Você está na página 1de 2

ORACIN PARA PEDIR LA SALUD DE LOS ENFERMOS

Amabilsima Virgen del Carmen, Madre de Dios y Madre nuestra!


Llenos de afliccin y confianza, acudimos a tu maternal corazn, para
pedirte por la salud de nuestros enfermos. T que eres nuestra Madre e
intercesora, derrama a manos llenas del tesoro de tu misericordia sobre
nosotros. Indignos somos por nuestros pecados de que nos escuches: pero
acurdate oh dulce Mara que jams se oy decir que ninguno de los que
han acudido a Ti e implorado tu socorro, haya sido abandonado por Ti.

Amantsima Virgen del Carmen! A quin sino a Ti, que eres la salud
de los enfermos, el consuelo de los afligidos y el amparo de los desvalidos,
hemos de acudir en la extrema necesidad en que nos encontramos? T bien
sabes Madre, que por la divina voluntad de Dios llevamos padeciendo tanto
tiempo con estas penosas enfermedades, sin que hasta ahora hayamos
podido encontrar consuelo en los mdicos de la tierra; antes, al contrario,
nuestros sufrimientos van aumentando da tras da, mientras sentimos
agotarse nuestras escasas fuerzas y nos va faltando la necesaria paciencia
para soportarlos.

Madre tierna! Madre bondadosa! Ya que Dios obra por vuestra


mano curaciones milagrosas, sanando a tantas vctimas del dolor, dirige
tambin una mirada de bendicin hacia nosotros, pobres enfermos de
cuerpo y espritu y alcnzanos de vuestro Divino Hijo Jesucristo la deseada
salud, si ha de ser para mayor gloria de Dios. Pero mucho ms alcnzanos
a todos, los perdones de nuestros pecados, paciencia y resignacin en los
sufrimientos y sobre todo, un amor grande y eterno a nuestro Dios
prisionero por nosotros en los Sagrarios.

Pero si Nuestro Seor, en sus altos juicios, no quisiera darnos la salud


que por vuestra mediacin le imploramos, porque tal vez convenga para su
gloria y nuestra propia salvacin el que sigamos sufriendo y padeciendo
con esta enfermedad, entonces te pedimos, Madre nuestra, que nos alcances
de Su Divina Majestad la virtud de la paciencia, para que con ella podamos
sobrellevar nuestros padecimientos con la resignacin propia de un buen
cristiano, y por medio de ellos nos purifiquemos por completo de todos
nuestros pecados a fin de conseguir la gloria eterna. Amn. Dios te salve
Mara

Você também pode gostar