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Biblioteca de Economia | La concentracién del poder Celso Furtado | | economico en los | | Estados Unidos '| y sus reflejos en América Latina Los planos en que analiza esta obra la realidad del capitalismo contemporaneo son dos: por una parte, la transformacién radical de la estructura de poder econémico y de los centros de decision en los Estados Unidos; por la otra, las implicaciones que este nuevo “modelo” tiene para los palses de la periferia, Como consecuencia de! papel actual del Estado, que asegura un nivel de empleo aito y permanente con lo cual se mantiene la estabilidad de la demanda, y dada la conformacién de la “sociedad consumidora”, han variado fundamentalmente las pautas de fa concentracién capitalista acomodandose @ una realidad que permite a los “conglomerados” = mucho més que a las antiguas formas de concentracién - evitar los riesgos y acrecentar los beneficios, Desaparecidas las fronteras nacionales para el capital financiero que se incrusta en toda clase de procesos productivos, las naciones menos desarrolladas comienzan a sentir los efectos enajenantes de la politica de las nuevas formas de concentracién en los Estados Unidos. Tres son los ensayos que constituyen este libro, cuya unidad, sin embargo, esta preservada por tuna tematica comtin: la Preocupacién por Latinoamérica La personalidad de Celso Furtado es vastamente conocida por todos aquellos que se interesan por los problemas econémicos, politicos y sociales de América’ Latina. Celso Furtado nacié en la ciudad de Pombal (Brasil) en el ano 1920. ‘Comenzo su tarea de publicista en 1944 con su libro A Economia Brasileira, traducido a varios La concentracién del poder econémico en los Estados Unidos Bintioreca pe Economta y sus reflejos Teoria, critica, ESTUDIOS en América latina Celso Furtado € CENTRO EDITOR DE AMERICA LATINA. Exicin original: Um projeto para 0 Brasil (Bio de Janeiro, 1968), ‘Tradueciin de Rosa Cusminshy En su esencla los trabajos aqui contenides han tenide como orige Tas conferencias pronuncindas por el autor ante publicos latinoamericanos del Instituto Internacional de la Universidad de Chile y sus expos Ya Comisiin de Kconomin de Ia Cimata de Dipatados del Brasil © 1960 Gentro Editor de América Latina Piedsas 83~ Buenos Aires Hecho 1 depésito de ley Ampreso en la Argentina ~Printed in Argentina La concentracién del poder econdmico en los Estados Unidos y sus reflejos en América latina Las formas tradicionales de la concentracién La estructura de 1a economia norteamericana, en parti- cular Ja del sector manufacturero, presenta, desde hace ya mucho tiempo, un clevado grado de concentracién. El pro- eso de concentracién se inicié en los iltimos decenios del siglo pasado, cuando el mereado nacional aleanzaba su inte- gacién geogréfica y presentése desde cl comienzo bajo el doble aspecto de control progresivo por una empresa del mereado de un producto o grupo de productos, y de articu- lacién, bajo el control de un grupo econdmico, de las diversas etapas de un proceso productive: desde Ia obtencién de la materia prima hasta Ia manufactura del articulo de consumo final. Son éstas las modalidades clisicas de la integracién horizontal y vertical— euyo estudio constituye el punto de partida de la teorfa de las Iamadas formas imperfectas de merealo, ‘A partir de fines del siglo pasado? surgié en los Estados 4 Le Sherman Act fue aprobada en 1890, Celso Furtado Unidos una importante lesislacién cuyo objetivo era evitar que la concentracién de poder econdmico fuese utilizada cone tra el interés piblico, o aun que dicha concentracién se reali- zase. No obstante esa legislacién, In concentracién del poder econdmico continu su proceso, y ha venido acentusndose on Jos tiltimos decenios. Es verdad que la tendencia, observada a Principios de siglo, hacia el control total del mercado por tna empresa, no egé a prevalecer, Las formas clisicas del poder monopélico pasaron a un segundo plano. ‘Tendieron @ prevalecer las formas de organizacién oligopélica de Jos mereados que permiten la unién de diversos grupos en un esfuerzo conjunto para condicionar el comportamiento del eonsumidor, sin conflicto con la legislacién vigente? Ade- nis, aparecieron otras formas de concentracién que escapan 4 Jos esquemas tradicionales de control judicial y correspon= den mejor a las exigencias del capitalismo actual. Cualquiora sea el criterio adoptado para medir el fend- meno, s¢ Mega siempre a la conclusién de que un nimero pequefio de grandes empresas, organizadas bajo la forma de sociedades anénimas, tiende a controlar una fraccién ere= lente del poder de decisién en Ia economia de los Estados Unidos. El mejor criterio para medir el fenémeno do Ia concentracién es la importancia relativa de los actives netos * Para una identificacién de los 35 oligop do Ia industria manofacturera de los E: + véase William G. Shepherd, “Trends of Concentration