa ya ma- Tedicencia con la que Borges se mane, y que viene a deci queen realidad la gran teratura en el fondo es anénima, Esto es muy Valery en realidad todos estamos trabajando cen funein de una prctica andnimae intemporal Enton- ‘ele valoracién,entendida como lavaloraci6n coyuntural, istic, sempre suena un poco fg ofaudulenta.Y Bor ses tiene para esto dos extrategias.Unaes ta decir quelas -nejores metiforas son las metforasandnimas. Las grandes Titeratuas, para Borges son las que han crstalzado figuras ‘formas que cualquiera puede usar. Un ejemplo moderne fon los generos: un género seria una kenninger actual, Un ‘Seritor entra en el gener policial yl forma del género lo fyuda a no ser chambén,o entra en la métrcaclisica yen tn sistema de metsfors esteacturadas y més o menos va ser un poeta decente si tiene cierto cuidado en la sleccion de las tradicionesertablecidas. Es decir que un escrtor no {vent ests metido en a tradicion y tabaja con lo que lt ‘wadicion le da Esa tradicin puede sera gran tadicién de Taliteraturaexcandinava, digamos,o puede ser la teaicion ‘dean género menor, Lo que Borges dice es que no seamos tan contemporineos: no nos entusiasmemos tanto con dea de que estamos todo el tiempo produciendo cosas nue~ ‘vas cuando en relided no hacemos mas que repetir La ota manera que tiene Borges de acercarse aes asunto onsite en tomarun texto y secorerlslectaras que ha recibido. 6s ‘isi una parodia dela filologa. Borges toma las traducio- res homéricasy las recoree para ver cémo van cambiando los citerios de literatura y cémo esos criterios de iteratars a8 ‘van modificando los juicos.O toma una metifora para ver ‘smo esa metaforarecorre dstntos lugares dela literate, Hay cierto ecepticismo respecto dea posbildad de jar un citerio de valor Yo creo que el nico texto que valora sin discusin esa Divina Comedia. Et modo en que Borges examina el campo de as valor cones se podria relacionar tarbign con el cancspro amplo de erature que sa: al iterogar fos ites dela iteraturaes- 1d tambien interrogando las valoraciones que ja ess lim tex Be una reseade 1940 ener los bros que ds har. eid y no citaningin libro de elitenaturay. En el segundo ensayo sobre los lsicos pone en dua a perduracion de Sa- Tespearey de Vleaie mientras afrma lade Berkeley y Scho- penhauer. Estoy pensando también en su valovaci6n de la Ex ‘ilopeia Britdnicaoen su idea de a flasfia come literatura fanatic. Me parece que es necesatio desconfia de lo que Bor- es dice: desconfiar de lo que dice tratando de captar el. Imecanismo. Porque si tomamos eos ejemplos el ejemplo dea filosofia como Fiteratueafantéstica, el ejemplo de a pedia oel ejemplo de la definicin de los lésicos, «eo que podriamos infer uno de los grandes plas de lncriticaborgeana, lo queen muchos sentidos yo llamaria, lo borgeano mismo: la idea de que el encuadramiento, lo ue podriamos lamar el marco, el contexto ls expectati vas de Lectura constituyen el texto. Est es, por un lado, tuna tora del géneroSi digo que le voyacontar un euen- to de teror lo estoy preparando para que lea el terror EL ‘marco es un elemento importantismo de la constitucién ficional En Borges la ruptura del marco es un elemento ‘sia de su propia fccin la referencia a Bioy Casares al~ tera el marco y por eso aparece en «lone. Borges escribe textos que parecen enmarcados en lo antobiogefico pero ‘stn travesados por elementos de fiecionaizaci6n.O es 159 be une res bibliogrifica que parece enmarcada en e habito de la ese bibliogdfica pero en el interior de eso ‘surge icin. Entonces, hay un sistema que tiene que ver on una tradiciin de ls inundos posbls, dela constitu. cin de los espacios de diferenciacion de verdad y ficién Como teoria del marco, y por otro lado hay una aplicacion rotabe de ea euestion que consiste en leer fuera de con- texto. Yo dra que lalectura de Borges consist en ler to. do fuera de contexto:leamos la