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Esta puede ser una situacin tpica, pero es fruto del proceso que
hemos estado viendo. La situacin puede ser muy distinta, despus
de llevar un tiempo razonable con las pautas de parar la reaccin de
nuestro cerebro reptiliano y dejando procesar lo ocurrido. El resultado
podra ser este: vaya hombre, saba que iba a pasar, pero no es su
culpa, debera haber quitado el vaso yo mismo y ahora se ha
asustado. Tranquilo hijo pap lo recoge, pero ten ms cuidado.
No hace falta tener demasiada imaginacin para entender que este
ejemplo simple y cotidiano podra ser algo mucho ms grave, o que la
repeticin de estas reacciones puede acarrear problemas muy serios.
Lo importante en este ejemplo radica en que, aunque tengamos el
impulso de gritar y enfadarnos, podemos ser capaces de pararnos a
pensar: lo hecho, hecho est, ser mejor que. Todo esto somos
capaces de hacerlo en una diminuta cantidad de tiempo, a una
velocidad que no nos creeramos si pudiramos medirla nosotros
mismos.