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ACTA porTICA 4-5/1982-1983 EL TEXTO LITERARIO, PRODUCTO DE INTERACCION VERBAL TEOR{A DEL ENUNCIADO EN M. BAJTIN “La lengua, Ja palabra lo es casi todo en la vida humana, Pero no se debe pensar que esta realidad que abarce todo y que es tan heterogénea pueda ser objeto tan sdlo de Ia lingtifstica y que haya de comprenderse tinicamen- te a través de la metodologfa lingtis- tica. El objeto de Ja lingiiistica es el ma- terial, los recursos de la comunicacién discursiva en si, mas no la misma co- muhicacién discursiva, no los enuncia- dos en su esencia, no las zelaciones (dialégicas) entre los enundiados, ni tampoco las formas de la comunica- cién discursiva o los géneros discur- sivos.” Bajtin, “El problema del texto en Lngitistica, filologia y otras cien- cias humanas”, En 1921 V. Shklovski escribié en uno de sus primeros tra- bajos: “La forma artistica se da fuera de toda motivacién, simplemente como tal.” Sin embargo todos sabemos de al- guna manera que una obra literaria es algo que tiene que ver con las motivaciones externas, con los valores éticos, estéticos, morales, diddcticos, emocionales, personales y so- ciales y otros igualmente dificiles de formalizar pero que, sin embargo, son su razon de ser. Pero precisamente, por la mis- ma dificultad para describir el funcionamiento de estos va- lores de una manera rigurosa, objetiva, sistematica, exhaus- tiva, digamos cientifica, su estudio no resulta ser muy po- pular. Preferimos ir a lo que se preste a la descripcién, a la formalizacién, o sea estudiamos los elementos y Jas estructu- 216 TATIANA BUBNOVA ras permanentes, reconocibles, repetibles: las formas lingtiis- ticas, las estructuras fijas, los modelos generales, y olvidamos lo que es individual, lo peculiar, unico en una obra artis- tica, o lo definimos de una manera arbitraria. Por lo demas, hay que reconocer que la tarea no es sencilla. Por otra par- te, el enfoque lingiifstico, es decir, la metocologia de la lin- giilstica aplicada al andlisis del texto literario, ya ha dado resultados valiosos y a menudo descubre en un texto mati- ces insospechados. Los métodos aportados por la lingttistica al andlisis literario sin embargo, a pesar de su funcionali- dad, mo pueden agotar Ia riqueza de un texto artfstico ni explicar su finalidad ultima. Otros enfoques legitimos, por ejemplo el socioldgico, el psicoanalitico, a pesar de sus tam- bién valiosas aportacioncs, vislumbran Io literario en fun- cién de algtin otro campo de estudio y con fines extrinsecos al estudio de las letras. El enfoque que trato de describir aqui permite aproxi- qmarnos un poco mas a lo que es la razén de Ja existencia y al funcionamiento social efectivo del texto literario. Se trata del andlisis de un texto como enunciado, es decir, como producto de interaccién discursiva. Quiero subrayar el cardcter parcial y fragmentario de esta teoria. Las ideas de Bajt{n, a pesar de toda su variedad, for- man un, todo: es un campo de problemas contiguos que du- yante un largo periodo de tiempo fueron enfocados desde varios puntos de vista, sin haber elaborado el autor una ter- minologia fija. En muchas ocasiones nombra una misma cosa con diferentes términos (por ejemplo, en 1929 Hama “tema” del discurso lo que a partir de mas 0 menos 1995 Hamaria “sentido”), y al contrario, con un mismo término a veces Namaba diferentes cosas (palabra: discurso, enun- ciado, arte literario, etcétera). E1 campo general y las direc: ciones en que trabajé Bajtin son ya bastante conocidos: la filosofia del lenguaje, la teorfa del carnaval, la poética his- térica, cl dialogismo y Ja translingiifstica, y otros. El proble- ma que aqui se analiza tiene que ver estrictamente con el campo de la translingiiistica; es decir, con los problemas del discurso en general que trascienden el marco de la lingtits- Lica. TEOR{A DEL ENUNGIADO EN BAJTIN 217 Basicamente, son los que conciernen al modelo de la co- municacién discursiva. En el modelo de Saussure: DESTINADOR mensaj € DESTINATARIO Bajtin propone, por principio, que no se considere el men- saje tan sdlo como producido entre estas dos instancias, sino que se vea como un eslabdn en toda una cadena de mensajes producidos antes y después del momento concreto de la comunicacién. ‘Tiene un concepto del proceso de Ja enunciacidn que va més alld de las consideraciones lingtifsticas, Las teorias de ja enunciacién se ocupan del estudio de las formas lingtifs- ticas correspondientes al acto de enunciacién. Para Benve- niste, “‘Ja enunciacién es este poner a funcionar ja lengua por un acto individual de utilizacién’” + Ducrot y Todorov, en un determinado momento, sefiala- ron que las teorlas de la enunciacién consideran “los ele- mentos que pertenecen al cédigo de la lengua y cuyo sentido. sin embargo, depende de los factores que varian de una enunciacién a otra’? En estas dos citas se manifiestan dos puntos de partida: 1) la enunciacién es el proceso indivi- dual de realizacién del sistema de la lengua; 2) el cddigo de Ja lengua dispone de recursos esenciales para el funcio- namiento del discurso. Desde luego Benveniste, en un prin- cipio, considera en Ja enunciacién tanto al destinador como al destinatario, y Todorov el dia de hoy ya esta bastante inmerso en Ja problematica del “otro”, en relacién con el proceso discursive, Sin embargo, de hecho, los dos puntos mencionados hasta ahora fundamentan las aproximaciones al fenédmeno discursivo. El mismo Jakobson en sus andtisis del proceso discursivo de hecho se apoyé en estos dos prin- cipios, a pesar de que ya en 1952 escribid: la realidad fundamental con la que un lingiiista se enfrenta es ja interlocucién: ¢l intercambio de mensajes entre emisor 1 E. Benveniste, Problemas de lingiitstiea general, u, México, Siglo XXI, 1979, p. 83. 