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Alternativa para el desarrollo de Yucatán: sistema de ciudades, poblaciones

suburbanas y microrregiones

Cuando se analizan los estudios realizados y las propuestas formuladas en torno al


desarrollo de Yucatán se puede constatar que existe una capacidad comprobada para la
formulación de diagnósticos sobre la situación social y la identificación de los problemas que
aquejan a la entidad. En términos generales, esta capacidad para formular diagnósticos
adecuados ha quedado plasmada en los sucesivos Planes Estatales de Desarrollo
elaborados entre 1980 y el 2008.
Aún en el campo menos pródigo de la formulación de propuestas, de la elaboración
de planes que pudieran representar una alternativa al crecimiento insuficiente o al frustrado
desarrollo de Yucatán, también en esa materia existen varios ejercicios de planeación, bien
realizados desde el punto de vista técnico y metodológico, que pudieran resultar la
alternativa buscada y deseada para la situación trunca, de parálisis que ahora viven la
sociedad y la economía yucatecas. ¿Por qué no han podido aplicarse esos planes; cómo es
que esas propuestas no han podido llevarse a cabo?
Fundamentalmente por dos razones: la primera, que en Yucatán no existe, en estos
momentos, el líder, el grupo o el tejido institucional que pudiera encabezar y darle
continuidad a cualquier esfuerzo transformador; la segunda, que quienes realizaron los
estudios y formularon los planes no se detuvieron a identificar las fuerzas que pudieran darle
viabilidad a sus propuestas, dando por sentada una capacidad en el grupo gobernante y una
vocación latente en el empresariado y en los grupos que conforman el sector privado.
Si bien es cierto que el proceso de transformación de sociedad típicamente rural a
sociedad predominantemente urbana fue un proceso desordenado, consecuencia del
deterioro productivo y habitacional del campo, más que del dinamismo de la economía en las
ciudades, en este proceso se encuentran los factores que, identificados y reforzados, pueden
dar paso a un desarrollo más ordenado y equitativo, reforzando los factores de aglomeración
a partir de los centros urbanos que ya operan como polos de integración regional y
microrregional.
El reto consiste en relanzar el desarrollo de Yucatán con un rumbo distinto, alcanzar
las etapas que le hicieron falta a la diversificación económica; completar los procesos
truncos, consolidar las actividades incipientes, multiplicar los resultados, los buenos

 El material de este artículo es parte del análisis documental realizado por el autor para fundamentar
una propuesta alternativa párale desarrollo de Yucatán. Ver: Sierra, J. L. (2010): Promover el
Desarrollo de Yucatán a Partir del Sistema de Ciudades, Poblaciones Suburbanas y Microrregiones.
Tesis de Maestría, Facultad de Economía, Universidad Autónoma de Yucatán. pp. 45-75 y 80-81.
resultados. En síntesis: auspiciar un crecimiento que no se finque en la desigualdad, que no
polarice más, que integre, que sume y multiplique, que incluya.
No se trata de producir más, sino hacerlo de manera distinta, auspiciando actividades
de mayor valor agregado, propiciando la innovación tecnológica, el desarrollo organizacional,
avanzar en la sociedad del conocimiento (IMCO, EGAP; 2006).
Para responder a estas exigencias se propone una estrategia de desarrollo que
recupere y refuerce el tejido de relaciones que surgen desde los pueblos y localidades hasta
conformar “regiones naturales” en torno al o a los centros urbanos vecinos.
Siete son los aspectos de la realidad yucateca en los que puede apoyarse una
estrategia de esta naturaleza:
• el ritmo de crecimiento acelerado que ha mantenido, en los últimos veinte años, el
sector más dinámico de la sociedad yucateca, localizado alrededor de la Zona
Metropolitana de Mérida
la diversificación económica alcanzada en algunas localidades y regiones del estado
y que implica cierto equilibrio sectorial
la localización geográfica del estado y de la península con relación a los países del
Caribe, de Centroamérica y a la costa sur y este norteamericana
el grado de integración y las múltiples relaciones de intercambio que existen, de
manera tradicional, entre los tres estados de la península y, en particular, entre sus
ciudades
la calidad y amplitud de la infra-estructura material y de los servicios disponibles, en
particular, en los centros urbanos de la entidad
la “masa crítica” que representan los conocimientos y destrezas de un importante
sector de la población
la tradición exportadora de Yucatán, como salida al aislamiento del sur y del sureste
del país
Frente a estas fortalezas se alza la mayor debilidad de la economía y de la sociedad
yucateca: el alto grado de marginación y pobreza en que se encuentra la mayoría de la
población. Marginación y pobreza que tiene dos caras distintas, dos columnas asentadas en
territorios distintos: el campo y las ciudades.
Por eso se propone rediseñar el esquema de regionalización a partir de las “áreas de
influencia” de las ciudades yucatecas, conjugando –entonces sí- una estrategia de desarrollo
estatal que contemple y atienda tres niveles distintos, desde el punto de vista territorial: las
localidades, las regiones y el estado, como un todo, auspiciando procesos de aglomeración,
de retroalimentación, de integración.
Las tres vertientes que se considera conveniente auspiciar son:
• Sistema de ciudades, poblaciones suburbanas y microrregiones para el
desarrollo integral: proyectos de mediano y corto plazos (1/12 años) diseñados
para reforzar las sinergias existentes, para desatar procesos de integración
local/regional y de región a región, pensados en el marco de la integración
peninsular.
• Proyectos detonantes del desarrollo: proyectos macro-económicos, de mediano
plazo (6/18 años), localizados en distintos rumbos del estado, diseñados para
romper cuellos de botella o para relanzar la economía y el desarrollo hacia un
estadio superior, más equilibrado.
• Red de programas sociales y productivos, que correspondan a acciones de
gobierno de carácter emergente, de corto plazo, diseñados para responder a las
demandas de la población y atender los rezagos más inmediatos.

Sistema de ciudades y microrregiones para el desarrollo integral


1) Desarrollo Urbano-Regional. Una visión integral y equitativa
Objetivo: Nuevo equilibrio territorial, con ciudades ordenadas, con infraestructura
material suficiente, servicios accesibles y de calidad y preservación del medio ambiente.
Estrategias y líneas de acción:
a) Utilizar la planeación regional y urbana para lograr un mayor
crecimiento, asegurando la distribución de los beneficios de manera
más equitativa
Apoyar institucional, administrativa, económica y humanamente, a los
ayuntamientos para que se conviertan en promotores del desarrollo integral
de sus municipios, asumiendo, desde luego, tareas en materia de salud, de
impulso y supervisión de la calidad educativa, responsabilidades en el campo
de la producción y el empleo en sus localidades, además de la tradicional
atención a los servicios públicos.
Diseñar y poner en práctica un programa de incentivos y de “acciones
afirmativas” para asegurar el arraigo de los empleados de gobierno, de los
maestros y trabajadores del sector salud, en las comunidades en que
prestan sus servicios o, por lo menos, en ciudades vecinas. No se trata
solamente de asegurar el cumplimiento cabal de sus responsabilidades
laborales sino, además, de hacerlos sentir y vivir el ambiente al que se
deben y de reforzar las sinergias entre el capital humano y el desarrollo
comunitario.
Integrar un sistema de información estadística y cartográfica como instrumento
de una planeación territorial y urbana que permita identificar y definir las
características del suelo, el tipo de propiedad y los usos de la tierra. Este
sistema informativo debiera registrar las vocaciones productivas y los apoyos
que, en materia de infra-estructura, de créditos e insumos, requirieran los
productores agro-pecuarios de la zona, hasta la comercialización final de su
producción, en caso de requerirlo.
Definir instrumentos de regulación y control uniformes a todos los municipios
para evitar distorsiones en el ámbito local y en el complejo de relaciones
regionales y estatales. Evaluar de manera sistemática y permanente el
impacto económico, social, ambiental y territorial de las acciones de la
política de desarrollo regional y urbano.
A fin de asegurar la integridad de esta visión y de involucrar a la sociedad en su
conjunto en el cumplimiento de estas tareas fundamentales, habrá de
integrarse el Consejo Económico y Social de Yucatán, un órgano colegiado,
plural y multisectorial, cuidando que en su integración y funcionamiento se
preserven los intereses de las distintas regiones y sectores sociales de la
entidad.

