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El embrión ya tiene 7 semanas de vida y su longitud céfalo-caudal es de 20 a 28 mm. Ya es muy parecido a un ser
humano. Los miembros son más largos y los dedos de la mano comienzan a separarse. Se pueden ver las
orejas. Puede moverse aunque no lo notes. El sexo ya está determinado pero no puede visualizarse
todavía.
A partir de este momento, una ecografía puede establecer que todos sus
órganos están perfectamente sanos y si lo deseas puedes averiguar también
su sexo. Además, el dosaje en sangre de alfafetoproteína, una proteína del
bebé que aumenta o disminuye sensiblemente cuando hay problemas, puede
tranquilizarte respecto a que esté completamente sanito. Solamente se
necesita una muestra de tu sangre para averiguarlo.
Mide 14 cm. y pesa alrededor de 210 gramos. Sus ojos y orejas ya han
alcanzado su ubicación definitiva y sus huesos son más fuertes.
¡Cómo se mueve! ¿Estará bien? Por supuesto que está bien, el líquido
amniótico le permite realizar amplios movimientos y como es tan
pequeño puede girar sobre sí mismo todo el tiempo.
Mide 15 cm. y pesa alrededor de 240 gramos. Su piel aún es traslúcida y sus
ojitos permanecen cerrados pero ya pueden reaccionar a la luz. Duerme un
poquito más y se despierta con más energía. Cuenta ya con uñas y huellas
digitales
Mide 16 cm. y pesa alrededor de 350 gramos. Como la apariencia de l bebé no cambiará desde ahora en
adelante, mostraremos la imagen de la manito en relación a la mamá, para que de ahora en más observes
cómo crece semana a semana. Es maravilloso, puede oír a partir de ahora. El líquido amniótico que lo
rodea, distorsiona los sonidos (como cuando estamos debajo del agua) pero aún así el bebé puede
escuchar.
Puede reconocer una música, el latir de tu corazón o la respiración tuya. Sus pulmones y el tubo digestivo
están madurando. Su cerebro que ya cuenta con 30.000 millones de neuronas y está desarrollando
especialmente áreas destinadas a los sentidos del gusto, el olfato, la audición, la visión y el tacto. Se lleva el
dedo pulgar a la boca. Si es una niña, sus ovarios ya cuentan con 6 veces más óvulos que al momento de
nacer. Un millón de óvulos aproximadamente, tiene una niña al momento de nacer.
Mide 20 cm. y pesa alrededor de 500 gramos. Cuando está despierto disfruta escuchando tu voz
o la música que le haces escuchar con el acompañamiento permanente del latido de tu corazón.
Según la psicología fetal, se supone que puede tener cambios en el estado de ánimo. Puede
llorar, reír y hasta enojarse. ¿Por qué no? Si su sistema límbico (lugar del cerebro que controla
los sentimientos y Emociones) está en pleno desarrollo.
Mide 21 cm. y pesa alrededor de 550 gramos. Se están marcando los detalles de la forma de sus
ojos, crecieron sus pestañas y tiene algo de pelo en las cejas. Se está completando el desarrollo de
sus globos oculares pero el color de sus ojos todavía no se sabe porque el iris no está pigmentado.
Se mueve dentro del líquido amniótico dando vueltas.
Mide 22 cm. y pesa alrededor de 650 gramos. Su tubo digestivo se desarrolla más y más y
algunos órganos como el páncreas, comienzan a producir sustancias importantes para su vida
futura, como la insulina que permite que sus células puedan incorporar la glucosa del alimento.
Ya puede abrir sus ojos y diferenciar perfectamente la luz de la oscuridad.
Sus ondas cerebrales son similares a las de un recién nacido. ¡Imagínalo pensando!
Mide 23 cm. y pesa alrededor de 800 gramos. Puede tragar líquido amniótico y las sustancias
que flotan en él. Aunque no lo creas, puede degustarlas, porque está desarrollando sus papilas gustativas. Además
sus pequeños dientes se están ubicando debajo de las encías.El reflejo de agarrar es más fuerte. La madre podrá
sentir estiramiento de los ligamentos que conectan el útero con la pelvis y la columna.
Mide 24 cm. y pesa alrededor de 850 gramos. Su piel todavía es transparente. Tiene una rutina de ejercicios
musculares diaria que incluye movimientos respiratorios. Percibe cada vez más los estímulos del mundo exterior
como la luz, el sonido o las presiones sobre el abdomen. El útero de la madre ha llegado al nivel del ombligo.
Mide 30 cm. y pesa alrededor de 1.000 gramos. Su piel dejó de ser transparente porque se depositó queratina,
igual que en la piel adulta. Los pulmones comienzan a producir surfactante, sustancia imprescindible para el inicio
de la respiración fuera del útero. Reconoce tu voz más que ninguna otra porque la escucha más claramente que a
los demás sonidos. Su corazón late a unos 140 lat./min. Sus períodos de vigilia son más prolongados
respondiendo con movimientos contundentes a estímulos externos.
Mide 35 cm. y pesa alrededor de 1.100 gramos. Está comenzando a redondearse y ya no parece tan flaco.
¡Además le encanta la luz!. Su cabeza se moverá en dirección a ella si iluminas alguna parte de tu abdomen con
una linterna.
