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FUNDAMENTOS DE TRANSPSICOFÍSICA (III)

(Un primer ensayo sobre las bases para una nueva Parapsicología Científica)

ÍNDICE

I................... Simulación Cinética de la Transferencia DIR

II................... Simulación Cinético-Analítica Descriptiva de los


diversos Casos-Tipo de Doble
Transferencia DIR

III................... Análisis e interpretación teórica de los errores


estimados para la Primera
Aproximación de la Función Cinética de Doble Transferencia
en sus diversos
Casos-Tipo Lineales. Concepto de Acoplamiento Cinético o
“Sintonización”
Transferente. Energía de Sintonización Transferente

IV................... Teoría de Redes y Transferencia. Postulado Schreiber


de las Redes Psicofísicas:
Un primer intento de explicación morfo-funcional del
fenómeno de
Impregnación Psíquica y su interacción con observadores
sensitivos. Teoría
Teoría Schreiber de las Redes Psicofísicas. Teorema
Schreiber de la Red de
Impregnación Exponencial

V................... Nuevo Análisis inductivo de los Casos-Tipo estudiados


en nuestra Simulación
para la Doble Transferencia según el Modelo DIR, en
términos de la Teoría
Schreiber de Redes Psicofísicas

VI................... Aproximación a un posible Protocolo Empírico para el


estudio y análisis
psicocinético del fenómeno de Doble Transferencia por
Impregnación Psíquica
según el Modelo DIR

VII................... Aplicación del Protocolo DIR a la nueva Simulación


Numérica “Cachtice-
Báthory”

VIII................... Conclusiones Teórico-Inductivas de la Simulación del


Modelo DIR, la Teoría
Schreiber de Redes Psicofísicas de Impregnación Ambiental y
su Protocolo
Cinético
IX................... Recapitulación y Conclusiones Finales

X................... Dedicatoria y Agradecimientos

XI................... Bibliografía y Referencias

---------------------------------

Simulación Cinética de la Transferencia DIR

I.1

Introducción

Con el propósito de aclarar conceptos acerca de la utilidad, poder predictivo y límites o


alcances de aplicación del Modelo Psicofísico DIR sobre la Transferencia por Imprimación
Psíquica elaborado por este modesto autor, llevaremos a cabo una simulación numérica de
los aspectos cinéticos y analíticos para los principales Casos-Tipo del fenómeno
establecidos en mi ensayo teórico “PSICOTERMODINÁMICA DE LA TRANSFERENCIA
(Un modelo psicofísico sobre la termodinámica de la Transferencia por
Imprimación Psíquica)”. En la segunda parte de este trabajo, abordaremos un primer
esbozo de sus posibles protocolos empíricos a través de esas mismas modalidades
descriptivas.

Iniciamos así esta labor con la descripción cinética del fenómeno, sin duda la más simple y
a la vez determinante para fijar las condiciones iniciales y de contorno de estos procesos.

I.2

Condiciones o Parámetros Iniciales Cinéticos

Para nuestra simulación, supondremos el siguiente escenario hipotético: Imaginemos la


habitación “maldita” de un “hotel impregnado”. En ella se concentra un historial repetitivo
y sucesivo de eventos traumáticos supuestamente liberadores de elevadas densidades de
energía psíquica imprimante. Tales como abusos, vejaciones, asesinatos, suicidios,
violaciones, rituales de sangre y similares. Denominamos ésto “Simulación
Resplandor/Báthory”, en homenaje al genio de dos grandes talentos narrativo-creativos
en este campo, el del escritor Stephen King y el director de cine Stanley Kubrick, máximos
aunque no bien avenidos entre sí responsables de esa deliciosa “joya oscura” literario-
cinematográfica de igual nombre. En cuanto a lo del ilustre apellido de la más principesca
nobleza húngara que lo acompaña, se lo explicaré en breve.
Parámetros de contorno e iniciales de la Simulación Resplandor/Báthory

• Energía Psíquica Máxima Inicial promedio descargada por cada hecho-trauma


individual o unitario desencadenante: 616 cal

• Duración media de desarrollo para cada hecho-trauma unitario: Entre 15 min y 1


hora (Circunscribiéndonos a la Etapa Clave del “Método Báthory”, es decir, el
CLÍMAX o CASTING del mismo, sin tomar en cuenta las fases inmediatas de
preparación inicial (Ver mi ensayo “TRANSFERENCIA DE LA MEMORIA
CELULAR: LA CLAVE MOLECULAR DEL REJUVENECIMIENTO Y LA EVOLUCIÓN
ACELERADA” (Ensayo I, Sección III1.2: El "Método Báthory" como modelo
psicofísico operativo de Transferencia Psico-biotermodinámica)

• Nº de veces que, en promedio, se ha repetido cada uno de dichos eventos: Entre 4


y 5 (4.5)

• Volumen de la habitación o “enclave impregnado”: 40 m2 (superficie) x 2m (altura):


80 m3

• Siguiendo el modelo de nuestro escenario imaginario tipo “Resplandor”, el hotel se


halla construido sobre material orgánico humano en descomposición (un antiguo
cementerio), se encuentra rodeado y asentado sobre masas geo-telúricas de alto
porcentaje granítico y su subsuelo se ve surcado por corrientes de agua. En función
de estos factores, la “Constante de Psicopermeabilidad” del medio será elevada: ks
= 0.8 (para un máximo de 1 en su escala relativa)

• Suponiendo una Cinética Decreciente (o sea, que la densidad de Potencia o


Intensidad del fenómeno de “Imprimatur” va disipándose lentamente en el tiempo,
su modo más común a juzgar por los datos empíricos derivados de las
investigaciones de campo de la Parapsicología científica disponibles), tomamos el
Periodo de Semi-Extinción o Semivida Perceptivo-Operativa de la
Imprimación: TEP/2 = 28 años

Cálculo estimativo de los restantes valores iniciales derivados

• Densidad energética máxima imprimada:

Eo(total) = 616 cal x 1 J/0.24 cal = 2566.666 J

σ o = Eo(total)/V = 2566.666 J/80 m3 = 32.083 J/m3

Para hacernos una mejor idea de lo que esta magnitud supone a nivel de los
consumos energéticos cotidianos, digamos que 2566.666 J (o su equivalente, 616
cal) corresponden al gasto medio de un jinete de peso igual a 75 kg cabalgando a
trote moderado durante 1 h. Así, cada metro cúbico de volumen del recinto
impregnado recibe o “absorbe” un promedio de 32.083 Julios o 7.7 calorías de
energía psíquica liberada por cada hecho-trauma acontecido. He elegido estas
cifras en honor de la bellísima, inteligente y despiadada aristócrata magiar la
Condesa Elizabeth o Erzsébet Báthory (de ahí lo de “Resplandor/Báthory”), alias
“la Condesa Sangrienta” o la “Vampira de los Cárpatos”, cuya singular y “oscura”
existencia sobre este mundo se extendió desde mediados del siglo XVI hasta 1614,
pues ella era una gran aficionada a la equitación y la caza a lomos de pura-sangres.
Respecto a otros de sus “gustos” mucho más crueles y macabros, pero no exentos
de método y propósito, inspiradores de la aplicación de mi Modelo de Transferencia
al universo biológico, y sin duda generadores de poderosas “densidades de
impregnación” allá en su ahora ruinoso Castillo de Cachtice, pueden consultar de
nuevo mi estudio “TRANSFERENCIA DE LA MEMORIA CELULAR: LA CLAVE
MOLECULAR DEL REJUVENECIMIENTO Y LA EVOLUCIÓN ACELERADA”
(Ensayo I, Sección III1.2: El "Método Báthory" como modelo psicofísico
operativo de Transferencia Psico-biotermodinámica). Allí hallarán extensa
información sobre el asunto. Aparte de ello, he hecho ciertos cálculos bio-calóricos,
basados en tablas y “calculadoras” fundamentadas en los análisis de reputados
especialistas en fisiología del deporte y nutrición, de manera que se deduce que el
gasto medio para una mujer bien formada, de esbelta pero vigorosa complexión de
unos 75 kg de masa corporal y 1.70 m de altura (bastante imponente para su
época), durante un “ejercicio” de intensidad similar a la que implicaba una de las
peculiares, perversas y sofisticadas “sesiones” de la Señora de Báthory-Nádasdy
con algunas de sus selectivas víctimas-criadas-donantes, cada una de las cuales,
según su propio diario personal original “revelado” por ciertos investigadores y
biógrafos de sus “hazañas”, se prolongaban en torno a 1 hora, es más o menos el
mismo que el de montar a trote medio un caballo ese mismo tiempo..., o sea, unas
616 cal. Nos vale – por consiguiente – como una buena estimación para nuestro
ejemplo. Por cierto, de forma orientativa, podemos reseñar que el consumo total
medio por día de calorías para una dama cuyo nivel de actividad física pudiésemos
calificar de “moderado”, en un rango de edad entre 30 y 59 años, es de unas 2430
cal. No está nada mal... Desde luego, todo tiene su coste y, al parecer, practicar la
“magia roja” – en verdad, una versión salvaje y primordial pero a su estilo eficaz de
Transferencia de factores de memoria celular en términos de mi teoría – debe dar
mucha “hambre”... Tanta, al menos, como dominar a un hermoso corcel entre dos
piernas igualmente magníficas, si me permiten la licencia lírica... Para terminar con
estas didácticas comparaciones descriptivas, les apunto que 7.7 x 4.5 = 34.65 cal
corresponden al aporte energético aproximado de una cucharada y media de
azúcar bien colmadas. Esto es lo que, en nuestro caso, impregnaría cada m3 de
nuestro “Hotel Overlook” imaginario durante una velada completa “activa” de su
distinguida cliente Erzsébet Báthory. La habitación entera acumularía una “carga”
de 2772 cal, el contenido de unas 139 cucharadas del dulce y potente alimento.

• Frecuencia Inicial de Realimentación por repetición de cada hecho-trauma


imprimador:

O sea, el nº de veces que, en promedio la “Receptora” ejecuta su “ciclo- operación-


clímax”con una o varias de sus “Donantes”; Según indicamos un poco más arriba:

ν o = 4.5/4.5 h = 1 h-1 = 1/3600 s = 2.777 10-4 s-1

Esto equivale a un Periodo Medio de Realimentación de 3600.008 s, es decir,


prácticamente una hora, como ya establecimos, lógicamente.

• Después, dicha energía, adecuadamente movilizada o “excitada” por la


concentrada y violenta mixtura de placer-dolor extremos y “grabada” en la materia
circundante idónea por su acusada “psicopermeabilidad” según mi modelo
psicofísico acerca de la Teoría de la Impregnación Psíquica o Imprimatur, se iría
disipando poco a poco, a base de emisiones de “haces de psicones”, o corpúsculos-
onda portadores cuantizados, siguiendo una Ley cinética de Extinción dada por:

I = Io exp(–α t)

(1)

Donde I e Io simbolizan las intensidades o “potencias por unidad de volumen” de


Imprimación en w/m3 y α el coeficiente o “frecuencia” de actividad del fenómeno
en s-1, o sea, para esta Simulación Resplandor/Báthory, la velocidad a la que esos
psicones son emitidos o disipados por segundo. Tomando logaritmos naturales en
(1), es muy sencillo llegar a una expresión que nos defina el “Periodo de
Semivida Operativa o Perceptiva” o “Tiempo necesario para que la
Intensidad de Imprimatur se reduzca a la mitad, haciendo que I = I o/2” en
función de α , resultando ésta:

TEP/2 = Ln2/α

(2)

Apoyándome en los datos o evidencias empíricas recogidas por los


experimentadores serios de esta índole de fenómenos, he estimado que el Periodo
Máximo de Extinción TEP o Vida Operativa-Perceptiva de una Impregnación
poderosa pero “fugaz” u ocasional, eso sí, provocada en un entrono muy favorable
o “psicopermeable”, ha de ser de orden intermedio entre los inducidos por hechos
traumáticos de semejante magnitud pero mucho más continuos y repetitivos –
como los mismos propuestos en esta simulación pero en el seno de los sótanos o
arcanas mazmorras del Castillo Báthory-Nadásdy – que pueden llegar a permanecer
siglos a muy respetable potencia si acceden a una “realimentación idónea”, y otros
de mucha menor entidad psicoenergética que, en análogas condiciones de
contorno, parecen borrar sus “huellas” en unos pocos años o meses. Por estos
razonamientos he asignado un TEP/2 de unos 28 años. En lo referido al guarismo
concreto, simplemente es uno de mis números favoritos, porque 28 es el ciclo de
nuestro satélite y el de menstruación de la mujer, arquetípicamente ligados en toda
la mitología-magia ancestral, y este trabajito pretende, entre otras cosas, constituir
un personal tributo al “Lado Oscuro” de la Diosa, cuya “sangre”, tanto la
procedente de la “fuente sacrificadora” como de las “sacrificadas”, tanto me ha
inspirado... Siendo así, es obvio que si TEP/2 = 28 años:

α = 0.0248 años-1 = 7.850 10-10 s-1

• Ahora bien, por la definición de “Intensidad de Imprimatur” o “Potencia de


Imprimación por unidad de volumen”, su valor inicial máximo
“descargado” está determinado por:

Io = ks σ o ν o

(3)

Sustituyendo los parámetros iniciales asignados:

Io = 0.8 x 32.083 J m-3 2.777 10-4 s-1 = 7.128 mw/m3

Lo que implica que, por cada “ciclo de actividad” o “suceso realimentador-casting”


verificado por nuestra distinguida huésped de sangre real, el “Recinto de
Impregnación/Habitación” adquiere una “Intensidad o Densidad de Potencia de
Imprimatur” absoluta de 0.570 w. Y, como hemos establecido que, al finalizar su
pernoctación, efectúa entre 4 y 5 de éstos, la estancia acumulará unos 2.565 w de
potencia transferible.

• Tiempo de Extinción Operativa o “Vida Media” de la Impregnación

Partiendo de la definición de éste como el Intervalo Máximo de tiempo a partir


del cual los estímulos inductores asociados al fenómeno se encontrarían
por debajo del umbral psico-perceptivo de cualquier Perceptor, por más
extremadamente sensitivo que fuese respecto a ellos, y fijando dicho
límite en el momento en que el 99% de la Intensidad-Potencia por unidad
de volumen inicial se haya disipado, dicho valor vendría determinado por:

TEP = Ln(100) / α = Ln(100) / 7.850 10-10 = 5.866 109 s ~ 186 años

• Por otra parte, la Ley de Extinción Psicoenergética del Imprimatur tras el


hecho-trauma liberador primario de éste en los términos del Modelo de
Transferencia, nos indica:

σ =σ o ( ε t)

(4)

En esta nueva fórmula, ε es otro “coeficiente o frecuencia de extinción


psiconergética”, que mide el ritmo de emisión disipativa de los psicones
imprimados sin mediar realimentación alguna. Según los indicios experimentales
recabados sobre la indagación de estos fenómenos, la Impregnación Psíquica por sí
misma, aun inmersa en un medio favorable o “elevadamente psicopermeable”, sin
contar con la imprescindible “recarga” de las altas densidades energéticas
procedentes de sus eventuales protagonistas y/o “espectadores” u observadores –
en esta simulación el personal y clientes del hotel, ocupantes futuros de nuestra
singular habitación tras la “movidita” noche gozada por Su Excelencia – decae a
gran velocidad, anulándose o situándose bajo los umbrales mínimos del más
facultado sensitivo en muy poco tiempo, despreciable frente al de su duración
media efectiva si dispone de suficiente interacción sucesiva con potenciales
perceptores humanos. La tremenda importancia de la presencia de “testigos psico-
perceptivamente afines” es un hecho rotundo demostrado por la investigación
paranormal. Aun para descargas iniciales máximas presuntamente colosales – como
las que pueden haber impregnado lugares especialmente “lúgubres” o “cargados”
tales como la propia fortaleza casi por completo ya ruinosa de Erzsébet Báthory o
las heladas pero todavía vacías e íntegras instalaciones de los campos de
exterminio nazis, por ejemplo – la actividad “psí” o fenomenología registrada es
débil si estos enclaves carecen de visitantes y, sobre todo, moradores o
pernoctantes más o menos habituales. Como en esta simulación, por simplicidad,
únicamente suponemos una descarga máxima completa o “sesión” de sucesos-
trauma imprimadores, este intervalo ha de ser en extremo reducido en relación a
sus 28 años de persistencia si es frecuentemente “realimentado”. Por todo ello,
fijemos un “Periodo de Semivida” para la extinción puramente psicoenergética
bajo “recarga cero” de unas 6h. Esto es equivalente a imponer la condición de que
el fenómeno se perderá para siempre en el olvido (su energía decrecerá hasta más
de un 99% de su magnitud primitiva) si en un día y 16 horas, o en las dos noches
siguientes, no vuelve a “dormir” en esa misma habitación nuestra “traviesa” y
sensual condesa, o, en su defecto, la pieza en cuestión no es elegida en tal plazo
por ninguna o ningunas otras personas, cuyas mentes o sistemas nerviosos y sus
“densas” y “ricas” reservas de energía e información psíquica, aunque no sean
“sensitivas” y solo reaccionen a nivel subconsciente, puedan volver a “recargar”
parcialmente la “batería” del fenómeno por Contra-Transferencia, por así decir. Esta
hipótesis se antoja bastante lógica a raíz de la interpretación que ofrece mi modelo
sobre las “reglas empíricas” que parecen regir la Impregnación Psíquica.
Aceptando ésto, dicho “tiempo de semivida energética” preciso para disminuir el nº
de psicones “irradiados” a la mitad permite calcular de modo directo al parámetro
ε por idéntico procedimiento al empleado para la misma operación con el
coeficiente o frecuencia de actividad global del Imprimatur:

ε = Ln2/Ts/2

(5)

Numéricamente:
ε = 0.115 h-1 = 3.209 10-5 s-1

• A su vez, la Ley de Realimentación o Recarga del Imprimatur en el Modelo de


Transferencia sigue un patrón cinético análogo a la de Extinción pura o
Psicoenergética, pues este proceso se caracteriza por una emisión de flujos de
energía-información en “paquetes” discretos de corpúculos-onda cuantizados o
psicones esencialmente análogo al anterior, pero de sentido opuesto, desde los
Receptores-Perceptores del fenómeno hacia la Fuente Emisora Primaria/Donante de
éste:

ν =ν o exp(δ t)

(6)

Por lo que δ determina el ritmo o frecuencia de “realimentaciones elementales”


psicoenergéticas que experimenta el soporte material imprimado por unidad de
tiempo, en s-1. Evidentemente, puesto que, en cada instante de la interacción, la
Potencia o Intensidad de Imprimatur vendrá determinada por:

I = ks σ ν

(7)

Llevando (4) y (6) a (7) es obvio que se deduce la Ley Cinética General del
Imprimatur (1), siendo α = δ – ε . En este ejemplo simulado, el factor α es
negativo o decreciente, al haber presupuesto una cinética de impregnación
decreciente en la cual la frecuencia de realimentación es inferior a la de extinción
energética de la misma (δ <ε ).

De inmediato, calculamos así δ como:

δ = α + ε = (– 7.850 10-10 + 3.209 10-5) s-1 ~= 3.2089 10-5 s-1

Por mera casualidad, en este ejemplo específico nos aparece que el coeficiente de
extinción y el de realimentación son prácticamente idénticos, o sea, que al ser el
ritmo o velocidad de descarga y recarga cinéticas medias del fenómeno casi
iguales, éste se encuentra en un régimen cinético muy próximo a la “Resonancia
Psíquica”, porque al suponer un Periodo de Semivida para la Imprimación
Perceptible de 28 años, esto conlleva un Periodo Operativo Máximo correspondiente
a su “extinción total” hasta el 99% de su potencia por unidad de volumen
primigenia en un plazo de 186 años... Esto es plausible porque, en primer lugar, el
mínimo umbral perceptivo real se alcanzará bastante antes. De hecho, tal y como
se analizará con mayor detalle en una de las Secciones finales de este ensayo, la
gran mayoría de los humanos contamos con un nivel de sensibilidad muy bajo
frente a la captación de los estímulos derivados de la Impregnación Molecular
Psicofísica. Dicha conclusión estadísticamente innegable conduce a otra
consecuente de ella, e igualmente sustentada por el más sencillo razonamiento
inductivo apoyado en la evidencia empírica disponible: Incluso dentro de esa
minoría, los umbrales diferenciales perceptivos de Fechner para los receptores
“sensitivos” o “dotados”, pese a ser mucho más bajos que los de la media de la
población “común”, tampoco alcanzan las relativamente altas cotas de sensibilidad
específica de las que nuestra especie goza para el sentido visual, por ejemplo. En
base a estas y semejantes consideraciones, cuyos fundamentos expondremos de
modo más profundo después, insisto, estimo que el valor promedio máximo de
“extinción disipativa” de una Impregnación Psíquica que será mínimamente
detectable a escala superior a la subliminal por la población “sensitiva” se
encontrará en un entorno próximo al 85%. O, expresado de otra manera, que, el
valor medio mínimo del umbral diferencial práctico de este tipo de fenómenos será
del entorno cercano al 15% de la Potencia de Imprimatur descargada
originalmente. Ello es psicofísicamente equivalente a afirmar que el valor promedio
de la Constante Psico-Perceptiva de Fechner kps entre los “dotados” de esta
suerte de “sexto sentido” será igual a 0.15. Por consiguiente, el Tiempo Máximo
de Extinción Empírico-Perceptiva o “Vida Media Empírico-Perceptiva” de
una Impregnación cualquiera podrá estimarse, en principio, aplicando la
fórmula:

TEPE = Ln(6.666) / α

En nuestra simulación:

TEPE = Ln(6.666) / 7.850 10 -10


= 2.417 109 s = 76 años, 7 meses, 2 semanas y
6 días

Y, además, secundariamente, hemos impuesto condiciones muy favorables al


“mantenimiento” casi constante de la densidad de impregnación: No olvidemos que
se trata de “la habitación maldita dentro de un hotel maldito”... Un hotel es un
excelente ambiente para suministrar una realimentación más o menos regular y
continua de clientes-pernoctantes potencialmente “recargadores”, sobre todo si la
propia “fama siniestra” del sitio acaba por atraer a múltiples curiosos,
investigadores y morbosos. De hecho, si revisamos los informes de las
observaciones y experiencias de los equipos parapsicológicos, no es nada extraño
hallar un recinto de estas características en un enclave tan asiduamente ocupado
de humanidad como un hospedaje abierto al público, siempre que un hecho lo
suficientemente trágico y luctuoso haya ocurrido en una zona ya previamente
“preparada” o psicopermeabilizada para convertirse en su marco “ideal”. Pese a
todo, como hemos impuesto un único episodio-trauma liberador de energía
“psicónica”, aunque de densidad notable, observemos que tampoco se alcanza una
cinética creciente, condición extremadamente difícil en la gran mayoría de
circunstancias, pues equivaldría a imaginar un escenario semejante a éste, pero en
el cual un buen porcentaje de clientes selectores de la habitación de marras
mostrasen un perfil de personalidad, conducta y “habilidades especiales”, bien
ultrasensitivo o afín psicoperceptivamente al fenómeno, o a la conducta que lo puso
en marcha, algo que no es común precisamente, tal y como es fácil comprender...
“Dotados” psíquicos de “alta resolución no hay muchos...y “Señoras Báthory”,
menos aún....

(A no ser que estos escritos caigan en manos del “Dr. Lecter” y decida emprender
una investigación por cuenta propia...)

En fin – humor negro aparte –, no tentemos al Diablo, dejemos el ejemplo como


está y sigamos adelante con nuestra “Simulación Resplandor/Báthory”. Aparte de
que, ya saben, el 28 es uno de mis “números mágicos”, y no estoy dispuesto a
prescindir de él.

II

Simulación Cinético-Analítica Descriptiva de los diversos Casos-Tipo de Doble


Transferencia DIR

II.1

Transferencia Irreversible en Descarga Pura. Caso-Tipo 1: Testigo/Observador


“Impasible”
• Caracterización Psicofísica: Proceso lineal irreversible en única dirección
DonantegReceptor (Descarga Pura). Variación total de densidad psicoenergética
aproximadamente equivalente a la energía máxima descargada por la Fuente
Primaria/Donante de la Imprimación en el instante inicial de la exposición del
Receptor-Perceptor a su acción inductora (flujo de energía por unidad de volumen
“exergónico” y muy favorable al Perceptor sensitivo, según el Criterio Egoísta del
Receptor). Flujo de “transmisión informacional” asimismo en extremo desplazado
hacia el Perceptor/Observador, pues el Coeficiente de Extinción del Donante es muy
superior al del Receptor y siempre emitirá psicones o “se descargará”
incomparablemente más rápido que este último en sentido opuesto. La conjugación
de ambos factores permite estimar como despreciable la aportación de la Recarga
y la Contra-Transferencia, tanto en un concepto termodinámico como cinético,
respectivamente. Control del proceso: Psicotermodinámico o energético casi
absoluto. Tiempo Crítico tc de evolución del Sistema: Valor permitido (positivo y
finito), relativamente muy “breve” frente al “periodo de actividad promedio” o
“vida media” de los psicones portadores implicados, dado por 1/α . Tipo de Punto
Crítico: Equilibrio Estable absolutamente balanceado hacia el Receptor.

• Símbolo: DgR

• Descripción Empírica General: El Testigo/Observador posee una respetable e


incluso notable afinidad perceptiva o sensibilidad específica respecto al fenómeno,
pero su elevado grado de experiencia, perfil “frío” o desapegado
psicoemocionalmente en términos subconscientes-condicionables sobre sus
estímulos-contenidos informativos y/o nivel de autocontrol consciente de su
reacción hacia ellos, le mantiene en actitud “objetiva” y “serena”, hasta el punto de
que su “intensidad” reactiva en Recarga es prácticamente nula o despreciable
dentro de los márgenes de error de medida experimental (de orden similar o
inferior a las desviaciones debidas a las ligeras pérdidas disipativas inevitables
entre el Par D/R y su entorno inmediato).

• Aplicación Numérica para la Simulación Resplandor/Báthory:

Parámetros Iniciales y de Contorno Específicos

(Los restantes son comunes en todos los Casos-Tipo dentro de la Simulación)

Σρ = σ do/σ ro = 4 g σ ro = 8.021 J/m3

Ερ = ε d/ε r = 104 g ε r = 3.209 10-9 s-1

Tρ = Σ ρ Ερ = 4 104

∆ε = ε r – ε d = (3.209 10-9 – 3.209 10-5) s-1 = – 3.2086 10-5 s-1 ~= – ε d

pTρ = – Ln(Tρ ) = – Ln(4 104) = – 10.597

Cálculo del Tiempo Crítico de Equilibrio Estable

tc = pTρ /∆ ε = + 10.597/3.2086 10-5 = 3.303 103 s = 5504,47 min = 91,74 h


= 3.82 días

Cálculo de la Variación Total Exacta y Aproximada de Densidad


Psicoenergética Máxima intercambiada por Doble Transferencia (Modelo
DIR)

Aproximación Analítica (Exacta)


∆ σ (máx) = ktr σ ro – ktd σ do

(8)

Determinación de los “Coeficientes de Reparto” de la Doble Transferencia

ktr = 1 – exp(– ε r pTρ /∆ ε ) = 1 – exp(– 3.209 10-9 x 10.597/3.2086 10-5) = 1 –


0.9989 = 1.0592 10-3

ktd = 1 – exp(– ε d pTρ /∆ ε ) = 1 – exp(– 3.209 10-5 x 10.597/3.2086 10-5) = 1 –


2.495 10-5 = 0.999...

Determinación de la energía máxima por unidad de volumen analítica


(exacta) intercambiada (8)

∆ σ (máx) = (1.0592 10-3 x 8.021 – 0.999 x 32.083) J/m3 = – 32.042 J/m3

Determinación de la energía máxima por unidad de volumen cinética


(aproximada) intercambiada

∆σ *
(máx) = – σ do = – 32.083 J/m3

Cálculo del Error Absoluto y Relativo de la Aproximación Cinética

Ea = ∆ σ (máx) – ∆ σ
*
(máx) = (– 32.042 + 32.083) J/m3 = 0.041 J/m3

Er = {[Ea]/[∆ σ (máx)]} 100 = (0.041/32.042) x 100 = 0.128%

Interpretación Empírico-Descriptiva de los resultados

Debido a la psicodinámica particular de este proceso irreversible colosalmente


desplazado hacia el Receptor, se supone que éste recibe la práctica totalidad de la
densidad energética emitida por el Emisor Primario o Donante y apenas cede
energía por unidad de volumen por su parte a dicha Fuente. Así, en primera
aproximación, estableciendo un control termodinámico total, si llevamos un
“tiempo de interacción infinito” (esto es, “enorme” frente a la velocidad de emisión
de los psicones y “relativamente breve” en comparación a su inverso, sus periodos
medios de persistencia imprimada), a la Función de Doble Transferencia DIR
generalizada, el primer término exponencial se anula y el segundo tiende a la
unidad. Con ello, se obtiene que la energía total por unidad de volumen
intercambiada es, en primera aproximación, igual a la densidad energética máxima
inicial liberada (o “exergónica”) por el Donante hacia el Receptor. Esto equivale a
imponer que, en el Caso-Tipo 1 de Transferencia Irreversible favorable al Perceptor,
o “Caso del Testigo/Obervador Impasible”, en la correspondiente fórmula analítica
exacta general deducida aplicando la condición de máximo a la función de Doble
Transferencia – en términos matemáticos, resolviendo la ecuación d( ∆ σ )/dt = 0 –
ktr=0 y ktd=1. O, dicho de otro modo, que en el “reparto de transferencias” una
vez alcanzado el Estado Final de Equilibrio Estacionario, el Receptor no cede
energía-información y el Donante libera la máxima posible. En nuestro ejemplo
particular, el “Tiempo Crítico” de Equilibrio es de 3.82 días (3 días , 19 horas y 41
minutos), y el “periodo promedio de persistencia o vida media” para los psicones
irradiados por el Emisor Primario puede estimarse como 1/α = 7372.49 días,
(unos 20 años, 5 meses y 23 días aproximadamente), por lo que cumple de modo
casi estricto las exigencias del control termodinámico perfecto, debido a que el
coeficiente o frecuencia de extinción pura del Donante, aun siendo en sí reducido,
sigue presentando un valor 10000 veces superior en ritmo de emisión por
Transferencia Directa que el del Receptor en Transferencia Inversa, mientras, por
su lado, la energía inicial máxima cedida por el Donante hacia el Receptor en
Descarga es 4 veces mayor que la potencialmente donable por el Receptor en
Recarga. Tal condición refleja el “carácter impasible” asumido al Perceptor por
hipótesis: En el balance terminal, éste apenas ha transferido densidad
psicoenergética e informacional a la Fuente Primaria de la Impregnación, porque la
rapidez de su extinción-emisión de psicones es brutalmente pequeña en relación a
la de ésta y el Equilibrio se alcanza desmesuradamente antes de que pueda haber
liberado una fracción significativa de tales magnitudes a su “impalpable
oponente”... Expresado en formas menos técnicas, cuando la Fuente Donante
Impregnadora decrece muy lentamente o se halla muy cerca de la Resonancia
debido al historial previo y las condiciones psicopermeables favorables a la
Imprimación, se beneficia de ello porque su intensidad de Imprimatur o Potencia
por unidad de volumen pervive mucho más en el tiempo, pero a costa de que, cada
vez que se “enfrente” o cruce con un Observador/Perceptor de rasgos como los
establecidos para nuestro “Testigo Impasible”, tenderá a perder toda o gran parte
de la energía acumulada en su último o reciente “evento traumático
desencadenante”, ya que su “lentitud cinética” de emisión le condena a no poder
“reaccionar” a tiempo y extraer más densidad de energía e información de su
potencial “presa” que la que ésta drena a su costa a mucha mayor celeridad. Esta
cualidad del “Testigo/Observador” Impasible posee importantes consecuencias a la
hora de intentar elaborar un primer esbozo de los protocolos experimentales para el
estudio sistemático del fenómeno de Impregnación Psíquica, como se verá más
tarde. No obstante, acabamos de comprobar con esta simple simulación numérica,
que, pese a imponer un conjunto de condiciones y relaciones entre los parámetros
claramente acorde con el patrón de este Caso-Tipo, la primera aproximación por la
función cinética llevada a “tiempo infinito”, aunque por completo aceptable dentro
de los márgenes de error empírico en las medidas, no es enteramente precisa.
Un error teórico relativo del 0.128% es, en efecto, desdeñable... Pero, si el modelo
DIR ya asume de antemano que despreciamos las pérdidas experimentales de
densidades energéticas disipativas que no aprovechan ni al Donante ni al Receptor,
pues las absorbe el medio próximo en forma de calor u otras formas degradadas de
energía, podemos entonces preguntarnos: ¿Y qué significa o en qué diablos se
invierte – pues – esa densidad energética residual equivalente al error
absoluto de la aproximación de control termodinámico integral del
proceso? Comprobamos que se trata de un error por exceso, o sea,
endergónico, bajo el convenio de signos utilizado... ¿Cómo interpretarla?
De tal problema nos ocuparemos al final de esta simulación de los aspectos
cinético-analíticos de la Doble Transferencia. Para finalizar con la discusión de este
Caso-Tipo 1, me limito a comentar que el Tiempo Crítico resultante es muy
razonable y ajustado a los supuestos empírico-descriptivos del escenario interactivo
propuesto: Una estancia o investigación del orden de entre 3 y 4 días constituye un
plazo típico de observación real de esta clase de fenómenos para una “intensidad
de imprimación” puntual o moderada aunque en un entorno favorable, cuando de
ésta se logran resultados significativos y, al parecer, idónea según el Modelo DIR
para que un “perceptor objetivo y escasamente perturbable/condicionable” consiga
extraer del experimento el máximo rendimiento posible.

II.2

Transferencia Irreversible en Recarga Pura. Caso-Tipo 2: Testigo/Observador


“Vulnerable/Traumatizable”

• Caracterización Psicofísica: Es el caso simétrico al anterior; La Transferencia se


halla bajo un régimen dinámico lineal irreversible unidireccional totalmente
favorable hacia el Donante. El control del mismo es casi integralmente
psicoenergético, pues el Receptor cede mayor cantidad de energía por unidad de
volumen sobre el Emisor Primario que éste libera a favor del primero (Transferencia
“endergónica” bajo nuestro Criterio Egoísta del Perceptor). En suma, la energía
máxima inicial teórica descargada por la Fuente es inferior a la que el Receptor le
envía en sentido contrario como recarga, dentro de un rango factorial más o menos
moderado, pero la frecuencia o velocidad de extinción pura de las emisiones
psicónicas inductoras procedentes del soporte material imprimado por el Donante
es ahora inmensamente más rápida que las respuestas en sentido contra-
transferente inducidas en el Receptor tras la percepción de dichos estímulos. Por
consiguiente, en primera aproximación de la función cinética de Doble
Transferencia, el máximo de densidad psicoenergética intercambiada tiende al
valor de la cedida por el Receptor en Recarga Pura beneficiosa para el Donante.
Tiempo Crítico del Sistema: Valor “permitido”, finito y positivo, en esta opción
“extraordinariamente fugaz” respecto al “periodo de vida media” de los psicones
de la emisión primaria, porque el coeficiente de extinción abrumadoramente
dominante (aquí el del receptor) es mucho más grande que el del Emisor que
imperaba en el ejemplo precedente, y el tiempo crítico es inversamente
proporcional a dicha magnitud. Clase de Estado Final o Crítico: Equilibrio
Estacionario totalmente desplazado en el sentido del Donante (y, como acabamos
de decir, “ultra-rápido”).

• Símbolo: RgD

• Descripción Empírica General: El Testigo/Observador es a la par


extremadamente afín psicoperceptivamente o sensible al fenómeno y
extraordinariamente impresionable o condicionable al percibir y
decodificar/transducir sus estímulos energéticos-informacionales. De hecho, hasta
un punto tal que, probablemente, le baste una simple y breve exposición u
observación, casual o voluntaria, a su Fuente Emisora Primaria, para caer en una
crisis de pánico y huir del escenario de la Impregnación. Es muy interesante resaltar
que dicho patrón de conducta reactiva – puesto de manifiesto en numerosas
ocasiones por los equipos de expertos que han investigado esta fenomenología
“anómala” cuando ésta afecta a individuos que presentan dicho perfil
psicoperceptivo – coincide de pleno con la predicción psicofísica del Modelo DIR que
determina para esta modalidad de Transferencia Tiempos de Equilibrio muy cortos.
Esta convergencia – en mi modesta opinión – es un fuerte apoyo a la validez del
mismo, puesto que la idoneidad de todo modelo teórico se fundamenta en su poder
predictivo coherente con los resultados empíricos. En nuestra simulación, el
eventual cliente o investigador “sensitivo”, nada más recibir el primer impacto de
las emisiones estimulantes de la Fuente Emisora Primaria o Donante, “saldría
corriendo de la habitación”, a causa de que el contenido de sus percepciones
conscientes inducidas afecta tanto a sus propios factores de condicionamiento
traumático o fóbico inconsciente o a su perfil de personalidad emotiva, que los
asimila como algo terrible, hostil y muy doloroso, por lo cual, como es natural,
adopta un elemental esquema de comportamiento de evitación del peligro. En
estas circunstancias, es lógico pensar que, debido a su diminuto “umbral
perceptivo” y aterradora “celeridad o frecuencia reactiva”, en esa brevísima
interacción, cede el máximo posible de su energía al Emisor Primario casi de
manera simultánea a la recepción de esos estímulos mínimos, sin dar tiempo a que
el Donante, en este caso de cinética desproporcionadamente más lenta, emita
hacia él un nº o densidad apreciable de unidades psicónicas de energía-
información.

• Aplicación Numérica para la Simulación Resplandor/Báthory:

Parámetros Iniciales y de Contorno Específicos

Σρ = σ do/σ ro = ¼ g σ ro = 128.332 J/m3


Ερ = ε d/ε r = 10-4 g ε r = 3.209 10-1 s-1

∆ε = ε r – ε d = 3.209 10-1 – 3.209 10-5 = 3.2086 10-1 s-1 ~= ε r

Tρ = Σ ρ Ερ = 10-4/4 = 2.5 10-5

pTρ = – Ln(Tρ ) = – Ln(2.5 10-5) = 10.597

Cálculo del Tiempo Crítico de Equilibrio Estable

tc = pTρ /∆ ε = 10.597/3.2086 10-1 = 33.027 s = 0.5 min y 3 s

Cálculo de la Variación Total Exacta y Aproximada de Densidad


Psicoenergética Máxima intercambiada por Doble Transferencia (Modelo
DIR)

Aproximación Analítica (Exacta)

∆ σ (máx) = ktr σ ro – ktd σ do

(8)

Determinación de los “Coeficientes de Reparto” de la Doble Transferencia

ktr = 1 – exp(– ε r pTρ /∆ ε ) = 1 – exp(– 3.209 10-1 x 10.597/3.2086 10-1) = 1 –


2.496 10-5 = 0.999...

ktd = 1 – exp(– ε d pTρ /∆ ε ) = 1 – exp(– 3.209 10-5 10.597/3.2086 10-1) = 1 –


0.9989 = 1.0592 10-3

Determinación de la energía máxima por unidad de volumen analítica


(exacta) intercambiada (8)

∆ σ (máx) = (0.999 x 128.332 – 1.0592 10-3 x 32.083) J/m3 = 128.170 J/m3

Determinación de la energía máxima por unidad de volumen cinética


(aproximada) intercambiada

∆σ *
(máx) = σ ro = 128.332 J/m3

Cálculo del Error Absoluto y Relativo de la Aproximación Cinética

Ea = ∆ σ *
(máx) – ∆ σ (máx) = (128.332 – 128.170) J/m3 = 0.162 J/m3

Er = {[Ea]/[∆ σ (máx)]} 100 = (0.162/128.170) x 100 = 0.126%

Interpretación Empírico-Descriptiva de los resultados

A causa de la psicodinámica concreta de este proceso irreversible masivamente


desplazado hacia el Donante, se supone que éste absorbe la práctica totalidad de la
densidad energética emitida en Recarga por el Perceptor y casi no cede energía por
unidad de volumen por su parte a su observador. Así, en primera aproximación,
considerando un control termodinámico absoluto, para un “tiempo de interacción
infinito” (esto es, “inmenso” frente a la velocidad de emisión de los psicones y
“relativamente breve” en comparación a su inverso, sus periodos medios de
persistencia en el soporte molecular psicopermeable impregnado), usando la
Función General de Doble Transferencia DIR, el primer término exponencial tiende a
1 y el segundo a 0. Así, se deduce que la energía total por unidad de volumen
intercambiada es, en primera aproximación, igual a la densidad energética máxima
inicial liberada por el Receptor hacia el Emisor Primario. Esto equivale a establecer
que, en el Caso-Tipo 2 de Transferencia Irreversible favorable al Donante, o “Caso
del Testigo/Vulnerable/Traumatizable”, en la fórmula analítica exacta general
obtenida aplicando la condición de máximo a la función de Doble Transferencia – en
términos matemáticos, resolviendo la ecuación d( ∆ σ )/dt = 0 – ktr=1 pero
ktd=0. O, expresado de forma no-matemática, que en el “reparto de
transferencias”, una vez alcanzado el Estado Final de Equilibrio Estable, el Donante
no libera energía-información y el Receptor cede la máxima posible. En nuestro
ejemplo particular, el “Tiempo Crítico” de Equilibrio es de ½ minuto y 3s, mientras
el “periodo promedio de persistencia o vida media” para los psicones irradiados por
el Emisor Primario puede estimarse como 1/α = 7372.49 días, (unos 20 años, 5
meses y 23 días aproximadamente), por lo que cumple de modo aún si cabe más
arrolladoramente exigente los requisitos del control termodinámico perfecto, debido
a que el coeficiente o frecuencia de extinción pura del Receptor presenta un valor
bastante grande y, al mismo tiempo, 10000 veces superior en ritmo de emisión por
Transferencia Inversa que el del Donante en Transferencia Directa, mientras, por su
lado, la energía inicial máxima liberada por el Receptor hacia el Donante en
Recarga es 4 veces mayor que la potencialmente cedida por el Donante en
Descarga. Tal condición refleja el “carácter vulnerable o traumatizable” asociado al
Perceptor por hipótesis: En el balance global, la Fuente apenas ha transferido
densidad psicoenergética e informacional al Perceptor, porque la rapidez de su
extinción-emisión de psicones es brutalmente pequeña en relación a la de éste y el
Equilibrio se alcanza desmesuradamente antes de que pueda haber liberado una
fracción significativa de tales magnitudes a su “víctima propiciatoria, pero
esquiva”... Explicado de manera menos técnica, cuando la Fuente Donante
Impregnadora decrece muy lentamente o se halla muy cerca de la Resonancia
debido al historial previo y las condiciones psicopermeables favorables a la
Imprimación, se beneficia de ello porque su intensidad de Imprimatur o Potencia
por unidad de volumen pervive mucho más en el tiempo, y, por añadidura, cada vez
que “goce de la suerte” de tener acceso a la influencia inductora o estimulante
sobre un Observador/Perceptor de rasgos como los establecidos para nuestro
“Testigo altamente impresionable y condicionable”, tiene la oportunidad de ganar
la totalidad o una gran fracción de la energía potencialmente acumulada por su
personal y precedente “perfil especialmente sensitivo y a la vez vulnerable” ante la
recepción y asimilación de sus “señales” inductoras, ya que la “rapidez cinética
relativa” de emisión de su “presa óptima” la fuerza a no ser capaz de controlar ni
contener su desorbitada “reactividad”el suficiente tiempo como para extraer ni tan
siquiera trazas de la densidad de energía e información que la Fuente Primaria
pierde a celeridad incomparablemente más lenta. Esta propiedad del
“Testigo/Observador Vulnerable o Traumatizable” implica importantes
consecuencias a la hora de intentar describir un primer esbozo de los protocolos
experimentales para el estudio sistemático del fenómeno de Impregnación Psíquica,
como se detallará después. Sin embargo, acabamos de comprobar con esta simple
simulación numérica, que, pese a imponer un conjunto de condiciones y relaciones
entre los parámetros claramente coincidentes con el patrón de este Caso-Tipo, la
primera aproximación de la función cinética de Doble Transferencia, aunque por
completo más que aceptable dentro de los márgenes de error empírico en las
medidas, aquí tampoco es completamente precisa. Un error teórico relativo del
0.126% es, en efecto, muy despreciable... Pero, como el modelo DIR ya acepta de
antemano que desdeñamos las pérdidas experimentales de densidades energéticas
disipativas que no aprovechan ni al Donante ni al Receptor, porque las absorbe el
medio próximo en forma de calor u otras formas degradadas de energía, podemos
entonces preguntarnos de nuevo, además de, al igual que hicimos en la descripción
del Caso-Tipo anterior, acerca del significado y destino de dicha pequeña cantidad
de densidad energética “sobrante”, esta otra cuestión: Vemos que el error
absoluto, o la magnitud de esa energía por unidad de volumen “en
exceso” de la aproximación cinética es de similar orden pero casi 4 veces
superior a la resultante en el caso irreversible de sentido opuesto, lo que
no parece lógico, puesto que las proporciones entre los parámetros
iniciales psicoenergéticos y cinéticos (entre sus ritmos de extinción pura)
son iguales e inversos a los del primer ejemplo... Y, por el contrario,
¿porqué el valor del error relativo es ahora de un orden tan solo muy
levemente inferior?: La respuesta obvia o trivial a este interrogante es de índole
estrictamente matemática; Puesto que aquí la energía total por unidad de volumen
intercambiada es de rango mayor al que la Fuente Emisora Primaria descarga a
causa del último hecho-trauma desencadenante de la Impregnación Psíquica, aun
cuando el error absoluto en dicha medida también crece, es evidente que al dividir
tal cantidad por un “valor exacto” sensiblemente mayor, el cociente relativo sea
más pequeño. Pero existe una razonable interpretación teórica más profunda
emergente al comparar todos estos resultados entre sí, que, tal y como les indiqué
antes, abordaremos al término de esta simulación de los aspectos cinético-
analíticos de la Doble Transferencia. Finalizamos el análisis del Caso-Tipo 2, por
ahora, volviendo a recalcar exclusivamente que el Tiempo Crítico calculado es
asimismo en este ejemplo muy acorde con las características empírico-descriptivas
del escenario interactivo mostrado: Un esquema de comportamiento hiper-reactivo
y elevadamente susceptible en sentido negativo o aversivo por parte del Perceptor
hacia la naturaleza y contenidos de los más mínimos umbrales de estímulos
recibidos desde la Fuente Emisora Primaria, hasta el extremo de provocar en él una
rápida respuesta de “huida” y/o “bloqueo reactivo”, corresponde como la mano al
guante con un “tiempo de equilibrio” excepcionalmente breve, justo como predice
el Modelo DIR.

II.3

Doble Transferencia Parcialmente Reversible Receptiva a Favor de Psico-


Gradiente. Caso-Tipo 3: Testigo/Observador “Estándar” con auto-control
reactivo psicoperceptivo ligeramente por encima de la media

• Caracterización Psicofísica: Proceso psicoenergéticamente favorable al


Receptor, el cual recibe mayor energía por unidad de volumen que la que él cede al
Donante. Proceso globalmente “exergónico” según el Criterio Egoísta del Receptor.
El flujo de información también se encuentra desplazado hacia el Perceptor, pero
ahora de modo mucho más relativo, ya que los ritmos de extinción pura de las
emisiones psicónicas de ambos entes psíquicos son del mismo orden de magnitud
aunque valores netamente distintos dentro de éste. Por consiguiente, los
correspondientes “coeficientes de reparto” en la Función Analítica de Doble
Transferencia tienden a acercarse entre sí y a su vez a la unidad, aunque de
manera relativa. Lógicamente, ello refleja que, en este Caso-Tipo, el control del
proceso continúa siendo predominantemente termodinámico pero variablemente
influido por los factores cinéticos. En consecuencia, el Tiempo Crítico será de valor
discretamente “elevado”, en especial frente al del caso en Recarga Pura
Irreversible, tanto más cuanto más se aproximen entre sí las dos frecuencias de
extinción y, en menor grado, al crecer la diferencia entre las energías liberadas por
el Emisor Primario y el Receptor. Densidad psicoenergética total intercambiada, en
primera aproximación cinética – o sea, suponiendo ktr=ktd=1 – equivalente a la
diferencia entre la energía máxima inicial descargada por el Donante menos la
recargada por el Receptor. Estado Crítico Final: Equilibrio Estacionario
moderadamente desplazado hacia el Perceptor.

• Símbolo: DDR

• Descripción Empírica General: El Testigo/Observador asume un patrón reactivo


“Estándar”. Esto significa que sus niveles de sensibilidad específica son adecuados
dentro del intervalo y rango de exposición al fenómeno para generar
“observaciones positivas conscientes” del mismo, aun cuando su grado de
susceptibilidad o condicionamiento psico-perceptivo y subconsciente es mediano, ni
tan bajo como el del “Testigo Impasible”, ni tan exageradamente elevado como el
que caracteriza al “Testigo Vulnerable o Traumatizable”. En este ejemplo en
particular, se supone que, no obstante, el Receptor posee una ligera tendencia a un
modesto auto-control psicoemotivo un poco por encima de la media, ya que su
velocidad de emisión reactiva de psicones es levemente inferior a la del soporte
imprimado que lo activa. La aplicación del Modelo de Doble Transferencia DIR bajo
estas condiciones conduce a un intercambio de flujos de energía e información
entre ambos notable en las dos direcciones posibles, en cuyo estado final de
Equilibrio dinámico lineal el Receptor-Perceptor cuenta con un balance energético-
informacional ventajoso de forma variante y en todo caso relativa.

• Aplicación Numérica para la Simulación Resplandor/Báthory:

Parámetros Iniciales y de Contorno Específicos

Σρ = σ do/σ ro = 4 g σ ro = 8.021 J/m3

Ερ = ε d/ε r = 2 g ε r = 1.6045 10-5 s-1

∆ε = ε r – ε d = 1.6045 10-5 – 3.209 10-5 = – 1.6045 10-5 s-1

Tρ = Σ ρ Ερ =8

pTρ = – Ln(Tρ ) = – Ln(8) = – 2.079

Cálculo del Tiempo Crítico de Equilibrio Estable

tc = pTρ /∆ ε = 2.079/1.6045 10-5 = 1.296 105 s = 2160 min = 36 h = 1.5


días

Cálculo de la Variación Total Exacta y Aproximada de Densidad


Psicoenergética Máxima intercambiada por Doble Transferencia (Modelo
DIR)

Aproximación Analítica (Exacta)

∆ σ (máx) = ktr σ ro – ktd σ do

(8)

Determinación de los “Coeficientes de Reparto” de la Doble Transferencia

ktr = 1 – exp(– ε r pTρ /∆ ε ) = 1 – exp(–1.6045 10-5 x 2.079/1.6045 10-5) = 1 –


0.125 = 0.875

ktd = 1 – exp(– ε d pTρ /∆ ε ) = 1 – exp(– 3.209 10-5 x 2.079/1.6045 10-5) = 1 –


0.016 = 0.984

Determinación de la energía máxima por unidad de volumen analítica


(exacta) intercambiada (8)

∆ σ (máx) = (0.875 x 8.021 – 0.984 x 32.083) J/m3 = – 24.551 J/m3


Determinación de la energía máxima por unidad de volumen cinética
(aproximada) intercambiada

∆σ *
(máx) = σ ro – σ do = 8.021 – 32.083 = – 24.062 J/m3

Cálculo del Error Absoluto y Relativo de la Aproximación Cinética

Ea = ∆ σ (máx) – ∆ σ
*
(máx) = (– 24.062 + 24.551) J/m3 = 0.489 J/m3

Er = {[Ea]/[∆ σ (máx)]} 100 = (0.489/24.551) x 100 = 1.99%

Interpretación Empírico-Descriptiva de los resultados

Con objeto de evidenciar aun lo más claramente posible las diferencias dinámicas
entre los diversos tipos de interacción y sus relativas variaciones en el dominio del
control termodinámico y el cinético, así como sus consecuencias en los errores
absoluto y relativo de la aproximación cinética, establecemos siempre la misma
razón de energías iniciales máximas liberadas a favor del ente Donante/Receptor
que corresponda, en este caso un factor 4 veces superior para la densidad
energética cedida por el Emisor Primario. En cuanto a la proporción entre los
coeficientes de extinción pura del segundo respecto al primero he asignado que sea
2, esto es, que la Fuente presente una velocidad de emisión/extinción doble que el
Perceptor, un supuesto razonable dada la descripción empírica de este Caso-Tipo.
La primera observación evidente es que el Tiempo Crítico del Sistema (1 día y 12
horas) sigue siendo desmesuradamente “breve” frente a los periodos medios de
persistencia de los psicones impregnados, pero notablemente más amplio que el
del proceso psicoenergéticamente equivalente irreversible en Recarga Pura o
sentido contrario y del orden aunque algo inferior al análogo en Descarga Pura,
favorable también al Receptor. Esto es lo que cabía esperar en los términos de la
teoría, ya que, para una misma relación de energías máximas por unidad de
volumen liberadas, es obvio que si el grado de control cinético aumenta, pese a
mantenerse por debajo del termodinámico, el mecanismo de acción/reacción ha de
ser un tanto más complejo y “retardar” el alcance del Punto de Equilibrio del
proceso. Ahora bien – en general – es lógico pensar que la mayor parte de las
Transferencias irreversibles en una dirección u otra implicarán también razones de
frecuencias de extinción pura de magnitud más extremas aún al parámetro de 104
que yo elegí hacia el sentido masivamente favorecido del intercambio
psicoenergético y, por ello, tiempos de equilibrio mucho más fugaces que las
Transferencias parcialmente reversibles de igual medida y sentido de
desplazamiento energético. Lo he hecho así a sabiendas, con objeto de adoptar un
criterio “conservador” (pues un factor de 10000 supone el límite máximo habitual
que permite “despreciar” el orden de magnitud de un valor para la misma variable
o coeficiente físico-químico respecto a otro dentro de los márgenes de error
experimental aceptados de ordinario). Con ello, he pretendido demostrar la
“consistencia” del Modelo DIR. Idéntica intención se halla tras la selección de un
“moderado” factor 4 para los cocientes energéticos, de forma que éste pueda servir
tanto para un ejemplo irreversible o muy desplazado en un solo sentido como para
otro análogo tan sólo relativamente favorable en igual dirección de Transferencia.
Volviendo a nuestra simulación, la influencia ya no por completo casi inapreciable
del mecanismo cinético provoca que la primera aproximación que ignora la parcial
“asimetría” entre los Coeficientes de Reparto – la cual supone un control
psicoenergético o termodinámico absoluto al estilo de los cambios irreversibles – no
se cumpla de modo plenamente satisfactorio, aunque tampoco se desvía mucho de
ella. Consiguientemente, ktr y ktd son menores a la unidad, pero de manera no
demasiado espectacular (0.875 y 0.984 respectivamente), porque, al fin y al cabo,
el control del proceso sigue manteniendo una estimable primacía termodinámica.
Hagamos notar que el Coeficiente de Reparto para el Receptor se aleja ligeramente
más de 1 que el del Donante, pues, naturalmente, este último ha de ser mayor que
el primero, al encontrarse la Transferencia termodinámica y, en menor grado,
cinéticamente desplazada hacia el sentido del Receptor o, lo que es lo mismo, a la
liberación de densidad energética e informacional desde el Emisor Primario al
Perceptor. En lógica y matemática consecuencia, tanto el error absoluto como el
relativo de la primera aproximación para el valor de la densidad psicoenergética
total intercambiada aumentan en referencia a los Casos-Tipo Irreversibles. Pese a lo
cual, es obvio que un error relativo del 1.99% continúa dentro de los márgenes
tolerables a escala empírica habitual analítica macroscópica, por lo que la fórmula
aproximada mantiene su validez aportando la ventaja de su muy superior
simplicidad. Tal y como ya señalé en los comentarios de los dos primeros ejemplos,
posteriormente profundizaremos en este asunto.

II.4

Doble Transferencia Donativa Parcialmente Reversible a Favor de Psico-


Gradiente. Caso-Tipo 4: Testigo/Observador “Estándar” con auto-control
reactivo psicoperceptivo ligeramente por debajo de la media

• Caracterización Psicofísica: Se trata de un caso por entero análogo al


precedente y determinado por igual dinámica lineal parcialmente reversible, pero
ahora relativamente favorable hacia el sentido del Donante, tanto en términos
psicoenergéticos como, en muchísima menor medida, cinéticos o vinculados al
mecanismo de mutua transferencia de códigos psicónicos informativos, porque aquí
los coeficientes de extinción son claramente diferentes (superior el del Receptor)
mas de un mismo orden de magnitud. El proceso es “endergónico”, pues la Fuente
Primaria absorbe más energía por unidad de volumen del Perceptor que éste de
ella. En primera aproximación, la variación de densidad psicoenergética
correspondiente será equivalente a la diferencia entre la cantidad máxima inicial de
densidad energética cedida por el Receptor en dirección al Donante y la que éste
libera en sentido opuesto. Los “Coeficientes de Reparto” se mostrarán no
demasiado divergentes de la unidad pero distintos y menores que 1, siendo el
asignado a la Transferencia del Receptor al Donante algo más alto que el de signo
contrario. Así, el control del proceso es fundamentalmente termodinámico, pero con
cierta proporción de modulación cinética. El Tiempo Crítico resultará un valor finito,
positivo y “muy pequeño” frente a los periodos de “vida media” de los psicones
emitidos intercambiados, pero sin duda relativamente mayor que los de su proceso
equivalente en Recarga Pura y, más aún, en comparación a la mayoría de las
transferencias irreversibles ordinarias, cuyas diferencias netas de energía por
unidad de volumen a favor del Donante suelen ser muy elevadas. El Estado Final de
evolución del Sistema es – obviamente – un Equilibrio Estable.

• Símbolo: RDD

• Descripción Empírica General: El Testigo/Observador desarrolla un patrón


reactivo “Estándar”. Esto implica que su grado de afinidad psico-perceptiva
específica es funcional dentro del intervalo y rango de exposición al fenómeno para
producir “observaciones positivas conscientes” del mismo, aunque su nivel de
susceptibilidad o condicionamiento aversivo y subconsciente es mediano, ni tan
pequeño como el del “Testigo Impasible”, ni tan desmesurado como el que
caracteriza al “Testigo Vulnerable o Traumatizable”. En este ejemplo en particular,
se supone que, no obstante, el Receptor posee una leve tendencia a un modesto
auto-control psicoemotivo un poco inferior a la media, ya que su velocidad de
emisión reactiva de psicones es ligeramente superior a la del soporte imprimado
que lo activa. La aplicación del Modelo de Doble Transferencia DIR bajo estas
condiciones predice un intercambio de flujos de energía e información entre ambos
notorio en las dos direcciones posibles, en cuyo estado final de Equilibrio dinámico
lineal el Emisor Primario-Fuente cuenta con un balance energético-informacional
favorable de forma variable y siempre relativa.
• Aplicación Numérica para la Simulación Resplandor/Báthory:

Parámetros Iniciales y de Contorno Específicos

Σρ = σ do/σ ro = ¼ g σ ro = 128.332 J/m3

Ερ = ε d/ε r = ½ g ε r = 6.418 10-5 s-1

∆ε = ε r – ε d = 6.418 10-5 – 3.209 10-5 = 3.209 10-5 s-1

Tρ = Σ ρ Ερ = 1/8

pTρ = – Ln(Tρ ) = – Ln(1/8) = 1.133

Cálculo del Tiempo Crítico de Equilibrio Estable

tc = pTρ /∆ ε = 1.133/3.209 10-5 = 3.531 104 s = 588.449 min = 9.81 h = 9 h


y 36 min

Cálculo de la Variación Total Exacta y Aproximada de Densidad


Psicoenergética Máxima intercambiada por Doble Transferencia (Modelo
DIR)

Aproximación Analítica (Exacta)

∆ σ (máx) = ktr σ ro – ktd σ do

(8)

Determinación de los “Coeficientes de Reparto” de la Doble Transferencia

ktr = 1 – exp(– ε r pTρ /∆ ε ) = 1 – exp(– 6.418 10-5 x 1.133/3.209 10-5) = 1 –


0.104 = 0.896

ktd = 1 – exp(– ε d pTρ /∆ ε ) = 1 – exp(– 3.209 10-5 x 1.133/3.209 10-5) = 1 –


0.322 = 0.678

Determinación de la energía máxima por unidad de volumen analítica


(exacta) intercambiada (8)

∆ σ (máx) = (0.896 x 128.332 – 0.678 x 32.083) J/m3 = 93.233 J/m3

Determinación de la energía máxima por unidad de volumen cinética


(aproximada) intercambiada

∆σ *
(máx) = σ ro – σ do = 128.332 –32.083 = 96.249 J/m3

Cálculo del Error Absoluto y Relativo de la Aproximación Cinética

Ea = ∆ σ *
(máx) – ∆ σ (máx) = (96.249 – 93.233) J/m3 = 3.016 J/m3

Er = {[Ea]/[∆ σ (máx)]} 100 = (3.016/93.233) x 100 = 3.235%

Interpretación Empírico-Descriptiva de los resultados


Naturalmente, la elección de los parámetros iniciales y de contorno obedece a
idénticos criterios a los ya justificados en el caso previamente simulado. El primer
resultado patente es que el Tiempo Crítico del Sistema (9 horas y 36 minutos)
prosigue constituyendo un plazo adecuadamente “fugaz” respecto a los periodos-
promedio de actividad de los psicones impregnados, pero sensiblemente más
amplio que el del proceso psicoenergéticamente equivalente irreversible en
Recarga Pura de su mismo sentido (½ minuto y tres segundos) y del orden aunque
algo inferior al análogo parcialmente reversible en Recarga relativa (1 día y 12
horas), de sentido asimismo favorable hacia el Donante. Esto es lo predecible según
el Modelo DIR, puesto que para una misma relación de energías máximas por
unidad de volumen liberadas, es obvio que si el nivel de control cinético crece, pese
a continuar por debajo del termodinámico, el mecanismo de acción/reacción ha de
ser algo más complejo y “retrasar”el advenimiento del Punto de Equilibrio del
proceso. En esta simulación, a semejanza de lo ocurrido en la anterior, la influencia
ya no tan por entero ignorable del mecanismo cinético provoca que la primera
aproximación que desprecia la parcial “asimetría” entre los Coeficientes de Reparto
– suponiendo un control psicoenergético o termodinámico absoluto al estilo de los
cambios irreversibles – no se cumpla de modo estricto en este ejemplo,
produciéndose una desviación respetable aun cuando no intolerable. En concreto,
ktr y ktd son inferiores ambos a la unidad, (0.896 y 0.678 respectivamente).
Después de todo, el control del proceso sigue manteniendo un estimable
predominio termodinámico, pero es interesante destacar que menor al del Caso-
Tipo equivalente parcialmente reversible de sentido opuesto. Debemos reseñar que
el Coeficiente de Reparto para el Donante, como era de esperar, se aleja más de 1
que el del Receptor, pues, naturalmente, este último ha de ser mayor que el
primero, al hallarse la Transferencia termodinámica y, en menor grado,
cinéticamente balanceada hacia el sentido del Donante o, lo que es lo mismo, a la
liberación de densidad energética e informacional desde el Perceptor al Emisor o
Fuente Primaria. Pero aquí el parámetro más pequeño o “divergente”, ktd, se
desvía en mayor medida de 1 de lo que lo hacía ktr en el caso equivalente de
sentido opuesto descrito en el apartado previo. Esto parece indicar que, para
iguales e inversas proporciones relativas entre energías máximas de
Descarga/Recarga y frecuencias de extinción Directa/Inversa, los procesos de Doble
Transferencia parcialmente reversible favorables a la Descarga Relativa o el
Receptor se desvían un poco menos del control termodinámico puro que los
parcialmente desplazados hacia el sentido de Recarga o el Donante. También se
observa que los tiempos críticos de las Dobles Transferencias en régimen de
Recarga Relativa tienden a ser considerablemente “más cortos” que sus
equivalentes en situación de Descarga Relativa, aunque manteniendo órdenes de
magnitud bastante similares. Este último patrón diferencial se repite entre los
correspondientes ejemplos irreversibles, y notablemente más extremado, llegando
a variar en algo más de dos órdenes decimales de magnitud (unos dos o tres días
en razón a uno o pocos minutos). Ambos resultados inducen a concluir que, en
general, la importancia del control psicocinético en los mecanismos de
Transferencia en Recarga o favorables al Emisor Primario-Donante es
esencialmente más sustantiva que en sus análogos en Descarga o favorables al
Receptor-Perceptor, asimetría que se pone de manifiesto más agudamente cuando
suponemos un control psicoenergético o termodinámico casi completo (es decir, en
los cambios irreversibles). Un efecto que no logra alterar mensurablemente la tasa
de error de la aproximación indicada, pues ésta depende en los cambios
unidireccionales fundamentalmente en términos cuantitativos de las diferencias de
energías máximas liberadas, pero sí modular los tiempos de equilibrio efectivos.
Tan curiosa asimetría alberga, como la cuestión de los “excesos energéticos”,
sugerentes derivaciones teóricas que, una vez más, relegaremos para más
adelante. Retomando nuestro actual análisis de esta simulación, tanto el error
absoluto como el relativo de la primera aproximación para el valor de la densidad
psicoenergética total intercambiada aumentan de manera estimable en referencia a
los Casos-Tipo Irreversibles y de modo más discreto pero sensible respecto al Caso-
Tipo parcialmente Reversible “inclinado” hacia el Receptor. Ahora, nos aparece un
error relativo del 3.235%, lo que roza los márgenes tolerables a escala empírica
habitual en los análisis macroscópicos. Esto no debe sorprendernos, porque, a
causa de la mayor “sensibilidad al efecto cinético” que acabamos de evidenciar
para los mecanismos predominantemente en Recarga, la fórmula aproximada que
impone un control termodinámico integral ha de perder buena parte de su validez.
Se recomienda – por ende – aplicar la expresión exacta o analítica para cualquier
proceso de Doble Transferencia parcialmente Reversible favorable al Donante en
general.

II.5

Doble Transferencia Parcial Receptiva a Contra-Psicogradiente. Caso-Tipo 5:


Testigo/Observador “Estándar” con auto-control psicoperceptivo ligeramente
por debajo de la media pero relativamente favorecido en el intercambio
psicoenergético

• Caracterización Psicofísica: La Transferencia es parcialmente reversible, pero


mientras resulta relativamente favorable al Receptor (“exergónica”) en términos
puramente psicoenergéticos o termodinámicos, psicocinéticamente está
desplazada hacia el lado del Donante. Por eso se califica como “Receptiva”, pero “a
Contra-Psicogradiente”, pues los sentidos o gradientes dominantes para el
intercambio de densidad energética e información se oponen entre sí. Esto impone
un régimen de dinámica no-lineal. Por consiguiente, el Sistema no evoluciona hacia
Punto Crítico alguno – de hecho, el Tiempo Crítico es un valor finito y negativo, no
pertenece al subconjunto numérico de los reales positivos (R+) y por ello carece de
significado psicofísico – . El Estado Final del sistema no se encuentra definido por
Equilibrio Estable ni Inestable alguno. La Fuente Emisora Primaria y el Perceptor
intercambiarán energía en información por unidad de volumen de manera
fluctuante e indefinida, aunque de modo que, en conjunto, la suma de densidad
psicoenergética liberada hacia el Receptor es algo superior a la que recibe el
Donante y justo lo contrario ocurre con la cantidad de información. Este
comportamiento es típico de los Sistemas abiertos interactivos sometidos a una
termodinámica no-lineal o disipativa, que los conserva permanentemente alejados
del Equilibrio. El control del proceso es casi estrictamente cinético. Obviamente, al
no existir Punto Crítico mensurable, la variación de energía máxima total por unidad
de volumen no se halla definida.

• Símbolo: dDr

• Descripción Empírica General: El sujeto Perceptor muestra una sensibilidad


específica suficiente como para captar positivamente los estímulos del fenómeno,
pero su nivel de susceptibilidad psico-perceptiva y condicionable hacia ellos es un
poco menor a la media dentro de su estándar sensitivo, si bien muy por encima del
tremendo grado de auto-control del “Testigo Impasible”. Por esta razón, su
coeficiente de extinción es ligeramente más elevado que el de la Fuente, pero de
igual orden de magnitud. A causa de ésto, aporta una cantidad de información
discretamente más alta que la percibida y procesada por él procedente del
Donante. Por el contrario, recibe mayor energía por unidad de volumen a expensas
de la Fuente Primaria de la que él mismo cede a ésta (proceso globalmente
“exergónico”). Esta oposición de “gradientes psicónicos” en su mutua Transferencia
provoca un Estado Permanente de No-Equilibrio, intercambiando ambos entre sí
densidad energética e informativa según un patrón oscilante y disipativo indefinido
en el tiempo. Únicamente el cese de la exposición-observación de forma obligada o
voluntaria puede interrumpir tal dinámica no-lineal pero, si el intervalo de
exposición es del orden o algo superior al de los correspondientes procesos
reversibles con ambos gradientes convergentes, el balance energético final se
encontrará relativamente desplazado hacia el Perceptor.
• Aplicación Numérica para la Simulación Resplandor/Báthory:

Parámetros Iniciales y de Contorno Específicos

Σρ = σ do/σ ro = 4 g σ ro = 8.021 J/m3

Ερ = ε d/ε r = ½ g ε r = 6.418 10-5 s-1

∆ε = ε r – ε d = 6.418 10-5 – 3.209 10-5 = 3.209 10-5 s-1

Tρ = Σ ρ Ερ =2

pTρ = – Ln(Tρ ) = – Ln(2) = – 0.693

Cálculo del Tiempo Crítico

tc = pTρ /∆ ε = – 0.693/3.209 10-5 = – 2.159 104 s g Carente de Sentido


Psicofísico

Cálculo de la Variación Total Exacta y Aproximada de Densidad


Psicoenergética Máxima intercambiada por Doble Transferencia (Modelo
DIR)

No definida, dependiente del tiempo de observación arbitrario. Si éste es


suficiente, balance final favorable al Receptor (exergónica, según Criterio
de Signos adoptado)

Determinación de los “Coeficientes de Reparto” de la Doble Transferencia

No definidos, fluctuantes. Valores finales dependientes del tiempo de


observación arbitrario.

Determinación de la energía máxima por unidad de volumen analítica


(exacta) intercambiada

Νο definida

Determinación de la energía máxima por unidad de volumen cinética


(aproximada) intercambiada

Νο definida

Cálculo del Error Absoluto y Relativo de la Aproximación Cinética

No definidos

Interpretación Empírico-Descriptiva de los resultados

Debido al régimen no-lineal de la interacción simulada, el esquema reactivo de las


dos entidades psíquicas implicadas no obedece a un verdadero acoplamiento y, por
ello, no conduce a una situación estable ni inestable de equilibrio, sino a una
sucesión indefinida de estados de no-equilibrio oscilantes. Pese a este aparente
esquema caótico, existe un patrón regular emergente en él, dado por la evolución
temporal de los Coeficientes de Reparto Transferente, tal y como es propio de los
procesos evolutivos en la Termodinámica de los Sistemas abiertos de dinámica
compleja o estructuras disipativas. Así, diminutos cambios en las condiciones o
relaciones de los parámetros termodinámicos y, sobre todo, cinéticos iniciales (las
razones psicoenergéticas máximas y las de coeficientes de extinción pura,
respectivamente) pueden amplificarse de forma gigantesca o desproporcionada en
el tiempo, generando variaciones energéticas enormes muy superiores a la
diferencia máxima entre las descargas iniciales de densidades psicoenergéticas o
valores próximos a éstas, característicos de los procesos equivalentes de
gradientes convergentes o dinámica lineal. Estas “reacciones en cascada” llevan al
Sistema a estados irreversibles en los que, por ejemplo, el Donante o el Receptor
llegan a absorber hasta el último corpúsculo-onda o “paquete” de energía psicónica
por unidad de volumen de su “oponente”, descargándolo de toda energía, a la par
que el absoluto beneficiario de este proceso cede sin embargo toda la información
de la que dispone al otro. Esta clase de “vampirización psíquica” de sentido
pendular no es ajena ni mucho menos a la casuística experimental de estos
fenómenos, como sin duda reconocerán sus investigadores “sobre el terreno”. O
bien acontece justo lo opuesto, o toda una gama intermedia de posibles
combinaciones, dependiendo del tiempo real de exposición y los posibles “valores
permitidos” para las constantes cinéticas de control de transferencia mutua de
información, como se planteará más adelante en un futuro trabajo sobre la
Simulación DIR de los aspectos puramente termodinámicos del fenómeno de
Impregnación. Y todas estas fluctuaciones “salvajes” son efecto de alteraciones
comparativamente reducidas de las relaciones entre constantes iniciales, como se
verá en su momento. Esto se denomina “Efecto Mariposa” y es un principio bien
conocido en la física de los sistemas abiertos complejos de dinámica no-lineal
alejada del equilibrio. En concreto, empezó a estudiarse y tratar de ser
representado mediante simuladores numéricos computarizados en el campo de la
meteorología. De ahí su nombre, derivado de la frase-emblema que lo describe en
ese contexto: “El aleteo de una mariposa en Pekín puede ocasionar un
tornado en Nueva York”. Su relevancia en buena parte de los fenómenos
sociales, económicos, históricos, geofísicos y biológicos es cada vez más profunda y
generalizada. No es nada extraño que nos topemos de bruces con él en el este
intento de análisis psicofísico de las interacciones parapsicológicas... Es patente
que el interés teórico, conceptual y empírico del asunto es colosal, tanto como su
complejidad y, desde luego su resolución rebasa las humildes pretensiones de este
ensayo y las igualmente modestas capacidades de su autor. No obstante, también
aquí – como apuntaba unas líneas más arriba, incluso dentro de los límites de una
aproximación sencilla como el Modelo DIR – del intrincado fondo del Caos surge un
cierto patrón “semi-oculto” de orden... Pero esto lo pospondremos para el final de
este ensayo y algún otro posterior.

II.6

Doble Transferencia Parcial Donativa a Contra-Psicogradiente. Caso-Tipo 6:


Testigo/Observador “Estándar” con auto-control psicoperceptivo ligeramente
por encima de la media pero relativamente desfavorecido en el intercambio
psicoenergético

• Caracterización Psicofísica: El proceso es parcialmente reversible, pero mientras


resulta relativamente favorable al Donante (“endergónico”) en términos puramente
psicoenergéticos o termodinámicos, psicocinéticamente está desplazado hacia el
lado del Receptor. Por eso se califica como “Receptivo”, pero “a Contra-
Psicogradiente”, ya que los sentidos o gradientes dominantes para el intercambio
de densidad energética e información se oponen entre sí. Exactamente igual que en
el Caso-Tipo previamente descrito, esto implica un régimen de dinámica no-lineal.
Por consiguiente, el Sistema tampoco evoluciona hacia Punto Crítico alguno – como
antes, el Tiempo Crítico es un valor finito y negativo, no pertenece al subconjunto
numérico de los reales positivos (R+) y por ello carece de significado psicofísico – .
El Estado Final del sistema no se encuentra – pues – definido por Equilibrio Estable
ni Inestable alguno. La Fuente Emisora Primaria y el Perceptor intercambiarán
energía en información por unidad de volumen de manera oscilante e indefinida,
aunque de modo que, en conjunto, la suma de densidad psicoenergética liberada
hacia el Donante es algo superior a la que recibe el Receptor y justo lo opuesto
ocurre con la cantidad de información. Este comportamiento es, como ya sabemos,
intrínseco a los Sistemas abiertos interactivos sometidos a una termodinámica no-
lineal o disipativa, que los obliga a persistir continuamente alejados del Equilibrio.
El control del proceso es casi rigurosamente cinético. Evidentemente, al no existir
Punto Crítico determinable, la variación de energía máxima total por unidad de
volumen no está definida.

• Símbolo: rDd

• Descripción Empírica General: El sujeto Receptor muestra una sensibilidad


específica suficiente como para percibir positivamente los estímulos del fenómeno,
y además su nivel de susceptibilidad psico-sensitiva y condicionable hacia éstos es
un poco superior al promedio dentro de su estándar perceptivo, si bien muy por
debajo del tremendo grado de descontrol reactivo “desproporcionado” del “Testigo
Vulnerable/Traumatizable”. Por esta causa, su frecuencia de extinción es
ligeramente más baja que la del Donante, pero de igual orden de magnitud. En
razón a ello, cede una cantidad de información discretamente más elevada que la
percibida y procesada por él procedente de la Fuente. Por el contrario, recibe mayor
energía por unidad de volumen a expensas del Emisor Primario de la que él mismo
cede a éste (proceso total “endergónico”). Esta contraposición de “gradientes
psicónicos” en su mutua Transferencia provoca un Estado Permanente de No-
Equilibrio, intercambiando ambos entre sí densidad energética e informativa según
un patrón fluctuante y disipativo indefinido en el tiempo. Únicamente la
interrupción de la exposición-observación de modo forzoso o voluntario puede
cortar tal dinámica no-lineal pero, si el intervalo de exposición es del orden o algo
superior al de los correspondientes procesos reversibles con ambos gradientes en
el mismo sentido, el balance energético final se encontrará relativamente
desplazado hacia el Donante.

• Aplicación Numérica para la Simulación Resplandor/Báthory:

Parámetros Iniciales y de Contorno Específicos

Σρ = σ do/σ ro = ¼ g σ ro = 128.332 J/m3

Ερ = ε d/ε r = 2 g ε r = 1.6045 10-5 s-1

∆ε = ε r – ε d = 1.6045 10-5 – 3.209 10-5 = – 1.6045 10-5 s-1

Tρ = Σ ρ Ερ =½

pTρ = – Ln(Tρ ) = – Ln(1/2) = 0.693

Cálculo del Tiempo Crítico

tc = pTρ /∆ ε = – 0.693/1.6045 10-5 = – 4.319 104 s g Carente de Sentido


Psicofísico

Cálculo de la Variación Total Exacta y Aproximada de Densidad


Psicoenergética Máxima intercambiada por Doble Transferencia (Modelo
DIR)

No definida, dependiente del tiempo de observación arbitrario. Si éste es


suficiente, balance final favorable al Receptor (endergónica, según
Criterio de Signos adoptado)

Determinación de los “Coeficientes de Reparto” de la Doble Transferencia

No definidos, fluctuantes. Valores finales dependientes del tiempo de


observación arbitrario.

Determinación de la energía máxima por unidad de volumen analítica


(exacta) intercambiada

Νο definida

Determinación de la energía máxima por unidad de volumen cinética


(aproximada) intercambiada

Νο definida

Cálculo del Error Absoluto y Relativo de la Aproximación Cinética

No definidos

Interpretación Empírico-Descriptiva de los resultados

Idéntica a la expuesta sobre el Caso-Tipo previamente analizado. Ver Secciones


posteriores para una primera ampliación.

II.7

Psico-Simbiosis Relativa Receptiva. Caso-Tipo 7: Testigo/Observador


“Parasitado”, Infestación por Imprimatur

• Caracterización Psicofísica: En este caso, los coeficientes de extinción del


Donante y el Receptor son ambos completamente iguales, pero el proceso es
“Receptivo” o favorable psicoenergéticamente al Perceptor. La Fuente Primaria del
fenómeno y su observador intercambian cantidades idénticas y exactas de
densidad de información en sentidos opuestos, por lo cual la variación neta de ésta
o su “gradiente informacional” es nulo, aun cuando cada uno puede enviar enormes
flujos de contendidos informativos al otro en su dirección particular, obviamente. El
régimen evolutivo del Sistema es no-lineal y su control prácticamente cinético. Se
producirá – por tanto – una indefinida sucesión de estados de no-equilibrio
fluctuantes tal y como ya se ha explicado en los dos ejemplos previos. El modelo
prevé un Tiempo Crítico igual a “ – infinito”, lo que es evidente no alberga asimismo
significado psicofísico alguno. No existe, consiguientemente, valor máximo definido
para la variación de energía por unidad de volumen intercambiada.

• Símbolo: dgR

• Descripción Empírica General: Ahora el Perceptor posee una enorme afinidad


psico-perceptiva frente al fenómeno y el contenido de sus estímulos moviliza
fuertes esquemas psicodinámicos de susceptibilidad condicionante a nivel
consciente y subconsciente, de manera en cierto modo similar a lo que ocurría en el
caso del observador altamente vulnerable. Pero, a la vez, conserva un no menos
elevado grado de auto-control, “frialdad” u objetividad sobre las percepciones y
reacciones derivadas inducidas por la Fuente Primaria. Esto se refleja
matemáticamente en el modelo psicofísico DIR a través de la condición de igualdad
entre las frecuencias de extinción del Donante y el Receptor: Ambos se encuentran
“sintonizados” o “en fase” en lo referente a su mutua emisión/absorción de
psicones a iguales velocidades, literalmente. Sin embargo, puesto que el Perceptor
extrae mayor densidad psicoenergética del Emisor Primario de la Imprimación que
éste del primero, a lo largo del por cierto en extremo lento y complejo proceso logra
debilitarlo suave y paulatinamente si dispone de un periodo de exposición lo
bastante largo. El resultado final es que el observador gana energía por unidad de
volumen a costa del Donante, siempre que le sea posible dilatar su tiempo de
interacción con éste, y tanto más cuanto más duradero sea el “contacto” entre
ellos. Sin embargo, no se puede estimar una cantidad máxima concreta de
densidad energética intercambiada, porque el Sistema jamás alcanza un auténtico
equilibrio ni tan siquiera inestable.

• Aplicación Numérica para la Simulación Resplandor/Báthory:

Parámetros Iniciales y de Contorno Específicos

Σρ = σ do/σ ro = 4 g σ ro = 8.021 J/m3

Ερ = ε d/ε r = 1 g ε r = 3.209 10-5 s-1

∆ε =ε r–ε d=0

Tρ = Σ ρ Ερ =4

pTρ = – Ln(Tρ ) = – Ln(4) = – 1.386

Cálculo del Tiempo Crítico

tc = pTρ /∆ ε = – 1.386/0 = – “infinito” g Carente de Sentido Psicofísico

Cálculo de la Variación Total Exacta y Aproximada de Densidad


Psicoenergética Máxima intercambiada por Doble Transferencia (Modelo
DIR)

No definida, dependiente del tiempo de observación arbitrario. Si éste es


suficiente, balance final favorable al Receptor (exergónica), según Criterio
de Signos adoptado)

Determinación de los “Coeficientes de Reparto” de la Doble Transferencia

No definidos, fluctuantes. Valores finales dependientes del tiempo de


observación arbitrario.

