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la de la Investigando la nueva realidad electrénica PIEL CULTURA Investigando la nueva realidad electrénica Derrick de Kerckhove Introduccién de Christopher Dewdney gedisa editorial INDICE préLoGo INTRODUCCION 1. TECNOPSICOLOGfaA LOS EFECTOS DE LAS TECNOLOGIAS ELECTRONICAS Aturdimiento tecnolégico Tecnofetichismo Tecnopsicologia Psicotecnologias . 2. TELEVISION LA IMAGINACION COLECTIVA . El contexto de los nuevos media . Lo televisién habla ol cuerpo, no o lo mente Significado-sentido . Respuesta defensiva y respuesta de orientacién El 4colapso del intervalo» entre estimulo y respuesta . Golpes-por-minuto cps) y “el medio segundo perdido : Le Sub-musculorizacién y ” significade- sentido 4E1 grazing y el zepping son formes de atender a todo» . se Ti no miras la relevisién, ello te mira o ti. Ver / recorrer con la vista .-... Edicién / modulacién . Pantallas de televisién Recobrando le autonomia 15 2 29 29 30 32 33 35 35 36 36 a7 56 38 39 AL at 43 44 46 46 Lo piel de lo cultura .EL PROGRAMA ALFABETICO LOS ORIGENES DE LA TECNOLOGIA EN EL LENGUAJE. . . . 49 la invencién del dinero 2. eee ee 50 Ul alfabeto y el cerebro... 1... 2. ee 54 Estructurendo el cerebro... 2.2... 56 [structurando el mundo... ee 58 Deteniende el mundo Fe 60 ieqwenténdo el mundo: les cédigos maestros... . . 62 U1 4tinte olfabéticom ©... 83 CIBERESPACIO Realidades que el dinero puede compror. . .. . . . 65 Integracién 2 ee 66 fiplicaciones . . . Se 68 La integracién es eltocto..... Fe ee 70 Cibersepocio . . . see es 73 Boneiencia compartida simulténeamente .. 1... 74 La eliminacién gradual de los interfaces... .. « 75 lin depdsito de pensamiento donde el depdsito pie 76 UN ROMANCE DE CARRETERA LM TELEVISION SE CASA CON LA INFORMATICA IN (N PUTOPISTA ELECTRONICA 2... 1. ee 79 Fl nuevo contexte de los medio. 2. 1 ee 79 Convergencio 79 Teleordenadores 2 0 ee 80 Redes 2. ee 81 Internet, el mejor ejenplo actual ile 41a autopiste electrénico® 2... ee 82 fincho de bandos 2 ee 83 Descentralizacién redical . 2.2... 7 ee 84 Pago por bit... . Le 8s Implicaciones comerciales del acceso universal . |. 86 be los teleadictos o los guerrilleros de sofa . . . 86 lo videocunferencio 2...) ee ee 87 Publicidad interactiva . . . we 88 fTenemos une desesperods nécdeidad'de filtros> . . 89 EI valor de lo ignoroncia . . . eNotes x 90 Bolance tinal: a Linea de crédito para las personas necesitadas naan Wir. 90 Indice 6.EL ESTRES DE LA VELOCIDAD ACELERACION Y CRISIS . Aceleracién, crisis e integracién . : Aceleracién - . . Disefio, composicién, escola y ritmo. «La inflocién es una crisis de identidad del. dinero’ Espiral electrénica . . Crisis: del «Big Bong> al . 7 aeee Elimito del especio éneutralp . ee ee Na Psicotecnolégico 15. ARTE VOLCANICO . 16. ECOLOGfAS CYBORG LA BIOMECANICA La reclidad Cyborg Noturaleza versus cultura . Tendencias tecnopsicolégicas val. mv lien La pérdila de los 1inites peicolégicos entre el yo y el medio ambiente . Punto de ser versus punto de vista Dentro/fuera: inyecténdose electricided Una nueva sensibilidad 17. INTELIGENCIA COLECTIVA EL ASCENSO DE INTERNET Y LA ALDEA GLOBAL Res piblico : Le aiden globel en 1d/era Neonacionalista . 13 V7 178 179 184 ra Ans iia 1h sah ina ay wee 1H ay 19a 109 +D% 194 197 209 209 210 7 Lo piel de lo cultura Conciencia global , Transporencia . instantaneidad be eee Tronsformando la identidad moderna... . . Desde el punto de vista... . Hosta el punto de ser . . Expacio piblico y esfero publica Inteligencia colectiva ti, CAMBIANDO NUESTRAS MENTES UNA BREVE HISTORIA DE LA INTELIGENCIA . La lengua fue nuestra primera tecnologia Por qué el lenguaje @s ton artificial . (a @seritura omplifice la cognicién humana Fl cédigo es el mensaje . Le La redistripucién de lo inteligencia humana eh lo personalidad individual Pi dolor de lo reestructuracién. . . . 2... £1 dinero hace funcionar ol mundo como un reloj . la wlectricidod y sus repercusiones en el tiempo, el espacio y lo identidad . Frogmentoeién . ee ee ee Dexcontextuslizacion y recombinacién identidad = La jueva cesta cominy %. PSICOTECNOLOGEAS . Fe Gon la televisién, lo imaginocién sucede fuera de | Ni aqui ag olls . Le ee Lo felevisidn: nuestro sentido electrénico comin la integracién de lo televisién y los computadoras Puicotecnologias Talmeracia nente . pin-Doetoring Fe aiélites y nueva sensibilidad continental Identidades Psicotecnolégices . : Soy la tierra miréndose a si misma. . MOTAS OTA BIOGRAFICA DE DERRICK DE KERCKHOVE 211 212 212 213 214 215 216 218 221 221 222 222 223 224 225 225 226 227 228 229 230 231 233 234 234 235 237 237 238 240 241 243 244 247 255 PROLOGO En piimer lugar, quiero dar las gracios a mi traductor, David Aleman, A juzgar por el tiempo y el esfuerzo que puso en la correccién del primor bi wuor de la traduccién conmigo, el trabajo final debe ser realmente presionante. Es un gran honor para mi y un privilegio, publicar mi libro an uapatiol, estadisticamente el tercer grupo lingUistico més oumeraso del mundo, con 369 millones de hispanohablontes, deiras del inglés (460 mi llones} y del mandarin {760 millones). sién original de La piel de Ia cultura fue publicada por primer yee ti 1995, Segdn los criterios de publicacién corrientes, hace yo bur lames afos. Pero, en términos de conmutacién temporal, si podem lho nea de Tiny Berners-Lee, uno de los inventores de la World Wicle Wot, «un uno de Iiternet equivale aproximadamente a tres meses de un aio caller die». 2Significe eso que mi libro est desfasodo en mas de 1é arias’! We nie. La mayor parte del contenido seguird siendo pertinante, al menos asi lo espero, para una cultura que todavia esta satum de de bx lavisidin, Sin embargo, me gustaria introducir algunos aiusies en 11/8 1a acmientos inspirades por el espectaculer incremento de ta copaciducd ¢ lk sn introducida en todo el mundo por los medios de comunieweitns La ve nocesariar a través dé: races. Las pi 5 ajustes conciernen las tablas del capitulo 12, «Masa, Ve locidad y Cibarculture. Los medios de comunicacién a través de: recies han provocado ya tantos cambios de actitud, de modos de pensar, frit heas y comportamientos en la sociedad y en le economia, que ieolmente mefocer eslablecerse como dominantes por derecho propio, al misino ai vol qque la Jelevision y los ordenadores, Es (dcil ilentiticar qué eambiess se han producide ya en cade nivel para cada tabla, Ineatare aetwalizat la Tabla 1 (cobre tendencios comerciales) y la Tabla 3 [sobre tendancins pai 18 Lo piel de le culture inmediato. Ahora "legamos a ser igualmente exigentes con Internet por rapide desarrollo de nuesiros insirumentos de bUsqueda: Otro esfuerza clave de actualizacién que hario en La pies de fo cu seria el de sustituir lo palabra «conectivor por «colectivo», que es la g habia usado en mi primera edicidn. Para estas consideraciones me inso ré en la observacién de {a genie caminando por fa Estacién Shibuyo & Metro de Tokio, no lejos de la famosa estatua del perro de Hachiko. es un desarrollo critico en psicolagia. De hecho, a pesar de que digo lo contrario al final del capitulo 17, desde entonces he escrito un libro ente- ro y he desorrollado uno metodologia de investigacién para explorar m ompliamente este tema. Simplemente podria remitir al lector a mi nuevo libro, Connected Intelligence, The Arrival of the Web Society (Toro Sommerville Books, 1997 [de préxima aparicién en Gedisa boio el f Inteligencia en conexidn]}, pero la cuestién es tan importante que ne to abordarle aqui mismo. Todo se remonto al alfabeto y a 'a teoria de! ce- rebro. Es ahi donde creo que se puede encontrar el origen de una mente realmente «privadan, dotada de una psicologia privada, un control pe nal det lenguaje y une forma privatizada de conocimiento. La experie! de una conciencia privada que exciuye la comunidad hoce creer sincere mente o los occidentales que fendmenos psicolégicos comunes conocidos como «inteligencian, «memoria», wemocién» y wsentimientos» son comple tamente individuales y localizables en fa privacidad silenciosa del ser bu mono singulor Al mismo fiempo, cualquiera puede enfender que tales cuclidades se distribuyen entre la gente. Aun cuando no expreso directamente mis em ciones, es evidente que las comparto en mayor medida con la gente que estd conmigo. Y es evidente que cuando itffento resolver un probleme con un amigo, estamos comportiendo un acto comun de inteligencia. Lo q hace creer o suponer o fos occideniotes que ks psicalagia es ua asunto privado es el hecho de que su imaginacién trabajo en silencio. Conside- ran «secias» a los sociedades «colectivas», como las «iribus» y los «comu- nas», e incluso miran con cierto recelo a los tipicos fendmencs de la mu- chedumbre y otras formas de comportamiento colectivo. Si el malo no es «comunista», se le apoda «fascistan o «tanatica». Es cierto que hasta yo mismo me siento incdmodo al cabo de un tiempo de hablar sobre «inteli- qENiA calectinan temienda aue si {a inteligencia fuera dirigida por fa tec- nologie de lo red, en la forma en que durante un tiempo lo sensis\isod fue dirigide por lo radio hacia resultados desastrosos, realmente podria Prélogo 15 mos tener én nuestras manos oiro de esos espantosos regimenes fascistas. Pero estamos abordando otra cosa. Lo mayor conexién desde la invencidén del alfabeto en Occidente se produjo cuando el lenguaje se encontré con la electricidad en el telégra- fo. Fue el encuentro de la energia pura con la complejidad infinita. Asi como la invencién de la escritura fue la primero revolucién lingista im- portante en todas las cuituras donde uparecid, lo invencién continua de comunicaciones por redes, desde el telégrato hasta Internet y mds alld, nos proporciona la segunda sevolucién linguistico relevante y esto vez es global. Del mismo modo en que el alfabeto, en un periode de tiempo re- lativamente corto, introdujo una nueva modolidad de ser, de persona pri- vada, también podemos esperar que los medios de cormunicacién en red introduzcan avevas formas de conocimientos. La aparicion de las redes ha introducido una nueva dimensién en la experiencia de la conciencia, de la mente y de Ia personalidad. Esto es lo que llamo conectivo. Tanto si son de origen occidental como oriental, conocemos, o al me- nos pensamos que conocemos, las diferencias entre lo privado y lo puibli- co, entre lo individual y lo colectivo. Lo privado, lo individual soy yo, solo, totalmente solo en mi espléndido aislamiento,; este estodo se representa mediante lo lectura en silencio que absorbe por entero a la persona en su propia mente. El colectivo es todos los demés, todos a !o vez, en masa, y esid representado por la televisién o la audiencia de radio. Lo conectivo es un tipo de forma personalizade de la colectividad. $u mejor imagen es lo de una red donde cada participante est involucrado deliberadamente en el grupo sin perder su identidad en el proceso. Combing la tendencia a la identidad privada en Occidente con la preocupacién por el bienestar del grupo en Oriente, y tal vez seo la formula del futuro para un mundo que necesiia bosarse en ambos impulsos para sostenerse El oo 1984 pass sin cumplir muchas de las profectas estremecedoras de Orwell sobre el estado del mundo, Tal vez fue sdlo algo prematuro. 