Você está na página 1de 166
(A Very aie I nia Manda dnd san tn fr dng nia por an an er Sto pa nce tina, eats Ope 1 (Ain, Re rie 19S pASeegmdo fia de L. 1. Pais, iti univers Michel de Certeau LA ESCRITURA DE LA HISTORIA Traduccién de Jorge Lépez Moctezuma Fine L. bree = RSID AD -IBEROAMERICAN DEPARTAMENTO DE HISTORIA Titulo original en frances: LeBeriture de Phistire Gallimard, 1978, Pais UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA BIRLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO De Certeaul, Michel La excrtra dela historia |. Historografia, 1 Loper Mecteruma, Jorge. HA 1 1.C3818.2006 DAR © Editions Gallimard, 1975, 1a, eet en espanol, 1999) 2a. relmpresion, 2006 DRO Universidad iheraamericana, A.C. rol, Paseo de la Reforma 880 Col, Lomas de Santa Fe México, DLE, C.P.01210 D.R. © Instituto Tecnoldgico y de Estudios Supetiores de Occdente ITESO) Periférico Sur Manuel Gomez Morin 8585, Tlaguepaque, Jalisco, México, C.P 45090, ISBN 968-859-120-3, Impreso y hecho en México Printed and made in Mexico “Prohibida la venta en Espaiia”” indice Prélogo a la segunda edicion Escrituras ¢ historias Primera parte Producciones del ugar Capitulo L. Hacer historia 1-Un indicador: el tratamiento de la ideologia religiosa cn la historia 2. Practicas histéricas y praxis social 3. La historia, discurso y realidad 4. La historia como mito Capitulo 11. La operacién historiogrifica 1, Un iugar social Lo no dicho La institueién historica Los historiadores en la sociedad El que permite y el que prohibe: el lugar 2, Una practica Laarticulacién naturaleza-cultura ul Is 33 36 45 31 60. 67 oo 69 1 16 81 82 84 El establecimiento de fas fuentes 0 la redistribu del espacio Hacer resaltar Ins diferencias: las desviaciones del modelo90 El trabajo sobre el limite Critica e historia 3. Una eseritura La inversion de la escritura La cronologia o la ley enmascarada La construccién desdoblada El lugar del mucrto y el lugar del lector Segunda parte Produccién del tiempo. Una arqueologfa religiosa Introduceién, Cuestiones de método Capitulo 11: La inversién des o pensable. La historia religiosa del siglo XVUL 1. La religiGn en la époes 2, La interpretacién histérica x Capitulo IV. La formalidad de las practicas. Del sistema religioso a la ética de las luces (siglos XVU-XVITN) 1. De la divisidn de fas iglesias a la “raz6n de Estado” (siglo xvil) 2. Una nueva formalidad de las practicas: la politizacin de los comportamientos. 3. La ligica del “practicante”: una alternativa entre el deber de estado y el profetismo ~ 4. Laética filos6fica: “legalidad” y “utilidad” en el siglo XVII 5. Las leyes propias del grupo religioso: reduccién al silencio y administracién cultural 85 93 98 101 101 104 108 6 129 130 144 149 152 Tercera parte Sistemas de sentido: Lo eserito y lo oral Capitulo V, Etno-grafia. La orali otro: Léry ad o el espacio del 1. La “leccion de eseritura” en Jean de Léry (1578) . La reproduecién escrituristica Una hermienéutica del otro Lapalabra erotizada Visto yt ofdo: el ojo y el ofdo Capitulo VI. Elenguaje alterado. La palabra de la posesa L Transgresién ¢ interdiccion 2. Documentos alteradgs: los textos de las posesas 3. Yo es otro: “la perversidn del lenguaje” 4, Construccién y deconstruceién de un lugar 5. El cuaclro de nombres propios: una toponimia “alterada” 6. La mentira de la interpretacién Capitule VIL. Una variante: la e¢ icacién hagio-gratica 1. Historia y sociolo 2. La estructura del discurso 3. Una geografia de lo sagrado Cuarta parte Escrituras freudianas Capitulo VIL: L 0 que Freud hace con la historia, 208 206 2 214 22 227 239 242 245 248 251 254 258 263 267 A propésito de Una neurosis demoniaca en el siglo XVI. 273 1. Lo histétieo, produceién de la “Autklirung” freudiana Para una historia del siglo XVIL Del pasado legible al presente oculto, ‘Ocultar, trabajo de Ia historia Las sustituciones del padre Elacto y la ley Capitulo 1X. La ficcion de la historia. La escritura de Mbisés y el monoteismo 1. El discurso de fragmentos o el cuerpo del texto 2, Bscribir en la lengua de otro, ola ficcion 3. La tradicién de la muerte, o la eseritura 4, EL quid pro quo 0 ta comedia de lo “propio” 5. La novela de la historia 278 280 283 286 288 293 294 302 309 315 329 Prélogo a la segunda edicién Amerigo Vespucci el Deseubridor llega del mar. De pie, y revestido con ora va, como un crizado, leva las armas europens del sentido y tiene dears de si los navios que tracran ak Occidente los tesoros de un paraiso. Frente a si. la india América, mujer acostada, desnuda, presencia innominada de la diforen- Cia, cuerpo que despierta en un espacio de vegetaciones y animales exsticos." Escena inaugural. Después de un momento de estupor en ¢se umbral flanqueado Por una columnata de érboles, el conquistador va a escribir el cuerpo se la otra y trazar en El su propia historia, Vaa hacer de ella ef cuerpo historiado ~el Blasén— de sus trabajos y de sus fantasmas. Ella seré América “latina” Esta imagen erética y guerrera tiene un valor casi mitico, pues representa el comienzo de un nuevo funcionamiento occidental de Ii es- critura, Ciertamente, Ia escena de Jan Van der Straet revela la sorpresa ante esta tierra que Vespucci capté claramente, el primero de todos, como luna nuova terra todavia inexistente en los mapas*-un euerpo descoroci Go destinado a llevar el nombre de su inventor (Amerigo). Pero lo que se eshoza de esta manera ¢s una colonizacién del cuerpo por el discursi del poder, la escritura conquistadora que va a utilizar al Nuevo Mundo como una pagina en blanco (salvaje) donde escribird el querer occidental. Esta escritura transforma el espacio del otro en un campo de expansién para tun sistema de produccién, Partiendo de una ruptura entre un sujeto y ef "C8 La reproduce de I primera iin ® Cf, WIE. Washbumm, “El significado de descubrinventa en os silos XY. y XVV* en dere Hosvoricl Revies, 1962, ppd 38: Urs Biter, Dre Wile” und die "Zviliierten™ Grn la einer Geistes und Kulturgeschichte der exropischsibersecishen Begegnung, Machen, © Beck, 1976, yp. 19-80, objeto de su operacién, entre un querer escribir y un cuerpo escrito (0 por escribir), la escritura fabrica la historia oveidental. La escritura de la historia es el estudio de Ia escritura como préctica histérica, Si toda empresa cientifica tiene como caracteristicas, desde hace cuatro siglos, la producein de artefactos Lingilisticos auténomos (lenguas y discursos “propios”), y la capacidad de éstos para transformar las cosas y los cuerpos de los que ya se han separado (una reforma o revolucién del ‘mundo que los rodea segiin la Jey del texto), fa escritura de la historia nos remite a una historia “moderna” de Ia escritura, De hecho, este libro se con- cibi6 primeramente como una serie de estudios destinados a sefalar la eta- pas cronolégicas de esta practica: en el siglo XVI, la organizacién “etnogratica” dela escritura en su relacién con la oralidad “salvaje”, “primitiva”, “tradicio- nal” 0 “populat” a Ja que constituye como su otro (tercera parte de este libro); en los siglos XVII y XVII, la transformacién de las Eserituras cristia- nas, legibitidad de un cosmos religioso, en meras “representaciones" o en “supersticiones” marginadas por un sistema ético y téenico de pricticas ca- paces de construir una historia humana (segunda parte}; en los linderos del iglo XX, el regreso de la alteridad rechazada gracias ala pricticn escriturstica de Freud (cuarta parte); finalmente, el sistema actual de la “industria” historiogratica,? que sirve de base a tn lugar socioeconémica de produc: cién, a las reglas cientificas de una pericia, y a la construccién de un relato ‘o texto (primera parte), A estos estuidios se afiade el que se refiere, en el fin, del siglo XVIII, a la lucha de una racionatidad escrituristica “ilustrada”, revolucionatia y jacobina contra las fluctuaciones idiomiticas de las oralidades de los dialectos.* En lugar de proceder a una reconstruccidn cronolégica, demasiado ape~ gad a la ficcién de una concepeién lineal del tiempo,‘ hemos preferido hacer visibles el lugar presente, del que tom su forma estainterrogante, a particul rrdad del campo, del material y de los procesos (los de lahistoriografia “moder- nna”) que permitieron analizar la operacién escrituristica, junto con las diferen cias metodolégicas (semisticas, psicoanaliticas, etcétera) que inttoducen otras posibifidades tedricas y pricticas en el fimcionamiento occidental de la escritu- ra, Poresta razba sali6 un discurso ftagmentado por investigaciones ticticas que ‘obedecian cada una areglas propias:enfoxe socioepistemaligico (primera parte), segunda parte), semiético (tercera parte), psicoanalitico y freudiano La expresiin es de Marc "La india es el azo tniin rel bistro ene Ia naturaleza ‘vel hombee” y es "el fundamento de a ciencin humana. Acetea del insta histoiog fe M. de Certeny, "Esenturae histori, en Poliigne aujord” hui, diciembre 1975, pp. 65- * Michel de Certeau, Dominique Julia y Jacques Revel, Une poltigue dela langue La Revwition angaive te ptois, Galina Biblio des Histoites, 1875, 320 pp. infcap 83 {cuatta parte). Rehusar la ficcién de un metolenguaje que unifique el todo, es dejar aparecer Ia relacin entre procedimvientos cientificos limitados y to que les falta de lo “real” que estén tratando. Es evitar la ilusién, necesariamente dogmatizante, propia del discurso que pretende hacer creer que ests “ade cuado” a to real -ilusién filos6fica agazapada detris de las condiciones previas al trahajo historiogrifico y cuya ambicidn tenaz ha sido maravillo. samente expresada por Schelling: “EI relato de los hechos re nosotros doctrinal”. Este tipo de relato en en nombre de lo real La historiografia (es decit “historia” y “escritura”) Mleva inserita en su nombre propio la paradoja -y easi el oximoron- de la relacién de dos términos antinémicos: lo realy el discurso. Su trabajo es unirlos, y en las partes en que esa unién no puede ni pensarse, hacer coma si los uniera. Este bro nacié de tarelacion que el diseurso mamtiene con lo real del que tratan ® {Qué alianza existe entre la escritura y la historia? Ya era fundamental en la concepcida juddeo-cristiana de tas Escrituras. De agui se sigue el papel des. empetiado por esta arqueologia religiosa en la elaboracién moderna de lo historiografia que ha transformade los términos y el tipo misma de la rela. cidn pasada, para darie una figura de fabricacién y ya no de lectura o inter. pretacién. Desde este punto de vista, el nuevo examen de la opetatividad bistoriogrfica desemboca, por una parte, en un problema politico (los pio- cedimientos propios de un “hacer historia” nos remiten a ut “hacer la historia”), y por otra parte, en i palabra enunciadora), Por la fey de una escrituta “cientitiea ales es para gaia porque pretende hacer la ley 4 manera dle la cuestion del sujeto (el cuerpo y fa cuestion rechazada ala zona dela fiecivin o del silencio * Sobre este punt, ft. ME de Certeau v Réxi Diatectiques. wizs, 14. verano 1976, pp. Al Cte inf ap en prepara, bin, “EL discus histnive y Yo weal", en M, de Cenean, La fable du set. Langages sti cu ste Escrituras e historias “s Estudioso y benévoto, iero como soy con todos los muertos, sigo mi cami- to, de edad en edad, siempre joven, nunca cansado, durante miles de aioe." El camino ~“tni camino”-me recuerda esta expresion de caminante: "Carni, naba, erraba... corria por mi camino... caminaba como un viajero atrevieo” Caminar y/o escribir, tal es el trabajo sin tregua “impuesto por la fuerza del deseo, porel aguijén de una curiosidad ardiente.a la que nada puede detener™ Michelet, con “indulgencia” y “temor filial” mukiplica las visitas alos muer. ‘es, beneficiatios de un “didlogo extrafio, con la seguridad de que "no se puede reavivar 1o abandonado por la vida”. En el sepulcro en que habits ef historiador solo se encuentra “el vacio”.' Asi pues, esta “intimidad con el eire mundo” no representa ningun peligro2“Esta seguridad me vuelve mas be. volo con los que no me pueden perjudicar” Eltrato con el mundo muerto, definitivamente distinto del nuestro, se convierte cada dia en algo mds “joven” y atractivo. Después de haber atravesado una por una la Historia de Franca, {as sombras “regresaron menos tristes a sus tumbas”, alla las lleva el discurso, las seputta y las separa, las honra con Jos ritos fimebres que faltaban. Las “Hora”, cumpliendo con un deber de piedad filial, tal coro Pedia un suefio freudiano, escrito en la pared de una estacidn: “Se supliza cerrar los ojos”.* La ternura de Michelet va de un lado para otro introxa les Michels," eran del Espsitu(1869, proyecto indie de Pefacioa la isuae de Fn e01 Are sit 82,1973, pp. 7.59 8 3} Michele Préfice d'Histoire de Francee8, Mota, A. Colin, 1962, 9.175 24. Michelet, Herofsme del Esprits ep cp. 8 “Cte, pp 305-307 ciendo las sombras en el tiempo, “el todopoderoso hermoseador de las nuinas: (© Time beautifying of things!”.* Nuestros queridos muertos entran en el texto Porque no pueden ni dafiarnos ni hablarnos. Los fantasmas se meten en le escritura, sélo cuando callan para siempre. Otro duelo, mas grave, se afiade al primero: Tambien el pueblo es el separado. “Naci pueblo, tenia al pueblo en el coraz6n, peto st lengua... Su lengua me fe siempre inaecesible, nunca pude hacerlo hablar» “El pueblo tam- bin es silencioso, como para ser et objeto de un poema que habla de este silen- cio, Es cierto que sélo el pueblo “autoriza’ la manera de escribir de! historiador, pero por esta misma razén se halla ausente. Es una voz que no habla, in-fars, sélo existe fuera ce ella misma, en el discurso de Michelet, pero le permite ser un eseritor “popular”, rechazar el orgulo; val volverlo “grosero y bétbaro” le hace pender todo To que le quedaba de sutileza literaria.” “£1 otro" es el fantasma de la historiografia, el objeto que busca, hhonra y entierra. Un trabajo de separacién se efectia en esta proximidad ih- quietantey Tascinadora, Michelet se coloca en fa frontera, donde desde Virgitio hasta Dante se han construido todas las ficciones que todavia no eran historia, Este lugar sefiala una cuestidn ordenada desde entonces por practicas cientifi- cas, y de la que se encarga ahora toda una disciplina. “La bitsqueda histérica del sentido’, no es sino la bisqueda del Otro” * pero esta accidn contradicto- ria trata de envolver y ocultar en el “sentido” Ia alteridad de este extrafio. 0,10 {que es lo mismo, trata de calmar a los muertos que todavia se aparecen y ofrecerles tumbas escrituristicas El diseurso de la separacién: la eseritura La historia modema occidental comienza efectivamente con la diferencia en- tre el presente y el pasado. Por esta diferencia se distingue también de la scion (eliiosa), We Va CURT muna Tlegn a SepararSe Sm pee, Y CON seiva con esta arqueologia una relacién de deuda y de rechazo. 7 a Finalmente, hay un tercer corte que organiza el contenido en lo que va del trabajo a la naturaleza'y que supone una separaciin entre el disGirrso yC eierpo (GocTAly, La historia hace hablar al cuerpo que calla Supowe un desfasamniento entre [Wopacidad silenciosa de a realidad” que desea expresar y el lngar donde produce su discurso, protegida por Tvs +5. Aishele "EL Home dl Exp op it 9.8 Cito por olan Barthes, Michelet hoy"sen Are. 9.26 11 Mishel, "Et Herofsme del Esp op opp 1213, * Alphonse Daron, “Lengua e historia", en kur Congrés ternational des sciences historgues, More, 1970 16 tancia que la separa de su objeto (Gegen-stand). La violencia del euerpo llega basta la pigina escrita por medio de la ausencia, por medio de los doctomentos que el historiador pudo ver en una playa donde ya no esté la presencia que los dejé alli, ya través de un murmullo que nos permite of, como venido de muy lejos, el Sonido de a inmensidad desconocida que seduce y amenaza al saber Gna estructura propia de la cultura occidental modema se indica sin duda en este tipo de historiografia: Lainreligibilidad se establece en relacign al “otro”, se desplaza (0 progresa" al modiicar 104 5 peer pa iio, elt ites, heternor a las -etnoogi, histori, Piqua, pedayo. aia, eteétera-, se desarrolla una problemstica que elabora un “saber decit”™ {odo to que el otro calla, y que garantiza el trabajo interpretativo de una eien- cia (humana) al establecer una frontera que la separa de Ia regidn donde ta espera para darse a conocer. La medicina modema nos presenta un modelo de todo esto, a partir del momento en que el cuerpo se convicrte en un cuaidro legible, y por tanto iraducible en algo que puede eseribirse en un espacio de lenguaje. Gracias al despliegue del cuerpo ante la mirada, lo que se vey lo que se sabe pueden superponerse o cambiarse (tradtcitse). El cuerpo es una clave que espera ser descifrada, Lo que en los sigios XVII y XVIII hace posible la convertibilidad del cuerpo visto en cuerpo sabido, o de la organizacién espacial del cuerpo en organizacidn seméntica de un vocabu- lario -o fo contrario., es Ia transformacién del cuerpo en extensién, en interioridad abierta como un libro, en un cadaver mudo que se ofrece a las mmiradas. Se produce una mutacién andloga cuando la tradicién, cuerpo vivido, se despliega ante la curiosidad erudita en un grupo de textos, Una ‘medicina y-una historiografia modernas nacen casi simultineamente dé la separacién ete un sujeto que Se-TUpOTE sabe Teer y un objeto que se suponeeseri (BU. Ue HO coMDEE, peg lie debe ser descitia. fasion de una separacioi eiiire eT saber que provoca el discurs y el auei- po itude que To supone. fi oe HsToriografia separa en primer lugar sit propio presente de un pasado, pera repite siempre el gesto de dividiz. La cronologia se compone de eriodos™ (por ejemplo: edad media, historia thodema, historia contempo- "aiiea) wile Jos cuales se traza cada vez la decisin de ser giro 0 de no ser ‘mds lo dle se ha sido hasta entonces (Renacimienfo, Revolucién). Por tum, GBF Tempo "nievO" ha dado /ygara un discurso que trata com “muerto” todo lo que le precedia, pero que recibia un “pasado” ya marcado por rupturas anteriores E * Ctrenpaicular Miche Foucaul, Nousance de lclinigus. 1963, pp «=x Yalacdo, al 1461 UL M40 npn oy aWRY sp ounonnyn a 2ssanb, un 2p 0 ,32qes Jo¥anb,, uM ap opyiounuD 19 Uo9 optata odiono fap Fuprinaso v| msn 9p ‘opep vy as eusstu eff anb oxdedsa fa tejorio> ap edv9 pepo!oos eun ap ojoquiss 289 (opeyinsarns s9 anb ‘osinasip otwoa ou A) eonopid ovaeno ust “eanwoyrudts eo1}2eid vun xod sopezeydutaau opts tb ‘ureyue ap soy sof Sopor ood v e204 “exm1989 0] v axdUHaIS Baal SOU.,eI01 st 4990\,‘S0YBIS oxreno aay apsop ‘aiuapio0g ua ab avaavd ayy ieyeiBoyoysty e osvoe so ou? ‘ayuasaid jo ua uyzes Eun smMnstOD 2p UH ua as anb Asoniiuue soy 2p opestdos onan odutot un ap med v ‘ezuormo is anb peptatioe e| o19q "warded v|:ooueng ua auodns 2s nb rey un opmatss 984 2045 BU 4andyst09 S@.nquI9Sa YeIUaLID|9 Sp AUOY Ns “UoLdoNpOXd © Sefouasne o] o1oedsa omsn un te vjnomi anb oaneruosoidos ofeqea u 99 ayaasard ye ungezssone anb s2jeuoroypen souotoeiuasazdas sey v axtutisns ‘omgH9s9 of ‘O1oaya Uy “BaNLA98a BY :294 ¥| B OBL Ip & ont ap sOpeA auIaH an ©7898 un doo enyoaya 0s & ezzfoquus as oovfopered oywortampaooid as “Soni vj eniuoo ofeqen < axon wf ap ofeqeyy,zoqes un uo opesed Ip aeymnideoas op orSojtand (a ayuosaud ye opuaxpaouod “epmpiod yy vay anb ‘uaorapanead ‘osinosip [2 ua 69004 seyonut ayidas 9s an & azianun e] sod orb ousstiutpeoosd oyenxa un ap o1pout sod “opesed jo aspuarcuson ap zee © aonpoxd 28 apaop sen J2 anb seqoud ap vjex eyEAROHONSIy EY ono [9 anquios & wsuadiuoa anlywouatiodx ey pis9 oun ts UoroeuLe ts “osafoud jo ‘aseq ns 89 aapaocaad 07 qnonpau oi] un sezen ‘S0pt9 e1edesap so] woo eata popixpyos eun ap eprpsad e) sexdane ‘sand ‘sowaqap .uana ua SO}BUE, o}g]Sodtur £9 tA o1aey 0} 20d & ‘stuatUD souOLaRZITAID 9p Branouiadxo vy (ezzuvi0 n) opeziuv8i0 wy onb soxzanan soy ap viouasaid 2p od 9480 we 40029 afqrsodunt sa anb auodns pyoxBOUO3sty o| eyuoND Ns Jog ‘EDI P| Uo uproedionsed ap opoLL tm outod wIapistios ow eA puparsos exysontt orb ¥ ® auants 59 woo UotoeoyuOD wun uD —epeUO'sete UOKDOR & pep -1.tB]89~ soyynd jap ossnasip :oa:Sojoqud 69 seuwuny se!2u219 se] ap OSIMasip [2 8ISta 9p ound 21s9 apsaqq s1Hap1990 v wuoIsasqo ayant BT HHO aAfanA ) Ti2edes o awoueny setouge so uianu 9 aigo8 e014 wpoy anb 99 (ueuini ePID ¥]WaE 9 Oi s1q68 6 ono ap sogDs jo Ise OpuaieynstoD 365iantc0p soy 2p auarigo ab salioisastoa say te pepuNTas ne BituonoU9 ¢ (ox 4 Saher aitap grey BELTON OR TATA ob o| Ho pepione ey 3° (onpieNP 9.) odrud jo “anuop1o90 ug ‘auaNUA ¥| HOD BIUNSTpLUploeas ah 9p ‘ousia 0} 59 anb oo odon jo woo Huns Ugtoefor wun op ‘eyeIToLIONt son op sian “orsoums uyp anb sojdisafe Jeondnu gt sq ee epeurdueu o epesed ,camfou., wun v osaifau j9 ow09 PepHOpE e| 9p “aor soututiar sosno jeiUapra90 Uo!aP[al v| JeAzOstDD Ye & “opused au at sonst 3p opte9s ome “onsyresud ap emtenns, :(72-¢b1 “lsu ey ope 25g05°¢961 “PEATE SUOGHOS o Spear ting Pune peur agony ynun weINPeD DUN. HONPDUAIDH “NISC WHY HD pected pet oY sspareyea weg Vy svon)9amoye wonesy0.9 #7 0,eHOSSIY | >pMUD}HEHT WOU SHOT un 6 atuasaid un ania esmdns of ‘sand souodw je “uovorpen e| op pep -jyornse 2] zeredas ye aub (ooyysRoasnua £ oatperoma 34110 ap ord “et -vouan aqiauuantarede) upiodaau0a | woo Untto9 Ua pe SUH ON, ‘ofege vioey ‘wnat A equate ap auata anb erouasaud stoap 59 (oy) exqoyed- ,sopesed sodas so] ap wagered e, ‘ommuiae so eLLOyIK ‘SauuoUeCT ap oF SO ANU 7 ,itwa.rod un e opese! un ap apuan, -xa a8 anb oyqand je owsyu (9 ap oxpou > ENS ‘ousten ys 9p OM asrEpEAqO ou ened supsooas ostoaad s@ anb (ozorunt) ,orBajiaud,, 12 s9 euoIsty Fy “op -e2uowiau £ operas as ered owatunye un ‘fetiowatn ap ean a] anb exed pep -01008 8] ap o1paun ua W90}09 9s an o10s un $9 ay qysod 195 v ang|| oCuOUOINE aquosaud un anb wind spn wise opeztey arsfqo un 198 ap sofap(nanupipes) #309 2] AP BOURKE, UN o (oUfosHUPAO!) ,oPIO Jap woUALEN,, wh HaSMINSUOD (Copesed jap eioisiy) nnreny soy & (seorSoqvauas seis senBinue) pars201399 $0] “reasedepepyap piusow soy azita esoUetG BLUSH eC] PIPL HOIST e] ap , fe -tp2uo oupay, Ja ‘ouATOD [0 sod ‘69 “ugfoLOsqras 9p K eIOUDIsIx909 ap OsaDduc ‘up, sepfaran,, 2p asopugmnansip asitaryap anb sod aus1 ow sede um oooduuey owas‘, sopesed,, ap asopuyraueysip asmeuusye ap pepisadat aan ou odio f2p eyaredt e7 "opeaynenss omartsEud;mome,, un ep as uaxg sys, Senin Sel |e uesmdxe ow sexanur seuxioy se, ‘opdeafo sod “erpur e} wa “TeatapIo30 pep -temurs eun so uorSonnstiod eys9 ‘oquapraa o8fe 498 ap soley Sy, ‘qestiod sas ppand popnwuap! vaonu wun ab ‘ered ayqesuadiun ua opryranuia By 28 pep oquatIOK an uD anb o4f9A ap ‘opezeysas o} ap osaudas jo weanSiyaud “IBM Th 3p RST WL TOC wp SRREIUTS WS Sisdoy WE woroeyoxdronut op eworsts un ap 0 ,osaiToxd, un 2p "ugrosuapio wsomaq By satyex9s%p uUginysad sopsejas o , svIoUDAIAlDdee, { serouarsisay,, “OSInasIp [2p SeILey Se] U9 A SPIO Se] UD ASsENUISUE e “OPOr ap sesad e ‘aajana -uoioeay{dxo wan ua opeprayo orsar“jeUfare [a seU01999]98 Te opeaopuege otsipradsap- openaepeut sod aun opesed jap worsuaiduses j Pana #189 atb of opor oso “aiuasard pepmia!siroruy tun ap uotoeiuasardas | ey sauaigo exed opyprajo x95 aqop anb oj & ,oprpuarduros,, 49s apand anb of | ano upraoo}oe wun ‘nugstp 9s [eno fap ‘opesed yous ado ‘ostanyunjon 9 toxi09 aise sod opeurarap ofeqen (g *(seperaadionu-at fas uaqap anb sauo1a SeylBeidax