Determinación de la energía máxima por unidad de volumen analítica


(exacta) intercambiada

Νο definida

Determinación de la energía máxima por unidad de volumen cinética


(aproximada) intercambiada

Νο definida

Cálculo del Error Absoluto y Relativo de la Aproximación Cinética

No definidos
Interpretación Empírico-Descriptiva de los resultados

Nos hallamos frente a la variedad quizás más singular, infrecuente y “extraña” de


interacción Donante-Fuente Emisora/Receptor-Perceptor dentro de la casuística de
la Impregnación Psíquica, pero sin duda una de las más fascinantes. En ella, el
observador – ocasional o “profesional”, voluntario o involuntario – se muestra al
mismo tiempo ultrasensibilizado de manera específica para con el fenómeno pero
no le induce rechazo/pánico ni reacciones violentas, desproporcionadas o
descontroladas. Por esto, es perfectamente capaz de sostener una actitud
altamente receptiva, abierta, consciente y objetiva hacia la captación y
transducción eficaz de sus señales energéticas e informacionales. Superficialmente,
su reacción inicial ante las manifestaciones del Imprimatur es atenta, moderada,
“equilibrada” y desapegada, y puede fácilmente confundirse con la del Caso-Tipo
del Testigo/Observador Impasible, aunque nada más lejos de la realidad; Porque, a
diferencia de aquél, éste sí se siente profundamente implicado, perturbado y
motivado a gran escala psicoemocional con su experiencia. En estos raros casos, el
sensitivo alberga una honda vinculación a nivel subconsciente y condicional con la
naturaleza concreta de la Imprimación Psíquica a la que se expone y sus contenidos
informativos particulares, al igual que le ocurre al Vulnerable-Traumatizable. Mas,
no obstante, el pleno procesamiento, interpretación, asociación y, en definitiva,
transducción consciente de sus “mensajes” o “símbolos meméticos” no le produce
terror y/o repulsa desorbitada, dolorosa o paralizante, aun cuando se exponga a sus
estímulos en un periodo de observación de gran Potencia o Intensidad emisora. Así,
su “techo perceptivo” asciende a valores inusitadamente elevados, al igual que es
por naturaleza pequeño o fino su umbral de mínima percepción. Todo esto es
consecuencia de su “perfecta sintonización” con la frecuencia emisora de la Fuente.
Expresado en palabras menos técnicas, podemos decir que el fenómeno que
explora le inquieta, por natural y congénita cautela humana ante lo desconocido y
anómalo, pero a la par le atrae, interesa vivamente y subyuga. En dicha situación,
el esquema de comportamiento reactivo más probable, en especial si hablamos de
un “sensitivo especializado” en la indagación de estos temas, es una especie de
turbadora mezcla entre un vago y leve temor y una fuerte y creciente combinación
de un poderoso sentimiento de excitación morbosa y curiosidad intelectual, en una
inestable fluctuación de fuerzas o impulsos que poco a poco va decantándose del
lado que le hace experimentar un más o menos gradual aumento de afinidad por el
fenómeno, a medida que la intensidad de placer-descubrimiento supera a la de
tensión-displacer por desconfianza instintiva o racional hacia lo insólito. De hecho,
tales sujetos acostumbran a volver una y otra vez al lugar “imprimado”, por propia
iniciativa y pese a que no constituya su entorno cotidiano de trabajo, convivencia o
residencia o exceda sus compromisos como investigador, buscando cada vez con
más ahínco y asiduidad el contacto psíquico y perceptivo con la fuente del
fenómeno, hasta derivar en una conducta claramente obsesivo-compulsiva o
adictiva, por la que es empujado a una “cascada sucesiva multi-reactiva” de
realimentación masiva que acaba atrapándolo y, a veces, ocasiona graves
perjuicios a su estabilidad personal, social o incluso a su salud mental. Pero, al final,
como al ser psicoenergéticamente favorable hacia él la dinámica no-lineal del
fenómeno, esa misma persistencia en el tiempo de contacto entre su mente y el
enclave imprimado acaba por ir “descargando” de potencia paulatinamente al
Emisor Primario, en última instancia impide un desenlace todavía más “fatal”, como
la caída en el pozo de la locura o el suicidio por parte del Receptor-Perceptor
“Parasitado”. La interpretación psicodinámica de este curioso patrón de conducta
reactiva a la luz del Modelo DIR es la siguiente: Antes de que el observador pierda
sus primitivas y notables dosis de objetividad y control consciente, su
comportamiento corresponde, a nivel psicoemocional y subjetivo, al delicado y
complejo estado de sucesivas oscilaciones de no-equilibrio que implica este caso de
Doble Transferencia a escala objetiva: Como en principio ni el Donante ni él mismo
en su papel de Receptor ganan ni pierden densidad o cantidad de información netas
al hallarse sometidos a una mutua dinámica de Balance Cero, el sujeto perceptor
refleja dicho estado psicofísico en su percepción psíquica interior como un ajustado
y lúcido compromiso cambiante entre cautela instintiva racionalizada e impulso-
excitación mórbido/exploratoria. Un “electrizante” y seductor cóctel muy parecido,
por cierto, al que nos causa el deseo erótico-sexual, lo cual no deja de ser
significativo. De momento, el Donante o Fuente le alimenta y él la alimenta a ella...
Ambos salen favorecidos de manera casi equitativa – aun cuando levemente
beneficiosa para el observador – y atesoran más valiosa información y reservas de
energía “psicónica”. En verdad, desde cierto punto de vista, ello equivale a una
forma parcial de Simbiosis Psíquica, que el Testigo vivirá como una hechizadora y
embriagadora experiencia iniciática de abisal buceo o exploración introspectiva,
haciéndole con toda certeza descubrir aspectos o dimensiones inéditas sobre su
mundo interior oculto y el de su entorno, sobre todo en aquello que, directa o
indirectamente, se halle ligado a las causas originales e “historial” psíquico de la
Impregnación y su enclave-receptáculo. Tal fase se asemeja extraordinaria y
turbadoramente también al “enamoramiento”, porque en el fondo lo único que
estamos haciendo es un intento de descripción técnico-racionalista de lo que la
ancestral sabiduría antigua bautizaba como “encantamiento”... Ahora bien, esta
clase de dinámicas son, por definición, muy inestables. Termodinámicamente, esto
implica que, cualquier fluctuación más o menos amplia del Sistema en régimen de
No-Equilibrio es pasajera siempre, desplazando al Sistema brusca e
irreversiblemente a una semi-caótica dinámica no-lineal o disipativa y,
naturalmente, como está escrito en la lógica implacable de las Leyes de la
Naturaleza, la probabilidad de que tal desplazamiento ocurra en el sentido de
evolución que resulte favorable al lado de mayor “potencial atractor o consumidor”
siempre será sustancialmente mayor. Algunas veces, como en este Caso-Tipo, la
potencia media y el grado de impacto psicoemocional condicionante acumulativo
de sus contenidos informativos no llegará al límite crítico de “elasticidad mental”
del Testigo, y éste conseguirá finalmente – no sin mayor o menor esfuerzo y
usualmente requiriendo ayuda o apoyo de alguien de su íntima confianza, ya sea un
amigo, pariente o colega, o de un profesional – “desengancharse” de su peculiar
adicción y evitar el colapso psíquico, social y personal. Si goza de menos
“resistencia psicoemocional”, sobrevivirá pero quedará, por así expresarlo de modo
coloquial, “tocado” en mayor o menor profundidad por su experiencia. Esto es fruto
de que, al fin y al cabo, el proceso, por más lento, fluctuante y tortuoso que sea, es
en conjunto favorable al Perceptor psicoenergética o termodinámicamente, por lo
que, al dilatarse en el tiempo, acaba por agotar a la Fuente perturbadora del
psiquismo de su Receptor, o bien rebajando tanto su Intensidad de Impregnación
que ya no puede afectarle.

II.8

Psico-Simbiosis Relativa Donativa. Caso-Tipo 8: Testigo/Observador


“Parasitado”, Posesión por Imprimatur

• Caracterización Psicofísica: Doble Transferencia bajo gradiente informacional


neto cero (al igual que en el caso anterior, las frecuencias de extinción de ambos
protagonistas se encuentran “en fase”), pero ahora el balance integral del proceso
es psicoenergéticamente favorable al Donante o Fuente Primaria del fenómeno de
Imprimación, si el tiempo de observación es suficiente para permitir actuar lo
bastante al control cinético que lo gobierna. Aparentemente, es el “Caso-Tipo
simétrico” respecto al previamente expuesto, pero el modelo teórico determina que
no es así, o al menos no del todo: En contra de lo que dicta ese impreciso y torpe
instrumento que es el mal llamado “sentido común”, tan inútil y perjudicial en
Ciencia como borreguil y castrador de la creatividad en general, se predice un
Punto Crítico Final de Equilibrio Inestable o “Estado METEDIR”, es decir, el resultado
de una dinámica no-lineal pero relativamente próxima a la linealidad. Dicho punto
requiere, matemáticamente, un tiempo “ + infinito” para alcanzarse, lo que
significa obviamente que éste ha de ser “enorme e indefinido”, teóricamente del
orden o superior a la vida media de los psicones emitidos/realimentados por el
material impregnado dados por 1/α , o incluso próximo al tiempo de extinción
operativa del fenómeno, TEP. Lógicamente, el periodo máximo de observación
práctico ha de ser menor, pero cuanto más se acerque dicho valor Te al primero
más completa será la Transferencia y sus efectos sobre el Donante y el Receptor.
Por supuesto, como ya señalábamos unas líneas más arriba, este régimen dinámico
supone un control psicocinético absoluto del intercambio de energía e información
en esta modalidad.

• Símbolo: rgD

• Descripción Empírica General: Aquí el Receptor posee una enorme sensibilidad


específica en relación al fenómeno y el contenido de sus estímulos moviliza fuertes
esquemas psicodinámicos de susceptibilidad condicionante a nivel consciente y
subconsciente, de manera en cierto modo similar a lo que ocurría en el caso del
observador altamente vulnerable, al igual que en el caso anterior. Pero, a la par,
mantiene un no menos elevado grado de auto-control, “frialdad” u objetividad
sobre las percepciones y reacciones derivadas inducidas por el Emisor Primario.
Esto se refleja matemáticamente en el modelo psicofísico DIR a través de la
condición de igualdad entre las frecuencias de extinción del Donante y el Receptor:
Ambos se encuentran “sintonizados” o “en fase” en lo referente a su mutua
emisión/absorción de psicones a iguales velocidades, literalmente. Ahora bien,
puesto que el Perceptor extrae menor densidad psicoenergética del Emisor Primario
de la Imprimación que éste del primero, a lo largo del por cierto en extremo lento y
complejo proceso es debilitado suave y paulatinamente si el Donante dispone de un
periodo de exposición lo bastante largo. El resultado final es que el observador
pierde energía por unidad de volumen a beneficio del Donante, siempre que le sea
posible dilatar su tiempo de interacción con éste, y tanto más cuanto más duradero
sea el “contacto” entre ellos. La energía por unidad de volumen máxima teórica
intercambiable coincide, consecuentemente, como valor exacto, con el de su
primera aproximación para “tiempo infinito” en la Función de Doble Transferencia –
ya que ahora ktd=ktr=1 de manera estricta – resultando equivalente a la
diferencia entre la máxima descarga inicial del Receptor menos la del Donante,
cuyo signo será positivo o “endergónico”, de acuerdo con el Criterio Egoísta del
Perceptor adoptado. El error absoluto y relativo de esta estimación será nulo,
evidentemente. Tales resultados serán analizados en términos más detallados en
posteriores Secciones, digámoslo una vez más. Aunque empíricamente, ha de
obtenerse una medida algo menor, porque el tiempo real de interacción no puede
ser tan “inmenso” como el de los periodos-promedio de vida de los psicones de la
Impregnación y mucho menos el de su Periodo límite de Extinción Operativa o
Psicoperceptiva. Esta diferencia establecerá un “error operativo intrínseco por
Psico-Simbiosis Posesiva”, como se concretará asimismo después.

• Aplicación Numérica para la Simulación Resplandor/Báthory:

Parámetros Iniciales y de Contorno Específicos

Σρ = σ do/σ ro = ¼ g σ ro = 128.332 J/m3

Ερ = ε d/ε r = 1 g ε r = 3.209 10-5 s-1

∆ε =ε r–ε d=0

Tρ = Σ ρ Ερ =¼

pTρ = – Ln(Tρ ) = – Ln(1/4) = 1.386

Cálculo del Tiempo Crítico


tc = pTρ /∆ ε = + 1.386/0 = + “infinito”

Cálculo de la Variación Total Exacta y Aproximada de Densidad


Psicoenergética Máxima intercambiada por Doble Transferencia (Modelo
DIR)

Determinación de la energía máxima por unidad de volumen


intercambiada

Aproximación Analítica (Exacta)

∆ σ (máx) = ktr σ ro – ktd σ do

(8)

Determinación de los “Coeficientes de Reparto” de la Doble Transferencia

ktr = 1 – exp(– ε r pTρ /∆ ε ) = 1 – exp(– 3.209 10-5 x 1.386/0) = 1

ktd = 1 – exp(– ε d pTρ /∆ ε ) = 1 – exp(– 3.209 10-5 x 1.133/0) = 1

Determinación de la energía máxima por unidad de volumen analítica


(exacta) intercambiada (8)

∆ σ (máx) = (128.332 – 32.083) J/m3 = 96.249 J/m3

Determinación de la energía máxima por unidad de volumen cinética


(aproximada) intercambiada

∆σ *
(máx) = σ ro – σ do = 128.332 – 32.083 = 96.249 J/m3

Cálculo del Error Absoluto y Relativo de la Aproximación Cinética

Ea = ∆ σ *
(máx) – ∆ σ (máx) = (96.249 – 96.249) J/m3 = 0

Er = {[Ea]/[∆ σ (máx)]} 100 = (0/96.249) x 100 = 0%

Interpretación Empírico-Descriptiva de los resultados

Nos hallamos frente a otra de las variedades especialmente “extrañas”, “exóticas”


y “sugerentes”de la interacción Donante-Fuente Emisora/Receptor-Perceptor dentro
de la casuística de la Impregnación Psíquica. En ella, el observador – ocasional o
“profesional”, voluntario experimenta una receptividad y esquema de conducta
reactiva inicial y a medio plazo por entero análogo al ya descrito en el Caso-Tipo
anterior, o sea es “Parasitado” por la Fuente como fruto de encontrarse
absolutamente “sintonizado” o “en fase” con ella, a causa de la igualdad total de
sus respectivos coeficientes de extinción pura. Sin embargo, en las fases a largo
alcance temporal de su experiencia, si la prolongación de éste, inducida por su
propia psicodinámica obsesivo-compulsiva derivada de esta misma interacción, no
es suspendido por la acción de cualquier otro agente o voluntad externos, son de
esperar cambios muy agudos, radicales y por cierto nefastos para nuestro
observador. En estas circunstancias, como la dinámica no demasiado divergente de
la linealidad imperante ha de conducir al Sistema finalmente a un estado de
Transferencia Máxima en Pseudo-Equilibrio, aun cuando sea de modo
“colosalmente lento”, el sutil, suave, “hechizador” y engañoso “enamoramiento
psíquico” o “encantamiento” descrito en el ejemplo inmediatamente precedente
termina por romperse cruel y fatalmente desde el punto de vista del sujeto
Perceptor; En términos termodinámicos, este tipo de equilibrios es siempre
inestable: Basta una mínima oscilación o perturbación externa para precipitarlo a
una “cascada” caótica altamente disipativa, naturalmente deslizada a favor del
elemento de la interacción “más denso” en potencial energético, como implican los
Principios Fundamentales de la Física. Y, como en esta ocasión, la potencia media
de la Fuente Emisora, abundantemente además realimentada y potenciada por el
propio observador, es superior – como indica el carácter “endergónico” o favorable
psicoenergéticamente al Donante – ya sea por la intensidad misma original de su
Impregnación o por haber gozado durante su “historial previo” de la oportunidad de
atraer la atención investigadora o hacer susceptibles de su influjo a un número
creciente de otros testigos sensitivos eventuales, aunque no sean tan “idóneos”
como el que nos ocupa, su poder impregnador aumentará tanto y tan rápidamente
al acercarse al entorno de su Equilibrio METEDIR que se tornará mucho más
“denso” e irresistible que el de su observador de alta afinidad selectiva-reactiva,
precipitando a éste al derrumbe psíquico total y, en ocasiones, al suicidio. Entonces,
tan sólo una enérgica, decidida y experta acción de un tercer actor exterior podría
salvarlo y, en la mayoría de los casos, el grado de avance invasivo de esta
“Infestación” transmutada en “Posesión por Imprimatur” será tan elevado que no lo
conseguirá o bien únicamente de modo muy defectuoso y a costa de tremendos
costes o secuelas psicológicas y aún más dura pugna. Este derrumbe,
psicoenergéticamente considerado, no es más que el resultado final de un proceso
gradual, refinado y complejo en el cual, manteniendo la ilusión del esquema
“simbiótico perfecto equitativo” original y los condicionamientos adictivos que éste
ha inducido en el SNC del Perceptor y el patrón de comportamiento derivado de
ellos, el repentino ascenso de potencia emisora paciente, imprudente y
generosamente bien recargada por el mismo Donante primario, cambia las reglas
en pleno “juego”, pasando a una dinámica similar a la del Caso-Tipo 2, pero
bloqueando a la vez la opción defensiva/protectora del reflejo de huida por shock de
trauma/pánico. De todas formas, en esta segunda etapa la relación interespecífica
entre el Donante y el Receptor se transforma radical y fatalmente para la integridad
del Perceptor: De una estrategia “cooperativa” a otra agresivamente “competitiva-
depredadora”, pero mucho más eficiente y aniquiladora contra la “víctima”
receptora, pues el Donante inductor mantiene los lazos de dependencia simbiótica
creados por la fase precedente, asegurándose así la incapacidad de su “socio”
convertido en “presa” para poder escapar de su “abrazo letal”. Si reflexionamos
acerca de esto, veremos que se trata del correlato a nivel
psicofísico/parapsicológico de procesos bastante comunes en el mundo sociológico-
económico, psicológico o biológico: La “absorción cultural” de una comunidad
menos avanzada a manos de otra por simple contacto cultural-comercial, sin
violencia directa de por medio, la “astucia perversa” de un socio empresarial
defraudador, el comportamiento de un estafador-chantajeador-manipulador-
maltratador psicoemocional en el seno de muchas parejas, la estrategia evolutiva
de un virus fago inicialmente lisogénico que se “activa” a “modo lítico” en el seno
del ADN bacteriano en el momento propicio, o el de los retrovirus “oportunistas”
tipo SIDA, los de ciertas hepatitis o cepas gripales, facultados para conservarse en
estado latente para luego emerger en toda su virulencia ante un estado de
depresión inmunitaria de su portador, o la de un organismo simbionte o comensal
que muta o se readapta y empieza a actuar como un peligroso parásito, o la
endosimbiosis fagotrófica, son buenos y variados ejemplos de ello, y ya fueron
citados y analizados en mis trabajos sobre la Teoría de Evolución por Transferencia
bajo condiciones de alto y “catastrófico” impacto ambiental. Y no es sorprendente,
pues siempre se fundamenta en los mismos Principios mecánico-cuánticos y
termodinámicos, los que sostienen la Transferencia, proceso maestro que rige la
evolución de los sistemas complejos abiertos procesadores de información cuando
éstos se ven sometidos a una Causa Primera común: Un intenso, brusco y
“traumático” evento peturbador-imprimidor de su medio entorno. En cuanto a los
patrones de reactividad psíquica concretos aquí señalados, tanto en este Caso-Tipo
como en el anterior, si bien no suelen ser los más frecuentes en la interacción con
el fenómeno de Impregnación, sí se producen con cierta asiduidad con los sujetos
observadores que reúnen el perfil “sintonizador” o “canalizador” adecuado
indicado, como bien saben los especialistas en la investigación experimental en
este terreno, constituyendo su mayor riesgo.

II.9

Psico-Simbiosis Absoluta. Caso-Tipo 9: Testigo/Observador y Emisor


Primario/Donante en Mutua Infestación-Posesión Perfecta por Imprimatur

• Caracterización Psicofísica: En este último Caso-Tipo, la Doble Transferencia


opera bajo un régimen de Doble Gradiente Cero: O sea, que las variaciones netas
tanto de densidades psicoenergéticas como informacionales intercambiadas entre
el Donante y el Receptor son globalmente nulas. Lo cual no impide – lógicamente –
como ya explicábamos antes, que el uno al otro no se envíen grandes cantidades
de ambas en sus dos sentidos opuestos, pero en proporciones exactamente
idénticas. Por ello, la Fuente Primaria y su Perceptor se hallan en fase como en los
dos ejemplos previos, y, además, sus energías máximas descargadas iniciales son
también idénticamente iguales y de signos contrarios. El modelo predice para este
escenario una dinámica no-lineal limitada, que lleva al Sistema a un Estado Final de
Equilibrio Inestable “METEDIR”. Este Punto Crítico teórico se define por un Tiempo
de Pseudo-Equilibrio en principio indefinido (matemáticamente igual a 0/0), pero la
indeterminación se resuelve para un tiempo “infinito” o “extremadamente grande”
de exposición. Es obvio que en estas condiciones el control es cinético puro, y el
incremento total máximo de energía por unidad de volumen intercambiable igual a
0.

• Símbolo: DgR

• Descripición Empírica General: Como tanto las velocidades de transmisión de


las unidades psicónicas codificadoras de información o frecuencias de extinción
como las energías por unidad de volumen máximas liberadas por el Emisor Primario
y el Receptor representan flujos iguales y opuestos, el proceso no supone ni
ganancia ni pérdida global para ninguno de los dos entes interactivos, sino más
bien un enriquecimiento conjunto de densidad psicoenergética y contenido
informativo asociado. Un enriquecimiento, y en paralelo un acoplamiento perfecto,
una especie de “infestación mutua absoluta” o “mutua posesión integral”. Desde la
óptica psicodinámica, ello equivale en el plano psicofísico a una “simbiosis orgánica
completamente equilibrada” o equipotente, en la cual los dos Sub-Sistemas
implicados, el Donante y el Receptor, tienden a perder su propia identidad
estructural y funcional para pasar a conformar un único Sistema integrado más
complejo. Este fenómeno es muy complicado, tanto a escala biológica como
psíquica y, por ende, requiere el procesamiento de densidades exactamente iguales
pero ingentes de información, lo que concuerda con el cálculo teórico, que impone
un tiempo gigantesco de “contacto” para poder ser verificado de forma plena.
Consiguientemente, existirá un “error operativo intrínseco por Psico-Simbiosis
Posesiva” como en el caso justamente anterior, pero el error absoluto respecto a la
determinación teórica en primera aproximación será nulo y el error relativo
correspondiente carece de sentido psicofísico al resultar indeterminable.

• Aplicación Numérica para la Simulación Resplandor/Báthory:

Parámetros Iniciales y de Contorno Específicos

Σρ = σ do/σ ro = 1 g σ ro = 32.083 J/m3


Ερ = ε d/ε r = 1 g ε r = 3.209 10-5 s-1

∆ε =ε r–ε d=0

Tρ = Σ ρ Ερ =1

pTρ = – Ln(Tρ ) = – Ln(1) = 0

Cálculo del Tiempo Crítico

tc = pTρ /∆ ε = 0/0 4 + “infinito”

Cálculo de la Variación Total Exacta y Aproximada de Densidad


Psicoenergética Máxima intercambiada por Doble Transferencia (Modelo
DIR)

Determinación de la energía máxima por unidad de volumen


intercambiada

Aproximación Analítica (Exacta)

∆ σ (máx) = ktr σ ro – ktd σ do

(8)

Determinación de los “Coeficientes de Reparto” de la Doble Transferencia

ktr = 1 – exp(– ε r pTρ /∆ ε ) = 1 – exp(– 3.209 10-5 x “+ infinito”) = 1

ktd = 1 – exp(– ε d pTρ /∆ ε ) = 1 – exp(– 3.209 10-5 x “+ infinito”) = 1

Determinación de la energía máxima por unidad de volumen analítica


(exacta) intercambiada (8)

∆ σ (máx) = (32.083 – 32.083) J/m3 = 0

Determinación de la energía máxima por unidad de volumen cinética


(aproximada) intercambiada

∆σ *
(máx) = σ ro – σ do = (32.083 – 32.083) J/m3 = 0

Cálculo del Error Absoluto y Relativo de la Aproximación Cinética

Ea = ∆ σ (máx) – ∆ σ
*
(máx) = 0

Er = {[Ea]/[∆ σ (máx)]} 100 = 0/0 g Carente de sentido psicofísico

Interpretación Empírico-Descriptiva de los resultados

Junto al Caso-Tipo precedente, o puede que más todavía si cabe, este es el ejemplo
más intrigante y “seductor” desde el punto de vista intelectual y experimental. En
verdad, es posible considerarlo como un caso particular de la Psico-Simbiosis
Donativa o “Posesiva” en el cual la Fuente Primaria de la Imprimación no posee
suficiente densidad de potencia primigenia y/o “historial realimentador” previo a su
“encuentro” con el Perceptor de perfil “perfectamente sintonizador” con ella, y a la
vez el observador posee justo la mínima “resistencia psíquica” suficiente como para
escapar de su “posesión destructiva integral” pero no la bastante requerida para
“desligarse” totalmente de su efecto psico-emotivo condicionante. Es lógico que tan
alambicada confluencia de factores para una observación dada se producirán muy
pocas veces, por ello su interés analítico y empírico es aún más valioso. En
términos del Perceptor, éste experimentará un patrón reactivo de conducta casi
idéntico al que protagonizaba el ejemplo de Posesión “depredadora”, pero, si nada
mi nadie interviene para interrumpir o interferir en una prolongada, lentísima y
gradual interacción con el Donante en el seno del recinto o enclave imprimado, a
medio-largo plazo tenderá a ser “atrapado” o “envuelto” psíquicamente por él,
aunque con una notable diferencia en esta nueva y rara opción: Ahora, como su
capacidad de emisión de densidad energética se halla estrictamente
compensada con la de la Fuente “subyugadora”, él también “hechiza” o
imprima en exacta e igual medida al Emisor Primario de la Impregnación,
de modo que ambos tienden a la larga a “fusionarse” psico-perceptiva y
emocionalmente, hasta que, en cierto modo, los dos llegan a constituir
una sola identidad psíquica enriquecida en gran proporción por una mayor
densidad psicoenergética e informacional, más compleja y potente, pero
en la cual ya ninguno de los dos conserva su perfil psico-emotivo y
contenido “memético” o de códigos psicónicos primitivo, casi como si
ahora ya se hubieran amalgamado en una renovada y única entidad
psíquica. El equivalente psicofísico-parapsicológico ideal de la
endosimbiosis celular bacteriana cooperativa en la Teoría de Lynn
Margulis. Por otro lado, esta clase tan delicada de Equilibrios son, por definición
termodinámica, extremadamente inestables: Cualquier leve perturbación
externa, como la acción de un tercer agente psíquico – un amigo, pariente,
colega investigador u otro cualquier testigo del fenómeno preocupado por el
proceso de “conversión masiva” sufrido por el testigo “simbiotizado”, por lo común–
y hasta, en ocasiones, ligeros cambios en el medio-entorno de la Impregnación –
pueden hacer balancearse el precario estado crítico descrito hacia un lado
u otro, pulverizando su régimen inestable hacia una dinámica de
fluctuaciones caóticas disipativas a favor del Donante o del Receptor,
además de manera altamente impredecible, por lo que el citado tercer
actor ha de andarse con sumo cuidado o quizás incluso abstenerse de
intentar “rescatar” a su conocido y permitir que se siga operando su
“transformación” bajo elevado riesgo de desencadenar un final trágico
como el del Caso-Tipo 8 si actúa movido por sus impulsos morales o
emotivos primarios. La interpretación empírica concreta de los síntomas y
esquemas reactivos observables en el Testigo/Observador tipo de este caso se
antoja complicada y hasta peligrosa, pero no cabe duda que posee un máximo y
fascinante interés teórico y experimental. Investigar en las regiones inexploradas
de la Naturaleza en múltiples campos no se encuentra exento de riesgos. No podía
ser menos sino todo lo contrario en el mucho más intrincado y misterioso de los
aspectos por ahora más oscuros de la mente humana y su interacción con un
entorno psíquicamente “impregnado” o en el de la Parapsicología en general..., de
momento casi vírgenes para el poderoso pero limitado “Ojo Iluminador” de la
Ciencia...

III

Análisis e interpretación teórica de los errores estimados para la Primera


Aproximación de la Función Cinética de Doble Transferencia en sus diversos
Casos-Tipo Lineales. Concepto de Acoplamiento Cinético o “Sintonización”
Transferente. Energía de Sintonización Transferente.

En función de los razonamientos establecidos en las descripciones empíricas generales de


los diferentes Casos-Tipo para la dinámica de la Doble Transferencia por Impregnación
Psíquica según el Modelo DIR y el ulterior análisis de las correspondientes aplicaciones
numéricas a cada uno de ellos dentro de la Simulación “Resplandor/Báthory” planteada en
este ensayo, podemos resumir las conclusiones derivadas de tales ejercicios sobre su
análisis de error del siguiente modo:

1) Las tasas estimadas de Errores Absolutos para la Primera Aproximación


por la Función Cinética de Doble Transferencia en el cálculo de la energía
máxima por unidad de volumen intercambiada, comparada con su
determinación analítica exacta en el Tiempo Crítico de Equilibrio, en los
procesos de Transferencias Irreversibles son, en general,
significativamente menores que la de los análogos procesos Parcialmente
Reversibles a Favor de Gradiente, del mismo sentido dominante,
manteniendo la igualdad relativa en el resto de los valores de los
parámetros iniciales y de contorno del Sistema.

2) En conjunto, también son superiores dichos Errores Absolutos estimados


para cualquier proceso Parcialmente Reversible que para otro Irreversible,
sean cuales sean sus sentidos de desplazamiento favorecidos, en
equivalentes condiciones relativas entre sí.

3) Distinguiendo dentro de cada uno de estos dos grupos de procesos bajo


régimen lineal, los que resultan relativamente desplazados hacia el
Receptor o “en Descarga Parcialmente Reversible” muestran Errores
Absolutos de aproximadamente un orden inferior a los que se hallan
parcialmente desplazados en el sentido del Donante o “en Recarga
Relativa”. Lo mismo ocurre entre los procesos Irreversibles en Descarga
Pura y sus equivalentes Irreversibles en Recarga Pura, pero en menor
medida.

4) Particularmente, si comparamos el Error Relativo en Descarga Irreversible


en relación al de su proceso equivalente en Recarga Irreversible, la
diferencia entre ellos es de orden mucho menos sensible que entre las dos
modalidades correspondientes análogas para procesos Parcialmente
Reversibles (en verdad, en el ejemplo son idénticos hasta la centésima). Si
embargo, el Error Absoluto en régimen de Recarga Pura sigue siendo casi
4 veces más grande que el del intercambio análogo en Descarga Pura, si
bien no alcanzando la proporción aproximada de algo más de 6:1
observada entre sus dos casos equivalentes en Recarga y Descarga
Reversible, como apuntábamos unas líneas antes. Esta última diferencia
es trivial, y obedece a una simple causa aritmética, ya que en los
procesos en los cuales predomina la Recarga, al hallarse desplazados en
el sentido del Sistema Donante, la mayor parte de la energía la cede el
Sistema Receptor, mucho más “compacto” en “densidad bruta de
energía”, por lo que cabe esperar una cantidad total exacta de energía
transferida por unidad de volumen bastante más elevada, si se conservan
las relaciones relativas de energías máximas iniciales liberadas
relativamente equivalentes para una misma magnitud de emisión inicial
de densidad psicoenergética para la Fuente Primaria. Y este efecto es,
naturalmete, máximo para la dinámica irreversible. Pero, entonces, al ser
la variación global de densidad psicoenergética mayor, en términos
puramente matemáticos, cabría esperar que los Errores Relativos
tenderían a disminuir. Sin embargo, como es patente, en las modalidades
irreversibles, este factor, de algún modo, parece “amortiguado”, y en las
parcialmente reversibles también, pero en inferior grado.

5) En todos los casos, la tasa de Error Absoluto estimada es siempre una


cantidad positiva de energía por unidad de volumen (“endergónica”,
según el Criterio de signos “Egoísta del Receptor” adoptado en todo el
Modelo DIR).
Análisis inductivo de estos resultados

a) Por 1) y 2), podemos llegar a la conclusión de que la diferencia dinámica esencial que
distingue los procesos Irreversibles de los Parcialmente Reversibles es la responsable
directa del menor grado de error absoluto de la primera aproximación a la Función
Cinética de Doble Transferencia respecto a su solución analítica exacta. Puesto que tal
divergencia radica en que los cambios en Descarga o Recarga Pura se encuentran
gobernados por un control casi estrictamente termodinámico o psicoenergético
mientras que los análogos procesos en Descarga o Recarga Relativa se hallan sometidos a
un control predominantemente termodinámico pero con cierto grado variable de
influencia o modulación dependiente del mecanismo cinético, es lógico llegar a la
conclusión de que la mayor participación del factor cinético en la Doble
Transferencia implica un nivel de error absoluto superior. Esto concuerda a la
perfección con el hecho de que esta primera aproximación conlleva imponer un control
psicoenergético absoluto en el proceso estudiado, porque matemáticamente significa
despreciar la variación de la aportación del mecanismo cinético en la posible variación
asimétrica de los “Coeficientes de Reparto” de la citada función.

b) Por 3) y 4) es razonable suponer que, al ser el error relativo, para la modalidad


irreversible, siempre igual o casi idéntico con indiferencia de si el proceso es favorable al
Donante como si está desplazado hacia el Receptor, teniendo en cuenta a), es válido
afirmar que cualquier proceso lineal irreversible en el sentido de Recarga o
Descarga llevará intrínseco una misma proporción mínima de influencia del
control cinético. Por su parte, al resultar tal error o desviación, tanto en términos
absolutos como relativos, de superior magnitud para las Dobles Transferencias en Recarga
Parcialmente Reversibles respecto a sus equivalentes en los que predomina el sentido de
Descarga, es lógico concluir que para todo proceso lineal parcialmente reversible
en Descarga Relativa o favorable al Receptor, el grado de control cinético es
menor que el de sus análogos en Recarga Relativa o favorable al Donante.

c) Por 5), es obvio que la energía máxima por unidad de volumen intercambiada
calculada en primera aproximación (o sea, prefijando control termodinámico integral) es
algo más grande en valor absoluto que la determinada utilizando la fórmula analítica
exacta en el marco del Modelo DIR, cuando el sentido o signo del balance neto final de
densidad psicoenergética total intercambiada es endergónico, o favorable al Receptor, y
menor si es exergónico o desplazado hacia el Donante. Dicho de otro modo, la modulación
del factor cinético supone que una pequeña parte de la energía máxima realmente
liberada por el Emisor Primario no sea absorbida o transferida por completo por el
Perceptor, o bien que una fracción asimismo en general muy modesta de la energía
máxima exacta cedida por el Receptor no sea propiamente transferida para realimentar al
Donante. Es decir que: Para cualquier tipo de proceso de interacción transferente
lineal, la cantidad real o exacta – desdeñando pérdidas – de densidad
psicoenergética cedida por el Donante y absorbida por el Receptor, o bien
liberada por éste a favor del primero, es en todo caso un poco menos elevada en
valor neto que la misma magnitud estimada en primera aproximación a la
Función Cinética de Doble Transferencia, esto es, presuponiendo un control
termodinámico absoluto del proceso.

Conclusiones del análisis

1ª) “El “Error Absoluto”, o la diferencia positiva entre la energía máxima por
unidad de volumen global intercambiada en un Equilibrio de Transferencia por
Impregnación Psíquica en régimen lineal estimada asumiendo en primera
aproximación un control exclusivamente termodinámico del proceso y la
determinada de forma analítica o “exacta” en términos del Modelo DIR –
suponiendo que las pérdidas disipativas sobre el entorno inmediato del Sistema
constituido por el “Par Donante/Receptor” sean de orden despreciable – , es una
medida empírica de la cantidad de densidad psicoenergética consumida o
invertida en conjunto por el establecimiento del mecanismo cinético particular
reactivo de emisiones estimulantes/respuestas realimentadoras entre la Fuente
Primaria de la Imprimación y su Perceptor sensitivo específico. Podemos
considerarla como un gasto energético adicional del Sistema causado por la
necesaria “sintonización” más o menos perfecta que debe operarse entre ambas
entidades psicofísicas para disponerse a la transmisión efectiva del máximo
posible de densidad de información y de la mejor “cualidad” – (minimización de
“ruidos”, “incertidumbre”, etc) – que permitan cada una de las condiciones
concretas impuestas por las diversas relaciones de sus parámetros cinéticos o
frecuencias de extinción pura y el propio mecanismo o “curso” cinético de
máxima probabilidad a cuyo través se lleva a cabo dicha transferencia de
información o series “meméticas” codificadas portadas por flujos de psicones”.

Formulando esta generalización empírica e interpretación teórica del análisis de los


Errores de la Doble Transferencia de manera matemática, tenemos que:

∆σ (T-T) = ∆σ *
(máx) – ∆ σ (máx)

(9)

Siendo entonces:

• ∆ σ (máx) = Variación de Energía Máxima Integral Aparente por unidad de
volumen de la Doble Transferencia. (Unidades SI: J m-3)

• ∆ σ (máx) = Variación de Energía Máxima Efectiva por unidad de volumen


de la Doble Transferencia. (Unidades SI: J m-3)

• ∆ σ ( Τ− Τ ) = Densidad Psicoenergética de Acoplamiento Cinético o


Sintonización Transferente ( de “Tuning Transferor”. (Unidades SI: J m-3)

2ª) La fracción entre la tercera y la primera en valor absoluto nos cuantificará


por tanto la razón entre la cantidad de energía invertida en la operación de
“Sintonización Psíquica” o Acoplamiento Cinético Transferente y la puesta en
juego por todo el proceso, incluyendo a ella misma. A su vez, esta relación
crecerá de modo directamente proporcional con la que define el grado relativo o
“Porcentaje de Control Psicocinético de la Transferencia (KCT)”, dado por:

KCT = {∆ σ (T-T) /[∆ σ (máx)]} 100


*

(10)

A partir de (10) es evidente que, entonces, el “Porcentaje de Control


Psicotermodinámico de tal proceso será igual a:

TCT = 100 – KCT

(11)

Pero... ¡ojo!, ésto sólo es válido si suponemos que el régimen o dinámica del
proceso es Lineal: O, expresado de otro modo, que se halla constituido por uno
(Transferencias Irreversibles) o varios pero finitos y discretos (Dobles
Transferencias Parcialmente Reversibles a Favor de Gradiente), pasos
elementales inductivos/reactivos, todos ellos “mucho más rápidos” que la
“etapa de “acoplamiento específico o sintonización psicofísica”,
incomparablemente “más lenta y costosa energético-entrópicamente”, debido al
elevado umbral receptivo de la mayoría de los Receptores, incluso entre los
sensitivos al fenómeno. Ahora bien, cuando el mecanismo cinético de la Doble
Transferencia es más complejo (múltiples y enormes, ya sean “indefinidos” o
“infinitos” pasos elementales de muy variable “dificultad-lentitud”) – esto es,
en las modalidades de régimen no-lineal – tal aproximación no se cumple, y el
porcentaje de control cinético siempre es muy dominante, independientemente
del valor de las energías de acoplamiento, ya que la “sintonización” no ha de
ser, en principio, la “etapa determinante” de la velocidad del intercambio.

Aplicación a los Casos-Tipo Lineales en la Simulación “Resplandor/Báthory”

Caso-Tipo 1: Transferencia Irreversible en Descarga Pura, o “Testigo/Observador


Impasible”

Densidad Psicoenergética de Sintonización Transferente


∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) = 0.041 J/m3

Porcentaje de Control Psicocinético



KCT = {∆ σ (T-T) /[∆ σ (máx)]} 100 = (0.041/32.083) 100 = 0.128%

Porcentaje de Control Psicotermodinámico

TCT = 100 – KCT = 99.872%

Caso- Tipo 2: Transferencia Irreversible en Recarga Pura, o “Testigo/Observador


Vulnerable/Traumatizable”

Densidad Psicoenergética de Sintonización Transferente


∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) = 0.162 J/m3

Porcentaje de Control Psicocinético



KCT = {∆ σ /[∆ σ
(T-T) (máx)]} 100 = (0.162/128.332) 100 = 0.126%

Porcentaje de Control Psicotermodinámico

TCT = 100 – KCT = 99.874%

Caso-Tipo 3: Doble Transferencia Parcialmente Reversible Receptiva a Favor de


Psico-Gradiente, o “Testigo/Observador Estándar con auto-control reactivo
psicoperceptivo ligeramente por encima de la media

Densidad Psicoenergética de Sintonización Transferente


∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) = 0.489 J/m3

Porcentaje de Control Psicocinético



KCT = {∆ σ (T-T) /[∆ σ (máx)]} 100 = (0.489/24.062) 100 = 2.032%
Porcentaje de Control Psicotermodinámico

TCT = 100 – KCT = 97.968%

Caso-Tipo 4: Doble Transferencia Parcialmente Reversible Donativa a Favor de


Psico-Gradiente, o “Testigo/Observador Estándar con auto-control reactivo
psicoperceptivo ligeramente por debajo de la media

Densidad Psicoenergética de Sintonización Transferente


∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) = 3.016 J/m3

Porcentaje de Control Psicocinético



KCT = {∆ σ (T-T) /[∆ σ (máx)]} 100 = (3.016/96.249) 100 = 3.133%

Porcentaje de Control Psicotermodinámico

TCT = 100 – KCT = 96.867%

Interpretación Teórica de los resultados empírico-descriptivos y su


generalización inductiva

Sintetizando lo que se desprende del análisis inductivo anterior basados en los resultados
empírico-descriptivos de nuestra simulación, es racional enunciar la siguiente:

“Regla Empírica Schreiber” para el Orden Relativo del Nivel de Energías de


Psico-Sintonización Transferente o Porcentajes de Control Psicocinético en los
procesos lineales de Doble Imprimación Psíquica

“Para cualquier proceso de Doble Transferencia DIR bajo régimen lineal, la


dinámica evolutiva que conduce al Sistema integrado por el Par
Donante/Receptor y su entorno próximo o enclave impregnado a un Estado de
Equilibrio Estacionario final es fundamentalmente debida al control
psicoenergético o termodinámico. No obstante, existe en todos ellos un cierto y
de ordinario muy minoritario grado de influencia o modulación del factor
mecanístico o de control cinético. Dicho factor es directamente proporcional a la
magnitud de energía consumida en el inevitable “acoplamiento cinético” o
“sintonización psicofísica” entre la Fuente Emisora Primaria y su Perceptor
sensitivo – lo que los parapsicólogos y otros estudiosos de estos fenómenos llaman a
veces “canalización”, aunque prefiero evitar el empleo de esa nomenclatura porque se
halla “contaminada” por indeseables elementos místicos un tanto disparatados, delirantes,
irracionalistas y nada científicos – . La “Densidad Psicoenergética de Sintonización
Transferente” puede estimarse de forma cuantitativa como la diferencia
algebraica entre la Variación Máxima de energía por unidad de volumen
intercambiada en el proceso, calculada en primera aproximación asumiendo
Control Termodinámico Absoluto y su valor analítico o exacto, utilizando en los
dos casos la Función de Doble Transferencia. Esta densidad psicoenergética
será tanto mayor cuanto más alto, o menos despreciable sea, el grado de
control cinético minoritario en el proceso. El cociente entre dicha magnitud y el
total de energía máxima por unidad de volumen aparentemente transferida
entre el Donante y el Receptor aproximando un control termodinámico integral,
medirá por tanto la proporción o porcentaje de control cinético en la Doble
Transferencia Lineal en Equilibrio. En función de estos conceptos, el “Orden
Relativo para esos Niveles de Densidades Psicoenergéticas de Acoplamiento o
Porcentajes de Control Cinético” en estos procesos es (ver simbología de los
mismos en la Sección II; Los números a la derecha y entre paréntesis que acompañan
cada símbolo señalan el Caso-Tipo en el mismo orden al que han sido expuestos, tanto en
la citada Sección anterior como en la presente):

RgD (2) <~ DgR (1) << DDR (3) < RDD (4) (– g + : Proporción de Control Cinético)

Interpretación Teórica de esta Regla Empírica

La resumiremos en estos puntos:

1) Puesto que la condición indispensable para que un proceso de


Transferencia sea irreversible o completamente desplazado en un único
sentido es precisamente que la diferencia entre las frecuencias de
extinción pura de una de las dos entidades psicofísicas implicadas sea
enorme, de modo que podamos despreciar el valor del coeficiente de
velocidad de emisión de psicones portadores de energía-información de
una de ellas frente a la que se encuentre desfavorecida tanto
psicoenergética como informacional o cinéticamente en el intercambio, es
evidente que la energía por unidad de volumen invertida en el proceso de
acoplamiento cinético o “sintonización” ha de ser excepcionalmente baja,
pues en la práctica, es casi como si el subsistema favorecido bombeara un
flujo de secuencias “meméticas” de estas ondas-corpúsculos cuantizados
a tan extrema lentitud que podemos aproximar sin apenas error que no es
necesario que el emisor “más rápido” que así le cede casi toda la
cantidad total de información transferida se acople o sintonice con él o, lo
que es equivalente, establecer que la dinámica del proceso se halla casi
bajo estricto control termodinámico. Por ello, en general, las densidades
psicoenergéticas de acoplamiento-sintonización serán muy pequeñas. En
los procesos lineales equivalentes parcialmente reversibles o
bidireccionales, tanto los del mismo sentido predominante como en
conjunto, los ritmos de extinción siguen siendo diferentes pero mucho
más próximos o de semejante orden, por lo cual la importancia relativa
del control cinético o mecanismo reactivo aumenta más o menos
discretamente, aunque manteniéndose bastante por debajo de la
proporción mayoritaria de control termodinámico, por lo que también
crecen sus energías de sintonización por unidad de volumen, pues ahora
este mecanismo juega un papel ya no por entero irrelevante en el curso
del proceso hasta su Equilibrio. Siguiendo este razonamiento, las
Transferencias Irreversibles en Descarga o Recarga Pura serían algo así
como los correlatos psicofísicos de una reacción química violenta y
absolutamente desplazada hacia uno de su dos “lados”: El primero hacia
los Productos, como una combustión variablemente rápida y explosiva,
cuya “Constante de Equilibrio” es “inmensa”, usualmente igual o superior
a 104; El segundo en el sentido de los reactivos, como un equilibrio iónico
de disociación para una sal “muy poco soluble”, cuya “Constante o
Producto de Solubilidad” es “diminuto”, habitualmente de orden igual o
considerablemente inferior a 10-4. En el mundo biológico y psicobiológico
también hallamos ejemplos significativos de tales patrones reactivos:
Como pongo de manifiesto a lo largo de mis ensayos sobre la aplicación
del fenómeno de Imprimación Ambiental a los procesos de Transferencia
biogenética de factores “biosintónicos retrotranscriptores” epigenéticos o
codificadores de la memoria celular, el Caso-Tipo 1 sería dinámicamente
análogo al “Método Báthory”, el “canibalismo” o el “vampirismo real”
adecuadamente desarrollados, como ejemplos específicos del modelo
Presa-Donante/Depredador-Receptor, desmesuradamente inclinados en
favor del Depredador, el proceso que inspiró el origen de todos mis
estudios sobre el fenómeno de la Transferencia y sus múltiples y
fascinantes derivaciones. El Caso-Tipo 2 puede ser bien representado por
el fagotrofismo celular en el marco de la Teoría Endosimbiótica de
Margulis modificada por Cavalier-Smith, en cuyo esquema va implicada
una enorme ventaja selectiva a favor del Donante o huésped, que acaba
transformando el genoma y el metabolismo del hospedador primigenio
por completo, y también es acorde con el fenómeno de infección
retrovírica. En contraste, las Dobles Transferencias se verían reflejadas a
nivel químico por reacciones en diverso grado de desplazamiento relativo
hacia los reactivos o los productos, en las que la variación de energía
interna o entalpía (calores de reacción) y de entropía-información son
ambas favorables a la par en uno de esos dos sentidos, de manera que
resultan siempre espontáneas en él y se rigen por un control
predominantemente termodinámico (pues el término entrópico es muy
pequeño frente al energético), pero con variante y en general limitado e
inferior grado de modulación del factor cinético y, por ende, de
velocidades medias variadas a una presión externa y temperatura dadas.
Por poner solo un par de ejemplos en dichas condiciones ambientales (25
º C y 1 atm), la formación del éster de ácido etanoico (acético) y metanol
(alcohol metílico) – cuya Constante de Equilibrio es 4 en tales condiciones
– como equivalente al Caso-Tipo 3 o la disociación de un ácido orgánico
“débil” del Caso-Tipo 4, como el propio ácido etanoico (acético) o del
vinagre, cuya Constante de Disociación iónica vale 1.8 10 -5 bajo idénticos
supuestos. En la esfera biológica el primer caso podría correlacionarse
con la que entonces denominé “Endosimbiosis Dominante” (relativamente
a favor de la célula hospedadora) y el segundo con la “Endosimbiosis
Dominante Inversa” (parcialmente ventajosa para la célula-huésped o
“proto-orgánulo” futuro en el contexto de la Teoría SET de Lynn
Margulis).

2) Centrándonos ahora en los procesos irreversibles, es obvio que, para


ellos, la proporción de control cinético es la misma o “cuasi-idéntica”, e
igual de mínima o prácticamente desdeñable tanto en sentido de
Descarga como de Recarga Pura. De hecho, para los dos Casos-Tipo de
condiciones iniciales y paramétricas equivalentes, y pese a la mayor
cantidad de densidad energética neta total intercambiada en la segunda
modalidad para una misma descarga inicial máxima de la Fuente Primaria
de la Impregnación, la simulación obtiene el mismo valor casi exacto para
la razón entre sus energías de acoplamiento y la variación máxima de ésta
intercambiada presuponiendo un control termodinámico absoluto de los
procesos.

3) Entre los procesos de Doble Transferencia Parcialmente Reversible,


observamos que las energías por unidad de volumen consumidas por el
mecanismo de acoplamiento sintonizador son más o menos notablemente
mayores (en el ejemplo de la simulación sobre un orden de magnitud) en
el Caso-Tipo 4, o “Donativo” – o sea, relativamente favorable al Donante –
que en el Caso-Tipo 3, o “Receptivo” – desplazado de manera relativa
hacia el Receptor – en análogas condiciones. Igual ocurre, aunque más
limitadamente, si comparamos sus correspondientes fracciones relativas o
porcentajes de Control Cinético (entre 1.5 y 2 veces mayores los del Caso-
Tipo 4 frente a los del Caso-Tipo 3). Consecuentemente, hemos de aceptar
que el grado de control cinético será superior para los procesos
parcialmente favorables en el sentido del Emisor o Fuente Primaria en
comparación con sus equivalentes en los que predomine la Descarga de
energía e información hacia el Receptor, como automáticamente refleja la
estimación del porcentaje correspondiente, aun cuando la magnitud total
de densidad psicoenergética intercambiada es aquí también más elevada
y diluye un poco el efecto en términos cuantitativos, lo cual es muy
significativo y refuerza mucho tanto nuestra conclusión como la validez
predictiva de estos cálculos y del modelo que los sustenta. Tratamos –
pues – en este caso particular con una asimetría o diferencia esencial
entre el régimen dinámico que gobierna la Doble Transferencia bajo
Recarga Relativa y el que lo hace en Descarga Relativa, esto es, para los
intercambios lineales parcialmente reversibles que desembocan en una
situación de Equilibrio Estable (es de aventurar que la mayoría de los
fenómenos reales de interacción por Transferencia de la Imprimación
Psíquica, a tenor de los informes empíricos de los investigadores serios
del tema). ¿Cómo interpretarla teóricamente a la luz del Modelo DIR? Lo
intentaremos acto seguido; Veamos: En el caso más simple posible de
Transferencia en Descarga Pura, suponíamos que, a causa de la
extremada lentitud “reactiva” del Receptor-Perceptor “Imperturbable”,
podemos despreciar el coste de energía de acoplamiento cinético o
“sintonización” entre éste y el Donante/Fuente Primaria de la
Impregnación, puesto que, como el Observador apenas reacciona
psicoemocional y asociativo-condicionalmente a los estímulos inductivos
del Emisor, (al mantenerse la frecuencia de extinción o emisión de
psicones realimentadores del primero en un valor medio despreciable
frente a la extraordinariamente más “rápida” velocidad de emisión-
extinción del segundo), no se produce apenas auténtico acoplamiento,
sino una mera percepción-procesado-asimilación casi “neutra” o pasiva
por parte del testigo de la densidad energética y contenidos
informacionales enviados hacia él por el Donante. En el Caso-Tipo
justamente opuesto y asimismo elemental o irreversible, el desmesurado
perfil hipersensibilizado y ultra-reactivo o condicionable del Testigo o
Perceptor “Vulnerable o Traumatizable”, aseguraba que su vertiginoso
ritmo de emisión-extinción de esos “paquetes” cuantizados portadores de
energía-información realimentadora en dirección a la Fuente Primaria del
fenómeno sin más que captar los más mínimos umbrales psico-
perceptivos de la acción inductora del Emisor primordial, convertía en
prácticamente despreciable la relevancia cuantitativa de la ulterior y casi
sincrónica emisión en Descarga de este último. El intercambio de papeles
es obvio: Ahora, el Donante se transformaba en un mero receptor o
beneficiario pasivo de las elevadas dosis de densidades de energía-
información que le transfiere el Receptor a sus expensas, y además a muy
bajo o casi nulo coste. Tampoco se daba verdadero acoplamiento o
sintonización apreciable y por eso, al igual que en la modalidad anterior,
la energía por unidad de volumen invertida en tal mecanismo es muy
próxima a cero, al igual que la proporción de control cinético en el
proceso. Por consiguiente, es lógico pensar que, en las correspondientes
opciones parcialmente reversibles, ambos entes psíquicos se repartan el
ahora ya no tan minúsculo gasto energético del acoplamiento cinético o
sintonización mutua de modo proporcional a la relación entre sus
frecuencias de extinción pura. El que de ellos posea un ritmo de extinción-
emisión psicónica más alto, no tan sólo perderá más densidad de
“secuencias meméticas completas” o cantidad de información (y, al ser
los procesos lineales “a favor de psico-gradiente”, también energía por
unidad de volumen, pero esa es otra cuestión independiente), sino que
aportará, por añadidura, mayor fracción del “trabajo” o densidad
energética de acoplamiento sintonizador que el otro miembro del “Par
Transferente”. Progresando en esta argumentación, es patente que,
entonces, en la Doble Transferencia Receptiva o favorable al Perceptor, el
Donante o Emisor Primario carga con la mayor proporción del coste de
acoplamiento cinético, mientras que en un proceso equivalente en
Recarga Relativa o beneficioso para la Fuente, es el Observador o
Receptor quien aporta más “esfuerzo inversor” psicoenergético al mismo.
De ahí es inmediato deducir que, habida cuenta de que, en igualdad de
razones entre los parámetros cinéticos y termodinámicos iniciales y
restantes condiciones de contorno, el proceso-tipo con predominio del
sentido de Descarga o favorable al Receptor implica una menor cantidad
neta de energía de acoplamiento-sintonización e igualmente un
porcentaje o grado relativo de control cinético inferior a los que
caracterizan a un proceso análogo desplazado hacia la Recarga o el
beneficio energético-informacional del Donante, está claro que el “coste
promedio unitario” del mecanismo de sintonización es algo más grande
para el Receptor que para el Donante, ya que cuando la mayor fracción de
este trabajo o consumo energético recae sobre él la densidad total
psicoenergética requerida para realizarlo crece, y además alrededor de un
orden completo de magnitud, mientras que la cantidad global de energía
por unidad de volumen aumenta también pero en considerable menor
medida. Por otra parte, y a pesar del efecto “diluyente” de este último
factor al determinar el cociente que nos calcula el porcentaje de control
cinético en este caso, dicho valor sigue siendo sensiblemente superior, lo
que confirma con firmeza la corrección de este razonamiento.

4) Ahora bien, si comparamos los “Tiempos Críticos” o de Equilibrio para los


procesos en los que predomina la Descarga y en los que se encuentran
desplazados hacia la Recarga, es fácil percatarnos de que los primeros,
favorables al Receptor, son más lentos que los segundos, favorables al
Donante. Esto ocurre con independencia de si analizamos casos
irreversibles o parcialmente reversibles, hasta el extremo de que, para
nuestra simulación, el intervalo temporal preciso para llegar al Equilibrio
Estacionario en el Caso-Tipo 1 en Descarga pura parece anómalamente
elevado, del orden e incluso algo mayor que el del proceso equivalente en
Descarga Relativa, el segundo en orden de longitud, y
desproporcionadamente grande frente al más breve de todos, el de su
proceso opuesto análogo en Recarga Pura idénticamente irreversible. El
tercer puesto lo ocupa la duración del proceso en Recarga Relativa,
naturalmente. Estos resultados son un potente indicio racional de que,
aun cuando los Receptores-Perceptores sufren mayores costes de
acoplamiento cinético que las Fuentes-Donantes, desarrollan dichos
trabajos de sintonización de modo mucho más rápido y, en general, todas
las operaciones asociadas a los mecanismos cinéticos de percepción-
decodificación-procesamiento o, en definitiva, transducción-
almacenamiento psicofísico de las señales estimulantes. Por ello, cuando
la mayor parte de ese trabajo recae sobre los Emisores Primarios de la
Impregnación Psíquica, los tiempos de acción/reacción se alargan y, con
ellos, los de Equilibrio en general, hasta el punto de que, incluso en
régimen de control termodinámico casi absoluto (Descarga Irreversible),
si bien esta “asimetría psicofuncional” no llega afectar al nivel de control
cinético del proceso, al menos mensurablemente, sí dilata de forma
bastante espectacular el tiempo final de interacción completa, aun bajo
una dinámica de control casi estrictamente termodinámica en su conjunto.
La conclusión final de todo ésto es que la “potencia cinética o
sintonizadora-procesadora-transductora” de los Receptores/Perceptores
es sistemática y relevantemente mayor que la desplegable por los
Donantes/Emisores Primarios, acortando los tiempos globales de
transferencia reactiva, pese a que sus mayores costos unitarios por cada
operación cinética vinculada a estos mecanismos – como es palpable en
referencia a la sintonización – sean algo más gravosos
psicoenergéticamente, lo que provoca un incremento de la proporción de
control cinético cuando éste empieza a tornarse cuantitativamente no por
entero despreciable, es decir, en los procesos parcialmente reversibles a
favor de psico-gradiente.
5) Esta importante conclusión nos empuja de inmediato a otro interrogante
si cabe más revelador y fascinante: ¿A qué se debe esta singular asimetría
en la capacidad y velocidad media de percepción-procesamiento de
información de los portadores psicónicos de las mismas? ¿Porqué las
Fuentes Primarias de la Impregnación pueden absorber o “vampirizar”,
hasta cierto punto, grandes cantidades de energía, inferiores pero
comparables, iguales o superiores a las por ellos mismos previamente
acumuladas de manera más o menos transitoria en sus soportes
materiales o moleculares adecuadamente psicopermeables a partir de la
descarga inicial liberada por el hecho-trauma desencadenante del
fenómeno – al fin y al cabo, de esto depende en último extremo su
supervivencia o persistencia a medio-largo plazo por sucesivos ciclos de
recarga a costa de sus potenciales observadores sensitivos o por
realimentación debida a la repetición de sucesos de semejante “carga
psicoemocional imprimante” en el mismo recinto afectado – y, en
contraste, son sensiblemente “más lentos” o “menos potentes” a la hora
de realizar dichas operaciones? Pareciese como si las entidades
psicofísicas responsables del origen del fenómeno fuesen como ciertas
especies de arañas o reptiles depredadores, facultados por la Evolución
para apresar o digerir a ciertas “víctimas propicias” de un tamaño y/o
peso muy superior al suyo – lo que en términos biológicos equivale a gran
“densidad o concentración energética” y, según mi teoría TET de la
Evolución por Transferencia, también en cierto modo, a una alta riqueza
en factores epigenéticos o “sintones” retrotranscriptores de la memoria
celular codificadores de rasgos favorables o adaptativos valiosos para ser
insertados en su genoma – pero a costa de requerir para ello de tiempos
de digestión, asimilación metabólica y/o integración genética de tales
caracteres adquiridos muy prolongados... Por el contrario, sus
Receptores, si son sensitivos o afines psicoperceptivamente al fenómeno
en nivel suficiente (lo que supone ya reducir el alcance efectivo de la
interacción a una limitada minoría de la población humana adulta
corriente, aunque ligeramente más amplia entre las mujeres, mas no así
al parecer de la que componen los niños, púberes pre-adolescentes – de
nuevo en especial si son chicas y cerca de sus periodos menstruales y
“borrascas hormonales” primerizas – y ciertos animales como perros,
gatos y otros, pero estos cautivadores asuntos los ignoraremos por el
momento), actúan bajo otro patrón reactivo. Exclusivamente si se hallan
entre ese selectivo grupo de “dotados sensitivos”, repito, logran
“capturar” similares o mayores órdenes de magnitud de tan sutiles
energías y procesar o transducir y asimilar sus contenidos informativos
asociados. Pero, en cambio, una vez que consiguen hacerlo, su potencia o
rapidez efectiva para desempeñar tales tareas es bastante más grande.
¿Cuál es la causa de esta esencial divergencia? La respuesta a esta
pregunta es compleja a escala teórica o conceptual, y mucho más si se
pretende asentar o afirmar sobre datos experimentales futuros, pues
atañe a la misma constitución estructural y funcional de las entidades
psicofísicas originalmente generadoras del fenómeno del Imprimatur o
Impregnación Psíquica, acerca de la cual no no es posible sino especular,
al menos hoy por hoy. Asumiendo tan enorme dificultad, me atrevo a
lanzar una simple hipótesis: Sea cual sea en realidad la naturaleza íntima
de dichos entes impregnadores – ya se hallen dotados de auto-consciencia
e identidad propia como creen los espiritistas o sean meros “reflejos” o
“huellas energéticas” de las intensas y masivas descargas
psicoemocionales derivadas de los eventos traumáticos que la evidencia
empírica disponible apunta a designar como su condición necesaria o
causa primera según la Teoría Cualitativa “clásica” de la Impregnación
Absorbente, grata a muchos parapsicólogos e investigadores actuales, u
otras posibles “explicaciones” aún más “exóticas”, como la que los
emparenta con “interferencias cuánticas” entre distintos planos
dimensionales o universos alternativos, agarrándose a la reciente “Teoría
M” de Hiper-Cuerdas que trata de unificar la física cuántica y la
cosmología relativista – ha de existir una diferencia morfo-dinámica
radical entre ellos y el cerebro o el SNC humano que justifique este
diverso esquema funcional de acción/reacción psicoperceptiva. En lo
tocante a la discusión de su naturaleza profunda ya aseguré al principio
de mi primer ensayo sobre este fenómeno que no entraré en ella, y no voy
ahora aquí a romper mi promesa, aunque tenga mi propia opinión
personal acerca de ella. En primer lugar, porque no contamos con ninguna
prueba empírica objetiva acerca de tan peliaguda cuestión y, en segundo
porque desborda ampliamente los objetivos de este modesto trabajo, que
en ningún momento pretende ir más allá (nunca mejor dicho) de lo que
permite la rigurosa aplicación del método científico de interpretación,
generalización y unificación inductiva de los resultados empíricos hallados
por los especialistas en este campo con el propósito de proponer un
modelo psicofísico teórico cuantitativo explicativo razonable de tales
manifestaciones fenomenológicas, quizás “anómalas” pero innegables. Ni
más ni menos. Y ni un paso más adelante de lo que tales resultados
cualitativos indican. Esa es la abismal diferencia entre la intuición y la
imaginación – más valiosas en Ciencia que el propio conocimiento, como
muy bien sentenció el gran Albert Eisntein – y la fantasía, saludable pero
inconsecuente pasatiempo mental que tiene su lugar en la creación
artística y literaria y en los arrebatos o delirios místicos, pero no en el
pensamiento científico. Pero volvamos a nuestro curso de reflexión tras
esta disgresión: ¿Podemos emitir una hipótesis racionalmente aceptable
sobre cuál ha de ser la distinción estructural-funcional básica que al
menos acerque una justificación de la curiosa diferencia de patrones
dinámicos reactivos en la percepción, procesado y asimilación final de la
energía e información portada por los psicones impregnados en un
soporte molecular psicopermeable? Vayamos “poco a poco”, como mi tocayo
Jack “El Destripador”, o mi “Musa Oscura”, la Condesa Báthory, ya que el “material”
es viscoso y resbaladizo. (De nuevo, una pizca salina o ácida de humor negro “to
the British style” nunca viene mal para relajar las maquinarias mentales).
Recapitulemos y concretemos: Los perceptores humanos en general
parecen tener serias dificultades de sensibilidad-umbral mínima suficiente
para percibir y por ende procesar las energías psíquicas ligadas al
Imprimatur, pero, si se encuentran en la reducida minoría de miembros de
nuestra especie que gozan o sufren – depende de como se mire – de esa
particular capacidad con suficiente nivel de bajo umbral-mínimo, son muy
eficaces, rápidos o potentes a la hora de realizar esas operaciones. Los
“entes emisores primarios de la Impregnación”, sean lo que éstos sean,
manejan muy bien la dinámica de transferencia de relativamente elevadas
densidades de esas energías psicónicas, pero se defienden un tanto peor
o menos eficazmente en cuanto a la labor de captarlas y procesarlas con
celeridad, pues su velocidad o potencia al operar dichas funciones es más
reducida. La respuesta más probable o racional que he conseguido
aquilatar en referencia a este arduo dilema sin rebasar las fronteras de lo
inductivamente aceptable a partir de los escasos datos sistemáticos o
patrones fenomenológicos recabados – y no sin considerable tesón, dicho
sea de paso – es la siguiente: La entidad y pervivencia de las Fuentes o
Emisores Primigenios de la Impregnación se sustenta en una estructura
elemental sostenida por la concentración en un espacio lo más compacto
posible de relativamente intensas descargas de energía psicoemocional
sobre un soporte material o molecular idóneo o “psicopermeable”;
Mientras más potentes y/o repetidos sean los eventos traumáticos que
consiguen impregnar de psicones portadores de energía-información estos
soportes más concentración se logra y, por tanto mayores posibilidades
de supervivencia combinando un “lento” coeficiente de extinción con una
densidad de potencia o intensidad media suficiente como para poder
acceder al número mínimo de escasas “presas” o mentes humanas
dotadas psicoperceptivamente capaces de recargarlos, el proceso
equivalente para ellos a la nutrición y a la par la reproducción biológica de
genes o la propagación de “memes” según la maravillosa y fecunda idea
de Richard Dawkins. Este rasgo o condicionamiento morfo-estructural
definitorio condiciona la “estrategia reproductora” estándar de estas
entidades psicofísicas, necesariamente anclada en la acumulación
“paciente” y prolongada en estado más o menos latente, seguida de los
más “agresivos”, activos y “oportunistas” episodios de “atracones
masivos” de unidades “nutritivas” o Receptores/Observadores de alta
densidad psicoenergética-informacional que tengan la suerte o “astucia”
de encontrar. Esta es la pauta seguida por todo depredador, virus o
parásito de tamaño o densidad de masa-energía, complejidad interna,
capacidad o potencia metabólica, biogenética-transferente y/o fertilidad o
potencial reproductor severamente limitados y especializado en la
captura, infección o infestación de presas o “víctimas” poco abundantes o
muy selectivas más “densas”, voluminosas, versátiles y/o complejas
morfo-funcionalmente que ellos... Como los fagos que atacan a las
bacterias, la araña que devora y “disuelve” pausadamente al insecto
atrapado en su fina y casi intangible red o la serpiente que digiere
paulatina y adormecidamente a su presa favorita de volumen mayor al
suyo mismo... Esta es la “lógica evolutiva” del Imprimatur, producto de
su propia y específica conformación morfo-estructural que condiciona por
completo su dinámica funcional y esquema de conducta reactiva. Porque
todo ente o Sistema abierto procesador de información sensible a los
cambios de su medio ambiente pugna por adaptarse a éstos, permanecer
en el tiempo, replicarse y sobrevivir... Esto es uno de los Grandes
Principios Fundamentales de la Naturaleza que rigen el Universo, y es un
Principio General, aplicable a todos los niveles y dimensiones
concebibles..., no tan sólo el biológico. La psicología, la economía, el
devenir sociopolítico e histórico-cultural, la cibernética y la informática
ofrecen abundantes ejemplos de ello. Mas la “Estrategia de
Concentración/Acumulación Oportunista” tiene su precio, y es un precio
muy caro: En efecto, como estos entes operan sobre la plataforma de la
Concentración, la Acumulación y una lenta frecuencia de emisión o
extinción de sus contenidos energético-informacionales, se ven abocados
a dos grandes problemas, sus auténticos “enemigos letales” morfo-
funcionalmente predeterminados: La perentoria necesidad de
concentración-acumulación de energía e información, para sostenerse en
el tiempo y lograr intensidad o densidad suficiente como para permitirles
la acción inductora sobre sus preciosas y no demasiado abundantes
“presas” o fuentes de Recarga, les exige, por definición, encontrarse
confinados en soportes y entornos muy especiales o psicopermeables y,
además, no muy voluminosos. No mucho más que una finca, una gran
mansión o un círculo de monolitos o “menhires” estilo Stonhenge, el
típico “lugar impregnado” o “centro de poder” según indica la
experiencia, y eso como máximo y en los casos de
descargas/realimentaciones extraordinariamente poderosas y frecuentes.
En la mayoría de los fenómenos de Impregnación más “modestos”, como
el simulado en este ensayo, no pueden pasar de una habitación o edificio
pequeño sin perder la irrenunciable “concentración de psicones
impregnados mínima requerida”. Pero un tamaño limitado impone que se
saturan con facilidad. No son capaces de absorber mucha cantidad bruta
de energía-información de una sola vez, debido a que el nº de unidades de
soporte es bastante limitado, por eso dependen tan desesperadamente de
la “frecuencia de repetición” de sucesos traumáticos realimentadores,
como demuestra el modelo matemático de la Transferencia. A su vez,
como tal soporte molecular y entorno psicopermeable y realimentador, si
es eficaz, implica indefectiblemente un coeficiente o velocidad de
extinción al menos en resonancia o constante o, en su defecto, muy lento
en su decrecimiento, la emisión de partículas-onda portadoras y
transmisoras de energía-información ha de ser forzosamente muy
pausada. Pero si es pausada para emitir también lo será para recibir o
percibir: ¡De ahí el déficit de potencia perceptivo-transductora o
procesadora-asimiladora de las Fuentes/Donantes en comparación con los
Receptores/Perceptores detectada por el modelo! En efecto, “Lentitud o
Baja Potencia Reactiva/Recargadora/Reproductora” y “Alto nivel de
Saturación”,he aquí los dos grandes Adversarios o hándicaps del Imprimatur...
Ambos, consecuencias inevitables de tratarse de Sistemas basados en la
concentración acumulativa y reactivación sucesiva de una red de unidades
simples portadoras-soportadoras-transmisoras de energía-información
cada una de ellas con largos periodos-promedio de vida o persistencia, a
semejanza de los isótopos radiactivos inestables de larga duración.
Condicionamientos o estados intrínsecamente inseparables de su propio
origen, naturaleza objetiva y dinámica de replicación o supervivencia.
Prestando ahora nuestra atención a los Receptores-Perceptores, éstos son
en principio seres humanos, cuyo fundamental “equipo psicobiológico”
operativo disponible para verificar estas funciones – el cerebro, su SNC y
periférico y sus correspondientes sistemas sensoriales – no está
constituido por un entramado de partículas-soporte elementales. También
se trata de una red de unidades relativamente “aisladas” e
interconectadas entre sí sinápticamente, en este caso por medios
electroquímicos – como sabemos y cada vez de modo más perfeccionado y
preciso desde los tiempos del gran descubrimiento del Premio Nobel español
Santiago Ramón y Cajal – pero el tamaño, complejidad y versatilidad tanto
de las unidades morfo-funcionales perceptivo-procesadoras-asimiladoras
de energía-información del Sistema como de sus conexiones controladoras
y moduladoras de sus diferentes patrones de acción-reacción son
considerablemente superiores. En la misma medida en el que lo es una
célula altamente especializada y modificada (la neurona) respecto a un
soporte macro-molecular o combinación de ellos de elevada
psicopermeabilidad – en lo tocante a las unidades o “nodos operacionales
de la red –, o los flujos de otras moléculas de menor entidad “portadoras”
de los flujos psicónicos impregnantes frente a las corrientes electro-
iónicas saltatorias entre las interfases “repetidoras-transformadoras-
transmisoras” de las vainas de mielina o las secreciones de neuropéptidos
y endorfinas a nivel de las sinapsis – en lo que atañe a sus mutuos
canales de conexión dinámica interactiva. En ambos aspectos, la
proporción relativa de escala o nivel de organización es respectivamente
similar: Celular vs macromolecular para los nodos y molecular simple vs
macromolecular o al menos polimérica para los canales o “enlaces
conectivos” entre éstos. En verdad, un modelo hipotético más completo y
detallado, pero razonable y apoyado en los propios datos empíricos
cualitativos en relación con la composición de los entornos materiales más
“psicopermeables” o favorables a la imprimación, ciertos recientes
descubrimientos experimentales sorprendentes y en la potente,
transversal y multidisplinaria Teoría de Redes Complejas, acerca de cómo
podría ser en verdad un esbozo general de la naturaleza morfo-funcional
concreta de las entidades o Emisores Primarias de la Impregnación
Psíquica, se expondrá en la siguiente Sección de este trabajo. Pero, por el
momento, esta primera aproximación intuitiva nos basta para mantener la
argumentación lógica: Los datos empíricos del patrón de acción/reacción
del Imprimatur, la Hipótesis Psico-Cuántica fundamental que los refleja y
da origen a mi Modelo de Transferencia sobre él, y el análisis y simulación
derivados de éste sobre su interacción psicoperceptiva con sus
observadores humanos sensitivos, nos han llevado a la conclusión final de
que la Red de cualquier Donante-Fuente ha de encontrarse conformada
por nodos macromoleculares y conexiones atómico-moleculares sencillas,
mientras que, por su parte, es evidente y bien conocido que la Red de sus
Receptores-Perceptores se halla, de hecho, intergrada por nodos celulares
y conexiones biopolimérico-macromoleculares.

Consecuencias genéricas de estas divergencias

a) La Red Donante-Fuente posee una relativamente baja densidad de


masa-energía por unidad procesadora-asimiladora de información o nodo
operativo en comparación con la del elemento análogo funcionalmente en
el seno de la Red Receptor-Perceptor.

b) Los correspondientes canales o “enlaces” de interconexión entre ellos


en ambas tipos de Redes presentan un orden inferior de nivel o escala de
organización y por lo tanto de densidad de masa-energía en razón a sus
nodos respectivos.

c) La relación o “factor de escala” relativo entre los nodos de las dos


clases de Redes es, en promedio, aproximadamente el mismo o muy
semejante al que guardan sus sistemas de interconexión entre sí.

d) Además, la Red Donante-Fuente, debido a su reducido grado de


densidad o capacidad de procesado-almacenamiento de energía-
información por unidad nodal requiere concentrar un mucho más elevado
número de estas unidades elementales operadoras en un volumen finito
relativamente modesto para lograr tratar magnitudes semejantes de esa
energía-información, por lo que tiende a saturarse mucho antes que la
Red Receptor-Perceptor, aun cuando su nivel mínimo de sensibilidad-
umbral es mucho más pequeño.

e) Por otro lado, teniendo en cuenta las hipótesis originales y el


desarrollo del Modelo de Transferencia por Imprimación Psíquica, el
mecanismo de transmisión de dichos flujos de portadores atómico-
moleculares simples a lo largo de las conexiones entre nodos ha de
obedecer a una pauta sustancialmente equivalente a la difusión, ya sea
espontánea por absorción-impregnación, facilitada o débilmente forzada
por realimentación-recarga, una forma de transmisión lenta y de escaso
rendimiento. Por otro lado, los portadores atómico-moleculares de estos
flujos inter-conectivos deben ser de un orden de magnitud nanométrico,
por lo cual se verían sometidos a respetables niveles de “ruido” e
“incertidumbre”, a causa del Principio de Indeterminación de Heisenberg.
Los equivalentes procesos de transporte entre sinapsis neuronales y
vainas de mielina de los axones nerviosos son incomparablemente más
precisos, rápidos, definidos, eficientes y “limpios de ruidos”. Asimismo,
podemos despreciar para ellos efectos importantes de la incertidumbre
cuántica, al funcionar a escala macromolecular. Sin embargo, sus costes
energéticos unitarios serán mayores, porque la inmensa mayoría de todos
ellos consumen grandes cantidades de ATP, “potenciales de memebrana”
“bombas de sodio-potasio” y similares u otros acumuladores o “baterías”
bioenergéticas, como prueba el descomunal consumo de glucosa y
azúcares análogos del entramado neurónico y nervioso-sensitivo.

f) Los sistemas de la Red Receptora-Perceptiva gozan de antemano, por


naturaleza, de una enorme concentración o densidad de masa-energía
frente a los de la Red Donante-Fuente. En el estimablemente más
reducido volumen que ocupan el encéfalo, los restantes órganos y tejidos
del SNC y sus inervaciones sensoriales periféricas, o si se quiere el del
todo el cuerpo humano, notablemente menos extenso que el de los
enclaves imprimados, acumulan una cantidad de masa-energía
perceptora-procesadora de información en extremo superior a la
disponible por la Red Donante-Fuente. Consecuentemente, no se saturan
jamás en el transcurso de estos fenómenos de intercambio por
transferencia.

g) No obstante, su gran capacidad, potencia o velocidad de percepción-


procesamiento-almacenamiento de energía-información masiva contrasta
radicalmente con su pobre sensibilidad específica. En efecto, puesto que
los portadores electromagnéticos o corpúsculos-onda de los haces o
“paquetes-secuencias meméticas” cuantizados de energía-información
entre ambas Redes son de una “talla” u orden de magnitud subatómico
mucho más cercano a la de las unidades funcionales de procesamiento y
asimilación y, en especial, de transmisión o interconexión interna entre
estos nodos de la Red Donante-Emisora Primaria que de la Red Receptiva-
Perceptiva, es obvio que los “umbrales mínimos” psicoperceptivos de los
observadores humanos se muestren tremendamente más altos que los de
las fuentes primigenias impregnadas. Por esta mera razón, tan sólo una
minoría reducida de testigos potenciales del fenómeno consiguen
detectarlo e interactuar con él, y los costes unitarios de sintonización son
significativamente más elevados.

h) Como resultado de todo ello, considero razonablemente explicadas o


justificadas, al menos a nivel teórico-conceptual y con un mínimo de
hipótesis razonables basadas en los datos empíricos cualitativos de los
esquemas reactivos del fenómeno de la Impregnación Psíquica y mi
análisis inductivo del mismo a partir del Modelo de Transferencia DIR, las
principales diferencias morfo-estructurales y, a partir de ellas, dinámicas
de los dos tipos de Redes Complejas Abiertas procesadoras-asimiladoras-
intercambiadoras de energía-información que sostienen las asimetrías
observadas y predichas por el modelo en relación al comportamiento
operativo de las mismas. A modo de conclusión, lo sintetizaremos
utilizando la siguiente tabla:

Tipo de Red/Estructura y Unidades Morfo-Funcionales Patrones dinámicos e interactivos


Evolución Reactiva Operativas de Transferencia
Red Donante-Fuente Nodos macromoleculares: nivel Baja densidad, saturación crítica
submicroscópico

“Enlaces” o Interconexiones atómico- Transmisión, procesado y


moleculares: nivel nanométrico almacenamiento informático de
elevada incertidumbre
Mecanismo de “transporte” o
interconexión nodal difusivo-”ósmosis Proceso operacional cinético lento de
psico-físico-química”: nivel discreto coste energético unitario
nanométrico pero inferior potencia

Portadores de Impregnación original y


transferencia entre los dos tipos de Elevada sensibilidad específica,
Redes, “Psicones” o partículas-onda umbrales psico-perceptivos pequeños
electromagnéticas cuantizadas: nivel
subatómico o subnanométrico

Red Receptor-Perceptor Nodos celulares: nivel microscópico Alta densidad, insaturación

“Enlaces” o Interconexiones Transmisión, procesado y


polimérico-macromoleculares: nivel almacenamiento informático de
supra-nanométrico-microscópico reducida o nula incertidumbre

Mecanismo de “transporte” o Proceso operacional cinético rápido


interconexión nodal sináptico- de notable coste energético unitario
electroquímico: nivel supra- pero superior potencia
nanométrico-microscópico

Portadores de Impregnación original y Muy limitada sensibilidad específica,


transferencia entre los dos tipos de umbrales psico-perceptivos grandes
Redes, “Psicones” o partículas-onda
electromagnéticas cuantizadas: nivel
subatómico o subnanométrico

(Tabla 1)

IV

Teoría de Redes y Transferencia. Postulado Schreiber de las Redes Psicofísicas:


Un primer intento de explicación morfo-funcional del fenómeno de Impregnación
Psíquica y su interacción con observadores sensitivos. Teoría Schreiber de las
Redes Psicofísicas. Teorema Schreiber de la Red de Impregnación Exponencial

IV.1

Teoría de Redes y Transferencia

Antes de enunciar el Postulado en cuestión en su forma definitiva, conviene aclarar


algunos conceptos y principios básicos fundamentales sobre la Teoría General de Redes
Complejas.

A lo largo del texto de este primer apartado de la Sección IV, los párrafos remarcados en
negrita y además destacados por un superíndice numérico entre paréntesis, indican los
conceptos teóricos o resultados empíricos clave en los que se basará mi posterior
argumentación para cimentar el sostén racional del Postulado de Redes Psicofísicas,
por medio del cual pretendo lograr al menos un acercamiento lógico y fundamentado a la
descripción de cómo han de ser las características topológico-estructurales y dinámico-
operativas de las Redes que conforman las entidades Donantes o Emisoras Primarias que
se hallan en el origen o causa primera del fenómeno de Impregnación Psíquica, de modo
que se ajusten y sean coherentes con esta serie de principios y datos y los derivados por
el análisis inductivo previo, cuyas conclusiones resume la Tabla (1).