25 afios mds torde, al menos en Intecnet, hay grandes posibilidades de que el mundo pueda dividirse en tres bloques principales: el alfabético (voriedad latina), el cirilico y el ideografico. Asimismo, es muy tenso a ac- tual situacién politico que surge del conflicto que enfrenta a las fuerzos de la OTAN o Serbia, con las advertencios més amenazedoros por parte de Rusia y China, haciéndose eco asi tanto de Orwell como de las divisiones geogréficas de las principales literatures mundiales. Otro bloque, insos- pechado o af menos no anunciado por Orwell, es el mundo islémico, 20 _ Lo piel de lo cultura opoyade también por su propio estilo de sofware cognoscitivo. De hecho esta macrodistribucién de la poblacién de la Tierra casi siempre esta ba- sado en las diferencias étnicas, geogréficas o religiosas, pero 2qué ocu- rrirfa si tales diferencios hubieran de estar sustentadas mas por el sistema de escritura adoptado por cada una de las principles culturas del mun- do que por las circunstancias de genes, lugar y creencias? Esto es lo que Internet puede ayudar a revelar o corto o largo plazo. Los chinos, por ejemplo, pueden sentirse o salvo detrds de lo inescruiuble de sus caracte- res, poro proteger sus intereses y culturas de lo dominacién de Estados Unidos, mientras los rusos reconstituyen la Unidn Soviética en torno a los comunicaciones bosados en los alfabetos eslavo y cirilico. Sin embargo, lo cuestion bésico no seré controlar un imperio geogralico, sino uno cog- nitivo. En reelidad, actuclmente el mundo se enfrenta o la aparicién re pentina de un enorme entorno cognitive para el que nadie he diciado reglos y ante el cual los organismos gubernamentoles y reguladores tienden o aplicar respuestas reflejas que siguen baséndose en criterios territoricles to piel de lo cultura explora los aspectos utilizabies en nuesira nueva con dicién cognitive Derrick de Kerckhove Abril 1999 INTRODUCCION Hace unos atios el Times Literary Supplement afirmabo que el ceniro de Toronto de Harold Innis, Eric Haveloc y Marshall McLuhan fue «por un bre- ve periodo de tiernpa» el centro intelectual del planeta. El articulo conti- nuoba diciendo que en Toronto chabie nacido una nueva teoria, la teria de la primacia de la comunicacién en la construccién de las culturas y la mente humana». El periodo al que el articulo se referia, finales de los afios cincuenta y sesenta, fue sin duda un decenio fundamental en en campo de la teoria de la comunicocion. Pero fue Marshall McLuhan, mds que Innis o Have- lock, quien capturé la imaginocién del pUblico. Con su outodeclaroda «paranoia catélicay McLuhan habio encontrado una técnica de andlisis de los medios de comunicacién que arrojaria tremendas consecuencios. La publicacién dé La galaxia Gutenberg en 1962 asombré a los lectores de todo el mundo. De un solo golpe McLuhan habia revolucionado por un lado a la comunidad académica y, por otro, habia atraido la atencién de los medios. Nunca un enigmético vidente habia suscitodo la curiosidad de lo gente de forma tan poderoso. Hoy en dfa, sus frases y oforisrnas son términos usuales de nuestro vocabulario contemporéneo Desde la muerte de McLuhan en 1980 se ho especulado mucho acerca de su verdadero heredero. McLuhan generé docenas de auio- proclamodos guris, desde Alvin Toffler a Faith Popcorn, mientras que en universidades de toda Norteamérica y Europa los departamentos de es- tudios sobre comunicacién originaban nuevos aspirantes con el peso de lo académico detrés de ellos. Sin embargo, sise trazo una linea con- tinua de descendencia, el heredero mas probable del legado de McLuhan serio su propio colaboredor, el erudito e irreverente Derrick de Kerck- hove. 22 lo piel de la cultura Bien conocido como director del Programa McLuhan de Cultura y Tec- nologia de la Universidad de Toronto, Derrick de Kerckhove ha estado contribuyendo durante dos décadas al debate abierto en torno a los efec- tos fundamentales de las comunicaciones y la tecnolagio de los media. Su intima colaboraciéa con Marshall McLuhan durante los afios sesenta, como iraductor, ayudante y coautor, le oforgé acceso privilegiado a los proce- sos internos de la mente del filésofo mas importante de los media de este siglo. Ahora, como sucesor de McLuhan al frente del principal instituto de estudios sobre os media del mundo, el Programa McLuhan de Cultura y Tecnologia, De Kerckhove esté en posicién de continuer con el trabajo de Marshall McLuhon. En los afios posteriores a la muerte de McLuhan, De Kerckhove estuvo trabajando en varios frentes. Promovid uno red internacional de especia- listas, artistas y analistas de comunicacién dedicados al estudio de lo con- cepcién de McLuhan sobre los medios de comunicacién electronics. Esto constituyé una inestimable base de verificacién para sus propigs feorias, que le permitid examinar sus ideas junto con muchos otros expertos. Al mismo tiempo se dedicéd actiwamente a la docencia, en calidad de profe- sor en la seccién francesa de la Universidad de Toronto, y gracias a esta asociacién con la Universidad estuvo en condiciones de introducir el Pro- grama McLuhan de Cultura y Tecnologia, actualmente situado en el céle- bre pabellén de estudios de McLuhan, en el campus de la Universidad. A lo largo de iodo este tiempo ha trabajado ademas como conseiero para compaiias de telecomunicaciones en diversos administrociones, empre- sos y redes de television. Observar o Derrick de Kerckhove en accida en el Programa de Cultu- ra y Tecnologia permite constotar tanto su intensidad como su capacidad. En una tarde cualquiera se hace cargo de un torbellino de encuentros con ledricos de la comunicacién, artistas de realidad virtual, estudiantes, eje- cutivos, cientificos e investigadores. En un momento puede estar mostran- do e! Ultimo artilugio del Programa y pocos segundos después hablar por teléfono con un colega de Europa. En el trasfondo, la maquina de fax susurra incesantemenie. Su pensamiento trabaja con toda claridad en pa- ralelo y su conversacién rebosa de anécdotas, referencias y datos valio- sos. De Kerckhove es por necesidad un viajero empedernido y para él la cldec global es una realidad fisica. Vive literalmente en los aviones, a me- nudo de camino a Europa, a los Estados Unidos © o Japén. Asimismo esté directomente familicrizado con los diversos medios de comunicacién que Introduccién 23 describe en La piel de ia cultura porque forma parte de lo realidad practi- ca de su trabajo cotidiano. Organiza videoconferencias desde hace mas de una década, y desde hace atin mas tiempo ha ido realizando inmer- siones én la reolidad virtual, en los diferentes estadios de su desarrollo. Gracias 0 sus conocimientos practices de la revolucién permanente de los ordenadores y !a telecomunicacién, De Kerckhove se encuentra bien si- tuade para analizar nuestro nueva realidod. En este libro, su primera publicacién canadiense de gran envergadura, Derrick de Kerckhove da buena prueba de por qué es el premiado profe- ta conadiense de los media. Sobre la bose del trabajo de McLuhan, De Kerckhove ha ido ampliando y profundizondo algunas intuiciones de aquel, y también desarrollé sus propias y provocativas teorfas. Lo piel de lo cultura consfituye una perspectiva general de sus investigaciones y espe- culaciones realizodos durante la ultima década. En esta obra se evidencia por primera vez la omplitud y profundidad de su vision. Como cuimina- cidn de aftos de investigaciones, La piel de Ia cultura analiza el modo en que nuestros media electrnicos han ampliado no sélo nuestro sistema nervio- 50 y nuestros cverpos, sino también nuestra psicologia Lo television, por ejemplo, es descrita por Derrick de Kerckhove como un drgano colectivo de teledemocracia que utiliza los encuestas de mer- cado y las elecciones para examinar el cuerpo social, como lo hace una médquina de rayos X. Sostiene que esto es asi porque la felevisién consti- tuye una proyeccién de nuestro inconsciente emocional. Por este motivo y por ser un «medio de masas» la televisién constituye la exteriorizacién co- lectiva de la psicologia de su audiencia. Ademas dice que lo televisién, como resultado de esta psicologia invertida, ha puesto un nuevo sistema politico en nuestras manos en forma de un hecho consumado, pero que ain no nos hemos dado cuenta de cudn profundamente ha modificado nuestro programa social. Describe esta nueva realidad politica como una democracie pariicipativa y funcional, como una telecracia, que podrio coer facilmente en manos de politicos populistos. Mirando mas alld de es- tos efectos, afirma que los ordenadores estén o punto de «tragarse» la television y que lo revolucién populista que se esté avecinando sucumbira finalmente por si misma junto a las emisiones de television de audiencia masiva También provocativas, aunque basadas en la ciencia del comporto- miento, son sus teorios sobre los efectos fisicos de la televisién tanto para nuestro Cuerpo como para nuestro sistema nervioso, especialmente en la lo piel de lo cultura 24 medida en gue se combinan con nuestro sistema neuromuscular. Afirma gue esid comprobado que lo television habla al cuerpo y no a la mente y que nosotros reaccionamos continuamente o lo que vemos én lo televi- sida, casi de forma instantanec, por medio de respuestos submusculariza- das. La violencio en television, dice, nos golpea fisicomente, una afirme- cién que seria absurda si no fuera por los convincentes experimentos de loboratorio que le llevaron o esa conclusién Utilizando su reconocide prestigio como tedrico de la lengua y Ia lite- ratura, Derrick de Kerckhove explica o lo largo de estos ensayos el efecto histérico que las iecnologias del lenguoje y de lo escrituro han tenido so- bre los seres humanos. Sostiene que estos precedentes linguisticos dan forma o nuestras revoluciones actuoles en un sentido tecnoldgico y biold- gico, y que !a lengua y los alfabetos constituyen una forma de «software» que condujo al despliegue de nuestros actuales tecnologias. Mediante la propuesta de una relacién simbidtica entre la inteligencia y el lenguaie, Derrick de Kerckhove también explica cémo {a escritura amplia lo inteli- gencia Uno de los aspecios mds fascinantes dentro de su reflexién lingiiistico lo constituyen sus revelaciones sobre el origen y funcién del dinero. De Kerckhove traza una evolucién del dinero, desde su nacimienio como her- mano gemelo de la escrituro en Sumeria, hasta su actual encarnacién electronica en forme de una onda electromagnética que circula alrededor de todo el planeta a ta velocidad de ia luz, Compare el flujo de! dinero ol- rededor del globo con el reloj interno de lo cru que coordina todas las funciones de un ordenador. Seguin esta visién, el dinero se transforma en una valvula puramente simbdlica de informacién sobre las interacciones sociales. Ademds advierte que las inflaciones periédicas son la respuesta inevitable de los mercados monetarios al cambio tecnalégico. En la me- dida en que el dinero se vuelve cado vez més ligero, cada vez mas elec- tronico -como dice-, ofreceré menos resistencia a las transacciones. En un estado inmoterial, las monedas se coavierten en una especie de co- triente eléctrica, alimentando las operaciones de una méquina tecno-cul- tural: una maquina colective cuya complejidad sélo nes permite hacer conjeturas De Kerckhove también incluye aqui su inquietonie andlisis sobre los efectos todo menos integradores que la globalizacién producird en las es- tructuras sociales. Sugiere que el resultado podria ser un incremento de querras y nacionalismos. La piel de lo cultura advierte que nuestro plane- Introduccién Ps fa se encuentra en una encrucijada peligrosa que puede conducirnos tan- to a la fragmentacién como a una mayor globalizacién, y que sdlo si di- sefiamos nuestros iecnologias, en vez de permitir que ellas nos disefien a nosotros, seremos capaces de evitar una catdstrofe social. Como ya hizo Marshall McLuhan antes que él, De Kerckhove sostiene que las caracte- risticas de tos media que parecen marginales a menudo son las que pro- vocan los efectos mas poderosos. Comprender y controlar estas caracte- risticas puede convertirse en uno de los retos mas decisivos de nuesira especie, por la batalla que las nuevas tecnologias libran con la cultura en la que emergen. Las ramificaciones politicas de los nuevos media son igualmente im- portantes. La caida del Muro de Berlin y el final de la Guerra Fria fueron, segin De Kerckhove, acontecimientos inevitables provocados por las te- lecomunicaciones electrénicas y los sistemas de procesamiento de la infor- macién, asi como de la televisién. A continuacién el autor dirige su atencién @ Occidente y al auge de las multinacionales en la era del capitalismo ter- ciario, ilustrando cémo estan redefiniendo las fronteras y las identidades de los Estados. No solamente contempla los bloques comerciales como las nuevas fronteras nacionales, sino que también afirma que la cultura eco- némica misma se esté convirtiendo en una cultura global. Califica el mo- vimiento de lo politicamente correcto como un sintoma de sensibilizacién, una consecuencia directa del dominio terapéutico de la telecracia, y nos advierte que no estamas iodavia fuera de peligro, ya que nuestra realidad biolégica esta a punto de redefinirse por si misma. De Kerckhove adelan- ta que las especializaciones de los sentidos y del cerebro en funcién de los sexos podrian influir en la realidad politica del entorno ciberelectrénico. Después de demostrar de qué manera los media electrénicos son mas veloces que la causalidad democrdtica, introduce un convincente argu- mento que verifica lo que todos sospechamos de forma intuitiva: las elec- ciones son sutiles manipulaciones, pero sorprendentemente parece que ellas mismas también son manipuladas por el colectivo. Se trata de la pri- mera explicacién tecnolégica de la teoria de Chomsky sobre «la industria del consenso». Los predicciones que De Kerckhove formula sobre cémo la naciente re- volucién tecnolégica nos afectard personalmente son detalladas y fusci- nantes. Nuestras maquinas se adaptarén para hablar con nosotros, para reconocernos, para anticiparse a nosotros. Y no sdlo eso, incluso nos ves- tiremos con algunas de ellas. Nuestros sistemas de entretenimientos do- 0. - Lo piel de lo cultura mésticos se disefiardn en funcién de los sensaciones que produzcan y no en funcién de su especto exterior. Lo realidad virtuct, de igual modo que los velocisimos dispositivos caseros