b) Desarrollo urbano con visión regional y sentido igualitario


Hacer del sistema de ciudades que existe y opera en Yucatán la base territorial
para el desarrollo integral del estado, un desarrollo más dinámico, incluyente,
equitativo y ecológicamente responsable.
Garantizar el cumplimiento de los “Mínimos de Bienestar” que requiere el sano
desarrollo de las ciudades y poblaciones de la entidad, de acuerdo al tamaño
de su población y a su complejidad urbano-territorial.
Diseñar y asumir de manera decidida, por los tres órdenes de gobierno, el
proceso de conurbación que viven, de años atrás, la ciudad de Mérida y los
municipios vecinos. Elaborar el Plan Metropolitano de Mérida y Municipios
Adjuntos, que atienda y responda a las urgencias de una conurbación que se
ha dado, hasta hoy, de manera espontánea y desordenada. El Plan debe
considerar tanto los retos y las tareas con visión de futuro como la atención
inmediata de los rezagos sociales que arrastran, sobre todo, las poblaciones
de Kanasín y Umán como resultado de una vecindad entre desiguales.
Consolidar con visión integral y espíritu equitativo los 20 municipios a los que
alcanza la influencia de Mérida (lo que incluye a las pequeñas poblaciones
del municipio de Mérida), así como los tres corredores urbanos que se
gestaron de manera espontánea en la entidad: 1) el corredor norte y costero,
que va de Progreso hasta San Felipe y Río Lagartos; 2) el corredor oriente,
que incluye de San Felipe y Tizimín a Valladolid, Chemax y sus alrededores;
y 3) el corredor sur, que incluye a poblaciones entre Muna y Peto (las
mayores: Ticul, Oxkutzcab, Tekax, Tzucacab).
Concertar con los municipios de Mérida y vecinos, acciones comunes para
convertir los instrumentos reguladores del uso del suelo en instrumentos
promotores del desarrollo urbano y así articular la planeación de los
asentamientos en función de su destino: industrial, comercial, residencial,
zonas en reforestación y reservas ecológicas, parques y áreas verdes,
vivienda popular, etc.

c) Infraestructura material para la consolidación urbana, que sirva a la


mayor integración territorial y al desarrollo igualitario
Hacer de la construcción de infra-estructura material, a nivel regional, urbano y
municipal, así como del impulso a la prestación de servicios de calidad en la
s propias localidades, la columna vertebral de la reactivación económica para
los próximos 12 años.
Canalizar inversión pública e inducir la inversión privada para la construcción de
la infraestructura material que se reclama en las ciudades y poblaciones de
Yucatán, para incentivar la prestación de servicios de manera local y para
reforzar la producción de los agentes locales.
Desarrollar un programa de construcción y de modernización de carreteras que
permita una fácil comunicación a los municipios y las poblaciones localizadas
a lo largo de la costa. Completar y modernizar la red de caminos entre el sur
(Tekax, Tzucacab. y Peto) y el oriente del estado (Chichimila, Valladolid), a la
zona maya y la costa norte de Quintana Roo. Desarrollar los caminos que
permitan unir a las poblaciones del sur, centro-sur y sur-oriente con los
municipios y ciudades que se localizan en la costa, al norte de la entidad.
Convertir el Aeropuerto de Kaua en “hubb” internacional de carga, estación de
enlace de los países de Centroamérica y del Caribe con aeropuertos de
ciudades norteamericanas. Complementar la infra-estructura aeroportuaria y
carretera con un recinto fiscal en donde se puedan realizar labores para la
consolidación de carga y, eventualmente, para la operación de plantas de
maquila industrial.
Recuperar el proyecto de construcción de muelles para pescadores en las
poblaciones costeras, completar la construcción de dársenas y refugios
pesqueros. Dotar a algunos de esos puertos de instalaciones y equipo para
la atención del turismo de yates.
Dotar de instrumentos legales y de los recursos financieros y administrativos que
sean necesarios para establecer las reservas territoriales en aquellos
municipios cuya dinámica urbana lo amerite. La conformación y el manejo de
estas reservas debe hacerse conforme a los lineamientos que establezca el
Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial (POET) respectivo.

d) Preservación del capital natural y mejoramiento del medio ambiente


Considerar la ecología como un insumo fundamental para el ordenamiento del
territorio y el desarrollo urbano. Mantener actualizado tanto el Programa de
Ordenamiento Ecológico Territorial de Yucatán (POETY) como el programa
para la Costa (POETCY), asegurándose de aplicar sus contenidos y
estipulaciones, tanto a nivel estatal, regional, municipal y local.
Hacer del manejo de las reservas territoriales y de la promoción de zonas para la
reforestación una herramienta de primer orden para regular el desarrollo
urbano, incidiendo en la calidad, la localización y el precio de las viviendas y,
como consecuencia natural, en la prestación de servicios públicos
económicos y de calidad.
Asegurar la elaboración del Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial
(POET) para cada municipio, así como garantizar su vigencia y plena
aplicación.
Diseñar y aplicar un programa para la conservación y el rescate de los
humedales yucatecos.
Realizar un inventario estatal de los recursos acuíferos (con visión peninsular)
elaborando un programa de preservación de este recurso natural, que
incluya acciones decisivas para prevenir la contaminación de los mantos
acuíferos y para sanear, en todo lo posible, los que se hayan afectado.
Concertar con los ayuntamientos la mejora en los servicios de recolección y
destino final de desechos sólidos. Así como acciones regionales para el
manejo y disposición final de residuos líquidos y de residuos peligrosos.
Estimular la inversión privada e impulsar con los gobiernos municipales las
acciones necesarias para el tratamiento del agua residual y la disposición de
desechos sólidos, de desechos peligrosos y líquidos.
Realizar un inventario de recursos forestales, delimitando la vocación y posibles
usos del suelo en toda la geografía estatal. Fomentar programas de
reforestación, particularmente en las zonas de mayor densidad poblacional y
en las áreas que registren mayor afectación.
Propiciar la relación con el mercado mundial de fondos para el desarrollo
sustentable y con la operación de los “bonos verdes” a fin de establecer
formas de participación social en la realización de proyectos ecológicos, de
preservación y rescate de nuestros recursos naturales.

e) Clasificación de ciudades según población y grado de desarrollo


A diferencia de los criterios que han aplicado tanto el CONAPO y el POETY como
la SEDUMA para elaborar sus respectivos sistemas de ciudades, nuestra
propuesta contempla siete niveles o tipos de ciudades, a fin de contar con un
cedazo suficientemente fino y sistematizado para detectar y analizar tanto los
procesos de aglomeración existentes y/o posibles como los procesos de
dispersión a considerar.

Tipo A

Ciudades mayores de 100 mil habitantes; con una infra-estructura urbana y de


servicios consolidadas y, ambas, con amplia cobertura. Centros urbanos con una
influencia territorial extensa (radio de 30 kms.) y opciones de comunicación con
otras regiones, otros estados y otros países:
Mérida

Tipo AA

Ciudades con 50 mil habitantes; con infra-estructura urbana y de servicios


medianamente desarrollada, pero factibles de atender por la vecindad de un
Centro Urbano de nivel superior: La posible influencia que estas ciudades
pudieran tener sobre un territorio se manifiesta como tendencia de aglomeración
metropolitana.