20. Ducrot y ‘I. Lodorov, Diccionario enciclopédico de las cien- cias del lenguaje, Buenos Aires, Siglo XXI, 1976, p. 364. 218 'TATIANA BUBNOVA y receptor, entre destinador y destinatario, entre codifica- dor y descodificador [...] El discurso individual no se da sin un intercambio. No hay emisor sin receptor [...] En cuanto, al Iamado discurso interior, no exteriorizado, no emitido, no pasa de ser un sucedaneo eliptico y alusivo del discurso mds explicito y formulado. Es mas, el didlogo se halla a la base incluso del discurso interior, como se ha de- mostrado, de Peirce a Vygotski.2 Sin embargo, tampoco Jakobson considera al destinatario como una instancia activa en la produccién del mensaje. Para aclarar qué es lo que quiero decir, empezaré por don- de empieza Bajtin. Quiero sefialar, entre paréntesis, que en esta exposicién habrd muchos momenios afines con otros autores. (Foucault, Lotman, Benveniste, Jakobson); ademas, algunas de las ideas bajtinianas dispersas por toda su obra ya han sido aprove- chadas y desarrolladas por sus seguidores. El conjunto prin- cipal de la teorfa que se expone a continuacién se plasmé entre 1925 y 1953, a pesar de que varios de sus puntos fue- ron desarrollados y precisados posteriormente por el autor. El] modelo del intercambio discursivo elaborado por Baj- tin implica una delimitacién precisa entre los conceptos de lengua y discurso. La lengua como sistema estable de for- mas normativamente idénticas no es para él sino una abs- traccién cientifica, productiva sélo en relacién con ciertos objetivos particulares, tedricos y practicos, abstraccién que no se ajusta a la realidad concreta del lenguaje. El lenguaje es la realidad concreta del habla, concebida como un inter- cambio comunicativo. El resultado de este intercambio, su unidad minima, es el enunciado, una totalidad de sentido creada tanto por el destinador como por el destinatario y vista tan sélo como un eslabén en la cadena comunicativa formada por series de sentidos relacionados entre sf. Al concepto cientifico o ideolégico* de la lengua, Bajtin 3. R. Jakobson, Ensayos de lngitistica general, Barcelona, Seix Ba- sral, 1978, pp. 20-21. 4 La lengua como sistema, en Saussure, o como estructura, en Jas corrientes posteriores, es, para Bajtin, un concepto cientifico de la lengua. Visto asi el concepto de lengua viene a ser una herramienta TEORIA DEL ENUNCIADO EN BAJTIN 219 opone el de Ja pluralidad discursiva, la forma empirica de existencia de la lengua, que se definirfa como una estrati- ficacién interior de una lengua nacional tinica en, dialectos sociales, modos de ser de grupo, jergas profesionales, len- guajes de géneros discursivos® y literarios, lenguajes de ge- neraciones y edades, lenguajes de corrientes ideoidgicas, po- liticas, literarias, lenguajes de cfrculos y de modas de un dia, lenguajes de dias y hasta de-horas sociopoliticas, etcétera. Todas estas variedades, en cuanto se reconocen como perte- necientes a un grupo social identificable, son lenguajes so- ciales. Un lenguaje social, segun Bajtin no es un conjunto de marcas lingitisticas que identifican una lengua frente a otras, sino una totalidad concreta de indicios que se realizan dentro del marco de una lengua timica, y que se define por trasposiciones semdnticas, selecciones léxicas, y en parte también por la sintaxis; se trata de un horizonte lingilistico social concreto, consciente de su distinciém, dentro de los limites de una lengua. El discurso, de este modo, resulta ser una realizacién de los lenguajes sociales en un proceso comunicativo concreto. Con base en estos presupuestos tedricos, Bajtin propone ob- servar el proceso del intercambio verbal. Cualquier activi- dad verbal esté inscrita en un proceso comunicativo; un acto verbal individual es una contradiccién terminoldgica, pues siempre dirigimos ja pajabra a otro, no importa de qué manera haya que definirlo. Tampoco hablamos en el vacio, ni inventamos practicamente nada en el lenguaje, mas bien en. cualquier manifestacién verbal aprovechamos de diferen- tedrica witil para conocer Ja realidad del lenguaje pero no es su rea- Jidad misma, sino una abstraccién. La lengua como concepto ideolé- gico, segin Bajtin, se maneja desde Ja aparicién del Estado para una justificacién de su existencia (la lengua, fundamenio de la unidad nacional). Cudn relativo y poco estable es este ultimo concepto, se ve en el siguiente ejemplo. La lengua rumana, con su conjunto de dia- lectos, se concibe, sin embargo, como unica hasta 1940, cuando la regién de Moldavia se une a la Unién Soviética. Desde entonces, el dialecto moldavo de la lengua rumana se considera lengua auténoma, al punto de crearse un nuevo alfabeto basado en el cirflico, en opo- sicién a la escritura Iatina que se usa en Rumania. 