aclivados por la voz, interpretard nuestros deseos tan ropidamenie que o largo plazo el acto de moditicar nuestra identided personal se convertira en una diversion de primer or- den, como una cirugio estética de lo mente. En las redes de telecompu- tacion del futuro, los individuos se tronsformardn en productores tanto como en consumidores, porque mientras que los medios de difusion ma- siva se escindirdn en unidades cada vez més pequefias, la energio creo- tiva de los individuos les convertird en eprosumidores», utilizando el tér- mino de Toffler. En el andlisis que De Kerckhove hace de la cultura joponeso, las metd- foras encarnadas en Godkzilla y los Transformadores {iuguetes de formas cambiantes desorrollados en Japén, ave representan seres mitad huma- nas y mitad maquings) encuentran aplicaciones concretos. De Kerckhove explica hasta qué punto los valores culturales japoneses se encuentran en armonio con las influencias culturales electrénicas y por qué los japone- ses se han adopiado con tanta rapidez o las nuevos tecnolagias. Para ello toma prestado un concepto clave de Ia cultura japonesa que ilustra la for- ma en que podemos acelerar nuestra comprensién de| nuevo imperio ci- bernético. Lo piel de la cultura contiene serios predicciones que las empresas, las. odministraciones y cualquier persona que se encuentre involucroda en el compiejo mundo de las telecomunicaciones no pueden permitirse ignorar. Cusndo McLuhan predijo el final de Ia revista Life justamente en el mo- mento de su mayor circulacién, porque estaba demasiado orientada a la imprenta, nadie hubiera pensado que su profecia se haria realidad en el transcurso de diez afios. Por contraste, las afirmaciones de De Kerckhove, son del todo prudentes por ser el resultado de afios de investigacion y es- tudio, aunque en un primer momento puedan parecer temerorias. Al me- nos, Lo piel de la cultura representa una mirada reclista af menos hacia los proximos cinco 0 diez aftos; y un periodo de cinco a diez ofios en el rapido movimiento del campo de las telecomunicaciones puede marcar una gran diferencia. Los analistas de todas las tendencias dispondran de una omplic gama de escenorios en lo que pueden escoger, porque Lo piel de la cultura proporcioria todo un abanico de modelos emergentes. Donde Derrick de Kerckhove més se oserneja 0 Morshall McLuhan es en su énfasis en lo orolidad y el tacto, porticularmente en lo que atofe al Introducciéa a7 lenguaje y a nuestro modo de procesar la realidad sensorial, Sugiere que, aunque los media electrénicos estan invirtiendo los efectos del alfabetismo yel lenguaje, esto no es necesariamente negative, porque estamos volvien- do a una cultura oral a partir de la alfabetizada actual, la cual es alfabé- tica. El autor prevee que en la inminente cultura oral-cibernética de la in- formacién la ignerancia se convertiré en una cualidad valiosa porque los individuos «no programados» tendran una ventaja adicional sobre los «aro- gramadosy. La flexibilidad del ignorante procedera del heche de que no tiene que luchar contra los viejos sesgos y constructos mentales para apren- der nuevas tecnologias. También sugiere, de forma enigmética, que la realidad virtual es impa- rable y tiene su propio plan, una suposicién que evoca a Terence McKen- na, el etnobotanico americano que escribe sobre realidades alucinége- nas. De Kerckhove cree que la realidad virtual, junto con la simulacién del tacto, esté a punto de revolucionar nuestro sentido més descuidado, el fac- to, y transformarlo en una extensién cognitiva de nuestras mentes. Consi- dera que el espacio interior, la fisica cuantica y la nanotecnologia, estan abriendo una nueva frontera, tan vasta come ta que brinda el espacio ex- terior. Asi, mientras la tecnologia y los comunicaciones se aceleran, noso- tros seremos capaces de frenar y de descubrir la verdadera serenidad, que podria preparar el escenario para una inevitable transformacién psicolé- gica, porque a fin de cuentas el poder cibertécnico traerd consigo la obliga- cién de que conozcamos nuestro propio interior. Sin embargo, los pronésticos més cautivadores de De Kerckhove se re- fieren a nuestros grandes compromisos colectivos como especie. Estamos a punto, dice, de crear una mente colectiva, una mente que excederd las capacidades de cualquier individuo humano. Esto se produciré a causa de unas propiedades emergentes, que pueden alzarse sUbitamente cuando cualquier sistema dindmico e interconectado alcance un cierto nivel de com- plejidad. Un sistema complejo, similor a un organismo viviente, puede comportarse de manera totalmente impredecible para los ingenieros que fo construyeron. El fundamento de la mente colectiva se basaré en una globalizacién politica cuyos estadios iniciales se producirén de modo invi- sible, por la convergencia de la televisibn, los teléfonos y los ordenadores. Internet es el embrién de este cerebro colectivo, y ya se estan formando componentes mas pequefios de esta conciencia global, dentro de los re- des de cable, los sistemas de telecomunicaciones y las bases de datos, por no mencionar los thinking tanks cibernéticos que pronto unirdn a los in- 08 Lo piel de lo cultura vestigadores en cerebros conmutativos que octuardn verdaderamente como la sumo de sus partes. Como De Kerckhove apunia, Europa se ha- lla en el buen camino para unificarse en una entidad colectiva de teleco- municacién y de procesamiento de informacién. Uno de los aspectos sobresalientes de las teorias de De Kerckhove es lg facilided con la que incorpora los descubrimientes de otras disciplinas en su filosofia. Recopilo datos de campos tan diversos como lo neurobio- logia, los ciencias del comportamiento, lo television de difusién masiva, la economia, la lingUistico y el arte, osi camo las observaciones de otros ted- ticos especialistas de los media. Este moscico es uno coracteristica de su profunda conviccién de que nuestros mds novedosos e importanies des- cubrimientos se realizardn en medida creciente en el ambito de los estudios inierdisciplinarios, La sintesis que Derrick de Kerckhove olcanzo en esto obra aun excede la sinergia de sus origenes. Su originalidad no tiene porangén Christopher Dewdney TECNOPSICOLOGIA LOS EFECTOS DE LAS TECNOLOGfAS ELECTRONICAS La primera vez que vi una maquina de telefax fue a comienzos de 1972, en el Centro de Cultura y Tecnologie de la Universidad de Toronto, en- tonces dirigido por Marshall McLuhan. McLuhan queria que yo viese el nuevo artilugio y que estuviera disponible para traducir. Estaba esperan- do un mensaje del ministro de cultura francés, el célebre novelista André Malraux, y, por supuesto, tenia previsto enviarle un mensaje de vuelta en francés. Creo que la idea era probar el sistema a una distancia transo- tlantica. El propio Malraux no era el remitente, sino uno de sus ayudan- tes quien envid saludos de su parte, y nosotros se los devolvimos. Re- cuerdo que no quedé decepcionado porque Malraux mismo no habia entrado en accién, porque quedé totalmente fascinado con aquel extraor- dinario artefacto. Parecia como si besara el teléfono y susurrara un men- saje a su oido. ATURDIMIENTO TECNOLOGICO La misma maquina fue utilizada unos aftos més tarde por Salvador Dall Envid un dibujo desde Nueva York disculpéndose por no poder asistir a un congreso sobre Conciencia Céltica a! que fue invitado como uno de los conferenciantes principales. Viendo el fax de Dal y reflexionando sobre la firma del famoso pintor, envidié a aquellos lo suficientemente afortunados como para poder permitirse semejante tecnologia. Para mi sorpreso, pa- saron algunos afios sin que nadie hablara de los telefax, ni siquiera en el entorno de McLuhan. El aparato mas parecido a una maquina de fax que 50 La piel de lo culture vi en diez afos fue un vigjo teletipo de Texas Instrument, que un amigo me presté durante unos dias en 1982. Pero si en 1985 no tenias una méquino de fax o acceso a un fox, es que obviemente hobias perdido todo contacto con lo realidad. 2Qué habio ocurrido? 2Por qué habia pasado tanto tiempo hasta que la gente se diero cuenta de que simplemente no podia vivir sin telefax? Una demora similar se produjo con los contestadores telefonicos autométicos que fueron pues- tos ala vento e incluso agresivamente promocionados a mediados de los aiios sesenta. Lo misino ha ocurride con nada menos que une tecnologia como la televisidn que, después de que fuera usada esporadicamente ya en 1928, fue desempolvada después de lo Segunda Guerra Mundial. Un retraso similar se esté produciendo con los videoconferencias, ave oco- sionardn accidentalmente una explosién en el mercado tal como lo hizo la maquina de fax.’ Por supuesto, siempre hay una explicacién de fondo para todo. Lo que ocurrié con el aturdimiento tecnolégico del telefax es que, 0 comienzos de los afios setenta, los sistemas telefonicos internacionales no estaban pre- poredos para asumir una nueva corga. Mientras tanto, los japoneses, par- ticularmente interesados en encontrar un medio para comunicarse en su sistema de escritura, ton dificil de manejar, se habian puesto a la cabeza en Io investigaci6n y el desarrollo del telefax. Presionaron a! mercado e hi- cieron coer drasticamente los precios. Pero eso es sdlo la mitad de la hi toria. Lo ofa mitad es que la mejor y mas util tecnologia del mundo no puede imponerse por si misma a un publico que no esté preparado. Y la rozén es que no habria sitio paro ella en nuestra psicologio colectiva. Por lo menos, no inmediatamenie. TECNO-FETICHISMO Por otro lado, cuando las tecnologias de consumo finalmente se introdu- cen en nuestras vidas, pueden generar una especie de felichisrno obsesi- yo en sus usuarios, algo que Meluhan llamé una vez la narcosis de Nar- ciso. En verdad, parecemas deseor que nuestras maquinos personales, ya SeGn un automévil o un ordenador, estén dotadas de poderes que vayon mas allé del uso que nosotros hacemos de ellas. Aunque muy pocos de Tecnopsicologia 31 nosotros pudiera considerar seriamente competir en carreras de rally, queremos que nuestro Toyota sea capaz de circular al doble del limite de velocidad fijado en las autopistas. El fotégrafo aficionado no se plantea- ria llevarse todos los comestibles de Ia tienda a casa, pero cargaria de buen grado con todo el equipo, incluso durante una escalada a una mon- tafia, antes que ser sorprendido sin el Ultimo producto de Nikon o Minol- ta. Desde el momento en que acceden a los ordenadores, nuestros nifios desarrollan una especie de adiccién a la velocidad que les hace aullar y patalear si sus programas fovoritos tardan mds de un nanosegundo en cargarse. Donde otras observadores de los fenémenos culturales habrian apela- do a las fuerzas de la mercadotecnia, McLuhan vio en este fendémeno un patrén puramente psicolégico de identificacién narcisista con el poder de nuestros juguetes. Considero esto como una prueba de que estamos real- mente convirtigndonos en cyborgs, y que, asi como cada tecnologia ex- tiende una de nuestras facultades y trasciende nuestras limitaciones fisicas, tendemos a adquirir las mejores extensiones de nuestro propio cuerpo. Cuando compramos nuestro equipo de video domestico, queremos que tenga las mejores funciones de edicién posibles, no porque vayomos a usarlas jamds, sino porque nos sentiriamos minusvdlidos e inadecuados sin ellas Probablemente se trata de un enfoque saludable que no revela ningu- na patologia. Ciertamente, sugiere que somos perfectamente capaces de integrar dispositivos en nuestra propia identidad, y seguramente dentro de nuestros propios cuerpos. Semejante habilidad prepara el terreno para el desarrollo de nuestra psicologia, una psicologia mejor equipada para tra- tor con el mundo que se avecina. En el momento actual, reaccionamos demasiado lenta y prudentemente. Algunos de nosotros vamos a entrar en el siglo x con Ja estructura psicolégica de los campesinos del siglo xix. Nuestros sistemas politicos y educativos siguen muy retrasados respecto de nuestra tecnologia y nuestros mercados, estos ltimos concebidos de acuer- do con criterios que son efectivos para gestionar empresas comerciales, pero escasamente eficaces para tratar con los problemas y valores de un mundo en transformacion. Lo piel de la culture TECNOPSICOLOGIA Es un topico decir que no perdemos lo que no conocemos, y también ese otro que afirma que la publicidad crea necesidades que no estaban ahi anteriormente. Tales banalidades estan basadas en el presupuesto incues- fionado de que todos los seres humanos fueron creados no solamente iguales, sino todos al mismo tiempo y sin posibilidades en evolucién. Nada podria contradecir més los hechos de la vida. Hemos sido constan- temente construidos y reconstruidos a partir de nuestras propias invencio- nes. El mito de la universalidad fundamental de la humanidad es sélo un producto del sabio ejercicio intelectual