Esta Teoría de Redes Complejas es, tal y como indicábamos antes, uno de los
instrumentos actuales más poderosos para el estudio analítico de las propiedades y
dinámicas evolutivas generales de los Sistemas Abiertos complejos procesadores e
intercambiadores de energía-información y capaces de reaccionar ante los estímulos de su
medio ambiente de manera adaptativa. Los Principios esenciales y diversos patrones de
evolución dinámica derivados de ellos y bien comprobados experimentalmente, son total y
asombrosamente genéricos y universales, con independencia de cuál sea la naturaleza
físico-química, escala material y espacio-temporal de la organización estudiada, desde el
nivel atómico-molecular hasta el de organismos vivos, redes sociales, sistemas de
telecomunicación (como el mismo Internet) o amplios ecosistemas.

Repasemos unas cuantas definiciones y conceptos imprescindibles en la Teoría de Redes


Complejas:

• Un Sistema Complejo está formado por varias partes interconectadas o


entrelazadas, cuyos vínculos contienen información adicional oculta al
observador. Como resultado de las interacciones entre esos elementos
constituyentes interconexionados, surgen nuevas propiedades
emergentes, es decir nuevas y que no pueden deducirse o justificarse a partir del
análisis aislado de estos componentes simples. Por ejemplo, fenómenos como la
intrincada y delicada capacidad del genoma de auto-regularse, modular su
expresión, activar, inhibir o integrar secuencias epigenéticas externas en función de
las necesidades de adaptación al medio, no pueden derivarse del mero estudio de
un gen aislado, ni la auto-consciencia, la psicodinámica subconsciente o el
complicado entramado de la memoria selectiva influida por los estados
emocionales condicionados que caracteriza la mente humana, del más
pormenorizado análisis microscópico, ultra-microscópico, morfológico, fisiológico o
bioquímico de una neurona individual o incluso de un sencillo arco reflejo entre una
neurona receptora, otra procesadora central y la que controla la respuesta motora
involuntaria. Tampoco la más refinada y técnica descripción del hardware
(estructura) y software (función) de un PC permite predecir el “comportamiento” de
un servidor de la Red ni mucho menos de Internet en su conjunto. En el marco de
este modelo sobre la Impregnación Psíquica, es obvio que tampoco es factible
explicar el patrón inductor/reactivo de este fenómeno considerando únicamente
una macromolécula psicopermeable “impregnada” por una descarga puntual de
psicones de alta densidad energética e informacional (psicoemotivamente
traumática). De hecho, la mayoría de los sistemas constituidos por muchos
elementos, en especial si son abiertos, tienden a evolucionar en alguna modalidad
de Red Compleja, como ya intuyó a mediados del siglo XX Weaver en su famoso y
pionero artículo “Science and Complexity”, publicado por “American
Scientist” en 1948.

• Se denomina “Red” a un conjunto de muchos de esos elementos –


usualmente llamados “Nodos” o “Vértices” – conectados entre sí de modo
que interactúan los unos con los otros, transmitiéndose energía e
información. Los nodos se representan por símbolos: {n1, n2, n3... nN}, donde “N”
es el número total de nodos de la Red. Si un nodo en particular ni se encuentra
conectado con otro, nj , esta conexión se señala como un par ordenado (i,j).
Esquemáticamente, se acostumbra a plasmar los nodos como círculos o bolas y las
interconexiones usando trazos rectos bautizados como “grafos”.

• Las principales propiedades estructurales o topológicas de las Redes son:

1) Distribución de Grados (o vecindad), P(k): Probabilidad de que, elegido un


nodo al azar, éste posea un número de conexiones o “vecinos interactivos” igual a
“k”.

2) Coeficiente de “Clustering” o “Transitividad”, C: Probabilidad de que dos


nodos conectados entre sí a un tercero, se hallen a su vez ellos mismos conectados
entre sí.

3) Longitud Mínima entre dos nodos cualquiera en la Red, Li,j: Nº mínimo de


“saltos” necesarios para llegar de un nodo ni a otro nj dentro de la Red.

4) Longitud Promedio de la Red, L: Promedio de las longitudes mínimas Li,j


entre todos los pares posibles de nodos (ni, nj) de la Red.

5) Una Red puede contener grupos de nodos que están más o menos
densamente conectados entre ellos pero no con el resto de la misma:
Estos nodos se llaman “Hubs” y sus subconjuntos ”Islas “.

• Características de la Redes Complejas:

1) Conexionado Heterogéneo: Alude a la existencia en el seno de la red de


nodos o subconjuntos de ellos con muchas, medianas o pocas conexiones
indistintamente en proporción variable en cada caso. En general, no existe una
conectividad característica.

2) Efecto “Small World” o “Mundo Pequeño”: Indica que la distancia media


entre dos nodos cualquiera es pequeña en relación de escala al tamaño global de la
Red. Esta propiedad es transcendental, pues es la que dota a la Red de la facultad
de una más o menos elevada eficiencia para la transmisión de información. Con
objeto de verificar esta característica a nivel de las Redes Sociales, el psicólogo
Stanley Milgram, de la Universidad de Harvard, realizó un experimento muy
interesante e innovador, nada menos que en una fecha tan “prematura” como
1967: En una Red Social, cada nodo es una persona, que se conecta a otras si son
conocidos mutuos. Pues bien, el Dr. Milgram demostró que, en las Redes Sociales,
el número de nodos intermedios que separan a dos individuos dados seleccionados
al azar es constante, e igual a 6 individuos. Este resultado empírico se conoce como
“Regla de los Seis Grados”.

3) En general, todas las Redes operativas presentan alto coeficiente de


Clustering, lo que posibilita una suficientemente elevada transitividad de
información, aunque lógicamente, unas más que otras, siendo este uno de los
factores sustanciales que condicionan su dinámica y eficiencia.

4) Igualmente, deben mostrar un rango notable de Modularidad: Los


“Módulos” de la Red son subconjuntos de nodos muy interconectados. En
aquellas Redes que gozan de un elevado promedio de modularidad, cada
módulo completo, por su parte, desarrolla un alto grado de autonomía
funcional, organizándose entre ellos de forma jerárquica, a través de una
relativamente escasa interconectividad comparativa, como si fuesen algo
similares a “Islas” de orden superior o Sub-Redes coordinadas integradas
en la Red global. Otras, en cambio, carecen de esta estructura y, aunque
el nº de conexiones promedio es mayor por nodo, el grado de modularidad
desciende y, con él, la jerarquización. Estas divergencias son, tras la
Distribución de Grados y junto al Coeficiente de Clustering, los tres
parámetros básicos que influyen en el tipo de patrón dinámico-evolutivo
de una Red.

• Tipos Topológicos o Estructurales de Redes: Se determinan a partir de su


Distribución de Grados P(k). Sus tres variedades más relevantes son:

a) Topología de Poisson: Se apoya en un supuesto o “ley estructural” de


configuración; Se impone que todos sus vértices tienen el mismo o similar
número medio de conexiones, de forma que éstas se distribuyen casi
homogéneamente entre ellos. Su visualización mediante grafos genera figuras
similares a una especie de “ovillo azaroso” de tramas interconectando los nodos, de
contorno general esferoide y densidad promedio apenas variante. Esto corresponde
a su Función de Distribución de Grados, P(k) (fracción de nodos o
frecuencia relativa de ellos) vs k (nº de nodos interconectados o
“vecinos” a uno dado), que produce curvas en las cuales los grupos de
nodos con probabilidades inferiores y, en alguna mayor proporción,
superiores a un estrecho intervalo promedio de cierto valor central en el
nº de enlaces o conexiones de máxima probabilidad o frecuencia relativa
son muy escasos, es decir, funciones de perfil estadístico Gaussiano más o menos
distorsionadas, por lo común hacia el extremo “izquierdo” o de menor conectividad.
La fórmula matemática general de esta Función de Distribución de Grados en
la Red tipo Poisson es:

P(k) = (zk/k!) exp(– z)

(12)

Siendo z el Valor Promedio de Conexiones de cualquier nodo de la Red,


P(k) la proporción, Probabilidad o frecuencia relativa de que un nodo dado
seleccionado al azar presente “k” conexiones con sus vecinos y k ese
número particular de conexiones.

Como pueden apreciar, la máxima probabilidad se concentra en torno al valor k del


promedio o Grado Nodal y decrece a razón de (1/k!) a medida que el nº de enlaces
de los nodos se alejan de este valor central en uno u otro sentido.

El modelo reticular de Poisson fue propuesto entre finales de la década de los 50 y


primeros 60 del siglo pasado por el matemático judío-húngaro Paul Erdös, de las
Universidades de Princeton y Notre Dame (Indiana, EEUU) y su compatriota y
colaborador Alfréd Rényi. Aunque fue el primer y meritorio paso pionero en el
modelado de Redes Complejas, y aún se sigue aplicando para describir algunos
procesos, como las redes sociales de afiliación o los grafos bipartitos, es, en
términos generales, poco realista, pues se halla muy alejado de los patrones
topológico-estructurales realmente obtenidos para la inmensa mayoría de Redes
Complejas reales operativas, tanto artificiales como naturales.

b) Topología Exponencial: En verdad, es una variante algo más “perfeccionada”


de la primera, ya que mantiene la condición topológica primordial de que el nº
medio de conexiones por nodo es invariante, aunque no representa el
valor máximo de probabilidades de la distribución. Se ajusta
satisfactoriamente a algunos procesos de evolución temporal en sistemas abiertos
para los cuales, como consecuencia directa de lo expuesto inmediatamente antes,
la probabilidad de integración de un nuevo elemento permanece
constante durante el tiempo de crecimiento de la Red(1), pero esta estricta
condición la cumplen no demasiados fenómenos de esta índole en la Naturaleza o
el mundo tecnológico, o tan sólo como una simplificación muy específica o bien en
exceso grosera. Su Función de Distribución Exponencial Decreciente señala
que ahora el valor promedio central no equivale a la máxima
concentración de probabilidades o frecuencias relativas para su número
de conexiones o grado nodal, sino que dicha probabilidad o fracción
efectiva de nodos disminuye uniformemente y al elevado ritmo
exponencial con el aumento del nº de conexiones k que les enlace con sus
vecinos(2), según:

P(k) = c exp(– γ k)

(13)

Este modelo topológico fue desarrollado por el sociólogo norteamericano Duncan J.


Watts, de la Universidad de Columbia y el Instituto de Santa Fe, y el asimismo
estadounidense Steven H. Strogatz, profesor de Mecánica Aplicada y Teórica de la
Universidad de Cornell y doctor en Matemáticas Aplicadas por la Universidad de
Harvard. Ambos científicos publicaron un relevante artículo en Nature en 1998, en
el cual formulaban la dinámica de Redes de estructura exponencial o de “Mundo
Pequeño”, inspirado en el experimento Milgram de la “Regla de los Seis Grados” y
el análisis de Redes original de Erdös y Rényi. En su brillante trabajo, modifican este
último modelo suponiendo las siguientes condiciones estructurales de contorno:
Una longitud mínima media entre nodos Li,j de valor relativamente muy
pequeño en relación al tamaño de la Red, un coeficiente de Clustering
extremadamente elevado en términos igualmente proporcionales y un
valor reducido de “diámetro” promedio entre dos vértices (definido éste
como el nº mínimo de nodos que han de recorrerse para unirlos)(3).
Inicialmente, pensaron que las Distribuciones de Grado que estos Sistemas de
“Mundo Pequeño” generan debían ajustarse a la Función de Poisson, pero pronto,
estudios e investigaciones empíricas posteriores pusieron de manifiesto que la
mayor parte de los fenómenos en Redes abiertas naturales que cumplen
estas tres condiciones topológicas siguen una distribución exponencial
como la expuesta unas líneas más arriba. La “construcción” de una Red de
Mundo Pequeño implica una configuración inicial de N vértices
aproximadamente equidistantes de un “centro de activación” y circulares,
todos ellos desconectados entre sí en principio, pero lo suficientemente
“concentrados” como exigen las condiciones de contorno. Después, se
trata de conectar estos nodos entre sí con un Grado Medio k y de manera
que cada uno de ellos quede enlazado con el otro al menos por un canal o
“trazo” del grafo con una probabilidad P dada. Las simulaciones
matemáticas y los modelos experimentales estudiados demuestran que es
posible ajustar la topología de la Red desde un valor P=0 (Red Regular,
como la de un cristal iónico, donde cada nodo está conectado según un
patrón geométrico perfecto con sus “z” vecinos) hasta el más absoluto
desorden caótico (P=1). Así se demuestra que – en general – las Redes
conformadas por valores de P comprendidos entre 0 y 1 muestran en
mayor o menor medida el “Efecto Small World” o de “Mundo Pequeño”.
Redes reales que se ajustan al Modelo Watts-Strogatz de topología tipo
“Small World” y distribución rigurosamente exponencial decreciente hay
algunas, siendo las de mayor interés, a nivel biomolecular, las Redes de
Transcripción y Retrotranscripción de los genes, que obedecen a
Distribuciones de Grado estrictamente exponenciales, la que define la
interacción de las proteínas en el metabolismo bacteriano y, a escala
superior, aunque mucho menos abundantes, la que determina redes
neuronales muy simples de algunos organismos primitivos(4), como las del
gusano “caenorhabditis elegans” o ciertas Redes de transporte como las
de carreteras o estaciones de autobuses o trenes de cercanías dentro de
las ciudades o áreas metropolitanas de mediano o hasta buen tamaño,
pero no para las más titánicas y superpobladas megalópolis, cuya tasa de
complejidad interna es tal que tiende a modularizarse crítica o
agudamente, como veremos en el siguiente apartado.

c) Topologías Libres de Escala: Muestran alta heterogeneidad, al


comprender grupos significativos de nodos con bajo, mediano y elevado
número de conexiones. En ellas, el valor promedio o central de conexiones
ni es fijo en el tiempo ni representativo estadísticamente del grado
efectivo de conectividad global de la Red, o sea, no obedecen a un patrón
Poisson de distribución, ni tampoco uniformemente decreciente a
velocidad exponencial en función del nº de conexiones internodales k. Por
el contrario, la mayoría de los nodos poseen un nº reducido de enlaces y
elevado tan sólo unos pocos en proporciones muy distintas e
incesantemente variantes. En los esquemas de grafos, suelen asociarse con
formas muy ricas, complejas y diversas, donde los escasos nodos abundantemente
conexionados forman “anillos radiados” o “estrellas”, indicativos de su condición de
“módulos de alta jerarquía”, débilmente unidos a otros de inferior nivel de
enlazamiento o funcionalidad operativa, que asemejan ramas y tallos
progresivamente más finos y proporcionalmente aislados de estructura
arborescente o dendriforme. Matemáticamente, la curva de la Función de
Distribución P(k) vs k es de tipo potencial decreciente de base variable
igual al número de conexiones o grados k y exponente constante positivo
γ , específico de cada Red concreta. Su linealización a doble escala de base
logarítmica no-entera en general para cada caso o valor de k, genera,
naturalmente, una línea recta de pendiente negativa igual a γ . Su autor original
fue el destacado ingeniero y físico rumano Albert-László Barabási y su equipo,
también de la Universidad de Notre Dame. Este investigador empezó analizando el
mapa de distribución de enlaces o “links” entre páginas webs en el seno de Internet
en el año 1999. En él, detectaron enseguida que no seguía un patrón de
distribución de Poisson y ni tan siquiera exponencial, sino mucho más complejo y
jerarquizado. Existía una relativamente pequeña y “selecta” fracción de nodos que
estaban enormemente más conectados que el resto en variables medidas.
Denominaron “Hubs” a estos grupos. En concreto, descubrieron que la
probabilidad de que un nodo o sitio-web determinado estuviera conectado
γ
con otros k nodos era directamente proporcional a k- . Este hallazgo fue casi
simultáneamente confirmado por los hermanos Faloutsos (dentro del mismo año) y
el equipo de Broder y al. (en 2000), utilizando un mapeado de la Red ligeramente
más completo. Posteriormente, generalizaron y ampliaron sus estudios, labor de la
que se encargaron tanto el propio Barabási como su colaborador Réka Albert, de
ahí que se conozca también a su topología como “Modelo Barabási-Albert o
BA”. Una propiedad dinámica emergente fundamental que dimana de esta
estructura en Red es la “robustez” o “resistencia” de sus conexiones
frente a perturbaciones o “agresiones” externas tales como la supresión
aleatoria de nodos y/o “borrado no-selectivo” de parte de sus tramas de
conexiones. El modelo matemático para ella demuestra de modo directo y
elemental que, al ser mucho más frecuentes o relativamente abundantes
los nodos poco conectados que los intensamente modularizados, la
probabilidad de una destrucción o borrado al azar es más grande cuanto
más “aislado” se halle un nodo determinado. Así, este simple efecto
puramente estadístico “protege” o tiende a conservar los subconjuntos de
nodos o Módulos “Hubs” de elevada jerarquía e importancia funcional.
Pero si uno de estos “impactos ambientales” hace blanco en uno o pocos
“Hubs” de alta jerarquía modular, el Sistema tiende a “derrumbarse” o
fragmentarse en estado caótico. Pronto, se demostró que, para la mayoría
de los sistemas reales cuyos patrones evolutivos se han contrastado con
el modelo, γ toma valores entre 2 y 3: Cuando es mayor que 3, la rapidez
de decrecimiento de la función potencial se hace demasiado grande de
modo vertiginoso y la varianza de la distribución del nº de enlaces por
nodo empieza a ser muy reducida y no tarda en tender a cero, (la única
probabilidad máxima no-despreciable o casi nula es P(1)~1, para k~1
enlace), esto es, se transforma en un sistema o retículo cada vez más
rígido y ordenado. Por otro lado, si γ <~2, el ritmo de disminución es
excesivamente pausado y, por ende, la varianza acaba por dispararse
asintóticamente a “infinito” (sube desmesuradamente, de modo que nos
encontramos con un nº virtualmente inconmensurable de posibles tramas
de conexión, todas ellas de probabilidades P~0), y el Sistema se precipita
a una estructura caótica.

En lenguaje matemático:
γ
P(k) = c (k)–

(14)

A partir de ahí, Lázsló Barabási se dedicó a aplicar su modelo topológico


para analizar el crecimiento de toda clase de Redes Complejas de
Enlazamiento Preferencial, observando que todas ellas, desde la WWW a
las poblaciones celulares y la diferenciación de tejidos, obedecen al mismo
Principio Dinámico. Los requisitos que han de cumplir este tipo de Redes
son tres: El primero es que deben ser Expansivas, o hallarse creciendo.
Esta pre-condición dinámica es crucial, pues conlleva el concepto de
emergencia; La segunda es estructural, y es la existencia de una ley
topológica de Enlazamiento Preferencial, de forma que todos los nodos
“optan” o tienen mayor probabilidad de enlazarse con otros que ya
poseen mayor número de conectores, y que esas probabilidades a su vez
aumentan fuertemente cuanto más enlazados se encuentren previamente
los nuevos nodos o grupos modulares integrados en módulos de orden
jerárquico superior..., y así sucesivamente; La tercera exigencia es “trans-
dinámica” o “adaptativa-evolutiva”, que la Red en su conjunto goce de la
singular propiedad de “idoneidad competitiva”, o capacidad de atraer a
otras Redes u observadores complejos transmisores-procesadores de
información, como ocurre con el obvio y arrollador atractivo de Internet
globalmente (y nunca mejor dicho) considerado. Esto se consigue si, como
demostró el propio Barabási en ulteriores refinamientos matemáticos del
modelo, los vértices más conectivos o “Módulos Hubs” de alta jerarquía se
hacen todavía más y más ricos aceleradamente durante el curso
espontáneo de evolución o crecimiento de la Red. Esta nueva propiedad
emergente de elevada selectividad progresiva fue bautizada por su autor
como “Fitness”, imagino que en justo homenaje a Charles Robert Darwin. (El
propio Barabási la describió literalmente como “Fit get richer” – “el rico se hace
más rico” – y no cabe duda que idéntico principio se aplica a otras “propiedades
emergentes” favorables a la supervivencia, replicación-reproducción y éxito
adaptativo de cualquier índole de Sistema Abierto intercambiador de energía-
información en Red de máxima complejidad jerárquica estructural... Como los seres
vivos replicadores, transcriptores y reproductores de genes, y las mentes o
sistemas socio-culturales transmisores, transductores y almacenadores de los
memes de Richard Dawkins, y sus maravillosos y versátiles productos “destilados”
por los mecanismos selectivos y de adaptación emergente reactiva antes los
impactos negativos sensibles del medio-entorno, tales como la”salud”, la
“belleza” o la “inteligencia” a escala biológica, o la “cultura” la “libre
iniciativa creadora” o la “eficiencia económica” a nivel de las comunidades
humanas. Hay abundantes ejemplos rigurosamente comprobados en el Universo de
este comportamiento evolutivo-adaptativo: A nivel genético, se ha demostrado
que pequeñas mutaciones, la mayor parte de ellas “errores” en el proceso
de réplica o transcripción, recombinaciones meióticas, reajustes
epigenéticos y similares alteraciones, al afectar a grupos de genes “poco
interactivos” o de baja jerarquía en la Red del Genoma, surten poco o nulo
efecto en el desarrollo y probabilidad de supervivencia y reproducción del
organismo. Ocurren continuamente, pero tan sólo su lenta y gradual
acumulación a lo largo de la vida y el descenso de sus mecanismos
correctores y moduladores acaba por ser nocivo o letal en la vejez del
individuo y apenas se heredan si son neutros o deletéreos. Sin embargo,
el por fortuna pequeño número de veces en que muta o se altera sin
control un gen o serie de ellos altamente conectado o interactivo – un Hub
del genoma – el resultado es catastrófico(5). Un caso muy estudiado por los
especialistas es el del gen p35, el cual se sabe que se encuentra muy
interconectado, y que se presenta mutado en un significativo porcentaje de
enfermos que desarrollan tumores cancerígenos malignos de prominente virulencia
vía metástasis. La lista de fenómenos regidos por la dinámica de la Red
Libre de Escala es impresionante y de alcance abrumadoramente general:
Las redes de contactos amistosos o relativamente superficiales pero
gratos o de mutuo interés cooperativo entre personas – tanto si son
directos o a través de canales como el teléfono, los intercambios postales
clásicos o por correo electrónico; La red de relaciones sexuales humanas –
(hay bastante pocas personas que tienen muchas parejas a lo largo de su
vida, mientras que la mayoría entablan estos lazos con pocas, pero si se
pertenece al grupo “Hub-Sex”, por así decir, la probabilidad de agregar
otro “enlace” es mucho mayor y crece con el tiempo incluso hasta edad
madura con un/a amante más joven y supuestamente “atractivo/a”, por
efecto sin duda del “fitness” o “idoneidad competitiva”, aunque
asimétrica a favor del varón por “ligaduras culturales-religiosas”. Si bien
esta es otra cuestión, que quizás sería interesante modelar con el versátil
instrumento matemático de Barabási, porque creo que el “fitness” de los
“nodos-modulares femeninos” está aumentando a buen ritmo
últimamente, y no sólo en la Red Virtual de Internet, sino en la de “carne
y hueso” y, una vez más, el refrán no puede ser más apropiado) –; Las
redes jerarquizadas burocráticas, políticas, religiosas organizadas,
empresariales-ejecutivas-financieras de alta esfera y las del crimen
organizado, curiosa e irónicamente muy análogas entre sí, en las cuales
unos cuantos “peces gordos” controlan la actividad de mucho más
abundantes “peces chicos”; La red de distribución eléctrica, en la que
existen centrales productoras enormes que abastecen áreas muy
extensas, y al mismo tiempo una numerosa trama de estaciones
transformadoras pequeñas; Las redes de comercio internacional e interno
entre las empresas de un mismo país, en cuyo seno los bloques, naciones,
compañías multinacionales o empresas locales más desarrollados,
innovadores e industrializados concentran la mayor fracción del
intercambio, generación y consumo de bienes, a la par que los no-
desarrollados o en vías de desarrollo, que son la mayoría, disfrutan de un
grado mucho más modesto de intercambio; La red de “actores, estrellas
de la canción, deportistas o famosos en general”, donde unas pocas y
muy selectivas “figuras descollantes” acaparan de modo creciente y en
muchos casos frenético el interés, admiración, adoración fanática de
innumerables fans y sus correspondientes beneficios profesionales,
promocionales, propagandísticos y económicos, en contraste con una
masa muy superior y relativamente anónima compuesta por “soñadores
fracasados”, “eternos aspirantes”, secundones, “suplentes” o
“teloneros”, en bastantes ocasiones sin relación proporcional con sus
méritos artísticos objetivos; Análogamente, las redes de obras de arte,
citas bibliográficas o ventas de libros, tanto literarios como académicos o
científicos, que incluyen muy pocos títulos o referencias citadas o
vendidas un número enorme de veces, frente a un colosal “océano” de
libros escasa, ocasional o nulamente citados, leídos, revisados o
comprados; Las vastas redes de caminos o transportes a gran escala
(superior a la urbana, la cual, excepto en las grandes megalópolis, se
ajusta mejor al esquema exponencial, como ya apuntábamos), pues la
mayoría de las rutas conducen a unas pocas y populosas y/o importantes
ciudades, pero tan sólo un miserable puñado de ellos salen de una
cantidad innumerable de pequeñas aldeas y poblamientos de rango
menor, ya hablemos de carreteras y autopistas, puertos y rutas marítimas
o rutas aéreas y aeropuertos; Las redes de interacción de las proteínas en
el metabolismo celular de las eucariotas, en el cual un subconjunto
reducido de proteínas y tipos de enzimas aparecen en la mayoría de las
reacciones, sistemas de control o regulación acoplados o ciclos
bioquímicos que lo integran, aunque la inmensa mayor parte de las muy
diversas proteínas únicamente intervienen en etapas concretas o
mecanismos muy especializados; Las redes de neuronas en los animales
pluricelulares superiores dotados de sistema nervioso, especialmente los
más complejos o centralizados-jerarquizados, como es natural, ya que se
ha puesto en evidencia que empleamos de modo cotidiano determinados
grupos específicos de tramas de neuronas y sus inervaciones sensitivas o
motoras, mientras muy infrecuentemente el resto, a las que condenamos
a un “ocio casi permanente”(6)... ; No continuaré para no cansarles ni
cansarme, pero hay multitud de muestras más de ello. En resumen, la
Dinámica Evolutivo-Selectivo-Adaptativa Emergente derivada de la
Topología de Libre Escala Jerarquizada y Modular domina por completo los
polifacéticos escenarios de las interacciones en Red de los Sistemas
Abiertos Complejos procesadores e intercambiadores de energía e
información con su entorno.

La conclusión final de esta síntesis básica pero espero útil de la Teoría de Redes, aplicada
al Modelo DIR es así casi obvia: “Todo proceso de Transferencia no es más que un
intercambio externo de densidades de energía-información entre dos Redes o
Sistemas en Red Abiertos y adaptativos con mayor o menor grado de
jerarquización modular”.

Este principio es válido tanto a nivel macromolecular o biomolecular como biológico,


psicológico, sociológico, económico, ecológico..., como acabamos de comprobar. Y, por
supuesto también psicofísico y, por ello, perfectamente aplicable a mi modelo
teórico sobre la interacción entre una Red Donante/Fuente Primaria de la
Impregnación Psíquica y otra Red Receptora/Perceptora de sus estímulos
inductores y reactiva a éstos.

IV.2
Postulado Schreiber de las Redes Psicofísicas. Teoría Schreiber de las Redes
Psicofísicas

Partiendo del preámbulo anterior, ya solo falta intentar establecer de manera


forzosamente hipotética por el momento, pero al mismo tiempo lo más sólidamente
posible apoyada en todos los conceptos teóricos y hechos empíricos confirmados por la
Teoría de Redes Complejas y en las conclusiones del análisis inductivo realizado sobre el
fenómeno de la Imprimación Psíquica, cuál podría ser el tipo de Red que constituye
nuestro Sistema Donante/Emisor Primario. Evidentemente, ya conocemos la respuesta
para las Receptoras o Perceptoras, al tratarse de cerebros y otros componentes del SNC
humano: La Red del Observador es una Red de Libre Escala, ya está demostrado con
todo rigor por la Teoría de Redes según el Modelo Barabási-Albert, como señalábamos en
negrita en el párrafo(6).

Pero, ¿Cómo sería la topología estructural y modalidad dinámica predominante


en el seno de las Redes de las Fuentes Emisoras Primarias del fenómeno del
Imprimatur o Impregnación Psíquica en concordancia con todo lo anteriormente
considerado?

En mi opinión, la contestación a esta importante interrogación es sencilla y clara:

Postulado Schreiber de las Redes Psicofísicas

“La Fuente Primaria o Donante debe estar configurada como una Red
sustancialmente Exponencial, con “Efecto Small World”, nodos y conectores
muy pequeños en razón a su volumen total, altísima concentración nodal en
relación a su limitado tamaño reticular y de grado relativamente bajo de
Modularidad, y su comportamiento dinámico-evolutivo se ajustará, por tanto a
los patrones derivados de tal estructura topológica.

Argumentos a favor de esta conclusión o supuesto deductivo-inductivo: Teoría


Schreiber de las Redes Psicofísicas

1) Por lo subrayado en (1) y (2), parece muy razonable afirmar que el patrón de
crecimiento estadístico y la consiguiente distribución de probabilidades o
frecuencias relativas de los nodos o unidades procesadoras, transmisoras
y almacenadoras de información de las Redes Exponenciales en función de
su nº de conexiones internas con otros “vértices vecinos” es idéntico al
que controla la cinética de emisión/extinción y recepción/realimentación
de las Fuentes o Donantes de la Impregnación Psíquica: En principio,
debido a que todos los psicones (nodos) inicialmente “descargados” sobre
el adecuado soporte material psicopermeable presentan unas frecuencias
o ritmos promedios de extinción/emisión y de realimentación puras
constantes y, por tanto idéntica velocidad media de crecimiento o
decrecimiento y un “periodo de vida promedio” común, es evidente que,
cada vez que un nuevo “psicón” o “paquete” onda-corpúsculo cuantizado
sea trasferido desde un Receptor por “Recarga” hacia el seno de la Red
Donante, la probabilidad de que se integre efectivamente en él
permanece invariante durante todo el proceso. La cantidad neta de ellos
que recibe y asimila cada entidad psicofísica depende del tipo de
interacción o Doble Transferencia concreta, pero la capacidad que tiene el
Emisor Primario de absorberlos e insertarlos eficaz y operativamente
dentro de su Red no cambia, pues es función tan sólo de la intensidad o
potencia original de los hechos-trauma que lo desencadenaron y de su
“historial estadístico” previo de repeticiones sucesivas de eventos de
orden de magnitud y cualidad semejante. Esto es una consecuencia
directa de las propiedades y factores que definen el fenómeno en los
términos de los resultados de los estudios empíricos realizados por sus
investigadores directos y de la Hipótesis Psico-Cuántica propuesta por mi
Modelo de Transferencia para explicarlos desde el principio. Es obvio que,
entonces, para iguales posibilidades de adición a la Red para cada unidad
elemental o psicón agregado, sea más fácil o frecuente que dicho
mecanismo opere con éxito para grupos o secuencias de ellos que
requieran un número pequeño de agregaciones y/o conexiones con otros
subconjuntos de nodos-psicones vecinos, que si esta cantidad de unidades
elementales a integrar y/o nº de enlaces es más elevada o, lo que es
equivalente, si el “mensaje o contenido memético-informacional” es más
simple y/o corto que si es más complejo y/o largo. Una tercera forma de
expresar esto es que la “probabilidad total de persistencia o pervivencia”
y, por consiguiente, el “tiempo o periodo promedio de vida operacional”
de una secuencia informacional de “memes” constituidos por psicones
dentro de la Red es inversamente proporcional a su nivel de complejidad e
interactividad procesadora-intercambidora-almacenadora con sus series
de “memes” próximos, o sea, con su grado de conectividad. Así, la
probabilidad o proporción relativa de psicones y grupos o series de ellos
realmente adicionados o añadidos funcionalmente al entramado de la Red
disminuirá uniformemente con el nº de enlaces-conexiones necesario para
asimilar cada uno, siguiendo una “Distribución de Grados” exponencial
decreciente, por completo análoga a la que rige su extinción/emisión.

2) Las condiciones imprescindibles para el ajuste de una Red cualquiera al


Modelo Topológico-Dinámico Exponencial, o Modelo de Watts-Strogatz,
reseñadas en(3), coinciden plenamente con las características que ha de
mostrar una Red Donante/Fuente Primaria según las conclusiones del
análisis inductivo reflejadas en la Tabla (1); En efecto, “una longitud
mínima media entre nodos Li,j de valor relativamente muy pequeño en
relación al tamaño de la Red, un coeficiente de Clustering
extremadamente elevado en términos igualmente proporcionales y un
valor reducido de “diámetro” promedio entre dos vértices (definido éste
como el nº mínimo de nodos que han de recorrerse para unirlos) no es
sino otra manera de describir lo que en la Tabla (1) apuntábamos como los
rasgos dinámico-operativos básicos de los componentes de la Red Emisora
o Fuente Primaria: Baja Densidad Absoluta (respecto a la de la Red
neuronal de los cerebros y restantes elementos del Sistema Nervioso de
los Perceptores), pero muy elevada en razón al pequeño tamaño de los
nodos (psicones) y la modesta capacidad volumétrica del soporte-enclave
impregnado (lo que conlleva a la “saturación crítica” del Sistema, o
imposibilidad de adicionar-procesar demasiado altas cantidades de
energía-información compleja de una sola vez o en una única interacción
puntual); Transmisión, procesado y almacenamiento informático “sucio” o
limitado en depuración de ruidos, o sea, afectado por una relativamente
elevada “incertidumbre”; Proceso operacional cinético “lento” pero de
discreto coste energético unitario por psicón procesado-asimilado y,
consecuentemente, inferior potencia a la de las Redes Receptoras; Y
elevada sensibilidad específica o umbrales psico-perceptivos pequeños;
Todas ellas, características funcionales derivadas de sus correspondientes
parámetros estructurales o topológicos condicionantes, respectivamente y
en el mismo orden: Nodos macromoleculares muy diminutos en relación a
las neuronas, (de nivel submicroscópico frente al celular); Interconexiones
aún más minúsculas (atómico-moleculares o a nivel nanométrico), frente a
las que definen los “enlaces” nerviosos entre neuronas y de éstas con sus
terminaciones nerviosas, las sinapsis y axones, (de orden molecular-
macromolecular, o nivel “suprananométrico” o al alcance del microscopio
electrónico); Mecanismo de transporte de información entre nodos
impregnante-difusivo u “psico-químico-osmótico” (nivel nanométrico), en
contraste con el sináptico-electroquímico (nivel supra-nanométrico o de
la resolución del microscopio electrónico); Lo único que sí comparten
forzosamente ambas clases de Redes durante su interacción
inductiva/reactiva es, lógicamente, los portadores elementales de la
Imprimación original y la transferencia de energía-información vía aérea
que determina su intercambio: Los haces o flujos de “Psicones”, o
partículas-onda electromagnéticas cuantizadas, de nivel subatómico o
subnanométrico. Y, puesto que el orden de magnitud de las conexiones y
nodos de la trama en la Red Donante/Fuente es mucho más cercano,
“fino” e “idóneo” para la “captura”, inserción y agregación de éstos a su
retículo que los mucho más “grandes, densos, gruesos y pesados”
trenzados de los nodos y conectores neurales que constituyen la Red
Receptora/Perceptora, es patente que los umbrales mínimos de
sensibilidad psicoperceptiva de los observadores serán mucho más
elevados que los de los Emisores Primarios, pues precisarán muy superior
cantidad de unidades mínimas para iniciar tan siquiera su activación
receptiva, aun cuando, a cambio, jamás se tenderán a saturar o tal
circunstancia será extremadamente improbable. Pero todos estos
caracteres morfo-funcionales diferenciales exigidos para explicar la
dinámica del Imprimatur y su acción mutua con sus
observadores/perceptores humanos no pueden sostenerse sin suponer las
condiciones necesarias inexcusables de “longitudes mínimas promedio
entre nodos Li,j de valor muy reducido en relación al tamaño de la Red,
coeficientes de Clustering extremadamente elevados o densos en
términos igualmente relativos y un valor pequeño de diámetro promedio
entre dos vértices (definido éste como el nº mínimo de nodos que han de
recorrerse para unirlos), que son los que precisamente determinan la
topología de las Redes con “Efecto Small World” y baja-media
modularidad al mismo tiempo del Modelo Watts-Strogatz. O, en otras
palabras, han de ser Redes Exponenciales.

3) Por su parte, el párrafo en negrita marcado como (4), expone que uno de
los sistemas abiertos intercambiadores-asimiladores-transductores de
información más notables de la Naturaleza que se amolda por completo al
esquema topológico-funcional de las Redes Exponenciales es la
Transcripción y Retro-Transcripción de genes. A diferencia de lo que
ocurre con los fenómenos vinculados con la variabilidad, auto-regulación y
protección adaptativas del genoma, de los cuales nos ocuparemos con más
detalle enseguida, procesos dinámicos mucho más complejos, especializados y
“modularizados” que exigen una topología en Red de Escala Libre, la mera
transcripción o retro-transcripción del contenido informativo codificado en
las secuencias de ARN a ADN o viceversa y, por tanto, su ulterior
traducción o decodificación en forma de secuencias específicas de
péptidos conformadores de los péptidos y proteinas encargados de
ejecutar dichas “instrucciones” del código genético universal que controla
toda célula y organismo viviente, es un mecanismo incomparablemente
más sencillo, lineal y puramente secuencial. Es sugerente comprobar que
no así el conjunto de procesos de control y corrección de sus errores
azarosos que, en especial en las células eucarióticas, al igual que ocurre
con el de los análogos fallos aleatorios en la replicación del código-fuente
de ADN, requiere una sofisticada maquinaria biomolecular multi-modular
claramente de Escala Libre. Pero lo que es en sí el proceso de
Transcripción de código ADNgARNm (mensajero) o de Retro-Transcripción
ARN(fuente)gADN obedecen a un esquema dinámico de orden más
simple, determinado por la relativa simplicidad topológico-estructural de
su operatividad funcional esencial de barrido o “lectura” lineal
secuenciada, acorde por ello con una Red Exponencial de media-baja
modularidad o escasísimo grado de “enlaces preferenciales”. De hecho,
una vez “seleccionado” y “empalmado” adecuadamente como una serie
de codones para formar un exón, todo codón o “gen transcrito” desde el
ARN de transcripción primaria al ARNm, tiene aproximadamente la misma
probabilidad de ser “leído” y traducido con éxito en su equivalente
cadena polipeptídica por acción sobre él de su ARNt (transferente)
específico y la “fábrica secuencial” del complejo ribosómico.
Esencialmente, lo mismo ocurre pero en sentido opuesto cuando un retro-
virus infecta una célula eucariota o un fago lisogénico inserta parte de sus
genes en el ADN circular “desnudo” de una bacteria, y por eso nos
hallamos tan inermes ante ellos, tanto nosotros como el resto de las
plantas, animales y bacterias, una vez que el agente potencialmente
patógeno consigue atravesar, “engañar” o “disfrazarse” ante los sistemas
defensivos inmunitarios y de membrana, labor que verifican con temible
eficacia tras miles de millones de años de Evolución. Aunque no siempre
son perjudiciales y, de hecho, con frecuencia intervienen a nuestro favor
en el curso de la lucha incesante por adaptarnos a los cambios severos del
medio ambiente, como luego comentaremos. Por eso, la inmensa mayoría
de los errores de Transcripción-Retro-Transcripición son de índole
estrictamente azarosa, y su probabilidad de error tanto más alta cuanto
mayor sea su abundancia relativa. O, lo que significa lo mismo, que su
probabilidad o frecuencia relativa de fallos disminuye uniforme y
exponencialmente con tal nº de “conexiones” o “enlaces”. Y, como
resultado de todo esto, son convergentes en consecuencia con una
notable modalidad de Red Exponencial con “Efecto Mundo Pequeño”
limitado en muy discreto grado de modularidad, según el Modelo de
Watts-Strogatz. Mecanismos de “lectura-decodificación secuencial”
semejantes en otros ámbitos y escalas de organización son muy
frecuentes y comunes: En concreto, tales como la lectura o traducción de
un texto, un código tipo morse y semejantes, la sintonización de las ondas
de radio, el barrido electrónico de un tubo catódico en los receptores de
televisión antiguos, la forma en que la CPU de un ordenador tipo PC
recibe, procesa los datos y envía sus respuestas a los periféricos, la
visualización comprensiva o descifrado de una clave no-ideográfica
cualquiera o un trabajo matemático, aprender una lección de memoria y,
EN GENERAL LA OPERACIÓN DE RECEPCIÓN PERCEPTIVA, CODIFICACIÓN,
TRANSDUCCIÓN Y ALMACENAMIENTO DE TODA CLASE DE INFORMACIÓN
CODIFICADA DE MODO FUNDAMENTALMENTE SECUENCIADO O LINEAL, SE
ENCUENTRA CONTROLADA POR UNA DINÁMICA DERIVADA DE LA
TOPOLOGÍA EN RED EXPONENCIAL. Por eso, cuando un sistema de esta
naturaleza se ve obligado a realizar esta función con conjuntos de códigos de
estructura mucho más densa, compleja, multi-variable y modular, como imágenes o
contenidos audiovisuales entremezclados con series secuenciales o “texto”, lo hace
muy lenta y trabajosamente, o incluso se bloquea. No hay más que ver lo que tarda
en muchas ocasiones un PC en descargar o “bajar” una película o formato
audiovisual de Internet, y lo vertiginosamente que lo hace si se trata de un
documento de procesador de textos sin fotografías, gráficos ni presentaciones, o lo
comparativamente fácil que nos parece recordar una conversación frente a lo que
nos cuesta rememorar todos los detalles de su contexto audiovisual y olfativo, por
ejemplo, pese a la potente “modularidad” o versatilidad de nuestro sistema
nervioso central integrador, debido a la mucha mayor densidad informacional
puesta en juego. Naturalmente, a todos nos consta que existen “Redes Neurales”
de procesamiento multi-paralelo en más o menos avanzado proceso de diseño y
experimentación en el campo de la cibernética, la “inteligencia artificial” y la
robótica , pero por desgracia su coste se halla por el momento muy por encima del
alcance de la Ley de Hierro de la Oferta y la Demanda para una computadora
“casera”. Volviendo a la línea argumental central, que he destacado a guisa de
“cartel publicitario” a causa de su importancia, no es difícil percatarnos de que
otra forma de expresar lo afirmado en dicha “pancarta”, sería la siguiente:
“CUALQUIER PROCESO DE RECEPCIÓN-DECODIFICACIÓN-TRANSDUCCIÓN-
ASIMILACIÓN” O TRANSFERENCIA DE CONTENIDOS INFORMATIVOS
CODIFICADOS COMO SECUENCIAS DE MEMES ENTRE DOS SISTEMAS
ABIERTOS ORGANIZADOS EMISORES/PERCEPTORES, OPERA COMO UNA
INTERACCIÓN ENTRE REDES DE TOPOLOGÍA Y DINÁMICA EXPONENCIAL”.
La Teoría de Redes Complejas demuestra – por consiguiente – los tres
pilares maestros donde se asienta mi modelo de Doble Transferencia para
la Impreganción Psíquica:

A) AUN CUANDO LA RED NEURAL DEL RECEPTOR/PERCEPTOR POSEE UNA


ESTRUCTURA DE ESCALA LIBRE (ALTAMENTE MODULARIZADA Y CON
DISTRIBUCIÓN DE GRADOS DE CONEXIÓN PREFERENCIAL EN UNA LEY
POTENCIAL DE BASE VARIABLE), Y LA RED “MACROMOLECULAR” DE
SOPORTES IMPREGNADOS DEL DONANTE UNA TOPOLOGÍA EXPONENCIAL
(BASADA EN LA ELEVADA CONCENTRACIÓN BRUTA DE UNIDADES NODALES
MUY SIMPLES, DE BAJA MODULARIDAD, CON DISTRIBUCIÓN DE GRADOS DE
CONEXIÓN UNIFORME BAJO UNA LEY EXPONENCIAL DECRECIENTE),
PUESTO QUE AMBAS REDES COMPARTEN EL MISMO TIPO DE
“PORTADORES” DE FLUJOS DE ENERGÍA-INFORMACIÓN CODIFICADA ENTRE
ELLOS (PSICONES SUBATÓMICOS ELEMENTALES) Y SUS CONTENIDOS O
MENSAJES INFORMACIONALES HAN DE HALLARSE ORGANIZADOS EN
SERIES LINEALES DE “BARRIDO” O “LECTURA” SECUENCIAL, PUES LOS
ESTÍMULOS INDUCTORES PRIMARIOS PROCEDEN SIEMPRE DEL DONANTE O
FUENTE PRIMARIA DE LA IMPREGNACIÓN, DURANTE EL PROCESO DE
PERCEPCIÓN+DECODIFICACIÓN+TRANSDUCCIÓN DE LOS MISMOS, TANTO
EL OBERVADOR/PERCEPTOR COMO EL EMISOR PRIMARIO SE COMPORTAN
FUNCIONALMENTE COMO REDES TRANSCRIPTORAS-TRADUCTORAS DE
SECUENCIAS GENÉTICAS O, LO QUE ES EQUIVALENTE, REDES DE DINÁMICA
EXPONENCIAL ESTRICTA. LOS DONANTES, PORQUE NO PUEDEN
CONSTITUCIONALMENTE ACTUAR DE OTRA MANERA, LOS RECEPTORES AL
VERSE FORZADOS A HACERLO ASÍ PARA ADAPTARSE A LA ESTRUCTURA O
“FORMATO” DE LAS SERIES DE SEÑALES CODIFICADAS QUE LE SON
ENVIADAS EN DESCARGA Y ELLOS A SU VEZ EMITEN EN RESPUESTA O
RECARGA, DE LA MISMA FORMA EN QUE NUESTROS CEREBROS SE
AMOLDAN NO SIN CIERTO ESFUERZO Y “DESGASTE” A LEER, TRADUCIR Y
MEMORIZAR TEXTOS ESCRTOS LITERALES O MATEMÁTICOS O LABORES DE
SIMILAR ÍNDOLE, SI BIEN NOS RESULTA MUCHO MÁS “INTUITIVO” Y
SENCILLO CAPTAR, ASIMILAR O APRENDER POR MÉTODOS MÁS
INTERACTIVOS, “MODULARES” O AUDIOVISUALES, PARA UNA MISMA
CANTIDAD Y CUALIDAD DE INFORMACIÓN SIGNIFICATIVA TOTAL. ES OBVIO
QUE ESTO ES ASÍ, PUES EN CASO CONTRARIO EL FENÓMENO DE
INTERACCIÓN CON LAS FUENTES DE LOS ENCLAVES IMPREGANDOS NO
EXISTIRÍA Y, DE HECHO, EXISTE, POR MÁS QUE NO SEA FRECUENTE A
CONSECUENCIA DE NUESTRA POBRE SENSIBILIDAD MEDIA REACTIVA ANTE
SUS ESTÍMULOS PRIMARIOS, ya justificada en el punto anterior.

B) ESTA DINÁMICA EN RED EXPONENCIAL EXPLICA PORQUÉ, EN


REFERENCIA EXCLUSIVA A LA OPERACIÓN DE PERCEPCIÓN-
DECODIFICACIÓN-TRANSDUCCIÓN CONSCIENTE, LAS MAGNITUDES DE LOS
CITADOS ESTÍMULOS INDUCTORES Y SUS RESPUESTAS REACTIVAS
OBEDECEN LA LEY DE FECHNER-WEBER, YA QUE ÉSTA NO REFLEJA MÁS
QUE UNA RELACIÓN DIRECTA ENTRE LA CANTIDAD DE SENSACIÓN O
RESPUESTA PERCEPTIVA Y EL LOGARITMO DECIMAL DE LA ACCIÓN/
ESTÍMULO. ELLO, SIN MÁS QUE UN CAMBIO DE BASE TRIVIAL, ES LO MISMO
QUE DECIR QUE LA INTENSIDAD O POTENCIA DEL ESTÍMULO ES
PROPORCIONAL AL “NÚMERO e”, O BASE DE LOS LOGARITMOS
NATURALES, ELEVADA AL GRADO DE SENSACIÓN PERCEPTIVA-
RESPUESTA. Y ES EVIDENTE QUE ESTA ÚLTIMA SERÁ A SU VEZ
DIRECTAMENTE PROPORCIONAL A LA INTENSIDAD O POTENCIA DE EMISIÓN
DE LA IMPRIMACIÓN PRIMARIA QUE LO PROVOCA, O BIEN A LA
PROBABILIDAD DE EXTINCIÓN/EMISIÓN DE PSICONES O UNIDADES
ELEMENTALES CODIFICADORAS DE INFORMACIÓN “BORRADAS” O
“DESENTRAMADAS” DESDE LA RED, CUYA DISTRIBUCIÓN DE GRADOS
TIENE QUE SER, LÓGICAMENTE, POR ELLO, UNA FUNCIÓN ANÁLOGA
ASIMISMO EXPONENCIAL DECRECIENTE. (LEY DE EXTINCIÓN DEL
IMPRIMATUR).

C) Como consecuencia de lo reseñado en (4) y todo lo razonado a partir de


ahí en el encabezamiento de este apartado 4), ESTÁ CLARO QUE PODEMOS
ASEGURAR QUE, ASUMIENDO UNA ESTRUCTURA Y COMPORTAMIENTO
“EXPONENCIAL” PARA LAS REDES DONANTES-FUENTES, ESTÁ
DEMOSTRADO QUE, PARA ELLAS Y SU MECANISMO DE TRANSFERENCIA DE
INFORMACIÓN SE CUMPLE LA QUE EN SU MOMENTO BAUTICÉ COMO
“HIPÓTESIS SCHREIBER DE LA TRANSDUCCIÓN MEMÉTICA”. Y, POR ESTO
MISMO, LOS “POSTULADOS PSICOFÍSICOS DE LA
TRANSFERENCIA/TRANSDUCCIÓN PERCEPTIVA” DERIVADOS DE ELLA, A
PARTIR DE LOS CUALES, A SU VEZ, SE DEDUJO LA DESCRIPCIÓN
PSICOTERMODINÁMICA-MATEMÁTICA DEL ESTADO TRANSFERENTE
PSICOPERCEPTIVO (Sección III de mi ensayo “PSICOTERMODINÁMICA DE LA
TRANSFERENCIA”), que afirma: “DEBIDO A LA ESTRECHA ANALOGÍA
CONCEPTUAL, DINÁMICA Y FORMAL ENTRE LOS PROCESOS Y MECANISMOS
DE TRANSFERENCIA DE INFORMACIÓN POR SOPORTE MEMÉTICO (según la
definición de “meme” y “secuencia de memes” original del biólogo
evolucionista Richard Dawkins, ver misma Sección de dicho trabajo), Y
GENÉTICO, AMBOS INDUCIDOS POR PERTURBACIONES TRAUMÁTICAS DE
ALTO IMPACTO AMBIENTAL... ()..., SUPONEMOS QUE LAS VARIABLES DE
CONTROL QUE DEFINEN EL ESTADO TRANSFERENTE Y SUS RELACIONES
MUTUAS HAN DE SER FUNDAMENTALMENTE EQUIVALENTES, AUNQUE
OPERANDO A MUY DIVERSA ESCALA DE MASA-ENERGÍA Y ALCANCE
ESPACIO-TEMPORAL”.

4) También fijando nuestra atención en otras partes del párrafo (4), podemos
concluir que: El nivel de organización compleja-especialización funcional-
modularización propio de las Redes que determinan el Sistema Psicofísico
de las entidades tipo Donante/Emisor Primario de la Impregnación, se
halla, aproximadamente, entre el que define las interacciones
transferentes o procesadoras-almacenadoras de información del
genoma/proteoma de las bacterias y el que determina las relativamente
“sencillas” redes neuronales de organismos pluricelulares muy primarios,
como ciertos gusanos primitivos. Nuestro sistema biogenético y
metabolismo celular proteico eucariota, al igual que nuestro sistema
nervioso son, en comparación, mucho más complejos, sofisticados,
jerarquizados e intensamente modularizados, por eso presentan ambos
una topología en Red de Libre Escala. Pero esto no quiere decir que los
entes impregnadores no sean capaces de procesar o manejar, a semejanza
nuestra, enormes cantidades totales similares o incluso superiores de
energía e información, o verse “favorecidos” en algunas ocasiones en su
interacción o Doble Transferencia con nuestras “exuberantes” y refinadas
“Redes de Libre Escala”; Únicamente indica que, debido a sus singulares
limitaciones estructurales o topológicas, consecuencia directa de los
condicionamientos restrictivos implicados en la naturaleza misma original
del fenómeno de Imprimación Psíquica y sus soportes físicos
psicopermeables, tan sólo lo pueden hacer o conseguir utilizando un
patrón dinámico o reactivo-adaptativo diferente, basado en la
concentración, la estrategia oportunista acumulativa y, por ello,
condenado a una menor potencia operativa y, consiguientemente, mucho
más lenta y gradual, que precisa largos periodos de tiempo de sucesivas
realimentaciones periódicas de alta frecuencia relativa como condición
necesaria previa e interacciones realimentadoras lo más continuas y
usuales posibles como condición suficiente de crecimiento o evolución
expansiva. En caso contrario, de faltar el primer requisito, la extinción
disipativa de la Red es muy rápida. Si falla el segundo, ésta va
menguando o “deshaciendo su trama” lenta pero inexorablemente y no
puede crecer o evolucionar adaptativamente. Este es alto precio que han
de pagar por el elevado grado de saturación crítica y baja modularidad
inseparable de su topología, aunque a cambio disponen de un mucho más
pequeño umbral psicoperceptivo o aguda sensibilidad, lo que les permite
iniciar siempre la “primera jugada” o estimulación inductora. Esto posee
abundantes y relevantes implicaciones teóricas y empírico-descriptivas,
en especial referidos a los casos no-lineales de Doble Transferencia
Parcialmente Reversible a Contra-Psicogradiente y los Psico-Simbióticos,
las cuales se analizarán con posterioridad.

5) Por último, centrémonos en el párrafo resaltado por (5): Según podemos


ver, las Redes Receptoras/Perceptoras formadas por nuestro cerebro y
SNC, al ser de Escala Libre, poseerán, en general, un mayor grado de
“robustez” o resistencia al “borrado”, perturbación externa o “deterioro”
de sus tramas. Esto se debe al intenso grado de modularidad y nivel de
“enlazamiento” preferencial que caracteriza su topología. Por otra parte,
las Redes Emisoras Primarias/Donantes también poseen cierto y, en
algunas oportunidades, respetables niveles de “resistencia a la
perturbación”, si son lo bastante “concentradas o potentes”, es decir, si
sus hechos-trauma originales repetitivos desencadenantes fueron lo
suficientemente intensos. No olvidemos que una Red Exponencial disfruta
también de los beneficios del “Efecto Mundo Pequeño”, aunque más
limitados que las Redes de Libre Escala del modelo Barabási-Albert: Así, al
disminuir exponencialmente la frecuencia o proporción relativa de sus
nodos con el nº creciente de interconexiones o enlaces de éstos con sus
vecinos, es patente que el nº de nodos o grupos de ellos muy enlazados
será siempre tanto más inferior a los de nodos o subconjuntos de éstos
poco conexionados, por lo cual la probabilidad de que una perturbación,
impacto externo o “borrado azaroso no-selectivo” afecte a los nodos más
activos en el procesado-intercambio de información será más y más
pequeña cuanto más actividad o interconectividad presenten. Pero al ser
uniforme la frecuencia o probabilidad de “borrado” o extinción por cada
nodo, esta “protección” puramente estadística es mucho más parcial,
limitada y “tosca” que la altamente selectiva y mucho más eficaz obtenida
de la doble armadura articulada por el combinado sinérgico de gran
modularidad semi-autónoma y “enlazamiento preferencial” por “Efecto
Fitness” con la que cuentan las Redes de Libre Escala. Descrito en
términos más concretos y aplicados a nuestro modelo psicofísico de
Transferencia para la Impregnación Psíquica, esto conlleva que, tan sólo
cuando los estímulos inductores o perturbadores provenientes de la
Descarga de la Fuente Emisora Primaria del fenómeno afecten a uno o
varios grupos-clave de nodos y tramas de conexiones internas altamente
susceptibles de condicionamiento psicoperceptivo-emocional consciente o
subconsciente – el equivalente en nuestra “Red Mental” a los
subconjuntos de nodos de elevado nº de enlaces preferentes o módulos de
gran jerarquía – los “Psico-Hubs”, por así llamarlos – la acción inductiva
será lo bastante fuerte como para desencadenar un patrón reactivo de
“derrumbe” más o menos extenso e integral de su entramado en Red
capaz de liberar suficientes dosis masivas de energía y/o información
como para realimentar al máximo a la Fuente a costa de su propia
entidad, estabilidad y probabilidades de crecimiento expansivo. En el
Caso-Tipo de Transferencia Irreversible favorable al Donante esto ocurre,
como resultado de la combinación de enorme sensibilidad específica e
intenso nivel de vulnerabilidad por condicionamientos variablemente
conscientes o inconscientes aversivos o traumáticos previos, afines a los
contenidos de las emisiones estimulantes, pero como el propio esquema
de conducta reactiva que provoca es el bloqueo receptivo y/o la huida, al
interrumpirse el intercambio efectivo, el tiempo de equilibrio o interacción
es muy corto y el Donante tan sólo logra absorber una gran cantidad de
energía (de hecho, a su escala un “atracón oportunista acumulativo de
lenta digestión ulterior” comparable o superior a veces a su propio “peso”
o “densidad energética inicial”, como el de una serpiente que se zampa
un conejo, según ya ilustrábamos), pero no tiene la oportunidad de
extraer de la Red Receptora mucha cantidad de información, sobre todo
por la exasperante lentitud de su baja potencia de procesado. Para la
Teoría de Redes, este intercambio en particular supone que, en el seno de
la Red Receptiva/Perceptora, un “Psico-Hub” relativamente importante
profusamente interconectado ha sido “tocado” o modificado, pero el
breve intervalo de perturbación, en la gran mayoría de los casos, a
excepción de si lo experimentan sujetos extremadamente hiper-
susceptibles o condicionables-traumatizables entre los ya de por sí
tendentes a ello, impide que el daño a la integridad de la Red neural sea
irreparable, muy duradero o permanente. Sin embargo, en el escenario
descrito como “Psico-Simbiosis Parcial Donativa” o favorable al Emisor
Primario – también denominado “Posesión por Imprimatur” de forma más
gráfica y espectacular – la convergencia de una especial “sintonía” o
“coste de acoplamiento cinético nulo” para con los estímulos inductores
condicionantes del Donante con un tiempo de interacción/observación
muy dilatado y un balance de densidad psicoenergética a favor de la
Fuente, permite que las prolongadas, lentas e “insidiosas” perturbaciones
graduales y crecientes de las emisiones de la Red de ésta, aun siendo
menos potentes en promedio, acaben por producir el “derrumbe psíquico”
del Receptor. En términos de la Teoría de Redes, tal proceso conlleva una
alteración destructiva de varios grupos o “Psico-Hubs” de nodos de gran
número de conexiones o alta jerarquía funcional, hecho posible gracias al
enorme tiempo de intercambio propiciado por la conducta obsesivo-
compulsiva inducida en el Perceptor, lo que justifica la “crisis sistémica
final” o desplome completo de la Red neural del Testigo/Observador, o
sea, su “colapso psíquico”, estado de enajenación permanente o suicidio.
Todos los demás Casos-Tipo, excepto uno, el cual comentaremos acto
seguido, no son más que interacciones o perturbaciones mutuas entre
estas dos diversas clases de Redes, la Donante/Emisora Primaria de
topología exponencial y la Receptora/Perceptiva de estructura en Libre
Escala, pugnando entre sí por imponerse a través de sus diferentes
estrategias reactivo-adaptativas óptimas: La primera, la de la Fuente
primaria del Imprimatur, o entidad psicofísica constituida por tramas
moleculares psicopermeables “impregnadas” como ya sabemos,
fundamentada en la concentración-acumulación oportunista, su bajo
umbral de sensibilidad, que le otorga la ventaja de “golpear primero”, y la
tendencia a dilatar el tiempo para rentabilizar la modesta potencia de su
“jugada” y su inconveniente propensión a la saturación crítica...; La
segunda, la del Receptor/Perceptor humano, o ente psicofísico compuesto
por el complejo tapiz reticular de su sistema neuronal, apoyada por su
muchísima mayor densidad o concentración, estabilidad temporal
autónoma y práctica “insaturabilidad” de nodos y conectores, su superior
potencia o velocidad procesadora y su mucho más eficaz capacidad
“reparadora” o robustez asociada a su versátil y colosal modularidad...,
pero lastrada por su altísimo umbral perceptivo y un mayor coste unitario
por unidad mínima de información procesada... Nos hallamos, sin duda,
ante una lucha fascinante entre dos tipos de Redes abiertas organizadas
evolutivo-adaptativas, procesadoras e intercambiadoras de energía-
información con su medio ambiente y entre sí, con diferentes topologías
que condicionan sus estrategias reactivas; Pero en estos casos, unas
veces ganarán unas u otras, según las condiciones iniciales y de contorno
que determinan la cinética y termodinámica de su Doble Transferencia, y
no suelen desembocar en el colapso de ninguna de las dos, por más que
una repetición sistemática y “consciente” de interacciones tipo
“Testigo/Observador Impasible”, si se pone suficiente empeño, encono y,
en especial, “paciencia”, terminaría por “descargar” o “desentramar”
definitivamente a la no demasiado “robusta” y densa en comparación Red
Donante/Fuente Primaria, aunque de manera eventual u ocasional es casi
estadísticamente imposible, y como programa u objetivo de investigación
un absoluto disparate, pues ningún experimentador desea o pretende
aniquilar el objeto de su estudio. Comprobamos ahora como, empleando la
Teoría de Redes, existe y se justifica con naturalidad y elegancia, la
posibilidad de que la Red aparentemente menos “flexible, rápida,
adaptable y sofisticada” puede llegar en ciertas ocasiones, si las
condiciones y parámetros de contorno le dan ventaja, a “salir victoriosa”
de su interacción competitiva con la Red teóricamente más potente,
“robusta”, modularizada y “expansiva”. Igual ocurre cuando un retro-
virus, particularmente agresivo o virulento e infeccioso a la par, invade
“células diana” de tejidos u órganos (“Hubs morfo-fisiológicos”) sensibles
indispensables para nuestra Red orgánica, cuando un fago lisogénico pasa
de modo oportunista a fase lítica en el seno del genoma bacteriano o si
muchos diminutos y primitivos parásitos colonizan una zona vital de un
organismo mucho más evolucionado y organizado que ellos: A veces un
“Sistema Coordinado” de muchas unidades simples concentradas derrotan
a un “Sistema Unitario Integrado” o individual enormemente más potente,
especializado, versátil y complejo, formado por unidades de orden
superior. Ahora bien, nos resta considerar desde el punto de vista de la
Teoría de Redes complejas el último y quizás más subyugante Caso-Tipo:
La Psico-Simbiosis Absoluta o “Mutua Posesión por Imprimatur”; En la
óptica de esta teoría, podríamos definirlo como una “fusión cooperativa
perfecta” entre dos tramas en Red, una Exponencial y la otra en Escala
Libre, donde, a causa de las especiales condiciones del proceso dinámico
interactivo, ninguna puede ganar o perder, sino beneficiarse ambas al
entrelazar sus entramados de nodos y conectores en un nuevo, más
complejo aún y eficiente “tapiz psicofísico”... ¿Imaginan el grafo de una
Red Exponencial, configurada por multitud de vértices y grupos de ellos
diminutos, concentrados pero de baja densidad individual, nº medio de
enlazamientos discreto y escaso grado de modularidad, un “ovillo” más o
menos difuso, interpenetrándose, “abrazándose” en una emergente pauta
de enlazamientos globales, con una profusa Red de Escala Libre, de
compactas estrellas y anillos “Hubs” profusamente interconectados lenta
y diversamente diluidos en irradiaciones arborescentes dendriformes?
¿Qué clase de figura resultante estable o metaestable obtendríamos?
¿Sería operativa funcionalmente? ¿Sería... “hermosa”? Y... sobre todo:
¿Cómo interpretarla psicofísicamente?

Estos, muy en especial el último, son posiblemente los grandes


interrogantes para la investigación teórica y empírica futura a más largo
plazo. Pero, únicamente con apuntarlos en un somero esbozo aún repleto
de incógnitas, algo se estremece en nuestro interior. Para mí,
subjetivamente, no atino a discernir si es miedo, morbo, curiosidad o
anhelo... Poco importa quizás, pero sí estoy convencido de que, sea lo que
sea, tras esta intrincada y poco definida mixtura de emociones, se oculta
la fascinación ante un Gran Misterio..., el próximo Gran Misterio
destinado, un día más o menos lejano, a ser iluminado por la Ciencia.

Creo haber sustentado lo suficiente una sólida plataforma racional tanto empírico-
inductiva como teórico-deductiva para mi supuesto sobre la naturaleza estructural y
dinámica de las Redes Psicofísicas responsables del fenómeno del Imprimatur o
Impregnación Psíquica, justificando así llamarlo “Postulado” y no “Hipótesis”. Con la virtud,
además, de haber elevado a tal “rango” a la mayor parte de las precedentes “Hipótesis”
básicas fundamentales sobre las que descansa el modelo de Transferencia para la
Impregnación Psíquica.

IV.3

Desarrollo matemático de la Teoría Schreiber de las Redes Psicofísicas: Teorema


Schreiber de la Red Exponencial de Impregnación

En la argumentación que acabamos de terminar, algo más arriba (concretamente en el


Punto B), Apartado 3), Sub-Sección IV.2), se explicaba porqué, exclusivamente al
asumir una topología exponencial para la Red Fuente/Donante de nuestro modelo de
Impregnación Psíquica por Transferencia, automáticamente se deducía una evolución
cinética y una Ley Psicoperceptiva de Acción/Reacción idénticas a las propuestas por dicho
desarrollo teórico desde sus inicios, como reflejo de sus propiedades descriptivas y
factores fundamentales definitorios inducidas y generalizados a partir de su observación
empírica en el campo parapsicológico.

Este razonamiento y su conclusión pueden ser formulados matemáticamente.

Enunciado (Tesis)

“Aceptando el Postulado Schreiber de las Redes Psicofísicas, esto es, la


naturaleza esencialmente Exponencial para la topología de la Red de la entidad
psicofísica Donante/Emisora Primaria de la Impregnación Psíquica y su
característica Función de Distribución de Grados, ello conduce directamente a
una Ley Cinética General para el Crecimiento de la Intensidad o Potencia del
Imprimatur de tipo exponencial, (Demostración 1). Así como también a una
relación entre la Intensidad de Estímulos Inductores procedentes de la Fuente
Primaria (Acción)/Magnitud de Sensación Psicoperceptiva experimentada por el
Receptor/Perceptor (Reacción), dada por la Ley Psicofísica Fundamental de
Fechner-Weber: La Intensidad del Estímulo ha de crecer en Progresión
Geométrica para que la de Sensación o Respuesta lo haga en Progresión
Aritmética, o bien que la cantidad de Sensación es proporcional al logaritmo
decimal de la Intensidad de Estímulo (Demostración 2)”.

Hipótesis 1

En general, el crecimiento de la Red Exponencial del Imprimatur podrá ser negativo,


positivo o nulo, según su retículo agregue (por realimentación dominante), pierda (por
extinción prevalente) o mantenga aproximadamente constante su nº de interconexiones,
pero en todo caso, para cada adición o inserción en la trama existirá una probabilidad
constante, así como otra igualmente fija para el proceso de “desentramado”. Eso exige la

definición morfo-funcional misma de toda Red Exponencial. Así, simbolizando por γ el
ritmo promedio de inserción de conectores activos en la Red y por γ el de pérdida de esos
enlaces, ambos invariantes por hipótesis, es obvio que la “frecuencia media de
actividad o coeficiente de tránsito o tráfico conectivo-informacional” de ésta

vendrá determinada por: Γ = γ – γ . De este modo, la Ley de Distribución de
Grados, Frecuencias o Proporciones Relativas activas procesadoras-
transmisoras de información en el Sistema obedecerá, por (13), a:

P(k) = c exp(Γ k)

(15)

Siendo k el nº de conexiones de cada nodo activo en su seno a otros vecinos


asimismo operativos y c un parámetro adimensional menor pero próximo a 1
que depende de las constantes estructurales de la Red y mide su capacidad
potencial de “llenado informacional”, o “fracción de huecos nodales” “vacíos”
susceptibles de ser “rellenados” por enlaces funcionales en la misma (pues si
k=0, P tiende a c y, por ello a la unidad y la configuración se torna absolutamente caótica
o desordenada). Naturalmente, si c no fuese cercano a la unidad, la exigencia de una
elevada concentración de esos “sitios nodales” en razón al tamaño o volumen integral del
retículo no se cumpliría y jamás podría conformarse un Sistema en Red Exponencial con
“Efecto Small World”. Es evidente que si Γ >0, la trama reticular se expande, si Γ <0
mengua, y se conserva estacionaria si Γ =0 (algo muy improbable, dada la intrínseca
naturaleza compleja, emergente y sensiblemente reactiva a los más mínimos cambios
ventajosos o desfavorables del entorno de esta clase de sistemas). Esto, insisto, es
general para todo comportamiento evolutivo en Red Exponencial.

Por otra parte, es evidente que si ahora consideramos otro método, dinámico o evolutivo-
temporal en lugar de puramente estadístico, para estimar la velocidad de crecimiento de
nuestro Retículo Exponencial, denominando α a la “frecuencia promedio o coeficiente
de crecimiento o amplificación neta de la Red” o, expresado de otro modo, al nº de
sus nodos o “psicones” activados y conectados por unidad de tiempo, o
diferencia entre el nº medio de ellos que que se integra o “realimenta” en el
seno de su entramado menos el nº de estos “vértices” operativos que se
desconecta, pierde o disipa en esa misma unidad de tiempo, teniendo presentes
las características de distribución uniforme de probabilidades de que ambos mecanismos
acontezcan, propio de la topología exponencial, es obvio que el Nº de nodos activos
para cualquier instante “t” desde el inicio de la existencia de la Red será igual a:

Nn = α t

(16)

Por análogo razonamiento, según (15), el Nº de conexiones-enlaces operativos en el


seno de la Red en un determinado punto de su evolución podrá evaluarse como:

Nk = Γ k

(17)

Pero es absolutamente lógico que ambas cantidades han de ser directamente


proporcionales en cada instante, o bien que:

Nk = kn N n

(18)

Donde kn es el nº promedio de enlaces o conexiones por nodo operativo de la


Red, un valor constante
para estructuras tanto tipo Poisson como Exponenciales, si bien en estas últimas,
como en este caso, no representa el valor central de máxima probabilidad de la
distribución.

Todas estas formulaciones no son más que derivaciones elementales y directas del
Postulado que asigna una topología Exponencial a la Red Donante/Fuente Primaria de la
Imprimación y, por ende, se incluyen en la Hipótesis (1) del Teorema.

Demostración 1

Sustituyendo (16) y (17) en (18):

Γ k = kn (α t)
(∗)

Llevando esta igualdad a (15), nos queda:

Pk(t) = c exp[(kn α ) t]

Esta es la misma Función de Distribución de Grados Activos en el seno de la Red, pero en


su versión evolutivo-temporal, a la cual, por comodidad, denotaremos en adelante como
Pk .

Tomando logaritmos neperianos:

Ln(Pk) = Ln(c) + (kn α ) t

(∗∗)

Dividiendo todos los términos por la constante kn, está claro que la igualdad no varía:

(1/kn) Ln(Pk) = (1/kn) Ln(c) + α t

Aplicando las propiedades de los logaritmos y definiendo ahora como: nk = (1/kn) =


Índice de “Vaciedad” Media de la Red = Parámetro adimensional asimismo
constante que, de algún modo, mide el nº promedio de “huecos nodales”
inoperantes, desconectados,“vacíos” o “extintos” en el seno del retículo, nos
resulta:

Ln(Pknk) = Ln(cnk) + α t

Sin más que despejar, separando variables y utilizando de nuevo las propiedades
logarítmicas:

Ln[(Pk/c)nk] = α t

O, lo que es matemáticamente idéntico, obtenemos finalmente la siguiente Función de


Evolución Temporal para la Distribución de Grados “Activos” o Conectados en la
Red Exponencial:

Pknk = cnk exp(α t)

(19)

En esta fórmula:

• cnk es un nuevo parámetro estrictamente dependiente de los rasgos


topológicos de la Red y específico de ella y que, de alguna manera,
continúa determinando su capacidad potencial máxima de “llenado”
energético-informacional inicial para t=0 (justo antes de empezar a
activarse funcionalmente la red), pero a escala evolutivo-temporal, no
estadística.

• Pknk representa la proporción o fracción relativa de conexiones activas, o


como cambia (aumentando o disminuyendo según el signo de α ) , dicha
capacidad, potencia o intensidad de “tráfico” procesador-transmisor de
información en el tiempo.

• α , como ya sabemos, es un coeficiente constante que indica el ritmo o


velocidad de crecimiento del nº de nodos o “psicones” operativos en el
seno de la Red: Si es mayor que cero, ésta se expande, si resulta
negativo, se “contrae” y si tiende a cero, permanece “estática” en su
conjunto o en “resonancia inestable” (esto es, agrega y pierde vértices o
conexiones activos a igual celeridad). Su inverso equivale al “periodo
medio de vida” o persistencia funcional operativa de un nodo cualquiera
dentro de la Red.

• t simboliza, lógicamente, el tiempo de evolución de la Red desde el


momento de su formación.

Ahora bien, esa característica estructural intrínseca de la conformación


primitiva de la Red cuantificada por cnk o, mejor dicho, de su trama-soporte
molecular aún altamente desordenada-caótica, es la que define o determina su
facultad potencial para “llenarse” de nodos-conectores funcionales activados
energéticamente. O, dicho de otro modo, de recibir la “descarga original de
Impregnación Psíquica” provocada por el hecho-trauma desencadenante y, por
consiguiente, su “Intensidad o Potencia Inicial de Impregnación Psíquica o
Imprimatur”.

Es, en consecuencia, muy razonable establecer que:

Io = cnk

(20)

Por lo cual, resulta inmediato que el Grado, Fracción o Proporción de Enlaces o


Conexiones activas a escala temporal ocupadas en el “tráfico” procesador-
transmisor o “transferente” de energía-información en cada instante de
evolución de la Red impregnada sobre tal soporte ha de ser otra manera de
medir la “Intensidad o Potencia Instantánea” del Imprimatur o Imprimación
Psíquica recibido por éste y, por ello:

I = Pknk

(21)

Llevando (20) y (21) a (19), obtenemos finalmente que:

I = Io exp(α t)

C.Q.D. (1)

Precisa y exactamente la Ley Cinética General de Evolución del Imprimatur,


deducida en mi primer ensayo “PSICOFÍSICA DE LA TRANSFERENCIA” (Ver en él
Sección II.5.3), a partir de los datos empíricos cualitativos sobre sus fundamentales
factores experimentales de comportamiento y la Hipótesis Psico-Cuántica
Fundamental de la Transferencia, es decir, los supuestos inductivo-deductivos
mínimos sobre los que se asienta todo el modelo.

Veamos como acto seguido se demuestra que la Respuesta de la Red en Escala Libre
Receptiva/Perceptiva que conforma el sistema nervioso del observador suficientemente
sensitivo frente a esta intensidad de estímulo o Imprimatur obedece la Ley Psicofísica de
Fechner-Weber.

Hipótesis 2

Como ya sabemos por el análisis inductivo-deductivo que ocupó la Sección IV.2


precedente, la Red Perceptora, a pesar de ser neural y, por tanto, gozar de una
topología en Libre Escala altamente modularizada, ha de actuar como un
mecanismo receptor-decodificador-transductor de dinámica o secuenciado lineal
en lo referente a la captación y asimilación consciente de los flujos o paquetes
de estímulos de energía-información intercambiados con la Fuente Donante,
pues éste es el único formato en que dicha Red Exponencial puede ofrecerlos.

Según ésto, suponiendo como de costumbre que se desprecian pérdidas


disipativas ambientales en la transmisión o transferencia y que el Receptor es lo
bastante sensitivo o afín psico-perceptivamente hablando como para responder
a la estimulación inductora, es evidente que, al actuar en lo tocante a la
operación en cuestión como una Red Transcriptora-Transductora funcionalmente
exponencial, el “incremento neto” en la magnitud de Sensación sobre el umbral
que experimentará al verificar tal percepción podrá entonces considerarse
directamente proporcional al nº de conexiones activas transmitidas por la Red
del Emisor Primario para el instante “t” – (evidentemente, aquí “t” no significa
lo mismo que en la Demostración 1, habrá de ser muy inferior) –, que determina
el final de la operación/interacción.

Por lo cual, teniendo en cuenta (17):



∆ Psi = c (Γ k)

(22)

Siendo ∆ Psi la cantidad de sensación perceptiva-reactiva y c una constante
estructural específica de la Red Receptora que mide su “capacidad máxima
potencial de llenado o nº promedio de “sitios transcriptores-transductores
secuenciales disponibles para ser activados por los estímulos de la Fuente-
Donante, naturalmente un valor muy elevado en comparación con “c”, dada la
mucho mayor “densidad bruta natural”, potencia operacional y fuerte
modularidad de la Red Perceptora respecto a la del Emisor Primario. Además,
este parámetro tan sólo permanecerá invariante para la percepción concreta definida o
condicionada por la interacción con esa Fuente en particular, cambiará y se adaptará
versátil, flexible y modularmente, dentro de ciertos límites, si se expone a la acción
inductora de otra Red Exponencial transmisora de secuencias lineales estimulantes, tales
como una nueva Impregnación Psíquica o cuando se disponga a traducir un texto. Y
fluctuará de modo rico,continuo, complejo, rápido , re-adaptativo y sinérgico si
intercambia estímulos/respuestas con otra Red de su mismo tipo u orden topológico-
dinámico, como al conversar o debatir con otra persona o contemplar a un semejante
atractivo del sexo opuesto, o una imagen audiovisual animada... Ventajas de la topología
en Libre Escala, aunque para lo que aquí importa, ello es indiferente, y podemos

suponer fijo el valor de c en el curso de nuestra operación.

Demostración (2)

Volviendo a las matemáticas, si aplicamos en (22) la igualdad (∗):



∆ Psi = c (kn α ) t

Y despejando (kn α t) por (∗∗), para luego reemplazar en la última igualdad, aunque
teniendo presente que, ahora, el “tiempo inicial” no corresponde al de la
descarga original de la Impregnación, sino al comienzo de la interacción
Donante/Receptor y, consecuentemente, el valor de la Función de Evolución
Temporal de Grados o Fracciones de nodos-conexiones activas en la Fuente
poseerá en ese punto únicamente su valor-umbral de acción inductiva para ese
primer instante de la percepción, al que denotaremos por Pko:

∆ Psi = c [Ln(Pk) – Ln(Pko)]

Operando logaritmos:

∆ Psi = c Ln(Pk/Pko)

Multiplicando ambos miembros de la igualdad por la constante nk o el índice promedio


de “vaciedad” de la Red Donante/Emisora y, una vez más, las propiedades de los
logaritmos:

nk ∆ Psi = c Ln[(Pk/Pko)nk]

Aislando ∆ Psi y sustituyendo por (21):



∆ Psi = (c /nk) Ln(I/Io)

Ya solo resta considerar a continuación que (c∗/nk) ha de equivaler a una medida de la


Constante de Sensibilidad Perceptiva Específica de Weber de la Red Receptora
respecto a los estímulos de la Red Donante... Conclusión muy racional, pues no
hace otra cosa que reflejar la inevitable necesidad de que el umbral-mínimo de
reacción psicoperceptiva del Perceptor “dotado” o “sensitivo” debe ser
excepcionalmente bajo. O sea, ajustado a la “alta concentración relativa a su
propio tamaño”, “baja densidad respecto a la de la trama del retículo Receptor”
y “pequeño orden de magnitud” de los nodos, entramados y flujos de señales
estimulantes característicos de la Red de la Fuente Primaria. Esto se explica al
observar el significado de cada factor que integra este nuevo parámetro: En el
numerador tenemos el nº promedio de “Sitios Transcriptores-Receptores
potencialmente activos o “sensitivos” a los estímulos específicos del Donante
disponibles en el seno de la Red Perceptora; En el denominador, el nº medio de
“huecos nodales vacíos”, desconectados o inoperantes dentro de la Red Emisora
Primaria; La razón entre las dos constantes estructurales mide, por ende, la
proporción fija que, para ese intercambio o Transcripción-Transducción en
concreto, existe entre la densidad de nodos o elementos procesadores
funcionales o “activables”, o grado de “llenado” de la Red Receptora, y la de
vértices inoperantes o nivel de “vaciedad” de la Red Fuente para una misma
unidad de volumen: Es lógico que cuanto más “llena” o activa sea la Red
Perceptiva y menos “vacía” la Estimuladora – o, más claramente, cuanto más
“llenas” se muestren ambas – la cantidad mínima de Sensación para el Estímulo-
Umbral (I=Io) será mayor, esto es, el sujeto perceptor más sensitivo. Pero como,
por lo habitual, las Redes Exponenciales de volumen total limitado por sus
fuertes exigencias de concentración relativa interna son notablemente más
“vacías” que las de Libre Escala, es obvio que, en la mayor parte de los casos,
esta relación será pequeña, por ello la fracción de observadores sensibles o
reactivos al fenómeno es estadísticamente escasa frente a la población general,
y la aplicación de la Teoría de Redes al modelo de Transferencia por
Impregnación Psíquica ofrece por vez primera una explicación topológica o
estructural de este hecho, bien conocido en el plano experimental por los
investigadores parapsicólogos.

Sin más que realizar un simple cambio de base de logaritmos neperianos a decimales, y
definiendo por ello la Constante de Sensibilidad Psicoperceptiva-Reactiva
Específica de la Red Perceptora según:

kps = c /nk log(e)

Llegamos, así, por fin a:

∆ Psi = kps log(I/Io)

C.Q. D. (2)
La Ley de Fechner-Weber, como es evidente.

Luego ya se ha demostrado el Teorema.

