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éPor qué canta la Iglesia? Una aproximacion al Testimonio “Liturgico de los Santos Padres en Francisco Javier Basurco Alberto Gravier Facultad 42 Teologia Pontificia Universidad catélica Argentina : Introduccién (2044) En abril de este afio, la Congregaci6n para el Culto D:vino y el Pontificio Consejo para la Cultura enviaron una encuesta a las con- ferencias episcopales, institutos religiosos mayores y facultades de teologia para conocer en perspectiva pastoral el empleo de la mt- sica sacra en nuestras Iglesias particulares. A 50 afios después del Concilio parece oportuno revisar por primera vez a nivel universal cémo se han recibido sus ensefianzas y aplicado sus decisiones en la materia, promulgadas en el capitulo VI de la Constitucién “Sa- crosanctum Concilium” y reglamentadas por la Instruccién “Musi- cam Sacram” (1967). En algunos lugares se trabaj6 con seriedad en este Ambito tan sensible de la pastoral. Sin embargo, en gran parte de nuestras asambleas litirgicas, los encargados habituales de elegir los cantos o de dirigirlos 0 acompafiarlos, siguen limitandose a dos objetivos secundarios a la hora de fijar el respectivo repertorio: 1) Qué vamos a cantar; 2) Cémo vamos a hacerlo. El objetivo primario, en cambio, el de la finalidad misma del canto liturgico, rara vez es planteado. Por eso he pensado que podia ser util presentar brevemente en esta Comunicaci6n la mentalidad de las primeras generaciones cris- tianas acerca del canto de nuestras asambleas. Los Santos Padres han 225 ensefiado y hecho mucho al respecto y recuperarlo para las. nuevas generaciones ayudaria no poco a que el canto litirgico vuelva a revitalizarse al contacto con sus mds profundas raices: la Escritura, la tradicién sinagogal, la tradicion cristiana en los primeros siglos. Para conocer la relacién de la Iglesia de los Padres con la musica y el canto sagrado, ha habido en el siglo XX tres estudics funda- mentales: los de Quasten, Gérold, Werner. Pero ellos estudiaron el tema desde el punto de vista histérico y artistico; en cambio, el pm- tox -vista teol6gico, espiritual y pastoral parece haber sido aj estudiado sistematicamente hasta la tesis doctoral de Francisco Ja- vier Basurco,* tedlogo liturgista vasco-espaiiol, dirigida por el gran maestro de la liturgia que fue Dom Cipriano Vagaggini. Basurco, que publica su investigaci6n como libro en la época del Vaticano II, llega en su estudio hasta el siglo V, con San Juan Crisés- tomo y San Agustin, en Oriente y Occidente respectivamente. Afir- ma no solamente haber revisado personalmente todas las citas en el tema ofrecidas por sus predecesores Quasten y Bérold, sino también haber visto toda la patrologfa del periodo estudiado, cosa que le per- mitié enriquecer notablemente el material de trabajo que aquellos habian sacado a luz. Al parecer, ninguno de los Padres del perfodo fue un usisico en el sentido técnico de la Paluora. Pero escribfan o « predicaban con frecuencia acerca del canto por exigencia de su mis- mo servicio pastoral. Siendo el canto tan comin y entusiasta en las asambleas litargicas primitivas, era normal que expusieran a la me- ditacion de los fieles los valores de esa practica. Este es el punto de vista que Basurco estudia en la postura de los Padres ante el canto sagrado y es lo que trataré de sintetizar en esta Comunicaci6n. El material reunido y publicado por Basurco aparece ante todo en los comentarios de los Padres a los Salmos, y en especial en sus prélogos a dichos comentarios. Porque en éstos se detienen a con- siderar el valor espiritual de los Salmos, no pasando por alto el que sean cantados, sino insistiendo precisamente en que son cantados. * J. Quasten, Musik und Gesang in der Kulten der heidnischen Antike und chistli- chen Frithzeit, Minster, Westfalen, 1930; Tu. Gero, Les Peres de I’Eglise et la ‘Musique, Paris, 1931; E. Werner, The Sacred Bridge. The interdependence of Litur- gy and Music in Synagogue end Church during the first Millenium, London-New York, 1960 * FJ. Basurco [o Basurko, en Ia grafin vascuence de las obras més recientes del autor}, El canto cristiano en Ia tradicién primitioa, Madrid, Ediciones Marova, S.L., 1966. 