Progreso, Umán y Kanasín

Tipo B

Ciudades mayores de 30 mil habitantes; con infra-estructura urbana y de


servicios medianamente desarrollada. Centros urbanos con una influencia
territorial media (radio de 20 kms.):

Ticul, Tizimín y Valladolid

Tipo C

Centros urbanos con población entre 15 y 30 mil habitantes; con infra-estructura


urbana y de servicios insuficiente; que ejercen una influencia territorial sobre
poblaciones vecinas (radio de 15 kms. de distancia):

Tekax, Izamal, Motul, Hunucmá, Peto, Oxkutzcab

Tipo D

Poblaciones de alrededor de 10 mil habitantes; con infra-estructura urbana y de


servicios deficiente pero que mantiene cierta influencia sobre localidades o
municipios vecinos o que forma parte de encadenamientos poblacionales más
amplios:
Muna, Maxcanú, Halachó, Tixkokob, Chemax, Espita, Tzucacab., Acanceh

Tipo E

Poblaciones entre 5 y 8 mil habitantes y que, por lo tanto, no satisfacen el mínimo


poblacional para ser consideradas ciudades. Sin embargo, estos centros sub-
urbanos conforman “cadenas de intercambio” con poblaciones vecinas, mayores
o de tamaño semejante y similar grado de desarrollo, relación que les ha
permitido solventar carencias y salvar rezagos mediante procesos de
aglomeración:
En el corredor Muna-Peto: las poblaciones de Akil y Tekit.
En el corredor Motul-Tizimín: Cacalchén, Buctzotz, Dzidzantún, Panabá,
Temozón y Temax.
En las inmediaciones de la Zona Metropolitana de Mérida: Conkal y Tecoh.
En el Cuadrángulo de los Rezagos: Yaxcabá y Sotuta.
Además de Celestún, que mantiene fuerte interrelación con Hunucmá y Umán.
Nuestra propuesta incluye a las 21 mayores poblaciones de la entidad, las que
cuentan con las dimensiones y con los atributos para ser consideradas “ciudades”. Lo
novedoso estriba en la agregación de 13 centros suburbanos que, por la dinámica de sus
relaciones, resultan fundamentales para entender la cohesión que permitió y sigue
permitiendo a la sociedad yucateca enfrentar las condiciones de pobreza y rezago en
condiciones de estabilidad. Pero, todavía más, consideramos también los procesos
microrregionales que, de hecho, conforman las fuerzas de aglomeración presentes y activas
a lo largo y ancho de la geografía yucateca.
Cuadro III.1: Propuesta de Sistema de ciudades y centros sub-urbanos
TIPO Pobl. Ciudades REGIÓN Pob. Ciudad Pob. Munic.
Tipo A Mérida Región II 734153 781146
Tipo AA Progreso Región II 35519 49454
Tipo AA Umán Región II 38000 53268
Tipo AA Kanasín Región II 50357 51774
Tipo B Ticul Región VII 31147 35621
Tipo B Tizimín Región V 44151 69553
Tipo B Valladolid Región VI 45868 68863
Tipo C Tekax Región VII 23524 37454
Tipo C Izamal Región III 15101 24334
Tipo C Motul Región IV 21508 31547
Tipo C Hunucmá Región I 22800 28100
Tipo C Peto Región VI 18177 22386
Tipo C Oxkutzcab Región VII 21341 27084
Tipo D Acanceh Región II 10211 14312
Tipo D Chemax Región VI 12764 30023
Tipo D Muna Región VII 10957 11763
Tipo D Maxcanú Región I 12387 20830
Tipo D Halachó Región I 9045 18125
Tipo D Tixkokob Región II 10338 16151
Tipo D Espita Región V 10758 14432
Tipo D Tzucacab Región VII 9544 13564
Tipo E Celestún Región I 7673 8269
Tipo E Yaxcabá Región VI 5743 13909
Tipo E Sotuta Región VI 5668 8081
Tipo E Conkal Región II 6924 8495
Tipo E Tecoh Región II 8661 15438
Tipo E Cacalchén Región IV 6399 6399
Tipo E Temozón Región VI 6114 14008
Tipo E Temax Región IV 6345 6764
Tipo E Buctzotz Región V 7227 8379
Tipo E Panabá Región IV 5063 7543
Tipo E Dzidzantún Región IV 8037 8165
Tipo E Akil Región VII 9482 9765
Tipo E Tekit Región VII 9022 9163
Información del INEGI, Conteo 2005, elaboración propia.
Con este entramado como base, se propone reactivar a la sociedad yucateca a partir
de la consolidación de sus centros poblacionales, dirigiendo los esfuerzos y los recursos
públicos a solventar las condiciones mínimas y a generar una dinámica que recoja y
multiplique el esfuerzo individual y colectivo de sus pobladores.
La propuesta consiste en apostarle a la fuerza de la máquina, dejando atrás las
tareas siempre insuficientes para “arreglar” todo el convoy. La construcción se inicia de un
punto sumamente sencillo: identificar al factor que ha sido determinante en la conformación
del Yucatán actual, en su sentido positivo. Y la apuesta supone criterios de vanguardia en
materia de competitividad, de gobernanza, de desarrollo integral, participativo. Sin privilegiar
los aspectos económicos, se reconoce que el deterioro productivo va de la mano de la
desintegración social y que ambos procesos, pueden y deben atacarse en el lugar en que
viven las personas, las familias, los grupos y las comunidades. Así que ocuparse de que
existan los servicios básicos, de que operen con calidad, es una manera elemental de hacer
economía, de producir, de transformar, transformándose. Esta es la columna vertebral de la
propuesta que se hace.
Figura III.1: Áreas de influencia de las ciudades escogidas para el Sistema de ciudades,
Centros suburbanos y Microrregiones de Yucatán


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Tipo poblaciónTipo
ATipo AATipo BTipo
CTipo D♦Tipo EArea
Influencia

Elaboración propia.