Nuevo Análisis inductivo de los Casos-Tipo estudiados en nuestra Simulación


para la Doble Transferencia según el Modelo DIR, en términos de la Teoría
Schreiber de Redes Psicofísicas

En realidad, esta Sección quizás debió ser la que ahora constituye la tercera de este
trabajo, y la anterior aparecer como la inmediatamente precedente. Pero no ha sido así,
entre otras cosas, porque este autor es un tanto desordenado y no demasiado
“secuencial”, y se deja llevar por “fogonazos repentinos de inspiración”... Pequeños
inconvenientes de las “Redes Libres de Escala”..., sobre todo de algunas..., ruego
clemencia a mis “amables y pacientes lectores” por ello. Pero, en esta oportunidad,
además, tengo una excusa para obrar así: Al tratarse ahora de extender nuestro análisis
inductivo basado en los datos empíricos de la investigación “sobre el terreno” y los
resultados de nuestra simulación numérica a las modalidades de Doble Transferencia en
dinámica no-lineal, más complejas y difíciles de interpretar, probablemente el estudio de
éstas, antes de contar con la valiosa ayuda excepcionalmente “iluminadora” de la Teoría
de Redes y sus poderosas aportaciones a la explicación a nivel morfo-funcional del
fenómeno y a su propia coherencia y rigor teórico-predictivo, hubiera sido mucho más
pobre e incompleto. Repetimos, por tanto, el análisis inductivo de los diversos Casos-Tipo,
ya parcialmente realizado para las formas de Transferencia Lineal, pero a la luz de mi
Teoría de las Redes Psicofísicas.

Comencemos – pues – sin más retrasos, la tarea pendiente:

Caso-Tipo 1: Transferencia Irreversible en Descarga Pura, o “Testigo/Observador


Impasible”

Densidad Psicoenergética de Sintonización Transferente


∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) = 0.041 J/m3

Porcentaje de Control Psicocinético



KCT = {∆ σ (T-T) /[∆ σ (máx)]} 100 = (0.041/32.083) 100 = 0.128%

Porcentaje de Control Psicotermodinámico

TCT = 100 – KCT = 99.872%

Interpretación teórica general de los resultados empírico-descriptivos

Proceso lineal irreversible absolutamente desplazado en el sentido favorable al Receptor, o


en Descarga Pura: La Red Perceptora recibe a su favor la práctica totalidad de los flujos de
transferencia, tanto el de energía por unidad de volumen como el de densidad
informacional. En particular, el mecanismo de transmisión de los “paquetes psicónicos” o
“meméticos” secuenciales de nodos y haces de interconexiones se halla
monstruosamente volcado hacia el lado del Perceptor, debido a que éste, a pesar de
mostrar el suficiente grado de sensibilidad específica respecto a los estímulos inductores
recibidos de la Fuente Primaria, posee tal nivel de autocontrol psico-emocional, que no
experimenta prácticamente ningún condicionamiento reactivo consciente o subconsciente
frente a ellos, de modo que no emite a su vez casi ningún flujo de elementos de su propia
Red hacia la del Donante, limitándose a percibir, decodificar y transcribir todos los que
este último le aporta. Lógicamente, la energía de sintonización es muy pequeña (tan sólo
correspondiente al del umbral perceptivo) y, por consiguiente, el porcentaje de control
termodinámico muy poco menos que total. En el Equilibrio Estable final, la densidad
psiconergética máxima transferida a favor del Receptor coincide casi por entero con la
descargada inicialmente por la Red del Emisor Primario al iniciarse la interacción, ya que al
no producirse apenas respuesta recargadora ni realimentadora, el observador no cede
prácticamente tampoco energía al Donante. El Tiempo Crítico de Equilibrio del Sistema es
muy corto en razón a los periodos promedio de “vida” o actividad de los nodos funcionales
en ambas redes, pero del orden e incluso algo más largo que el de los casos lineales
parcialmente reversibles, por lo que luego explicaremos.

Características Generales del Caso-Tipo en términos de la Teoría de Redes


Psicofísicas

• Flujo psicoenergético unidireccional favorable a la Red Perceptora en


Escala Libre (“exergónico”, según el “Criterio Egoísta” del Receptor).

• Flujo de información unidireccional extremadamente favorable a la Red


Neural Receptora.

• Estado final de Equilibrio Estable casi absolutamente desplazado en el


sentido de la Red Perceptiva. Ésta absorbe casi el 100% de la densidad
energética e informacional. La Red Fuente Primaria Inductora la dona sin
recibir prácticamente nada a cambio.

• Este escenario se define principalmente por una resistencia o “robustez”


inmediata máxima o virtualmente “infinita” del entramado Libre de Escala
de la Red neural del Receptor ante los impactos perturbadores
provenientes de la Red Exponencial de la Impregnación. La reacción del
Perceptor es tan enormemente lenta en relación al ritmo de estimulación
de la Red Fuente que podemos considerarla más que despreciable. La Red
Perceptora integra casi toda la densidad energética e informacional en
tránsito, integrando más y más unidades y grupos de nodos y enlaces o
sub-tramas de ellos a expensas de la Red Donante, procesándolos e
insertándolos en su propio y ya de por sí complejo, rico y altamente
modularizado tapiz, y su “acorazada” resistencia al condicionamiento
reactivo o, en este caso, titánico poder de auto-regulación reparadora en
tiempo real paralelo a las operaciones indicadas, la protege
absolutamente de cualquier pérdida, empobrecimiento o daño morfo-
funcional efectivo. Esto es posible, una vez más, gracias a la sorprendente
y maravillosa capacidad de las redes neurales en Libre Escala de
reajustarse con rapidez y “corregir” los efectos de las perturbaciones
externas, en este tipo de testigos llevada a su más extremo grado
concebible de eficacia. Por si fuera poco, el proceso también le resulta
ventajoso desde el punto de vista termodinámico y, en consecuencia,
absorberá casi toda la energía por unidad de volumen que le envía la
Fuente Primaria, pero su auto-bloqueo reactivo defensivo de máxima
eficiencia le permite no entregarle apenas ninguna como contrapartida.
Este hecho no supone asimismo problema alguno para la Red Receptora,
porque, como ya sabemos, su muy superior nivel de concentración bruta
le salvaguarda de saturarse. Simplemente, crecerá lo máximo posible a
costa de la Red Donante, sin perjuicio alguno por su parte. Desde la otra
posición, lógicamente, esta dinámica se contempla de manera
completamente opuesta y “catastrófica”: La Red menos densa y más
“débil” o menos “robusta”, se ve forzada a soportar un terrible
“desangramiento doble”, a la par psicoenergético e informacional, sin
poder “replicar” de ningún modo para contrarrestarlo. Pero, además, sus
propias limitaciones estructurales y las funcionales derivadas de éstas,
convierten este Caso-Tipo en algo verdaderamente destructivo y
“ruinoso” para ella; En efecto, como su topología Exponencial la restringe
a mantener su nº promedio de conectores por nodo constante, y además
su Ley de Distribución de Grados consiguiente exige que la fracción
relativa de nodos operativos en su seno disminuya con su nº de
conexiones vecinales en proporción exponencial, al ir perdiendo secciones
de su trama reticular activa sin cesar, sin disfrutar de ninguna aportación
realimentadora en sentido opuesto, la cantidad de vértices funcionales ha
de ir disminuyendo más aún por cada pérdida, y en tanto mayor medida
relativa cuanto más interconectados se encuentren, para conservar
invariantes los parámetros correspondientes. Bien es cierto que, al
principio de la interacción, como su proporción de nodos elevadamente
enlazados es muy pequeña frente a los proporcionalmente más
“aislados”, cederá muy inferior cantidad de zonas componentes de su
modesta dotación de “Pequeñas Islas” o “Archipiélagos” tipo “Small
Worlds” discretamente modularizados que de tramas menos enlazadas o
más sencillas, porque estas últimas son la inmensa mayoría, pero eso
mismo hará que, en las fases siguientes de la implacable y cruel “sangría”
unidireccional, las probabilidades de que se desactive o done un área más
compleja aumenten, para mantener fijas las proporciones
correspondientes... Y así sucesiva y cada vez más aceleradamente.
Imaginarnos el atroz mecanismo en términos visuales se antoja, como
suele ocurrir, mucho más fácil e instructivo que en términos de las
funciones matemáticas que lo describen: Si pensamos en la Red
Exponencial del Emisor Primario como un “ovillo” más o menos esferoidal
de diminutos nodos y aún más finos conectores, en general muy próximos
unos a otros pero de manera que las regiones más compactamente
“enlazadas” son tanto más escasas en función de su grado de
interconexión y las menos interconectadas más numerosas a medida que
crece su “vaciedad” – esto es, si representamos mentalmente su “grafo” -
, y el proceso de pérdida continua de sectores de esta trama sin recibir
ningunas otras a cambio como si una “mano invisible” tirase de sus “hilos
o flecos”, empezando por los más “sueltos y/o periféricos”, está claro lo
que intentamos explicar... Inicialmente, se irán desenredando o soltando
los nudos e hilos menos compactos, pero cada vez más y con aterradora
celeridad creciente, los núcleos relativamente más apretados y densos, lo
que a su vez arrastrará a nuevas y sucesiones “explosiones” de otros
cabos más sueltos, y ésta a su vez de grupos más intrincadamente unidos
entre sí, pero ahora en mayor medida que antes... y así sin parar. Si, para
colmo, el “ovillo”, aunque grande en razón a su diámetro medio de nudo,
no puede ser demasiado voluminoso en su conjunto en relación a la fuerza
de la mano que lo deshace, es obvio cuál puede ser el triste destino que le
espera. Este tipo de retículos, como el ovillo o la Red molecular de
Impregnación Psíquica, y como todo entramado Exponencial, es poco
resistente o “robusto” ante acciones perturbadores especialmente
“agresivas”, como la que nos ocupa. El único factor que juega a favor de
la Red Fuente en esta oportunidad, es la limitación del tiempo de
Equilibrio Final del intercambio. Lógicamente, la magnitud y rapidez de la
aguda “contracción” del retículo Donante es tan violenta, que en no
excesivo tiempo tiende a tornarse tan simplificado, “deshilachado” y a la
vez poco concentrado, que su capacidad transferente de energía-
información se aproximará al umbral mínimo de estimulación del Receptor
y detendrá el letal proceso. Y, además, dicho umbral no puede ser aquí
excepcionalmente bajo, dentro de los márgenes de los sujetos
“sensitivos”, desde luego, por los propios rasgos de mínima tendencia al
condicionamiento del testigo. La Red Exponencial quedará convertida en
un desmadejado y altísimamente “vaciado” tapiz muy desordenado y casi
inoperante funcionalmente, pero podría salvarse de la Extinción o estado
caótico, eso sí, siendo disminuida a la condición de “latencia”
(imposibilitada para proyectar estímulos inductores más allá de los de
intensidad sub-umbral, o generadores de sensaciones subliminales
inconscientes), o permaneciendo muy cerca de ella. No es mucho, pero sí
más que la disipación integral irreversible. Sin embargo, esto solo
acontecerá cuando la potencia de la Descarga Inicial y/o sus
realimentaciones sucesivas por repetición de hechos-trauma liberados
similares al que engendró la Imprimación, en especial los más recientes,
hayan sido lo bastante grandes y frecuentes respectivamente... En los
demás casos, como el “modesto Imprimatur” puntual protagonista de
nuestra Simulación “Resplandor/Báthory”, quedarían posiblemente
“aniquilados” por consunción total ante un observador de estas
características.

Conclusiones empírico-descriptivas del análisis inductivo

El interés teórico-empírico de este Caso-Tipo es muy elevado. Como


veremos en Secciones posteriores, resulta imprescindible dentro del
posible Protocolo Experimental Cinético para el estudio del proceso, como
uno de sus pasos específicos, pero tan sólo factible si sospechamos que
nos encontramos en presencia de una Fuente de Impregnación lo bastante
intensa o potente como para garantizar razonablemente que “aguante” el
procedimiento sin descargarse o inactivarse a latencia del todo, pues es
absurdo en una investigación de este tipo destruir el objeto de estudio al
interactuar con él, ya que es muy difícilmente “regenerable” o
reproducible. Ahora bien, tiene a su favor asimismo que, dada la
naturaleza “imperturbable” del observador sensitivo, éste logrará extraer
y decodificar la práctica totalidad de información sobre la Fuente lo que,
junto a un análisis minucioso sobre los posibles orígenes e “historial”
anterior de la Impregnación, aportará valiosos conocimientos a los
expertos que sondean “sobre el terreno” estos fenómenos. Y bajo riesgo
cero, por añadidura. Pero, insisto, tal método únicamente será
recomendable si los antecedentes lo aconsejan. Para enclaves de
impregnación más débil y/o más puntual o infrecuentemente
realimentada, ha de ser descartado. Otra variable a tener en cuenta es el
tiempo crítico de observación. Su valor es admisible (unos pocos días para
un “Imprimatur” discreto y puntual de descarga psicoenergética y
frecuencia realimentadora previa moderadas, como el de nuestra
simulación... Les invito a re-calcularlo para otro ejemplo algo más
“pesado”, pero caerá igualmente en lo alcanzable para un buen y solvente
– en los dos sentido de la palabra – equipo investigador). Pero el
problema es que, para tratarse de un caso en régimen dinámico
irreversible, parece anormalmente dilatado. La justificación morfo-
funcional en términos de la Teoría de Redes Psicofísicas es sencilla: Como
casi el 100% de la cantidad neta del tráfico de información intercambiada
procede del Donante, aun cuando el Perceptor sería capaz de ejecutar las
consiguientes operaciones de percepción-decodificación-transducción-
asimilación de secuencias de información de modo mucho más veloz y
eficiente, como ya establecimos, ha de ir procesando y almacenando éstas
en el formato serial y predominantemente lineal que se le ofrece, por lo
que su “aparato psico-perceptivo” neural de Libre Escala ha de
acomodarse a un patrón Exponencial, en exclusiva para dicha función, no
en orden a su reactividad “reparadora” en paralelo ni de respuesta
condicionada. Pero el mínimo reajuste corrector ante el diminuto umbral
inductor recibido es irrelevante y además estrictamente endógeno en el
seno del Sistema Receptor, y la reacción condicionada se encuentra aquí
bloqueada por su “imperturbabilidad”, naturalmente. Es evidente
entonces que no es concebible que la rapidez de tal mecanismo supere a
la que fija la velocidad de transferencia del Emisor Primario, que se
convierte en la “etapa determinante” del mecanismo cinético en sentido
único. Por ello, a causa de la baja potencia operacional de la Red Fuente,
además progresiva y aceleradamente descendente debido a la dinámica
de aguda “contracción” a la que la somete este caso, es lógico que el
tiempo de Equilibrio se prolongue, aunque el control del proceso
irreversible sea casi absolutamente termodinámico. A propósito, el
estudio de este Caso-Tipo guarda todavía una “propina” final de valor
teórico-empírico: Como en él el “trabajo total de Transferencia” recae casi
absolutamente sobre el Donante, es perfecto para emplearlo como
“ensayo-estándar” analítico para determinar el orden de magnitud
aproximado de la “Potencia Máxima de Transferencia” (P D), de una Red-
Fuente Exponencial de Impregnación puntual de “intensidad” media como
la que opera en nuestra simulación. En nuestro ejemplo, teniendo
presente que el enclave impregnado (habitación del hotel) tiene una
capacidad de 80m3, su valor vendría dado por: PD = 2566.666 J/3.82 días =
2566.666 J/3.30 105 s = 7.777 mw

Balance de Beneficios/Riesgos medios para la Interacción

(Nota1: En estas estimaciones o Balances Cualitativos, tanto para éste como los restantes
Casos, diferenciaremos tres patrones-tipo de actitud/aptitud para los posibles
Testigos/Observadores: 1) “Ocasional/Eventual”: Sensitivo casual y puntual del mismo,
no interesado o que no dispone de medios para la investigación sistemática del fenómeno;
2) “Investigador Cauto”: Sensitivo que forma parte de un equipo profesional de
investigación científica parapsicológica, pero quien, por propia decisión personal o a causa
de la política establecida por la dirección del mismo, opta siempre por minimizar los
potenciales riesgos derivados de su interacción con el fenómeno; 3) “Investigador
Motivado”: Sensitivo igualmente capacitado y profesional que el primero, mas ahora, ya
sea por su propia iniciativa o como resultado de su compromiso con las directrices de su
equipo investigador, hace primar el interés óptimo del estudio del fenómeno por encima
de sus posibles riesgos).

A) Para la Red Emisora Primaria

Pagos: Nulos
Costes: Extremos-Críticos
Beneficios: Extremadamente Negativos
Riesgos: Extremos-Críticos

Evaluación General: Inversión Excepcionalmente Negativa de Crítico


Riesgo

B) Para la Red Perceptora

B1) Testigo Eventual/Ocasional

Pagos: Mínimos
Costes: Despreciables, recuperación instantánea
Beneficios: Positivos Mínimos, Irrelevantes
Riesgos: Nulos

Evaluación General: Inversión Neutra de Nulo Riesgo

B2) Testigo Investigador “Cauto”

Pagos: Altos-Extremos
Costes: Nulos, recuperación instantánea
Beneficios: Positivos Altos-Extremos
Riesgos: Nulos
Evaluación General: Inversión Muy-Extremadamente Positiva de Nulo
Riesgo

B3) Testigo Investigador “Motivado”

Pagos: Altos-Extremos
Costes: Nulos, recuperación instantánea
Beneficios: Positivos Altos- Extremos
Riesgos: Nulos

Evaluación General: Inversión Muy-Extremadamente Positiva de Nulo Riesgo

Resultado Final del Análisis Empírico-Descriptivo General del Caso-Tipo 1

(Nota 2: Se entenderá por “Oportunidad”: El “Beneficio Óptimo” para un “Riesgo Mínimo”


posible).

Interés Empírico y Teórico-Analítico: Muy Alto-Extremo


Relación Coste/Oportunidad para la Red Donante: Críticamente Desfavorable
(>>...>>1)
Relación Coste/Oportunidad para la Red Receptora: Muy Favorable-Excelente
(<<1)

Caso-Tipo 2: Transferencia Irreversible en Recarga Pura, o “Testigo/Observador


Vulnerable/Traumatizable”

∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) = 0.162 J/m3

Porcentaje de Control Psicocinético



KCT = {∆ σ /[∆ σ
(T-T) (máx)]} 100 = (0.162/128.333) 100 = 0.126%

Porcentaje de Control Psicotermodinámico

TCT = 100 – KCT = 99.874%

Interpretación teórica general de los resultados empírico-descriptivos

Proceso lineal irreversible absolutamente favorable al Donante, o en Recarga Pura: La Red


Fuente Primaria percibe a su favor casi el 100% de los flujos de transferencia, tanto el de
densidad psicoenergética como el informacional. En concreto, el mecanismo de
transmisión de los “paquetes psicónicos” o “series de memes” constituidos por nodos y
sus interconexiones se encuentra desmesuradamente desplazado hacia el lado del la Red
de Impregnación, debido a que el Perceptor, además de mostrar un nivel de sensibilidad
extraordinario frente a los estímulos inductores recibidos del Emisor Primario, presenta al
mismo tiempo tan enorme grado de susceptibilidad psico-emocional específica para con
ellos, que sufre un desmedido condicionamiento reactivo consciente y/o subconsciente
frente a éstos, de manera que emite un potentísimo flujo de componentes de su propia
Red hacia la del Donante, de forma desproporcionadamente vertiginosa y descontrolada.
Naturalmente, la energía de acoplamiento cinético es muy baja (prácticamente, la
correspondiente al mínimo umbral perceptivo), ya que la singular e inmensa
predisposición condicionable-reactiva hacia los estímulos provenientes de la Fuente de la
Impregnación permite considerar que la Red Libre de Escala neural del observador ya
estaba previa e intrísecamente “predispuesta a una máxima receptividad psicodinámica”
para con el contenido informativo inductor transmitido por el Donante. Así, la fracción de
control termodinámico es casi total. En el Equilibrio Estacionario final, la energía por
unidad de volumen máxima transferida a favor de la Fuente Primaria es casi idéntica a la
descargada inicialmente por la Red del Perceptor, nada más iniciarse la interacción y, con
ésta, su “explosiva” y velocísima reacción elevadamente condicionada. Esto es fruto de la
radicalmente violenta y precipitada respuesta del Sistema Receptor, que no deja pasar un
tiempo lo bastante grande en términos relativos como para hacer posible que la Red
Exponencial mucho más lenta y menos potente que conforma la trama impregnada de la
Fuente pueda transferirle apenas nada más que el original haz de estímulos-umbral. El
Tiempo Crítico de Equilibrio del Sistema es, por consiguiente, en este caso,
extremadamente breve, no tan solo de modo abrumador y en relación a los periodos
promedio de “vida” o actividad de los vértices funcionales en ambas redes, sino también
varios órdenes decimales de magnitud inferior a los que determinan los Puntos Críticos de
otras modalidades de Transferencia bajo régimen lineal, incluida la irreversible
enteramente desplazada en el sentido del Receptor, por las razones que ya se detallaron
en su momento.

Características Generales del Caso-Tipo en términos de la Teoría de Redes


Psicofísicas

• Flujo psicoenergético unidireccional favorable a la Red Emisora Primaria


Exponencial (“endergónico”, según el “Criterio Egoísta” del Receptor).

• Flujo de información unidireccional extremadamente favorable a la Red


Fuente en Escala Exponencial.

• Estado final de Equilibrio Estacionario casi absolutamente favorable en el


sentido de la Red Donante-Fuente. Ésta absorbe casi el 100% de la
densidad energética e informacional. La Red Perceptora la cede sin recibir
prácticamente nada a cambio.

• Este escenario se define sustancialmente por una resistencia mínima


inmediata virtualmente “nula” del entramado Libre de Escala de la Red
neural del Receptor ante los impactos perturbadores aplicados por la Red
Exponencial de la Impregnación. La potente y desorbitada reacción del
Perceptor es tan inmensamente rápida en proporción a la frecuencia de
actividad de la Red Fuente, que podemos estimar a esta última
inapreciable. La Red Perceptora pierde casi toda la densidad energética e
informacional en tránsito, liberando más y más unidades, grupos y
módulos “Hubs” de nodos y enlaces o sub-tramas complejas entre ellos,
en beneficio de la Red Donante. Descarga así una más o menos notable
fracción de su muy denso, rico y altamente jerarquizado tapiz, pero su
magnífica resistencia al empobrecimiento reticular, inactivación funcional
permanente y “contracción global”, características de toda Red Libre de
Escalas en general y, en especial, de las Redes Neurales, debido a su
intenso poder de auto-regulación reparadora, aliado en este escenario
concreto con su tremenda celeridad reactiva y potencia transmisora que
implica un periodo de interacción muy pequeño, la salvaguarda a corto-
medio plazo, en la mayor parte de ocasiones, de estos daños morfo-
funcionales en su sistema psicofísico. Quizás en algún ejemplo muy
específico, en el cual la magnitud de los condicionamientos fóbicos o
aversivos conscientes y, más críticamente de ordinario, subconscientes,
que la predisponen a su patrón reactivo altamente vulnerable a la acción
inductora de la Fuente, se hallen asociados a sucesos o vivencias previos
muy acusadamente traumáticos – como algunos de orden semejante a los
que desencadenaron en su momento la Impregnación – cabe esperar que
la mente del Perceptor quede algo más seria o duraderamente lesionada.
Pero en muy escasas oportunidades e, incluso en éstas, lo más seguro es
que lo supere si recurre a una adecuada ayuda profesional. Esto es así,
una vez más, gracias a la asombrosa y flexible facultad de las redes
neurales en Libre Escala de reajustarse con rapidez y “corregir” los
efectos de las perturbaciones externas, en esta clase de testigos ayudada,
además, por el corto tiempo de intercambio. Por otro lado, el proceso
tampoco le resulta ventajoso desde el punto de vista termodinámico y, en
consecuencia, donará casi toda la densidad psicoenergética transferida
hacia la Fuente Primaria, mientras su elevadísima y acelerada reactividad
incontenible le impide obtener nada en contrapartida. Este hecho supone
un “alivio” o menor inconveniente o trastorno para la Red Receptora, aun
cuando la cantidad de energía por unidad de volumen desprendida será
siempre del orden pero mayor a la que la “poco densa en términos
brutos” Red Donante pudiera ceder a un Observador Imperturbable en el
caso-Tipo “simétrico”, en equivalencia relativa de las demás relaciones
entre coeficientes termodinámico-cinéticos y condiciones de contorno. Ello
es consecuencia directa de su muy superior escala de concentración.
Sencillamente, su “exuberante” y sofisticado entramado de alta
modularidad jerarquizada decrecerá temporalmente en beneficio de la Red
Exponencial del Emisor Primario. Energéticamente, el efecto será , como
mucho, aproximadamente análogo al de una sesión intensa y
variablemente prolongada de ejercicio físico o deportivo. Dada la gran
rapidez del proceso, puede ocasionar ciertas molestias pasajeras, pero
nada más. Combinado con la sensación de terror o profunda inquietud o
angustia vinculada con el afloramiento condicionado en este tipo de
observadores de asociaciones, recuerdos conscientes o reprimidos
subconscientes, plasma sin lugar a dudas un cuadro típico de una
experiencia fuerte y desagradable, pero nada más. Esto hay que
agradecerlo a la en extremo “compacta” y concentrada constitución de la
Red Psicofísica que constituye el cerebro, el SNC y el resto del organismo
humano, en contraste con la de los soportes moleculares del Imprimatur.
Desde la óptica de éste, como es natural, la dinámica de este caso se
antoja inconmensurablemente más ventajosa que la de su modalidad
opuesta irreversible, y también, salvando las distancias entre “poderes
protectores-regenerativos” de cada estructura en Red, también mejores
que para el Perceptor, como era evidente suponer: La Red menos densa y
más “débil” o menos “robusta”, se ve ahora favorecida en un doble
aspecto: Es generosa y abundantemente recargada en el plano
psicoenergético e igualmente realimentada en la dimensión informacional,
sin que su Receptor “vulnerable” pueda “responder” de ningún modo
para compensar. No obstante, sus propias restricciones topológicas y las
dinámicas por éstas impuestas, limitan la extensión de las ventajas que
les reporta este Caso-Tipo; En efecto, como su topología Exponencial la
restringe a sostener su nº promedio de conexiones por nodo constante, y
su Ley de Distribución de Grados consiguiente dicta que la fracción
relativa de nodos operativos en su seno disminuya con su nº de
enlazamientos vecinales en proporción exponencial o, lo que significa los
mismo, que, si la trama crece, la probabilidad promedio de agregación de
cada nuevo nodo sea constante, al ir adicionando secciones de su trama
reticular operativa sin cesar, ni padecer pérdida o extinción alguna en
sentido contrario, la cantidad de vértices funcionales ingresados
fuertemente enlazados será siempre mucho menor desde el principio de la
interacción, y su proporción irá disminuyendo más aún por cada
integración, y en tanto en más y más pequeña medida relativa cuanto más
interconectados se hallen, para mantener fijos los parámetros
correspondientes. Es decir, la Red crecerá mucho tanto en densidad
energética como en nº de elementos activos totales interconectados, pero
bastante discretamente o con una muy notable limitación en su cantidad
de nodos elevadamente conexos. En los inicios del proceso, quizás consiga
asimilar unos pocos “subconjuntos nodales” de moderado grado de
modularidad con los que así enriquecer algo su modesta dotación de
“Pequeñas Islas” o “Archipiélagos” tipo “Small Worlds” jerarquizados, así
como un nº abrumadoramente más abundante en relación de tramas
parciales más “aisladas”, pero eso mismo provocará que, en las etapas
siguientes de la “expansión”, las probabilidades de que se active una
nueva zona más compleja disminuyan más aún, para mantener constantes
las inflexibles proporciones correspondientes..., y así sucesiva y cada vez
más aceleradamente. Imaginarnos el atroz mecanismo en términos
visuales se antoja, como suele ocurrir, mucho más fácil e instructivo que
en términos de las funciones matemáticas que lo describen: Si pensamos
en la Red Exponencial del Emisor Primario como un “ovillo” más o menos
esferoidal de diminutos nodos y aún más finos conectores, en general muy
próximos unos a otros pero de manera que las regiones más
compactamente “enlazadas” son tanto más escasas en función de su
grado de interconexión y las menos interconectadas más numerosas a
medida que crece su “vaciedad” – esto es, si representamos mentalmente
su “grafo” - , y el proceso de ganancia continua de sectores de esta trama
sin perder ningunas otras a cambio como si una “mano invisible” añadiese
o trenzase sus “hilos o flecos”, empezando por los más “sueltos y/o
periféricos”, está claro lo que intentamos explicar... Esta clase de
retículos, como el “ovillo” o Red molecular de Impregnación Psíquica, y
como cualquier entramado Exponencial, es demasiado simple y su nivel de
rigidez estructural excesivamente elevado como para permitir
incrementos de complejidad modular importantes más allá de un estrecho
límite, inclusive en los casos más ventajosos para ellas, como el que
estamos analizando. Un factor que ayuda, no obstante, a la tímida
evolución “jerárquica” de la Red Fuente en esta ocasión, es su inferior
coste unitario por operación procesadora-asimiladora, pero muy
condicionado por la baja potencia transductora-almacenadora de
información, cuyo “techo perceptivo” tiende a alcanzarse, pues, con cierta
rapidez. Ello contribuye, si bien en una mínima fracción, a que el tiempo
de Equilibrio Final del intercambio sea inusitadamente breve. Sin
embargo, como el porcentaje de control termodinámico es tan
apabullantemente dominante, de hecho este “techo” no se alcanza aquí
nunca, habida cuenta del fugacísimo tiempo operativo del Sistema. Así, el
sustancial responsable directo de la veloz saturación de la Red Fuente es
la masiva y, en sus términos, “gigantesca” absorción acelerada de energía
por unidad de volumen proveniente del Receptor que identifica esta
modalidad de Transferencia. Lógicamente, la magnitud y extrema rapidez
de la aguda “expansión” del retículo Emisor Primario es tan violenta, que
en muy breve tiempo tiende a tornarse tan concentrado
psicoenergéticamente, que se satura y, en consecuencia, su capacidad
tranferente de energía-información se bloquea y enseguida se acerca al
umbral mínimo de estimulación del Perceptor, por bajo que éste resulte,
cortando el proceso. La Red Exponencial quedará transformada en una
nueva “madeja” mucho más densa en concepto “bruto” (en el ejemplo de
nuestra simulación, cuatro veces más “concentrada”), pero tan solo ligera
o parcamente más dotada de “Islas-Mundo” de modesto grado modular, y
sin alterar sus proporciones o frecuencias relativas medias de áreas más y
menos interconectadas, como requiere su Ley topológica fundamental.

Conclusiones empírico-descriptivas del análisis inductivo

El interés teórico-empírico de este Caso-Tipo es en principio entre bajo y


moderado, ya que el observador cede una respetable aun cuando no
enorme ni por supuesto crítica cantidad de información al Donante sin
percibir ninguna a cambio. Ello deriva de su particular dinámica, que
conlleva un tiempo crítico de observación casi ridículamente pequeño. Su
valor es inoperante (unos pocos segundos para una relación 4 a 1 de
descargas psicoenergéticas iniciales potenciales, favorable al Donante en
nuestro ejemplo. Les animo a probar con razones un poco más
“igualitarias”, como 2 a 1, y algo menos dispares en los coeficientes
cinéticos de actividad – aunque siempre no muy lejos de la razón 104:1
dominante para el Receptor, para que se sigan cumpliendo las condiciones
del Caso-Tipo – y observen qué ocurre, pero en general los tiempos de
equilibrio calculados serán excepcionalmente cortos). La justificación
morfo-funcional en términos de la Teoría de Redes Psicofísicas es sencilla:
Como casi el 100% de la cantidad neta del tráfico de información
transferida procede del Perceptor, y aun cuando éste, especialmente
“descontrolado” y “ultra-turbo-reactivo”, es capaz de ejecutar las
consiguientes operaciones de emisión de secuencias “meméticas” de
información de modo casi “aterradoramente” veloz y eficiente, como ya
establecimos, la Red Donante ha de ir captando, decodificando,
transduciendo y almacenando éstas en el formato serial y
predominantemente lineal y al lento ritmo que su estructura y reducida
potencia le imponen , por lo que su “aparato psico-perceptivo” de soporte
molecular de impregnación en Red Exponencial, ni puede “reproducir” a
nivel topológico interno sino un “pálido” y esquemático “bosquejo” del
notable y compacto grado de modularidad jerarquizada ofrecido, ni su
pequeña potencia le faculta para soportar dicho trabajo apenas más allá
de unas fracciones de minuto en el mejor de los casos, antes de
“saturarse” energéticamente y bloquearse el mecanismo. Los rasgos
psicodinámicos de la Red Neural del Observador Vulnerable/Traumatizable
también contribuyen a esta circunstancia: Dado el tremendo, intensísimo
y profundo impacto aversivo-condicionante desproporcionado que los
estímulos-umbral o apenas superiores, inducidos por el Emisor justo al
comienzo del intercambio, producen en él, y su “desenfrenada” violencia
y celeridad reactiva, los procesos “automáticos” en procesado paralelo de
reajuste reparador ante el diminuto umbral inductor recibido propios de
su “robusto” retículo altamente auto-regulable y adaptativo Libre de
Escalas, a pesar de su gran potencia y eficiencia general, en este
escenario particular, no tienen suficiente tiempo para actuar apenas con
eficacia. El poder y presteza de su “maquinaria” correctora-restauradora
de tramas dañadas o perturbadas es grande, pero debido al efímero
periodo de su “explosiva” respuesta, los levemente mayores costos
unitarios de su Sistema diluyen un tanto su dominio en potencia bruta, y
la efectividad del proceso “regenerador” se torna demasiado pequeña en
proporción a la magnitud relativa de alteración lesiva infringida. Esta vez,
“la ventaja de la primera tirada”, una de las reducidas “Reglas del Juego
de las Transferencias por Impregnación entre Redes Psicofísicas” que
obra siempre a favor de la Red Fuente de topología más simple, cobra
singular importancia. Bajo estas condiciones, a la refinada y “versátil”
Red Perceptiva le queda, sin embargo una única defensa posible; Recurrir
a la compleja, mutuamente inter-modulada e intrincada y delicadamente
interactiva relación sinérgica entre su Red Neural, y los otros dos grandes
Retículos Biológicos de Regulación-Procesado-Transferencia-Adaptación
de energía-información con otras Redes Abiertas y su medio ambiente que
componen su organismo “Multi-Red en Libres Escalamientos
Integrados/Coordinados”: La Red Endocrino-Fisiológica y la Red Genómica.
De este modo, ante una súbita, aguda y compresiva mezcla de temor,
dolor psico-emocional, “estrés de alerta ante el peligro-combate”, miedo y
rapidísima pérdida de densidad psicoenergética, su trío de “Super-Redes
Multi-Modulares” actúan en sinérgica y vertiginosa armonía, y una
indefinible, involuntaria e incontenible combinación de cálculo de riesgos
neural “intuitivo”, cascada de reacciones hormonales y profundo y
primario instinto genético de preservación/supervivencia, la instan a dos
probables y a veces incluso más o menos superpuestos patrones reactivos
de conducta: Huida o “desconexión-bloqueo”. En Román-Paladino, “salir
pitando” y/o “desmayarse” y/o “quedarse paralizada y “ausente”,
anulando o auto-censurando la desagradable y negativa “catarata” de
emociones, asociaciones y recuerdos emergentes conscientes o
subconscientes inducidos por la percepción de los estímulos-umbral
condicionantes. Lo del “desvanecimiento” no es en absoluto una
exageración o licencia dramática: La convergencia de un fuerte y brusco
impacto de angustia-horror-tensión emotiva con la liberación o descarga
de una seria cantidad de energía por unidad de volumen no es nada raro
produzca dicho efecto. Por concretar, en nuestra Simulación
“Resplandor/Báthory”, la pérdida global de densidad psicoenergética
(suponiendo un proceso “endergónico” irreversible absolutamente
desplazado hacia el Donante con descarga máxima de energía por unidad
de volumen 4 veces mayor que la descarga o recarga original
inmediatamente anterior y convenientemente “muy reciente” de la
Impregnación de esta Fuente), equivale a unas 2.464 cal netas para
nuestro recinto de Imprimación – una habitación de hotel de 80 m3 –. Esto
equivale al consumo calórico promedio experimentado por un corredor de
marcha-maratón (velocidad media 8 km/h) durante unas 6 horas, o la de
una jornada de montañismo de casi 3 horas y 40 minutos, o un viaje a
lomos de un caballo a trote medio de 4 horas de duración, por volver en
esta última comparación a mi ejemplo favorito, si consideramos todas
estas actividades deportivas realizadas por una mujer de 75 kg de peso y
1.70 m de altura. Esta pérdida de energía en un tiempo de interacción de
½ minuto y 3 segundos es fácil comprender colabore en gran medida –
junto a los factores psicosomáticos y psicofisiológicos anteriormente
descritos – a provocar un desmayo o, si la salud, sobre todo cardio-
vascular, del sujeto perceptor no es buena, hasta puede tener
consecuencias graves o nefastas. “Un buen susto”, por expresarlo de
forma coloquial. Y también un “poco ortodoxo y arriesgado método de
adelgazamiento” nada recomendable, dicho sea de paso. De hecho, y ya
en serio de nuevo, los investigadores directos de estos fenómenos saben
bien que, para testigos u observadores sensitivos de perfil
“traumatizable”, tal reacción o los otros esquemas de conducta antes
indicados , así como una severa sensación de agotador “cansancio” físico,
son muy habituales en el curso de sus experiencias. Lo cual predice el
Modelo DIR, y ahora lo interpreta la Teoría de Redes Psicofísicas con
mayor nivel de profundidad y precisión explicativa. Por cierto, hablando
de las virtudes predictivas de este modelo teórico, puesto que en este
Caso-Tipo la práctica totalidad de todo el “Trabajo Emisor” es aplicado por
el Receptor, podemos utilizarlo como “ensayo-estándar” para medir o
estimar la magnitud de “Potencia Máxima Transferente” de una Red
Perceptivo-Neural como reacción ante el umbral estimulante inductor de
una Red Fuente-Primaria de Impregnación puntual y de “intensidad”
media como la que propone nuestra simulación numérica. En efecto, esa
Potencia Receptiva-Reactiva Máxima Transferente (PR) sería en este
ejemplo igual a: PR = 10266.666 J/33 s = 311.090 w. Si comparamos este
valor con el de la Potencia Máxima Transferente aplicada por la Red
Donante-Fuente Primaria de la Impregnación en el caso “simétrico”
previamente descrito, unos 7.777 mw, la conclusión es a la par simple y
rotunda: La Potencia Máxima de la Red Neural en Libre Escala Receptiva-
Reactiva es del orden de unas 40000 veces superior a la desarrollada en
similares condiciones termodinámico-cinéticas relativas por la Red
Molecular Impregnada Exponencial. Una cifra razonable para el gran
“escalón” de densidad de masa-energía existente entre el nivel macro-
molecular/celular de los conectores/nodos del primer tipo de entramado
reticular y el nivel atómico-molecular/polimérico-macromolecular de los
enlaces/vértices del segundo. Asimismo, es indicativo de que “ a groso
modo”, el grado de sensibilidad relativa respecto a las comunes unidades
elementales o psicones portadores transferidos de uno a otro Sistema
(orden subatómico) sea análogamente de un orden 40000 veces superior
en las Redes Fuentes que en las Redes Receptoras. No sorprende
entonces que algunas especies de animales, particularmente los perros,
parezcan ser tan excelentes y finos detectores del fenómeno del
“Imprimatur”, porque ellos “se saltan varios escalones más” y,
disponiendo de Redes Neurales esencialmente similares a las nuestras en
propiedades y “talla” morfo-funcional, han sido provistos por la Evolución
de tan prodigioso aparato sensorial-perceptivo que son pasmosamente
capaces de registrar y discriminar estímulos de flujos del orden de unas
pocas moléculas, fundamentalmente a través de su casi “milagroso”
olfato. Eso no representa un factor de 40.000, o del orden de 104 veces en
general, ¡sino de hasta docenas o cientos de millones, entre 107 y 108! Por
ende, se hallarían sobradamente facultados para detectar e incluso
estimar en buena escala aproximativa la “potencia” o intensidad media de
una Impregnación con semejante o superior resolución que nosotros la
escala cromática visible (nuestro punto fuerte son los fotones, aunque los
cánidos son mejores todavía en su especialidad sensorial, comparables en
agudeza y potencia químico-olfativa a la visual de un águila o ave rapaz).
No es, por consiguiente, para nada extraño que “los mejores amigos del
hombre” muestren tan altísima susceptibilidad perceptiva-reactiva ante
los recintos “imprimados”, comportamiento empíricamente bien
contrastado por los estudiosos de la Parapsicología. Quizás ustedes o yo
arruguemos en principio el entrecejo en universal gesto escéptico, o nos
sintamos tentados de sonreír con suspicacia ante la idea del fuerte,
amenazador o sofocante “olor psíquico” de un soporte psicopermeable
impregnado, pero es muy posible que si pudiésemos percibir el mundo
como un perro cambiásemos radical y prontamente de opinión. Es muy
interesante, por otro lado, constatar que, como también prueban los
experimentos e investigaciones parapsicológicos correspondientes, el
minoritario grupo de seres humanos que podemos calificar de
“sensitivos”, “canalizadores” o “dotados” para la pico-percepción de
estos fenómenos, se halla compuesto principalmente por niños, chicos y,
en algo mayor proporción chicas pre-adolescentes y adolescentes, o bien
adultos con rasgos de personalidad infantiloide o edad emocional poco
“madura” en relación a la cronológica, otra vez con más frecuencia si son,
además, mujeres. Este perfil puede ser una vez más interpretado usando
la Teoría de Redes Psicofísicas: Los expertos en neuro-ciencias han
demostrado que la Red Neural de un infante o un jovencito en la pubertad,
es todavía más flexible, “moldeable”, sugestionable, impresionable y
manipulable o condicionable que la de un adulto corriente. O sea, su
grado de “modularidad”, bajo umbral sensitivo y reactividad “explosiva”,
es bastante superior al de una persona “mayor”. Esto facilita a sus
inexpertos, flamantes e hiper-versátiles retículos mentales emergentes en
veloz y continua expansión captar, procesar y asimilar información muy
variada y compleja con i o adiestramientos que, encomparable eficiencia,
pero su excepcional “movilidad”, adaptación y readaptación modular les
hace a la vez acusadamente vulnerables o traumatizables. Así, por
ejemplo, todos somos capaces de aprender una o varias lenguas en
nuestra más temprana edad, o asimilar con sorprendente y maravillosa
prontitud y éxito el desempeño de tareas de alta complejidad de
coordinación neuro-locomotora como andar derechos, manipular objetos
delicados, correr, brincar, nadar o manejar juguetes o aparatos más o
menos intrincados. Aprendizajes que después, en nuestros años adultos,
se nos hacen mucho más lentos y esforzados. Algunas de estas facultades
decaen o se “modulan” al llegar a la segunda infancia de manera
definitiva, otras perviven y un tercer conjunto de ellas se recuperan o
emergen potenciadas y re-configuradas, tanto por la propia dinámica
topológica de crecimiento máximo de la Red Superior, conformada por el
cerebro y el SNC, como, a su vez, por el potente efecto inductivo y
sinérgico de realimentación positiva que sus “Redes Auxiliares Maestras”,
la endocrino-hormonal de forma directa y, en “control remoto”, la
programación genética del desarrollo, ejercen sobre ella. Todo ello, para
afrontar la decisiva y asimismo complicada, frágil y críticamente
influenciable y “traumable” etapa de aparición y maduración morfo-
fisiológica de los caracteres sexuales secundarios, la pubertad y sus
trascendentales y muy diversos y decisivos cambios orgánicos,
psicofisiológicos y conductuales asociados. En ésta, unos más que otros,
todos perdemos algo de operatividad o concentración en labores de
procesado-almacenaje de datos en formato secuencial o semi-secuencial
como las matemáticas, el pensamiento lógico-abstracto y la lectura,
porque el Sistema se “sobresatura” de tan brutal y precipitado grado de
multi-modularidad emergente hipersensibilizada ante los estímulos
relacionados con tales cambios y funciones, que su rendimiento para
mecanismos más “ordenados” o de Escala menos variante desciende, y
los sentimos como algo “aburrido” o “pesado”. Somos más modulares y
evolutivos que nunca inmediatamente antes ni permanentemente
después, pero a la par menos eficaces para el control de daños y la
reparación de entramados lesionados, “borrados” o perturbados por la
acción inductiva externa. Los niños pequeños y los adolescentes “son
esponjas” o “Super-Redes ultra-reactivas” en Escala “Libérrima”, pero a
cambio pagan un precio en un inferior grado de “robustez”, porque el
sobre-exceso de grados de modularidad-libertad fluctuante y “turbo-
acelerada” acerca a una Red compleja un poco más hacia el estado
caótico. Todo padre, madre o profesor conoce esto por experiencia
práctica, así como cualquier psiquiatra o psicopedagogo de manera más
técnica y racional, aunque no les atraigan demasiado las matemáticas y la
psicofísica o no sepan nada de Teoría de Redes. Pero las ciencias
neurológicas han encontrado pruebas físicas concretas e innegables de
que esto es así a nivel celular y bioquímico, ya no se trata de meras
generalizaciones inductivas derivadas de la observación del
comportamiento. Y la Teoría de Redes Psicofísicas ofrece un marco
conceptual y teórico para comprenderlo aún más satisfactoriamente y
aplicarlo a otros campos hasta ahora casi vírgenes en su modelado
científico estructural y dinámico, como la mal llamada “fenomenología
paranormal”. Mi conclusión es – por tanto – que los “grupos de adultos
sensitivos”a estos fenómenos y, en especial, todavía en mayor medida,
los de mayor riesgo o vulnerabilidad de impacto traumático, como el del
tipo de Testigo/Observador que nos ocupa o, en inferior grado y con otros
matices que en su momento expondré, el que tiende a sufrir “Infestación
Psico-Simbiótica Parcial” por Imprimatur, presentan redes neurales más
parecidas de lo habitual a los niños, preadolescentes y adolescentes,
como reflejan sus rasgos de altísima y escasamente controlada
sensibilidad-reactividad en extremo condicionable, en particular por
estímulos traumáticos, personalidad “infantiloide” y edad psico-emocional
o “madurez mental” menor a la biológica, como la alta susceptibilidad
histérico-somatizadora, el “Complejo de Peter Pan” y similares. En cuanto
a la discreta pero patente mayor concurrencia de este cúmulo de
singulares y “raros” factores entre las féminas, creo puede justificarse
por las diferencias existentes en la dinámica de desarrollo
psicofisiológico, emotivo y psicosexual entre varones y mujeres, y sus
hasta cierto punto duraderas consecuencias en su fase de estabilización
adulta, más profundas e importantes todavía en estos perfiles
temperamentales. Las niñas, en promedio, gozan de Redes Neurales al
parecer más eficientes, hipersensibles, reajustadoras y potentes en la
segunda infancia, como prueba el que, en cuanto culturalmente se les ha
brindado la oportunidad de una auténtica igualdad de formación escolar y
acceso al universo del conocimiento, obtienen una media general de
mejores resultados académicos que los chavales del mal bautizado “sexo
fuerte”, y maduran antes en cuestiones como responsabilidad personal y
habilidad para manejar redes sociales. Ahora bien, al alcanzar la
pubertad, el “terremoto psicosomático” y hormonal que hace crecer y
expandirse a esa Red más vertiginosa y ricamente que nunca, pero a costa
de un peaje en grado de auto-control y “robustez”, aunque más
relativamente “serena”, modulada y “gradual” en la mayor parte de las
chicas, suele prolongarse más hasta la frontera de la primera juventud
adulta y retardar el paulatino re-acomodamiento de la sofisticada Red
Libre de Escalas a unos órdenes al menos más “metaestables” de
coordinación, auto-regulación y “poder reparador”, desde entonces cada
vez más asentados dentro de su alta modularidad esencial en la fase
adulta, además de dejar algunas más “secuelas” o “huellas de trama” en
esa posterior maduración. En paralelo, las notas medias e índices de éxito
escolar menguan transitoriamente para las alumnas durante la Secundaria
y vuelven a recuperarse y aventajar a sus compañeros a lo largo del
Bachillerato y en la Universidad, excepto para materias y carreras con un
máximo nivel de exigencia en “inteligencia viso-espacial”, como en breve
explicaremos. Digamos en términos mucho menos técnicos, pero más
descriptivos, que su “edad del pavo” es, de ordinario, un tanto menos
“brusca, aguda oscilante o desequilibrada” que la de los chicos, pero un
poco más prolongada y con “efectos colaterales” en muchos casos no del
todo inactivos a nivel psico-emocional de una relativa sin bien no muy
intensa y controlable persistencia en su vida adulta. Tales dimorfismos
psicoemocionales influidos por la identidad sexual son, en parte, sin duda,
de base genética y hormonal, como la menor tendencia a la calvicie
femenina, su mayor capacidad dialéctico-verbal e inteligencia emocional,
o su relativamente menor facilidad media para la capacidad de orientación
o abstracción viso-espacial o geométrica y de resistencia al estrés,
caracteres asimismo demostrados estadísticamente y en su fundamento
biológico. Y, al mismo tiempo, deben su origen al condicionamiento
ambiental, social o cultural, de un modo interactivo y sutil difícil de
estudiar y discernir. Está claro que tienen mucho que ver con el hecho
inamovible de que su psicodinámica y psicofisiología sexual es bastante
diversa a la del hombre, por ejemplo la maduración y “perfeccionamiento”
de ciertas “habilidades” como la generación y facilidad de gozar del
orgasmo suele ser más lenta y laboriosa – en promedio un macho de 16
años consigue con gran precocidad la misma capacidad orgásmica que una
hembra de 30 – o su sensibilidad receptiva erógeno-sensual está mucho
más “dispersa”, deslocalizada corporalmente y vinculada o “densamente
conectada” a “módulos de su Red Neural” más complejos y jerarquizados
(les cuesta más separar los sentimientos o emociones profundas del
simple deseo o apetito sexual inmediato y acostumbran, por ésto, a
mostrarse “más selectivas” en sus elecciones). Todas estas divergencias
emanan obviamente del inexpugnable hecho de que son ellas las
encargadas de gestar el nuevo embrión y feto en su útero, por evidentes y
bien conocidas razones de “economía estratégica evolutiva” de los
mamíferos en general y los primates sociales en particular. Pero también
resulta indiscutible que se hallan ligados, matizados y fuertemente
condicionados por estímulos externos “moldeadores de entramados en
Red”, estrechamente emparentados con los procesos de socialización,
educación y adoctrinamiento cultural, sobre todo en las sociedades o
civilizaciones de intensa tradición patriarcal. Sea como fuere – en realidad
eso no es relevante para lo que nos interesa en este análisis – el resultado
final es que, al menos en la mayoría de nuestras comunidades, tanto
occidentales como notablemente más acentuado en las medio-orientales
y orientales, en cuyo seno los principios morales y expresiones político-
económicas y religiosas de dicha tradición ancestral se encuentran menos
discutidos y debilitados que en el Occidente contemporáneo, hay más
proporción de mujeres que de hombres con ciertos rasgos de
vulnerabilidad afectiva, impresionabilidad condicionante y “neotenia
psicoemocional” – (neotenia significa en biología del desarrollo
perduración de rasgos “inmaduros” en la edad adulta) – y, a la par,
enorme sensibilidad reactiva. Es evidente, por tanto, que también dicha
diferencia de distribución se manifestará entre la minoría de “sensitivos
psíquicos”, y más escorada hacia el lado femenino, porque gran parte de
esos perfiles facilitan la percepción y reacción intensiva frente a
fenómenos como la Impregnación Psíquica y su Transferencia. Por último,
señalar que la esencial utilidad del Testigo/Observador altamente
“Vulenerable/Traumatizable” para los posibles protocolos empíricos de las
investigaciones de la Impregnación Psíquica sería la de “recargar”
energéticamente y “realimentar” informacionalmente o “cebar” Redes-
Fuente cuyas descargas iniciales y/o historiales previos de frecuencias
realimentadoras no sean muy potentes y/o repetitivas respectivamente,
como paso posterior a la imprescindible acción sobre ellos de un
Perceptor “Imperturbable” dentro del procedimiento, como detallaremos
más tarde, con el propósito de evitar su extinción disipativa. Pero si
barruntamos que la Imprimación estudiada es más concentrada o
frecuentemente realimentada en los tiempos pasados más próximos al de
la experiencia, tal medida cautelar no será necesaria ni recomendable, ya
que, obviamente, implica serios riesgos y objeciones éticas.

Balance de Beneficios/Riesgos medios para la Interacción

A) Para la Red Emisora Primaria

Pagos: Altos
Costes: Despreciables
Beneficios: Extremadamente Positivos
Riesgos: Nulos

Evaluación General: Inversión Excepcionalmente Positiva de Nulo Riesgo

B) Para la Red Perceptora

B1) Testigo Eventual/Ocasional

Pagos: Nulos
Costes: Altos, recuperables a medio-plazo
Beneficios: Muy Negativos
Riesgos: Medios-Altos

Evaluación General: Inversión Muy Negativa de Medio-Alto Riesgo

B2) Testigo Investigador “Cauto”

Pagos: Nulos
Costes: Altos, recuperables a medio-plazo
Beneficios: Muy Negativos
Riesgos: Medios-Altos

Evaluación General: Inversión Muy-Extremadamente Negativa de Medio-


Alto Riesgo

B3) Testigo Investigador “Motivado”

Pagos: Medios(como “Cebador”)-Nulos


Costes: Altos, recuperables a medio-plazo
Beneficios: Negativos Moderados (como “Cebador”)-Altos
Riesgos: Medios-Altos
Evaluación General: Inversión Muy Negativa o Cuasi-Neutra (como “Cebador”)
de Medio-Alto Riesgo

Resultado Final del Análisis Empírico-Descriptivo General del Caso-Tipo 1

Interés Empírico y Teórico-Analítico: Medio


Relación Coste/Oportunidad para la Red Donante: Muy Favorable (<<1)
Relación Coste/Oportunidad para la Red Receptora: Desfavorable (Cebador)-Muy
Desfavorable (>1 ó >>1 respectivamente)

Caso-Tipo 3: Doble Transferencia Parcialmente Reversible Receptiva a Favor de


Psico-Gradiente, o “Testigo/Observador Estándar con auto-control reactivo
psicoperceptivo ligeramente por encima de la media”

Densidad Psicoenergética de Sintonización Transferente



∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) = 0.489 J/m3

Porcentaje de Control Psicocinético



KCT = {∆ σ (T-T) /[∆ σ (máx)]} 100 = (0.489/24.062) 100 = 2.032%

Porcentaje de Control Psicotermodinámico

TCT = 100 – KCT = 97.968%

Interpretación teórica general de los resultados empírico-descriptivos

Proceso lineal reversible relativamente desplazado hacia el Receptor, o en Descarga


Parcial: La Red Perceptora absorbe a su favor el mayor caudal de los flujos de
transferencia, tanto el de energía por unidad de volumen como el informacional. En
concreto, el mecanismo de transmisión de los “paquetes psicónicos” o “series de memes”
constituidos por nodos y sus interconexiones es muy favorable al Perceptor, debido a que
éste muestra un nivel de auto-control reactivo discretamente mayor al promedio entre
sensitivos, aunque asimismo mucho más reducido que la “monstruosa” “resistencia
específica” al condicionamiento del Caso-Tipo 1 o del “Observador Impasible”. La energía
de acoplamiento cinético es más elevada que en las dos modalidades anteriores, a causa
del carácter parcialmente reversible del proceso. Así, la fracción de control termodinámico
es muy preponderante, pero no total. En el Equilibrio Estable final, la densidad
psicoenergética máxima transferida a favor del Receptor es bastante o muy próxima a la
diferencia entre la descargada inicialmente por la Red Emisora Primaria y la liberada por el
Perceptor, más o menos levemente corregida por el factor de error absoluto provocado por
la energía consumida por el trabajo cinético de acoplamiento o “sintonización psicofísica”
(Con errores relativos estimados entre un 1 y 2%). El Tiempo Crítico de Equilibrio del
Sistema es, en consecuencia, enormemente más elevado que el del proceso irreversible
en Recarga Pura en igualdad relativa de relaciones de sus parámetros termodinámicos
(del orden de 103 veces superior), pero, curiosamente, del orden pero inferior a su
análogo unidireccional en Descarga Pura, a pesar de su poco mayor fracción de
control cinético. La razón de este resultado tan “extraño” a simple vista es que, puesto
que el proceso está aquí muy favorecido cinéticamente hacia el Receptor y mucho más
moderadamente tan solo en orden termodinámico, la Red Emisora Primaria presenta un
“Coeficiente de Reparto” algo más grande o cercano a uno que el de la Red Perceptiva. Y,
si bien el coste unitario operativo del retículo de topología Exponencial es un poco más
bajo que el de la segunda Libre de Escalas, al ser la potencia de la primera en extremo
superior a la de la segunda, y realizar aquélla la mayor parte del trabajo procesador, la
influencia del factor de velocidad en el desarrollo de tal tarea se impone, retardando su
ejecución de modo estimable, pero de todas formas menos acusado que cuando toda la
carga del mismo recae sobre la Red más lenta (en el Caso-Tipo 1, donde el “Coeficiente de
Reparto” para el Donante es 1 y el del Perceptor 0).

Características Generales del Caso-Tipo en términos de la Teoría de Redes


Psicofísicas

• Flujo psicoenergético bidireccional relativamente favorable a la Red


Receptora en Escala Libre (“exergónico”, según el “Criterio Egoísta” del
Receptor).

• Flujo de información unidireccional muy parcialmente favorable a la Red


Perceptiva en Escala Libre.

• Estado final de Equilibrio Estacionario variablemente desplazado en el


sentido de la Red Receptiva. Ésta absorbe la mayoría de la densidad
energética e informacional. La Red Perceptora la cede, recibiendo a
cambio unas cantidades menores de tales magnitudes.

• Este proceso está determinado por una respetable pero no exagerada


capacidad de auto-control reactivo y eficacia de rápido reajuste modular
reparador de la Red Neural del observador frente a los estímulos o
impactos inductores condicionantes de la Red Fuente. La moderada y
mucho más pausada reacción del Perceptor en comparación al ritmo más
rápido de actividad de la Red Primaria de la Impregnación molecular
psicopermeable y su notable capacidad auto-reguladora hace posible que
la Red Perceptora gane la mayor fracción de la densidad energética e
informacional en tránsito. La Red Donante cede más unidades nodulares y
enlaces de su trama, y alguno que otro de sus relativamente pequeños,
medianamente jerarquizados y poco abundantes grupos y módulos “Hubs”
de nodos y conexiones o sub-tramas algo más complejas entre ellos, en
beneficio de la Red Perceptiva. Además, como su estructura topológica la
restringe a mantener constantes las probabilidades de emisión o inserción
de nodos en su retículo, así como una frecuencia relativa de vértices
activos inversamente proporcional a su grado de interconectores en todo
momento, el intercambio no únicamente se presenta desventajoso para la
Red de la Fuente en los dos aspectos evidentes de superior pérdida del
para ella “precioso” y escaso bien de su nivel de concentración
psicoenergética bruta y en la cantidad total de nodos y enlaces operativos
en su “tapiz”, sino también en un tercer factor más sutil y cualitativo: Si
bien en las primeras fases de la interacción, lógicamente, transfiere
muchas menos secciones de entramado más densamente conectado que
sectores menos “llenos” - al encontrarse los primeros en proporción
mucho más baja que los segundos – a medida que va agregando
“paquetes” portadores de información originarios de la Red Receptora,
como en el balance neto la Red Donante está decreciendo tanto en
energía por unidad de volumen como en nº total de elementos
procesadores-asimiladores de información y sus correspondientes enlaces
funcionales, y ha de conservar invariante su distribución de grados
exponencialmente decreciente con el nº de conexiones por nodo, cada vez
puede regenerar menos fracción de subconjuntos de nodos más
modularizados y más porcentaje de grupos relativamente más aislados en
sus sucesivas operaciones de realimentación en sentido de Recarga. El
resultado final es una Red de trama Exponencial más severa o
suavemente “contraída” según las relaciones entre los parámetros de
Doble Transferencia y, por añadidura, siempre menos compleja o
jerarquizada de lo que era antes de comenzar su “contacto” con el
Perceptor. En contraste, La Red más densa y más “fuerte” o “robusta”, se
ve ahora favorecida en un doble concepto: Es parcial pero favorablemente
recargada en el plano psicoenergético e igualmente realimentada en su
dimensión informacional, a la par que a su Emisor Primario de retículo
menos denso y “resistente” a las perturbaciones o impactos externos
recibe menos cantidades de energía por unidad de volumen e información
de las que dona y ve disminuida su ya de por sí modesta capacidad de
auto-regulación adaptativa y restauración modular. Como de costumbre,
visualizar el proceso en términos de grafos es mucho más intuitivo y
didáctico: Imaginemos ahora la Red Exponencial del Emisor Primario como
un “ovillo” más o menos esferoidal de diminutos vértices y aún más
delgados enlaces, todos ellos muy próximos unos a otros pero de modo
que las zonas más compactamente conectadas son tanto más escasas en
función de su grado de interconexión, y las menos enlazadas más
numerosas a medida que crece su “vaciedad”, y el mecanismo de pérdida
de sectores de este entramado cual una “mano invisible” que tira de sus
“hilos o flecos”, empezando por los más “sueltos y/o periféricos”. Al
mismo tiempo, otros “dedos etéreos” aportan lazos y atan cabos y nudos
en él, pero a menos velocidad y con inferior destreza, de manera que, en
un mismo intervalo, la “mano destructora” consigue desatar y deshacer
más nudos e hilos y mayor cantidad de sectores mejor trabados entre sí
de los que logra reponer la “mano reconstructora”. En el lado de la Red
Neural acontece justo lo opuesto: La presteza y habilidad de la “mano
reconstructora” es mucho más notable que la de la “mano destructora”. El
sumatorio global de este escenario de acción reacción es obvio por sí
mismo y no requiere de mayores explicaciones: La Red Exponencial de la
Fuente será convertida en nueva “madeja” variablemente menos
concentrada en términos “netos” de acuerdo con cada caso particular
dentro de esta modalidad (en el ejemplo de nuestra simulación, perderá el
76% de la energía por unidad de volumen de la su última descarga de
Impregnación y casi el 17% de la total acumulada por la sucesión de
“realimentaciones previas de su “historial” de 4.5 eventos promedio de
hechos-trauma similares liberadores), y buena parte de su dotación
original de “Islas-Mundo” o “Small-Worlds” de bajo-medio grado modular,
sin cambiar sus frecuencias relativas medias de áreas más y menos
interconectadas, por descontado. Por el contrario, la Red Neural en Libre
Escala del Observador ingresará tal densidad psicoenergética (lo cual no
es muy importante para ella, pues “se halla sobrada” de concentración
bruta de energía, y, lo que sí es muy beneficioso y positivo desde su punto
de vista, sobre todo si hablamos de un Testigo Investigador, extraerá una
respetable “masa” de información del Emisor Primario del fenómeno, sin
riesgos apreciables (aunque no por completo desdeñables) y en un tiempo
de operación razonable (alrededor de entre un día y dos días de trabajo).

Conclusiones empírico-descriptivas del análisis inductivo

El incentivo teórico-empírico de este Caso-Tipo es moderado y variable; El


Perceptor recibe un más o menos estimable si bien no enorme flujo de
información del Donante cediendo menos en contrapartida y una dosis de
energía por unidad de volumen en recarga despreciable para la densa
constitución y formidables reservas de su Sistema en Red Psicofísica. El
orden de los Tiempos Críticos es adecuado para este tipo de protocolos
empíricos (en el ejemplo simulado es de 36 horas, 1 día y medio de
interacción), y los índices de riesgos para el Receptor sensitivo son
asimismo perfectamente asumibles.

Balance de Beneficios/Riesgos medios para la Interacción

A) Para la Red Emisora Primaria

Pagos: Bajos
Costes: Medios-Altos
Beneficios: Negativos-Muy Negativos, No Críticos
Riesgos: Medios-Altos

Evaluación General: Inversión Negativa Variable de Medio-Alto Riesgo

B) Para la Red Perceptora

B1) Testigo Eventual/Ocasional

Pagos: Bajos
Costes: Bajos, recuperables a corto plazo
Beneficios: Nulos o Despreciables
Riesgos: Bajos

Evaluación General: Inversión Irrelevante de Bajo Riesgo

B2) Testigo Investigador “Cauto”

Pagos: Medios
Costes: Bajos
Beneficios: Positivos Moderados, Variables
Riesgos: Bajos

Evaluación General: Inversión Medianamente Positiva de Bajo Riesgo

B3) Testigo Investigador “Motivado”

Pagos: Medios
Costes: Bajos
Beneficios: Positivos Moderados, Variables
Riesgos: Bajos

Evaluación General: Inversión Medianamente Positiva de Bajo Riesgo

Resultado Final del Análisis Empírico-Descriptivo General del Caso-Tipo 3

Interés Empírico y Teórico-Analítico: Medio


Relación Coste/Oportunidad para la Red Donante: Variablemente Desfavorable
(<1)
Relación Coste/Oportunidad para la Red Receptora: Variablemente Favorable
(>1)

Caso-Tipo 4: Doble Transferencia Parcialmente Reversible Donativa a Favor de


Psico-Gradiente, o “Testigo/Observador Estándar con auto-control reactivo
psicoperceptivo ligeramente por debajo de la media

Densidad Psicoenergética de Sintonización Transferente


∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) = 3.016 J/m3

Porcentaje de Control Psicocinético



KCT = {∆ σ /[∆ σ
(T-T) (máx)]} 100 = (3.016/96.250) 100 = 3.133%

Porcentaje de Control Psicotermodinámico

TCT = 100 – KCT = 96.867%

Interpretación teórica general de los resultados empírico-descriptivos


Proceso de dinámica lineal parcialmente reversible desplazado hacia el Donante, o en
Recarga Parcial: La Red Fuente de la Impregnación percibe a su favor un porcentaje
variante mayoritario de los flujos de transferencia, tanto el de energía por unidad de
volumen como el informacional. En particular, el mecanismo de transferencia de los
“paquetes psicónicos” o “series de memes” constituidos por nodos y sus conectores es
muy favorable al Emisor Primario, a causa de que el Receptor presenta un grado de auto-
control reactivo discretamente menor al promedio entre sensitivos, aun cuando mucho
más limitado que la “descontrolada y explosiva” “reactividad específica” y propensión al
condicionamiento del Caso-Tipo 2 o del “Observador Traumatizable”. La energía de
sintonización psicofísica es la más elevada entre los procesos de régimen lineal y, en
concreto sensiblemente superior a su caso equivalente parcialmente reversible pero
relativamente favorable al Perceptor, o Caso-Tipo 4 (dichas energías de sintonización
vienen a resultar aproximadamente entre 5 y 10 veces mayores que las de éstos). Esto
tiene su raíz en el reparto de “trabajos cinéticos del tránsito de unidades de información”.
Teniendo en consideración que ahora es la Red Exponencial de la Fuente la que contribuye
en más alta medida a esta labor, y ha de procesar e integrar en su retículo mayor cantidad
neta de nodos y tramas de enlaces activos de los que cede, como su potencia funcional
para llevarlo a cabo es acusadamente más reducida y el tiempo de interacción lo bastante
dilatado para diluir casi por completo la ventaja de su menor coste unitario de percepción-
transducción, es obvio que el gasto global de energía por unidad de volumen en tal
acoplamiento transferente tiene que aumentar. El porcentaje de control termodinámico
sigue siendo usualmente muy notorio y dominante pero, por idéntica razón, levemente
más pequeño (de 1 a 3 puntos porcentuales por encima). Por ello, el Error Relativo de la
Aproximación de control cinético nulo en la Función de Doble Transferencia roza o
traspasa por poco los límites de lo tolerable de forma habitual en los análisis
macroscópicos, por lo que se recomienda utilizar la Función Exacta para calcular la
densidad psicoenergética máxima intercambiada. El Sistema evoluciona hasta un Estado
de Equilibrio Estable final, para el cual su energía máxima por unidad de volumen
transferida a favor del Donante no se aleja en exceso de la diferencia entre la descargada
inicialmente por la Red Emisora Primaria y la liberada por el Perceptor, con la salvedad
que ya hemos puntualizado. Este Tiempo Crítico de Equilibrio del Sistema es, por
consiguiente de orden semejante al del correspondiente proceso reversible desplazado en
sentido opuesto pero algo más corto, porque la Red Exponencial, al verse impelida a
procesar y asimilar una dosis más densa de información dentro de sus restricciones
topológico-operacionales tiende a saturarse o bloquearse al menos de modo parcial,
ralentiza en las etapas finales cada vez más velozmente su cantidad de tránsito
informativo (diferencia entre el flujo total de nodos y tramas que adiciona menos el que
libera de su “tapiz” en dirección al Perceptor) y, por último, llega a lanzar estímulos menos
y menos intensos que apenas superan el umbral psico-perceptivo de la Red Neural del
observador, deteniéndose el proceso de Doble Transferencia con mayor prontitud que en
el caso equivalente precedente inclinado hacia el lado del Receptor (en el ejemplo de la
simulación, a las 9 horas y 36 minutos de iniciarse el “contacto”, frente a las 36 horas en
el Caso-Tipo precedente). Observen que la relación de Tiempos Críticos (unas cuatro veces
más breve el del intercambio parcialmente reversible favorable a la Fuente Primaria que el
de su análogo favorable al Perceptor) es de orden muy comparable e inverso a la que
guardan entre sí los respectivos valores para las densidades psicoenergéticas de
acoplamiento cinético (aproximadamente 6 veces más elevada en la presente modalidad
que en la descrita en el punto previo). Esto es muy razonable y significativo, y ocurrirá con
escasas variaciones para otros ejercicios similares dentro de las condiciones que exige el
Modelo DIR para este Caso-Tipo en especial.

Características Generales del Caso-Tipo en términos de la Teoría de Redes


Psicofísicas

• Flujo psicoenergético bidireccional relativamente favorable a la Red


Donante Exponencial (“endergónico”, según el “Criterio Egoísta” del Receptor).

• Flujo de información bidireccional muy parcialmente favorable a la Red


Fuente Primaria.

• Estado final de Equilibrio Estacionario variablemente desplazado en el


sentido de la Red Emisora Primaria. Ésta absorbe la mayoría de la
densidad energética e informacional. La Red Perceptora la cede,
recibiendo a cambio unas cantidades menores de tales magnitudes.

• Este proceso se diferencia por una respetable pero no exagerada


reactividad específica condicionable de la Red Neural del observador
frente a los estímulos o impactos inductores condicionantes de la Red
Donante. El discreto y mucho más pausado ritmo de actividad de ésta en
relación a la más rápida frecuencia de reacción realimentadora de la Red
Receptora, permiten que la Red Fuente gane la mayor fracción de la
densidad energética e informacional puesta en juego. La Red molecular
original de la Impregnación dona menos unidades nodulares y enlaces de
su trama, y alguno que otro de sus relativamente pequeños,
medianamente jerarquizados y poco abundantes grupos y módulos “Hubs”
de nodos y conexiones o sub-tramas algo más complejas entre ellos, con
destino a engrosar la Red Perceptiva, de los que ésta cede de sus densas,
ricas, complejas y muy modularizadas tramas para superior beneficio del
Emisor Primario. Ahora bien, como su conformación topológica la
determina a sostener fijas las probabilidades de emisión o inserción de
vértices en su retículo, así como una abundancia relativa de nodos
activos inversamente proporcional a su grado de interconexiones en cada
instante, el proceso la enriquece en términos de densidad neta de energía
y concentración bruta de nodos mucho más que en concepto de un
superior nivel de modularidad jerárquica, en el cual los beneficios serán
igualmente positivos pero incomparablemente más modestos. Por eso la
Red más sencilla se tiende a saturar parcialmente, bloquea su respuesta
estimulante en la correspondiente medida y el mecanismo dinámico
interactivo se para, estabilizándose en el equilibrio cuando las
velocidades medias de ambos sentidos reactivos se tornan idénticas, y
antes que en el Caso-Tipo 3, equivalente “simétrico” a éste por su
desplazamiento hacia el Receptor. En tal Estado Estacionario terminal, la
Red Exponencial molecular psicopermeable de la Fuente de Impregnación
habrá adquirido mayor concentración total de conexiones, nodos y
energía, pero tan sólo un poco más de grado de modularidad tipo “Small
World”. Una vez más, nuestra metáfora visual de las “Cuatro Manos
Invisibles” nos ayudará a representar en nuestras propias “redes
neurales” la evolución del Sistema: Ahora la “mano reconstructora” de la
Red del Perceptor es asimismo tan hábil, sofisticada y potencialmente
efectiva como su “mano destructora”, pero, debido a la propensión del
Observador ha mostrar una reactividad condicionada específica un tanto
por encima de la media entre sujetos sensitivos respecto a los estímulos
inductores de la Red, es sensiblemente más “lenta” que la primera, por
eso, en conjunto, la Red en Libre Escala del Receptor se contrae. Pierde
bastante densidad psicoenergética en relación al total transferido entre
ambas Redes, mas eso no es relevante para ella, dada su tremenda
concentración intrínseca. También decrece su cantidad total de nodos y
conectores por unidad de volumen, pero la magnífica presteza y destreza
de su “mano reparadora” suaviza mucho el descenso de modularidad,
recuperándolo en su práctica totalidad a corto plazo tras la experiencia.
De todas formas, no consigue integrar demasiada cantidad de información
del Emisor Primario, por lo que el interés desde el punto de vista analítico
o investigador de esta modalidad de Doble Transferencia es bajo, excepto
quizás si el testigo perceptivo asume el papel de “cebador limitado con
pequeño riesgo”. La Red Exponencial del Donante, a su vez, crece en
“tamaño”, ya que su trama gana densidad energética (factor de gran
incentivo para ésta) y, aun en mayor cantidad, nº global de vértices y
enlaces operativos, aunque tan solo un moderado incremento de “Islas”
de Modularidad un poco más elevada: En su seno, la “mano
reconstructora” es significativamente más rápida y eficaz que la “mano
destructora”, aunque ambas son más torpes que las dos extremidades de
la Red Perceptora. No obstante, dada la singularidad de este proceso, al
hallarse la mano “destructiva-reactiva” del Receptor algo más
“acelerada” de lo normal, envía con suficiente velocidad una respetable
cantidad de “flujos de realimentación” a la “mano reconstructora” de su
“competidor”, haciendo posible que ésta “inserte y anude” más
elementos de entramado en su retículo de los que cede. Sin embargo, ello
mismo acaba por sobrepasar la capacidad funcional de tal mano, ésta “se
cansa” con relativa prontitud y sus movimientos se vuelven cada vez más
lentos, hasta bloquear el proceso, ya que la otra mano ha de acoplar su
ritmo al suyo para mantener los rígidos parámetros de esta clase de “Red-
Ovillo” exponencial constantes.

Conclusiones empírico-descriptivas del análisis inductivo

El interés teórico-empírico de este Caso-Tipo es bajo-moderado; El


Donante percibe un más o menos respetable aun cuando no exagerado
flujo de información del Receptor, así como un ingreso de energía por
unidad de volumen en recarga nada despreciable para la “baja densidad
bruta” constitucional para su Red, aunque no demasiado grado de
jerarquización modular. El Perceptor pierde ambas magnitudes, pero su
compacta concentración estructural y fantástica “robustez” reticular le
preservan de cualquier riesgo serio. Por otro lado, no recaba mucha
cantidad de información sobre la Fuente, lo que hace descender en gran
medida el incentivo del estudio de esta modalidad de intercambio en
términos de la investigación. El orden de los Tiempos Críticos es adecuado
para este tipo de procedimientos experimentales (en el ejemplo simulador
es de unas 9 horas), y los índices de riesgos para el Receptor sensitivo son
también adecuadamente aceptables.

Balance de Beneficios/Riesgos medios para la Interacción

A) Para la Red Emisora Primaria

Pagos: Bajos-Medios, Variables


Costes: Bajos, recuperables a corto plazo
Beneficios: Positivos, Despreciables o Bajos
Riesgos: Bajos

Evaluación General: Inversión Medianamente Favorable de Bajo Riesgo

B) Para la Red Perceptora

B1) Testigo Eventual/Ocasional

Pagos: Bajos, Variables


Costes: Bajos, recuperables a corto plazo
Beneficios: Nulos o Despreciables
Riesgos: Bajos

Evaluación General: Inversión Irrelevante de Bajo Riesgo

B2) Testigo Investigador “Cauto”

Pagos: Medios-Moderadamente Notables (como “Cebador”), Variables


Costes: Bajos, recuperables a corto plazo
Beneficios: Positivos Moderados-Positivos Estimables (como “Cebador”),
Variables
Riesgos: Bajos

Evaluación General: Inversión Positiva Variable de Bajo Riesgo

B3) Testigo Investigador “Motivado”

Pagos: Medios-Moderadamente Notables (como “Cebador”), Variantes


Costes: Bajos, recuperables a corto plazo
Beneficios: Positivos Moderados-Positivos Estimables, Variables
Riesgos: Bajos

Evaluación General: Inversión Positiva Variable de Bajo Riesgo

Resultado Final del Análisis Empírico-Descriptivo General del Caso-Tipo 4

Interés Empírico y Teórico-Analítico: Medio-Moderadamente Notable (Como


“Cebador”)
Relación Coste/Oportunidad para la Red Donante: Variablemente Favorable (>1)
Relación Coste/Oportunidad para la Red Receptora: Variablemente Desfavorable
(<1)

Caso-Tipo 5: Doble Transferencia Receptiva Parcialmente Reversible o


“Testigo/Observador Estándar con auto-control psicoperceptivo ligeramente por
debajo de la media pero relativamente favorecido en el intercambio
psicoenergético”

Densidad Psicoenergética de Sintonización Transferente


∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) g No definida, fluctuante

Porcentaje de Control Psicocinético



KCT = {∆ σ (T-T) /[∆ σ (máx)]} 100 g No definido, fluctuante, pero muy
predominante

Porcentaje de Control Psicotermodinámico

TCT = 100 – KCT g No definido, fluctuante, pero muy pequeño

Interpretación teórica general de los resultados empírico-descriptivos

Puesto que el proceso se produce con los gradientes psicoenergéticos e informacionales


opuestos entre sí, su dinámica es no-lineal, y conduce al Sistema a una sucesión incesante
de estados alejados del equilibrio, o fluctuaciones. Naturalmente entonces, no existe un
valor máximo definido para la energía neta por unidad de volumen transferida, ni por
tanto tampoco para la de acoplamiento cinético o sintonización. Consiguientemente, los
porcentajes o proporciones relativas de control cinético y termodinámico sobre el
intercambio son, asimismo, indeterminados y continuamente variantes. Si bien, como este
régimen dinámico impone necesariamente que el tiempo real de observación-interacción
puede prolongarse cuanto se quiera, es evidente que la transferencia mutua de energía-
información ha de ser muy lenta, por lo cual el grado de control cinético será
extraordinariamente dominante en todo caso. Esta conclusión inductiva se ve ahora
fuertemente apuntalada y explicada desde el punto de vista de la Teoría de Redes
Complejas aplicada al fenómeno de la Doble Transferencia por Impregnación Psíquica, a
cuya combinación creo, modestamente, poder llamar “Modelo Schreiber de Redes
Psicofísicas”.

Características Generales del Caso-Tipo en términos de la Teoría de Redes


Psicofísicas

• Flujo psicoenergético favorable a la Red Perceptora en Escala Libre


(“exergónico”, según el “Criterio Egoísta” del Receptor).

• Flujo de información favorable a la Red Fuente/Emisora Primaria


Exponencial.

• Sucesión indefinida de estados de no-equilibrio: Ambas Redes cambian y


reajustan continua e “interminablemente” su grado local de activación
nodal y nº de conexiones operativas de forma reactiva y competitiva.

