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(Qiadernos Historia 16 250 PTAS EI Neolitico Maria Luisa Cerdefio Cuadernos Historia 16 Plan dela Obra 1. La Segunda Republica Espafiola + 2. La Palestina de desis « 8 El Califato de Cérdoba +4. El Sigh de Oro, 1+ 5. El Siglo de Oro, 2» 6, Faraones y pirdmides « 7, La Castilla del Cid « 8. La Revolucién Indus- trial + 8. Felipe IT «10, La medicina en ln Antigiedad + 11. Los Reyes Catdlicos« 12 La mujer medieval » 18, La Revolucién Francesa, 1 + 14, La Revolucidn Francesa, 2 + 15. La Revoluein Francesa, 3 + 16, El Egipto de Ramsés II + 17. La invasién drabe de Espaia + 18, Los Mayas + 19. Carlos V + 20, La guerra de laTndependencia, 1 + La guerra de la Independencia, spania romana « 23 Vida eotidiana en Ja Edad Media + 24. ] Renacimiento ¢ 25. La Revol ‘Los fenicios + 27. La Mezquita de Cordoba + 28, La Reforma en Europa + 29. Napoledn Bonaparte, 1» 30, Napolesn Bonaparte, 2» $1. Los iberos + 82. Recaredo y su época + 83. Los campesinos del siglo XVI » $4, La Inglaterra vietoriana + 85, El Neolitico + 86, Los Aztecas + 87, La Inglaterra isabelina + 98. La Il Guerra Mundial, 1 « 39, La TL Guerta Mundial, 2+ 40. La II Guerra Mundial, 8 + 41. Tartessos + 42, Los campesinos medievales +43, Enrique VIIL « 44. La Espaita de José Bonaparte + 45. Alamira ¢ 48, a Union Europea + 47, Los rei- nos de tailas + 48, La Inquisicién en Espaia + 49 Vida cotidiana en Roma, | + 50, Vida cotidiana en Roma, 2 + 61. La Espaia de Franco + 52, Los Incas + 53, Los comuneros + 54. La Espaiia de Isabel IT +55, Ampurias » 56. Los almordvides + 57, Los viajes de Colin + 58, El eristianismo en Roma » 59. Los pronunciamientos + 60. Carlomagno, I» 61. Carlomagno, 2 +62, La Plorencia delos Medicis « 63. La Pri- tera Repiiblica Espaiola + 64, Los sacerdotes egipcios + 65. Los almohades + 66. La Mesta + 67. La Espatia de Primo de Rivera + 68. Pericles y su época » 69, Elcisma de Avifion + 70, El Reino nazarita * Tl, La Espasa de Carlos II + 72. El Egipto ptolemaico + 73, Alfonso XIII y su época + 74, La flota de Indias *75.La Alhambra + 76. La Rusia de Pedro el Grande + 77. Mérida ¢ 78-Los Templarios» 79, Veli- ‘quez + 80 La ruta de la seda + $1, La Espaia de Alfonso X el Sabio * 82 La Rusia de Catalina II + 88, Los Virreinatos americanos + 8, La agricultura romana + 85. La Generaciin del 98 + 86, El fin del mundo ‘comunista» 87. El Camino de Santiago + 88. Descubrimientos y descubridores + 89, Los aitios + 90. La Guerra Civil espatiola + 91. La Hansa + $2. Gioncin masulmana en Espaia + 9% Luis XIV y su época ‘+ 94 Mitosy ritos en Grecia *$5.1La Buropa de 1848 » $6, La guerra de los Treinta Aios ° 97. Los moris- ‘os * 98, La Inglaterza de Cromwell « 99, La expulsién de los judfos + 100, La revolueién informética, Maria Laisa Cerdefo Informaciin Historia Rufino Gonaile, 94 bis 28087 Madd. Tel, $04 65 75 SL. Historia 16 ISBN: §4-7679.286-7 [Rasciculas) ISBN: 84-7679287-5 (Obra camp Depésit legal: M-36442-1995 Distribosin en quioseos: SGEL. serpciones: Historia 16. Calle Rufino Gonzalez, 3 his 298007 Madrid, Tel. 304 6575 Fotoenmpsici y ftomerdnica: Amoreti SP, SLL. Iimpresin:Grafcinen, S.A, Encuadernain: Mavieam, Printed in Spain -Impreso en Eepaia Hi tor 16 Precio para Canarias, Ceuta y Mella: 276 ps, Istoriia sin IVs ats deta 2/ ELNEOLITICO Indice 8 El porqué del cambio 18 La Peninsula Ibérica 12 El ejemplo del Préximo Oriente 24 El megalitismo gE Un ejemplo distinto: 1) aeoiticoen Europa 28 el Neolitico americano En portada, materiales neoliticos hallados en Jacista de Villanueva de Butrén, Burgos. Iaquierda, puchero ‘campaniforme procedente de la Cova dels Gats, Alcira (Museo de Prehistoria de Valencia) EL NEOLITICO/3 jtada os de los elementos caracteristicos del Neolitico: arriba, hacha de piedra pul procedente de Canterbury, condado de Kent, Inglaterra (Museo Britinico); abaj pieza de ceramics niforme (Museo Arqueoligico de Cordoba) 4/ BL NEOLITICO El Neolitico Maria Luisa Cerdeio Departamento de Prehistoria Universidad Complutense de Madrid. pesar de que la especie humana ta asentada sobre la Tierra jesde hace mais de dos millones de aos, todavia se difunde en algunos medios que la auténtica historia de la Humanidad comenzé cuando el hom- bre se hizo sedentario y agricultor 0 cuando invent6 la escritura, olvidando que casi cl 99 por 100 de nuestro deve- nir histérico se desarrollé durante la época denominada Paleolitico 0 Edad de la Piedra Antigua, tiempo en el que el hombre Ilevaba un tipo de vida né- mada practieando una actividad de- predadora basada en la caza y la reco- leceién de recursos naturales y fabricando instrumentos de diferente complejidad mediante la técnica de la piedra tallada. Es cierto, sin embargo, que los avances mas espectaculares de las sociedades humanas se llevaron a cabo a partir del period denominado Neolt- lico 0 Edad de la Piedra Nueva (neo: nueva; lifos = piedra), etapa muy inte- resante por la