5 Ver infra. p. 191. 220 TATIANA BUBNOVA tes maneras lo que se habfa dicho antes de nosotros por los otros. Asi todo discurso, por principio, es discurso citado. El momento creativo en la lengua también es posible tan sdlo gracias a la existencia de un contexto lingiiistico previo a nosotros. Somos seres socialmente determinados, lo cual deja las marcas correspondientes en nuestro discurso, Pero cada proceso concreto de realizacién verbal estd inscrito en unas circunstancias tinicas a varios niveles: situaciones s0- ciales, verbales, fisioldgicas y otras, que definen, en wltima instancia, el sentido de nuestras emisiones verbales como algo unico e irrepetible. ‘rataré de formalizar, de acuerdo con la teoria de Bajtin, las multiples instancias que influyen en un proceso de la enunciacién concreta, y forman parte de él. Benveniste propone considerar de manera sucesiva en la enunciacién el acto mismo, las situaciones donde se realiza y los instrumentos que la consuman. De hecho, en un andlisis del proceso de la enunciacién se consideran el primero y el tercero de estos puntos; y en cuanto al segundo, Ja situacién dialdgica tan sdlo se plantea como la existencia necesaria del otro (en Jakobson,* en Ben- veniste). Sin restarle importancia a la realizacién efectiva de la lengua en la enunciacién y a los instrumentos lingiiis- ticos que Ja hacen funcionar, Bajtin pone el acento sobre ja situacién dialégica concreta en Ia que se produce el enun- ciado. La comunicacién discursiva que se realiza, de acuerdo con Jakobson, entre un destinador y un destinatario, impli- ca varias instancias que son, como ya lo sabemos, las si- gutentes: 1. Gontacto; 2. Cddigo; 8. Contexto y, como finalidad y producto: 4. Mensaje. Todas estas instancias son Jas que determinan la com- ° Es sabido que Jakobson se refiere al esquema comunicativo para definir Jas funciones generales de Ja lengua, pero sin tomar en consi- deracién la importancia de la situacién concreta del didlogo. TEORIA DEL ENUNCIADO EN BAJTIN 221 prensién y, por tanto, la efectividad de la comunicacidén. Para Bajtin, sin embargo, seria ésta tan sdlo una primera etapa del proceso, que asegura una comprensién pasiva del mensaje, o reconocimiento del sistema signico de la lengua y del significado fijo del mensaje; éste seria el nivel semid- tico de la comunicacién. Tan sélo el contexto nos remite a otras realidades que influyen en la efectividad del pro- ceso comunicativo; pero, para Jakobson, ese contexto seria sélo algo que determina la seleccién de un significado entre varias opciones que propone el cédigo, o sea, ¢l contexto es algo que fija la seleccién del significado. Mientras tanto, Bajtin evoca otro nivel de comprensidn, la activa, que s¢ hace efectiva tan sdlo si se toman ‘en cuenta Jas instancias translingiiisticas de la comunicacién. En Ja comprensidén ac- tiva se hace efectivo el sentido del intercambio verbal, que acta a nivel semdntico de Ja lengua, en sentido amplio. Para Bajtin, un proceso discursivo implica necesariamen- te cuando menos a dos sujetos hablantes, o sea, una situa- cién dialégica activa en ja cual el enunciado, que e3 un resultado minimo del proceso, es afectado por la participa- cién de los dos. La diferencia clara entre el planteamiento bajtiniano y los esquemas de comunicacién verbal que pro- ponen otros autores (a partir de Saussure y hasta el R. Ja- kobson de fos afios sesenta y Benveniste) radica en el papel activo que Bajtin atribuye al “receptor”, “‘oyente”, “desti- natario”’, “descodificador” de otros esquemas donde su pa- pel resulta pasivo en ej sentido de que no afecta el enun- ciado que, de esta manera, se ve como resultado de un acto verbal individual. Dice Bajtin: El oyente, percibiendo y comprendiendo el significado Iin- giifstico del discurso, ocupa en relacién con éste una activa postura de respuesta: est4 de acuerdo o no (total o parcial mente) con el enunciado, la completa, lo aplica, se prepara a una ejecucién, si se trata de una orden, etcétera, y esta pos- tura de respuesta del oyente esté en formacién a lo largo de todo el proceso de audicién y comprensién desde e] princi- pio...7 7M. Bajtfn, Estética de la creacidn verbal, Mosci, Iskusstvo, 1979, p. 246. (En ruso, traduccién mia.) 222 TATIANA BUBNOVA Toda comprensién de un discurso concreto se plantea como una respuesta activa (con grados muy variados de par- ticipacién del destinatario) y de hecho prefigura la respues- ta real. El hablante de alguna manera siempre prevé (co- rrectamente o no) el sentido de la respuesta posible, lo cual lo hace modificar de una determinada manera su emisién yerbal y ajustarla de acuerdo con los fines que piensa lograr