Ya señalamos que, pese a cubrir toda la geografía estatal, esta red de centros
poblacionales y de procesos microrregionales no sería capaz de frenar, primero, y de
revertir, posteriormente, las tendencias a la dispersión que privan en algunas zonas, como es
el caso de lo que hemos llamado el “Cuadrángulo de la Pobreza” o del territorio que se
localiza en el extremo más oriental del estado. Reiteramos que, para esos casos, se requiere
una estrategia de emergencia, integral, con todos los recursos de gobierno y sociedad, que
empiece por atender los graves rezagos sociales que allí se han arraigo y que contemple la
siembra de factores suficientes para reactivar la producción, la economía en su conjunto y,
con ella, a la sociedad.
f) Microrregiones registradas
Municipios y poblaciones costeras. Los puertos y las poblaciones medias de
los 12 municipios costeros, cuyos pobladores disponen de un nivel de vida
superior al de los municipios vecinos, ejercen un nivel de atracción sobre
ellos, principalmente por razones de empleo. Sin embargo, salvo tramos
pequeños y localizados (Progreso-Telchac Puerto-Telchac Pueblo-
Sinanché-Yobaín-Dzidzantún-Dzilam Glez-Dzilam Bravo; o la comunicación
de Tizimín con San Felipe y Río Lagartos) el territorio costero yucateco no
cuenta con vías de comunicación que permitan mayores niveles de
intercambio entre los centros costeros y las poblaciones cercanas.
Frontera con Quintana Roo. En el oriente del estado, el desarrollo del norte
de Quintana Roo ha generado una sinergia de intercambio e integración
que tiene tres vías principales: la primera, la influencia de Cancún y la
Riviera Maya (Cancún-Tulum) que resulta particularmente intensa para los
municipios yucatecos localizados en torno a Valladolid y Chemax; la
segunda, la influencia que ejercen el área maya quintanarroense y la Costa
Maya (Carrillo Puerto-Majahual-Bacalar) sobre los municipios con población
maya en torno a Chemax, Chichimilá y Valladolid. Esta segunda vía podría
reforzarse fácilmente si se mejorara el sistema carretero entre las
poblaciones limítrofes de las dos entidades. La tercera vía de intercambio
es aún incipiente pero puede representar una opción futura de importancia
y tiene como base la ciudad de Tizimín y la costa oriente yucateca (El
Cuyo, Las Coloradas y Colonia Yucatán) que mantiene relación creciente
con las poblaciones de Kantunilkín, Solferino, Chiquilá y la Isla de Holbox,
en el litoral quintanarroense. La interacción de Tizimín y sus alrededores
con el corredor Cancún-Tulum, aunque existe, es actualmente débil y
puede incrementarse fácilmente si se consolida el eje Tizimín-Valladolid
como plataforma de abastecimiento de bienes y servicios para la costa
norte quintanarroense.
Sin tener la dinámica actual ni las posibilidades futuras que representan las
relaciones con el norte de Quintana Roo, en los límites del sur de Yucatán
existe un tradicional intercambio e integración con las poblaciones limítrofes
quintanarroenses localizadas entre Ichmul y José Ma. Morelos. Por
Yucatán, este intercambio involucra a los municipios de Peto, Tzucacab y
Tekax, principalmente.
Frontera con Campeche. Históricamente existe y opera una región transestatal
que abarca la zona de Los Chenes (Becanchén-Hopelchén) y el corredor del
Camino Real (Bécal-Calkiní-Hecelchakán), del lado campechano, y los 13
municipios del Puuc, particularmente la zona que se localiza al norte de
Oxkutzcab e incluye las poblaciones de Ticul, Muna, Santa Elena, Maxcanú,
Halachó y Opichén.
Encadenamiento costa norte.- En la meseta central de Yucatán, desde el
límite sur hasta la costa, existen dos microrregiones con características
opuestas: una, la que se desarrolló a lo largo de la ruta carretera Motul-
Tizimín y que agrupa a una serie de municipios que, en buena medida,
escaparon a la dependencia henequenera mediante proyectos de
diversificación agropecuaria. Esta microrregión se localiza entre los
municipios de Motul y Buctzotz y, además de esas dos poblaciones, incluye
a Sinanché, Yobaín, Dzidzantún, Dzilam Bravo, Dzilam González, Temax,
Seyé, Cacalchén y Cansahcab. El centro operativo de esta microrregión es la
población de Dzidzantún, el municipio con el mayor Índice de Desarrollo
Humano, después de Mérida.

La otra microrregión, de signo contrario en cuanto a su desarrollo, la hemos


denominado el “Cuadrángulo de la Pobreza” porque aglutina a las localidades y los
municipios con mayores rezagos sociales, los menos comunicados, los menos desarrollados
desde el punto de vista urbano. De hecho, la identificación de esta amplia zona de la
geografía estatal, con poblaciones y municipios en condiciones de atraso similares constituye
el argumento de mayor peso para desechar los esquemas de conformación regional hasta
ahora aplicados y para validar la opción de una planificación pensada, diseñada y aplicada “a
la medida” de los territorios y las poblaciones objetivo.

El Cuadrángulo de la Pobreza. Se trata, efectivamente, de un cuadrángulo


territorial, que tendría en sus vértices a las poblaciones de Chichimilá (al
sur y poniente de Valladolid), Peto, al sur del estado, Mayapán, al centro de
la geografía estatal y Dzitás, en la zona nororiente de la entidad.
A pesar de tener a la carretera Mérida-Chetumal en su tramo Mérida-
Tzucacab. como límite occidental y de ser atravesada por el eje carretero
Mérida-Valladolid; a pesar de contar entre sus recursos con enclaves de
importancia turística y económica, como las zonas arqueológicas de
Chichen Itza y Mayapán o el aeropuerto de Kaua; en esta región se
localizan los municipios más pobres y con mayores rezagos de la entidad
(Tahdziú, Cantamayec, Sudzal, Quintana) y se viven condiciones
generalizadas de improductividad y desempleo, grandes rezagos en
materia de servicios y de infra-estructura urbana, pobres vías de
comunicación y procesos continuos de dispersión.

En este contexto de parálisis económica y deterioro social resulta particularmente


importante localizar las sinergias locales y los procesos de aglutinamiento que, si bien no
han sido lo suficientemente sólidas para proyectarse con mayor amplitud, por lo menos han
evitado un mayor deterioro. Tal es el caso de las relaciones que existen entre los municipios
cercanos a Ticul y Oxkutzcab, así como el “acercamiento” que experimentaron los
municipios de Mayapán, Tecoh y Abalá, con la vía directa Mérida-Tzucacab. Y la tradicional
influencia que han jugado las poblaciones de Sotuta y Yaxcabá sobre las poblaciones y los
municipios vecinos, influencia que se mantiene vigente.

Municipios y poblados con alto grado de cohesión social.- Dispersos en la


geografía estatal se localizan media docena de poblados que, por
condiciones muy particulares de su desarrollo, han podido combinar el
crecimiento económico con niveles altos de urbanización y desarrollo
humano. Menciono tres casos, de vocación y características distintas entre
ellos: 1) Celestún, población costera que ha crecido aceleradamente y que
combina actividades pesqueras, la agricultura y la explotación salinera con
un manejo responsable y rentable de la ecología con fines turísticos; 2) Tekit,
población sumamente dinámica desde el punto de vista productivo (micro y
pequeñas industrias) que ha sabido aprovechar la relativa cercanía de Ticul y
de Mérida para hacerse de un espacio propio; y 3) Dzidzantún, que ya
mencionamos párrafos arriba y que es el centro operativo de una cadena de
poblaciones pequeñas, fincando su liderazgo en el intercambio comercial y
en la amplitud de sus servicios, particularmente los educativos. Caso similar
al de Celestún lo tenemos en San Felipe y al de Tekit, lo encontramos en el
pequeño poblado de Kimbilá, en las inmediaciones de Izamal, así como en
Tecoh, cercano a Mérida. Necesario resulta insistir que estos casos, que
pueden ser calificados de “exitosos”, no se explican por sí mismos, sin tomar
en cuenta el entorno geográfico y social que, en la mayoría de los casos,
experimenta un proceso de pauperización severo.

