Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Facultad de Teologa
Reporte de lectura
El Decreto con el que la Congregacin para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos,
manifiesta el querer del Papa Francisco de cambiar este mandato del Seor, de una tradicin
antiqusima en el que era exclusivo el lavar los pies a varones, de ahora en adelante el querer
manifiesto del Pontfice por medio de dicha Congregacin, decreta, en otras palabras, que no slo
a varones, sino que los pastores designen a un grupo de files en el que se incluyan: hombres,
mujeres, tanto jvenes como adultos, estn estos sanos o enfermos, sean clrigos o sean laicos.
Queda ya al quehacer pastoral, por el bien de las almas, aclarar con una debida catequesis
estas innovaciones, y trasmitir por medio de este cambio por este gesto lavatorio, el mensaje que
a bien el santo Padre ha querido como lo ha manifestado en muchos mensajes, el incluir a todos
no slo socialmente sino tambin pastoral y litrgicamente.
1
ms all como querer imitar al Maestro no slo en un gesto lavatorio fsico, sino que, por este
gesto instaurar el amor caritativo el cual no se reserve a un nmero de fieles o de alguna condicin
social o peculiar, sino que est abierto a todos los fieles.
Aunque esta accin pareciera netamente mimtica, lo que hizo Jess aquella tarde con sus
discpulos, tuvo gran trascendencia hasta el da de hoy. Lleva consigo un gesto de humildad, de
servicio desinteresado y opulento. As, pues, este acto no tiene valor en s mismo por lo que se
hace, pues cualquiera puede lavar pies, sino que adquiere una gran significacin de donacin
extrema, anticipa ya aquello que le suceder horas despus al Maestro. Es ante todo gran ejemplo
de donacin y de cmo deben de servir los pastores al rebao encomendado.
Parece ser que Jess no se quiere ir y dejar a sus discpulos con dudas acerca del servicio
y de la entrega total, una entrega desinteresada y personal, de aqu la importancia que yo veo del
Papa Francisco en este cambio de inclusin, pues el servicio y la donacin se hace y es para todos
y no para unos cuantos.
Debe de cuidarse, claro est, que este gesto lavatorio no robe u opaque el momento
celebrativo de la solemne eucarista de la Cena del Seor. Debe de ser, a mi ver, algo complementario,
sin que esto mengue su significacin, pero que a la vez no se preste ni al morbo, o al espectculo,
se debe cuidar ante todo y rescatar su rico valor significativo y saberlo equilibrar con la santa
celebracin.