realizandola; lo que nace de esta situacién dialdgica concre- ta es el enunciado, una totalidad del sentido, delimitada por el cambio de los sujetos discursivos y de hecho creada en un intercambio verbal tanto por el hablante como por cl oyente, concebidos siempre como sujetos activos del dis- curso. Asi, Bajtin marca la diferencia entre el enunciado como unidad del discurso frente a las unidades de la lengua que serfan oraciones, frases, proposiciones, etcétera, analizables a partir del nivel sintactico, El resultado del funcionamiento de una unidad de la lengua seria el significado abstracto de una oracién, no relacionado con ningun contexto real, por ejemplo: “El perro corre”. Este “enunciado bimembre”, de acuerdo con las normas de una determinada lengua, puede ser traducido, puede ser reconocido por una persona para quien esta lengua no sea la materna, puede ser interpre- tado de acuerdo con diferentes significaciones que puede conferirle la lengua (las connotaciones que implica una en- trada del diccionario). La misma oracién puede ser anali- zada gramatical o semanticamente en relacién con un con- texto abstracto, es decir textual y no discursivo, Pero una vez ubicada dentro de una cadena discursiva, implicados dos sujetos hablantes concretos —una situacién dialdgica concreta— esta oracién se. convertiria en enunciado y ad- quiriria un sentido que en una situacién discursiva distinta puede ser absolutamente contrario al primero o puede trans- mitir um sinntmero de matices. Asi, la oracién se conver- tirfa, de una unidad lingitistica, en una unidad del discurso. La situacién dialégica es lo que, en primer lugar, con- fiere estatuto de enunciado a cualquier emisién verbal. El didlogo es una forma cldsica de Ja comunicacién discursiva. Las relaciones que existen entre las réplicas de un didlogo ‘TEOR[A DEL ENUNCIADO EN BAJTIN 228 (pregunta-respuesta, afirmacién-objecién, orden-cumplimien- to) son imposibles de establecer entre las unidades de Ja len- gua (palabras y sus elementos y oraciones). Tales relaciones especificas, que se establecen entre las réplicas de un did- jogo, son relaciones entre los enunciados enteros en proceso de una comunicacién discursiva y sélo son posibles entre Jos enunciados de diversos sujetos discursivos: esas relacio- nes presuponen la existencia de otros, en relacién con el ha- blante, miembros de la comunicacién discursiva. Esta clase de relaciones no se contraen entre las unidades de lengua, y no solamente dentro del sistema de la lengua, sino den- tro del enunciado mismo. (Qué relacién afectiva, o de res- puesta, 0 de contestacién existe entre el sujeto y el predi- cado, entre los morfemas de una palabra o entre los fone- mas que no tienen otro valor sino distintivo dentro del marco de la lengua?) Tampoco las oraciones, que se anali- cen como unidades mds grandes dentro del sistema de la lengua, contraen como tales ninguna relacién dialdgica con otras oraciones, aunque si Logica, siempre y cuando la oracién o conjunto de oraciones no adquiera rasgos de una totalidad de sentido, o sea, no Hegue a ser un enunciado. Es muy facil conferirle a una oracién el estatuto del enuncia- do, atribuirle una totalidad de sentido, sacdndola de un contexto, pero esto serfa una aberracién, porque tal opera- cidn sdlo seria licita en el caso de que estemos seguros de que el hablante haya dicho con esta oracién todo lo que hu- biese querido decir en relacién con el enunciado anterior y orientdndose hacia una posible respuesta de su interlocutor. Asi pues, todo enunciado sdlo puede ser visto como tal cuando se le analiza como un eslabén en toda una cadena de comunicacién discursiva. Asi su sentido aparecerd como determinado por multiples factores que no actttan dentro del sistema de la lengua sino que importan dentro de un marco discursivo concreto y son de cardcter distinto: para su analisis deben tomarse en cuenta diversos aspectos; ante todo, las complejas determinaciones sociales ¢ ideoldégicas que prefiguran y moldean nuestro discurso. Para Bajtin, todo enunciado es individual y hasta irrepe- tible, dadas las condiciones wicas de cada proceso de enun- 224 TATIANA BUBNOVA ciacién, y sin embargo, Ja constitucién de los enunciados y algunos de sus aspectos formales obedecen a ciertos criterios fijos que funcionan en el ambiente pluridiscursivo de los lenguajes sociales. En esta rclacién se introduce el concepto de género discursivo, Bajtin parte del hecho de que las mul- tiples esferas de la praxis estin relacionadas con los usos particulares de la lengua.