• Sin embargo, en conjunto, si se permite transcurra un tiempo de


exposición/interacción lo suficientemente “enorme”, la Red neural en
Libre Escala Libre del sistema Psico-Perceptor del sujeto observador gana
densidad energética, a costa de ceder a favor de la Red Exponencial
molecular-impregnada del soporte psicopermeable del Donante-Fuente
Primaria cierta fracción de su concentración de nodos y conectores activos
y un menor grado de modularidad-robustez. Estos parámetros topológicos
son constantes en ambas Redes para cada intercambio concreto o
“puntual”, como ya demostramos. Pero, a causa de la dinámica no-lineal
imperante en este caso, en verdad lo que ocurre es una sucesión
indefinida de interacciones, para cada una de las cuales, la Red en Libre
Escala del Receptor modifica reactivamente sus parámetros en función de
las condiciones de la Transferencia. Por el contrario, la Red Exponencial
del Donante no puede, se halla impedida morfo-funcionalmente para
hacerlo: Así, aunque dada la modesta pero significativa carencia de auto-
control o leve exceso de “vulnerabilidad reactiva” del Perceptor, su
entramado de nodos y enlaces activos tiende a enriquecerse y hacerse
algo más complejo y jerarquizado, como, para ella, la agregación de
nuevos vértices operativos sigue manteniendo una probabilidad
sustancialmente fija y no puede de todas maneras evitar su rápida
saturación, al final, si se dilata en suficiente medida el periodo de trasiego
mutuo de información, acaba por “bloquearse”, pues por cada sector de
trama que adiciona y se torna en ella un tanto más modular, una sección
equivalente, aun cuando más “tosca”, menos densa en conexiones por
nodo e inferiormente jerarquizada modularmente, ha de desactivarse, de
forma que su nº promedio de conectores activos no varíe. Esta es su Ley
Topológica constitutiva, no puede escapar de ella. Gana, por tanto,
densidad neta de información, como predice el Modelo DIR, pues logra
crear “Islas” o “Smalls Worlds” de cierto nivel de complejidad en Semi-
Escala Libre, como modestos “Archipiélagos Pseudo-Neurales” extraídos
del valioso filón de su Perceptor moderadamente condicionable, pero
pagando su “impuesto intrínseco elevado”, inseparable de su condición
estructural: La simultánea pérdida o desconexión de otras zonas de su
retículo, por añadidura menos “densas” o compactas y, por consiguiente,
relativamente más extensas para compensar y conservar invariantes sus
parámetros promedio de interconexión. En un principio, en las fases
iniciales del mecanismo, el balance es ajustadamente ventajoso para la
Red más simple, pues sus costos unitarios por sintonización y operación
perceptora-transductora-asimiladora son menores y, pese a que la
potencia desarrollada en su ejecución es sensiblemente inferior, como el
ritmo de las mismas es muy lento y el tiempo total de sucesivas
interacciones alejadas del equilibrio indefinidamente grande, este último
factor no es muy relevante, por eso es espontáneo en su dirección. Ahora
bien, como en este Caso-Tipo, el flujo de energía por unidad de volumen
está desplazado en el sentido del Perceptor, a medio-largo plazo la Red
menos densa y dependiente críticamente de su concentración relativa
para mantener su propia entidad, cede lo que más necesita: densidad
psicoenergética. Por lo que, de sostenerse el intercambio demasiado
tiempo, el proceso acabaría por hacerla “contraerse”, inicialmente de
modo paulatino y, en las etapas terminales, más y más rápido, perdiendo
su nuevo y emergente “tesoro” de Pequeños Mundos-Islas de discreta
complejidad organizativa esforzadamente aquilatado, debilitándose
seriamente y, si teóricamente prosigue la interacción, precipitándose en
el estado de “retículo caótico” y, en consecuencia, extinguiéndose.
“Teóricamente”, porque, en la gran mayoría de los casos reales, como al
entrar en dichas fases la grave “hemorragia psicoenergética” supone un
descenso cada vez más veloz y brusco de energía por unidad de volumen a
favor del Receptor, la intensidad de estímulos o potencia del Imprimatur
decrece en la misma proporción a ritmo exponencial, y, por ende, el nivel
de respuestas psicoperceptivas del Perceptor. Cuando las primeras se
sitúen por debajo del nivel umbral, el proceso se auto-bloquea. Volviendo
a nuestros grafos y sus “dos pares de manos etéreas”, aquí la “mano
destructora” y la “mano reconstructora” del retículo Neural Receptivo son
ambas muy fuertes y potentes o veloces, si bien la segunda se muestra
algo más “apta” en estos sentidos, por más que discretamente, en razón a
su escala media, pero, no obstante, su “destreza” operativa-reparadora
es estimable aunque no exageradamente inferior al promedio entre las
Redes de su tipo. Mientras tanto, las dos “extremidades” de la Red
molecular de Impregnación son enormemente más débiles y lentas en
comparación, pero la “mano reconstructora” se muestra por esta razón,
un tanto más relativamente “hábil” sobre el promedio dentro de su
escala. Dependiendo del grado exacto de sensibilidad específica del
segundo, que de todos modos es un poco superior a la media pero
moderado por hipótesis, dentro de la escala de los “dotados” o sensitivos
psíquicos, y de la densidad de potencia inicial de la Fuente al dar
comienzo su “contacto” con él, el estado final del Donante será, o bien el
de una ligera ganancia en grado de jerarquización modular de “Islas-
Mundo de parcial complejidad”, aun a costa de un severo debilitamiento y
pérdida de tamaño y concentración general de entramado, o lo primero
sin apenas lo segundo o su reducción a un estado mínimo “latente” de
acción meramente “subliminal” o su destrucción total. En cuanto a lo
tocante al Receptor, es obvio que, debido a su condición psico-perceptiva
modestamente “condicionable”, quedará afectado o “tocado” en el plano
psico-emocional por la experiencia si ésta se prolongó lo necesario para
ello, si bien incomparablemente menos que en el caso del Observador
sometido a “Infestación por Imprimatur” o Psico-Simbiosis Relativa
Receptiva, notoriamente menos que en el caso del Observador
Traumatizable/Vulnerable y también notablemente más que el del
“Observador Imperturbable”, como es lógico suponer. Pero, sea como
fuere, la superior “robustez” moduladora o multi-reajustadora de la Red
en Libre Escala de su mente le permitirá, casi siempre en este caso,
recuperarse sustancialmente de estos “impactos perturbadores”. Esta
inmensa capacidad recuperadora es propia de la compleja, flexible y
versátil topología de este tipo de Redes, debido a su intenso grado de
modularidad jerarquizada. Así, aun cuando en este Caso-Tipo en
particular, el balance global en el aspecto informacional es desfavorable
para su Red, la refinada y a la par “resistente” capacidad de su Sistema
para reemplazar o sustituir morfo-funcionalmente los sectores de nodos y
conexiones “vaciados”, desentramados, lesionados o “quemados” – por
emplear una expresión metafórica muy coloquial, más no por ello menos
acertada – le garantiza, al menos, un buen control y optimización de
daños. Esta poderosa facultad del cerebro y el SNC humano en general es
bien conocida por los psiquiatras y expertos en el estudio científico de la
conducta, y ha sido precisamente demostrada y descrita por la neurología
y la neuro-bioquímica a nivel celular. Por otro lado, si el
testigo/observador es ocasional o, aun siendo “profesional”, el equipo
investigador del que forma parte no dispone de medios y/o tiempo
suficiente o decide evitar todo peligro a su sensitivo – lo que
denominamos “investigador cauto”, y al que siga el otro curso de acción
posible, “investigador motivado” – en la práctica el periodo de exposición
será considerablemente más limitado y los riesgos se minimizan.

Conclusiones empírico-descriptivas del análisis inductivo

En este escenario, el Receptor gana lo que le sobra o no necesita, densidad


psicoenergética, y pierde una cierta fracción variable aunque no excesiva ni
crítica de su preciosa Red activa de entramado elevadamente jerarquizado-
modulado, aunque esa misma característica le permite compensar los costes de
forma razonablemente satisfactoria tras la experiencia en la mayor parte de los
casos. Sin embargo, como extrae menor cantidad de información del Donante de
la que éste drena de él, tampoco logra un buen rendimiento desde el punto de
vista de la investigación científica del fenómeno, sobre todo porque, además,
requiere un tiempo de observación desmesurado en razón al pobre resultado
conseguido; A su vez, la Fuente Primaria, en el mejor de los casos, logra obtener
un discreto y relativo rédito al acceder a la constitución de cierta sub-trama
primaria de modestas “Islas-Mundos” de algo mayor complejidad-modularidad,
pero pagando un alto precio en concepto de “tamaño” y, lo más gravoso para
ella, concentración proporcional de energía, y a un enorme riesgo de profundo
debilitamiento por sobre-descarga o incluso extinción.

Balance de Beneficios/Riesgos medios para la Interacción

A) Para la Red Emisora Primaria

Pagos: Medios
Costes: Altos-Extremos
Beneficios: Negativos
Riesgos: Altos-Críticos

Evaluación General: Inversión Negativa Limitada de Elevado Riesgo

B) Para la Red Perceptora

B1) Testigo Eventual/Ocasional

Pagos: Mínimos-Nulos
Costes: Mínimos, altamente recuperables
Beneficios: Negativos Mínimos-Nulos
Riesgos: Mínimos-Nulos

Evaluación General: Inversión Negativa-Neutra de Mínimo-Nulo Riesgo

B2) Testigo Investigador “Cauto”

Pagos: Mínimos
Costes: Mínimos-Bajos, altamente recuperables
Beneficios: Nulos-Negativos Bajos
Riesgos: Mínimos
Evaluación General: Inversión Neutra-Negativa de Mínimo Riesgo

B3) Testigo Investigador “Motivado”

Pagos: Mínimos-Bajos
Costes: Bajos, altamente recuperables
Beneficios: Nulos-Negativos Bajos
Riesgos: Bajos

Evaluación General: Inversión Neutra-Negativa de Bajo Riesgo

Resultado Final del Análisis Empírico-Descriptivo General del Caso-Tipo 5

Interés Empírico y Teórico-Analítico: Mínimo-Bajo


Relación Coste/Oportunidad para la Red Donante: Alta-Muy Alta, Muy
Desfavorable (>>1)
Relación Coste/Oportunidad para la Red Receptora: Media-Baja (~1), Irrelevante

Caso-Tipo 6: Doble Transferencia Donativa Parcialmente Reversible o


“Testigo/Observador Estándar con auto-control psicoperceptivo ligeramente por
encima de la media pero relativamente desfavorecido en el intercambio
psicoenergético”

Densidad Psicoenergética de Sintonización Transferente


∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) g No definida, fluctuante

Porcentaje de Control Psicocinético



KCT = {∆ σ (T-T) /[∆ σ (máx)]} 100 g No definido, fluctuante, pero muy
predominante

Porcentaje de Control Psicotermodinámico

TCT = 100 – KCT g No definido, fluctuante, pero muy pequeño

Interpretación teórica general de los resultados empírico-descriptivos

Al igual que antes, el proceso se lleva a cabo con los gradientes psicoenergéticos e
informacionales en sentidos dominantes contrarios entre sí, su régimen es no-lineal, y
empuja al Sistema a una sucesión indefinida de estados de no-equilibrio, u “oscilaciones”.
Lógicamente, no existe un valor máximo determinado para la energía neta por unidad de
volumen transferida, ni por tanto tampoco para la de acoplamiento cinético o
sintonización. Consiguientemente, las fracciones relativas de control cinético y
termodinámico sobre el intercambio son, asimismo, indefinidas y continuamente variables.
Sin embargo, ya que esta dinámica implica necesariamente que el tiempo real de
observación-interacción puede dilatarse cuanto se quiera, es evidente que la transferencia
mutua de energía-información ha de ser muy lenta, por lo cual el grado de control cinético
será desmesuradamente dominante en todo caso. Esta conclusión inductiva se ve aquí
también poderosamente reforzada y justificada desde la óptica de de la Teoría de Redes
Complejas aplicada al fenómeno de la Doble Transferencia por Impregnación Psíquica, o
“Modelo de Redes Psicofísicas”.
Características Generales del Caso-Tipo en términos de la Teoría de Redes
Psicofísicas

• Flujo psicoenergético favorable a la Red Emisora Primaria en Escala Libre


(“endergónico”, según el “Criterio Egoísta” del Receptor).

• Flujo de información favorable a la Red Perceptora Exponencial.

• Sucesión indefinida de estados de no-equilibrio: Ambas Redes cambian y


reajustan continua e “interminablemente” su grado local de activación
nodal y nº de conexiones operativas de forma reactiva y competitiva.

• Sin embargo, en conjunto, si se permite transcurra un tiempo de


exposición/interacción lo suficientemente “enorme”, la Red neural en
Libre Escala Libre del sistema Psico-Perceptor del sujeto observador va
perdiendo densidad energética, a cambio de extraer de la Red Exponencial
molecular-impregnada del soporte psicopermeable del Donante-Fuente
Primaria cierta fracción de su concentración de nodos y conectores activos
o cantidad de información. Estas constantes estructurales son constantes
en ambas Redes para cada intercambio específico o “puntual”, tal y como
ya establecimos. Mas, a resultas de la dinámica no-lineal que rige este
caso, en realidad lo que ocurre es una sucesión “infinita” de
interacciones, para cada una de las cuales, la Red en Libre Escala del
Receptor altera o regula reactivamente sus parámetros en función de las
condiciones de la Transferencia. En contraste, la Red Exponencial del
Donante no está capacitada para hacerlo, se lo impide su misma
conformación morfo-funcional: De este modo, además de que, como
resultado de la moderada pero sensible dosis de algo superior auto-
control psico-emocional del Perceptor, su entramado de nodos y enlaces
activos tiende a empobrecerse y hacerse algo menos relativamente
concentrado e interconectado, como, para ella, la pérdida o desconexión
de nuevos elementos operativos sigue conservando una probabilidad
esencialmente fija, y no le está permitido sea como sea eludir o
compensar su “trasvase”, sino es por medio de una realimentación
informativa positiva ahora imposible, al final, si se alarga en la bastante
medida el periodo de tráfico mutuo de información, acaba por
“desentramarse” o simplificarse de manera crítica o peligrosa para su
pervivencia, pues la reducción de sectores del retículo “más compactos” o
de superior número de conectores por nodo que sufre no se equilibra con
la ganancia de densidad psicoenergética procedente del Receptor. Esto es
efecto de la Ley fundamental que configura su topología: Puesto que la
probabilidad de agregar un nuevo nodo funcionalmente activo jamás varía
en su tipo de Red, en el flujo neto de psicones recibidos a expensas del
Perceptor, cada onda-partícula elemental componente tiene las mismas
posibilidades matemáticas de incorporarse o “regenerar” una sección algo
más “enlazada” de la trama que otra más relativamente “aislada”. Y como
la estructura de escala exponencial “rígida” impone que existan muchas
más áreas de “baja interconexión” que de elevada, y en proporción
agudamente decreciente con el grado de conectividad, la gran mayoría de
las unidades portadoras de energía captadas irán a parar a zonas de
mayor nivel de “vaciedad”. De esta manera, el nº promedio de conectores
activos no cambia, como exige su principio constituyente básico pero,
naturalmente, a costa de una costosa pérdida de su ya limitado y modesto
grado de modularidad. Esta es su Restricción Topológica definitoria, no
puede desprenderse de ella. Gana, por tanto, concentración bruta neta de
energía, como predice el Modelo DIR, pero se encuentra condenada a
destruir “Islas” o “Pequeños Mundos” de discreto nivel de complejidad,
sus únicos, notablemente escasos y por ende “preciosos” “Archipiélagos
Pseudo-Neurales” extraídos del valioso filón de su historial previo de alta
frecuencia realimentadora de hechos-trauma desencadenantes de orden
semejante al que la creó o algunas otras (y estadísticamente muy
infrecuentes) interacciones más plenamente ventajosas con otra clase de
observadores de superior “idoneidad”. En un principio, en las fases
tempranas del mecanismo, el balance energético es ventajoso para la Red
más simple, ya que, al fin y al cabo, aun a pesar de hallarse obligada a
pagar un elevado tributo en forma de pérdida de su ya de por sí modesta
o reducida modularidad jerárquica nodal, su densidad psicoenergética
total aumenta, factor importante para un retículo cuya principal
estrategia de “supervivencia” es la concentración oportunista
acumulativa. Además, hay una pequeña “propina”: Sus costos unitarios
por sintonización y operación perceptora-transductora-asimiladora son
inferiores y, por añadidura, al estar el flujo informacional global del
intercambio desplazado hacia el Perceptor, éste realiza la mayor parte del
trabajo invertido en dichas operaciones. También es cierto que la potencia
desarrollada en su ejecución es sensiblemente inferior en la Red Emisora
Primaria, si bien como el ritmo de las mismas es muy lento y el tiempo
total de sucesivas interacciones alejadas del equilibrio indefinidamente
“inmenso”, este último factor no es importante, por eso el proceso es
psicoenergéticaemnte espontáneo en su dirección. No obstante,
considerando que en este Caso-Tipo, el flujo de información por unidad de
volumen está desplazado en el sentido del Perceptor, a medio-largo plazo
la Red menos modularizada dona algo muy valioso y escaso para ella:
densidad y modularidad interconectiva. Por ello, de mantenerse el
intercambio demasiado tiempo, el proceso terminaría por hacerla perder
casi toda su dotación de pequeñas “Islas” o “Smalls Worlds” de relativa y
moderada complejidad jerárquica, inicialmente de modo gradual y, en las
fases terminales, más y más raudamente. Esto no conseguirá destruirla, al
menos en el concepto definitivo de convertirla en un retículo caótico, pues
mientras más se prolongue el proceso teóricamente, más energía por
unidad de volumen absorbe. Es decir, se torna cada vez más densa y a
mayor celeridad, “crece”, en definitiva, pues no olvidemos que su método
primordial de “nutrición psicofísica” o expansión es la concentración.
“Teóricamente” – digo – porque, en la gran mayoría de los casos reales,
como al entrar en tales etapas “tardías” la aguda “hemorragia
informacional” supone una mengua cada vez más acelerada y brusca de
interconexiones ya y áreas “Small-Worlds” ya miserablemente escasas a
favor del Receptor, llegaría un momento en que la práctica totalidad de
los nodos activos de la Red Fuente contarían nada más que con uno o muy
pocos enlaces con sus vecinos. En forma “gráfica”, ahora el par de
“manos invisibles” de la Red Neural Perceptiva son, si bien más fuertes y
potentes o rápidas que las de la Red molecular psicopermeable de la
Fuente original de la Impregnación,un poco “asimétricas” en estos
aspectos, ya que la “mano reconstructora” es un poco más “lenta” o
“vaga” respecto al promedio de su escala, pero a la vez, es en
compensación considerablemente “hábil”. Las dos “manos” de la Red
Exponencial más simple continúan mostrándose mucho menos poderosas
y rápidas, pero, en términos relativos, la eficacia bruta o “velocidad”
operativa de su “mano reconstructora” resulta algo más ventajosa, si bien
con el inconveniente de que en este caso su actividad resulta menos
“diestra” que el más habitual promedio dentro de su nivel. Dependiendo
de la densidad de potencia inicial de la Imprimación original y, sobre todo,
del “historial” previo de “realimentaciones” por descarga repetitiva de
hechos traumáticos de índole similar a su causa primera que hayan
acontecido en el recinto impregnado y de lo “recientes” que sean los
últimos, antes de dar inicio su “contacto” con el Perceptor, el estado final
del Donante será, o bien el de un más o menos sustancioso beneficio en
densidad psicoenergética acumulada y “tamaño reticular” consiguiente,
aun a costa de una severa pérdida de sus limitados y magros recursos en
nivel de jerarquización modular de “Islas-Mundo” de modesto grado de
complejidad, o, en la peor de las opciones, su reducción a un
“enormemente concentrado” o “hinchado globo psicofísico” repleto de
energía, con una enorme densidad de nodos en su “inflada trama”, por
describirlo gráficamente, pero casi todos ellos conectados a otro único o a
lo sumo dos o tres de sus vecinos. Esta situación equivale a un tan brutal
incremento en el grado de simplicidad topológica que aproximaría a la Red
al estado de un retículo regular completamente ordenado y, en el límite a
algo parecido a un compacto pero rígido cristal mineral. Es obvio que este
estado es incompatible con cualquier función procesadora-transductora-
almacenadora-transferente de información. Representa, de hecho, la otra
forma posible de extinción o “muerte” de las Redes Emisoras Primarias
generadas por Impregnación Psíquica. Aunque, en este caso, a diferencia
del justamente precedente, se trate de una extinción puramente operativa
y no morfo-funcional o absoluta por Descarga Integral o disipación
completa y, por tanto, ignoramos si del todo y en qué sentido o hasta qué
punto irreversible, un aspecto fascinante que añade mucho mayor interés
teórico-empírico investigador a esta modalidad respecto a su “simétrica”,
descrita en el apartado precedente. En referencia al Perceptor, está claro
que, a causa de su condición psico-perceptiva modestamente
“resistente”, no quedará demasiado afectado o “tocado” en el plano
psico-emocional por la experiencia, aunque ésta se prolongue mucho, si
bien sensiblemente más que en el caso del Observador Impasible,
notablemente menos que el caso del Observador
Vulnerable/Traumatizable, muchísimo menos que el sometido a
“Infestación por Imprimatur” e inconmensurablemente por debajo del
“catastrófico grado” de condicionamiento del que sufra la Psico-Simbiosis
Relativa Donativa, o “Posesión por Imprimatur”, tal y como es evidente
razonar. Y modestamente por debajo del ejemplo que le precede. Pero, de
todos modos, la elevada “robustez” moduladora o multi-reajustadora de
la Red en Libre Escala de su mente hará factible, y con relativo menor
esfuerzo que en la ocasión previamente expuesta en el Caso-Tipo que
antecede a éste, que prácticamente siempre, se recupere sin apenas
problemas dignos de mención de estos “impactos perturbadores”, por las
mismas causas ya argumentadas entonces.

Conclusiones empírico-descriptivas del análisis inductivo

En esta ocasión, el Receptor gana o extrae del Receptor mayor cantidad neta de
información y cede una cierta proporción variable aunque no excesiva ni
preocupante de la altísima concentración de energía de su entramado. Ahora
bien, como capta más elevada cantidad de información del Donante de la que
éste extrae de él, ahora sí consigue un rendimiento algo mejor desde el punto
de vista de la investigación científica del fenómeno, aunque matizado porque
precisa un periodo de observación desproporcionado en razón al no en exceso
rico resultado conseguido; Por su parte, la Fuente Primaria, en su mejor opción,
logra obtener un más o menos respetable beneficio al “recargarse” con mayores
dosis de densidad psicoenergética, pero debido a la constitución bastante
“debil” o simplificada de su sub-trama primaria de modestas “Islas-Mundos” de
algo mayor complejidad-modularidad, paga un alto precio en este concepto,
arriesgándose a sufrir con relativa facilidad un “bloqueo” serio en su capacidad
operacional intercambiadora y procesadora de información si el periodo de
interacción se dilata en exceso. Si éste se torna más grande todavía, corre el
riesgo de verse abocada a su “extinción funcional”, al transformarse en una Red
rígida perfectamente ordenada e “inerte” en términos informacionales, por lo
que de nada le serviría su “gigantesca” ganancia acumulativa de concentración
psicoenergética. Sin embargo, es poco probable que tal circunstancia acontezca
en una experiencia real, porque posiblemente la Red Exponencial Fuente, al
bloquearse parcial pero severamente, dejaría de ser capaz de enviar estímulos
suficientemente superiores al entorno-umbral como para inducir una respuesta
mensurable en el Receptor, cesando así el intercambio antes de llegar a ese
extremo teórico. Esto es un desafortunado inconveniente desde una postura
puramente comprometida con la investigación eficiente del fenómeno, pues
sería excepcionalmente interesante indagar si las Redes Psicofísicas de
Impregnación como las que nos ocupan, una vez totalmente “congeladas”
operativamente – o sea, transmutadas aparentemente en una mera trama
molecular soporte desprovista de propiedades transferentes de información
psicónica – pueden “reactivarse” de qué manera si son adecuadamente
“recargadas” y realimentadas sucesivamente por uno o una serie de hechos-
trauma liberadores posteriores. Este sería un experimento absolutamente
embriagador, aunque reconozco que muy dificultoso y con grandes
inconvenientes de todo tipo, y el ético no es el menor. Sin embargo, las
preguntas a las que podría responder son abrumadoramente relevantes e
incluso trascendentales: ¿Recuperaría el material- soporte psicopermeable
primitivamente impregnado algo, alguna “huella” o semblanza de “recuerdo” de
su contenido informativo anterior, o únicamente adquiriría los de la descarga
más reciente? ¿Sobrevive el “código-fuente” de la Impregnación Psíquica a un
proceso tan radical como su conversión en una Red “rígida” de orden
geométrico cristalino o micro-cristalino? Auténticamente... y nunca mejor dicho
de nuevo... “encantador”. En la última Sección de este Ensayo volveremos a
comentar algo más, aun cuando la respuesta solo la tiene el futuro. Es patente
que esto último coloca la importancia teórico-empírica de este Caso-Tipo a
“años-luz” sobre la de su “simétrico” exactamente anterior.

Balance de Beneficios/Riesgos medios para la Interacción

A) Para la Red Emisora Primaria

Pagos: Medios-Altos
Costes: Medios-Altos
Beneficios: Mínimos-Moderados, Positivos o Negativos
Riesgos: Medios-Altos

Evaluación General: Inversión Variable Limitada de Medio-Alto Riesgo

B) Para la Red Perceptora

B1) Testigo Eventual/Ocasional

Pagos: Mínimos-Bajos
Costes: Despreciables o Nulos
Beneficios: Positivos, Despreciables-Mínimos
Riesgos: Despreciables o Nulos

Evaluación General: Inversión Neutra de Riesgo Despreciable

B2) Testigo Investigador “Cauto”

Pagos: Medios-Altos
Costes: Despreciables, altamente recuperables
Beneficios: Positivos-Muy Positivos
Riesgos: Despreciables

Evaluación General: Inversión Positiva-Muy Positiva de Riesgo


Despreciable

B3) Testigo Investigador “Motivado”


Pagos: Altos-Extremos
Costes: Mínimos, altamente recuperables
Beneficios: Muy Positivos-Extremos
Riesgos: Mínimos

Evaluación General: Inversión Muy Positiva- Excelente de Mínimo Riesgo

Resultado Final del Análisis Empírico-Descriptivo General del Caso-Tipo 6

Interés Empírico y Teórico-Analítico: Alto-Extremo


Relación Coste/Oportunidad para la Red Donante: Central (~=1), Equilibrada
Relación Coste/Oportunidad para la Red Receptora: Muy Favorable-Excelente
(<<1)

Caso-Tipo 7: Doble Transferencia en Psico-Simbiosis Relativa Receptiva o


“Testigo/Observador Infestado por Imprimatur”

Densidad Psicoenergética de Sintonización Transferente



∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) g No definida, fluctuante

Porcentaje de Control Psicocinético


∗ ∗
KCT = {∆ σ /[∆ σ
(T-T) (máx)]} 100 g No definido, fluctuante, pero muy
predominante

TCT = 100 – KCT g No definido, fluctuante, pero muy pequeño

Interpretación teórica general de los resultados empírico-descriptivos

En este Caso-Tipo, la dinámica de la Doble Transferencia es tal, que el proceso se halla


psicoenergéticamente desplazado parcialmente hacia el Receptor en los términos
acostumbrados, pero el flujo neto de densidad de información intercambiado es nulo. Por
supuesto, la Fuente Primaria y su Perceptor trasiegan abundante y, por cierto, dadas las
condiciones particulares de esta interacción, enormes y complejas cantidades de
unidades o “psicones” portadores de información, pero de tal modo que la cantidad justa
de ella es exactamente la misma en ambos sentidos, por lo que el balance global de
ambas operaciones implica un Gradiente Informacional Cero. El Modelo DIR predice
para esta peculiar situación un régimen no-lineal, o sucesión indefinida de estados de no-
equilibrio, a semejanza de las dos últimas modalidades anteriores descritas, pues el
“Tiempo Crítico” obtenido carece de todo sentido psicofísico. La variación máxima de
energía por unidad de volumen es – por ende – indeterminada y el nivel de control cinético
del mecanismo mutuamente reactivo igualmente oscilante, pero en extremo
predominante sobre el grado de control termodinámico. Igual cabe decir sobre las
energías de acoplamiento o sintonización, pero como las frecuencias de
extinción/realimentación de ambas entidades psicofísicas son precisa y justamente
iguales, sus incesantes fluctuaciones han de encontrarse estrechamente acotadas en
torno a un valor nulo, porque es evidente que, por hipótesis de contorno, las Redes
Psicofísicas tanto del Donante como del Receptor están desde el comienzo de su mutua
exposición “en fase”. Si el tiempo de observación se prolonga lo suficiente, la densidad
psicoenergética transferida en conjunto será, por consiguiente, favorable al Observador,
mientras que cantidad de información por unidad de volumen que cada uno recibe a
expensas del otro, totalmente idéntica.
Características Generales del Caso-Tipo en términos de la Teoría de Redes
Psicofísicas

• Flujo psicoenergético favorable a la Red Perceptiva Libre de Escalas


(“exergónico”, según el “Criterio Egoísta” del Receptor).

• Flujo de información a “Gradiente Cero”: Equitativamente favorable para


las dos Redes.

• Sucesión indefinida de estados de no-equilibrio: Ambas Redes cambian y


reajustan continua e “interminablemente” su grado local de activación
nodal y nº de conexiones operativas de forma reactiva muy compleja,
parcialmente competitiva y cooperativa.

• Ahora bien, si se posibilita que transcurra un tiempo de


exposición/interacción lo bastante “inmenso”, la Red neural en Libre
Escala del sistema Perceptor del sujeto observador va ganando muy
lentamente densidad energética, a costa de la Red Exponencial molecular-
impregnada del soporte psicopermeable del Donante-Fuente Primaria.
Como fruto de la dinámica no-lineal que gobierna este caso, en realidad lo
que sucede es una sucesión “indefinida” de continuas interacciones, para
cada una de las cuales, la Red Neural del Receptor modifica o reajusta
reactiva y adaptativamente sus parámetros dependiendo de las
condiciones de la Transferencia. Por el contrario, la Red Exponencial del
Donante no puede emularla a la misma escala: se lo niega su misma
constitución morfo-funcional. Por ello, aun cuando en un principio
pudiéramos pensar que la singular e infrecuente igualdad entre los
coeficientes o frecuencias de actividad/reactividad específicas para el
intercambio de estímulos mutuamente inductivos entre las dos Redes
equipararía por completo la capacidad de cada una de ellas para
condicionar a la otra durante el tráfico informativo que ambas comparten
de manera escrupulosamente equitativa, esta idea no es exacta del todo.
Hay que tener presente que, para la Red Emisora Primaria Exponencial, la
pérdida-desconexión y la asimilación-adición de nuevos elementos
operativos (nodos y enlaces) en su entramado sigue manteniendo una
probabilidad esencialmente invariante, y no le está permitido bajo
ninguna circunstancia alterarla. En este caso concreto, este mecanismo es
sumamente interesante desde el punto de vista teórico: En sus fases
tempranas, debido a que el perfil psico-emocional o perceptivo-reactivo
específico del Testigo/Observador propio de este Caso-Tipo es a la par
especialmente “afín” o susceptible a una extrema sensibilidad para con
los estímulos inductores de la Fuente Primaria y sus contenidos, si bien
capaz de “auto-controlar” su grado de respuesta condicionada ante ellos,
envía gran densidad de unidades “psicónicas” portadoras de los
esquemas de los sectores activos de su trama neural “inducida”, pero de
forma gradual y paulatina, no violenta y “descontrolada”, como en el
patrón correspondiente del Testigo-Tipo “Vulnerable/Traumatizable”, con
el cual puede confundirse superficialmente. Este ritmo “sereno” y
atemperado de realimentación es, contra lo que pueda creerse empleando
un razonamiento en exceso somero, más conveniente para la obligada
“estrategia de concentración acumulativa” en la que se fundamenta la
expansión reticular y persistencia de las Redes moleculares
psicopermeables de la Impregnación de estructura íntima Exponencial.
Como el régimen dinámico no-lineal de este proceso asegura un intervalo
de intercambio indefinido y, en lógica consecuencia excepcionalmente
duradero, el menor costo por operación unitaria de decodificación-
transducción-asimilación y el efecto “diluyente” de la desventaja
diferencial impuesta por la muchísimo inferior potencia desarrollada por la
Red Emisora Primaria en el desempeño de dichas tareas, le brinda la no
muy usual y extraordinaria oportunidad real de captar una dosis notable
de concentración de nodos y conexiones a cuenta de la Red Perceptora. Y
no solo eso: Todavía más extraña y afortunadamente desde el “punto de
vista” de los intereses del entramado más simple y menos complejo y
“articulado”, en las primeras etapas o “series de estados fluctuantes
alejados del equilibrio”, logra integrar en su retículo una cantidad de sub-
grupos de nodos con elevado grado de conexión más grande y estimable
que en ningún otro escenario precedente, pues, a causa de la
relativamente “baja” velocidad de realimentación que caracteriza a las
respuestas reactivas del sujeto perceptor – hasta el punto de encontrarse
“en fase” con ella – el nº de veces que le es factible adicionar una aunque
sea modestamente más alta proporción de este tipo de “Islas” de
modularidad “medianamente respetable” – excepcionalmente elevada a
su nivel –, es muy significativamente superior, antes de que la inexorable
y fatal Ley de Distribución de Grados Exponencial Decreciente que la
constriñe la empuje a no poder agregar nada más que unos pocos y
miserables “retazos” de éstos, casi ninguno o ninguno. Naturalmente,
este “periodo dulce” de quizás contenida pero notable “liberación parcial
limitada” de las “cadenas topológicas” que la restringen va reduciendo su
amplitud a un fuerte ritmo, interacción por interacción sucesiva, hasta
que tal grado de cierta flexibilidad desaparece y el Sistema ya no
consigue asimilar nada más que en forma de nodos cada vez más
escasamente enlazados la concentración bruta de información cedida por
el Receptor, lo que, a causa de la estricta necesidad de mantener fija la
probabilidad o frecuencia relativa promedio de asimilación y nº de
interconexiones, empieza a ocurrir en un punto variablemente anterior al
inicio de las fases “centrales” del mecanismo, y cada vez más severa y
rápidamente hasta su tremendamente dilatado e indefinido final
asintótico... Pero ya ha obtenido una abundancia de “Small Worlds”
“oasis” o “archipiélagos” de al menos estimable aunque mediana
modularidad-jerarquización inusitadamente profusos para una Red de su
clase, enriqueciendo más que nunca antes su “tapiz” psicofísico. Esta es
la descripción matemática o morfo-dinámica, utilizando la Teoría de
Redes, del sutil, gradual y “engañoso” proceso que denominábamos
“Infestación por Imprimatur” en mi ensayo teórico sobre la
“PSICOTERMODINÁMICA DEL IMPRIMATUR”..., y lo que la tradición
intuitivo-experiencial popular llama “encantamiento”... Sin embargo,
como las matemáticas de la psicofísica se antojan a veces un poco
demasiado abstractas y el saber tradicional en exceso vago e impreciso,
nos vendrá en este justo momento muy bien recurrir a ejemplos o
metáforas intermedias entre ambos polos extremos que nos ayuden a
refrescar, aclarar y despejar nuestras propias redes de neuronas
personales. La primera de ellas es una comparación de base biológica:
Como ya dijimos en Secciones antecedentes, los factores y
condicionamientos topológico-funcionales de las Redes Exponenciales,
tales como las responsables originales del fenómeno de la Impregnación
Psíquica, determinan a éstas a adoptar una “estrategia de concentración-
acumulación oportunista”. A resultas de su limitada capacidad de recarga
o propensión a la pronta saturación y su lenta o menos potente y
eficiente facultad para realimentarse y enriquecer sus tramas, sobre todo
frente a sus “interacciones competitivas” con las Redes Libres de Escala,
muy superiores a ellas en dichos aspectos, han de aprovechar las escasas
oportunidades o casos más favorables para extraerles la máxima cantidad
posible de densidad energética e informacional, así como nivel de
modularización jerárquica, acumulándolas de la mejor forma que le
permitan sus rígidas condiciones estructurales y funcionales, ya que de
ordinario se ven abocadas a soportar prolongados periodos de mucho más
acusada “escasez”, carencia de fuentes óptimas de recarga y
realimentación y/o contacto con otros tipos de “rivales”, la mayor parte
de las veces bastante o extremadamente menos “idóneos” o incluso
potencial o efectivamente peligrosos. Este esquema adaptativo-evolutivo
es muy típico y común entre las especies depredadoras sometidas a
restricciones competitivas de orden similar respecto a sus “redes morfo-
fisiológicas” orgánicas internas y/o en el no menos esencial e interactivo
entramado de sus relaciones de competencia inter o intra-específicas, lo
que conforma, de hecho, su “Red Ecológica”. Citaba al propósito de ello el
patrón etológico propio de la conducta de arañas y serpientes u otros
reptiles, cuyas restricciones de talla relativa o de su metabolismo de
sangre fría les conduce a adoptar refinadas “astucias” oportunistas y
acumulativas que les permiten cazar o capturar presas muy superiores en
tamaño o peso a sí mismos, procediendo a devorarlos poco a poco, una
vez inmovilizados en sus redes, o procurarse “colosales atracones” de
lentísima digestión semi-letárgica al resguardo de un escondite seguro,
respectivamente. El gradual, sutil y lento mecanismo de “Infestación por
Imprimatur” o “encantamiento” del Perceptor, muestra intensas
analogías con ambos ejemplos, siendo en verdad una suerte de acertada
combinación de los dos en el plano psíquico. Otra manera de
representarnos esto son, cómo no, nuestros ya familiares “grafos”
manejados por “manos invisibles”: En esta ocasión, la Red Neural
Perceptora posee dos “extremidades” fuertes y potentes como de
costumbre, pero la “reconstructora” es más poderosa y eficiente aún que
la “destructora”, de ahí que el proceso esté globalmente desplazado en el
sentido del Receptor o en Descarga desde el punto de vista
termodinámico. Así como muy hábiles, aun cuando inusualmente lentas
dentro de su escala promedio. Además, tanto la “destructora” como la
“reconstructora” son exactamente igual de hábiles y lentas. Estos dos
últimos y “exóticos” rasgos son los que definen la dinámica “Psico-
Simbiótica” en general. Por su parte, la Red Fuente molecular
psicopermeable cuenta con otro par de “manos virtuales” que, como es lo
habitual, son notoriamente más débiles y mucho menos potentes que las
de la otra Red, y además la “destructora” es estimablemente más fuerte y
activa que la “reconstructora”. Pero, a la par, también gozan de la
singular “simetría perfecta” entre sus facultades de “ alta destreza” y “
baja rapidez” operacional a la hora de atar o desatar, anudar y desanudar
cabos y nudos del tapiz, y por otro lado idénticamente capaces en tales
tareas que los extrañamente “habilidosos o precisos” pero anormalmente
“vagos” o “perezosos”, que no torpes, “dedos impalpables” de la Red
Neural del sujeto Observador, por esta razón predispuesto a sufrir la
Infestación Psicofísica o “encantamiento”. Pero, en este Caso-Tipo 7, el
triunfo de la Red menos compacta y más sencilla topológicamente no es
completo: No olvidemos que el intercambio se halla psicoenergéticamente
desplazado hacia el Receptor. Así, la misma “estrategia óptima” de la
Fuente lleva implícita las semillas de su propio “fracaso parcial” final más
probable. De hecho, al verse empujadas ambas Redes por la dinámica
esencial del proceso inductivo/reactivo de la “infestación” a dilatar al
máximo posible el indefinido y gigantesco número de estados alejados del
equilibrio, al fin y al cabo el estado terminal indefinido del Sistema supone
una lentísima pero no por ello menos patente pérdida neta global de su
preciada concentración bruta psicoenergética para la Red de muy inferior
densidad. De este modo, el retículo molecular impregnado del Emisor
Primario, aún postergando en este caso con cierta holgura la peligrosa
saturación hasta el máximo extremo temporal permisible, y consiguiendo
en más ventajosas condiciones que en todas las demás formas de
Transferencia anteriores un respetable grado de jerarquización modular o
“Islas-Mundos Pequeños” de relativa complejidad conectiva, es decir, a
pesar de crecer de manera más que notoria a nivel de cualidad o
sofisticación de trama, mengua o se “contrae” a cambio demasiado en
cuanto a su “concentración”, volumen o grosor total. Se transforma en
una Red de tapiz más complejo, auto-regulable y evolucionado, pero
pagando un fuerte precio en contrapartida, el “adelgazamiento” y
“encogimiento” general del mismo. Por esto, en principio sortea con éxito
la saturación y atesora un inusitado rédito en cantidad y nivel de
organización informacional a expensas de su “infestado-encantado”
Perceptor, sin por ello poder evitar en las etapas postreras de su “astuto
comercio” con él la peligrosa “saturación” y, aunque lejos esta vez de
correr un peligro grave y mucho menos crítico, acaba por “bloquearse” y
verse obligada a “soltar” su “jugosa presa” a medio digerir, por
expresarlo de nuevo en didáctica metáfora. De todas maneras, estos
ejemplos poseen un valor puramente ilustrativo y no riguroso; Pues en
realidad, aunque factores como la “sangre fría” o “poiquilotermia” – más
correctamente definida por “ectotermia” –, la imposibilidad de adquirir
una envergadura superior por las limitaciones físicas derivadas de la
morfología exo-esquelética y, en general, cualquier otro carácter
“estenoico” que haga depender fuertemente a una especie pluricelular de
organización eucariótica de las variables ambientales que determinan los
factores bióticos y abióticos que condicionan sus relaciones
intraespecíficas y de adaptación a tales variantes físico-químicas de su
entorno, si bien conllevan un más elevado nivel de “rigidez reactivo-
adaptativa” frente a los cambios del medio y, por consiguiente, una
pérdida relativa en “grado de modularidad” o “libertad de escalamientos”
en el seno de sus Redes Orgánicas Complejas morfo-funcionales
componentes, no significan en modo alguno que éstas dejen de ser
esencialmente Redes Libres de Escala. Es cierto que – integralmente
considerado – un animal “de sangre caliente” u “homeotermo”
(endotermo), por ejemplo, y, en términos generales, un organismo
superior de estrategia predominantemente “eurioica”, tiende a ser más
“flexible”, auto-regulable y versátil ante las perturbaciones, impactos y
agresiones medio-ambientales. En algún sentido, “amplitud
homeostática” equivale a algún nivel mayor de “grados de libertad de
escalas”, según los conceptos topológico-dinámicos de la Teoría de Redes.
Pero, entre especies pluricelulares e incluso unicelulares provistas de
núcleo delimitado, la cantidad de factores interactivos que influyen en la
facultad de de modulación reguladora adaptativa es tan grande,
intrincada y se hallan tan estrecha y delicadamente relacionados entre
ellos, que no se puede establecer con rigor ni validez alguna una suerte
de “escala de modularidad jerárquica” entre sus Multi-Redes Complejas,
pues todas éstas y en cada especie en concreto son retículos
intensamente provistos de densos y abundantes grupos de “Hubs”
optimizados por la Evolución para cada uno de sus nichos y hábitats
específicos. Todos ellos son, de hecho, entramados extraordinariamente
sofisticados, “robustos”, complejos y altamente operativos de Redes
Libres de Escala en refinada y auto-regulable acción interna optimizada.
Así, volviendo a nuestra comparación de los homeotermos y ectotermos,
afirmar que un reptil (un cocodrilo, por ejemplo) es más “modular,
complejo” o de superior “jerarquía morfo-funcional adaptativa” que un
mamífero de similar talla y posición en la cadena trófica (como un león), o
una planta caducifolia de polinización estacional más que otra perenne de
semejante envergadura, es sencillamente ridículo a la par que
groseramente simplificador, porque cada “estrategia” metabólica,
fisiológica o reproductiva muestra ventajas e inconvenientes y se
encuentran profunda y prolongadamente “avalada” por millones de años
de Selección Natural y otros “mecanismos emergentes acelerados” de
adaptación-respuesta evolutiva a las alteraciones menos graduales o más
bruscas de los parámetros de sus entornos particulares. Por continuar con
nuestros ejemplos, la principal restricción metabólica de los ectotermos,
su incapacidad para controlar su propia temperatura o calor interno, es
una evidente desventaja a la hora de ocupar una gran variedad de zonas
climáticas, pero comporta una envidiable facultad para poder resistir sin
comer durante periodos de escasez de presas mucho más dilatados. Los
homeotermos, en cambio, debemos nutrirnos casi todos los días, porque
las exigencias o costes de nuestro metabolismo basal son muy superiores.
Los árboles de hoja caduca pagan el precio de sumirse en un estado
periódico anual de “letargo” o parcial “latencia” fisiológica, pero en
contrapartida, sus mecanismos de difusión y transporte de polen en cada
floración son bastante más rápidos, precisos y selectivos, basados en la
mayoría de sus especies en potentes y especializados sistemas
cooperativos con “magníficas máquinas biológicas voladoras de dirección
o blanco inducido-semi-dirigido” (sus insectos polinizadores). En
contraste, una conífera, por citar una variedad concreta de hoja perenne,
mantiene más o menos su pleno nivel funcional todo el año, si bien sus
agentes de transporte reproductivo son mucho más lentos, imprecisos y
azarosos y, por ende, sujetos a pérdidas. Y todo ésto es consecuencia de
un denominador u origen filogenético común sustancial, emplazado muy
por encima de nuestras aparentes, multiformes y abigarradas diferencias:
Todos somos criaturas de metabolismo oxidativo aerobio y un genoma de
tremendo poder auto-regulador, modulador y reparador, organizado en
complejos proteico-nucleicos cromosómicos con código-fuente de ADN
bicatenario y elevada provisión de variabilidad y capacidad de reajuste
epigenético-transferente adaptativo gracias a nuestra enorme “despensa”
de reservas genéticas “latentes” o “durmientes” de inapreciable
potencial de activación, inserción o potenciación (intrones), a los que
algunos simplistas precipitados difamaron apostrofando con torpísima
injusticia “chatarra génica”, y sistemas de dobles membranas lipo-
proteicas con profusos y sofisticados códigos de receptores y
transmisores de “señales” bioquímicas interactivas a nivel intercelular. Lo
que nos une es infinitamente más de lo que nos separa: La génesis
compartida por admirable serie de “saltos endosimbiótico-fagotróficos”
de nuestra “ilustre” y perfeccionada “madre ancestral”: La Célula
Eucariota. Y cada célula eucariótica es, en sí una complejísima y
emergente Red en Libre Escala de Redes en Libres Escalas de orden muy
denso y rico de entramados modulares sinérgicos interactivos: Nuestra
Red Genómica, nuestra Red Proteómica-Funcional, nuestra Red Metabólica
Oxidativa y nuestra Red Membranoso-Bioquímico-Perceptora-
Transductora de los estímulos ambientales, o Red de Relación Adaptativa.
Por esta universal y poderosísima razón, los ejemplos descritos varias
líneas más arriba no son sino meras metáforas orientativas. No obstante,
si pretendemos encontrar una interacción transferente de energía-
información entre dos sistemas abiertos complejos pero de muy diverso
grado de jerarquía modular y topología fundamental, como la de las Redes
Fuentes moleculares primarias de la Impregnación Psíquica y las Redes
Neurales Psico-Perceptivas de sus Receptores en el Modelo DIR, en el no
menos fascinante mundo biológico, no tendremos que buscar en exceso:
Esta clase de interacciones y, en concreto muy en especial el Caso-Tipo
que nos ocupa y los dos siguientes, (en general, los de modalidad Psico-
Simbiótica), son exactamente análogas a las que determinan la relación o
intercambio de nuestras células con los retro-virus. Por definición, todo
virus es un parásito obligado, ya que carece de estructura y metabolismo
celular. En esencia, se trata de una macromolécula orgánica
particularmente grande y compleja con una cubierta proteica que
envuelve una única y simplificada cadena de ARN o ADN codificador de su
“software” o código-fuente de información genética, asistida por un
modesto y compacto equipo enzimático transcriptor-decodificador. Una
especie de “jeringa” o “nano-máquina” inyectora de genes con limitada
capacidad de autonomía, por así decir. Desarrolla una restringida y
peculiar función de relación adaptativa y, eso sí, se halla perfectamente
facultado para transferir y replicar sus unidades genéticas de información,
o sea, para reproducirse, aunque únicamente a expensas de invadir una
célula completa, usurpar, controlar y reprogramar el “software” o código
informático de instrucciones de su anfitrión. No se nutre, ni crece, ni se
desarrolla, ni lo necesita. Sus unidades elementales son
extraordinariamente simples, ligeras y frágiles, pero asombrosamente
eficaces si se reúnen en concentración relativa suficiente. En el caso de
los retrovirus, cuentan con un muy discreto y reducido grado de
modularidad o versatilidad adaptativa, mínimo pero justo el que requieren
para mutar con objeto de modificar reactivamente los receptores de su
membrana lipoproteica “extraída” de sus potenciales víctimas
hospedadoras en su “contacto-umbral” inductor original y camuflarse así
con “astuta” estrategia oportunista, asegurándose su ulterior “vía libre”
para penetrar las defensas inmunológicas y protecciones de las
membranas de sus “presas” y acceder a su rico, cálido, realimentador y
recargador citoplasma, a la Red endomembranosa que les conducirá al
“sancta-santórum” de la Red Central de Redes del Sistema Receptor
Celular, proveedor de tesoros incalculables de energía, potencia e
información: El núcleo y su ADN de doble hélice hiper-denso o
“empaquetado” en sus complejas corazas-estuches-edificios modulares
complejos cromosómicos... Son, en definitiva, Redes Exponenciales Retro-
Transcriptoras Macromoleculares..., en singular y desigual pero no
siempre desfavorable competencia y, a veces, extraña mezcla de ésta con
cooperación interesada, más o menos “engañosa”, con mucho más
gigantescas, densas, sofisticadas, potentes y jerarquizadas Redes Libres
de Escalas a nivel celular. Su única posibilidad de éxito es concentrarse en
ingentes muchedumbres de unidades operacionales diminutas, para que
cada célula sea infectada por un gran número de ellas. Cada ente o vector
vírico individual es poco potente, pero sus costes unitarios por operación
infectiva-transmisora de información son muy bajos, pues no cargan con
metabolismo que sostener. No están vivos ni muertos, se les puede
calificar como “no-muertos activos”. Si las condiciones de resistencia o
mecanismos defensivos de sus células-diana específicamente idóneas no
son óptimos, su menor “robustez”, densidad o tamaño intrínseco y
potencia operativa les obliga a permanecer en estado latente, aguardando
la oportunidad de resurgir. Si se propagan en exceso, destruyen su
exclusiva fuente de recursos por saturación, en virtud de su parasitismo
forzoso, y se extinguen en el caos desintegrador. Si las variables
ambientales, a las que responden dentro de márgenes muy estrechos, le
son adversas, se “bloquean”, llegando a cristalizar cual inertes retículos
geométricamente ordenados... No creo preciso añadir nada más. Esta vez,
la metáfora es didáctica, ilustrativa y precisa al mismo tiempo.

En este Caso-Tipo en concreto, las células-blanco son fácilmente


infectables por engañoso camuflaje simbiótico de membrana, la versión
retro-vírica del “encantamiento”... Pero, tras una larguísima y penosa
pugna, el organismo invadido o “parasitado” es lo bastante compacto,
fuerte o resistente para sobrevivir tras el punto crítico de saturación, a
costa de más o menos graves daños y una lenta convalecencia
prolongada...

En el siguiente será aún menos afortunado.

Conclusiones empírico-descriptivas del análisis inductivo

En este escenario, el Perceptor recaba o extrae del Emisor Primario igual


cantidad neta de información que la recibida a su costa, y además absorbe una
cierta fracción variable aunque no excesiva ni preocupante de la limitada
concentración de energía de su entramado. Si bien, como capta una muy alta
cantidad de información del Donante. En realidad, prácticamente “exhaustiva”
sobre el origen y circunstancias que originaron su inicial Descarga por
Impregnación, los contenidos o hechos-trauma liberadores de ésta y su
“historial” posterior de realimentaciones sucesivas, ya que la propia dinámica
del mecanismo psico-perceptivo reactivo de “Psico-Simbiosis Relativa” o
“Infestación” parasitaria le empuja o “seduce” a un esquema “obsesivo-
compulsivo” condicionado de reiteradas y sucesivas observaciones de amplitud
fluctuante a lo largo de un periodo de “contacto” indefinido y enorme, si ningún
tercer agente externo lo impide. El beneficio de tal patrón de conducta es de
incalculable y patente valor para la investigación científica del fenómeno, pero
muy atemperado porque exige un tiempo de observación “desmesurado” y,
sobre todo, implica un factor de riesgo muy agudo; Por su lado, la Fuente
Primaria consigue obtener, a su escala, un inmenso beneficio, al
“realimentarse” lo más masiva y “modularmente” que puede, dentro de los
modestos márgenes de su constitución considerablemente más “debil” o
simplificada de su sub-trama primaria de modestas “Islas-Mundos” de menor
complejidad-jerarquía. Pero paga un muy estimable coste a cambio,
arriesgándose a experimentar con relativa facilidad una más o menos seria
“saturación parcial” al donar una notable parte de su preciosa y escasa
densidad bruta de energía. Extremo que, de prolongarse lo bastante la
interacción, sobrevendrá inexorablemente, dando fin a la Doble Transferencia.
En resumen, esta modalidad supone un colosal potencial de interés informativo
desde el punto de vista de la investigación del fenómeno, mas a costa de asumir
severos riesgos para el Testigo/Observador sensitivo, pues es evidente que éste
quedará, por lo común, grave y profundamente afectado a nivel psico-emocional
por la experiencia, requiriendo sin duda una fuerte ayuda personal y
profesional, no siempre garante de un éxito recuperador o terapéutico integral o
aceptable a largo plazo. Es, igualmente, en el plano del conflicto entre impulso o
anhelo de conocimiento y responsabilidad profesional y ética, un intenso,
intrincado y hondo conflicto..., una tentación..., a semejanza de la
“subyugación” o “encantamiento” psico-emocional ilusorio al que somete al
Perceptor..., lo que no deja de ser curioso, interesante y...revelador. La relación
Coste/Beneficio y Coste/Oportunidad del Caso-Tipo 7 se muestra – pues – muy
dependiente de la propia actitud y motivaciones de su observador y/o de los
criterios o política a seguir asumidos por éste, el equipo que trabaja con él y su
dirección ejecutiva, esto es, de su carácter “Cauto” o “Motivado”.

Balance de Beneficios/Riesgos medios para la Interacción

A) Para la Red Emisora Primaria

Pagos: Medios-Altos
Costes: Bajos
Beneficios: Positivos, Medios-Notables, Variables
Riesgos: Medios, Variables

Evaluación General: Inversión Positiva Variable de Mediano Riesgo

B) Para la Red Perceptora

B1) Testigo Eventual/Ocasional

Pagos: Bajos
Costes: Bajos-Medios, variablemente recuperables a medio-largo plazo
Beneficios: Negativos Mínimos-Bajos
Riesgos: Bajos-Medios

Evaluación General: Inversión Neutra-Negativa de Bajo-Medio Riesgo


B2) Testigo Investigador “Cauto”

Pagos: Medios-Altos
Costes: Medios-Altos, variablemente recuperables a medio-largo palzo
Beneficios: Neutros-Negativos Variables
Riesgos: Medios-Altos

Evaluación General: Inversión de Signo Variable y Medio-Alto Riesgo

B3) Testigo Investigador “Motivado”

Pagos: Altos-Extremos
Costes: Altos, variable y parcialmente recuperables a largo plazo
Beneficios: Neutros-Positivos, Variables
Riesgos: Altos-Muy Altos

Evaluación General: Inversión Positiva Variable de Alto Riesgo

Resultado Final del Análisis Empírico-Descriptivo General del Caso-Tipo 6

Interés Empírico y Teórico-Analítico: Alto


Relación Coste/Oportunidad para la Red Donante: Medianamente Favorable (<1)
Relación Coste/Oportunidad para la Red Receptora: Variable, Indeterminada
(><1)

Caso-Tipo 8: Doble Transferencia en Psico-Simbiosis Relativa Donativa o


“Testigo/Observador Poseído por Imprimatur”

Densidad Psicoenergética de Sintonización Transferente


∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) = 0

Porcentaje de Control Psicocinético

KCT = 100% g Absoluto, independiente del “Acoplamiento a Coste Cero” o “Pre-


Sintonización Psíquica Resonante” entre el Donante y el Receptor

Porcentaje de Control Psicotermodinámico

TCT = 100 – KCT = 0%

Interpretación teórica general de los resultados empírico-descriptivos

Proceso reversible termodinámicamente desplazado en el sentido favorable al Donante, o


en Recarga Parcial, pero “Psico-Simbiótico”, es decir, bajo Gradiente Informacional Nulo. El
régimen dinámico es no-lineal, aunque más próximo a la linealidad que en los tres últimos
Casos-Tipo previamente estudiados. Como lógica y directa consecuencia de ello, el
Sistema tiende en su evolución a un Punto Crítico de Equilibrio Inestable o “Estado
METEDIR”, a través de un nº enorme e indefinido de sucesivos “pasos o interacciones
elementales mucho más breves”. Dicho mecanismo cinético complejo implica tres
características inexorables al proceso de Doble Transferencia: La primera de ellas la
comparte, llevada a su extremo máximo, con todas las modalidades asimismo no-lineales,
incluyendo aquellas cuyo Estado Final es una serie indeterminada de continuas
Fluctuaciones alejadas del Equilibrio, y cuyos dinamismos son mucho más severamente
apartados de la linealidad; La segunda, tan solo la posee en común con las otras dos
formas de “Psico-Simbiosis”, pues es la que expresa la condición intrínseca que a ésta
define; La tercera, vinculada en concreto a su carácter “no-lineal, pero próximo a una
suerte de linealidad global a desmesurado plazo temporal”, es únicamente propia de los
intercambios que conducen a “Pseudo-Equilibrios” Inestables y, por consiguiente, a su
Caso-Tipo y el siguiente, el Caso 9 o “Psico-Simbiosis Absoluta”. Manteniendo igual orden,
estas propiedades son: Mecanismos o “rutas reactivas” muy complicados, que operan
mediante una sucesión incesante de “pasos simples” de diversas y cambiantes
“velocidades o constantes cinéticas de reacción”, controladas por las operaciones de
percepción-procesado-almacenamiento de secuencias “meméticas” de información entre
las Redes y suponen que el control del proceso sea siempre de elevadísimo predominio
cinético. Ello implica que, en general, la “etapa determinante” del proceso transferente no
sea la de “acoplamiento inicial” o “sintonización psicofísica”, porque ésta no será en modo
alguno la más “lenta” o energético-entrópicamente “costosa”: De inmediato, la
simplificadora y práctica aproximación inductiva realizada para los Casos-Tipo Lineales,
que define la “fracción o porcentaje de control cinético” como una variable esencialmente
dependiente de la magnitud relativa del costo energético disipado en esa operación
mecanística respecto al valor total de densidad psicoenergética transferida entre los dos
Sub-Sistemas en Red (10), deja de tener sentido. Por eso, aunque aquí el nº de pasos del
mecanismo es inmenso, como corresponde a un intercambio de grandes flujos de
información en cada sentido opuesto – por más que ambos sean exactamente idénticos y
computen un incremento neto nulo global de densidad de información-entropía – y por ello
el control de la Doble Transferencia esencialmente cinético, sin embargo esta condición
es por entero indiferente del valor relativo de la energía de sintonización y la total
intercambiada. En realidad, esto es obvio al considerar enseguida el segundo “rasgo
definitorio” de esta más que singular modalidad de Doble Transferencia; Éste es,
análogamente a lo ocurrido en el caso justamente anterior, la exacta igualdad entre la
cantidad bruta de “unidades psicónicas” o cantidades de información por unidad de
volumen que cada Red Psicofísica integra en sus tramas procedentes de la otra, la pre-
condición de contorno “Psico-Simbiótica”: De nuevo, la Red Neural del
Observador/Perceptor emite y recibe, o sea, pierde e ingresa “paquetes” o secuencias de
“nodos psicónico-meméticos” y sus conexiones justo al mismo ritmo promedio que lo hace
la Red Exponencial de la Fuente Primaria de la Impregnación. Esta especial “ultra-afinidad
psicoperceptiva específica” en fase o “resonancia psíquica” combina la tremenda y
desproporcionada reactividad condicionada frente a los estímulos del Emisor Primario de
un Receptor estilo “Vulnerable-Traumatizable” con una extraordinaria capacidad de
acoplar tan descomunal y desproporcionada respuesta psico-emocional a la gradual,
dosificadísima, pausada y lentísima frecuencia reactivo-inductiva de la poco potente y
rápida Red Exponencial de procesado del Donante. En sí, el nivel cuantitativo y grado de
intensidad cualitativa de la respuesta del retículo neural a las inducciones del entramado
impregnado en estos tres Casos-Tipo de “Psico-Simbiosis” son comparables o hasta
superiores en ocasiones a los del Testigo “Vulnerable-Traumatizable”. Pero, la falta de
control reactivo de este último, vinculada a su gigantesca frecuencia de emisión/extinción
de flujos de respuesta limitaban al mínimo el Tiempo Crítico de la interacción. En aquel
momento, describíamos metafóricamente al proceso Irreversible en Recarga Pura con una
“combustión química rápida” favorable a la Fuente Primaria del fenómeno. Esta modalidad
en particular, al hallarse también desplazada hacia el lado del Donante en términos
psicoenergéticos, sería algo parecido al equivalente en Transferencia Psicofísica a una
dilatadísima, cruel e implacable “combustión a fuego lento” del Perceptor cuya trama
neural se halla “poseída por Imprimatur” o... “en fase de resonancia perfecta” con la Red
molecular de Impregnación Psíquica ambiental... O, como decían los Antiguos,
“encantado”... Naturalmente, la integral identidad entre los valores de sus coeficientes
de extinción/emisión hace que las dos Redes se encuentren “en fase total” desde el
principio, por lo que el consumo energético por unidad de volumen en la operación de
“sintonización” entre sus retículos es nulo, así como por ende la energía de acoplamiento.
Aquí dicha “etapa” no tan sólo ha dejado de ser la más “costosa” o “determinante”, la
“barrera o potencial de activación” necesario a superar por el mecanismo cinético del
proceso y, consecuentemente, el principal factor limitante-controlador de su velocidad –
como acontece en los demás casos no-lineales – sino que, sencillamente, no existe; La
tercera singularidad de este Caso-Tipo es derivada de su naturaleza dinámica no-lineal,
pero no demasiado alejada de cierto patrón “pseudo-linealizado”, o bien, tendente a un
Punto Crítico final de Equilibrio Inestable. Esta propiedad aparta a los Sistemas de un
destino de indefinidas e ininterrumpidas oscilaciones fluctuantes alejadas del Equilibrio,
pero requiere de tiempos teórica o virtualmente “infinitos” para acceder a tales Estados
Críticos. Esto, matemáticamente, claro: En la práctica, bastará estimar que ambas Redes
mantengan el intercambio un periodo “inmenso” de tiempo respecto a los habituales en el
modelo parcialmente reversible lineal equivalente (Doble Transferencia Parcialmente
Reversible Donativa a Favor de Psico-Gradiente). De esta forma, en el Equilibrio Inestable
final, la densidad psiconergética máxima transferida a favor del Emisor Primario coincide
por completo con la determinada por la Primera Aproximación a la Función Cinética de
Doble Transferencia, es decir, a la diferencia algebraica entre la energía por unidad de
volumen liberada por la Red Fuente de la Impregnación y la cedida por la Red Perceptora.

Características Generales del Caso-Tipo en términos de la Teoría de Redes


Psicofísicas

• Flujo psicoenergético bidireccional favorable a la Red Primaria


Exponencial de la Impregnación (“endergónico”, según el “Criterio Egoísta” del
Receptor).

• Flujo de información bidireccional completamente equitativo o “en fase de


resonancia específica absoluta” entre ambas Redes. Éstas intercambian
grandes y complejas secuencias de información, pero su balance neto final
es nulo: “Gradiente Cero” Informacional.

• Estado final de Equilibrio Inestable o “Punto Crítico METEDIR”, favorable


psicoenergéticamente en conjunto para la Red Fuente. Requiere para ello
un Tiempo de Exposición “enorme” (teóricamente tendente a “infinito”).

• Este escenario se define principalmente por una muy anómala o especial


“baja resistencia” o “robustez” por parte del entramado Libre de Escalas
de la Red neural del Perceptor ante los impactos perturbadores
provenientes de la Red Exponencial de la Impregnación. Pero, a su vez,
las poderosas respuestas elevadísimamente condicionadas de su Sistema
se llevan a cabo de una manera enormemente lenta y perfectamente
acompasada con las acciones perturbadoras de la Red Fuente inductiva.
Simplemente, las dos crecerán lo máximo posible a costa de la otra en
términos informacionales, en realidad, cada una en la misma y colosal
medida en cuanto a densidad bruta de unidades de información
asimiladas. Sin embargo, de nuevo de forma idéntica a lo que acontecía en
el Caso-Tipo 6, el tapiz de la Red más simple desde el punto de vista
topológico (la de Impregnación Primaria, evidentemente), el grado de
“calidad” o nivel de organización modular jerarquizada logrado será
notoriamente más mediocre, como lógico efecto de las limitaciones
estructurales-funcionales del entramado de Ley Exponencial, pero
asimismo el mayor posible dentro de sus limitadas posibilidades. Ambas
Redes, tanto la Neural en Libre Escala como la Molecular Imprimada
ambientalmente sobre un soporte adecuado o “psico-permeable”, se
benefician en esta modalidad de Doble Transferencia de sus rendimientos
óptimos en la operación perceptivo-procesadora-almacenadora de
secuencias de “memes” o portadores “psicónicos” de información
mutuamente intercambiados, cada una a su escala. El único inconveniente
es que, para ello, necesitan un tiempo de interacción extraordinariamente
grande. Este par de características son, como ya hemos explicado,
consecuencias directas de la peculiar, poco usual y “fascinante”– en todos
lo sentidos del calificativo – dinámica lenta, gradual e intrincada del
“Parasitismo por Imprimatur” o, por también describirlo “a la vieja
usanza”, proceso de “encantamiento” experimentado por el Perceptor
como respuesta a los estímulos perturbadores o inductivos de la Fuente.
Pero ahora, a diferencia de lo que indicábamos en el Caso-Tipo previo, la
Transferencia neta en el sentido de Recarga se halla favorecida
termodinámicamente sobre la de sentido en Descarga. Esto conlleva que,
si el esquema reactivo “obsesivo-compulsivo” condicionado en el
Observador se desarrolla hasta sus fases terminales sin intervención en
contra de ningún otro agente que interrumpa su exposición a la acción del
Emisor Primario, como la Red Exponencial de ésta no solo se torna
estimablemente más “rica” o compleja en nº de “Islas-Pequeños Mundos”
de moderado nivel modular, sino también crece o se expansiona al
máximo concebible para sus condiciones en concentración bruta de
energía por unidad de volumen a expensas de la potente, “propicia” y
“exquisitamente nutritiva” Red Receptora. Extrae, por tanto, de ella, los
dos recursos más preciados para un conjunto de tramas Exponenciales
sometidas a una “estrategia de persistencia” oportunista y acumulativa.
Una vez más, el mejor ejemplo gráfico, aun cuando meramente ilustrativo,
en el seno del universo biológico, sería el de una araña que captura en su
red (hasta en ese aspecto es idónea la metáfora), a una víctima “ideal”,
cuya particular mezcla de curiosidad-ingenuidad o “ceguera” ante la
percepción de dicho entramado y su auténtico significado, la predisponga
a caer en ella con “suave facilidad” en un principio. Después, las
sustancias adherentes – equivalentes en nuestro ejemplo al elevado
potencial condicionante “psico-perceptivo” que los estímulos inductores
de la Red de Impregnación Psíquica ejerce sobre su sujeto Perceptor
“subyugado” – se encargan de “inmovilizar” a la presa, cada vez más
inerme, por entero disponible para ir siendo “devorada” poco a poco. Se
trata, en esencia, de una interacción Depredador/Presa basada en una
sutil pero engañosa táctica de “ilusión cooperativa” de mutuo y
equilibrado beneficio común inicial (sostenida por la especial
“sintonización” previa entre sus Redes Psicofísicas), que se torna feroz y
despiadadamente “competitiva” una vez avanzada la “relación
intraespecífica”. Mas aquí, a diferencia del caso del conejo y la serpiente,
en el cual el primero, aunque sufre una suerte de “parálisis por
fascinación/terror” casi “hipnótica”, todavía conserva ciertas
posibilidades de escapar más o menos ileso del peligroso trance, o bien
incluso si es devorado obliga a su cazadora a una larga, costosa y
arriesgada fase de “letargo digestivo” o saturación metabólico-funcional,
la Red Predadora puede entregarse con reposado y paulatino placer y
mínimo riesgo a ir alimentándose de su Presa lenta y tranquilamente, a
porciones pequeñas, por más “voluminosa” o “pesada” que resulte en
proporción a su propia talla o envergadura. Con un significado mucho más
exacto y realista en función de la naturaleza auténtica de las Redes
implicadas, el correlato biológico a escala celular de este Caso-Tipo de
intercambio por Transferencia Psicofísica es el del “código intruso” de un
virus fago lisogénico que, ante una situación de “vulnerabilidad” de su
anfitriona bacteriana, activa sus “genes de transferencia” a “modo lítico”,
procediendo a la conversión del genoma del ADN circular en una poderosa
maquinaria autodestructiva para fabricar nuevos virus activos,
aniquilando a la procariota parasitada en el proceso, claro está. O bien
lo que es por completo equivalente, un retro-virus de alta virulencia (pero
escaso poder contagioso), como las diversas cepas que producen el SIDA,
que, al afectar a “células-diana” claves como las del mismo sistema
inmune, puede permanecer “latente” durante dilatados periodos de
tiempo, hasta que un impacto ambiental, otro trastorno, síndrome o
enfermedad debilite el organismo y las defensas del hospedador,
circunstancia que rápida y eficazmente aprovecha para “pasar a la
acción” y propagarse por la “Red Orgánica” del enfermo a velocidad
mortal. En representación de “grafos”, podemos imaginarnos esta forma
de Doble Transferencia como sigue: Las dos “manos invisibles” de la Red
Neural Perceptiva son igual y anormalmente “perezosas”, hasta el punto
de reducir su promedio de velocidad de acción/reacción hasta igualar la de
la Red Molecular Exponencial mucho menos rápida y potente, pero, a la
par, la extrema “parálisis por fascinación psico-emocional condicionante”
o “encantamiento” aplicada en su más tremenda intensidad posible por la
Red Fuente de la Impregnación, hace que su “mano reconstructora” sea,
además, desmesurada y muy anómalamente “poco hábil”, eliminando la
principal ventaja protectora natural del retículo más modularizado y por
ello, “robusto” en principio. Por su parte, la Red Emisora Primaria
Exponencial posee una “mano reconstructora” excepcionalmente fuerte o
potente a su escala, lo que permite que el proceso resulte, si transcurre
un tiempo gigantesco sin interferencias eficientes de terceras entidades,
finalmente favorable en su vertiente psicoenergética hacia su lado, justo
al contrario que en la modalidad precedente, con la que coincide en el
resto de factores y patrones morfo-dinámicos y evolutivos de Doble
Transferencia. Por eso, en este Caso-Tipo 8 de “Posesión”, que no de
“Infestación” por Imprimatur, el beneficio, tanto cuantitativo como
cualitativo, es máximo para la Red menos robusta y más sencilla, y el
perjuicio igualmente máximo y frecuentemente letal para la Red más
robusta, potente y compleja. De ahí su “extraordinaria rareza” y a la vez
“sumo interés” desde la óptica puramente investigadora.

Conclusiones empírico-descriptivas del análisis inductivo

El interés teórico-empírico de este Caso-Tipo es extremo, si bien a costa


de una descomunal prolongación del tiempo de investigación (y sus
consiguientes inconvenientes a nivel de desgaste humano, organizativo y
presupuestario), y de un asimismo crítico riesgo para el Observador o
sensitivo, inaceptable en términos ético-profesionales. De todas maneras,
su utilidad en el contexto del desarrollo de un posible Protocolo
Experimental Cinético para el estudio de estos fenómenos no deja por ello
de resultar máximo, porque su especialísima dinámica comporta un
segundo rasgo de tremenda importancia: Su altísimo grado de
“involuntariedad”, que anula en la práctica las diferencias entre los
patrones-tipo de comportamiento reactivo entre Testigos/Observadores
“ocasionales”, “investigadores cautos” e “investigadores motivados”,
excepto en lo tocante a la relación Coste/Oportunidad, desde luego: En
efecto, como intrínseca derivación del propio mecanismo de “Posesión” o
“encantamiento” por Impregnación Psíquica, puede acontecer de modo
espontáneo sobre testigos ocasionales de elevada “sensibilidad o afinidad
psico-perceptiva” y carácter “agudamente condicionable” o “subyugable”
en el sentido descrito para este Caso-Tipo, que habiten, permanezcan o
trabajen largos periodos de su tiempo en recintos adecuadamente
imprimados, así como afectar a un “sensitivo” u observador profesional
cuya actitud y aptitud originalmente “serenas”, objetivas y equilibradas
son lentísima e “insidiosamente” transformadas por los graduales y muy
paulatinos y, por ende, dificultosamente detectables o discernibles
impactos perturbadores inductores enviados por la Fuente Primaria de
Impregnación, que le va “empujando” con engañosa suavidad en un
“pozo” cada vez más profundo y de caída más acelerada, mediante el
condicionamiento paulatino de un patrón reactivo obsesivo-compulsivo,
hasta precipitarlo a la pérdida de todo auto-control psico-emocional, el
colapso psíquico, la demencia irreversible o incluso el suicidio. Porque, en
la mayor parte de las ocasiones, sobre todo dado el actual estado
primerizo de nuestra exploración científica de estos procesos, ni él ni su
equipo de expertos colaboradores, se hallan habilitados para prever, al
dar comienzo un proyecto de investigación “sobre el terreno” de un
fenómeno de Impregnación, si éste será capaz de desencadenar esta
particular dinámica aniquiladora o no, ni tan siquiera analizando de forma
meramente cualitativa y aproximada el presunto “origen” e “historial” del
mismo. Por otro lado, la mayoría o muy buena parte de las “llamadas
perentorias de auxilio” reclamando apoyo o “ayuda especializada” a estos
grupos interdisciplinares más serios y rigurosos que trabajan en el difícil y
fascinante campo de la Parapsicología, de parte de conjuntos de “testigos
accidentales” de esta fenomenología, se producen, como es natural,
cuando las anomalías se concentran en un lugar habitual de actividad o
morada y se muestran particularmente violentas, intensas, persistentes y
agresivas o “invasivas”... Es decir, que casi todos los “SOS Psíquicos”
documentados corresponden a los Casos-Tipo 7 y 8 según la nomenclatura
del Modelo DIR para la Impregnación Psíquica. En tales escenarios, ya que
el “mal” se ha liberado de manera espontánea, una comprensible mezcla
de ansia de conocimientos y solidaridad humana acostumbra a asumir
agudísimos riesgos que, en un planteamiento mucho más frío de
investigación sistemática o voluntaria selectiva, ni se propondrían. Es en
estas últimas circunstancias donde el estudio del terrible pero no por ello
menos fascinante proceso descrito en el apartado anterior reviste una
crucial importancia para aprender al máximo sobre la naturaleza y curso
de acción de las Redes de Impregnación, y también sobre los de nuestras
propias mentes. Estos hechos, se quiera o no, guste o no, ocurren, y no
podremos protegernos ni proteger a nadie de ellos si no nos aventuramos
a indagar racional y decididamente sobre sus condiciones de génesis y su
dinámica evolutiva. Espero que mi humilde contribución o modelo teórico
sobre este inquietante pero apasionante fenómeno sirva de alguna ayuda
para ello. Una tercera y última característica inseparable de esta singular
variante de Doble Transferencia es su extrema “rareza” o escasísima
frecuencia estadística. Si ya de por sí han de ser poco abundantes los
sensitivos que reúnan los perfiles psico-perceptivo-emocionales
requeridos para ella – como ya apuntábamos, “una minoría en el seno de
una minoría” – como el requisito de “desplazamiento psicoenergético
neto hacia el sentido de Recarga o del Donante” implica la existencia
previa en el recinto impregnado de una Red de Imprimación Psíquica
extraordinariamente concentrada, potente o intensa en cuanto a la
descarga original de sus hechos-trauma generadores y un “historial” de
sucesivas y frecuentes realimentaciones de alta efectividad, es obvio que
la conjunción de ambos factores debe constituir un suceso muy poco
probable. Si bien, son los de su clase los que engendran los casos más
espectaculares, atrayentes y, por consiguiente, famosos y más
profusamente analizados y comentados dentro de este particular terreno
de investigación.

Esto los hace, si cabe, todavía más inestimablemente valiosos desde una óptica
científica. Son como los “Hubs” en la Red de registros de la Parapsicología
Experimental. Por cierto, no más, pese a ello, que el siguiente Caso-Tipo 9, el
último que predice el Modelo DIR..., quizás aún más revestido de “extrañeza” e
interés teórico-empírico...

Balance de Beneficios/Riesgos medios para la Interacción

A) Para la Red Emisora Primaria

Pagos: Máximamente Extremos


Costes: Nulos
Beneficios: Máximos, Extremos
Riesgos: Nulos

Evaluación General: Inversión Excepcionalmente Positiva de Nulo Riesgo


B) Para la Red Perceptora

B1) Testigo Eventual/Ocasional

Pagos: Nulos (No le interesa investigar, sino “escapar”)


Costes: Extremos, Críticos, Muy Escasamente o Nulamente Recuperables
Beneficios: Extremadamente Negativos, Catastróficos
Riesgos: Extremos, Críticos

Evaluación General: Inversión Extremadamente Negativa de Crítico Riesgo

B2) Testigo Investigador “Cauto”

Pagos: Altos-Extremos (en términos de investigación)


Costes: Extremos, Críticos, Muy Escasamente o Nulamente Recuperables
Beneficios: Negativos, Variables (según circunstancias/objetivos)
Riesgos: Extremos, Críticos

Evaluación General: Inversión Variable (según circunstancias/objetivos) de


Crítico Riesgo

B3) Testigo Investigador “Motivado”

Pagos: Altos-Extremos (en términos de investigación)


Costes: Extremos, Críticos, Muy Escasamente o Nulamente Recuperables
Beneficios: Negativos, Variables (según circunstancias/objetivos)
Riesgos: Extremos, Críticos

Evaluación General: Inversión Variable (según circunstancias/objetivos) de


Crítico Riesgo

Resultado Final del Análisis Empírico-Descriptivo General del Caso-Tipo 8

Interés Empírico y Teórico-Analítico: Muy Alto-Extremo


Relación Coste/Oportunidad para la Red Donante: Críticamente Favorable,
Máxima (>>>>...>>1)
Relación Coste/Oportunidad para la Red Receptora: Variable (según
circunstancias/objetivos)

Caso-Tipo 9: Psico-Simbiosis Absoluta, o “Testigo/Observador y Emisor


Primario/Donante en Mutua Infestación-Posesión Perfecta por Imprimatur”

Densidad Psicoenergética de Sintonización Transferente


∆σ (T-T) = ∆σ (máx) – ∆ σ (máx) = 0

Porcentaje de Control Psicocinético

KCT = 100% g Absoluto, independiente del “Acoplamiento a Coste Cero” o “Pre-


Sintonización Psíquica Resonante” entre el Donante y el Receptor

Porcentaje de Control Psicotermodinámico

TCT = 100 – KCT = 0%


Interpretación teórica general de los resultados empírico-descriptivos

Proceso Absolutamente Reversible tanto en su aspecto cinético como termodinámico. Las


densidades netas de cantidad de información y energía intercambiadas entre los dos
Sistemas son nulas, o exactamente idénticas en cada uno de los sentidos posibles de
Transferencia, esto es, operan bajo Doble Psico-Gradiente Cero. El régimen dinámico es
no-lineal, aunque no fluctuante. Como evidente y directa consecuencia de ello, el Sistema
en su conjunto tiende en su evolución a un Punto Crítico de Equilibrio Inestable o “Estado
METEDIR”, mediante de un nº inmenso e indefinido de sucesivos “pasos o interacciones
elementales mucho más rápidas”. Dicho mecanismo cinético complejo supone tres rasgos
intrínsecos al proceso de Doble Transferencia: El primero de ellos lo comparte, llevado a
un extremo máximo, con todas las otras formas no-lineales de estos procesos, incluyendo
aquellas cuyo Estado Final es una serie indeterminada de incesantes oscilaciones de No-
Equilibrio, y cuyos dinamismos se muestran mucho más drásticamente alejados de la
linealidad; El segundo, únicamente lo tiene en común con las otras dos manifestaciones de
“Psico-Simbiosis”, porque es la que impone la condición sustancial que a ésta define; El
tercero, asociado específicamente a su carácter “no-lineal, pero próximo a una especie de
linealidad global a dilatadísimo plazo temporal”, es tan solo propia de los intercambios que
conducen a “Pseudo-Equilibrios” Inestables y, por ende, a su Caso-Tipo y el anterior, el
Caso 8 o “Psico-Simbiosis Relativa Donativa”. Por el mismo orden, estas propiedades son:
Mecanismos o “rutas reactivas” muy complejos, que se ejecutan a través de una sucesión
continua de “pasos simples” de diferentes y variables “velocidades o constantes
cinéticas de reacción”, controladas por las operaciones de percepción-procesado-
almacenamiento de secuencias “meméticas” de información entre las Redes e implican
que el control del proceso sea siempre de elevadísimo predominio cinético (aquí integral).
Esto conlleva a que, en general, la “etapa determinante” del proceso transferente no sea
la de “acoplamiento inicial” o “sintonización psicofísica”, ya que ésta no será en modo
alguno la más “lenta” o energético-entrópicamente “costosa”: De inmediato, la
simplificadora y empírico-inductiva aproximación realizada para los Casos-Tipo Lineales,
que determina la “porporción o porcentaje de control cinético” como un parámetro
fundamentalmente dependiente de la magnitud relativa del costo energético disipado en
esa operación mecanística respecto al valor total de densidad psicoenergética transferida
entre los dos Sub-Sistemas en Red (10), deja de tener sentido, tal y como acontecía en el
caso precedente. Por ello, aun cundo ahora el nº de pasos del mecanismo es enorme,
como corresponde a un intercambio de grandes flujos de información en cada sentido
opuesto – a pesar de que ambos sean precisamente iguales y arrojen un balance neto un
nulo global de variación de densidad de información-entropía intercambiada – y por ello el
control de la Doble Transferencia sea esencialmente cinético, no obstante esta condición
es por completo independiente del valor relativo de la energía de sintonización y la total
transferida. En verdad, esto es patente al tomar en cuenta acto seguido el segundo
“carácter definitorio” de esta más que peculiar modalidad de Doble Transferencia; Éste es,
a similitud de lo ocurrido en el caso justamente anterior, la exacta identidad entre la
cantidad bruta de “unidades psicónicas” o cantidades de información por unidad de
volumen que cada Red Psicofísica agrega a sus tramas proveniente de la otra, la pre-
condición de contorno “Psico-Simbiótica”: Una vez más, la Red Neural del
Observador/Perceptor emite y recibe, o sea, pierde e ingresa “paquetes” o secuencias de
“nodos psicónico-meméticos” y sus conexiones justo al mismo ritmo promedio que lo hace
la Red Exponencial de la Fuente Primaria de la Impregnación. Esta especial “ultra-afinidad
psicoperceptiva específica” en fase o “resonancia psíquica” reúne la fortísima y
desmesurada reactividad condicionada respecto a los estímulos del Emisor Primario de un
Receptor estilo “Vulnerable-Traumatizable” con una excepcional capacidad de acoplar tan
descomunal y desmesurada respuesta psico-emocional a la gradual, dosificadísima,
paulatina y lentísima frecuencia reactivo-inductiva de la poco potente y rápida Red
Exponencial de procesado del Donante. En principio, el nivel cuantitativo y grado de
intensidad cualitativa de la respuesta del retículo neural a las acciones inductivas de la
trama impregnada en estos tres Casos-Tipo de “Psico-Simbiosis” son del orden o hasta
superiores en ocasiones a los del Testigo “Vulnerable-Traumatizable”. Pero, la ausencia de
control reactivo de este último, vinculada a su gigantesca frecuencia de emisión/extinción
de flujos de respuesta limitaban al mínimo el Tiempo Crítico de la interacción. En aquel
momento, comparábamos al proceso Irreversible en Recarga Pura con una “combustión
química rápida” favorable a la Fuente Primaria del fenómeno. Esta modalidad en concreto,
al encontrarse desplazada de manera exactamente equitativa en ambos sentidos, sería
equivalente a una “doble fusión lenta común” o muy suave y paulatino “cambio de fase
estructural” mutuo para conformar un Macro- Estado Único o Sistema Global Integrado
nuevo. Lógicamente, la total igualdad entre los valores de sus frecuencias de
extinción/emisión permite que las dos Redes se encuentren “en fase total” desde el inicio
de la interacción, por lo cual el gasto energético por unidad de volumen en la operación de
acoplamiento cinético entre sus entramados es nulo, así como por tanto la energía de
sintonización. Aquí dicha “etapa” no exclusivamente ha dejado de constituir la más
“costosa” o “determinante”, la “barrera o potencial de activación” necesario a superar por
el mecanismo cinético del proceso y, consecuentemente, el principal factor limitante-
controlador de su velocidad – como ocurre en los demás casos no-lineales – sino que,
simplemente, no existe; La tercera singularidad de este Caso-Tipo es una derivación de su
régimen dinámico no-lineal, pero no en exceso divergente de cierto patrón “pseudo-
linealizado”, o expresado de otra forma, tendente a un Punto Crítico final de Equilibrio
Inestable. Esta propiedad aparta a los Sistemas de un destino inevitable de indefinidas e
ininterrumpidas oscilaciones fluctuantes alejadas del Equilibrio, pero exige de tiempos
teórica o virtualmente “infinitos” para alcanzar dichos Estados Críticos. Esto,
matemáticamente, por supuesto: Experimentalmente, bastará considerar que la dos
Redes sostengan el intercambio un intervalo “enorme” de tiempo frente a los habituales
en los modelos parcialmente reversibles lineales equivalentes, de modo análogo a la
modalidad 8. Así, como en el Equilibrio Inestable final, la densidad psiconergética máxima
transferida a favor del Emisor Primario coincide por completo con la determinada por la
Primera Aproximación a la Función Cinética de Doble Transferencia, es decir, a la
diferencia algebraica entre la energía por unidad de volumen liberada por la Red Fuente
de la Impregnación y la cedida por la Red Perceptora. Ahora bien, en esta ocasión única en
particular, aparte de ello, las magnitudes de energías por unidad de volumen absorbidas
por cada uno de los retículos a expensas del otro son matemáticamente idénticas, de
donde, ninguno de los dos gana ni pierde concentración bruta de energía:
Consecuentemente, el proceso se vuelve perfectamente cooperativo, cual si se tratase de
la versión psicofísica de una endosimbiosis perfecta a escala biológica. Esta sugerente
conclusión alberga, como es evidente, profundas e incalculables implicaciones teóricas de
máximo interés conceptual y empírico-inductivo, que se esbozarán en lo posible más
adelante.