de un filésofo del siglo xvii. Nuestra realidad psicolégica no es una entidad natural. Depende par- cialmente del modo en que nos afecta nuestro entorno, incluidas nuestras propias extensiones tecnolégicas. Una forma de ver la psicologia, enten- dida como heche vital y como ciencia, es proponer que su objetivo es ofre- cer uno interpretacién comprensiva y actualizada de nuestras vidas en la medida en que estén siendo afectadas por nuestro sustrato cultural siem- pre en mutacién. Por consiguiente, entre sus muchas funciones regulado- ras, la de la psicologia seria interpretar e integrar los efectos de la tecno- logia sobre nosotros. Uno de los papeles de nuestra psicologia personal es crear una ilusin de continuidad cuando hay rupturas culturales y psi- colégicas y, asi, amortiguar los efectos de lo realimentacion tecnolégica en nuestro sistema nervioso. Si careciéramos de algun tipo de entorno personal estabilizador, estariamos en un permanente esiado de shock res- pecto del trauma cultural que supone enfrentarse a las nuevas tecnolo- gias. Seriamos como Chancy Gardiner, el personoje principal de la nove- la Being there, de Jerzy Kosinski. Después de vivir toda su vida adulta fren- te a la television, Chancy sale a la calle por primera vez y descubre con absoluto desaliento cémo, por alguna razén desconocida, su mando a distancia ya no funciona. La tecno-psicologia es el estudio de los estados psicoldgicos de las per- sonas sometidas a la influencia de las innovaciones tecnolégicas. La tec- no-psicologia podria abarcar todo aquello que tienen de relevante las ex- tensiones tecnolégicas de nuestras facultades fisicas. La tecno-psicologio podria proponerse como un érea especifica de los investigadores de fa cultura mientras que la psicologia quedaria como el campo de las activi- dades de las psicotecnologias. Tecnopsicologia 33 PSICOTECNOLOGIAS He acufado el término psicotecnologia, basado en el modelo de la bio- tecnologia, para definir cualquier tecnologia que imita, extiende o amplia los poderes de nuestras mentes. Por ejemplo, mientras la television es ge- neralmente percibida como un conducto de material audiovisual en una sola direccién, podria resultar util a los psicotecndlogos considerarla como una extension de nuestros ojos y nuestros oidos que alcanza los lugares donde las imagenes se originan. Cuando la television se entiende desde eso perspectiva, importa poco si el programa esté grabado o si es en di- recto. Ciertamente, el teléfono, {a radio, la televisién, los ordenadores y otros media se combinan para crear entornos que, en conjunto, estable- cen estados intermedios de procesamiento de informacién. Esie es el campo de las psicotecnologias. Vista asi, la television se transforma en nuestra imaginacién colectiva proyectada fuera de nuestros cuerpos, que se galvaniza en una teledemocracia electrénica y consensual. La television es, como Bill Moyers la calificé, una mente publica.” Este terreno publico se vuelve més explicito durante una videoconfe- rencia, Con las videoconterencias y los videoteléfonos, la television apro- vecha la flexibilidad y la instantaneidad conseguida por el teléfono. Sin dude tales tecnologias no sélo extienden las propiedades de emisién y re- cepcién de la conciencia, sino que también penetran y modifican la con- ciencia de sus usuarios. La realidad virtual se halla ain mas cerca de este efecto. Incorpora el tacto a los sentidos de la vista y el oida, y esta mas préxima a inyectorse en el sistema nervioso humano de lo que ninguna otra tecnologia ha estado nunca. Mediante la realidad virtual y la robdti- ca de telepresencia nosotros proyectamos literalmente nuestra conciencia fuera de nuestros cuerpos y podemos contemplarla objetivamente. Es la primera vez que los seres humanos han sido capaces de hocer tal cosa. Con la televisién y los ordenadores hemos desplazado el procesa- miento de informacién desde el interior de nuestros cerebros hacia pro- yecciones que se encuentran frente a nuestros ojos, en lugar de detrds de ellos. Las video tecnologias se relacionan no sdlo con nuestro cerebro, sino con todo nuestro sistema nervioso y nuestros sentidos, creando las condiciones para una nueva psicologia. Todavia tenemos que establecer os términos de la relacién con nuestras proyecciones. Eso ayudaria a comprender que la television no entra en competencia con los libros, sino $4 La piel de lo cultura que sugiere algo enteramente diferente. Propone una imaginacién colec- tiva como algo que de hecho podemos consumir, aunque no podamos to- davia participar en ello. Esa caracteristica esencial, la interaccién, una ca- pacidad que garentize nuestra autonomia individual en el interior de una poderosa cortiente de colectivizacién psicotecnolégica, esd siendo pro- ducida por los ordenadores e incluso en mayor medida por las redes de ordenadores. TELEVISION LA IMAGINACION COLECTIVA EL CONTEXTO DE LOS NUEVOS MEDIA Steven Kline es el director del Medio Analysis Lob en la Universidad Simon Frazier de Vancouver. El y su hermano Rob han inventado un sofisticado sistema para analizor las reacciones psicolégicas de las personas o cual- quier cosa que se les muestre, a todo lo que estén mirando, especialmente Ic television. El trabajo de Kline sobre el impacto de los anuncios y pro- gramas de television es bien conocido. Recientemente, Stephen y su her- mano me propusieron a ser uno de sus conejillos de indios. Me conecta- ron a un ordenador mediante varios dispositivos colocados en mi piel Conectoron uno a mi dedo medio izquierdo para medir la conductividad cuténea, otro a mi frente —presumiblemente para examinar mi actividad cerebrok, un tercero me fue puesto en mi mudeca izquierda para tomar mi pulso, y el dltime sobre el area de mi coraz6n, para controlar ja circu- acién. Otre dispositive, un rudo joystick, fue colocado en mi mano iz- quierda. Presiondndolo hacia delante y hacia detras, podria indicar si me usiba 0 me desogradabe la que estaba viendo. Entonces Rob y Stephen abandonaron el laborotorio y comenz6 ei espectéculo. Vi un Hpico mend de imagenes a ritmo répido: sexo, publicidad, noti- debates, sentimentalismo y tedio. Los cortes pareclan durar unos nee segundos coda uno. Para los esténdares aormales de la television, sa velocidad no parecia excesiva, pese a que en mi papel de critico ins- *ntivo, encontraba muy dificil mantener el riimo con el joystick. Al final del erimento de veinte minutos, me sentia absolutamente frustrado por no aber podide expresor mucho mds que algunas débiles aprobaciones y probaciones. En muchas escenas, no habja tenido tiempo suficiente para expresor nado en absoluto. 36 —— Cuando Rob y Stephen regresaron para rebobinar lo cinta y revisor los gréficos en el ordenador, les comenté mi sensacién de impotencia. Enton- ces ellos se rieron y me invitaron a mirar la pantalla mientras volvian @ po- ner lo cinta sincronizando los datos. Para mi absolute asombro, vi que coda escena, cada golpe, cada cambio de imagen habian sido grabados por un sensor u otro, y habion sido introducidos en el ordenador. Podia ver los densos perfiles de los gréficos que se correspondian con mi con- ductividad cuténea, mi pulso, los latidos de mi corazén y con cualquier misieriose reaccién que mi frente habia estado registrando. Estabe até- nito, Mientras me esforzada en expresar una opinién, todo mi cuerpo habia estado escuchando y observando, y habia reaccionado instanié- neamente LA TELEVISION HABLA AL CUERPO, NO A LA MENTE De aquella experiencia extraje dos conclusiones. La primera es que la te- levision se comunica sobre todo con el cuerpa, no con la mente. Esto es elgo que habia sospechado duronte vorios atios. La segunda conclusién es que sila pontalla de video produce un impecio tan directo sobre mi sis- emo nervioso y sobre mis emociones, y tan escaso efecto sobre mi mente, lo mayor parte del procesamiento de informacién estaba de hecho repre- sentado por la pantalla. Estas son hipdtesis qué quiero explorar en este estudio de nuestras intimas, omnipresenies y todavio poco conacidas re- laciones con nuestras pantalios: nuesiras videomentes, SIGNIFICADO - SENTIDO Woody Allen le dice a Diane Keaton, mientras viajan en un toxi en Man- hattan: «Estas muy guopa, dificilmente puedo mantener mis ojos sobre el toximetron. @Por qué es tan dificil, si no imposible, concentrarse cuando la televisién esta puesia? Porque {a television es hipnéticamente atractiva: cualquier movimiento en la pantalla atrae nuestra atencién tan automati- Televisién 37 camente como si alguien nos tocara, Nuestros ojos se ven arrastrados a la pantalla como el hierro al imén. RESPUESTA DEFENSIVA Y RESPUESTA DE ORIENTACION Podriamos entender nuestra cultura de !a televisién si comprendiéramos cémo y por qué la televisién nos fascina mds allé de nuestro control cons- ciente. Como comprobé en mi mismo con el experimento de los herma- nos Kline, mi sistema neuromuscular sigue constantemente a las imagenes de video, incluso aunque mi mente divague en ese momento. Esto es invo- untario en virtud de nuestro antiquisimo programa biolégico: los sistemas nerviosos auténomos de los mamiferos superiores estan adiestrados para responder a cualquier cambio perceptible en el entorno que podria ser re- levante para la supervivencia. Estamos condicionades a responder invo- luntariamente a cualquier tipo de estimulacién, interna © externa, con lo que en psicologia fisiolégica se llama respuesta de orientacién (OR). Esta ofraeré nuestra atencién hacia el estimulo, o provocaré nuestra respuesta defensiva, lo cual nos obligaré retroceder frente a él. Ahora bien, alguien se podria preguntar: gen que sentido |a television es relevante para nuestro supervivencia? En términos de contenido, no mucho. Pero la accién principal de la television, como McLuhan nunco se ha cansado de repetir, no se produce por los contenidos, sino por el pro- pio medio, con la luz parpadeante del escdner de haces electrénicos. Los cambios y cortes en los programas provocan continuas «OR», atrayendo lo atencién sin satisfacer necesariamente a ésta. En la vida cotidiana nos acomodamos a los estimulos a medida que los percibimos: los reconoce- mos inmediatamente 0 desarrollamos répidamente una estrategia para srotar con ellos. Se llama clausura la respuesta completa ante un estimu- fo. Por lo tanto, en la vida cotidiana, la mayor parte de los estimulos des- piertan una respuesta orientativa, requieren una clausure y la reciben. Sin embargo, con la televisién, nunca finaliza el estimulo inicial: la television provoca rapidas sucesiones de respuestas orientativas sin dar tiempo sufi- ciente para la clausura 58 La piel de lo cultura EL «COLAPSO DEL INTERVALO» ENTRE ESTIMULO Y RESPUESTA En una conferencia sobre las respuestas cognitivas a |a television, la ted- rica de los media Hertha Sturm hizo una importante observacién. Cuando vemos la televisién, se nos niega el tiempo suficiente para integrar la in- formacién en una base plenamente consciente. Las presentaciones en constante movimiento afectan a la verbalizacién. Entre éstas hay cambios de dngulo de visién sin posible interpretacién, giros impre- decibles de la imagen al texto y del texto a la imagen. Al enfrentarse a estas Presentaciones en continuo cambio y a la accién acelerada, el espectedor es literalmente conducido de una imagen a otra. Esto exige una adaptacién cons- tantemente nueva e inesperada a la estimulacién perceptiva. Como resultado, e! espectador no es capaz de seguir el ritmo y deja de catalogar internamen- te. Cuando esto sucede, el individuo actéa y reacciona con una elevada excito- cién psicolégica cuyo efecto es una reduccién de lo comprensién. El espectador se convierte, por asi decirlo, en una victima de una fuerza externa, victima de lo secuenciacién audiovisual répida.! Aprovechando este tema, Edward Renouf Slopek, investigador sobre co- municaciones de la Universidad McGill y asociado al Programa McLuhan, ‘acuié la expresién calapsar el intervalo para indicar que la televisién eli- mina el efecto mediador -el intervalo entre el estimulo y la respuesta—, y el tiempo para procesar la informacién en nuestra mente consciente.? La sugerencia es que la television nos deja muy poco tiempo, si es que nos dejo alguno, para reflexionar en lo que estamos viendo. GOLPES-POR-MINUTO (JPM’S) Y EL MEDIO SEGUNDO PERDIDO Las respuestas orientativas provocadas por la television son muy diferentes de las que suscita el cine. La luz de las videopantallas no nos llega desde detrés de nuestros ojos, sino direciamente a trovés de la pantalla, retén- Televisién 39 donos ¢ responder, come el foco de un interrogatorio de la policia en una pelicula. Hertha Sturm afirma que lo mente necesita ol menos medio se- gundo para proporcionar una clausura adecueda o un estimulo comple- jo, y sostiene que la televisién niega este tiempo al