§ El uso de la lengua se realiza en forma de enunciados separados y concretos (orales y escri- tos) que pertenecen a los participantes de la praxis. Los enunciados relacionados con una concreta esfera de la pra- xis se caracterizan por su contenido (tema), su estilo y su composicién o estructura especificas. Los tres momentos estan fundidos en la totalidad del enunciado y estan igualmente determimados por la especificidad de la esfera de comunicacién dada. Los tipos relativamente estables de enunciados que elabora cada esfera de uso de la lengua son precisamente los géneros discursivos, Los limites de los gé- neros discursivos no son fijos ni rigidos sino fluctuantes y permiten su participacién en un proceso continuo de gene- racién de ja lengua. Entre estos tipos relativamente estables de enunciados gue son los géneros discursivos, Bajtin distingue los enun- ciados primarios y secundarios. Los géneros primarios o sim- ples surgen en condiciones de una comunicacién discursiva directa. Surgen de un contacto inmediato con la realidad y se relacionan de una manera directa con los enunciados reales de otros. Estos géneros discursivos primarios forman parte de Jos géneros discursivos complejos o secundarios; estos Uiltimos (novelas, dramas, investigaciones cientificas de toda clase, grandes géneros periodisticos, etcétera) surgen en Jas condiciones de una comunicacién cultural, eminente- mente escrita, mds compleja, organizada y desarrollada de una manera relativamente mds alta: es comunicacidn artis- tica, cientifica, sociopolitica, eteétera. Durante su proceso de formacién estos géneros secundarios absorben y reelaboran toda clase de géneros primarios (simples) que se transfor- 8 El concepto de género discursivo revela una afinidad con las ideas de Foucault en Arqueologia del saber (1969); el texto bajtiniano Pro- blemas de los géneres discursivos fue redactado hacia 1953-54. TEORIA DEL ENUNCIADO EN BAJTIN 225 man dentro de un género secundario® y adquieren un ca- racter mediato: pierden su vinculo directo con la realidad y con los enunciados reales de otros, conservan su forma y significado cotidiano sélo dentro del contenido total del gé& nero que los abarca, forman parte de Ja realidad a través de Ja totalidad del género (por ejemplo, de una novela como acontecimiento artistico y no cotidiano). La novela en su totalidad, para Bajtin, es un enunciado, igual que las répli- cas de un didlogo cotidiano o una carta particular (tiene una naturaleza comin con. éstos), pero, a diferencia de una carta o de una réplica, la novela, por ejemplo, es un enun- ciado complejo o secundario. El momento terndtico (pragmdtico) y el de la relacién que se establece entre el enunciado analizado y los enuncia- dos de otros, son criterios segtin los cuales podrian deter- minarse los géneros discursivos de una manera mds 0 menos directa. Es de notarse que, como he dicho, esta clase de rela- ciones no se da en los niveles de la lengua, ni sintdctico, ni morfolégico, ni fonolégico. Podria decirse que tampoco a ni- yel semdntico, tal como se concibe dentro de los limites del sistema de la lengua, que, por cierto, discrimina lo semdntico como dificilmente estructurable, por falta de criterios fijos para su determinacién, Y es comprensible porque precisa- mente la definicién de lo semdntico se sitha sobre la fron- tera fluctuante entre el sistema de la lengua y el discurso. Como parte del sistema de Ja lengua, los aspectos léxicos ad- quieren un nivel de abstraccién suficiente para constituir entradas de un diccionario, por ejemplo. Pero en la prac- tica no hablamos con base en las palabras 0 expresiones extraidas de un lexicén, sino que aprovechamos casi siem- pre los enunciados que hemos oido de otros. Esto, por cier- ® Gfr. El trabajo de Marlene Rall “E) discurso repetido” que apa- rece en este nimero. Los discursos “citados” o “repetidos” serfan, para Bajtin, los “géneros discursivos" aplicables a determinadas esfe- ras de la praxis. Es mas, en un principio todo discurso, segtm el esquema de Bajtin, es, en cierta medida, un discurso repetido. Las expresiones fraseolégicas que cita Marlene Ralf no tienen funcién propia (abstracta) dentro del enunciado total que es su estudio, sino que contribuyen a darle un sentido; su funcién especifica es auxiliar ¥ no auténoma. 226 TATIANA BUBNOVA to, puede ser comprobado en diferentes instancias. En el proceso de la adquisicién del lenguaje, el nifio no opera con palabras ni oraciones, sino con sentidos totales que percibe dentro de la comunicacién discursiva concreta en que esta sumergido desde su nacimiento. Por otra parte, a un extran- jero que aprendié una lengua le es muy dificil actualizar sus conocimientos léxicos e inclusive sintacticos sin conocer la realidad discursiva de la lengua en cuestién: por lo ge- neral, si aprende en forma pasiva y descontextualizada, ad- quiere un conocimiento abstracto de wna lengua ideal que a menudo no corresponde a los usos sociales que son los que importan para establecer una comunicacién efectiva. Ast, pues, lo semdntico en tanto que la realizacién concreta del discurso tampoco es alcanzable a nivel de la lengua. éQué otras caracteristicas del enunciado lo distinguen de’ las unidades de la lengua (por ejemplo, oraciones)? En pri- mer lugar, el momento expresivo, que es la actitud valora- tiva del hablante hacia el objeto de su discurso. Bajtin se pregunta si el momento expresivo puede considerarse como fenémeno de la lengua como sistema, La lengua como sis- tema posee un rico arsenal de medios lingitisticos (léxicos, morfoldégicos, sintdcticos) para expresar una