Você está na página 1de 176
i tiene por fin informar y orien. | tar acerca de los hechos socia- i les, pollticos y culturales que estdn transformanda la fisonomta, [a estruce tura y la mentalidad del mundo contempo- réneo. El actual proceso histdrico se refleia | en estos textos, en los que el lector encon- | trard datos suficientes y también los elemen- tos de juicio que le ayuden a interpretarlo, i 7 ° e 5 | 2 vs Xe ln stuacién sociopoliion de ESE om, Anvice Gors llega mostrar cm S ce presenla sempre qc ls empress | do Tee sees libres se autenomlzsn para volverse con. al tru Gator y el intelectual cuye tien “treidora” (a onsite en denunciar el continuo peligro —y la pre: ES Sercia— dela enajenacion, v0 es capas de ater el el ; Soe cues oo MCS ENAUENACION no et sto en lo. que respee te smo. uo se ha realizado todavia, como en lo que se reiere a Ios Estados Unit dos, que presentan un hombre en reso de Jos Maparatos economicor” de Ia pabliiad 9 del pro. pio trabajo “inhoreno”. (Portada de Garcia Narezo) MEXICO-RUENOS AIRES = GORZ Tricine rh ee coos | 2 : | Vet’ Historia Y ENAJENACION FONDO DE CULTURA ECONOMICA aGxico ~ BUENOS A1ms, Primera ediclin en francés, 1859 Primera edickn ex espaol, aumentada, 1964 La edici original de ext libro fue rgistrada ‘por Walions ‘dur Sel Fassy cua eb “ia moraie de Phistoire Derechos reservados conforme a a ley © 64, Fondo de Cultura Beondiaica Avtae ln Universidad, 915 -Mésio 12, D. Tmpreeo y hecho en México fed ‘and race in Mexico I, “SE HACE LO QUE SE PUEDE” ‘Quien como vo concibe el desarrotlo de ta for. ‘macién ecowimica de la sociedad como un so historiconatural no puede Hacer al Midividuo responsable de In existencia de re Tclones de que él es socialmente criatura, stungiesubjetramente se considere my or nins Maes, EE capital 1, PrSlogo a la primers ‘alee Novreaman vx 1956 El gobierno socialista de Froncia ataca a Fgipto. ara perpetuar un régimen colonialista en Argelia. Tos trabajadores e intelectuales hingaros se rebelan tontra tn régimen policiaco y Ia patria del socialis- mo envia suejército contra ellos, con los aplausos el Partido Comunista francés ‘cabo de recorrer las obras de Marx; y la nece- Sidad qne he sentido de fundar el movimiento com: niista —o la praxis proletaria, lo mismo da— sobre algo mis que sobre pretendidas necesidades,hist6- Ficas, cobra un relieve particular a la luz de esos Acontecimientos. “He aqui, muy brevemente, de qué se trata, Una 6 Tas afirmaciones fundamentales del_marxismo, tine se eixarentia piecisamente en La ideotogta ale mana, es que e) comunismo no es un ideal, sino un jento real que suprime el estado de cosas actual. Ese movimiento. —como, por otra parte, uialquler desarrollo historico— es a veces compae yado por Marx a un proceso natural inexorable, Los individhins, es decir, cada uno de nosotros y todo el undo, no pueden ser consideradds como personale 7 eee mente responsables del proceso: desde un punto {e vista historico son, més bien, sus productos, Estas afirmaciones, cn su forma simplista propa: gada en la cetuslidad, me plantean un problema due la historia vaya inexorablemente en Clerto seme {ido, no basta para que yo gufera ir en ese sentido: ‘ungue se me demostrara que todas mis resistencias Serian vanas, que el fuluro estd insctito ya en 1a Ioplea de les hechos, la fattidad de exe Arturo no basta para susciter mi adhesion activa al proceso en curso, Porm adheritme al proceso, es necesanio due yo pueda reconocer mis propios fines en su fina: iidad objetiva, Si no fos reeonozzo, es posible que ‘pretiera “morir peleando”. Para funder mi adhesin al marxismo, trataba, em consecuencia, de demostrar lo siguiente: @ diferen- Gia de Tes demés filosofias de in historia, Marx mo fe limitG a predecir un futuro a fuerza de andlisis Iégicos para concluir: "He aqut lo que os espera, 08 guste ono’. A diferencia de las fiasotias de la Hise {oria de tipo cosmologico, teoligco o “cientfico”, Saya era tine fiosofia humanista Marx no nos ine Gitaba a ir en el sentido de In Historsa porque exe Sentido fuera fatal nos inctaba afr pordue eS0 seme tido era el muesiro, En efecto, el futuro comunista festaba fundado por laa vez en la logica de los hhechos (a saber, que el capitalismo sucumbleia por fis contradicciones. inesitables) y en la exigencl hhumana. Mas precisamente, Maix preveia. que el cltsiiane s¢ coovertiria cn une aedncida del Head bre tam radical y universal que provocarla conta 1 Wa union revolucionaria de'ia totaldad de la fe pana nega, Bt desl del capitalise 95 fa en rigot, compararse a un proceso natural: omunismo, al contrario, era precentado por Mars Gamo el reverso de un proceso naturals como a7) tnegacion de fa negacion como tna empresa, Nees