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(Un primer ensayo sobre las bases para una nueva Parapsicología Científica)
ÍNDICE
---------------------------------
I.1
Introducción
Iniciamos así esta labor con la descripción cinética del fenómeno, sin duda la más simple y
a la vez determinante para fijar las condiciones iniciales y de contorno de estos procesos.
I.2
Para hacernos una mejor idea de lo que esta magnitud supone a nivel de los
consumos energéticos cotidianos, digamos que 2566.666 J (o su equivalente, 616
cal) corresponden al gasto medio de un jinete de peso igual a 75 kg cabalgando a
trote moderado durante 1 h. Así, cada metro cúbico de volumen del recinto
impregnado recibe o “absorbe” un promedio de 32.083 Julios o 7.7 calorías de
energía psíquica liberada por cada hecho-trauma acontecido. He elegido estas
cifras en honor de la bellísima, inteligente y despiadada aristócrata magiar la
Condesa Elizabeth o Erzsébet Báthory (de ahí lo de “Resplandor/Báthory”), alias
“la Condesa Sangrienta” o la “Vampira de los Cárpatos”, cuya singular y “oscura”
existencia sobre este mundo se extendió desde mediados del siglo XVI hasta 1614,
pues ella era una gran aficionada a la equitación y la caza a lomos de pura-sangres.
Respecto a otros de sus “gustos” mucho más crueles y macabros, pero no exentos
de método y propósito, inspiradores de la aplicación de mi Modelo de Transferencia
al universo biológico, y sin duda generadores de poderosas “densidades de
impregnación” allá en su ahora ruinoso Castillo de Cachtice, pueden consultar de
nuevo mi estudio “TRANSFERENCIA DE LA MEMORIA CELULAR: LA CLAVE
MOLECULAR DEL REJUVENECIMIENTO Y LA EVOLUCIÓN ACELERADA”
(Ensayo I, Sección III1.2: El "Método Báthory" como modelo psicofísico
operativo de Transferencia Psico-biotermodinámica). Allí hallarán extensa
información sobre el asunto. Aparte de ello, he hecho ciertos cálculos bio-calóricos,
basados en tablas y “calculadoras” fundamentadas en los análisis de reputados
especialistas en fisiología del deporte y nutrición, de manera que se deduce que el
gasto medio para una mujer bien formada, de esbelta pero vigorosa complexión de
unos 75 kg de masa corporal y 1.70 m de altura (bastante imponente para su
época), durante un “ejercicio” de intensidad similar a la que implicaba una de las
peculiares, perversas y sofisticadas “sesiones” de la Señora de Báthory-Nádasdy
con algunas de sus selectivas víctimas-criadas-donantes, cada una de las cuales,
según su propio diario personal original “revelado” por ciertos investigadores y
biógrafos de sus “hazañas”, se prolongaban en torno a 1 hora, es más o menos el
mismo que el de montar a trote medio un caballo ese mismo tiempo..., o sea, unas
616 cal. Nos vale – por consiguiente – como una buena estimación para nuestro
ejemplo. Por cierto, de forma orientativa, podemos reseñar que el consumo total
medio por día de calorías para una dama cuyo nivel de actividad física pudiésemos
calificar de “moderado”, en un rango de edad entre 30 y 59 años, es de unas 2430
cal. No está nada mal... Desde luego, todo tiene su coste y, al parecer, practicar la
“magia roja” – en verdad, una versión salvaje y primordial pero a su estilo eficaz de
Transferencia de factores de memoria celular en términos de mi teoría – debe dar
mucha “hambre”... Tanta, al menos, como dominar a un hermoso corcel entre dos
piernas igualmente magníficas, si me permiten la licencia lírica... Para terminar con
estas didácticas comparaciones descriptivas, les apunto que 7.7 x 4.5 = 34.65 cal
corresponden al aporte energético aproximado de una cucharada y media de
azúcar bien colmadas. Esto es lo que, en nuestro caso, impregnaría cada m3 de
nuestro “Hotel Overlook” imaginario durante una velada completa “activa” de su
distinguida cliente Erzsébet Báthory. La habitación entera acumularía una “carga”
de 2772 cal, el contenido de unas 139 cucharadas del dulce y potente alimento.
I = Io exp(–α t)
(1)
TEP/2 = Ln2/α
(2)
Io = ks σ o ν o
(3)
σ =σ o ( ε t)
(4)
ε = Ln2/Ts/2
(5)
Numéricamente:
ε = 0.115 h-1 = 3.209 10-5 s-1
ν =ν o exp(δ t)
(6)
I = ks σ ν
(7)
Llevando (4) y (6) a (7) es obvio que se deduce la Ley Cinética General del
Imprimatur (1), siendo α = δ – ε . En este ejemplo simulado, el factor α es
negativo o decreciente, al haber presupuesto una cinética de impregnación
decreciente en la cual la frecuencia de realimentación es inferior a la de extinción
energética de la misma (δ <ε ).
Por mera casualidad, en este ejemplo específico nos aparece que el coeficiente de
extinción y el de realimentación son prácticamente idénticos, o sea, que al ser el
ritmo o velocidad de descarga y recarga cinéticas medias del fenómeno casi
iguales, éste se encuentra en un régimen cinético muy próximo a la “Resonancia
Psíquica”, porque al suponer un Periodo de Semivida para la Imprimación
Perceptible de 28 años, esto conlleva un Periodo Operativo Máximo correspondiente
a su “extinción total” hasta el 99% de su potencia por unidad de volumen
primigenia en un plazo de 186 años... Esto es plausible porque, en primer lugar, el
mínimo umbral perceptivo real se alcanzará bastante antes. De hecho, tal y como
se analizará con mayor detalle en una de las Secciones finales de este ensayo, la
gran mayoría de los humanos contamos con un nivel de sensibilidad muy bajo
frente a la captación de los estímulos derivados de la Impregnación Molecular
Psicofísica. Dicha conclusión estadísticamente innegable conduce a otra
consecuente de ella, e igualmente sustentada por el más sencillo razonamiento
inductivo apoyado en la evidencia empírica disponible: Incluso dentro de esa
minoría, los umbrales diferenciales perceptivos de Fechner para los receptores
“sensitivos” o “dotados”, pese a ser mucho más bajos que los de la media de la
población “común”, tampoco alcanzan las relativamente altas cotas de sensibilidad
específica de las que nuestra especie goza para el sentido visual, por ejemplo. En
base a estas y semejantes consideraciones, cuyos fundamentos expondremos de
modo más profundo después, insisto, estimo que el valor promedio máximo de
“extinción disipativa” de una Impregnación Psíquica que será mínimamente
detectable a escala superior a la subliminal por la población “sensitiva” se
encontrará en un entorno próximo al 85%. O, expresado de otra manera, que, el
valor medio mínimo del umbral diferencial práctico de este tipo de fenómenos será
del entorno cercano al 15% de la Potencia de Imprimatur descargada
originalmente. Ello es psicofísicamente equivalente a afirmar que el valor promedio
de la Constante Psico-Perceptiva de Fechner kps entre los “dotados” de esta
suerte de “sexto sentido” será igual a 0.15. Por consiguiente, el Tiempo Máximo
de Extinción Empírico-Perceptiva o “Vida Media Empírico-Perceptiva” de
una Impregnación cualquiera podrá estimarse, en principio, aplicando la
fórmula:
TEPE = Ln(6.666) / α
En nuestra simulación:
(A no ser que estos escritos caigan en manos del “Dr. Lecter” y decida emprender
una investigación por cuenta propia...)
II
II.1
• Símbolo: DgR
Tρ = Σ ρ Ερ = 4 104
(8)
∆σ *
(máx) = – σ do = – 32.083 J/m3
Ea = ∆ σ (máx) – ∆ σ
*
(máx) = (– 32.042 + 32.083) J/m3 = 0.041 J/m3
II.2
• Símbolo: RgD
(8)
∆σ *
(máx) = σ ro = 128.332 J/m3
Ea = ∆ σ *
(máx) – ∆ σ (máx) = (128.332 – 128.170) J/m3 = 0.162 J/m3
II.3
• Símbolo: DDR
Tρ = Σ ρ Ερ =8
(8)
∆σ *
(máx) = σ ro – σ do = 8.021 – 32.083 = – 24.062 J/m3
Ea = ∆ σ (máx) – ∆ σ
*
(máx) = (– 24.062 + 24.551) J/m3 = 0.489 J/m3
Con objeto de evidenciar aun lo más claramente posible las diferencias dinámicas
entre los diversos tipos de interacción y sus relativas variaciones en el dominio del
control termodinámico y el cinético, así como sus consecuencias en los errores
absoluto y relativo de la aproximación cinética, establecemos siempre la misma
razón de energías iniciales máximas liberadas a favor del ente Donante/Receptor
que corresponda, en este caso un factor 4 veces superior para la densidad
energética cedida por el Emisor Primario. En cuanto a la proporción entre los
coeficientes de extinción pura del segundo respecto al primero he asignado que sea
2, esto es, que la Fuente presente una velocidad de emisión/extinción doble que el
Perceptor, un supuesto razonable dada la descripción empírica de este Caso-Tipo.
La primera observación evidente es que el Tiempo Crítico del Sistema (1 día y 12
horas) sigue siendo desmesuradamente “breve” frente a los periodos medios de
persistencia de los psicones impregnados, pero notablemente más amplio que el
del proceso psicoenergéticamente equivalente irreversible en Recarga Pura o
sentido contrario y del orden aunque algo inferior al análogo en Descarga Pura,
favorable también al Receptor. Esto es lo que cabía esperar en los términos de la
teoría, ya que, para una misma relación de energías máximas por unidad de
volumen liberadas, es obvio que si el grado de control cinético aumenta, pese a
mantenerse por debajo del termodinámico, el mecanismo de acción/reacción ha de
ser un tanto más complejo y “retardar” el alcance del Punto de Equilibrio del
proceso. Ahora bien – en general – es lógico pensar que la mayor parte de las
Transferencias irreversibles en una dirección u otra implicarán también razones de
frecuencias de extinción pura de magnitud más extremas aún al parámetro de 104
que yo elegí hacia el sentido masivamente favorecido del intercambio
psicoenergético y, por ello, tiempos de equilibrio mucho más fugaces que las
Transferencias parcialmente reversibles de igual medida y sentido de
desplazamiento energético. Lo he hecho así a sabiendas, con objeto de adoptar un
criterio “conservador” (pues un factor de 10000 supone el límite máximo habitual
que permite “despreciar” el orden de magnitud de un valor para la misma variable
o coeficiente físico-químico respecto a otro dentro de los márgenes de error
experimental aceptados de ordinario). Con ello, he pretendido demostrar la
“consistencia” del Modelo DIR. Idéntica intención se halla tras la selección de un
“moderado” factor 4 para los cocientes energéticos, de forma que éste pueda servir
tanto para un ejemplo irreversible o muy desplazado en un solo sentido como para
otro análogo tan sólo relativamente favorable en igual dirección de Transferencia.
Volviendo a nuestra simulación, la influencia ya no por completo casi inapreciable
del mecanismo cinético provoca que la primera aproximación que ignora la parcial
“asimetría” entre los Coeficientes de Reparto – la cual supone un control
psicoenergético o termodinámico absoluto al estilo de los cambios irreversibles – no
se cumpla de modo plenamente satisfactorio, aunque tampoco se desvía mucho de
ella. Consiguientemente, ktr y ktd son menores a la unidad, pero de manera no
demasiado espectacular (0.875 y 0.984 respectivamente), porque, al fin y al cabo,
el control del proceso sigue manteniendo una estimable primacía termodinámica.
Hagamos notar que el Coeficiente de Reparto para el Receptor se aleja ligeramente
más de 1 que el del Donante, pues, naturalmente, este último ha de ser mayor que
el primero, al encontrarse la Transferencia termodinámica y, en menor grado,
cinéticamente desplazada hacia el sentido del Receptor o, lo que es lo mismo, a la
liberación de densidad energética e informacional desde el Emisor Primario al
Perceptor. En lógica y matemática consecuencia, tanto el error absoluto como el
relativo de la primera aproximación para el valor de la densidad psicoenergética
total intercambiada aumentan en referencia a los Casos-Tipo Irreversibles. Pese a lo
cual, es obvio que un error relativo del 1.99% continúa dentro de los márgenes
tolerables a escala empírica habitual analítica macroscópica, por lo que la fórmula
aproximada mantiene su validez aportando la ventaja de su muy superior
simplicidad. Tal y como ya señalé en los comentarios de los dos primeros ejemplos,
posteriormente profundizaremos en este asunto.
