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Sue Klebold, la madre de uno de los jvenes que asesinaron

a 13 personas en la escuela secundaria Columbine en 1999,


por primera vez hace pblico su testimonio, con el lanzamiento
de su libro A Mothers Reckoning.

Han pasado 17 aos desde que su hijo Dylan Klebold y su


compaero de escuela, Eric Harris, asesinaran a 13 personas
en la escuela de Columbine y luego se quitaran sus propias
vidas. La madre de Dylan haba permanecido alejada de los
medios hasta ahora.

En su libro, Klebold habla de los momentos que precedieron la


tragedia, considerada la peor masacre en una escuela
secundaria de los Estados Unidos.

El propsito de Klebold, segn lo afirm en el programa


de Diane Sawyer en el medio ABC, es que los padres sepan
reconocer los sntomas en sus hijos y que puedan evitar una
tragedia como la que a ella le toc vivir.

Los comportamientos que pens que eran normales de un


adolescente con cambios repentinos de nimo eran seales de
deterioro psicolgico, dijo Klebold sobre el libro.

En su momento, las autoridades afirmaron que la tragedia


hubiera podido ser peor, debido a que Dylan y Eric pusieron
una bomba de propano hecha en casa en la cafetera de la
escuela, que nunca explot. Los estudiantes tambin haban
puesto bombas en sus vehculos para que los trabajadores de
emergencia que llegaran a la escena murieran.

El ltimo recuerdo de su hijo


Klebold recuerda la ltima vez que vio a su hijo, en la maana
de la tragedia, el 20 de abril de 1999.Lo escuch bajando las
escaleras, pas por la puerta de nuestra habitacin y
rpidamente fue hacia la entrada, como si estuviera atrasado.
Le grit Dyl!, me respondi Bye, y luego tir la puerta,
indic Klebold.

La escena del crimen


Cuando Klebold recibi una llamada de su esposo diciendo que
haba un tiroteo en la escuela de Dylan, la madre nunca pens
que su hijo fuera uno de los responsables. Las autoridades luego
confirmaron que Dylan estaba involucrado.

La Polica estaba ah y haba helicpteros sobrevolando, dijo


Klebold. Me acuerdo que pens si esto es verdad, si Dylan est
hiriendo a personas, alguien tiene que detenerlo.

En ese momento le ped a Dios que muriera, dije Dios, no


permitas que le haga dao a nadie', dijo la madre a ABC
con lgrimas en los ojos.

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