serie de transformacio- nes que experimentaron aquellos gru- pos, que se inicié en algunos lugares en torno al 9000-8000 antes de nues- tra era ya la que el arqueélogo Gor- don Childe denominé revolucién neoli- tica. El término Neolitico se empez6 a utilizar por parte de los capeeialistas a mediados del siglo XIX, en clara alu- sién a las caracteristicas de los utensi- lios de piedra que fabricaban, median- ja técnica del pulimento frente a la icional talla usada en el perfodo Paleolitico. Pero hoy dia sabemos que los cambios ocurridos en el terreno s0- cieconémico fueron mas importantes que los téenicos y, también, que dichos cambios no se produjeron de una for- ma rapida y revoluctonaria, sino que todos ellos fueron culminacién de un lento proceso de adaptacién acumulati- va durante el cual el hombre fue esta- bleciendo una nueva relacién con el medio que le rodeaba, Seguin esta idea, al Neolitico debe ser considerado no solo como una ete pa histérica, sino también como un proceso cultural, aunque no unitario ya que las nuevas formas de vida no se adoptaron en todos los lugares a la vez ni tampoco con las mismas premisas. De manera que puede hablarse de di- ferentes grupos neoliticos, cuyos ejem- plos mas significativos describiremos para una mejor comprensién del tema. Hay que recordar que hacia el ato 10000 antes de nuestra era, la Tierra sufrié una serie de cambios de tipo eli- matico y geoldgico, la temperatura se elev6 y los grandes hielos de la iltima laciacién comenzaron.a fundirse ¢ in- luyeron decisivamente en el paisaje que, poco a poco, se fue trasformando, por lo que la flora y la fauna existentes tuvieron que ir adaptandose a las nue- vas condiciones. Lo mismo le ocurrié al hombre, que tuvo que buscar nuevas bases de subsistencia cuando le empe- zaron a fallar sus tradicionales recur- sos, al emigrar hacia el norte o extin- guirse la mayoria de las grandes especies de animales que hasta enton- ces venia cazando; por ello paulatina- mente también fue variando los titiles que le eran necesarios para desarrollar sus nuevas actividades. Esta etapa in- termedia, de progresiva adaptacion, se denomina Epipaleolitico 0 Mesolitico que, en cierta manera, acaba culmi- nando en el Neolitico, cuyas prineipa- les caracteristicas pueden resumirse en dos gru Econémicas. Los cambios socio- econémicos fueron los mas significati- vos, pues las bases de subsistencia va- riaron, sustituyéndose la antigua caza y recoleccién por la agricultura y la eria controlada de animales domésti- cos. Procesos, ambos, que debieron ser paralelos, ya que los datos mas anti- guos procedentes de yacimientos del Préximo Oriente, fechados en el nove- no y octavo milenios, ast parecen con- firmarlo. ELNEOLITICO/5 6/ EL NEOLITICO Los primeros vegetales que el hombre cultivé fueron cereales: el trigo, en sus primitivas variantes Triticum monococeum, Triticum dicoccum y Triticum aestivium, y a cebada, especies que pudo controlar porque se daban en estado silvestre en aquellas regiones y desde tiempo atrds eran objeto de recoleccién intensiva. La avena y el centeno se utilizaron mas tarde, ya que seguramente crecian como malas hierbas entre los cereales anterio- res, Paralelamente comenzaron a domesticar un ntimero limitado de animales, es decir, a controlar su reproduc- cién a partir de animales salvajes que vivian en el entor- no. La primera especie doméstica parece que fue el. pe- ro, procedente del lobo, que segtin los datos disponibles ya durante el Epipaleolitico ayudaba en la eaza, pasando después a ser guardidin del ganado, no siendo empleado casi nunca como animal comestible. Su relacion con el hombre es, desde luego, ancestral y su presencia en al- gunas sepulturas del Neolitico final europeo es una muestra de afecto y relacién con el amo, La oveja y la cabra fueron las siguientes especies do- mesticadas en fechas muy antiguas, pues su presencia se remonta al IX milenio en las mismas regiones orientales, teniendo sus precedentes salvajes un area de reparticion muy extendida y habiéndose comprobado que la talla de las primeras era bastante grande, Fucron seguidas por los bovidos, descendientes del toro salvaje ¢ identifieados por primera vez. al norte de Mesopotamia en el VII mile- nio, y mis tarde por el cerdo, procedente del jabali, que aria constituyéndose en una de las especies domés ‘lea nide'veitables tanto por su gran fecundidad, su ere- cimiento rapido o su facilidad para acumular grasa, como por su utilidad en la agriculiura, porque dejandolos hozar por los campos remueven el suelo preparandolo para las nuevas cosechas. En los primeros tiempos neoliticos todos estos anime les fueron utilizados por sus productos primarios, esp cialmente la carne, las picles y la grasa y solamente tras la intensificacién de las précticas ganaderas se eomenz6 a obtener de ellos mayor rendimiento o productos secun- darios como la leche, la lana, el estiéreol y también su fuerza, al