II.4
• Símbolo: RDD
Tρ = Σ ρ Ερ = 1/8
(8)
∆σ *
(máx) = σ ro – σ do = 128.332 –32.083 = 96.249 J/m3
Ea = ∆ σ *
(máx) – ∆ σ (máx) = (96.249 – 93.233) J/m3 = 3.016 J/m3
II.5
• Símbolo: dDr
Tρ = Σ ρ Ερ =2
Νο definida
Νο definida
No definidos
II.6
• Símbolo: rDd
Tρ = Σ ρ Ερ =½
Νο definida
Νο definida
No definidos
II.7
• Símbolo: dgR
∆ε =ε r–ε d=0
Tρ = Σ ρ Ερ =4
Νο definida
Νο definida
No definidos
Interpretación Empírico-Descriptiva de los resultados
II.8
• Símbolo: rgD
∆ε =ε r–ε d=0
Tρ = Σ ρ Ερ =¼
(8)
∆σ *
(máx) = σ ro – σ do = 128.332 – 32.083 = 96.249 J/m3
Ea = ∆ σ *
(máx) – ∆ σ (máx) = (96.249 – 96.249) J/m3 = 0
II.9
• Símbolo: DgR
∆ε =ε r–ε d=0
Tρ = Σ ρ Ερ =1
(8)
∆σ *
(máx) = σ ro – σ do = (32.083 – 32.083) J/m3 = 0
Ea = ∆ σ (máx) – ∆ σ
*
(máx) = 0
Junto al Caso-Tipo precedente, o puede que más todavía si cabe, este es el ejemplo
más intrigante y “seductor” desde el punto de vista intelectual y experimental. En
verdad, es posible considerarlo como un caso particular de la Psico-Simbiosis
Donativa o “Posesiva” en el cual la Fuente Primaria de la Imprimación no posee
suficiente densidad de potencia primigenia y/o “historial realimentador” previo a su
“encuentro” con el Perceptor de perfil “perfectamente sintonizador” con ella, y a la
vez el observador posee justo la mínima “resistencia psíquica” suficiente como para
escapar de su “posesión destructiva integral” pero no la bastante requerida para
“desligarse” totalmente de su efecto psico-emotivo condicionante. Es lógico que tan
alambicada confluencia de factores para una observación dada se producirán muy
pocas veces, por ello su interés analítico y empírico es aún más valioso. En
términos del Perceptor, éste experimentará un patrón reactivo de conducta casi
idéntico al que protagonizaba el ejemplo de Posesión “depredadora”, pero, si nada
mi nadie interviene para interrumpir o interferir en una prolongada, lentísima y
gradual interacción con el Donante en el seno del recinto o enclave imprimado, a
medio-largo plazo tenderá a ser “atrapado” o “envuelto” psíquicamente por él,
aunque con una notable diferencia en esta nueva y rara opción: Ahora, como su
capacidad de emisión de densidad energética se halla estrictamente
compensada con la de la Fuente “subyugadora”, él también “hechiza” o
imprima en exacta e igual medida al Emisor Primario de la Impregnación,
de modo que ambos tienden a la larga a “fusionarse” psico-perceptiva y
emocionalmente, hasta que, en cierto modo, los dos llegan a constituir
una sola identidad psíquica enriquecida en gran proporción por una mayor
densidad psicoenergética e informacional, más compleja y potente, pero
en la cual ya ninguno de los dos conserva su perfil psico-emotivo y
contenido “memético” o de códigos psicónicos primitivo, casi como si
ahora ya se hubieran amalgamado en una renovada y única entidad
psíquica. El equivalente psicofísico-parapsicológico ideal de la
endosimbiosis celular bacteriana cooperativa en la Teoría de Lynn
Margulis. Por otro lado, esta clase tan delicada de Equilibrios son, por definición
termodinámica, extremadamente inestables: Cualquier leve perturbación
externa, como la acción de un tercer agente psíquico – un amigo, pariente,
colega investigador u otro cualquier testigo del fenómeno preocupado por el
proceso de “conversión masiva” sufrido por el testigo “simbiotizado”, por lo común–
y hasta, en ocasiones, ligeros cambios en el medio-entorno de la Impregnación –
pueden hacer balancearse el precario estado crítico descrito hacia un lado
u otro, pulverizando su régimen inestable hacia una dinámica de
fluctuaciones caóticas disipativas a favor del Donante o del Receptor,
además de manera altamente impredecible, por lo que el citado tercer
actor ha de andarse con sumo cuidado o quizás incluso abstenerse de
intentar “rescatar” a su conocido y permitir que se siga operando su
“transformación” bajo elevado riesgo de desencadenar un final trágico
como el del Caso-Tipo 8 si actúa movido por sus impulsos morales o
emotivos primarios. La interpretación empírica concreta de los síntomas y
esquemas reactivos observables en el Testigo/Observador tipo de este caso se
antoja complicada y hasta peligrosa, pero no cabe duda que posee un máximo y
fascinante interés teórico y experimental. Investigar en las regiones inexploradas
de la Naturaleza en múltiples campos no se encuentra exento de riesgos. No podía
ser menos sino todo lo contrario en el mucho más intrincado y misterioso de los
aspectos por ahora más oscuros de la mente humana y su interacción con un
entorno psíquicamente “impregnado” o en el de la Parapsicología en general..., de
momento casi vírgenes para el poderoso pero limitado “Ojo Iluminador” de la
Ciencia...
III
a) Por 1) y 2), podemos llegar a la conclusión de que la diferencia dinámica esencial que
distingue los procesos Irreversibles de los Parcialmente Reversibles es la responsable
directa del menor grado de error absoluto de la primera aproximación a la Función
Cinética de Doble Transferencia respecto a su solución analítica exacta. Puesto que tal
divergencia radica en que los cambios en Descarga o Recarga Pura se encuentran
gobernados por un control casi estrictamente termodinámico o psicoenergético
mientras que los análogos procesos en Descarga o Recarga Relativa se hallan sometidos a
un control predominantemente termodinámico pero con cierto grado variable de
influencia o modulación dependiente del mecanismo cinético, es lógico llegar a la
conclusión de que la mayor participación del factor cinético en la Doble
Transferencia implica un nivel de error absoluto superior. Esto concuerda a la
perfección con el hecho de que esta primera aproximación conlleva imponer un control
psicoenergético absoluto en el proceso estudiado, porque matemáticamente significa
despreciar la variación de la aportación del mecanismo cinético en la posible variación
asimétrica de los “Coeficientes de Reparto” de la citada función.
c) Por 5), es obvio que la energía máxima por unidad de volumen intercambiada
calculada en primera aproximación (o sea, prefijando control termodinámico integral) es
algo más grande en valor absoluto que la determinada utilizando la fórmula analítica
exacta en el marco del Modelo DIR, cuando el sentido o signo del balance neto final de
densidad psicoenergética total intercambiada es endergónico, o favorable al Receptor, y
menor si es exergónico o desplazado hacia el Donante. Dicho de otro modo, la modulación
del factor cinético supone que una pequeña parte de la energía máxima realmente
liberada por el Emisor Primario no sea absorbida o transferida por completo por el
Perceptor, o bien que una fracción asimismo en general muy modesta de la energía
máxima exacta cedida por el Receptor no sea propiamente transferida para realimentar al
Donante. Es decir que: Para cualquier tipo de proceso de interacción transferente
lineal, la cantidad real o exacta – desdeñando pérdidas – de densidad
psicoenergética cedida por el Donante y absorbida por el Receptor, o bien
liberada por éste a favor del primero, es en todo caso un poco menos elevada en
valor neto que la misma magnitud estimada en primera aproximación a la
Función Cinética de Doble Transferencia, esto es, presuponiendo un control
termodinámico absoluto del proceso.
1ª) “El “Error Absoluto”, o la diferencia positiva entre la energía máxima por
unidad de volumen global intercambiada en un Equilibrio de Transferencia por
Impregnación Psíquica en régimen lineal estimada asumiendo en primera
aproximación un control exclusivamente termodinámico del proceso y la
determinada de forma analítica o “exacta” en términos del Modelo DIR –
suponiendo que las pérdidas disipativas sobre el entorno inmediato del Sistema
constituido por el “Par Donante/Receptor” sean de orden despreciable – , es una
medida empírica de la cantidad de densidad psicoenergética consumida o
invertida en conjunto por el establecimiento del mecanismo cinético particular
reactivo de emisiones estimulantes/respuestas realimentadoras entre la Fuente
Primaria de la Imprimación y su Perceptor sensitivo específico. Podemos
considerarla como un gasto energético adicional del Sistema causado por la
necesaria “sintonización” más o menos perfecta que debe operarse entre ambas
entidades psicofísicas para disponerse a la transmisión efectiva del máximo
posible de densidad de información y de la mejor “cualidad” – (minimización de
“ruidos”, “incertidumbre”, etc) – que permitan cada una de las condiciones
concretas impuestas por las diversas relaciones de sus parámetros cinéticos o
frecuencias de extinción pura y el propio mecanismo o “curso” cinético de
máxima probabilidad a cuyo través se lleva a cabo dicha transferencia de
información o series “meméticas” codificadas portadas por flujos de psicones”.
∆σ (T-T) = ∆σ *
(máx) – ∆ σ (máx)
(9)
Siendo entonces:
∗
• ∆ σ (máx) = Variación de Energía Máxima Integral Aparente por unidad de
volumen de la Doble Transferencia. (Unidades SI: J m-3)
(10)
(11)
Pero... ¡ojo!, ésto sólo es válido si suponemos que el régimen o dinámica del
proceso es Lineal: O, expresado de otro modo, que se halla constituido por uno
(Transferencias Irreversibles) o varios pero finitos y discretos (Dobles
Transferencias Parcialmente Reversibles a Favor de Gradiente), pasos
elementales inductivos/reactivos, todos ellos “mucho más rápidos” que la
“etapa de “acoplamiento específico o sintonización psicofísica”,
incomparablemente “más lenta y costosa energético-entrópicamente”, debido al
elevado umbral receptivo de la mayoría de los Receptores, incluso entre los
sensitivos al fenómeno. Ahora bien, cuando el mecanismo cinético de la Doble
Transferencia es más complejo (múltiples y enormes, ya sean “indefinidos” o
“infinitos” pasos elementales de muy variable “dificultad-lentitud”) – esto es,
en las modalidades de régimen no-lineal – tal aproximación no se cumple, y el
porcentaje de control cinético siempre es muy dominante, independientemente
del valor de las energías de acoplamiento, ya que la “sintonización” no ha de
ser, en principio, la “etapa determinante” de la velocidad del intercambio.
∗
∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) = 0.041 J/m3
∗
∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) = 0.162 J/m3
∗
∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) = 0.489 J/m3
∗
∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) = 3.016 J/m3
Sintetizando lo que se desprende del análisis inductivo anterior basados en los resultados
empírico-descriptivos de nuestra simulación, es racional enunciar la siguiente:
RgD (2) <~ DgR (1) << DDR (3) < RDD (4) (– g + : Proporción de Control Cinético)
(Tabla 1)
IV
IV.1
A lo largo del texto de este primer apartado de la Sección IV, los párrafos remarcados en
negrita y además destacados por un superíndice numérico entre paréntesis, indican los
conceptos teóricos o resultados empíricos clave en los que se basará mi posterior
argumentación para cimentar el sostén racional del Postulado de Redes Psicofísicas,
por medio del cual pretendo lograr al menos un acercamiento lógico y fundamentado a la
descripción de cómo han de ser las características topológico-estructurales y dinámico-
operativas de las Redes que conforman las entidades Donantes o Emisoras Primarias que
se hallan en el origen o causa primera del fenómeno de Impregnación Psíquica, de modo
que se ajusten y sean coherentes con esta serie de principios y datos y los derivados por
el análisis inductivo previo, cuyas conclusiones resume la Tabla (1).
Esta Teoría de Redes Complejas es, tal y como indicábamos antes, uno de los
instrumentos actuales más poderosos para el estudio analítico de las propiedades y
dinámicas evolutivas generales de los Sistemas Abiertos complejos procesadores e
intercambiadores de energía-información y capaces de reaccionar ante los estímulos de su
medio ambiente de manera adaptativa. Los Principios esenciales y diversos patrones de
evolución dinámica derivados de ellos y bien comprobados experimentalmente, son total y
asombrosamente genéricos y universales, con independencia de cuál sea la naturaleza
físico-química, escala material y espacio-temporal de la organización estudiada, desde el
nivel atómico-molecular hasta el de organismos vivos, redes sociales, sistemas de
telecomunicación (como el mismo Internet) o amplios ecosistemas.
5) Una Red puede contener grupos de nodos que están más o menos
densamente conectados entre ellos pero no con el resto de la misma:
Estos nodos se llaman “Hubs” y sus subconjuntos ”Islas “.
(12)
P(k) = c exp(– γ k)
(13)
En lenguaje matemático:
γ
P(k) = c (k)–
(14)
La conclusión final de esta síntesis básica pero espero útil de la Teoría de Redes, aplicada
al Modelo DIR es así casi obvia: “Todo proceso de Transferencia no es más que un
intercambio externo de densidades de energía-información entre dos Redes o
Sistemas en Red Abiertos y adaptativos con mayor o menor grado de
jerarquización modular”.
IV.2
Postulado Schreiber de las Redes Psicofísicas. Teoría Schreiber de las Redes
Psicofísicas
“La Fuente Primaria o Donante debe estar configurada como una Red
sustancialmente Exponencial, con “Efecto Small World”, nodos y conectores
muy pequeños en razón a su volumen total, altísima concentración nodal en
relación a su limitado tamaño reticular y de grado relativamente bajo de
Modularidad, y su comportamiento dinámico-evolutivo se ajustará, por tanto a
los patrones derivados de tal estructura topológica.
1) Por lo subrayado en (1) y (2), parece muy razonable afirmar que el patrón de
crecimiento estadístico y la consiguiente distribución de probabilidades o
frecuencias relativas de los nodos o unidades procesadoras, transmisoras
y almacenadoras de información de las Redes Exponenciales en función de
su nº de conexiones internas con otros “vértices vecinos” es idéntico al
que controla la cinética de emisión/extinción y recepción/realimentación
de las Fuentes o Donantes de la Impregnación Psíquica: En principio,
debido a que todos los psicones (nodos) inicialmente “descargados” sobre
el adecuado soporte material psicopermeable presentan unas frecuencias
o ritmos promedios de extinción/emisión y de realimentación puras
constantes y, por tanto idéntica velocidad media de crecimiento o
decrecimiento y un “periodo de vida promedio” común, es evidente que,
cada vez que un nuevo “psicón” o “paquete” onda-corpúsculo cuantizado
sea trasferido desde un Receptor por “Recarga” hacia el seno de la Red
Donante, la probabilidad de que se integre efectivamente en él
permanece invariante durante todo el proceso. La cantidad neta de ellos
que recibe y asimila cada entidad psicofísica depende del tipo de
interacción o Doble Transferencia concreta, pero la capacidad que tiene el
Emisor Primario de absorberlos e insertarlos eficaz y operativamente
dentro de su Red no cambia, pues es función tan sólo de la intensidad o
potencia original de los hechos-trauma que lo desencadenaron y de su
“historial estadístico” previo de repeticiones sucesivas de eventos de
orden de magnitud y cualidad semejante. Esto es una consecuencia
directa de las propiedades y factores que definen el fenómeno en los
términos de los resultados de los estudios empíricos realizados por sus
investigadores directos y de la Hipótesis Psico-Cuántica propuesta por mi
Modelo de Transferencia para explicarlos desde el principio. Es obvio que,
entonces, para iguales posibilidades de adición a la Red para cada unidad
elemental o psicón agregado, sea más fácil o frecuente que dicho
mecanismo opere con éxito para grupos o secuencias de ellos que
requieran un número pequeño de agregaciones y/o conexiones con otros
subconjuntos de nodos-psicones vecinos, que si esta cantidad de unidades
elementales a integrar y/o nº de enlaces es más elevada o, lo que es
equivalente, si el “mensaje o contenido memético-informacional” es más
simple y/o corto que si es más complejo y/o largo. Una tercera forma de
expresar esto es que la “probabilidad total de persistencia o pervivencia”
y, por consiguiente, el “tiempo o periodo promedio de vida operacional”
de una secuencia informacional de “memes” constituidos por psicones
dentro de la Red es inversamente proporcional a su nivel de complejidad e
interactividad procesadora-intercambidora-almacenadora con sus series
de “memes” próximos, o sea, con su grado de conectividad. Así, la
probabilidad o proporción relativa de psicones y grupos o series de ellos
realmente adicionados o añadidos funcionalmente al entramado de la Red
disminuirá uniformemente con el nº de enlaces-conexiones necesario para
asimilar cada uno, siguiendo una “Distribución de Grados” exponencial
decreciente, por completo análoga a la que rige su extinción/emisión.