postura emo- cional o evaluativa del hablante pero aqui sucede !o mismo que cuando nos enfrentamos a un diccionario: hay una po- sibilidad infinita para conferirle sentidos diferentes a una oracién, giro o palabra marcadas estilisticamente a nivel lin- gitistico, y sdlo el sentido de la totalidad del enunciado de- termina el significado correcto de un recurso martcado a nivel de la lengua: estos recursos son absolutamente neyéra- les en relacién con cualquier valoracién real determinada. Las palabras no son de nadie, en si mismas no evaltian nada, pero se prestan a cualquier hablante y a cualquier evalua- cién de los hablantes, a veces totalmente opuestas. Asi, pues, la entonacién expresiva es un rasgo consti- tutivo del enunciado. No existe dentro del sistema de la lengua, es decir, fuera de] enunciado. Desde luego, la ento- nacién expresiva es percibida por nosotros y existe coro re- curso estil{stico en una lectura silenciosa del discurso escri- to, pero este efecto es producido por la totalidad del texto. TEORfA DEL ENUNCIADO EN BAJTIN 227 ‘Tanto la palabra como la ovacién en tanto que unidades de la lengua carecen de entonacién expresiva, y si se pronun- clan con acento expresivo ya no son palabra ni oracién sino un enunciado completo. En tales casos no estamos frente a la palabra como unidad de la lengua ni frente a su signi- ficado, sino frente a un enunciado completo con un sentido completo. El momento expresivo como caracteristica del enunciado esta estrechamente vinculado al problema del estilo, Segun se concibe la cuestién tradicionalmente, cada palabra en si misma puede tener o tiene un matiz estilistico, un momen- to valorativo, un tono emotivo, una marca estilistica, etcétera. Comunmente se piensa que al escoger palabras para un enunciado nos orientames hacia la marca emotiva propia de una palabra determinada, que elegimos las palabras que seguin su tono corresponderian a Ja expresividad de nuestro enunciado y que rechazamos otras; as{ conciben los poetas su trabajo sobre la palabra y asi interpreta este proceso la estilistica. Ein realidad, lo que sucede es que al escoger nues- tro vocabulario partimos de da totalidad de nuestro enun- ciado supuesto. Lo que determina el momento expresivo de nuestro enunciado es su contacto con la realidad con- creta, El contacto que se produce entre el significado lin- giifstico y la realidad genera el momento expresivo que no existe ni en el sistema de la lengua ni en Ja realidad objetiva fuera de nosotros. Ya hablé del papel volitivo del destinatario en ta confor- macién del enunciado, El destinatario es un primer y con- creto otvo con, el que nos enfrentamos en una situacién dia- légica concreta. La instancia expresiva y la estilfstica del enunciado estdn relacionados de una manera directa con la participacién del otro, de su contestacién real o posible. Pero el mismo hablante es un interlocutor también, porque no ¢s el primero que habla, ni habla en el espacio vacio, no supone en su enunciado tan sdélo la existencia del sistema de la lengua que le permite hablar, sino que cuenta con la existencia de los enunciados anteriores, tanto suyos como ajenos, con los cuales su enunciado actual contrae relacio- 228 TATIANA BUBNOYA nes dinldgicas de toda clase (de apoyo, de polémica y otras). De este modo, nuestro propio discurso siempre esté leno de enunciados de otros, que comportan su propia expresi- vidad y su tono evaluativo a nuestro enunciado. La visién del mundo, los puntos de vista, las opiniones; en el campo de Ja literatura, Jas escuelas y corrientes literarias, por ejem- plo, todos estos conceptos pueden ser expresados como dis- cursos. Al penetrar en nuestro enunciado, resultan ser dis- curso ajeno dentro de nuestro propio discurso, con diferen- te grado de asimilacién, valoracién, reacentuacién. En estos casos se percibe en el enunciado un lejano eco del cambio de los sujetos discursivos, no a nivel pragmitico de una situacién dialdgica actualizada, sino como reflejos de un did- logo implicito. Este ultimo matiz se refiere directamente a los enunciados literarios, A la luz de todo lo mencionado, la caracteristica esencial del enunciado es su orientacién hacia alguien, y no solamen- te hacia un destinatario concreto, sino hacia otros que po- driamos Namar destinatarios virtuales. En cuanto al enun- ciado como género ‘discursivo, el destinatario puede apare- cer como participante de un didlogo cotidiano, puede ser un colectivo diferenciado de especialistas en alguna esfera de comunicacién cultural (como es el caso de Ia situacién dialdgica presente), puede ser un piiblico mds 0 menos di- ferenciado, el pueblo, los contemporaneos, los compafieros, los adversarios o enemigos, los subordinados, los jefes de todo nivel; a veces el destinatario aparece como totalmente indefinido, como un otro no-concretizado (en los enuncia- dos monoldgicos emocionales de todo tipo).!? Todos estos tipos y concepciones de destinatario se determinan por aquella esfera de Ia praxis a que se refiere un enunciado concreto. E] hecho de contar con un destinatario y el de prefigurar la respuesta es um recurso que aporta un drama- tismo interno al enunciado del cual carece totalmente la oracién concebida como unidad de la lengua. 