ayudar en la agricultura tirando del arado, 0 como medio de transporte, en el que ya jugaron un papel importante el eaballo, el asno o el camello. La variacién de las bases del sistema econémico trajo como consecuencia una serie de cambios sociales, al irse generalizando la sedentarizacién de aquellas comunida des, aunque en algunos lugares del Prximo Oriente ya se habia ido produciendo un. progresivo agrupamiento en aldeas, anterior a la domesticacion, debido a la intensifi xcion de la recoleccién de los eereales silvestres que al se desarrollaba. Al vivir en comunidades estables cada vez mayores, las relaciones entre los individuos cambia- ron y se hicieron necesarias nuevas formulas de organi- zacion social ante la diversifieacion de tareas, el surgi- miento de grupos dominantes, la organizacion de trahajos colectivos, etcétera. La vivienda permanente y Jas cosechas ligadas al campo fueron creando un senti- miento de identidad territorial que fue diferenciando cada vez mas a unos grupos de otros y, por otra parte, la intensificacién de la produccién agricola y la acumula- cién de excedentes originaron una pro- gresiva diferenciacion entre los distin- tos miembros de la comunidad. ‘Téenieas. A pesar de que las nove- dades téenieas surgidas en el Neolitico no fueron las unicas, ni tampoco las mas trascendentes, si es cierto que se produjeron algunos cambios y se reali- zaron algunos inventos de los que el hombre ya no pudo prescindir en ade- lante. En el terreno de la fabricacién de utensilios de piedra, siguieron ma- nejandose los microlitos o tiles de pe- quefio tamafio que ya caracterizaron la etapa anterior, puesto que resultaban mas eficaces ante las nuevas activida- su técnica, mucho mas ina izquierda, puiial neolitico de sflex provedente de Dinamarea, hacia el 1500 a.C, (Museo Briténico), Pagina derecha, a la inquierda, espiga de trigo datada hacia el aio 1000 a.C.; arriba, dos molinos neoliticos de cereales, procedentes de Palestina (Monasterio de Montserrat); abajo, hoz neolitica de silex incrustada en hueso estandarizada, favorecia el mejor apro- vechamiento de la materia prima. La hoz, fabricada a base de pequefios mi- crolitos de silex, enmangados en made- ra 0 hueso, fue uno de los utiles mas caracteristicos y necesarios cuando la agricultura se convirti6 en la base fun- damental de la subsistencia de los hu- manos. Ademés de estos instrumentos tal dos, fueron ganando terreno los fabri- cados con la técnica del pulimento, en- tre los que destacan las hachas y las azuelas, también enmangadas en ma- dera, que servian para la remocién de la tierra en las tareas agricolas o para la tala de Arboles, llegando a convertir- EL NEOLITICO/7 se por su abundancia en auténticos identificadores de este periodo cultu- ral. Elementos que se generalizaron a partir de estos momentos fueron los molinos de mano y los morteros, reali- zados sobre piedras duras, que se harian imprescindibles en las tareas de la molienda del grano y de la trans- formacién de otros vegetales para su uso alimenticio, Pero, sin duda, el invento mas nove- doso del Neolitico fue la ceramica, cuya fabricacin consiste en moldear recipientes de arcilla, cociéndolos de: pués en un horno a mds de 450° pa deshidratar el barro y hacerlos mas si lidos ¢ impermeables. La necesidad de este tipo de contenedores se cred, pr cisamente, cuando empezaron a existir excedentes alimentarios y una gama de productos cada vez mas variada que habia que conservar y cocinar de m: nera mas elaborada. En los primeros momentos, la cerdmica se fabrics a mano y hasta varios siglos después no se invento el torno de alfarero —a raiz del descubrimiento de la rueda— que permitié la fabricacién de vasijas mas perfectas y estandarizadas, Al tratarse de una actividad artesa- nal, la produceién cerdmica es enor- memente variada pues las téenieas de fabricacién (manera de preparar y mo- delar la arcilla, desengrasantes, forma de eoecidn, eteétera), la morfologia de los recipientes o su decoracién son di- ferentes en cada grupo cultural y en cada época, por lo que este tipo de ob- jeto es muy valioso para el arquedlogo y en muchas ocasiones le sirve para identificar los tipos y las cronologias de los diferentes periados. El porqué del cambio Muchos autores se han preguntado por qué el hombre varié su sistema de subsistencia en un momento determi- nado, si Ilevaba milenios adaptindose con éxito a su entorno, aumentando progresivamente su mime do nuevos territorios. Hoy dia se sabe que los grupos de cazadores-recolectores del Paleolitico se habjan adecuado perfectamente a la situacién, mantenian un perfecto equi- prio ecolégico y mediante la caza ob- s variadas y ricas en calo- as, sin tener necesidad de acumular alimentos ya que podfan conseguirlos 8/ EL NEOLITICO con facilidad. Como propone Shalins, i no se intenta analizar aquellas so- ciedades con la perspectiva de nuestra economia de consumo, deberian consi- derarse