in American Manofactumg Industries, 1947-1958” en Review of Economies and Statistics, mayo de 1964, La concentracién det poder econdmico en Estados Unidos 9 de las empresas, aunque se obtiene un resultado similar si se adopta como base del céleulo la importancia relativa de la facturacién®, Adoptado el primer criterio, se comprueba que las cien mayores firmas ocupan una posicién de predo- minio creciente en la economia de ese pais, y esa tendencia parece haberse acentuado en el perfodo de la posguerra, En efecto: entre 1929 y 1947, la participacién de las mayores 100 firmas en el control de Jos activos netos, en el sector manufacturero, apenas pas6 de 44 a 46 por ciento, en tanto que entre 1947 y 1962, el incremento fue de 46 a 57 por ciento* EL grado de concentracién del poder econdmico existente en los Estados Unidos se manifiesta en el hecho de que los activos netos de las 20 mayores sociedades anénimas manu- factureras eran, en 1962, tan grandes como los de las 419,000 ‘empresas menores, en un total de 420,000 empresas. Una euarta parte de los activos netos pertenece a los 20 mayores Grupos: Ia mitad a los 1.000 mayores y una cuarta parte a * Obtiénese resultado distinto si se toma como base la mano de obra empleada, pues el coeficiente de capital por persona empleada fs, en general, mayor en las empresas grandes, * Véase el abundante material estadistico presentado por los tese fimonios ante el Subcomité sobre Anti-rusts y Monopolio en el Se- nado de los Estados Unidos, particularmente las sesiones de julio # setiembre de 1964. Los datos estadisticos incluidos en el presente ensayo, cuando no se indica explicitamente la fuente, fueron tomados de esos testimonios, particularmente los del profesor Gardner Mens, os del Dr. John M. Blair, los del profesor Corwin ‘D. Edwards, los del Dr, Irwin Stelzer y los del profesor Ralph L. Nelson, 10 Celso Furtado Jos 419.000 restantes. Otro indicador del mismo fenémeno el hecho de que en 1963 las tres mayores empresas mamu- factureras obtuvieron ingresos brutos en un monto de 63.000 millones de délares, suma que equivale al ingreso bruto de todos los agricultores del pais.” Ese proceso de concentra cidn, que parece haberse acentuado,* debe ser observado aten tamente si pretendemos comprender las transformaciones que estin ocurriendo en la economia norteamericana y captar Ia naturaleza de las relaciones de dependencia que existen entre ella y las de las economias latinoamericanas. Entre los factores que actiian en el sentido de favorecer la conecentracién tienen papel relevante el tamafio reciente de Jas fabricas (eco as de eseala), la dimensién de los mer= eados, la tasa de crecimiento de esos mercados y el niimero medio de fabricas que las empresas deciden operar. El andlisis de la estructura actual de Ja economia norte: americana pone en evidencia que el grado de concentracién yaria mucho de un mereado a otro. A fin de medir el grado de concentraciém es corriente que se utilice como base la par ticipacién en cada mercado de les cuatro mayores empresas, Si se define como mereado una de las mil y tantas clases dé productos principales que salen de Ja industria manufacturera, ® La General Motors, la mayor empresa del mundo, tiene ae- tualmente beneficios superiores los ingresos fiscales de 48. de los fatados de la Unidn, Su facturacién se sitéa entre los dos tercios Jas tres cuartas partes del Producto Nacional del Brasil. ¥ 4 En 1965 fueron absorbidas cerca de 1.000 empresas y en 1966 un mimero todavia superior, Fa conceniractén del poder econémico en Estados Unidos any el coeficiente de concentracién varia de 3 por ciento en la industria de bloques de concreto y ladrillos, hasta 99 por ciento en la industria del aluminio primario. El hecho mas. significative que debe ponerse en evidencia, es que no existe correlacién positiva entre el grado de concentracién y el aprovechamiento de las economias de escala de produccién por las empresas dominantes, esto es, las cuatro mayores empresas que operan en los principales mercados. Aparen- temente, el funcionamiento de las fabricas que Hevan al ma- ximo la eficiencia desde el punto de vista teenolégico, no exige un elevado grado de concentracién, excepeién hecha de ramas industriales de importancia secundaria, La tendencia a multiplicar el mimero de fibricas seme- jantes, observada en las firmas mds poderosas, parece ser él I factor responsable de la concentracit En efecto, las cuatro empresas dominantes en las ramas més significa tivas operan término medio mds de 5 fabricas con esquemas de produccién semejantes, en tanto que las empresas menores solo excepcionalmente operan més de una fabrica. Ademis, se observa que cs en las industrias de mayor grado de con- centracién donde se presenta de forma més acentuada la tendencia a operar un niimero grande de fabricas similares, Asi, entre estas tiltimas (de 70 a 100 por ciento del mer- cado controlado por 4 firmas), las