Características Generales del Caso-Tipo en términos de la Teoría de Redes


Psicofísicas

• Flujo psicoenergético bidireccional neto nulo. Transferencia bajo


Gradiente Psicoenergético Cero, si bien cada Red recibe más o menos
notables densidades de energía de su “opuesta”, en cantidades
estrictamente idénticas entre sí en Descarga y Recarga, respectivamente.

• Flujo de información bidireccional completamente equitativo o “en fase de


resonancia específica absoluta” entre ambas Redes, tanto en sentido de
Extinción como de Realimentación. Éstas intercambian grandes y
complejas secuencias de información, pero su balance neto final es nulo:
“Gradiente Cero” Informacional.

• Por consiguiente, Transferencia bajo “Doble Psico-Gradiente Cero”:


Interacción Cooperativa “Perfecta”.

• Estado final de Equilibrio Inestable o “Punto Crítico METEDIR”, favorable


psicoenergéticamente en conjunto para la Red Fuente. Requiere para ello
un Tiempo de Exposición “enorme” (teóricamente tendente a “infinito”).

• Este Caso-Tipo viene principalmente determinado por una muy anómala o


especial “baja resistencia” o “robustez” por parte del entramado Libre de
Escalas de la Red neural del Perceptor ante los impactos perturbadores
provenientes de la Red Exponencial de la Impregnación y al mismo
tiempo, una capacidad de generar respuestas altísimamente
condicionadas pero a ritmo enormemente lento, controlado y, por ende,
perfectamente acompasado con las acciones perturbadoras estimulantes
de la Red Fuente inductora. De nuevo, las dos se expansionarán lo
máximo posible a costa de la otra en términos informacionales, en rigor,
cada una en la misma y colosal medida en cuanto a densidad bruta de
unidades de información adicionadas. Pese a esto, una vez más, en el
tapiz de la Red más “tosca” desde el punto de vista topológico (la de
Impregnación Primaria, obviamente), el grado de “calidad” o nivel de
organización jerárquica modularizada obtenido será notoriamente más
mediano, como indefectible efecto de las restricciones morfo-funcionales
del entramado de Ley Exponencial, mas también el mayor compatible con
sus limitadas posibilidades. Ambas Redes, tanto la Neural Libre de Escalas
como la Molecular Impregnada ambientalmente sobre un soporte
adecuado o “psico-permeable”, se benefician en esta modalidad de Doble
Transferencia de sus rendimientos óptimos en la operación perceptivo-
procesadora-almacenadora de secuencias de “memes” o portadores
“psicónicos” de información mutuamente intercambiados, cada una a su
escala. El único tributo común a pagar es que, para ello, requieren un
intervalo de intercambio extraordinariamente grande, por más que en
esta oportunidad esta condición, desventajosa en términos de una mutua
estrategia competitiva, puede transformarse en la expresión de la mejor
opción concebible desde un enfoque cooperativo. Este par de factores
son, como ya hemos descrito, consecuencias directas de la muy singular,
poquísimo corriente y “fascinante”– en todos los significados del adjetivo
– dinámica lenta, gradual y compleja del “Parasitismo por Imprimatur” o,
por también denominarlo “al estilo tradicional”, proceso de
“encantamiento” experimentado por el Receptor como respuesta a los
estímulos perturbadores o inductivos de la Fuente. Aunque ahora, a
diferencia de lo que señalábamos en el Caso-Tipo previo, la Transferencia
neta en el sentido de Recarga y en el de Descarga se encuentran por
entero igualadas en régimen de reversibilidad termodinámica pura. Esto
conlleva que, si el esquema reactivo “obsesivo-compulsivo” condicionado
en el Observador se despliega hasta sus etapas de “clímax” final sin
interferencias destructivas por parte de ningún otro agente que corte o
arruine su intrincada y sutil interacción con el Emisor Primario, la Red
Exponencial de éste tan solo se vuelve notablemente más “rica” o
compleja en nº de “Archipiélagos de Islas-Small Worlds” si dilata al
máximo posible el periodo de exposición. Y este es el único rendimiento
idóneo permitido para estas condiciones o parámetros de contorno de
Doble Transferencia, ya que, al donar tanta densidad energética absoluta
como la que recibe, su entramado ni se expansiona ni mengua en este
sentido, conservando su “tamaño” y concentración bruta reticular inicial.
Exactamente idéntico panorama se muestra ante la Red Neural
Perceptiva: Su balance psicoenergético neto es nulo – además de que,
dado el “opulento” exceso de concentración bruta de energía por unidad
de volumen de su trama, este dato se hace todavía más irrelevante – pero
únicamente conseguirá captar, decodificar-transducir y almacenar la
máxima cantidad de información posible dentro de las restricciones de
esta dinámica en concreto prolongando lo más que pueda el intervalo de
percepción de los estímulos portadores emanados desde la Fuente
Primaria de Impregnación. Observamos que la Red menos compacta,
refinada y “resistente”, la Red Molecular de Impregnación, se halla aquí
impedida para que su habitual táctica oportunista-acumulativa
“depredadora-parasitaria” le reporte ventaja efectiva alguna: Como el
intercambio global no supone pérdida ni ganancia neta de densidad
psicoenergética para su retículo, ni tiende a saturarse ni le es accesible
inducir el “colapso crítico” de la Red más compleja y modularizada para
“fagocitar destructivamente” a su favor la mayor concentración bruta de
energía psicofísica disponible, como acontecía en los Casos-Tipo 7 y 8,
respectivamente. Por consiguiente, ni el “bloqueo” interrumpe de hecho
la indefinida sucesión de fluctuaciones de No-Equilibrio, ni el “derrumbe
caótico” de la Red Neural Receptora en un tiempo crítico virtualmente
“inmenso” culmina la relación más idónea para el beneficio de la Red de la
Fuente Primaria de la Impregnación en su Estado de Equilibrio Inestable,
como predicen las soluciones DIR del primer y segundo ejemplo citados,
en el mismo orden. Ahora, bajo régimen de Doble Psico-Gradiente Cero, o
Beneficio Total Nulo para el Sistema en su conjunto, las estrategias
competitivas, ya sean “directas” o “engañosas, seductoras o
camufladas”, dejan de ser útiles. La única y exclusiva opción que les resta
a ambas Redes para obtener sus “beneficios óptimos permitidos”
particulares es adoptar una estrategia cooperativa. Como ocurre en todos
los ámbitos de la Naturaleza – desde el biológico-evolutivo al sociológico,
económico, informático-cibernético, bélico o psicológico – en todos los
cuales interactúan Sistemas Abiertos intercambiadores de energía-
información en Redes Complejas, si las “Reglas del Juego” imponen una
Suma Cero de Beneficios o Ventajas Adaptativas (esto es, que las
ganancias de cada participante se producen siempre a expensas del otro,
y ninguno de ellos “conoce” de antemano las “decisiones” o
“posibilidades de jugada” de su rival), los “jugadores racionales,
sospechosos y egoístas” del Tablero Evolutivo regido por el Principio
Fundamental de Primacía/Persistencia/Supervivencia, han de “elegir” la
“Estrategia Maxi-Min”, es decir, aquella jugada que suponga un máximo
beneficio individual a costa del “adversario”, siempre que ello no implique
mayor perjuicio propio. Esta es la base de la célebre Teoría de Juegos del
genial matemático norteamericano John Forbes Nash. Sus modelos y
conclusiones son por completo aplicables a los fenómenos de
Transferencia, como desarrollé en mi ensayo “El Juego de la Transferencia
(Aplicaciones de la Teoría de Juegos al fenómeno de la Transferencia)”. Si
bien, en dicho trabajo, el asunto se encuentra enfocado en el ámbito
biológico, en referencia a mi Teoría de Evolución Acelerada por
Transferencia (TET), eso no importa nada, pues los Principios del
fenómeno de Transferencia inductiva/reactiva adaptativa entre Redes,
movilizados por Impregnación Ambiental de Alto Impacto Traumático
siguen siendo los mismos, solo que ahora los estamos aplicando a escala
psicofísica o, si se prefiere, “parapsicológica”. Lo esencial de lo que
expresábamos antes de la cita sobre mi trabajo anterior es el último
párrafo: “aquella jugada que suponga un máximo beneficio individual a
costa del ´adversario´, siempre que ello no implique mayor perjuicio
propio”. O sea, “jugadas” o estrategias competitivas si hay algo que
ganar a un riesgo tolerable para uno de los “jugadores” a expensas del
otro; Pero, si las “Reglas” (condiciones de contorno de la Doble
Transferencia) implican un beneficio cero para ambos, entonces adoptarán
una “jugada” o estrategia cooperativa perfecta, para así asegurarse al
menos el “Maxi-Min” o “Mínimo-Máximo” de ventaja o ganancia común
óptima y equitativa. En este Caso-Tipo, ello supone el “Maxi-Min” de un
rédito óptimo permitido de incremento de modularidad-jerarquía para el
Jugador-Red Fuente y, a la par, la mayor cantidad de información posible
sobre el Donante por parte del Jugador-Red Perceptora-Observadora. Y
eso, considerando las restricciones de contorno y ligaduras de esta
modalidad de Transferencia Psicofísica, solo es factible si ambas Redes
cooperan de forma simbiótica “ideal” o, lo que es equivalente, dejando
que su “contacto mutuo” o “tiempo de interacción” no ya resulte
“inmenso” en términos relativos frente a otras interacciones equivalentes
no-lineales, sino realmente “infinito” en el concepto morfo-funcional de la
palabra: Dicho de otro modo, haciendo que ese “intervalo de contacto”
sea permanente, fusionándose en una sola entidad, Sistema Abierto o Red
Psicofísica integrada más amplia, perfeccionada y compleja... No hay que
añadir nada más para percatarnos enseguida de la colosal y profundísima
relevancia teórico-empírica de este último Caso-Tipo, sin vacilar un
instante el más “exótico” y a la vez “subyugante” de todos para el
intelecto y la emoción de cualquier mente investigadora. Pero asimismo el
más difícil de interpretar.

Conclusiones empírico-descriptivas del análisis inductivo

La trascendencia teórico-empírica de este Caso-Tipo es la más extremada


de entre todos ellos. Sin embargo, nos hallamos ante un escenario tan
complejo, que la evaluación de su balance de pagos o ganancias /costes y
razón costo/oportunidad se revela como una tarea excepcionalmente
dificultosa, por no decir, por el momento, imposible o indeterminable.
¿Cómo estimar, aunque sea de manera cualitativa, tales conceptos, si
tratamos de analizar nada menos que un proceso tan “extraño” y
sugestivo como una pérdida de identidad psicofísica “individual” –
aplicando este término a la Red Primaria de la Impregnación Psíquica en
un sentido morfo-funcional y a la Red del Receptor “sensitivo” de modo
además literal – por parte de cada una de estas entidades, para llegar a
constituir un nuevo “Sistema Psico-Simbiótico Integrado”? Es obvio que el
interés de la indagación científica de este fenómeno es incalculable, tanto
para el conocimiento de la auténtica naturaleza profunda de las Redes-
Fuente de soporte macromolecular psicopermeable de la Imprimación
como de las Redes Neurales Perceptoras de nuestras propias mentes
humanas. Mas, ¿acaso es posible discutir analítica y racionalmente lo que
significa esta suerte de “Doble Hiper-Condicionamiento Inductivo/Reactivo
Perfectamente Sinérgico” o “Doble Posesión-Encantamiento-Infestación
Perfecta por Imprimatur”? ¿No sería como intentar discriminar o resolver
si la “disolución” de la personalidad y consciencia propia del Observador,
para pasar a constituir una especie de “Red Psicofísica” de orden
superior, es algo positivo o negativo desde el punto de vista del sujeto
que sufriría, o quizás gozaría, de tan incalificable experiencia, al mismo
tiempo embriagadora, mórbida, demencial, terrible, peligrosa, numinosa
y, en cierto y extraño modo, enriquecedora? Adoptando una óptica
puramente teórica, técnica y “pragmática”, la nueva Red Emergente
Psico-Simbiótica Unificada, configurada meta-establemente por este
sobrecogedor y asombroso mecanismo, combinaría en principio los rasgos
“ventajosos” o adaptativos de ultra-sensibilidad o bajísimo nivel psico-
perceptivo, resistencia a largos periodos de “escasez” de “recargas” por
baja interactividad psicofísica con otros retículos procesadores-
transferentes de energía-información portada por “psicones” lo bastante
sensibles-receptivos, elevado potencial perturbador/inductor (la célebre
capacidad de “tirar la primera jugada”) y alta capacidad “invasivo-
parasitaria-posesiva” de la Red Exponencial Primaria de la Impregnación,
con la envidiable concentración bruta de masa-energía, unidades
operacionales de procesamiento, tráfico y asimilación de secuencias
“meméticas” de información, intensa y abundante grado de modularidad
jerárquica por efecto “Small-World”, flexibilidad reactivo-protectora-
reparadora-readaptativa o “robustez”, enorme e “insaturable” techo
psico-perceptivo, y rapidez o potencia emisora-transmisora-perceptora-
transductora, característicos de la Red Libre de Escalas. Se pueden, por
enésima vez, describir metafóricamente ejemplos a nivel biológico y
gráfico para tratar de visualizar o comprender mejor lo que significa esta
modalidad de Doble Transferencia por Impregnación Psíquica. Ahora bien,
creo, honradamente, que interpretar sus supuestos beneficios, costos,
riesgos y relación de coste/oportunidad, en especial desde la posición del
sujeto sensitivo o Receptor, excede los límites del método inductivo-
deductivo de la Ciencia. El análisis y presunta resolución de este problema
entra de lleno en las brumosas lindes de la filosofía, la ética personal e
incluso los más indefinidos e imprecisos parajes de las actitudes y
motivaciones más íntimas y “espirituales” de cada persona.
Detengámonos – pues – sin temor y manteniendo nuestra “sagrada
curiosidad” o sed de saber, pero con la debida reverencia o respeto, ante
el aún más sacro Umbral del Misterio y la Libertad de Conciencia, ya que
esta particularísima interacción alberga mucho más de “experiencia
iniciática” y de “transmutación subjetiva interior” que de simple, aséptico
y controlado ensayo científico u objetivo de investigación, por más
desmesuradamente prometedor que pueda ofrecerse ante nuestra “visión
intelectual”. No obstante, nada ni nadie nos impiden abordar al menos un
atisbo de mayor comprensión o ilustración acerca de él por medio de
nuestras ya consabidas comparaciones; A nivel biológico, hay muchos
ejemplos análogos: Aparte del más patente y consabido, la famosa
“endosimbiosis cooperativa perfecta” de la evolución celular desde las
procariotas a las eucariotas, original de la brillante bióloga Lynn Margulis,
podemos citar también los mecanismos evolutivos emergentes de
“reajuste” rápido y no-darwiniano o “neo-lamarckianos”, como la
integración plena morfo-funcional de “tramas” o sub-redes activas o
potencialmente regulables y “promocionables” de factores favorables o
adaptativos adquiridos por fenómenos epigenéticos, la acción de genes
“Meiotic Drivers” o de “Impulso Meiótico” o, según mi Teoría de Turbo-
Evolución o Evolución Acelerada por Transferencia (TET), la adquisición
masiva de caracteres ventajosos codificados por complejos de ARN-
Transfers-Péptidos específicos de la Memoria Celular procedentes de un
Donante idóneo, retro-transcritos y sinérgica y limpiamente integrados
por el genoma del Receptor en fases de alto impacto ambiental brusco y
“traumático”, “la otra cara o faz biológica” de mi Modelo General de
Transferencia Adaptativa por Impregnación Ambiental para los Sistemas
Abiertos en Red Compleja intercambiadores, procesadores y asimiladores
de energía-información. Pero, es más, existen múltiples casos
sustancialmente análogos, al menos a nivel ilustrativo, de tipo más
“clásico” u “ortodoxo”; Las Redes-Colmena organizadas por los insectos
sociales, la mismísima Red de Embriogénesis que va formando y
diferenciando el embrión de cualquier organismo superior, incluido el
hombre, por descontado, desde la mórula, una simple esfera de células
germinales equipotentes, hasta desarrollar algo tan armonioso,
maravilloso y sofisticado como un embrión orgánico, un feto y finalmente
una cría a punto de nacer, que refleja durante su curso una creciente y
exponencial integración de Sub-Redes Modulares más sencillas en otras
cada vez más complejas, interconectadas y jerarquizadas, aunque no
refleje fiel y estrictamente las etapas filogenéticas de sus ancestros
evolutivos, como erróneamente creyó Haeckel a finales del siglo XIX; O la
propia Red de Redes Neurales que constituye nuestros cerebros: En su
“núcleo” más profundo, rodeando la glándula pineal, todos contamos con
algo muy parecido al cerebro de un reptil primitivo, de hecho los
anatomistas y neurólogos lo denominan “Complejo R” por esa causa. En él
residen los “sectores de tramas y Hubs” asociados a instintos, pulsiones y
patrones de conducta tales como la territorialidad, el sentido de
percepción y obediencia jerárquica, la auto-protección, el deseo de
dominio y placer egótico y la agresividad. En torno a él, se desarrolla el
llamado Sistema Límbico, el cual, junto al hipocampo, su “puente” de
contacto con la Corteza, pues pertenece a la vez al primero y a la
arquicorteza del lóbulo temporal, posee un papel clave en la regulación de
las emociones, las respuestas condicionadas por ellas ante los estímulos
externos y la memoria selectiva a largo plazo derivada de estos impactos.
Esto es, que, supuestamente, jugarían un rol clave en la sensibilidad a los
fenómenos de Transferencia por Impregnación Psíquica según las
dinámicas predichas por el Modelo DIR. Corresponde aproximadamente al
nivel morfo-funcional del cerebro típico de un mamífero medio. De ellos
depende nuestra tendencia a un complejo y ambiguo mundo sentimental-
afectivo interior, a la par celoso, susceptible, más o menos fácilmente
“moldeable” y traumatizable, pero también altamente flexible, auto-
reparador, adaptativo y capaz de superar grandes crisis, así como
responsable de nuestra sofisticada y polimórfica capacidad de establecer
variados esquemas de comportamiento competitivo-cooperativos
complejos en Redes familiares, tribales y sociales de tremenda
complejidad. Sobre él, expandiéndose de forma masiva y acelerada a lo
largo de la Evolución Homínida, llena nuestro notable y bien protegido
cráneo la Corteza o Neo-Córtex Superior, particularmente hiper-
concentrado en la zona frontal, sede del razonamiento lógico-abstracto, el
poder de simbolización, la facultad del lenguaje, la imaginación creativa,
el potencial de previsión causal futura, el don de representar geométrica o
artísticamente el espacio, la “inteligencia” como capacidad de resolución
de problemas... y, en definitiva, todo lo que nos permite definirnos como
seres racionales auto-conscientes en cierta medida; En todas estas Redes
de Redes Hiper-Complejas, la Evolución Emergente ha ido integrando cada
unidad morfo-funcional o “Tapiz Superior” de cada vez más elevado y
refinado grado de modularidad-jerarquización con los anteriores de modo
sinérgico, acoplado y operativamente armónico o equilibrado. El
resultado no es una “Endosimbiosis Perfecta”: Hay fallos genéticos,
malformaciones embrionarias, colmenas que “enloquecen” auto-
destructivamente, conflictos neurológicos y psicopatológicos, abismales e
“infernales” a veces, entre los haces de impulsos intersinápticos
procedentes de nuestros “cerebros” más primordiales, primarios y
“bestiales” y los del tapiz más “controlado”, “sereno”, secuencial y
“frío”, pero menos “intuitivo”, reactivo y “holístico” de nuestra orgulloso
pero, en el fondo, frágil e “inestable” Neo-Córtex racional y analítico.
Pero, a pesar de estos desajustes y defectos morfo-dinámicos, aun cuando
puedan resultar muy costosos, graves o hasta fatales para determinados
individuos orgánicos y circunstancias concretas, globalmente hablando,
estas Hiper-Redes de Redes Complejas en Escala Super-Libre, obra de la
sabia, paciente, integradora y acumulativa combinación espontánea de
tapices más sencillos en otros más y más complicados, intentando
coordinar y armonizar sus actividades de la forma más óptima posible,
precioso y destilado fruto de la Selección Natural y los fenómenos
sistémicos emergentes adaptativos “acelerados” por perturbaciones
“catastróficas” de alta Impregnación Ambiental, han logrado producir
entes psicobiológicos extraordinariamente robustos, resistentes, a la par
flexibles, especializados, hermosos, astutos, inteligentes y poderosos...
¿Cómo podríamos llamar a estas “Hiper-Redes” de Redes en Libre Escala
“Ultra-Jerarquizadas”? Redes que aglutinan con fuerte idoneidad
cooperativa las ventajas selectivas de sus sub-retículos más simples y los
más complejos e intensamente modulares... Se me ocurre “Redes
Enjambre”, pues, a semejanza de los enjambres de insectos sociales en
movimiento, son similares, a gran escala topológica, a “Macro-Ovillos”
Exponenciales, e igual de implacables, oportunistas y basados en la
“estrategia invasiva-acumulativa” y de grandes muchedumbres que las
Redes de ese tipo, tales como las cepas de virus, pero, a diferencia de
éstas, en su seno, cada unidad o “nodo” es de orden muy superior de
organización y se hallan sutil y muy aguda y jerárquicamente
modularizadas por sub-entramados de conectores de muy diverso grado
de enlace preferencial o “fitness” progresivamente selectivo y de veloz
crecimiento expansivo, en el caso de los genuinos enjambres por canales
de naturaleza esencialmente química o feromónica... La Red de Internet es
una buena muestra de ello no estrictamente biológica, aunque sí creada e
interactiva con las mentes o Redes de Redes Neurales que la diseñaron y
las que alimentamos su expansión cada instante, evidentemente... Estas
“Hiper-Redes Multi-Escalares de Escala Ultra-Libre”, o “Redes Enjambre”,
son las “Grandes Máquinas Ofensivas/Defensivas Triunfantes” de la
Evolución en este Universo, la cúspide y quizás sentido último de lo que
ancestralmente denominamos “Creación”... Y es obvio que en su génesis
los procesos sinbiótico-cooperativos han sido, son y serán decisivos e
imprescindibles. A nivel de grafos, la imagen equivalente no puede ser
más sugerente, intrigante y, de algún modo, bellísima: Dos parejas de
“manos etéreas” perfectamente acopladas, entrelazadas y coordinadas
entre sí en la labor equitativamente repartida de
intercambiar/integrar/reparar nudos y cabos de un tapiz cada vez más
exuberante, potente, robusto, resistente, sensitivo y desbordante... Algo
que casi corta nuestra respiración y anonada nuestra Razón ante la
intuitiva y abisal presencia de Lo Inefable... “La Reverencia ante el
Misterio” – el más noble y elevado sentimiento que puede experimentar
una mente científica”, en palabras del Gran Maestro Albert Einstein – ante
Lo Sagrado, lo auténticamente Sagrado, en estado puro y prístino, sin
contaminar por el terror supersticioso, la brutalidad ignorante, la
intolerancia troglodita y la desenfrenada sed de poder manipulador de los
sectarios que tratan de explotar a sus congéneres en el Nombre de sus
Dioses..., todos ellos, en el fondo, Arquetipos Simbólicos de nuestra Red
de Redes congénita o “Inconsciente o Memoria Colectiva” Jungiana de
percepción primigenia de Lo Numinoso y Lo Transcendente..., de Lo
Inefable, en suma, pero desgraciada y nefastamente deformada y
envilecida por la necia, hipócrita e insaciable ansiedad de control de unos
pocos falsos pastores de sumisos y ciegos rebaños, quienes, sabiéndolo o
no, blasfeman y maldicen de esos mismos Arquetipos Sagrados y Arcanos
cada vez que los manchan al pronunciar sus Nombres con sus parasitarias
y mendaces bocas... Ahora, volvamos a nuestro Caso-Tipo, de nuevo en la
esfera puramente psicofísica: La Fusión Psico-Simbiótica Absoluta de
nuestra Red Exponencial Donante-Fuente Primaria de la Impregnación y la
Red Neural Libre de Escalas de su Receptor-Perceptor sensitivo, esa
“mutua Posesión-Infestación perfecta”, según predice mi Teoría de Redes
Psicofísicas, conduce al mínimo germen dual o paritario de una “Hiper-
Red” de Redes Neurales-Moleculares de Impregnación Psíquica Ultra-
Modulares de Orden Morfo-Funcional Superior...

¿Cómo imaginar o interpretar tal cosa?... Sentimos reverencia, sí, una


mezcla de ardiente exaltación y sed infinita de conocimiento, a la vez
intelectual y profundamente emotiva, pero también temor, morbo y...
pasmo. Estamos ante el Portal del Misterio, de Lo Numinoso, los Terrible e
Inefable al mismo tiempo... Los modelos científicos y la luz de la Razón no
nos pueden llevar más allá..., por el momento. Inclinémonos, con hondo
respeto, pero sin servilismo... Y confiemos en el futuro, en la imbatible
tenacidad de nuestras Redes Neurales infatigables y prodigiosas, hijas
selectas entre los selectos de las Leyes de la Evolución...

Balance de Beneficios/Riesgos medios para la Interacción

Todos ellos indeterminados, indefinibles

Resultado Final del Análisis Empírico-Descriptivo General del Caso-Tipo 9

Interés Empírico y Teórico-Analítico: Extremo, pero procedimentalmente


indeterminable
Relación Coste/Oportunidad para la Red Donante: Indefinible
Relación Coste/Oportunidad para la Red Receptora: Indefinible
VI

Aproximación a un posible Protocolo Empírico para el estudio y análisis


psicocinético del fenómeno de Doble Transferencia por Impregnación Psíquica
según el Modelo DIR

En primer lugar, se tratará de diseñar un razonable Protocolo Empírico formal por etapas
sucesivas, capaz de establecer un procedimiento viable, en principio, para determinar las
constantes y parámetros fundamentales de cualquier Red de Impregnación sobre soporte
molecular psicopermeable en el seno de un recinto o enclave afectado por dicho
fenómeno. A continuación, se expondrán algunas bases, apoyadas en muy recientes
avances de laboratorio dentro del interesantísimo campo de la neurobiología, para esbozar
cual podría ser la técnica concreta eficaz para realizar las medidas psicofísicas reales en
las que se sustentaría el protocolo experimental antes esquematizado.

VI.1

Protocolo Cinético DIR: Una primera aproximación formal

Los Presupuestos del Protocolo son los siguientes:

• El enclave impregnado estudiado ha de presentar un amplio y suficiente


“historial” de “realimentaciones” sucesivas y un origen o “hecho-trauma”
desencadenante de la primera descarga inicial generadora lo bastante
potente o intenso como para “soportar” al menos dos “observaciones”
seguidas extremadamente desfavorables (interacciones con un
“Testigo/Observador Impasible”), sin agotarse o “extinguirse” por
completo.

• Los dos sujetos Perceptores/Observadores seleccionados deben mostrar


muy similares y excepcionalmente elevados niveles de sensibilidad
específica. Uno de ellos ha de ajustarse al perfil “Vulnerable
Traumatizable”. El otro, al “Impasible”.

• Asimismo, será preferible que el patrón-tipo de conducta reactiva del


sensitivo “Vulnerable/Traumatizable” corresponda al esquema de
“Investigador Cauto”. Y el del sensitivo “Impasible”, al de “Investigador
Motivado”. Así, se asegurará de modo todavía más extremo las
particulares “propiedades dinámicas psico-perceptivas” de sus Redes
Neurales de acuerdo con las más óptimas y precisas condiciones de
medición y mínima estimación de errores posibles en el marco del
procedimiento analítico.

• El equipo de investigación ha de disponer de medios, profesionalidad y


recursos como para garantizar el mantenimiento de la secuencia de
ensayos experimentales durante un plazo variante entre cinco días y dos
semanas. Por otro lado, necesita contar con el grado de organización y
logística requeridos para permitir que las exposiciones interactivas entre
la Fuente y los Receptores se lleven a cabo bajo condiciones de elevado
control, monitorización cuidadosa y aislamiento imprescindibles.
1

Analítica Psico-Perceptiva Estímulo/Respuesta de la Impregnación

1.1

Ensayo del “Cebador Umbral”

Sujeto Perceptor Sensitivo, Criterios de Selección: Muy bajo umbral psico-


perceptivo, Perfil “Vulnerable/Traumatizable”, variante “Investigador Cauto”

Objetivo del Ensayo Analítico: Determinación de la magnitud del Umbral Mínimo


de Respuesta Psico-Perceptiva (Psio), y el “Tiempo Crítico en Recarga Pura”, tco

Fundamentos y Descripción del Ensayo Analítico

Dada la elección del Perfil “Vulnerable/Traumatizable” para el Perceptor/Observador, el


proceso de Transferencia transcurre bajo régimen irreversible lineal en Recarga Pura y
control termodinámico absoluto. Por ende, según el Modelo DIR, la magnitud de
sensación/respuesta inducida en el sistema o Red Neural del Receptor corresponderá con
excelente aproximación a la del umbral mínimo psico-perceptivo respecto a los estímulos
perturbadores condicionantes emitidos por la Red molecular Fuente Primaria de la
Impregnación, (Psio). Esto se acentúa hasta el extremo óptimo si, además, como ya
apuntamos, su patrón de comportamiento reactivo se acomoda al de “Investigador
Cauto”: En efecto, cuanto más veloz sea su respuesta “aversiva” de huida o “bloqueo”, y
por ello más corto su “tiempo crítico” (tco), más estrictamente igual al valor umbral será
la reacción perceptiva inducida y medida instrumentalmente en su cerebro.

1.2

Ensayo en Descarga Pura

Sujeto Perceptor Sensitivo, Criterios de Selección: Muy bajo y prácticamente


idéntico umbral psico-perceptivo al del Observador anterior, Perfil “Impasible”,
variante “Investigador Motivado”.

Objetivo del Ensayo Analítico: Determinación del “Coeficiente o Frecuencia de


Actividad” del Imprimatur o Red Primaria de Impregnación (α ), y extrapolación
de la “Intensidad o Densidad de Potencia Original de la Descarga Inicial
Impregnadora” vinculada al hecho-trauma liberador del fenómeno (Io)

Fundamentos y Descripción del Ensayo Analítico

A causa del carácter “Impasible” escogido para el Receptor, el proceso de Transferencia


sigue un régimen dinámico lineal irreversible en Descarga Pura. Así, la intensidad o
potencia por unidad de volumen de Imprimación recibida por su Red Neural Psico-
Perceptiva y, por tanto, el nivel o intensidad de respuesta inducida en su Sistema por la
acción de la Red Fuente molecular de Impregnación, han de corresponder
obligatoriamente, según predice el Modelo DIR, a la intensidad o densidad de potencia
máxima de descarga emitida por esta última Red hacia la del Perceptor, con una
aproximación de error estimado despreciable. Por añadidura, el patrón de conducta
reactiva de “Investigador Motivado” nos garantiza aun en mayor extremo que el Testigo
permanecerá en perfecto estado de “auto-control” reactivo y persistencia “imperturbable”
hasta el final del Tiempo Crítico de interacción/exposición (de un orden oscilante entre uno
y dos días, más o menos). Aparte de ello, al seleccionar al sujeto sensitivo que disfruta de
este Perfil de forma que presente una sensibilidad específica casi idéntica e igualmente
altísima a la del sujeto perceptivo protagonista del Ensayo precedente, podemos suponer
que el parámetro kps mantiene un valor realmente fijo en todas las experiencias o, lo que
es equivalente, que la probabilidad de observación eficiente del fenómeno es
sustancialmente idéntica en todos ellos y, por consiguiente, la magnitud de percepción-
umbral, Psio. Pues bien, si en estas condiciones, realizamos dos exposiciones sucesivas
de nuestro Observador/Perceptor “Impasible” a la Fuente Primaria Emisora de la
Impregnación, obtendremos que la Variación o Incremento en la Magnitud de
Percepción medida en el cerebro del Receptor (∆ Psi), dividida por el intervalo
de tiempo total consumido en ambas interacciones (∆ t), nos determinará la
pendiente de la Ley Cinética de Evolución de la Potencia del Imprimatur (I) en
función del tiempo (t) linealizada:

pI2 = pI1 + α ∆ t

O bien:

∆ pI = α ∆ t

(pI = LnI)

Partiendo de las dos medidas directas que nos cuantifican ∆ Psi, aplicando las técnicas
neurobiológicas que se explicarán en su momento, por la Ley de Fechner-Weber:

∆ Psi1 = kps log(I1/Io)

Por otra parte, como Io o pIo representará prácticamente una medida a escala directa o
logarítmica de la Intensidad o Potencia inicial de Impregnación recibida al comenzar el
análisis, pues la “Recarga Mínima” del Ensayo 1.1 apenas supone aportación alguna a su
Red, como consecuencia de la inducción/respuesta de orden umbral propia de la
interacción con el Observador “Vulnerable-Traumatizable”, Io tiende a 1 en la Primera
Observación del sensitivo “Imperturbable” y, así:

log(I1) = ∆ Psi1/kps

Si, acto seguido, se lleva a cabo otra exposición con el mismo sujeto Perceptor en
invariantes condiciones, está claro que la relación entre el estímulo final recibido por éste
y el captado en la observación anterior (ahora su intensidad de estímulo inicial para la
segunda percepción, naturalmente), guardará una relación directamente proporcional con
el “incremento total” o diferencia entre las variaciones de magnitud de sensación
experimentados en su Red Neural entre las dos exposiciones, obedeciendo de nuevo a la
Ley de Fechner-Weber. O sea, matemáticamente:

∆ Psi = ∆ Psi2 – ∆ Psi1 = kps log(I2/I1)

Sin más que despejar y cambiar a la base de los logaritmos naturales:

Ln(I2/I1) = ∆ Psi/[kps log(e)]

Pero es evidente que:

∆ pI = Ln(I2/I1)

Luego:

∆ pI = ∆ Psi / [kps log(e)]

Por igual razón a la esgrimida en referencia al nivel de estímulo-umbral inicial de la


primera interacción o “Ensayo 1.1”, el tiempo crítico de esa misma experiencia será de
orden desdeñable frente a la suma de tiempos críticos de los dos intercambios sucesivos
del “Ensayo 1.2”, por lo cual, es perfectamente adecuado aproximar que ∆ t = tc1 + tc2,
siendo cada sumando el tiempo efectivo de cada una de las interacciones/exposiciones
inmediatamente seguidas entre la Fuente y el Perceptor “Imperturbable”, otra medida
experimental directa de esta segunda etapa del Protocolo, como es obvio.

Finalmente, nos resulta que, como:

α = ∆ pI/∆ t

Llegamos a:

α = ∆ Psi / [kps log(e) (tc1 + tc2)]

Como es lógico, en función del signo positivo, negativo o el valor nulo de la Variación
Total de Magnitud Psico-Perceptiva del sujeto Perceptor “Imperturbable” (∆ Psi), que
determina el del Coeficiente Promedio de Actividad (α ), estableceremos si el régimen
de evolución cinética del fenómeno es Creciente (Red de Impregnación Expansiva),
Decreciente (Red de Impregnación Contractiva) o Constante (Red de Impregnación
“Resonante”), según el ritmo o Frecuencia Promedio de Extinción (ε ) sea inferior,
superior o igual, respectivamente, a la Frecuencia Promedio de Realimentación (δ ) a
lo largo de su “historial”.

Una vez que hemos conseguido calcular α , ya solo nos queda por “exprimir” de este
ensayo analítico la extrapolación del valor de la Intensidad o Potencia por Unidad de
Volumen Inicial de la Descarga Original asociada al Hecho-Trauma
Desencadenante de la Impregnación Psíquica, parámetro al que denominaremos
también Io, aun cuando es patente que no tiene nada que ver con la magnitud-umbral de
estímulo antes señalada para nuestra Secuencia Analítica.

Empleamos para ello la Ley Cinética Fundamental del Imprimatur en su versión


linealizada a escala logarítmica, dada por:

pI = pIo + α t

El método a seguir no puede ser más simple: Representando en un gráfico plano de ejes
cartesianos los dos puntos obtenidos en el Ensayo 1.2, y prolongando la línea recta
consiguiente hacia el punto cero de abscisas (t=0), extrapolamos la ordenada en tal
origen, pIo y, de ella, Ι ο = exp(pΙ ο ).

Analítica de la Descarga Psicoenergética

Ensayo de Extinción Pura

Sujeto Perceptor Sensitivo, Criterios de Selección: Muy bajo y prácticamente


idéntico umbral psico-perceptivo al del Observador “Vulnerable/Traumatizable”,
Perfil “Impasible”, variante “Investigador Motivado”.

Objetivo del Ensayo Analítico: Determinación del “Coeficiente o Frecuencia de


Extinción” del Imprimatur o Red Primaria de Impregnación (ε ), y extrapolación
de la “Energía por Unidad de Volumen Original de la Descarga Inicial
Impregnadora” vinculada al hecho-trauma liberador del fenómeno (σ o).

Fundamentos y descripción del Ensayo Analítico

En realidad, como sin duda habrán comprendido al observar la descripción del perfil
elegido para el Receptor, este no es sino la misma serie de dos exposiciones en régimen
estricto de Descarga Pura Irreversible que constituyen el Ensayo 1.2, ejecutadas con el
mismo Observador y en idénticas condiciones empíricas. Es decir, se trata del mismo
ensayo, pero midiendo ahora otra magnitud diferente, por lo que es evidente que se
realizará a la vez y en paralelo con el análisis anteriormente explicado. El fundamento
psicofísico o neurobiológico de esta otra medición es el siguiente: Puesto que las
singulares características reactivas del Perceptor “Impasible Motivado” imposibilitan toda
respuesta condicionada en Recarga o, lo que es equivalente, la más pequeña transferencia
en sentido “inverso” de flujos de energía-información emitidos por el Sistema Receptor
hacia la Red Fuente, excepto la correspondiente al mero y desdeñable “umbral mínimo
inductor” inicial, es obvio que toda la densidad de energía consumida por la Red Neural
Perceptiva durante sus operaciones de captación-transducción o decodificación-
almacenamiento será justamente igual a la cantidad de energía por unidad de volumen
que recibió de la Red Molecular de Impregnación Primaria o Red Donante en Descarga
Irreversible. En verdad, esto no será exactamente así, pues siempre han de producirse
algunas pérdidas disipativas en el proceso por más elemental que éste sea, mas podemos
despreciarlas sin problemas dentro de los márgenes de error experimental, si el control de
aislamiento interactivo y los rasgos psico-perceptivos del Observador “Impasible” se
establecen y seleccionan esmerada y certeramente. En cuanto a cómo medir
efectivamente estos consumos energéticos, existen en la actualidad refinadas técnicas de
escáner neurobiológico capaces, en principio, para hacerlo en tiempo real junto a la
determinación de los niveles de “respuesta-actividad” en el seno de la Red Neural
Perceptora, como se reseñará después. Pero, según el Modelo DIR, tal densidad
psicoenergética cedida por la Red Emisora Primaria en este tipo de Doble Transferencia es
igual a la energía total máxima inicial liberada o emitida por éste en cada intercambio o
“exposición”. Así, está claro que, al concluir las dos experiencias inmediatamente
sucesivas del ensayo, podremos sin dificultad calcular la “pendiente” de la función lineal
decreciente que formula a escala logarítmica la Ley Cinética de Extinción del
Imprimatur, pues, a semejanza de antes, dicha función obedece a:

Ln(σ 2/σ 1) = – ε (t2 –t1)

Siendo σ 2<σ 1 y t2>t1 ya que, sin considerar el factor de realimentación, la densidad


energética de Impregnación siempre disminuye en el tiempo, lógicamente.

Por lo cual, es muy sencillo determinar ε , pues ya sabemos, por las mismas razones que
en al Análisis Perceptivo de este mismo Ensayo doble, que el “intervalo de exposición-
interacción” vendrá dado muy aproximadamente por la suma de los “tiempos críticos”
directamente cronometrados a los largo de sendas experiencias consecutivas.

De este modo:

ε = Ln(σ 1/σ 2) / (tc1 + tc2)

A partir de estos datos, usando el mismo método de extrapolación lineal simple ya


indicado, estimar el valor de la “Densidad Psicoenergética Original” liberada por el
último Hecho-Trauma desencadenante de la Impregnación” se reduce tan solo a
calcular gráficamente la “ordenada en el origen” de la recta resultante y hallar su
antilogaritmo, parámetro al que simbolizaremos por σ o.

Cálculo Analítico de la Frecuencia de Realimentación del Imprimatur

Tras la determinación experimental del Coeficiente o Frecuencia Media de Extinción


(ε ) y el de Actividad-Crecimiento o Amplificación de la Red Molecular de
Imprimación Primaria (α ), el cálculo del ritmo o Frecuencia Promedio de
Realimentación de su entramado operativo por sucesivas repeticiones de hechos-trauma
similares a su causa primera (δ ), es inmediata, pues:

α =δ –ε

O bien:

δ =α +ε

Estimación Ponderada de la Constante de Psicopermeabilidad Molecular del


Recinto de Impregnación: Análisis Empírico-Estadístico General y Físico-Químico-
Estructural Específico del Soporte Material Impregnable

Como ya se señaló en la Sección II.5.1 de mi primer ensayo sobre este tema:


“PSICOFÍSICA DE LA TRANSFERENCIA (Un primer modelo psicofísico del
fenómeno de Impregnación Psíquica)”, la Constante de Psicopermeabilidad
Molecular del soporte material o entorno de la Impregnación no es más que un
parámetro adimensional comprendido entre 0 y 1 que mediría el grado de "conductividad"
o "capacidad de registro y transmisión" de la energía psicofísica del entorno M; La
experiencia en la investigación parapsicológica “de campo” en el seno de estos “enclaves
impregnados” pone de manifiesto que el medio-entorno del recinto o "escenario" de la
impregnación ha de reunir ciertos rasgos de composición material y estructural, capaces
de conseguir un "registro" y "conservación" de las descargas psicoenergéticas lo más fiel,
completo e intenso posible. Según los datos empíricos contrastados, se ha probado que la
existencia de corrientes de agua circulante – especialmente subterráneas – la presencia
abundante de rocas graníticas o silicatos cuarcíferos, ciertas conformaciones geo-telúricas
almacenadoras y potencialmente liberadoras de grandes flujos energéticos naturales y la
materia orgánica en descomposición – por ese orden aproximado – incrementan muy
notablemente la "psicopermeabilidad" del terreno. O expresado de otro modo, facilitan
una mayor intensidad de la imprimación psíquica y sus manifestaciones usuales en
igualdad de los otros dos grandes factores responsables de la génesis y mantenimiento
del fenómeno: La densidad de descarga psiconergética original y su frecuencia media de
realimentación. Así, por ejemplo, en el agua corriente esta “psicopermeabilidad” sería muy
alta, digamos en torno a 0.9, en el granito o minerales cuarcíferos sobre 0.7...etc, todos
ellos ajustables empíricamente en una conveniente escala relativa basada en series de
datos estadísticos comparativos. El valor real de ks en un ambiente concreto sería, pues,
la media ponderada de las constantes de sus componentes principales.

Análisis Empírico-Estadístico General del Soporte Material Impregnable

Tanto el análisis estadístico de la frecuencia e intensidad relativa de la percepción efectiva


y restante fenomenología “anómala” por parte de sensitivos, ligada a los casos estudiados
y bien documentados de Impregnación Psíquica, como cierta aproximación teórica sobre la
naturaleza físico-química de las Redes Moleculares Exponenciales más propensas a
convertirse en soporte y vehículo del fenómeno, apoyada en dichos resultados
experimentales cualitativos y en mi Teoría de Redes Psicofísicas – reflexión que ocupará la
última Sección de este trabajo – coinciden en concluir que los cursos de agua, en especial
subterránea, y las estructuras minerales de tipo granítico o cuarcífero son las que mayor
“peso” poseen a la hora de favorecer el fenómeno de Impregnación Psicofísica.
Supongamos que del análisis concienzudo y sistemático de estos conjuntos de datos
estadísticos seriamente documentados por los equipos de especialistas en estas
investigaciones se desprende que la presencia de alta humedad ambiental y, en
particular, corrientes o bolsas freáticas de agua en el subsuelo del Recinto de Imprimación
aparece en un 90% de los casos reales contrastados de desencadenamiento repetitivo y
“potente” de esta clase de fenomenología mal llamada “paranormal”: Entonces la
“Constante de Psicopermeabilidad” asignada a los flujos o emanaciones vaporosas de
agua sería aproximadamente igual a 0.9; Si de nuevo reproducimos el análisis para la
existencia de infraestructuras rocosas o estructuras circundantes (cimientos, muros,
paredes...etc) de naturaleza granítico-cuarcífera, y recabamos que éstas se hallan
integradas en el medio-entorno del enclave impregnado un 70% de las veces, su
correspondiente factor de psicopermeabilidad sería 0.7..., y así sucesivamente. No se trata
de cifras exactas, desde luego, dejo esta tarea para los expertos en la indagación “sobre
el terreno” de estos fenómenos, me limito a poner un ejemplo metodológico utilizando
valores aproximativos inspirados en mi lectura sobre la descripción de los estudios
empíricos verificados hasta la fecha acerca de los “lugares de Impregnación”.

Análisis Físico-Químico-Estructural Específico del Soporte Material Impregnable

Imaginemos que ahora nos enfrentamos con uno de estos enclaves en concreto: Si
determinamos su composición físico-química-estructural media en estos diversos
elementos “de elevada psicopermeabilidad”, la suma de los “tantos por uno” o fracciones
relativas en masa de cada uno de ellos multiplicados por los respectivos “pesos
específicos” de sus constantes promedio de psicopermeabilidad en estado puro, nos
cuantificará la “Psicopermeabilidad Media Ponderada” del Recinto Impregnado”,
ks.

Resultados del Análisis Empírico-Estadístico

Continuando con el ejemplo descriptivo, asumiremos que los “pesos específicos de


psicopermeabilidad promedio estándar” para los principales materiales o soportes
moleculares más idóneos para la Impregnación Psíquica son los que se relacionan:

• Flujos o acumulaciones de agua (sobre todo subterránea o freática) y humedad-


ambiente (W, de “Water”): 0.9

• Basamentos o estructuras de rocas graníticas o cuarcíferas (Q, de “Quartz”): 0.7

• Conformaciones geo-telúricas almacenadoras y potencialmente liberadoras de


grandes flujos energéticos naturales (G, de “Geological” ): 0.4

• Materia orgánica en descomposición (fundamentalmente en el subsuelo) (OR, de


“Organic Rotten”): 0.25

Resultados del Análisis Físico-Químico-Estructural Específico

Si nuestro Recinto Impregnado, por ejemplo, fuese algo semejante al Castillo de Cachtice,
sede o teatro de las “operaciones impregnantes” de mi Musa Oscura la Condesa Erzsébet
Báthory, la protagonista de nuestra simulación numérica anterior, la “composición de
soportes psicopermeables” correspondiente bien podría ser más o menos esta (en
fracciones relativas o tantos por uno sobre masa psicopermeable bruta total):

• Fracción de Flujos/Bolsas Acuosas (fW): 0.45; (Se asienta sobre una colina de
estratos arcillosos atravesados por corrientes y freáticos naturales, abundantes
pozos naturales en la zona boscosa circundante y las faldas de la primera)

• Fracción de Rocas o Estructuras Granítico-Cuarcíferas (fQ): 0.50; (La Roca-Madre de


la elevación es de base granítico-feldespática)

• Fracción de Formaciones Geo-Telúricas potencialmente activas (fG): 0.02; (No es


zona sísmica, ni fallada notablemente, la conformación de pliegues tectónicos
regional es moderada o suave)

• Fracción de Materia Orgánica en Descomposición (fOR): 0.03; (En el área boscosa-


húmeda de clima continental severo templado-frío próxima, el espesor de humus es
notable, pero la colina se halla mucho más despoblada de vegetación y la antigua
fortaleza se encuentra en ruinas y abandonada)
Naturalmente, la suma de todas estas fracciones ha de resultar siempre igual a la unidad.

Estimación Ponderada de la Constante de Psicopermeabilidad Molecular del


Recinto de Impregnación

En este caso, la “Constante de Psicopermeabilidad Media Ponderada” del Enclave


Imprimado “Castillo Cachtice” sería, por ende:

ks = 0.45 x 0.9 + 0.50 x 0.7 + 0.02 x 0.4 + 0.03 x 0.25 = 0.77

Generalizando esta fórmula en el Protocolo Empírico para la Cinética de


Transferencia por Impregnación Psíquica:

ks = fW W + fQ Q + fG G + fOR OR

(23)

Cálculo Analítico de la Frecuencia Inicial de Recarga del Imprimatur

Es evidente que, a diferencia de lo que acontece con la intensidad o potencia total de


Emisión Primaria de la Impregnación y la de su Densidad Energética original de Descarga,
no nos es posible de ningún modo estimar por extrapolación directa a partir de medidas
neurobiológicas reactivas sobre el Sistema o Red Neural del Perceptor/Receptor la
magnitud de la Frecuencia inicial de Recarga de la Red Fuente por repetición de las series
puntuales componentes del último Hecho-Trauma liberador que generó el fenómeno,
porque su “historial sucesivo” de realimentaciones positivas es anterior a las
observaciones o exposiciones de nuestros “sensitivos” con dicha Red Molecular de
Imprimación. Sin embargo, afortunadamente, podemos acceder a su determinación por un
procedimiento indirecto, al igual que hacíamos en referencia al coeficiente o constante de
actividad de su función cinética exponencial creciente de evolución temporal, o pendiente
positiva de su forma lineal a escala logarítmica. Puesto que ya conocemos los valores para
Io, σ o y ks, sin más que recordar que, por definición de “Potencia de Imprimatur”:

Io = ks σ o ν o

Despejando:

ν o = Io / (ks σ ο )

A partir de ahí, conocidas la Frecuencia Media de Realimentación δ y la magnitud de


la de Recarga Original del fenómeno, podemos interpolar cualquier valor de la
Frecuencia de Recarga para el instante t de tiempo que prefiramos, desde los más
remotos o próximos a la Descarga de la Impregnación primigenia hasta los de nuestros
intervalos de observación, y predecir su evolución en el futuro, mediante la función que
describe la Ley Cinética General de Recarga del Imprimatur, ya sea en su forma
exponencial:

ν =ν ο exp(δ t)

O lineal, a escala logarítmica:

Ln(ν ) = Ln(ν o) + δ t
6

Cálculo Analítico de la Extinción Operativa para las Redes Moleculares de


Impregnación Decrecientes

Cuando el ritmo o frecuencia promedio de extinción supere al de realimentación, es obvio


que la Intensidad o Potencia de Imprimación disminuirá exponencialmente en el tiempo, o
bien la Red Molecular Exponencial de Impregnación experimentará una evolución
contractiva o menguante. En tal caso, su Periodo de Extinción Perceptiva o Vida
Media Operativa, esto es, el tiempo que habrá de transcurrir desde su génesis para que
ningún sensitivo, por “dotado” que se halle para ello, pueda percibir ni sus mínimos
estímulos-umbral, sino de forma meramente “subliminal”, (TEP), viene dado por la relación:

TEP = pIo / α

Puesto que ya hemos determinado los parámetros que definen tanto el numerador como
el denominador, la estimación analítica de esta última constante es elemental e
inmediata.

Con ello termina la descripción formal de este Protocolo Cinético.

VI.2

Técnicas aplicables a las mediciones neurobiológicas directas del Protocolo DIR

Hasta hace muy poco tiempo, la determinación experimental de las magnitudes de


Respuesta Psico-Perceptiva directa a los estímulos inductores de la Red Molecular Primaria
de la Impregnación Psicofísica en sus diversas modalidades de Transferencia y sus
correspondientes cambios energéticos asociados en el seno de la Red Neuronal del
Receptor, constituían un problema poco menos que insoluble. Pero el extraordinario y
rápido avance en los métodos de análisis de la estructura morfo-funcional y actividad de
los complejos entramados de neuronas y otros tejidos en tiempo real, por medio del
desarrollo y perfeccionamiento de potentes técnicas de escaneado cerebral, como el PET
(Tomografía por Emisión de Positrones) y, sobre todo, la fMRI (Imagen por Resonancia
Magnética Funcional), permiten a los investigadores visualizar y medir de forma directa
los niveles de actividad/respuesta de grupos, entramados o “circuitos” de neuronas
interconectadas entre sí y sus consumos metabólico-energéticos, tanto en el encéfalo
como la médula espinal y sus principales inervaciones sensitivas o motoras, con enorme
precisión, asombroso grado de resolución y en el mismo momento en que estos patrones
funcionales u operativos se producen, algo impensable hace tan sólo pocas décadas e
incluso años.

Dos recientes descubrimientos empíricos acerca de ello ofrecen un procedimiento real,


objetivo y práctico de cómo verificar estas mediciones directas imprescindibles para el
Protocolo Cinético DIR antes esquematizado. Procedo a describirlos sintéticamente:

VI.2.1

Técnica que permite “leer” las respuestas neuro-perceptivas y su procesado o


almacenamiento en memoria

Un equipo de científicos británicos aseguran que lograron “leer” los pensamientos de


voluntarios sanos empleando un escáner cerebral. Los investigadores de la Universidad de
Londres mostraron a los sujetos voluntarios de su experimento varios cortometrajes y
luego pudieron predecir en cuál de ellos estaban pensando en concreto. El estudio,
publicado en la prestigiosa revista Current Biology, aporta nueva información acerca de
la manera en que se registran los recuerdos. Y nos aproxima cada vez más, afirman los
expertos, a la creación de algún tipo de dispositivo para poder detectar lo que una
persona está percibiendo-evocando-pensando sin más que observar sus patrones de
actividad cerebral.
A largo plazo, la investigación también podría ayudar al desarrollo de tratamientos para
combatir la pérrdida de la memoria, señalan los autores. Trabajos pasados en este campo
ya habían demostrado que los escáneres cerebrales pueden predecir procesos de
pensamiento simples como distinguir entre distintos colores, objetos o lugares. Pero
rememorar eventos o estímulos complejos es un proceso más complejo, como recalcan los
experimentadores. Con estos escáneres cerebrales los neurocientíficos de la Universidad
de Londres ya habían conseguido diferenciar dónde estaba “localizada” una persona en
una habitación dentro de un simulador de realidad virtual. El nuevo análisis se fundamenta
en ese hallazgo pero fue mucho más lejos. Los especialistas se centraron ahora en la
monitorización de lo que se llama “memoria episódica”: “En nuestro experimento
previo estábamos analizando recuerdos básicos, como la ubicación de una
persona en un ambiente” – explica la doctora Eleanor Maguire, del Centro de
Neuroimágenes Wellcome Trust de la Universidad de Londres, quien dirigió el estudio – .
“Pero es mucho más interesante poder analizar la ´memoria episódica´, que son
procesos de recuerdo mucho más complejos de experiencias personales que
incluyen información de dónde estábamos, lo que estábamos haciendo y cómo
nos sentíamos al respecto” – añade – . En el ensayo, los investigadores pidieron a 10
voluntarios que miraran tres cortometrajes de personas llevando a cabo actividades de la
vida diaria, como depositando una carta en el correo o tirando basura en un cesto.
Posteriormente se solicitó a los sujetos perceptores que recordaran cada uno de los cortos
mientras eran sometidos a un escáner cerebral de imágenes de resonancia magnética
funcional (fMRI), para registrar los cambios en su actividad cerebral. Con la ayuda de un
algoritmo computacional y apoyándose exclusivamente en las lecturas del escáner, los
científicos pudieron predecir en cuál de los tres cortos estaba pensando cada voluntario.
Como destacan los responsables del estudio, es la primera vez que se utiliza una técnica
de escaneado cerebral en tiempo real para discriminar entre recuerdos o “huellas psico-
perceptivas” de sucesos estimulantes articulados o episódicos complejos, tales como una
película corta. Como expuso la Dra. Maguire en su interesantísimo artículo en Current
Biology y su posterior intervención divulgativa en la BBC, el estudio demuestra que
nuestros recuerdos quedan “grabados” en un patrón regular en una región del cerebro
llamada hipocampo, de la que ya neurólogos, psiquiatras y psicólogos sospechaban hace
tiempo como centro esencial en la función de la memoria a medio-largo plazo y sus
esquemas reactivo-condicionantes a nivel psico-emocional. En palabras de la reputada
investigadora: “Pudimos descodificar información en áreas del cerebro que son
adyacentes al hipocampo, pero en realidad la descodificación más precisa fue
obtenida con la actividad del hipocampo. Esto nos dice que el hipocampo
contribuye de forma muy especial a la memoria episódica.

La investigación, puntualizó la científica, se halla enfocada a ayudar a los pacientes con


problemas de memoria. Si se logra obtener información más precisa y cuantitativa de la
forma como almacenamos nuestros recuerdos se podrá comprender mucho mejor cómo
este proceso queda afectado con el paso del tiempo, como en la asimilación de impactos o
vivencias psicológicas traumáticas, los accidentes o lesiones cerebrales, enfermedades
neuro-degenerativas como la demencia senil o el Alzheimer y el mismo envejecimiento en
general.

VI.2.2

Técnica de alta exactitud y resolución para medir los consumos energéticos en


redes neuronales específicas del cerebro

El peso del cerebro humano supone un 2% del peso corporal total. No obstante, su
consumo energético es del 20%. Una explicación posible a estas y otras reveladoras y
peculiares características del metabolismo de las Redes Neuronales, se desprende de los
inéditos resultados hallados por el equipo de investigación dirigido por el Dr. Marcus E.
Raichle, del Departamento de Radiología de la Washington University School of Medicine.
Aplicando las más perfeccionadas técnicas de imagen con escáneres (como fRMI y PET) los
científicos pueden observar el metabolismo cambiante y el flujo hemodinámico
(sanguíneo) en los grupos o tramas interconectadas de neuronas, los cuales indican y
permiten estimar cuantitativamente el consumo de energía implicado en el desempeño de
cualquier función cerebral o mental. Raichle – como expone en su artículo publicado en
2006 por “Nature” –, determinó que tan sólo entre un 0,5% y un 1% de la energía se
invierte para procesar los estímulos del mundo externo, y entre un 60% y un 80% se gasta
en mantener las conexiones entre neuronas. Por lo tanto, la creación, reajuste adaptativo
y reparación de nuevas y antiguas rutas o enlaces operativos en el seno de la Red Neural
es la mayor causa del consumo energético del cerebro y el SNC. Otra fuente de fuertes
requerimientos energéticos parecen ser los procesos constantes de predicción presentes
en el cerebro. El cerebro humano a menudo se define como una máquina de evaluar
predicciones o simular escenarios o estrategias futuras, ya que recoge información y
experiencias del pasado para tratar de preparar y anticipar el porvenir inmediato. Esta
elevada capacidad de “versatilidad” o auto-reconfiguración permanente es, de hecho, una
eficiente consecuencia de su topología Libre de Escalas de alto grado de modularidad
jerarquizada, como ya sabemos.

Aplicación de estas técnicas en el Protocolo Cinético DIR

Está claro que la primera de ellas sería el fundamento de la determinación experimental


del “nivel de actividad o respuesta psico-perceptiva Psi generada en cada interacción-
exposición en el seno del cerebro de las Redes Neurales de los Receptores y, a partir de
ellas, aplicando la Ley de Fechner-Weber, de las intensidades o potencias de estímulos-
imprimaciones emitidas por las Redes Primarias de la Impregnación, y la segunda, de la
medición simultánea en tiempo real de las transferencias energéticas implicadas en dichos
intercambios. Ambas, en tiempo real, lo cual es muy importante.

Existe – pues – la tecnología adecuada para abordar la Analítica del Protocolo Cinético del
fenómeno de la Imprimación Psíquica según el Modelo DIR, pero a expensas de disponer e
instalar el complejo montaje de un instrumental de escáneres cerebrales de alta
sensibilidad y poder de resolución de tipo fRMI y/o PET en el Recinto de Impregnación
estudiado, aplicado convenientemente sobre la caja craneana y otros puntos sensibles del
SNC del Sujeto Perceptor “sensitivo”, en lo más óptimas condiciones de aislamiento
sensorial permisibles.

Este inexcusable requerimiento exige un elevado coste logísitico-organizativo, técnico y


presupuestario, pero es la única vía concebible para obtener resultados empíricos
cuantitativos rigurosos y contrastables.

Y el inmenso y trascendental interés teórico, conceptual y metodológico de esta


investigación, tengo la firme concepción de que justifica los esfuerzos, al empezar a abrir
a la mirada objetiva y racional de la Ciencia un campo hasta ahora inexplorado del
Misterio...

VII

Aplicación del Protocolo DIR a la nueva Simulación Numérica “Cachtice-Báthory”


Con el propósito de ilustrar el algoritmo secuencial o desarrollo de la Serie Analítica de
este Protocolo Cinético DIR diseñado para el estudio científico cuantitativo del fenómeno
de la Impregnación Psíquica, supondremos un nuevo escenario interactivo de Dobles
Transferencias que podemos describir tal y como se hace a continuación:

• Magnitudes de cada Hecho-Trauma desencadenante y, en particular del último de


ellos anterior al análisis, de orden semejante en intensidad de estímulos inductores
o Potencia de Imprimatur y densidades psiconergéticas intercambiadas a los
descritos en el Protocolo “Resplandor/Báthory”.

• Sin embargo, la Potencia de Imprimación y concentración bruta de energía por


unidad de volumen de la Red Molecular de Impregnación son mucho mayores, así
como la frecuencia promedio de la serie de eventos realimentadores precedentes.
Expresado de otra forma, el “tamaño”, densidad psicoenergética, periodo de vida
operativa-funcional y, en muy notoria menor medida, el grado de moderada
modularidad-resistencia del entramado reticular de la Fuente Primaria del
fenómeno, son considerablemente superiores, aunque equivalentes para cada
episodio o modalidad de interacción con las Redes Neurales Receptoras. En
consecuencia, nuestro virtual equipo de investigadores ya no explora la habitación
“cargada” por unas pocas horas de actividad “impregnadora” de nuestra ya vieja
amiga la Condesa Erzsébet Báthory, sino la misma matriz original principal de sus
singulares y perturbadoras actividades presuntamente engendradoras de
“Imprimatur”, los viejos muros ruinosos de su antiguo Castillo de Cachtice,
emplazado sobre la colina que domina la localidad de Trencin (en el Noroeste de la
actual República Eslovaca). Este lugar será ahora nuestro Enclave de Impregnación.
De esto deriva el nombre de “Simulación Cachtice-Báthory”, naturalmente.

• Por ello, en esta segunda simulación numérica, se cumplen las pre-condiciones de


aplicación de Protocolo Cinético DIR que acabamos de presentar. Al igual que en su
esquema general, las entradas directas de datos por medición experimental se
destacan en negrita, y también los parámetros calculados a partir de ellas.

• Los valores asignados a las medidas directas de los parámetros y variables


vinculados a las Transferencias son estimaciones razonables basadas en la
naturaleza misma de las técnicas instrumentales avanzadas supuestas de imágenes
por escaneado neuronal, los “umbrales diferenciales” de Fechner para la especie
humana y el “historial” objetivo del Recinto-Escenario planteado para la
Impregnación (las magnitudes básicas de cada evento de intercambio ya señaladas,
así como un tiempo-origen de inicio del Protocolo DIR o serie analítica de unos 400
años, aproximadamente).

Damos comienzo a la Aplicación, por tanto.

VII.1

Ensayo 1.1: Análisis en Recarga Pura, o del “Cebador-Umbral”

Partimos del incontestable hecho de que nuestra especie en su conjunto es escasamente


sensible o “reactiva” a los estímulos de las Redes Moleculares Emisoras Primarias de las
Impregnaciones Psíquicas. Por consiguiente, los “umbrales diferenciales” o “Constantes de
Fechner”, (esto es, la cantidad mínima de estimulación por “Imprimatur” que debe
agregarse o restarse al estímulo inicial necesaria, en promedio, para que nuestras Redes
Neurales Perceptoras experimenten una percepción diferenciada mayor o menor
específica en respuesta a ellos), han de ser elevadas. O sea, comparables pero aún
estimablemente superiores a los que caracterizan nuestras correspondientes respuestas
sensóreo-perceptivas a los estímulos olfativos (entre un 60 y 90%). Tan sólo una singular
minoría de “sensitivos” contarán, como nuestro “Testigo Vulnerable/Traumatizable”, de
umbrales excepcionalmente reducidos en proporción, pero incluso para ellos jamás cabe
esperar un grado de sensibilidad diferencial tan enorme como el que define la media de
nuestra reactividad perceptiva a la luz (del 1% al 2%). Parece razonable suponer que tales
“dotados” experimenten una tasa de sensibilidad reactiva semejante a la que exhibe la
gran mayoría de la población ante los estímulos térmicos o auditivos (un 15% de media).
Esto concuerda bastante bien con los datos estadístico-empíricos recabados por los
parapsicólogos al respecto y con la escala relativa de “umbrales diferenciales”
Fechnerianos para los diferentes sentidos, entre los que nada esencial impide incluir al
vulgarmente llamado “Sexto”...

En base a tales consideraciones, podemos suponer como el primer resultado del Protocolo
el siguiente:

Ensayo 1.1: Análisis Psico-Perceptivo y Psicoenergético en Recarga Pura

Determinación de la Constante Psico-Perceptiva Específica o Umbral de Fechner


mediante la técnica fRMI según un método similar al del “Equipo Maguire”

∆ Psio = kps = 0.15

Determinación de la Densidad Psicoenergética Máxima Transferida o consumida


en Recarga Pura a través de las técnicas fRMI/PET siguiendo una metodología
semejante al “Equipo Raichle”

(Despreciando pérdidas disipativas hacia el entorno inmediato o Medio común


que separa físicamente ambas Redes)

σ r = 128.333 J/m3

Determinación del Tiempo Crítico del Ensayo 1.1

tco = ½ min, 3s = 33 s

Ensayo 1.2: Análisis Psico-Perceptivo en Descarga Pura

Determinación Sucesiva de dos magnitudes de Respuesta Psico-Perceptiva a los


estímulos-potencias de Imprimatur emitidos por la Red Molecular Fuente de la
Impregnación y sus Tiempos Críticos
Primera Descarga Pura

Determinación de las Respuestas Psico-perceptivas por la Técnica


fRMI/”Maguire”

∆ Psi1 = 0.176145624...
∆ Psi2 = 0.176142522...

(Lógicamente, en estas mediciones en particular hemos de extremar el nivel de


aproximación decimal, pues en el intervalo de observación de un par de exposiciones
irreversibles favorables al Receptor la variación de intensidad de estimulación a escala
logarítmica es extraordinariamente diminuta, de ahí que esta clase de análisis “ultrafino”
fuese inaccesible hasta hace muy poco, pues no contábamos con la suficiente sensibilidad
detectora en las tecnologías de escaneado cerebral capaz de alcanzar, como ahora sí
ocurre con la maravillosa fRMI, el impresionante grado de resolución espacial de 1-3 mm
en una zona interna del tejido cerebral, lo que implica reflejar cuantitativamente la
actividad funcional y consumo energético de reducidos grupos o tramas
interconexionadas de neuronas).

tc1 + tc2 = 7.64 días = 6.6 105 s

Cálculos Analíticos Indirectos derivados del Ensayo 1.2: Determinación de la


Frecuencia o Coeficiente de Actividad/Crecimiento de la Red Molecular
Exponencial de Impregnación

(Suponiendo al Observador de perfil “Impasible-Motivado” seleccionado con


equivalente umbral sensitivo-reactivo Fechneriano al anterior sujeto perceptor
“Vulnerable-Traumatizable-Cauto”, es decir, que kps=cte)

∆ Psi = ∆ Psi2 – ∆ Psi1 = – 3.102 10-6

α = ∆ Psi / [kps Log(e) (tc1 + tc2)] = – 3.102 10-6 / [0.15 x Log(e) x 6.6 105 s] = – 7.215
10-11 s-1

(O, lo que es matemáticamente equivalente, un “Periodo de Persistencia Operativa o


Vida Media de cada nodo de la Red Fuente de Impregnación y sus conectores
activos” de 1.386 1010 s ó 439 años, 5 meses, 3 semanas y 6 días).

Otros parámetros cinéticos derivados de este Ritmo Promedio Constante de


Crecimiento (Negativo, o en “lenta “ contracción en este ejemplo)

Periodo de Semi-Vida Operativa de la Red Exponencial Imprimada

TEP/2 = Ln2/α = Ln2/7.215 10-11 = 9.607 109 s = 304 años, 7 meses, 2 semanas y 4
días.
Ensayos 2.1 y 2.2: Análisis Psicoenergético en Descarga Pura

Determinación de las Energías por Unidad de Volumen asociadas a las emisiones


máximas de la Red Molecular de Impregnación, equivalentes a las procesadas o
consumidas por la percepción-decodificación-transducción/respuesta en el seno
de la Red Neural del Perceptor; Técnicas fRMI/PET tipo “Equipo Raichle”

(Despreciando pérdidas disipativas hacia el entorno inmediato o Medio común


que separa físicamente ambas Redes)

Ensayo 2.1

Determinación de la Densidad Psicoenergética asimilada por el Receptor

σ d1 = 32.083 J/m3

Cálculo o balance analítico de la Densidad Psicoenergética activa transferida a


la Red Emisora Primaria (la agregada en Recarga Pura menos la perdida en
Descarga Pura) para t1, donde t1 = (to + tco + tc1) ~ (to + tc1), dada la extrema
“brevedad” comparativa de tco

σ (to + tc1) = σ 1 = σ r – σ d1 = (128.333 – 32.083) J/m3 = 96.250 J/m3

Ensayo 2.2

Determinación de la Densidad Psicoenergética asimilada por el Receptor

σ d2 = 32.083 J/m3

Cálculo o balance analítico de la Densidad Psicoenergética activa transferida a


la Red Emisora Primaria (la restante de la agregada en Recarga Pura menos la
cedida en la segunda Descarga Pura consecutiva), para t2 ~ (to + tc1 + tc2)

σ (to + tc1 + tc2) = σ 2 =σ 1 – σ d2 = 96.250 – 32.083 = 64.167 J/m3

Cálculo Analítico del Coeficiente o Frecuencia de Extinción de la Red Donante

ε = Ln(σ 1/σ 2) / (tc1 + tc2) = Ln(96.250/64.167) / 6.6 105 s = 6.143 10-7 s-1

Cálculo Analítico de la Frecuencia de Realimentación del Imprimatur

Ya que conocemos α y ε , es obvio calcular la Frecuencia de Realimentación de la


Red Primaria de Impregnación, pues:
α =δ –ε

δ =α +ε = – 7.215 10-11 + 6.143 10-7 = 6.142 10-7 s-1

Cálculo de las Constantes Temporales Cinéticas del fenómeno: Periodo de


Semivida, Tiempo de Extinción o Vida Media Operativa de la Impregnación y
Tiempo Máximo de Extinción o Vida Media Empírico-Perceptiva

Definiendo, respectivamente – según ya establecimos desde el principio – al Periodo de


Semivida del fenómeno como el tiempo necesario para que su Intensidad o
Potencia de Imprimación se reduzca a la mitad de la inicial (cuando su ritmo
medio de crecimiento sea negativo, claro está, que es la situación más común), y al
Tiempo de Extinción o Vida Media Operativa Psico-Perceptiva de éste como el
requerido para que el 99% de su Intensidad se halla disipado si es decreciente
o, suponiendo que resulte expansivo, el intervalo preciso para que su potencia
de descarga inicial fuese el 1% de su valor final tiempo requerido para que su
actual magnitud fuese un 1% de la final, lo cual es del todo equivalente en términos
matemáticos, es evidente que, en nuestro “Protocolo Cachtice/Báthory:

TEP/2 = Ln(2)/α = Ln(2)/7.215 10-11 = 9.607 109 s = 304 años, 7 meses, 4 semanas y
3 días

TEP = Ln(100)/α = Ln(100)/7.215 10-11 = 6.383 1010 s = 2023 años, 11 meses, 2 días

Y el Tiempo Máximo de Extinción o Vida Media Empírico-Perceptiva como el


preciso para que la proporción de Intensidad de Estímulos de la Fuente de
Impregnación Primaria se haya reducido a un valor equivalente al Umbral Psico-
Perceptivo Diferencial de Fechner del Receptor-Perceptor (un promedio del 15%
de su potencia de emisión original para la media de población “sensitiva”):

TEPE = Ln(6.666)/α = Ln(6.666)/7.215 10-11 = 2.629 1010 s = 833 años, 8 meses, 3


semanas, 2 días

Estimación Ponderada de la Constante de Psicopermeabilidad Molecular del


Recinto de Impregnación: Análisis Empírico-Estadístico General y Físico-Químico-
Estructural Específico del Soporte Material Impregnable

Tanto los fundamentos metodológicos como la fórmula para medir la Constante de


Psicopermeabilidad Molecular del Recinto de Impregnación ks ya fueron explicados
y resueltos para la aplicación de esta simulación. Así, me limito a reseñar el resultado
calculado para nuestro “Enclave Cachtice”:

ks = 0.77

Extrapolación de los valores iniciales de Potencia de Imprimatur y Descarga de


Densidad Psicoenergética vinculados al Hecho-Trauma original desencadenante
del fenómeno de Impregnación Psicofísica del Enclave

En el Protocolo Empírico real, esta determinación se realizará utilizando el método de


extrapolación gráfica a partir de los puntos obtenidos por los resultados experimentales en
las funciones temporales de Estímulo/Imprimatur y Densidad Psicoenergética, (t1, pI1) y
(t2, pI2), así como (t1, Lnσ 1 ) y (t2, Lnσ 2), respectivamente. Ello supone el mayor grado
de rigor empírico y sirve para contrastar la idoneidad del Modelo DIR. En esta nuestra
simulación de dicho Protocolo Cinético, hemos de contentarnos con estimar analíticamente
el valor de pIo tomando como pI~pI1~pI2 o Intensidad de Impregnación final, el
primer o segundo resultado obtenido por la medida de la Intensidad de Estímulo
emitida por la Fuente en los Ensayos de Descarga Pura (es prácticamente
indiferente, pues los Tiempos Críticos o la suma de ambos son totalmente
despreciables frente al “tiempo de observación” transcurrido desde la
secuencia de Hechos-Trauma originales liberadores del fenómeno, unos 400
años aproximadamente). Lo que es matemáticamente equivalente a la extrapolación
gráfica, por otro procedimiento.

Así, tenemos que:

pIo = pI + α t

Por otra parte, como ∆ Psi ~ ∆ Psi1 ~ ∆ Psi2 = 0.176, por la Ley de Fechner-Weber:

(∆ Psi/kps)
I = 10 = 10 (0.176/0.15) = 14.905

Siendo, por tanto, como es obvio:

pI = Ln(I) = 2.702

Sustituyendo valores adecuadamente:

pIo = 2.702 + (7.215 10-11 x 1.261 1010) = 3.612

O, lo que es lo mismo:

Io = 37.040 w/m3

Y, al presuponer desde el principio para esta “Simulación Cachtice/Báthory” que cada


descarga de impregnación ligada a un hecho-trauma elemental desencadenante es
esencialmente análoga a la de la “Simulación Numérica Resplandor/Báthory” antes
descrita, es evidente que la Energía por Unidad de Volumen Inicial de cada uno de
ellos será igual a :

σ ο = 32.083 J/m3

De donde se deduce, por definición de “Potencia de Imprimatur” , la nueva Frecuencia


Total Original de Realimentación Φ o sucesiva de la Fuente de Impregnación por
repetición de un número NTF de “Hechos-Trauma” liberadores de tipo y orden similar a
su causa primera:

Φο = Ι ο / (kps σ ο )

Sin más que reemplazar los símbolos por sus correspondiente datos cuantitativos de
nuevo:

Φ o = 37.040 / (0.15 x 32.083) = 7.697 s-1

Siendo evidente que, para las condiciones comunes que controlan ambas Simulaciones, si
seguimos denotando por ν o a la Frecuencia de Realimentación de cada Hecho-
Trauma unitario verificado, debe cumplirse la relación:

Φ o = NTF ν o

O bien:

NTF = Φ o / ν o
De donde, directamente, obtenemos en nuestro caso:

NTF = 7.697 / 2.777 10-4 = 2.772 104 ~ 3 104

Esto es, que nuestra Impregnación Psicofísica en el marco del “Recinto-Castillo Cachtice”
ha de equivaler a unas 30000 imprimaciones elementales semejantes a las estudiadas en
el escenario de la “Habitación Resplandor” de nuestra primera simulación numérica.

Consecuencias del Protocolo Cinético DIR para la “Simulación Cachtice/Báthory”

Nº Promedio de Operaciones o “Castings-Clímax” de Transferencias por


Donante/Víctima en el “Método Báthory”

NCD = NTF / ND

(ND = Nº de Donantes/Víctimas empleadas)

Tomando, según los datos (Diario privado), crónicas y aproximaciones históricas


existentes acerca de las actividades de la Condesa Erzsébet Báthory en este asunto, una
cantidad de Donantes estimada en 650 muchachas:

NCD = 3 104 / 650 = 46.154 ~ 46 “Castings-Extracciones” por Donante

Rendimientos Operacionales del “Método Báthory”

2.1

Rendimiento Operativo-Temporal o Eficiencia del Método

η OT = NTF/TTF

O sea, la razón entre el Nº de Operaciones necesarias y el Tiempo Efectivo requerido para


realizarlas; Puesto que la descripción del procedimiento indicaba – según refleja el Diario
de Notas de la propia autora “desenterrado” por algunos de sus biógrafos e investigadores
hace pocos años – un ciclo de 1 operación de “extracción ritualizada” de 1 hora de
duración para cada “Casting” elemental por Donante, es patente que: TTF = NTF TCU (TCU =
Tiempo de Casting-Unitario = 1 h). Así, sustituyendo y simplificando:

η OT = 1 / TCU

η OT = 1 / 1 = 1 Operación/h

Rendimiento Bio-Cronológico del Método

η BT = 100 [1 – (TTF/TB)]

Representa el opuesto de la proporción (en tantos por ciento) entre el costo de tiempo
total invertido en desarrollar las operaciones beneficiosas del Método y el global
consumido en términos de la experiencia vital o biográfica de su Operadora/Receptora (la
Condesa Báthory en nuestro ejemplo). Por ello, TTF = NTF TCU = 3 104 x 1 h = 3 104 h =
3.42 años = 3 años, 5 meses y 3 días; Por otro lado, considerando la información
histórico-biográfica comprobada, el periodo de “experimentación sistemática” de la
hermosa, implacable e inteligente aristócrata húngara duró una década, desde que
enviudó hasta su brusco y probablemente conspiratorio “ocaso final” a manos de la
peculiar – calificándola con suavidad – “Justicia” eclesiástico-civil de la época. Dicho de
otro modo, TB = 10 años.

Consiguientemente:

η BT = 100 [1 – (3.42/10)] = 65.8%

El significado de este parámetro es claro: Hace falta emplear o “pagar” un coste del 34.2%
del tiempo personal o vital disponible para verificar la suficiente acumulación de
Transferencias masivas de factores regenerativo-rejuvenecedores de la memoria celular
de las Donantes seleccionadas de la magnitud cuantificada por el Protocolo descrito,
aplicando el “Método Báthory”. Una vez más, consultar mi Ensayo I sobre los aspectos
bioenergéticos del Modelo de Transferencia, “TRANSFERENCIA DE LA MEMORIA
CELULAR: LA CLAVE MOLECULAR DEL REJUVENECIMIENTO Y LA EVOLUCIÓN
ACELERADA” (Ensayo I, Sección III1.2: El "Método Báthory" como modelo
psicofísico operativo de Transferencia Psico-biotermodinámica), para así refrescar
o interpretar en mayor profundidad las implicaciones de éste y los siguientes coeficientes
de réditos operativos.

2.2

Rendimiento Regenerativo, Bio-Cronológico o Eficiencia “Anti-Aging” del


Método

Rendimiento o Eficiencia “Anti-Aging” Intrínseca o Específica

η AA = 100 [1 – (TTF/DAB)]

Ahora, el cociente TFT/DAB mide la fracción del Decremento Neto de Edad Biológica o
“Efecto Anti-Aging” en valor absoluto producido al utilizar el Método Báthory (DAB),
gastada en llevar a cabo el nº de Castings u Operaciones Transferentes completas
requeridas para lograrlo. Naturalmente, la determinación exacta o rigurosa del valor DAB
habría de obtenerse mediante el estudio profundo y detallado, a nivel de ensayos de
laboratorio y a nivel clínico, del estado anterior y posterior a la aplicación del Método del
organismo del Receptor. Actualmente, existen técnicas fisiológicas y bioquímicas de
diagnóstico muy avanzadas que permiten establecer el grado de “desgaste” o “edad
biológica” de un ser humano mediante parámetros objetivos, a través de la elaboración de
un sofisticado mapa biológico determinado por biomarcadores específicos de alta
precisión. Estos métodos se basan en cuatro series de protocolos analíticos: Índices
fisiológicos o de funcionamiento corporal, composición corporal (relaciones
entre porcentajes de agua, grasa, músculo y hueso), perfil hormonal y perfil de
ADN. La evaluación ponderada de estos factores conducen a una medida fiable de la
velocidad de envejecimiento que presenta en un determinado momento un organismo
dado y, por ende, su Edad Biológica Efectiva. La diferencia entre ésta y su Edad
Cronológica cuantifica entonces el valor DAB.

