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"El infierno es es lugar en que habitan otros diseñadores de páginas Web." -- Jean-Paul Sartre, puesto al día
Sabes que estás en el Infierno del diseño cuando ves...
texto parpadeante
El texto parpadeante hace casi imposible que se preste atención a nada más en
una página. Induce en un 87% de los que se mueven por Internet un bloqueo
mental irremediable, muy similar al de un conejo cegado por los faros de una
furgoneta que se precipita sobre él. Esto no es bueno. Si abusas de este recurso,
mereces que te fusilen. Pista: si usas texto parpadeante, ya estás abusando de él.
animaciones gratuitas
Con las animaciones consigues añadir el insulto del aumento en el tiempo de
recepción a las maravillosas ofensas del texto parpadeante. A aquellos que abusan
de este recurso habría que incrustarles libros desplegables en cada orificio de su
cuerpo hasta que caigan en la cuenta de que un bucle con dos o tres gráficos por
segundo es aún menos placentero.
textos deslizantes
¿Crees, por tanto, que el texto parpadeante y las animaciones injustificadas son las
peores formas de abuso que esos diseñadores que se creen tan brillantes pueden
perpetrar sobre tu retina? Nada de eso. Para estos tiempos en los que demasiado
no es suficiente, el Gran Satán de Redmon nos ha obsequiado con <MARQUEE>,
que pone la creación de textos deslizantes animados a tiro de paréntesis en angulo
(<). Este primo bastardo del texto parpadeante puede provocar vértigo y mareos
en los individuos susceptibles, reduciéndolos a un estado que puede describirse
con exactitud como esa babeante idiotez propia de un lobotomizado que es
prerrequisito esencial para la adquisición de productos Microsoft. ¿Coincidencia?.
Creemos que no.
fondos extravagantes
La próxima vez que topemos con una página compuesta por alguien que crea que
emplear llamas saltarinas o un gran mosaico rotatorio de siete niveles de rosa
fuerte como fondo resulta inteligente, juramos que pasaremos a través de la
pantalla del monitor para cortarle la garganta. Si existe algo peor que el texto
parpadeante para provocar fatiga ocular y dolor de cabeza, aquí lo tienes.
ventanas emergentes
Algunos diseñadores particularmente irritantes han descubierto la fórmula mágica
que hace que tu navegador engendre una ventana nueva (de las llamadas pup-up)
cuando pulsas sobre un enlace — o peor aún, formas de hacer que aparezcan mas
ventanas, aun si todo lo que deseas es encontrar la salida de esa maraña
miserable de escoria y villanía tan pronto como puedas encontrar el botón de
retorno a la página anterior.
¡Permanece en tu propia ventana, con una jodida! Se supone que Internet se trata
del control del usuario que navega; los diseñadores que groseramente persisten en
apoderarse del espacio de pantalla sin permiso, merecen ser azotados con esos
látigos de bolitas de acero.
enlaces muertos
Los enlaces al vacío son una pena. La gente que tiene montones de enlaces
fantasma en sus páginas da pena. Bueno, todos vemos como algun enlace se nos
evapora de vez en cuando -- ¿pero no has notado que los enlaces a ninguna parte
aparecen generalmente en masa, como las cucarachas en una convención de
queso? La razón consiste en que la gente que tiene buenas páginas web la usa, y
modifica y corrige los enlaces perdidos con rapidez, de modo que dificilmente tiene
más de uno en un momento dado. Una página con un montón de enlaces perdidos
está gritando "Mi autor es un perezoso con la misma actitud que un terrateniente
encargado de un palacio lleno de cucarachas".
Pista: si no tienes nada que decir, cállate. Y mantente lejos de la red; la vida es
demasiado corta para que aburras a los demás.
ansiedad y pretenciosidad
Pensábamos darle lo suyo a los fondos en negro, hasta que caímos en la cuenta de
que el negro no es el problema. Lo son las tres poblaciones superpuestas de
desgraciados que integran el 99% de los fondos negros que se encuentran en la
red. A saber (a) artistas aficionados buscando impactar, (b) adolescentes
angustiados, y (c) esos tertulianos a la moda que creen realmente que suscribirse
a Wired los pone a la última.
verborrea corporativa
Todos lo hemos visto -- esas páginas corporativas que hacen su arranque cargando
un infernal logotipo monstruoso. Y después de haber estado esperando un millón
de años hasta que se completara, el resto de la página consiste en una tonelada de
babosadas sobre lo maravillosa que es la compañía, alguna estúpida promoción
que es simplemente un cebo para que te suscribas a su lista de correo SPAM y cero
contenido.
Pista para los androides del marketing: no es eficaz, a menos que lo que pretendas
sea hacer que tu compañía se incluya entre las demás subnormales que se
apuntan a lo del "yo también", en la creencia de que tener una dirección en la red
va a bastar para que parezca que tienen algo lejanamente similar a una idea. ¡No!
anuncios infernales
¿No te encantan esos anuncios a principio de la página que cambian con cada
nuevo acceso? Si te estás moviendo entre una página inicial y una subordinada
dedicada a un tema particular, ¡tienes el dudoso placer de esperar a que se cargue
un nuevo anuncio gráfico en cada ocasión!
sin dirección de e-mail a la que contestar
Esa gente quieren que les mires y les escuches, pero no quieren oírte a tí. ¿No te
parece interesante que la mitad de las páginas Web de las compañías incluidas en
el indice 500 de Fortune, los grandes nombres como McDonald's, no te digan su
dirección de correo? Es una muestra de lo mucho que esas maravillas sin entrañas
valoran realmente a sus clientes. Otro consejo para los androides del marketing:
este tipo de cosas hace que tu compañía parezca exactamente tan arrogante,
estúpida, e indiferente hacia sus clientes como lo es de verdad. Piensa en una
dirección de e-mail para recoger opiniones como una especie de molestia
inevitable.
extensiones inestables
Sencillamente nos encanta ver como nuestro navegador se queda congelado
mientras carga una página, se cuelga un ratito, y finalmente se volatiliza
ignominiosamente. Cuando pasa esto, puedes jugarte la pasta a que está
empleando una extensión enorme que nadie se preocupó jamás de depurar
adecuadamente (hay un número semi-infinito de estas cosas). La mayor ofensa se
encuentra sin duda en los...
marcos
Los marcos ("frames") son para idiotas. Simplemente no funcionan en la mayoría
de los navegadores, y cuelgan a muchos de los que se supone en teoría que deben
trabajar con ellos. Se comen un espacio en pantalla precioso con sus tonterías. Y,
si se emplean con suficiente ingenio, hacen casi imposible figurarse donde has
estado y como volver al lugar del que saliste para llegar allí.
"De acuerdo", estás pensando, me has dado buenos consejos sobre como dejar de
fastidiar. ¿Tienes algo más positivo que decir?. ¿Algo así como cosas que recomiendas
que se hagan o de qué forma puedo mejorar mi página?.
Para tí, amigo, tengo tres palabras. Contenidos, contenidos y contenidos. Dale a la
audiencia algo por lo que interesarse. Demasiadas páginas web son algo así como
cuentos contados por el idiota del pueblo, plenos de énfasis y ruido pero sin significado
alguno. ¿Quieres resultar interesante?. Olvídate de los gráficos y el impacto visual . En
primer lugar y por encima de todo, di algo interesante.
Agradecimientos
..a Pete Glasscock por inspirar esta página, aunque después desapareciera de la Web.
...a Patrick Campbell-Preston <patrick@chaos.org.uk> por la mayor parte de la sección
"El infierno de las extensiones".
...a Rob Novak <rnovak@ibm.net> por "anuncios infernales".