dos terceras partes de las fabricas “excedentes”” pertenecen a 4 3 dominantes, en tanto que en las industrias de débil concentracién (30 por “oxcedente”, a los fines del anil quella que duplica una ya existente en la empresa Se define como fabrica Celso Furtado lento o menos del mereado controlado por las 4 firmas ma. yores) menos de una quinta parte de las fibricas “exse- dentes” son operadas por las 4 empresas mayores, Ademis de operar un niimero elevado de fabrieas semejane tes, las empresas dominantes también operan fébrieas de ta- mafio medio relativamente grande. Esas fabrieas son dos Yeoes mayores que la media de las fébricas de las demis em= Presas. Sin embargo, esa tendencia a operar fibricas rela- tivamente grandes no es una caracteristiea de Ja ramas de mis elevado coeficiente de concentracién. Los datos estadie- ticos indican exactamente Jo contrario: son las industrins de menos concentracién las que, por lo general, presentan Ja tendencia a aumentar el tamafio medio de las fibricas. En sintesis: el anilisis de la estructura de Ia industria manufac furera norteamericana pone de manifiesto que el proceso de concentracién actualmente en curso se funda solo de manera secundaria en Ia necesidad de ampliar el tamaiio de las fé bricas para maximizar econom‘as de escala de produceién, Por otra parte, si se observa en el tiempo el proceso de concentracién, se comprucha que éste es més intenso en los mercados en que el crecimiento se produce mas Ientamente, ‘También se observa una correlacién negativa entre el tamao relativo del mercado y el grado de concentracién, Los dos fenémenos parecen estar relacionados, pues los mercados que recen lentamente tienden a perder importaneia relativa en el conjunto de la economia. La concentracién es més el resale tado del crecimiento lento que del tamafio original del met cado. Ja concentractén del poder econdmico en Estados Unidos El fenémeno de la conglomeracién En Ja medida en que avanzan los estudios empiricos del proceso de concentracién, se hace més evidente que las teorfas convencionales de las formas de mercado son de reducida uti- lidad para explicar el funcionamiento de una economia ea pitalista de avanzado grado de desarrollo, La preocupaciéa directa de eliminar a los concurrentes para obtener benefi- cios de monopolista, solamente se manifiesta en casos espe- ciales. Tampoco existe hase para afirmar que el imperative teenolégico, fundamento de las economias de escala de pro- duecién, sea el factor determinante de la evolucién estruc: tural del sistema econémico. En ottas palabras: los factores teenolégicos y econémicos identificados a partir de In teoria convencional de la empresa, no son eabalmente responsables del proceso de concentracién, Es que este tiltimo, aunque no haya abandonado los canales tradicionales, se realiza hoy dia principalmente por la via de la diversificacién 0 conglome- racién. © “Mais de 70 por ciento de las fusiones son hoy en dia del tipo conglomerado, reuniendo en una sola empresa firmas que operan en ramos que no tienen relacién mutua, Las consolidaciones entre ‘competidores —tipo horizontal —representan apenas un 12 por ciento de las fusiones, en tanto que al comenzar los afios cincuenta repre- sentaban mis del 30 por ciento.” Véase Richard Barber, “The New Partnership, Big Government and Big Business”, The New Republic, 13 de agosto de 1966, 4 Celso Furtado Analizando Ia estructura de las grandes empresas, sev rifica que ellas tienden a actuar en un nimero creciente de sectores, sin que exista necesariamente una relacién de tipo tecnolégico © vconém Yamos les 100 mayores sociedades anénimas, comprobamn que ellas aparecen entre las 4 mayores firmas de por lo menos Ja mitad de los mercados de mayor importancia. Por ejemplo: existen 66 clases de productos textiles considerados como mercados distintos; en mas de Ia mitad de e:0s mereados apa ecen entre las 4 mayores firmas por lo menos una de las 100 mayores sociedades anénimas del pais. Existen 81 cla: ses de productos quimicos; en 90 por ciento de los casos tno de los 4 mayores productores pertenece a la familia de os 100 grandes, y asi sucesivamente. La ampliacién del campo de actuacién de las grandes ‘empresas parece ser la earacteristica predominante de la ac- tual evolucién estructural de la economia norteamericana. Si comparamos las 1.000 mayores firmas manufactureras que funcionaban en 1950 con las 1,000 mayores de 1962, se observa la tendencia a la diversificacién. En efecto, las firmas que producian tan solo una clase de producto, dismi- nuyeron de 78 a 49; las que producian de 2 a 5 articulos dajaron su mimero de 354 a 223; por otro lado las que pro- ducfan de 16 a 50 articulos aumentaron de 128 a 236 y las que producian mas de 50 articulos pasaron de 8 a 15. Dos terceras partes de las 1,000 mayores firmas en 1950 tam- bién figuraban entre las 1.000 mayores en 1962. Observan- dolas mas de cerca, se comprueba