La obra recorre grandes problemas: el claro-oscuro de la razón filosófica, la autoeliminación constitutiva de la verdad histórica y universal de la filosofía, el humanismo científico y filosófico, el trayecto bio-cultural del ser humano, la necesidad de una autolegitimación de la filosofía, la profesión del profesar docente, la complejidad sistémica de la filosofía, entre otros asuntos muy propios de la secularización de la filosofía contemporánea. Es, además, una obra testimonial de un ejercicio pedagógico que se atreve a pensar la cuestión educativa desde hondas reflexiones humanistas y en el contexto de la sociedad problemática de hoy, en la llamada era de la ansiedad y de la melancolía, influida profundamente y sin reposo por una cultura informática y mass-mediática y agobiada por los graves males que afectan generalizadamente al hombre actual.
La obra recorre grandes problemas: el claro-oscuro de la razón filosófica, la autoeliminación constitutiva de la verdad histórica y universal de la filosofía, el humanismo científico y filosófico, el trayecto bio-cultural del ser humano, la necesidad de una autolegitimación de la filosofía, la profesión del profesar docente, la complejidad sistémica de la filosofía, entre otros asuntos muy propios de la secularización de la filosofía contemporánea. Es, además, una obra testimonial de un ejercicio pedagógico que se atreve a pensar la cuestión educativa desde hondas reflexiones humanistas y en el contexto de la sociedad problemática de hoy, en la llamada era de la ansiedad y de la melancolía, influida profundamente y sin reposo por una cultura informática y mass-mediática y agobiada por los graves males que afectan generalizadamente al hombre actual.
La obra recorre grandes problemas: el claro-oscuro de la razón filosófica, la autoeliminación constitutiva de la verdad histórica y universal de la filosofía, el humanismo científico y filosófico, el trayecto bio-cultural del ser humano, la necesidad de una autolegitimación de la filosofía, la profesión del profesar docente, la complejidad sistémica de la filosofía, entre otros asuntos muy propios de la secularización de la filosofía contemporánea. Es, además, una obra testimonial de un ejercicio pedagógico que se atreve a pensar la cuestión educativa desde hondas reflexiones humanistas y en el contexto de la sociedad problemática de hoy, en la llamada era de la ansiedad y de la melancolía, influida profundamente y sin reposo por una cultura informática y mass-mediática y agobiada por los graves males que afectan generalizadamente al hombre actual.