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Apenas comenzando el tercer milenio estamos viviendo la vorágine de una revolución tecno-
científica de impredecibles consecuencias para el ser humano y su entorno. En el ámbito de la
medicina y la biotecnología, esta búsqueda -al parecer inagotable- de nuevos métodos de
diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que nos aquejan, unida al avance impresionante
de la informática, las comunicaciones y la biotecnología, parecen conducirnos a un nuevo
mundo, donde la inmortalidad aparece como una utopía alcanzable.
Esta nueva percepción del hombre como sujeto de experimentación en sí mismo, para alcanzar
la vida eterna ante la ausencia de enfermedades y la longevidad extrema de cada una de sus
partes, tiene su paradigma en el tema que hoy nos convoca: el genoma humano y la terapia
génica.
El estudio del genoma y la aplicación de sus potencialidades tiene implicancias sociales,
políticas, económicas y culturales que van mucho más allá de lo que tradicionalmente ha
preocupado a la ciencia, debido a las consecuencias, beneficiosas y también nefastas, que
puede tener su uso, en especial para las futuras generaciones. Por lo tanto, es un tema que
debe preocupar no sólo a los médicos, sino que debe ser revisado y calificado por todos y cada
uno de los miembros de la comunidad, a los que se les debe dar una información conveniente y
completa como para obtener su opinión al respecto.
Como el marco antes señalado significa una enorme cantidad de contenidos que es muy difícil
exponer en una sola ocasión, me abocaré específicamente a aquellas materias que más nos
preocupan desde la perspectiva de la Bioética. Así, me referiré en primer lugar a las
implicancias médicas, legales y éticas que tiene; y, enseguida, haré una breve revisión de las
políticas que se han adoptado para proteger este patrimonio común de la humanidad, según
definición de la UNESCO.
Proyectos de investigación del genoma humano
Existen dos proyectos de gran importancia en el ámbito mundial: el Proyecto del Genoma
Humano (HUGO) y el Proyecto de Diversidad del Genoma Humano (HGD).
Proyecto HUGO (Human Genoma Organization)
Es un programa creado en 1988 por el gobierno federal de Estados Unidos para acelerar la
investigación sobre el mapeo genético, con el objetivo de analizar molecularmente la herencia
genética humana. Ha convocado a los más destacados biólogos y genetistas del mundo, en el
diseño de un trabajo colaborativo: la Organización del Genoma Humano (HUGO), que comenzó
sus actividades en 1990, con el propósito de coordinar la investigación del genoma a nivel
internacional, intercambiar datos, entrenar personal para implementar nuevas técnicas y
divulgar sus descubrimientos; así como para debatir los problemas que se plantearan, desde
un punto de vista social, ético y cultural. Contando con un presupuesto de US$ 3.000 millones
para quince años de trabajo, el gobierno de Estados Unidos dispuso que un porcentaje de los
aportes internacionales obtenidos para estas investigaciones se destinara al estudio de sus
aspectos éticos y repercusiones sociales.
Junto con iniciativas europeas en el mismo sentido, en nuestra Región se creo también un
Programa Latinoamericano del Genoma Humano, en 1992, con su secretaría permanente en la
Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
El Proyecto HUGO se propuso como meta disponer de los mapas genético y físico en el año
2003. Sin embargo, los progresos registrados han superado ampliamente las expectativas, con
la incorporación de la informática y de nueva biotecnología, llegando a obtenerse el mapa
genético completo ya en 1994 y el mapa físico en 1997. Actualmente se trabaja en la ubicación
de marcadores espaciados cada 100.000 bases y se ha iniciado la secuenciación a gran
escala. El cumplimiento de este hito ha sido anunciado en junio de 2000 por el Presidente de
Estados Unidos y el Primer Ministro de Gran Bretaña. Según señala el Centro de Investigación
sobre el Genoma Humano, de Estados Unidos,
(http://www.ornl.gov/TechResources/Human_Genome/home.html) la secuencia total del
genoma humano y sus variantes naturales estará disponible en el 2003, con un 99,9% de
confiabilidad.
Implicancias del Proyecto HUGO y la ingeniería genética
El segundo objetivo a alcanzar por el Proyecto HUGO es orientar toda esta investigación
genética en beneficio de la humanidad, logrando un diagnóstico precoz y eventualmente la
curación de las enfermedades llamadas hereditarias y otras, como el cáncer, que quizás
guardan relaciones menos claras con los genes.
Todo ello mediante la terapia génica, que tiene cuatro acepciones: la somática (tratamiento de
las células enfermas), la germinal (para evitar la transmisión hereditaria de enfermedades), la
perfectiva (manipula los genes para mejorar ciertas características) y la eugénica (que busca
mejorar cualidades complejas del individuo, tales como la inteligencia). Además, la ingeniería
genética permite la creación de productos transgénicos, por modificación del ADN de
organismos de diferentes especies (soldando partes de cada uno) que dan origen a una
molécula recombinante que luego logra multiplicarse.
- Por último, se debe revisar el principio de la justicia, que tiene particular relevancia al apreciar
que existe una clara inequidad en la distribución de los recursos destinados a investigación
genética en el mundo, tanto a nivel de desarrollo de proyectos como de poblaciones
potencialmente beneficiadas.
Desde una perspectiva solidaria la aplicación de este principio en términos distributivos debe
traducirse en un esfuerzo de quienes tienen más, en este caso los gobiernos de los países
desarrollados y las grandes empresas patrocinadoras de investigaciones, en vías de ofrecer los
beneficios de estas técnicas a los grupos y personas de menor capacidad económica o más
desprotegidos. Mirando ahora en su globalidad estos descubrimientos, el genoma humano ha
de ser considerado un patrimonio de toda la humanidad, por lo que se debe establecer una
conducta generalizada, a través de acuerdos obtenidos internacionalmente y respetados por
todas las partes, para que sean protegidos a ultranza los derechos de las personas y de las
comunidades, así como el medio ambiente, para beneficio de las futuras generaciones.
Mecanismos regulatorios
Existen posiciones muy encontradas en lo que se refiere a regulación de las investigaciones y
aplicación de los conocimientos adquiridos por la ingeniería genética. Desde algunos que
señalan que es propio de la humanidad, y a la vez su privilegio y su responsabilidad, haber
llegado a ser capaz de dirigir el proceso al cual debe su surgimiento, por lo que se puede y se
debe actuar cualitativamente en el campo genético; hasta aquellos que rechazan
absolutamente cualquier intervención artificial en los procesos naturales que han devenido en
el ser humano actual, luego de miles de años de mutaciones determinadas por la naturaleza y
no por la ciencia, en procesos de selección genética equilibrados.
Pareciera que la mejor respuesta al problema enfrentado no se encuentra en ninguno de esos
dos extremos.
Debemos reconocer y aceptar que este proceso tecnocientífico ya se ha iniciado y es imposible
de detener -y tampoco se debería detener- por lo que nuestra posibilidad de actuar se
circunscribe a establecer claros límites que impidan un desenlace nefasto para la humanidad.
Con este marco referencial adquieren una importancia superlativa los mecanismos regulatorios
legales, los acuerdos internacionales y, en especial, una internalización del pensamiento ético
en los investigadores y las entidades que patrocinan proyectos en este campo.
Regulación por leyes y reglamentos
Respecto de la regulación por leyes y reglamentos establecidos por el Estado, hay también
corrientes divergentes. Algunos sustentan que los investigadores deben colaborar con los
poderes públicos para evitar una explotación de sus hallazgos que sea contraria a la ética, pero
agregan que en un sistema democrático las prerrogativas del Estado deben ser muy limitadas y
legitimadas a través de procesos de toma de decisión altamente participativos. Hay otros que
preconizan un mayor control de la sociedad sobre la investigación científica, por los riesgos que
supone dejar al libre albedrío de los científicos aquellas decisiones que pueden afectar el
basamento mismo de la comunidad. Coincidimos con esta postura de establecer con claridad
que los científicos son moralmente responsables de sus investigaciones, en especial ante las
comunidades donde se hayan insertos, si su trabajo tiene el potencial de producir efectos
perjudiciales. La forma de establecer esos, derechos, obligaciones, responsabilidades y
limitaciones de manera perfecta, es a través de leyes y reglamentos que sean ampliamente
discutidos entre todos los involucrados, es decir, la sociedad entera, con un mundo científico y
un mundo civil plenamente conscientes de los enormes beneficios que puede significar este
avance biotecnológico, pero al mismo tiempo con una comprensión cristalina de los riesgos que
implica.