unas comunidades oputentas, si bien es cierto que tendrian una baja productividad por su ritmo de trabajo irregular, la no explotacion al maximo de los recursos, la necesidad de cierta movilidad, eteétera. Recientes estudios sobre grupos de cazadores actuales han demostrado que con pocas horas de trabajo al dia pueden conseguir los alimentos nece- sarios para mantener una dicta rica en proteinas. Por ejemplo, algunos grupos australianos consumen 2.160 calo- rias/dia dedicando muy poco tiempo semanal a su abastecimiento y ello contrasta con las numerosas horas dia- rias que debe emplear en las tareas del campo un agricultor. Todo esto parece indicar que la agricultura no se adopté porque proporcionase una alimenta- cién mejor, sino porque puede alimen- tar a mayor ntimero de personas por unidad de espacio. Muchas han sido las teorias propuestas, buscando expli- cacidn al porqué del cambio operado en un tiempo relativamente corto y, que las causas del proceso debieron ser multiples, algunas opiniones arrojan luz sobre él problema. Gordon Childe propuso en los anos treinta la denominada teoria del oasis, mantenida y popularizada durante d cadas, que defendia las causas am- bientales como impulsoras del cambio, La desecacién progresiva de algunas regiones del Oriente Préximo habria provocado la desaparicién de algunas especies cazadas hasta entonees, de la misma manera que habria motivado la coneentracién de los restantes anima- les, plantas y del propio ser humano en los entornos htimedos atin agrada- bles, es decir, en los oasis, aprendiendo alli a eonvivir y a tener un conocimien- to mas profundo de su comportamiento biolégico. Sin embargo, posteriores es- tudios paleoclimaticos han demostrado que los mencionados cambios climati- cos no se produjeron en los momentos Arriba, vasija neolitica decorada con euerda y nnudos, fechada hacia 25002000 a.C. hallada en las riberas del Timesis (Museo Britanico). Abajo, ceramica neolitica decorada con incisiones (Museo Arqueoldgico de Cordoba) EL NEOLITICO ’9 fi vi Tt se AP propuestos, sino mucho antes, ni tuvie ron las consecuencias previstas por Childe. Un avance importante en los estu- dios sobre el Neolitico se produjo en los anos cineuenta a raiz de la expedicion jentifiea que organiz6 el profesor Braidwood a los montes Zagros, al nor- te del Iraq, donde estudio una serie de yacimientos antiguos que mostraron que los primeros asentamientos neoli- ticos no se sitnaban junto a los gran- des cursos fluviales sino, por el contra- rio, en las laderas de aquellas montafias, en lugares favorecidos por la naturaleza, a los que denomin6 zo nas nucleares, donde crecia en estado erie de especies vegeta- paulatinamente fueron siendo objeto de recogida sistematica por par- te del hombre ante la necesidad de di- versificar la explotacion de los recur- 10) EL NEOLITICO rar vad RN vy kay ae Sp oh) sos existentes, Este autor pensaba que esta ampliacién de los recursos se con- siguié a lo largo de un proceso evoluti- vo, partiendo del estadio de leccion y pasando por una fase de recoleceisn intensiva, diversifieando actividades, que denomind economia de amplio espectro. Anos después, otros arquedlogos norteamericanos hicieron objeciones a las anteriores propuestas, consideran- do insuficientes los resultados de Braidwood, y siguieron investigando en esta linea, intentando encontrar ex plicaciones mas completas al proceso del cambio neolitico. Binford, por ejem- plo, introdujo un nuevo punto de vista haciendo hincapié en las diferencias entre los distintos grupos culturale: pensando que ello era debido a que cada cual ocupaba un diferente nicho ecolégico en el que se mantenia un Izquierda, telar neolitico para tejer en vertical (reconstruceién de Teinerth), Casa neolitiea de pertecto equilibrio, que en un momen- to determinado se’ rompid. Las causas de este desequilibrio se deberian, bien el agotamiento de los recursos exis- tentes en el entorno, bien el aumento de poblacién; opcién, esta ultima, que le parecié mas factible puesto que mu- chos grupos al sedentarizarse crecen de manera evidente ya que los ninos dejan de ser un obstdeulo, como antes Jo eran en los continuos desplazamien- tos, Este desequilibrio se solucionaria mediante la emigracin de algunos sectores de la poblacién joven para buscar un nuevo nicho ecologico donde, una vez. llegados, deberfan incremen- ue tar la produccién ¢ intentar conseguir por otros medios los alimentos que en su lugar de origen crecian en estado silvestre. En definitiva, tanto Binford como Flannery, Cohen y otros autores pien- san que la causa de los cambios socio- econémicos fue la presién demogrdfica, es decir, el crecimiento progresivo de la poblacién humana, earacteristica in- herente a la propia especie, que obligé aaumentar fos recursos mediante Ia produccién controlada de ciertos ani- males y plantas, actividad que permite producir mas comida por unidad de es- pacio, pudiendo