se] eziceBIO SUOISIAIp Se]) oFsIqo ns K (S|UDSesd un op anued & _SRRLHSTOS 3S SR) Tg seNCIS|UT ty 9p opeymsod ja sand s0 91109 Py dominar” al cuerpo, de transformar la tradicién recibida en un texto produci- do; en resumen, de convertirse en pagina en blanco, que ella misma pueda Nenar. Préctica ambiciosa, activa, incluso utépica, ligada al establecimiento continuo de campos “propios”, donde se inscribe una voluntad en términos de raz6n, Esta practica tiene el valor de un modelo cientifico, no le interesa una “verdad” oculta que sea preciso encontrar, se constituye en un simbolo por la relacién que existe entre un nuevo espacio entresacado del tiempo y un modus ‘operandi que fabrica “guiones” capaces de organizar précticamente un dis- curso que sea hoy comprensible a todo esto se le lama propiamente “hacer historia”. Hasta ahora inseparable del destino de la escritura en el Occidente ‘modeto y contemporéneo, la historiografia conserva, sin embargo, la parti- cularidad de captar Ia creacién escrituristica en su relacién con los elementos que recibe, de operar en el sitio donde to dado debe ser transformado en construido; de construir representaciones con material del pasado, de situar- se finalmente en la frontera del presente donde es necesario convertir sitnul- Lineamente la tradicién en un pasado (excluirla), y no perder nada de ella (explotarla con méiodos nuevas). Historia y politica: un lugar ‘Supuesto su distanciamiento de la tradici6n y del cuerpo social, la historiografia se apoya como iltimo recurso en un poder que se dstingue efectivamente del pasado y de la totalidad de la sociedad. El “hacer historia” se apoya en un poder politico que crea un lugar propio (chidad, nacion, etcetera) donde u SRicticas). AT constituirse espacialmente y al distinguirse con el titulo de un querer autonomo, el poder politico da lugar también a exigencias del pensa- miento en los siglos XVI y XVIL Dos tareas se imponen, particularmente importantes desde el punto de vista de la historiografia, a la cual van a trans- formar por medio de juristas y “politologos”. Por una parte, el poder debe legitimarse, otorgar a la fuerza que lo vuelve efectivo una antoridad que lo hnaga creible. Por otra pacte, la relacin entre un “querer hacer historia” (suje- (0 de una operacién politica) y el “medio ambiente" en el que se divide et poder de decision y de accin, exige un andlisis de todas las variables que actian por las intervenciones que modifican esta relacién de fuerzas: exige también un arte de manipular la complejidad en Funcién de objetivos, y por consigniente, tin “eélculo” de las relaciones posibles entre un querer (el del principe) y un cuadro (los datos de una situacién) 20 Fs posible reconover en todo esto dos rasgos de Ig “eiencia’ iencia" que ruyen los “historidgrafos" dal siglo XVI al XV t senha ‘el. magistados yjursos al servicio del principe, que ocupan catgospuivile- jdos en i corte'y que deben poner de acuerdo para “utldad del Estaiay a “bien publico”, la verdad de la Tetra y la eficacia del poder —“Ia primera 9 opesed 1 “odious ap sw uo eontfod 3p 2018 apondl apuop oayqnd ouatiay un wuo!aiodosd 2 Seuryuas04 sat “S19 SH] Uo a}qopno euateRs& upto wyouareyaemaNOS MUONS EY 1 aSiu9paooxd ouan on, oloupen e| ,sozepod uasey, ‘ojapout ouio3 seu Sot stunsuy se] ewuexaid asquow oso uo sordiautid soy anb ages 1ojne [4,10 ousede,, bun of $9 0489 ‘o409y 9G] “OIA OF], ap OMNEUaLHLOD UN OLsGD Er ud 80] ojoxvinbeyy:t810297c s0| ap ase9 [9 $9. s9pod a woo sepeuor> ~21v ‘sepestysap souoroesado wenioas9 a8 apuop optunnsar dure [9 outo> ow ‘opesed jop uo}oe7qeuuesp vun oUDd wiuaseid as uotoeiseU Fy SISqPUe op £ uorooyndiuew wap oronpoid 1p 19 [eu [e eatuanauo 98 worsoy e} eyesRors0}s14 Bap o5vO [0 te, “etoisy oun ap vorstsodeuo9 w ofisto3 sen anb sopepysqes wedou se 48s0859u oj usu a Banfas&ssenmunjuny ey eso ns Bztjeauos "wzumyerUH “eyo xo pepatoos epaosofena Se ap o1paU 400 stoned ‘aap 3 ‘sojgand soy sopoy ap uigtaoa wrouorsadx9 tus sonant 50 werdesardas anb 0] 2p ooustmosa & opeztqouassajoud aycayearnba fa “1p W2 s194 Of Sour} Jap sapquas so] sopor ua ‘osoroaud orsvds: pecuroy 2B: ap zoe ow fs &"peaunitas epeouses aa "Popanns | euwanoNe 98 apuop opunwu Un “oslua9) odanl 9189 ap ,opun esuduia ns anb § To Nore Soy aust U9DDe Ho po} [a snd essen Cones Bur 2p bf a akmsns &euoseoge nua onod aero nb peoree 1.09 enasu as uauin Uoloendo a] 3p opts fo esayoutturonen sere s2prooudua aus onbuoray oto siotun wpa efap tower erses "ss 95 ous 0+ eure eLZDoU, ap onsay > algon uprerione cae tun ap eranoasuon oy mbesSopastd ry aoey agp ootod sondern +04 ogy onto iat sopeuensi Fy "opesed fp slope so eed Toes so soanalge ojs abi anbsoucronts ap sopeuesty poset onbsyeroun novpique watho9e, p10, eos, eojenpaie wed otoon cg uc-9te ¢y64Ssg sonny uoRoUMg‘waROUNMALIID pun aonqany¢ wo eno Senoisty w AU, uaqhe x24 Hf) SoWKUDNIODE So ISNA Dp une osx 2p sendy anus aya eoaepespion ap esSM Sr =p yA wa [3:00 e uae agi spent ep UBFH} apm AD Ea "NpHNSe HO Pe 9598 "PF Dy “ORL ZL RUMEN PoMRVIRY aKING, 3p PMAMEE FT WOFT PHI BD anb 6] 22] duuajuos y’& soperiorsty jap uptorsod e| rewey ap opertis Bian 98 oanyjod asquioy ja ‘ours 19 404 "vanyfod eplA e] 2p pupratioage ef Jopeisoisty ja Bred aywoUrosty eroafos anb woSts0 ap uoroesIst| 5g Peprany Bw ‘osomar spt $9 anb ua wpypeuu wus P| HD “osanasTp | re tpaptoa anb < “pepyeas yap osanastp ye wredas anb o1ands [> opeda|| e198 jeouny, ope op adiourd, 19 yias count ‘osmasip f2 10d opmnisuod ‘,2yqys0d edtouud,, 19 sspod [Sp EANsa|a PoHopA pl uo paceman na “ENNOgH Spa Ad aL omg eH of HAO s;ypuny]s Sub ap apr vigh -varigtamb aqfona & otsint ap ‘jab ua aod upisoy #18 ‘Sond ssy anehomSp noFsezqUEAIO uN UD eazNp -oxnut se] adroutud a enb uesadsa sauor993y set ‘prutytttsorea epor enuos ‘anb {s2 opus s010199a] ss & 11999 Hany Onto2 sc.o1deagy 99 { ov od epnruuiag jJopuases jap 4 owe fap osinostp Ja Za Bj ¥ sa anb “uotooy esou snl “osmosip Jp aq}969 2s apuop oaedsa un vuorosodoxd nb ‘uoso0y/ y 5° 4 wis ‘adiound yo 32004 ntzaqap anb oj ezseuv 9 ou on adioutad yo opt nt } piso ‘seanyiod souoronmsur sazofard sey ap & vanyod wonpuod el ap seizar | S81 22p0d 9 201998 apuop ons o sop 209;gnso ap een ropes e opuen: “Gjaaumbupy op auijtiavoiy atu0}s] Se] Ue A fea ‘Soy wo zeqnonsed opin ean woo wafput 2s *Z9A 8 8 wHONOY, & eolNAD “UorOENIS BMENXD Css ‘wapout efBojoanbie ns ua ‘ajqista spur ‘eysayiueuU as anb aqusyeatqure wo1o “Ipuoo wun UD ETfeY 9s QyeABQHIOISIY [9 ‘oanyjod sapod Ja aax9f0 9s opuop reZN} 19 ws om osad ‘soonrjod seuzafqoud soj v ouvais9 aszenUOIUa 10g “OatyTY ap SOUTLLIZ} Ud OFo]ONING Je aonpord ‘apuasasd |e a1ayanas onb oy uo epeseysop ‘anb oj e eproosed “opesed fp worovoqu9350 trun woo ‘ousosaid jap ope fe, ‘sand ‘eousop 96 situs ng ‘auaN ow onb snpod un wo estorg sodsous soy sopepyiqestodsar se 3090109 us oWoIqo8 2p souora99] sup upiquit‘oxssoeu [9p jo 46 us foseIrTeu E1es osm051p ng sezi[soww & mwonpa ap wore nj uadminsuoo & -sojenmet so viseq sIsa1 se] apsop~o1orsn = to u> niga sousapoursasred soy Soporte anb svanigonp so} ‘Soyajdxa sou 0 sows soutoy ofeg'2q194 eno [9p Yap [ap , Ope Te, isa amtoumeane ["2[q}Sod Bp98 9] ov oayeroLtosny sty ap odin oxst tun jeno ej uis & eAns pj $a ou anb uoraisod eun ua eUIO) onb dyed vy eoIpUT Una racionalizaciin de las précticas, el gusto de contar leyendas de antafio (“el encanto de la historia”, dirfa Marbeau),” las téenicas que permi- ten manipuiar Ia complejidad del presente, y la curiosidad tierna que rodea a los muertos de la familia, se combina en ei mismo texto para realizar simul- tineamente la “reduccién” cientifica y la metaforizacién narrativa de las es- trategias de poder caracteristicas de una actualidad, Lo real que se inscribe en el diseurso historiogritico, proviene de determinaciones de un lugar. Las telaciones efectivas que parecen caracteri- zar a este lugar de escritura son las siguientes: dependencia de un poder esta blecido por otros, dominio de las téenicas que se refieren a las estrategias sociales, juego con los simbolos y las referencias que tienen autoridad ante el publico, La historiografia moderna francesa, colocada del Indo del poder y apoyada en él, pero a una distancia critica, tiene en la mano, copiados por Ia ‘misma eseritura, los instrumentos racionales de operaciones que modifican equilibrios de fuerzas en el nombre de una voluntad conquistadora, Esta historiografia se une a las masas de lejos (detras de la separacién politica y social que las “distingue"), al einterpretar las referencias tradicionales que Jas vivifican, y es casi totalmente burguesa y ~jcomo no admiramos?-racio- nalista.® Esta situacion de hecho, se escribe en el texto. La dedicacién, mas 0 menos discreta hay que mantener la fiecion del pasado para que “se realice”™ el juego erudito de Ia historia), confiere al discurso una condicién de dewda con respecto al poder, que ayer erael del principe, y hoy, pordelegacién, el de luna instituciOn eientifica del Estado, o de su eponimo: el patron. Esta “refe- rencia a otra cosa” nos indica et lugar que autoriza, et detector de una fuerza organizada, en cuyo interior y en funciOn de la cual se realiza el analisis, Pero el mismo relaro, cuerpo de la ficcién, marca también, por los métodos emplea- dos y por el contenido tratado, por una parte una distancia que lo separa de ta deuda, y por otra parte los dos puntos de apoyo que permiten esta separacién’ tin trabajo téenico y un interés piblico, El historiador recibe de Ia misma actualidad los medios para realizar su trabajo y los elementos de determina- cién de su interés, Partiendo de esta estructuracin triangular, la historiogvafia no puede pensarseen los términos de una oposicién o de una adecuacion entre un sujeto yun objeto; eso sdlo seria el juego de fa ficcidn que ha eonstruido. Tamupoco se podria suponer, comollahistoriografiaa veces trata de hacémosfo creer que tn “comten- 70" mésantiguo en el tiempo explicariae presente. Por lo dems, cada historiador ‘loca su Fecha inaugural en el lugar donde detiene su investigacién, es decir, en “Eugene Morbeas, Le Charme de histoire, Pica, 1902 Cf p.ch:absenates de Jean- Ves Guiomar Life mation, Chane, 1974 9p. 179 45-68 24 las fronteras que le fija la especialidad.a la que pertenece. De hecho, su punto dle partda lo constituyen determinaciones presentes, La actualidad es st vers ~dadlero comienzo, ‘YanoSTo decia Lucien Febvre en su estilo tan caracteristico: “El pasado -eseribja es una reeonstruccién de las Sociedades y de fos seres humanos de antailo, hecha por hombres y para hombres comprometidos en la complica red de las realidades humanas de hoy en dia." Que esta posicién niegue al historiador fa pretension de hablat en nombre de la humanidad, Febvre'no lo habia admitido porque ereia que la obra histérica estaba exenta de la ley que la somete ala ligica de un ugar de produccién, v no solamente ala "mentalidad” de tuna época en un “progreso” del tiempo, Febvre sabia, como todo historiador, que escribir es salir al encuentro de la muerte que habita un lugar determinado, ‘manifestarta por medio de una representaci6n de las relaciones del presente con su“‘olro", y comatirla con un trabajo que consiste en dominat intelectualmente ‘a artculacién de un querer particular con las fuerzas presentes. Por tacos estos aspectos, la historiografia echa a andar las condiciones de posibilidad de una Produceién, yes al mistno tiempo el sujeto de su propio discurso. La produccién y/o la arqueologia La produccidn es, efectivamente, su principio de explicacién cuasi universal, puesto que la investigacién histérica toma todo documento como sintoma de lo que la ba producido, A decir verdad, no es tan facil “aprender del mismo producto que tenemos que descitrar y leer, el encadenamiento de los actos productores”.” En un primer nivel de analisis, podemos decit gue la produccién da nombre a una cuestién aparecida en Occidente con la prdctica mitica de la escritura, Hasta entonces, la historia se introduciendo en todas pactes uta epavacion entre lammateria (las Heche [a simplex historia) y el ornamentum (In presentacion, la escenogratia, el comentario) Trata We Encontar una Verdad de Tos Reshos bape le prolife, 5 s “Teyendas™, Tnstaurando asi un discurso conforme al “orden natural” de 18s cosas, en el mismo sitio donde proliferaban las mezclis de aural’ d¢ ls cosas, en-el mismo sitio donde proliferaban las mezelys de ilusidn y de verdad.* El problema va no se presenta de fa misma manera "Lavine Fete “Pritogo” a Chris Morac, vi esuis sar Historie et cue. A. Calin, Cahiers es Anas, 198, Vil "Cth if. pp. 78-79 ® Jean T. Desant Les lal mathimatiues, Sil, 1968p “Cf pe Felix Thtlemin, Der htertche Dishes bei Gregor vo Tos, Topol und Wirkickelt, Frankf MU Peter Lang, 1974, pp 3672, “Einl siglo xv, Rod. Agricola ateribe: "Hitoria, cj prima auresverias, naturel tn Tre 0-19 do epeiig sana w3eonyog etuoud93 m2 epmE em 3p Suen, “AMY (or 666-4 119"7I) apuowuary. yaad rarteneyy to a9 8 Ge ‘nt Bt prgn aaos-ee nung ry eo wap 9] ah ex o> on aosanpond esp eoeee oegy 2p votousgp seu upotsodss et s21¢e te ‘pwiesy ron seanag U8 .sB1) tno mone oa aT m8 eee MOENPLANTS LY Se $5¢'¢ 'EsB1 Hauery y ‘wets inyspueT pa ‘our mun ta emp HAL Sd 96 SONS PA epLEe oFFoORPT TMH a KOO Fe S822 dry "9fe005 pe /19,p9 oud sp anda sig Susy 189) uRURReOIADONIRA Ip vue seu: suo, 4 Osos ee upQUN 9 SESE, oguMNAY ant Fo5a4) Np He spe ap sou si1¥ anb sosinasip so] & sopeuusarap sasniny anua assooajqeisa apand anb voroe las ef; sapepryeauan, se] 9p o ,seapt, su] ap epotae] eLsO)sIy 21 20 se1gey Je OpeAdoada oy atu onb oyteoxIa}Ur [9 Uorstoosd seu UEP onbrod ‘opnacias aq soy & soaispa Sorxar soso ua opruai9p 24 ayy 1c Teatdeo sonposd anb ofeqe.n [2 oananposd 59.0)98, souwrd op aymvaiqe; jap onsodosd v xszyy 201 ouwoD ‘apuop sapeI90s. Soucyonnsur v £ soueny e ‘seott991 souoronzieBio v ‘sapeptsazau e aajana SISHEUD Jo “ISY’ 9¢,[B100S OrAMMS UN ‘OpemTUUazap ferOoS odons Un axduo1s 89 ‘uooonpoid ¥] ap sex2ys0 ap 941 souaut o yu ‘apuEss souat o spt oF tun a09 un ua peplanoe ns oosol9 enb fa, ajuatueuty *,uoroanpord vy ap sen -juvd putes ean auduiois 69 uptoonposd v7] “opetrunoe ‘opesed ofeqen us ‘eun guru *ugyaonpoidl ap ojuouunatsar un uss afgisod se woroonpoud punta “ocala sod “-pepatoos ua waata anb sonpraspin ap ugisanposd vf ap-jetaos Uotonjoaa vj ap opeuruzarep orpersa un ua UgIoonpord ¥] ap axdatats eye 95 ‘vorsonpoud ap sourgiqey optens ‘sand ysy,, “,ug!Sounsqe wun sa ppzau98 v9 votoonpoud gy, 012d ‘sopey sopor 10d uproonpasd Aup{ ‘Seypaysties uEas an 19 satoraxpuos su] undos A aousp.oey soyoajshes ou 0 ueas sapeprsaratt seise anb unos vayistaatp 2s tuorsonpoxd wy ‘9seq eIS9 op opuatted «soe ap su 2084 owoD Koy tip sen BIp al}duuns somtagap anb “eHOIsIy BL pO ap (Bur Bupogpunan) rewwsurepury uoforpadd eun (ny ay>1p4>142828) oouCAStY ‘oyps4 1m woo soluesiwoot> Sou Ife A “}eHOIEU EPL MST EY op (uoMyApOLg a1p) uptsonpoud wy ‘sepepisaoau seso seanjsnes wowed onb sorpow ap (Bu Bnazia atp) uoroonpoxd by sand sa (ny ay>ypya14o508 ays. a1p) oouspAsIy yeu sowed (3 ‘seu ses09 suundye K asmsan ‘owuomuefoye Un sou9) “sou! -09 1999q Po} 2}U8 OLyBSadOU s9 ‘HALA BIEd,, :JeIUDUrEpLN Of v OsaiAas uP) se oed oU0D,,*,272,9109 DuDWnY popisoD oMI0D,, soptideD “os Uaqep +. afcysias opunat f ‘pepyean x ‘orafyo 2, s9qes W'yoogana 21908 s1s97 Ss ua e yeorput xxeWy anb of seiaprsuoaar ostoaid sa ‘stsipue fap oj9iqo Jo adn) 45809 ou an oxad oow9isiy osmastp Jap ase v] BULIOY anb O] ZvoKpU IDep 59 “soploowea souuua: anus “eproouoasap anbune euiesaa9u uoisejar wun s9IRU>s Uod SoudIUaqIOD Sou uoLzonpadd v| ua onb 4eNIAs ap UY Y s91 riot “sey nd ap suuaucrry uounnusrades ryan jeg amb, 19 S20 PT ANA HIDE (6d odo sanbeuppem Seno 27 "A059 BE, ors 942 py sepa ‘vaan aa $9 opev98 of eHosaud 2488009 20d on k‘agha #9 prpi8e and aNd oN [p:oagprtovoysey tuys 3629p ojsunepanyT np:que MH EoWRqaq‘ofulssOpeseagns (a (296 4 ‘ta m¢gst ‘amoeme woos prdonneg inuarigg Hota eyo, ranmoy soy un mfojoanbe,, ‘wun op ousis [9 ofeq suod as onb opuarureuonsons Je Oy ,uoronpoud,, wun ' myouasajou vy Jod s9peyos sesja an ‘9a0u0941 So [9 & OpLLOStY ap ofeq -on fo uo ayvatuenanuioa vaaasedeat sopezn|sa1 soys9 “1204 9¢“wioypuodsat «IS OWO9,, 1992] ap opIUaput ofeqes: [9 40d sepsezejdusaas Je OFISUOD BAD] anb saqueRoxsayar Sopqluia Sey ELEN|N00 SOUISIIU Is & BOUL as anb oY osopy OS -masip Uh ayUDUTU[Os vUIDS BEEABOLIO}STY 2] ‘ySLA op opund 9189 apsacy 1 4OdtU98 J Ho 9I69.9Nb 0} 2p osuozta}DOK. [2 Zod odaxan [op o¥torta!SOK09 jo a4mnsns,, operons fa ‘opeymsod as s2 anb ov oxpruse ns 9p o19%4o ud 19 BZUBAT BND Oy altjos SO[Iy Sop So] WOU D uezeN anb wUUEA v] $0 {UOT _IpUOS TE WAI SPU GUIS TOSEATISSAUT | Sp OPUI|ASI jp OHI SS ON Wapio “nap wrouadixd ee omiazaon pp 21q0s wunoud ev auaeUtio} apuodsss ‘nb [wauy ugIsaons EAN Ap O|9eA SapeNd fa BuoTsTOoAd pepyeiodray Fy “svi nv] SB Ua SOYDaY Sof 1E90[09 ap A sazuy ¥ySa anb Oo} J19ap ap epURUtsp a1gop" | B aoRsHes J0peLOISTY [a anb so] OD SOPOT So] OID} OLUSIUML UA U2 TEAS -oidaz 0 sauodxa vied A setra|qoad Sop so] ap euesaoeu uorsen{uoo 2] reais -ap exed aauts pepyyesoduroy vf ‘ojuawow 289 w39I| SeA}UDI Pg .CHOISIE 2 2D arajqord yo repsoqe'erspod as peprresodias e] ap opexoquis axtiaueuayd K 03 soadsa oxdeouos un ap euaisndsip as anb ua oywatuow Jo ua.oj9s,, Mb pepsor so esta ap ound 2389 apsacy“pepreiodua ap ,,ordaouoo yseno,, 9 ua weBn{s09 ‘98 ‘uspio Un v £ UOLOETILE BUN v OpnuduE v sopronped ‘sopDLHa[2 Sop SOT “es | ~nyannso er ap “2yuatcraoy cya souaKe 0 Sy 53094 Se] 200% & ‘sou SEL _s0ua]| ap onisasqo isen9 opepn fa 10peLs0st fe 381x9 UOKORKUOY edna sapas ‘9p vusoy ua wso1dxo as epundas by, so1ue,, 389 anb of v sorfoptaud sopuess § AeBiono { sts2u98 ap souruura; us aonpes.as uoisano eoutLid 2°] FOpEgorg) Souayugna| 0] ae ouenustuanEaN i. .nigueo2- en “an Jed 249 “sod oya9y by 0] anb of v ,,04oay,, [2P WoxsHuAs e] aued BUN tod seuUa|goKd _AOROMPpONe, SP WPT LouspMINDsa,, BULIO] wan ‘oIUE) oO] Tod ‘aianbpe ‘Caonpora 5s and oy oo Seo oa eid DSTIOUT 3S 9195 9p. 9000 ( ~ POSSE TESTU Sp egueS Papen, bo oNsuON ‘pepighy, eee ee tismo se producen. Me ha parecido que era posible transportar acé lo que Marx jlama “el trabajo productive en el sentido econdmico del término”: “el trabajo sélo es proxluctivo si produce su contratio”, es decir, el capital. Sin dda, el discurso es una forma de “capital”, invertido en simabolos, transmisi- ble, susceptible de ser desplazado, acrecentado o perdido. Es claro que esta perspectiva vale también para el “trabajo” del historiador que la utiliza como instrumento, y que la historiografia, desde este punto de vista, depende todavia de lo que debe tratar: la relacin entre un ugar, un crabajo y este “aumento de capital”, que puede ser el discurso, Que el discurso entra mis bien, sein Marx, en la categoria de lo que genera el “trabajo improductivo”, no nos impide considerar la posibilidad de {tatar en estos términos las cuestiones presentadas a Ia historiografia y la que ella mismia nos presenta, ‘Tal vez, todo esto sea dar ya un contenido particular esta “arqueo- logia a la que Michel Foucault ha rodeado de nuevos prestigios. Por una parte, habiendo yo mismo comenzado mi carrera de historiadoren la historia religiosa y estando determinado por el dialecto de esa especialidad, me pre- unio sobre el papel que han podido desempefiar en Ia organizacion de Ia sociedad “escrituristica” modema las producciones e instituciones religiosas cuyo lugar ha tomado la arqueologia al transformarlas. La arqueologia me parecia ser el modo con que buscaba dar precisién al regreso de un “rechaza- do", un sistema de Escrituras euya modernidad ha construido aun ausente, pero sin poder eliminaslo. Este “andlisis” permitia al mismo tiempo reconocer en el trabajo presente un “trabajo pasado acumulado” y todavia determinate, Usando este modo, que hacfa aparecer, en el sistema de priicticas, continuida- des y distorsiones, hacia yo mismo mi propio andlisis. Este andlisis no tiene interés autobiografico, pero al restaurar en otra forma la relacién de produc cidn que un higar mantiene con un producto, me Hlevé a un examen de Ja historiografia en si misma, Entrada del sujeto en el texto: no con la maravillo- sa libertad que permite a Martin Duberman convertirse, durante su discurso, ‘en el interlocutor de sus personajes ausentes y de explicarse a si mismo al contar sus historias,” sino mas bien ala manera de una infranqueable laguna, que en el texto muestra siempre una carencia y obliga sin cesar a caminar, 2 escribir todavia més, Esta laguna, marca del lugar en el texto y cuestionamiento del lugar por el texto, nos lleva finalmente a lo que la arquealogia designa sin poder decirlo: la relacién entre el logos y una arché, “principio” 0 “co- ‘mienzo™ que constituye su otto. La historiografia se apoya en este “otro” que fa vuelve posible y puede colocarlo siempre “antes”, remontarlo siers- Cf Matin berg, Black Mountain, explvaion in communi NewYork Dito, 1973, 28 pre més atrés, o bien designarlo como lo que autoriza la representacién de “lo real” sin serle jamas idéntico. La arché no es nada que se pueda decir, slo se insimia en el texto por el trabajo de divisién o com la evocacién de la muerte Asielhistoriador s6lo puede escribir uniend en la prictica al “otro” ue lo impulsa a andar, con to “real”, al. que solo representa en ficciones. Fs, pues, historidgrafo. Endeudado con la experiencia que he adquitido, yo qui ra rendir homenaje a la escritura de la historia, 29 JeBny Jap sauoronporg o}ed wasn Capitulo Hacer historia* Problemas de método y problemas de sentido Latistorareigiona eset ‘campo de una conftontacion entre Ia historiografia y la arqueofogia a la que ha reemplazado parcialmente. En segundo lugar, ‘permite analizar la relacién que mtantiene la historia com la ideologia, de laque debe dar cuenta en términos dle produccién, Las dos euestiones se entrecruzain ¥ pueden considerarse juntas en el sector estrechamente circunscrito del “tratamiento” de la Teologia por los métodos de la historia. De un solo golpe, elhistoriador considera a a teologia como una ideologia teligiosa que funcio- hha en un conjunto mas vasto y da por supuesto que explica mejor las cosas, {Puede acaso et historiador reducit la teologia al resultado de esta operacidn? No, sin duda alguna, Pero como objeto de trabajo, la teolopia sc le presenta bajo dos formalidades igualmente inciertas en Ia hitoriograffa: como tn he. cho religioso v como un hecho doctrinal Este breve esto tratard deere ‘minar, a través de este caso particular, el modo como los historiadores tratan hoy dia estos dos tipos de hechos, y precisar cuales son los problemas cpiste- ‘mol6gicos que nos presenta su consideracién. * Esnudio publicado en Recherches de science religheuse, 11H, 1970, pp 1-820 se Uwo.oonposd Ho soused 234 epea eared aa sasoprunsues °® oot, un & sonanduut 2 sopinginstp‘pepisouna ap o ses ap sevaigo ue tovatsaos 1s eBojoas of & erni1q m “,uoroeaueriaa, ns us ‘rad ¥oidond sojoipsnoud fod septs ‘213 & snags rosed 3p enuej eves saoretisant se] :8Ro}ot ems a etary 1 U9 omste of sasenou> a5 oroezte8yea e| & toedisoNut | aihla sast9919 apiseondon cof fw wae ww oun Lp ‘ns ar ap alt of #4204 ap oanoe of 3p penton 4s € one [ep anique> € opus pe eBgo auoil09afenfta fp tyeand wom "Crgeone op P Ren soe HEMT, 2 nF |) Sse SxS Hw OD yp ‘apuaidutos as pypatoos