Acuerdos internacionales
Desde la década de los 70 se han efectuado numerosas reuniones en el ámbito internacional,
tanto de entidades científicas como de organismos intergubernamentales, que han llamado a
definir marcos regulatorios, en el plano científico propiamente tal, en el ámbito social y
económico y desde una perspectiva ética.
En general, los documentos suscritos en estas instancias coinciden en señalar: la necesidad de
que haya libertad de investigación, conciliando la libertad del investigador con los derechos
humanos y los valores sociales involucrados en el desarrollo tecnológico; los grandes
beneficios que pueden obtenerse de esta nueva biotecnología, que debe ser analizada
comparativa y proporcionalmente con los riesgos que involucra; la aceptación de la
manipulación de genes en células somáticas para el tratamiento de enfermedades y el reparo a
la manipulación de células germinales cuando su objetivo es eugénico; la indispensable
participación informada y voluntaria de los sujetos de experimentación y de las comunidades en
cualquier ensayo de esta naturaleza; y la necesaria supervisión y control por parte de
organismos científicos y sociales internacionales, así como por el Estado de los países donde
se realicen ensayos clínicos y aplicaciones terapéuticas de la ingeniería genética.
El acuerdo internacional más destacado en esta materia tuvo lugar en la UNESCO, luego de
varios años de debate, con la promulgación -en noviembre de 1997- de la Declaración
Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos. En esta Declaración, este
organismo dependiente de Naciones Unidas establece su posición frente al tema en 25
Artículos, que abarcan desde la definición del genoma humano en términos humanísticos hasta
la implementación de medidas concretas en los países que permitan proteger este patrimonio
de la humanidad.
De manera muy resumida, podemos señalar que en su Artículo 1 establece que "el genoma
humano es la base de la unidad fundamental de todos los miembros de la familia humana y del
reconocimiento de su dignidad y diversidad intrínsecas. En sentido simbólico, el genoma
humano es patrimonio de la humanidad". El Art. 2 se refiere al respeto de la dignidad y respeto
de las personas. Los Art. 3 y 4 aluden a las condiciones naturales del genoma. Los Art. 5 al 9
se refieren pormenorizadamente a los derechos de las personas, respetando los principios de
protección igualitaria de la especie humana, de inviolabilidad de las personas, de no-
comercialización del cuerpo humano, de la no-discriminación, de la confidencialidad y, muy
latamente, el consentimiento libre e informado. Los Art. 10 al 16 abordan los temas de las
investigaciones y el ejercicio de la actividad científica, reafirmando la libertad de investigar, pero
estableciendo un claro rechazo a prácticas como la clonación con fines de reproducción de
seres humanos y también mecanismos regulatorios y de control que deben quedar a cargo de
los Estados. Los Art. 17 al 21 contienen consideraciones necesarias para la solidaridad y
cooperación internacional en este campo, así como recomendaciones para fomentar la
aplicación de los principios contenidos en la Declaración. Termina con los Art. 23 al 25,
haciendo hincapié en la necesaria colaboración de los Estados para la aplicación efectiva de la
Declaración, por medio de la educación, la formación y la información que permitan su
reconocimiento por parte de todos los involucrados. En este aspecto se destaca la necesidad
de fomentar los intercambios y las redes entre comités de ética independientes, a medida que
sean establecidos, para favorecer su plena colaboración.
Incorporación de un pensamiento ético en los investigadores e instituciones
Por mucho que se legisle y se norme, por más que se llegue a acuerdos entre países y dentro
de las sociedades en torno a este tema, quienes siguen teniendo toda la potencialidad que su
mente y los recursos económicos les permitan, son los científicos y las entidades
patrocinadoras de estas investigaciones. El riesgo de la comercialización de los genes
humanos y de los productos transgénicos, introduciendo una variable económica de muchos
millones de dólares en la toma de decisiones sobre qué investigar y qué producir, es una
realidad innegable en muchos países.
Solamente una visión ética y bioética que surja de la reflexión de los propios científicos y que
sea inducida progresivamente a todos sus pares utilizando los mecanismos de difusión de
conocimientos y autocontrol que les son propios (Congresos, publicaciones, work shop, etc.)
podrá permitir que se establezca un campo de acción delimitado y respetado en esta materia.
Palabras finales
Quisiera terminar esta exposición con una referencia a Hans-Martin Saas, citado por la Dra.
María Teresa Rotondo, de Uruguay, en la Reunión de la Subcomisión de Bioética del
Parlamento Latinoamericano, realizada en Sao Paulo el 12 y 13 de junio de 1996, y a la que
felizmente pude asistir en representación del Programa de Bioética de OPS/OMS.
"Refiriéndose a los límites morales de la biotecnología, Saas establece que la necesidad de
una guía moral y social en esta esfera, no supone una nueva ética, sino una reconsideración
seria y prudente de la ética tradicional, con sus cargas morales y políticas. Así como los
Estados pueden proteger o destruir la cultura, al proteger o destruir la libertad, pueden también
disminuir los riesgos a través de reglamentaciones prudentes o por el contrario, aumentar el
riesgo como consecuencia de procedimientos administrativos peligrosos o incompetentes. Los
gobiernos pueden alentar la aceptable manipulación para mejorar los estándares de la
civilización y pueden desalentar el aventurarse en nuevas investigaciones y terapéuticas,
mediante una ética defensiva o limitativa para la ciencia, la tecnología y el comercio; o bien,
pueden adoptar una ética agresiva, en la que se analiza el mundo de la tecnología y se trata de
aplicar los resultados al desarrollo de acuerdo a las prioridades culturales y morales. Siendo
ésta última por la que opta Saas -en una posición que compartimos- le confiere las siguientes
ventajas: a) hay un aprovechamiento total de los beneficios de las tecnologías, que incrementa
las capacidades médicas, económicas y culturales, disminuye los niveles de sufrimiento de la
gente y mejora los niveles de la civilización; b) se dispone de un progreso tecnológico
proyectado al futuro, que permitirá desarrollar programas y tecnologías menos costosas y de
menos efectos colaterales; y c) hay un claro protagonismo del conocimiento y la capacidad de
la alta tecnología en una sociedad democrática que permite dirigirla hacia el provecho cultural y
material.
Una breve y rotunda conclusión que se puede obtener de todo lo expuesto es que la
biotecnología y la ingeniería genética -que incluye la manipulación genética - están al servicio
de la humanidad y no podemos quedar ajenos a sus beneficios, pero tampoco podemos
soslayar el riesgo que suponen para las personas en su dignidad humana y para el medio
ambiente. Y éste es un imperativo ético.
GENOMA HUMANO.
Desde el siglo pasado, investigadores de todo el mundo no han cejado en su empeño de descifrar el
lenguaje de la vida, cómo unas mismas características pasan de una generación a la siguiente. Para
entender este lenguaje es esencial comprender la estructura de un organismo vivo y cuál es su
estructura.
Todos los seres vivos estamos compuestos por células. En el núcleo o centro de cada célula, hay muchas
parejas de cromosomas, que desplegados muestran el ADN, que está formado por largas cadenas de
cuatro bases, Adenina, Citosina, Timina y Guanina, llamadas bases nucleótidas, que compartimos todos
los seres vivos.
Estas bases se unen entre sí formando cadenas, de las cuales, algunos trozos se denominan genes o
segmentos con la suficiente información para que las células produzcan proteínas.