3) Por su parte, el párrafo en negrita marcado como (4), expone que uno de
los sistemas abiertos intercambiadores-asimiladores-transductores de
información más notables de la Naturaleza que se amolda por completo al
esquema topológico-funcional de las Redes Exponenciales es la
Transcripción y Retro-Transcripción de genes. A diferencia de lo que
ocurre con los fenómenos vinculados con la variabilidad, auto-regulación y
protección adaptativas del genoma, de los cuales nos ocuparemos con más
detalle enseguida, procesos dinámicos mucho más complejos, especializados y
“modularizados” que exigen una topología en Red de Escala Libre, la mera
transcripción o retro-transcripción del contenido informativo codificado en
las secuencias de ARN a ADN o viceversa y, por tanto, su ulterior
traducción o decodificación en forma de secuencias específicas de
péptidos conformadores de los péptidos y proteinas encargados de
ejecutar dichas “instrucciones” del código genético universal que controla
toda célula y organismo viviente, es un mecanismo incomparablemente
más sencillo, lineal y puramente secuencial. Es sugerente comprobar que
no así el conjunto de procesos de control y corrección de sus errores
azarosos que, en especial en las células eucarióticas, al igual que ocurre
con el de los análogos fallos aleatorios en la replicación del código-fuente
de ADN, requiere una sofisticada maquinaria biomolecular multi-modular
claramente de Escala Libre. Pero lo que es en sí el proceso de
Transcripción de código ADNgARNm (mensajero) o de Retro-Transcripción
ARN(fuente)gADN obedecen a un esquema dinámico de orden más
simple, determinado por la relativa simplicidad topológico-estructural de
su operatividad funcional esencial de barrido o “lectura” lineal
secuenciada, acorde por ello con una Red Exponencial de media-baja
modularidad o escasísimo grado de “enlaces preferenciales”. De hecho,
una vez “seleccionado” y “empalmado” adecuadamente como una serie
de codones para formar un exón, todo codón o “gen transcrito” desde el
ARN de transcripción primaria al ARNm, tiene aproximadamente la misma
probabilidad de ser “leído” y traducido con éxito en su equivalente
cadena polipeptídica por acción sobre él de su ARNt (transferente)
específico y la “fábrica secuencial” del complejo ribosómico.
Esencialmente, lo mismo ocurre pero en sentido opuesto cuando un retro-
virus infecta una célula eucariota o un fago lisogénico inserta parte de sus
genes en el ADN circular “desnudo” de una bacteria, y por eso nos
hallamos tan inermes ante ellos, tanto nosotros como el resto de las
plantas, animales y bacterias, una vez que el agente potencialmente
patógeno consigue atravesar, “engañar” o “disfrazarse” ante los sistemas
defensivos inmunitarios y de membrana, labor que verifican con temible
eficacia tras miles de millones de años de Evolución. Aunque no siempre
son perjudiciales y, de hecho, con frecuencia intervienen a nuestro favor
en el curso de la lucha incesante por adaptarnos a los cambios severos del
medio ambiente, como luego comentaremos. Por eso, la inmensa mayoría
de los errores de Transcripción-Retro-Transcripición son de índole
estrictamente azarosa, y su probabilidad de error tanto más alta cuanto
mayor sea su abundancia relativa. O, lo que significa lo mismo, que su
probabilidad o frecuencia relativa de fallos disminuye uniforme y
exponencialmente con tal nº de “conexiones” o “enlaces”. Y, como
resultado de todo esto, son convergentes en consecuencia con una
notable modalidad de Red Exponencial con “Efecto Mundo Pequeño”
limitado en muy discreto grado de modularidad, según el Modelo de
Watts-Strogatz. Mecanismos de “lectura-decodificación secuencial”
semejantes en otros ámbitos y escalas de organización son muy
frecuentes y comunes: En concreto, tales como la lectura o traducción de
un texto, un código tipo morse y semejantes, la sintonización de las ondas
de radio, el barrido electrónico de un tubo catódico en los receptores de
televisión antiguos, la forma en que la CPU de un ordenador tipo PC
recibe, procesa los datos y envía sus respuestas a los periféricos, la
visualización comprensiva o descifrado de una clave no-ideográfica
cualquiera o un trabajo matemático, aprender una lección de memoria y,
EN GENERAL LA OPERACIÓN DE RECEPCIÓN PERCEPTIVA, CODIFICACIÓN,
TRANSDUCCIÓN Y ALMACENAMIENTO DE TODA CLASE DE INFORMACIÓN
CODIFICADA DE MODO FUNDAMENTALMENTE SECUENCIADO O LINEAL, SE
ENCUENTRA CONTROLADA POR UNA DINÁMICA DERIVADA DE LA
TOPOLOGÍA EN RED EXPONENCIAL. Por eso, cuando un sistema de esta
naturaleza se ve obligado a realizar esta función con conjuntos de códigos de
estructura mucho más densa, compleja, multi-variable y modular, como imágenes o
contenidos audiovisuales entremezclados con series secuenciales o “texto”, lo hace
muy lenta y trabajosamente, o incluso se bloquea. No hay más que ver lo que tarda
en muchas ocasiones un PC en descargar o “bajar” una película o formato
audiovisual de Internet, y lo vertiginosamente que lo hace si se trata de un
documento de procesador de textos sin fotografías, gráficos ni presentaciones, o lo
comparativamente fácil que nos parece recordar una conversación frente a lo que
nos cuesta rememorar todos los detalles de su contexto audiovisual y olfativo, por
ejemplo, pese a la potente “modularidad” o versatilidad de nuestro sistema
nervioso central integrador, debido a la mucha mayor densidad informacional
puesta en juego. Naturalmente, a todos nos consta que existen “Redes Neurales”
de procesamiento multi-paralelo en más o menos avanzado proceso de diseño y
experimentación en el campo de la cibernética, la “inteligencia artificial” y la
robótica , pero por desgracia su coste se halla por el momento muy por encima del
alcance de la Ley de Hierro de la Oferta y la Demanda para una computadora
“casera”. Volviendo a la línea argumental central, que he destacado a guisa de
“cartel publicitario” a causa de su importancia, no es difícil percatarnos de que
otra forma de expresar lo afirmado en dicha “pancarta”, sería la siguiente:
“CUALQUIER PROCESO DE RECEPCIÓN-DECODIFICACIÓN-TRANSDUCCIÓN-
ASIMILACIÓN” O TRANSFERENCIA DE CONTENIDOS INFORMATIVOS
CODIFICADOS COMO SECUENCIAS DE MEMES ENTRE DOS SISTEMAS
ABIERTOS ORGANIZADOS EMISORES/PERCEPTORES, OPERA COMO UNA
INTERACCIÓN ENTRE REDES DE TOPOLOGÍA Y DINÁMICA EXPONENCIAL”.
La Teoría de Redes Complejas demuestra – por consiguiente – los tres
pilares maestros donde se asienta mi modelo de Doble Transferencia para
la Impreganción Psíquica:
4) También fijando nuestra atención en otras partes del párrafo (4), podemos
concluir que: El nivel de organización compleja-especialización funcional-
modularización propio de las Redes que determinan el Sistema Psicofísico
de las entidades tipo Donante/Emisor Primario de la Impregnación, se
halla, aproximadamente, entre el que define las interacciones
transferentes o procesadoras-almacenadoras de información del
genoma/proteoma de las bacterias y el que determina las relativamente
“sencillas” redes neuronales de organismos pluricelulares muy primarios,
como ciertos gusanos primitivos. Nuestro sistema biogenético y
metabolismo celular proteico eucariota, al igual que nuestro sistema
nervioso son, en comparación, mucho más complejos, sofisticados,
jerarquizados e intensamente modularizados, por eso presentan ambos
una topología en Red de Libre Escala. Pero esto no quiere decir que los
entes impregnadores no sean capaces de procesar o manejar, a semejanza
nuestra, enormes cantidades totales similares o incluso superiores de
energía e información, o verse “favorecidos” en algunas ocasiones en su
interacción o Doble Transferencia con nuestras “exuberantes” y refinadas
“Redes de Libre Escala”; Únicamente indica que, debido a sus singulares
limitaciones estructurales o topológicas, consecuencia directa de los
condicionamientos restrictivos implicados en la naturaleza misma original
del fenómeno de Imprimación Psíquica y sus soportes físicos
psicopermeables, tan sólo lo pueden hacer o conseguir utilizando un
patrón dinámico o reactivo-adaptativo diferente, basado en la
concentración, la estrategia oportunista acumulativa y, por ello,
condenado a una menor potencia operativa y, consiguientemente, mucho
más lenta y gradual, que precisa largos periodos de tiempo de sucesivas
realimentaciones periódicas de alta frecuencia relativa como condición
necesaria previa e interacciones realimentadoras lo más continuas y
usuales posibles como condición suficiente de crecimiento o evolución
expansiva. En caso contrario, de faltar el primer requisito, la extinción
disipativa de la Red es muy rápida. Si falla el segundo, ésta va
menguando o “deshaciendo su trama” lenta pero inexorablemente y no
puede crecer o evolucionar adaptativamente. Este es alto precio que han
de pagar por el elevado grado de saturación crítica y baja modularidad
inseparable de su topología, aunque a cambio disponen de un mucho más
pequeño umbral psicoperceptivo o aguda sensibilidad, lo que les permite
iniciar siempre la “primera jugada” o estimulación inductora. Esto posee
abundantes y relevantes implicaciones teóricas y empírico-descriptivas,
en especial referidos a los casos no-lineales de Doble Transferencia
Parcialmente Reversible a Contra-Psicogradiente y los Psico-Simbióticos,
las cuales se analizarán con posterioridad.
Creo haber sustentado lo suficiente una sólida plataforma racional tanto empírico-
inductiva como teórico-deductiva para mi supuesto sobre la naturaleza estructural y
dinámica de las Redes Psicofísicas responsables del fenómeno del Imprimatur o
Impregnación Psíquica, justificando así llamarlo “Postulado” y no “Hipótesis”. Con la virtud,
además, de haber elevado a tal “rango” a la mayor parte de las precedentes “Hipótesis”
básicas fundamentales sobre las que descansa el modelo de Transferencia para la
Impregnación Psíquica.
IV.3
Enunciado (Tesis)
Hipótesis 1
P(k) = c exp(Γ k)
(15)
Por otra parte, es evidente que si ahora consideramos otro método, dinámico o evolutivo-
temporal en lugar de puramente estadístico, para estimar la velocidad de crecimiento de
nuestro Retículo Exponencial, denominando α a la “frecuencia promedio o coeficiente
de crecimiento o amplificación neta de la Red” o, expresado de otro modo, al nº de
sus nodos o “psicones” activados y conectados por unidad de tiempo, o
diferencia entre el nº medio de ellos que que se integra o “realimenta” en el
seno de su entramado menos el nº de estos “vértices” operativos que se
desconecta, pierde o disipa en esa misma unidad de tiempo, teniendo presentes
las características de distribución uniforme de probabilidades de que ambos mecanismos
acontezcan, propio de la topología exponencial, es obvio que el Nº de nodos activos
para cualquier instante “t” desde el inicio de la existencia de la Red será igual a:
Nn = α t
(16)
Nk = Γ k
(17)
Nk = kn N n
(18)
Todas estas formulaciones no son más que derivaciones elementales y directas del
Postulado que asigna una topología Exponencial a la Red Donante/Fuente Primaria de la
Imprimación y, por ende, se incluyen en la Hipótesis (1) del Teorema.
Demostración 1
Γ k = kn (α t)
(∗)
Pk(t) = c exp[(kn α ) t]
(∗∗)
Dividiendo todos los términos por la constante kn, está claro que la igualdad no varía:
Ln(Pknk) = Ln(cnk) + α t
Sin más que despejar, separando variables y utilizando de nuevo las propiedades
logarítmicas:
Ln[(Pk/c)nk] = α t
(19)
En esta fórmula:
Io = cnk
(20)
I = Pknk
(21)
I = Io exp(α t)
C.Q.D. (1)
Veamos como acto seguido se demuestra que la Respuesta de la Red en Escala Libre
Receptiva/Perceptiva que conforma el sistema nervioso del observador suficientemente
sensitivo frente a esta intensidad de estímulo o Imprimatur obedece la Ley Psicofísica de
Fechner-Weber.