wim owios opow: ja unas ‘sousfi0 “oy veo aqqescodo] eug.wo9 CHW OUST EPH UES ROTEL, _PEpIATHOnT ap Opou un waaro& waiuedio anb orxai j3-OpENDS SROSP Un so ‘eno 16e"FepTEAT EON y SURAT ION eae wan vat ~ WISH SOW "SURE eu 10g “Sojod Sop ama ‘sand ‘uposo eUOISIY T(E “Te100s stxead pun e eanejesduoyut vonopsd eun ezjua ‘nb owarumsoxs un wordt ‘suo3si | ap peptouorsiy wun dvqy (z ‘muisyut TOISHY P| 2 eptaIuoD Rk e1BoJORpI vI saD0tIODOH v LENIGO Sou eoupLodul9] 109 ugessonoysny e] sod esorStjau w1Fo}oopt wf ap onwonueyeD [3 (t soquamnais sauonsano se{ ‘ean 40d wun seurarexa oSuodosd 2 ‘soy psBouoysiy sosmosip ap & svonisesd ap ‘sand ‘opusnu, LEARY SHB Sp pepiear E[ e OUT | ap omMsIp ono uN oMIOS ToHOd o ME FEST|TT 9s Ou pjpaoo ould auatr Ou SfenBua][s aeey? org “SAID; Ws Hog oA on souorSejar Sef ap wzsy eine wy ToTdeS ap FOES =i uprowstiqey ns K osmDoy pe soustntay anb uaig spy “sudutote sod souutapred ap oBau [> sowo.z0o apuop & sejZojoapt sei uezayrfoud apuop vorstoaidun wou, wun 2p uo Bas “eLLO}SI] w] op uaditA vajas v| ua soursiout ©\ ered “Uy ua ‘e180}0—4 vf s9 anb reymonsed upfouy ef v sou of 10d © (eousgist eto. ep vioust9 ey v aruoxpuodsau9 ns ep , LOIS, eaquyed ¥1 9p odo f9 we uorsouso1 H89 onbiod ‘osmmosip um ua opras ns ua sep ~ti99je & sepeulsap tos o[9s 129% 0, 9p Uolsuosxe e|& peprsuap ef anbiod s:uo7Rs sesioaip sod eHraveu! Ua epeno winsonu BreuUsOs so]aadsH saquie 2) oroumad 1 “UpEASie PUPTTEALE A auiua!o uoroEuado manu wynonsoe “Ria pepraxoid ap worsens ean asor’ns sou, exzo3s1y, ap ugravjode wurst Py vzaqenyen ef A voisy vy exquyed wast eon us spunea ou seouesy [e popaySiquue euisrur ] uejuasand ou sorururop song ‘opuesed 89 0 oso ‘WTanb pupyeas o£ aap as anbuojaeandxs eGisiqa tse Gausis eye an Si Genouuas Tony OnE jSouTUIG GS Us out) wagon <1, eon ap wags w ofeq woLoe|21 nso (osmnasip 2) opeyNsas ns cud “HIP. wan) voHopAd vi90 eLioRsFY sod opuasNd “MIZE ISD 104 ¢ re Seip 48 nny omy Ho uc oun rT we pen pat 0 9 a ap ee sap ino sep uamusso 9 ps spa 0 afk pp we 4 2p, Agate ermeng97 aah 9 ‘manny rosea se ap o}enlzen (2.9 coo HOH ‘senijonta ace SUNT SUS toe OVO ‘eGo es es IT SRNNEGST TA Foy AHP TOMS ATE PU eo 1 (opromposd oyefqo 2) onuaxit -ayduioo je roriayatid eae (soronpord ose fa) oqiea ya mezramruran ® SopEAgT, sowiaa sou anb ua woods un ua —.n1foj0=y 42084, *,euOYSTY s8>e4,,— opNDS ap sepefies souorsaidxa O18 u9 seUI0} ap eyed} 36 “S|UAUTE|TOUES Sep ,"UOID -euuoystien ep sepepyrgisod uorsonpord ap seyfax opanysayiueus “SOUR oop 0 sottawouay words , sapepunBar,, ap SOUND) Ud © ,$0I>POUH, ap Uuotoury a anb ‘ojdusafa sod ‘fanbe ‘soatyuuar9 sosaaoud soy exp ua oq w2tay sea vanoadsied wyso ‘sputap o] Jog ‘woraerado wan ,oprua}u0D,, un an lugioejnomre wise ua seperdeo ups9s exo A KAM SeIAUEIL SepOL aC, ae . r(fewororpen sew of ap ayuanayediound “nyBojoar e] ap uatquier 4) voupsodwwayucs wyesBoUOySIY B] 9p UoLOmUTaP ‘aang eum fife epnp Us enuanod as ‘saquaiayIp so1adse ofeg “uapanoud ap -uop ap vongped e} ap ayuaurayuarpuadapu uaztp anb of sapuaxdisoa apand 98 ou ‘sand jsy “sovusrareworouny sod sopruyap £ sauorsessdo w sope tty upysa anbrod sootiorsty og “(,orxant0s Jp, 0) eLsONsty By SouELZeUET| anh amegoyfiua un ,u9,, weioy anb sodson9 os ou sosmasip sors (Z ‘enoysty ef 4 Sop, aris audurots upisa “euoysty ef 2p uéiqeq onb oyamy ua :soyonun sox30 ap po 18 0 uoKaenUNUED B YeHFasUL as amb £ UOHsoR e] AeI|ge tIapaNd anb sosma sip Sol 2p uoroury v| epwz0gse vpanb erouNUE FIS> aq SsUaLIEpUTY SeUOID -oiatt09 2p £ sozot90s sauorouny ap ‘sooKmUaIO sowworturpaooad ap ppywand un v upeuoroiodord uotsnostp eun ap puprsaseu wf “eura|qoud ye [etouase ‘outt09 eraprstod as 4 altezieIO) WoroeZHeWasIS ean ap pepttgssod ey oyarne 20 ne wo amd 35s pmo SP pepo ede Tw CN ‘ugtoensoutap pander ap o1afgo upsas ou anh owand “(jemoe wottorsty vanoerd By 9p vIouaptAs woo ‘asuronpap ueszased anbune) sopemmsod ousos sopeiuasard aquaueaueyy 42s aged “Eno 8] © & oun je unstoaud ,sopejrusod, $34], “oeUMLUEKa oRuodosd ‘a yeno [2 apsap e9stA ap owund jap A eyes aS anb exsaneU Bap auarAosd “oqqeN, 2puop apsap 2e8ny 9p wdoxd popuwmyronund wap awapiaa oydoy 13 euideo $9 ugtoeytamy esq “(esaquEs} UOKDeMHIS wf) swAKY Un & (vsO1d -f[01 suioisy wp orefqo un “,.emrapo%n,, epetuey] eUOrsty vf) oponad un 204 By cofaqen Wi ap seuoroxpuo9 se] od “1}Dap sa “oruoNIS>1 ep opond an =p. epeztj200] Anus wotrveid e sod aquawiatuapiae opeuruiaap vse SISHpUE 21S, osunosip un €poyapad oun ‘ous0ssty Oy 1, Un indicador: el tratamiento de la ideologia religiosa en Ia historia relaci6it entre historia y teologia es ante todo un problema intemo de la histo Cul oe! sipntehdo utboes deter toes ‘nel conjunto de un ‘Tempo? ;Cusles son los crterios para comprenderlo? {Cémo explicarlo en fan iG de los terminos que nos presenta el periodo estudiado? Cuestiones particu Jarmente dificiles y discutidas, # no ser que nos contentemos con un puro anilisisliterario de los contenidos o de su erganizacién;* por otra parte, debe- mos rechazar la facilidad de considerar la ideologia como si fuera tinicamente tun epifendmeno social, quitando toda especificidad ata afirmacion doctrinal.> Por ejemplo, qué relaciones podemos establecer entre la espirituali- dad o la feologia jansenistas por un lado, y por otro las estructuras socio- culturales 0 la dindmica social de Ia época’? Hay todo un abanico de espuestas. Asi, para Orcibal, fo que se debe buscar es una experiencia radical en su estado primario y en el texto mas? Primitivo. Pero, aun ali, la experiencia-se enajena entre los apremios de un lenguaje contemporineo; fa historia desu difision seri, pues, la historia de una degradacion progresiva. Aun cuando el historiador pera remontar Ia co- | riente hasta las fuentes mis primitivas, escrutando sin cesar en los sistemas Lstricns y lingtistics hasta encontrar la experiencia que ovaltan al desarro- Hlarse, nunca capta el origen sino solamente los estadios sucesivos de su pérdi- da, Por el contrario, Goldmann lee en la doctrina jansenista el resultado y el signo de la situacién econémica en ta que se encuentra una categoria social; al perder su poder, los hombres de toga se vuelven hacia el cielo de la predestina- cién y del Dios escondido, revelando ast rina coyuntura politica nueva que es cierra el porvenir, aqui, la espirtualidad, sintoma de lo que no dice, nos lleva al nilisis de una mutacin econémica y a una sociologia del fracaso.* * Muchas de las Hamada test de teologn, ef preciso confesarla, som fnizameateaniisis {erarioe de vn ave no 38 eitingen de los demés estos leraon sna por st beste de tener us ceo religoso como hace lelogt” fra deer lt en clipes cates nie en wa on as : a * Asis por elmo, en su gran Witeo Critien sant Eplise La conscience religieuce oe lew £4 e¥HOI310) fo [FP oomoyea Jo 0 aqua.oro ow Jap esouarayip a8 aqua Jo :soanalgo wo ~vstgj9t 9p Sojund soy souresa0au spur a4jana “seoupSowoy aymaUiBsorSio1 2 9p utlap anb sopepatoos uo sefouoaio sey ap uproeiuaweg, ey “AIX {© u2 0 THX offs Jo uo souatt offer oposs tn a ear anb ugrauny eu MAX Offs uo ‘suainbpry ‘ettoriy e| ap Sopostad soimosoyip soy ap O80, ©) Popnus owsrur fo susuioyqeqoud auan ow vantetd v4 “0}90}9 UI, ‘uasaud 2989 ¥ euossosqo opesed tn“, euapoUn, pepe ve EyuoKIaZ 2+ onb eAanu uoroenys wun ‘oustavasisa op Sued Jod ‘Syuacapenst suodns © 9d “LLE6T) HOUMA @P 0 (OZEN) s942A AP “(Z16L) WOSI|DOH], ap svoLOM Setoradn se] ap exuoa ua 4 (euaigo¥9 ‘seisanoua) searfioqorsos seanaprd so] 23 soauy ua wsooueyj uoloonod bun sruasoid sou Uotseisidiarul ap ,o[opotn, 919 «fotusto]05 9p URLGLUED £ wyFo|OUND B| 9p “eIFOIO1908 €| ap ane fe op -e ie] sesortyas sean azul sap sistgae [9 “Seg 27 fuga woo “opemoy ey nb etoueriodan of 2yuaiceaefSojoanbre eon uprqarererodiooun os1031d 208 Ja € vanaped 24 :09189]0190s ojapou jy o1so¥s bf ap OdtspISHe Opudy Un 9p PAoJyOW vf UOLTHTAN WY UD zeOsNQ Byjog "P1008 ootjoquuts 0] ap 0 oLeUeuN o] 2p UOFas BUD oprpad pprouas> lw 8 soHaHUH of 9p owsHOxD Un eqEdH & ‘wBojoUa Bl 2p opel fap equRAIS 80; tounao “uapio oxo v eqeanas as opnuas ana sosortijar ,soUSt9U,,, so nd 9p odumwo un wymgsuoo tious1o Py atusAu0d osouuioy un esotBi[ax eft cist BY © BLQe ,of2poUL, 2189 “cejndod esmjna ¥| 2p 0 sajomypaudso soyuaLsI09 Sb| 9p olpnysa etoey equnsdsut anb seuoroesinsoaut sey sptu za4 epeo nBUIp te veg -assnolqey WILL OP 0 (OFEI-GESI) HOOIE HEY aP “(OE6I-PEGI) Wo. UH ap (EBL) PUEILENS ap (6Z61-1Z61) 99S HUDF ap orEIQUODZUIG0S eLorsiy v| seamed uo ‘seouora uqeiuaaut as sub e1s0}sIq PI B UoIde|aL 4a , ahreuage, ottod opepanb exey as anb & e190 eUoysty Bun UD ,a[qusuad,, aWOULOYNP OPIS BEY veoIT\Iax ELIOISIY B] anb pique vo4dea ag “(se -S1 euoroqpen so} ap oso}8xja1 owsrunsod un £~(z¢6{) satuMoyy ap 14 > ©(¢ 261) ureaueyy ap janstas np amoung e| WOO o}opeLLoLuan ap otueted NUL UN a11UD OpIpLArp) ws29UE} PEDEIOOS BI UD 6C6T 2p SoM oWstUENSLID se Crust ‘iokeg dowuagy umy mousy wounae 31024N 9HOU 8 eUndey es9 opsEy eB) -¥e EI “8 “LSet “s “snneyndod sonny 1 sp #9 Yonge 3912 99 “69H OYA Y slowouNAL, fe EAHA BE 1 owns op expe fp ofGo wsepoy eI WY OU OS6L A) detaaE BRA atuaepMNLE |, Holts E4661 “omy pavsne fon 9p sopeosiy ‘puowsH GUD, "OEOLID =P") y ‘nosy ap namy.7 09°, [2 eytaiuewt anb uotarsod ej sod epnp ms vaydxa as oysay 13 “(e1DI9019 ‘oanvafoo artatosuocus [2 ‘ooruyd [9 ‘opmifes of) seunoy seno ofeq sondsop enuionous 98 Sarome Sop sonsanu ua apqrsta Sn “ojapow a3sq, “ep1og e104 efoue pepatsos eam anb of woo eurqutos os ‘eLOysIy wy © wuafe “epunjoxd ezafed vet un ‘fp Ua yrzoduann o| ap K jeunZow of 2p wm ¥| BWIO} ose134]23 0} *(douten ue e2ed) 1019104 um o (puowarg unas) ppezeuatue ardurats wonstL un op sgavit y ‘soqtoueuured seorBojodosiue semiotinso ap X saluaasuooUt soduronbie ap soudis so] sosoryas Sox0ja]03 soy ua arqnasap dauusey wea, “Bung ap vjonoso wap aiueape axluias < ‘uPUiaye 0 aueacowe efBojodoxue bP] 99 exidsur as onb ‘erouew ns ¥y ‘speo0s o sayenioafaqut sa109 Soe sete “Xo ojuaurfeuy uoHsas anb ,sapepipumyosd, ua oyynd0 soaucutiad anb ‘opts -uas ns ap sopeztreptjosap “sand ‘uepanb sojeunna0p sooy S07 ‘s9feuLL}3op © sajeuojamitysu sosorBifa1 seUIaISIS so] UD arotosduHo 28 K vscudxs 298 ‘wiowytp as onb ,efouaso,, num e ‘Diqmaoy| Jap O3Ns|uL opUOy un e “eps ‘nb eycray ef ap opnuas yo attuas puowrg “saivarapip Anu seiFojopoIoU 9p SOUND Ho supeIoUNKD UpIS> optENs UMP ‘seIFO[EUE op U9DaIED Ou Sou -oroisod sop se oprutsdar-ysena o8je ap & onreur3uo oe 2p uoroeunt oF} 9p osadiia [9 ‘seuusinbaue sasquimsoo ap sapepaiaos sey ap omuarunsSmnsat 1919 Wo 94 ‘osor84ja1 40205 Jap OsoIndruas@ Joperiosqo “opunTas [> 'SoyuRs 9p eyna0 ,eoIsyeFou,, bun v ¢,oaNs|uT, opnuas un e sesLazaX {e seULAZOP ‘| uo ezueLsuoo ap vprpigd wan eIsoHTUEUE “ELIDA ALOIS B] 9p oKsIpN 2] 49 on1zo8tH ‘orauiud [a ‘dautey ueA proury & puowiaigy Lay :ofapard as saottoqu anb sauorurdo ap oquaratezsap [o£ sojeipunua season sop sv] snus ‘opoyiod j2 aytmp seous9i9 so] ap sisi fe oprBso10 aruoureny|dxa souout © seit eany {> mezOquES repo soxquioU sop ‘SyuoMEDKfopeIE sear, Sapepo190s Se 2p ejojous | od epessvte Kee anpadsiod wun te “(oseuTioud je seroes8 wperedas oper asqos A) epesed pep 21008 wun ap vtotasayo9 Bap Jopeoyput tm omto9 wr9 HordITaN | ZPGI-ZE6) ‘agaaI Wotan] ap sapeprrentont se] ap ROIS ef Ua MUDAD}UF opueM ‘soUENSLD s2ta8u0 so] ap saz0peHOIsty 0 seiaAaxa ap UOISHOSIp ap o1af90 J> UaIg SHU ‘19 NOHBHOs ET “TPET-EEOT) S8MNONGLT ISAT ap OoRLUOUONIOIDOS SIST|yUE |> ‘osu 10d , soystasapous, o sestfeszompout sazopeUoyshy sof sod oUOTLAEAOLL Ha gmsand cajnaynios Seaanu se] 2p eet ses gyssaoide om upLSH OL SK ‘ordi yep pent woud vy armep an s129p sourapod ‘sofoy we1 st uIg protestante~ por las précticas. Al convertirse en un elemento social de dife- renciacién religiosa, Ia prictica recibe wna pertinencia religiosa nueva, Se reagrupa y se cuenta a las gentes en funcion de este eriterio, Hoy en dia, cuando toma a la préctica como base de una medicién ‘cuantitativa de la religién, fa sociologia hace resurgiren la ciencia na orga- nizacién histérica de la conciencia cristiana (que, por lo demés, no existia en el jansenismo). Acentia también un presupuesto latente en los origenes de hace cuatro siglos: una separacin entre los gestos objetivos y la creen- cia subjetiva, En el siglo XVII, la creencia comienza ya a disociarse de In practica ~fendmeno que en lo sucesivo no ha dejado de acentuarse. Para contarse y marcar las rupturas, los reformistas desconfiaban de las doct has e insistian en los actos sociales. Actualmente, en los trabajos que cuen- tan los gestos, el interés se fija en las précticas porque representan una realidad social, y lleva implicita una desvalorizacién cientifica de su signi- ficacién dogmética (remitida a “prejuicios” desengaiiados por el progreso ‘© aconvicciones privadas, imposibles de introducir en un andlisis cientifi- £0). La légica de este tipo de sociologta acrecienta el cisma entre tos by hos religiosos sociales y las doctrinas qi pretenden explicar su sentido.” Un punto de vista sociologico convirtié en seguida a las creencias mismas en hechos objetivos. Una sociologla del conocimiento teligioso ce desarroli6 en el momento en que el sentido se retiraba hacia “Io interior”. EL ‘mismo corte se encuentra en el terreno de las investigaciones consagradas 4 la ideologia, opuesto aparentemente al anterior. Pero tampoco en este terreno podemos nosotros, en nuestra relacién de historiadores con el siglo XVII, separar el conocimiento que de él tenemos, de la influencia que ejer- ce todavia sobre nuestros métodos de investigacion. El punto de vista so~ ciolégico sobre las ideologias y a ulileria conceptual que organizan nuestro analisis cultural (por ejemplo, la distincidn entre élites y masas, el criterio. de “la ignorancia” para juzgar la descristianizacion, etcétera) dan testimo- hio atin de la funcidn social que recibié el saber a lo largo del siglo XVI Cuando los diferentes estados europeos sucedieron a la unanimidad religio- ® fn su Intecition d'histoire do la pratique relgieue en France (Pot, 1945), Q. Le Bens Plates el problema de ta relscibn ere de "Prétion”y lar “cteencias" (tt, pp. {16-120 eo para 4, ese plural designs a "la fe". AL reaccionar cones In superabundancia de estas onsogrados Ins doctinas (ef su aticulo de 1933), Le Bras hace coro circuit con ley ideologias, pera bacer tar ef enigma de la relaciGa ence “In prctes” (= lo sociogico, lo ‘visible’, ae die) y “Tas ereealas” (que para 6! no ton on concepto sociologco, sino lo invisible, “ta tama” o ta gracia de in iuminacién interior’). Poco a poco cb matizando esta Aivisign, procedente de la distncion teoligien ene natcalers y sobrenstucal,y al mismo “iempo confiaré cada vex menos en ia prictica(cuyo nombre desapetece del tiule de Ta ‘eedicisn de ia frroduerion en 1986), A este segunda evoluciin lanbert dedicd el aiiele citado mas arriba: "Desarolo y superacin del estudio de Ia préctic relsiosa en Q. Le Brea’ 40 sa de la “cristiandad”, hubo necesidad de un saber que tomata cl relevo de las creencias y permitiera defini a cada grupo 0 a cada pais distinguiéndolo de los demas, En ese tiempo de la imprenta, de la alfabetizacién (todavia débil) y deta escotarizacién, el conocimiento se convierte en un insttumen, to de unidad y de diferenciacién: un corpus de conocimentos 0 un prado de saber divide a un cuerpo o aisla a un nivel social, y al mismo tiempo, se asocia a Ia ignorancia con Ia delincuencia, y a la masa se Ia tiene como el mas claro indicador de la misma ignorancia. Lo novedoso na son las div. siones sociales, sino el hecho de que un saber o una doctrina sea el meitio ‘te proponerias, de mantenerlas o de cambiarlas. También en las iglesias las diferencias de saberes se convierten en decisivas. La determinacién de lo que se conoce, cuando se es catdtico o reformado, proporciona a la comm. nidad su modo de identidad y de distineién. Los catecismos cambian, remodelados por la urgencia de definiciones que circunseriben a la ves contenidos intelectuates y limites socioinstitucionales, En la actualidad, trabajos muy recientes como el de R. Taveneaux, Feconstruyen organismos socioculturales, disefan citcuitos mentales y pie. den establecer la geogratia de grupos ocultos, basindose en hnellas insig- nificantes y en los puntos de reaparicién de ideas religiosas, tal como se \dentifican los citcuitos fisioldgicos gracias al vinje de un elemento visible a través del cuerpo opaco."* En suma, vuelven a tecorrer los caminos ayer abiertos por el uso que una sociedad hacia del saber. Privilegiando en esas ideas su actuacién pasada, explotindolas a su vez como los restos (a veces los tinicos visibles) de divisiones entre diferentes grupos, R. Taveneaus explcita la utilidad que tenian ayer subrepticiamente el servicio que pres- {aban a las sociedades que las portaban- pero en detrimento de su serttido “doctrinal” el que le daban sus contemporineos o el que todavia pueden conservar. La excesiva division de los métodos ha traido posteriormente el efecto de separar, cada vez mis, en cada obra doctrinal, un “objeto” socio ligico enfocado por la historia, de un “objeto” tedtico que parece abano- nado aun analisisliterario, ue earaterizan a Uva wnidad social com mito les sin para elaborar sa sociofgia muy fina de un grap de eliigos 41 01-680 e961 ‘psuageE xoaes Mp aBepoy, 7 gUHD004 UDI SOI-HOU Wl '6k6 ia sab uenpouonoy ¥7 pamsipee oe ‘got eR “nuaones ou owen ep uae «1a, os 359 ‘bea 9p oao-onand Kes et anea myasod Setuen tsk ‘oe 3p guy aso ates emu H}pEAIEAD 5] U9" de ee F ue ony6 ug see ae ap mc oon eed un oS 059 Ao "senopsd se pepe ee ' Soconbw eft 229083 2009 Je oUPOU, cpauad meesbonaey ss TELS Rage esas agree eas osadue) 1 pp suoddogt code cundaonas ou ous REMIT, ODA OSUET TY opvot mususteonn ‘psa evar ore senda od op 21 (2p Aan 91 ost sHlees Eons oe “wBUtzINp| "990% “ragayy ‘soeyon ‘Koqpticl 9p spaen & souetjaaq atuaurezoutas ‘sauni6> so 19S0]1y sauadyo ‘seiouapuay sesa anu ‘se00U090s vIped ox zoe “onvonunstag jap BUOISIEY “SSUUN 9] 8A “SopHpypPIUapY sD] ap E40} -sify“eyoursg ua ‘Auossyy fonyoojory ‘Sopst soperss Ua ‘ayyanyasaRsaystag) eme|] 9s vlueWTY UO Zopruyap d1qWOU UN dUIH EIaINbIS IN “sol|a v ‘varpap as anb estas woud (Ops Y9ISEOUET SHOR MAN) Sapy fo AL0ISIEE 219 fo pouanor jap soptun sopEis UD Uo!DeaXD v] apSap pEpHUPL Ns opUED sna, wpuy ;sorpmso ap ody 2489 soporgtu sn op vidoude as otw9-)? 7 uo}sty e| uasmyqstoo anb seunydeu sey ap ‘sou -o1oeutujap sel ap ‘sapepryeion se] ap oFUarWIOSUVASep |2 “so1UaWEey ap aqau || gun ap saaen v Uy UIs Uorsuaose visa 10d “opuBdoAo.d ‘saUaNy sus B >} ~uottreprasgapat ojsryua je odzono um epuvuorowsap ‘selouanyu ap soUNID) 4 ua eigo wun ap uoranoydxo w| wzeNsor 9¢ “oxISHEE of Jo, ,Sa10peziteI0 soidiound sns & pepiun ns sepuaiduios ap eyesi as “vondo vf ap 0 ,jurusu eyeso{y, 1 2p ‘ouepuayea ap ‘stsdieoody [ap ayen as unas ‘sapeptetoads> sowuauayip ana sozepod soj uedat ap & dousay, ap go wy auawUNLRRNCe rezepoisop 2p sony ua Ws "SHUTS Sey 9p OuaiuNst 12 “opoUed tn Se Cie re La reac re err iqGA|| SHB uorseywoUey ey esNUOD Ae[noWUIEd Uo “sSunMog souoFOaea Op OIOBU , SLApI Sel 9P ELO}STE, E] :opLIOU Ry o} OZaLET , OA1}99}09 AIURIOSUODUL,, [2 ,, SPAPI,, SD] ap :[oanyno oJapou up) Suldlogisme. Seine muy profs sustnuTdas por un “inconsciente coleet- waiterse, puede erecerodisminuicsegin nuestra voluntad iene Ia am- | plitud de los “fentémenos comprensibles”. De hecho, representa la necesi~ ¢ | dad que de #l tiene el historiador.y no es propiamente un instrumento de} | anadlisis; significa una necesidad de la operacién cientifica, y no una realidad jue se pueda captar en su objeto. . ese coneepeion manifesta ques imposible elimina del tabsio vistoriogdneoturtieolagasqueteyenchas Poe Pero al concederles el fugar de Tarovjes-atastaas de las esiructuras sosToeconémicas, suponiendo por afiadidura que las “ideas” funcionan de la misma manera que las estructuras, paralelamente y a otro nivel,” la “historia de las ideas” s6lo encuentra bajo la. forma de un “inconsciente”, la inconsistente realidad donde suefia descubri los historiadares, o mas exactamente, del grupo al que pertenecen. La volun tad de definirideoldgicamente I historia es propia de una élite social. Se funda en una division entre las ideus y el trabajo, Acostumbraba iguimente descuidar las relaciones entre Ins ciencias y sus téenicas, entre Ia ideotogia de tos historiadores y sus practicas, entre las ideas y su localizacin o las condi- ciones de su produccién en los conflictos socioecondmicos de una sociedad, etcétera, Nada tiene de notable que esta divisién, resurreccién y refuerzo de tun “elitismo” ya muy marcado a finales del siglo XVIII (Frangois Furet fo ba notado entre otros muchos), tenga por simbolo la yuxtaposicién entre una “histori de las ideas” y una “historia econdmica” f La biisqueda de la coherencia propia de un nivel ideoldgico nos remite, pues, al lugar de los que la claboran en el siglo XX. Gramset nos indica sin duda alguna su verdadero aleance, cuando dejando a vn lado la historia de las ideas, la sustituye por ls historia de los “intelectuales orgini- 0s", grupo particular, donde analiza fa relacidn entre la ‘posicibn” sosal que ‘ocupan y los discursos con que la manifiestan. “-upotema espn god ses ua ces con nese Duy tine wht ateencm anes octet tel pepo run esl ebjers SI'S mar ert propio com “reaps ta expres rsa no Sagres so completes 32 menu vets Cn medi en She emncm fo qs se pote come “ae Ce Antonie Gramsci, Ocwores Chose, Ed. Sociales, 1989, p. 432: “Cuando Ins diversas categories de intelectual fndiionales experimentan, con un espiita de cuerpo el seni= fniento desu contimidad bisrieaisnterumpiday de so calfiescin, se stan ellos mismos {mo auténomos e independicstes del grupo social dominante, Esta autoposicién tne conse ocncias de largo akanee en et dominio weokigio y politico: toda Ta filosofaideatite puede Stribwirae fScloente a ext posicion toads por et comple socal de fs fotelestats, 44 2. Practicas histéricas y praxis social Elexamen de todos estos “modelos” (euya lista y andlisis padriamos proton gat) tos revela dos problemas conexos: el desvanecimiento de Ia ideotogia ‘como una realidad que pueda ser explicada, y su reintroduccién como i referencia en fucién de Ia cual se elabora una historiografia. Como objeto de estudio parece eliminada —o siempre menospreciada-—- por los métodos actuales de investigacidn. Por el contrario, se presenta como el presupuesto de"*modelos” que catacterizan un tipo de explicacién; est implicada en cada sistema de interpretacién pot las caracteristicas que conserva, por los proce- dimientos que le son propios, por tas dificultades técuieas que le salen al encuentro y por los resultados obtenidos, Dicho de otra manera, ef ite hace historia en la actualidad parece que ha perdido los medios de eaptar tna afirmacién de sentido como objeto de su trabajo, pero encuentra la misma afirmacién en el modo de su propia actividad. Lo que desaparece del pro- ducto aparece en la produceién, Sin duda alguna, el término “ideologia” ya no es conveniente para designar Ja forma como surge Ia significacion en la Optica o “mirada” del historiador, El uso comin de este término data det momento en que el lenguaje se objetivizd; cuando, reciprocamente, los problemas de sentido fueron remi- tidos al proceso de la operacién y presentados en términos de selecciones historicas integradas en el desarrollo cientifico. Es necesario decir en seguida quese trata de una revolucién fundamental, ya que coloca el hacer historiogratico cn lugar del dato histrico. Camibia el significado de la investigncién: de un sentido revelado por la realidad observada pasa al andlisis de opciones 0 de organizaciones de sentdos implicadas por operaciones interpretativas. Esto no signifiea de ninguna manera que la historia renuncie a la realidad y se vuelva sobre sf misma para contentarse con exaninar sus proce S08, Mas bien, como veremos, lo que ha cambiado es fa relacidn con lo real Y sil sentido no puede ser captado bajo la forma de un conocimiento parti- cular que seria extraido de lo real o que le seria afiadido, se debe a que todo “hecho histirico” es el resultado de una praxis, signo de un acto y por cons uiente afimacién de un sentido, Es resultado de procedimientos que hat permitido articular un modo de comprensién con un discurso de “hiechos"?