calles y otros lugares pblicos. En los dilogos callejeros se puede apreciar la agudeza expresiva del habla popular; tambin la gracia de los giros del lenguaje en la perpetua creatividad de los pueblos. Ningn escritor debe perderse de ese espontneo manadero de ideas y opiniones. El lenguaje escrito tiende a la repeticin mecnica, al estereotipo formal. Lo vemos todos los das en los informes de los organismos internacionales, en las declaraciones de funcionarios del gobierno. Sus palabras parecen salidas de un molde de acero. Y en los lenguajes especializados de algunas profesiones los vocablos se coagulan en trminos tcnicos.
El viento fresco del habla comunal arrastra estas
momias del idioma como si fuesen hojas resecas. Adems, el periodista puede comprobar como el hombre de la calle se enfrenta a la desinformacin, a las campaas de relaciones pblicas, sean polticas, comerciales o ideolgicas. En ciertos asuntos bsicos la gente sabe perfectamente a qu atenerse. Todo el empeo por ocultar realidades polticas, econmicas, administrativas, fracasa completamente. Hombres con poca educacin escolar, al or encubrimientos interesados, se ren con la muela de atrs. A veces, hacen el juego para sobrevivir sin conflictos con personajes en autoridad. Una simple maniobra estratgica de hombres dbiles y desamparados.
He tenido oportunidad de escuchar dichos,
polticos o sociogrficos, que aportan observaciones penetrantes, visiones desencantadas sobre la actividad de los partidos del sistema. Aqu, para poder vivir, hay que nadar en un mar de aguas hediondas, declar una seora gorda a un vendedor ambulante. Dgalo duro, seora, la cadena del enga comienza en Los Jaquimeyes con el que siembra los pltanos, sigue con el camionero y el mayorista, hasta llegar a este servidor que la engaa a usted. Haga fritos verdes, vndalos y engae a otras personas. No se sienta mal; el mundo es as. -Lo que se habla en la TV es paja pala garza; los ms embusteros son los que estn arriba. Ponen leyes que ellos no cumplen. La ley es palos pendejos; y la miseria pal escrupuloso. Avvese seora, este es un tiempo de guay mi mai; entre; no se quede parada ah; pueden robarle el bolso y el reloj.