2) Producción, competitividad e innovación, para un desarrollo económico más


dinámico, incluyente y equitativo
Objetivo 1: Expansión de la economía estatal. Una visión integral y equitativa.
Estrategias y líneas de acción:
a) Mejora regulatoria y simplificación administrativa para facilitar la
inversión
Impulsar la Ley Estatal para la Competitividad Administrativa, que simplifique en
forma definitiva el marco que regula la actividad empresarial para remover
obstáculos, reducir costos y simplificar trámites.
Establecer una ventanilla única para la apertura rápida de negocios.
Promover, en el marco de la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de
América del Norte (ASPAN), que el puerto de altura de Progreso y el
aeropuerto de carga de Kaua, operen como centros de certificación y
trámites aduanales para Estados Unidos y Canadá.
Impulsar la homologación de la legislación y de los trámites estatales y
municipales para incentivar el establecimiento de empresas y para el ingreso
a la “formalidad” fiscal y económica.

b) Impulso a la competitividad y a la innovación tecnológica para una


mejor inserción del estado en la globalidad
Promover la creación de un Centro de Inteligencia Estratégica (CIE) que impulse
el desarrollo de la industria tecnológica en Yucatán, para incrementar la
competitividad.
Promover el desarrollo de una Ciudad del Conocimiento en torno a Mérida y su
zona metropolitana, a fin de hacer de los servicios educativos de alta calidad,
de la creación de conocimiento y de la adaptación tecnológica motores del
desarrollo económico, social y cultural de la entidad.
Propiciar la conformación de la Plataforma Universitaria de Desarrollo Científico
y Tecnológico (PUDECIT), a fin de utilizar de manera integral los recursos
humanos, técnicos y económicos para lograr la excelencia académica en el
mayor número de centros de enseñanza superior. Además de auspiciar un
mayor número de programas de post-grado y de incentivar la investigación
científica y tecnológica, el PUDECIT pugnaría por la suscripción de
convenios con empresas privadas para el establecimiento de parques
científicos y tecnológicos en las principales ciudades de la entidad.
Promover la conformación de “círculos de emprendedores” en las ciudades y
regiones del estado a fin de auspiciar una cultura empresarial que involucre a
productores, instancias de gobierno, agrupaciones empresariales y centros
de investigación y docencia, en el proceso de conformación de unidades
productivas con índices aceptables de competitividad.
Contar con agentes promotores en Norteamérica y Europa, para traer inversión
extranjera, promover las exportaciones y fomentar la proveeduría local.
Desarrollar programas de acercamiento con los inversionistas de
Centroamérica, el Caribe y el sureste de Estados Unidos.

Objetivo 2: Diversificarse para crecer, de manera integral, equitativa y ecológicamente


responsable.
Estrategias y líneas de acción:
a) Nuevo impulso al desarrollo del sector agropecuario y forestal y a la
agroindustria
El éxito alcanzado en la producción de carne de pollo y de cerdo en la entidad
debe ser aprovechado como guía para promover la conformación de
agronegocios dedicados a la producción de otras especies, como el pavo, el
carnero y el borrego y, eventualmente, para incursionar en la producción de
especies exóticas, como el avestruz o el venado.
Replicar en la actividad agropecuaria el esquema productivo y las relaciones que
se dan entre los pescadores y los compradores/procesadores de productos
del mar, a fin de reactivar la producción del campo yucateco desde las
propias localidades.
Auspiciar la conformación de redes regionales de abasto y consumo, tanto de
productos generados en el campo yucateco como de los insumos y los
servicios que requieren los productores.
Recuperar la experiencia productiva de los invernaderos que, mediante
esquemas de organización/producción colectiva, permitan aprovechar de
manera integral las ventajas ambientales y de localización con las que
cuenta Yucatán, con relación al mercado internacional de productos
tropicales.
Recuperar la tradición de los productores y la vocación de las tierras para
consolidar los “corredores agro-pecuarios” en las distintas regiones y sub-
regiones de la entidad. Ejemplos: el corredor a Ticul a Peto, producción de
frutas y verduras, en grandes plantaciones; mientras que el corredor
Tixkokob-Motul-Dzidzantún, sería la producción horto-frutícola pero en
pequeñas parcelas o en invernaderos. Los corredores Buctzotz-Tizimín-
Colonia Yucatán y Valladolid-Chemax, para la ganadería bovina; y los
corredores costeros, de Celestun a Dzilam de Bravo y de San Felipe a Las
Coloradas, para la pesca de escama, todo el año, o la pesca temporalera de
mariscos.
Auspiciar en las zonas menos pobladas y más depauperadas del territorio -como
es el caso de los municipios que comprenden el “Cuadrángulo de la
Pobreza” o la zona más oriental del estado-, el cultivo extensivo de
variedades como la jaltropha, el agave azul, o el nopal, así como la
producción silvestre de especies como el avestruz, el cabrito o los gansos.
Promover la agroforestería y la cultura que implica el manejo responsable de los
recursos forestales, así como las amplias opciones productivas que permite
esta actividad, además de la producción de madera.
Auspiciar el Programa de Modernización Económico-Productiva Rural para
apoyar a los productores rurales para desarrollar proyectos rentables, con
criterios de oportunidad y competitividad, asegurando el acceso a los
esquemas de financiamiento, de comercialización y de respaldo tecnológico
disponibles en el estado, en el país o en el extranjero.
Darle al manejo del agua, a la preservación de los recursos naturales y al
cumplimiento de las normas sanitarias la importancia prioritaria que tienen
para el presente y el futuro de la entidad. Se requieren medidas concretas
para controlar el uso de agroquímicos, ocupándose de la debida capacitación
e información de los productores.

b) La industria debe dar un salto cualitativo en materia de competitividad y


de innovación tecnológica
Promover la articulación productiva empresarial, mediante la formación de
“cadenas producto” y el establecimiento de clusters que aprovechen su alto
potencial de crecimiento para la generación de empleo de calidad.
Asumir de manera decidida la importancia que tienen las micro y pequeñas
empresas en la economía del estado y en el ingreso de las familias.
Promover su integración, en los tres sectores productivos, atendiendo de
manera específica sus limitaciones y necesidades de una manera directa,
efectiva e integral.
Establecer el Instituto Yucateco de la Micro y Pequeña Empresa (IMPEY), que
asegure la relación entre los productores –lo mismo de la ciudad y del
campo- con los centros de investigación y docencia, con los abastecedores y
agentes financieros, con los mercados y sus intermediarios. El IMPEY,
además de promover la constitución y la operación de parques para la micro
y pequeña empresa en las ciudades del estado, debiera dar a conocer la
demanda y la oferta de productos y servicios, a nivel regional y/o local, a fin
de propiciar la conformación de redes de abasto y consumo.
Reposicionar a Yucatán como destino atractivo de industrias maquiladoras para
la exportación promoviendo la instalación de plantas de segunda y tercera
generación.

c) Modernización de las prácticas de comercio y servicios con un enfoque


regional
Dentro de los campos de la innovación que se pueden y deben promover en
Yucatán con mayor énfasis se encuentra el de la LOGÍSTICA a fin de
aprovechar la posición geográfica de la península y de convertir en fortaleza
la lejanía y el relativo aislamiento del resto del país. Yucatán no ha sabido
utilizar sus costas y su cercanía por mar y por aire con la costa este
norteamericana y con los países del Caribe y de América central. De lograrlo,
se abrirá un abanico de opciones para generar bienes y servicios de gran
demanda internacional, como sería el caso de la industria petrolera y
metalmecánica, el turismo en sus distintas vertientes (cruceros,
convenciones, jubilados, etc.) o la atención médica y hospitalaria.
Si en términos más amplios y generales Yucatán debe asumir que dejó de jugar
el papel de líder entre las tres entidades de la península, la revisión de lo que
acontece en el sector servicios debe ser radical, a fin de establecer
relaciones distintas, más horizontales y de mayor integración con la
economía y con la sociedad de Campeche y de Quintana Roo, acordes con
las nuevas condiciones que enfrentan, tanto Yucatán como las dos
entidades vecinas.
Con la anterior preocupación en mente, se deben valorar. en su justa dimensión,
tanto los mercados locales, sub-regionales y regionales de bienes y
servicios, como el mercado peninsular, el del sureste del país y el o los
mercados nacionales, a fin de diseñar una estrategia de abasto y de
comercialización de bienes y servicios que considere los distintos niveles y
posibilidades.