226 “También son importantes para el estudio del tema, las referencias patristicas a pasajes dedicados a la musica y el canto en el Nuevo Testamento, como lo son 1 Cor'14,15, Col 3,15 y Ef, 5,19." A fin de cefiirme a los 15 minutos de que disponemos para esta Comunicaci6n he seleccionado de la obra de Basurco lo que consi- dero mas provechoso para nuextro Encuentro y lo he agrupado en lo que pueden ser las seis respuestas fundamentales al interrogante con que he titulado mi exposicién. Respuestas al interrogante patristico “Por qué canta la Iglesia” 1. Por el placer que el canto provoca. Incentivo para aprender. Incentivo para memorizar la Palabra de Dios. Escuela de oracién. a) Uno de los datos de la experiencia cotidiana que en sus pre- dicaciones los Padres hacen notar al pueblo es el del placer conna- tural al canto. El hombre canta porque siente placer al hacerlo. Asi comentando el salmo 41, San Juan Criséstomo comenta: El canto. acalla el Ilanto de los nitios de pecho, como tan bien lo saben madres y= nifieras; alivia el trabajo de vifiadores y marineros, etc."" El hombre siente placer al cantar, profundizan otros Padres, como Gregorio de Nisa, porque al hacerlo participa, como microcosmos, de la armonia musical del universo entero, ayudado por su misma 1 Cor 14,15= Quid ergo est? Orabo spiritu, orabo et mente; psallam spiritu, psa- Ham et mente (=NVg) - Entonces, ;qué hacer? Oraré con el espiritu, pero oraré también con la mente. Cantaré salmos con el espiritu, pero también los cantaré con la mente (= BJer). ** Col 3,16= Verbum Christi habitet in vobis abundanter, in omni sapientia docentes et commonentes vosmetipsos psalmis, hymnis, canticis spiri- talibus, in gratia cantantes in cordibus vestris Deo (=NVg) - La Palabra de Cristo habite en vosotros con toda su riqueza; instruios y amonestaos con toda sabi- duria, cantad agradecidos a Dios en vuestros corazones con salmos, himnos y cAnticos inspirados (=BJer). *** Ef, 5,(18).19.(20) = ...implemini Spiritu, loquentes vobismetipsos in psalmis et hymnis et canticis spiritalibus, cantantes et psallentes in cordibus vestris Domino, Gratias agentes semper pro omnibus... (=NVg)- ... llenaos del Espiritu. Recitad entre vosotros salmos, himnos y canticos inspirados; can- tad y salmodiad en vuestro corazén al Sefior, dando gracias continuamente y por todo... (=BJer) " Juan CrisOstomo, Expositio in Ps. 41, 1. ne logias que se dan entre las partes del cuerpo humano destinadas a gremision dela voz y ae de los instrumentos musicales. b) Pero la melodfa musical, con el placer que naturalmente pro-. duce en nosotros, tiene una providencial misién pedagégica que- “srida Por Dios para nuestra salvaci6n. Esa misi6n la cumple en dos ‘humano, herido por el pecado, tanto porque las verdades divinas: + !-resultan mas agradables en el momento de recibirlas, cuanto por, ° que lo aprendido de esta forma es mis facil de memorizar. Por es0,,. £1 mismo Basilio en el lugar citado afiade: Oh sabio invento del Maes-" “tro, que ideé un arte para a la vez cantar y aprender cosas titiles verdad, dificilmente permanece lo que se ha aprendido de mala gana; : por el contrario se ha recibido con gusto y suavidad dura con mds firmeza ."” en nuestro espiritu.“ En su comentario a Colosenses, el Criséstomo ‘exhorta a los padres de familia: Ensefiad a vuestros hijos esos salmos ~- enos de una divina filosofia... Los salmos enserian toda la ciencia.® «Es que los Padres tienen conciencia de que en los salmos est Ja sintesis de la Escritura, la sintesis de la historia de la salvacion ’ =goncentrada en el misterio pascual de Cristo. Como en tantos otros ‘temas, San Nicetas de Remesiana resume a los Padres cuando afir- . Ima: En estos cantos se encuentra elaborado con un dulce placer todo lo + que ordenan la ley, los profetas y hasta los mismos evangelios.....