mantener asi a pobla- ciones de mayor tamaio. Aunque muchas de estas hipétesis han sido objeto de critiea y es posible que dejen sin explicacion determina- dos aspectos, es cierto que han contri- buido a una mejor comprensién del EL NROLITICO/11 EXTENSION DELA AGRICULTURA ENEUROPAY EL PROXIMO ORIENTE. toma, tras estudiar e interpretar los abundantes datos arqueologicos oxis- entes bajo nuevas perapectivas ter cay metsiago Elejemplo del Préximo Oriente Al hablar de los origenes del Neolit- co es casi inevitable citar este eemplo clasien del Vieja Mundo porque a sido enestas regiones del globo donde se ha. evr spauTION odio documentar este proceso cultu- ral en fechas mas antiguas y desarro- tludo de una manera progresiva, gra clas a la tradicion investigadora que Slasde of sigio pasado, se ha centred aly ha permite i clabraeion de ti amplio registro argucalégicn, te hiendael interés aad de que fue la region que influyd direetamente sobre Europa Al hablar del Prisimo Oriente nos referimos a los territorios que, en wee | En. forma de area, abarean desde la franja costera de Israel, Libano y Siria, pasando por el sur de Ia pennsula de ‘Anatolia hasta los montes. Zagros al norte del Irag, Estas, regiones a partir de lia époea del deshielo obfecian unas Condiciones naturales may Tavorables, ‘con una evidente mejara elimatiea que favoreci ol desarrully de nbundantes vegetales ¥ tambien de numerasox her bhvorosealajes quera que les ale: ron el calificative de Creciente Fertil. hana, La disponibitidad de recurios era grande en aquellos mamentos, ere Giendo de manera nutural muchas fespocies de cereale, Ieguminosais y Narindos frutos ast emo especies ani Inales, tipo cahra_y oveja taleaje, de tenor poteneial alec, En todos estos Tacos se ha podido comprobar que las speiedades eazado- Ftrocofeetorae af suuntads que basahan su economia prineipamente nla cua mayor, ueFon eamblando ELNBOLIMO sus estrategias de subsistencia al incorporar la recoleceién, cada vez mas intensiva, de las mencionadas plantas silvestres y la seleccién de algunos ani- males, denomindndose a este estadio economia de amplio espectro, por la diversificacién de actividades, én clara progresién hacia el total control de dichas especies. En Ia franja costera o Levante orien- tal se conocen numerosos yacimientos arqueolégicos en los que se ha obser- vado este proceso de evolucién desde el final del Mesolitico, etapa denominada Natufiense, que se desarrollé entre el 10000-8000 antes de nuestra era. Alli estaban asentados grupos de cazado- res-recolectores cvolucionados que iban creciendo y tendian a hacerse mas sedentarios, segin muestran sus habitats. Se observa la aparicion de pequefias aglomeraciones en las terra- zas delante de las euevas, lo que indica la necesidad de aumentar el espacio hasta entonces habitado, caso de El Wad 0 Monte Carmelo, y' también se doeumentan algunas aldeas con pequenas chozas circulares como Mallaha, Mureybet o sleried; lugares, tedos ellos, en los que se recogian intensamente los cereales silvestres para incorporarlos a la alimentacién. Esto queda demostrado por los estu- dios paleobotanicos y por el desgaste de las dentaduras de los individuos enterrados que han podido ser analiza- dos. La caza, sin embargo, seguia teniendo una cierta importancia y los restos conservados apuntan una pre- ferencia especial por la gacela, especie bien conocida y seleccionada por el hombre, dada la abundancia de reba- ios existente en la zona. La siguiente fase cultural se deno- mina Neolitico Preceramico porque, durante la misma, culminé el proceso adaptativo antes iniciado, pero toda- via no habian hecho su aparicién las vasijas cerdmicas y los recipientes que se conocen estan fabricados en piedra e observa también un aumento en el tamano de los asentamientos y la pre- sencia en ellos de cereales ya’ cultiva- dos y de animales domésticos, demos- trando que la practica’ de la agricultura y de la ganaderia estaba ya consolidada y los recursos resul- tantes, incorporados definitivamente a la dieta habitual de aquellas gentes, En Mureybet, por ejemplo, se han fechado los primeros cereales domés! 14 EL NEOLITICO | cos en torno al 7000 antes de nuestra era y en Zawi Chemi, casi al mismo tiempo, también se ha documentado la oveja con cambios genéticos ya evi- dentes. EI yacimiento que quizés resulta més espectacular en estos momentos cs el de Jeries, pues durante estas eta- pas se habja convertido en un enclave muy grande al que algunos autores han caleulado una poblacin de casi 3000 habitantes, cifra verdaderamente inusual en los demsis poblados eonoci- dos. Ademés, el espacio habitado estaba rodeado de una gran muralla, con torres circulares a lo largo de su perimetro, enya finalidad ha sido dis- cutida, pues aparte del objetivo defen- sivo también cabria pensaren la demareacién de un territorio principal 6 incluso en una forma de proteccién contra las crecidas del rio, En el inte- rior