10 No es el lugar apropiado para hablar de la problematica del otro en el psicoandlis; en este caso sdlo observaré que esta proble- matica podria incorporarse en la teorfa bajtiniana del discurso, TEORIA DEL ENUNCIADO EN BAJTIN 229 Para resumir rdpidamente haré un total de las caracte- risticas que comportan a una expresién verbal el cardcter de enunciado: 1. El enunciado esta delimitado por el cambio de los sujetos discursivos; 2. El enunciado tiene un caracter especificamente concluso determinado por tos siguientes criterios: a) el enunciado puede ser contestado; b) es una totalidad porque —cs capaz de agotar el sentido de su objeto, en una situacién concreta. —pone de manifiesto la concepcién que el hablante tiene del objeto del discurso, o la instancia volitiva. ~estd constituido por formas genérico-composicionales tipicas que lo marcan como pertencciente a un géne- ro discursivo especifico. Ss El enunciado se caracteriza por la capacidad de establecer relaciones especificas con los enunciados de otros a través de: a) momento expresivo; b) momento estilistico; c) evaluacién personal, Todos estos momentos estan presentes en cualquier enun- ciado concebido como una totalidad del sentido nacido en un intercambio comunicativo. Por lo tanto, el enfoque lin- gitistico resulta ser insuficiente para un andlisis exhaustivo del discurso. Las marcas especificas que el proceso de la enunciacién deja en la lengua (por ejemplo, los conmuta- dores jakobsonianos, o sea las unidades gramaticales que sefialan el estatuto del discurso en relacién con el mensaje y el cédigo) no son lo tmico que puede y debe analizarse en relacién con el discurso, Los géneros literarios son, entonces, unos géneros discur- sivos de caradcter secundario, 0 sea enunciados que no reve; lan su calidad dialégica sino indirectamente. En la practica 230 TATIANA BUBNOVA nos enfrentamos a una obra literaria como a un texto (oral © escrito). El texto es por excelencia objeto de estudio de las ciencias humanas, y de todo pensamiento humanistico, nace como reflexién sobre las ideas de otros, sus volunta- des, manifestaciones, signos, etcétera. Estas manifestaciones de otros son realidades que se nos presentan como textos. Baj- t{n se limita al andlisis de los textos verbales, y todo texto verbal es emitido por un sujeto o autor y esté dirigido a alguien, lo cual constituye su caracteristica cardinal y su yazén de ser; por lo tanto es analizable como enunciado. Hay varias posibilidades de enfoque para analizar un texto; el andlisis lingiifstico dentro de ciertos limites, con toda le- gitimidad pasa por alto el problema de la autorfa, o el del sujeto discursivo, que es lo mas importante en el andlisis del enunciado, El texto puede ser interpretado como ejem- plo de juicio, de razonamiento Idgico, de wnidad gramati- cal, etcétera. Si se analiza como enunciado, producto de un proceso discursivo, lo primero que debe tomarse en cuenta es el problema del sujeto. Ahora bien, ya hemos visto que el enunciado, resultado de una comunicacién dialdgica, revela la participacién de mas de un sujeto. Para empezar, Bajtin concibe el didlogo como interaccién verbal entre dos suje- tos cuyas marcas de participacién aparecen en el enunciado que es su producto, Ademds, en el enunciado aparecen huellas del discurso ajeno o citado, hecho que remite a la participacién indirecta de otros sujetos, El texto literario visto como enunciado planteara ante todo el problema de multiplicidad de sujetos discursivos en el momento de su emisién, Es obvio que detras de cada texto esta el sistema de Ja lengua. A éste, en cada texto le corresponde todo lo que puede ser repetido y reproducido, o sea, las estructuras for- males del sistema y los instrumentos mediante los cuales se vuelve posible el proceso de la enunciacién, asimismo, en un texto artfstico, aparecen estructuras formales especificas, légicas y verbales, narrativas y otras, si nos abstraemos de la realidad dialégica de un texto, porque’ la repeticién de una estructura formal no sefiala la repeticién dei sentido. Al contrario, un texto verbal visto como enunciado indivi- TEORIA DEL ENUNGIADO EN BAJTIN 231 dualiza a la misma repeticién de estructuras formales, pues- to que las circunstancias dialdgicas de su produccién no pue- den reproducirse, como no puede repetirse dos veces un mismo dialoge de una manera idéntica: cambia la situacién, cambia el sentido, aunque la expresién formal sea la misma. Fl texto literario, producto de interaccién verbal, se rea- liza por alguien y para alguien, sumergidos los dos en su circunstancia concreta. Pero, a diferencia de un enunciado primario, el texto literario presenta ademds otro problema que es el de la interpretacién, porque su vida dura mds alld de las circunstancias de su emisién. El texto se lee, se inter- preta, se representa, y al problema de los dos sujetos diald- gicos que lo conformaron se afiade el del tercero. (tercero