espectador. Es lo que ella califica de sindrome de! medio segundo perdido. La verdad es que a mime llevé varios segundos tratar, aunque de forma inadecuada, con el material recopilado por Stephen Kline. Sturm probablemenie esté en lo Gerto al dor a entender que la programacién de television esté delibera- damente orientada a impedir las respuestas verbalizadas, para convertir- nos en victimas {éciles de los mensajes publicitarios. Recientemente, el critico de Toronto Morris Wolfe acué el concepto de pes por minuto,” para describir como nos afectan los programas de te- evision.? La nocién que queda detrds de los golpes por minuto es que es preciso un numero critico de cortes para evitar que el espectodor se que- de dormido o combie de canal. La television debe hacer zapping a la av- diencio antes de que ésta le haga zapping a ella. Los golpes por minuto que mantienen fija la atencién de! espectador también impedirian la clav- sura cognoscitiva. SUB-MUSCULARIZACION Y SIGNIFICADO-SENTIDO Aunque muchas personas moralicen, esto Ultimo no es necesariamente algo melo. Un efecto producido por el colapso del intervalo es que para dar sentido a las répidos imégenes debemos de alguna forma emular la accida con nuestros cuerpos. De igual forma que los nifios enfrentados a un nuevo concepto a menudo encuentran util realizor una pequeric oc- svacién, nosotros seguimos la occién en |a television con nuestros cuerpos = incluso imitamos las expresiones curiosas para interpretarlas mejor. Esto ‘0. que llamo el efeclo de sub-musculorizacién, andlogo a la estrategia de sub-vocolizacién que adopton los lectores lentos. Sub-muscularizacién la interpretacién del movimiento y de la accién mediante una especie mimesis sensomotora que involucra a todo el cuerpo. Sugiero que in- pretamos gestos, postures y expresiones de la televisién con un tipo de 's per mirute, (Neel T) 40 La piel de lo culture respuesta sub-muscular, expresada en factores de tono muscular y de es- irés.* Asi, el «sentido de la televisién» no es e! mismo que el «sentido de los libros». Es mas cercono a lo que el psicdlogo y fildsofo norteamerica- no Eugene T. Gendlin denomina significado-sentido. Gendlin define el significado-sentido como el equivalente de cientos de miles de operaciones cognitivas, realizadas en una fraccién de segun- do por el cuerpo, en respuesta a un estimulo.* Podria decirse que el signi- ficado-sentido es un producto de la sub-muscutarizacién. Asi, cuando ex- perimentamos sucesos de nuestro entorno inmediato, guardamos sus efectos relevantes de varias formas dentro de nuestro sistema neuromus- cular. Eso es precisamente lo que Hans Selye llamaba estrés. El psicdlogo clinico afincado en Montreal desarrollé la teoria del Sindrome General Adaptative (GAS) para dar cuenta del modo como absorbemos {as pre- siones de la vida diaria y como nuestros cverpos nos ayudan a adminis- trar el estrés clasificando y guardando |a energia de éste. Aunque sepamos que detenemos la respiracién cuando estamos an- siosos, © que nos ruborizamos al sentir vergienza, no estamos general- mente advertidos de los sucesos fisicos que suceden dentro de nuestros cuerpos cuando nos enfrentamos a las personas y a las situaciones. El significado-sentido es escasamente consciente. Pero, en el fondo, regu- la y condiciona nuestra respuesta global a los asuntos cotidianos. El sig- nificado-sentido precede a la ldgica y puede ser mas comprensivo que el pensamiento. De este modo, los efectos mas profundos de la televi- sién podrian estar produciéndose al nivel del significado-sentido, ofre- ciendo pocas oportunidades de respuesta. La televisién suscita respuestas orientafivas que se entretejen en la fabrica de nuestro sistema neuro- muscular. * Lo necesidad de este tipo de muestras puede observarse en el comportamiento de las personas al hablar por teléfono. Generalmente acompafamos nuesiras frases con mu- chos de los gestos y movimientos que utilizamos en nuestras conversaciones cara a cara. Quizds esto ocurre porque tales manifestaciones fisicas nos ayudan o dar sentido a lo que estamos diciendo Televisién At «EL GRAZING Y EL ZAPPING SON FORMAS DE ATENDER A TODO» Con este comentario, el critico social Michael Ignatieff condend la televi- sién. Probablemente refleja !a opinién de muchos canadienses cuando afirma que la televisién nos esté convirtiendo en una sociedad lista pero estrecha. Es facil echarle la culpa a la televisién. A menudo, sin basarse més que en una corazonada, la genie atribuye a la television la instiga- cidn de los fantasmas sociales; todo: desde la violacién y el asesinato hasta la cinica apatia. Recientemente, se dio el caso de que un grupo de compro- metidos ciudadanos de Vancouver temia tanto los peligros de la televisién que encargaron una serie de anuncios de televisién para disuadir a la gen- te de verla. («Mirar esto es perjudicial para usted: deje de hacerlo ahora mismo.») Hay argumentos sobre la programacién, la ética, la estética y las inva- siones en la intimidad. Pero solamente un pequefio grupo de critics, como Jerry Mander, George Gerbner, Joshua Meyrowitz, Neil Postman, y sin duda McLuhan, han comenzado a entender més profundamente este medio. La television reta a nuestro equipamierto mental, dominante y al- fabético, y lo sustituye por nuestra propia oralidad colectiva, tactil. Esta violando la autonomia sacrosanta que hemos adquirido con la lectura y la escritura. TU NO MIRAS LA TELEVISION, ELLA TE MIRA A TI No hay muche de «inocente» en la forma de usar nuestros ojos. El si- guiente comentario pertenece a Jean-Marie Pradier, profesor de arte dra- matico de la Universidad de Paris y fundador de la Asociacién Internacié- nal OHPB (Organized Human Performing Behaviours): La vida social, la sexualidad y la agresién estén gobernadas principalmen- te por componentes visuales. Quizé por esta razén la accién de mirar jijamente esté controlada por cédigos precisos y reglas de juego. Este es también el mo- tivo de que la mayoria de las culturas humanas hayan creado objetos de libre 1_cultura contemplacién (cuadros, esculturas, fotogratias, peliculas) e individuos de li- bre contemplacién (deportistas, bailarines, actores y actrices; pero también prostitutas, sacerdotes y personajes pUblicos) junto con espacios y aconteci- mientos publicos (teatro, carnaval, distritos urbanos animados) donde es po- sible actuar como un voyeur. 2Es la televisién un Grea de libre contemplacién? Me di cuenta de la im- portancia de esta pregunta gracias a una inteligente instalacién de video arte de Mit Mitropoules, un artista de comunicacién griego procedente del MIT. En la obra Cara a cora dos participantes se sientan espalda contra espalda y conversan con la imagen del otro en tiempo real, gracias o un Circuito cerrado de television. Lo experiencia, aparentemente simple, re- sult inolvidable cuando participé en ella. Conociera 0 no de antemano a mi compaiiero de conversacién, re senti como si no existieran las ba- freras que usualmente se interponen cuando se mira fijamente o alguien. Uno podria incluso meterse el dedo en la nariz, en el dmbito de esta nue- va intimidad electrénica. Ciertamente, pude medir por primera vez la magnitud del terror que nos infunden los rostros en el contacto directo, pero lo que més me chocé fue que durante los Ultimos treinta afios ~sin darnos cuenta de ello-, habiamos estado viendo nuestras personalidades de la television sin un rastro de timidez. El voyeurismo televisivo es la «mi- rada sin censura». Quizé {a television proporciona un drea de libre con- templacion O asi parece. El profundo grado de participacién requerido para mi- rar, y el hecho de que la mayoria de nuestras respuestas sean involunta- rias, son pruebas del cambio en la relacién de poder entre el consumidor y el productor. Cuando leemos, examinamos !os libros; nosotros tenemos el control. Pero cuando vemos la televisién, es el escdner de la televisin el que nos «lee» a nosotros. Nuestras retinas son el objeto al que se dirige la emisién electrénica. Cuando esa exploracién encuentra la mirada, y se produce el contacto ocular entre el hombre y la maquina, la mirada de la maquina es mds poderosa que la nuestra. Frente al aparato de television nuestras defensas estén vencidas; somos vulnerables y susceptibles a lo seduccién multisensorial. Por lo tanto, el significado real de Prime Time (hora de maxima audiencio potencial) podria ser el de hora de imprima- cién,* esto es, la mejor hora para imprimir en la mente del telespectador. * Juego de palabras: Priming time. (N. del T.) Television 43 Como sugirid Tony Schwartz, critico de televisién y ejecutivo de publicidad de Nuevo York, «la television no es uno ventana al mundo, es una venta- na al consumidor.»® VER/RECORRER CON LA VISTA Ferber Krugman llené los titulares de prensa a comienzos de los aiios se- tento con su hipétesis de que la televisidn se dirigia al hemisferio derecho el cerebro mientras los libros se localizaban en el izquierdo, la parte mas racional de nuestra materia gris. Sugirid que la television envia a dormir 2! hemisferio izquierdo. Esto puede ser cierto, pero ninguna investigacién ‘eo he demostrado convincentemente. De hecho, no hay necesidad de in- wocar aqui el controvertido tema de la localizacién cerebral de funciones. Le simple explicacién de que la television le habla al cuerpo mds que a la mente dice mucho mds sobre la anulacién de nuestras facultades criticas por parte de la televisin. Sin embargo, Krugman hizo después una sugerencia mucho més inte- resante que nadie capté. Propuso que los nifos criados frente al televisor so verian las cosas igual que los otros chicos. En vez de utilizar sus ojos secuencialmente, como si hubiesen sido educados por la imprenta, Krugman segirid que darian vistazos répidos. Ls television ensefia al nifio pequefio o aprender a aprender de una manera especial, en cierla medida antes de que pueda hablar, y en muchas familias Ge bajo nivel socioecondmico o en comunidades semianalfabetas, antes de que haya visto siquiera un libro. En consecuencia el nifo aprende a aprender mediante rdpidas miradas. Mas tarde, si el chico se halla en una sociedad donde se necesita leer, confronta el nuevo medio de aprender a aprender con 2! habito que él adquirié antes en la television. Intenta comprender la letra im- presa por medio de miradas répidas. Esto no funciona. Aprender a leer es di- *<), duro, y este descubrimiento se convierte en una sorpresa, una sorpresa =tolerable en muchos casos.” 5 << hipotesis es cierta, entonces nuestras estrategias de procesamiento =e informacién han variado radicalmente con la llegada de la television. “a La piel de lo cultura Cuando se observa leer a algunos nifos pequefios, parece que no examinan el texto con el tipo de movimientos discontinuos del ojo carac- teristicos del lector entrenado, sino que lanzan sus ojos sobre la pdgina como si estuvieran transfiriendo su estrategia visual de la pantalla al tex- to. Parecen dar vistazos a las cosas, mirandolas varias veces como si es- tuvieran formando un cuadro para darle un sentido a la pagina. Esto podria tener un importante impacto cognoscitivo: en lugar de explorar el texto para crear y almacenar imagenes, los nifios que miran la television deben generalizar ropidamente a partir de fragmentos inconexos, y reconstruir el objeto de su visidn. Esto constituye algo muy distinto a clasificar objetos y entrelazarlos en oraciones coherentes El texto requiere reglas y convenciones para evitar la ambigtiedad. No en vano necesitamos entrenamiento para aprender a leer, y educacién su- perior para interpretar completamente un texto. Nadie necesita instrucci6n pora ver la televisién. Con la televisién estamos reconstruyendo constan- temente imagenes que sdlo se encuentran fragmentariamente en la pan- talla o en nvesira mente. Se trata de un proceso dindmico sostenido por ciertos componentes de nuestro sistema nervioso. La televisién fragmenta la informacién en segmentos minimos y a menudo desconectados, apre- tujéndolos todo lo posible en el menor tiempo posible. Nosotros completa- mos el cuadro, haciendo generalizaciones instanténeas a partir de unos po- cos indicios. Al mismo tiempo, los programadores y editores han aprendido «a sacar partido a nuestra preparacién para llenar los huecos. Esto no im- plica que estemos dando un sentido; simplemente estamos componiendo imagenes. Dar un sentido es algo completamente diferente, que no pare- ce esencial para ver la televisién. EDICION/MODULACION Lo television, siguiendo los pasos del cinematégrafo, adapts la edicién de este Ultimo como norma. Pero desde el momento en que su medio es el pulso electromagnético, la television se encuentra mds cerca de la musica que de la fotografia. Como dispositivo completamente electrénico, al igual que el teléfono 0 la radio, la television es un modulador. Para editar un fragmento de pelicula o una imagen, tenemos que coriarla y unirla a Televisién — 45 otros cortes. En nuestra mente formamos las imdgenes de un orgumento, ajusténdolas para que encajen con el texto. La edicién de una pelicula constituye un proceso similar, excepto porque se realiza fuera de nuestra mente. Cuando vemos una pelicula, es nuestra propia mente, por asi de- cirlo, la que esté siendo editada en el acto. Can la television, con su rapida manipulacién de nuestras respuestas neurofisiolégicas, nuestro sistema de significado-sentido va mucho més allé de la edicién cuadro a cuadro. Es tan rapido, tan continuo y tan po- deroso que se trata de algo mas que una modulacién magnética de nues- tra sensibilidad. La televisién modula nuestras emociones y nuestra imagi- nacién de un modo comparable al poder de la musica. Es por eso que el video de rock representa una creacién idénea para la television Se trata de otro aspecto de la dimension misteriosamente tdctii que Meluhan atribuyé a la television. Cuando sugitié en libros posteriores que el medio es e! masaje, bromeando sobre su célebre aforismo, lo que queria decir es que la television nos toca y acaricia su significado por debajo de nuestra piel. Lo televisién prefiere la repeticién al andlisis, y los mitos a los hechos. Graba sus iconos en nuestra psique de igual manera que en las paredes de nuestras ciudades. La homogeneizacién se extiende como un incendio mediante la televisidn, y nadie quiere ser sorprendido fuera de onda. Cual- quier centro comercial se continéa en la televisién. Los colores, formas y sonidos televisivos son la expresién de nuestra sensibilidad colectiva.