del recinto fortificado se pudieron identificar las viviendas con los ent rramientos efectuados bajo el suclo de las mismas, asi como pruebas de una econo: ia totalmente neolitica, basada ia de oviedpridos y en el cultivo de cereales (dos especies de trigo y cebada), lentejas, guisantes y pista chos, todo ello con eronologias del VIII milenio. La mayoria de estos yacimiento continuaria su desarrollo durante | ‘0, a partir aproxima- damente del 6000 antes de nuestra era, puesto que hace su aparicién esta caracteristica actividad artesanal, es decir, la fabricacion de recipientes de barre cocido cuya identificacion resulta tan util al arqueélogo. El numero de asentamientos aumenta y es cuando se ocupan grandes extensiones de territo- rio, sobre todo los valles de los grandes rios. Ahora que las técnicas agricolas habian mejorado y se habian perfeccio- nado y podian hacer frente a las creci das del agua, empezaron a construir sistemas de irrigacién de los campos. canalizaciones, etcétera, Yacimientos clsicos como Hassuna, aorillas del Tigris, Tell Halaf o Sama: rra son buenos representantes del Neolitico Pleno en aquella zona, mos trando poblados cada vez mas evolu: cionados, primero con casas constru: das de adobe y luego de ladrillo y una cultura material mas compleja, que prosigue una evolucidn répida hacia las etapas predindsticas. ELNEOLITICO ENEL PROXIMO ORIENTE ‘Tell Halle = Tioga pak Catal Hak Sse aban by 2 Mace EI Neolitico en Europa El Proximo Oriente ha sido conside- rado como uno de los focos nucleares Teve 4 S bs: Choe Mari ARABIA a Msorrenenen donde se adoptaron por primera vez las nuevas formas de vida y desde don- de se difundieron hacia regiones proxi- mas mediante procesos de colonizacion nunca bien explicados. Esta idea ex- EL NBOLITICO 15, pansionista fue excesivamente mane- Jada por la investigacion arqueologica tradicional, egandose a interpretacio- nes hiperdifusionistas, segtin las cua les todo tipo de cambios y novedades culturales, ocurridos en cualquier lu- gar, procedia de Oriente a través de di- ferentes ruta: Como reaccién a estos planteamien- tos, durante los afios sesenta y setenta se comenz6 a valorar el papel que las comunidades mesoliticas habian juga- do en cada region y a defender su im- portancia en el proceso del eambio neo- Iitico legandose, también por exceso, a un mareado autoctonismo al analizar cualquier proceso cultural identificado en el territorio curopeo. Tras estos tiltimos anos de investi- gacién, se han analizado detenidamen- te tanto los datos disponibles como los dos modelos interpretativos y se ha lle- gado a la conelusion de que el desarro- lio cultural acaecido en el Préximo Oriente y en Europa fueron diferentes pero con evidentes conexiones en de- terminados momentos y lugares. Los reci 's paleobotanicos y fau- nisticos demuestran que en los territo- rios europeos no existieron los prece- 5s de los cereales clisicos ni de las primeras ovejas y eabras do- mésticas, por lo que la inves! centra ahora en averiguar por qué y como se difundis el nuevo sistema eco- nomico, en qué medida afects a las co- munidades mesolitieas que habi los diferentes entornos geograficos de qué forma fue asimilado por ellas. Hay que partir de la idea de que en Europa no se desarrollé un solo Neoli- tico, ni tampoco a la vez pues entre la adopeidn de las nuevas formas econd- micas en el sureste europeo y en la re- gidn aildntica transcurrieron casi dos mil anos de intervalo, Igualmente ha que pensar que muchos grupos epipa- leoliticos, descendientes de los eazado- res paleoliticos, permaneeian mas 0 menos aislados en sus territorios y fuc- ron transformando sus sistemas cultu- rales de manera desigual y a distinto ritmo Los primeros lugares fuera del Oriente que conservan yacimientos neoliticos son algunas islas del Egeo, a donde parece que fue facil y temprana la Hegada por mar. La cereana isla de Chipre conserva la aldea de Khirokitia como exponente de una temprana ocu- pacién durante la fase del Neolitico 16) ELNEOLITICO Precersimico 0 también se puede citar el famoso yacimiento de Knossos, en la isla de Creta, ya que baj de la época palacial ofrece una serie de ocupaciones neoliticas sucesivas. El asentamiento mas antiguo correspon- de a una fase de Neolitico Precerami- ©», fechado poco después del 6000 an- tes de nuestra era, en el que se documenta la presencia de cereales, ovejas, cabras y bueyes domésticos. "asi en las mismas fechas, se cono- cen oeupaciones neolitieas en el conti- nente, en el territorio de la actual Gre- cia, donde se especula con la posibilidad de que existiera alguna especie de cereal silvestre que pudiera haber sido factible de domesticacién autéetona. En Ia cueva Franchthi, en Tesalia, se docu- menta la vaca doméstica desde fechas muy tempranas, junto a una industria mesolitica importante, indicadora de que existia alli una poblacién anterior asentada, en la que aparece una serie de elementos