Pero esto cae de lleno dentro del campo de la Aplicación Biológica de mi Teoría de la
Transferencia, y será expuesto en el futuro como apéndice a mis nueve artículos ya
publicados acerca de ella.

Por ahora, nos limitaremos a manejar una posible aproximación de la magnitud del
“Efecto Anti-Aging” del Método Báthory apoyada en la mera observación intuitiva o
semi-subjetiva de los testigos contemporáneos de la Condesa Erzsébet, quienes – si
damos crédito a numerosos historiadores y biógrafos de la extraordinaria y terrible dama –
aseguran que ésta aparentaba, tanto en vigor como en belleza, contar con unos 30 años
cuando frisaba los 50, justo antes de su detención, procesamiento y arresto domiciliario-
emparedamiento en vida, con un propósito puramente ilustrativo/orientativo.

Tomando de esta forma DAB = 20 años:



η AA = 100 [1 – (3.42/20)] = 82.9%

En otros términos, el Método exige un consumo del 17,1% de su Decremento de Edad


Biológica como “tiempo operativo del mismo” o, en palabras más llanas, necesita 1 año, 8
meses y 2 semanas de tiempo intensivo de sometimiento a su muy singular “terapia
regenerativa” por cada 10 años de rejuvenecimiento general deseado, o 2 meses y algo
menos de 2 días de tratamiento para cada año de “Efecto Anti-Aging” generado.

Un magnífico resultado ¿no creen? Sobre todo, si se compara con los restantes “sistemas”
de su tiempo, a lo sumo apoyados en los retazos o flecos de conocimientos ancestrales de
auténticos herbolarios y otros parecidos, supervivientes entre sus aparatosos conjuros y
“pócimas” de supersticioso envoltorio. E incluso sigue manteniendo una excelente marca
si se coteja con algunos procedimientos o terapias Anti-Aging contemporáneas..., pero
suponiendo que pudiese aplicarse de manera intensiva, masiva y en condiciones ideales,
lo que quizás podría hacerse – y de hecho se hace, en cierta medida, aunque ahora ya de
modo mucho menos “crudo y directo”– , si se cuenta con la poderosa, aséptica y segura
tecnología biomédica presente.

Pero, por desgracia para la principal protagonista y beneficiaria de las actividades reales
que inspiran nuestras Simulaciones, y en otro y todavía más radical sentido, para sus
víctimas, éstas y aquéllas se hallaban irremisiblemente atrapadas en los albores del Siglo
XVII... Y, por más que, a pesar de desconocer por entero cualquier atisbo de los
fundamentos biomoleculares, biogenéticos y celulares del mecanismo de Transferencia de
los factores regenerativos de la memoria celular, el “Método Báthory”, apoyado en el
puro ensayo-error de una cruel pero a su modo eficaz combinación de observación por
ensayo-error e inducción empírica, lograse el muy notable mérito de adelantarse a su
época extraordinaria y audazmente, carecía de las mínimas garantías de control,
verificación, seguridad y eficiencia clínicas capaces de acercarle a su nivel óptimo de
rendimiento. Por ello, si bien consiguió un más que razonable grado de eficacia en el
propio proceso de Transferencia Biológica de los caracteres rejuvenecedores anhelados
extraídos a sus Donantes, las lamentables y primitivas condiciones de baja higiene,
rudimentarios protocolos previos de las fases iniciales de “preparación” de sus
“Fuentes/Presas” dentro de su Protocolo PTP y el escaso poder curativo de las lesiones
infringidas tras cada “sesión de Casting”, condenaban a su procedimiento a soportar un
excesivo número de pérdidas o muertes más o menos “tempranas” de sus proveedoras de
“agentes bio-activos Anti-Aging”: Como acaban de mostrar nuestros cálculos al respecto,
la cantidad promedio de “Extracciones-Castings-Clímax” elementales de una hora
aproximada de duración que podían aguantar sus jóvenes, robustas y hermosas Donantes,
por esmerada que fuese su selección, no sobrepasaba nunca entre las dos y tres docenas.
Esto la obligó a “consumir” una cantidad enorme de víctimas, en torno a 650, además de
forzar a una alta frecuencia de “rotación” de “sujetos frescos” para sostener sus objetivos.
Lo que hizo mucho más “caro”, dificultoso y prolongado el coste-inversión temporal del
Método, así como multiplicó desorbitadamente sus riesgos, como la Historia nos señala.

De hecho, esta es la razón por la cual el periodo real preciso para conseguir 20 años de
Decremento Neto de Edad Biológica fue de 10 años de inversión o trabajo
efectivo (TB).

Esto es lo que mide el parámetro siguiente:

Rendimiento o Eficiencia “Anti-Aging” Efectiva del Método

η AA = 100 [1 – (TB/DAB)]

Sustituyendo una vez más los valores estimados:

η AA = 100 [1 – (10/20)] = 50%


Lo que implica que, en la práctica, hubo de dedicar 6 meses de “operaciones intensivas e
incesantes” por cada año de “Efecto Anti-Aging” disfrutado.

Como pueden comprobar, el “Déficit de Eficiencia Extrínseca” que afectó al “Método


Báthory”, a causa de las fuertes limitaciones técnico-experimentales de su tiempo fue de
un 32.9%.

VIII

Conclusiones Teórico-Inductivas de la Simulación del Modelo DIR, la Teoría


Schreiber de Redes Psicofísicas de Impregnación Ambiental y su Protocolo
Cinético

VIII.1

Conclusiones Inductivas Generales

Tanto del análisis inductivo general de la Simulación de los diferentes Modos o Casos-Tipo
de Doble Transferencia DIR y su interpretación conceptual bajo el prisma de la Teoría de
Redes Complejas, como de una primera aproximación a su Protocolo Cinético
Experimental, podemos extraer una serie de conclusiones globales sobre el Fenómeno de
Impregnación Psicofísica y los procesos por éste desarrollado:

1) Las Redes de Impregnación Psíquica se hallan constituidas por


entramados de topología Exponencial. Sus nodos morfo-funcionales se
conforman a escala polimérico-macromolecular, y las interconexiones o
enlaces operativos entre ellos a nivel molecular.

2) Estos retículos han de componerse de un material “psicopermeable”


adecuado, esto es, físico-químicamente capaz de absorber elevadas
densidades relativas de energía psicofísica y mantener la estructura en
Red Exponencial y el funcionamiento asimilador, emisor, procesador y
almacenador de “paquetes” de ondas-partículas o secuencias de
“unidades meméticas” cuantizadas portadoras de energía-información
(psicones), descargados o “imprimados” sobre él por el Hecho-Trauma
original desencadenante o generador de la Red Primigenia y sus sucesivas
series de eventos realimentadores de orden similar, al igual que por los
intercambiados con las Redes Neurales de topología Libre de Escalas de
los posibles Observadores/Perceptores “sensitivos” que interactúen con
ella. El análisis empírico-estadístico de estos fenómenos demuestra que
tales soportes idóneos son, muy principalmente, el agua embolsada y/o
corriente subterránea y la humedad ambiental, una base estructural tanto
natural como artificial de rocas o minerales graníticos o basálticos de alto
contenido en cuarzo y, en menor aun cuando significativa contribución,
que el Recinto de Impregnación se halle emplazado sobre una zona
geológica o telúricamente activa.

3) Las características definitorias de estras tramas macromoleculares del


Imprimatur coinciden, por ende, con las de toda estructura en Red
Exponencial – longitud mínima media entre nodos Li,j de valor
relativamente muy pequeño en relación al tamaño de la Red, coeficiente
de Clustering extremadamente elevado en términos igualmente
proporcionales y valor reducido de “diámetro” promedio entre dos
vértices (definido éste como el nº mínimo de nodos que han de recorrerse
para unirlos entre sí) – y con sus consecuencias operacionales directas –
el nº medio de conexiones por nodo es invariante, aunque no representa
el valor máximo de las frecuencias de la distribución, las probabilidades
de integración y disipación de un nuevo elemento permanecen constantes
durante el tiempo de crecimiento de la Red – .

4) Estos rasgos morfo-dinámicos esenciales las limitan a una estrategia


evolutiva basada en la alta concentración neta de unidades y conectores
proporcionalmente pequeños con bajo umbral de saturación,
estimablemente alta vulnerabilidad a la contracción por procesos
desfavorables en Descarga, debida a su escasa “robustez” derivada de un
modesto grado de modularidad, menores costes unitarios por operación
transductora, baja potencia de tráfico y enormes niveles medios de
sensibilidad inductiva/reactiva. Esta estrategia de crecimiento expansivo
ha de ser – por consiguiente – oportunista, acumulativa, iniciadora de la
“primera jugada” o acción condicionante inductiva y adaptada a
larguísimos periodos de lenta asimilación energético-informativa,
intercalados con no menos prolongadas fases de “abstinencia de
Recargas”.

5) Como consecuencia de su morfo-dinámica de funcionamiento exponencial,


las Redes-Fuente de Impregnación Primaria emiten, reciben, procesan y
almacenan “códigos meméticos” de información en series o secuencias
lineales esencialmente análogas a las que determinan los mecanismos de
Transcripción o Retro-Transcripción Genética ADN g ARN. No pueden
intercambiar, “leer” o “traducir” unidades de información en formatos
más complejos, versátiles, velozmente multi-cambiantes, densos y
flexibles, tales como los característicos en las transmisiones audiovisuales
animadas entre Redes Libres de Escalas, por ejemplo. Por eso, desde el
punto de vista de sus Receptores humanos cuyos sistemas psico-
sensoriales sí se hallan conformados como estas últimas (Retículos
neurales de su SNC), sus estímulos suelen resultar – por más impactantes,
condicionantes o intensos que les resulten – un tanto “esquemáticos,
monótonos o repetitivos”, como si fuesen “fragmentos o grabaciones de
cintas magnetofónicas o películas viejas conservadas o congeladas en el
espacio-tiempo”..., Se les ha comparado con “esqueletos de ondas”,
“espectros de percepciones del Pasado”, o algo similar. Los informes
empíricos sobre las mejor documentadas y fiables investigaciones
parapsicológicas de este fenómeno abundan con semejantes
descripciones, como bien saben los especialistas en tales campos.

6) Las Redes Neurales de topología en Libre Escala que constituyen los


cerebros y restantes componentes del SNC de los Perceptores ocasionales
o habituales, involuntarios o voluntarios, expuestos a los estímulos
inductores de las Redes de Impregnación Psíquica, presentan propiedades
funcionales y operativas muy diferentes y, en cierta manera,
“complementarias” con las últimas: “Enorme” concentración bruta de
vértices y conectores, muy superior “talla” de los mismos (nodos-
neuronas, a escala celular, y enlaces-sinapsis/axones, de nivel
macromolecular), gigantesca “robustez”, debida a su mucho mayor
“complejidad” o grado de modularidad y nivel de “fitness” o crecimiento
selectivo por medio de enlaces preferenciales, con su consiguiente y
asombrosa gran capacidad de re-adaptación, flexibilidad y auto-
reparación, algo más elevados costes unitarios por operación elemental
transductora, mas un orden de potencia operativa total tremendamente
mayor; Todo ello les permiten gozar de un estado “insaturable” por
bloqueo y muy difícilmente “extinguible” por “derrumbe caótico” o
incluso severamente “lesionable” o “contraíble” en la mayor parte de sus
“enfrentamientos” a los impactos perturbadores de las Redes-Fuentes de
la Impregnación. Es más, desde la óptica de los investigadores, su
principal preocupación en la mayoría de los casos habrá de ser más bien
intentar “proteger” al objeto de su estudio de su alto peligro de resultar
fatalmente “menguado” o hasta “disipado” de modo irreversible como
efecto de su interacción con sus observadores, que el preservarse ellos
mismos. No obstante, existen modalidades de Doble Transferencia bajo
régimen no-lineal, en especial las denominadas “Psico-Simbióticas”, en
las cuales sí hay agudos riesgos de que ocurra lo contrario. En todos ellos,
la muy infrecuente combinación de dos factores en el perfil psicodinámico
perceptivo-reactivo del Receptor predisponen a éste a una máxima
vulnerabilidad respecto a la Red teóricamente más sencilla y “débil”: Una
desmesurada “afinidad psico-perceptiva condicionable” a nivel consciente
y subconsciente en relación a los estímulos inductivos enviados desde la
trama de la Fuente y una no menos excepcional capacidad de auto-control
reactivo que impide el bloqueo-desconexión por reacción brusca y rápida
aversiva ante ellos. En estos Casos-Tipo, el patrón de conducta
acción/reacción genera un esquema obsesivo-compulsivo que impulsa al
Perceptor a dilatar de modo inmenso e indefinido sus sucesivos e
incesantes “pasos” o “tráficos elementales” del complejísimo e
indefinidamente prolongado mecanismo de riguroso control cinético del
proceso, es decir, es empujado por un sutil, gradual e “insidioso”
condicionamiento psico-emocional de poderoso potencial inductor a
adoptar justo el esquema de comportamiento que conviene a la Estrategia
de la Red Imprimatur: Lentitud, parálisis de los mecanismos de respuesta
defensivo-reparadora, sucesión virtualmente “infinita” de pequeñas y
graduadas realimentaciones cuya suma final equivale a una colosal
“Recarga Máxima Completa” favorable a la Red Primaria Molecular de
Imprimación a expensas de la rica, densa y “suculenta” Red Neural del
Receptor. Esta es nuestra definición científica de lo que la tradición del
pensamiento “mágico” ancestral conoce como “encantamiento”, al que
ahora nosotros llamamos “Infestación Psicofísica por Imprimatur”. Según
cual sea el balance psicoenergético global en el límite, fijado a su vez por
la “concentración o capacidad neta de absorción sin llegar al Punto de
Saturación” de la Red de Impregnación, el resultado cambiará en una de
las tres variantes de Infestación-”Encantamiento” posibles: Para un
mismo sujeto Perceptor igualmente en extremo “condicionable-
sugestionable”, si la Red Fuente es o se conserva en un estado lo
bastante concentrado, potente y extenso (por causa de la fuerte
intensidad de Descarga Original del Hecho-Trauma Desencadenante y/o
alta frecuencia de realimentación de sucesivos eventos parecidos en su
historial previo en el seno del Recinto de Impregnación), el proceso se
hará termodinámicamente ventajoso para la Red Fuente, la Red Neural
acabará colapsándose hacia el caos y la primera obtendrá el máximo
beneficio competitivo concebible: La Infestación se torna “Posesión por
Imprimatur”; Si, por el contrario, el “tamaño” , densidad relativa y
potencia de la Red Molecular de Imprimación es de orden inferior en su
origen o se ha debilitado mucho por la gran cantidad de tiempo
transcurrido desde su generación, se bloquea por saturación antes de
alcanzar ese límite y el intercambio neto de energía por unidad de
volumen se encuentra finalmente desplazado hacia el sentido del
Observador: El “hechizo” se rompe y éste se libera, si bien más o menos
seria o profundamente “dañado” a nivel psico-emocional, esto es, la
“Infestación” se queda en tal, no llega a tornarse “Posesión”; Por último,
cuando el nivel de “concentración-expansión-potencia” de la Red
Molecular Exponencial que “empapa” el Enclave Impregnado presenta una
situación intermedia, de forma que el “bloqueo por saturación” se retarda
mucho pero al fin acontece, las densidades psicoenergéticas que cada Red
asimila a costa de la otra son de orden casi idéntico, produciendo un
extraño Estado Final de Meta-Equilibrio que podíamos caracterizar como
“Mutua Infestación-Posesión Perfecta” o “Psico-Simbiosis Absoluta”. Éste
representa un nuevo estado en Red Cooperativa en las que cada
integrante pierde en cierto modo su identidad propia a favor de un
renovado Sistema más complejo y eficiente... En términos del cerebro y el
SNC del Perceptor, sería algo así como un alucinante-psicodélico “viaje
iniciático interminable” o “cambio-amplificación de conciencia”, por el
momento técnicamente indefinible. No cabe duda de que estos tres Casos-
Tipo, predichos por el Modelo DIR y sus Simulaciones, son los que exhiben
mayor interés conceptual y empírico para la futura investigación a medio-
largo plazo, así como también más elevados riesgos e incógnitas. Pero
todos ellos han sido puestos de manifiesto y concuerdan con los datos
aportados por los estudios experimentales del fenómeno, lo que prueba la
solidez del planteamiento teórico.

7) Sin embargo, a corto plazo y desde una posición pragmática, las


principales dificultades a las que nos enfrentamos al abordar estos
estudios son dos: Por un lado, la obvia necesidad de “proteger” la Fuente
de los propios efectos “debilitadores-disipativos” de la interacción de sus
Observadores con ellas, ya justificada en el punto anterior y, por otro, la
bajísima sensibilidad promedio de los Perceptores humanos hacia los
estímulos inductores de las mismas, que provoca el muy inconveniente
efecto de que tan solo una pequeña minoría de “dotados” o sensitivos
presenta “umbrales diferenciales de Fechner” lo suficientemente
“grandes” como para resultar útiles a la investigación sistemática del
fenómeno. La segunda restricción citada es consecuencia directa de la
desproporcionada divergencia del “factor de escala” entre las partículas-
onda elementales cuantizadas portadoras de la transmisión de
Descargas/Recargas de energía-información entre ambas Redes (psicones,
de nivel subatómico) y el entramado de nodos e interconexiones de la Red
Neural (celular-macromolecular), lo que supone, en principio, que sean
precisas una tremenda cantidad de dichas unidades para “disparar” la
respuesta mínima de los aparatos perceptores de éstas. Tal “escalón”
también se da con los elementos de la Red Fuente Primaria de la
Impregnación (macromolecular-molecular), pero en mucha menor medida.
De ahí que los umbrales de acción/reacción de estas Redes sean mucho
más reducidos y, por tanto, las sensibilidades de orden muy superior, lo
que las permite “iniciar la jugada” o “dar el primer golpe” de
perturbación inductiva, ante la presencia de testigos lo bastante
“dotados” como para captarlas. Estos hechos, explicados por el Modelo
DIR para el intercambio Donante/Receptor interpretado a la luz de la
Teoría Schreiber de Redes Psicofísicas, son asimismo coherentes con las
incipientes pruebas experimentales disponibles por la Parapsicología.
Partiendo de ellos, es factible elaborar una selección específica de perfiles
óptimos de Testigos/Observadores sensitivos, con el propósito de
combinar sus exposiciones a los estímulos inductivos de la Red Fuente en
una serie analítica adecuada o primera aproximación a un Protocolo
Cinético DIR para el estudio del Imprimatur, como acabamos de llevar a
cabo en la Sección precedente.

8) Por todo ello, el grado de complejidad-modularidad jerarquizada de los


Retículos Moleculares Exponenciales Primarios de Impregnación
Psicofísica corresponde – aproximadamente – al de las Redes de
Transcripción-Retrotranscripción Genéticas de Exones, las que conforman
la trama de reacciones del proteoma metabólico procariota/bacteriano o,
como mucho, el tapiz de interconexiones neuronales de sistemas
nerviosos muy simples y poco diferenciados, como el de los gusanos
“caenorhabditis elegans”, tal y como se señaló en Secciones anteriores.

VIII.2
Implicaciones y Conclusiones Teóricas y Conceptuales: Un Primer Modelo sobre
la constitución y naturaleza íntima de las Redes Moleculares Psicopermeables
de Impregnación

Considerando ahora estas generalizaciones inductivas, otros conjuntos de hechos o


potentes indicios experimentales bien establecidos o conocidos y algunas pruebas
empíricas procedentes del estudio del fenómeno,nos atrevemos a abordar, por fin y como
último colofón de esta serie de ensayos, el arduo y peliagudo problema asociado al
establecimiento, al menos, de un primer esbozo aproximado sobre la naturaleza íntima
profunda de las Redes de Impregnación Psíquica a escala molecular, tanto en términos
morfo-estructurales como dinámico-funcionales.

Empecemos por lo “menos complicado”:

VIII.2.1

Conformación Físico-Química de las Redes de Impregnación Psíquica

Fundamentándonos en los puntos 1) y 2), resulta razonable asumir la siguiente:

VIII.2.1.1

Hipótesis Schreiber de la Conformación Molecular Psicopermeable

“Toda Red Molecular Exponencial de Impregnación Psicofísica se halla


conformada por entramados con la siguiente composición:

• NODOS = ESTRUCTURAS MACROMOLECULARES TIPO GRANITO/BASALTO:


MATRIZ DE FELDESPATOS O, EN GENERAL, CADENAS DE UNIDADES
TETRAÉDRICAS DE IONES SILICATO (SiO4-4), DE ALTO DESARROLLO
TRIDIMENSIONAL CRISTALINO (TECTOSILICATOS), “SEMBRADA” POR
NÚCLEOS DE CUARZO (SiO2), EN SUS DIVERSAS FORMAS DE
CRISTALIZACIÓN ALÓTROPAS Y CONFORMACIONES/ESTADOS ENERGÉTICOS
DE “ACTIVACIÓN”.

• INTERCONEXIONES = TRAMAS INTERMOLECULARES DIPOLARES EN ESTADO


SEMI-ORDENADO VARIABLE ENTRE MOLÉCULAS DE AGUA LÍQUIDA,
CORRIENTE, EMBOLSADA O CONDENSADA (H2O), A TRAVÉS DE PUENTES DE
HIDRÓGENO, EN DIVERSOS ESTADOS CUÁNTICOS DE “EXCITACIÓN”.

Dicha hipótesis, así como las propiedades funcionales descritas en los puntos 3) – 5), se
justifican, en mi opinión, teniendo presentes que, tanto el cuarzo como las rocas con alto
contenido de minerales cuarcíferos como el agua muestran patentes muestras de
“psicopermeabilidad reactiva”, o alta capacidad de captación, transferencia y
almacenamiento de energías psicobiológicas y sus códigos informativos asociados, es
decir, un acusado “efecto memoria” psicodinámicamente activo. Existen múltiples indicios
y pruebas empíricas de ello, las cuales sintetizaremos a continuación:

VIII.2.1.2

Bases Empíricas de la Hipótesis Schreiber de la Conformación Molecular


Psicopermeable

VIII.2.1.2.1

El Cuarzo: Un poderoso transductor-acumulador-transmisor de descargas


psicoenergéticas

El cuarzo es un mineral del Grupo IV (Óxidos), según la clasificación geoquímica de Strunz.


Su composición es SiO2 en estado puro. Cristaliza en el sistema trigonal en celda cristalina
romboédrica compacta tridimensional neutra y, por tanto, no es exfoliable. En tal forma,
es incoloro, si bien tiende a asimilar en su retículo numerosas y muy variadas impurezas,
dando lugar a muy diversas variedades alocromáticas. Su dureza es tan enorme que
puede rayar los aceros comunes, debido a la elevada fuerza de sus enlaces covalentes y el
alto grado de empaquetamiento de su trama estructural cristalina. La intensa y
sorprendente gama de propiedades como transductor-acumulador-transferidor de energía-
información a todos los niveles físicos, psicobiológicos y psicofísicos ha de ser
consecuencia de las características físico-químicas elementales implicadas en su
estructura molecular: Gran Poder Piezoeléctrico, o sea, responde a la presión a
través de una separación de cargas interna que genera una tensión o diferencia
de potencial eléctrico directamente proporcional a ella. El proceso opuesto
también es espontáneo, ya que reacciona mecánicamente ante estímulos
voltaicos. En esta singularidad reside su amplia utilidad como transductor, desde
mecheros de encendido eléctrico hasta altavoces; Altísima capacidad como Resonador
Universal, puesto que todo cristal de cuarzo sometido a un estímulo eléctrico o
pulso electrónico absorbe parte de dicho “paquete de energía”, iniciando una
vibración en una frecuencia característica relacionada con su magnitud y
específica según la estructura concreta o forma “alótropa” del cristal. La
amplitud de esta oscilación periódica se va extinguiendo en el tiempo a ritmo
exponencial decreciente y uniforme. Pero si se conserva la intensidad o potencia
de estímulo de manera constante o sincronizada, obtenemos una señal a una
frecuencia extraordinariamente precisa, como el equivalente electrónico a un
reloj de péndulo. Este comportamiento es el fundamento de las innumerables y
valiosísimas aplicaciones tecnológicas del cuarzo en los sistemas electrónicos, tales como
relojes, microprocesadores u osciladores de todo tipo; Termoluminiscencia, o emisión
de luz o radiaciones electromagnéticas al ser calentado. De hecho, se ha
demostrado que el cuarzo posee una alta absorbancia en el espectro de los
rayos cósmicos, los cuales provocan cambios o “saltos” en sus niveles de
energía cuánticos y estructuras cristalinas correspondientes que se van
acumulando en el tiempo. Si posteriormente, estos cristales son calentados
aunque sea suavemente, tal “trabajo de activación” induce que dichos “estados
excitados de equilibrio inestable” tienden a volver a sus conformaciones
fundamentales de menor energía, liberando la diferencia de energía cuantizada
en forma de luz o radiaciones electromagnéticas. Cuanto más intensidad o
cantidad de luz emite, más tiempo de exposición o irradiación a los rayos
cósmicos procedentes del espacio exterior ha transcurrido. Analizando los “picos
de emisión” a distintas longitudes de onda, y comparando dicho espectro con el de
materiales patrón ya datados, es posible calcular el tiempo que una pieza o fragmento de
roca o mineral se ha encontrado a la intemperie, constituyendo esta una técnica de
fechado arqueológico de gran exactitud y notable alcance.

Como sin duda se habrán percatado, la similitud entre los mecanismos físicos descritos y
la fenomenología de la Impregnación Psíquica desarrollada por el Modelo de Transferencia
DIR es enorme. En especial, la segunda y la tercera propiedad se adaptan de manera
impresionantemente adecuada a tales procesos, sin más que suponer la Descarga Inicial
del Hecho-Trauma Desencadenante y sus sucesivas realimentaciones por eventos de
orden comparable a otras tantas absorciones de pulsos o paquetes de ondas-partículas
electromagnéticas portadoras de energía psicobiológica de alto potencial emocional o
“Psicones” (Propiedad de Elevada Reactividad por Psico-Resonancia), y las eventuales
interacciones con perceptores de determinados perfiles el equivalente a los
“calentamientos/enfriamientos” o perturbaciones externas sobre la Red cristalina
impregnada (lo que podíamos llamar “Psicoluminiscencia”). Todo ello no sería en verdad
más que una conclusión directa del Postulado Fundamental de Psico-Cuantización
establecido desde el principio por mi modelo teórico. Claro está que tales efectos a escala
psicofísica no ha sido por el momento cuantificados de manera rigurosa en el laboratorio,
a causa de la elevada complejidad de las fuentes del fenómeno y la sutileza de los campos
y flujos de energías implicados, pero sí disponemos de abundantes indicios razonables y
datos empíricos que los respaldan a nivel cualitativo. Así, desde tiempo inmemorial, todas
las doctrinas y escuelas de sabiduría en todas las grandes Civilizaciones Antiguas han
sostenido que el cuarzo es un mineral con potente capacidad como receptor, acumulador,
amplificador, transferidor y canalizador de energía e información psíquica. En concreto, su
supuestamente muy elevada capacidad como “limpiador” o “purificador” psicoenergético
de auras o campos bioenergéticos humanos o ambientes “cargados” de impregnaciones
“negativas” es ponderada de forma sistemática y repetitiva en fuentes originales de las
más alejadas culturas del planeta. Constituyen, por ejemplo, la base fundamental de
importantes ramas de la Medicina Alternativa como la Gemoterapia o Cristaloterapia.
Parece evidente que tal propiedad le haría igualmente muy susceptible de ser imprimado
por las descargas sucesivas de Hechos-Trauma como los descritos cual origen primigenio y
mecanismo realimentador del fenómeno que nos ocupa.

Por otra parte, la gran variedad de estados energéticos o alocromáticos compatibles con el
sistema, así como la elevada complejidad estructural de las cadenas tridimensionales de
tectosilicatos y la magnífica estabilidad y resistencia a la erosión, desgaste o deterioro
mecánico de sus retículos cristalinos aseguran desde el punto de vista físico, su potencial
capacidad para almacenar, preservar, codificar y transferir cantidades muy notables de
información elaborada.

VIII.2.1.2.2

El agua: Un excelente fluido conector y difusor de las densidades


psicoenergéticas impregnadas. Pisco-Reactividad Molecular del agua a la
energía psico-emocional: El Efecto Memoria del Agua o “Efecto Emoto”

Nuestros pensamientos y nuestras emociones pueden alterar la estructura molecular del


agua, evidencia física de nuestro poder psicofísico de afectar los sistemas materiales
dentro y en torno a nosotros.

"Mensajes del Agua; La Belleza Oculta del agua", estudio del doctor Masaru Emoto,
es el resultado de los trabajos de investigación sobre muestras de agua de diversos países
y procedencias mediante la utilización de resonancia magnética y microscopia de campo
oscuro. La primera técnica permite la observación de los cambios en los niveles de
energías cuánticas más sutiles interactuantes con la consciencia del observador/operador
tal y como predice el Principio de Indeterminación de Heisenberg y la segunda nos
muestra, con magníficas imágenes del agua cristalizada, como ésta se ve influida por
diversos factores vibracionales como la música o la consciencia de las personas.

Masaru Emoto, especialista japonés en Medicina Alternativa, empezó a interesarse por las
propiedades sanadoras del agua unos 15 años antes de la edición de dicho libro. Tras 5
años de trabajo y reflexión, estableció contacto con el profesor Lawrence, un investigador
californiano que estudiaba las vibraciones más "finas" de las moléculas de agua utilizando
la técnica de la resonancia magnética... Trabajando con este científico el profesor Emoto
se formuló la siguiente pregunta: ¿sería posible reflejar las cualidades sanadoras de
diferentes tipos de agua "energizada" de una manera visible y palpable?

La "idea feliz" para llevar a cabo este estudio le llegó al probar fotografiar por medio de
microscopia de campo oscuro los cristales hexagonales que formaban distintas muestras
de agua al helarse. Y de las imágenes que obtuvo llegó la confirmación a su sorprendente
hipótesis: Ciertas muestras de agua corriente de grandes urbes presentan una estructura
de cristalización muy tosca, mientras que muestras de agua de manantiales ofrecen
cristales de una gran simetría y belleza. Extendió así su área de estudio al fotografiar
cristalizaciones de agua dulce de diversos lugares del mundo – (glaciares, lagos,
estanques, agua de lluvia, fuentes) – obteniendo cristales de formas más perfectas y
sorprendentes cuanto más natural e incontaminado era su origen. Curiosamente, el agua
salada o marina al ser helada y micro-fotografiada jamás ofrece trazas de cristalización
alguna, extremo cuya causa se ignora. Personalmente, tengo una hipótesis acerca de ello
relacionada asimismo con el fenómeno de la Imprimación Psíquica: La sorpresa mayor
llegó al conseguir transformar irregulares patrones de agua contaminada en bellos
cristales hexagonales al someter las muestras a la audición de canciones tradicionales,
oraciones religiosas o bien música clásica. O al transformar "mediocres" y anodinas
películas o redes de partículas de baja simetría de agua destilada en bellos patrones
geométricos al susurrarles palabras de agradecimiento y, al contrario, obtener horrorosas
estructuras al someterlas a frases desagradables o sonidos "caóticos" o disarmónicos.

En términos científicos, a menos que un experimento sea reproducible por un observador


independiente, sus hallazgos son considerados inválidos. Esto es exactamente lo que hizo
el Dr. Emoto. A través de experimentos rigurosamente repetibles él demostró que los
pensamientos humanos y las emociones pueden alterar la estructura molecular del agua.
Ahora, por primera vez, hay evidencia física de que el poder de nuestros estados mentales
puede cambiar el mundo dentro y alrededor nuestro.

Todo esto se inició en 1994 cuando el Dr. Masaru Emoto tomó muestras de agua dulce de
varias fuentes, congeló unas pocas gotas, las examinó bajo un microscopio de campo
oscuro y las fotografió. Primero experimentó con agua de una fuente natural pura en
Japón. La foto reveló una hermosa forma cristalina. Luego hizo lo mismo con agua de un
río contaminado cercano. El resultado fue un turbio y embarrado patrón con muy poca
estructura. Luego pidió a un sacerdote del templo Jyuhouin ofrecer una plegaria a una
muestra de agua contaminada y repitió el experimento sólo por curiosidad. Apareció una
hermosa estructura cristalina hexagonal blanca. Este experimento fue repetido muchas
veces con el mismo resultado.

Las diferentes muestras de agua destilada mostraron formaciones diferentes, pero nunca
cristalizadas. Este agua fue expuesta a continuación a sonidos grabados en cintas
conteniendo palabras, nombres de personas, música, o exponiéndola a diferentes esencias
florales.

La música clásica u otras melodías armoniosas siempre reflejaron patrones hermosos,


mientras que el heavy metal creó imágenes distorsionadas, sin forma y borrosas como si
ese tipo de música hubiera destruido el delicado equilibrio de las moléculas.

Continuó experimentando, esta vez escribiendo palabras en pedazos de papel y


pegándolas a un contenedor de vidrio transparente para ver si alguna cosa pasaba. Usó
palabras positivas como “Amor” y “Gracias”, y cada vez notó un bello y delicado patrón
cristalino. Se obtuvieron resultados diferentes dependiendo del idioma utilizado.

Las palabras convierten las vibraciones de la naturaleza en sonido, y cada lengua es


diferente, cada una tiene su propio juego de vibraciones. La naturaleza en Norteamérica
es diferente de la naturaleza en Japón. Aunque “Arigato” y “Thank you” – ("Gracias") –
tienen la misma traducción, crean estructuras cristalinas diferentes. Cada palabra en cada
lengua es única y existe sólo en esa lengua.

Nuestro propio cuerpo está compuesto en un 70 por ciento de agua. Y la superficie de la


tierra es también un 70 por ciento de agua. Hemos visto anteriormente la prueba de que
el agua, lejos de estar inanimada, está realmente “viva” y responde a nuestros
pensamientos y emociones.

No creo necesario añadir mucho más, excepto que, en el caso de la Impregnación


Psicofísica, el agente ondulatorio/vibracional capaz de “modelar” los cambiantes,
sensitivos y sutiles entramados intermoleculares entre los dipolos del H 2O sería la propia
Descarga Original del Hecho-Trauma Liberador, sus sucesivas realimentaciones positivas y
las interacciones en Recarga con sus Perceptores adecuados, una vez ya “integrados” y
“concentrados” por los eficientes acumuladores-resonadores-transductores de cuarzo y
sus ramificaciones silicatadas.

La interconexión eficiente entre dichas unidades procesadoras-transferentes de la energía-


información vinculada a la Imprimación, la auténtica trama-soporte de nodos de la Red
Exponencial de Impregnación Psíquica, se encontraría mediada – por tanto – a través de
estos Enlaces de películas fluidas de agua estructuradas de acuerdo con las pautas
codificadas por dicho contenido psicoenergético-informacional de alto potencial psico-
emocional interactivo, en base a un mecanismo de difusión u “ósmosis psicoquímica”
espontánea o facilitada (recordemos los conceptos de “trabajo de acoplamiento” y
similares).

Ambos elementos complejos y auto-ajustables, Nodos Cuarcífero-Silicatados y Conectores


Acuosos, conformarían la Red de Impregnación en su conjunto.

VIII.2.1.2.3

Componentes Complementarios: El Factor Geológico y el Factor Biogénico como


Realimentadores Secundarios del Fenómeno

Los dos factores anteriores son los sustancialmente imprescindibles para la producción y
sostenimiento de la fenomenología de la Impregnación Psíquica. Pero el análisis
estadístico empírico-inductivo de sus manifestaciones señala que existen otros dos que,
aunque en menor medida y de forma digamos suplementaria, ayudan a reforzarlo; En
orden relativo de influencia cuantitativa, estos parámetros son: La ubicación del Recinto
de Imprimación sobre zonas geofísica o telúricamente “calientes” y la presencia de
materia orgánica en descomposición, sobre todo también a nivel del subsuelo.

En el marco de nuestro Modelo de Transferencia entre Redes Psicofísicas y de la última


Hipótesis sobre la Conformación Molecular Psicopermeable, la explicación de estos
resultados parece bastante sencilla: Tanto uno como otro de estos procesos genera una
continua y estable liberación de respetables cantidades de energía, por más que mucho
más potentes en el caso de los primeros. Dicha densidad energética bien puede ser
captada por los Retículos Psicopermeables de Cuarzo-Silicatos/Agua, de modo que la
Intensidad de Imprimación aumentaría para un mismo Hecho-Trauma, historial posterior
de sucesivas realimentaciones y ocasionales recargas en su intercambio psico-perceptivo
con Receptores Neurales idóneos. Naturalmente, estas “inyecciones cebadoras” de
energía no aportarían ningún “significado” o contenido “codificable”, al menos en
principio, pero sí un aporte neto de densidad neta de la misma. La Red Molecular
Exponencial de Impregnación no aumentaría su más o menos modesto nivel de
complejidad modular-jerarquización o complejidad topológica, pero sí su concentración
bruta de energía y, por ello, su Potencia de Imprimatur en igualdad del resto de variables
determinantes. Así, los efectos o fenómenos psico-perceptivos inducidos por ella no
variarían de manera significativa en términos cualitativos, pero sí cuantitativos o de
intensidad de emisión. Esta descripción coincide plenamente con los datos comprobados
por la investigación parapsicológica experimental de los mismos.

Además, no se trataría tan solo de una mera acumulación de energía: Es obvio que existe
una “afinidad específica” entre las inestabilidades o centros geofísico-telúricos activos y la
Redes de Cuarzo-Tectosilicatos de las rocas graníticas o basálticas suprayacentes, pues
ambas forman parte, a escala geológica, de un mismo Sistema evolutivo dentro del Ciclo
de la Litosfera. Las series de Bowen de cristalización o codensación magmática –
especialmente la continua o ácida, asociada a los zócalos o superestructuras graníticas de
la corteza continental emergida, que configuran el basamento del escenario principal que
nos ocupa – implican una progresiva concentración de mayores proporciones de cuarzo en
las series minerales de las rocas en formación. Por añadidura, sus áreas más activas se
asocian con intensos plegamientos tectónicos, fallas, intrusiones o encabalgamientos, que
provocan un amplio y diverso metamorfismo local de éstas. Asimismo, se hallan
profundamente relacionados con fenómenos hidrotermales ligados a embolsamientos
freáticos o corrientes de aguas termales subterráneas. Es, en consecuencia, muy
razonable suponer que la gama de frecuencias energéticas liberadas por estos
mecanismos geofísicos sean próximas a las características de las descargas traumáticas
de la Impregnación Psíquica, pues ambas operan por, de y a través de idénticos o
semejantes soportes a nivel macromolecular y molecular. Al fin y al cabo, los cambios geo-
tectónicos, aun en sus fases más “latentes” y graduales, son transformaciones violentas y
poderosas de masa-energía, y no es de extrañar que puedan alimentar y “cebar” un
fenómeno mucho más sutil o menos denso pero sustancialmente afín si éste ocurre y se
repite en un entorno cercano a su “epicentro activo”. De hecho, todas las culturas
antiguas destacan en sus principios de sabiduría ancestral la crucial relevancia o conexión
entre los “puntos calientes” de alta actividad geo-telúrica y los “lugares de poder”, o
“Portales” a ciertos estados alterados de conciencia o experiencias “paranormales”. Los
druidas llamaban al cuarzo “las venas de la Tierra...”. De nuevo, una vez más, los
intuitivos y meramente empíricos saberes primitivos acertaron, aunque no tuviesen
acceso a los fundamentos íntimos de los fenómenos a escala molecular. Y, probablemente,
intentaron potenciarlos: Stonhenge y otros cientos de “círculos de dólmenes, menhires y
semejantes” repartidos a lo largo y ancho de Europa, coincidiendo siempre con las
“Líneas-Ley” de la Red de Actividad Geo-Telúrica, dan buena cuenta de ello. Sólo hay que
cambiar la perspectiva para interpretar tan ciclópeos restos del pasado de forma más
profunda y correcta de lo realizado hasta ahora.

En cuanto a lo referente a los residuos orgánicos en descomposición, es cierto que la


putrefacción cede determinadas cantidades de energía al medio circundante y
suprayacente. Pero igualmente las proporcionarían y en mayor medida y rapidez otras
fuentes más simples y comunes de reacciones químicas oxidativas exotérmicas análogas,
como la elemental combustión de madera en chimeneas, el encendido de hogueras o
antorchas, u otros procesos físicos como la conexión de múltiples aparatos eléctricos,
tanto de alumbrado como destinados a la calefacción y diversos usos y la mera
respiración, sudoración y emisión térmica de los cuerpos humanos concentrados o
residentes en un lugar supuestamente “imprimado”. Sin embargo, las pruebas empíricas
disponibles apuntan con nitidez a que estos últimos factores secundarios, aun cuando en
ocasiones pueden reforzar o ayudar a las manifestaciones del fenómeno, no son claves en
él , o al menos no de modo estadísticamente significativo. Por el contrario, si bien en
menor grado que el factor geológico, sí se observa una correlación positiva entre la
existencia de un cementerio antiguo en el subsuelo, un camposanto adjunto o cualquier
otro lugar que haya sido testigo de enterramientos masivos o frecuentes, sin que hayan de
estar relacionados con los eventos de muertes violentas presuntamente generadores de la
Impregnación necesariamente.

La pregunta sería entonces: ¿Porqué esta más alta “psicopermeabilidad” de la


putrefacción orgánica, en especial de cadáveres humanos si, comparativamente, otros
procesos físico-químicos ambientales podrían donar mayores cantidades de energía
realimentadora en menos tiempo, y de origen molecular muy parecido?

La respuesta que propongo es la siguiente: La descomposición de restos orgánicos en


general y humanos muy en particular presenta un “efecto psico-reactivo cualitativo
secundario” capaz de potenciar el Imprimatur, por lo cual los índices estadísticos de
psicopermeabilidad efectiva de tal materia son superiores a lo que debería
corresponderles por su simple aporte neto de densidad energética. Tal hecho se
sustentaría, una vez más, en el “Efecto Emoto”: Cuando un organismo superior y, en
forma extrema, en el caso de un ser humano, debido a su mucho más alto nivel de auto-
conciencia, percibe que su muerte se aproxima, su cerebro, SNC y red endocrina segregan
potentes descargas de endorfinas, mediadores sinápticos y hormonas como reacción
condicionada por los poderosos sentimientos de angustia, estrés, incertidumbre y temor
lógicamente vinculados con el estado pre-agónico y agónico. En términos psicológicos y
bio-evolutivos, los médicos, psiquiatras, neurólogos y otros especialistas creen con sólido
criterio que tales mecanismos son la respuesta adaptativa frente al trauma de la
consciencia de la propia extinción física. Estos procesos bioqúmicos y fisiológicos inducen
en la mente de la persona cuyo fallecimiento está cercano un profundo estado alterado
de conciencia. Alterado, “hipersensibilizado” y “amplificado”: Existen miles de testimonios,
tanto de los pacientes implicados como de sus cuidadores, sanitarios, amigos o familiares,
quienes les acompañan en tan duro tránsito, que demuestran algo ya innegable; Durante
estos estados pre-terminales o terminales de la vida, una gran proporción de personas
experimentan fenómenos de percepción extrasensorial. Por ello, muchos investigadores y
expertos consideran – en mi opinión muy razonablemente – que éste y no otro es el
fundamento de las famosas “ECM´s”, o “Experiencias al Borde de la Muerte”, relatadas por
aquellos pocos afortunados que, por alguna u otra causa, se recuperaron y volvieron
desde dicha situación-límite al mundo de los vivos. En lo que importa al objeto de estudio
de estos ensayos, sin embargo, tan fascinante cuestión – otro de los innumerables puntos
de discusión entre espiritualistas y escépticos – no es relevante, sino más bien un efecto
colateral de este “estado singular” de las etapas postreras de nuestras vidas: Si tenemos
en cuenta lo descubierto por los experimentos del Dr. Emoto, es evidente que, en las
circunstancias especiales descritas, tal “cascada” o “torrente” de reacciones
neuroquímicas y hormonales ha de desencadenar una aguda e intensa alteración psico-
emocional y celular que, a su vez, “moldeará” o “marcará” de manera generalizada,
masiva e indeleble la estructura intermolecular de las redes o películas del agua contenida
en el cuerpo del individuo agonizante, sobre todo concentrada en los órganos-diana
receptores de las mismas. Lo que yo postulo es que, si después sobreviene efectivamente
el óbito, como ocurre en la mayoría de las ocasiones, tal “patrón reticular” quedará fijado
o “congelado” en el agua de los tejidos implicados, al menos durante un tiempo. La
inmediata y posterior acción de los organismos y bacterias descomponedoras libera dicha
agua y humedad en condensación que, en contacto con embolsamientos y, en especial,
corrientes subterráneas de aguas ambientales, “impregnarán” o inducirán a éstas con su
pauta por acción dipolar más o menos extensa, y tanto mayor cuanto más frecuentes y/o
elevados sean las muertes y enterramientos subsiguientes en la zona. Pero como, en la
mayor parte de los casos, el “contenido codificable” de los estados psico-emocionales
asociados a la pre-agonía y la agonía son traumáticos y saturados de impotencia, terror,
incertidumbre, estrés y angustia en variable grado, se encuentran en los sectores de
“frecuencias” adecuados para sintonizar con los que generan la Impregnación Original y
sus sucesivos eventos realimentadores. De ahí que su presencia conlleve un refuerzo
cualitativo-informacional paralelo a su simple realimentación cuantitativa en densidad
energética neta.

Hasta aquí la exposición de los cimientos físico-químicos y psicofísicos estructurales o


morfológicos que parecen caracterizar una Red Molecular Exponencial de Imprimación
Psíquica.

Atrevámonos a continuación con los mucho más sutiles e intrincados aspectos dinamo-
funcionales de las mismas.

VIII.2.2

Conformación Dinámico-Funcional de las Redes de Impregnación Psíquica

Tal y como ya se especificó en Secciones precedentes, las Redes Moleculares de


Impregnación Psíquica se hallan limitadas por su morfo-topología Exponencial al nivel de
complejidad modular o jerarquización funcional aproximadamente equivalente a Redes
como las que constituyen el proteoma metabólico procariota o la fisiología de sistemas
neurales primitivos, del tipo de invertebrados primarios muy sencillos.

No obstante, esto no quiere decir que no sean capaces de captar, procesar, asimilar,
almacenar y transferir grandes cantidades netas de energía-información, si bien supone
severas restricciones en cuanto a la potencia o velocidad y capacidad de saturación
máxima con la que pueden realizar tales funciones. Esta condición fundamental las
“condena” a una estrategia de expansión evolutiva cimentada en la concentración bruta,
el oportunismo acumulativo y la alta resistividad en estado latente o cercano a él, como se
describió entonces en detalle.

El gran interrogante que hemos de plantearnos ahora es si un Retículo Psicofísico Abierto


de estas características dinamo-funcionales puede alcanzar un grado de “auto-conciencia”
estimable, o al menos en cierto modo comparable al menos con el de las Redes mucho
más compactas, intensamente jerarquizadas o modularizadas, robustas, rápidas, potentes,
flexibles y dotadas de una fuerte tendencia al crecimiento en patrón “fitness”, que
constituyen el entramado neural de nuestros cerebros o el de otros organismos
superiores.

Resulta patente que, considerando únicamente un “nodo-tipo” de ambas clases de Redes


– la Neurona y la Unidad Morfo-Funcional cristalina polimérica de Cuarzo-Tectosilicato
Resonador-Transductor – y su respectivo Nº promedio de enlaces operativos, así como la
dimensión-eficiencia-especialización de los mismos – sinapsis y axones respecto a tramas
intermoleculares de películas de agua “imprimada” por el Efecto Emoto – la simplicidad de
la Red Exponencial, como no podía ser de otra manera, es enorme frente a la Red Libre de
Escalas que conforma el tapiz de nuestras mentes.

Pero, si la concentración total de dichos elementos y el nivel neto global de


interconexiones activas entre ellos alcanzase un “tamaño” relativo lo suficientemente
elevado, ¿podría soportar y sostener los complejísimos, asombrosos, singulares y poco
frecuentes fenómenos o facultades que denominamos “auto-conciencia”, “voluntad” o
incluso... “personalidad”?

Esta pregunta no es para nada absurda ni descabellada: Si volvemos al ejemplo del


metabolismo procariota, sería tanto como discutir si una masa lo suficientemente densa
de bacterias anaerobias, podría llegar a consumir con similar eficiencia global una
cantidad igual o hasta superior de nutrientes que el intrincado conjunto de aparatos y
sistemas orgánicos conformados por diversos y altamente especializados tejidos celulares
eucariotas en el seno de un animal aerobio superior. O también si es factible imaginar una
muchedumbre lo bastante concentrada de gusanos primarios capaces de integrar algo
parecido al cerebro de un mamífero o incluso de un ser humano.

La Teoría de Redes Complejas y la Termodiámica No-Lineal para Sistemas Abiertos, es


decir, la nueva Física de la Complejidad, contesta a tan fascinante y trascendental
cuestión – en contra de lo que muchos aún por desgracia anclados en obsoletos esquemas
exclusivamente lineales/mecanicistas creen dictado por el mal llamado “sentido común”–
mediante un “Sí” Condicional. Traduciendo ésto del modo más claro posible, la
respuesta sería: “Sí, siempre y cuando en el seno de esa masa de gran
concentración bruta de unidades simples o elementales se pudieran establecer
y conservar un número relativo de interconexiones o enlaces netos totales
fnncionalmente operativos lo suficientemente grande, o bien, expresado de otra
manera, si el nivel global de coordinación interna del Sistema en Red
Exponencial es lo suficientemente intenso”.

Hasta hace muy poco, la existencia de Sistemas Abiertos procesadores de energía-


información de esta índole parecía limitada al mundo de las Redes Libres de Escala. Así,
por destacar un caso proverbialmente citado y muy bien estudiado por la Ciencia, las
Redes que constituyen los insectos sociales, como las termes, abejas u hormigas, se
encuentran compuestas por “nodos” o “unidades” morfo-funcionales comparativamente
simples – en términos neurocerebrales – si las cotejamos frente a una persona o un lobo,
por citar a individuos de otras notables especies sociales (cada zángano u obrera). Pero el
Retículo Biosocial que forman – la Colmena – puede estimarse sin duda como una
Supermente Colectiva cuya capacidad, grado de inteligencia adaptativa, auto-consciencia
y competencia estratégico-previsora iguala o supera la del más selecto Consejo de
estadistas, sabios expertos, inversores, planificadores, economistas y líderes militares de
la historia de la Humanidad..., y no digamos nada si la comparamos con las manadas o
clanes de cánidos... En realidad, construían colosales y gigantescas urbes – en proporción
a su tamaño – e inventaron y desarrollaron la esclavitud, la cría de ganado (pulgones), la
recolección selectiva de cultivos y materias primas para sus “industrias” constructivas, el
diseño de paneles y otras estructuras sofisticadas según pautas matemática y
geométricamente perfectas y otras decisivas tecnologías físicas, biológicas y
socioeconómicas como la “reproducción asistida” y la “educación condicionante
especializada” de sus diferentes variedades de larvas cientos de millones de años antes
que nosotros empezásemos tan siquiera a intentarlo torpe y toscamente. Gracias a ello,
han sido capaces, pese a las tremendas desventajas evidentes de su diminuto tamaño y
escasa resistencia a los cambios bruscos o extremos de temperatura, expandirse y
colonizar los más diversos territorios en todas las zonas climáticas excepto los polos
gélidos permanentes, e ir perfeccionando sus recursos, técnicas, métodos y obras lenta
pero inexorable y certeramente. En verdad, la convergencia dinámico-funcional evolutiva
entre ellas y nuestras sociedades es tan pasmosamente extrema en algunos aspectos que
sabemos existen “confederaciones” o bloques tácticos de alianzas entre Colmenas, y
guerras estratégicas, frías y calientes entre ellas, motivadas por conflictos territoriales o
escasez de recursos esenciales para su progreso o supervivencia, especialmente entre
abejas y hormigas.

La semejanza de este modelo comparativo – Colmena-Hormiguero frente a Sociedad


Humana o Lupina – con el contraste entre una Red Molecular de Impregnación Psíquica y
la Neural de un cerebro o SNC de un humano o un lobo es muy alta, de modo conceptual,
aunque no así cuantitativo: Tanto las primeras como las terceras se hallan conformadas
por vértices o nodos individuales más pequeños y simples, menos veloces o potentes a la
hora de procesar información y más saturables, pero con menor coste unitario a la hora de
alcanzar su máximo rendimiento operativo o “maduración funcional” (pues la
especialización y diversificación funcional entre hembras infértiles obreras, criadoras-
cuidadoras, “amazonas-soldados”, hembras fértiles o Reinas y machos fértiles o zánganos
se apoya en gran parte en una base de conducta genéticamente predeterminada, no en el
esforzado y costoso proceso de la educación-condicionamiento-”amaestramiento” familiar-
cultural característico de sociedades como la humana o la lobuna); El grado de
jerarquización-modularidad o sofisticación de cada nodo activo y de los lazos creados
entre ellos es muy superior y relativamente superior respectivamente entre humanos y
lobos que en el seno de una Colmena u Hormiguero, donde el reparto funcional, aunque
exhiba una divergencia polimórfica mayor a nivel genético-anatómico-fisiológico y sexual
(fertilidad/infertilidad, “monstruoso” tamaño de las Reinas...), es, en el fondo, mucho más
limitado en un sentido dinamo-operacional: Existen muchas más variantes y sub-variantes
de oficios, clases y especialidades socioculturales humanas y algunas más entre los clanes
y linajes de lobos que en el Sistema Colmenario, apoyado fundamentalmente en cuatro de
ellas: Trabajadoras (Obreras), Defensivas (“Amazonas” o Soldados- Hembra), Reinas
Reproductoras/Selectoras y Reproductores Seleccionados (Zánganos), y además sus
patrones de comportamiento son mucho menos flexibles, veloces y readaptativos frente a
perturbaciones ambientales intensas y precipitadas. En cambio, la “resistencia o potencial
de persistencia en estados latentes o semi-inactivos”, tanto unitaria como colectiva, a
fases de alto impacto externo negativo o de penurias es más elevado para los insectos
que entre los animales sociales de sangre cálida, como los mamíferos superiores, por
razones obvias de exigencias metabólicas y tallas relativas.

No obstante, las dos fórmulas parecen haber funcionado igualmente bien: Objetiva y
científicamente hablando, no podemos afirmar que las Redes Colmenas hayan superado
en términos de competitividad, eficacia y resultados expansivo-evolutivos a las Redes
Socio-Cerebradas de los mamíferos superiores de sangre caliente de elevado refinamiento
psico-emocional tribal, como el primate humano o los lobos. Incluso aun cuando parte de
estos últimos (los ancestros de las actuales razas de perros domésticos) y los hombres
hayamos formado una “alianza estratégica” desde hace una o dos docenas de milenios, no
hemos conseguido superar los logros conseguidos desde cientos de millones de años atrás
por los insectos sociales avanzados, al menos hasta que nuestra especie alcanzó el estado
de la Primera Revolución Industrial...

Es muy interesante y sugerente constatar que tan solo nos hemos puesto por encima de
ellos – en el sentido de que ahora podemos extender nuestras garras fuera de la
atmósfera terrestre, en las profundidades oceánicas y otros entornos radicalmente hostiles
– cuando el desarrollo del conocimiento científico y sus productos tecnológicos nos
permitió mantener a la par un nivel de talla biológica y complejidad morfo-funcional por
nodo/individuo de nuestras Redes mucho más grande y, a la vez, un tamaño de población
y nivel de concentración “urbana” colosal, comparable o mayor en términos relativos al de
sus Colmenas..., o sea, a partir del momento en que nos fue factible combinar los
esquemas de crecimiento naturales ancestrales propios de nuestras Redes de Clanes
Tribales primitivos y parte de las estrategias acumulativas de alta concentración de los
Sistemas-Hormigueros... Y, pese a todo, tan admirable aunque arriesgado “salto” es
inestable, pues todavía no sabemos si sus costes a nivel de lesión o daño psicoemocional
de nuestras mentes, generación de tensiones y conflictos agresivos y disfunciones
organizativas internas y terribles riesgos de una conflagración destructiva global o un
derrumbe de nuestro precario equilibrio con la viabilidad o compatibilidad de este
novedoso y acelerado camino de progreso colectivo y el sostenimiento de nuestro medio
ambiente y nuestra sobre-explotación vertiginosamente “desbocada” de sus recursos
superarán o no a sus múltiples, obvios e inmediatos beneficios, esto es, si nos conducirá al
Triunfo Final, (la Conquista del Sistema Solar a medio plazo y más allá a largo), o al Caos
Catastrófico más absoluto o incluso nuestra Extinción como especie hiper-dominante del
planeta...

Esta es una llamativa y fascinante consecuencia del “Efecto Enjambre”, que ya


comentábamos en Secciones anteriores.

Pero, insisto, todas estas reflexiones e ideas no dejan de contrastar entre sí los potenciales
y capacidades emergentes de diferentes tipos de Redes Libres de Escalas...

¿Podríamos aplicarlas cuando la Red constituida por los nodos/vértices o individuos más
pequeños y sencillos y de topología menos modularizada fuese Exponencial y la
configurada por elementos más complejos y jerarquizados en Escala Libre?

Hasta hace muy poco tiempo, la respuesta era negativa, pues los científicos e
investigadores no habían encontrado jamás un solo ejemplo de Red Exponencial cuya
eficiencia, poder emergente de expansión adaptativa y auto-control organizativo (lo que
sería equivalente a la auto-conciencia psíquica en nuestro contraste entre el cerebro
humano y las tramas moleculares de Impregnación), se igualase o acercase tan siquiera a
los que definen las Redes en Libre Escala, aun las más simples de entre ellas.

Así, parecía haber un “límite inferior de complejidad morfo-funcional unitaria” por debajo
del cual los factores ventajosos de la Estrategia de progresivo refinamiento del
Crecimiento por Fitness o Enlace Preferencial parecía imponerse siempre a la Estrategia de
Enjambre o Concentración Acumulativa... Y esta barrera parecía inamovible, hasta
convertirse en un Postulado asumido implícitamente por todos los estudiosos de la nueva
Física de la Complejidad y sus multiformes aplicaciones en otras especialidades.

Teóricamente – tal y como se explicó unas líneas más arriba – cabía concebir la posibilidad
de que existiese una Red Exponencial – esto es, de topología y grado de complejidad
modular equivalente al metabolismo bacteriano o el sistema nervioso de los gusanos más
primarios – que, además, contase con un nivel tan denso y compacto de interconexiones
brutas totales que, pese a ser su nº promedio de enlaces por nodo y grado de modularidad
mucho más modesto y constante en el tiempo – pudiese aproximarse a la complejidad y
poder de auto-regulación de una Red Libre de Escala individual muy superior en talla,
densidad neta interna, potencia procesadora, especialización funcional y jerarquización
modular que ella. Pero únicamente si esa cantidad total de conectores era tan abrumadora
y compacta que acumulase una capacidad computacional-coordinativa comparable entre
sus elementos procesadores-almacenadores de información, por supuesto. Expresado de
manera menos técnica, si la super-concentración relativa al tamaño de nodos-conectores
fuese tan masiva que compensase la muy superior eficiencia global de la trama de nodos
y enlaces mucho más complejos, grandes, sofisticados y robustos de la Red Libre de
Escalas... Una ingente muchedumbre o “Enjambre Super-Concentrado de nodos-
conectores más simples y menos densos – en suma – podrían llegar a igualar funcional u
operativamente a un entramado incomparablemente más potente y sofisticado de nodos-
conectores, pero siempre que les superasen en número bruto o total con la suficiente
amplitud como para equilibrar la profunda desventaja estructural esencial de cualquier
Red de Concentración Exponencial frente a otra en Libre Escala. De esta forma, se podía
imaginar un “Enjambre Coordinado” de diminutas y elementales “nodos-neurales-
gusanos” equivalente como Mente Colectiva a la de un cerebro humano, o una masa
ingente de bacterias ultra-coordinadas entre sí hasta el punto de desarrollar el potencial
metabólico-digestor-asimilador de un mamífero superior..., o incluso una suerte de
conciencia psíquica colectiva.

Mas, al no haberse encontrado en la Naturaleza ni un solo ejemplo o indicio de un Sistema


en Red de este tipo, tales especulaciones se consideraban como pura ciencia-ficción.

Una de las mejores y más instructivas descripciones de cómo podría ser y actuar un
Retículo de esta índole fue creada por el inagotable y portentoso talento a la vez creativo,
imaginativo y no exento nunca de serias dosis de racionalidad científica anticipatoria del
brillante autor dentro de este género, divulgador polifacético y bioquímico norteamericano
de origen ruso Isaac Asimov, quien por desgracia nos abandonó a causa de un ataque
cardíaco a principios del año 1992: En su novela “Némesis”, relata como los exploradores
espaciales de un satélite gigante tipo “Europa” o “Titán”, pero de características
planetarias habitables, que orbita en torno a un gigante gaseoso “jupiteriano” en el seno
de un Sistema Estelar cercano, se enfrentan a un mundo donde los vastos océanos
albergan una en principio “invisible” y misteriosa forma de vida inteligente: Incontables
trillones y trillones de células primordiales procarióticas en extremo similares a las
bacterias primigenias terrestres, si bien dotadas de una sutil interconexión electroquímica
en Red entre sí, que les posibilita tras una lentísima Evolución el desarrollo de una
modalidad compleja de auto-conciencia o Mente Colectiva de poder humano y hasta más
que humano...

Pues bien, aunque se que a muchos les sorprenderá y otros arrugarán, escépticos, el
entrecejo, me complace informarles a quienes de entre mis lectores lo desconozcan aun,
que la idea sustancial de este relato – aunque no en sus extremos cualitativos y
cuantitativos..., tranquilidad..., nadie nos disputa por el momento el dominio sobre esta
Tierra – acaba de ser confirmada por recientes descubrimientos experimentales...

Otro Dogma cae en el olvido: Sí existe al menos un ejemplo verificado de “Redes-


Hiper-Colmena” de Morfología Exponencial con Funcionalidad Global
Operacional equivalente al de Redes Libres de Escala de Nivel Organizativo
Superior..., al menos en el Universo Biológico.

Pasaré a reportarles la información enseguida:

Un grupo de bien reconocidos especialistas del Departamento de Ciencias Biológicas de la


Universidad de Aarhus (Dinamarca), dirigidos por el microbiólogo Dr. Lars Peter Nielsen,
acaban de demostrar experimentalmente que ciertas bacterias son capaces de
intercomunicarse y actuar coordinadamente por medio de una serie de impulsos
codificados de naturaleza electroquímica que de hecho forman una tupida red de
conexiones eléctricas en los fondos marinos en los que viven. Este sorprendente y
revolucionario hallazgo, como tantos otros de orden similar, fue llevado a cabo por pura
casualidad: Los científicos tan solo pretendían estudiar en su hábitat natural a una especie
de bacterias características de los fondos submarinos de la bahía de Aarhus, la propia
ciudad donde se enclava su Universidad. Con este fin, tomaron varias muestras de agua
marina y de varias capas de sedimentos de estos fondos para medir con exactitud el nivel
de actividad química de dichas bacterias reductoras del sulfato. Así lo hicieron y,
concluidos los análisis, relegaron las muestras a un rincón del laboratorio.

Sin embargo, unas semanas después, el Dr. Nielsen se dio cuenta de que algo muy
extraño estaba ocurriendo en el interior de aquellas probetas medio olvidadas... ; Al haber
cambiado los niveles de oxígeno disuelto en el agua de la superficie, se produjeron casi de
inmediato toda una serie de fluctuaciones químicas varias capas más abajo. Esta
“respuesta” se verificaba a una distancia tan grande y a una velocidad tan elevada (para
el tamaño de una bacteria) que resultaba imposible de explicar mediante de los
mecanismos habituales de transporte químico o difusión molecular.

El fenómeno parecía injustificable hasta que surgió la pasmosa y anti-convencional


hipótesis de que debía existir cierta forma de conexión eléctrica entre estas bacterias.
Suponiendo este tipo de conectividad, la rapidez de las reacciones y su largo alcance
podían ser explicadas. No obstante, ellos mismos se resistieron a asumirla, pues aceptarla
iba en contra de todos los conceptos conocidos hasta el momento. “Fue imposible –
afirma Nielsen en unas declaraciones realizadas poco después de publicar junto a sus
colaboradores el correspondiente artículo-informe en Nature en Febrero de 2010 –
solventar esta paradoja hasta que surgió la idea salvaje de que el fondo marino
podría soportar un entramado de ondas eléctricas inalámbricas generadas de
forma natural”.

Una vez confirmada empírica e instrumentalmente la existencia de este circuito eléctrico,


los científicos diseñaron y ejecutaron más experimentos para confirmar, con todo rigor,
que la respuesta al estímulo de las variaciones de concentración de oxígeno superficial por
parte de las bacterias de los fondos estaba efectivamente mediada por el rápido
transporte de electrones mediante ondas inalámbricas que enlazan entre sí a las células
bacterianas. Durante esta investigación, demostraron que la conexión eléctrica entre cada
bacteria con otras es posible hasta una distancia máxima de 2 cm, o sea, 20000 veces
mayor que su propio tamaño.

Como asegura el propio director del equipo responsable del asombroso descubrimiento:
“ Acabamos de abrir una puerta, pero creo que el descubrimiento cambiará
nuestro modo de pensar
sobre la geoquímica marina y la ecología microbiana”.

Estimo que, interpretado según la Teoría de Redes Complejas, abre una puerta todavía
más general, ancha, alta e importante que todo eso: Es la primera evidencia
experimental probada de que es posible configurar una Red operativa cuyos
nodos o unidades procesadoras elementales no sobrepasan el grado de
complejidad morfo-funcional de escala Exponencial, como la que define el
metabolismo proteico y la dinámica proteoma-genoma monocatenario circular
procariota, pero capaz de funcionar como una gigantesca trama coordinada
cooperativa colectiva a un nivel superior, debido a la inmensa concentración de
vértices y de un sistema de enlaces “inalámbricos” a distancia de gran alcance
relativo, que permiten un “Efecto Hiper-Enjambre” que les hace “saltar el alto
escalón” de las deficiencias estructurales derivadas de su organización reticular
respecto a las Libres de Escalas.

Las posibilidades biotecnológicas que este umbral promete son colosales y


esperanzadoras: De esta manera, sí se antoja factible concebir un conjunto de bacterias
que actúe como una gigantesca comunidad fagocítico-metabólica equivalente a un
monstruoso aparato digestor de residuos de hidrocarburos petrolíferos, por ejemplo, o una
vasta masa de gusanos “caenorhabditis elegans” integradas en una Red funcional
operativamente equivalente en potencia de procesamiento y computación bruta a una Red
Neural de un vertebrado superior.... La Estructura Colmena se encargaría de ello, siempre
que contaran con una suficiente densidad relativa de interconexiones de largo
alcance capaz de garantizar su operatividad.

Pues bien, mi modelo físico-químico previo sobre la constitución de las Redes


Moleculares Exponenciales de Impregnación Psíquica, cumple este crucial
requisito: En ellas, los nodos o vértices elementales son cristales de cuarzo y
polímeros de tectosilicatos, de topología morfo-funcional mucho más simple que
una neurona o célula eucariota en general, análoga en términos proporcionales
a su talla a las sulfobacterias de los fondos marinos de la bahía danesa de
Aarhus; Y los enlaces o conexiones “inalámbricas” de elevado alcance frente al
tamaño de tales unidades cristalinas, los pulsos electrónicos captados,
procesados y almacenados entre tales entramados de unidades minerales
resonadoras-transductoras a través de su impronta moldeadora de las tramas
intermoleculares de las películas y flujos de agua dulce existentes en su seno,
por medio del “Efecto Emoto o Memoria del Agua”.

A la luz de este último, inesperado y conmocionante hallazgo, resulta una hipótesis muy
razonable, coherente tanto con las pruebas empíricas obtenidas por las experiencias
parapsicológicas como con las predicciones generadas al aplicar al fenómeno mi Modelo
de Doble Transferencia.

Ahora bien... ¿significa esto que, adoptando tal conclusión, ya hemos resuelto el “Gran
Dilema” interpretativo que divide a los investigadores de lo paranormal en este campo?...
O, formulado de otro modo más directo: El que sea al menos teóricamente consistente
suponer que una Red Molecular de Impregnación Psicofísica puede llegar a desarrollar un
nivel de poder perceptivo, procesador, asimilador, coordinado y auto-consciente de orden
cerebral superior, ¿implica que podamos considerarla como algo equivalente a una mente
humana? ¿Tendrían razón, entonces, a la postre los espiritistas frente a los partidarios de
la Hipótesis de los Residuos Psíquicos o primigenia Teoría de Impregnación Absorbente?

No, en absoluto, y ello es preciso dejarlo muy claro: El Modelo Schreiber del Imprimatur
por Redes Psicofísicas y todas las conclusiones expuestas de índole empírico-inductivas
derivadas de él se limitan a demostrar que es científicamente admisible que los grandes
hechos traumáticos descargadores de intensas concentraciones de energía psicobiológica
portada en forma de pulsos electromagnéticos o “psicones” (en realidad, partículas-ondas
electrónicas) y su frecuente y sucesiva realimentación por repetición de eventos de tipo
semejante sean captados, acumulados, , codificados, preservados y procesados por
soportes moleculares adecuados en Red de topología Exponencial, así como la naturaleza
morfológico-estructural y dinamo-funcional de tales retículos. Por otro lado, tales
contenidos o “huellas de impregnación” energético-informacionales serían activadas por la
presencia próxima en el Recinto de Imprimación de perceptores potenciales específica y
particularmente sensitivos a dichos estímulos, los cuales reaccionarían mediante
respuestas psicoperceptivas obedientes a la Ley de Fechner-Weber, engendrando la
fenomenología característica de estos casos.

De ninguna manera es posible concluir de esto que tales entidades psicofísicas puedan
mantener y desarrollar semejantes contenidos y funciones psíquicas sin la existencia de
dicho soporte molecular, ni manifestarse en ausencia de un perceptor sensitivo interactivo
con ellas, y mucho menos desde, en o a través de los mismos cual “interfase” o “umbral”
con otro plano dimensional, como forzosamente implica la Hipótesis Espiritista o cualquier
otra formulación del pensamiento espiritualista.

Es más, al haber establecido las bases y condiciones teóricas capaces de explicar, en


unión a los más relevantes y novedosos descubrimientos experimentales en el terreno del
estudio de las redes complejas, especialmente el reseñado en último lugar, los patrones
de actividad en los casos en los que la Fuente de Impregnación parece exhibir un
comportamiento más refinado, auto-consciente o “inteligente”, o al menos situado
bastante más allá de una mera “reproducción extrasensorial” de elementos o huellas del
pasado “grabados”, repetitivos y estereotipados – casos, si bien minoritarios, no por ello
menos documentados y registrados por la investigación de campo parapsicológica más
seria y rigurosa – mi Modelo de Transferencia supone en cierto modo un apoyo a la
Hipótesis Empírica de la Impregnación Absorbente original. El peso de este argumento es
claro, pues permite prescindir por completo del concepto habitual de “espíritu” como
“ente inmaterial dotado de conciencia, inteligencia y voluntad propia”, a la hora
de justificar estos fenómenos, aun en aquellas pocas y llamativas ocasiones en que el
mero concepto de Imprimación psicoenergética de eventos traumáticos en su versión más
estricta y “económica” parecía no llegar a dar cuenta de los fenómenos observados.

Sin embargo, también cabría por parte de los defensores de la opción espiritista oponer a
éste otro razonamiento alternativo: Mi teoría se limitaría a describir en términos
psicofísicos la estructura morfo-dinámica que tales supuestas entidades utilizarían o
adoptarían para mostrarse e intercambiar energía-información con las mentes vivas lo
suficientemente perceptivas dentro de nuestra dimensión física o espacio-temporal.
Mientras actuasen en ésta, se verían obligados a hacerlo según los parámetros y leyes
desarrolladas por el Modelo u otro similar más perfeccionado que pueda ser establecido en
el futuro, pero ello no demostraría en rigor que no les sea factible subsistir de forma
independiente en otra escala dimensional diferente o superior.

Obviamente, esto es así en rigor, pero en mi opinión debilita fuertemente los fundamentos
de las concepciones espiritualistas, porque en Ciencia no se pueden exigir demostraciones
negativas del tipo “pruebe que no hay algo más detrás”, contrarias al Principio de
Economía, la archifamosa “Navaja de Ockam”.

Tan sólo hallazgos futuros concretos y contrastados, detectados por instrumental


electrónico de transcomunicación bajo condiciones minuciosamente controladas, que
demostrasen evidencias objetivas de algún tipo de fenomenología o actividad compleja de
esquema inteligente o autoconsciente sin la presencia convergente de los soportes
moleculares de impregnación adecuados y testigos sensibles idóneos en el escenario de
los mismos sustentaría las ideas espiritistas...

Pero hasta la fecha estimo no se han producido.

Dejemos, por tanto, que el porvenir resuelva la polémica sin alimentarla más de manera
inconsistente.

VIII.2.3

Emisión Biofotónica Humana: La Hipótesis Psico-Cuántica de la Impregnación


deja de ser una Hipótesis

Mis Pacientes Lectores recordarán sin dificultad que todo el edificio de mi modelo teórico
de Impregnación Psíquica por Transferencia se asienta sobre una Hipótesis inicial de
trabajo: La llamada Hipótesis Psicocuántica Fundamental de la Transferencia: "En
todo proceso de emisión, intercambio o absorción de energía psicofísica
codificadora de información entre un Donante (D) y un Receptor (R), las
entidades mínimas portadoras de dicho flujo de energía/información han de
estar cuantizadas. Llamaremos "psicones" a dichos "paquetes" discretos de
ondas/partículas portadoras".

Esta Hipótesis se basa en hechos empíricos probados por la investigación parapsicológica


del fenómeno y, a su vez, sus consecuencias psicofísicas directas, las Leyes de Extinción
y Realimentación del Imprimatur y su generalización como Ley Cinética
Fundamental del Imprimatur , fueron posteriormente deducidas de modo
matemáticamente riguroso a partir de la aplicación de la Teoría de Redes Complejas al
análisis inductivo del comportamiento predicho por el Modelo DIR para las Redes
Moleculares de Impregnación, correspondiente a una topología exponencial de las mismas,
lo que constituye el contenido esencial de la interpretación del mismo que denominé
Teoría Schreiber de Redes Psicofísicas.

Todo ello reforzaba la validez del Modelo DIR, pero no por esto su “piedra angular”
conceptual dejaba de ser una simple hipótesis.

Pues bien, a principios del año 2009, mientras este modesto autor empezaba a desarrollar
y documentar estas ideas, en avanzados laboratorios de vanguardia situados en el otro
extremo del planeta – concretamente en las Islas del Sol Naciente – se llevaban a cabo
una serie de experimentos que terminaron por demostrar con meridiana
claridad que tal Hipótesis no era tal en realidad, pues su enunciado sustancial
se halla refrendado por hechos y medidas experimentales precisas y
específicas... : Existe un mecanismo bioenergético capaz de generar una
continua emisión de fotones de origen biológico por parte del cuerpo humano.

Dichos biofotones son, en estado de actividad normal, pulsos electromagnéticos de baja


intensidad dentro del rango de la luz visible, aun cuando resultan imperceptibles para el
ojo humano porque su potencia de emisión se sitúa en un orden unas 1000 veces inferior
al umbral sensitivo de dicho órgano.

El descubrimiento fue realizado en colaboración por dos equipos de investigadores,


dirigidos, respectivamente, por los Drs. Masaki Kobayashi y Daisuke Kikuche, ambos del
Departamento de Electrónica y Sistemas Inteligentes del Tohoku Institute of Technology
de Sendai, y el Dr. Hitoshi Okamura, del Departamento de Sistemas Biológicos de la Kyoto
University Graduate School of Pharmaceutical Sciences y el Departamento de Ciencias del
Cerebro de la Kobe University Graduate School of Medicine.

Tal y como exponen en el Abstract del artículo al respecto publicado en la prestigiosa


editora digital open-acces Plos One, en Julio del 2009: “El cuerpo humano
resplandece tenuemente, de forma literal...()... Esta emisión ultradébil de
fotones es debida a la relajación de la energía luminosa producida por ciertos
cambios metabólicos. Sucesivamente, visualizamos los cambios diurnos de esta
emisión débil de fotones, mediante un perfeccionado sistema de registro de
imágenes de alta sensibilidad, utilizando una cámara dotada con un dispositivo
criogénico de carga acoplada (CCD) – sofisticado instrumento capaz de detectar un
umbral mínimo absoluto de hasta un sólo fotón – . Determinamos que el cuerpo
humano emite luz directa y rítmicamente. Los cambios diurnos registrados en la
emisión de fotones pueden ser relacionados con cambios energéticos
metabólicos”.

Los científicos emplearon una cámara CCD operativa a – 120 º C, especialmente diseñada
con lentes de alta resolución, instalada en una habitación sumida en completa oscuridad
bajo condiciones meticulosamente controladas. Cinco voluntarios sanos, todos ellos de
edades comprendidas entre 20 y 30 años, fueron sometidos a condiciones normales de
alternancia luz-oscuridad y se les permitió dormir de 00:00 h A.M hasta 7:00 h A.M.
Durante los días de obtención de las imágenes de emisión biofotónica, los sujetos fueron
confinados en una habitación adyacente ajustada a iluminación ambiental estándar de 400
lux. Antes de obtener los registros, la superficie corporal fue limpiada y cada voluntario
permaneció 15 minutos en plena oscuridad para adaptarlo a ésta, tras ser integralmente
desnudado y finalmente sentando en una silla de operaciones específicamente orientada.
Una vez así preparados, se les sometió a 20 minutos de exposición a la cámara CCD.
Simultáneamente, otra cámara IR en idéntico ángulo de orientación se encargaba de
recibir al unísono las emisiones de infrarrojos causadas por el calor corporal. La
temperatura de la Dark Room se hallaba regulada por aire acondicionado, para evitar
distorsiones y sudoración. Ambos equipos se encontraban conectados, naturalmente, a
sus correspondientes controladores-procesadores independientes de las señales captadas
y éstos a su vez a un avanzado computador, éste ya exterior a la sala oscura, dotado de
los idóneos y más refinados programas de software gráficos de digitalización de
integración-digitalización de imágenes a partir de series espectroscópicas. Se realizaron
estas sesiones de mediciones cada 3 horas, desde las 10:00 h hasta las 22:00 h, por
espacio de tres días seguidos. Justo antes y después de cada exposición, la temperatura
de la superficie corporal (por termografía) y la oral (termometría simple) fue tomada.
También se recogió una muestra de saliva tras cada sesión con el fin de analizar los
niveles de cortisol como marcador de los ritmos circadianos endógenos. La variación
temporal de las emisiones biofotónicas producidas fue calculada a partir de los datos de
las imágenes obtenidas, extrayendo el valor de las intensidades de emisión faciales y de
varias superficies corporales concretas.

VIII.2.3.1

Resultados e interpretación de los experimentos

1) En todas las imágenes, la emisión de fotones es más intensa en la cara que en el


resto del cuerpo y, dentro de él, las palmas de las manos muestran una mayor
irradiación. Es más, los niveles de intensidad dentro del área del rostro no son
homogéneos: en el área central alrededor de la boca y las mejillas es superior que
en las zonas laterales y orbitales. Por otra parte, la emisión bioluminiscente de la
cara y la parte superior del cuerpo presenta una dependencia cíclica temporal.

2) Se obtuvieron los promedios de las gráficas Intensidad Biofotónica vs. Tiempo


entre los cinco voluntarios, tanto procedentes de los datos recogidos por las
emisiones de las caras como de los cuerpos: En ellas, la potencia de emisión fue
menor durante la mañana, incrementándose a lo largo del mediodía y primeras
horas de la tarde, hasta alcanzar un pico máximo cerca de las 16:00 h. Estos datos
sugieren fuertemente que hay un ritmo diario de emisión biofotónica en el
organismo humano.

3) Para profundizar en esta línea, inmediatamente después de la primera serie de


experimentos, se seleccionó a tres voluntarios y fueron llevados aparte a una
habitación iluminada (400 lux), en la cual se procedió a exponerlos al mismo
protocolo de mediciones, determinando las intensidades de emisión a la 1:00, 4:00
y 7:00 A.M; La emisión biofotónica volvía a exhibir un pico por la tarde (“late
afternoon”), después iba decreciendo gradualmente y permanecía baja desde la
1:00 a las 7:00 h A.M, bajo condiciones de exposición a una intensidad ambiental
de luz constante de 400 lux. Esto señala que el ritmo diurno de emisión fotónica
debe estar causado por un mecanismo endógeno circadiano específico del
organismo.

4) El fenómeno de emisión débil de fotones en banda visible se reveló por completo


independiente del de emisión de calor corporal, registrado por termografía de
superficie: Las intensidades más elevadas de irradiación fotónica proceden de las
mejillas, seguidas de la zona superior del cuello y la frente, mientras los máximos
térmicos provienen de las áreas supra-claviculares laterales del cuello, desde las
cuales las potencias de emisión fotónicas son bajas. En las mejillas, el pico máximo
absoluto de emisión biofotónica alcanza los 3000 fotones/s cm2 sobre las 16:00 h,
cerca del doble que la intensidad promedio medida a las 10:00 h.

5) A continuación, los especialistas nipones examinaron la correlación estadística


entre la emisión biofotónica y otros parámetros cíclicos de origen circadiano bien
conocidos, a través de la medida simultánea de las variaciones de los niveles de
cortisol en las muestras de saliva; Las concentraciones de cortisol mostraron un
claro decremento desde un pico máximo en la mañana hasta valores mínimos a
últimas horas de la tarde, opuesto al de las intensidades de emisión de fotones de
luz visible de baja intensidad. Las medidas de estas tasas de concentración fueron
realizadas por ensayos radioinmunológicos. Para los análisis estadísticos, se aplicó
un programa basado en el Método ANOVAs de Correlación Múltiple desarrollado por
Bonferroni/Dunn´s. El Coeficiente de Correlación negativa hallado entre los
resultados de ambos fenómenos fue de r = – 0.3074 (P<0.002). A su vez, la
temperatura corporal, asimismo controlada durante todas las experiencias, otra
variable fisiológica que obedece a un ritmo periódico circadiano, alcanzando su pico
máximo durante la noche, no mostró correlación significativa alguna de ningún
signo con la potencia de emisión biofotónica de los sujetos.