® Pero la reglamentacién de nuestra sensibilidad por parte de la television adquie- re también otras formas, como en el caso de las risas o los aplausos en- latados, 0 un nivel mas sutil, la votacién electronica, La mayor parte de lo que aparece en los boletines de noticias y documentales esta predige- rido y se presenta en un formato estereotipado para un consumo rdapi do, como comida répida, 2No ha creado la television una cultura de ma- sas, eliminando los comportamientos de la reflexién privada y la autono- mia? El éxito del Trivial Pursuit parece indicar que la mayoria de nosotros comparte aproximadamente el mismo tipo de trivialidades. En todo esto la television bien podria estar pensando por nosotros, o al menos en la parte de nuesiro pensamiento que requiere que seamos répidos y comprensi- vos. Aunque no siempre llegue antes que nuestros propios pensamientos, lo television podria ser la puerta de entrada para la participacién indivi- dual en una reflexién colectiva en marcha. Puede haber representado también la puerta de las mujeres hacia la vida publica. “ Le piel de lo culture PANTALLAS DE TELEVISION Quizds el efecto psicolégico menos conocido de la televisin es que ha ex- ternalizado tanto el contexto como el programa del procesamiento personal de informacién. En el bagaie psicoldgico creado por el alfabetismo, nuestro programa es el alfabeto, Se encuenta de alguna manera en nuestro interior, habiendo afectado casi permanentemente a la organizacién de nuestro sis- tema visual. Por otro lado, la forma, por otro lado, nuestra organizacién en perspectiva del tiempo y el espacio, se halla en el exterior. Con la television, tanto la forma como el programa se encuentran fuera. La programacién tra- baja desde fuera hacia dentro. Incluso nuestro tiempo esté programado al minuto por el horario de televisién. La forma, por supuesto, es la propia panialla de televisién. Al ser esta Ultima bi-dimensional, elimina instanta- neamente lo perspectiva. McLuhan observé que, literalmente, no puede existir un punto de vista frente al televisor Ademds del hecho de que, como en cualquier medio cinematografico o de video, la cémara proporciona el pun- to de vista Unico, también existe la imposibilidad de cambiar el dnguic de visién frente a una pequefa pantalla de dos dimensiones. Lo pantalla de te- levisién es uno forma perceptiva rigurosamente prescriptiva, porque, al mis- mo tiempo, establece las dimensiones de cualquier cosa que haya que ver, focaliza los ojos y la atencién del espectador y condiciona totalmente el modo en que la informacién se procesa y se entrega. RECOBRANDO LA AUTONOMEA Sin embargo, la televisién de difusién masiva puede haber alcanzado su madurez, si no su punto de saturacién. Realmente alcanzé su cima en los ultimos afios de la década de los sesenta y el comienzo de los setenta, coincidiendo, y no de forma accidental, con el baby boom. Durante los ul- timos afios setenta, la televisién fue adquiriendo més y més control sobre los ordeadores. Lo palabra clave aqui es conirol. Igual que una vez {uimos como arcilla para la manipulacién unilateral por parte de la television, es- tamos empezando a tener la posibilidad de contestar a nuestros televiso- res. Junto al hecho de aprender a hablarle a nuestra pantalla, gracias a la Televisién 47 explosion de ordenadores personales en los afios ochenta, hemos pasado por un programa de educacién en cuatre fases, posibilitado por una tec- nologia que nos invita o ser productores. Posar de un canal @ otra fue nuestro curso de iniciacién a la edicién. 2. La grabacién y rebobinado de las cintas de video supusieron nuestro curso intermedio en produccién 3. Las tecnologias ligeras de VHS y Super-8 (incluides las facilidedes de edicién, mejores y mas baratas) le permiten a cualquier persona expre- sarse en formato de pelicula. Una nueva literatura electrénica podria estar en camino. La camara de video podria estor convirtiéndose en un boligrofo electrénico 4. Con los teclados y ratones, hemos aprendido a enfrentarnos al proce- samiento de informacién de lo pantalla de una forma interactivo Ademés, lo adopcién rapida y universal del PC puede entenderse como la erotesta légica del individuo en una sociedad dominade por el video. El =rdenador ha permitido recuperar porciolmente el equilibrio entre el video os modos de pensar alfabéticos proporcionando une especie de libro eiectronico. Pero es precisamente en esta coyuntura cuando tenemos que valuar nuestro concepto del medio y sus funciones Los ordenadores nos permiten responder a nuesira pantalla y asi intro- el segundo elemento que conduciré a lo externalizacién de nuestra clo, Responder requiere alguna forma de interaccién. Por lo tanto omprensible que gran parte del trabajo dirigido a la construccién de ores computadoras se ha enfocade en mejorar los interfaces y dotar- un aspecto més amable para el usuario. Simulténeamente, la in- 2 se ha convertido en un lugar privilegiado de procesamiento de macién. Ahi es precisomente donde el limite entre dentro y fuera ha zodo o desdibujarse. La grave duda que asalta a los psicdlogos cog- es si cuando usamos el ordenador somos el amo o el esclavo, o un ambas cosas. Las rutinas de progromacién, éson acontecimientos Suromente externos que atafien a una méquina objetivo, o imponen un srctocolo ton riguroso de operaciones que nos estan transformando en exiensiones del progroma? La Unica respuesta posible a esa deli- pregunta es reconacer que los ordenadores han creado un nuevo © de cognicién intermedia, un puente de interaccién continua, un =2="20 calloso entre el mundo exterior y nuestro propio interior. 3 EL PROGRAMA ALFABETICO LOS ORIGENES DE LA TECNOLOGiA EN EL LENGUAJE Para ellos invenié los niimeros, lo primera enire las ciencias, pero también ensefié 9 los humenos a unir las letras, memoria de todas los cosas, madre de todas fas artes. Esquilo, El mito de Promeieo a decirse que el alfabeto influye en nuestra relacién con el tiempo y pacio desde el momento en que aprendemos a leer. Por ejemplo, en secializacién visual propia de Occidente, el pasado se encuentra o la uierde. Y el futuro esté en la direccién de nuestra escritura: a la dere- cha. Para ilustrar esto, observemos los recténgulos de la figura 1 efghijklmnopgrstuvwxyz PWAPYPMADPOPONOI TWAT TAS Figuro 1 las lineas es ascendente y cudl es descendente? Si usted selec- =2re Ia linea izquierdo como la descendente, probablemente su medio 2 principal no és el alfabeto romano. Pero silo es, su propension zquierda a derecha, junto al rastreo de su campo visual derecho, s22 (2 permitird concluir que !a accién, el tiempo y la realidad misma mar- zquierda a derecha 50 to piel de lo culture LA INVENCION DEL DINERO Se dice que Prometeo, el dios dotado de cerebro izquierdo, cred el alfa- beto griego. Pero segiin Esquilo, su primera invencién fue la aritmética. Probablemente la verdad sobre este asunto sea que, durante las primeras civilizaciones, la invencién de la escritura estuvo directamente relaciona- de con [a del dinero. La historia que narramos a continuacién merece la pena contarse, porque las dos invenciones de! dinero y la escritura han ido determinando nuestra cultura desde hace dos milenios y medio. Cuando Ia investigadora americana Denise Schmandt-Besserat resol: vid el misterio de las fichas sumerias, realizé uno de los descubrimientos arqueolégicos mds interesantes de los dltimos tiempos.' Viajando de joven por los lugares donde se asentaron las antiguas civilizaciones en las cos- tas del Mediterraneo oriental, constaté la existencia, en muchos museos locales, de unas pequefas fichas de barro cocido. Estas fichas tenian el tamaiio de canicas. Algunas !levaban grabada la silueta de un buey, de un haz de trigo o de un énfora. Otras tenian inscripciones de formas geomé- fricas indescifrables. Nadie conocia la utilidad de estas antiguas reliquias de arcilla y algunos arquedlogos pensaban que se trataba de juguetes. La mejor suposicién, ofrecida por los més eminentes conservadores de museos locales, era que representaban alguna forma de dinero. Siguiendo esta pista, Denise Schmandt-Besserat comenzé a recoger y clasificar todas las fichas que pudo encontrar, observando sus diferencias y similitudes desde todas los puntos de vista, Lo primero que descubrié fue que estas fichas podian hallarse en yacimientos arqueoldgicos de todo el Préximo y Medio Oriente. Lo segundo fue que, aunque las variaciones lo- cales presentaban morcadas diferencias, el numero de formas basicas no excedia de treinta. El siguiente descubrimiento fue que las fichas se habian descubierto originalmente entre fragmentos de cerdmica rota. Al princi- pio, creyendo que las vasijas eran los recipientes que habitualmente habian contenido las fichas, Schmandi-Besserat no se preocupé de reconstruirlos. Pero pronto rectificé, cuando descubrié misteriosas marcos en aigunos de los fragmentos y después hallé un recipiente intacto junto con las fichas en un yacimiento arqueolégice. Esta vasija completa y sin marcar estaba hueca. Cuando se agitaba parecia contener piezas de arcilla. Una observacién con rayos X pronto confirmé la hipétesis de Schmandt-Besserat de que lo vasija también contenia algunos fichas. El programa olfobético ss La pregunta era: éPor qué toles fichas debfan estar ocultas a la vista Después de reexaminar las marcas de algunos fregmentos de ceramica, Schmandt-Besserat concluyé que las formas rudimentarias que aparecian en su superficie habian sido obtenidas presionando un objeto redonde en la arcilla antes de secarse. A Schmandt-Besserat ya se le habia ocurrido el ver- dadero sentido de todo esto, pero ella prefirié revisar hasta los més minimos detalles antes de extraer sus conclusiones. Todas las fichas y las piezas de cerémica que se habfan encontrado juntas en un lugar y contexto precisos fueron clasificadas, catalogadas y datadas. En el franscurso de unos pocos meses, Schmandt-Besserat habia encontrado un gran numero de bullas, como llamé a los recipientes. Lo mas importante, sin embargo, era que al- gunas de las bullas halladas mas tarde presentaban marcas que se corres- pondian exactamente con el ndmero y la forma de las fichas que contenian. La Ultima que encontré confirmaria la sospecha de Schmandt-Besserat de que no solamente estaba rastreando los origenes de ia moneda «acu- fiada», sino también los de la escritura. Junto a las ultimas bullas, Schmandt- Besserat hallé unas tablillas planas y rectangulares de arcilla que llevaban marcas similares a las encontradas en la superficie de las bullas. Esto indi- caba que si las bullas se utilizaban como dinero, entonces las piezas pla- nas de arcilla eran los primeros billetes, una especie de dinero de los picapiedra, por asi decirlo. Explorando mds profundamente la antigua historia del dinero con visitas repetidas a los pequefios museos locales, Schmandt-Besserat localizé grandes cantidades de tablillas planas con sen- cillas inscripciones geométricas 0 simbélicas. Una investigacién mds cen- trada en la cronologla condyjo a las siguientes conclusiones: 1. Al comienzo, las fichas fueron utilizadas sin sus recipientes como repre- sentacién simbdlica de arficulos y productos reconocibles, como ove- jas, trigo y dnforas de aceite y vino. Se utilizarian para garantizar la buena fe en los tratos y negocios. Para pagar por bienes servicios se entre- garian dos fichas de ovejas, junto con la promesa de compensarlas en algin momento del futuro, entregando una pareja de ovejas. 