° Lo * «que pueden ensefiarnos los salmos en el ambito de la Misa, Sacra- 1 Grecorio vt Nisa, In inscriptiones psalmorum 1,3. ® Avsrosio, Explanatio Ps. 1,9. 9 Basiio Macno, Explan. Ps. 1,9. Juan Crsostomo, Hom. In Ep.ad Colossenses 9,2. ‘Nicetas pe Remesiana, De utilitate hymnorum 6. mentos y Sacramentales, asi como en el 4mbito de la Liturgia de las Horas es doble: nos ensefian a escuchar a Dios y a responderle con palabras y con toda nuestra vida. En efecto; oir el salmo es por un lado escuchar a Dios mismo que nos habla, como en las otras Jecturas de la Escritura o en la inspiracién biblica de la eucologia y signos del culto, pero sobre todo es el medio de responder adecua- damente a su Palabra. Bellamente lo dice San Agustin, al comentar el salmo 144: Para que el hombre pudiera alabar a Dios de modo conve- nienti *quiso Dios alabarse a si mismo, y de esta forma aprende el honlbyy cémo alabar a Dios.” c) Los salmos devienen asi escuela de oracién. No s6lo porque en la materialidad de las palabras encuentra el creyente las ade- cuadas para hablar con Dios, sino mas todavia porque los salmos inspirados transforman el alma cristiana adecuando sus ideas y afectos al texto sagrado. Casiano observaba agudamente en sus Conferencias: [el orante] piensa que [los Salmos] estan dirigidos a su misma persona y percibe que su sentido no solamente se realizé en el profeta [David] sino que todos los dias se estd cumpliendo en si mismo." Asi, los salmos estén Ilamados a introducir al alma en el camino de la oracién mistica y de la transformacién pneumatica del creyente. 2. Por el poder espiritual que el canto despliega. 2 Funciones: catartica, apotrépica, epiclética Los Padres conocfan el pensamiento griego que habfa desarro- Ilado la conviccién del gran papel que toca a la misica en la for- maci6n y transformaci6n de los sentimientos del alma. Pero no se sirven de ese pensamiento sino después de purificarlo y elevarlo a la luz de Ja revelaci6n cristiana. a) Asi, por ejemplo, Eusebio de Cesarea parte de las fabulas de los griegos sobre el poder de Orfeo para amansar a los animales salvajes con su musica, para explicar el poder de Cristo: El Verbo encarnado...al asumir la naturaleza humana ha asumido el verdadero ins- trumento musical con el cual encantar a los seres humanos, sanando con “el remedio de su doctrina celestial las feroces y bestiales perturbaciones de 7 Acustin pe Hipoa, Enarratio in Ps. 144,1. " Castano, Conferentia X,11. 229 sus almas.”? Por eso sostiene Ambrosio: El que canta esta vacio, liberado de todo pensamiento inquietante y de todo afecto de pasiones corporales.® b) Por otra parte, también el poder atribuido por los paganos a la mtsica para alejar a los demonios, es traspuesto por los Padres al canto de los salmos. As/ entienden en general la eficacia que tuvo el sonido del arpa de David para alejar el mal espiritu que se habia apoderado de Satil (1 Sam 16). Por eso, para Ambrosio: Si alguien quiere armarse contra las incursiones del mal espirituol, ;qué cosa mds grande puede hacer que salmodiar?™ ¢) Al revés, también se ocupan en transmitir a los fieles que el _ canto eSpiritual atrae la presencia de Dios. Basilio lo explica asi: ... Alli donde se cantan los cantos espirituales, vuela al instante la gracia del Espiritu Santo, que santifica la boca y el alma de los cantores.” 3. Porque el canto expresa y fomenta alegria, amor a) La acci6n de gracias y la alabanza son los objetivos predomi- nantes del culto de los cristianos, pueblo en fiesta por la conciencia de que el Kyrios resucitado se hace presente entre ellos y para ellos. De ahf que la alegria ya es registrada en Hechos como una de las notas del agape cristiano. Por eso, comentando Efesios 5 decfa San Juan Criséstomo: ; Quieres alegrarte? ... Yo te doy una bebida espiri- tual...Aprende a cantar y verds cudn agradable es. O bien, comentando una vigilia pascual, deca Gregorio Niseno: La palabra que resonaba toda la noche en nuestros oidos por medio de los salmos, himnos y canticos espirituales, era como un rio de alegria que penetraba por los oidos del alma y nos llenaba de consoladora esperanza.