El ADN contiene toda la información necesaria para que las células produzcan cada proteína de un ser
vivo y por lo tanto, es el responsable de las características del ser. El ADN transmite esta información
hereditaria de una generación a la siguiente.
El gran descubrimiento
El pasado día 12 de Febrero de este mismo año, se hizo público uno de los mayores descubrimientos de
la historia de la ciencia y de la medicina: la presentación del mapa genético por los dos equipos de
investigación que trabajaban en el Proyecto Genoma Humano (en adelante PGH) desde hacia una
década.
Estos dos equipos son Consorcio Internacional Genoma Humano, integrado por 20 grupos de diferentes
países (entre los que no está España) y la empresa privada Celera Genomics.
Por PGH se denomina a una multitud de subproyectos desarrollados en diversos centros de investigación
de diferentes países, encaminados a obtener la secuencia completa de toda la información genética
humana contenida en los cromosomas.
Los tres objetivos del PGH eran (puesto que ya se ha conseguido):
· La creación de mapas genéticos (con el fin de identificar cuáles son los genes existentes).
· El desarrollo de mapas físicos (con el fin de situar a los genes en los cromosomas).
· La determinación de la secuencia completa del genoma humano.
Este proyecto se inició, oficialmente en 1990, y por entonces se creía que el genoma podría tener
alrededor de 100.000 genes. El borrador ha demostrado que disponemos de 30.000 a 40.000 genes,
menos de la mitad de lo que se creía.
Aunque el mapa genético es, oficialmente, una obra conjunta de la empresa Celera y el Consorcio
Público, cada uno de ellos cuenta con una versión propia. La principal beneficiada por el reciente logro
científico es Celera. Su fundador, Craig Venter participó durante tres años en el Instituto Nacional de
Salud, subvencionado por el Gobierno Estadounidense, tras los cuales, decidió en 1988, abandonarlo,
dejando en la estacada al director, Francis Collins, y fundar su propia empresa. Craig lanzó la noticia de
que en el 2001 tendría la descodificación del genoma humano, su ex jefe, Collins se quedó de piedra,
puesto que sus resultados no se esperaban hasta el 2005.
Analistas del sector, aseguran que el trabajo de investigación desarrollado por Celera, es mucho más
rico y complejo que el realizado por los científicos del sector público. Aprovechando esta circunstancia,
no ha tardado en poner a disposición del público en Internet la secuenciación, pero de forma
ininteligible, por lo que sólo podrán acceder a su base de datos a aquellas compañías biotecnológicas
que estén interesadas en ella, previo pago, claro está, de 900 millones de pesetas.
Para que un proceso de rehabilitación del alcoholismo tenga efectos positivos es necesario
que la persona esté al menos un año sin probar un trago, por ello gran parte de los adictos
queda en el camino y fracasa en su intento de recuperación. Una vez aprobada por la
comunidad médica, la investigación en terapia génica, que está desarrollando un
académico de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UDP en conjunto con un destacado
grupo de científicos del Instituto Milenio, dará a muchos la
posibilidad de salir de la dependencia y los excesos de una vez Por
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Abundan los reportajes e informaciones sobre el nivel de “carrete” en el que están sumidos los
adolescentes. Niñas de trece años en adelante literalmente tiradas en el suelo por el exceso de alcohol,
escolares tomando en las plazas y botellas de bebidas disfrazadas para esconder el "copete", es una
realidad que se presenta a diario, afuera de las discoteques, de locales nocturnos y muchas veces, cerca
de los mismos colegios.
De hecho, según la última Encuesta Conace, la población ha aumentado considerablemente el consumo
de esta droga en el último año, y especial preocupación hay por el segmento juvenil, dado que las cifras
advierten que entre los 19 y 25 años la tasa de abuso de alcohol es de un 25,3%; mientras que en la
población adolescente, entre 12 y 18 años, la tasa alcanza el 17,7%.
Y si antes se dejaba ver una notoria diferencia entre hombres y mujeres, en la actualidad ellas toman lo
mismo que ellos y sin ningún freno, señala el estudio. Estos datos ponen a Chile como uno de los países
que presenta mayor adicción al alcohol a nivel latinoamericano, y además con un inicio de consumo a
menor edad.
El hecho de que haya escolares y universitarios que desde tan temprano sientan la necesidad de tomar
al menos tres veces a la semana, es un claro indicio de la “alcoholización” de la sociedad y el corto paso
que hay para llegar a la caída a la enfermedad como tal, señalan los expertos.
La realidad muestra que el tratamiento farmacológico es poco y nada lo que puede hacer por una
persona sumida en esta adicción, dado que la ingesta de una pastilla en forma diaria depende de la
determinación que tenga el enfermo de curarse; y a final de cuentas, si el paciente tiene la opción de
tomar dos tipos de drogas, su organismo va a preferir aquella que le produce placer en vez de la que le
produce malestar.
Ante esta realidad, la necesidad de contar con otro método que fuera una real contribución al combate
de este problema, llevó a los investigadores del Instituto Milenio de Dinámica Celular y Biotecnología,
encabezados por el Dr. Yedy Israel y asistidos por el Dr. Eduardo Karahanian y la Dra. Amalia Sapag,
entre otros, a trabajar en una posible cura basada en la terapia génica.
La experimentación con roedores fue el recurso con el que los especialistas detectaron el positivo
efecto que este tratamiento tenía. Luego de hacer estudios en ratas que habían sido criadas con
consumo de alcohol constante, a los cuatro días de la primera inyección del gen
antialcoholismo éstas presentaban signos de intolerancia a esta droga y a los treinta
días disminuyeron su consumo en un 50%.
BIOTECNOLOGÍA APLICADA A LA
ambiente.
Ayuda.
ambiente o medicina.
Según explicó a Efe Juan Bueren, jefe de la División de Hematopoyesis y Terapia Génica del
CIEMAT, la comunidad científica podría obtener en 2008 la autorización de la Agencia Europea
del Medicamento y la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos para emplear
"vectores de segunda generación" con los que transferir genes sanos a células portadoras de
alteraciones.
Según el investigador, se trataría de extraer los fragmentos asociados a riesgos para introducir
otros modificados genéticamente, lo que, dijo, podría suponer un "gran avance" para la
aplicación de protocolos de terapia génica de enfermedades hereditarias.
Bueren preside el "I Congreso de la Sociedad Española de Terapia Génica y Celular", que se
celebra esta semana en el CIEMAT y será inaugurado mañana por el ministro de Sanidad y
Consumo, Bernat Soria.
En el encuentro, en el que participan unos 200 expertos en terapia génica y terapia celular
procedentes de diversos países de Europa, se debatirá sobre los nuevos avances en esta
materia para la cura de enfermedades hereditarias y enfermedades infecciosas, entre otras.
Dos de las conferencias plenarias del congreso correrán a cargo del director del Centro de
Medicina Regenerativa de Barcelona, Juan Carlos Izpisúa, y el investigador Manuel Grez, del
Instituto Georg-Speyer-Haus (Frankfurt), este último, quien mostrará los resultados de sus
investigaciones sobre terapia génica aplicada a la enfermedad de los "niños burbuja"
(inmunodeficiencia severa SCID X1).
Bueren destacó además la importancia del encuentro que, dijo, reúne por primera vez en
España, tanto a especialistas en terapia génica como a especialistas en células madre, algo
"imprescindible para avanzar en este ámbito".
La terapia génica es un "abordaje terapéutico" con el que se pretenden eliminar las mutaciones
genéticas y reemplazar aquellos genes que no son funcionales, lo que puede lograrse mediante
células madre "corregidas" in vitro.