ie ‘saria bajo pena de muerte, para reorganizar de ‘acuerdo con los fines propios de los hombres las fuereas inhumanas que ellos creaban. Eso era Jo que yo queria desarrollar cuando la agresién francobritanica contra Egipto y luego la in- tetvencién sovidtica en Hungria me hicieron pensar que el debate debia ampliarse. En efecto, 1a expe ici6n contra Egipto apenas se prestaba a la disc Sid, Todo el mundo estaba de acuerdo: aquello era luna imbecilidad odiosa y condenable en nombre del Socialismo, de Ia moral, del realismo politico. y del sentido de la Historia. La intervencion soviética, fen Hungria, en cambio, provocé la indecisién en. algunos de nosotros. Un marxisia me dijo: "Pén« ase usted en el lugar de Iruschov. Heredé una Situacién imposible. No podia hacer otra cosa.” Lo ue, naturalmente, era también verdad cn cl caso. e ios hGngaros: y, bien considerado, ¢valia tam: Diga en el caso de Mollet y de Eden, de Stalin y de Truman? Pero si aquelo era valedero para todo el mundo, si ada quien, sobre todo mientras se esti fen el gobierno, hace solamente lo que puede, pued solamente lo que justamente hace; si los’ indivi duos son, en su accidn social ¢ hist6riea, los prov ductos de su situacién, zen nombre de qué se les [puede condenar o criticar? He aqui la primera cues: Hign que me gustaria examinar, Si considero adecuado plantearla, no es porque Quiera fundar la critica en principios @ priori. Ex: Plicaré Inmediatamente por gué la critica idealista ¥-moralizante me parcee estéril, Estoy convencido, por el contrario, de que el problema “en nombre de {Qué criticar” no puede recibir respuesta sino den- {0 de una perspectiva marxista. Utlizaré pues, pri- ‘mero, el método markista tal como se le emplea orrientemente en la actualidad: para “explicar” a os individuos y sus acciones politieas partiendo de 9 su condicionomiento global. Esto me permitnt disk Fes pines mals, eehear iu iiae demagdglcas ¥ define el objeto de una erten ren: Ista Pre no pretenio colic of mato tum mélodo de expicacion; espero demostar, por él srontratio, ue la explicacton elo es Gil eh iw mee aida en que ovients Ia accion y que el maceamo ‘escapa al relativismo precisamente porque —lejos devsor un metodo cizuilico de explicalon= 0 Fede ct or su eensia mins; ms ge lara tclestual Ge wna Sic T. ZEN Nonna pr que cerstcae? Griticar exclusivamente a los individuos ‘que eer en el poder y dan su nombre a la accién de 10s: ‘obiernos no tiene mayor sentido que el terrorisme. Cuando los marxistas condenan el asesinato polite, 'y su contrario (el culto al jefe o el poder personal), ‘euando presentan a los incividuos como productos de su situacidn 0 de su clase; cuando otorgan a las, Condiciones materiales “una importancia superior Que a las intenciones individuales; cuando fit jan que, en dltima instancia, Ia diferencia entre Truschoy y los hiingaros, entre’ burgueses y proleti ios, entre los aryelinos y Mollet, reside en el hecho ide que tinos y otros estan somelidos a imperatives, necesidades 6 intereses materiales contradictorios, ‘el fin de todas estas afitmaciones no es desalene far I accion al poner en evidencia, insuperables determinismos ("no podian dejar de..."), sino arlene tarla hacia Iss “causas” profundas del confligto, Porque es yerdad que In accién politica realizay fa través y més alla de Ta individualidad de agentes: Singilare, fos imperativos de wna stualGn, dea cual no es autor el individvo actuante: de la que: ‘es mas bien el prisionero, el agente, el engatiado, la 10 f k t victima y el instrumento sl inismo tiempo, Es ver dad, por ejemplo, que si usted se hubiera encone trado en el lugar de Jruschow, condicionado como #1 Por veinticineo aflos de stalinismo y die afios de guerra fria, informado como él por Rakosi, Geroe y, Su camarilia, confrontado como é1 por el balance ‘eatastréfico de diez afios de voluntarismo y de erro- wes burocréticos, usted también habria optado. pro- Bablemente por ia represion de la insurrecion, Tame ign usted habria pensado que era imposible que I pueblo hiingaro pudiera desear todavia el socialis- to después de todos los crimenes rakosistas come- tidos en su nombre. Y habria reconocido con pénico Ta realidad de esos crimenes, en el momento de dar la ‘orden de movilizacion al e{ército: el viejo pesimis- ‘mo staliniano le habria hecho pensar que era dema- Sado tarde para reparar los exrores del pasado, que €1 pucblo hungaro estaba irrevocablemente perdido Para el socialismo y debla colocarse, conforme a ta Antigua costumbre, cntre “las ganancias y pérdidas. @e la Historia’. Tambidn usted habria hecho, en el Tugar de Truschoy, los sutiles cdlculos del mal mex nor: incapaz, dada Ja situacién mundial, de imponer tuna rida Uberalizacion a los representantes de la Durocracia y del ejército, usted babria probable: mente “soltado el Tastre” en Budapest, habria dado 4 us colegas stalinianos esa prueba de su “patrion tismo" para conservar las manos libres en. otros. ferrenos. Sin duda, también usted se habria plane fteado la posibitidad de dimitir; y habria respandi= Si dimito, conservo las manos limpias pero. Fedo mi puesto a los viejos imbéciles; éstos emprem erin por conviccion lo que yo hago de mala gana, ¥y después lo harin todavia peor. No, es mejor que suma yo mismo esta ignominia, dst conservaré, Junto con cl poder, la posibilidad de una rectificae ida posterior.” 