3) Política social incluyente, que finque la atención de los rezagos sociales en las
fortalezas de la propia sociedad
Objetivo: Políticas públicas para disminuir las desigualdades mediante el fortalecimiento
de la cohesión social.
Estrategias y líneas de acción:
a) Lucha frontal contra la desigualdad, la pobreza y la marginación
Tras 20 años de aplicar programas contra la pobreza, socialmente focalizados
(Solidaridad; Progresa; Oportunidades), ha quedado demostrada su eficacia
para frenar, si acaso, el deterioro de los grupos más pobres, sin poderse
revertir sus condiciones de pobreza y marginación. Para abatir las enormes
desigualdades que privan en la sociedad mexicana resulta necesario atender
al empleo y a otros factores que las causan, como son la vivienda, el
transporte y las comunicaciones. Para hacer que la cohesión social deje de
actuar como mera resistencia al deterioro de las condiciones sociales y se
convierta en fuerza de transformación positiva se debe completar la
estrategia del Programa Oportunidades con otro u otros programas, de
naturaleza estatal, que atiendan esos otros factores, de una manera integral
y efectiva.
Crear una instancia efectiva de colaboración entre los tres órdenes de gobierno
que incremente la eficacia en la aplicación de programas sociales e impida la
duplicación de esfuerzos y el desperdicio de recursos.
A la instancia de coordinación de los programas sociales para abatir las
desigualdades debiera agregarse la función evaluatoria (un símil del Consejo
para la Evaluación de los Programas Sociales –CONEVAL), a fin de conocer
el impacto real que las políticas públicas logran en su cometido, a nivel
estatal.
Los resultados obtenidos de la aplicación ininterrumpida de la estrategia
Progresa-Oportunidades hacen ver la necesidad de ampliar la cobertura de
los servicios de salud, de ampliar los programas de atención nutricional de
niños y madres y mejorar sustancialmente la calidad en materia de salud y
de educación.
Para los servicios de salud y de educación resulta particularmente gravoso el
ausentismo de médicos y maestros, así como del personal especializado y
auxiliar. De manera paralela al reforzamiento de la infra-estructura material
en las ciudades, en los municipios y sub-regiones de la entidad, debe darse
una descentralización del personal y de los recursos para la debida
operación de los servicios.
Es urgente ampliar y consolidar la red hospitalaria del estado, asegurando que
en todas las ciudades (poblaciones mayores de 15 mil habitantes) se
disponga de un hospital de segundo nivel que brinde atención a los poblados
y los municipios de su entorno. En poblaciones entre 7 y 15 mil habitantes
debiera funcionar un hospital de primer nivel; y, en las poblaciones menores,
centros de salud y/o consultorios, debidamente equipados y con el personal
calificado que se requiera, así como abasto seguro de medicinas e insumos
sanitarios.
Con la base anterior asegurada para brindar, de verdad, atención efectiva a la
salud de los yucatecos, se debe ampliar el Seguro Popular hasta alcanzar a
la totalidad de la población.
Mientras no haya calidad en los servicios públicos de educación todo esfuerzo
por abatir las desigualdades en el estado resultará vano. En el campo
educativo se requiere una verdadera revolución escolar, que empiece por un
cambio de actitud de los mentores por asumirse como servidores públicos
obligados a rendir cuentas por su desempeño, de manera directa, a la
comunidad educativa y a los padres de sus alumnos, pero también ante las
comunidades en donde laboran y ante la sociedad en general.
Mejorar sustancialmente las instalaciones escolares, asegurar la dotación y
conservación del equipamiento indispensable y generar sistemas de control
de calidad para maestros y alumnos son pre-condiciones al establecimiento
de la jornada escolar completa, objetivo a cumplirse en Yucatán, como una
manera de asegurar educación básica de calidad, en todos los niveles y para
todos los sectores sociales.
Multiplicar los centros de educación media terminal, los centros de educación
técnica superior y las universidades, en las ciudades y en las sub-regiones
de la entidad, debe ser parte de una estrategia para la descentralización
educativa y para reforzar los circuitos locales de incremento del capital
humano, objetivos ambos impostergables en la lucha para abatir las
desigualdades en Yucatán.
En el entendido de que los fondos sociales para el financiamiento de la vivienda
deben asegurar la oferta de unidades en los lugares de residencia de sus
acreditados, resulta lógica e irreversible la tendencia a concentrar recursos y
resultados en Mérida y en las poblaciones vecinas. De ahí que los
programas para construcción y financiamiento de vivienda con recursos
públicos deban atender, de manera prioritaria, las necesidades de vivienda
en las ciudades y poblaciones del interior del estado.
Una manera de acrecentar el impacto de los recursos públicos destinados a la
construcción de vivienda es generar esquemas ágiles y accesibles para el
mejoramiento y la ampliación de vivienda, toda vez que la disponibilidad de
tierra no es un obstáculo difícil de solventar fuera de Mérida y de los
municipios vecinos.
El sólo hecho de eliminar el sobreprecio que adquieren los materiales de
construcción fuera de Mérida, con abaratar los insumos y facilitar su compra
“de golpe”, mediante créditos de corto plazo, puede generar un proceso de
auto-construcción de vivienda de alcances masivos, en todas las sub-
regiones, poblaciones y ciudades de Yucatán.
La Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares (ENIGH) nos permite
saber que, en Yucatán, las familias de los deciles más bajos en la escala de
ingresos dedican hasta el 30% de los mismos para el pago de transporte y
comunicaciones. Considerando la importancia que ha cobrado este rubro en
el esquema de satisfactores básicos de necesidades (y también como factor
indispensable de integración social), abaratar el costo de esos servicios y
asegurar mayor grado de acceso y de calidad, resulta una prioridad que no
se puede dejar en manos de los prestadores particulares de servicios de
transporte y comunicación, sino atenderse como servicios públicos que son,
con criterios de equidad y de mayor inclusión social.

b) Incentivar la cohesión social, como base de la transformación positiva


que se persigue
La sociedad yucateca ha demostrado ser poseedora de enorme cohesión social,
que se manifiesta preponderantemente como capacidad de resistencia a las
dificultades y, por razones lógicas, han sido los estratos económica y
socialmente más desfavorecidos y más vulnerables los que han desarrollado
y ejercido esta capacidad de resistencia. El argumento central de esta
propuesta para promover y alcanzar un desarrollo distinto, más dinámico,
incluyente y equitativo, consiste en identificar y abatir las desigualdades que
lastran a los yucatecos, apoyándose en las sinergias presentes o que se
puedan generar al contar con un marco de relaciones sociales distinto. El
marco que se propone es, precisamente, el de la cohesión social, entendida
ésta como “…el conjunto de factores que contribuyen a establecer los
equilibrios básicos entre los individuos de una sociedad, manifestándose a
través del grado de integración económica, social, política y cultura” (BID;
2006).
El reto es detener, primero, y revertir posteriormente el “círculo vicioso” de los
rezagos-desigualdades-mayor deterioro recurriendo al “círculo virtuoso” de la
participación-equidad-mejores resultados. ¿Cómo hacerlo? Mediante un
ejercicio sencillo aunque laborioso: la identificación de las fuerzas y de los
procesos que ayudaron a resistir a los grupos primarios de la sociedad, que
son las comunidades rurales y las localidades urbanas y semi-urbanas. Si se
conocen las desigualdades que privan y los factores que las sostienen, el
paso siguiente, que es el que se propone en este esfuerzo de planificación,
es que esas fuerzas den paso a su capacidad transformadora al
descargarlas de su función estrictamente defensiva, de resistencia.
Es desde la óptica del Estado y haciendo uso de instrumentos fundamentales,
como es el caso de la planificación del desarrollo y de la inducción que
puede lograrse mediante las políticas públicas y las acciones de gobierno, es
desde esa posición de privilegio (y de compromiso) como deben y pueden
generarse sinergias que permitan superar el nivel angustioso de la
supervivencia económica y social para alcanzar niveles satisfactorios de
convivencia social y mejores condiciones de vida.
Un factor importante de la cohesión social es la diversidad étnica y cultural,
aspecto que en Yucatán no se ha sabido aprovechar de manera integral y
positiva. Resulta indispensable una estrategia de inclusión de los grupos y de
las familias y personas de origen maya, una visión del desarrollo que
reconozca y refuerce el carácter pluri-étnico y multicultural de la sociedad
yucateca. La sociedad yucateca debe reivindicar a la lengua maya y hacer
de su carácter bilingüe un factor positivo, de desarrollo, y no motivo de
discriminación o causa de auto-marginación.
Complemento de lo anterior es la identificación de todos aquellos procesos
locales, de alcances microrregionales, que han demostrado su valía como
factores del desarrollo comunal y local y que pueden aportar mayores
beneficios en la medida en que se respeten y se refuercen con políticas
públicas sensibles y bien aplicadas.
Proyectos detonantes del desarrollo1

