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ANARQUISMO Y : HOMOSEXUALIDAD ANTOLOGIA DE ARTICULOS DE LA REVISTA BLANCA, GENERACION CONSCIENTE, ESTUDIOS ¥ INICIALES (1924-1935) RICHARD CLEMINSON HUERGA @ FIERRO editores 1995 ee ene Diseiie de A. Hucrya Mustain de prada de Lai Avencibia, ote de autor: Simon Rett © Richard Gleminson, 195. © 1095, Huenga v Ferre editores, / Murcia, 24 bajo 2R08s Madi Espana etl: 91/457 63 61 Fax 01/ 467 68 99 LS BN: BA88560414 Depista Leyal: M87. 418195 fompreso in Espana/ Printed and made iy Spain Ninguna pare de esta publicacidn, include el diseTio de ts ceubierts, puede ver reproducida, almacenada o transmitida sna nk por ningzin medio, ya sen eletreo, eo, de grabacién o de forocopia, ‘sin permina previo de hi editorial, AcRADENUESTOS Cualquier tabajo como éste conlleva consigo muchas deudas personales. Me gustaria agradecer, por Jo tant & todos y todas Joevas mibitantes de la Gonfederacion Nacional del Trabajo que tne han proporcionarlo ayuda y en especial a José fimenes y su Compafigra Aurora y sus dos hijas [rene y Alba. También agra: ence a Joss Chasco Arréniz y May Quintana por haber puesto sh piso ch Barcelona a mi disposicion para poder hacer la inves Tigucion necesaria para este trabajo, Tomo esta oportanidad idualmente para reflejar mi agradecimiento al personal de ta BE Heigtecs Nacional de Catakanye, de la Bibliotera Figueres de Ba Celona, de [a Biblioteca Pablica Ards y del Arxiu Histovic de esa Seisina ciudad, y, en este altimo, especialmente: a Alicia Torres Deniz, de la seccion de microfilms. Agradezco también a Mara Teress Sanches de la Universidad de Bradford, Inglaterra. por haber teido las pruchas de este fibro, y por haber corregido mt patellano, Finalmente, me gustaria agradecer a Antonio Rucrga ‘Murcia a Ediciones Libertarias por haber publicado este libro. Depreator Esto libro se lo dedico a Andrem, jor toda su conprension. aude y ‘amar. Sin deste libro no ubia sido posible ee ANARQUISMO Y HOMOSEXUALIDAD { Antologia de articules de la Revista Blanca, Generacion Consciente, Estudios e Iniciales (1924-1935) UNO Introduccién I. Definiciones GuaLquir ESTUDIO QUE intenta abordar el tema de la bomosexualidad no puede dar comienzo sin haber previamente profundizado algunos de los debates que sc estan. produciendo en ta actual in- vestigacion en Ia sociologia y en la historia social. ‘Aunque el propésito de este estudio no es el de analizar a fondo estos debates, nos conviene suge- rir un marco teérico para centrarnos y para enten- der mejor los textos que a continuacién se expon~ dran. Igualmente, nos ayudara a entender Jos dis- tintos elementos terminoldgicos que se utilizaran para denominar el fenémeno de Ia shomosexwali- dad». Fenémeno que ha sido el protagonista de mu- choy estudios, los més recientes de los cuales ya 15 han rechazado la tesis «esencialista» segiin la cual siempre ha habido chomosexuales» 0 egays» en la historia humana''. Mas bien al contrario, abundan cada vez més los estudios que intentan compren- der y colocar el erotismo entre personas del mismo sexo, sin que éstos sean necesariamente Foucault, M, op. eit, 126, * Foucault, M, op. eit, 126-128. 18 racterizacién de este individuo, o grupo de indivi duos, sin embargo, no puede conseguirse sin rele- cionar su creacin con los otros tres: sin la exal- taci6n de ciertas formas de economia sexual, no se puede decrepar otras formas «perversas» 0 «contra natura». anvertidos u Homosexuales? Como hemos constatado, hacia finales del siglo XIX se concreta y toma forma y fuerza el andlisis del adesviado» en gentral, y de ciertos grupos en parti- cular. El «invertiddy, término utilizado por primera vez. por Havelock Ellis, se bas6 en unos postulados segin los cuales cualquier persona podia ser «desvia- da» de la via de expresion sexual correcta y normal, s decir, el erotismo hacia personas del sexo diferen- te («opuesto»). Si una persona fucra desviada de esta forma de expresién sexual, era «invertida» y hacia lo que les correspondia a los miembros del otro sexo. Esta inversion de roles sexuales cra a veces patolégica o congénita, otras veces «adquirida-, xpor vicio» o por mala compaiiia. Ellis después cre6 una diferencia entre la «inversion» y la chomosexua- lidad, la primera siendo para él congénitay la segun- da adquirida®, Karl Heinrich Ulrichs avanz6 ideas sobre la posibilidad de que un homosexual pudiera albergar en su seno el alma del otro scxo; en el caso de un hombre homosexual un alma de mujer en el cuerpo de un hombre". Como