* Es tan grande esa alegrfa de los cristianos que, para expresarla, no alcanzan muchas veces las palabras; entonces se pasa al “jubilo” (sonido de la voz sin palabras, como cuando el gregoriano prolon- ga varias veces alguna vocal, por ejemplo en tantos aleluias). San Agustin se refiere varias veces al jubilo: ;Qué significa cantar con Busepio ve Cesarea, De laudibus Constantini 14, ™ Amsrosio, Expositio Ps. 118,7,29. ™ Amerosio, Explanatio Ps. 1,7. 2 Basitio Macno, Expositio in Ps. 41,2. Juan Crsostomo, Hom. In Epist. ad Ephes. 19,2. ™ Grecorio be Nisa, In Christi resurrectionem Oratio 4. 230 jubilo?: Entender que no puede explicarse con palabras lo que se canta con el corazon?® b) Pero ya acd comprendemos que una alegria tan inefable ante los misterios inenarrables de Dios no puede estar separada del amor. Es de nuevo Agustin quien puede testimoniarlo ante sus fieles: El cintico es asunto de alegria; pero si vamos a considerarlo con mayor cuidado, es asun- to de amor Bellamente lo explica San Atanasio, prolongando de algun modo la tradici6n rabinica: Las palabras de los salmos, himnos y cinticos son cantadas con efusi6n «’ ‘a voz, para observar el mandamiento de que los hombres deben amar a Dios de todo corazén y con todas sus fuerzas.” Siendo el amor del creyente que canta, el amor de un pecador, es coherente que San Agustin, comentando el salmo 91 u otros se detenga a veces a explicar qué significa all{ “es bueno confesar al Sefior, y salmodiar a tu nombre Altisimo”:” Confesiin no se dice so- lamente de los pecados, sino también de la alabanza.” Y profundizando en la relacién entre confesi6n de los pecados y alabanza dir en otro lado: No hay confesion piadosa y titil de los pecados donde no es alabado Dios, sea en el coraz6n, sea también de boca y de palabra.” Destaquemos por tltimo que el dolor de los pecados y el amor de Dios no solamente mueven al canto, sino que, a la inversa, el mismo canto, en la enséfianza de los Padres, puede hacer‘mucho para mover a ese arrepentimiento y a ese amor. Asf lo testimonia Ambrosio: Se canta el salmo y hasta los corazones de piedra se ablandan.™ 4. Porque el canto expresa y fomenta la unidad de la Iglesia a) Este aspecto del canto cristiano primitivo tiene tanto relieve en los Padres que mereceria una investigaci6n especifica. Ya hemos aludido a la participacién entusiasta de las asambleas litargicas en 25 Acustin be Hirona, Enarr. Il in Ps. 32. 2 Austin pe Hipona, Sermo 34,1. 2 Aranasio, Epist. ad Marcellinum 27. El texto original se diluye bastante en nuestra traduccién oficial actual para la Liturgia de las Horas: “Es bueno dar gracias al Sefior y tocar para tu nombre, oh Altisimo”. 2 Austin pe Hipona, Enarr. in Ps, 144,3. % Acustin De Hirona, Enarr. in Ps, 105,2. 3" Amprosio, Explan. Ps. 1,9. 231 mientas Pretoria que utilizaron los Padres para promoverla. La primera es el método responsorial, ya conocido de la sina- goga. Un solista modula las estrofas de los salmos o himnos y la sasamblea responde con un estribillo. Tertuliano atestigua el uso del aleluia como uno de los estribillos comunes.” Atanasio recuerda lo ‘que sucedié en un ataque de los arrianos durante una vigilia noc- Seghne : Por mi parte ..[juzgando] mds conveniente exponerme yo antes = ihque nadie al peligro, ~2ntado en el trono mandé al didcono que leyera el 2 salmo y al pueblo que respondiera “Porque es eterna su misericordia” y de esta forma se despidieran y se fueran todos a sus casas.