* Antes de precisar més esta situacin epistemoldgica que ya no nos permite buscar el sentido bajo la figura de una ideologéa mas o de un dato de ® Se puede mer i evolucin de I hstoriografa acer de fs nocién de “hecho hstrieo” comparando la explicacin de Henn-énée Marrow (“Qué es un bec histric?™ en Lite 1 st méthodes, op. ci. pp. 494-1800) y los problemas planteados por Fangois Pure en Le Golf y P Nora (ed), Fare de Pasir, Gallimacd, 1974, Upp. 42-61 15619 spa ust np uoowuel sure aon asued 8 2p 2434 soPM9 wos SENN} #961 AC Ry “[egtpsaaaBoHe ong ap MH tg ‘Sonby ons soso Sop austuons4s 2p.setapmig aimed p-moIny alegre ‘3961 Sm] so S91 7827 Mp sao} ey 9 wyuonny | MOTHS eI sssepy 3231-9 997-9 s96t Lz 'souar Nay 0 oun, ponbgurearg ms eoaey 2) Suse a soduan 02 eq ap pups 2p roneeBo.0. so, ante pte SINT ‘0-562 Ayo “eum py aypuPsoy rly a, lspone 90 CE ‘amsu tao [ang 2mpmayy 39 cgtomueseg Hop Pues wow ro dusts ob 00i8om saegep ap Unctrymo epee ots w EAPLN0 OMe ab os tc os sep sous 9 (96 Anan sean #09 pmo nya) seaaatsod se Opes pun yetedea 40 appaeety won¥an 2p eo ap wereauton Goose haar] "HOTA 'H Pa osmeny orBoyny | opypraco te [Soon anu espera 8961 POD] “apays sax MP SOIMaMME eT syOKoL OE ttn ep v ao aN WENA MIDE 9x OS oy snpeFORLEEE US 2b eojugpee ezuryonta sod omsmaeu! pp ones ye apuodsauos sab eueetansasugeeyean pepsi ms epor K "961 "010 LisT-bGeE “aon, p second Sceorund 89 auopuod nang p susan 10 stejsing ‘apnety, Yap Paste eye) ‘Koay, 9p ojjeqea ie aqelauuase so anb ‘epezrus ap 0 Kaxydgs op oyaadse ayso w sorowsd a1q 180d o21y{ as opruayuoo ns ap ezanbus ears ey Zan yey, “ootigRojode awa “Ma1gSIp SUSIE 0 SPL JOIO~IHD MIs Bays OM SoIpNISD SoIse ap o;qBI0pIS 9 uotoeyode 0] ‘owstuasuel fa 89 Sajen se] ap wan ‘seONST £3}e1BH00 ourouadar oysea [9 21qos ‘19 ap sanidsap sono some ap o ‘puowzrg op 50 g8auipasoq] Jod operdope [euoroipen oue{NgedoA {2 2190s UOs|11) 2p 50} « OueuIseID oUUsTHELUNY fo UD vonSTzIEd K woyorsode sisaB9x9 wap uoronodad 1 angos s9Knog [OP O 9BqNT ap ‘d JOP SofeqEN SOf g"]AX Of8ts [9p sord ~1ounad ap ,souopeniesuos,, sofojoar soj a1gos mnessepy "Wap O1qy| Wes [> visey ‘Sono ap & anpeyy-prEUsogt ‘g [9p seU9sx Se] Uos Odi 2189.0 “UsDoURyy PEpISIOAREA tf ap ayusIqurE je soyestx9 somUa9 ap 0 scanspysa]oa sorpout 9p ojdurafo od ‘seroustid so v soysarido opnuowu v £0, andeixn so.p3ny ap outs ‘saiuaiayp,, svoisgjoapy sauotarpesl op aiuouse[0s out ueSuanoad ‘sono se0a}qeiss tued “sau09 ap odn asa s1faui09 op weyeA ‘nb sorpryso 60] anb ap sourarttupe sou oN "uoIoeALOSgo 2p sasuiny so] e SoU ~s9yu0d ,seUuID,, “eLOYSIy ¥] 9p opyfar Jo Ua ‘sand “equyI09 sIS!}EUE se BrOIpO19 “eIsISaxB0Nd pepotoos ‘a © spsaiayu ap seuipat ‘sepesodns seood9 ap so1s01 owoo soperaprstio9 “soangoxa 0 soo13ojo03 sovHasa So] ope mas wey as LAX TAX SOIBIS S01 ap So1ges,, SapuRIa So] ap ¥q9 ¥] 9p “UaIG O g,"SojeMsTdSA sa}UaLLIO9 sex}O UE "uenanous a8 ousitastet [ap soonstis}oesva owos sopesapisu09 sowwowaf9 se| ap Soyonia anb £ evodp oy ap souawugaay so] ap oun so anb ise opuots “eonggord ,uorjaqay, ‘oussiuaste! jo woo osordijan LAX of8is Je opeay yuapt ey 495 “opomt outsita fot «WIP 9} pupa Yap oft] ov pepan True ex soMIOya1 ap 21188 eau op 0 ‘SUAISaONS SOMTISTALIOJ3I So] 9p o watRsHEd vp upronSuo|oud or 1961 “Word ‘anuciny aouarnne> 0] 2p suosouic 9 Seda! WOS 5134 SUI 37 “861 "yg ambos ap Sui 36s rseg ‘ay ap anudsoied 01 © wouonpadt by ua aquosuy 9j 25 ou K ‘eueNsHI9 Uo!>EPeN PL Woo BINA RM ap orDadse 1p ofeq ,owistutuiny,, 18 epioge ag ‘souuewoduy swuauiqends 9 seueuoseut seuap 0] sod ‘svonsejoase sajuou09 se] v anb .euuToyasaAd, wf v SPE OP PIP tH 9S JAX OFBIS fap SomdtouLLd So} ap o4pnyse fa Fopta!> 404 ‘ugtoedinsaaat ap odn Te Asgzarut ja saouorus unziiaout‘sopemypnso!sos souoroezzTe90] Se] U>Ig SPL ‘ous ‘Soxouosiad suorouoyUr se] O}e} ON“, SEIKOPOUO,, SO] ap 0 SBONISHISD|Oa savoranayisur se] ap vf anb wo4q seu, seyfa0G,, se op PUIOHSHY Uy J999I0A05 2p ‘aruamnysuoa sod & “serxopouo se] e ugtotsodo wun ap eULioy Bf ofeq ue enuasoad as anb soe ‘sosorfifa souatuguay Sof aniua sevBaqiaud ap opeynsax fp ‘sor9ajo sono ana ‘opyen uey “ore ejonosa ey enuOD ,,21gH,, ByaN9s9 21 9p saieqap soy 0 ‘opeisa J> & viso}3I ¥] aNLD SOyDALJUOA SO} “1S ‘sosorSy]21 sopepryvar se v aay eynonied ‘ugiajsod wan sopepiorsty re uelig anb sauoroems & sopesiy uaa as z0 epED ‘0124 “o1pmis9 Jap soatiafgo ap uoioeuuuarap ey uo ood seAa 9p UOTD99]98 ‘9 oI woodsedy “ayudIO9 SOIT ax HYDITOLOASIG e] Ho WoISaxd oproiafo Uueq anb sorsmfaad soy auqnasop exp wa Koy uaytunrad sou “eo1ojom>ysid> Spt UOIxe[}as eun euNse epap urs X ‘odwan y> ua owaIWe>|e 1a sowsnu soya uojanaa anb souojopnyts svy soougysty ,sojoinfoud., 80} 2c] ‘ougiuayo agysuasdto> ap oda jens o fe ayqysod aafona “opep oan our un ua ‘au & sapeparsos sei exquiea anb esoxfijar o earurguoda “eaxnjod srxtad by ap apand 0] oooduies ‘uoroonperd ns ap esp ua Koy asrezuepriosap apand ou osmosip [2 owWo:) “,eLoIsIY v] a9eq,, anb uorooe vy ua saarer sus duran omsyur ye enanod9 “C,euO|sIY 199eq,) 12984, [9 UPLOWAIPISMOD U9 euro) 2101814 B{ opuEND “erstA ap ound aise apsaq_‘SeIDUD!9 ap saIOpesMEISL 9 sopnuas ap sosopepury ‘soo1s9}SI Soj0” B aatJa1 98 SOSIOAIP K SAL -einoned seando op uoroiny ta expesRoLOIstY UpeD op UO!sezTUNBIO C7 Opto -a|quis2 uapio wn ap UgIoearasHoD vf HOO opeUIAHIOD & ai|9 wun v OpeALases ofonf ‘seno 10d seun sepezianejar Seapr ap opruyjaput ofant un e soutest -2iaq] anbiod ‘saropewosiy so] uo etoxtduat eyosony o| ap fanrt ye ewuaueonum vatioisry moroeiaxdiaiu vj zydea woo [9 & eqesed 2] out09 ‘soureyuarUo9 sou -apod 01 0104 4, ory puownsey ap woisepp sisay P| 10d odwwan aovy opeayumyd ura] qosd pp ‘Soousorsty sorpmisa ap san & resDpIstOD B SOLIDLANIOA "TERIP yesfouoysiy vy uo wadasnde anb sorarpur Soy TEpsovaL ostoaud $9 feuOIsty eI Lamarea de los compartimentos socioideolbgicos es particularmente isible en la historiografia religiosa francesa, Es un rasgo, muchas veces subrayado, de la sociedad francesa, Los trabajos cienificos nos revelaban la posicin universitaria en esta materia, Privilegiaban a los ‘catdlicos liberales” sobre los “catdlicos intransigentes” (con excepcién de Ia obra de René Rémond, estos iltimos han sido estudiados por ingleses o norteamericatos, que no se interesan del misto modo en los problemas franceses);” 0 bien aban la preferencia al “modemnismo” cientifico o social, “sobre el integristno"* (Cuyo interés histérico acaba de ser demostrado por Poulat).” Los debates internos de la sociedad francesa han traido consigo un fixismo historiogrifico, ‘¥ durante mucho tiempo, la reproduccién indefinida de cartes formals, cuando ‘ya una erudicién nueva modificaba el contenido. Esta esquematizacion traia como efecto el reempleo actual de los “partidos” opuestos de antafio —reformadas contra catélicos, jansenistas contra jesuitas, modernistas contra integristas, etcéiera— y las banderas pro- venian mds de las situaciones socioculturales que de las convicciones perso- nales, Las polémicas antiguas organizaban la investigacién cientifica sin sa- berlo, Los historiadores se “metian en la sotana, el habito 0 la toga de sus predecesores, sin darse cuenta que se trataba de vestimentas de controversistes © de predicadores que defendian cada uno su causa”.® Algunos silencios atestiguan hoy en dia la huella de este pasado reciente, aun en estudios magistrates sobre la sociedad y el pensamiento clisicos: discrecién de Goubert en lo referente a las teologias"* o aun a la religi6n;® ausencia de referencias a Ia literatura religiosa en Ia interpreta cién que Foucault nos da del episteme clisico."* Pero también, y reciproca- mente, silencio del abate Cognet sobre la historia sacioecondmica en la Espiritualidad moderna,” o bien, por el contrario, en muches trabajos con sagrados a las temporalidades de las abadias, la presién social que hacia que muchos clérigos historiadores no prestaran atencién a la vida religiosa de esas mismas abadias, " Cie René Rémond, La Droiteen France de 1815 @ nos jours Aubiee 1954. Se tienen ls pecspectivas anplo-americanas con Richard Griffiths; The Reactionary Revolution, Londees, 166; Eugen Weber, L'dcion faneaice, Stock, 1962; eedtern, ™ File Pola, ingrisme et athlete ntgra,Cesterman, 1969, el debate que ostuvo con Pal Droulers. en Archives de Socoloie der Religions, 28,1968, 131 “152 Lucien Feber, du coeur Reiger 57 site, Senpeay 1957, 9.146, "Bn Reais le Beauvais de 16008 1730, Seve, 1860 En Ancien Rime, A Co, 1969, YM Fewcul, Ler Ao eer choses, Gallina 1965, 0p. 1 L, Copuct La Spiritual moderne, Aube, 1966, a reseda de M, Nenad ea Rev His de Egh de France, 54,1968, 9p. 101-103, 48. La mutacién de los “prejuicios” en objetos de estudio Liberados de situaciones conflictivas que se alejan cada vez mas de noso- tros, nos es mis fécil descubrir su huella en los estudios arriba citados, Nosotros mismos estamos ya en otro lado. A medida que se borran las divisiones que todavia ayer organizaban a una época y a su historiografia, estas iiltimas pueden ser anafizadas en los mismos trabajos de aque tiempo, La terminacién de un periodo aumenta nuestra lucidez, pero esta compren- sion, que se considera “mejor” y que serd en lo sucesiva la nuestra, se debe al hecho de que nosotros mismos nos hemos desplazado; nuestea situacién ‘nos permite conocer la de ellos de una manera muy diferente a como ellos ta conocieron.* Lo que hace posible a relativizacin de los debates de ayer, y porto tanto la identificacion de las presiones que ejercieron sobre el discurso cien- tifico, es la posicidn mieva de la religion ent muestra sociedad Lejos de ser una fuerza, una amenaza, un conjunto de grupos v de cuerpos constituidos, como ocurtia ayer, el cristianismo francés se libera hy gn dia de su pesantez social al satirse de eompartimentos cerrados, Deja de constituir lugares propios, vigorosos pero cerrados, en la nacién, Se von- vierte en una regia mal definida y mal conocida de ta cultura francesa. Una historiografia religiosa puede ahora convertirse en el objeto de un nuevo exo. tismo, semejante al que conduce al endlogo hacia los “salvajes” del interior o hacia fa brujeria francesa, Sociatimente, el eristianismo existia mis inten ‘mente cuando se le concedia menos lugar ayer en el tiempo que el que se le concede hoy en el mundo. Podia uno callarse o ser parcial, cuando se trataba de enftentamientos, de adversarios o de grupos encetrados en su vitalidad propia, Ahora se dice que ya no constituye una fuerza, y que por necesiad se ha “abierto”, “adaptado” y conformado a una situacidn donde se convicrte enel objeto de una curiosidad “imparcial” y en signo lejano de “valores”. La renovacién de la historia religiosa no significa, pues, un avance del ctistianismo, sino fa disolucién de sus instituciones y sus doctrinas en las nuevas estructuras de la nacién, el paso de un estado de cuerpo opace y resistente a un estado de transparencia y movimiento. "Chic Ias observeciones de D. Juli, P Levin, D. Nordmn y A. Vaace, “Reltevinnes acerca Ia hstriografis foncesa contenporinea™, en Recherches ot Débats 47, [96h py 39.34 2 Acerca dl intesésetolinco y (reo, que ee co ye se presta ahora la tetigié, 9 se enplica ala vez fa murleza de wna nueva "erisidad” Ia renova de for estooe ‘rca de ls ideclogin (en lo scesivo tnd por inceiles, pero porters de en shabutsive gue debe dessifrrse). ef: M. le Certeo, La Culture au pluie col 1018; 1834, ph TT 3s Las Revaluciones de Io ereble™ 49 {0 s14 gn o46 eo “tenon ower ou 696 990) 261 ney sa > ade wena teed soporpt 9p sodn soruarayyp spublts Pop 2p SOURS woo ag SyuH BUaMIUD 3s “EANduoS9p Soult oYann “Riad s{ onb senuona fey 9 ondond otra oxaup un spusape vortdiny rotten ued ou seiony se ap spaen w sazqtiog sv seauoon9& optpnsfo ol sponses 121N%) “opesed un anitonsay, 9p 041431 ap pepiigisod ey nos so “OPIN @[ oo sopeuorsiy fap upise|asB 99acoAny erouopuay Luo w8feqen apuop pepatsos ap Stouspotoezeo souo19eB}s9aur st] ap owumlins [a ua atuasaid vatdgtowsysds Sere ean & olvauryeuy 4 * so4say,stonpoid ap « spiououtuad teaneyen 20 Sanus Pepitat1ut 3p soydiocuad e saiecdhstpunydsoxquavosout op Feaoragaeisay ns 8 ofeqea es ap searSq}apcroustsaigdiy see 1opotoiry {8 2onpuod ‘Seip sansonu uo unttoo syn 294 wpeD‘eansadstad visa, ;tisi9}9 ‘sama sojapotu ‘soo1tpto%9 Sojapout:soquetngop ap SeHos Jepuaidtdos & smmtsuo9 ueyad anb sojepoutse10qufa 2p peprecess “322240 Yopeuoisiy jo opestoous vy anb sosauunoop soy &S3}qosned ‘9 sB20u09 ap pepioedes v| eunuexa vorgwazgord wistuad ey opesed 19p oiuarus}20u09 qe serseid opetunyxa ‘op Zit O18 se82H!epusiaxd oxo jo “Uoisuaidaioa us 9p sauotDIpuoa se ange | Zuasued o| axgos wBousiut 2s euoysiy ap oda rouuid up “eproouones "wouult9g3 298 spond arsadso epr> ‘soand sosea soy v uesadns sargndeo OP SU] aP ¥j9Z0U ey anb ua sosto 504 opuend unt A "J804 0] ap sousiereod “op SeL 9p eth & wprauaiee] vozoreaesd unos ‘uojst 9p soiaadsa sop “on 238 uo APH] Sojod Sop soy ap oun 204 elouasajaud ap ez1jtA0u 28 bough e{ Hawd¥9 2 sodnu@ so o sopoyad so opuaynas ‘antotuaiuapyas OsmaSIP UN HD UoIoe|a ES9 9p o|LoURsap 1 59 oxdoad oana!gO ng ‘enyAUD “obefes ns 2iteurs}oid afody 25 rouOIY Vouoo BT ‘en Of ete sta {pot osmwunaT9 tu wapand ou Pepys | ap seus sop seg “oprymisodne oo {10 1044 stu op oporysa 959 eat o ‘axed wu sod -(opunas|9p taney TP eHBRHN & dosteudiuoo 2p sopour ss soyzunpanoud sus Opes {(? Banewotgoud | uaragas os anb oe joe pepataos y) royuaia UotonaaG * {04 epooytdr oxno> yet 0 & (spased pepatoes wun U2 eons, 0 apund 40 “ufprus> 2opeuoysiy Ja anb of) opi20ua> owod tea o} ‘dou uals ossoal Fw» sojmsayp Ann souottsod sop up e310} argos uoiaeSouaiu | ensand Suesioverst {2p woferus e ‘Seuorseuode seo sop souretdnon ig 124 0] ap sauotysod sog Pepaeas £ ossnosip “epoysyy eg os soup ose 03 gopop sansnoqy ‘xx off op wyesSovciy wap mtn 9p oma Onan "apse ‘toma eonedoeor aprons eb o owaramoone nb Jaq to siseas eustgndd eh ‘opeztipjnaas vu os «2lgestad, 0} puop "esanu ny ‘pepoiaos oun v (oydafo 0d1AX O15 [9p ED "so¥ft[91 PEsEpO4 pepoioos wun ap osed jap spAeN e Worstaidaloa ap seItDists SOP anna ugraeya4 bap wana ose9 un uadayo SOU $e}9M9919 Se] +» SO2UOISHY sopHus, 2p ppnafopur aries wun UpiqceD, sisixa ‘opesuad ep ue doy aynuutod anb of K ojsaruuestad fe 0 epia vy & rq BzyuRaK0 onb oj axa ‘t09p 89 ‘aquasaud un K opesed um anus 2quessoUt UOIS ~Prayuod | PayFoadsa onb PoqoHSIY uoouny eun ‘sand “ostx9 Ig -.opnuas,, aan anb of 3 ‘woroqay9p 8] azar 98 anb ee pepatoos e| oUrs ropuaidiuog sp wiauus wun SP9P! ‘SopoIpte ayuouuej0s ot uesuanoUD 2s ‘omtonLUIDa}UODE Up 0 BFOIO9p1 un 3p ,oouieisty opniuas, j2 wosnq as anb 2 ojauiout ja apsoq, ‘opaptasdeaoo Stuocaeagoe armed anb ,opntas, 42 £ “oralgo un ao opruantioa ty as anh PNUD, [9 eH}U9 Lore} | soaps osaooud [ap ocusta ital qaad [a opun “HUBS FISD SoU soLOIDISOd Sop sess anua LoLsesRdas E7 “eIoUDH=p>4 9p solUNd Sono unas apypuaiklatos 49s aqap exp ua Koy anb pepytg’S4anut ap soxdio ‘wad sns opesed un e eqeuorozodoid anb uor2otaw9 pf sod epiuodat toxet Browysp e] © ajoraeos urnuasaidax seuma seis seUeNsHI SeIDU90%9 sto seifojoap! so] anb uototsod wuss] ua tenuonouts 25 s0Ke ap exaoLoisty, #1 9p upisuaidatoo ap sopou soi ‘ses09 st] 190 ap pout aisa undag on SuesBoroysry widoud ensonu ap o1afqo jo axmysu09 nb eLOST, EY uo yesBoworsty ns siqaosur a eood9 vusstar¥| ap so}uatuofe soso woD sauotoeyar Se] smutiqeqax “Sososanapaud sonsenu ap uorsuaidi0s ap opout ja & sede eum ap sefouersunaato Se] ,soromfaud, otto9 seusexa ajaisod wioee $9 sot {UoIoEMHS D170 ap uoIouny Ug “a;qustiod ua sHJ9At09 sowaqap ‘sai0]Ne SoAgTAL “Sosiosou ena [& ‘e1ofgo jap eps] jap esud 98 & unqesuad jeno of ap wolouny {® ojanbye outod “sazoyne soy ap ape} jap 4e1s9 ap wlap zuotorpUoD ap mquies uoWeztueso eT “operpniso 395 apond anb oposed un uD saouoHt eiguiea 9s ‘sazopeuiersty sms ap vando w ua epeisruaut ‘pepotoos eun ap aisiata ‘Ke ugtovzrmes0 © “uep2fau vs anh EL Y UOIdEDITS 8] voKspoUT a8 oputAD lusoaredesop sozopeuoysiy so} ap o wuoisty ef ap ,solomntoxd, s07] Entre estas dos formnas hay tensién, pero no eposicisn, Porque es un hecho que el historiador se halla en una posicién inestable. Sida la prioridad a lun resultado “objetivo”, si intenta colocar en su discurso la realidad de una sociedad pasada y si desea devolver la vida aun desaparecitio, reconoce siem- pre en toda reconstruccién el orden y el efecto de su propio trabajo. El diseur- 50 destinado a decir /o otro sigue siendo sw discurso y el espejo de su opera- ida. Por el contratio, cuando vuelve a sus précticas y examina sus postulados para renovarlos, el historiador deseubre presiones que se originan mas allé de su presente y que se remontan a onganizaciones anteriores, de las cuales st trabajo es ef sintoma, no la fuente. Ast como el “modelo” de ta sociologia religiosa implica (entre otras cosas) la condicién nueva de la prictica o del onocinniento en el siglo XVI, no de otra manera los métodos actuales evan consigo disimulados como acontecimientos y cambiados en cédigos oen pro- blematicas de Ia investigacién, antiguas esiructuraciones e historias olvidadas. Fundada, pues, en el rompimiento entre un pasado, que es su objeto, Y un presente, que es el lugar de su préctica, la historia no cesa de encontrar al presente en su abjeto y al pasado en sus précticas. Esta poseida por la extrafieza de lo que busca, ¢ impone su ley alas regiones lejanas que conquis- tay cree datles la vida Lo intermedio, situacién de la historia y problema de lo real Un trabajo incesante de diferenciacidn (entre acontecimientos, entre periodos, entre aportaciones, entre scries, etcétera) es, en historia, la condicién que per. mite relacionar elementos distintos, y por lo tanto, comprenderlos: Este trabajo Se apoya en la diferencia que existe entre un presente y un pasado, Supone siempre al acto que presenta una novedad y se separa de una tradicién para ‘onsiderarla como un objeto ce conocimienito. El corte decisivo en cualquier ciencia (una exclusién es siempre necesaria cuando se procede con rigor) toma en historia la forma de un limite original que constituye a una realidad ‘como “pasada”, y que se explicita en las téenicas proporcionadas ala tarea de “hacer historia”. Ahora bien, este corte pareve ser negado por Ia operacion ala que da origen, puesto que lo “pasado” regresa a la prctica historiografica. El ‘muerto resueita dentro del trabajo que postulaba su desaparicién y que postu- laba también la posibilidad de analizarlo como objeto. La condicién de este limite, necesario y negado a ta vez, caracte- riza ala historia como ciencia humana. Es “humana”, no en cuanto tiene al hombre por objeto, sino porque su prictica reintroduce en el “sujeto” de la ciiencia lo que ya haba distinguido como su objeto, Su funcionamiento nos 52 envia del uno al otro polo de lo “real”. La actividad productora y el periodo conocido se alteran reciprocamente. EI corte que habia puesto entre ellos tuna decisin generadora de trabajo cientifico (y fuente de “objetividad") comienza a tambalearse, Se invierte, se desplaza, avaniza. Este movimiento se debe precisamente al hecho de que el corte ha sido impuesto y no puede ser sostenido, En el curso del movimiento que desplaza los tétminos de Ia rela- cidn inicial, la misma relacion es el lugar de la operacidn cientifica, Pero es umn lugar cuyas mutaciones, como un eorcho que flota en el agua, siguen Jos movimientos mas vastos de las sociedades, sus revoluciones econoni a8 y politicas, las relaciones complejas entre generaciones o entre clases, eicétera. La relacidn cientifica reproduce el trabajo que asegura a unos grupos el dominio sobre otros hasta convertirlos en objeto de posesidn: Dero ca testimonio también del trabajo de fos muertos, el cual, gracias a.una especie de energia cinética, se perpetiasilenciosamente junto con Ia super- vivencia de estructuras antiguas, “continuando”, dice Marx, “su vida vegetativa” (Fortve-getation)." El historiador no escapa ni del estado latente ni de la pesadez de un pasado que todavia esté ahi (inercia que el “tradicionalista llamaré “continu dad”, con Ia esperanza de presentarla como la “verdad” de la historia), Ya no puede hacer abstraceién de los distanciamientos y de las exclusiones que definen la Epoca o la categoria sociat a la que pertenece. En su operacion, las Permanenicias ocultas y las rupturas instauradoras se amalgaman, Y esto lo demuestra claramente ia historia, nuesto que tiene por abjeto diferenciatlas.®" La frigil y necesaria froatera entre un objeto pasado y una praxis presente comiienza a tambalearse desde el momento en que al postulade ficticio de un dato que debe ser comprendido, o sustituye el examen de una operacion siempre afectadapor determinismos y que siempre puede ser reconsiderads, siempre dependiente del lugar donde se efectia dentro de una sociedad, y por lo tanto especificada por problemas, métodos y funciones propias. La historia se desatrolla, pues, alli, en esas fronteras donde una sociedad se une con su pasado y con el acto que lo distingue de él; en las lineas que trazan la figura de una actualidad al separarla de su otto, pero ue borran o modifiean continuamente el retorno del “pasado”. Como en la Pintura de Mird, el rasgo que dibuja las diferencias con contornos precisos y hace posible una escritura (un discurso y una “historicizacian”) se ve atravesado por un movimiento contrario. Hay vibracién de limites. La rela- ‘Ko Maes, Dos Kept, Rein, 194,119. 7 (pier pefico) te, Oeste, Pgiade. 