Editorial editado que fue publicado en el diario "El Heraldo" de mayor circulación en la ciudad de Ambato - Ecuador - Sudamérica acerca del poder de la palabra del médico y sus consecuencias, así como la falta de humanismo en el médico oocidental.
Editorial editado que fue publicado en el diario "El Heraldo" de mayor circulación en la ciudad de Ambato - Ecuador - Sudamérica acerca del poder de la palabra del médico y sus consecuencias, así como la falta de humanismo en el médico oocidental.
Editorial editado que fue publicado en el diario "El Heraldo" de mayor circulación en la ciudad de Ambato - Ecuador - Sudamérica acerca del poder de la palabra del médico y sus consecuencias, así como la falta de humanismo en el médico oocidental.
MEDICO ACUPUNTURISTA Doctor en Medicina y Ciruga en la Universidad Central del Ecuador Especializacin de dos aos de postgrado en la Repblica de China en ACUPUNTURA Y MOXIBUSTIN
La palabra del mdico y su poder
La OMS define la salud como: Un estado de completo bienestar fsico, mental y social, y no slo la ausencia de enfermedad, definicin ideal, aunque para muchos poco realista. Lo importante ser lograr equidad en la salud con vidas libres de enfermedad prevenible, discapacidad, lesin y muerte sbita. Pero fundamentalmente buscar una buena salud promoviendo conductas saludables durante todas las etapas de la vida. Para esto ser necesario formar profesionales tolerantes, sensibles, pacienciosos, empticos, humanistas, comprometidos, predispuestos a dar una informacin educativa y orientativa de todos los aspectos, individualmente, de cada persona que consulta, tomando en cuenta el poder que tiene la palabra y la influencia positiva o negativa que puede ejercer de lo que el profesional le diga, cmo le diga y lo que deje de decirle. Jos Narosky asever que el mdico que no entiende de almas jams podr entender de cuerpos. Recordemos que la Medicina se estudia como una ciencia, pero en verdad debe ejercerse como un arte. Por ejemplo, no es lo mismo decirle: Usted tiene una enfermedad incurable! que decirle: Su enfermedad hasta hoy no se conoce la causa que la provoca. Si no se le explica al paciente, y en trminos que entienda, ste acudir a buscar informacin a su vecino, a su compadre, y, sin percatarse del poder de la palabra, con sus pensamientos y creencias puede incidir grande y negativamente sobre el progreso destructivo de su enfermedad. Todos sabemos que existe una irresponsable tendencia de la gente a polarizar y generalizar los acontecimientos en lo que a salud se trata, todos se convierten en doctores: Ponte esto, hazte lo otro, a m me hizo bien, etc. todos quieren dar su receta como si fuera la misma enfermedad en todas las personas. En el mundo de la salud, creo que nadie est en el rango de vicedis como para determinar, de una manera impositiva y dictatorial, lo que va a suceder con tal o cual paciente, habr que tomar en cuenta de que los seres humanos somos genticamente individuales, de conducta y personalidad diferentes, con niveles educativos distintos, con una historia de vida muy particular. Sera interminable enumerar entre tantos aspectos a considerarse dentro de la individualidad del ser llamado paciente. En referencia a esto, Marco Tulio Cicern deca que el mdico competente, antes de dar una medicina a su paciente, se familiariza no slo con la enfermedad que desea curar, sino tambin con los hbitos y la constitucin del enfermo. Por otro lado, la formacin mdica occidental nos fabrica con una directriz como que lo que est escrito en los libros es como una ley matemtica o un mandamiento a cumplirse a rajatabla, sin percatarnos que un gran porcentaje del conocimiento escrito en stos se advierte una gran cantidad de adverbios de probabilidad, y que si bien son resultados de serios, costosos y sacrificados estudios, son tambin una recopilacin de la experiencia de muchos investigadores en miles de aos, como decimos: No hay enfermedades sino enfermos, cada persona es un mundo. Tambin resulta ms que curioso que, teniendo trascendental importancia el aspecto psico-emocional de cada paciente, nuestros libros solo nombran en un solo rengln dichos factores tan vitales a considerar. El mismo Platn comentaba que donde quiera que se ame el arte de la medicina se ama tambin a la humanidad. El Cdigo de tica y Deontologa Mdica dice: todos los pacientes tienen derecho a una atencin mdica con calidad humana y cientfica. Haciendo eco a esto, la formacin del mdico occidental debe ser el resultado de la integracin de la dimensin cientfico-tcnica y los aspectos humanos y sociales de la Medicina. Con serio compromiso y brindando la vital importancia a las ciencias afines a le medicina, se debera instaurar en la malla curricular de la formacin de los estudiantes a la Psicologa, a la Filosofa y a la Sociologa como incondicionales para despertar los aspectos humanos en el estudiante para el trato con el paciente, comprendiendo que se trata de un ser humano que, adems de estar enfermo y necesitado del cuidado de su salud fsica, est desorientado, desesperado, buscando informacin sobre su dolencia y est emocionalmente alarmado. Sneca recomendaba que no puede el mdico curar bien sin tener presente al enfermo. Con la Filosofa y la Psicologa despertamos las cualidades humanas anheladas para ser buen mdico, amor a la profesin con humanismo, motivacin para hacer bien el trabajo. Respeto, a la vida y al paciente en su sentido ms amplio. Empata, es decir, ser capaz de situarse en la perspectiva del paciente, pero sin confundirse con la lstima. Humildad, no por tener alto el conocimiento propenda a ser arrogantemente engredo y explotador, sino al contrario, mostrndose como un ser humano con fortalezas y debilidades, capaz reconocer sus errores. Prudencia y paciencia para acta sin precipitacin y con buen juicio. Calidez, intentando establecer una relacin cordial y de confianza con el paciente, guardando siempre una adecuada distancia teraputica. Ser incluyente sin discriminar a ningn paciente por ninguna razn. Saber escuchar y ser respetuoso con los pacientes y sus familiares. Muy importante respetar el derecho a la confidencialidad y nunca comentar en pblico informacin de un paciente, aunque haya fallecido Nadie podr llamarse buen mdico sin antes haber demostrado que es un mdico bueno Por ltimo, sabemos que los seres humanos nos movemos y hacemos todo en base a la fe y la confianza. Un secreto a voces es la solapada desconfianza y falta de fe que tienen una buena mayora de pacientes ante el mdico, reflejan una indisposicin hacia los frmacos; antes que recibir con beneplcito, entusiasmo y confianza lo que le prescribe su mdico, estn ms bien preguntando si le va a ser dao o no tal o cual medicina, es decir de entrada ya se predisponen a lo negativo y, obviamente, por sugestin negativa, a ms de disminuir el efecto teraputico deseado, muy probablemente le va a dar estragos tal cual est pensando el paciente que ha perdido la confianza en su mdico.