* * .» La segunda herramienta recomendada por los Padres es el mé- todo antifonal. San Basilio la describe asi: ... Los fieles divididos en dos ys §Tupos, cantan respondiendo alternativamente al salmo, y de esta forma dan més solidez a su meditacién de las sentencias de la Escritura, al mismo tiem- +) po que se aseguran a si mismos la atenci6n y la estabilidad del corazén...* Pero volvamos a la teologfa que profundiza en los dos valores eclesiolégicos del canto de las sinaxis litirgicas: ser expresiOn de la ‘comunidad y al mismo tiempo realizador eficaz de la misma. Asf, r un lado, el Cris6stomo vera en el canto a una voz un simbolo de la Iglesia, un solo cuerpo de muchos miembros: En Ia Iglesia es ~*' mecesario que no se eleve jamas mds que una sola voz, como proveniente de un solo cuerpo. Ved por qué un solo salmista canta y cuando todos respon- den es como de una sola voz y como de una sola boca.*> Por otro lado, a la inversa, Basilio subrayaré c6mo de elevar juntos una misma voz :hacia el Sefior surge la fuerza de Ja union mutua: El canto del salmo " rehace las amistades, revine a los que estaban separados entre si... Por tan- :. to el canto de los salmcs nos procura el mayor de los bienes, la caridad... ya que retine al pueblo en la sinfonia de un mismo coro.* b) Otras imagenes a las que acudir4n los Padres para esta cate- quesis de la eclesiologia del canto liturgico serén: el coro del teatro griego, la citara con la variedad y unidad de sus cuerdas, el coro de los angeles, etc. ";# TeRTULIANO, De oratione 27. "33 ATANAsIO, Apologia pro fuga sua 24. % BasiLio MAGNO, Epistula 207. 38 Juan Crisostome, Hom. In-Epist. 1 ad Cor. 36,6. 3 Basitio MAGNO, Homilia in Ps. 1,2. 232 5. Porque el canto nos anticipa algo de la vida celestial Si la finatidad del hombre es alabar a Dios, no es otro el fin de la Iglesia. Al profundizar en nosotros la condici6n eclesial, el canto de la asamblea cristiana nos abre a la vida escatolégica. Los Padres lo ensefian desde varias perspectivas. a) El canto como “sacrificio espiritual” Uno de las vertientes por las que discurre la catequesis de los Padres es la interpretacién alegérica que hacen de ig instrumentos musicales cuando aparecen en los salmos. En su contexto pastoral dos son las justificaciones de esta interpretacién alegérica. Por un lado, la necesidad de apartar del culto cristiano los instrumentos que, entre los gentiles, estan habitualmente unidos al pecado de los cultos religiosos y de los excesos de las fiestas sociales y familia- res.” Por otro lado, la influencia que la creciente espiritualizacion del culto habia tenido en el judaismo contempordneo, ya antes de la destrucci6n del Templo, pero sobre todo después de la misma. En ella, se consideraba a los instrumentos musicales unidos a los sacrificios materiales del Templo, figura provisoria del sacrifico es- piritual que se esperaba de las nuevas comunidades de expectativa mesidnica como Qumram.* - ~ Ast aparece el tema del hombre como el verdadero instrumento musical, tanto por su vida virtuosa como por su vida comunitaria en la Iglesia. Y de alli su canto sera explicado como el sacrificio es- piritual propio de los cristianos en contraposici6n a los sacrificios materiales de los paganos y los judfos. Asi comentaba San Atanasio el salmo 49: Todo me sobra. Todos los animales del campo... todo esto es mio y nada me hace falta. Entonces, ; qué ofreceréis que resulte agradable para mi? La alabanza, el canto, la palabra divina. b) El canto como “cAntico nuevo” La expresién aparece ocho veces en el Antiguo Testamento, seis de las cuales en el Salterio. Se llamaba “nuevo” a un cantico en cuanto compuesto para aquella circunstancia, en cuanto no habia sido cantado anteriormente. Siempre responde a una nueva obra de Dios en favor de su pueblo. Asi lo atestigua Judit en cap. 16 » Cfr. CLEMENTE ALEIANDRINO, Pedag. II,4. % Himno T, 22-24: Yo me encuentro curado y ya ninguna cosa me volverd enfermo; y entonces yo cantaré con el arpa de Ia liberaci6n, con la lira de la alegria, etc. 233 después