Hipótesis 2
(22)
∗
Siendo ∆ Psi la cantidad de sensación perceptiva-reactiva y c una constante
estructural específica de la Red Receptora que mide su “capacidad máxima
potencial de llenado o nº promedio de “sitios transcriptores-transductores
secuenciales disponibles para ser activados por los estímulos de la Fuente-
Donante, naturalmente un valor muy elevado en comparación con “c”, dada la
mucho mayor “densidad bruta natural”, potencia operacional y fuerte
modularidad de la Red Perceptora respecto a la del Emisor Primario. Además,
este parámetro tan sólo permanecerá invariante para la percepción concreta definida o
condicionada por la interacción con esa Fuente en particular, cambiará y se adaptará
versátil, flexible y modularmente, dentro de ciertos límites, si se expone a la acción
inductora de otra Red Exponencial transmisora de secuencias lineales estimulantes, tales
como una nueva Impregnación Psíquica o cuando se disponga a traducir un texto. Y
fluctuará de modo rico,continuo, complejo, rápido , re-adaptativo y sinérgico si
intercambia estímulos/respuestas con otra Red de su mismo tipo u orden topológico-
dinámico, como al conversar o debatir con otra persona o contemplar a un semejante
atractivo del sexo opuesto, o una imagen audiovisual animada... Ventajas de la topología
en Libre Escala, aunque para lo que aquí importa, ello es indiferente, y podemos
∗
suponer fijo el valor de c en el curso de nuestra operación.
Demostración (2)
Y despejando (kn α t) por (∗∗), para luego reemplazar en la última igualdad, aunque
teniendo presente que, ahora, el “tiempo inicial” no corresponde al de la
descarga original de la Impregnación, sino al comienzo de la interacción
Donante/Receptor y, consecuentemente, el valor de la Función de Evolución
Temporal de Grados o Fracciones de nodos-conexiones activas en la Fuente
poseerá en ese punto únicamente su valor-umbral de acción inductiva para ese
primer instante de la percepción, al que denotaremos por Pko:
∗
∆ Psi = c [Ln(Pk) – Ln(Pko)]
Operando logaritmos:
∗
∆ Psi = c Ln(Pk/Pko)
Sin más que realizar un simple cambio de base de logaritmos neperianos a decimales, y
definiendo por ello la Constante de Sensibilidad Psicoperceptiva-Reactiva
Específica de la Red Perceptora según:
∗
kps = c /nk log(e)
C.Q. D. (2)
La Ley de Fechner-Weber, como es evidente.
En realidad, esta Sección quizás debió ser la que ahora constituye la tercera de este
trabajo, y la anterior aparecer como la inmediatamente precedente. Pero no ha sido así,
entre otras cosas, porque este autor es un tanto desordenado y no demasiado
“secuencial”, y se deja llevar por “fogonazos repentinos de inspiración”... Pequeños
inconvenientes de las “Redes Libres de Escala”..., sobre todo de algunas..., ruego
clemencia a mis “amables y pacientes lectores” por ello. Pero, en esta oportunidad,
además, tengo una excusa para obrar así: Al tratarse ahora de extender nuestro análisis
inductivo basado en los datos empíricos de la investigación “sobre el terreno” y los
resultados de nuestra simulación numérica a las modalidades de Doble Transferencia en
dinámica no-lineal, más complejas y difíciles de interpretar, probablemente el estudio de
éstas, antes de contar con la valiosa ayuda excepcionalmente “iluminadora” de la Teoría
de Redes y sus poderosas aportaciones a la explicación a nivel morfo-funcional del
fenómeno y a su propia coherencia y rigor teórico-predictivo, hubiera sido mucho más
pobre e incompleto. Repetimos, por tanto, el análisis inductivo de los diversos Casos-Tipo,
ya parcialmente realizado para las formas de Transferencia Lineal, pero a la luz de mi
Teoría de las Redes Psicofísicas.
∗
∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) = 0.041 J/m3
(Nota1: En estas estimaciones o Balances Cualitativos, tanto para éste como los restantes
Casos, diferenciaremos tres patrones-tipo de actitud/aptitud para los posibles
Testigos/Observadores: 1) “Ocasional/Eventual”: Sensitivo casual y puntual del mismo,
no interesado o que no dispone de medios para la investigación sistemática del fenómeno;
2) “Investigador Cauto”: Sensitivo que forma parte de un equipo profesional de
investigación científica parapsicológica, pero quien, por propia decisión personal o a causa
de la política establecida por la dirección del mismo, opta siempre por minimizar los
potenciales riesgos derivados de su interacción con el fenómeno; 3) “Investigador
Motivado”: Sensitivo igualmente capacitado y profesional que el primero, mas ahora, ya
sea por su propia iniciativa o como resultado de su compromiso con las directrices de su
equipo investigador, hace primar el interés óptimo del estudio del fenómeno por encima
de sus posibles riesgos).
Pagos: Nulos
Costes: Extremos-Críticos
Beneficios: Extremadamente Negativos
Riesgos: Extremos-Críticos
Pagos: Mínimos
Costes: Despreciables, recuperación instantánea
Beneficios: Positivos Mínimos, Irrelevantes
Riesgos: Nulos
Pagos: Altos-Extremos
Costes: Nulos, recuperación instantánea
Beneficios: Positivos Altos-Extremos
Riesgos: Nulos
Evaluación General: Inversión Muy-Extremadamente Positiva de Nulo
Riesgo
Pagos: Altos-Extremos
Costes: Nulos, recuperación instantánea
Beneficios: Positivos Altos- Extremos
Riesgos: Nulos
Pagos: Altos
Costes: Despreciables
Beneficios: Extremadamente Positivos
Riesgos: Nulos
Pagos: Nulos
Costes: Altos, recuperables a medio-plazo
Beneficios: Muy Negativos
Riesgos: Medios-Altos
Pagos: Nulos
Costes: Altos, recuperables a medio-plazo
Beneficios: Muy Negativos
Riesgos: Medios-Altos
Pagos: Bajos
Costes: Medios-Altos
Beneficios: Negativos-Muy Negativos, No Críticos
Riesgos: Medios-Altos
Pagos: Bajos
Costes: Bajos, recuperables a corto plazo
Beneficios: Nulos o Despreciables
Riesgos: Bajos
Pagos: Medios
Costes: Bajos
Beneficios: Positivos Moderados, Variables
Riesgos: Bajos
Pagos: Medios
Costes: Bajos
Beneficios: Positivos Moderados, Variables
Riesgos: Bajos
∗
∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) = 3.016 J/m3
∗
∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) g No definida, fluctuante
Pagos: Medios
Costes: Altos-Extremos
Beneficios: Negativos
Riesgos: Altos-Críticos
Pagos: Mínimos-Nulos
Costes: Mínimos, altamente recuperables
Beneficios: Negativos Mínimos-Nulos
Riesgos: Mínimos-Nulos
Pagos: Mínimos
Costes: Mínimos-Bajos, altamente recuperables
Beneficios: Nulos-Negativos Bajos
Riesgos: Mínimos
Evaluación General: Inversión Neutra-Negativa de Mínimo Riesgo
Pagos: Mínimos-Bajos
Costes: Bajos, altamente recuperables
Beneficios: Nulos-Negativos Bajos
Riesgos: Bajos
∗
∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) g No definida, fluctuante
Al igual que antes, el proceso se lleva a cabo con los gradientes psicoenergéticos e
informacionales en sentidos dominantes contrarios entre sí, su régimen es no-lineal, y
empuja al Sistema a una sucesión indefinida de estados de no-equilibrio, u “oscilaciones”.
Lógicamente, no existe un valor máximo determinado para la energía neta por unidad de
volumen transferida, ni por tanto tampoco para la de acoplamiento cinético o
sintonización. Consiguientemente, las fracciones relativas de control cinético y
termodinámico sobre el intercambio son, asimismo, indefinidas y continuamente variables.
Sin embargo, ya que esta dinámica implica necesariamente que el tiempo real de
observación-interacción puede dilatarse cuanto se quiera, es evidente que la transferencia
mutua de energía-información ha de ser muy lenta, por lo cual el grado de control cinético
será desmesuradamente dominante en todo caso. Esta conclusión inductiva se ve aquí
también poderosamente reforzada y justificada desde la óptica de de la Teoría de Redes
Complejas aplicada al fenómeno de la Doble Transferencia por Impregnación Psíquica, o
“Modelo de Redes Psicofísicas”.
Características Generales del Caso-Tipo en términos de la Teoría de Redes
Psicofísicas
En esta ocasión, el Receptor gana o extrae del Receptor mayor cantidad neta de
información y cede una cierta proporción variable aunque no excesiva ni
preocupante de la altísima concentración de energía de su entramado. Ahora
bien, como capta más elevada cantidad de información del Donante de la que
éste extrae de él, ahora sí consigue un rendimiento algo mejor desde el punto
de vista de la investigación científica del fenómeno, aunque matizado porque
precisa un periodo de observación desproporcionado en razón al no en exceso
rico resultado conseguido; Por su parte, la Fuente Primaria, en su mejor opción,
logra obtener un más o menos respetable beneficio al “recargarse” con mayores
dosis de densidad psicoenergética, pero debido a la constitución bastante
“debil” o simplificada de su sub-trama primaria de modestas “Islas-Mundos” de
algo mayor complejidad-modularidad, paga un alto precio en este concepto,
arriesgándose a sufrir con relativa facilidad un “bloqueo” serio en su capacidad
operacional intercambiadora y procesadora de información si el periodo de
interacción se dilata en exceso. Si éste se torna más grande todavía, corre el
riesgo de verse abocada a su “extinción funcional”, al transformarse en una Red
rígida perfectamente ordenada e “inerte” en términos informacionales, por lo
que de nada le serviría su “gigantesca” ganancia acumulativa de concentración
psicoenergética. Sin embargo, es poco probable que tal circunstancia acontezca
en una experiencia real, porque posiblemente la Red Exponencial Fuente, al
bloquearse parcial pero severamente, dejaría de ser capaz de enviar estímulos
suficientemente superiores al entorno-umbral como para inducir una respuesta
mensurable en el Receptor, cesando así el intercambio antes de llegar a ese
extremo teórico. Esto es un desafortunado inconveniente desde una postura
puramente comprometida con la investigación eficiente del fenómeno, pues
sería excepcionalmente interesante indagar si las Redes Psicofísicas de
Impregnación como las que nos ocupan, una vez totalmente “congeladas”
operativamente – o sea, transmutadas aparentemente en una mera trama
molecular soporte desprovista de propiedades transferentes de información
psicónica – pueden “reactivarse” de qué manera si son adecuadamente
“recargadas” y realimentadas sucesivamente por uno o una serie de hechos-
trauma liberadores posteriores. Este sería un experimento absolutamente
embriagador, aunque reconozco que muy dificultoso y con grandes
inconvenientes de todo tipo, y el ético no es el menor. Sin embargo, las
preguntas a las que podría responder son abrumadoramente relevantes e
incluso trascendentales: ¿Recuperaría el material- soporte psicopermeable
primitivamente impregnado algo, alguna “huella” o semblanza de “recuerdo” de
su contenido informativo anterior, o únicamente adquiriría los de la descarga
más reciente? ¿Sobrevive el “código-fuente” de la Impregnación Psíquica a un
proceso tan radical como su conversión en una Red “rígida” de orden
geométrico cristalino o micro-cristalino? Auténticamente... y nunca mejor dicho
de nuevo... “encantador”. En la última Sección de este Ensayo volveremos a
comentar algo más, aun cuando la respuesta solo la tiene el futuro. Es patente
que esto último coloca la importancia teórico-empírica de este Caso-Tipo a
“años-luz” sobre la de su “simétrico” exactamente anterior.
Pagos: Medios-Altos
Costes: Medios-Altos
Beneficios: Mínimos-Moderados, Positivos o Negativos
Riesgos: Medios-Altos
Pagos: Mínimos-Bajos
Costes: Despreciables o Nulos
Beneficios: Positivos, Despreciables-Mínimos
Riesgos: Despreciables o Nulos
Pagos: Medios-Altos
Costes: Despreciables, altamente recuperables
Beneficios: Positivos-Muy Positivos
Riesgos: Despreciables
Pagos: Medios-Altos
Costes: Bajos
Beneficios: Positivos, Medios-Notables, Variables
Riesgos: Medios, Variables
Pagos: Bajos
Costes: Bajos-Medios, variablemente recuperables a medio-largo plazo
Beneficios: Negativos Mínimos-Bajos
Riesgos: Bajos-Medios
Pagos: Medios-Altos
Costes: Medios-Altos, variablemente recuperables a medio-largo palzo
Beneficios: Neutros-Negativos Variables
Riesgos: Medios-Altos
Pagos: Altos-Extremos
Costes: Altos, variable y parcialmente recuperables a largo plazo
Beneficios: Neutros-Positivos, Variables
Riesgos: Altos-Muy Altos
∗
∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) = 0
Esto los hace, si cabe, todavía más inestimablemente valiosos desde una óptica
científica. Son como los “Hubs” en la Red de registros de la Parapsicología
Experimental. Por cierto, no más, pese a ello, que el siguiente Caso-Tipo 9, el
último que predice el Modelo DIR..., quizás aún más revestido de “extrañeza” e
interés teórico-empírico...
∗
∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) = 0
En primer lugar, se tratará de diseñar un razonable Protocolo Empírico formal por etapas
sucesivas, capaz de establecer un procedimiento viable, en principio, para determinar las
constantes y parámetros fundamentales de cualquier Red de Impregnación sobre soporte
molecular psicopermeable en el seno de un recinto o enclave afectado por dicho
fenómeno. A continuación, se expondrán algunas bases, apoyadas en muy recientes
avances de laboratorio dentro del interesantísimo campo de la neurobiología, para esbozar
cual podría ser la técnica concreta eficaz para realizar las medidas psicofísicas reales en
las que se sustentaría el protocolo experimental antes esquematizado.