Fuente: EFE
Unidad de Inmunología Molecular Fundación de Investigación
Biomédica Hospital Universitario Puerta de Hierro
El proceso de formación de nuevos vasos sanguíneos a partir de los preexistentes se denomina
angiogénesis y desempeña un papel fundamental en numerosos procesos biológicos durante el desarrollo
embrionario y en la vida postnatal: reproducción, cicatrización e inflamación. El crecimiento incontrolado
de los vasos sanguíneos es un trastorno subyacente en numerosas patologías: artritis reumatoide,
retinopatía diabética, crecimiento y expansión de los tumores sólidos, etc. Tradicionalmente se ha
considerado que los procesos de angiogénesis tumoral implican la formación de “brotes” a partir de vasos
preexistentes, o más raramente, su “tabicación”. Pero recientemente se ha descrito otros mecanismos,
como la incorporación de células precursoras derivadas de médula ósea (Figura 1).
Aunque los mecanismos moleculares responsables de la transición de una célula endotelial (CE) hacia un
fenotipo angiogénico no son bien conocidos, la secuencia de eventos que conduce a la formación de
nuevos vasos sanguíneos está bien documentada (Figura 1 y 2A). Activación de la CE por factores de
crecimiento específicos denominados factores angiogénicos (FAs), degradación de la membrana basal
(MB) del vaso y de la matriz extracelular (ECM, del inglés extracellular matrix) circundante por proteinasas
secretadas por las células activadas, proliferación y migración de las CEs que originan nuevos brotes
vasculares, y formación de la luz vascular y anastomosis de los brotes vasculares para formar nuevas
redes capilares.
Diferente estudios indican que la administración sistémica de agentes antiangiogénicos tiene actividad
antitumoral. Se han descrito varios tipos de terapias antiangiogénicas que interfieren con el proceso de
neoformación vascular a diferentes niveles:
2. Generación de los Agentes Terapéuticos (reactivos con afinidad suficiente para bloquear la interacción
entre la CE y diana de la ECM)
Nuestro grupo ha demostrado que es posible generar anticuerpos recombinantes (rAc) frente a proteínas
de la BM, empleando sistemas de selección in vitro de colecciones de genes V humanos expresados en la
superficie de un bacteriofago (Figura 2). Empleando como antígeno modelo laminina en su estado nativo,
hemos demostrado que la mayoría de los rAc generados son altamente específicos y que algunos
bloquean la interacción de diferentes tipos celulares con substratos proteicos ricos en laminina. Estos
resultados indican que los rAc reconocen regiones funcionalmente activas de la molécula, y que esta
interacción tiene afinidad suficiente para competir de forma efectiva con el ligando endógeno, expresado
en la superficie de la CE. Uno de los rAc generados en nuestro laboratorio es capaz de modular/inhibir el
proceso de morfogenesis capilar in vitro e in vivo. Este rAc se ensayó en un modelo tumoral murino donde
se pudo comprobar que presentaba un claro efecto inhibidor del crecimiento tumoral.
Actualmente, el tratamiento con los anticuerpo monoclonales (AcMo) aprobados para uso terapéutico se
realiza mediante inyección de la proteína purificada. Dado que su vida media es limitada, la administración
debe ser repetida a fin de conseguir unos niveles lo más estables posibles. Esta sistemática, que no es
inocua y tiene un coste elevado, podría ser sustituida ventajosamente por estrategias genéticas, que
permitirían una producción de anticuerpo constante y sostenida en el tiempo, con una sola administración
del vector. Diferentes trabajos han demostrado la capacidad de células humanas modificadas
genéticamente para procesar adecuadamente y secretar rAc, tanto de origen murino como de origen
humano, en cantidades apreciables y en forma funcionalmente activa. El procesamiento es independiente
del formato del rAc, las células procesan con similar eficacia fragmentos recombinantes con formato de
fragmento Fv de cadena única (scFv, del inglés single-chain Fv) y con formato diabody.
El empleo de sistemas de transferencia genética ha generado nuevas funciones para los rAc:
Anticuerpos Intracelulares:
Los rAc se pueden expresar y dirigir hacia subcompartimentos celulares específicos cuando se les
incorpora las secuencias apropiadas para el tráfico intracelular. Estos anticuerpos se denominan
intrabodies , y han demostrado su eficacia no sólo para desviar proteínas de su compartimento habitual o
bloquear interacciones entre proteínas implicadas en vías de señalización, sino también para activar
proteínas intracelulares.
Receptores quiméricos:
proteínas de fusión formadas por un dominio de reconocimiento (rAc) unido a las porciones
transmembrana e intracelular de una proteína con capacidad de transducir la señal, por lo general la
porción citoplasmática de una cadena del complejo TCR-CD3 de la célula T , aunque también se han
empleado receptores FcR como dominio de transmisión de señales.
Figura 1. Representación esquemática del proceso de neoformación vascular. (B) Ensayo de morfogenesis
capilar in vitro. (C) Estrategia de selección y screening de una librería de fragmentos de anticuepos expresados
en la superficie de un bacteriofago.
Figura 2. Anticuerpos Recombinantes y Terapia Génica. Células humanas modificadas genéticamente (células
tumorales, células inmunes o células progenitoras) pueden procesar y expresar anticuerpos recombinantes, en
cantidades apreciables y en forma funcionalmente activa. Estas estrategias incluyen la producción de
anticuerpos solubles (anticuerpos monoespecíficos o biespecíficos), la expresión en compartimentos celulares
específicos de anticuerpos intracelulares y la expresión de anticuerpos como proteínas de fusión en la superficie
de una célula inmune efectora (receptores quiméricos) o en la superficie de una célula tumoral (ligandos
artificiales).
Existen, en teoría, dos tipos de TG: la Terapia Génica de Células Somáticas y la Terapia
Génica de Células Germinales , aunque sólo la primera está siendo desarrollada
5
actualmente.
La TG somática busca introducir los genes a las células somáticas (esto es, todas las
células del organismo que no son gametos o sus precursores), y así eliminar las
consecuencias clínicas de una enfermedad genética heredada o adquirida. Las
generaciones futuras no son afectadas porque el gen insertado no pasa a ellas.
Diagnóstico genético
El avance en el tratamiento de las enfermedades será precedido (como ocurre ya en la
actualidad) por el avance de los métodos diagnósticos. “La biología molecular ofrece
constantemente nuevos resultados en materia de diagnóstico, que permiten detectar un
número cada vez mayor de patologías”, comentó la doctora Viviana Bernath, directora
del centro de estudios genéticos Genda.
“Llegará el día en que rutinariamente se podrá leer todo el genoma de un individuo,
compararlo con un genoma normal, para luego predecir cuáles son las enfermedades
que a lo largo de su vida esta persona tendrá riesgo de padecer”, agregó.
Terapia génica
El conocimiento de los mecanismos que regulan el funcionamiento de los genes es la
llave que abre la posibilidad de corregir ciertos errores en el ADN, que son el punto de
partida de numerosas afecciones de origen genético, como muchas formas de cáncer. La
terapia génica, que mediante la introducción de genes “terapéuticos” corrige dichos
errores, es un herramienta que en los últimos años ha comenzado a arrojar resultados
alentadores.
“La medicina intervencionista del futuro estará signada por intervenciones específicas
sobre la fisiopatología molecular de las enfermedades —apuntó el doctor Pablo
Argibay, investigador del Hospital Italiano—. La terapia génica debería tener un rol
destacado cuando se entiendan plenamente la expresión, regulación y duración de la
acción de los llamados genes terapéuticos.”
Farmacogenética
Del entrecruzamiento de la genética y la farmacología está surgiendo una nueva
disciplina: la farmacogenética. “Ésta trabaja para conocer qué sitios puntuales del
genoma de una persona son responsables de la respuesta a un fármaco determinado —
explicó Bernath—. Permitirá determinar si un individuo responderá o no a determinada
medicina.”
“Hay pacientes en quienes ciertas drogas tienen efectos tóxicos o no tienen el efecto
esperado —agregó el doctor Roberto Favaloro, de la Fundación Favaloro—; en el futuro
se van a poder hacer drogas de acuerdo con el material genético de cada pacientes.”