que son las que mas am- ‘concentractén del poder econdmico en Estados Unides pliaron su campo de actividad y las que mejor defendieron s\posieién, Por lo demés, cuanto mayor es la firma, mas se hentia su tendencia a la diversificacién. lla emergente y répida expansién de los conglamerados econémicos —firmas que © ductivas no relacionadas— constituye el ras ante del actual proceso de concentracién en los Estados Unidos. El método corriente de crecimiento de los conglo- merados es la absorcién de otras firmas en operacién. Ejem- plo conspicuo es el de Textron, empresa originariamente textil que adquirié, en los dos iiltimos decenios, 70 empresas que operaban en 36 ramos de industrias diferentes. Ese gi tesco conglomerado actia ahora en una multiplicidad de cam= pos no relacionados, que van desde la fabricacién de heli- cépteros (siendo el mayor productor del: pais &n ese sector) hhasta la cra de gallinas, pasando por la produccién de equipos para la industria éptiea y por la fabricacion de aceites vegetales. Hay empresas que actian simulténeamente en la metalirgica, en cine y en el alquiler de automéviles, 0 que actéian en la mineria y en la radiodifusi6n. Desde el punto de vista de la teoria econémica convencio- nal, el conglomerado podria parecer una aberracién, porque no se apoya ni en las economias de escala, ni en las consabidas ventajas de Ia integracién vertical: reduccién de inventarios, sineronizacién de fases complementarias de un proceso pro- Guetivo, eteétera. No obstante, au vitalidad es evidente, pues ya constituye 1a forma predominante de organizacion de Ta produccién, Ella se basa en dos principios; invertir en male 16 Celso Purtado/ tuples sectores con un minimo de interrelacién. significa ducir el coeficiente de riesgo; en la lucha por el control fle un mereado es mas importante disponer de poder financi¢ro que perseguir una elevada participacién en ese mercado. El conglomerado surge asi como un fenémeno especitico del capitalismo postciclico. Eliminados los grandes ciclos de prosperidad y depresién, esto es, asegurada la estabilidad con un elevado nivel de empleo, una inversién que se dis- tribuye al azar entre un gran nimero de sectores productivos, se pone al abrigo de riesgos mayores. En otras palabras: eviladas las depresiones, las pérdidas ocasionales ocurridas en ciertos sectores son compensadas por ganancias en los ‘otros. La experiencia ha demostrado que, salvo casos de desorden administrative, no existe ejemplo de una gran em- Presa que no presente beneficios regulares. Por otra parte, una empresa de gran poder financiero es invulnerable a las pre- siones ejercidas en un mercado en el que ella tiene aplicada una pequefia fraccién de sus recursos, Dado su gran poder financiero, el conglomerado puede controlar un mercado en el cual ocupa una posicién aparentemente secundaria, pues siempre podré esgrimir la amenaza de que ampliaré su par- ticipacién. Actuando simultineamente en muchos mercados y armado de gran poder financiero, el conglomerado dispone de gran poder de maniobra, pudiendo siempre escoger el frente en el que le conviene tomar Ia iniciativa. En In com frontacién con otros conglomerados, su capacidad estraté- gica es, evidentemente, muy superior a la de una firma espe- cializada. La concentracion del poder econémico en Estados Unidos v Los estudios empiticos de los procesos de conglomeracién Ponen en evidencia que las firmas absorbidas, en general, eslin lejos de ser empresas en declinacién, Los eonglome- rados en expansion buscan, para absorber, empresas en ra~ pido crecimiento o que actiian en mereados cuyas potenciae lidades son reconocidas, Esos mismos estudios revelan que las empresas que se lanzan por la via del conglomerado pre- sentan una caracterfstica doble: a) declinacién en su tasa de crecimiento y b) tendeneia a la acumulacién de recursos li- quidos. Al encontrar dificultades para continuar creciendo en su sector, hecho que siempre viene acompaiiado de la eleva- in del cocficiente de liquidez, la empresa busea la diver- sificacién, siendo el camino mis fécil la adquisicién de otras empresas ya estructuradas y con posicién firme en otros mer- cados. Es evidente que también existe la diversificacién que resulta de la utilizacién de subproductos 0 de nuevas posi- bilidades abiertas por la investigacién tecnoldgica a cuyos resultados tiene acceso la empresa. Esa diversificacién por crecimiento endégeno es ampliamente superada por la conglo- meracién tipiea, resultante de la absorcidn de otras empresas. Sefialamos que la conglomeracién es un fenémeno del ca- pitalismo posteiclico, También seria apropiado calificarla de manifestacién de la época del consumo ditigido. En la medida en que la comercializacién asume la forma de una accién mas o menos articulada de algunos productores para forzar al consumidor a diversificar permanentemente sus compras y mantenerlas en un nivel elevado, el ciclo vital de cada