VI.1
1.1
1.2
pI2 = pI1 + α ∆ t
O bien:
∆ pI = α ∆ t
(pI = LnI)
Partiendo de las dos medidas directas que nos cuantifican ∆ Psi, aplicando las técnicas
neurobiológicas que se explicarán en su momento, por la Ley de Fechner-Weber:
Por otra parte, como Io o pIo representará prácticamente una medida a escala directa o
logarítmica de la Intensidad o Potencia inicial de Impregnación recibida al comenzar el
análisis, pues la “Recarga Mínima” del Ensayo 1.1 apenas supone aportación alguna a su
Red, como consecuencia de la inducción/respuesta de orden umbral propia de la
interacción con el Observador “Vulnerable-Traumatizable”, Io tiende a 1 en la Primera
Observación del sensitivo “Imperturbable” y, así:
log(I1) = ∆ Psi1/kps
Si, acto seguido, se lleva a cabo otra exposición con el mismo sujeto Perceptor en
invariantes condiciones, está claro que la relación entre el estímulo final recibido por éste
y el captado en la observación anterior (ahora su intensidad de estímulo inicial para la
segunda percepción, naturalmente), guardará una relación directamente proporcional con
el “incremento total” o diferencia entre las variaciones de magnitud de sensación
experimentados en su Red Neural entre las dos exposiciones, obedeciendo de nuevo a la
Ley de Fechner-Weber. O sea, matemáticamente:
∆ pI = Ln(I2/I1)
Luego:
α = ∆ pI/∆ t
Llegamos a:
Como es lógico, en función del signo positivo, negativo o el valor nulo de la Variación
Total de Magnitud Psico-Perceptiva del sujeto Perceptor “Imperturbable” (∆ Psi), que
determina el del Coeficiente Promedio de Actividad (α ), estableceremos si el régimen
de evolución cinética del fenómeno es Creciente (Red de Impregnación Expansiva),
Decreciente (Red de Impregnación Contractiva) o Constante (Red de Impregnación
“Resonante”), según el ritmo o Frecuencia Promedio de Extinción (ε ) sea inferior,
superior o igual, respectivamente, a la Frecuencia Promedio de Realimentación (δ ) a
lo largo de su “historial”.
Una vez que hemos conseguido calcular α , ya solo nos queda por “exprimir” de este
ensayo analítico la extrapolación del valor de la Intensidad o Potencia por Unidad de
Volumen Inicial de la Descarga Original asociada al Hecho-Trauma
Desencadenante de la Impregnación Psíquica, parámetro al que denominaremos
también Io, aun cuando es patente que no tiene nada que ver con la magnitud-umbral de
estímulo antes señalada para nuestra Secuencia Analítica.
pI = pIo + α t
El método a seguir no puede ser más simple: Representando en un gráfico plano de ejes
cartesianos los dos puntos obtenidos en el Ensayo 1.2, y prolongando la línea recta
consiguiente hacia el punto cero de abscisas (t=0), extrapolamos la ordenada en tal
origen, pIo y, de ella, Ι ο = exp(pΙ ο ).
En realidad, como sin duda habrán comprendido al observar la descripción del perfil
elegido para el Receptor, este no es sino la misma serie de dos exposiciones en régimen
estricto de Descarga Pura Irreversible que constituyen el Ensayo 1.2, ejecutadas con el
mismo Observador y en idénticas condiciones empíricas. Es decir, se trata del mismo
ensayo, pero midiendo ahora otra magnitud diferente, por lo que es evidente que se
realizará a la vez y en paralelo con el análisis anteriormente explicado. El fundamento
psicofísico o neurobiológico de esta otra medición es el siguiente: Puesto que las
singulares características reactivas del Perceptor “Impasible Motivado” imposibilitan toda
respuesta condicionada en Recarga o, lo que es equivalente, la más pequeña transferencia
en sentido “inverso” de flujos de energía-información emitidos por el Sistema Receptor
hacia la Red Fuente, excepto la correspondiente al mero y desdeñable “umbral mínimo
inductor” inicial, es obvio que toda la densidad de energía consumida por la Red Neural
Perceptiva durante sus operaciones de captación-transducción o decodificación-
almacenamiento será justamente igual a la cantidad de energía por unidad de volumen
que recibió de la Red Molecular de Impregnación Primaria o Red Donante en Descarga
Irreversible. En verdad, esto no será exactamente así, pues siempre han de producirse
algunas pérdidas disipativas en el proceso por más elemental que éste sea, mas podemos
despreciarlas sin problemas dentro de los márgenes de error experimental, si el control de
aislamiento interactivo y los rasgos psico-perceptivos del Observador “Impasible” se
establecen y seleccionan esmerada y certeramente. En cuanto a cómo medir
efectivamente estos consumos energéticos, existen en la actualidad refinadas técnicas de
escáner neurobiológico capaces, en principio, para hacerlo en tiempo real junto a la
determinación de los niveles de “respuesta-actividad” en el seno de la Red Neural
Perceptora, como se reseñará después. Pero, según el Modelo DIR, tal densidad
psicoenergética cedida por la Red Emisora Primaria en este tipo de Doble Transferencia es
igual a la energía total máxima inicial liberada o emitida por éste en cada intercambio o
“exposición”. Así, está claro que, al concluir las dos experiencias inmediatamente
sucesivas del ensayo, podremos sin dificultad calcular la “pendiente” de la función lineal
decreciente que formula a escala logarítmica la Ley Cinética de Extinción del
Imprimatur, pues, a semejanza de antes, dicha función obedece a:
Por lo cual, es muy sencillo determinar ε , pues ya sabemos, por las mismas razones que
en al Análisis Perceptivo de este mismo Ensayo doble, que el “intervalo de exposición-
interacción” vendrá dado muy aproximadamente por la suma de los “tiempos críticos”
directamente cronometrados a los largo de sendas experiencias consecutivas.
De este modo:
α =δ –ε
O bien:
δ =α +ε
Imaginemos que ahora nos enfrentamos con uno de estos enclaves en concreto: Si
determinamos su composición físico-química-estructural media en estos diversos
elementos “de elevada psicopermeabilidad”, la suma de los “tantos por uno” o fracciones
relativas en masa de cada uno de ellos multiplicados por los respectivos “pesos
específicos” de sus constantes promedio de psicopermeabilidad en estado puro, nos
cuantificará la “Psicopermeabilidad Media Ponderada” del Recinto Impregnado”,
ks.
Si nuestro Recinto Impregnado, por ejemplo, fuese algo semejante al Castillo de Cachtice,
sede o teatro de las “operaciones impregnantes” de mi Musa Oscura la Condesa Erzsébet
Báthory, la protagonista de nuestra simulación numérica anterior, la “composición de
soportes psicopermeables” correspondiente bien podría ser más o menos esta (en
fracciones relativas o tantos por uno sobre masa psicopermeable bruta total):
• Fracción de Flujos/Bolsas Acuosas (fW): 0.45; (Se asienta sobre una colina de
estratos arcillosos atravesados por corrientes y freáticos naturales, abundantes
pozos naturales en la zona boscosa circundante y las faldas de la primera)
ks = fW W + fQ Q + fG G + fOR OR
(23)
Io = ks σ o ν o
Despejando:
ν o = Io / (ks σ ο )
ν =ν ο exp(δ t)
Ln(ν ) = Ln(ν o) + δ t
6
TEP = pIo / α
Puesto que ya hemos determinado los parámetros que definen tanto el numerador como
el denominador, la estimación analítica de esta última constante es elemental e
inmediata.
VI.2
VI.2.1
VI.2.2
El peso del cerebro humano supone un 2% del peso corporal total. No obstante, su
consumo energético es del 20%. Una explicación posible a estas y otras reveladoras y
peculiares características del metabolismo de las Redes Neuronales, se desprende de los
inéditos resultados hallados por el equipo de investigación dirigido por el Dr. Marcus E.
Raichle, del Departamento de Radiología de la Washington University School of Medicine.
Aplicando las más perfeccionadas técnicas de imagen con escáneres (como fRMI y PET) los
científicos pueden observar el metabolismo cambiante y el flujo hemodinámico
(sanguíneo) en los grupos o tramas interconectadas de neuronas, los cuales indican y
permiten estimar cuantitativamente el consumo de energía implicado en el desempeño de
cualquier función cerebral o mental. Raichle – como expone en su artículo publicado en
2006 por “Nature” –, determinó que tan sólo entre un 0,5% y un 1% de la energía se
invierte para procesar los estímulos del mundo externo, y entre un 60% y un 80% se gasta
en mantener las conexiones entre neuronas. Por lo tanto, la creación, reajuste adaptativo
y reparación de nuevas y antiguas rutas o enlaces operativos en el seno de la Red Neural
es la mayor causa del consumo energético del cerebro y el SNC. Otra fuente de fuertes
requerimientos energéticos parecen ser los procesos constantes de predicción presentes
en el cerebro. El cerebro humano a menudo se define como una máquina de evaluar
predicciones o simular escenarios o estrategias futuras, ya que recoge información y
experiencias del pasado para tratar de preparar y anticipar el porvenir inmediato. Esta
elevada capacidad de “versatilidad” o auto-reconfiguración permanente es, de hecho, una
eficiente consecuencia de su topología Libre de Escalas de alto grado de modularidad
jerarquizada, como ya sabemos.
Existe – pues – la tecnología adecuada para abordar la Analítica del Protocolo Cinético del
fenómeno de la Imprimación Psíquica según el Modelo DIR, pero a expensas de disponer e
instalar el complejo montaje de un instrumental de escáneres cerebrales de alta
sensibilidad y poder de resolución de tipo fRMI y/o PET en el Recinto de Impregnación
estudiado, aplicado convenientemente sobre la caja craneana y otros puntos sensibles del
SNC del Sujeto Perceptor “sensitivo”, en lo más óptimas condiciones de aislamiento
sensorial permisibles.
VII
VII.1
En base a tales consideraciones, podemos suponer como el primer resultado del Protocolo
el siguiente:
σ r = 128.333 J/m3
tco = ½ min, 3s = 33 s
∆ Psi1 = 0.176145624...
∆ Psi2 = 0.176142522...
α = ∆ Psi / [kps Log(e) (tc1 + tc2)] = – 3.102 10-6 / [0.15 x Log(e) x 6.6 105 s] = – 7.215
10-11 s-1
TEP/2 = Ln2/α = Ln2/7.215 10-11 = 9.607 109 s = 304 años, 7 meses, 2 semanas y 4
días.
Ensayos 2.1 y 2.2: Análisis Psicoenergético en Descarga Pura
Ensayo 2.1
σ d1 = 32.083 J/m3
Ensayo 2.2
σ d2 = 32.083 J/m3
ε = Ln(σ 1/σ 2) / (tc1 + tc2) = Ln(96.250/64.167) / 6.6 105 s = 6.143 10-7 s-1
TEP/2 = Ln(2)/α = Ln(2)/7.215 10-11 = 9.607 109 s = 304 años, 7 meses, 4 semanas y
3 días
TEP = Ln(100)/α = Ln(100)/7.215 10-11 = 6.383 1010 s = 2023 años, 11 meses, 2 días
ks = 0.77
pIo = pI + α t
Por otra parte, como ∆ Psi ~ ∆ Psi1 ~ ∆ Psi2 = 0.176, por la Ley de Fechner-Weber:
(∆ Psi/kps)
I = 10 = 10 (0.176/0.15) = 14.905
pI = Ln(I) = 2.702
O, lo que es lo mismo:
Io = 37.040 w/m3
σ ο = 32.083 J/m3
Φο = Ι ο / (kps σ ο )
Sin más que reemplazar los símbolos por sus correspondiente datos cuantitativos de
nuevo:
Siendo evidente que, para las condiciones comunes que controlan ambas Simulaciones, si
seguimos denotando por ν o a la Frecuencia de Realimentación de cada Hecho-
Trauma unitario verificado, debe cumplirse la relación:
Φ o = NTF ν o
O bien:
NTF = Φ o / ν o
De donde, directamente, obtenemos en nuestro caso:
Esto es, que nuestra Impregnación Psicofísica en el marco del “Recinto-Castillo Cachtice”
ha de equivaler a unas 30000 imprimaciones elementales semejantes a las estudiadas en
el escenario de la “Habitación Resplandor” de nuestra primera simulación numérica.
NCD = NTF / ND
2.1
η OT = NTF/TTF
η OT = 1 / TCU
η OT = 1 / 1 = 1 Operación/h
η BT = 100 [1 – (TTF/TB)]
Representa el opuesto de la proporción (en tantos por ciento) entre el costo de tiempo
total invertido en desarrollar las operaciones beneficiosas del Método y el global
consumido en términos de la experiencia vital o biográfica de su Operadora/Receptora (la
Condesa Báthory en nuestro ejemplo). Por ello, TTF = NTF TCU = 3 104 x 1 h = 3 104 h =
3.42 años = 3 años, 5 meses y 3 días; Por otro lado, considerando la información
histórico-biográfica comprobada, el periodo de “experimentación sistemática” de la
hermosa, implacable e inteligente aristócrata húngara duró una década, desde que
enviudó hasta su brusco y probablemente conspiratorio “ocaso final” a manos de la
peculiar – calificándola con suavidad – “Justicia” eclesiástico-civil de la época. Dicho de
otro modo, TB = 10 años.
Consiguientemente:
El significado de este parámetro es claro: Hace falta emplear o “pagar” un coste del 34.2%
del tiempo personal o vital disponible para verificar la suficiente acumulación de
Transferencias masivas de factores regenerativo-rejuvenecedores de la memoria celular
de las Donantes seleccionadas de la magnitud cuantificada por el Protocolo descrito,
aplicando el “Método Báthory”. Una vez más, consultar mi Ensayo I sobre los aspectos
bioenergéticos del Modelo de Transferencia, “TRANSFERENCIA DE LA MEMORIA
CELULAR: LA CLAVE MOLECULAR DEL REJUVENECIMIENTO Y LA EVOLUCIÓN
ACELERADA” (Ensayo I, Sección III1.2: El "Método Báthory" como modelo
psicofísico operativo de Transferencia Psico-biotermodinámica), para así refrescar
o interpretar en mayor profundidad las implicaciones de éste y los siguientes coeficientes
de réditos operativos.