Cirugía robótica
Robots como el Da Vinci, que operan guiados por cirujanos, ya son una realidad en
algunos pocos centros médicos. Su futura masificación depende de que sean sorteadas
ciertas limitaciones técnicas que los vuelven muy onerosos.
“Cuando puedan realizar las cirugías más rápido, su costo caerá y comenzarán a
revolucionar la práctica quirúrgica”, dijo el doctor Roberto Battellini, que opera con un
Da Vinci en el Herzzentrum, de la Universidad de Leipzig, Alemania.
Terapia fetal
“La salud al nacimiento y el posterior desarrollo del individuo se jugarán en el terreno
fetal —afirma Argibay—. Como resultado del avance de los métodos de diagnóstico
prenatal ha surgido en los últimos años la posibilidad de encarar la corrección
quirúrgica de ciertos problemas congénitos dentro mismo del útero materno. No es
difícil prever el desarrollo de unidades donde el feto como paciente sea una realidad.”
January 28, 2008 No Comments
Técnicas que han revolucionado la medicina
by admin
Avances en terapia génica. Es el gran cambio que está por llegar. Los tests y mapas
genéticos, la terapia génica y la utilización de células madre cambiarán la forma de
prevenir la enfermedad y ejercer la medicina. Actualmente se están desarrollando test
para detectar casi 500 patologías y hay más de 2.000 pacientes a nivel mundial en
ensayos clínicos de terapia génica. Por último, el impacto de las células madre va a ser
enorme en los próximos años.
Dar vida al corazón. Desde el marcapasos hasta la angioplastia para abrir arterias
coronarias bloqueadas (stent), pasando por el uso del by pass (o injertos) para
reconducir el flujo sanguíneo. Si algún órgano se ha beneficiado de la tecnología ha sido
el corazón. Un trabajo de Fuchs y Sox incluye estos procedimientos, junto a la
mamografía, el reemplazo de cadera y rodilla y la implantación de lentes intraoculares,
entre las diez innovaciones biomédicas del siglo XX.
Máquinas para el cerebro. Los neuroestimuladores o los sistemas de dosificación de
medicamentos en pacientes con desórdenes neurológicos, las técnicas de estimulación
eléctrico-cerebral profunda en pacientes con enfermedades degenerativas y la
estimulación neuromuscular eléctrica transcutánea en pacientes artríticos son algunos
ejemplos punteros de la contribución de la industria de tecnología sanitaria a la mejora
de la calidad de vida.
Diagnóstico por imagen. La resonancia magnética, el escáner y el PET constituyen
procedimientos no invasivos que permiten ver mejor los tejidos blandos y distinguir
estructuras del cuerpo humano que antes no se visualizaban sino difusamente. Su
carácter revolucionario estriba en que han permitido evitar técnicas de diagnóstico más
agresivas y con complicaciones médicas (cateterismo, coronariografía, arteriografía)
que tendrán en el futuro un uso residual.
Genes
Apenas 3% do genoma humano é formado por genes. O resto é apenas "lixo", agrupamentos
de proteínas que não contêm nenhuma informação. Os genes são seqüências especiais de
centenas ou até milhares de pares (do tipo A-T ou C-G) que oferecem as informações
básicas para a produção de todas as proteínas que o corpo precisa produzir.
Agobiado por las mil y una actividades rutinarias, caminé hacia mi casa tratando de
olvidar aquella situación, o tal vez, guardando en mi inconsciente una pregunta más
en mí lista. Ese día era distinto, y decidí hacer una especie de reflexión poco
frecuente en mí, aplicando un poco de lo que yo conocía de química, probablemente
ocultando la culpa de no haberle dado una respuesta a esa pregunta “supuestamente
sencilla”.
Observé que todos los productos utilizados en casa, eran el resultado de aplicar
técnicas químicas, que las cremas, lacas, tintas, cueros para zapatos, hilos plásticos,
maderas perfumes y medicamentos tenían una composición química. Utilizar métodos
de conducción de calor a través de aleaciones de metales. Usar soluciones de ácido
acético, agua, sales, carbohidratos y lípidos en la cocina.
17 de noviembre de 2009
Ingeniería genética.
¿Y qué es eso de la ingeniería genética?
Sería espectacular volver a traer un 'mini yo' a la vida. Ver como he nacido, ver como
he madurado, ver mis rabias y mis virtudes... un doble! Yo lo veo bien: es un fin
didáctico, y no hago mal a nadie.
¿Ético? Para mí sí. No daño ninguna vida. Ni mato ninguna vida. Simplemente tengo
un hijo con la misma dotación genética que yo. Vale, ya no seré único: existirán dos
como yo. ¿Me molesta? Para nada.
15 de noviembre de 2009
¡Pasen y lean!
Que haya caído a parar aquí, no es coincidencia. No nombraré a cierta persona,
quien me preguntaba por el blog, y dónde está, y por qué no lo tienes ya... ¡No es
sólo para cerrarle la boca! Pero me apetecía volver a crear un super blog...
Persona, animal, ¿o cosa? Sí, o cosa. Son los estados psíquicos en los que me siento
muy a menudo. ¿Qué define que yo me encuentre de un estado u otro? El tiempo, la
cara que tengo cuando me levanto, si tengo la habitación arreglada, las noticias que
salen cuando me despierto, la primera canción que escucho cuando me pongo el
mp3, el "buenosdías!" de mis padres, el sitio donde cae encima de mí mi perra y la
concentración de Nesquik (Cola-cao instantáneo) que hay en 250 mL de leche.
Este y esto somos yo. Así que, siéntate un poco, lee y ¡critica!
Saludos cordiales, de la misma grandeza que los que pone la dirección de mi colegio
en las distintas circulaes,
Miquel Cerdà.
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Ingeniería genética.
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El genoma humano es el genoma (del griego ge-o: generar, que genera, y -ma: acción)
del Homo sapiens, es decir, la secuencia de ADN contenida en 23 pares de cromosomas
en el núcleo de cada célula humana diploide.
De los 23 pares, 22 son cromosomas autosómicos y un par es determinante del sexo
(dos cromosomas X en mujeres y uno X y uno Y en hombres). El genoma haploide (es
decir, con una sola representación de cada par) tiene una longitud total aproximada de
3200 millones de pares de bases de ADN (3200 Mb) que contienen unos 20.000-25.000
genes[1] (las estimaciones más recientes apuntan a unos 20.500). De las 3200 Mb unas
2950 Mb corresponden a eucromatina y unas 250 Mb a heterocromatina. El Proyecto
Genoma Humano produjo una secuencia de referencia del genoma humano
eucromático, usado en todo el mundo en las ciencias biomédicas.
La secuencia de ADN que conforma el genoma humano contiene codificada la
información necesaria para la expresión, altamente coordinada y adaptable al ambiente,
del proteoma humano, es decir, del conjunto de las proteínas del ser humano. Las
proteínas, y no el ADN, son las principales biomoléculas efectoras; poseen funciones
estructurales, enzimáticas, metabólicas, reguladoras, señalizadoras..., organizándose en
enormes redes funcionales de interacciones. En definitiva, el proteoma fundamenta la
particular morfología y funcionalidad de cada célula. Asimismo, la organización
estructural y funcional de las distintas células conforma cada tejido y cada órgano, y,
finalmente, el organismo vivo en su conjunto. Así, el genoma humano contiene la
información básica necesaria para el desarrollo físico de un ser humano completo.
El genoma humano presenta una densidad de genes muy inferior a la que inicialmente
se había predicho, con sólo en torno al 1,5%[2] de su longitud compuesta por exones
codificantes de proteínas. Un 70% está compuesto por ADN extragénico y un 30 % por
secuencias relacionadas con genes. Del total de ADN extragénico, aproximadamente un
70% corresponde a repeticiones dispersas, de manera que, más o menos, la mitad del
genoma humano corresponde a secuencias repetitivas de ADN. Por su parte, del total de
ADN relacionado con genes se estima que el 95% corresponde a ADN no codificante:
pseudogenes, fragmentos de genes, intrones, secuencias UTR...