producto tiende a reducirse. De ahi que la vida econd- Celso Furtado mica de cada linea de produccién y, hasta cierto punto, dé gran mimero de industrias, tienda a estrecharse. ‘Tanto obsolescencia rapida de los procesos tecnolégicos como da sustitucién acelerada de los articulos que Megan a manos (le Jos consumidores, influyen en el sentido de favorecer a las firmas que operan en un mayor niimero de frentes produeti- vos. Elciclo vital de estas firmas se parece cada ven menos al de un producto o al de una rama de industria, para asé= mejarse mas al del conjumto de Ja actividad manufacturera, Las consideraciones que acabames de hacer ponen en evie deneia la necesidad de reconstruir el marco teérico en el ual estamos habituados a trabajar, en lo que respecta a Ia organizacién de la produccién en las economias capitalistas, La empre Organizacién de la produccién, que busca su equilibrio en determinado mer ipica de Marshall, entidad responsable de la a través de la maximiza tasa de beneficio, con una estructura dada por los. precios telativos de los factores establecidos en los mercados y por el dominio de una goria analitica, Imente, una amalgama de capacidad gerencial-administrativa y control de luna masa critiew de recursos financieros. En una economia de precios administrados’, on la cual Ia tasa de beneficio fiende a fluctuar en torno de valores que estin implicitos nica, tiende a desaparecer como cate- conglomerado es, esen * Estimase que en los Estados Unidos cerea del 90 por ciento de los articulos mavufacturados tienen sus precios fijados. admis trativamente, esto es, el corto plazo, lependientemente de una sitnacién de mer- Wp connie da pater eninicy ot Eunos Unites en la propia programacién de la empresa, ¢l problema een- tral de ésta tiende a ser Ia hiisqueda de aplicacién remune- radora para el flujo. de nnevos recursos bajo su control. Contrariamente a la empresa marshalliana, instrumento desti- nado a remunerar cierto monto de capital, el conglomerado es esencialmente un mecanismo destinado a encontrar aplieacién para un flnjo de recursos que él mismo crea en forma per- manente, Existe evidencia empfrica de que las empresas que duscan la conglomeracién son aquéllas cuyo coeficiente de liquides tiende a superar los limites considerados como ra- zonables. el control de un flujo ereciente de reenrsos Tiquidos y la posibilidad de condicionar el comportamiento del consumidor mediante la propaganda, en el euadro de una economia de precios administrados, abren camino a la con centracién del poder econémico por la conglomeracién. El conglomerado es esencialmente un centro de decisiones de ba- se gerencial-financiera, Si el consumo de Ia colectividad orece principalmente por la diversificacién, y el progreso tecnolé= se innoven eon ere= En sintes ssico exige que los procesos productiv. ciente rapidez, es natural que Ja empresa tienda a diversifi- carse, si pretende mantener o aumentar su participacién en el sistema productivo. De esta forma, la empresa especializada y el mercado de capitales tienden a ocupar posiciones secun- darias en las economias eapitalistas, al mismo tiempo que s amplian las posibilidades de concentracién del poder econd- mico. Celso Furtado Los conglomerados geogrificos y la integracién econémica Latinoamericana EL fendmeno de Ia conglomeracién se presenta tanto hajo Ia forma de diferenciacién funcional como de dispersién geo- grifica, o bajo ambas formas combinadas. La empresa que actia en distintos esp: ios eoonémicos adquiere en cada uno de ellos, en rel; cién con los competidores locales, ventajas semejantes a Jas del conglomerado funcional que opera en mereados no relacionados de un espacio econémico dado. En Jos dos casos la fuerza principal del conglomerado deriva de su poder financiero y de que sus recursos estin dispersos. Las ventajas de la dispersién geogréfica son particularmente gran- des, pues Ia experiencia obtenida en cierta Ifnea de produecién en una de las areas puede ser utilizada en otras. La unién de Jas dos formas de conglomerado amplia considerablemen- te las posibilidades de concentracién del poder econdmico. En efecto, Ia gran unidad multifuncional y multinacional cons- tituye la forma superior de organizacién de la economia ea pitalista. La expansién del capital norteamericano en el Brasil y en paises de América latina en general, asume la forma, prac ticamente exclusiva, de penetracién de grandes conglomera- los. La estructura de éstos y el grado de concentracién del poder econémieo que se implanta con ellos, no han sido objeto de un estudio sistematico hasta el presente. Sin embargo, es- studios preliminares indican que la expansién de Jos grandes / La concentracién del poder econémico en Estados Unidos 2 conglomerados es por lo menos tan grande en América latina como en los Estados Unidos. Mientras en este dltimo pais, en 1962, las 1.000 empresas manufactureras mayores con- trolaban tres cuartas