2.2
η AA = 100 [1 – (TTF/DAB)]
Ahora, el cociente TFT/DAB mide la fracción del Decremento Neto de Edad Biológica o
“Efecto Anti-Aging” en valor absoluto producido al utilizar el Método Báthory (DAB),
gastada en llevar a cabo el nº de Castings u Operaciones Transferentes completas
requeridas para lograrlo. Naturalmente, la determinación exacta o rigurosa del valor DAB
habría de obtenerse mediante el estudio profundo y detallado, a nivel de ensayos de
laboratorio y a nivel clínico, del estado anterior y posterior a la aplicación del Método del
organismo del Receptor. Actualmente, existen técnicas fisiológicas y bioquímicas de
diagnóstico muy avanzadas que permiten establecer el grado de “desgaste” o “edad
biológica” de un ser humano mediante parámetros objetivos, a través de la elaboración de
un sofisticado mapa biológico determinado por biomarcadores específicos de alta
precisión. Estos métodos se basan en cuatro series de protocolos analíticos: Índices
fisiológicos o de funcionamiento corporal, composición corporal (relaciones
entre porcentajes de agua, grasa, músculo y hueso), perfil hormonal y perfil de
ADN. La evaluación ponderada de estos factores conducen a una medida fiable de la
velocidad de envejecimiento que presenta en un determinado momento un organismo
dado y, por ende, su Edad Biológica Efectiva. La diferencia entre ésta y su Edad
Cronológica cuantifica entonces el valor DAB.
Pero esto cae de lleno dentro del campo de la Aplicación Biológica de mi Teoría de la
Transferencia, y será expuesto en el futuro como apéndice a mis nueve artículos ya
publicados acerca de ella.
Por ahora, nos limitaremos a manejar una posible aproximación de la magnitud del
“Efecto Anti-Aging” del Método Báthory apoyada en la mera observación intuitiva o
semi-subjetiva de los testigos contemporáneos de la Condesa Erzsébet, quienes – si
damos crédito a numerosos historiadores y biógrafos de la extraordinaria y terrible dama –
aseguran que ésta aparentaba, tanto en vigor como en belleza, contar con unos 30 años
cuando frisaba los 50, justo antes de su detención, procesamiento y arresto domiciliario-
emparedamiento en vida, con un propósito puramente ilustrativo/orientativo.
Un magnífico resultado ¿no creen? Sobre todo, si se compara con los restantes “sistemas”
de su tiempo, a lo sumo apoyados en los retazos o flecos de conocimientos ancestrales de
auténticos herbolarios y otros parecidos, supervivientes entre sus aparatosos conjuros y
“pócimas” de supersticioso envoltorio. E incluso sigue manteniendo una excelente marca
si se coteja con algunos procedimientos o terapias Anti-Aging contemporáneas..., pero
suponiendo que pudiese aplicarse de manera intensiva, masiva y en condiciones ideales,
lo que quizás podría hacerse – y de hecho se hace, en cierta medida, aunque ahora ya de
modo mucho menos “crudo y directo”– , si se cuenta con la poderosa, aséptica y segura
tecnología biomédica presente.
Pero, por desgracia para la principal protagonista y beneficiaria de las actividades reales
que inspiran nuestras Simulaciones, y en otro y todavía más radical sentido, para sus
víctimas, éstas y aquéllas se hallaban irremisiblemente atrapadas en los albores del Siglo
XVII... Y, por más que, a pesar de desconocer por entero cualquier atisbo de los
fundamentos biomoleculares, biogenéticos y celulares del mecanismo de Transferencia de
los factores regenerativos de la memoria celular, el “Método Báthory”, apoyado en el
puro ensayo-error de una cruel pero a su modo eficaz combinación de observación por
ensayo-error e inducción empírica, lograse el muy notable mérito de adelantarse a su
época extraordinaria y audazmente, carecía de las mínimas garantías de control,
verificación, seguridad y eficiencia clínicas capaces de acercarle a su nivel óptimo de
rendimiento. Por ello, si bien consiguió un más que razonable grado de eficacia en el
propio proceso de Transferencia Biológica de los caracteres rejuvenecedores anhelados
extraídos a sus Donantes, las lamentables y primitivas condiciones de baja higiene,
rudimentarios protocolos previos de las fases iniciales de “preparación” de sus
“Fuentes/Presas” dentro de su Protocolo PTP y el escaso poder curativo de las lesiones
infringidas tras cada “sesión de Casting”, condenaban a su procedimiento a soportar un
excesivo número de pérdidas o muertes más o menos “tempranas” de sus proveedoras de
“agentes bio-activos Anti-Aging”: Como acaban de mostrar nuestros cálculos al respecto,
la cantidad promedio de “Extracciones-Castings-Clímax” elementales de una hora
aproximada de duración que podían aguantar sus jóvenes, robustas y hermosas Donantes,
por esmerada que fuese su selección, no sobrepasaba nunca entre las dos y tres docenas.
Esto la obligó a “consumir” una cantidad enorme de víctimas, en torno a 650, además de
forzar a una alta frecuencia de “rotación” de “sujetos frescos” para sostener sus objetivos.
Lo que hizo mucho más “caro”, dificultoso y prolongado el coste-inversión temporal del
Método, así como multiplicó desorbitadamente sus riesgos, como la Historia nos señala.
De hecho, esta es la razón por la cual el periodo real preciso para conseguir 20 años de
Decremento Neto de Edad Biológica fue de 10 años de inversión o trabajo
efectivo (TB).
η AA = 100 [1 – (TB/DAB)]
VIII
VIII.1
Tanto del análisis inductivo general de la Simulación de los diferentes Modos o Casos-Tipo
de Doble Transferencia DIR y su interpretación conceptual bajo el prisma de la Teoría de
Redes Complejas, como de una primera aproximación a su Protocolo Cinético
Experimental, podemos extraer una serie de conclusiones globales sobre el Fenómeno de
Impregnación Psicofísica y los procesos por éste desarrollado:
VIII.2
Implicaciones y Conclusiones Teóricas y Conceptuales: Un Primer Modelo sobre
la constitución y naturaleza íntima de las Redes Moleculares Psicopermeables
de Impregnación
VIII.2.1
VIII.2.1.1
Dicha hipótesis, así como las propiedades funcionales descritas en los puntos 3) – 5), se
justifican, en mi opinión, teniendo presentes que, tanto el cuarzo como las rocas con alto
contenido de minerales cuarcíferos como el agua muestran patentes muestras de
“psicopermeabilidad reactiva”, o alta capacidad de captación, transferencia y
almacenamiento de energías psicobiológicas y sus códigos informativos asociados, es
decir, un acusado “efecto memoria” psicodinámicamente activo. Existen múltiples indicios
y pruebas empíricas de ello, las cuales sintetizaremos a continuación:
VIII.2.1.2
VIII.2.1.2.1
Como sin duda se habrán percatado, la similitud entre los mecanismos físicos descritos y
la fenomenología de la Impregnación Psíquica desarrollada por el Modelo de Transferencia
DIR es enorme. En especial, la segunda y la tercera propiedad se adaptan de manera
impresionantemente adecuada a tales procesos, sin más que suponer la Descarga Inicial
del Hecho-Trauma Desencadenante y sus sucesivas realimentaciones por eventos de
orden comparable a otras tantas absorciones de pulsos o paquetes de ondas-partículas
electromagnéticas portadoras de energía psicobiológica de alto potencial emocional o
“Psicones” (Propiedad de Elevada Reactividad por Psico-Resonancia), y las eventuales
interacciones con perceptores de determinados perfiles el equivalente a los
“calentamientos/enfriamientos” o perturbaciones externas sobre la Red cristalina
impregnada (lo que podíamos llamar “Psicoluminiscencia”). Todo ello no sería en verdad
más que una conclusión directa del Postulado Fundamental de Psico-Cuantización
establecido desde el principio por mi modelo teórico. Claro está que tales efectos a escala
psicofísica no ha sido por el momento cuantificados de manera rigurosa en el laboratorio,
a causa de la elevada complejidad de las fuentes del fenómeno y la sutileza de los campos
y flujos de energías implicados, pero sí disponemos de abundantes indicios razonables y
datos empíricos que los respaldan a nivel cualitativo. Así, desde tiempo inmemorial, todas
las doctrinas y escuelas de sabiduría en todas las grandes Civilizaciones Antiguas han
sostenido que el cuarzo es un mineral con potente capacidad como receptor, acumulador,
amplificador, transferidor y canalizador de energía e información psíquica. En concreto, su
supuestamente muy elevada capacidad como “limpiador” o “purificador” psicoenergético
de auras o campos bioenergéticos humanos o ambientes “cargados” de impregnaciones
“negativas” es ponderada de forma sistemática y repetitiva en fuentes originales de las
más alejadas culturas del planeta. Constituyen, por ejemplo, la base fundamental de
importantes ramas de la Medicina Alternativa como la Gemoterapia o Cristaloterapia.
Parece evidente que tal propiedad le haría igualmente muy susceptible de ser imprimado
por las descargas sucesivas de Hechos-Trauma como los descritos cual origen primigenio y
mecanismo realimentador del fenómeno que nos ocupa.
Por otra parte, la gran variedad de estados energéticos o alocromáticos compatibles con el
sistema, así como la elevada complejidad estructural de las cadenas tridimensionales de
tectosilicatos y la magnífica estabilidad y resistencia a la erosión, desgaste o deterioro
mecánico de sus retículos cristalinos aseguran desde el punto de vista físico, su potencial
capacidad para almacenar, preservar, codificar y transferir cantidades muy notables de
información elaborada.
VIII.2.1.2.2
"Mensajes del Agua; La Belleza Oculta del agua", estudio del doctor Masaru Emoto,
es el resultado de los trabajos de investigación sobre muestras de agua de diversos países
y procedencias mediante la utilización de resonancia magnética y microscopia de campo
oscuro. La primera técnica permite la observación de los cambios en los niveles de
energías cuánticas más sutiles interactuantes con la consciencia del observador/operador
tal y como predice el Principio de Indeterminación de Heisenberg y la segunda nos
muestra, con magníficas imágenes del agua cristalizada, como ésta se ve influida por
diversos factores vibracionales como la música o la consciencia de las personas.
Masaru Emoto, especialista japonés en Medicina Alternativa, empezó a interesarse por las
propiedades sanadoras del agua unos 15 años antes de la edición de dicho libro. Tras 5
años de trabajo y reflexión, estableció contacto con el profesor Lawrence, un investigador
californiano que estudiaba las vibraciones más "finas" de las moléculas de agua utilizando
la técnica de la resonancia magnética... Trabajando con este científico el profesor Emoto
se formuló la siguiente pregunta: ¿sería posible reflejar las cualidades sanadoras de
diferentes tipos de agua "energizada" de una manera visible y palpable?
La "idea feliz" para llevar a cabo este estudio le llegó al probar fotografiar por medio de
microscopia de campo oscuro los cristales hexagonales que formaban distintas muestras
de agua al helarse. Y de las imágenes que obtuvo llegó la confirmación a su sorprendente
hipótesis: Ciertas muestras de agua corriente de grandes urbes presentan una estructura
de cristalización muy tosca, mientras que muestras de agua de manantiales ofrecen
cristales de una gran simetría y belleza. Extendió así su área de estudio al fotografiar
cristalizaciones de agua dulce de diversos lugares del mundo – (glaciares, lagos,
estanques, agua de lluvia, fuentes) – obteniendo cristales de formas más perfectas y
sorprendentes cuanto más natural e incontaminado era su origen. Curiosamente, el agua
salada o marina al ser helada y micro-fotografiada jamás ofrece trazas de cristalización
alguna, extremo cuya causa se ignora. Personalmente, tengo una hipótesis acerca de ello
relacionada asimismo con el fenómeno de la Imprimación Psíquica: La sorpresa mayor
llegó al conseguir transformar irregulares patrones de agua contaminada en bellos
cristales hexagonales al someter las muestras a la audición de canciones tradicionales,
oraciones religiosas o bien música clásica. O al transformar "mediocres" y anodinas
películas o redes de partículas de baja simetría de agua destilada en bellos patrones
geométricos al susurrarles palabras de agradecimiento y, al contrario, obtener horrorosas
estructuras al someterlas a frases desagradables o sonidos "caóticos" o disarmónicos.
Todo esto se inició en 1994 cuando el Dr. Masaru Emoto tomó muestras de agua dulce de
varias fuentes, congeló unas pocas gotas, las examinó bajo un microscopio de campo
oscuro y las fotografió. Primero experimentó con agua de una fuente natural pura en
Japón. La foto reveló una hermosa forma cristalina. Luego hizo lo mismo con agua de un
río contaminado cercano. El resultado fue un turbio y embarrado patrón con muy poca
estructura. Luego pidió a un sacerdote del templo Jyuhouin ofrecer una plegaria a una
muestra de agua contaminada y repitió el experimento sólo por curiosidad. Apareció una
hermosa estructura cristalina hexagonal blanca. Este experimento fue repetido muchas
veces con el mismo resultado.
Las diferentes muestras de agua destilada mostraron formaciones diferentes, pero nunca
cristalizadas. Este agua fue expuesta a continuación a sonidos grabados en cintas
conteniendo palabras, nombres de personas, música, o exponiéndola a diferentes esencias
florales.
VIII.2.1.2.3
Los dos factores anteriores son los sustancialmente imprescindibles para la producción y
sostenimiento de la fenomenología de la Impregnación Psíquica. Pero el análisis
estadístico empírico-inductivo de sus manifestaciones señala que existen otros dos que,
aunque en menor medida y de forma digamos suplementaria, ayudan a reforzarlo; En
orden relativo de influencia cuantitativa, estos parámetros son: La ubicación del Recinto
de Imprimación sobre zonas geofísica o telúricamente “calientes” y la presencia de
materia orgánica en descomposición, sobre todo también a nivel del subsuelo.