de haber cortado la cabeza de Holofernes con la ayuda divina y haber conseguido de este modo la victoria de Israel sobre el ejército asirio: Cantaré al Seftor un canto nuevo: Serior tii eres grande, glorioso, admirable en poder... Pero con mayor frecuencia el céntico nuevo se refiere a la escatologia, en la cual los salmos contemplan la victoria definitiva del Sefior sobre sus enemigos y la salvacion definitiva de su pueblo. En la ensefianza rabinica el c4ntico nuevo por excelencia es el de Moisés (Ex 15) en cuanto tipo del ~ .atico nuevo escatolégico que Israel podré cantar para siempre cuando el Mesias bead su liberaci6n definitiva. Ya en el Nuevo Testamento, el Apocalipsis (cap 5) atestigua que enel cielo, se celebra una liturgia en honor del Cordero de pie y de- gollado, ante quien los cuatro Vivientes y los veinticuatro Ancianos se postran cantando en su honor el cAntico nuevo que reza: Digno eres de tomar el libro y abrir sus sellos porque has sido degollado ... Es el himno definitivo de la nueva creaci6n, el “himno nacional de la escatologia”, donde todo serd nuevo, porque el que estaba sentado en el trono dijo: He aqui que hago nuevas todas las cosas (cap 21). Fi- nalmente, en el cap. 15 se pone en paralelo el CAntico del Cordero con el CAntico de Moisés. En el Cantico del Cordero se contempla entonces la realizacin de aquel cdntico nuevo que para el futuro anunciaba la tradicién rabfnica. Si bien los Padres apenas se han referido al aspecto escatolégico del cAntico nuevo, en la linea de los rabinos y el Apocalipsis, sin embargo se han detenido a explicar la expresién cuando aparece en los salmos. Asi el cAntico nuevo aparecera en ellos segun la pers- pectiva de renovacién aportada por Cristo a la antigua economia salvifica. Y esto en varios registros. T) Ante todo como la completa economia salvifica ahora centra- da en Cristo y el Nuevo Testamento. Asi afirmaré Jerénimo: El cén- tico nuevo es el Hijo de Dios crucificado, lo que nunca habia sido oido. Que la realidad nueva tenga nuevo el cantico.” Por eso, su universalidad que le permite ser cantado por toda la tierra, a diferencia del canti- co antiguo, limitado a Israel.” » Tract de ps.97,1 JERONIMO * Eusesi0, Demons, Evang. VI, 5-6. 234 Il) También el cAntico nuevo se referira a los componentes éticos de la nueva economia cristiana, sobre todo a la caridad. Varias ve- ces se refiere a ello Agustin. Por ejemplo: Al salterio de diez cuerdas, se lo entiende como a los diez preceptos de la ley. Ahora bien, cantar y sal- modiar suele ser ocupaci6n de los que aman... Por tanto la caridad [a dife- rencia del temor servil de los que estan en Ia ley] canta el céntico nuevo." Ill) Sin embargo, no van a faltar algunas bellas referencias esca- tologicas. Por ejemplo, respecto de la eclesialidad del cantico nuevo al final det +. tiempos: Cuando toda la tierra canta el cintico nuevo, casa de Dios es... Por tanto, por ahora se edifica; pero al fin de los siglos, es dedicada. O también comparaciones entre el canto actual en la tie- tra y el canto que lo superaré en el cielo: Nunca canta el ejército sino cuando haya vencido. Por tanto, porque en el presente lucho, no me falta el cantar. Cuando haya vencido, entonces cantaré. 6. Porque el canto nos asocia al himno de los angeles Con recurso al misterio del canto, los Santos Padres han explica- do también la unién primitiva del hombre con la creatura angélica y su consiguiente separaci6n a causa del pecado. Asf ensefiaran que Angeles y hombres participaban originariamente del mismo coro que cantaba a Dios; el pecado, en cambio trajo como consecuencia que el hombre quedara separado de dicho coro. Al respecto pode- mos recordar el siguiente testimonio: Dios constituy6 un niimero...de creaturas inmortales, de tal forma que también el hombre estuviera inclui- do en este conjunto. Porque también él habia sido creado en la incorrup- cion, para que pudiera celebrar el Rey y Creador