2. Mas tarde, las fichas fueron reunidas en una bulla (recipiente), quizé para simplificar el procedimiento de transacciones mayores, pero mas probablemente como medida de proteccién contra la acunacién frau- dulenta de monedas. Probablemente por esa misma época las fichas. comenzaron a presentar formas menos naturalistas y mas geométricas, porque la sociedad las habia aceptado como una préctica fiable. 52 La piel de la culturo 3. Con el tiempo, la gente se dio cuenta de que no era muy conveniente romper las bullas para saber qué habia en su interior; la solucién fue marcar la superficie de las bullas. 4, Una vez hallada la forma de saber lo que contenian las bullas sin rom- perlas, épor qué usar las bullas? Después de todo se podian realizar con la misma facilidad las inscripciones sobre un material algo menos fragil y mucho mejor transportable. He aqui la creacién de las tablillas de dinero. Hasta aqui todo parece bastante claro. Pero équé tenia esto que ver con la invencién de la escritura? Aqui es donde Denise Schmandt-Besserat nos demuestra su verdadera erudicién. Otros podrian haberse contentado con conocer la respuesta a la pregunta original. En lugar de eso, Schmandt- Besserat volvié a la mesa de dibujo y a la investigacién arqueolégica para desvelar Ia historia completa de las tablillas de dinero. No sdlo progresd notablemente en la comprensién acerca de la complejidad simbélica de las tablas, sino que también descubrié que los disefios sumerios propios al final del tercer milenio antes de Cristo se iban modificando hacia for- mos menos naturalistas y més estilizadas, como si las marcas no fueran yo representaciones literales. Ademas, las tablillas més tardias indico- ban numeros no mediante la repeticién de un simbolo, como hacian las més antiguas, sino mediante la unién del simbolo con un signo particu- lar que mostraba el valor o la cantidad. Schmandt-Besserat fue todavia més allé, hasta el punto donde finalmente pudo establecer la conexién entre el dinero y la escritura. Muchas de las formas estilizadas més sim- ples que se encontraron en las tablillas de dinero podian hallarse entre los primeros ejemplos de escritura sumeria que han sobrevivido hasta la actualidad. En conclusion, sintetizando varios miles de aiios, esto es lo que ocurrié: 1. La invencién de las tablillas establecié la férmula, el medio y el princi- pio para simbolizar objetos reales mediante marcas. 2. El uso de las tablillas revelé que podia establecerse un sistema orde- nado y fiable de comunicacién que fue aceptado por todos los partici- pantes de una misma cultura. 3. El numero de transacciones permitidas por el sistema era infinito y la va- riacién de los simbolos de bienes y servicios contenida en el sistema es- taba limitada unicamente por la imaginacién de sus disehadores. El programa alfabético = 4. Asus usuarios pronto se les debié ocurtir que si los objetos podian re- presentarse de esta manera, también podia hacerse lo mismo con el lenguaje de donde surgié el rudimentario cédigo pictografico de los sumerios. Lo que siguid esta bien documentado. Los acadios desarrollaron el siste- mo sumerio de pictogramas estilizados y lo adaptoron a su propio len- guaje. Pero en lugar de representar imagenes e ideas, los signos fueron utilizados para represeniar los sonidos de su propio lenguaje. De esta ma- nera, se creé el primer silabario, un sistema conocido como escritura cu- neiforme, que tuvo una gran importancia para el desarrollo del alfabeto fenicio y mas tarde, para los alfabetos griego y romano. Desarrollado y perfeccionado durante cinco mil aos, el alfabeto se convirtié en el concepio mas importante que ocupé la mente, el alma y el cuerpo de todas las culturas humanas, hasta el descubrimiento de la elec- tricidad. Contar y llevar las cuentas es desde entonces, lo mismo que el uso del lenguaje, una actividad cerebral espectficamente relacionada con las propiedades del hemisferio izquierdo del cerebro. No es sorprenden- te pero relevante que el dinero y la escritura hayan sido creados dentro de un mismo contexto, pues ambas invenciones son proyecciones culturales del enfoque selectivo del hemisferio izquierdo del cerebro. Todos los sis- temas de escritura, incluso aquellos que hacen un mayor uso del hemis- ferio derecho para su disefo y desciframiento, remiten en Ultimo término «a las funciones del hemisferio izquierdo. Aunque sdlo sea porque necesa- riamente remiten al propio lenguaje, que es una funcién del hemisferio izquierdo. Sin embargo, de todos los sistemas de escritura inventados has- ta el dia de hoy, ninguno ha enfatizado mas radical y exclusivamente las capacidades del hemisferio izquierdo del cerebro que el alfabeto fonético grecorromano. Usted y yo, por supuesto, hemos sido educados en él. Todo ello constituye un buen punto de partida. Porque si usted puede leer esto entonces usted mismo es un ejemplo de cémo una tecnologia como el alfabeto fonético puede afectar al cerebro. 54 Lo piel de la culture EL ALFABETO Y EL CEREBRO Durante los Uitimos diez afos, investigedores de varios paises han inten- iado determinar si e| hecho de que escribamos hacia la derecho afecta a nuestra forma de pensar.” En otras palabras, éhan tenido los alfabetos griego y romano un impacto fundamental tonio en la estruciura como en el contenido de nvestras mentes? Lo hipdiesis es que el alfabeto ha desempefado un papel determinan- te en [a prioridad de la temporalizacién y la secuenciacidn, las dos fun- ciones centrales del hemisferio izquierdo del cerebro humano. A lo largo del tiempo esto ho llevado a Io contionze, tipicamente occidental, en la racionalidad y la racionalizacién de toda experiencia, incluida la de nues- tra percepcién espacicl, Uno de los primeros y an excepcionales propuestas acerco de lo correlacién entre lo escritura y lo especializacién del cerebro fue la de Joseph E. Bogen. «Muy posiblemente, cierta asimetria onalémica sub- yace o las posibilidades de la especializacion de los hemisferios.»? Abn asi también esta claro que desarrollamos nuestro potencial en funcién de nuestro medio ambiente. Aunque los humanos de cualquier cultura, por lo que scbemos hasta chora, tienen una capacidad innato para aprender a leer y escribir, muchos permanecen en el anollabelismo y nunca adquieren lo més especifica de los funciones del hemisferio iz- quierdo. A a inversa, tombién podemas entender inmediatamente |a idea de una sociedad en lo cual el analfobeiismo del hemisferio dere- cho es le regia. Uno de los especiclizaciones del hemisferio derecho es el arte, y lo incopacided para dibujar correctamente es un sintoma de analfabetismo del hemisterio derecho. Aunque lo mayoria de nosotros seamos capaces de hacer por escrito una buena descripcién del rostro de un amigo, muy pocos podemos dibujar una representocion identi- ficable del mismo. La teoria que propuse en FI alfabeto y el cerebro, la loteralizacién de la escrituro, esta bosado en lo observacién de que cuando los griegos creo- ron su alfabeto, alrededor del siglo wil o.C, modificaron lo direccién de su escriluro combiando lo orientacién hacia lo izquierda propio del modelo fenicio, por la orientacién hacia la derecho @ la cual se ecostumbraron.* Hoce unos aitos, para overiguar si existian rasgos correlativos entre Ja es- truclura interna de las ortogrofias y su orientacién sobre lo superticie de la £1 programa alfabético ee =scritura, analicé todos los sistemas de escritura del mundo. Los resulta- Ges fueron sorprendentes. Todos los sistemas de escritura que representan sonidos se escriben ho- SZontalmente, pero todos los sistemas que representan imagenes, como les ideogramas chinos 0 los jeroglificos egipcios, se escriben en vertical. Ademés, las columnas de los sistemas basados en imagenes generalmen- % se len de derecha a izquierda: Todos los sistemas de escritura, excepto el etrusco, se escriben hacia la derecho si contienen vocales. Y todos aquellos que carecen de vocales se =scriben hacia la izquierda. Para explicar esta, tuve que estudiar el cerebro # les sistemas visuales. Mi teoria, que atafie no sélo al caso del griego, sino también ol impac- %= del alfobetismo en general, puede resumirse en tres hipdtesis basicas. Cade punto tedrico se apoya en una evidencia histérica especifica. Es lo estructura intrinseca del lenguaje la que determina |x direccién de ic escritura. Sistemas como el griego, el latin o el etiope, que se forma- ron 0 partir de sistemas cansondnticos escritos de derecha a izquierda, scabaron por cambiar la direccién de su escritura, pero sélo después de que se afiadieran las vocales al modelo original. ts eleccién de la direccién de la escritura depende de si el proceso de ‘=Cura esta basado en combinar letras por el contexto (de derecha a guierda), o en enhebrarlas en una secuencia (de izquierda a dere- ca}. Esto es asi porque el cerebro humano reconoce configuraciones = mayor velocidad en el campo visual izquierdo, mientras que detecta sscuencias més répidamente con el campo visual derecho. En la escri- se ariega, el cambio de direccién ocurrié poco después de que se Ssodiero un sistema completo de vocales a la lengua fenicia, exclusi- s2rente consonéntica. La presencia de vocales convirtié en continua i secuencia de letras, mientras que el sistema del cual fueron presta- es habia sido una fila discontinua de simbolos, a lo que se debia que vers leida en contexto y no en secuencia. I © echo de que nuestro alfabeto cambiara de direccién una vez que ha- Se meororado las vocales apoya mi hipétesis de que la estructura de nues- Se Eeque ha forzado el cerebro a enfatizar sus capacidades de procesa- sete secuencial y ordenacién temporal. 56 La piel de lo culture Puesto que el alfabetismo se adquiere durante los afos de formacién y afecta la organizacién de Io lengua, que es nuestro mas completo sistema de procesamiento de informacién, hay buenas razones para sospechar que el alfabeto también afecta la organizacién de nuestro pensamiento. La lengua es el software que guia la psicologia humana. Cualquier tec- nologia que afecte significativamente nuestro lenguaje debe también afectar nuestro comportamiento en un nivel fisico, emacional y menial. El alfabeto es como un programa de ordenador, pero més poderoso, més preciso, mds versdtil y mas comprensivo que cualquier software jamds es- crito, Un programa disefiado para hacer funcionar el mas poderoso ins- trumento que existe: el ser humano. El alfabeto encontré el camino al ce- rebro para establecer las rutinas que constituirian la base de Je estructura cerebral alfabética. Semejante invencién generé dos revoluciones com- plementarias: una en el cerebro y otra en el mundo. ESTRUCTURANDO EL CEREBRO Escribimos hacia la derecha no sélo porque es la forma en que nos lo han ensefiado, sino principalmente porque es lo que nuestro cerebro y nues- tros sistemas visuales quieren que hagamos. Pocas personas se dan cuen- ta de que nuestros dos ojos se componen de cuatro medios ojos: dos para cada lado del campo visual. Las dos mitades izquierdas las maneja el he- misferio derecho del cerebro, mientras que las dos mitades derechas las guia el hemisferio izquierdo. Lo anterior es de la mayor importancia para la direccién de las orto- grafias. La investigaci6n clinica muestra que no vemos de la misma forma hacia la izquierda que hacia la derecha. Lo que vemos hacia Ia izquierda es literalmente abarcado, es decir, percibido de una sola vez. En cambio, lo que vemos hacia la derecha se analiza fragmento a fragmento. Esto se corresponde precisamente con las diferencias en las tendencias de los dos hemisferios sefaladas mas arriba. En efecto, el trabajo de nuestros ojos se divide como el de nuestras manos. Las dos mitades izquierdas miden el mundo, y las dos derechas lo desmenuzan en sus componenies. programe alfabético 57 mitad izquierda 4 mited derecha campe visual derecha cuierdo quiasmo éptico 2:00 calloso campo visual medio derecho amipe visual medio izquierdo = hemisferio izquierdo hemisferio derecho oo Bo Figuro 2 a de escritura, es necesario reconocer la forma de los simbo- r su secuencia. Dependiendo de si es mds urgente reconocer 29 la secvencia, los sistemas de escritura se miran hacia la izquier- ho. Si se trata de una estimacién y verificacién répide de lo mportante fijarse primero en las formas. Los lectores del arabe | una rapide lectura de sus texlos en diagonal, por ejemplo, que adivinar las vocales no escritas. Para el andlisis instan- 52 Un campo entero, nuestro campo izquierde de visién trabaja més or que el derecho, Por el contrario, cuando