6) En términos físico-químicos, la emisión de biofotones en banda visible debe ser


producida por la generación de radicales libres en ciertos procesos metabólicos. Así,
los espectros de emisión registrados a partir de la irradiación de fotones desde la
superficie de la piel de las palmas de las manos de los voluntarios en una banda
entre 500 y 700 nm de longitudes de onda, marcaron dos picos de emisión máxima
primario y secundario a, respectivamente, 630-670 y 520-580 nm. Por tanto, los
radicales libres derivados del metabolismo han de reaccionar subsiguientemente
con lípidos y proteínas, generando moléculas de éstos con niveles electrónicos
excitados como productos secundarios. Estas estructuras químicas excitadas cuya
absorbancia máxima coincide con tales datos de longitud de onda visible, son los
grupos carbonilo (–C=O) en forma de triplete excitado, procedentes de la
peroxidación de lípidos y proteínas que incluyan eslabones de aminoácidos
excitados de tirosina (Tyr) y triptófano (Trp), los cuales pueden de inmediato
reaccionar rápidamente – dada su enorme inestabilidad – con adecuados receptores
de grupos fluoróforos a través del exceso de energía de transferencia, relajándose y
permitiendo la emisión de biofotones. Los más altos niveles de intensidad emisiva
detectados en las palmas de las manos y en la piel de la cara son consecuencia con
toda probabilidad de las probadas diferencias en el contenido de moléculas
saturadas de receptores fluoróforos, principalmente la melanina y otras, entre
dichas zonas y la piel que recubre el tórax y otras zonas de radiación más pobre.

7) La no-significativa o nula correlación entre el patrón cíclico de la potencia emisiva


biofotónica diaria con el de la radiación de calor corporal revelado por imágenes
termográficas demuestra que el ritmo diurno de emisión fotónica no tiene nada que
ver con las variaciones de temperatura o cambios de micro-circulación. Más aún, la
probada correlación negativa entre las oscilaciones temporales de los niveles de
cortisol y la intensidad biofotónica sugieren con fuerza que el ciclo circadiano de
emisión de fotones refleja los cambios de procesos del metabolismo celular bajo el
control del Reloj Biológico Circadiano.

8) Sabemos que los ritmos circadianos son generados en la mayor parte de las células
del organismo humano, conducidos por la expresión de ciertos genes
particulares, denominados “clock genes”, relacionados con la regulación
de los mecanismos de retroalimentación o bio-feedback genético de las
series de procesos de transcripción/transducción. Recientes avances en
cronobiología evidencian que los estados de oxidación (redox) de las células
modulan la actividad de los genes circadianos, estableciendo la crucial importancia
de las señales o indicadores metabólicos en el ritmo oscilatorio del Reloj Biológico.
En concreto, la oxidación de la glucosa y su correspondiente consumo de oxígeno,
muestra robustos ritmos cíclicos en los principales centros circadianos de las
células de los tejidos en los mamíferos. Por medio de la regulación de la cadena
respiratoria celular operada en la mitocondria, se producen las variaciones en la
liberación de especies altamente reactivas de oxígeno en forma de radicales libres,
las cuáles a su vez reaccionan en ciclos metabólicos con moléculas de lípidos y
proteínas carbonílicos a los que excitan electrónicamente, transfiriendo éstos su
exceso energético inestable a los grupos fluoróforos como se describió antes, cuya
ulterior relajación es la causa última de la emisión biofotónica.

9) Literalmente – pues – el cuerpo humano resplandece al ritmo del Reloj


Circadiano.

Consecuencias respecto al fundamento nuclear de mi Teoría de la Impregnación


Psíquica por Transferencia
Considero que los fascinantes e importantísimos resultados experimentales de los equipos
de los Drs. Masaki Kobayashi, Daisuke Kikuche y Hitoshi Okamura constituyen el refrendo
empírico que transforma mi Hipótesis Psico-Cuántica Fundamental en un Principio teórico
en el pleno sentido de la palabra.

Como bases empírico-inductivas del mismo podemos sintetizar los siguientes enunciados:

1) El organismo humano emite de forma habitual continua y cíclica radiaciones


electromagnéticas cuantizadas de baja intensidad, es decir, haces de biofotones. La
oscilación en la potencia emitida de dichas radiaciones obedece a un patrón
circadiano estándar asociado al metabolismo celular oxidativo y es independiente
de las ya bien conocidas variaciones de emisión térmica debida a cambios de
temperatura corporal o fenómenos micro-circulatorios.

2) En estado fisiológico normal, dicho patrón circadiano se encuentra ligado a la


mayor o menor cantidad de producción de radicales libres oxigenados inestables,
los cuales, a su vez, reaccionan con biomoléculas lipídicas y proteicas portadoras
del grupo carbonilo y/o restos de los aminoácidos tirosina y triptófano, a los cuales
hacen “saltar” a conformación de triplete de alta energía. Estos, de inmediato,
transfieren dicha energía de excitación electrónica a determinados grupos
fluoróforos receptores específicos presentes en moléculas de la dermis, tales como
la melanina, relajándose y generando de este modo la emisión biofotónica en
banda espectral de luz visible en torno a dos picos máximos, uno de ellos alrededor
de 650 nm y el otro de 550 nm.

3) La pauta circadiana es, en general, de intensidad baja por la noche y la mañana,


crece paulatinamente hasta sus picos máximos sobre las 16:00 h de la tarde y
decrece hasta caer al mínimo cerca de las 22:00 h, o bien reproduce tal
comportamiento de manera equivalente en condiciones de iluminación artificial
equivalente, al tratarse de un mecanismo endógeno intrínseco al metabolismo
celular básico.

4) Por otra parte, sabemos que los procesos cíclicos o “Relojes Biológicos” se
encuentran gobernados por la expresión de ciertos genes especializados, o “clock
genes”, relacionados con la regulación de los mecanismos de retroalimentación o
bio-feedback genético de las series de procesos de transcripción/transducción.
Asimismo, se ha demostrado que los diversos estados de oxidación las células
modulan la actividad de los genes circadianos, estableciendo la crucial importancia
de las señales o indicadores metabólicos en el ritmo oscilatorio del Reloj Biológico.

5) Por consiguiente, toda alteración o perturbación interna de dichos parámetros


circadianos en equilibrio homeostático, originada por un estímulo externo,
provocará un cambio en los ritmos metabólicos, traducido a su vez por una
variación más o menos aguda de la actividad de auto-regulación génica de los
“clock genes” y, en consecuencia, un cambio anómalo y contra-cíclico del “pulso”
bioquímico del metabolismo celular oxidativo de al menos el grupo de células que
formen los tejidos afectados. En el acto, los mecanismos de transferencia de las
energías de excitación electrónica de las moléculas lipo-proteicas fotosensibles se
verán modificados, al igual que su efecto directo: la emisión biofotónica.

6) Además, si el estímulo exterior y/o su respuesta psicofisiológica interna es


“traumático”, o sea, especialmente agudo y/o frecuente en el tiempo – es decir, si
se repite en periodos medios “largos” frente al ciclo alternante circadiano de
días/noches y “corto” respecto a la vida biológica del sujeto que los sufre, el
impacto será extraordinariamente profundo, amplio y duradero: Los Relojes
Biológicos se desfasarán por completo, induciendo más o menos graves disturbios,
disfunciones, síndromes o incluso enfermedades muy serias. Dichos estímulos
serían los asociados a experiencias particularmente negativas, como intenso terror
y hondo sufrimiento psico-emocional, humillaciones permanentes, vejaciones,
violaciones, torturas, o excitaciones sexuales desmesuradas asociadas al dolor de
índole sado-maso... ¡Precisamente las causantes primigenias del fenómeno
de la Impregnación Psíquica...! El efecto global equivaldría a un estado de
estrés post-traumático o “fatiga de combate” permanente. La neuropsiquiatría
moderna ha probado que la persistencia de tales situaciones tiende a desembocar
en patologías graves o incluso letales: angustia obsesiva, transtorno bipolar, brotes
psicóticos, esquizofrenia, aumento peligroso de la tensión cardiovascular, depresión
crónica, impulsos suicidas e incluso la aparición de ciertos tipos de tumores, en
especial linfáticos, renales y cerebrales. En casos extremos, empuja a la muerte por
Pánico Extremo, técnicamente llamado “Pánico 7” por los especialistas forenses, lo
que significa, literal y bio-médicamente, “morirse de miedo”. La interpretación de lo
que ocurre según nuestra nueva Teoría de la Transferencia en Redes
Biomoleculares la que sigue: Todos los procesos anormales y
psicofisiológicamente patogénos antes señalados se caracterizan, no solo por la
interrupción/distorsión/desfasamiento del ciclo biofotónico estándar del organismo,
sino por reacciones defensivas en cascada de gran vigor, extensión y complejidad,
vinculadas con la liberación endocrina de enormes concentraciones de un tipo de
moléculas llamadas catecolaminas...; Las catecolaminas son un grupo de
sustancias que incluye la adrenalina, la noradrenalina y la dopamina. Todas ellas
contienen un grupo catecol y un grupo amino, y son sintetizadas a partir de la
tirosina. Pueden ser producidas en las glándulas suprarrenales, actuando entonces
como hormonas, o en las terminaciones nerviosas, ejerciendo el papel de
neurotransmisores. Se encuentran ligadas a los estados de temor/alerta/ansiedad y
a fenómenos derivados de éstos, como el estrés y la obesidad. Dos de ellas, la
noradrenalina y la dopamina, funcionan ordinariamente como neurotransmisores
en el SNC y como hormonas en el torrente sanguíneo. Las catecolaminas en
general aumentan su concentración en ambos tejidos en situaciones de peligro,
amenaza o elevada tensión, pues su misión es generar los cambios fisiológicos
necesarios que disponen el cuerpo, los sentidos y la mente para una fuerte
actividad física (lucha, huida...). Cuando la intensidad y/o frecuencia de
estimulación agresiva o indicadora de trauma/riesgo no sobrepasa ciertos límites
“habituales”, el organismo regula cuidadosamente la biosíntesis de catecolaminas
por diversos y sofisticados mecanismos que no ha lugar ahora describir, lo que es
lógico, pues se trata de armas bioquímicas muy poderosas, pero a la par
extraordinariamente peligrosas por los demoledores efectos secundarios tanto de
su exceso como de su defecto: Por ello las disfunciones en las vías metabólicas
catecolaminérgicas son muy graves, principalmente trastorno bipolar y
esquizofrenia, consecuencias de su permanente exceso de secreción
neurosináptica y endocrino-hormonal. Esto se puso de manifiesto porque
determinados fármacos inhibidores del catabolismo o eliminación del exceso de
catecolaminas – en concreto de una de los principales tipos de enzimas que
intervienen en él, las MAO (Mono-Amino-Oxidasas) – poseen efectos antidepresivos.
De forma más específica, los antidepresivos tricíclicos actúan como severos
limitadores de los sistemas de recaptación de alta afinidad, predominantemente los
de noradrenalina, implicando una masiva acumulación anormal de la misma.
Antagónicamente, otros desórdenes en las rutas metabólicas que supongan un
aumento de la actividad oxidativa – lo que equivale a un déficit de concentración
media de catecolaminas en los tejidos nerviosos a nivel sináptico – conllevaría un
alto riesgo de depresión. Pero los efectos secundarios de sostener un elevado grado
de actividad de las catecolaminas no son menos temibles: Protegen de la depresión
pero tienden a provocar crisis maníacas y, a medio-largo plazo o con mayor
intensidad, trastorno bipolar, crisis psicóticas y esquizofrenia, como ya se apuntó.
Tal disturbio es inducido, por ejemplo, por las anfetaminas, pues compiten con la
noradrenalina por los mismos centros activos de reabsorción sináptica. De hecho,
por todo ello, la vida media estándar de estas biomoléculas en sangre es de unos
minutos y sus niveles óptimos son estrictamente controlados en el organismo sano.
Ahora bien, ¿qué ocurriría en un individuo sometido a incesantes y potentísimos
estímulos de peligro/terror/trauma, activadores de las descargas masivas de
catecolaminas tanto a nivel hormonal como sináptico?...

Obviamente, entraría en una espiral de auto-alimentación positiva de los cambios


anómalos patológicos asociados al exceso de tales moléculas reguladoras en
sangre y en el seno de su SNC: La angustia, el miedo y la reacción de intenso
“estrés de alerta/combate/huída” permanente, unidos a la angustia y la impotencia
por evitar las vivencias extremas negativas, le empujarían a cada vez más
frecuentes y poderosas secreciones de tales sustancias, las cuales, a la par,
aumentarían los estados alterados y crisis de índole maníaca, bipolar, psicótica y
esquizoide, que radicalizarían todavía más la percepción de sus terribles
experiencias, lo que por su parte generaría mayor exceso de liberación
neuroendocrina de catecolaminas... y así sucesivamente. Sin duda los efectos de
tal secuencia repetitiva de hechos a escala psico-emocional y psíquica profunda del
paciente serán devastadores y, si su persistencia es suficiente, como acontece en
los casos del síndrome de fatiga de combate u otros similares o aún peores, la
fatiga del sistema lo puede arrojar a un “hiper-bajonazo” final o caída brusca de las
tasas de dichas sustancias que le sume en un “pozo infinito” de depresión
alucinada con pérdida completa del sentido de la realidad e incapacidad total de
respuesta defensiva, lo que suele concluir en demencia absoluta o suicidio... Si es
que otros factores de riesgo puramente fisiológicos derivados de su constitución
genética o sus hábitos de vida – tales como debilidad cardiovascular por
hipertensión, diabetes, obesidad, etc – no les condena a un colapso previo o incluso
la muerte por Pánico 7 que antes les comentaba. Pero esto, siendo del máximo
interés desde la óptica biomédica, no es relevante para el enfoque de nuestro
Modelo Bioquímico-Bionergético; Lo que sí lo tiene, y en insuperable grado, es lo
siguiente: Todos estos procesos y mecanismos psicobio-patógenos derivados de la
constancia forzada de altas concentraciones de catecolaminas en el medio interno
orgánico – por su parte efectos todos ellos de un potente y pertinaz cúmulo de
estímulos de impacto traumático – distorsionan, deforman y desfasan los biorritmos
naturales y, por tanto, el ciclo de emisión biofotónica de luz visible de baja
intensidad a ellos asociado... Pero, además, como el mantenimiento de
fuertes dosis de secreciones neuroendocrinas de catecolaminas requiere
ineluctablemente el consumo de grandes cantidades de tirosina (Tyr), su
precursor fundamental, es evidente deducir que tales escenarios –
característicos asimismo de los supuestos empíricos de la Impregnación
Psíquica, no lo olvidemos – implican a medio plazo un rápido decaimiento
y final agotamiento práctico de las reservas de este aminoácido esencial
disponibles para alimentar el fenómeno habitual de emisión fluorófora de
fotones luminosos descrito por nuestros amigos los brillantes
investigadores nipones antes destacados. Esto es consecuencia causal y
directa de un hecho indiscutible: Los mecanismos defensivos de sobre-
excitación neuroendocrina por hiper-producción de catecolaminas y el de
radiación biofotónica son competidores respecto a un precursor común y
limitado: la Tyrosina. Si bien es cierto que la emisión fotónica en región
visible se nutre también de otras materias primas más genéricas, está
claro que al tratarse de un fenómeno de baja potencia, y afectar la colosal
“cascada de estrés reactivo catecolamínico” todo el metabolismo
oxidativo basal del individuo, en especial el de proteínas y lípidos, cuyas
reservas suele consumir con gran velocidad, acabará con más o menos
relativa prontitud y eficacia por anular en la práctica la emisión
biofotónica luminiscente natural de nuestros cuerpos.

7) Sin embargo, la sobreactividad de las catecolaminas, en particular cuando es


masiva, usual y descontrolada bajo condicionantes traumáticos, concentra enormes
cantidades de estas moléculas en el SNC, las glándulas suprarrenales y sus tejidos-
diana. La adrenalina, noradrenalina, dopamina y muchos de sus
precursores y derivados metabólicos presentan gran absorbancia en la
zona de radiofrecuencias del espectro radioeléctrico... No en vano, la RMN
y la fRMN constituyen las más avanzadas, precisas y adecuadas técnicas
de las que disponen médicos y neuropsiquiatras para diagnosticar sus
más lesivos efectos a diferentes escalas: Expresado de otro modo, las
energía liberada por el metabolismo de las catecolaminas genera
tránsitos de excitación electrónica en la banda de ondas de radio, de
muchísima menor frecuencia o energía pero incomparablemente más
larga longitud de onda, que interfieren, desbordan, desplazan y terminan
por anular los suaves ciclos circadianos en equilibrio de irradiación de luz
visible de baja intensida que definen los estados psicofisiológicos
normales por potentísimas, violentas, no-cíclicas y explosivas descargas
de haces de fotones de gigantesca potencia relativa, pero
extremadamente menor frecuencia energética por unidad, en la banda
espectral de radiofrecuencias y, por ello, indetectables por completo para
el ojo humano a pesar de su desmesurada intensidad, reflejo de la
respuesta neuroendocrino-molecular proporcional a las terribles crisis
traumáticas que las originan.

8) Estas “torrenciales” descargas de fotones de baja frecuencia y altísima


intensidad serían los conjuntos de partículas-ondas portadoras de
energía-información capaces de impregnar un soporte material
psicopermeable adecuado. A nivel molecular, éste se hallaría compuesto –
como ya sabemos – por Redes de topología Exponencial de nodos
formados por cadenas poliméricas de micro-cristales de cuarzo y
feldespatos, y enlaces interconectores conformados por moléculas de
agua entrelazadas por tramas de puentes de hidrógeno. El cuarzo y los
minerales cuarcíferos que estructuran las rocas graníticas actúan como
captadores, acumuladores, procesadores y resonadores de fotones en sus
diversos subniveles cuánticos de manera natural en un amplísimo rango
de longitudes de onda, desde las muy largas propias de las señales
radiofónicas a las variablemente largas característica de la telefonía
celular o las UHF-VHF utilizadas en la TV hasta el ultravioleta, pasando
por el visible. Pero la muy débil emisión biofotónica en esta última banda
propia del cuerpo humano en su estado habitual jamás produciría una
imprimación mensurable, y sí lo haría y de forma más que eficiente la
arrolladora “tromba” de colosal intensidad desbocada de las descargas de
radiofrecuencias provocadas por los eventos traumáticos vía excitación de
niveles electrónicos catecolamínicos una vez relajados. Por otro lado, el
Efecto Emoto de memoria del agua opera también en la zona de las
radiofrecuencias, pues los tránsitos cuánticos vinculados a los cambios
reactivos de las configuraciones microcristalinas de las redes
intermoleculares del agua pura o dulce ante los grandes disturbios o
modificaciones psicoenergéticas tan solo son nítidamente detectados por
Resonancia Magnética Ultrafina en estado líquido fluyente o embolsado,
por más que puedan ulteriormente “cristalizarse” o visualizarse al
congelarla una vez impregnada por microfotografías basadas en la
microscopía de efecto túnel.

Este sería – pues – el mecanismo cuántico que explicaría a nivel físico-químico


íntimo el fenómeno de la Impregnación Psíquica..., el audaz y estimo
sobresaliente resultado de combinar mi Modelo DIR de las Redes Psicofísicas
con los sorprendentes y decisivos hallazgos de los experimentos de las nuevas y
admirables generaciones de científicos japoneses más adelantados en el
flamante y prometedor campo de la Bioenergética Humana asentada, por fin, en
sólidos cimientos empíricos y metodológicos.

El mecanismo que permite transformar mi Hipótesis Psico-Cuántica


Fundamental en un muchísimo más firme Postulado Inductivo-Deductivo o
Principio Teórico Fenomenológico.

ENUNCIADO DEL PRINCIPIO PSICO-CUÁNTICO FUNDAMENTAL DE SCHREIBER

“El origen último o causa primera del fenómeno de Impregnación Psíquica


radica en las descargas bioenergéticas reactivas ante fuertes y persistentes
estímulos traumáticos por parte del organismo humano, concentradas espacio-
temporalmente en un enclave o recinto cuya composición estructural físico-
química sea altamente psicopermeable (granítico-acuosa esencialmente). Tales
descargas están constituidas por haces de biofotones de alta intensidad o
potencia de emisión y baja frecuencia (del orden de la banda de
radiofrecuencias o inferior), procedentes de la relajación de los estados
cuánticos excitados de los tránsitos derivados de la hiperactividad masiva del
metabolismo de las catecolaminas, generadas en exceso extremo como
consecuencias del estrés traumático continuo en el sistema psicofisiológico de
los protagonistas de tales experiencias. Estos biofotones o corpúsculos-onda
cuantizados no son otra cosa que aquellos a los cuales denominé “psicones” en
la Hipótesis de igual nombre”.

O, si lo prefieren, sucinta y “ecuacionalmente”:

Haz de Psicones = Haz de Biofotones de Elevada Potencia y Baja Frecuencia

CONFIRMACIÓN DEL PRINCIPIO PARA NUESTRA SIMULACIÓN NUMÉRICA

SIMULACIÓN “RESPLANDOR-BÁTHORY”

(Para un único evento-trauma desencadenante)

Datos Procedentes del Experimento Kobayashi-Kikuche-Okamura

Intensidades Máximas Promedio o “Picos” de Emisión Biofotónica Humana en


Banda Visible

λ 1máx = 650 nm

λ 2máx = 550 nm

Intensidades Máximas y Mínimas de Emisión durante el Ciclo Circadiano


nmáx (16:00 h) = 3 103 fotones s-1 cm-2

nmin (22:00 h) = 1.5 103 fotones s-1 cm-2

Cálculo de las Potencias de Emisión/Imprimación correspondientes

Picos Máximos

Siendo la energía de cada fotón, por el Principio de Planck:

E=hν =hc/λ

Y, por tanto, la Potencia o Intensidad de Emisión/Imprimatur:

I=nhc/λ

IM1 = 3 103 fotones s-1 cm-2 x 6.626 10-34 J s x 3 108 m s-1 / 650 10-9 m x 104 cm2 m-2 =
9.174 10-12 w m-2

IM2 = 3 103 fotones s-1 cm-2 x 6.626 10-34 J s x 3 108 m s-1 / 550 10-9 m x 104 cm2 m-2 =
1.084 10-11 w m-2

Valor Medio Aproximado de Intensidad-Potencia Máxima de Emisión-


Imprimación

IM ~= 10-11 w m-2

Superficie Promedio de piel humana

S = 1.75 m2

Potencia Máxima Total Estimada de Emisión/Imprimatur en Banda Visible


ITM = IM S = 1.750 10-11 w

Valles o Mínimos

Im1 = IM1 / 2 = 4.585 10-12 w m-2

Im2 = IM2 / 2 = 5.420 10-12 w m-2

Valor Medio Aproximado de Intensidad-Potencia Mínima de Emisión-Imprimación

Im ~= 5 10-12 w m-2

Potencia Mínima Total Estimada de Emisión/Imprimatur en Banda Visible

ITm = Im S = 8.750 10-12 w

Potencia Promedio Total Aproximada de Emisión/Imprimatur en Banda Visible

ITV = (ITM + ITm) / 2 = (1.750 10-11 + 8.750 10-12) / 2 = 1.3125 10-11 w

Potencia de Imprimatur Máxima Total descargada en el Recinto de Impregnación


psicopermeable por cada Hecho-Trauma Liberador según la Simulación
“Resplandor-Báthory”

ITo = 0.570 w

Como puede observarse, la potencia de emisión de los biofotones en región visible, pese a
ser teóricamente perceptibles, resulta demasiado débil para poder ser percibida por el ojo
humano. Por el contrario, la procedente de una sola descarga de “psicones” impregnantes
es miles de millones de veces más intensa, pero tampoco perceptible por dicho sentido,
pues ha de generarse por tránsitos en frecuencia proporcionalmente más baja. Por ello
solo es captada por una muy escasa minoría de sujetos “sensitivos” especialmente
dotados o predispuestos para ello, que los reciben en sus cerebros directamente a partir
de las fuentes moleculares imprimadas en grupos de receptores neurosensoriales aún
desconocidos, probablemente existentes en todos nosotros, pero de ordinario atrofiados o
hipo-desarrollados. Tan inusual “talento” es plausible presente un fuerte factor genético,
aunque muy modulable por variables de estimulación-condicionamiento-refuerzo
ambiental. A este respecto, parece muy significativo que perfiles bioquímica,
neuroendocrina y fisiológicamente en cierta manera afines a la sobre-excitación por estrés
continuado de alerta y combate, como la explosión hormonal esteroidea de la pubertad,
ciertos estados alterados de conciencia, hiper-sensibilidad histérica infantiloide o hasta
algunos transtornos vinculados a emisiones menstruales anormalmente violentas
favorezcan tales fenómenos psico-receptivos. Evidentemente, esto ha de relacionarse con
un menor coste en la fase de “sintonización” predicha por el Modelo DIR.

Razón de Potencias de Emisión Biofotónica-Visible/Psicónica Imprimante

Simbolizamos por Ι ρ a dicha relación:

Ιρ = ITo / ITV = 0.570 / 1.3125 10-11 = 4.343 1010

Estimación de la Frecuencia y Longitud de Onda Medias de Emisión de la


Descarga de Psicones Imprimantes

Es evidente que, para dos haces cualquiera de ambas irradiaciones, su “paquete mínimo
perceptible” o “umbral psicoperceptivo” equivale una Intensidad I = 1 en su escala
relativa – recordemos la Ley Psicofísica Fundamental de Fechner-Weber –. Por lo cual, es
lógico que, a mayor número de fotones necesarios para completar dicho paquete-umbral,
menor frecuencia posean cada uno de ellos, pues:

n=I/hν

Es elemental entonces deducir que la igualdad anterior permite estimar el “tamaño”


energético (en Hz) de cada fotón-imprimado/psicón (ν Psi), comparándolo con el promedio
de frecuencias de emisión de los biofotones visibles (ν BF), calculado según los datos de
los ensayos de los investigadores nipones: En efecto, tomando magnitudes-umbral para
ambas emisiones es patente por la expresión anterior que:

nPsi ν Psi = nBF ν BF

Ya que tanto “h” (la Constante de Cuantización de Planck), como los factores de
conversión que ajusten cada magnitud absoluta de intensidad-umbral en w a las escalas
relativas weberianas son parámetros invariantes.

Sin más que despejar convenientemente:

ν Psi = (nBF/nPsi) ν BF

Ahora bien, el factor nBF/nPsi equivale – entre haces de irradiación-umbral – al inverso de la


razón de potencias de emisión Iρ antes empleada, solo que en otra escala de unidades
(nº de fotones por segundo), por lo que es obvio que su valor relativo adimensional será el
mismo, pues solo depende en principio de la naturaleza de los tránsitos electrónicos
diferentes que los generan. Equivale, pero no es idéntico: Pues las cifras del Experimento
Kobayashi-Kikuche-Okamura se midieron para intensidades medias de emisión biofotónica
ultradébiles, unas 1000 veces inferiores al umbral de percepción visual humano. Así, la
razón que aparece en esta última expresión matemática ha de ser 1000 veces más grande
que 1/Iρ .

Esto es que:

ν Psi = (1000/Iρ ) ν BF

Procedamos a recoger los datos y realizar los cálculos consiguientes.

Longitud y Frecuencia de Onda Promedios de Emisión Biofotónica Humana

λ BF = 600 nm

ν BF = c/λ = 3 108/600 10-9 = 5 1014 Hz

Estimación de la Frecuencia Promedio de los Psicones de Impregnación

ν Psi = (1000/Iρ ) ν BF = (1000/4.343 1010) 5 1014 = 1.151 106 Hz

Estimación de la Longitud de Onda Promedio de los Psicones de Impregnación

λ Psi = c/ν Psi = 3 108/ 1.151 106 = 260.643 m

Valores que corresponden a la zona del espectro de las ondas medias de radio,
como se pretendía demostrar.

Este resultado fortalece de modo inequívoco el modelo bioquímico-fisiológico propuesto


para explicar la Impregnación de las Redes Moleculares piscopermeables como fruto de las
liberaciones violentas y repetidas de masivos tránsitos electrónicos a estados excitados
catecolamínicos inducidos por estímulos de alto potencial traumático-estresante y, por
ende, el Principio Psico-Cuántico Fundamental sobre el que éste se asienta.

IX
Recapitulación y Conclusiones Finales

IX.1

Recapitulación Final

La serie de hechos y pruebas empíricas, hallazgos de laboratorio, argumentos inductivos y


deducciones teóricas que articulan y desarrollan el Modelo DIR de Transferencia y la
Teoría de Redes Psicofísicas permiten ya establecer un conjunto secuencial de
mecanismos psicofisiológicos, bioquímicos, bioenergéticos y físico-químicos capaces, al
menos, de trazar una cadena de causas-efectos racionalmente coherente para intentar
explicar la génesis y evolución de la fenomenología de la Impregnación Psíquica y su
interacción con sus observadores perceptivos.

Tal cadena puede ser resumida de esta forma:

1) Las condiciones necesarias y suficientes para la generación de un proceso


de Impregnación Psíquica o “Imprimatur” son tres factores
fundamentales, revelados por la investigación parapsicológica “sobre el
terreno”: La acción de estímulos o eventos traumáticos violentos
negativos de alto potencial piscoemocional y/o físico condicionante ,
inductor de potentes respuestas bioenergéticas asociadas a los estados
de angustia, dolor, estrés, impotencia, sufrimiento y terror por la
evidencia o apariencia de elevado riesgo para la propia integridad,
bienestar o supervivencia psíquica o biológica del sujeto o sujetos que los
sufren; La repetición sucesiva de tales Hechos-Trauma u otros similares
con frecuencia y persistencia adecuada a lo largo del tiempo; La
existencia en el Recinto Impregnado de una estructura y composición
material idónea para ser impregnada o “psicopermeable”, siendo ésta la
basada en rocas graníticas o en general con fuerte contenido en cuarzo,
masas de aguas subterráneas fluyentes o embalsadas y, en tercer lugar
de modo complementario, el asentamiento sobre zonas de notable
actividad geotelúrica.

2) La densidad psicoenergética descargada por los Hechos-Trauma


liberadores está constituida por haces de ondas-partículas
electromagnéticas cuantizadas o biofotones – denominados “psicones” –
portadoras de la energía-información que determina la Impregnación. Esta
Hipótesis Psico-Cuántica original ha quedado recientemente demostrada
por el crucial “ Experimento Kobayashi-Kikuche-Okamura”, el cual prueba
que el cuerpo humano emite a través de la piel fotones de forma cíclica y
continua. Dicha emisión es de ordinario muy débil (unas mil veces inferior
al umbral perceptivo absoluto del ojo desnudo) y se produce en banda
visible, registrando un espectro característico de emisión entre 500 y 700
nm ( a 550 y 650 nm de longitudes máximas en las zonas subcutáneas más
saturadas de emisores fluoróforos, la frente, las mejillas y las palmas de
las manos) durante su ciclo diurno. Este ritmo circadiano se encuentra
asociado a las oscilaciones fisiológicas en estado normal del metabolismo
celular oxidativo de ciertos lípidos y proteínas, estas últimas con
abundancia de restos de los aminoácidos tirosina y tripotófano. Los
radicales libres oxigenados inestables liberados por las reacciones
metabólicas inducen tránsitos electrónicos excitados en estos grupos
químicos, fundamentalmente la formación de tripletes de carbonilo, los
cuales, al relajarse por transferencia de energía cuantizada a los centros
fluoróforos, provocan la emisión biofotónica humana de manera natural. El
patrón cíclico-circadiano diurno, con un pico máximo de emisión de 3000
fotones/cm2 s en torno a las 16:00 h y un mínimo en torno a la mitad de
intensidad sobre las 22:00 h, obedece a los ritmos de actividad de dichas
secuencias de reacciones metabólicas, controladas a su vez por “clock-
genes” reguladores de los correspondientes procesos de transcripición-
traducción que los controlan.

3) Sin embargo, cuando el organismo es sometido a poderosos y frecuentes


o repetidos impactos ambientales negativos de fuerte carácter
traumático, la respuesta psico-emocional y fisiológica de su sistema altera
radicalmente, desfasa o incluso llega a romper dicho ciclo circadiano de
emisión biofotónica en situación de equilibrio, puesto que se modifican en
igual medida los ritmos metabólicos fundamentales sobre los que éste se
asienta: En concreto, la principal consecuencia de dicho estado de “alerta
o estrés de combate/huida permanente” sin solución de continuidad
atrapa al sujeto paciente en una espiral creciente de descargas masivas
de catecolaminas de origen neuroendocrino. Las tres moléculas clave
implicadas en estos mecanismos son la adrenalina, la noradrenalina y la
dopamina. En particular, la desorbitada demanda de niveles de
catecolaminas en sangre y a nivel intersináptico induce un sobreconsumo
y a medio-largo plazo severo agotamiento de las reservas de tirosina, un
aminoácido precursor esencial en su biosíntesis. Por tanto, se trata de un
proceso competidor respecto al ciclo regular de emisión biofotónica en la
región visible del espectro, al que rápidamente interrumpe y anula si la
persistencia de los fenómenos estimulantes inductores de las descargas
catecolaminérgicas se mantiene un tiempo lo bastante prolongado. Los
centros fluoróforos emisores del cuerpo humano dejan – de este modo – de
irradiar fotones de baja intensidad en banda visible de manera cíclica y
equilibrada, sustituyendo su actividad por bruscos y decenas o docenas de
millones de veces más potentes chorros de descargas frecuentes y
convulsas pero no-periódicas de fotones incomparablemente más
numerosos, pero todos ellos de muy inferior frecuencia. Dicho orden de
frecuencias corresponde a la de los tránsitos de excitación electrónica
transferidos por vías metabólicas catecolamínicas, encuadrados en la zona
de las ondas de radio.

9) Estas “cascadas” de descargas de fotones de baja frecuencia y altísima


intensidad constituyen los conjuntos de partículas-ondas portadoras de
energía-información capaces de impregnar un soporte material
psicopermeable adecuado. A nivel molecular, éste se encontraría
conformado por Redes de topología Exponencial de nodos formados por
cadenas poliméricas de micro-cristales de cuarzo y feldespatos, e
interconexiones entramadas por moléculas de agua entrelazadas
mediante uniones por puentes de hidrógeno. El cuarzo y los minerales
cuarcíferos que estructuran las rocas graníticas actúan como captadores,
acumuladores, procesadores y resonadores de fotones en sus diversos
subniveles cuánticos de manera natural en un amplísimo rango de
longitudes de onda, desde las muy largas propias de las señales
radiofónicas a las variablemente largas característica de la telefonía
celular o las UHF-VHF utilizadas en la TV hasta el ultravioleta, pasando por
el visible. Pero la muy débil emisión biofotónica en esta última banda
propia del cuerpo humano en su estado habitual jamás ocasiona una
imprimación detectable, y sí lo hace y de forma muy efectiva la
arrolladora “tromba” de colosal intensidad desbocada de las descargas de
radiofrecuencias provocadas por los eventos traumáticos vía excitación de
niveles electrónicos catecolamínicos una vez relajados. Por otro lado, el
Efecto Emoto de memoria del agua actúa también en la zona de las
radiofrecuencias, pues los tránsitos cuánticos vinculados a los cambios
reactivos de las configuraciones microcristalinas de las redes
intermoleculares del agua pura o dulce ante los grandes disturbios o
modificaciones psicoenergéticas tan solo son nítidamente detectados por
Resonancia Magnética Ultrafina en estado líquido fluyente o embolsado,
por más que puedan ulteriormente “cristalizarse” o visualizarse al
congelarla una vez impregnada por microfotografías basadas en la
microscopía de efecto túnel. De hecho, el mismo efecto se ha de producir
sin duda en el agua salada o marina, pero en este caso su posterior
visualización por cristalización no se llega a obtener. Mi hipótesis al
respecto es que la energía necesaria para ello es absorbida por la
requerida por los procesos espontáneos de solvatación de las redes
cristalinas de las sales iónicas solubles, “borrando” así toda huella en
fase sólida de la imprimación psicofísica operada. La comunicación entre
los elementos procesadores/almacenadores de información en el seno de
esta Red operaría, por consiguiente, a través de señales radioeléctricas a
distancia, a semejanza aun cuando a escala macromolecular, no celular, a
las Redes de conexiones electrónicas “inalámbricas” que comunican y
coordinan entre sí la actividad metabólica adaptativa de ciertas
poblaciones de bacterias, como acaba de ser demostrado por la
sorprendente y trascendente investigación del equipo del Dr. Lars Peter
Nielsen, de la Universidad de Aarhus. Este sistema permite que una Red
de Vértices Procesadores-Almacenadores-Intercambiadores de
información y Enlaces Interconectores de morfología Exponencial – o sea,
configurada a base de concentración bruta de unidades nodales simples
con probabilidades de agregación/pérdida de los mismos constante y
grado de modularidad limitado – puede, no obstante, desempeñar
funciones complejas equivalentes a las de una Red Neural de estructura
Libre de Escalas, debido al mecanismo ultra-rápido de intercomunicación
por pulsos radioeléctricos “inalámbricos” que compensa, al menos en
buena parte, su mayor simplicidad topológica e inferiores niveles de
jerarquización y robustez. Este extremo recientemente probado por los
resultados del equipo de Nielsen podría explicar las pautas
aparentemente “inteligentes” , interactivas con el Receptor o
“autoconscientes” de las Redes Psicofísicas de Impregnación Molecular en
algunos casos minoritarios de Imprimación especialmente potente.

10) Como consecuencia de que los portadores biofotónicos o


“psicones” de alta intensidad y baja frecuencia de los paquetes de
energía-información responsables de los fenómenos estudiados son haces
de ondas-corpúsculos cuantizados de orden subatómico y de valores
energéticos o vibracionales muy pequeños, y los componentes
perceptores de la Red Neural de los sujetos Receptores, sin embargo,
operan a la muy superior escala celular, el umbral de sensibilidad tanto
absoluto como diferencial de Weber para estos últimos es enorme y, por
ello, la sensibilidad promedio acusadamente reducida. Tal hecho justifica
porqué únicamente una escasa proporción entre la población humana
resulta “sensitiva” o “dotada”para captar los estímulos de las Fuentes
Emisoras Primarias del Imprimatur, ya que los centros sensibles de
nuestros cerebros a dichos intervalos de longitudes de onda no poseen
órganos sensoriales externos receptores especializados complejos y
ultraperfeccionados del tipo del ojo y los internos, por el momento aún
desconocidos para nuestras neurociencias, se hallan con certeza hipo-
desarrollados o quizás atrofiados en el curso de nuestra peculiar y
acelerada Evolución por Transferencia. Por razones no bien determinadas,
pero entre las cuales considero el desarrollo del lenguaje y la “ventaja
selectiva” de la facultad de simulación/ocultación psicoemocional o
facultad de mentir y manipular jugaron un papel crucial, aunque a un
elevado precio.

11) En función de las magnitudes iniciales de la descarga


psicoenergética original, su historial previo de hechos-traumas
realimentadores y la constante de psicopermeabilidad del enclave
impregnado, por el lado de la Red Molecular Exponencial Fuente Emisora,
y del perfil psicoemocional/reactivo y nivel de motivación por el de la Red
Neural del Receptor-Perceptor, la interacción mutuamente inducida
Estímulos/Respuestas que determina su intercambio de energía-
información psicoperceptivo adopta una pauta u otra. En ocasiones,
favorable al Donante-Fuente, que resulta recargado en términos
energéticos e informacionales a costa del Receptor; Otras, justo lo
contrario. En algunas de ellas de forma parcial para ambos siguiendo una
pauta más o menos compleja. El Modelo DIR predice nueve Casos-Tipo o
pautas de dinámica evolutiva para estas interacciones, según las
relaciones entre los parámetros implicados en las dos Redes conduzcan a
procesos lineales irreversibles, equilibrios lineales reversibles
estacionarios, estados “próximos a la linealidad” o equilibrios inestables o
soluciones oscilantes no-lineales permanente e indefinidamente alejadas
de cualquier tipo de equilibrio. En cada uno de éstos, el control del
proceso es casi absolutamente termodinámico, cinético o muestra una
combinación variante entre los dos con predominio relativo de uno de
ellos. En los casos más sencillos de régimen dinámico lineal, esto viene
determinado por la energía o trabajo de acoplamiento o “sintonización”
entre Redes: A mayor energía de sintonización, mayor grado de control
cinético. Aunque la mayor parte de estos Casos-Tipo obedecen a un
esquema competitivo, de modo que la ganancia en densidad energética
y/o informacional de una de las Redes se obtiene siempre a expensas del
debilitamiento correspondiente de la otra, existen también posibles
soluciones cooperativas, revelando en todo caso una profunda analogía
entre estas interacciones psicofísicas y el universo de las relaciones
biológicas intra e interespecíficas, lo que viene reflejado en mi modelo
teórico a través de un Postulado que hace equivaler la transferencia de
psicones con el intercambio, transcripción y transducción de “memes”, a
su vez análogos a los genes en el contexto conceptual de la Teoría del Gen
Egoísta del Dr. Richard Dawkins.

12) Tales modelos dinámicos son la base para el esbozo de una


primera aproximación a un Protocolo Cinético para la investigación
científica del fenómeno, empleando avanzadas técnicas neurobiológicas
de escaneado por imágenes de alta resolución que se describen en el
texto precedente.

13) La extraordinaria y gigantesca importancia del Experimento


Kobayashi-Kikuche-Okamura no se limita a respaldar y reforzar en
extremo la validez empírica de esta Teoría de la Impregnación Psíquica
por Transferencia entre Redes Psicofísicas, sino que se extiende a otros
aspectos de la interpretación analítica racional de la fenomenología
parapsicológica en general: Parece obvio que el modelo biofísico-químico
de las descargas catecolaminérgicas como fundamento de la emisión de
psicones en longitudes de onda pertenecientes a las señales de radio
posee asimismo relación con otros fenómenos como la actividad
poltergeist, vinculada al parecer con la inestabilidad psicoemocional de
ciertos púberes pre-adolescentes o personalidades infantiloides de perfil
histérico – especialmente chicas y mujeres – en ambos casos personas
cuyos organismos sufren frecuentes secreciones masivas e intensas de
hormonas sexuales esteroideas o mediadores neuroendocrinos
semejantes a las “cascadas catecolamínicas”.

14) Igualmente, el amplio y fascinante conjunto de hechos que se


conocen como “Transcomunicación Instrumental” implica siempre la
recepción por parte de aparatos electrónicos decodificadores de
misteriosas señales sonoras, visuales, televisivas o de otros tipos cuyas
ondas electromagnéticas portadoras, sea cual sea su origen, por fuerza
han de operar en la banda de las radiofrecuencias de onda corta, media o
larga y, por ende, es muy razonable suponer a la vista de los resultados
de esta investigación que procedan de fuentes de Impregnación
Molecular. Grandes genios del pasado no demasiado lejano como el
inventor y empresario norteamericano Thomas Alva Edison, el poco
conocido pero no por ello menos brillante Dr. Lendell de Moura, de Brasil,
el físico e ingeniero austro-húngaro Nikola Tesla, el ingeniero eléctrico
italiano Guglielmo Marconi, descuellan en los orígenes mismos del
concepto de transcomunicación instrumental (TCI), a principios del siglo
pasado. Y no hablamos de unos pocos y “extravagantes espiritistas
exaltados”, precisamente: Edison fue el diseñador de la primera bombilla
de filamento, de la mayor parte de los componentes de los circuitos y
baterías industriales de corriente continua, el fonógrafo y varios de los
métodos, técnicas y componentes de la cinematografía primitiva, incluido
el celuloide. Asimismo estableció el Efecto Edison, fundamento de la radio
por válvulas y la Electrónica moderna. Lendell de Moura y Marconi
comparten el honor del descubrimiento de la telegrafía sin hilos, aunque
la extraordinaria versatilidad y capacidad mediática y comercial del
boloñés, tan polifacético y dotado para los negocios como el propio
Edison, eclipsara casi por completo el nombre del investigador carioca. A
Marconi, además, se le debe la primera antena eficiente y el concepto y
perfeccionamiento de las emisoras de radio comerciales en múltiples
longitudes de onda. Por su parte, Nikola Tesla fue el auténtico padre de la
radio, como sistema de generación, transmisión y recepción-
decodificación de ondas electromagnéticas en banda de radiofrecuencias
portadoras de señales sonoras, por más que muchos asignen
equivocadamente tal logro a Marconi, de nuevo como secuela de sus
exuberantes facultades propagandístico-comerciales y divulgativas,
además de por haber perfeccionado y ampliado el sistema de hecho, si
bien el diseño primordial del mismo fuese fruto de la prodigiosa y precoz
mente de Tesla quince años antes. Tesla, por cierto, fue el creador
también de algo tan rotundo y decisivo como el generador-altenador y los
motores de corriente alterna polifásica, base y fulcro de la Red de
producción, transformación y distribución de energía eléctrica actual,
además del progenitor de la bombilla sin filamento, la lámpara
fluorescente, los principios teóricos del radar y el control remoto y el
desarrollo de las técnicas de Rayos X … Esto por solo citar sus
realizaciones “oficiales” admitidas por la Ciencia más ortodoxa... Al mismo
tiempo, desarrolló un proyecto para transmitir energía eléctrica y fuerza
electromotriz de cualquier punto a otro del planeta de forma inalámbrica,
por medio de ondas no-hertzianas. Tal sistema se apoyaba en la capacidad
de la ionosfera para conducir la electricidad, transmitida a una potencia
entre 6 y 8 Hz, con objeto de valerse de la Frecuencia de Schumann (de
valor promedio 7.83 Hz) como onda portadora. Existe material filmado
sobre sus ensayos al respecto utilizando una enorme torre emisora
llamada Wardenclyffe Tower. Dicha tecnología implicaría un transporte y
distribución gratuita universal de energía, por lo que no es de extrañar
que su financiación fuese interrumpida por la Westinghouse Corporation,
la gran compañía norteamericana para la que trabajaba el portentoso
genio, tras su breve y tumultuoso periodo de colaboración con Edison, con
quien acabó contrayendo una profunda rivalidad y enemistad mutua por
razones a la par personales, intelectuales-filosóficas y laborales-
económicas. Otras aplicaciones de este principio podrían ser la generación
y enfoques de rayos destructores de energía pura de elevadísima potencia
(rayos T), lo cual explicaría porqué casi todos sus archivos y papeles
personales fueron requisados y clasificados como secretos de alta
seguridad por el Gobierno estadounidense después de su muerte el 7 de
Enero de 1943 en Nueva York, a los 86 años e, increíble e
indignantemente, desengañado, desprestigiado y sumido en la pobreza
por el solo y terrible pecado de adelantarse demasiado a la visión mental
y los mezquinos intereses de la colosal masa de cerebros mucho más
mediocres que él.

Pues bien, esta es la talla de los colosos de la Ciencia quienes, todos ellos
sin excepción, se interesaron vivamente por los fenómenos de TCI y
trataron, cada uno a su modo, de diseñar y construir aparatos capaces de
recibir, registrar, medir y contactar con las enigmáticas “señales
psíquicas”, especialmente acústicas o parafónicas y las vinculadas a
distorsiones de campos electromagnéticos, asociadas a determinados
fenómenos parapsicológicos y enclaves presuntamente “impregnados”.

Posteriormente, a partir de mediado el siglo XX, la historia de la


Transcomunicación Instrumental entra en otra fase, que podemos
denominar puramente “empírico-electrónica”, en paralelo con el enorme
desarrollo de la tecnología humana en dicho campo y en el de los sistemas
de telecomunicación y transferencia de información: Esta etapa se inicia
con las experiencias del sueco Friedrich Jürgenson, el audaz precursor que
se atrevió por vez primera a publicar y estudiar más tarde durante toda su
vida de manera obsesiva las grabaciones magnetofónicas captadas de
ruidos, voces y hasta frases..., y en raras ocasiones diálogos completos en
estos contextos, las ahora famosísimas y controvertidas “psicofonías”. No
mucho después, en 1965, Konstantin Raudive publica cientos de
grabaciones parafónicas y elabora un aparato portador-alimentador de
sus hipotéticas ondas transmisoras, conocido como “sintetizador
Raudive”. En 1977, el norteamericano George Meek mejora la calidad de
audición usando una radio de banda lateral modificada y obtiene la
primera “conversación” telefónica con una fuente de estas enigmáticas
“voces del vacío”. Y, en los años 80´s, en Río de Janeiro, el Dr. Ruiz da
Rocha Lima reproduce tales resultados múltiples veces y consigue grabar
los intercambios telefónicos en directo. A partir de este decenio, el
progreso de la e-TCI (Electronic-TCI) se acelera sin parar: El destacado e
infatigable parapsicólogo científico alemán Klaus Schreiber, pone a punto
un dispositivo de video denominado “VIDICOM”, con el propósito definido
de lograr imágenes audiovisuales de ese desconocido y presunto “Más
Allá”; En 1983, graba los primeros rostros “espectrales” en zonas
adecuadamente impregnadas. En este camino comienzan a proliferar los
estudios, resaltando entre ellos los de Adolf Homes, Hans Köenig y el
grupo de Därmstad. A la vez, empiezan a surgir figuras relevantes y
equipos de investigación multidisciplinar serios y altamente formados en
diversos países, y no solo en Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos y
Brasil, los auténticos “pioneros históricos” de las iniciativas en el estudio
científico de la fenomenología paranormal en general y la TCI en
particular, sino también, desde tales fechas y durante toda la década de
los 90, en otros como Francia, España, México, Argentina... Prestigiosos y
fecundos nombres y los interesantes trabajos de especialistas en este
campo como el Padre Brüne, el Padre Pilón, Germán de Argumosa, Sinesio
Darnel y tantos otros dan buena cuenta de ello. Con ellos, las técnicas de
la TCI saltan al terreno del circuito cerrado de video-TV-PC, adentrándose
en el Universo de las “psicoimágenes” digitalizadas en los primeros años
del Tercer Milenio. Esto en Occidente: Pero existe constancia de que
desde muy temprano, en las en principio “impenetrables” Unión Soviética
(actual Federación Rusa), la República Popular China y de forma más
abierta y reciente en Europa del Este y Japón, ha ocurrido y sigue
ocurriendo un proceso muy similar.

Mi Modelo DIR de Impregnación Molecular Psicofísica originada por


emisiones masivas de radiofrecuencias por transferencias
catecolaminérgicas es el único hasta ahora capaz de ofrecer una
explicación racional a la mayor parte de la fenomenología trans-
comunicativa antes esbozada, pues nuestros organismos, sometidos a
condiciones intensas y/o persistentes de estímulos traumáticos se
convierten en una especie de “emisoras primarias de alta potencia”, y los
materiales altamente psicopermeables juegan el papel de repetidoras-
amplificadoras en tales bandas de longitudes de onda, específicamente
susceptibles de impresionar los sistemas receptores, sintonizadores y
decodificadores de los dispositivos electrónicos de radio, magnetofónicos,
telefónicos fijos o móviles y de TV.

En este sentido, ha complementado y establecido el marco adecuado para


interpretar la prolongada labor de docenas de genios y talentos
relucientes y adelantados a su época, por lo que me siento modesta pero
justamente orgulloso.

IX.2

Conclusiones Finales

Con toda humildad, pero no por ello sin plena y honesta convicción, creo haber sentado
las bases de un nuevo enfoque para la Parapsicología Científica, capaz, al ser ampliado y
desarrollado tanto teórica como experimentalmente, de asentarla como miembro de pleno
derecho en el seno de la selecta y exclusiva familia de las Ciencias Positivas.

¿Cómo podríamos bautizar a esta nueva rama del frondoso, exuberante y eternamente
creciente y tentador Árbol del Conocimiento?

TRANSPSICOFÍSICA

Estimo es un buen nombre: Alude – por un lado – a los potentes fundamentos moleculares,
biofísicos y biocuánticos de esta nueva Teoría de la Impregnación, pero el prefijo
“TRANS” señala, al mismo tiempo, a la naturaleza “más allá de la psicofísica
convencional” de la fenomenología implicada y al concepto de “Transferencia”, esencial
para el modelo.

Soy consciente de que se trata de una nueva e inédita descripción-resolución biofísico-


matemática y biomolecular de un problema parapsicológico, dotada de una amplia base
empírico-inductiva y deductivo-formal.

En definitiva, el trabajo fundacional de la nueva ciencia recién nacida que acabamos de


nombrar.
Esto me embarga de orgullo.

Pero también me consta que únicamente he llevado a cabo una primera aproximación o
ensayo dentro de esta flamante rama neonata del saber y, por ello, inevitablemente
simplificada e incompleta... Detrás de este modelo teórico, vendrán sus sucesores,
capaces de abordar la síntesis y formulación del fenómeno y de otros relacionados con él
de manera mucho más precisa, elaborada y perfeccionada, dentro de los cuales, mis
sencillas ecuaciones no serán más que un mero subconjunto parcial de casos
particulares...

Esto me empapa de humildad.

Ahora sí que puedo comprender – con todos los respetos – dos célebres frase del gran
Maestro Sir Isaac Newton, frases en las que el colosal genio creador de la primera teoría
físico-matemática que unificó la Mecánica Celeste y las Leyes Generales de la Dinámica
mediante una primera aproximación clásica a la Teoría de la Gravitación Universal,
resumía a la perfección este mismo doble sentimiento:

“Si he visto más lejos ha sido porque he subido a hombros de gigantes”

“No se lo que pareceré a los ojos del mundo, pero a los míos es como si hubiese
sido un muchacho que juega en la orilla del mar y se divierte de tanto en tanto
encontrando un guijarro más pulido o una concha más hermosa, mientras el
inmenso océano de la verdad se extendía, inexplorado frente a mi”.

Espero haberles, al menos servido como estímulo e interés.

Que esa Energía Cósmica, la misma, en esencia, que conforma los patrones de vibración
de las partículas elementales que componen los átomos, los núcleos pulsantes de las
estrellas y que emana, dimana, impregna y nos impregna desde y entre nuestras células,
fluidos, cuerpos y mentes en sus múltiples formas, frecuencias y manifestaciones, ilumine
nuestra Razón, nuestra Sensibilidad y la de las generaciones venideras...

Así sea.

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X
Dedicatoria y Agradecimientos

X.1

Dedicatoria

A todos los Genios y Maestros Precursores, sin cuya osadía, imaginación,


portentoso talento anticipado, honradez intelectual y luminosa intuición, ni tan
siquiera la idea de “Transpsicofísica” hubiera sido posible, como fusión de las
ramas del Árbol del Conocimiento que ellos hicieron brotar:

• A los Grandes Pioneros de la Psicofísica, Gustav Theodor Fechner y Ernest


H. Weber, cuya Ley de la Percepción sigue siendo, tantos decenios
después, la piedra angular del puente que une el Universo de la Materia y
el de la Psique.

• A Sigmund Freud, neurólogo y psiquiatra, Padre del Psicoanálisis, primer


buceador del Subconsciente humano y revelador del poder decisivo de los
traumas en los fenómenos psíquicos y sus consecuencias fisiológicas, o
“somatización”... Y a su “heterodoxo” discípulo “rebelde”, Carl Gustav
Jung, creador de la Teoría de los Arquetipos y de la Memoria Colectiva,
auténtico y precoz precursor tanto de los actuales modelos de
Impregnación o Memoria Psicofísica, incluido el mío, como de la propia
Parapsicología Científica... Sin ellos, ni una coma de este trabajo hubiera
sido concebible.

• A los Maestros y Señores de las Ondas Hertzianas y la Energía


Electromagnética, Nikola Tesla, Thomas Alva Edison, Guglielmo Marconi,
Landell de Moura y tantos otros, porque, además de contribuir como
pocos a mejorar de forma casi alucinante el bienestar material e
intelectual de nuestras vidas y a modelar el mundo contemporáneo con
sus manos y cerebros privilegiados, nos abrieron las Puertas a la
Tecnología de Lo Invisible y, siguiendo ellos mismos con asombrosa y
admirable precocidad e imaginación a la vez intuitiva y racional la senda
practicada por sus formidables invenciones, buscaron por vez primera y
sentaron los más primordiales cimientos de la Transcomunicación, base
elemental de la que algún día, en un más o menos lejano futuro, será
conocida, tengo la certeza de ello, como “Era Psicotrónica”, donde
“Psicotrónica = Transpsicofísica Aplicada”.

• A los Titanes de la Física Teórica y Experimental que establecieron los


fundamentos de la Mecánica Cuántica, alguno de ellos incluso a pesar de
sí mismo, Max Planck, Albert Einstein, Niels Böhr, Wolgang Pauli, Werner
Karl Heisenberg, Max Born, Louis-Victor de Broglie, Erwin Schrödinger,
Paul Dirac..., y a todos los arquitectos de la Nueva Física que profundizó y
elevó nuestra mirada a las Fronteras de lo Submicroscópico y lo
Cosmológico al mismo tiempo, esto último en compleja convivencia por fin
ahora parece que a punto de ser reunificada con la asimismo Gran Visión
de la Relatividad de Albert Einstein. Sin ellos tampoco ni una línea de
estos ensayos poseería sentido.

• Y, en especial, entre ellos, a la formidable pareja constituida por Wolfgang


Pauli y Carl Gustav Jung..., cuya Teoría de la Sincronicidad, al abordar
desde el doble punto de vista de la Teoría Arquetípica del Subconsciente y
las fascinantes consecuencias epistemológicas del Principio de
Incertidumbre y el de Dualidad Onda-Corpúsculo, fenómenos como la
serendipidad o el “Efecto Pauli” – el cual al parecer generaba
personalmente el mismo físico en presencia de aparatos o dispositivos
electrónicos complejos – traspasaron con inefable audacia el Umbral tras
el cual lo material y lo psíquico, el observable y el observador, se funden
en una nueva dimensión superior, auténtico objeto de estudio de la
verdadera Parapsicología Científica o Transpsicofísica. Todo el análisis
cinético y termodinámico de la psicoenergética de mi Modelo DIR no sería
más que un disparate sin tener en cuenta tales elementos conceptuales.

• A los insignes, inteligentísimos y originales matemáticos Paul Erdös,


Alfréd Rényi, Steven H. Strogatz, el psicólogo Stanley Milgram, el
sociólogo Duncan J. Watts, el ingeniero de sistemas y físico Albert-László
Barabási y su colaborador Réka Albert, principales autores y
desarrolladores tanto teóricos como empíricos de la Teoría de Redes,
magna construcción intelectual en la historia del pensamiento científico
del siglo pasado y los umbrales del presente, y que tan extraordinaria
aportación ha realizado a la claridad, solidez y potencia explicativa de mis
“Fundamentos de Transpsicofísica”, al igual que a toda otra aplicación de
las bien definidas como nuevas “Ciencias de la Complejidad”.

• Al biólogo, gran teórico y excepcional profesor divulgador de la Evolución


Neodarwiniana Richard Dawkins, cuya genial idea de los “memes” como
elementos de transferencia de información psicoemocional y cultural
formal, estructural y dinámicamente análogos a los genes tan excelente y
fecundo juego ha dado a mi Teoría General de Impregnación Ambiental,
tanto en su vertiente puramente biológico-evolutiva como
parapsicológico-transpsicofísica.

• Al microbiólogo Dr. Lars Peter Nielsen, por demostrar que es posible la


existencia de una Red Exponencial de Alta Eficiencia por efecto enjambre
de interconexión “inalámbrica” a distancia entre unidades simples,
facilitando así el patrón morfo-funcional para las redes moleculares
psicopermeables de Impregnación Psicofísica.

• Al Dr. Masaru Emoto y el no menos brillante equipo configurado por los


investigadores Masaki Kobayashi, Daisuke Kikuche y Hitoshi Okamura,
cuyos decisivos experimentos sustentan la descripción del fenómeno de la
Impregnación Psicofísica en Red a nivel psico-bioenergético y molecular.

• A todos los investigadores experimentales serios en el terreno de la


Parapsicología. Sin su meritoria, libre, valerosa, innovadora y muchas
veces injusta y neciamente ignorada, ninguneada e incomprendida labor
nunca hubiese sido yo capaz de alcanzar este primer intento de
generalización teórica.

Agradecimientos Genéricos

• Si se fijan bien, mis Estimados y Pacientes Lectores, quienes han tenido la


generosa Gracia de seguirme hasta el final, el porcentaje de judíos-
alemanes y judíos-húngaros de origen ashkenazí, germanos, magiares y
rumano-húngaros transilvanos, particularmente de ascendencia székely
(la misma comunidad de la que proceden las estirpes Báthory y Dracul),
entre los genios de la Ciencia antes indicados como inspiradores y
precursores esenciales de estos trabajos, es sencillamente enorme. La
inmensa mayoría de los grandes físico-químicos aplicados, especialistas
en ciencias de la vida e ingenieros y tecnólogos son germanos o austro-
húngaros, y los físicos teóricos, psiquiatras y matemáticos, portan sangre
ashkenazí, combinada con alemana en el primer caso y con húngara
magiar o székely en el segundo. No se trata de una cuestión subjetiva; Les
invito a consultar las referencias biográficas adecuadas y comprobarlo: El
resultado es sorprendente y abrumador, y del orden de la fracción de
Premios Nobel en ciencias de vanguardia a lo largo del siglo XX, dicho sea
de paso.

Por otro lado, es palmaria la valiosísima e impagable contribución de los


más actuales y avanzados investigadores japoneses en el campo de la
psicoenergética y la bioenergética molecular, ya que sus decisivos
experimentos sobre el efecto memoria del agua y la emisión biofotónica
humana constituyen las principales bases empíricas contrastadas de mi
modelo teórico.

En justa correspondencia, y puesto que la mayor parte de esos “hombros


de gigantes” sobre los que se ha aupado este pequeño librepensador
pertenecen a tales pueblos, etnias y culturas, proclamo, con toda la
humildad que he logrado concentrar en mi altanero, hiper-crítico y
polemista corazón, mi más sincero y sentido agradecimiento emocionado
a ashkenazíes, germanos, magiares-székelys y nipones... Gracias, mi más
profundo respeto, reconocimiento y reverencia... Sin vuestra maravillosa
combinación de sabiduría tradicional y osado racionalismo científico
nunca, nunca, nunca, hubiera dado a luz esta singular criatura...

Agradecimientos Personales

• A la Condesa de los Cárpatos, ocultista, alquimista y, a su peculiar modo,


investigadora pionera de los fenómenos de la Transferencia Biofísica,
Erzsébet-Gabriele de Báthory-Nádasdy, al ingenioso e imaginativo escritor
de misterio, ciencia-ficción y horror Stephen King y al genial y casi
prodigioso director, guionista y realizador cinematográfico Stanley
Kubrick, pues, respectivamente, su singular por más que cruel y primitivo
“Método Báthory”, así como la novela y película que comparten el título
“El Resplandor”, han constituido una fuente inagotable de inspiración
para las Simulaciones Numéricas y de Protocolo Empírico de mi Modelo de
Impregnación Psicofísica en Redes Moleculares. Por otra parte, sin la
influencia del primero, la serie de ensayos previos a éstos, donde se
aplica semejante modelo a los procesos de Transferencia de Memoria
Celular como base de la Evolución Acelerada bajo condiciones de alto
impacto ambiental traumático o catastrófico, no habrían sido
concebidos... y, por ende, estos tres, que conforman su aplicación
puramente psicofísica o parapsicológica, tampoco.

Sobre la dama ya está todo dicho – una vez más, magiar-transilvana de


pura cepa y sangre real –.

En cuanto al primer caballero citado, procede del estado de Maine


(noroeste de Estados Unidos): Quizás eso no impresione demasiado a
alguno de ustedes, pero han de tener en cuenta que éste fue el territorio
original de la tribu de indios nativos Micmacs, notorio ejemplo de la etnia
algonquina. Dicha cultura amerindia – originales pobladores de toda la
franja que abarca desde Alaska a Quebec y el área noreste de los actuales
Estados Unidos – se caracteriza por una sobresaliente tendencia al
animismo de corte chamánico..., a semejanza de otros pueblos ancestrales
como por ejemplo celtas, tracios o yorubas..., por citar tan solo unos
cuantos de entre ellos. En concreto, en una de las cimas de sus leyendas
destaca al respecto la creencia en el “Wendigo”, “Weendigo (Windigo)”,
“Windibum”, o “Witiko”. El Wendigo es una especie de arquetipo
“maligno” de todos los excesos predatorios y consumidores del ego,
desde la avaricia a la lujuria desenfrenada, pasando por la vanidad y la
glotonería. Los humanos – es decir, “miembros de la tribu” – que se
dejaban llevar por tales instintos de modo egoísta y descontrolado, sobre
todo en perjuicio de los demás, corrían el riesgo de convertirse en
Wendigos, al ser poseídos por el Espíritu de tal Bestia, Manifestación
Tenebrosa del Dios Supremo de la Madre Naturaleza y las “infinitas
estepas, bosques y campos de caza del Más Allá”, el Gran Manitú. Esta
terrible transformación puede ocurrir tanto antes como después de la
muerte, a modo de una espantosa zombificación de sed eterna e
insatisfecha, variando en función de la naturaleza, condiciones de los
pecados cometidos y tradición tribal específica de las diferentes
comunidades. Tal Espíritu se encuentra fuertemente ligado al invierno, el
frío, los bosques perennes húmedos y umbríos, la hambruna y la muerte
por inanición. Por eso se le representa como un ser raquítico, consumido,
con la piel tensa y pegada a los huesos cual a punto de fallecer de pura
hambre. Y cuando se halla “satisfecho” provisionalmente, cual una suerte
de homínido antropoide salvaje, alto, corpulento y peludo, con garras por
manos y ojos ambarinos y resplandecientes de fiera, por lo que algunos
eruditos y folcloristas lo emparentan con el Big-Foot o versión
norteamericana del Yeti. El color de su tez es ceniciento, mortecino, y sus
ojos parecen hallarse hundidos en sus cuencas. En lugar de labios,
muestra unos repugnantes vestigios de piel podrida y sangre. Sucio y
hediondo, exhibe ampollas y apesta a descomposición, a muerte y
corrupción. Prefiere habitar lugares salvajes y solitarios, por lo que suele
esconderse en cerrados bosques con objeto de acechar pacientemente a
sus presas... Jamás está a la vista y aguarda el momento oportuno para
lanzarse sobre ellas. Las leyendas orales algonquinas aseguran que este
ser mitad humano mitad bestia infernal llama por su nombre a sus
víctimas con el propósito de atraerlas como arrastradas por un imán
psíquico fatal al seno más profundo de las masas boscosas donde se
guarece, de modo muy parecido a como lo haría el embrujo cantarino de
una sirena. En todos los mitos de las diferentes tribus de la etnia
algonquina, el Wendigo fue humano, pero pasó a constituir una bestia
insaciable e inmoral como consecuencia o castigo por sus graves faltas
contra la Ley de la Tribu o los Principios de la Naturaleza, dominado desde
entonces por un ansia tan voraz de carne de sus semejantes que cazará y
matará a todo aquel que se cruce en su camino como único recurso para
calmar su eterna y horrenda sed de sangre y de vida fresca, pues solo así
puede poco a poco recuperar al menos en parte su apariencia humana y
evitar perecer de lenta y horripilante inanición antes de ser arrastrado a
la Condena Eterna por el espíritu-demonio que lo posee. Los antropólogos
creen – en mi opinión de manera muy razonable – que tal mito surgió como
producto de los más o menos severos y prolongados periodos de carestías
durante los largos y duros inviernos característicos de todos los territorios
nativos ocupados por los pueblos algonquinos. Obviamente, en tiempos
primigenios, la citada penuria empujó fácilmente a la práctica del
canibalismo gastronómico de emergencia entre tribus. Sin embargo,
considero, por razones que expuse en detalle en mi ensayo “EVOLUCIÓN
POR TRANSFERENCIA (Un modelo de Neolamarckismo Sintético capaz de
superar los límites de la Teoría Neodarwinista)”, que hay mucho más
detrás de ello: Como todas las razas y culturas humanas, los algonquinos
albergan en lo más profundo de sus cuerpos y cerebros el recuerdo
genético ancestral de la remota Edad en que se entregaban
sistemáticamente al canibalismo, primero por pura mezcla de intuición y
observación empírica y, más tarde, a través de elaborados rituales de
“magia roja” sadomasoquista y sacrificios de sangre orientados hacia el
fin de obtener la fuerza, el vigor sexual y la sabiduría de sus rivales y
enemigos, ignorando que, en verdad, tales costumbres y creencias
mágico-religiosas poseían una profunda y sólida base psicobiológica real,
al fundamentarse en la transferencia de tales factores favorables,
rejuvenecedores, regeneradores y adaptativos de la memoria celular por
medio del consumo continuado de vísceras – sobre todo hígados,
corazones y cerebros – sangre, linfa y líquido cefalorraquídeo de otros
seres humanos intensamente impregnados bioenergéticamente por la
hipersaturación de catecolaminas de los estados paroxísticos de estrés-
palcer-dolor-pánico. Este y no otro fue el principal mecanismo de la
Evolución Acelerada por Transferencia desde los homínidos hasta el Homo
Sapiens por espacio de entre uno y dos millones de años. El único capaz
de explicar sin lagunas intolerables como nuestros antecesores pudieron
evolucionar tan drástica y rápidamente entre impactos ambientales tan
catastróficos como tremendas sequías, desoladoras desertizaciones y
crueles glaciaciones, cambiando honda y velozmente todos y cada uno de
sus primordiales hábitos sexuales, sociales, fisiológicos, alimenticios y
patrones de conducta y aclimatarse a múltiples, nuevos y cambiantes
entornos a lo largo del planeta en un tiempo insólitamente breve en
término evolucionistas. Imposible de justificar por la mera acción lenta y
gradual acumulativa de la Selección Natural. Abundantes y casi
abrumadoras pruebas paleontológicas y fósiles de ello hay en Atapuerca y
otros yacimientos masivos... Solo faltaba una teoría audaz e imaginativa
pero a la par rigurosa para interpretarlas..., la teoría anticipada por la
pionera y osada obra del antropólogo Oscar Kiss Maerth (húngaro una vez
más, nacido en Petre en 1914, actual República Checa) y completada,
generalizada y puesta al día por este autor mediante el citado ensayo y
sus continuaciones. Posteriormente, al mejorar la tecnología ofensiva y
defensiva, arreciar la presión ambiental y posiblemente también como
efecto de la aparición de ciertos desajustes en tan vertiginoso desarrollo
como el propuesto por Kiss Maerth – excesivo crecimiento del volumen del
cerebro respecto al de los huesos del cráneo – o ciertas enfermedades o
síndromes fisiológicos derivados de una dieta canibalesca generalizada ,
probablemente de tipo priónico – generó un tremendo cambio mítico-
ideológico-religioso que llevó a la Gran Prohibición o Tabú Universal Anti-
Canibalismo, del que relatos como el del Fruto del Árbol de la Ciencia en el
Edén Perdido, la Caja de Pandora y otros de índole similar presentes en
todas las culturas y grandes Civilizaciones antiguas no serían más que un
simbólico reflejo legendario... O como el del aterrador y voraz Wendigo...
Les aconsejo leer mi trabajo antes reseñado y el libro “El Principio era el
Final” de Oskar Kiss Maerth, ya sea si lo encuentran en sus escasísimas
ediciones impresas supervivientes o en versión digital, lo que será
posiblemente más sencillo, si les interesa el fascinante tema... Volviendo
a los Micmacs, la tribu originalmente residente en los oscuros y frondosos
bosques del Maine, al parecer éstos fueron la sociedad más aficionada al
“Reverso Tenebroso de la Fuerza”, por expresarlo en forma coloquial y
entrañable para los puretas de mi Generación X, marcados desde púberes
por la parafernalia de Star Wars... De manera que, incluso en tiempos
históricos recientes, antes y poco después a la llegada del “hombre
europeo” a aquellos parajes, todavía seguían entregándose a la
Primigenia Bendición/Ulterior Aberración Nefanda entre ciertos círculos
“selectos” de chamanes/brujos o iniciados... Como es lógico, el ritual
secreto para invocar o transformarse en Wendigo era violar el Máximo
Precepto, esto es, devorar carne humana. .. De hecho, la psiquiatría oficial
reconoce un tipo de psicosis obsesivo-disociativa denominada “Síndrome
del Wendigo”, y hay numerosos casos históricos documentados de su
brote entre miembros de las tribus Cree, Montagnais-Naskapi, Ojibway y
Salteaux originarias de Alaska y Canadá, especialmente en la zona de
Quebec, todas ellas de etnia y cultura algonquina. Y, por supuesto, su
frecuencia es mayor aún en el seno de la población micmac. Este trastorno
mental se inicia produciendo en la persona afectada una repulsión ante la
comida normal: El sujeto deja de comer, y sus síntomas son náuseas,
vómitos y malestar ante la simple visión u olfato de los alimentos
habituales. Suelen ir acompañados de insomnio y alucinaciones. Si no se
detiene en este estadio, el paciente empieza a manifestar el desesperado
temor a verse “poseído” por el Espíritu del Wendigo, en un claro
reforzamiento de su crisis obsesiva reforzada por sugestión cultural.
Antes de la invasión/absorción de estas tribus dentro de la civilizaición
occidental, era muy común que el individuo afligido solicitase
fervientemente a sus parientes o amigos que lo mataran antes de
convertirse en una inmunda semi-bestia caníbal. Más allá de este punto,
los enfermos tienden a volverse muy agresivos, desencadenando actos
violentos y perdiendo toda traza de socialización con sus congéneres. En
realidad, tales extremos casi nunca se llegaban a dar en las comunidades
libres de algonquinos, puesto que las víctimas del “Mal del Wendigo” eran
ejecutadas de modo compasivo antes de ello en una suerte de acto
higiénico-eutanásico colectivo, de ordinario por un familiar o persona
próxima afectivamente a él, lo que se ponderaba como un sublime acto de
amistad o amor. Consecuentemente, en la tradición alhonquina, el
Wendigo es descrito como un horrendo Espíritu de Perversión, “El Que
Siempre Pide Más y Más, el Que Nunca Da”..., eternamente al acecho de
“presas fáciles”, es decir, personalidades débiles en cuyas almas puede
penetrar para obligarlos a realizar actos prohibidos y contrarios a la Ley
del Manitú y de la Tribu, o sea, comportamientos tabú o antisociales de
los cuales el canibalismo es el peor de todos. Psicoanalíticamente, tal
proceso se describe como el resultado del poderoso conflicto moral y
psico-emocional ocasionado por el hecho de que el “Wendigo”,
ancestralmente, fue una persona “normal” , sana e integrada, pero
quien, por causa de padecer hambruna sin responsabilidad propia alguna,
se vio forzado a devorar a su prójimo, a sus “hermanos de tribu” para
sobrevivir. El tremendo y colosal complejo de culpa o remordimientos
consiguientes le conduce a detestar e incluso olvidar o reprimir tan
traumática experiencia, y desear subconscientemente a la vez su
repetición, lo que libera la psicosis obsesivo-esquizoide-disociativa. Al
final, es natural que prefiera ser inmolado que proseguir viviendo bajo tan
atroz sufrimiento o poder llegar a poner en peligro la vida de sus
allegados. Desde el punto de vista jungiano, tal psicopatología no sería
otra cosa que la “psicosomatización” o “encarnación” primero
subconsciente y luego consciente de un Arquetipo de la Sombra en su más
potente y destructiva manifestación dentro de los parámetros o sistemas
de creencias mágico-religiosas de su comunidad, proceso disparado por
una vivencia numinosa y aterradora o el recuerdo de la memoria colectiva
ancestral de ella. Y de acuerdo con mi Teoría de Impregnación de Redes
Psicobiológicas – consultar mi estudio: “TEORÍA DE REDES Y
TRANSFERENCIA. TEORÍA BÁTHORY/SCHREIBER DE LAS REDES
PSICOBIOLÓGICAS (Un primer intento de explicación morfo-funcional del
fenómeno de Impregnación Ambiental y su interacción por Transferencia
con Receptores sensitivos) – el mecanismo psicodinámico “clásico” o
freudiano no sería más – en este como en otros casos semejantes en
general – que la reacción psicofisiológica detectable de un fenómeno
profundo de activación de sub-tramas “Hubs” de nodos procesadores de
energía-información hasta entonces “dormidos” o inhibidos, tanto a nivel
de su Red Genómica (Genes vinculados a la memoria celular heredada de
sus antepasados durante docenas o cientos de generaciones) como de su
Red Neural (su correspondiente transducción en “Memes”). Lo cual
coincide de lleno con el concepto de “Memoria o Inconsciente Colectivo “
de Jung, pero dotándole de una fuerte base empírico-estructural y
material de tipo morfo-funcional. Estas unidades de código subconsciente
serían “excitadas” a fase semi-consciente y progresivamente consciente,
desarrollando la crisis psicopatológica, a causa de los intensos estímulos
traumáticos recibidos por la sensación de hambre o cualquier otro
impacto perceptivo ambiental tan intenso y/o persistente como para ser
capaz de afectar de modo potente y duradero los grupos modulares de
genes y memes “controladores” asociados con los patrones agresivos de
conducta, habituales reguladores de la modulación de actividad de los
conjuntos de genes y memes “durmientes” reprimidos. Y el contenido
liberado o actualizado por su decodificación emergente – los “recuerdos
colectivos primitivos” relacionados con las prácticas caníbales de sus
ancestros y sus correspondientes “paquetes” de percepciones sensitivas –
reforzados por vía del aprendizaje cultural condicionante de su tradición
oral – constituiría el responsable final del desarrollo del Síndrome, un
combinado de síntomas psicosomáticos y psiquiátricos plenamente
reconocibles y operativos tan sólo en el contexto de una determinada
cultura. Pero cuya inmensa y honda relación con otros análogos en
diferentes contextos antropológicos – o versiones de equivalentes
arquetipos de la memoria celular-genética y cultural-memética colectiva –
tales como el “vampirismo real”, los rituales de sangre o el “Método
Báthory” son obvios y palpables..., sobre todo si consideramos, como es el
caso, que los magiares son también en origen pueblos esteparios,
guerreros y nómadas, adaptados a durísimas condiciones de vida bajo
condiciones de escasez de recursos alimentarios asociados con los fríos
inviernos. Queda – pues – ampliamente justificada mi inclusión del Sr. King
y – a través de él de los Micmacs – en este apartado de Agradecimientos
“Vips”. Añadiré en provecho de quienes se sientan “picados” en su
curiosidad, morbo y/o intelecto acerca del Wendigo de forma específica, y
deseen indagar más sobre tal Mito/Arquetipo amerindio que revisen o
descubran la lectura de las que conforman, en mi opinión, las dos obras a
la par más amenas y descriptivas sobre él, sin caer en la pesadez del
tecnicismo especializado: El relato, ya todo un clásico, “El Wendigo”, de
Algernon Blackwood – de índole más filosófica, existencial y simbolista,
donde el Wendigo encarna la llamada atávica al retorno a lo salvaje y
primordial – y “Pet Cemetery”, la estremecedora y exquisita novela al
respecto del propio Stephen King, bastante más literal o fiel a la leyenda
primigenia, aunque entremezclándola con una retorcida y perversa
modalidad de “zombificación”. Una advertencia: El libro del gran autor
nortamericano fue absurdamente traducido para sus ediciones en
castellano por “Cementerio de Animales”, pese a que el título original
(“Cementerio de Mascotas”), parece mucho mejor, al ser notablemente
más significativo en un sentido íntimo, psicológico y emotivo. Como
podemos comprobar, hay asnos coronados detrás de toda clase de
despachos tomando desgraciadas decisiones en perjuicio de los
consumidores, cuya mediocridad insólitamente bien remunerada osa
enmendar la plana a los auténticos talentos creadores superiores: Pero ya
sabemos que, desafortunadamente, “la ignorancia es atrevida”, y el
“Principio de Incompetencia” de Peter funciona a todo vapor en toda
suerte de instituciones y organizaciones.

Por último, el segundo miembro masculino de este singular trío de


parabienes, el admirable y magistral director de cine Stanley Kubrick,
atravesó el Sagrado Portal de la Madre en el barrio judío del Bronx en
Nueva York... Todo aquel que, como quien esto suscribe, ame el Séptimo
Arte, no puede menos que inclinarse ante la magna obra de este genio,
cuya fascinación, lucidez analítica y profundidad simbolista de
pensamiento sobre temas “oscuros y capitales” en el substrato más
primitivo y abisal del alma y la condición humana – el sexo, la violencia
individual y tribal-colectiva, la impregnación psíquica-fantasmogénesis, el
origen y evolución de nuestra especie, los conflictos asociados al fracaso y
ascenso social, la inmortalidad... – soberbia y pulcramente retratados en
sus magníficas películas – “Espartaco”, “Dr. Strangelove” (“¿Teléfono
Rojo?, volamos hacia Moscú”) - de nuevo los irritantes cambios necios de títulos
- “Lolita”, “La Naranja Mecánica”, “El Resplandor”, “2001: Una Odisea en
el Espacio”, “La Chaqueta Metálica”, “Eyes Wide Shut”... – le sitúan en
evidente sintonía con las inquietudes y filosofía que late tras estos
trabajos. Como ya les dije, judío del Bronx, descollante vástago de una
familia de clase media acomodada... : Ashkenazí en cada gota de sangre
de sus venas, vamos...

Como pueden observar una vez más, los engranajes acasuales del Telar de
la Mega-Red de Serendipidades/Sincronicidades giran a toda máquina,
como bien se percataron por vez primera mentes de la formidable talla de
Carl Gustav Jung y Wolfgang Pauli.

• A mi gran amigo, confidente y hermano en inquietudes espirituales y


“heterodoxas” Manuel López Vera, a mi igualmente fraternal ex-alumno y
siempre “discípulo predilecto” Antonio Rodríguez Peris y a mi tía la
Hermana María Gloria Luz Pozo. Sin la ayuda, entusiasmo, ánimos y
capacidad de escuchar de los dos primeros ni el auténtico amor digno de
una segunda madre de la segunda, estos “Fundamentos de la
Transpsicofísica” jamás habrían visto la luz.

XI

Bibliografía y Referencias

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Para consultas: enviar e-mail a: mago-juan@hotmail.es

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En Sevilla, a 17-7-2010

13:56 P.M.

Por:

Juan Schreiber

(Bioquímico y librepensador)

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