de todas las cosas con un canto que viniera a ser una antifona a las voces angélicas del cielo.” A la luz de esta ensefianza, la venida del Sefior al mundo no tuvo otra finalidad que, reintegrando al hombre a su primitiva con- dicién, quedara de nuevo asociado a los Angeles. Oigamos a San Gregorio Magno: Porque el cien es un niimero perfecto, Dios tuvo cien ovejas cuando creé la substancia de los angeles y los hombres. Pero una oveja entonces perdié cuando el hombre, pecando, abandoné los pastos de 4“ Acustin De HipoNa, Sermo 336. * Jeronimo, Trac. de ps. 143, 9. © Merooio be Oumro, Convivium III, 6, 63. 235 la vida. Sin embargo, abandon6 a las noventa y nueve ovejas en el desierto, puesto que a aquellos sumos coros de los dngeles dejé en el cielo.# Ahora bien, dado que el ideal del culto en la tierra es reproducir con la mayor fidelidad el culto del cielo, los Padres ensefiarén con frecuencia que el canto de la asamblea cristiana est4 estrechamente unido al canto de los angeles. Esta catequesis se hard en varios re- gistros, sea que se tome el canto cristiano como imitacién del canto angélico, sea que se tome como participaci6n en él; sea que se ex- plique a partir del trisagio con la expresion “una voce ciendo a una sola voz”, o desde la expresién “sine fine dicentes=- diciendo sin cesar”. Veamos también: algunos ejemplos. Urgiendo a catecimenos ya ancianos a no demorar su incorporaci6n a los sacramentos, les dice Gregorio Niceno: Repite con nosotros las pa- labras que los serafines de seis alas cantan con los cristianos perfectos.© Predicando a los fieles que participan de una vigilia en el templo, el Cris6stomo les hace ver que est4n imitando el servicio continuo de los Angeles ante Dios: ... En esta celebracién, imitando la de los coros angélicos, ofrecéis continuamente al creador himnos de alabanza... En las alturas, los serafines lo aclaman tres veces santo; repite lo mismo en la tierra la multitud de los hombres y se forma un solo concierto festivo con los habitantes del cielo y de Ia tierra.® Conclusion En los ultimos dos Sinodos de los Obispos, se ha hecho referen- cia a la importancia del “ars celebrandi” y de la “catequesis mista- gogica” para revitalizar nuestras celebraciones. Evangelii Gaudium también quiso insistir en esta ultima. Estimo que si recuperamos en nuestra formacién teolégica y nuestra catequesis ordinaria las res- puestas que los Padres daban a esta cuesti6n central de la verdad y la practica del canto sagrado, nuestras celebraciones ganaran en la participacion “activa, consciente y fructuosa” del canto nuevo que brota del hombre nuevo. Que los Santos Padres nos iluminen y guien_con su intercesién. Grecorio Maco, Homilia in Evangelia Il, 34,3. 45 Grecorio De Nisa, PG 46,421. “ Juan CrisstoMo, Homilia 1,1. 236 Epilogo Con mucho gusto y agradecimiento hemos presentado las con- ferencias y, comunicaciones de estas Jornadas. Esta teologia pa- tristica, que se buscé profundizar, consistié en hacer exégesis de la Biblia in medio Ecclesiae; esto es, una reflexion racional de la Pa- labra, rumiada especialmente en la liturgia y orientada a servir a las necesidades del Pueblo de Dios. La proximidad y fidelidad a la tradicin apostélica y la familiaridad con la Sagrada Escritura, el intento de realizar la primera inculturacién, la defensa de la fe y a la vez el desarrollo del dogma, ; el sentido del misterio, el intento de sintesis y Ia visién sacramental de la revelaci6n hacen del periodo patristico un tiempo importante, decisivo e irreemplazable. Ojala este libro continue estimulando a contar con los Padres de la Igle- sia en la tarea de seguir pensando la fe y proponerla a las nuevas generaciones en las circunstancias y desafios que se nos presenten, no para repetir a los Padres sino para encontrar en ellos la fuente de inspiraci6n en una dindmica de fidelidad al Evangelio. Herndn Giudice _237

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