Contenido en genes y tamaño del genoma de
varios organismos[3]
Streptococcus
2,2 2300
pneumoniae
Drosophila melanogaster
180 13.700
(mosca)
45-
Oryza sativa (arroz) 466
55.000
Contenido
[ocultar]
• 1 Componentes
○ 1.1 Cromosomas
○ 1.2 ADN intragénico
1.2.1 Genes
1.2.1.1 Genes de ARN
1.2.1.2 Distribución de genes
1.2.1.3 Secuencias reguladoras
1.2.1.4 Elementos ultraconservados
1.2.2 Pseudogenes
○ 1.3 ADN intergénico
1.3.1 ADN repetido en tándem
1.3.1.1 Satélites
1.3.1.2 Minisatélites
1.3.1.3 Microsatélites
1.3.2 ADN repetido disperso
1.3.2.1 SINE
1.3.2.2 LINE
1.3.2.3 HERV
1.3.2.4 Transposones de ADN
• 2 Variabilidad
○ 2.1 SNPs
○ 2.2 Variación estructural
• 3 Enfermedades genéticas
○ 3.1 Mutaciones
3.1.1 Trastornos de un sólo gen
3.1.2 Trastornos poligénicos y multifactoriales
○ 3.2 Alteraciones cromosómicas
3.2.1 Numéricas
3.2.2 Estructurales
• 4 Evolución
○ 4.1 Genómica comparada entre distintas especies
○ 4.2 Genómica comparada entre genomas humanos
• 5 Genoma mitocondrial
• 6 Véase también
• 7 Referencias
• 8 Enlaces externos
○ 8.1 En español
○ 8.2 En inglés
[editar] Componentes
[editar] Cromosomas
El genoma humano (como el de cualquier organismo eucariota) está formado por
cromosomas, que son largas secuencias continuas de ADN altamente organizadas
espacialmente (con ayuda de proteínas histónicas y no histónicas) para adoptar una
forma ultracondensada en metafase. Son observables con microscopía óptica
convencional o de fluorescencia mediante técnicas de citogenética y se ordenan
formando un cariotipo.
El cariotipo humano contiene un total de 24 cromosomas distintos: 22 pares de
autosomas más 2 cromosomas sexuales que determinan el sexo del individuo. Los
cromosomas 1-22 fueron numerados en orden decreciente de tamaño en base al
cariotipo. Sin embargo, posteriormente pudo comprobarse que el cromosoma 22 es en
realidad mayor que el 21.
Representación gráfica del cariotipo humano normal.(Imagen 1).
Actualmente se estima que el genoma humano contiene entre 20.000 y 25.000 genes
codificantes de proteínas, estimación muy inferior a las predicciones iniciales que
hablaban de unos 100.000 genes o más. Esto implica que el genoma humano tiene
menos del doble de genes que organismos eucariotas mucho más simples, como la
mosca de la fruta o el nematodo Caenorhabditis elegans. Sin embargo, las células
humanas recurren ampliamente al splicing (ayuste) alternativo para producir varias
proteínas distintas a partir de un mismo gen, como consecuencia de lo cual el proteoma
humano es más amplio que el de otros organismos mucho más simples. En la práctica,
el genoma tan sólo porta la información necesaria para una expresión perfectamente
coordinada y regulada del conjunto de proteínas que conforman el proteoma, siendo éste
el encargado de ejecutar la mayor parte de las funciones celulares.
Con base en los resultados iniciales arrojados por el proyecto ENCODE[4] (acrónimo de
ENCyclopedia Of DNA Elements), algunos autores han propuesto redefinir el concepto
actual de gen. Las observaciones más recientes hacen difícilmente sostenible la visión
tradicional de un gen, como una secuencia formada por las regiones UTRs, los exones y
los intrones. Estudios detallados han hallado un número de secuencias de inicio de
transcripción por gen muy superior a las estimaciones iniciales, y algunas de estas
secuencias se sitúan en regiones muy alejadas de la traducida, por lo que los UTR 5'
pueden abarcar secuencias largas dificultando la delimitación del gen. Por otro lado, un
mismo transcrito puede dar lugar a ARN maduros totalmente diferentes (ausencia total
de solapamiento), debido a una gran utilización del splicing alternativo. De este modo,
un mismo transcrito primario puede dar lugar a proteínas de secuencia y funcionalidad
muy dispar. En consecuencia, algunos autores han propuesto una nueva definición de
gen,:[5] [6] la unión de secuencias genómicas que codifican un conjunto coherente de
productos funcionales, potencialmente solapantes. De este modo, se identifican como
genes los genes ARN y los conjuntos de secuencias traducidas parcialmente solapantes
(se excluyen, así, las secuencias UTR y los intrones, que pasan a ser considerados como
"regiones asociadas a genes", junto con los promotores). De acuerdo con esta
definición, un mismo transcrito primario que da lugar a dos transcritos secundarios (y
dos proteínas) no solapantes debe considerarse en realidad dos genes diferentes,
independientemente de que estos presenten un solapamiento total o parcial de sus
transcritos primarios.
Las nuevas evidencias aportadas por ENCODE, según las cuales las regiones UTR no
son fácilmente delimitables y se extienden largas distancias, obligarían a reidentificar
nuevamente los genes que en realidad componen el genoma humano. De acuerdo con la
definición tradicional (actualmente vigente), sería necesario identificar como un mismo
gen a todos aquellos que muestren un solapamiento parcial (incluyendo las regiones
UTR y los intrones), con lo que a la luz de las nuevas observaciones, los genes
incluirían múltiples proteínas de secuencia y funcionalidad muy diversa. Colateralmente
se reduciría el número de genes que componen el genoma humano. La definición
propuesta, en cambio, se fundamenta en el producto funcional del gen, por lo que se
mantiene una relación más coherente entre un gen y una función biológica. Como
consecuencia, con la adopción de esta nueva definición, el número de genes del genoma
humano aumentará significativamente.
[editar] Genes de ARN
Además de los genes codificantes de proteínas, el genoma humano contiene varios
miles de genes ARN, cuya transcripción reproduce ARN de transferencia (ARNt), ARN
ribosómico (ARNr), microARN (miARN), u otros genes ARN no codificantes. Los
ARN ribosomales y de transferencia son esenciales en la constitución de los ribosomas
y en la traducción de las proteínas. Por su parte, los microADN tienen gran importancia
en la regulación de la expresión génica, estimándose que hasta un 20-30% de los genes
del genoma humano puede estar regulado por el mecanismo de interferencia por
miARN. Hasta el momento se han identificado más de 300 genes de miARN y se estima
que pueden existir unos 500.
[editar] Distribución de genes
A continuación se muestran algunos valores promedio del genoma humano. Cabe
advertir, sin embargo, que la enorme heterogeneidad que presentan estas variables hace
poco representativos a los valores promedio, aunque tienen valor orientativo.
La densidad media de genes es de 1 gen cada 100 kb, con un tamaño medio de 20-30
kb, y un número de exones promedio de 7-8 por cada gen, con un tamaño medio de 150
nucleótidos. El tamaño medio de un ARNm es de 1,8-2,2 kb, incluyendo las regiones
UTR (regiones no traducidas flanqueantes), siendo la longitud media de la región
codificante de 1,4 kb.
[editar] Minisatélites
Están compuestas por una unidad básica de secuencia de 6-25[9] nucleótidos que se
repite en tándem generando secuencias de entre 100 y 20.000 pares de bases. Se estima
que el genoma humano contiene unos 30.000 minisatélites.
Diversos estudios han relacionado los minisatélites con procesos de regulación de la
expresión génica, como el control del nivel de transcripción, el ayuste (splicing)
alternativo o la impronta (imprinting). Asimismo, se han asociado con puntos de
fragilidad cromosómica dado que se sitúan próximos a lugares preferentes de rotura
cromosómica, translocación genética y recombinación meiótica. Por último, algunos
minisatélites humanos (~10%) son hipermutables, presentando una tasa media de
mutación entre el 0.5% y el 20% en las células de la línea germinal, siendo así las
regiones más inestables del genoma humano conocidas hasta la fecha.