culturales innovadores algunos de ellos, al menos, difundidos seguramente desde Oriente, Para estudiar el resto de los territo- rios europeos, hay que tener en cuenta las diferencias biogeograficas exis- tentes entre ellos y diferenciar, como minimo, la region mediterranea per- fectamente comunicada a través de di- cho mar, de la zona continental atrave- sada por la buena via de comunicacion fluvial que es el Danubio. Europa Central fue recibiendo gen- tes agricolas procedentes del sureste que, sin duda, buscaban las fértiles tie- rras de las Ianuras loéssieas y en su avance introdujeron los cerealés, algu- nas leguminosas y los ovicdpridos. Se trataba de pequefios grupos que se asentaban en los valles de los rios, por regla general en lugares distintos a los grupos epipaleoliticos, construyendo aldeas que albergaban una poblacién que no solia sobrepasar los cien habi- tantes Al principio existiria una di entre las comunidades tradi que seguian explotando sus propios re- cursos y las nuevas que eran ya pro- duetoras y portadoras de innovaciones. Poco a poco, sin embargo, se irfan adoptando por parte de las poblaciones locales los nuevos elementos y de ma- nera paulatina fueron transformando todo su sistema cultural. Dennell, al igual que otros autores, piensa que se trato mas de un proceso de asimilacion {UA EXPANSION DEL NEOUITICO ‘DESDE ORIENTE bres Geer Cueas de a Mjer PuuNcEALES YaciwtenTos NEOLITICOS de Nera y del ua "NLA PENINSCLA THERICA Cees de Higueron loys ee — =) Arriba, calendario aproximado dela expansién que de progreso y que lo interesante es neolitica desde Oriente hacia Europa; abajo, estudiar qué indujo a los grupos epipa- difusién del Neolitico por la Peninsula Thériea: | leolitieos & incorporar las innovaciones la primera y mixima concentracién se daenlas | y las consecuencias econdmicas y so- costas mediterranea y sureste ciales que ello supuso. BL NEOLITICO 17 | La Peninsula Ibériea Por su situacion en el extremo su- roccidental de Europa, hay que enmar- car su estudio en la problematica gene- ral de la regién mediterranea, que tiene particularidades propias, distin- tas de las del mundo continental. El mar Mediterraneo siempre ha sido una buena via de comunicacion que ha uni- do, mas que separado, a las poblac nes asentadas en sus orillas y a través de él han transitado gentes ¢ ideas, ya incluso en la époea que ahora estudia- mos Por los variados entornos geografi- cos que la Peninsula ofrece, asi como por los diferentes grupos epipaleoliti- cos que los ocupaban, no podemos ha- blar de un tinico proceso, puesto que identificamos a los primeros grupos neoliticos en Jas costas catalanas, le- vantinas y de Andalucia oriental, mientras que en los territorios del in terior la evolucién fue mds tardi realizada de diferente manera. Fueron las regiones costeras las primeras que recibieron y adoptaron las nuevas for- mas de vida. ‘uperada la fase investigadora del difusionismo a ultranza y también las posteriores interpretaciones exagera- damente autoctonistas, los estudiosos se centran hoy dia en averiguar cémo se expandié cl nuevo sistema econémi- co, por qué fue asimilado por las pobla- ciones indigenas y en qué medida tras- formé a unas comunidades que estaban perfectamente adaptadas a su eniorno y explotaban con gran eficacia los recursos de que disponian. Aunque los vestigios arqueolégicos no muestran una legada masiva de entes mediterraneas. también esta demostrado que tanto los cereales, como las ovejas 0 cabras, no tenian precedentes salvajes en Oceidente, por lo que dificilmente podrian haber’sido domesticadas de manera auténoma por los indigenas, en la misma medida en que la fabricacién de recipientes ce- ramicos o de determinados elementos liticos de hoz no son entroncables con las tradiciones industriales de los gru- pos epipaleoliticos aqui asentados, Hay que pensar que tuvieron que llegar determinados grupos de gentes, posiblemente minoritarios, hasta las costas peninsulares trayendo el conoci- miento de todos los clementos nuevos. 18/ £1, NEOLITICO La forma en que esta expansién neoli- tica pudo realizarse ha sido muy diseu- tida, pero en los tltimos aos se acep- ta de manera bastante generalizada el modelo tedrico denominado oleada de vance que, aunque ofrece algunas va- riaciones locales, se adecua bastante bien al registro arqueoldgico disponi- ble. Supone que el nuevo modelo cultu- ral se fue extendiendo lenta, pero ine- xorablemente, desde los centros del Préximo Oriente a razén de un kiléme- tro por ano, teniendo en cuenta el cre- cimiento continuo de la poblacién y los movimientos que ésta podia realizar tanto a larga como a corta distancia. Se asentarian en los nuevos territo- rios, generalmente en enclaves disti tos a los que ocupaban las poblaciones locales preexistentes, de ahi que apa- rezean dos tipos de yacimientos. Se inicio entonees un proceso de interai cion cultural entre ellos, cuya conse- cuencia