ilosofia como literatura fantistica,leamos La imitacion de Cristo como si hubiera sido escrita por Céline, leamos el Quijote como un texto ‘ontemporieo escrito por Pierre Menard, lamas el «Bar- tlebye de Merville como un efecto deo kafkiano, Ese mo- vimiento de desplazamiento es la operacin bisa dela Critica de Borges y es el que produce ese stoque> que lt ‘amos lo borgeano. Se podria decir que consiste en leer todo como literature, pero tambien podriamos decir que ‘consist en leer todo corrdo de lgat. i cambio un texto de lugar, ya sea porque le cambio la atribucién le cambio Ia colocacion temporal, lo lig con otro texto que no le co responite, produzco en ese texto una modificaion, Eso hace que la lectura de Borges sea muy creativa, muy cons tructiva de relaciones inesperadas. No s6lo constitativa de sentidos nuevos, como en Ia historia dela critica que et tunalucha por cambios de contexto, sno también cambios cen laconstruccidn de un efecto diferent, fecional. En ese Sento la definicin de un clisico como un texto que to- dosleemos como clsic es simétricaa su definicin de gé- nero: un género ¢s una perspectiva de lectua, Un género ces un modo de ler y la iteratura es un modo de leer, us ‘modo de leer como literatura y &a es toda la definicién posible deo literario, Literatura es lo que leemos como ic teratura, Ee una extraordinaria definicion. {Qué zoma dea certo de Borges esa que mas lente wo El tipo de reflexion sobre el estilo ye lengusje que ay yuenen sus primeros ensayos,el modo en que analiza la pro- pla materia en la que estn construidos lo textos, as met fora, los sistemas de argumentacion es una prueba de algo «queyo.co que acompanaa su obra desde el principio, es de- Cielintento de mostrar cémo sea hecho el texto, Eso seve desde os primeros textos, desde Inguisicions. No interpreta, ‘i dar uns receta de eéma debe se hecho, sino hacer ver el procedimiento a partir del cual ese texto ha sido construido. Yocreo que aqui Borges est ena gran traicion deo que, fa de mejor expresién, yo amo la lectura tenia La ite= ratura no es pura etecniquerls, dice, porque por supuesto Borges era demasiado intligente como para no preverlaré= pls, pero de todas maneras vamos cémo stn construidos lostextos. En El arte narativo yl magia, por eemplo,Bor- ges dice que el problema central dela narratives causali- dad. Es deci no pensemos en forma y contenido; pensemos ‘enclelemento que unifica, pensemosen cémo se dervan as ‘elaciones de motivacié, las relaciones de organizacin del _elato, que son al mismo tiempo elementos del argumento y ‘lementos de la forma, Ya partir de ahi construye una des- cripidn del arte de narrar que es notable bse Borges eel dela década del 30? a parte. Hay un momento en el que consigueconsti- ‘uirsupottica, ya partir de ahi comienza.aproduci sus tex- {os centrales en un periodo de unos veinte aos, de 1932 a 1852 digamos. Lo que escribe en ese periodo es extraori= nario, Después repite todo lo que ha dicho, y antes estaba ‘aminando a oscuras tratando de wer cul ibaa se su pod- ‘ica, Hasta que desculbe que lo sy ela microscopia as formas breves, anda dando vuelta. Volviendo a una pregunta anterior, ghay una rlacén confiiva entre la critica y Borges come crttico? m Por supuesto. Lacrtica expres, a veces de un modo re finado, a veces de un modo trivial lo que es el sentido co- ‘mn de una época la concept iteraria media est Gen Inctitic. Aparte dels metodosy de as teoris, que deinen estilo de los critics, habitualmente sus concepcionesli- teraras son muy previiblesyacompattan el sentido comin ‘medi, Uno leu libro de etic, por ejemplo sobre Lago. res o sobre la novela gtca, con grandes eahiiciones te rica so del picoandliss,pongamos, ode new hisriciom, pero a concepeién de literatura que est implica susle ser muy prevsble,y muy de época.Es dificil encontrareun

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