partes de las ventas totales en América latina, ya en 1950, 300 filiales de empresas americanas res- pondian por un 90 por ciento de las inversiones realizadas por las empreses estadounidenses en la regién.” Si bien los studios sobre esta materia son aun preliminares, existe alguna evidencia de que las empresas extranjeras —en su gran ma- yoria conglomerados norteamericanos— controlan de un 50 por ciento de las industrias dindmicas, esto es, de las en el proceso de desarrollo de América au 7 dustrias Iideves Jatina, En los paises de la regién que estin en desarrollo, esas industeias erecen con tasas que son muy superiores a las del sector manufacturero. Se ha observado que, aun en los paises de estancamiento econ6mico relativo, las referidas in- dustrias encuentran condiciones para expandirse. Por lo tanto, cabe reconover que los conglomerados norte- americanos estin actualmente integrados en las economias nacionales Iatinoamericanas y son, dentro de estas iltimas, el sector en més répida expansién. Siendo asi, hasta qué punto es adecuado utilizar el concepto de sistema econdmico Teniendo en cuenta que los conglomerados definen su estrategia, uno eon wional en el anilisis de estas economias? respecto a los demas y cada uno con respeeto a los competi- dores locales, a partir de una perspectiva de conjunto y en 1 Tos datos relativos a América Iatina son de El financtamiento externo de América latina, Naciones Unidas, 1964, pig, 238. Celso Furtado funeién de un proyecto de crecimiento propio, sera dificil conciliar esta realidad como la idea de sistema econdmico nacional, ¢l cual supone una unificacién de las decisiones en fancién de intereses especificos de una colectividad nacional. La penetracién de los conglomerados nortcamericanos en las industrias mamifactureras de América latina es un fendmeno posterior a la gran depresién de los aifos treinta. Es a pastir de la Segunda Guerra Mundial que esa penetracién aleanza gran intensidad, particularmente en aquellos paises, como el Brasil, que ya habian pasado por una primera fase de desa- rroJlo industrial. Como la penetracién se hace en todas partes independientemente del grado de desarrollo industrial ya al- canzado, se interrumpe, de manera general, la formacién de una clase de empresarios con claro sentido nacional. No es que los empresarios nacionales hayan desaparecido, sino que fueron progresivamente impedidos de formarse eon una visién de conjunto del desarrollo industrial del pais e impedidos de tener acceso a los sectores de vanguardia de Ia actividad ine dustrial. Desde Jas fuertes posiciones financieras que ocupan, Jos conglomerados extendieron ripidamente su control sobre Jos sectores manufactureros més dinémicos. Por otra parte, los hombres més eapaces surgidos de las industrias locales, pudieron ser captados para integrar Ia nueva clase gerencial all servicio de los conglomerados, La accién empresarial nacio« nal se vio restringida a sectores secundarios 0 decadentes, o all trabajo de pioneros, esto es, la apertura de nuevos frentes que serfan més adelante ocupados por las grandes organia extranjeras. La concentractén det poder econdmico en Estados Unidos 23 Si se admite que las estructuras econémicas Jatinoamericanas in profundamente penetradas por una estructura multina- ional de conglomerados, cuyos centros hegeménicos se en- cuentran por To general en los Estados Unidos, eabe inferir que se realiza actualmente un doble proceso de integracién: integracién dentro de a regién de las filiales de los conglo- merados e integracién del conjunto de Ja regién con la econo mia norteamerieana, Tal integracién refleja mas In estructu- racién de un sistema de devisiones derivado de las nuevas formas de concentracién del poder econdmico, que la formacién de un espacio econémico destinado a permitir la utilizacién més racional de los recursos productivos. A 1a luz de estas consideraciones purece ocioso inquirir si existe en los paises Iatinoamericanos una clase industrial con madurez y sentido de identidad nacional, capi, de encaberar el proceso de desarrollo de los respectivos paises. El estudio de Jas estructuras actuales pone en evidencia que una clase coma sa, aun alli donde ha Hegado a desarrollarse en una primera ‘etapa, ya no podria proseguir en su proceso de maduracién, En Ja medida en que se fue insertando dentro de Ia economia nacional la estructura de decisiones formada por los conglo- merados, se tornd cada vez més dificil para el empresario Jocal captar el comportamiento del conjunto del sistema, En ronsceuencia, los sectores Tigados a las transformaciones es- tructurales del sistema econdmico se hicieron cada vea mis inaccesibles al empresario local, y aquellos sectores que re quieren una rapida asimilacién del progreso teenolégico de- bicron ser progresivamente abandonados. Celso Furtado La reduccién de la clase de empresarios nacionales aun Papel de dependencia, interrumpié en América