Triángulo Logístico Progreso-Mérida-Umán


Construcción y desarrollo muelle seco y plataforma logística
Ferrocarril plataforma terminal remota
Promover la instalación de un Home Port para cruceros
Construcción viaducto portuario en Progreso
Construcción malecón Progreso-Yukalpetén
Programa recuperación intensiva de la ciénega Chuburná-Telchac Puerto
Desarrollo de vialidades

Conurbación Mérida-Progreso-Umán-Kanasín
Construcción (por etapas) Anillo Circunvalación
Desarrollo vialidades
Red Metropolitana de Mercados y Centros Abasto (mercados populares, Central
de Abastos, Terminal de Carga, etc.)
Sistema Metropolitano de Transporte Colectivo (tren rápido, autovías y/o
tranvías)
Policía y tránsito metropolitanos
Programa despresurización zona aeropuerto (Parque Metropolitano, Zoológico,
Parque Industrias Alta Tecnología, Hospital del Sur, etc.)

Desarrollo de la Red estatal de Frío


Centros de acopio y distribución de vegetales: Valladolid, Oxkutzcab, Umán.
Centros de acopio, procesamiento y distribución de pescado y mariscos:
Progreso, Umán y Tizimín.
Centros de acopio y distribución de cárnicos: Umán y Tizimín.
Centro de empaque y procesamiento de prod. perecederos: Kaua.

“Hubb” Internacional de Carga (Aeropuerto de Kaua)


Construir tramos carreteros acceso

1 Además de la identificación de los “factores” que pudieran impulsar un mayor desarrollo o el cambio
de rumbo que se busca, se retomó del ejercicio de planeación a largo plazo realizado por el Centro de
Estudios Estratégicos (ITESM) para el Estado de Quintana Roo, el proceso de “ida y vuelta” para la
definición de estos “factores”, primero, y para su posterior evaluación con grupos de expertos. Ver:
Gobierno del Estado de Quintana Roo, Centro de Estudios Estratégicos/ITESM (2000).
Rescatar y modernizar FFCC a Mérida y Progreso
Complementar servicios necesarios (agua potable, electricidad, telefonía celular
e internet, oferta de vivienda, mejorar escuelas y sistemas de abasto, etc.)
Desarrollo de áreas de manejo carga y patio contenedores, vialidades,
instalaciones almacenaje, disponibilidad de espacios para oficina y naves
industriales en renta.
Reforzamiento talleres mecánicos y para el mantenimiento de vehículos carga.

Sociedad y Conocimiento: educación superior de calidad


UADY: universidad de universidades (multiplicación post-grados)
Programa “vasos comunicantes” para maestrías y doctorados
Programa de excelencia magisterial
Red de bibliotecas universitarias
Red universitaria de software y hardware
Red universitaria de soporte técnico (talleres de mant. de equipo)
Plataforma Universitaria de Desarrollo Científico y Tecnológico
Fondo especial de financiamiento a la investigación institucional
Fondo para el establecimiento de empresas juveniles
Plataforma de apoyo técnico a Mipymes (administración, producción y
comercialización)
Programa editorial: un maestro, un libro.
Inglés intensivo (programa USIS)
Cursos intensivos de computación
Programa de dotación de equipos de cómputo
Mérida, ciudad Wi Fi
Construir Museo de la Civilización Maya
Consolidar Parque Eco-arqueológico de Dzibilchaltún
Centro de Interpretación del Cráter de Chicxulub: fin de los dinosaurios, inicio de
la humanidad.

Conformar Red estatal Hospitalaria, Educativa y de Investigación Aplicada


Programa de actualización permanente del personal médico, docente y
administrativo
Estrategia para lograr el avecindamiento del personal docente, médico y
administrativo, en las poblaciones en que presta sus servicios.
Programa permanente de mejora y control de la calidad de los servicios
educativos, de salud y asistenciales en las poblaciones del estado.
Unidad de soporte técnico para equipos e Instalaciones.
Plataforma estatal de innovación tecnológica y capacitación para el trabajo.
Cursos de inglés a población abierta.
Cursos de computación; programa de co-financiamiento para adquisición equipo
cómputo.
Ambulancia aérea para Península y Región Mesoamericana.

Fideicomiso para la Instalación y el Apoyo a MIPYMES


Esquema de co-financiamiento para la adquisición de equipo y tecnología
(cómputo, maquinaria, procesos, paquetes tecnológicos, etc.)
Asesoría técnica, comercial y administrativa. Asignación de un “tutor
universitario”.
Esquemas para la compra de insumos y para la comercialización de productos
terminados o para la venta de servicios.
Promoción de un parque para micro y pequeñas industrias, con instalaciones de
apoyo a los productores (bodegas, áreas de oficina, áreas de exposición y
ventas, espacios para capacitación, etc.).

Consolidación Ejes Carreteros


Construcción carretera Peto-Valladolid
Modernización (ampliación y libramientos) Kantunil-Valladolid
Modernización (ampliación) Valladolid-Tulum
Carretera dos cuerpos Mérida- Campeche
Modernización carretera Mérida-Chetumal (por Peto)
Desarrollar eje carretero norte-sur en el centro de la geografía estatal

Corredor Industrial y de Servicios Tizimín-Valladolid


Escuela de Oficios y Centro de Capacitación Técnica
Centro de acopio y distribución de prod. perecederos: Valladolid.
Centro de acopio y procesamiento de cárnicos, pescado y mariscos: Tizimín.
Promoción para la formación de micro y pequeñas empresas, industriales y de
servicios, en la región.
Consolidar Corredores Agro-Pecuarios
Ticul-Peto: frutas y hortalizas
Municipios costeros: pesca
Buctzotz-Tizimín-Valladolid: ganadería bovina
Programa especial de reactivación productiva para la zona centro-sur (proyecto
jaltropha para producción de biocombustible), fomento a la cría de especies
tropicales o exóticas (venado, avestruz, ganso); ganadería ovina y caprina.

Fomento a la Inversión Pública y Privada en Zonas Potencialmente Atractivas para el


Turismo
Sol y mar: promover pequeños hoteles; programa jubilados.
Convenciones; programa de turismo médico y hospitalario.
Cruceros: desarrollo del “Home Port” en la terminal remota de Progreso.
Promover meteorito de Chicxulub y cenotes como atractivos turísticos
Consolidar programa de “pueblos mágicos”: Izamal, Valladolid, Pisté, Maní.
Consolidar pequeñas poblaciones costeras como destinos para turismo
ecológico y grupos nacionales.
Promover alternativas para turismo social (jubilados; grupos nacionales; etc.)