Mide 40 cm. y pesa alrededor de 1.200 gramos. Su cerebro ha crecido y se acomoda al tamaño de la cabeza.
Sus pulmones continúan madurando y produciendo surfactante, imprescindible para que al nacer pueda respirar
por sí solo. Suele jugar con el cordón umbilical, ¡como si fuera una cuerda para saltar!. Además ya comienza a
buscar la posición definitiva que tendrá al nacer. La mayoría de los bebés se ubican con la cabeza hacia abajo,
pero algunos deciden no hacerlo, ya sea porque se acuerdan tarde de girar y el útero ya no lo permite, o bien
porque se hallan enredados con el cordón umbilical o el mismo resulta corto, limitando su movilidad.
Mide 41 cm. y pesa alrededor de 1.500 gramos. A partir de este momento comenzará a aumentar su peso con la
misma velocidad que ha crecido en altura. ¡Ya puede ver!. No solamente distinguir la luz de la oscuridad. Su tubo
digestivo esta casi maduro, de manera que podría movilizar sus intestinos aunque raramente lo hace. Igualmente
no te preocupes, ya que todo lo que el bebé desecha en el líquido amniótico es filtrado y purificado por la placenta
cada día, de manera que su ambiente está siempre limpio.
Mide 42 cm. y pesa alrededor de 1600 gramos. Seguramente ya decidió cual va a ser su ubicación definitiva y
cambiará el estilo de sus movimientos, flexión y extensión de brazos y piernas y girar sobre sí mismo como un
trompo. Definitivamente la estructura pulmonar está madura, sólo falta producir más surfactante de mejor calidad
cada día.
Mide 43 cm. y pesa alrededor de 1800 gramos. Sus períodos de vigilia y sueño suelen modificarse cada 2 hs.
Pero como un adulto, puede despertarse por un estímulo fuerte como el sonido. Por esta razón trata de evitar estar
en lugares con sonidos fuertes, ya que a nadie le gusta que lo asusten, ¿no te parece?. Patea vigorosamente y
ejercita sus párpados abriendo y cerrando sus ojos. Puede bostezar.
Mide 44 cm. y pesa alrededor de 1900 gramos. Sus huesos son muy flexibles al igual que las articulaciones, de
manera que como un contorsionista podrá adaptarse al canal del parto que es muy estrecho. Es por esta misma
razón que los huesos de su cabeza no están soldados entre sí.
Mide 46 cm. y pesa alrededor de 2500 gramos. Sólo falta una semana para que la calidad del surfactante sea
óptima para respirar fuera del útero. Ya ha depositado mucha grasa en su cuerpo que le sirve de reserva
energética y para regular su temperatura. Además ya se empieza a preparar para zambullirse en el canal del parto.
Percibe el sol cuando su mamá se solea.
Mide entre 47 y 49 cm. y pesa alrededor de 2600-2800 gramos. ¡Felicitaciones!. Este inteligente bebé ha sabido
ser paciente y de ahora en adelante más puede nacer cuando quiera, dependiendo de cuán cómodo se encuentre
a esta altura en su casa-útero.
Mide entre 48 y 50 cm. y pesa alrededor de 2800- 3.000 gramos. El lanugo (pelito que cubría su cuerpo) está
desapareciendo y el unto sebáceo (crema que cubre su piel) es más abundante y servirá de ahora en más para
permitir el deslizamiento del bebé en el canal del parto. Sus intestinos han comenzado a producir una sustancia
llamada meconio que es su primera materia fecal. La misma se eliminará, en condiciones normales, después del
nacimiento.
Mide entre 49 y 51 cm. y pesa alrededor de 3.400 gramos. Toda la grasa acumulada le servirá para regular su
temperatura después del nacimiento. Ahora su cuerpo está listo para nacer y enfrentar al nuevo mundo que le
demandará esfuerzos de los que hasta hoy no está acostumbrado.
Mide entre 50 y 52 cm. y pesa alrededor de 3.500 gramos. Si pudieras entrar en su mente podrías enterarte si
está decidido a nacer ya mismo o disfrutar un poco más de esa casa que lo ha albergado tan cariñosamente
durante este largo tiempo. Solo un 5% de todos los bebés nacen en el día exacto prefijado, muchos lo hacen antes
y otros después. Hay una realidad, finalmente todos se deciden porque el espacio resulta pequeño y el alimento
que recibe puede empezar a ser inferior al que le gustaría.
Ahora sigue y sigue acumulando grasa para poder mantenerse calientito al nacer. Peso es casi igual que la
semana anterior.
La parte más grande que tiene es la cabeza pero gracias a la flexibilidad que tiene en los huesitos podrá pasar a
través del canal vaginal. La fecha probable de parto ha pasado. Tu bebé está totalmente maduro y por alguna
razón no desea abandonar tu cuerpo. El espacio dentro de tu útero está muy reducido y el alimento y el oxígeno no
sobran. Los médicos en general suelen Esperar una o dos semanas a partir esta fecha para decidir la inducción del
parto, siempre y cuando los parámetros de salud fetal se encuentren óptimos. Sin embargo tu bebé se ha
preparado para esta contingencia. Se pondrá a dieta y comenzará a consumir su grasa sobrante transformándola
en energía. Se lo ve adelgazado y con la piel descamada.