latina el pro- ceso de desarrollo auténomo de tipo capitalista, que apenas Megé a esbozarse. En el transcurso del iiltimo cuarto de siglo, siempre que el desarrollo latinoamericano tuvo que apoyarse en la industrializaciOn,refle6 Ia estrategia de Ia superestruc- tura de conglomerados, lo cual implicé una ereciente depen- dencia externa, 0 una accién del Estado nacional. Las empresas auténticamente nacionales y privadas, eon raras excepoiones, tuvieron un comportamienta reflejo, cumpliendo tareas auxi- Tiares 0 confindndose a sectores estacionarios. Las tinicas em- Presas nacionales que actuaron en seclores estratégicos fueron Jas estatales. Volta Redonda, Valle del Rio Dulce, Petrobris, no hubieran existido sin la iniciativa y el apoyo del Estado. Y sin & tado, el sistema econdmico nacional, hoy profundamente des articulado, simplemente no s¢ habria formado. Debilitar al Estado como centro auténomo de decisiones no significa entre nosotros fortalecer a la iniciativa privada; significa, nunciar a la formacién de un sistema econémico nacional, as y otras empresas cuyo soporte decisivo fue el Es esto es, a un sistema de produecién articulado en funcién de los intereses de la colectividad nacional. En Ja medida en que se comprenda claramente Ja importane cia de este problema, se tendra una nueva temética ligada al desarrollo. Asi, 1a naturaleza, el aleance y los riesgos de la Hamada politica de integracién latinoamericana podran ser colocados bajo una nueva luz. Lo mismo puede decirse con res- pecto a Ja controyersia en torno del papel del Estado en el Ln concentracién del poter econdmico en Estados Unidos desarrollo, Si se elimina el desarrollo sobre la base de un pro- yecto nacional esto no seria compatible con la preservacién de Ja identidad cultural, por To cual no esté de més afirmar que Ia politica de desarrollo y Ja lucha por la preservacién de Ja personalidad nacional tenderin a confundirse en nuestros paises. La preeminencia mundial de la economia de los Estados Unidos en la posguerra Uno de los problemas que se presentan al estudioso de la ‘economia internacional contemporanea, es el de la incertidum= bre con respecto a la definicién de sus lineas evolutivas ba sicas. Presenciamos mutaciones significativas en Ins estruc- turas de la economfa internacional sin que, con todo, poda- mos identificar con seguridad los trazos esenciales de un nue- yo sistema, que imaginamos irf a prevalecer en un futuro no demasiado distante. Como para orientamos, tanto como es tudiosos de procesos econémicos particulares como en calidad de famcionarios con pretensiones de actuar directamente sobre Ja realidad, necesitamos hipétesis explicativas del compor- tamiento actual y de las tendencias a mas largo plazo de Ia economia internacional, es natural que Ja situacién presente conduzca a perplejidades: se traumatiza la accién y s¢ reduce el aleance de la reflexién, Qué forma bisica presentar la economia intemacional en los préximos afios? 2Estard ¢8- tructurada principalmente en torno a uno 0 varios centros or denadores? Serin los criterios valorativos subyacentes « ese 28 Celso Furtado ordenamiento, definidos a partir de conjuntos nacionales 0 multinacionales? En el caso de que los grupos operativos de mayor relevancia Hegaran a ser los conjuntos multinaciona- Jes, qué criterios se utilizarin para agregar 0 desgregar intereses nacionales? En fin, se impone toda una temitica, eu Yos puntos esenciales son: a) gquién define los eriterios de valor sin Jos cuales no es posible estublecer esquemas de ra- cionalidad formal?; b) zquién ordena la coaccién, sin la eual no es posible asegurar la eficacia operativa de un sistema social? La perplejidad ante la fisonomia futura de 1a economia internacional es un fendmeno reciente. Hasta fines de los affos cineuenta se admitia, sin discutir explicitamente el problema, Ja prevalencia de un sistema de poder mundial que, a partir del fin de la dltima guerra, se venia organizando bajo la hege- monfa de los Estados Unidos. ‘Tres drdenes de factores con: tribufan a que se estructurase un sistema internacional de tipo nuevo, En primer lugar estaban los factores de orden. poli« tico, derivados de la tutcla militar norteamericana estableci a a partir de Ia ultima guerra. Admitiéndose como inconce- bible, fuera del bloque soviético, un sistema de seguridad que no tuviese como iiltimo elemento de apoyo al poder militar de los Estados Unidos, pareeia evidente que no sélo existia una Superestructura politica mundial, sino que ésta tendia a con- solidarse, en funcién del avance cada vez mayor del poder militar de los Estados Unidos. En segundo lugar estaban los factores derivados de la posicién de la economia noxteameri« cana en el mundo: el potencial de recursos naturales, el con- La reestructuracién de la economia internacionat 29 trol ejercide por las empresas noxteamericanas sobre fuentes de materias primas fuera del territorio de los