1965. .9 49 "Estes lo que ha hecho tar insistentmenteM, Fel enpaiculares Arche dasa 1960, pp 16-17 ss cust peeaen, ‘HPs eAanH) (961 “UO “ams 2BD,1p aan 2 sone vosne9p es ESNOE We, {901-8001 a6 '§ tne THs), seaRny esHa9 sep ofan [ows esa oe SX, 12 "0Ne9jopmBAL EH HAA ap UNL apt '%e8C-19C "Z| MIO 9 SEY) 9>yugtooe onanuwsued op rajouedo vosnnuuld se7, 49f-¢ M956) Net “adoarg) aioe) Fppeviuou 1, 03 (opens vrtqo ows epgap eu aaah setunuons seins Ivars uonsetx envousronogoaey ue-9¢ Oesepng't1 > do auSer OF ty uat-ort “8d "99 on aner0 soso 19 2am ap envoy (N19 B08) Bonus WoleELESIoS 1 © woud wien w 9p ‘sseus em 9p wins yap suusoge “1 1-t 8d "Y96t ‘9t Se cep ue “sonayao eojooid ef ap eunsty wun op topoige & seuaoag, ‘96-Fe a ¥set es SEI "you 2974 07 ua *,opestes of 2p wBoferoe eon 9p seanrodcod sopitoy, soraROdN siuseuem>ased sompnie Sounds upiques x “¢ze “ “Ge-ie un ‘aFgMIUG 9p amtoy Oa 3p Sesotouajis sauorou se} 499029 94 vaHgIsIy EIaUaID WY gy 2igisuasdwuoD UL SPABE_UN oMLOD o otoIPAadsap uN oUIOD opeiapisuod e}Qey anb setiOZ two asueruayjua anb ation opeyur otwsiorynusts un anb ud oItetWOUL Jo woxpL S0u DUNO} PI ap BI4OISIE BT "SOPOYDIU sns & seloUDsIxD sns AwOIpHLIO} [B ‘opworpiad e4 anb oj ap eivana ep ag ‘apuardutoa ou e& anb soyatqo so} v us -aufoy "Ualq undies anb souorsuaudutoo ayauseorun eosng ou woIDeFsaxut WL sorafqo sns us aquowyjend} vozasede soatjqua19 Sosa90sd $0] U9 0410 fap Goradiust vj aod oueiqe staqgosd jo anb sousapuaidsos oqop oN ‘sepusvype ayuowescrofia wer ‘oBrequia us ‘OpIs UeY ojuDIUTeUOTOURY & sou olo|puos seéna vioustouod ap peprun ef ¢ “ayqisuordaoaun axyania 3] as anb of ‘4409 0 01895 un oxo “wioqH UOIOeasdoUT NS ap 1031 [A ,",oatiTod 1asaNb, {nap opuuss fa “jeuo!ove o ,jouosaa pepiyeuostad, | ap e72femyeu p|* poprT “mUl09 ap vlouaroue9 auiony Hod sods ap upLoewHJo} ef, :SeUIFTUa sonuUOS woo edo} 9g “uo ns eAUaNOUS ‘seonQUOd® soMOIDELIEA sey ap opuaried _epurgord euojsty,, eun zeideo wied oot9isuy sistgue wa valUoUOI® eHO>) B{ auatauaa onb “eUlA ‘gap WofseNsowap a]qrjoU ef ‘SeUIa;goud So1s9 Uy 4,.cjouedsa,, puprun ej 2p “eongus;goud upiquiey uplounde w woo peprun esa biquiea owg.y? cerdoud peprun owoo vynpeie3 axmnstiog 9s oWW9-y? ‘oontuguoD90100S s1st]eUE osomfts un arfans aoey anb ewidive ja so ~vunyeey~ ofeqen ns op wu JP eUusyt erouaistxa ef oFojpuP oustLONAY Un TUDSAId Ie]NA HII oy .OOMOTSHY 0} Ba] qusuadsEpUT 59 ‘quosdnc] aarp ‘oouorsiy ou o7,,:sajeanyyn seutog Sty ap & seapl sey ap ‘nua4uutD0U09 Un ap OUaKS [9 Ofeq OpeD0]09 BM 2s aNb UpIOTALSOAU v] v Ope ‘1ssodoud , jeuo.oean, tn sod (sauied seiyo ua onto “eartay> 28 ou 4) vjeuas 98 BHLOISTY &} 9p woIsuatUNP EUP) "eIOUAID eu ap ososBoud J addozEde ane nb ‘opesouat 0] opoy v “2oueaw ns Uo exquaROUa & ¥fosad anb oprooUodsap o| 22) sy] onload ns © up oprpaayx ojuaxtesorSipord oywartroouos un anb axquiou 19 82 ,.oa1ayd, ois ‘peptivas ua ‘anbiog “Stmy ap 0 og 2p saIquHOsIp sou ‘i814 ap sovund so] we vdods as onb ugisay ap s1dadsa wun Ag2p 98 “BLOISTY +s 6 ‘prounye9 “saanyndod ovompea 18 genes sey amos 2p £210 407 ‘OEUOS SIE ye SET 1°) "ZO6U “dedasg “suaypow outodrg.) map ouorne) D7 “esa 2444 pO, aigos 11. SIL yet uadnas “oponuey ap swing 97 “NY AO 8 EDU 4, ¥{ ap aseq wun ap 0 ‘opeaytusis un ap ‘ersuaigat ap oqund un ap cysase {e euoy, i99}00 pepyequaus, eun 3p eanou poproedo m9 o"YeuLAO osjaduat 2982, oans9j09 fap vowed wap, eIs9 294 Bune 1S wpeates {afeaqes peprpuKy -od*oonupd,, un wuoysiy ej 9 Sous sepos sod equanoua juoudagy asUoyyy 9p eames opr esustau ‘ato J0q 42891 04994 By, an 9]q}SUAHE oat 0] Uo> uossuaudiwod ap opous un auayuewt anb upHaejare| ap eisuepIas 9 ‘gwuowesioaid set 0 *,omo, ns Hoo oaneadiayur opoigts un ap Uo!DEINON) -uoo bj Sojenjoe souoIdeBASaAUE suf ap aquapuaidios SoULoW! ou Oyaadse ONO -uotaejat Sornaqap“eouo1si to} geoK xv] ap oUt YeUsD}U UO|sUa} HIS OC) {rIPUOIEEE ns ap sEIDUarSIaN Se] JONNe Jap Sa¥OI2OR Se] TES99 IHS UULGLIOD 28 spuop uoroerado e] ue peptun us exjuanou> ‘Soousfoss1a4 so/Zojopora4 soapuos Jod ope, ‘orpnase fap oFefgo yo an wioueau ap “epanbsng wan 2p tgysajt09 Wa 0 oyejat Ud aufoLawOD 96 yeAIDg 2p SoMtONS Soy ap sisH]IPJ> “oustos ug uoroujas eso # edmnsns anb oF3/q0 Un 42239 ap zedeour BAGO vm sod oysenduy oxpotuiavut Opes, un UD ps2 BUOIS Bap PEIDA EL + S0|818 omyeno ayunmp dopanTur7 fap 0 eUNIEIE-) 2p sapesRyonuAse Seu -oroeiiiojsuen se] 3p 9 ¥ sofeqen sus ap BorRofopoyaus wanna wun 9p ozEn [2 uuodersns ‘aruasaud ygesRouio3st ej weusuuep Seago seAna “ampe'| AO 37 fonuouung £04, axrotg ‘varetHa|qoud ns ua & wFojoporatH ns Uo Opezlie21 1y ab ofegen jo 6 ‘oqaey vy anb soqtarustaow so] outs ‘e]qRq apuop apsap vin] [9 wsr9a1d of9s on BC JopeLoysiy fo ‘awvauOLasog “eNdtUE SPU 5 ~ojpue atzas wun uo oxDin-yw eqeaozos anb oduay oust Te “a}U>s9Kd LILO} bun ap uoronjona ay 9 wxquoser a6 1q (8761) oralqo oursHA ye SopEAeSUOS SOIpRs ap aL9s e] Ua JopELIOstY OULOD HOTOeNNIS BIdoud NS ap WatEEXd fa OD ‘oxoanr ns ap woroeruasaud ey eqzunsineut aanqa4 uaton eX ‘osaooud un 3p o1 ~erount 2 “opesed un ap ouoysiy v| wun seor|gquuis asad ‘sapensisap septa sop ap onsandiuos ‘o1gg {4 “uoroeRnsoaut ns ap sede} se] BAU LopEHOIsT, [2 apuop orovyazg un ap "euersy ap sexqo se Uo ‘opipadcad an as ‘qemyno © e2tti940990190s 0810] o.axq o!oump eum ap sist [> ‘oydwafas0g eerBouossiy of 2p oprudquod Je 0 eAAIOY B|w Hasa4jan 95 ‘nb sesoucur seyonte op stip sonsont Uo efanay as [eIMOUIEpuny ULSEMHES BI ono [2 uo9 uprovyas vy ‘3|qU}s> OULOD aszesopisuod apand souNLUIy) so] 2p ‘ounduru anb ej ua ayaeiquiea eauarayax eun 9 eLorsty e| ¥zyteALO ANb UOID donde ha estado ausente. Es también ef momento en que otras ciencias hhacen el balance de las motestias que les han produecido sus propios éxitos. El fibro de Miche! Foucault nos presenta esta interrogante. Lo expresa a través de utr objeto perdide por ta historia, pero que no se puede suprimit: ta locura, constituida por todo lo que ha excluido la raz6n. Ciertamente, si consideramos todo esto, eI esfuerzo del autor para devolver a le locura su lenguaje propio tiene que resulta un fracaso y contradecirse; el autor vaci la entre la “recuperacién” de la locura bajo el signo de un nuevo tipo de ‘comprensién y el crecimiento indefinido del signo abstracto (Ja locura) destinado a designar un casillero vacio incapaz de ser lenado por la historiografia.” Pero queda este hueco abierto delante de Ia razén cientifica bajo Ia forma de objetos que la razén rodea sin decidirse a atacarlos. Los estudios consagrados a la brujeria, al milagro, ala locura, ala cultura “sal- vaje”, eteétera, se han multiplicado desde entonces, Sefalan un enfrenta- miento donde la etnologia y el psicoandlisis han permitido a la historia cexplicitar su inquietante extrafeza. La*razin” cientifica esté indisolublemente unida a fa realidad que encuentra a su sombra y a su otto en el momento en que los exeluye. Esta movilizaci6n de la historiografia hasta los limites que especi- fican y relativizan su discurso, se reconoce todavia bajo ta forma, més spistemolégica, de trabajos consagrados a los modos de difercnciacién entre las ciencias. También aqui Miche! Foucault tiene valor de signo. Vol- viendo a tomar analisis anteriores, principalmente fos de Canguilhem, nos ‘muestra cme la historia se divide (y se define) en funcién de una combi- nacidn sincrénica de diseursos que se contradistinguen mutuamente y se tefieren a reglas comunes de diferenciacion."® Pase lo que pase con las posiciones propias del autor, su obra describe y precipita el movimiento que Teva a la historia a convertirse en un trabajo sobre el limite: a situarse en relacién con otros discursos, a plantear la diseursividad en su relacion con un eliminado, a medir los resultados en funcion de objetos que se le capan; pero también a establecer continuidades al aislar las series, a pre- cisar métodos al distinguir los distintos objetos que se captan en un mismo hnecho, a revisar y 2 comparar las periodizaciones diferentes que hacen apatecer diversos tipos de analisis etcétera, En lo sucesivo, “el problema Ano esté en latradicién y en las huellas, sino en la division y en el limite”. Hablemos de finite o de diferencia mas bien que de discontinui- dad (sérmino demasiado ambiguo porque parece postular la evidencia de un corte en la realidad), Entonces podremos decir que el limite se convierte “Che a este respecto, Is aguas observacioner de Jacques Demi, Levit ol diffrence. Seul, pp S1-97 ("Capito bistria de le loot. MM. Fouceult, Ldrohedloie du revoir op cit, yp. 29-101: “Las sepsladades discursiyas" “en instrumento y objeto de investigacidn a la vez." Este concepto ‘operatorio de la préctica historiografica, es el instrumento de su trabajo y el lugar de su examen metodoldgico, Eldiscurso de la historia Un paso mis, y la historia seré enfocada como un texto que organiza unt des de sentido y lleva a cabo transformaciones cuyas reglas pueden determi narse, En efecto, si la historiografia puede recurrir a los procedimientos semiolégicos para renovar sus pricticas, ella misma se les offece como un objeto, en cuanto constituye un relato o un discurso propio. Tal vez hasta ahora los ensayos consagrados a la historia desde esta Perspectiva no son totalmente convincentes en cuanto postulan Ia univocidad del género “histirico” através de lossiglos, Asilo hace Roland Barthes cuando se pregunta si “la narracién de acontecimientos pasados, sometida... ala san cign de la ‘ciencia’ histérica, colocada bajo la caucidn imperiosa de lo ‘real Justificada por principios de exposicién ‘racional’... difiere verdaderamente, Por alin rasgo especifico, por una pertinencia indudable, de fa narracién ima. Binaria, tal como nos la presenta la epopeya, la novela o el drama”.*? Queter responder a esta pregunta baséndose tinicamente en el examen de algunos toriadores clisicos” ~Herodoto, Maquiavelo, Bossuet y Michelet. jo es acaso suponer demasiado pronto la homologia de todas esos discursos. apro- vechar con demasiada facilidad los ejemplos mas inmediatos de la nattacién muy alejados de las investigaciones presentes; tomar el discurso fuera del gesto ue fo constituye en una relacién especifica con la realidad (pasada) de la que Se distingue, y no tener en cuenta, por consiguiente, las modalidades sucesivas de dicha relacin; finalmente, negar el movimiento actual que converte al dis- ‘curso cientifico en la exposicidn de las condiciones de su produccién, més ‘bien que en la “nacracién de los acontecimientos pasados”? Resulta que a través de las obras “elisicas”, la condicién de un escrito “historico” parece definida por una combinacion de siguificaciones linicamente articuladas y presentadas en términos de hechos. Para Roland Barthes, en efecto (si omitimos los detalles de su argumentacin lingtistica), los “hechos” de que habla la historia fumcionan como indicadores, Gracias 2 las relaciones establecidas entre hechos, 0 ala elevacién de ellos al valor de sintomas para una época entera, 0 8 la “leccién” (moral o politica) que orge- 8 tid, pp. 12 y 17 * Rohnd Barthes, "El Discurso de I bstrin” en Social Science informarion, vt 4, 1967. pp (65-75. Debe compacatse con "Fl efecto de lo tea", del mismo autor, en Communications 11, 1968, np. 88:90. y “La Etcrinow del aconteciniento", ea Communications, 2, 1968, py, 108-113, 7 6S SUL-E04 88 etnamnsd 4 me st ye POH D-ILL GUBI ‘INAS saMbuoNURE sKAy HIDE MG MONEY Ey dana} J@ Sea “apgtsod of v Seun “ueBI0}0 anb sea {9 nes uandunsip as seurjdrasip se] uatg spur ‘uoLovo4yitan v] ap 408 Ja Uo 0 worse ecui0} Hua wrouosaptp oun oUiO ExEsed OU HK , SEUELUMK, SEIOLIDID St} “2eN2,, SBIaNA}D aNUG UOFoUnSIp v| anb ‘oBequID UIs “as ereypNy “vIOUAID BL ap sous jp uo eoasedvas yeas | Ny 59 Ofe4“9[qIS0d 0} op o WozEA B| ap ano (© vadssep & vaLoysiy erouat9 Bap onudD [> Ua eNUaNOUD 9s 2791) [3 «c CHoySHY Bod wpeansney> 19s apand ayuounjos 4 ey “toigy azaueuuiad “oFo]yue ofepour un owoo epetrdett ‘eaqupLUas taNjonUsa vy Tensed wo!sezyteas oun ours 9 ou opersapiuew aqustutemse OssaarUn [2 anb se] op sauoroeurqutoa soy ssiue peprigisod eun owoa ajuatuyiony aqiouoa 8 ‘anIp Sou *worwoye eamIoNNsS BL OtUOD IS _toloeasagiueu ap sapepytg sso 9p upseHU eu cd, enemas UodetMy Bue ee oouorsiy of ‘ou oraumy ua somaUHa]> 2p uo!aeULTOssUEN Bf & UoIsEZTULIO 11 Me sapgisod sauotoourguod Se{ ap sisipe fe ajuady ‘axs\jaud a6 1s 0 “fens 4a] un ap omanueuorouny jap soueauozut ap saedeo soyepou so} aital} anb ‘seuutaan fy weg sestiad apand as "S14 9p oyund aso apsacq [Pi90s uoroanposd v] 2p (eoUpIsty 0) soy ‘ned xtiouoae wun ua vpquasu yw pepranoe esa e apgisod o1yon vy ant of 2p woloepronja n| ue aqdauyfeuy ‘Sojopow somo v UorSNIE adey fe, So] 2) =s18a4 89] enb 0] Uo uo}oeALo1;UCD Bs ‘sHaNaDUd w sopeLorarodaud (sosafqo So|& S9|qusuad,, 199108 e sopeunsep) ,S0]apouL, ap torDvaL> % uo ppeoy dt US “.SopMNSHODAL, o SopeLIeY soia{yo so| WoO aiuauiEeIpoULUT vp sou 28 ou eA “opeZE|dsap ey a6 tloualayar B| UaIG SEYY -astoDaUEASaD & ezUaILHOD {91 of © etouarajea vy anb smmouoD & oy>a%=p Soup} ou ‘osmasip 9p odn onto ap eidoud ,upr9oy,, een ap erouetzede ey exo} soyoayy Sof 2p U9} “Baie 15 0 (upRznaTMA BHO}SIY Wy ta “oUENUOD a J0d ‘astopuarxa BuLd) BO unuato eros ef ep soaredesap ,osed anb o,, 2p omar yo ‘sand “tg ‘19a um $9 wustU v2 Sopen sey 9p ‘S9UOD anpoud ap woissans ef us & onmuod fo ue Bust Is ¥ apuarduiod a8 wot 2 aquawesoidioas & ‘eso1anpoxd pepranoe erdasd ns opuerojse ows outit 189 w apuaucusoo ou seuiap of Jod 4 “opesed un ua asiaay apand anb ofeqean 2 ‘oduran oust je‘ ofeqen ordosd ns eyuano sony ‘oteja1 un owroa exepanb auluisis “earigjomiaysida won}i9 wun $9 ou euOISIy e7 “opeurUasap “oper 9p swsad ‘59 anb ‘ofeqen un sod opniios un opep uty 2s popoizes enon un sojeno So] a SauoLorpUCD Se] HOS OFafgo fa ‘o|LEUTAUIaI9p [0 3qNSOd 9afaMA a4 Aoy an uorooms BK woroonpoud visa ap aquasaxd 0308 ja ‘sowuarumpano.d 501 9P seats) © “sa ann fg ZO}aRHO UM ap £ aA uM 9p “eLIEISKY Ue “AssEIDOsIP apand ou ‘sopnuas ap worsonpoad wv “ssp Se ‘sopo}at soy ¥ 3194431 38 ab 8s signs un 2p upyrnos0s ] 59 Ja, 1 {88 HD “do “38 0} 2p opoge 14.) Pranansonse aaa an axgrosep soqueg ““ouea), 2 UD Year of 2p feuasays apn, ee “Std Pa Pee "dd “PI 59-12 oo ‘avon of 2p extnosp "SOR 4 ‘sistqwue a1s@ 4 “(.xistyeamtonnsa, onuaruntsout 19 opor ap opluas {2 $9 [21) .21qvstiad,, of eiogey9 nb se] uo seuoroIpuoD sey B etOUaID wis9 40d EpIPED -uoo pepuiotd vf ap onsownsss ep ,jUnIov HLFOTSIY Plouar9 ¥] Ua UoIDEATE By ap o1uarunisoureasap fq, 9[q}84foiu1 JamMbpend ap we 98 ou O1Dg «9 «219131{a1Ut 0] ous J294 0] OWE ou s9 eLIOASH]] | ap oUdS Je oatsaans of ua,, anb stoap souapod “esa ap ound aise apsaq, ‘eyf2 U2 eHIpuan anb opniuag jo A ,eAUstAH wS09,,v{Z94 By v ABSaACK®,, 9p sopod J9 woo mpejoaine ouster osa sod 398 ap tu “epurgoud pepryeay KUN Soffa 9p spaen e efratra anb annutiad 9p ‘soysoq ap optaruvioyse fo 408 ap O13 -ojjaqad jo ation ou ex -opestiod un ap o ayqesuad un ap operounua fa Wo assez siue3s0 apand anb yeqran peuateu fap aued 39s e esed ,vau,,0] ap oueyngesoa 12 anbiog “souo1oo4y ap 0 sepuaa| ap uoroonposd e] ua asiezzquN uapand onSaons Of ua onb sarejnonted soysaq B SepeUNsep eioye eIsey seiqeled 2p prunynat ean ap pepryiqiuodsip ey wsasdxa ,owsifeaL,, j2“Jwa1 of B o«LOTaS tun an uaig seu ‘sy year of v uoysaype wun iod sepeytuty Souact Ua 95 01 -ueno u9 sopnittas rejnuuoy exed seide sya o4oaq eq as “uBUisap anb svsoo se] wo9 waniajo Uo!seIOE euN Jod sepeuparse BE 198 JOpod ou Fe ‘seaqujed se] anb soareg ‘afenuay fap opexiaisop wy as anb pepyeas w| “opesse9 2) ‘un ap zoLour [9 Ha ‘vinbiyax owo uaonponutas {(opesed) opipiad jad o3]e aigos ‘o19ajo to ‘ueAode a8 sosinostp Sosa sopoy, wezar9ae ‘sojeiwaumnsop so} 2p ‘eyesio105 vf 9p ‘soasnen Sof 9p ‘eonstpotiad wou} ap ‘out O1EHP Tap “enstjear e[aA0tt vy 9p yeru>e oWfanwsap J> wo9 UOIDeja1 UD atid of SOME "A “ELOISIY e] ap onsodaid & .osvd ssp Jap orBnsaud f2,, epues9ng, +e .0OLOISIY BoLoeLINU e| ePOr ap opwoLUs SpAaL Ja OUIS PSO9 ‘eo wounU 498 opond uotarase eis anh UIs “psod ysv snadaL ap Jef@p ou Je vourufes of ayuouunaytng “eat o} vans ou oots9)sty osmnastp {g,, ‘osmNasip UN seaiuejd ap ‘ofenup| je euro s1uawreesozou “eioueUL wun‘, ous}, UN 2p 191904 B Ofeq re]T90 UD aysIst09 an “ootjeATOLIO}SI OsIMasip {9p OLOUAE fo dx of 9p 0,3939,, BLUR] SOUTER" “OUST Ys Wo 2|qysoodeUT FosIMOSIp [BOLL “orxe atuaiayan um sod sepeisaye uaa 9s anb ‘seuieu eu o seorojoapt seam -oniysa sey Hos oatppAROWOIS OssnosIp [ap opHayluSts [3 “aygusoU o| ap UID -dsouoo wun » (oxdord ows auatas 2opsLo}sy [9 anb of) opvjow of wostaaL setwap 01 10d nb ‘sopyuas erounus pepyypor U2 anb ise opuals ‘soyoayp sey409 ap torsade] 8c, SamMOyLUTS outs soyDay OME) OU auNpaL AND axquOY, Fe 59 sopeworsiy ja, evsorsty e] ap opnuas 72 ,reajdun09,, v axdwars apuon anb norovoynusts 2p oszoqud un eUzO}s epLD UD Av ‘OxmIUD OssMAsTp Ye wzIU En todo caso, existe sin duda alguna una fascinacién provocada por el limite, que va unida al oficio del etndlogo o del historiador, 0 fo que es casi Jo mismo, una fascinacién provocada por el otro, Pero el limite no es solamente lo que encuentra constantemente delan- te de si el trabajo histirico organizado por la voluntad de volver pensable una ‘cosa; también se relaciona con el hecho de que cada proceso interpretativo ha tenido que ser.bien establecido para poder definir los procedimientos propor cionados aun modo de comprensién. Una muevadetermtinacién de lo “pensable”” supone, mis allé de ella misma, situaciones economicas y socioculturales que la han vuelto posible, Toda produccién de sentido da testimonio de un aconte- cimiento que ocurrié y que la ha permitido, Aun las ciencias exacias se ven ‘obligadas a exhuinar su relacién con una historia, es decir el problema de Ia relacién entre su discurso y lo que implica sin decirlo ~entre una coherencia y uuna génesis, En el discurso historico, la interrogacién sobre Io real vuelve, Des, no s6lo con fa articulacién necesaria entre los posibles y sus imitaciones, ‘entre los universales del discurso y la particularidad unida alos heches (cual quiera que sea su clasificacién);” sino vuelve también bajo la forma del origen postulado por el desarrollo de un modo de lo “pensable”. La prictica cientifica se apoya en una praxis social que no deperde del conocimiento. El espacio det discurso nos remite a una temporalidad diferente de la que organiza las signifi- caciones segain las reglas clasificatorias de la conjugacién. La actividad que produce al sentido y que establece una inteligibilidad del pasado, es tambign ef sintoma de una actividad experimentada, el resultado de acontecimientos y de estructuraciones que ella misma cambia en objetos pensables, la representa- ci6n de una génesis organizadora que se le escapa, 4, La historia como mito La historia caeria en ruinas sin la clave de toda su arquitectura: la articula- cin del acto que ella establece con la sociedad que ella refleja; el corte, constantemente puesto en tela de juicio, entre un presente y un pasado; la doble condicién del objeto que es un “efecto de lo real” en el texto y lo no dicho impticado por la clausura del discurso. Si Ia historia deja su lugar propio ~el limite que ella establece y ella recibe-, se descompone para no ser mas que ficcidn (la narracién de lo que pas6) 0 reflexién epistemolégica (la elucidacién de sus reglas de trabajo). Pero no es ni la leyenda a ta eval 6 peobema que iene cesta aogia cow el que trntaban Ins primers flosotas del lenguaie fines de ia Edad Media, Cf 1. Claude Piguet, "La dispta de los universale y et problema sontemporéneo del lengvsje” ee Revue de Thiolegieot de Philesophi, 19,1969, yp. 392-1, cierto tipo de vulgarizacién la reduce, ni Ia criteriologia que hacia de ella e! Linico anilisis eritico de sus procedimientos. La historia juega entre las dos, encima del fimite que separa las dos reducciones, como Charlie Chaplin se Sefinia, al final del Peregrino, por una carrera alo largo dela frontera mexi- cana, entre dos pafses que lo expulsaban al mismo tiempo, y cuyos zigzags dibujaban a la vez la diferencia y la Ifnea de sutura Lanzado, ya hacia un presente, ya hacia un pasado, el historiador experimenta una praxis que es inextricablemente la suya y la del otro (otra p0ca o la sociedad que hoy fo determina). Elabora fa ambigiiedad misma que sesigna el nombre de su disciplina, Historie y Geschichte: ambigitedad rica en sentido. En efecto, la ciencia histérica no puede desolidarizar completamente suprictica de lo que eapta como objeto, y tiene conte tarea indefinida preci sar los modos sucesivos dle esta articulacién Esta es sin duda la razén por la cual la historia ha tomado el relevo de los mitos “primitives” o de las teologias antiguas desde que la civiliza- cin occidental dej6 de ser religiosa; y en el mundo politico, social o cien- tifico se define por una praxis que compromete igualmente sus relaciones con ella misma y con otras sociedades. EI relato de esta relacién de exclu- sidn y de fascinacién, de dominacién o de comunicacién con el ofr (cargo ‘ocupado sucesivamente por algo cercano, 0 algo futuro), permite a nuestra sociedad narrarse a si misma gracias a Ia historia, Funciona como lo he- cian, 0 lo hacen todavia en civilizaciones remotas, 108 relatos de luchas cosmogénicas que enfrentan un presente con su origen Esta localizacién del mito aparece no solamente con el movimiento que conduce alas ciencias “exactas” 0 “humanas", hacia su historia (lo cual Permite a los cientificos situarse en wi conjunto social), 0 con Ia importan- cia de la vulgatizacion historica (que vuelve pensable Ia relacién de un orden con su cambio, 0 que lo exorciza con ef estribillo: “Siempre ha sido asi”), 0 todavia mas con las mil resurrecciones de la genial identificacién, iniciada por Michelet, entre la historia y la autobiografia de una nacién, de un pucblo ‘ode un partido, La historia se ha convertido en nuestro mito por razones mis fundamentates, resumidas en algunos de los anslisis que ya presentamos, "Ea La Historia avid ls cect del hombre” (on Annes Es, 2, nim 2, 948g 235-240), Charles Meraséenfocu desde ese punto de vis ape ental de aks Pe sora e snes porgur le elacibn ee lt cemiae homas serve yo Secale ttt de le; hoy en dans pace qe la Btrt sefagmenta a adherine doses sta ‘vez mis divergentes, if 6 9 240s 29 2504 atf anh oT 0 eusty H 2p ows fw snyuoid lop ugicusscir eel sejonent ‘stan! 30 2p sued eno o> apezgse vow fo ABB [opel ots tate Jeptafo ap oWwod sesIdooUs ap ayQisodtat We} ozuaqLIOD in ap aynaueuusod ardusars eyrony ef afenuay jap uasey £ ‘TeurSt10 oytanea jun o ormuisase um 2xgos weayjpa 2s anb sow Soy ‘oyuataytp woMn!8py un uo “eratioy ‘ajuasozd eonagid wun ap opoyjnse X orton opesed un ap wore] 2004 "dado [ap wploeau f uorooa4mnsas ‘orojea un ap siny oxfnbues [3 9 myjouesop 9s oponta Bf ap £ pia e] ap oFant up, “eLL0ysIy H] 69 1Sy ‘SOALA aun OLquEar9qU Ln ap Wotoonpoxd UL 8 aun ep ‘Pe aeIqgo Ye & cages ns ap ojafqo un owLi09 auranu x] v tren onb oarjdiostp eum e eprunad uorsumy vf eooAs axag “arpeu v enonsas ou ut -orsnye| Sond “oyeSuo un se vigeed wiso anuatijerary cui, so] est 8L anb aayp a8 089 tog -wpreyesop tseo X auonuu | seou oduisn owen je 58 somanuu so] ap se4qet| anbiog “eouup}sty word vod eysipesyaos so onl vod epnusod fen wy» auonu B axqos uoiquuy eéode 9s osmasip |p ‘eztuesio ap zedva eyAepoy exad esoui0g wand wus9s9 eu 2p wojoequasaxu ef ‘Sauquroy So} auita 9s uorouny sod ata ‘opypod oraf4o ‘1 auodns anb ozuararoo un ayuswerdoud Key ‘ontourerojduioo sed nc onb ‘La1qos eode 2s anb tw9ap un 10s uororuyap sod sun osimosip fq ‘ope}ounua o12fgo wn ua asitrioadoa *pond ou anb jo tao aise ajuausestoand s> X sosmosip fap onuap isa t2fluo 1 -2q]sod 9qgon oj anb axon ey woo ossmasip epeo ap worav}as bf {eroruy 0729 289 Uoo eypyas as euouIEpuRy seu K eanxosd spun UOIoBIOI LUN og "euDiga19 “SoyseoUrSE[a X sodwian so] 3p spxvai v zefeq epand as anb ‘aed ‘onvsoaeu ezod oFonoy adoy ‘oueurmew ozuantuoa,, un eysey ayuett Prayapur eden { ‘oannuiad vjpe sew un 8 opotiad orp ajax anb opt SoU J9 W91g 0 ‘eyBojouor9 wun 9p jvouyy Has Bf ua ‘oxpnisa ap o1a/qo oWOd ‘puayaud opts ei anb opoyisd fens o fe woo oouigisiy osmasip fp UOID jos S9 A ssoruesayIp soroadse ynbe vitios uproetoNsuoD | ‘auaUINL-) ‘28110 ns 09 operuayfua vy a8 afonSua} ja wuossiy ef ap spxesy v anbiod ‘WW AoE wo8Li0 ap apuosard vagy vj upiqauey so }uasne > O1041 “S8a}0,, ued anbiod ueqeapyy anb +, seo Lois, 9peplearep selfany ua pepifenise sun ap oraijidns e| ua sostodsip Souls so] 19Auoo ap ‘saquasne av19 U9 as{stu09 ofequay ng “aynasaud waz, 's 9p ovunstp opesed un eus0y anb wamidns ef ap ‘012990 ua ‘S08, ‘otsane ‘um cosinosip j2p woroepuea e| exsouranyy ‘ofenSuay jap omuH ja uo aus>tauos S BLLOISHY ef ‘ayuasne [2 Uod sattorseRnfuod seys> UIOD OpsoNse oct ‘oy4p-oti Of BIDE ‘OssnSIp Jap wIOKY wpeZ te1 woronaojiaiu eun ap uoroury ta o1od ‘or9/go un oWwod exodsieN Of anb CSANS8IP [BP operouma ja Sx suatn aqua OIquIEOHDHUT UN ap Anlgo windy Le 99 odo “enc of ep Osi 1 SHLEE y {eo e968 4 aoa “y “sunny wosey 7 ioqnor Sumit 2p smuonnges Fe Ke bt “pry amsiey woomasgy 99 eamornnty BT OgHS HOA'Y 9 yemUasHs ecdsm, "SSL op siquinson ap sated oe 38 ‘etapsonel exea)f, euuy x pein rose op sea. by s9 oxionus (3 ‘opesed ns saan ajtasny 0190199 ump uprstunaLes9 9p O1pte sod oursit oftsuo9 odrul un ap ugroeatumuo9 v| wiado epesruniwos wo 7 ‘saquasasd aniuo soap 89 ‘saxor99] sns & ropesteu f9 annus afenduay un 398 $9 opruoe ns anb senuorer‘aytosne J2 outs $9 OU 6 10d wjnasta an o1=F40 [3 ‘oLianW fap esinostp f 498 uOrDypuIOD otloD DuoN opesed fo a1qos OSmMasK TA o ,opefouu (a srumnse eed ye p19 ape, “SaqEG PUE|OY 29}p 0WOD ‘Oro ojalqo-orafns ja wos soueyes o send selfexeg “Puosuad wana. Wa osanasip sun so ouersty of “some fap oduran jap ‘epsjou uarq ‘uoroeredas gv se19EI3 oduien janbe ua, un teuodoxd & wioperorut ugtoonponut 9p soya touon anb (er2qy2y (2 ue) euosiad vrata us sooejaud sns.0 soxps0xo sus ap ses0d y oan 19 Coxsone jo :afonBuay jap uaBts0 jp orjouesap 9 us aouruzat ,ofoqea, un 2p Panos o| ofeq “BiOge|a as apuop “.etlanbe £0s o0 oX.,, :atoap [e saquapasaid sey uo ugioefas ua uO!oRauAg BUN ap uototsod p] sesardxa uoroung sod suan euoisty e| a1sed vun. sod 1g saiuazaytp sopesed ap exousuecuad vy £ pepipiqydtjaqut eaanu eun ap eanigesd Fat ep at ee ss ug!opiouaafip pun sod pypyuap) pu decir y el hacer _a historia se reflere, finalmente, a un hacer que no es solamente el suyo ‘hacer historia”), sino el de la sociedad que especifica una produccién cien- sifica, Si permite a un obrar comin darsc un fenguaje técnico propio, remite esta praxis Social como a lo que vuelve posibles los textos organizados por ‘una nueva inteligibilidad del pasado, Esta relacién det discurso con un hacer, esti dentro de su objeto, puesto que, de un modo o de otro, ta historia habla siempre de tensiones, de vontfictos, de juegos de fuerza, Pero también esté fuera, puesto queel modo de ‘comprension y el tipo de dliscurso son determinados pore! conjunto sociocultural avis vasto que fijaa la historia su lugar particular. Las sociedades estables dan ‘ugar a una historia que atiende especialmente a las continuidades y tiendea dar sallor de eseneta humana aun orden silidamente establecido. Fn las épocas de movimiento ode revolucién, las rupturas de la aceién colectivao individual se convierten en el principio de la inteligibilidad hist6rica. Pero esta referencia ala organizacion social del obrar-movilizada por el desarrollo de un orden politico > por la fandacién de regimenes nuevos- no interviene sino indirectamente en. at anilisis cientifico. Se introduce simbdlicamente con una t6pica de lo intetigi- ble: segiin los periodos de Ia historiogratia, et acontecimiento o la serie conti- 1ua constituirdn el punto de partida y la definicién de lo inteligible. Un tipo de sociedad se revela también en ef modo como se combinan fa discursividad del “comprender” y el repudio de “lo que pasa”; por ejemplo, ef modclo socioecondmico se prefiere a la biografia, o viceversa, eteétera. Espejo del hacer que define en nuestros dias a una sociedad, el di curso historico es a la vez su representacidn y su revés, No es el todo —jeo-mo siel saber diera la realidad o la hiciera acceder a su grado mis elevado! Esta ‘manera exagerada de considerar al conocimiento ha sido superada, Todo el movimiento de la epistemologia contemporinea, en el campo de las ciencias Hamadas “humanas”, la contradice y més bien humilla ala conciencia, El dis ‘curso historiografico no es sino una pfeza mis de una moneda que se devalia Después de todo, no es sino papel. Pero seria falso desplazario de un exceso de hhonora un exceso de indignidad. Fl texto de la historia, siempre sujeto a revi- sin, duplica el obrar como si fuera su huellay su interrogante. Apoyado sobre {0 que él mismo no es ~Ia agitacién de una sociedad, pero también la prictica cientifica en si misma-, arriesga el enunciado de un sentido que se combina simbolicamente con el hacer. No sustituye ala praxis social, pero es su testigo frig y su critica necesaria, Destronado del lugar adonde to habia elevado fa filosofia, que en el Siglo de las Luces o en tiempos del ideatismo alemén lo convirtié en Ia 4 ldtima manifestacién del Espiritu del mundo, el discurso historiografico ha cambiado, sin duda alguna, el lugar del rey por el del nifio de la leyenda, apuntando hacia una verdad que todo ef mundo parecfa querer olvidar. Tal es también, la posicién del mito, reservado para la fiesta que abre en el trabajo el paréntesis de una verdad. Sin quitar nada a las funcio- nes anteriormente subrayadas, no debemos descuidar a la que une el decir histérico con el hacer social, sin identificar el primero con el segundo: esta funcién recuerda al trabajo su relacién con ta muerte y con el sentido; sitia 4 la historiografia verdadera del lado de las cuestiones indiscretas que de- ben investigarse en el inmenso movimiento de la praxis, 65 S9-6¢ dd ‘ovdns “toy Leh.) some 2au9 upoa 14 (oto un) opeyass sem eas) eign! wun Bucrt Sod patna aad “pop 2 “oyjsonsey” op opis vo euesny eee cao anb mou “nds tied 24 eh 2c, ‘aolonposd ap sasedny so, & oronpond so 21> uses 1 Jensoutop« send wep 95 woborgeud ap ssbaiom fe 09 "truwt ws a sepaaep {.sotpoq, 0) epnuss ap sopepiun sy] siquoiey¥ oiequ wie eoweuse ow ele ast 8a at 1095 ui eg wo Mow.) 9659, yg OpeNADp mj >) eon eat “apap s2 "pasumaad 9p saree 2p uoeunsngp a ANd weusToNN® sb oauehe legume piteog epernas ibe uasaid as aued as ea “e49HH4 Hofoezdo 7, jmp fo wos Tee od wh ret “pimunteo ‘sy 9p 20 WN oo 91H epee en pms aie ap awd as Jp uo *vonanid ey anb jo vied ‘oyorauoo 2s ,essorsiy vj opuens ,"erawauTpIod 9p souaju9 sodoud sns undos oproaiqnisa squauremiSLi0 ey oporgtu Epes nb jeuayeun [9 s9jqe2yye00} souotoanpoud ap soustusg uo sezijeue So fp xed ‘rapuaiduioy sopeuoisty op 01528 un ayuouresiooid s9 so.n3ny & ,seapt sb] epejsent anb o1sef ja o1og “eR um Wg UOLoBjas WH INBGUOD zeIqEH ap pour tu :omsioipr un ap ¥iusoy B| Bspuar ‘sa}EqOfH souoNsoNd ootyRoOs9 ‘puop osunosip jo Ue -2]qajaput sa wOIBUI LISy “UOIIETHSaAUE fH OBisaud Spwop o1iguiy [9p & ojqeq apuop apsop xn] jap puplaDjnosynd wy E1109 ap saoedeo ueos anb ‘sejiapuaixa souresanb anb sof] seur sod ‘sein99] tu “usas anb sajeaual sod ‘souoroeiaprsuoo ey ou “aquatUELOtZ) ‘svaqua9) sapepratioe ep spaea k ‘auzanu &| woo & ayuasaid peparoos e] woo oBuaquein aonb eoneudiue uore}a4 vf a1gos SouNBaud ofey apy Loro1}0 21sa ua tien 95 gn aq? ceyuniiaid as ‘ajje9 v] w opuarfes & ‘sazed sns asa pHeayisejo of anb [eitewnuoUE orpmsa Jap oyudUIOUE UN wf>IE 28 “SoaryD ~18 $0] ap svjes sv] sod eure uoloeinquap ns opuaidumusaruy gaonpaud and? cefeqen gb ug? j,,euoysty any, opueno sopeyiorsy [a DaLUgH/ gn? SoupaBo10}s1y wopoesodo v7] Trojnidey objeto mismo de su reflexién, zpuede acaso invertirse el proceso de com- prensién que relaciona un producto con un lugar? Elhistoriador seria un cobarde, cedetia a una coartadaideologica, si para establecer la condicién de st trabajo recurriera a otro mundo filosSfico, una verdad formada y recibida fuera de los caminos por los cuales, en historia, todo sistema de pensamiento se refiere a “lugares” sociales, econd- ‘micos, culturales, etcétera, Ese tipo de dicotomia entre lo que hace y lo que diria,serviria por lo dems ala ideologia reinante protegiéndola de la practica cfectiva. Condenarfa, ademas, las experiencias del historiador @ un sonambu- lismo teérico. Més ain, en historia como en todo lo demés, una préetica sin teorla cae necesariamente, tarde o temprano, en el dogmatismo de “valores eternos” o en la apologia de un “intemporal”. La sospecha no deberia exten- derse a todo anilisis tedrico. En este sector, Serge Moscovici, Michel Foucault, Paul Veyne y otros, dan testimonio de un despestar epistemol6gico’ que manifiesta en Francia una nueva urgencia, Pero s6lo se puede recibir Ia teoria que trae consigo una prictica, a saber: la teorfa que, por una parte, da apertura a la Practica en el espacio de tna sociedad, y por otra, organiza los procedi ‘mientos propios de una disciplina. Considerar la historia como una opera- cidn, seria tratar, de un modo necesariamente limitado, de comprenderia como la relacién entre un lugar (un reclutamiento, un medio, un officio, cxeétera), varios procedimientas de andlisis (una disciplina) y Ia construc cidn de un fevto (una literatura). De esta manera admitimos que la historia forma parte de la “realidad”, de la que trata, y que esta realidad puede ser captada “como actividad humana”, “como practica”.‘ Desde esta perspec- tiva, quisiera probar que la opetacion hist6rica se refiere a fa combinaci de un lugar social, de pricticas “cientificas™ y de una escritura, Este and- lisis de las condiciones previas, de tas cuales el discurso no habla, nos permitirs precisar Is leyes silenciosas que organizan al espacio producido como um texto. La escritura histériea se construye en funcién de una insti tucién cuya organizacién parece invertir: obedece, en efecto, a reglas pro- pias que exigen ser examinadas en si mismas. * Chk Seige Moscovici, Essal sur hoire humaine de la nanue, Flammarion, 1968; Michel Foucau, L'Arhéelopie de avotr, Gallimard. 1969; Pal Veyue, Comment on dert PRstore, sewili97t Kart Mary, Thives cur Feuerbach, tsi | "El termine de cientico, bastante sospeshoso en el onjuato de as “ciencios huraas" (donde ‘le susie por el temin de anil), 1 fo es mesos en el eamp de las “cena exact” ten In medida en que eae temine aos remite lever. Se pucde defn, sa embargo, con ev {ermine ta posibiliad de esabecer un eoejuntn Je reslar que permiion "contolar” opereto nes proporcionadas In produccion Je bjetosdeterminados 68 1. Un lugar social Toda investigacién historiogratica se enlaza con un lugar de produceién socioecondmica, politica y cultural. Implica un medio de elaboracién cir- cunscrite por determinaciones propias: una profesion liberal, un puesto de observacién o de ensefianza, una categoria especial de letrados, etcétera. Se halla, pues, sometida a presiones, ligada a privilegios, enraizada en una parti- cularidad. Precisamente en funcién de este lugar los métodos se establecen, tuna topografia de intereses se precisa y los expedientes de las cuestiones que vamos a preguntar 2 los documentos se organizan Lono dicko Hace euarenta afios, una primera critica del “cientificismo” revel en Ia his- toria “objetiva” su relacién con un lugar, el lugar del sujeto, Al anatizar una “disolucion del objeto" (R. Aron), esta critica le quit6 a la historia el privilegio del que presumia cuando pretendia reconstrur fa “verdad” de lo que habia pasado. La historia “objetiva” conservaba, por lo dems, con esta idea de una “verdad”, un modelo tomado de Ia filosofia de ayer o de la teologia de antes de ayer, se contentaba con traducirlas en términos de “hechos” histéricos Los hermosos dias de este positivismo, ya teminaron, Después vino ef tiempo de la desconfianza. Se probo que toda interpretacisn historica depende de un sistema de referencia; que dicho sistema queda como una “filosofia” implicita particular; que al infiltrarse en el trabajo de analisis, organizandolo sin que éste lo advierta, nos remite a Ja “subjetividad” del autor. Al vulgatizar los temas del “histoticismo” ale- nin, Raymond Aron ensefié a toda una generacién el arte de sefiatar las “decisiones filosofigas” en funcién de las cuales se organizan los cottes de un material, Los eédigos con que se descifra, y el modo como se otdena la exposicién.’ Esta “critica” representaba un esfuerzo tedrico. Mateaba una etapa importante en relacién con una situacién francesa donde prevalecfan 4as investigaciones positivas y donde reinaba el escepticismo en to referen- tea las “tipologias” alemanas. Exhumaba los predmbules filosoficos y todo ono confesado de la historiografia del siglo XIX. Nos remitia a una circu- lacién de los conceptos, ¢s decir a fos desplazamientos, que a to Jargo de todo aquel siglo habian transportado a las categorias filoséficas por los subsuelos de la historia, de Ia exégesis o de la sociologia, « turodction a a philosophic de histoire. Esse sr ies Lmtes de 1 oblectiéhistvige, in, 1938; La Philosophie critique de Thawte, Vin 1998 (eed. 1969), Acer fst So B.A, ft ls ica de Pere Vila, “Maraismo ¢ histone en el desartlio de lar cloning branes”, ex Std! sorich, 1m. 5, 1960, pp. 1008-1083, prnsiptmente pp. 1051-1019, co) erer-ciet “dd “tu6t too 1963 sony Ud “amK94 y otra 2p epflojutnsuls euny neae) 3p HY ZEI-SUL 8 “Cup “2aory 2p nasqy7 09 “ypeon0g fen Pp os8o0 fos 1, NEALE IPN HD GT 9 ) rons np a¥eyeo4e.y,7 2p ,xpronpoad 24Qeoo ef us aytaayedsotd pte «Fur PEO S wpaimse ope pepteny eins “reonsed v3 ogg psa) #98089 12] 19 0,Y 97 “agus PP Ho!orsnsuy eun anb soustt epen 59 “oy9{qo ns woo jenprAtput oyoins uh 9p uploeyare] eqesafexe anb sispue j9 od oy90 n oat to opefap sen | Daq.pIsty UgHaMgysUE OT “wiaigar9 ‘seowqnd sezzany sey 2p anf }2 ua uorouaaionun ns sod ‘oda ours fap s9K3y se} A seonogsd sey 0d “(sayens9ajsuut soy od aquatuyezou8 spUu A) sazopeLioysiy So] ap odnud ja sod ‘euioysty | sod wprarafo jero0s uorouny ey 9p usmex9 [e warSofowoisido vIousE ‘icod po} ajuotueaoy|dlut vqeyinb *g¢6t ap sts95 se] apsap anb ‘orsandnsaid Poraeior aaouemued su4aA, Ua anb 20s a9a%04 4 JoPEUOISIY op Z20UId a, 10 ~uosayat ap o1und o«ton & “ouex24y 00498 un ap Sejso1S0] OUI “etOUaLaYCO BL ap opnuas [2 ua nsisqns &€ wap ou ‘sa[edosiod souoysoop op & souorodooxod ‘9p epaupajod wun us sojsttaauoo eisey soaneiasdianu Seuss So] rBINGL0 fe ‘oputena ‘justo B19UDI9,, OLD Bixepor eqUALasUOD HosY "Y 9p BON3D vf anb 6] uorsty of we amuysap sod vqeow ouéaQ, mneg “OWUsIUISy “(pepHENseD wun. $9 04 0183 4) euioysiy Bap vf ‘ear Fojotusysid> emmonunse vam ap WoUEX 2 wa saqetsos soroiyjues soy A eunjdiasip eum ap Searungy se]294 ¥] e oNpONUT [ee -sts ap ovund 2382 apsep ‘eanydns wun warou (6961) s10408 np apBo/op4-Up,"7 sayeqo]’ sewoists Uo uoUIqiuod 9 & uLULLOY 2s SOoIFTIUOIO SosinosIp So] safeno sey unas saX9j se] ‘owas, ns ua “Ue|[oLmsap 9s apuop o3190) sein] JOP erttouoIne ef g‘SoLqy SosaMI sns uD “BAepor eLodns yfrwanog Ouisitt jo ‘ome un ap cruottesuad,, 8 o pepraniafgns wv wroUDI—y91 EPO} ‘out yweoniog rouotyy 21uotUjonyoe anb sEnyUO!SY “oronpoud um ap “s}gniosIp ajuxyunga ‘ordajeannd j> 20d 2080 un op osorouayis ofSoptaud Jo smansus fo ‘opeuioy eiqey uory “y anb uproisod ayiany Anur ej ap ajuouuyiayp wesrede os ‘nb ‘Kou wrsvpor ‘soared “er01siy ef aigos soyquiou spur sofeqen So] ‘opeyonuos 198 9p 919 ~1sodus oda un & eqesa:as ‘jonu0s v seialns seaqo v opemas orSoqtaud 1g ‘lonpord a5 sen] oust asa-ua anb o| ap pepI|iaesy e] equsisowap 3s anb ua ojuatiout Jo uo 20uedqe ap ony eqEpaNb swANy UA “SOIgES So] 9p omax9,, Fapod [9 ueqezi0y51 o1ad “iaqes [ap eLIO|seUEA wun UeypoWaP OL sey 19 om09 299245 # eg 295 un ssopstoa apand & peptoos oa yennsan fp my fp oie} ete HOUY wipwe ss bq. Zzs-005 “lpg tes, ugHeDNs w 3p feODIIL MuDYE (2 OD ,eAnFANS UDI>%\, Lap “isqayy Wo ‘uarutanss (9 Yoys °d“z96t pleuuyea) anbyBooroorapeuod 27 ap sad ‘ap 296 eum eG6/H95 UY "A eshatgne eo apKoenNA eae tan ou OND UO!ID9;> jms uoreregee , ens meno eutagan 89 H ast08 UPL Non ae “a “erok spe “amy ‘oom ry aworwesHn80 1» momeyon HD “swED eHDONTY "> 5 oan Susqeune. 2p waISFA BGO 4S ‘osu Sospuey anon sas fo 87 a4 ‘pease na epestoas a/R “pen) P61 HORA Sieyoseoy sap YT “addoy ey “4 “uotwaytee) ap oxtouEN, fap EHS, SISO} SeIS9 ,4OG2A4 9p BH109) Bf ap selOY SPU SEU} sey ap eUN “oorIjod 1p & ouges ja onua ugtounsip e] uo asopupsody -expuayap o| popratieyor ust vy “oroint ap ejay wa opsauiod ap sofa “opeLiaa oduies aysa ap onap ‘ours vqemse ou ,pepratej2s, &7 -sayem29}>1U1 $0] ap ouL23 [2 OOD seapr S| ap opouios [2 oe} opw..iasas O09 un uD BIDaIQEISa LOLY "y ‘eglojouiaystda ap odn 2982 ap opeymsod fa wio O1oUa]E J zUgtOLfax HS9 op ede] eqeauns epeu ‘seanyiod o sayewosayard souoroisod se s2qe1508 sauorsad so] ‘seo139) Sef ‘uoiovauiqey eum ap soidoxd Sopmu Sor] -Seapt Se] ap punt [p uo nporRapsatad uoroeyas eun woo orpquo odeul fe equatgneAd owarteestod {9 uo serouaiayip sus ap uotoey tay dx9 v{‘So]]o ana sepeyEN UeID OpHUDS 2p sou ~onsano se] enBuls uofoisod wun ua sayem9ajayuL So] 8 meA198109 J o4ax0s4p ‘19939 ouod seauo;te apsap truay SeaKOSOTY SapepLAafqns Sesa ap Pepr lean 2] So[elo0s seuoravzyieao| se] 40d seapt sey v ayuaIajaz o| U9 opeyadurss9) [aded jo woo oxnono ou00 tm vqvoonord sareuosiad souorado sey ¥ osunsos Ta “ontarazesuad ja uoo mroanp spas voroejar eum ap onxaiaud [2 ofeq poparaos ns 2p opojsw odnsB um sauopestad soyip ap wejaey ‘SOuOrINU SEOUL SMS 3p 24q epKlosut o] vassti9j3s [8 “sazopeLto|sty ap SopEzEssIp , $0} 05914, 0] 21ND Seta -ualliaaip Sey ede1gns (e “(seyunf wea souorperado sop se] open une) sveuap of 404 “eatgisty eanagad e] ap wqeiEe 9s Seapr ap WIPO U/] "Uo!DDEAXD Ns op {oraIpuod &] ensist0d Orso uo :2ojoap) v)W DjWoUO;nD Duin pjuodns 9} a6 ‘00 -YQso[y oyuoduoje un ooxyesBorsoIsTy Ox} Jap seIsE [e‘oued BUM 10g sopeimysod sop aseq ‘otwoo opuretos vaensaja as sa[euosiod , s2u0|sI99p,, $e] OLIOHDS ‘safopets0}sty 2p Soperessip sasopestad So] ap se “sajonprarpar sexyosory 2p peprot|dnjnas eum eoE}sap 9s BoLIOISTY pepryeio! LU 9p opuay 9 axgos aptop ‘oxpens un ‘sand ‘suoduo> ,oUg)siK| PEPLANE|AS, 27] “oanH9 uauuexo un eseroeAs , sa|qRoqss[t aMOUIE}Os OUIS$9[qeOTIDA., siambis 1 uos ow anb £- wordearasgo ty ap ueynsas ou anb ‘sazousiue wos 9] anb , souotoo9(9s, ‘sisypue fap afeniua] jo ua uorounuzy“,peptanatgo,, 9 opnits un ap uolsonpontut Bj sod sopmuisuos welfey 95 , sooLoIs, soyooy, SO" “O[f}Pap Te UOID99} ¥{ SouAqes SoU! “SesP SOLISIRU Ut Esta institucién sediala el origen de las “‘ciencias” modemas, como lo demuestran, en el siglo XVil, las “asambleas” de eruditos (en Saint-Germain ddes-Prés, por ejemplo) , los intereambios de correspondencia y de viajes que realiza un grupo de “curiosos”,” y todavia con mas claridad en el siglo XVII los cireulos de sabios y las Academias por las que Leibniz se preocupaba tanto.” El hnacimiento de las “diseiplinas” esta siempre ligado a la creacién de grupos. Larelacién entre una institucién social y la definicién de un saber, insimia la figura, ya desde los tiempos de Bacon y Descartes, de lo que se ta llamado la “despolitizacién’” de los sabies. Es preciso entender por este ‘étmino, no un destierro fuera de la sociedad," sino la fundacién de “cuer- pos”, como el de “ingcnieros”, de intelectuales necesitados, pensionados, steétera, en el momento en que las universidades se estancan al volverse cada vez mas intransigentes. Las instituciones “politicas”,eruditas y “cclesidsticas” se especiali- zan reciprocamente, No se trata, pues, de una ausencia, sino de un sitio particular en una nueva distribucién del espacio social. Bajo a forma de un retiro relative de los “asuntos piiblicos” 0 de los asuntos religiosos (que tam- bién se organizan en cuerpos particulares), se constituye un lugar “cientifi- vo, La ruptura que hace posible Ia unidad social destinada a convertirse 2 Philippe Aris (Le Temps de "sore, Maco, 1951, p. 224, Pere Chaunu tla Chiliation fe 1" Europe classique, Anhaud, 1866, pp. 404-409, acerca de "La consitucion ¢ traves de =uropa de wn pequedo grupo de iavestigndres", tambien ote han nti! hecho. Peto ese fetatle muestra hasta qué punto esta “constitvciin social es el signo de ne rapture cvisterolézica. Por ejemplo, hay una relacién estechs ene Is limited de los miro (o 1c los viaje) y festalectento ene ellor de un lengucj erudite (acerca de la coneapondes, ‘i ene los miembros, eft Baudouin de Gaifie, en Religidm,druditon et eligue & le fn she "i stéte.. POF, 1968, pp. 2-8), © entre lag “seambless” de los midtcoles en Ia Dibliotece ‘olbertina, de 1675 2 1751, y Ia elaboracién de una invertigacin bistnica (acerca de etas crmiones, ef. Léopold Delisle, Le Cabinet des manucrts de la Bibliotheque Nationale, aris, 1968, pp 476-877), "Daniel Roche demuestra i etecha relacign entree cilopeiono (an “complejo de ideas") ¢ ‘stuciones como las academia patislenseso provincia (“Encclopedits§aendemicos” en Live "société dans a France dri sie, Mouton, 197), pp. 7-92), tambien Sergio Moravia nec ‘ucimient dela tologia con Ia constitucia de grapo de “Obsrvadores del habe” (Lt Slensa {ell uaa nel settecento, Bari Lateran, 1970, pp. 181-172). Se pueten ruliplica ls ejemplos "A pesae de G. Bachelard que eseribla la cladad ieee ehnestablecido el maven de rancid vial” (Le Rahionaliome appliqué, ror, 1966, p. 23; oft La Formation de esprit scientifique 268, pp. 32-34). A. Koyrérepite la mama tess, peto para defender “una vida propin, Une votoria amanente” de Ia clenia, que "ao puede ser comprendida sh no en funcion de we cpios problemas, desu propia historia” ("Pespectivas sabe la historia de las ciencias”, en tudes a" hstotre deta pensée scentfique, Gallimard, 1973, y. 399) Paece que bay a ‘ono canscevencia de las ideas de M. Webes: 1, sna confusion ene eifeencacisn y aise cot, com sie estalecimiento den Hagar “propio” no eousieralignda nun redisbeo ‘neraly por consiguiente a tedefinicionesrecprocat: una cancepeion Ge “historia de lat eas que ret tod pertnensina fs divisions sociale, senda ag fs coves epsiemoldgicos ‘on indisoeiablemente sociales intelectuals, en la “ciencia” nos indica que se esta Ilevando a cabo una nueva elasifica- cién global. Esta ruptura nos sefala, pues, en sti aspecto externo, unt lugar que se enlaza con otros en un nuevo conjunto; y en su aspecto intemo, el establecimiento de un saber que no puede separarse de wna institucion social Este modelo original se encuentra posteriormente en todas partes. Se multiplica bajo la forma de subgrupos 0 de escuetas. De aqui la persisten- cia del gesto que cireunscribe una “doctrina” gracias a una “base institu. cional”."