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Dios envi a su hijo Unignito para que se hiciese hombre, y tomase el lugar del
mismo, porque ste haba fracasado en todas las pruebas y relacin con Dios a
lo largo de las anteriores dispensaciones, y era incapaz de alcanzar los requisitos
divinos, creciendo su maldad cada da. Jess cumpli la ley perfectamente en
todos sus puntos; muri como una ofrenda de pecado y pag en s mismo el
castigo de todos nosotros. Porque el pago con la muerte, el precio del pecado,
aunque l no tena pecado. Despus se levant triunfante, y carg nuestra
humanidad glorificada al trono de la gracia, donde l es ahora nuestro Sumo
Sacerdote e Intercesor, nuestra vida, todo lo que necesitamos (I Cor.1:30). Dios
estaba en Cristo reconciliando el mundo a s, no tenindole en cuenta su
pecado (2Cor 5:19). La obra de Cristo fue una obra hecha una vez y para
siempre (Heb.10.10); y ya no hay lugar para mas sacrificio por el
pecado. Aunque esta salvacin es beneficiosa para todos (Tit.2:11; Heb.2:9;
1Jn 2:2), sin embargo, la misma solamente puede ser efectiva para aquellos
que creen en Jesucristo y le reciben como su Salvador personal (Mat.16:15,16;
Jn.1:12).
Esta es la prueba durante esta presente dispensacin.
El propsito de Dios ahora no es la conversin del mundo entero, aunque l no
desea la muerte del impo, ni quiere que nadie perezca, sino que el desea formar
de toda tribu y lengua un pueblo para su nombre. Eclesia es la palabra griega
para referirse a la Iglesia, que literalmente significa asamblea, llamados afuera
o separados. Por la proclamacin del Evangelio (Buenas Nuevas), Dios est
llevando a cabo su propsito de llamar a su reino a aquellos que respondan
(Hech.15:14-17). Pablo dice: Porque no me avergenzo del Evangelio, porque
es poder de Dios para salvacin a todo aquel que cree, al judo primeramente
y tambin al griego (gentil)(Rom.1:16). Porque por no haber el mundo
conocido en la sabidura a Dios, agrad a Dios salvar a los creyentes por la
locura de la predicacin (1Cor.1:21).
Las parbolas de Mateo 13 demuestran claramente que el mundo no ser
convertido por la predicacin del Evangelio, sino que durante todo este perodo
dispensacional, nuestro mundo se caracterizara por una mezcla del bien y de
mal, predominando en los ltimos tiempo la apostasa, los burladores y el
sincretismo.
Debemos recordar otra vez, que el Seor en estas parbolas no est tratando
con la verdadera naturaleza del reino, ni tampoco El est declarando su ltima
proclama.