En el genoma humano, aproximadamente el 90% de los minisatélites se sitúan en los
telómeros de los cromosomas. La secuencia básica de seis nucleótidos TTAGGG se
repite miles de veces en tándem, generando regiones de 5-20 kb que conforman los
telómeros.
Algunos minisatélites por su gran inestabilidad presentan una notable variabilidad entre
individuos distintos. Se consideran polimorfismos multialélicos, dado que pueden
presentarse en un número de repeticiones muy variable, y se denominan VNTR
(acrónimo de Variable number tandem repeat). Son marcadores muy utilizados en
genética forense, ya que permiten establecer una huella genética característica de cada
individuo, y son identificables mediante Southern blot e hibridación.
[editar] Microsatélites
Están compuestos por secuencias básicas de 2-4 nucleótidos, cuya repetición en tándem
origina frecuentemente secuencias de menos de 150 nucleótidos. Algunos ejemplos
importantes son el dinucleótido CA y el trinucleótido CAG.
Los microsatélites son también polimorfismos multialélicos, denominados STR
(acrónimo de Short Tandem Repeats) y pueden identificarse mediante PCR, de modo
rápido y sencillo. Se estima que el genoma humano contiene unos 200.000
microsatélites, que se distribuyen más o menos homogéneamente, al contrario que los
minisatélites, lo que los hace más informativos como marcadores.
[editar] ADN repetido disperso
Son secuencias de ADN que se repiten de modo disperso por todo el genoma,
constituyendo el 45% del genoma humano. Los elementos cuantitativamente más
importantes son los LINEs y SINEs, que se distinguen por el tamaño de la unidad
repetida.
Estas secuencias tienen la potencialidad de autopropagarse al transcribirse a una ARNm
intermediario, retrotranscribirse e insertarse en otro punto del genoma. Este fenómeno
se produce con una baja frecuencia, estimándose que 1 de cada 100-200 neonatos portan
una inserción nueva de un Alu o un L1, que pueden resultar patogénicos por
mutagénesis insercional, por desregulación de la expresión de genes próximos (por los
propios promotores de los SINE y LINE) o por recombinación ilegítima entre dos
copias idénticas de distinta localización cromosómica (recombinación intra o
intercromosómica), especialmente entre elementos Alu.
Frecuencias y tipos de repeticiones dispersas en el genoma de
varios organismos[9]
Arabido
Homo Drosophila Caenorhab
Tipo psis
sapien melanogas ditis
thaliana
repetición
s ter elegans
Transposones
2,8% 0,7% 5,3% 5,1%
ADN
[editar] SINE
Acrónimo del inglés Short Interspersed Nuclear Elements (Elementos nucleares
dispersos cortos). Son secuencias cortas, generalmente de unos pocos cientos de bases,
que aparecen repetidas miles de veces en el genoma humano. Suponen el 13% del
genoma humano,[9] un 10% debido exclusivamente a la familia de elementos Alu
(característica de primates).
Los elementos Alu son secuencias de 250-280 nucleótidos presentes en 1.500.000[9] de
copias dispersas por todo el genoma. Estructuralmente son dímeros casí idénticos,
excepto que la segunda unidad contiene un inserto de 32 nucleótidos, siendo mayor que
la primera. En cuanto a su secuencia, tienen una considerable riqueza en G+C (56%),[9]
por lo que predominan en las bandas R, y ambos monómeros presentan una cola poliA
(secuencia de adeninas) vestigio de su origen de ARNm. Además poseen un promotor
de la ARN polimerasa III para transcribirse. Se consideran retrotransposones no
autónomos, ya que dependen para propagarse de la retrotranscripción de su ARNm por
una retrotranscriptasa presente en el medio.
[editar] LINE
Patrón
hereditar Descripción Ejemplos
io
[editar] Numéricas
Frecuencias de aneuploidías por cada
1000 nacidos vivos.[9]
Frecuenci
Aneuploidía a Síndrome
(/1000)
Monosomía
0,4 de Turner
X
Durante décadas las únicas evidencias que permitían profundizar en el conocimiento del
origen y la expansión del Homo sapiens han sido los escasos hallazgos arqueológicos.
Sin embargo, en la actualidad, los estudios de genómica comparada a partir de genomas
de individuos actuales de todo el mundo, están aportando información muy relevante.
Su fundamento básico consiste en identificar un polimorfismo, una mutación, que se
asume que se originó en un individuo de una población ancestral, y que ha heredado
toda su descendencia hasta la actualidad. Además, dado que las mutaciones parecen
producirse a un ritmo constante, puede estimarse la antigüedad de una determinada
mutación en base al tamaño del haplotipo en el que se sitúa, es decir, el tamaño de la
secuencia conservada que flanquea la mutación. Esta metodología se ve complicada por
el fenómeno de recombinación entre los pares de cromosomas de un individuo,
procedentes de sus dos progenitores. Sin embargo, hay dos regiones en las que no existe
dicho inconveniente porque presentan una herencia uniparental: el genoma mitocondrial
(de herencia matrilineal), y el cromosoma Y (de herencia patrilineal).
En las últimas décadas, los estudios de genómica comparada basada en el genoma
mitocondrial, y en menor medida en el cromosoma Y, han reportado conclusiones de
gran interés. En diversos estudios se ha trazado la filogenia de estas secuencias,
estimándose que todos los seres humanos actuales comparten un antepasado femenino
común que vivió en África hace unos 150.000 años. Por su parte, por razones aún poco
conocidas, la mayor convergencia del ADN del cromosoma Y establece que el
antepasado masculino común más reciente data de hace unos 60.000 años. Estos
individuos han sido bautizados como Eva mitocondrial e Y-cromosoma Adan.
La mayor diversidad de marcadores genéticos y en consecuencia, los haplotipos de
menor longitud, se han hallado en África. Todo el resto de la población mundial
presenta sólo una pequeña parte de estos marcadores, de modo que la composición
genómica del resto de la población humana actual es sólo un subconjunto de la que
puede apreciarse en África. Esto induce a afirmar que un pequeño grupo de seres
humanos (quizá en torno a un millar) emigró del continente africano hacia las costas de
Asia occidental, hace unos 50.000-70.000 años, según estudios basados en el genoma
mitocondrial. Hace unos 50.000 años alcanzaron Australia y hace en torno a 40.000-
30.000 años otras subpoblaciones colonizaron Europa occidental y el centro de Asia.
Asimismo, se estima que hace 20.000-15.000 años alcanzaron el continente americano a
través del estrecho de Bering (el nivel del mar era menor durante la última glaciación, o
glaciación de Würm o Wisconsin), poblando Sudamérica hace unos 15.000-12.000
años. No obstante, estos datos sólo son estimaciones, y la metodología presenta ciertas
limitaciones. En la actualidad, la tendencia es combinar los estudios de genómica
comparada basados en el ADN mitocondrial con análisis de la secuencia del cromosoma
Y.
[editar] Genoma mitocondrial
Es el genoma propio de las mitocondrias de células eucariotas. La mitocondria es un
orgánulo subcelular esencial en el metabolismo aerobio u oxidativo de las células
eucariotas. Su origen es endosimbionte, es decir, antiguamente fueron organismos
procariotas independientes captados por una célula eucariota ancestral, con la que
desarrollaron una relación simbiótica. Las características de su genoma, por tanto, son
muy semejantes a las de un organismo procariota actual, y su código genético es
ligeramente distinto al considerado universal. Para adaptarse al nicho intracelular y
aumentar su tasa de replicación, el genoma mitocondrial se ha ido reduciendo
sustancialmente a lo largo de su coevolución, presentando en la actualidad un tamaño de
16.569 pares de bases. Así, la gran mayoría de las proteínas localizadas en las
mitocondrias (~1500 en mamíferos) están codificadas por el genoma nuclear (al que
hacen referencia todos los apartados anteriores), de modo que muchos de estos genes
fueron transferidos de la mitocondria al núcleo celular durante la coevolución de la
célula eucariota. En la mayoría de mamíferos, sólo la hembra transmite al zigoto sus
mitocondrias, por lo que presentan, como ya se ha dicho, un patrón hereditario
matrilineal. En general una célula humana media contiene 100-10.000 copias del
genoma mitocondrial por cada célula, a razón de unas 2-10 moléculas de ADN por
mitocondria.