en tantos otros fend- * Weeks, J, Coming Out, op. cit, 62. ve fsta fue la idea de Rarl Heinrich Ulrichs. Ver Weeks, J, Co- ming Out, op. cit, 26-7. También de interés en este contexto es Weeks, j Sex, Politics und Society, op. cit., Cap. VI, «The Construc- tion of Homosexuality, 96-121 19 menos biolégicos o sociales, y sobre todo con lo refe- rente a la herencia de caracteristicas, dos tendencias luchan por ganar el terreno al otro: la teoria de la congenitabilidad y la de los factores ambientales. Seguin circunstancias politicas, cientificas y de otra indole, la fuerza de ambos varia de pais en pais, y ademas, temporalmente. En los medios del anarquis- mo espaiiol, veremos que eran corrientes ambas ideas ala vez. Mientras que las denominaciones que recibieron estos individuos podian variar desde «pervertido», , Nosotros, 22, 11/3/37. eae Dr, Vachot, «El nudism, ke moral yl saludo, Pisin de yar de 1982 S gue Dr. ais fia Nozer, ¢Necesidad de la proces consclente ylinitadae, Geamractn Conant junio de 1925, 25 la medicina en general y sobre grupos de , Solidaridad Obrera, 191, 30/6/31 Puente, Isaac, «Utopia hoy, realidad mafanas, Eugenia, 41, julio de 1924. 27 Isaac Puente, como otros médicos y psicoana- listas radicales, entendia perfectamente la profun- didad de la revolucién que se proponia, En un escrito que nos recuerda la obra del psicoana- lista austriaco marxista Wilhelm Reich, Puente cribe: Base del placer ongdnico mis intenso, verdadero lit rmotiv de la vida, cl orgasmo venérca, obtenido por la copulacién de ta pareja humana, va siendo reivindi- cado en cl siglo de le revolucién sexual en que vivi- mos. Mas profunda que la revolucién politica y so- cial, la operada en las ideas sexuales, tiene una abun- dante bibliografia, y esti socovando los prejuicios y la ignorancia en que la ha tenido sumida nuestra ci- vilizacién cristiana..." IV. La visi6n anarquista: camino a una nueva socieda Hemtos visto que amplios sectores del anarquismo y anarcosindicalismo albergaban ideas y practicas re- lacionadas con la edificaci6n de una nueva sociedad, basada en principios bien distintos a los que sostenia el capitalismo. Esto no deberfa de sorprendernos mucho: el movimiento anarquista, con el énfasis que daba al individuo, al grupo, a ta colectividad y a Ta regién, se mostraba abierto a la recogida de ideas ra- dicales sobre las relaciones humanas y personales. El movimiento espaiiol habia heredado ampliamente de las ideas de los primeros socialistas ut6picos tales como Saint Simon y Charles Fourier, y las nuevas for- mas de vivencia eran vistas como una practica socia- Puente Isaac, Tratamiento de la impotencia sexual, Estudios, 1935, 6. lista que se podria realizar en ta sociedad capitalista y autoritaria, preparandose siempre para el adveni- miento del «gran dia» en que aquélla seria barrida para siempre. En este sentido difieren mucho los anarquistas de los marxistas que se dedican tanto al aspecto econdmico de las cuestiones. Bara los marxisias es paiioles en los aiios treinta, el vegetarianismo, el nudismo, y los aspectos no puramente econdmicos de ia vida sexual se veian como asuntos de menos importancia en la lucha contra el capitalismo. Es esie aspecto el que al leer Jas revistas de los anar quistas espaiioles de los afios treinta mas nos choca —su visidn de la nueva sociedad y su capacidad para considerar los pormenores mas rec6nditos de Ia nueva sociedad—. Para el movimiento libertario estas cuestiones eran tan importantes como la forma de organizacién que oftecta a Ja clase obre~ ra para conseguir cl comunisme libertario. De hecho, los dos estaban interligados en el pensa- miento y Ia accién de los anarquistas. Dado que ¢l anarquismo espaol era capaz de absorber y abor dar varios conceptos y planteamientos que iban reivindicacién puramente econémi- ca, pudo apoyar a proyectos come el de Francesc Ferrer y Ia Escuela Moderna y el establecimiento de la primera organizacion neomalthusiana de Es- paiia™, Puesto que los anarquistas «parecen haber sido de los primeros cuyo movimiento de masas ha captado la relacién existente entre la psicologia de Ja familia, la personalidad revolucionaria y la liber- tad politica», aquéllos nos ofrecen una interpre- tacién del tema sexual de mucha profundidad y lena de ideas nuevas, como veremos a continua- cidn. » Ver Abellé i Gill, Teresa, op. cit, sobre el neomalthusia- nistag de Lluis Bullf Kaplan, Temma, Origenes sociales del anaxguismy en Andalu- sie, Critica, Barcelona, 1977, 105. 