cualitativo, no numérico, hay tantos terceros como lectores) que aporta su circunstancia particular, y muy diferente, a Ja constitucién del sentido. El texto literario como género presenta unas caracter{s- ticas particulares porque pone de manifiesto los rasgos re- producibles especificos que no remiten al sisterma de la len- gua sino a su estatuto de género discursivo, o sea, es clasifi- cable de acuerdo con su esfera de aplicacién practica. Ya he tocado el problema de Ja autorfa como el del sujeto discur- sivo; por otra parte, hay que tener en cuenta que los géne- ros literarios, sobre todo la novela como género discursivo secundario, suelen representar las formas de la comunica- cién discursiva primaria, incluyendo a los personajes con- vencionales de autores, narradores y destinatarios que simu- lan un intercambio de enunciados. Sin embargo, los géne- ros secundarios mds complejos remiten a totalidades, enun- ciados tmicos y reales que tienen un autor real y un destina- tario real percibido como tal por el autor. La autoria es un fenédmeno que concierne tanto a “los enunciados primarios como a los secundarios. Las formas externas de autoria se determinan por Ja seleccién del gé- nero discursivo, asi que una misma persona real adopta diferentes formas de autorla de acuerdo con la aplicacién pragmdtica del enunciado. Por otro lado, el género también determina al destinatario (por ejemplo, destinador: rey, jefe, juez, sacerdote, maestro, padre; destinatario: subdito, 232 TATIANA BUBNOVA subordinado, consignado, discipulo, hijo). Las formas lite- varias de comunicacién discursiva simulan estas relaciones comunicativas reales y las representan en la perspectiva del autor (perspectiva que puede ser multiple), Esto se refiere sobre todo a la novela. El novelista es alguien que habla indirectamente, a través del discurso ajeno, quien dice lo suyo en un lenguaje ajeno y lo ajeno en su propio lenguaje. En un enunciado primario e} sentido se determina, en parte, por la clase social de los dos sujetos; en la novela estas formas también se simulan. Ya en el intercambio dis- cursivo primario se observan tales fenémenos interesantes como el discurso familiar libre y discurso intimo, que con- ciernen a la situacién social de los hablantes. Estas formas se desarrollan como oposicién a las formas discursivas elaboradas en una sociedad. de clases, que tien- den a oficializarse; ya he mencionado los modelos de comu- nicacién oficializados, por ejemplo, maestro-discipulo. Los géneros discursivos familiares permiten un enfoque no ofi- cial de Ia realidad, contribuyen a desacralizar el lenguaje de las instituciones, suelen inyertir los valores oficiales o reba- Jarlos. Gracias al hecho de que en los géneros familiares 0 libres se eliminan las prohibiciones lingtiisticas, se hace po- sible el cuestionamiento de las cosmovisiones oficializadas. Asi, para Bajtin, un lenguaje social construye y expresa a Ja vez una visién del mundo, Los géneros discursivos inti- mlos se construyen sobre la proximidad interior maxima entre los dos sujetos participantes en la comunicacién, El discurso intimo se funda en la confianza mdxima del desti- nador hacia el destinatario, que tienden a una fusién com- pleta. Los géneros discursivos familiares e intimos tuvieron una importancia crucial en la formacién de Ja novela mo- derna. En el ejemplo de los estilos literarios basados en los géneros discursivos familiares e intimos se pone de mani- fiesto la dependencia del estilo de la concepcién que tiene el hablante de su destinatario, o sea, los géneros literarios descubren ast su naturaleza de enunciado. Sin apreciar la actitud del hablante hacia el otro y sus enunciados (reales y virtuales) es imposible entender lo que es el género y el estilo literario. TEORIA DEL ENUNCIADO EN BAJTIN 238 He mencionado aqui las pautas principales que ofrece Bajtin para considerar un texto literario como enunciado, © sea, como una totalidad del sentido que nace de un in- tercambio discursivo entre dos sujetos hablantes, No es exac- tamente metodologia, sino mds bien una puesta de relieve de los problemas principales que plantea la insuficiencia del enfoque lingiifstico o de cualquier propuesta de un es- tudio puramente intrinseco de la obra literaria. Todos de alguna manera sabemos que, a pesar de que durante un tiempo se consideraba correcto ver un texto literario como un conjunto de valores internos, sin embargo, Ja literatura en. una gran parte se escribe teniendo en cuenta los valores extrinsecos y, ante todo, se hace para alguien, Aunque ¢s- cribamos, segtin nuestro propio concepto, tan sdlo para po- ner de manifiesto los mecanismos internos del funciona- miento y las posibilidades semanticas del lenguaje, aunque escribamos, también, tan sdlo “para nosotros mismos”, es- cribimos siempre para otros y con la participacién de otros, Este es el hecho que deriva del planteamiento de un texto literario como enunciado. Tatiana BuBNova Seminario de Poética Instituto de Investigaciones Filolégicas

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