Diagrama simplificado del genoma mitocondrial. Pueden apreciarse los 37
genes y la secuencia origen de replicación no codificante. En este esquema
no se señala la cadena ligera y la pesada.
El genoma humano es el genoma (del griego ge-o: generar, que genera, y -ma:
acción) del Homo sapiens, es decir, la secuencia de ADN contenida en 23 pares de
cromosomas en el núcleo de cada célula humana diploide.
De los 23 pares, 22 son cromosomas autosómicos y un par es determinante del
sexo (dos cromosomas X en mujeres y uno X y uno Y en hombres). El genoma
haploide (es decir, con una sola representación de cada par) tiene una longitud total
aproximada de 3200 millones de pares de bases de ADN (3200 Mb) que contienen
unos 20.000-25.000 genes1 (las estimaciones más recientes apuntan a unos
20.500). De las 3200 Mb unas 2950 Mb corresponden a eucromatina y unas 250 Mb
a heterocromatina. El Proyecto Genoma Humano produjo una secuencia de
referencia del genoma humano eucromático, usado en todo el mundo en las
ciencias biomédicas.
La secuencia de ADN que conforma el genoma humano contiene codificada la
información necesaria para la expresión, altamente coordinada y adaptable al
ambiente, del proteoma humano, es decir, del conjunto de las proteínas del ser
humano. Las proteínas, y no el ADN, son las principales biomoléculas efectoras;
poseen funciones estructurales, enzimáticas, metabólicas, reguladoras,
señalizadoras..., organizándose en enormes redes funcionales de interacciones. En
definitiva, el proteoma fundamenta la particular morfología y funcionalidad de cada
célula. Asimismo, la organización estructural y funcional de las distintas células
conforma cada tejido y cada órgano, y, finalmente, el organismo vivo en su
conjunto. Así, el genoma humano contiene la información básica necesaria para el
desarrollo físico de un ser humano completo.
El genoma humano presenta una densidad de genes muy inferior a la que
inicialmente se había predicho, con sólo en torno al 1,5%2 de su longitud
compuesta por exones codificantes de proteínas. Un 70% está compuesto por ADN
extragénico y un 30 % por secuencias relacionadas con genes. Del total de ADN
extragénico, aproximadamente un 70% corresponde a repeticiones dispersas, de
manera que, más o menos, la mitad del genoma humano corresponde a secuencias
repetitivas de ADN. Por su parte, del total de ADN relacionado con genes se estima
que el 95% corresponde a ADN no codificante: pseudogenes, fragmentos de genes,
intrones, secuencias UTR...
Cromosomas
El genoma humano (como el de cualquier organismo eucariota) está formado por
cromosomas, que son largas secuencias continuas de ADN altamente organizadas
espacialmente (con ayuda de proteínas histónicas y no histónicas) para adoptar una
forma ultracondensada en metafase. Son observables con microscopía óptica
convencional o de fluorescencia mediante técnicas de citogenética y se ordenan
formando un cariotipo.
El cariotipo humano contiene un total de 24 cromosomas distintos: 22 pares de
autosomas más 2 cromosomas sexuales que determinan el sexo del individuo. Los
cromosomas 1-22 fueron numerados en orden decreciente de tamaño en base al
cariotipo. Sin embargo, posteriormente pudo comprobarse que el cromosoma 22 es
en realidad mayor que el 21.
Genes
Un gen es la unidad básica de la herencia, y porta la información genética necesaria
para la síntesis de una proteína (genes codificantes) o de un ARN no codificante
(genes de ARN). Está formado por una secuencia promotora, que regula su
expresión, y una secuencia que se transcribe, compuesta a su vez por: secuencias
UTR (regiones flanqueantes no traducidas), necesarias para la traducción y la
estabilidad del ARNm, exones (codificantes) e intrones, que son secuencias de ADN
no traducidas situadas entre dos exones que serán eliminadas en el procesamiento
del ARNm (ayuste).
EL GENOMA HUMANO
Publicado el Martes, Diciembre 18, 2007 por Tu Mundo Virtual
El Genoma Humano es el número total de cromosomas del cuerpo. Los cromosomas
contienen aproximadamente 80.000 genes, los responsables de la herencia. La
información contenida en los genes ha sido decodificada y permite a la ciencia conocer
mediante tests genéticos, qué enfermedades podrá sufrir una persona en su vida.
También con ese conocimiento se podrán tratar enfermedades hasta ahora incurables.
Pero el conocimiento del codigo de un genoma abre las puertas para nuevos conflictos
ético-morales, por ejemplo, seleccionar que bebes van a nacer, o clonar seres por su
perfección. Esto atentaría contra la diversidad biológica y reinstalaría entre otras la
cultura de una raza superior, dejando marginados a los demás. Quienes tengan
desventaja genética quedarían excluidos de los trabajos, compañías de seguro, seguro
social, etc. similar a la discriminación que existe en los trabajos con las mujeres
respecto del embarazo y los hijos. Un genoma es el número total de cromosomas, o sea
todo el D.N.A. (ácido desoxirribonucleico) de un organismo, incluido sus genes, los
cuales llevan la información para la elaboración de todas las proteínas requeridas por el
organismo, y las que determinan el aspecto, el funcionamiento, el metabolismo, la
resistencia a infecciones y otras enfermedades, y también algunos de sus procederes. En
otras palabras, es el código que hace que seamos como somos. Un gen es la unidad
física, funcional y fundamental de la herencia. Es una secuencia de nucleótidos
ordenada y ubicada en una posición especial de un cromosoma. Un gen contiene el
código específico de un producto funcional. El DNA es la molécula que contiene el
código de la información genética. Es una molécula con una doble hebra que se
mantienen juntas por unioneslábiles entre pares de bases de nucleótidos. Los
nucleótidos contienen las bases Adenina(A), guanina (G), citosina (C) y timina (T). La
importancia de conocer acabadamente el genoma es que todas las enfermedades tienen
un componente genético, tanto las hereditarias como las resultantes de respuestas
corporales al medio ambiente. El Proyecto Genoma Humano es una investigación
internacional que busca seleccionar un modelo de organismo humano por medio del
mapeo de la secuencia de su DNA.Se inició oficialmente en 1990 como un programa de
quince años con el que se pretendía registrar los 80.000 genes que codifican la
información necesaria para construir y mantener la vida. Los rápidos avances
tecnológicos han acelerado los tiempos esperandose que se termine la investigación
completa en el 2003. Cuando faltan sólo tres años (2003) para el cincuentenario del
descubrimiento de la estructura de la doble helice por parte de Watson & Crick (1953),
se ha producido el mapeo casi completo del mismo. Los objetivos del Proyecto son:
Identificar los aproximadamente 100.000 genes humanos en el DNA.
Determinar la secuencia de 3 billones de bases químicas que conforman el DNA.
Acumular la información en bases de datos.
Desarrollar de modo rápido y eficiente tecnologías de secuenciación.
Desarrollar herramientas para análisis de datos.
Dirigir las cuestiones éticas, legales y sociales que se derivan del proyecto. Este
proyecto ha suscitado análisis éticos, legales, sociales y humanos que han ido más allá
de la investigación científica propiamente dicha. (Declaración sobre Dignidad y
Genoma Humanos, UNESCO) El propósito inicial fue el de dotar al mundo de
herramientas trascendentales e innovadoras para el tratamiento y prevención de
enfermedades.