Estados Unidos, Ja enorme acumulacién de capital ya aleanzada en ese pais, a yentaja relativa adicional obtenida durante la vltima gue- ra, la masa de recursos que el gobierno norteamericano pasd a dedicar a los avances de Ta tecnologia militar, eon beneficios indirectos de varios drdenes para Ia economia, el yolumen reciente de las inversiones norteamericanas en el extranje- 10; en fin, abundaban los indicadores de que la economia norteamericana ocupaba una situacién sui generis en el cuadro de la economia mundial. A partir de ese subconjunto de enor- me importancia relativa y considerable avance en términos de capitalizacién y de progreso teenolégico, parecia natural la emergencia de un sistema econémico internacional eapaz de proporcionar unidad de direecién a la economia mundial, Por Ultimo, estaban los factores derivados de la existencia del sis- tema monetario internacional, que se apoyaba en las institn- ciones de Bretton Woods. Las cixcunstancias particulares de Ja posguerra, que hicieron de los Estados Unidos, durante cerca de un decenio, el tinico pais con una oferta elistica en el plano internacional, tinica fuente de bienes de capital y Xinico centro capaz de conceder financiamiento de medio y largo plazo, permitieron que se consolidasen las instituciones de Bretton Woods y se transformase el délar en instrumento de acumulacién de una liquidez internacional que tendia a erecer con el volumen de las transacciones internacionales. De esta forma, los Estados Unidos adquirieron el privilegio de emitir moneda de curso internacional, esto es, de imprimir Gelso Furtado ‘un papel moneda que, por tener garantia del gobierno norte: Americano, poseia poder liheratorio en todos los paises del mundo. El sistema econdmico internacional que surgié bajo Ia he- gemonia norteamericana es esencialmente distinto del que se formara en el siglo diecinueve bajo la preeminencia britinica. En este iiltimo caso se trataba, biisicamente, de un sistema de division internacional del trabajo, el cual exigié Ia apertura creciente de Ia economia inglesa. La relacién entre las impor= taciones y el producto nacional de Gran Bretafia subié de & 30 por ciento durante el siglo que precedié a la Primera Guerza Mundial, Inglaterra se especializaba en la produccién manufacturera, en la cual se concentraba el rapido avance tee nolégico de la época, y abria sus puertas a la produecién ex: tranjera fundeda en la abundancia de recursos naturales y de mano de obra. El sistema econémico asi formado se pre: sentaba como una articulacién de economias nacionales, exise tentes aun en el cuadro de un estatuto colonial, en un mercado internacional, El nuevo sistema resultaria de la proyeccién internacional de un conjunto de grandes empresas norteamericanas, De esta forma, la economia propiamente dicha de los Estados Unidos no vendria a presentar modificaciones estructurales de mayor signifieacién. La participacién de las importaciones (y de las exportaciones) en el producto nacional permanecié estacionaria a bajo nivel, inferior al cuatro por ciento, Como las empresas que tendieron a proyectarse a escala mundial estaban estruc- turadas en oligopolios dentro de la economia de los Estados La reestructuracién de Ia economia internacional aL Unidos, tendria que reproducirse un sistema similar de deci- siones en eseala multinacional, Asi, a diferencia de la antigua economia internacional, fundada en un mercado internacional dde productos, la nueva comendé a definirse como un sistema de decisiones de ambito multinacional, cuya coherencia deriva de criterios valorativos establecidos a partir de la realidad interna de la economia norteamericana. Esta titima, al con- servar un gran margen de autonomia frente al resto del mundo, estaria en condiciones privilegiadas para ejercer el papel de centro estabilizador y orientador de la economia mundial. Para captar la naturaleza del nuevo sistema de economia internacional surgido en la posguerra, es necesario tener en cuenta Ja evolucién reciente de las estructuras capitalistas, par ticularmente en Jos Estados Unidos. El rasgo mas significa- tivo de esa evolucién se manifiesta en el papel estratégico asumido por el Estado como instrumento estabilizador de las conomfas nacionales. El uso de las politicas monetarias y iscales para proporcionar estabilidad a los sistemas econd- micos nacionales a un nivel relativamente elevado de ocupa- cién de la fuerza de trabajo, abrié una nueva fase evolutiva al eapitalismo cuyo aleance ain no puede ser advertido en toda su complejidad'*, Lo que ya se ve con claridad en este capitalismo postet- clico, es que no solamente Jas funciones econémicas del Es- tado, sino también la naturaleza de poder econémico, tienden 4 pasar por profundas alteraciones. La estabilidad de los sis- 1 Véase la primera parte de este libro y John K. Galbraith, The Industrial State, Londtes, 1967.

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