Estrategia Integral de Reactivación Productiva (la marca Yucatán)


Promoción internacional de inversiones, comercialización de bienes y servicios.
Incentivo a la instalación de industrias manufactureras de alto valor agregado
(maquiladoras de “tercera generación”: tipo Ormex, Airtemp, PCC Airfolds,
Seal & Metal, Reytek)
Centro estatal de diseño y creatividad
Proyecto “marca propia” (Industria del vestido y del calzado)
Producción de hortalizas y frutas en invernaderos
Producción de frutas y hortalizas a cielo abierto
Programa ganadero (producción y elaboración de leche y cárnicos)

Red de programas sociales y productivos

Programa de inversiones urgentes en municipios y localidades de alta marginación, dirigidas


a mejorar la sustentabilidad
Programa de mantenimiento y restauración de escuelas

Mejorar el equipamiento y las instalaciones escolares

Programa de mantenimiento y restauración de templos

Programa de imagen urbana (plazas, unidades deportivas, calles, banquetas, albarradas,


caminos de acceso, paraderos de autobuses en carretera, etc.)

Programa permanente de mejoramiento y ampliación de la vivienda

Programa de construcción de pisos de cemento

Programa de construcción de letrinas

Programa de construcción de fogones

Programa de manejo y conservación del agua, de los humedales y de las reservas


territoriales

Programa de manejo y disposición final de desechos sólidos (Red estatal de “rellenos


sanitarios”, de plantas de tratamientos de aguas y de “lagunas de oxidación”. Normar manejo
y disposición final de residuos peligrosos)

Atracción de maquiladoras para abatir el desempleo y la migración rural-urbana

Programa de instalación, ampliación y mejoramiento de MYPIMES

Programa emergente de reactivación agropecuaria (financiamiento; apoyo técnico;


comercialización)

Programa de paquetes de aves de patio

Programa de cerditos de patio


Programa de apoyo a los productores con aperos de labranza

Programa de semillas para huerto familiar

Programa ganado de poste

Programa ganado mejor

Resolver con asesores universitarios los problemas de financiamiento, apoyo técnico y


comercialización para los productores del campo:

Fondo de apoyo para la reactivación productiva (un agrónomo por cada grupo de
productores)

Programa de instalación y operación de invernaderos hortícolas

Desarrollo del centro de abasto de frutas y verduras en el sur del estado

Programa de fomento de crías en corrales: avestruz, venado, cabrito

Programa para el fomento unidades horto-frutícolas a cielo abierto

Programa de producción de borregos

Programa para el fomento de la producción lechera

Programa para el procesamiento de leche y derivados

Conclusiones
En qué se funda la alternativa para un desarrollo distinto
Si se tiene a las desigualdades sociales entre los pasivos que lastran el desarrollo de
Yucatán y entre los activos a un conjunto de ciudades que, en los últimos 30 años, hicieron
las veces de “red de protección” para una sociedad abatida por el estancamiento económico,
atravesada por los rezagos sociales, la alternativa para el desarrollo que presentamos se
funda en una idea elemental: darle mayor racionalidad y toda la fuerza posible a las
relaciones que ya existen entre ciudades y localidades para propiciar un cambio cualitativo:
de ser procesos de resistencia a ser factores de transformación.
La presente propuesta considera las 21 mayores poblaciones de la entidad, las que
cuentan con las dimensiones y con los atributos para ser consideradas “ciudades”. Lo
novedoso estriba en la agregación de 13 centros suburbanos que, por la dinámica de sus
relaciones, resultan fundamentales si se quieren aprovechar los procesos de convergencia
que permitieron y siguen permitiendo a la sociedad yucateca enfrentar la situación de
pobreza y deterioro local en condiciones de estabilidad. Pero, todavía más, se consideran
también los procesos locales que constituyen las fuerzas de aglomeración que se pueden
encontrar a lo largo y ancho de la geografía yucateca. Parte fundamental de esta alternativa
consiste en restarle fuerza y apoyos a los procesos de dispersión social, a la polarización y al
crecimiento de los rezagos.
Si se logra culminar satisfactoriamente el proceso de urbanización que, de manera
desordenada e insuficiente, siguieron las ciudades de Yucatán y si se logra recuperar las
sinergias que existen y operan entre estas ciudades y las poblaciones que las rodean, se
contaría con una base social, real y activa, para intentar un desarrollo distinto, más dinámico,
incluyente y equitativo.
La alternativa construida que aquí se presenta no se agota en la agregación territorial
de ciudades y localidades menores, sino que proponemos una red de procesos sociales, que
tienen a la ciudad y a las localidades como escenario, sí, pero que constituyen fuerzas,
factores endógenos muchas veces intangibles o “virtuales”, agregadas desde “lo local” hasta
alcanzar a la sociedad yucateca en su conjunto y de manera integral.
La propuesta que se formula parte de revisar lo que se ha hecho o dejado de hacer
en Yucatán, en los últimos 30 años, por parte del gobierno o, para mayor precisión, por parte
de los distintos niveles de gobierno. Y la propuesta en sí esta dirigida primordialmente a lo
que puede y debiera hacerse desde el gobierno, lo que parece un contrasentido cuando se
enarbola una perspectiva de desarrollo endógeno y se reivindica el valor de “lo local”. La
explicación remite a dos esferas distintas: una, la de los hechos, el ser; la segunda, al
horizonte y al futuro, el deber ser.
El hecho incontrovertible es que los recursos públicos y la acción gubernamental
adquieren un peso desproporcionado en los países atrasados y ante sociedades con graves
rezagos. Esto ocurre en Yucatán. Pero, además de esa situación anómala en sí misma, hay
que considerar que la acción de los gobiernos y la manera como se distribuyen y se aplican
los recursos públicos, en vez de disminuir o de eliminar los efectos contrarios al desarrollo,
hacen las veces de palanca de los mismos, agravando las condiciones de existencia y de
desempeño de los grupos más vulnerables, que son además los más numerosos. De allí que
se vuelva indispensable, impostergable, propiciar un cambio en los enfoques y en el
desempeño del principal actor en materia de desarrollo, que es el sector público.
En la otra dimensión que se menciona, el desempeño del sector público debe
acompañar la actuación del sector privado y del sector social, en ocasiones incluso en
situación de apoyo u subordinación. Para alcanzar ese grado de colaboración, indispensable
para la función transformadora que se propugna, hay que atender y superar el rezago que
también existe en la participación y en la madurez de los distintos actores sociales. Parte
fundamental del cambio que se propone está el crecimiento y la consolidación de la
democracia, llevada ésta a todos los ámbitos de la sociedad. Así que “construir sociedad” o
ampliar la gobernanza es también tarea pendiente, uno de los rezagos que habrán de
atenderse satisfactoriamente para alcanzar ese desarrollo distinto.
Una última prevención: no se trata de sustituir el enfoque de las regiones
territorialmente compactas con otra concepción territorial, así fuera con un imaginativo
diseño de red. La red de centros poblacionales y de procesos locales no sería capaz de
detener, por sí misma, el proceso de polarización creciente que se experimenta en Yucatán.
Proceso que, por cierto, tiene en la dicotomía concentración urbana-dispersión rural una de
sus manifestaciones más gravosas. Todavía peor, como sucedió con los esquemas de
desarrollo regional aplicados en los últimos 30 años, esta nueva estrategia resultará fallida si
no se hacen las cosas de una manera distinta, si no se conjugan las medidas económicas
con los resultados sociales, si no se acompañan los programas y las acciones de gobierno
con el esfuerzo de la sociedad y de sus diferentes sectores. Se trata de responder a los retos
de la globalización, echando mano de la innovación y de la competitividad, sin dejar de
atender al mismo tiempo y con igual intensidad a la pobreza, desde sus causas, sin solventar
los graves rezagos que impiden a la mitad de los yucatecos ser parte del desarrollo que se
persigue.

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