Adems de describir intensamente a aquel entraable animal de carga, describe minuciosamente todos los seres

que van pasando a su lado. Platero es pequeo, peludo, suave; tan blando por fuera, que se dira todo de algodn,
que no lleva huesos. Slo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. As
comienza este libro.

En esta obra hace todo un homenaje al lenguaje a base de una recreacin personal de su mundo interior. Con su
prosa potica busca la pureza literaria y con su ternura hacia ese sencillo animal refleja de forma calmada su lado
ms humano. No se cansa de observarlo y de describir a todo aquel ser, por pequeo que sea, que se cruce en su
camino. La profusin de adjetivos es totalmente abrumadora.

Con la adjetivacin, Juan Ramn Jimnez nos cuenta sus estados de nimo, sus pensamientos, sus estimaciones en
relacin al comportamiento del burro y a las reacciones, siempre inciertas, de los dems personajes.

1. As tenemos a Diana, la bella perra blanca (tambin con nombre propio, como Platero) que se parece a la
luna creciente, gil y elegante.

2. La vieja cabra gris,

3. los toros, los potros.

4. Las yerbas y

5. las florecillas, encendidas y transparentes;

6. las rosas (azules, blancas, sin color).

7. Los pjaros: la golondrina, el mirlo, la oropndola, el chamariz.

8. Las mariposas.

9. Tenemos a los nios: los chiquillos gitanos, aceitosos y peludos, de tensas barrigas tostadas.

10. La nia Blanca, que se asust de Platero.

11. Los nios pobres.

12. El pastorcillo: un chiquillo moreno e idlico.

13. Entre los adultos destaca Darbn, el mdico de Platero: grande, rojo, al que no le queda muela ni diente.
 14. Los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos.

15. El carbonero, un hombre de tez oscura, con una gorra, la cara fea.

16. Su chiquilla, bonita y sucia por la tizne, los labios prietos.

17. Don Jos, el cura, un cura muy mal hablado.

18. El mdico francs, amigo del autor.

19. La tsica, con la cara blanca y mate.

20. Los vendimiadores,

21. los labradores,

22. el cazador furtivo.

Y el propio Juan Ramn, que se muestra vestido de luto, con barba nazarena y un breve sombrero negro.

De este modo, por medio de un sinfn de seres animales, vegetales y humanos, se desarrolla la trama de este libro,
inolvidable para muchos, cercano para otros.