* La institucién sacial (una sociedad de estudios de...) queda como la condicién de un lenguaje cientfic (a revista 0 el Boletin, continuacion y equivalente de las correspondencias de antatio). A pattir de ios “Observado- zs del hombre del siglo XVII hasta la ereacién de la sexta seccidn de ta Escuela Préctica de Altos Estudios por Ia Escuela de los Annales (1947), Pasando por las facultades del siglo XIX cada “disciplina” conserva st ambivalencia de sr la Jey de un grupo y la ley de una investigacién cientifica La institucién no da solamente una base social a una docirina, también la vuelve posible y la determina subrepticiamente, jy sin que una sea la causa de 'a otra! No nos cansatiamos de invertir los términos (la infraestractura se convierte en la “causa” de las ideas), si suponemos que no cambia, entre ellos, el tipo de relacién que establecié el pensamiiento liberal cuando otorgo.a Jas doctrinas la direccién de ta historia, Més bien debemos rechazar el aisla- miento de los términos, y por consiguiente la posibilidad de convertir una correlacién en una relacion de causa a efecto. Un mismo movimiento organiza a la sociedad y a las “ideas” que cit- culan en ella. Se distribuye en regimenes de manifestacion (econdmica, soca Cientifica, eteétera) que constituyen entre ellos firnciones imbricadas pero di ferenciadas, de las cuales ninguna es la realidad o la causa de las otras. Asi, los sistemas sociveconémicos y los sistemas de simbolizacién se combinan sin identificarse ni jerarquizarse. Un cambio social puede compararse, desi este Punto de vista, con una modificacién biolégica del cuerpo humano: forma, ‘como ella, un lenguiaje, pero proporcionado a otros tipos de lenguaje (verbal, por ejemplo). El aislamiento “médico” del cuerpo resulta de una division interpretativa que no tiene en cuenta el paso de la somatizacién a la simibolizacién Por el contrario, un discurso ideolégico guarda siempre una proporcién fija con un orden social determinado, asi como cada enuinciado individual se pro- duce en funcién de organizaciones silenciosas del cuerpo. Fl hecho de que el discurso, en si mismo, obedezca areglas propias, no impide que se apoyeen lo ‘que no dice ~en el cuerpo, que habla de un modo especial." ' Jean Glénsson, “La historiogmta fance-scontemporines”,en Vngtcitg ant de recherche historigne en France, CNRS, 1965. p. XXIV. 0. 5. propinito de los onalen, “EL psoas lezar a decir que la patra cite y que af cuerpo ible. st (94 5 p4 28 “6961 THEUANHD “HOs0E Hp onSop>yary) = ovzubiones anb sor 9p onmnfu0> (2, unsanonp eapgid tons jeeaned [aera sp easedsed 3p anuap ung quo ‘cota cate catia fe ape seaman toe 990-882 “44 “oye ‘pariates srioua8 enbusiiny ap sougraaag “asuastog, apt ¥y> onan] atios eidande, oy os sens 2p ote 92 undnoo ab ze op se.4as04 Yop 0 et fap epames oP jada fp aH dot “poeuneD “Reyer, aves aous}4 21 bubruysa, Yh EN) Gus “ODN pn newer £1961 H4OHH USBINRE ‘oyDsvasrYoIRES 4p YO 2 OWOn MII SEHD ovo owsr 3P "319 “CLos-00s “A “E96 “UIE UEaIN}YUELE “StyeANgSD wosEREyDaY ane une at sepoouy siuBi27 vo‘ ynyatengy pun auoamseGDeDeESA aISUAEEY,) sues dusouut sts 9p OnSyjousida spied ap oktnd (2 aod sopeyusod saber amy © ede a °N> pepennon eu 2p ,oprpuayi>grs, 2", 03¥9I99E0UH.F onKo9! afuownInd ay ep (es VS © page soup A) seaBoptons Seal fm Us inNaied to eas Feuer Tg sine etoead “.0aypAAOLOISIY, tod oxpnysa UN e Uap ap 2zedvo e195 ou ‘epredaus souaut 0 sgt uoo epwiapist09 ob, worsezuLa a, bun ap epodarea vf ua wree9 osatt 19 ‘odnal ja 10d ,oprqtsai, 198 OU LY “of -eqen [9p .wotjod,, e2apepd9 wun uEzIUEsI0 5949} se\sq “uoduala an UgIsord PL B12ea ou o2ad ‘e4seA opruaquo9 odna sepepiigised uaquasunsar9 anb o:pous 2p sai) uarsixg ‘wayesooisiy tigo 49904 spuosaid onb ua ojuatuow [> 9pS9p Joqne fo band soassis9p 4 ‘osKand fap So] 9p SalUaLg,Ip SodtyHUDID SOUL 21019 Und2s ueBznf e] anb ,st30}09, soy & , sated, so} od an saiopedutos 8 z0d eperoaide soustu 89 ego wun “ouysoeUu ns v SeILap ouaN oxad ‘Ase}> 2] epos x exqeped vy a8tup anb outinge (9 omo,)-[es0Ut XK ozorouwuyy oXode ns 298 optieno une “exIsty 2p osgt Jap OuerEUNSap OlopepIaA [2 69 0U ooIqnd | 21019 SO1SpEpIBA $0} 2p [> spuodsan09 soHNe JOP ,SOx10SoU, LY 1 Woo asseouuapr wis osmasip [9 vod as apuop 405ny un op peplanisod »| Boayso sou ‘SaquBayIp9 sopeplesouiag ap 0 seANolqns setourjaet ap seo] 43 (et0:9919 ‘pupatoos e|‘odwsan ja) peqoy8 oafns un v M¢*(es>}9019 “Jouosiod 2yoso[j ns ome Js) onpuAtpur Un ¥ ex nHOISTY B] eLINguE anb eaNEWISYE 4 BUILD SONOSO,, 389 9p UoLoeIpaUE ET] TeII0s HoLoMINSU! EUN TOS os 3no8tp OUP ap UpIOKIa4 BL & |More voweABoUsHY LGD EpED AIgOS ,.00 {ors osmostp Tap pepLiOtsd ey Urjanar as opoUt ais9 9g 4,01N99} [> O40 ssrewasaid ap yoy [2 20d afenduay ya erdosde os ,sosiosou,, uf) -osinasip \e ,uansos, anb feanyd ojais un sq -,Soxsosou ania, e190 OyenIUOD UN 3p plovoyuaoso ef so ‘oxalJ9 UZ “(oxtOUNUD jKUNSOIEA,, anv a}RWAL mM Bot, ‘qlutos Uo Wonp) upravaduad ean e ayruiad Sou soIne fap souzosoU jo “ojduus(a Od “wotonmsut vf too upIoD}as Ns ¥sa409 OFxa} OWSIEH [2 ‘Oa1I091 Jap seIO tunuap se] stiadsa wig “oouojsiy osinosip [a ua upezen waiq Aw BA “seUap ‘vj sod eisa“SeuLiaqey ap voNt eyBlopo1g0s Bj epeUEs anb uoNSOND wy sePEpatDOS Bf Ua JEM" upIOEMIS Ns ap ,LaHHO e12091, un ns osaufoud ns sgiuudd 0 seo op eyueRs sep soueJspod Ou ‘souRUINY, bh 1 dP 6 nooo 9 do oe toned op so 2p upended soa! 3p puss osu 42 NUDHE fp SaeHodoUDN Sprpes (ania op uonetias ef stuse UNS OMEN UD eID Te wD {Rinne sor sours ssiopenego, 408 coe J38 pol age a eetdbd OPUS ak gta op ing sy) sn PS) 39 a wecogaed a, ed eee AN AUS. tp BD 9p EY ANSP eae i "wax dH do *uOSeIBRID Ta sejouata sey ap ,aroroe7qodau,, eum auodut as “seuMLaqeH ating ap SauoTo -vlysoaut se] ueatpay of ouso9 “esta ap oxmd aise apsact ‘sepHtnbpe souors -wayts se] ap WoraeuHIOysuEN BUN EsUDALoIUT oNb mis ‘soidaoUED sn 2p WOID -Powpypow ofos v| tod ppemndase exepanb anb ‘varpdrostp vf op uoroeacua: un U9 sestiad 0 “o1ouayis ns opeziueaio vy aS [BA F] ap LFaUNY UD UOID -Tansut e| ap aiuattarnarpuadapur oonorsty osinasip 1 sexyjete afqisodut) said sa “ofip ow anb 0] ua aisistoo anb [eI90s worsens tun & ,eIOuaID bun ap uoroipuos,, vy HanuaL SoBsU SoIsa ‘soyoM sono ant, “tuag019 ‘SouoTOUUY SOsIMZAK sts Uo EpEIKU An ‘SeUPL “AA as aonb £ (eure; eauiguuy 0 eye] “egedsg ‘ooupsioupou opunut[a) eu} exoU—s “a]a1 ap seuurxoad spat sauotBas sey eraey sauororpadxs se] avasoany anb “e590 ~aeay wiryjno b] 9p oonsiMsiy otustuTAneyo [9 sod wHOsunoHTO (asAqad tod o soqou}9g unto uoqeq 35) susaqaseazon sas argos wpeadareyesmOUONTY ‘uum 2p seyst[eUOISeu OpeIseILAp SasarayUt Soy UaIqUIE Ye]eUAS SOKIAGAC 4 O1FIS ‘9p sourena san a0vu apsap ,etinbues,, Anus oon ey a8 anb “eUO|sIN e] ap E> “yyud1o uoranyoas vj asqos epeztjenua9 & wpezinbreal ayuourayons Uo!sTYN SU ‘eum op soyoaja soy ,:«selouapisaxd'ap & sezparga ap oxstaoud ‘ontpnia feunsiad,, [Pp feos owoxare;njoas [aX ersrxzet e081 Bf ap aap erOUANyFE Bas HOLE ap ozo} [9 g feIuaUinuott sfsa1e] ap fe190s NEA fo sod eprouafa worsard t],', SCE ~ousioatun seiaiiva se] uaproap,, an £ opeuosayoud jap sazoudns sorsond So tua soptvssoua sazoroop sours sod sauoroeaInssAur sey 9p WoLOEZELBAISIS tapSny un & Jagos un oxy SO12:96Ip S992[UD SOU |E BALDOAD LOSSIRID, {f“escoundy wypesROLOISHY B] aIGos CyB] ap ,jHIZAD BULEPU,, WS Ue ‘coupiBouoysty osmasip OWS [¥ OFDIN! 9p efe) Uo LoKod wis ep ap seep souetzpod on, “e018 ¥] ap oAri3{go J2 SjxaKLESIoaud HISD [eID0S OxlIaMS |2.UOD uugtoeja1 miso ua sand “iopeuoysty ja ered araewsodiut Kru $9 o18@ A ‘oouTIUaID 496 op fap “vonapid eum UsBH0 sp apand ou ‘feos ,odr9N>, [9 WO UOID -pjarns ap nygny ou anb ,ootyiats,, osInosIp [3 "W919019 ‘suatsOINs seq UI yjoaresop as anb eurjdiacip wun 10d ,optuarurt,, £ opruaisos swBny un “RAF rns atin anb zapod um zedas 0] 0 wap of anb uts soysaq so} ap optics yo wa eats ‘yan of ap trpforent} w © Sopiaap "uoystoasip 9p ser9939 50] FOND S99PE ‘opaatonpaud visa oj anb oust of w8a4yy “orsensqe of ap ode fo uo epanb “pepatoos e] woo woisefar ns HLS ta Bzeqat anb .waUDOP,, epoL, Es preciso estar “acreditado” para tener acceso a la emunciacién hstoriogrifica, “La condicion de los individuos que tienen ~y s6lo ellos fo t nen~el derecho reglamentaro o tradicional, juridicamentedefinido 0 esponti- ineamente aceptado, de expresar cierto tipo de discurso™ depend de una “agre- gacion” que casiica el "yo" del eseritor dentro de! “nosotros” de un trabajo ‘lective, o que habilitaa un locutor para que enuncie el diseurso historiogréfico, ste discurso ~y el grupo que lo produce~ hace al historiador, mientras que la ‘ceologia atomista de una profesién “liberal” mantiene ta ficcién del sujeto autor Y deja creer que lainvestigacién individual constiaye la historia, Mis generalmente, un texto “hist6rico” (es decir, una nueva inter- pretacién, el ejercicio de métodos propios, la elaboracién de otras pertinencias, un desplazamiento en la definicién y el uso de un docurnento, tun modo de organizacién caracteristico, eteétera) enuncia une operacién gue sesitia dentro de un conjunto de prcticas,Fsteaspecto es primordial, 5 lo esencial en una investigacién cientifica. Un estudio particular sera Uefinido por Ia relacién que mantenga con otros, con temporsneos, con un “ astado de la cuestidn”, con las probleméticas explotadas por el grupo y los puntos estratégicos que se van formando junto con los avances y las des- viaciones determinados 0 vucltos posibles en lo referente a una investiga- ion en curso. Cada resultado individual se inscribe en un conjunto cuyos elementos dependen estrechamente unos de otros, y cuya combinacién jindmica forma la historia en un momento dado. Finalmente, cual es la “obra de valor” en historia? La que es reco- nocida por Jos pares. La que puede situarse en un conjunto operativo. La cue constituye un progreso en lo referente a la condicién actual de los “objetos” y fos métodos histéricos, y que, ligada al medio en que se elabo- 14, vuelve posibles a su vez nuevas investigaciones. El libro o el articulo de historia es ala vez un resultado y un sintoma del grupo que funciona como un laboratorio, Como el automévil producido por una fébrica, el estudio se + incula al complejo de una fabricacién especifica y colectiva y no es tanto cLefecto de una filosofia personal o la resurreccién de una “realidad” pasa~ a, Es el producto de un lugar. os historiadores en la sociedad ‘Segiin una concepeién bastante tradicional en Ia intelligentsia Francesa des- \Je el elitismo del siglo XVIII, se ha convenido que no se introduciré en la eoria lo que se hace en la prictica. Ast, se hablard de “métodos”, pero sin AL Fowesul op citap. 68, propéite del disurs0 medio, 16 cometer la falta de evocar su eapacidad como medio de iniciacién para tin rupo (es preciso aprender o practicat “buenos” métodos para ser introduci- do en el grupo), o su relacién con una fverza social (los métodos son los medios con los que se defiende, se diferencia y se manifiesta el poder de un cuerpo docente 0 burocrético), Estos métodos describen un comportamien- {o institucional y las leyes de un medio, y no por eso dejan de ser cientificos. En suponer una antinomia entre un anlisis social de laciencia y su interpre- tacién en términos de historia de tas ideas consiste la duplicidad de los que ereen que la ciencia es “auténomta’, y que escudandose en esta dicotomia consideran que no hay lugar para el anélisis de determinaciones sociales, y ue las presiones por él reveladas, son extraias o accesorias, Estas presiones no son accidentales, més bien forman parte de Ia investigacién, Lejos de representar la inconfesable intromisién de un extrafo ‘en el Santo de los santos de la vida intelectual, més bien constituyen la trama de los procesos cicntificos. El trabajo se apoya cada vez més en eguipas, en lideres, en medios financieros, y por lo tanto en los privilegios con que las relaciones sociales 0 politicas favorecen a uno u otro estudio para que pueda obtener créditos, También esti organizado como una profesién con sus je- Tarquias propias, sus normas centalizadoras, su tipo de reclutamiento Psicosocial.”* A pesar de las tentativas para romper las fronteras, se ha insta- lado en el citeulo de ta escritura: en ta historia que se escribe se concede la preferencia a fos que ya han eserito, de tal manera que ta obra histérica refuerza una tautologia sociocultural entre sus autores (Ietrados), sus abjeti- ¥0s (libros, manuscritos,etcétera) y su publico (cultivado). Este trabajo esta ligado a una ensefianza, por lo tanto a las fluctuaciones de una clientela; a las bresiones que ésta ejerce al erecer; a los reflcjos de defensa, de autoridad 0 derepliegue que la evolucién de los movimientos estudiantes provoca en los ‘maestros; ala introduccidn de la cultura de masas en una universidad masiva que ha dejado de ser el lugar reducido de intercambios entre investigacin y pedagogia. El profesor se ve empujado hacia la vulgarizacién destinada al “gran publico” (estudiantt o no), mientras que el especialista se alcja de tos circuitos de consumo. La produccién historica se encuentra dividida entre la obra literaria del que “tiene autoridad” y el esoterismo cientifico del que “hace investigaciones”. ‘Una situacién social cambia a fa vez el modo del trabajo y el tipo del discurso. {Es esto un “bien” o un “mal”? Ante todo es un hecho que se descubre por todas partes, aun en aquellas donde quieren ocultarlo, Las % Desgrciadamente no existe todavia, para el recltamiento de fos hstoradore, un eauvelen. tel etuio pblcado po Monique de SxitMantn, Les fonctions sorales de” excigremony Scientifique, Mouton, 1971 7 6h St “4 "0¢61 Yoox ‘onbuoay asoye ap ane 224 1 aMfos mon 1 9p ep) ssp tga ape ef eee nee ena ssn 29 So wns en woe see AEF 8 asl log’ “oye eae, 1 weep “21quoy ap sas ap serous so A soins a0] npn ef elousione eae ‘rato ten aioy est “uguou fp opuadop SH pope amb ok See 9H us6t "eka2s "9H Ler Mp anaeon moo? np eungng Ae ofvq rynoo £ mepxieusistjpue [2p oopHide fo oWos euorDaN} anb ,, 18H aps, PABPOY BNUs9 BUR HUDRSD UD auO0d“SuDyLowUD=NT [op EDT | "p01 & ,2an99[09 exBojoorsd,,v|\,pepryruaty, v{ Noo opueT Ise B1G0 ON? auqensiaayim eimenistew wun 9p epesm ef v 99940 28 anb vumysoued {© .1eqor8 evorsty, eurey| opuena ise e190 ON? «sang oIpALL Ns 2p OF =FPatum [9p o.nU99 J9 uo ,euRIagas,, eMdy *,4qUHO, [9p SeOTLOISH PSTN ~wooay eam & upanbsng wun ananutoud opuena sayouuy soy ap sopeputy {@ opotu ono ap apaaoad oseoy? ‘soonia Sa101ia za}a{uo 9p oBsati e une “odnu8 oidosd ns ap soyeisos , seiouopiaa,, se] & eamaniys9 | “ugistioud ‘aH09 ns ap sopeymsod outoo ueqeidope sojjanby “soxosaoapard sns an e1 ~supu eutsHet vf ap apadoud azaqog “| ‘esta ap oxend a}89 apsoqy ‘opesed ua aivatuyeqo|4 ayiaratoa 9s anb of fos uo}ae|a4 uo Bouerstp no seaNO}sopetionsty ye aatad pupalsosv| ap o1q {09 UN “auada}Ip UoFoEMs wun oUFS ‘seAna{qo se o sa1ofeut SouorodanuoS §40s 04°0}59 woo sopuoita¥ vp sou 2s anb o7|wLIIsIaAIUN BsOtdHfa16 eonOd 2yerBouorsiy oy ua seyerdotuap souenstia So| 0 sopeuszogau soy warajaud an ‘ey ou Bx aquam8isuo9 sod & ‘pepoioos vf ua uaaia as ou eA anb souorstarp 3p asreBysop “opnsnd oduton un ap o8ns0) owios s190p s9~ ouPUsti9 owoo HOIagEY v sexe a7gisod ayans as ‘esaouEY wptA v] ap afenFudt ja eziuLIi0 enuouord P| & sountto> ,saIuay.,, © ,seuorresuDauoo, uetEI0} 98 opuEND as219}1P pout tm ap wayiedat as seij9 uo ur}uodo as onb swzsany se] opueno 11 pp esiond e 9p sendsop eax yjodotoos erouexiodun ns wapsotd sey seis Ypteno oroq 919i, ¥janose tato9 Pot|qnd wfanaso ‘stysieuorarpes eanuoy sou vor[qnidax‘sosoratjas ou souaiiay wa anbuno ‘odor oyonux aqubmp uoromns Is sesovfijat sulfaionb sey “oyoy ocq“sawunfousas seyedures uo seseoqduza saed sosoriyox ,sopmed,, $j 9p suz9purg Se] kU & UeIAION KIX O36 [9 {9 anh sojeio0s & searojoapy seyony se] 9p omtonuroouasap yop seny tatu 49 ojownsss up ,,'Saqueysojosd £ sooronea axtua sextoNS set sod seysand {ut seyodareo sey ap ‘ojdorafa 10d “evaes & outiue ap seyjazonb se ap .03 284 1, LAX OFS [9p epOrsIY Be apeb atomnb anb exej>ap “syetpunut sexs ‘908 Sop $8] anus opeasotur yo uo ‘o1Agaq uatomy opuens ‘sand jsy .Se10peisinbuod sasanSinq,, sot sod XTX ‘818 [2 UO Opesogn}a oonoTed A jw12qH ‘oore] out]a3uEAd fOp soBIp99 81 6 sewioU sey eBuodta “pepisiaatuy v| ap eropezifeniu99 toIsuaIx BY 109 gapod ns s20a19 ye ab ap saque “opnuats ojgand fap £ owusiperoutaond 8 ‘seuome soy 2p stays stousisos se) uanidsa 25 sogouteg « sopigng “kl aug BP AH Sounded sq > £1 oa FP MA ofaHTD [a Uo USE oud a1 gute Pepys as s:3.1 VED 29} as! “esanbes! sOpepAsUN; Top EMS? et rood wom epot itd 5 an 9; «3 0 tng cant 35 apap cTeAD Mme “RIOTS ‘ean 2p eumegur e1go W] epaats andis (8681) Senbyiossy sepmIp YO vOHINPONOT PY ‘tga “pusrins 9g “sBsney 100289 oqmsuuow asa wpe eves ssxopenoisty 9p apeKgje wun epoyo124 FZ6L "OHDONY HY spud sounay 27 9p po0u np sung “:4G3}21 5381030 9p S13 ep | $9 JOURSE MISA EL 9p ‘,0ur0ysty euanbad,, v| ap 294 B] B ,andunsip,, 98 anb ‘euEUssaarun sgndsap ‘eorigptoe n/siua3ijjaru e| ap ous ‘pepyyso] euN ap vs ere 98 ou -odiy ousjur jap 89 ou ef wapuadap anb vj ap jeI90s pepyun vf asad ‘vyfar uisa e uedease ou sonjdute ser suaHar 21q0s SoIpmise SO ‘eiaig019 ‘sajay zed ‘spent, saz0399] ¥ ordord afenSuay un ueqeuorssodord anb yeoo] spuayut ap seus) » , supesSestoa,, se1go SvUm ‘tumult sop aMUpDd Jou smoUDg :2D}UDULIL phuatunuogy so] 2p Burd] [9 euanbad © apuesl wud ns aque Meqeidope ant esneo eum e sopeaestios sopesta] soupnsa ap omuiantternjsas un ‘sajeapi ap A saiuatyo ap ‘sotuounnied ap ,uotooarord, 1 a1qtuiou ns woo ueqedode anb sopeptionne 9p 0 setiosour ap BuoTaieo eum ssemrUHey 9p sajaded wos sop ~eoyjuapt KRU vyAupos & odeud un ap sojualuaraayuoNe So & SopeN}EAL| SOA -iyome soun :ugioensonat e] ap sajeamt SOIUNISIp soy OruIZap sepeamanIs> uaig, Ant s9jeioos sapepnin segenbad ap eiouarsrx e| ‘sok ap eIouRsy Ug “peparsos e] ap eamonasa vf op arduors apuadap vouuorsty vanaeId | ‘ouqit [9p UoLsoepaH | PIsEY SoIHOUENDOp So} sp o1do2e [2 aps asiendisaae apandd ou wouounind ena £ asiesajuoa apand ou ua8i0 ona svoupisty souoiaaaqas & seipeasiodoy Soy wala oortouoaa oqvortutsenbists [9 anb erueUL fe 9p ‘sepe|josresapqns sou orion ‘azaqumez jo 219207] [9 2pS9p “9s UMy|Nsa4—UOKOETHSOAAIE Hap Sar AY sO] zu soanafgo soy 1H Hos ox anb SOF Moora | ap SousoMuU sores soy an (> popyyensea eum aseae sa? 2 XTX of8ts [ap souy € egestas nb soning owsHEIgH {2 top opeuiquion eAey 26 ,(, sauoroeuasarday, £ ,souoIstndu,,*,SOAT}OU, tus oustnbisd Jp auoctuuoasap anb) ,soaifoyooisd soya so] ap erauat9,, van uo & (apm) OPEN, fap way | ANgOS EpEplay Y}Fo}OIDOs | HOD OPEIIOSE sruamettandx ‘soqouttag & sio}aue7 ap ,.odugIsTY ousTHOT,, 19 2nb [9 PePHL enspo mum oseae sq RIMM, Hp Homtfod K eorwOUODD “peO0s woUEYFOdKAL vf "BAISeUE UOISTyEP ap SoIpoUt so] & souoISIDA"p $e] woo oqUnt ‘sued sepor sod auodat 2$ anb ua equations j9 ua euodus 9s exmypno eLOISI wy 2nb epH ensvo bun sa? {6Z61 ap CoRUIOHOD SISHO UAB b] aLM0 OpuERD ,,'SAepEEL seusanl sop sv] aziu9 opotsad [2 aruemp , vorttowode eLOISY,, Bf & .[UIIOS ULL si, ] ap ase as onb pepryensea ajduns eun oseae sq? sopetsorsi yap ofeye Te souafe od uequot as soe ab Saioy29s uo ‘oruray oust ye astezEADUITUE eo _819A0UL 8 UPZUAILHOD anb sesoD $e] 1od uasouCDaL as sEpEHNae sauorsEDI| Ae tuna homogeneidad “cultural” los conflictos de clase en que se encuentta él mismo implicado?” Por muy genial y novedosa que haya sido su bistoria, no deja de estar marcada socialmente, como 1o estuvieron las historias que él mismo rechazo, y si pudo superarlas, fue porque aquellas respondian a situa- ciones pasadas, y al mismo Febyre le imponen ahora otto “habito”, cortado 4 la medida, debido al lugar que ocupa en los conflictos de su presente Con o sin el fuego que chispea en las obras de L. Febvre, pasa lo tnismo hoy en todas partes, aun si hacemos 2 un lado el papel que desem- Peiian las divisiones sociales y politicas aun en las publicaciones y los nom- bramientos, donde funcionan prohibiciones técitas. Sin duda alguna ya no se trata de una guerra entre los partidos o entre las grandes corporaciones de antatio (el Ejército, la Universidad, la Iglesia, etcétera); resulta que la hemorragia de sus fuerzas lleva consigo la folclorizacién de sus progra- mas” y por fo tanto las verdaderas batallas ya no tienen lugar entre ellos. La ‘neutratidad” Hevaa Ia metamorfosis de las convieciones en ideologias dentro de una sociedad teenocritica y productivista anénima que ya no sabe sefia- lar sus preferencias ni identificar sus poderes (para aprobarlos o techazar- los). Asi, en la Universidad colonizada, cuerpo cada vez mis carente de autonomfa a medida que se hace mas enorme, entregado actualmente a las consignas y las presiones venidas de fuera, el expansionismo cientifico 0 Jas eruzadas “humanistas” de ayer son sustituidas por vergonzosas retira- ‘das. En lo que se refieze alas opciones, el silencio sustituye a la afirmacién, El discurso toma un color indefinido: “neutro”, Se converte en el medio de defender lugares en vez de ser ef emunciado de “causas” capaces de dar vida a un deseo, El discurso ya no puede hablar de lo que lo esta determi- nando: tiene que respetar muchas posiciones y solicitar muchas influen- cias, En este caso, lono dicho es a la vez lo no confesado de textos conver- tidos en pretextos, la exteriorizacién de lo que se hace en relacién con lo que se dice, y el desvanecimiento progresivo de un lugar donde la fuerza se apoyaba sobre un lenguaje. {No seria esto, por lo dems, Jo que “traiciona” la referencia de una historiografia conservadora a un “inconsciente” dota- do de una estabilidad mégica, y cambiado en fetiche por la necesidad que se 4 Acerca de a “tera det Zasammenkang”, Mactan y ia en tobe, cf Hans Dieter Mato, Lien Feve. La pentée irate dwn histories. A. Colin 197, 98-119, L. Febwe, se rere siertamente a a “case” para explcar el siglo xv (eft por ejemplo Pour une histlre& part entire, Paris, 1963. pp. 350-360, acer de la burguesfa), nan cuando fo hace con mitcha ‘etcencia (eft Ibi, pp. 185-199), pero nace intervene a problema de ss propia localeacion sosinl casa analiza au précticn y's concepts hticns, Fn coon a entimarwat, te se ‘sans, por elem, en fa ese de Daniel Gti (Combass pou Thistae, op cle pp. 109 113), que afima que Ia aproximacisn de Michelet y de Mara es pars. Febvre un Scent "Cll. M, de Ceneaa, "Lat revoluciones de lo rele’, en La Cue a pluie, 10181974, py. 38 80 tiene “a pesar de todo” de afirmar un poder propio que “saber " IT un poder propio que “sabemos bien" que hhace tiempo desapareci5?”” " El que permite y el que prohibe: el lugar Antes de saber lo que Ia historia dice de una sociedad, nos importa analizar fomofunciona ella misma, Esta insinucién se inseribe en un complejo que lc permite solamente un tipo de produceiones y teprohibe ots, Ast oc dela doble funcién del lugar. Fueiveposibles algunas investigacionen, yr Siena Covunturas y probleméticas comunes. Pero a otras fas vuelve impo. sibles; excluye del discurso fo que constitaye su condicidn en un memento dado: desempera el papel de una censura en lo referente a los postalades Presentes (sociales, econdmicos, politicos) del aniisis. Sin duda alguna fata combinacién del permiso con la prohibicién es el punto ciego de la investigacion historica y la razén por la cual no es compatible con cual. fier cosa. ¥ precisamente sobre esta combinacién debe actuar el trabajo destinado a modificarla, De todos mods, lainvestigacién se ve circunscrita porel lugar que efine una conexién de lo posible con lo imposible. Si la vonsiderirarmos solamente como un “decir”, reintroduciriamos la leyenda en {a historia, es decir pondsiamos un no-lugar 0 un lugar imaginatio, en ver del enlace del ‘uso com un lugar social. Porelcontrato, la historia se define completa- mente por una relacidn del lenguaje com el cuerpo (social), y por consiguien- {© por su relacién con los timites que impone dicho cuerpo, sea al modo Propio del lugar desde donde se habla, sea al modo propio del objeto-otro (pasado, muerto) del que se habla Lahistorid queda configurada en todas sus partes por el sistema con gue se clabora. Hoy como ayer, esté determinada por el hecho de una fabri. cacién localizada en algiin punto de dicho sistema. Asi pues, el tener en {tents el lugar donde se produce, permite al saber historiogrifico escapar a {a inconsciencia de una clase que se