29 Es interesante, por lo tanto, constatar que el sex6- Jogo Wilhelm Reich, al contestar a objeciones de anarquistas a sus teorias de liberacion sexual * en- tendia lo mismo: Siempre han sido los anarquistas de todos los gru- [pos socialistas quienes han puesto més atencin a Ia liberacién y la revolucién de la vida personal y a la creaci6n del eg eso pronto exan én sexual”. itu revolucionario, y que por inaron el problema de la libera- V. La Seleccion de articulos Esta seleccién de articulos de revistas anarquistas cspafiolas que trataron de una forma u otra la homo- sexualidad se basa en cuatro revistas. La seleccién aqui se ha hecho de acuerdo con los temas o la pre- sentacion de la homosexualidad y no por revistas. Se hha escogido esta forma de presentar estos escritos al lector por mayor facilidad segiin el tema y su trata- miento, y porque agrupar en apartados segiin prove- niencia de revista habria ocasionado fragmentar de- masiado los articulos. Sin embargo, como sc pucde suponer, a veces hay mezclas de opiniones e incluso contradicciones dentro del mismo escrito. No se puede suponer, por lo tanto, que los puntos de vista reflejados en los articulos dentro del mismo aparta- do son iguales o incluso semejantes. Al final, se ha © Para un estudio sobre cl efecto de sus ideas cntre las face: zas de la izquierda en Espaiia ver mi «First Steps Towards Mass Sex-Economic Therapy? Wilhelm Reich and the Spanish Revolt lions, Anarckise Studies, I, 1, 1998, 25°57. * Karl Teschitz (pseud6nimo de Wilhelm Reich), «Aus der internationalen Sexpol Diskussion», Zeitschrift fir politische Prycho- logie und Sexualakonomie, TI, 1/2, 1936, 43. 30 hecho un andlisis de su contribucién al debate sobre Ia homosexualidad en los afios treinta. La Revista Blanca La primera revista que hemos seleccionado para el andlisis del discurso sobre la homosexualidad es la Revista Blanca. Segim George Woodcock la Revista Blanca fue «la revista anarquista teérica mas impor- tante en Espafia» ®. Creada en 1898 como una res puesta a los cambios que se hacian sentir tanto en la sociedad espanola como en el anarquismo espaiiol y hasta mundial, se bas6 en la revista parisiense la Revue Blanche" y tavo dos épocas de edicién: desde 1898 hasta 1904 y de 1924 a 1936, con una tirada maxima de 6.000 ejemplares®. En su primera época la revista estaba a cargo de Joan Montseny y Teresa Mane para ser cedida a su hija en la segunda época, Federica Montseny i Mafié. En ambos casos, aunque parece que la Revista Blanca no tuviera una politica de redaccién muy estricta, el respeto con el que era recibida en los circulos del anarquismo y anarcosin- dicalismo es indudable. La concepcién y el nacimiento de la Revista Blanca no se dieron por mera casualidad. Puesto que el impe- rio espafiol acababa de sufrir una tragedia histérica * Woodcock, G, Anarchism, Penguin, Londres, 1970, 848. © La Reme Blanche fue dirigida por Alexandre Natason y “haba prestado singular atenci6n a algunos aspectos de la inte- Iectnalidad expafola y habia tributado un cardial recihimiento 3 los perseguidos politicos que huyendo de Esparia se dirigian al pais vecino», Tavera Garcia, S, «Revista Blanca: Andlisis historico de una publicacién anarquista, 1991-1986», Tesina, Universidad de Barcelona, 1975, 5. © Montseny, F, ccelona, 1987, 56. is primeros cuarenta arias, Plaza y Janés, Bar- ar con la pérdida de los restos del wltramar, una vez enorme y poderoso, al perderse Cuba y las Filipinas, la desilusién y la desmoralizacién eran corrientes en la Espafta del fin del XIX. El que el viejo imperio decaia poco les importaba a los anarquistas espaiioles en si; mas bien al contrario, resultaba ser otra oportunidad. para forjar otras organizaciones y desarrollar el con- cept anarquista como ideologia politica coherente. ‘El movimiento anarquista en Espafia habia expe- rimentado avances y retrocesos espectaculares desde que habia empezado a arraigarse en los afios 1860. Crecieron organizaciones tales como la Federacién Regional Espafiola (1870-1874) y la Federacién de Trabajadores de la Regién Espatiola (1881-1888), las dos adheridas en su dia a la Asociacién Internacio- nal de los Trabajadores (AIT), para después hundir se y transformarse en otras organizaciones de mas 0 menos duracién. La Revista. Blanca en sus primeros aiios roflejaba el debate que crecéa en el seng del movimiento anarquista en torno a los «terroristas» es ver- dad decir que los hombres y las mujeres que habian creado la Revista Blanca

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