Además, no se trataría tan solo de una mera acumulación de energía: Es obvio que existe
una “afinidad específica” entre las inestabilidades o centros geofísico-telúricos activos y la
Redes de Cuarzo-Tectosilicatos de las rocas graníticas o basálticas suprayacentes, pues
ambas forman parte, a escala geológica, de un mismo Sistema evolutivo dentro del Ciclo
de la Litosfera. Las series de Bowen de cristalización o codensación magmática –
especialmente la continua o ácida, asociada a los zócalos o superestructuras graníticas de
la corteza continental emergida, que configuran el basamento del escenario principal que
nos ocupa – implican una progresiva concentración de mayores proporciones de cuarzo en
las series minerales de las rocas en formación. Por añadidura, sus áreas más activas se
asocian con intensos plegamientos tectónicos, fallas, intrusiones o encabalgamientos, que
provocan un amplio y diverso metamorfismo local de éstas. Asimismo, se hallan
profundamente relacionados con fenómenos hidrotermales ligados a embolsamientos
freáticos o corrientes de aguas termales subterráneas. Es, en consecuencia, muy
razonable suponer que la gama de frecuencias energéticas liberadas por estos
mecanismos geofísicos sean próximas a las características de las descargas traumáticas
de la Impregnación Psíquica, pues ambas operan por, de y a través de idénticos o
semejantes soportes a nivel macromolecular y molecular. Al fin y al cabo, los cambios geo-
tectónicos, aun en sus fases más “latentes” y graduales, son transformaciones violentas y
poderosas de masa-energía, y no es de extrañar que puedan alimentar y “cebar” un
fenómeno mucho más sutil o menos denso pero sustancialmente afín si éste ocurre y se
repite en un entorno cercano a su “epicentro activo”. De hecho, todas las culturas
antiguas destacan en sus principios de sabiduría ancestral la crucial relevancia o conexión
entre los “puntos calientes” de alta actividad geo-telúrica y los “lugares de poder”, o
“Portales” a ciertos estados alterados de conciencia o experiencias “paranormales”. Los
druidas llamaban al cuarzo “las venas de la Tierra...”. De nuevo, una vez más, los
intuitivos y meramente empíricos saberes primitivos acertaron, aunque no tuviesen
acceso a los fundamentos íntimos de los fenómenos a escala molecular. Y, probablemente,
intentaron potenciarlos: Stonhenge y otros cientos de “círculos de dólmenes, menhires y
semejantes” repartidos a lo largo y ancho de Europa, coincidiendo siempre con las
“Líneas-Ley” de la Red de Actividad Geo-Telúrica, dan buena cuenta de ello. Sólo hay que
cambiar la perspectiva para interpretar tan ciclópeos restos del pasado de forma más
profunda y correcta de lo realizado hasta ahora.
Atrevámonos a continuación con los mucho más sutiles e intrincados aspectos dinamo-
funcionales de las mismas.
VIII.2.2
No obstante, esto no quiere decir que no sean capaces de captar, procesar, asimilar,
almacenar y transferir grandes cantidades netas de energía-información, si bien supone
severas restricciones en cuanto a la potencia o velocidad y capacidad de saturación
máxima con la que pueden realizar tales funciones. Esta condición fundamental las
“condena” a una estrategia de expansión evolutiva cimentada en la concentración bruta,
el oportunismo acumulativo y la alta resistividad en estado latente o cercano a él, como se
describió entonces en detalle.
No obstante, las dos fórmulas parecen haber funcionado igualmente bien: Objetiva y
científicamente hablando, no podemos afirmar que las Redes Colmenas hayan superado
en términos de competitividad, eficacia y resultados expansivo-evolutivos a las Redes
Socio-Cerebradas de los mamíferos superiores de sangre caliente de elevado refinamiento
psico-emocional tribal, como el primate humano o los lobos. Incluso aun cuando parte de
estos últimos (los ancestros de las actuales razas de perros domésticos) y los hombres
hayamos formado una “alianza estratégica” desde hace una o dos docenas de milenios, no
hemos conseguido superar los logros conseguidos desde cientos de millones de años atrás
por los insectos sociales avanzados, al menos hasta que nuestra especie alcanzó el estado
de la Primera Revolución Industrial...
Es muy interesante y sugerente constatar que tan solo nos hemos puesto por encima de
ellos – en el sentido de que ahora podemos extender nuestras garras fuera de la
atmósfera terrestre, en las profundidades oceánicas y otros entornos radicalmente hostiles
– cuando el desarrollo del conocimiento científico y sus productos tecnológicos nos
permitió mantener a la par un nivel de talla biológica y complejidad morfo-funcional por
nodo/individuo de nuestras Redes mucho más grande y, a la vez, un tamaño de población
y nivel de concentración “urbana” colosal, comparable o mayor en términos relativos al de
sus Colmenas..., o sea, a partir del momento en que nos fue factible combinar los
esquemas de crecimiento naturales ancestrales propios de nuestras Redes de Clanes
Tribales primitivos y parte de las estrategias acumulativas de alta concentración de los
Sistemas-Hormigueros... Y, pese a todo, tan admirable aunque arriesgado “salto” es
inestable, pues todavía no sabemos si sus costes a nivel de lesión o daño psicoemocional
de nuestras mentes, generación de tensiones y conflictos agresivos y disfunciones
organizativas internas y terribles riesgos de una conflagración destructiva global o un
derrumbe de nuestro precario equilibrio con la viabilidad o compatibilidad de este
novedoso y acelerado camino de progreso colectivo y el sostenimiento de nuestro medio
ambiente y nuestra sobre-explotación vertiginosamente “desbocada” de sus recursos
superarán o no a sus múltiples, obvios e inmediatos beneficios, esto es, si nos conducirá al
Triunfo Final, (la Conquista del Sistema Solar a medio plazo y más allá a largo), o al Caos
Catastrófico más absoluto o incluso nuestra Extinción como especie hiper-dominante del
planeta...
Pero, insisto, todas estas reflexiones e ideas no dejan de contrastar entre sí los potenciales
y capacidades emergentes de diferentes tipos de Redes Libres de Escalas...
¿Podríamos aplicarlas cuando la Red constituida por los nodos/vértices o individuos más
pequeños y sencillos y de topología menos modularizada fuese Exponencial y la
configurada por elementos más complejos y jerarquizados en Escala Libre?
Hasta hace muy poco tiempo, la respuesta era negativa, pues los científicos e
investigadores no habían encontrado jamás un solo ejemplo de Red Exponencial cuya
eficiencia, poder emergente de expansión adaptativa y auto-control organizativo (lo que
sería equivalente a la auto-conciencia psíquica en nuestro contraste entre el cerebro
humano y las tramas moleculares de Impregnación), se igualase o acercase tan siquiera a
los que definen las Redes en Libre Escala, aun las más simples de entre ellas.
Así, parecía haber un “límite inferior de complejidad morfo-funcional unitaria” por debajo
del cual los factores ventajosos de la Estrategia de progresivo refinamiento del
Crecimiento por Fitness o Enlace Preferencial parecía imponerse siempre a la Estrategia de
Enjambre o Concentración Acumulativa... Y esta barrera parecía inamovible, hasta
convertirse en un Postulado asumido implícitamente por todos los estudiosos de la nueva
Física de la Complejidad y sus multiformes aplicaciones en otras especialidades.
Teóricamente – tal y como se explicó unas líneas más arriba – cabía concebir la posibilidad
de que existiese una Red Exponencial – esto es, de topología y grado de complejidad
modular equivalente al metabolismo bacteriano o el sistema nervioso de los gusanos más
primarios – que, además, contase con un nivel tan denso y compacto de interconexiones
brutas totales que, pese a ser su nº promedio de enlaces por nodo y grado de modularidad
mucho más modesto y constante en el tiempo – pudiese aproximarse a la complejidad y
poder de auto-regulación de una Red Libre de Escala individual muy superior en talla,
densidad neta interna, potencia procesadora, especialización funcional y jerarquización
modular que ella. Pero únicamente si esa cantidad total de conectores era tan abrumadora
y compacta que acumulase una capacidad computacional-coordinativa comparable entre
sus elementos procesadores-almacenadores de información, por supuesto. Expresado de
manera menos técnica, si la super-concentración relativa al tamaño de nodos-conectores
fuese tan masiva que compensase la muy superior eficiencia global de la trama de nodos
y enlaces mucho más complejos, grandes, sofisticados y robustos de la Red Libre de
Escalas... Una ingente muchedumbre o “Enjambre Super-Concentrado de nodos-
conectores más simples y menos densos – en suma – podrían llegar a igualar funcional u
operativamente a un entramado incomparablemente más potente y sofisticado de nodos-
conectores, pero siempre que les superasen en número bruto o total con la suficiente
amplitud como para equilibrar la profunda desventaja estructural esencial de cualquier
Red de Concentración Exponencial frente a otra en Libre Escala. De esta forma, se podía
imaginar un “Enjambre Coordinado” de diminutas y elementales “nodos-neurales-
gusanos” equivalente como Mente Colectiva a la de un cerebro humano, o una masa
ingente de bacterias ultra-coordinadas entre sí hasta el punto de desarrollar el potencial
metabólico-digestor-asimilador de un mamífero superior..., o incluso una suerte de
conciencia psíquica colectiva.
Una de las mejores y más instructivas descripciones de cómo podría ser y actuar un
Retículo de esta índole fue creada por el inagotable y portentoso talento a la vez creativo,
imaginativo y no exento nunca de serias dosis de racionalidad científica anticipatoria del
brillante autor dentro de este género, divulgador polifacético y bioquímico norteamericano
de origen ruso Isaac Asimov, quien por desgracia nos abandonó a causa de un ataque
cardíaco a principios del año 1992: En su novela “Némesis”, relata como los exploradores
espaciales de un satélite gigante tipo “Europa” o “Titán”, pero de características
planetarias habitables, que orbita en torno a un gigante gaseoso “jupiteriano” en el seno
de un Sistema Estelar cercano, se enfrentan a un mundo donde los vastos océanos
albergan una en principio “invisible” y misteriosa forma de vida inteligente: Incontables
trillones y trillones de células primordiales procarióticas en extremo similares a las
bacterias primigenias terrestres, si bien dotadas de una sutil interconexión electroquímica
en Red entre sí, que les posibilita tras una lentísima Evolución el desarrollo de una
modalidad compleja de auto-conciencia o Mente Colectiva de poder humano y hasta más
que humano...
Pues bien, aunque se que a muchos les sorprenderá y otros arrugarán, escépticos, el
entrecejo, me complace informarles a quienes de entre mis lectores lo desconozcan aun,
que la idea sustancial de este relato – aunque no en sus extremos cualitativos y
cuantitativos..., tranquilidad..., nadie nos disputa por el momento el dominio sobre esta
Tierra – acaba de ser confirmada por recientes descubrimientos experimentales...
Sin embargo, unas semanas después, el Dr. Nielsen se dio cuenta de que algo muy
extraño estaba ocurriendo en el interior de aquellas probetas medio olvidadas... ; Al haber
cambiado los niveles de oxígeno disuelto en el agua de la superficie, se produjeron casi de
inmediato toda una serie de fluctuaciones químicas varias capas más abajo. Esta
“respuesta” se verificaba a una distancia tan grande y a una velocidad tan elevada (para
el tamaño de una bacteria) que resultaba imposible de explicar mediante de los
mecanismos habituales de transporte químico o difusión molecular.
Como asegura el propio director del equipo responsable del asombroso descubrimiento:
“ Acabamos de abrir una puerta, pero creo que el descubrimiento cambiará
nuestro modo de pensar
sobre la geoquímica marina y la ecología microbiana”.
Estimo que, interpretado según la Teoría de Redes Complejas, abre una puerta todavía
más general, ancha, alta e importante que todo eso: Es la primera evidencia
experimental probada de que es posible configurar una Red operativa cuyos
nodos o unidades procesadoras elementales no sobrepasan el grado de
complejidad morfo-funcional de escala Exponencial, como la que define el
metabolismo proteico y la dinámica proteoma-genoma monocatenario circular
procariota, pero capaz de funcionar como una gigantesca trama coordinada
cooperativa colectiva a un nivel superior, debido a la inmensa concentración de
vértices y de un sistema de enlaces “inalámbricos” a distancia de gran alcance
relativo, que permiten un “Efecto Hiper-Enjambre” que les hace “saltar el alto
escalón” de las deficiencias estructurales derivadas de su organización reticular
respecto a las Libres de Escalas.
A la luz de este último, inesperado y conmocionante hallazgo, resulta una hipótesis muy
razonable, coherente tanto con las pruebas empíricas obtenidas por las experiencias
parapsicológicas como con las predicciones generadas al aplicar al fenómeno mi Modelo
de Doble Transferencia.
Ahora bien... ¿significa esto que, adoptando tal conclusión, ya hemos resuelto el “Gran
Dilema” interpretativo que divide a los investigadores de lo paranormal en este campo?...
O, formulado de otro modo más directo: El que sea al menos teóricamente consistente
suponer que una Red Molecular de Impregnación Psicofísica puede llegar a desarrollar un
nivel de poder perceptivo, procesador, asimilador, coordinado y auto-consciente de orden
cerebral superior, ¿implica que podamos considerarla como algo equivalente a una mente
humana? ¿Tendrían razón, entonces, a la postre los espiritistas frente a los partidarios de
la Hipótesis de los Residuos Psíquicos o primigenia Teoría de Impregnación Absorbente?
No, en absoluto, y ello es preciso dejarlo muy claro: El Modelo Schreiber del Imprimatur
por Redes Psicofísicas y todas las conclusiones expuestas de índole empírico-inductivas
derivadas de él se limitan a demostrar que es científicamente admisible que los grandes
hechos traumáticos descargadores de intensas concentraciones de energía psicobiológica
portada en forma de pulsos electromagnéticos o “psicones” (en realidad, partículas-ondas
electrónicas) y su frecuente y sucesiva realimentación por repetición de eventos de tipo
semejante sean captados, acumulados, , codificados, preservados y procesados por
soportes moleculares adecuados en Red de topología Exponencial, así como la naturaleza
morfológico-estructural y dinamo-funcional de tales retículos. Por otro lado, tales
contenidos o “huellas de impregnación” energético-informacionales serían activadas por la
presencia próxima en el Recinto de Imprimación de perceptores potenciales específica y
particularmente sensitivos a dichos estímulos, los cuales reaccionarían mediante
respuestas psicoperceptivas obedientes a la Ley de Fechner-Weber, engendrando la
fenomenología característica de estos casos.
De ninguna manera es posible concluir de esto que tales entidades psicofísicas puedan
mantener y desarrollar semejantes contenidos y funciones psíquicas sin la existencia de
dicho soporte molecular, ni manifestarse en ausencia de un perceptor sensitivo interactivo
con ellas, y mucho menos desde, en o a través de los mismos cual “interfase” o “umbral”
con otro plano dimensional, como forzosamente implica la Hipótesis Espiritista o cualquier
otra formulación del pensamiento espiritualista.