leemos holandés mero tenemos que ver el orden de las letras una detrés de crea que el campo visual derecho lleva o cabo con mayor pre- s lo roz6n gor la que nuestro alfabeto, un sistemo lineal y nformacién codificada, se escribe hacio la derecha. La an- mi primera hipétesis. da hipdtesis es que el aprendizaje para leer y escribir textos as rutinas bésicas para 1a coordinocién enire el ojo y el cere- inas tienen su vez un efecto de reaccién en otros procesos sensoriales. Aunque los métodos actuales de investigacién ‘iran profundizar lo suficiente en el cerebro para una verifi- =o =e < rico, hay un producto esencial de lo cultura alfabética que pue- 58 (a piel de la cultura de presenfarse como un «marco» o modo de pensar. Se irata de la idea de «perspectivan, que muestra las coracteristicas principales del modo de pen- sar alfabético. De este modo, el alfabeto probablemente modificé la mo- nera en que miramos al mundo. ESTRUCTURANDO EL MUNDO En mi opinién, el efecto mds visible y quizds el mas importante de la evo- lucién alfabética fue la invencidn de la perspectiva. Lo perspectiva, el are de representar el espacio proporcionalmente én jas tres dimensiones, es uno proyeccién directa del cerebro alfabético. Se trata de uno imagen in- verlida de la organizacién de fa conciencia alfabética. En conira de fa opi- nidn popular, no hay absolutamente nado natural en la perspective, que es uno monera muy ortificiosa de representor el espacio. Eche una miro- do alrededor de usted y veré que si bien pudiera sobreponer tal vez una cuadricula perspectivista sobre su entorna, nada le obliga o hacerlo, y nada de lo que ahora esté viendo sugiere lo existencia de un punto de fuga. Puesto que escribo esto en el sur de Francia, estoy recordando que Cézanne hizo lo mismo, incluso més enérgicomente, cuando intentaba una y otra vez pintar cuadros no perspectivistas de la montafo Sainte-Vic- toire detras de Aix-en-Provence, Lo perspective es lo divisién del espacio en segmentos proporcionales Mirando las ilustraciones de cualquier tratado sobre perspectiva de Alber- tio Durero, lo que llama la atencién es en primer lugar fa densa red de kt- neos que se encuentran en cualquier estructura y rasgo. Aqui entra en jue- go una meticuloso precisién para medir exactamente las distancios de un punto a otra, como si el riguroso ordenamiento de los intervalos dentro de sus «verdaderas» proporciones fuera tan importante para el dibujante como. la deseparicién de la totalided de las lineas convergenies en un mismo punto de fuga central. Se puede interpretar, por supuesto, esto ubicuided y omnipresente medicién como lo orientacién de un pintor principiante para encontrar su propio estilo de representor la perspectivo Sin emborgo, hay otra forma de entender esta manera de representar el espacio. A) mostrar lo reduccién proporcionada de tomato y distancia en el papel, como una panordmica decreciente del punto de vista, el pin- El programa alfabético 59 tor esté introduciendo el tiempo en el espacio. El artista esté representan- do el orden sucesivo de los objetos en la realidad espacial. No obstante, no esta ensefiando lo que de hecho esta alli, sino como deberia aparecer ante el espectador. De hecho no muestra el espacio real, sino e! espacio organizado por una visién selectiva y bastante parcial. Es la infiuencia del tiempo sobre el espacio, El espacio real presentaria las distancias tal como son. Nuestro tendencia a la ordenacién temporal muestra esas distancias dentro de un orden jerérquico de aparicién 0, en este caso, de desapari- cién. @Por qué querria alguien hacer esto? No tenemos una especial necesidad de una representaci6n naturalisia © cientifica del espacio en tres dimensiones para ser capaces de orientar- nos en la vida, Muchas otras propiedades perceptivas del sistema visual, incluso la vision monocular, contribuyen a nuestra apreciacién de lo pro- fundidad de campo. Realmente no deseamos o no necesitamos ver las co- sas en perspectiva, a no ser que se requiera calcular las proporciones en el campo visual, por ejemplo, cuando conducimos un coche. En el arte, es- pecialmente en los dibujos de los nifios, no hay tampoco necesidad de perspectiva, Los nifos por si solos no se preocupan por dibujar los obje- tos en perspectiva. De hecho, la cultura occidental es la Unico que ha mos- trado algin interés en representar el mundo en perspectiva. Las civilizacio- nes china, egipcia y africana han sido indiferentes a esta técnica. Incluso nuestra propia cultura no se preocupé por ello durante la Edad Media. La gente sdlo desarrolls el gusto por lo perspectiva durante los perfodos de gron avance en la alfabetizacién, esto es, cuando aprendieron por prime- ra vez el alfabeto, durante la Edad de Oro de la antigua Grecia, y de nue- vo en la época en que fue inventada la imprenta por Johannes Guten- berg. El descubrimiento, primero del escorzo en la antigua Grecia, entre los siglos i y va. C., y luego de la perspectiva enire finales del siglo xi y el Renacimiento tardio, seria realmente el mejor ejemplo de cémo el alfa- beto reestructuré nuestra mente.® Mi sugerencia es que la creciente participacion del hemisferio izquier- do, necesaria para leer nuestra ortografia, nos conduce a una mas inten- sa colaboracién de ambos lados del cerebro para intensificar y apoyor nuestra estereovisién. Podemos apreciar inmediatamente cémo nuestra vi- sién binocular corriente pone todo en perspectiva, por asi decirlo. El ce- rebro necesita dos ojos mirando desde dos puntos de vista diferentes para calcular las proporciones del espacio entre los objetos. Para lograr la pers- pectiva, se requiere que el cerebro compute el producto final de los cam- 60 Lo piel de lo cultura pos combinados de ambos ojos. Es principalmente el hemisferio izquierdo, yno el derecho, ef que realiza este cdlculo y asi analiza el compo visual Pero el proceso completo no es unilateral sino altamente complejo. Como ya mencioné, la totalidad de nuestro campo visual esié cubierta por cuatro me- dios ojos. Esta es la base para el asi llamado quiasmo éptico. La divisin de cada ojo en dos partes es necesaria para entender el mecanismo funda- mental de visién porque, aunque cada parte del mismo ojo esté expuesta a aproximadamente la misma Grea de visién, no ven de la misma forma. La vision en perspectiva se convirtid en un privilegiado sistema de re- presentacién. A principios del Renacimiento, los ricos mecenas comen- zaron yo a pedir esia fascinante forma de presentar a realidad. Debio haber sido algo casi magico para el pUblico descubrir la perspectiva en las grandes obras de arte del Renacimiento. La fascinacién no sélo pro- venia de la novedad, sino también de la concordancia entre aquello que las gentes cultivadas veian en la pintura y lo que ocurria en el interior de sus propias mentes. Lo que estaban contemplando no era sclamente un modelo de informacién espacial y organizacién visual, sino, quizds atin mds importante para ellos, un modelo de organizacién de pensamien- to en si mismo. Un nuevo arden se estaba gestando, el orden de la pers- pectiva. DETENIENDO EL MUNDO Ver las cosas en perspectiva significa poner todas las cosas con su pro- porcién correcta en el lugar adecuado en nuestra mente. La racionolidad, del latin ratio, también implica el sentido de la proporcién. El racionalismo es el estudio de los objetos, las nociones y las relaciones no simplemente como entes aislados sino considerando su proporcién entre otras cosas que pertenecen al mismo orden. La racionalidad es parte de la psicodinémica alfabética y esté expresada, sin duda, en forma perspectivista. El gran problema con la realidad es que gran parte de ella esté siem- pre en movimiento, siempre cambiando cuando se intenta atraparla. Sin embargo, el tipo de realidad que la perspectiva estructuré era muy selec- tivo y muy fiel. A través del uso de la perspectiva la estructura cerebral alfabética introdujo las dos coordenadas dominanies del tiempo y el es- El_programa_alfabético ét pacio en lo realidad, y detuvo esia ultima. Asi como nuestra vision natural divide su torea entre ver los objetos y anolizerlos, la perspectiva como es- trotegia visual permitié a toda nuestra culture sostener al mundo en el es- pacio y analizarlo en el tiempo. Una historia contada por Michael Smart, un iopdgrafo que trabajaba pora el gobierno canadiense, serviré como ejemplo de la imporiancia que tuvo para la percepcién de Ia realidad esta excepcional administracion del tiempo y el espacio. Michael estabo trabajando en los montes de On- torio del Norie con un guia perteneciente al pueblo algonquin, definiendo las caracteristicas y anotando los nombres originales de rios, colinas, va- Iles y otros marcas del terreno. Deteniéndose en un lugar desconocido, Michael le dijo a su guio: «Nos hemos perdido!». El guio le lonz6 una mi- rada fulminante y respondié: «Nosotros no nos heros perdido, se ho per- dido el campomento.»" De golpe, Michael se dio cuenta de un aspecto muy importante que separaba su visién del mundo de la de su guia: para Michael, el espacio estaba fijo y él era un agente libre moviéndose a tra- vés de él, como un actor en el escenario, en una inmensa extensidn en la cual uno podia extraviarse. El guia, en cambio, concebio el espacio camo algo situado mds en el interior que fuera del cuerpo, un medio fivido y en constante cambio en el cual uno nunca podia perder su camino, donde el Unico punto fijo del universo consistia en él mismo, y en el cual, aunque pusiero un pie delante de oiro, de hecho jamds se movia. Existen culiuras donde caminer ne se considera atravesar el espacio, sino empujarlo por debojo de los propios pies SEGMENTANDO EL MUNDO: LOS CODIGOS MAESTROS A causo de las propiedodes secuenciales de nuestro acondicionomiento alfabético, la mente occidental ho sido entrenado para dividir la informo- * Esic historia ho tenido una gran repercusién én los circulos infelectuales de Ontorio del Sur. Yo hobio tenide el privilegio de escuchorla dos veces de! propio Michael Smad, le primero vee, en 1972, en uno de los famosos seminarios de los lunes par la noche so- bre culture y tecnologic, dirigidos aor Mctuhon; fo segunda vez, en febrero de 1991, en un tren que viajoba de Toranto « Ottawa 6 La piel de la cultura cién en pequefios fragmentos y reagruparlos en un orden de izquierda a derecha, E! alfabeto ha aportado la inspiracién basica y los modelos para los cédigos més poderosos: la estructura atémica, la cadena genética de aminodcidos, los bits de las computadoras. Todos estos cddigos tienen un poder de accién, un poder de creacién, y todos provienen del modelo bé- sico dei alfabeto. Son el programa mental y el modelo alfabético, por ejemplo, los que han dirigido nuestras mentes para adentrarnos profundamente en la mo- teria analizando pequefas entidades cada vez menores, hasta llegar al dtomo. El étomo es sdlo un concepto, no tiene entidad fisica, excepto en un estado de transicién. Pero, incluso como idea, tiene mds poder fisico que cualquier cosa concreta inventada por el hombre, La nocién de dto- mo fue ideada por Demécrito de Abdera en el siglo Va. C. Al carecer de toda prueba empirica, Demécrito llegé a la conclusién de que los ele- mentos de la materia debian ser como los fonemas indivisibles del alfa~ beto, creando asi la misma nocién que un dia de 1945 amenazé con des- truir el mundo. La base oculta de este descubrimiento no es, sin embargo, la inteligente mente poética de Demécrito, que tuvo la ocurrencia de dar con una metéfora apropiada, sino mds bien el principio divisional fuerte- mente arraigado en los recovecos de lo mente griega y mds tarde en nues- tras propias mentes: el alfabeto. El propio cédigo genético, el cédigo de la vida, es un tipo de estructu- ra alfabética elemental compuesta por cuatro aminodcidos combinados de diversos modos para formar cadenas largas. La ingenieria genética se forma con lo que se denomina DNA recombinado, un tipo de reescritura de la estructura genética original. Se crean nuevas formas de vida toman- do prestada informacién de uno célula y colocandola en otra pertene- ciente a otra especie. La informacién ast extraida de su contexto se deno- mina «RNA mensajero». Cualquier texto escrito es como un RNA mensaje- ro, una informacién bésica y sin contexto viviente. El secreto de la invencién y la innovacién es extraer informacién de un contexte y colocarla en otro. Este es el motivo por el cual el alfabeto es el Unico sistema de escritura en el mundo que, poco después de su creacién, modificé la cultura humana orientada hacia la tradicién, mirando al pasado para adoptar modelos de comportamiento, para dirigirla hacia la innovacién, proyectando siempre al futuro la esquiva solucién a las probleméticas invenciones de la huma- nidad. El programa alfabético 63 EL

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