serfa la aceptacién de la vida agricola. Es decir, que puede hablarse de un proceso mixto —modelo dual, 0 propone Bernaben— que explica mo las poblaciones indigenas fueron modificando sus tradieionales formas de subsistencia, existiendo diferencias entre los distintos grupos, dependien- do del numero de colonizadores que Negaran a cada lugar, de la relacion mas 0 menos directa que mantuvieran con ellos y del propio nivel cultural que los autéetonos tuvieran previa- mente. La identificacién de los primeros grupos neoliticos en todas las costas del Mediterraneo Occidental —norte de Italia, sur de Francia y todo el Le- vante espafol— fue relativamente féi- cil porque existe un gran mimero de yacimientos en los que hacia su apari- Fién mn tipo de cersimica con una deco- racién impresa muy caracteristica, que acabé convirtiéndose en el fosil-guia de este periodo cultural. Se trata de re pientes fabricados a mano, de formas ovoides y globulares, sobre los que la decoracién suele formar motivos geo- métricos lineales, algunas veces tam- bien curvos, que ocupan mas de la mi- tad del recipiente, por lo que fueron piezas que no pasaron desapercibidas a los primeros investigadores. Dicha decoracién estaba realizada, en Ja ma- yoria de los casos, con el borde de la concha de un molusco denominado car- dium edule por lo que se pas6 a definir la cerémica como cardial y, por exten- Ajuar de la Cueva de la Mora, Jabugo, Huelva (Museo Arqueolégico, Sevilla). sién, a hablar del Neolitico Cardial o de las Ceramicas Impresas, al referir- se a la primera fase del nuevo periodo que cronologicamente se desarrollé desde finales del VI milenio antes de nuestra er La cersimica cardial aparece siempre en un contexto cultural que se caracte- riza por un habitat mayoritariamente instalado en cuevas, aunque ya se co- nocen también asentamientos al aire libre, en los que estan presentes los ce- reales cultivados y la oveja y la cabra domésticas, junto a una serie de espe- cies cazadas como el corzo, el ciervo 0 el jabali. Entre la cultura material destaca la industria litiea, sobre todo de tipo microlitico, una industria ésea con elementos nuevos como eucharas y espatulas, y una serie de adornos de concha en forma de brazaletes o de col- gantes, Todas estas earacteristieas son repe- titivas en los territorios mediterraneos peninsulares que es donde se concen- tran los yacimientos arqucologicos identifieativos de este periodo y que, en general, no estan en el propio borde de la costa sino que se sittian en las sierras prelitorales donde, precisamen- te, se asentaban las poblaciones indi- genas epipaleoliti Catalutia. Denis pilncisios desizle descubrieron numerosos enclave: neoliticos, casi todos ellos en cuev: entre las que destacaron por la riqueza de sus materiales las de Montserrat Pero tras afios de investigacién, aparte EL NEOLITICO /19 de las numerosas cuevas —Toll, Bal- ma de l'Espluga, eteétera— se estan identificando muchos yacimientos al aire libre, sobre todo en las tierras ba- jas mas fértiles, y algunos autores creen que pudo existir relacién directa entre ambos tipos de habitat en el sen- tido de que las cuevas hubieran podido servir de almacenes 0 de encerradero de ganado a los habitantes del lano. En la mayoria de los asentamientos esta primera fase cultural, tan bien ea: racterizada, va perdiendo identidad al desaparecer paulatinamente la famosa ceramica cardial, que fue sustituida por otras formas ya sin decoracién. Esta segunda etapa se denomina Epi cardial y algunos autores sittan des pués un Neolitico Medio en el que, practicamente, no varian las restantes caracteristicas culturales de tipo eco- némico o de habitat. Desde finales del IV milenio, se de- sarrolla el Neolitico Reciente 0 Final, caracterizado por la nueva cultura de los Sepulcros de Fosa en la que los ya- cimientos mejor conocidos son unos en- 20/ EL NEOLITICO terramientos individuales de inhuma- cién, depositados en una fosa excavada en el suelo (Bovila Madurell, Sant Ju- lid de Ramis, Puig d’ en Roca, ete. Los cadaveres se depositaban en el fondo de la fosa en posicién encogida y rodeados de algunas piezas de ajuar, lo que ha permitido conocer la cultura material del momento y comprobar que, en muchas ocasiones, se puede paralelizar con las culturas del Neoliti- co Final de Europa Occidental, habién- dose perdido ya aquella unidad medi- terrénea observada al comienzo del proceso de neolitizacién Se conocen bien la ceraimica —de vi riadas formas pero en general sin de- coracién— y los utiles Iiticos, muchos de los cuales siguen siendo microlitos geométricos, junto a cuchillos triangu- lares, puntas de flecha y numerosas hachas y azuclas pulimentadas. Tam- bién hay que destacar las variadas cuentas de collar de pasta verde que, en un principio, se pens6 eran de calat- ta importada de lejanos lugares, pero que hoy dia se eree que son de varise

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