desconoceria a si misma come elave en {as relaciones de produccién, y que por lo tanto, desconoceria a la sociedad donde esti insertada. El enlace de la historia con un lugar es la condicién de Posibitidad de un andlisis de ta sociedad. Sabemos, por lo dems, que tanto en cl marxismo como en el feudisaio no hay andlisis que no sea fntegramente dependiente de la situacién creada por una relacién, social o analitiea, 710, Maso “Lok pr in eu" en Cet port mesianr ot Aue Sine, Seu 1969, pp. 9-33, i Senieumnmeien 81 8 sfo109 ewoiEL, ‘6961 SUE! aNqHELION “ANE “68 PHP 3p ods ean 15) a tgs tngot“zoussioy my 839 sammy £7) a4 pomnsog ap sofegey so) 0 “¥96I-E5ee "an “teu 2K 28 apo ef fs “obser pad sang MBE] ae 6 "oun “mse 3p p11 9p opresmdessp ey ono ass soaueparsrden, oje00 59] ange ab etoroeaypou send ee 2p A pepanseyd ts 9p npoy suse 1 J, mony 29 soaye, aos seafon so) sab enon [0s eps 3p sotto sonar ‘uty, SO 2p ea ana fi pase a4 “sits ‘O96 “odses Dopouey ress 497 ‘amr Soy 27 jnuwury Wa ‘.pmafonuprecf 3p enon fees fo eras age ‘syeideo souotoeyur3u0 se] © opetpep sD oxan 3p olduala seus a Hatgae) {2 fume ano sod epBinp “Lug ‘wosoyA) owe 24 a apnbus 7 oee-e¥e A tam ‘isaeud “myoponc wa “,eungin wacsiywsanu ML 3190e FBUONaYay, wossemL Ue srquien ¢ ‘pstL-eet1 ‘od “(.uproenuegin & musi. augoe etsedse cratinay ayet eee OFF socuuy usin 3 opoif2& musty 8, Keo Snosuery seared Us yo s soe suns stun ep saab esp epveae tenons ansete ‘ais onsen suo ang onaesj009 rotout spt soungpenpe stb souatgoadeopecseny ‘aio sop sm sia anb mow aroq yng 221g (etd eye} vadaas)suispou suede fs ‘Brea 7 a set sre op) mo oeSneW wo) ape pom ap UNO TE ‘e961 “ana veH908 ayosnyy 7 wo ‘,uOKonpAANY, oseNaNgeT Bok 16s 10 do Wek Eds "> do 4 Par ‘229019 godson9 jap eusoIsIT e] A wuratpaut vf “pep -awuazue v] aigos “puprjenxos vjap sauoroeynur sep 21905 y's¥DIU991 Se] ap PUOISHY e] 21905 g'SoamUQUODDOID0S SOLaApa Sus A SEyHE|d sey 9p vIONELANY “SEH U] 24q0s ,,'SOUNGIN sordeds® ap savorDeULquNOD sv} K UoLSaNZ}SUOD v] 34408 sorpnisa So] oo eRIB9e 95 ,"2119H B| UOD seYoaHIsO SaLOLOu{AI sn ‘ua sexquioy oj ap ey0ysty,, wun sod & wyyesB093 ey sod saxo} [9 “sayeypuna seuiond sop su] anus opoysad je auemnp ‘ek eqezogss anb uorsviaaii0 wu, ‘oeoydhgnr 9s soUaYS S07 eaNyMMD & ezapemieM ‘SELL LIP UpeD asaxgoxd UoID -einsonut ef anb upioe ¥] 9p sour Sop soy anus ise oputeftoso “,sapep taUeU, se] BIOvy sgndsap ‘oantugUODD o| BIORY OZaULEd OLTUIIp as eUstta IL oy .S8UOLDE|94 Sns £ sayEID0S sodns@ soj ap ELLOISIY v] v.m99p $0 “[BI008 BHONSHY., Bf B ,JBNUED Jo}999,, oULOD optuaT BH anb ELZO\SIY wun oJUAUIEP ~unyord seoypou somapod anb soj uo> soxpauu Soutessuoat9 o1s9 Opor Ug 9 8 oisendo 082 owtoa ou & yeanyex uapro jap wuLso} eun owioD aquastt 98 [21908 apo fa, anb exoueU [ei 2p 4 ,PHORPLA Boo pepruumy Bw ayual uIP wiourw eon ap auney «’,1orouaATazUr pnsan sod epesoso.d *(eza]e2 niu 8] 9p) uo.oeaouias, wun wiado ofegen 2p odures osuausut ays ‘opacigtao vise anb s2josnyou semionNs9 so 2p ‘83/b1908 souoroonstsUoD se] 2p eprusyapur uoisuayxe | Jest amid ou ef ood “eAKmpev] op & e2ajemnyeH #1 2p saraesquieo souoroeasqtoo se] eouppout aUDEquie fap BIAAKD ef ‘aTUDNR)Ip ‘odaiea un ug “e.ouarou09 v| vjaaal anb jap arualajip opus un ap opmaysucD ‘9280p un ap uoIdeAMoHE e] OSINDSIp [9 ID algnosop sis\{euEodtsd fa sO;NIO] vin vozemde an sayue wjqeiy onb afeniduay uu vpta,, Bf 9 a1qhosop PFAO|O1g aw ot 89 40 « 3961 woweunans Sumi Hy 2 sunny savin | a 58) LEONI AL yp do pound ne ompey 07 ema 3 eng Ha sper SE, ‘nae 2P-¥8 “ORE WE LL6t Mas SEDHIINY| REARDON VINE A ON 5914" Py ‘uglaeBHsoAw e] exouwsap 2s “ey e| wzayBIMIPU e| osRUa oqOKN Tews & ‘opva19 0} & opup of as1u9 aPIquIED RIaIuO,} ¥IS9 a1q0g or 2g bun K ovep un oduson oussmr ye, 83 anb “DzayDursoU e| ap UOID seuuggstren vf ‘aquasord voyuato pepranae vy ap ala ‘eurquuod 9s ‘Puptuny eond9[2ip etm unas oda jap 10 Uo asmMA9A0I00,, jo od “eLUsTUA EI]9 od epersos ef ap tuptaE|AN B GO: "[et90S eILOYSHY R] e—SeIp soxysont Uo LIAEpOL & XIX oj J2 opoy aiuesnp epeBioro erouasajaud v| v aiueyseg EzANIE|AL oasq “earuse} o| od epeznerpaut eise euoysy ey ‘ayuar9yIp eangadssod bun op. ‘onuap anbunv ,-"otaoasopy 989g sjuauurensi eur 9qoud 0} oWt0-) “soipowu ap aiuouse[os wrest 25 ON “oDoayNba Sa ,ovoUUMsUL, ou [2 o194 “sordord uuos 9] anb sojustnusur so] Hoo .etuatvoLigHsty,, estioid as pepaio0s Epes “prsuo8 ua opucyqef{ ‘wotoonpoad ap suotudar sns © agap 9s o1s3 ‘odutony un & K ae un e a3ayjou as erO}s4q e| ap UoLsezTURAI0 v| anb pEps9A 891g ‘eIoURI0 &| 9p epet [op 0 EIMIBDIT BaP Ope 19 vuossty vy ¥ Boojo9 vorEa9N e| e vpeoudD as anb sen} 13 “vaIstoap Worsdo sun gree ‘o490x| 2c “ofeqen un ap seyony Se| auuoxPorpad wisetI09 an LL -nosip ap aure tm ajauyjeug eH9g uoroejasdzoyu yap ,ajgowesqeyed, v] UO sezutawoo ap vgey [9s wUOISIY ey “wingOI9 “woxywLAIOGUL ef“, OUISLLO}O|O,, Te ‘eHBojooisnun ef ‘Koy ‘eisI9919 ‘e}Fojoaypoo ew] “eonRwofdip ey “ey eadooqed of ‘eoyostded y ‘perdido yy raKe :seorud9l Se] Uoo UoLDE| OA Ua ed oxsiy 2] @ tod anh of opo1 ARI Xtie RIaUOND,, omIOD BOLE] 28 ,,'SEOTO9) St] A wonayad ee euafe asaurciod peprsroarp p] anb uo eprpouu ef U3, ygesouorsty 2] ap wHROJOID0s ‘un wioqe eysey opujansr ey onb eorFojoumysida ugioeruis ej e soureNY OU uaige sou 9s onb soured so sezapistioa ‘wonpuresoud seus pAnoadssad wun euesed soulapod msta ap ojmd 2189 apsaq “wonapid wun s9,eLOISt| JOSE, vanavad mug -z ‘euorsty 198 aqnyoud 91 96 “aap 89 auart 21 ap A peporoos vy ap s0}goq cuossiy ee aqryoud 9s ‘sen|-ou un U9 osm sip 2 sees [@ “Ne sEpy “BH091 por aKRJOKS “EABOOOpF e] 9p oLUstEH OFdID -uusd yo se8n) jap pepruejnonired v| ap uo!aeBu w opualg (elououz0d UIs) -adoy-v 0“ aiueotppa,,o) euepuaay as anb ms asrioap epatd esoo satnbyeno anb vied torstpdos ej s9 axog “sonpoxd as anb of ousip wt 28 ou Uny “etE ~orstt 2] opeayidys souray ou ByAKpOY ‘TeAA| Ns 0198 UD SOUELIO| IS Pero estos campos abiertos a fa historia no pueden ser solamente objetos nuevos presentados a una institucién que no cambia, La misma histo- fia entra en esta relacién del discurso con Tas técnicas que lo producen. Es necesario considerar cémo trata a tos elementos “naturales” para convertir~ los en un ambiente cultural, y e6mo conduce basta la simbolizacién literaria 2 las transformaciones que se efectiian en la relacién de una sociedad con su naturaleza. Partiendo de desperdicios, de papeles, de legumbres, y hasta de alaciares y “nieves eternas”.* el historiador hace otra cosa: hace historia, artificializa ta naturaleza, participa en el trabajo que convierte ala naturaleza en un medio ambiente y modifica por fo tanto la naturaleza del hombre. Sus ‘écnicas lo sitian precisamente en esta articulacién. Al colocarse en el nivel de esta prictica, e! historiador no encuentra mis la dicotomia que opone lo social alo natural, sino la conexién entre una socializacién de la naturaleza y ‘una “naturalizacién” (o una materializacién) de las relaciones sociales. La articulacién naturaleza-cultura , Sin duda es exagerado decir que el historiador tiene al “tiempo” como “mate- ria de andlisis” o como “objeto especifico”. Trata, segtin sus métodos, a los objetos fisicos (papeles, piedras, imagenes, sonidos, eteétera), que distin- guen en el continuo de lo percibido, la organizacién de una sociedad y el sistema de pertinencias propias de una “‘ciencia”. Trabaja sobre un material para transformarlo en historia, Emprende una manipulacién que, como las dems, obedece a sus reglas. Este tipo de manipulacin se asemeja ala fabri- cacién que se hace con el mineral, ya refinado, Transformando primero las materias primas (una informacion primatia) en productos standard (informa- cin secundaria), las transporta de una regién de la cultura (las “curiosida- des", los archives, Ins colecciones, etcétera) a otra (la historia), Una obra “*historica” participa del movimiento por el cuel una sociedad modifica su rclacién con la naturaleza, convirtiendo lo “natural” en utilitario (por ejemplo, un bosque en explotacién forestal) 0 estético (por ejemplo, una montaiia en paisaje) o haciendo pasar una insttucién social de una condicién a otra (por ejemplo, la iglesia convertida en museo). Pero el historiador no se contenta con traducir de un lenguaje cultural 2 otro, es decir convertir producciones sociales en objetos de historia. Puede convertir en cultura los elementos que extrae de campos Yy sociedad”, Michel Fouonult, Naituance dela clinique, PUR, 1963; Jeta Pierre Peter, “El {expo del delito”. en Nouvelle Revue de psschanatsse, 1971, aim. 3, pp. 71-108; etcetera ‘© Tmmanvel Le Roy Ladue, Histoire du climat depute an mi, Flamarin, 1967 84 naturales. Desde su documentacién (donde introduce guijarros, sonidos, et- tera) hasta su libro (donde las plantas, los microbios, los glaciares, adquieren la condicién de objets simbéicos), ehistoriadorrealiza un desplazamiento de laarticulacién naturaleza-cultura, Modifica el espacio, como lohacen el urbanista al integrar las praderas en el sistema de comunicaciones de la ciudad, el arqui- tecto cuando convierte el lago en presa, Pierre Henry cuando convierte el re- chinar de una puerta en motivo musical, vel poeta que trastora ls retaciones entre “ruido” y “mensaje”... E historiador logra la metamorfosis del ambiente a través de una serie de transformaciones que desplazan les frouteras cela topo- «grafla interna de la cultura. “Civiliza” la naturaleza—o que siempre ha querido decir que la “coloniza” y la cambia. Hoy en dia confirmamos, es verdad, que una masa creciente de libros histérieos se convierte en novelesea o legendaria y ya no produce estas transformaciones en los campos de la cultura, mientras que por el contrario la “literatura” se enfoca @ un trabajo sobre el Teniguaje y el “texto” pone sobre la escena “un movimiento de reorganizacién, una circulacién ‘mortuoria que produce al destruir".” Esto quiere decir, que desde este pun- to de vista, a historia deja de ser “cientifica”, mientras que la literatura lo es. Cuando el historiador supone que un pasado dado se revela en su texto, se pone de acuerdo con el comportamiento del consumidor. Recibe pasiva, mente los objetos distribuidos por los productores, Es “cientifica”, en historia y en otras partes, la operacién que cam- bie el “medio” -0 que hace de una organizacisn (social, literati, etcétera) la condicién y el lugar de una ¢ransformacién. Se mueve, pues, en una socie- dad, y en uno de sus puntos estratégicos: Ia articulacién de la cultura con la naturaleza, En historia, establece un “gobierno de la naturaleza” sobre un modo que concieme a la relacién det presente con el pasado y en tanto que el pasado no es un “dato”, sino un producto. En este rasgo comiin a toda investigacién cientifiea, es posible en- contrar los puntos que Ia constituyen precisamente como una téenica. No quiero volver a tratar aqut de tos métodos de la historia. Con estos sondeos, ttato solamente de evocar el tipo de problema tebrico que presenta en historia el examen de su “aparato critico” y de sus procedimientos téonicas. Elestablecimiento de las fuentes o la redistribucién del espacio En historia, todo comienza con el gesto de poner aparte, de teunir, de con vertiren “documentos” algunos objetos repartidos de otro modo. Fsta nueva “ Raymond Roussel Inpresson d'igue, Gallinard, 1963, p. 209, Cf Jali Kristeva, Selick Recherches pour une sémanalyse. Sei 1969, pp. 208-245 “La produetiviad lavas tert e-6t “S961 Uae Seam ak 89s ayn soap Sey an O99 2] “PAELLA AUPE DS 1 wtooapa e smat 9p worn. m =p uoanpon m ave euunie ef op ase Peenunoo zgey ane so anb sain smRaN SSSI 2p ysBnpenssuoo, 0] ered Spa 0 8 promo “grad ab off) actu pas [9b a, wotoye olay suowiog 129 033105 op emg Wed exer p aed no osHES >u>t 0 an susan so 3 dos somdat8 ap woghg x ap eopedn Joe opamp °P uy Be Woo save ssosaiu 9H yysed ane) eno Opry Oprenae Bp esteoe 9901 1964 somatg a ropoyow S98 J9 te TH seIC ST, QHD ‘oplsouas sopudy soy anuazafip opotu um ap sezyyn onb wSua1 ou anb ofeqes, ey ou -owatuezejdsap 2189 ap lopeorpul sauitig “sea1U93} op & ,ovezede, 40 ap “WBN Un 2p ugLoeuIgRIOD v| 20d sae oxoD opeo\tUsis ‘sopEpuTy orSad Mt esp ua Koy upquue aiomnbox Samany sv] ap owwaruNtsa|qerso 13 soxdoxd soiafqo X seo1uag} ap uoroanposd ef oye) of s0d & ‘af ‘ondlu2y un ap woxoonasuoo e ompontte ues anb of[ouresop 9p vou] | Uo OB sequt> uys Uaquosul as ‘sosoLcuntt wos SauOIDEIASOp se] £ 8002A0901 $0] 1S * zunghar| osama ap ‘ojdurofo od soyestonuum o sayerounue safe so vise SUZaIvA,, ap SetLas sey apsap ‘anv}9 e| ap aured sod ‘odaq ¢, OpNt9S OXDEP 309 ‘ouooar exed opunyoud 0 ,orges,, aruauianiarozns o| so uainb ap auied sod op etioMne oLIPjuatuoD un ap peptsadau x] wor{duu!"(eIaIgOI9 “etia|qUID “LOSE |q ‘suofig[e) eanily wy ua ofpnv0 opyuas um w ayunas sox anb opigraae orsay un ': ope8y “oun 2189 :oyoquus ya auodo as op, un amnasuoD v ypeUTsap apy2 Uv oluoLEUDE ‘seOnvUIaIEUH Sey A upLOIphia e] aNua SeyFOyOULOY UHI, luanous 2s 5183j!9S9p ap aL, 9159 Ua HarSEQ ‘aAD/9 B| ap UoLDeEPALL JO, “OA !isnb4|xa o| 1od uoised e389 # Soptuorsuodoid sayesiaayun somunssut e929 ‘P PeUNIOS R] Jod A eropEzy[cIO1 PyeNOUOKE: Lun 9p oUanE [2 50d openged aA 'S «(uororsoduioaas “agioisodwoasap) soared sowuotunpasosd v sens SOUTIS ap seuaysis soxanu ap eoIporata KoFoUanu v| BIDEY “LAX O}BIS [9p Up {> apsap ‘euot4o as oupaus fo (z1ugta esey “ioyauTy A asatiog sod pursed) Togas ns ap woranjond wy unas soumeSznt 1g ‘uoisusaditioo ns uamdase anb oferta] einsauy opus) of 0d &“poprsouna ns ap seprutyapun sexoroocen sey P o1anpoud +, sezazea,, sojqesoutny se] s07|}e201 azoinb owpRuD [3 ‘quarayip exoisty ean ajatsod wey anb (numer) tuoi) .eosaiued3 eutnbpun, eum amastioo fe ozuortoa opandas un ap souor9 Ipuoo S8] aonpostut “oqes Jap sapeptun se] auljapas “seso9 sey aXnqunsypar siege ap sowuotunuisut so ataureraydaioo seiqutes je ‘wo1399]09 pf ‘sand 'SV “s9[epoos & sayenjsajoiur serououad sesana se unBes “(esiaoeya1 sod ) asuaovy aod yysa ab nyiojsty wun ap wuaped vf ap onUap 10198 Ua eU1S1AuOD «3 wistao199909 19 “eoxidiyeu anb soionpoud soj uoo aqtouDuN ~-estFSHO ‘euuapenoua ‘uatzdwt eidoo ‘soxalqo zwouigey oduton oyanus ayueinp prs <01999]00,,",POOLOT|gIg, 9 BLaIALIOD 9s, 1o1D99}09, te] titaxCuNt eY UOD ae 8S GLP 9PS9q_UoKoeOH|ENNUA Bap sae se| v optoro9paqo exo1onpoudas 98 2 it “ese1 “UDR Np “Pe ‘OneOONY uO 2p Bua 2 “AQUY MLE 1D 9 iuotoeaado op seoyste, soy vs ,o}oaRUNPOUOZA ep S03H02, S01 wo omqums Sey opuno oanuom ofegea Koy ab Veagsedsid se 3p onusp ‘Soma “¢ 11-48 51 tye ‘got -sHonoouemawe) uo “sojusi sofenion ay 99 wBeays.), seo soandasied so81pos soy uo af0puyseg unites uptodaasad #1 ap s2uo!s}pa0> seunaY, "231p sou ",uBynpeido, $0959 093 a3aqlan sod epersvae #9 UoHDeTETERIC BAN 9K soutis, s01 8 sopenuise 48 uapaad soaupsiy ,soxeaamoo, sof sth 9p eth! 219 39860 ‘osreart &“py6} psBUNe Ia!ee ap amsieag 97 UD "apaaa}O9 “PANN HPL & exoromposd ony 98 ‘seistpioadse ap Souris sey v sed anb ua oqustuow [2 apsap exopersmbuoa & exstuorsundxa aajona 9s esaiduu ey ,afeto1pne Soaltare op sazopesno “eUlotyo ap souequs9se ‘sopeBoqe ‘vos ap X vaunyd 2p soxqutoy soj au womprant poprange vy v oxdiouud an 9 wpest | ‘sejdar sts € aseq ns -Seo44hn9} SouOININSI SAMAR ap SoyUaTULD -atqeisa,, Soisa wos agioas (LAX of8ts Jap ,.uotoIpNUD, ep) 39eU an wIoNAID EU) {uot99}00 e}) opor 2 to LOIDETAL NS Zod Os [2 Ua OPAL YAS opHUDS ona *(asiekdos v uoafona 4 umasostio9 ‘uvysie 9s nb soyuacumop $01) 50/0/90 sonanu ap uoroanpoud ef £ (sordoud ,popaidoxd ap sorpoi9p,, ap & see ap “sauoroipen ap wordanpo.nu ow sexserd squatsas Soonyjod & sareq tty sodnus 2p wotoeausn) sopoprsesou seaant ap UoIooKystEs | “AeU0ID99]09,,) of bus onan tn ap UoIoeasd b] twnfu0d 9s SaLioISD2}00 sUIsa UH “(BI019919 “TX SIn"T & SuBaLIO ap SOE ‘HIE ap Sanbnp soy ‘StoNpayN SON) BUOISHE wy 9p 28 -~rerapode ap sosoasop setiacatt sepuval sod seperouruy £ Ax of8ts [ap assed w eroucry ua sendsap 4 enfery wa sepmmar ,sau01999I09,, $F] 109 a1U9P1990 189 opemneis ooo ofajduioo um uo9 sottenuodKa sou ‘vauy e] SOLUS Ig “(e1019919 “uoLoeaYtseI9 “UoFaRo¥KNtUOD “uoYsaLdaut ‘operdod) sv>n!2N4d ap A (.sea01011q19, se)) sa408ny ap ‘(,soupmur,, so]) oduiS un ap uorovuquio? e “osa9je ua ed wear sousapou soatyary sonst ap saua8t10 Sor, ‘wayne uo!aniedo tun spurope erIsADaN 9s <,epestL,, BUM ap O199}9 [o re8ny sotaud ua 16 ajuauueyos s9 ou ‘sooy}oodsa SouatUEIEN B SOUDIGe souats ap eioyanposi “eatadna vis J8190s UorSLA BUN £ OpIAyDaH Lapuo UM ueaytpout onb sore ap exfant ey Sa “atuaseyoo oaydura onan un w UeAEISap | anb & osn ap sesoquoyy sey ap exon uprquuE weasng 0} anb ‘osn Jap oss9AruN 8 uo uonSuns4p o| anb sepenssatie9 SouorDoe sod opeasd S9 feUDyEAN |g "PUY So] ouistur [9 *,so1ep,, So] seidaoe ap Sofa] daqes un ap ,SoLdeAISQp,, SOT -afgo wa sejinsaauoa vied toriogad ey ap euiansop Spy PrEINPMEEL Uwar 291) ood *,,eatazeus bursts, Un Ua SB509 SU] OUOFAMOD ¢, UOID99IO,, Uf LILO woud P oplooiqeiso ounfues Un ap seUnE] se] avUa anb sezaId U9 seLiN -soquo9 ened seso9 sey ,tezifemeusap,, Ud £ RoIsyy uo 9984 9$ oWOD ‘odsan9 ‘Un ee, U9 alsistiog O1saH Tq “UOIDIPHOD ns £ se] NS Z9A e] v opaEIquU so12[a0 souotp seasta0103 0 srquostea ‘rerdovax ap oon 19 J0d somuauma0p So] onpoud ua 2yststo9 pepyftas uF “oleqen sousd Ja $9 rBamyqT9 woronARdas ¥ que no tenga que cambiar el funcionamiento de archivos definidos hasta ahora por un uso religioso o “familiar”. De la misma manera, bajo el pretex- to de que se trata de pertinencias nuevas, convierte en documentos a las, bherramicntas, alas recetas de cocina, alas canciones, a la imagineria popu- lar, @ Ia distribucién de los terrenos, a la topogratia urbana, etostera, No se trata solamente de hacer hablar a esos “sectores inmensos que duermen en la documentacién”,* de dar vo7.a un silencio o efectividad a un posible. Se trata de cambiar una cosa, que tenia ya su condicién y desempefiaba su Papel, en oira cosa que funcione de una manefa distinia. Ast pues, no se puede llamar “investigacién” al estudio que adopta pura y simplemente las clasificaciones de ayer, que, por ejemplo, 'se mantiene™ en los limites traza- dos porla serie H del Archivo, y que por fo tanto no define un campo objetivo propio. Un trabajo es “ cientifico” sirealiza una redistribucién del espacio y consiste en primer ugar en darse un fugar por el “estiblecimiento de fuentes” es decir por una acciin que instituye y por téenicas que transforman, Los procedimientos de esta institucién nos presentan hoy en dia problemas més furdamentales que los que nos presentaron los primeros indi- cios. Porque cada prictica hist6rica"* no establece su lugar sino gracias al ‘aparato que esa la vez la condicién, el medio y el resultado de un desplaza- ‘miento. Semejantes a los talleres de Ia paleotécnica, os archives nacionales 0 ‘munieipales formaban un segmento del “aparato”” que ayer determinaba las operaciones proporcionadas a un sistema de investigacién, Pero no se puede pretender cambiar la utilizacidn de los archivos sin que su forma cambie. A preguntas diferentes, la misma institucién técnica probibe proporcionar res- ppuestas nuevas. De hecho, la situacién es al revés: otros “aparatos” permiten desde ahora la investigacién de preguntas y de respuestas nuevas. Cierta- mente una ideologia del “hecho” historico “real” o “verdadero” se encuentra todavia en nuestros tiempos: ain prolifera en cierta literatura sobre la histo- ria, Pero no es sino la folclorizacién de pricticas antiguas, una palabra helada que sobrevive a batallas ya terminadas y que muestra el atraso de las “ideas” recibidas en lo referente alas practicas que han de cambiarlas tarde o temprano, La transformacién de la “archivistica” es el punto de partida, 1a condicién de una nueva historia, Esta destinada a desempefar el mismo De erin manera, en su Guile der archiue diocésuines francaises (Cento de Historia de Catolisino, Lyon, 1971), Saeques Galle seala “el valor de estos archives pas a investign ibm histirice™, haciendo otar que permit la constiuciin de nuevas "series" preciosas park a historia econdmiea © ara una historia de lat metalidades (op cit. pp. 7-14). * Francois Fuet, “La historia cuanttatva y fa conetrceisn det hecho bistiico”, en J. Le Goll PN, Faire de "histoire, Gallimard, Lp 49. Bs preciso entender agut, no lot métodor props de ta © cual hisoriador, sine, como ea Is encingexactas, el conjunto de procedimionto que caasteriza a un peviodo 0 wn secioe de In investgacion 88 papel que desempeaé Ia “maquinaria” erudita de los sigios XVI y XVIII Voy a ponet un ejemplo: Ia intervencién de la computadora, Frangois Furct hha mostrado algunos de los efectos producidos por “ta constitucién de archivos nuevos conservados en cintas perforadas”: todo adquiere signifi- cado en funcién de una serie, y no porque se refiera a una “realidad”; s6lo 8 objeto de investigacién lo que ya esté formalmente construide antes de la programacién, eteétera.”’ ¥ esto no es sino un elemento particular y una especie de sintoma de una institucin cientifica mas extensa. Fl anlisis contemporéineo trastoma los procedimientos ligados al “andlisis simbSlico™ que ha prevalecido desde el romanticismo y que trataba de reconocer un sentido dado y oculto, Este nuevo andlisis recupera la confianza en la abs- sraccién que caracterizaba a la época clésica ~pero la abstraccidn de ahora £5 un conjunto formal de relaciones 0 “estructura”.* Su prictica consiste en construir “modelos” impuestos por decisiones, en “reemplazar el estu- dio del fendmeno concreto por el de un objeto constituido por su defini- cidn”, en juagar el valor cientifico de dicho objeto segin el “campo de Preguntas” a las cueles puede responder y segiin las respuestas que pro- Poreiona, y en “fijar los limites de la significabilidad de dicho modelo”. Este ultimo punto es vapital en historia. Porque sies verdad que de luna manera general el analisiscientifico contemporéneo trata de reconstruir 1 abjeto partiendo de “simulacros” o de “argumentos", 0 lo que es lo mis- mo, trata de darse, junto con los modelos relacionales y Jos lenguajes (o metalenguajes) que produce, el medio de multiplicar o de transformar siste- ‘mas constituidos (Fisicos, literarios 0 biolégicos), la historia tiende @ poner enevidencia “los limites de la significabitidad” de dichos modelos o lengua Jes: ella vuelve a encontrar, bajo la forma de un limite relativo a modetos, lo que aparecfa ayer bajo el aspecto de un pasado relative a una epistemologia del origen o del fin, Por todo esto, me parece, la historia es fiel a su propo sito fundamental que todavia esta por definirse, pero del que ya se puede decir que la une simmultineamente a fo real y a Ja muerte La especificacién de su funcién no esti determinada por ef aparato mismo (la computadora, por ejemplo) que coloca a la historia en el conjun- to de presiones y posibilidades nacidas dela institueién cientifica presente La elucidacién de to propio de ta historia esti fuera de centro en lo que s¢ refiere al aparato: la historia refluye en el tiempo preparatorio de programa- cién que hace necesario el paso a través del aparato, y es lanzada al otto 1° Pure, “La histrisevantitatva.°, op city pp ATA 1 Cf al rexpecto Ins sys reflexones Se Michel Sere, Hermes ou fa communication, Fa de Minuit, 1968, pp. 26:38, Acdré Régnier, “{Matematizar las cieu-as del Hombre?” en P Richatd y %, aun, Anthropologie et calcul, cal. 10118 1971, pp. 13 49

Você também pode gostar