Sin embargo, también cabría por parte de los defensores de la opción espiritista oponer a
éste otro razonamiento alternativo: Mi teoría se limitaría a describir en términos
psicofísicos la estructura morfo-dinámica que tales supuestas entidades utilizarían o
adoptarían para mostrarse e intercambiar energía-información con las mentes vivas lo
suficientemente perceptivas dentro de nuestra dimensión física o espacio-temporal.
Mientras actuasen en ésta, se verían obligados a hacerlo según los parámetros y leyes
desarrolladas por el Modelo u otro similar más perfeccionado que pueda ser establecido en
el futuro, pero ello no demostraría en rigor que no les sea factible subsistir de forma
independiente en otra escala dimensional diferente o superior.
Obviamente, esto es así en rigor, pero en mi opinión debilita fuertemente los fundamentos
de las concepciones espiritualistas, porque en Ciencia no se pueden exigir demostraciones
negativas del tipo “pruebe que no hay algo más detrás”, contrarias al Principio de
Economía, la archifamosa “Navaja de Ockam”.
Dejemos, por tanto, que el porvenir resuelva la polémica sin alimentarla más de manera
inconsistente.
VIII.2.3
Mis Pacientes Lectores recordarán sin dificultad que todo el edificio de mi modelo teórico
de Impregnación Psíquica por Transferencia se asienta sobre una Hipótesis inicial de
trabajo: La llamada Hipótesis Psicocuántica Fundamental de la Transferencia: "En
todo proceso de emisión, intercambio o absorción de energía psicofísica
codificadora de información entre un Donante (D) y un Receptor (R), las
entidades mínimas portadoras de dicho flujo de energía/información han de
estar cuantizadas. Llamaremos "psicones" a dichos "paquetes" discretos de
ondas/partículas portadoras".
Todo ello reforzaba la validez del Modelo DIR, pero no por esto su “piedra angular”
conceptual dejaba de ser una simple hipótesis.
Pues bien, a principios del año 2009, mientras este modesto autor empezaba a desarrollar
y documentar estas ideas, en avanzados laboratorios de vanguardia situados en el otro
extremo del planeta – concretamente en las Islas del Sol Naciente – se llevaban a cabo
una serie de experimentos que terminaron por demostrar con meridiana
claridad que tal Hipótesis no era tal en realidad, pues su enunciado sustancial
se halla refrendado por hechos y medidas experimentales precisas y
específicas... : Existe un mecanismo bioenergético capaz de generar una
continua emisión de fotones de origen biológico por parte del cuerpo humano.
Los científicos emplearon una cámara CCD operativa a – 120 º C, especialmente diseñada
con lentes de alta resolución, instalada en una habitación sumida en completa oscuridad
bajo condiciones meticulosamente controladas. Cinco voluntarios sanos, todos ellos de
edades comprendidas entre 20 y 30 años, fueron sometidos a condiciones normales de
alternancia luz-oscuridad y se les permitió dormir de 00:00 h A.M hasta 7:00 h A.M.
Durante los días de obtención de las imágenes de emisión biofotónica, los sujetos fueron
confinados en una habitación adyacente ajustada a iluminación ambiental estándar de 400
lux. Antes de obtener los registros, la superficie corporal fue limpiada y cada voluntario
permaneció 15 minutos en plena oscuridad para adaptarlo a ésta, tras ser integralmente
desnudado y finalmente sentando en una silla de operaciones específicamente orientada.
Una vez así preparados, se les sometió a 20 minutos de exposición a la cámara CCD.
Simultáneamente, otra cámara IR en idéntico ángulo de orientación se encargaba de
recibir al unísono las emisiones de infrarrojos causadas por el calor corporal. La
temperatura de la Dark Room se hallaba regulada por aire acondicionado, para evitar
distorsiones y sudoración. Ambos equipos se encontraban conectados, naturalmente, a
sus correspondientes controladores-procesadores independientes de las señales captadas
y éstos a su vez a un avanzado computador, éste ya exterior a la sala oscura, dotado de
los idóneos y más refinados programas de software gráficos de digitalización de
integración-digitalización de imágenes a partir de series espectroscópicas. Se realizaron
estas sesiones de mediciones cada 3 horas, desde las 10:00 h hasta las 22:00 h, por
espacio de tres días seguidos. Justo antes y después de cada exposición, la temperatura
de la superficie corporal (por termografía) y la oral (termometría simple) fue tomada.
También se recogió una muestra de saliva tras cada sesión con el fin de analizar los
niveles de cortisol como marcador de los ritmos circadianos endógenos. La variación
temporal de las emisiones biofotónicas producidas fue calculada a partir de los datos de
las imágenes obtenidas, extrayendo el valor de las intensidades de emisión faciales y de
varias superficies corporales concretas.
VIII.2.3.1
8) Sabemos que los ritmos circadianos son generados en la mayor parte de las células
del organismo humano, conducidos por la expresión de ciertos genes
particulares, denominados “clock genes”, relacionados con la regulación
de los mecanismos de retroalimentación o bio-feedback genético de las
series de procesos de transcripción/transducción. Recientes avances en
cronobiología evidencian que los estados de oxidación (redox) de las células
modulan la actividad de los genes circadianos, estableciendo la crucial importancia
de las señales o indicadores metabólicos en el ritmo oscilatorio del Reloj Biológico.
En concreto, la oxidación de la glucosa y su correspondiente consumo de oxígeno,
muestra robustos ritmos cíclicos en los principales centros circadianos de las
células de los tejidos en los mamíferos. Por medio de la regulación de la cadena
respiratoria celular operada en la mitocondria, se producen las variaciones en la
liberación de especies altamente reactivas de oxígeno en forma de radicales libres,
las cuáles a su vez reaccionan en ciclos metabólicos con moléculas de lípidos y
proteínas carbonílicos a los que excitan electrónicamente, transfiriendo éstos su
exceso energético inestable a los grupos fluoróforos como se describió antes, cuya
ulterior relajación es la causa última de la emisión biofotónica.
Como bases empírico-inductivas del mismo podemos sintetizar los siguientes enunciados:
4) Por otra parte, sabemos que los procesos cíclicos o “Relojes Biológicos” se
encuentran gobernados por la expresión de ciertos genes especializados, o “clock
genes”, relacionados con la regulación de los mecanismos de retroalimentación o
bio-feedback genético de las series de procesos de transcripción/transducción.
Asimismo, se ha demostrado que los diversos estados de oxidación las células
modulan la actividad de los genes circadianos, estableciendo la crucial importancia
de las señales o indicadores metabólicos en el ritmo oscilatorio del Reloj Biológico.
SIMULACIÓN “RESPLANDOR-BÁTHORY”
λ 1máx = 650 nm
λ 2máx = 550 nm
Picos Máximos
E=hν =hc/λ
I=nhc/λ
IM1 = 3 103 fotones s-1 cm-2 x 6.626 10-34 J s x 3 108 m s-1 / 650 10-9 m x 104 cm2 m-2 =
9.174 10-12 w m-2
IM2 = 3 103 fotones s-1 cm-2 x 6.626 10-34 J s x 3 108 m s-1 / 550 10-9 m x 104 cm2 m-2 =
1.084 10-11 w m-2
IM ~= 10-11 w m-2
S = 1.75 m2
Valles o Mínimos
Im ~= 5 10-12 w m-2
ITo = 0.570 w
Como puede observarse, la potencia de emisión de los biofotones en región visible, pese a
ser teóricamente perceptibles, resulta demasiado débil para poder ser percibida por el ojo
humano. Por el contrario, la procedente de una sola descarga de “psicones” impregnantes
es miles de millones de veces más intensa, pero tampoco perceptible por dicho sentido,
pues ha de generarse por tránsitos en frecuencia proporcionalmente más baja. Por ello
solo es captada por una muy escasa minoría de sujetos “sensitivos” especialmente
dotados o predispuestos para ello, que los reciben en sus cerebros directamente a partir
de las fuentes moleculares imprimadas en grupos de receptores neurosensoriales aún
desconocidos, probablemente existentes en todos nosotros, pero de ordinario atrofiados o
hipo-desarrollados. Tan inusual “talento” es plausible presente un fuerte factor genético,
aunque muy modulable por variables de estimulación-condicionamiento-refuerzo
ambiental. A este respecto, parece muy significativo que perfiles bioquímica,
neuroendocrina y fisiológicamente en cierta manera afines a la sobre-excitación por estrés
continuado de alerta y combate, como la explosión hormonal esteroidea de la pubertad,
ciertos estados alterados de conciencia, hiper-sensibilidad histérica infantiloide o hasta
algunos transtornos vinculados a emisiones menstruales anormalmente violentas
favorezcan tales fenómenos psico-receptivos. Evidentemente, esto ha de relacionarse con
un menor coste en la fase de “sintonización” predicha por el Modelo DIR.
Es evidente que, para dos haces cualquiera de ambas irradiaciones, su “paquete mínimo
perceptible” o “umbral psicoperceptivo” equivale una Intensidad I = 1 en su escala
relativa – recordemos la Ley Psicofísica Fundamental de Fechner-Weber –. Por lo cual, es
lógico que, a mayor número de fotones necesarios para completar dicho paquete-umbral,
menor frecuencia posean cada uno de ellos, pues:
n=I/hν
Ya que tanto “h” (la Constante de Cuantización de Planck), como los factores de
conversión que ajusten cada magnitud absoluta de intensidad-umbral en w a las escalas
relativas weberianas son parámetros invariantes.
ν Psi = (nBF/nPsi) ν BF
Esto es que:
ν Psi = (1000/Iρ ) ν BF
λ BF = 600 nm
Valores que corresponden a la zona del espectro de las ondas medias de radio,
como se pretendía demostrar.
IX
Recapitulación y Conclusiones Finales
IX.1
Recapitulación Final
Pues bien, esta es la talla de los colosos de la Ciencia quienes, todos ellos
sin excepción, se interesaron vivamente por los fenómenos de TCI y
trataron, cada uno a su modo, de diseñar y construir aparatos capaces de
recibir, registrar, medir y contactar con las enigmáticas “señales
psíquicas”, especialmente acústicas o parafónicas y las vinculadas a
distorsiones de campos electromagnéticos, asociadas a determinados
fenómenos parapsicológicos y enclaves presuntamente “impregnados”.
IX.2
Conclusiones Finales
Con toda humildad, pero no por ello sin plena y honesta convicción, creo haber sentado
las bases de un nuevo enfoque para la Parapsicología Científica, capaz, al ser ampliado y
desarrollado tanto teórica como experimentalmente, de asentarla como miembro de pleno
derecho en el seno de la selecta y exclusiva familia de las Ciencias Positivas.
¿Cómo podríamos bautizar a esta nueva rama del frondoso, exuberante y eternamente
creciente y tentador Árbol del Conocimiento?
TRANSPSICOFÍSICA
Estimo es un buen nombre: Alude – por un lado – a los potentes fundamentos moleculares,
biofísicos y biocuánticos de esta nueva Teoría de la Impregnación, pero el prefijo
“TRANS” señala, al mismo tiempo, a la naturaleza “más allá de la psicofísica
convencional” de la fenomenología implicada y al concepto de “Transferencia”, esencial
para el modelo.
Pero también me consta que únicamente he llevado a cabo una primera aproximación o
ensayo dentro de esta flamante rama neonata del saber y, por ello, inevitablemente
simplificada e incompleta... Detrás de este modelo teórico, vendrán sus sucesores,
capaces de abordar la síntesis y formulación del fenómeno y de otros relacionados con él
de manera mucho más precisa, elaborada y perfeccionada, dentro de los cuales, mis
sencillas ecuaciones no serán más que un mero subconjunto parcial de casos
particulares...
Ahora sí que puedo comprender – con todos los respetos – dos célebres frase del gran
Maestro Sir Isaac Newton, frases en las que el colosal genio creador de la primera teoría
físico-matemática que unificó la Mecánica Celeste y las Leyes Generales de la Dinámica
mediante una primera aproximación clásica a la Teoría de la Gravitación Universal,
resumía a la perfección este mismo doble sentimiento:
“No se lo que pareceré a los ojos del mundo, pero a los míos es como si hubiese
sido un muchacho que juega en la orilla del mar y se divierte de tanto en tanto
encontrando un guijarro más pulido o una concha más hermosa, mientras el
inmenso océano de la verdad se extendía, inexplorado frente a mi”.
Que esa Energía Cósmica, la misma, en esencia, que conforma los patrones de vibración
de las partículas elementales que componen los átomos, los núcleos pulsantes de las
estrellas y que emana, dimana, impregna y nos impregna desde y entre nuestras células,
fluidos, cuerpos y mentes en sus múltiples formas, frecuencias y manifestaciones, ilumine
nuestra Razón, nuestra Sensibilidad y la de las generaciones venideras...
Así sea.
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X
Dedicatoria y Agradecimientos
X.1
Dedicatoria
Agradecimientos Genéricos
Agradecimientos Personales
Como pueden observar una vez más, los engranajes acasuales del Telar de
la Mega-Red de Serendipidades/Sincronicidades giran a toda máquina,
como bien se percataron por vez primera mentes de la formidable talla de
Carl Gustav Jung y Wolfgang Pauli.
XI
Bibliografía y Referencias
• DRA. ANA MARÍA ROCA RUIZ: “Aprende a calcular las calorías que gastas”.
WEB “PULEVA SALUD”, última actualización (6-5-2009).
• Lars Peter Nelsen, Nils Risgaard Petersen, Henrik Fossing, Peter Bondo
Christensen, Mikio Sayama (AIST, Japan). “Electric currents couple
spatially separated biogeochemical processesin marine sediment”.
Nature, 25-2-2010, 1071-1074, ISSN:0028-0836.
• Oscar Kiss Maerth (1967). “El Principio era el Fin”. Barral Editores, S.A.
Barcelona (España), 1972, ISBN 84-211-0269-9.
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En Sevilla, a 17-7-2010
13:56 P.M.
Por:
Juan Schreiber
(Bioquímico y librepensador)