5 | | j No digo que esta clase de razonamiento sea jus: fa ni que justifique a Jruschov, Lo unico que 6 que en lugat, usted habria hecho ese Tazonm miento, ¥ si usted me objeta que, enconirandose ea el lugar de rascho, habria preferido diaitir, yo Je responderia que 1) Usted no puede saberlo, 2) Usted no esta convencido de que habria amie tida sino. porque es ineapaz de imaginarse en el Iugar de Sruschov. 8)'Si, siendo copaz de imaginarse en su lugar usted opta sin embargo por la dimisién,e80 prueba fue tlene 1a imaginacién desarroliada pero. que ja: nfs habria podido asumir en la realided el puesto Al que se hi clevado Truschov: habria renunelads antes de logtarlo. EL mismo tno, de arguentacgo vale, ats imudandts, para Guy Mollet 0 cualquier otro hom bre publice, La presencia ala cabera Ge un pobierno fe un Guy Molt, incapar de contener a los amo: tinados de Argel, no es un simple azac, asf como. no lo es la de un Iruschov, capar de reprimit un Ingurreccién popular. Porque Mollet fue escogida Por la Asamblea por sus debilidades, sus ‘bajesas, is coneesiones ala derecha y no a pesar de ellos: Si hubiera muerto en visperas’ de st investidura, hhobieran encontrado a otfos con Tos mismas tone encies. Habia difieatad para escoger. Nils inves: fidara ‘de Mollet, ni la existencia, de numerosos cies de repucsto cra un star’ ctos, hombres ban sido igualmente producidos por la historia y In estructura ce la sociedad francesa, Seria demi ado largo demostrarlo en detalle; pero en conjut® hay esto de cierto: por mediacion de los sparatos paliticos ¢ instiucionales, ln estructura social y eco: fares de Francia y cu dependencia en retcl6y oa lextranjero te reflejaban fielmente en Ia Asamblea 2 y reproducian allf, en Ia impotencia de cada dipue tado, partido o ministro, Ia impotencia de cada clase y de cada colectividad regional para realizar us fines particulares. La carrera politica, en esas condiciones, exigia la astucia, 1a transaccidn, Ia de- magogia, el oportunismo, el renegar de sus convic- clomes, etc. Para perseverar en esa carrera y tener €xito, hacia falta reunir las cualidades que’ exigia. Si.umo cra virtuoso e intransigente en cuanto a los principios, si preferia la eficacia a los honores, 0. bien se renunciaba a esa carrera o se permanecia ‘en Ta oposicién. El “sistema”, reflejo de ia realidad el pais, designaba de antemano al tipo de hom- bres capaces de triunfar y le asignaba por anticipado Kas posibilidades y Ta conducta que debia hacer Suyas. En ese sentido, el diputado tipico y el gor bemante tipico Guy Mollet eran productos inevita- Des del sistema. El sistema escogia a sus hombres: exigia unos actos ¥ una conducta; excluia otros y designaba, con los actos a realizar, al hombre en que habia que convertirse para triunfar politica- mente. Y como los politicos. se hallaban separados, unos de otros. por la oposicién de los intereses articulares que representaban, In unién de todos, finica que Rabria permitido modificar el sistema, No, era tia posibilidad real Qué conclusiones podemos extraer de esto? En piimer lugar, que los individuos que se encuentran (0, si se prefiere, que aceptan encontrarse) en una Situacién determinada e:idn hochos necesariamente (es decir, se van haciendo) a imagen de 1as posi Gades y os imperatives de esa situacién. En un principio no eran, indudablemente, peores que los. tos; han sido formades y condicionados por st fficio. Por 1o general no han escogido, deliberada- mente y a sublendas, ese oficio tal como habria de mmostréiseles en la prictica. Rarat veces velan tan. B Tejos. Han sido Mevados a convertirse en lo que son or el encadenamiento y 1a logica de los hechos, Bon, al mismo tiempo que los autores, los productos de Su situacién, Se concluira que seria vano querer fcambiar algo cambiando los mlembros do la Asam: Blea y del gobierno, o matando a alguncs. La ralz dela*podredumbre” no son los hombres "podridos" Sino ef sistema que los pudre y que es a su vez el feflejo de toda {a sociedad, Cambiar los hombres © cambiar de sistema cs exponerse a volver a tr: pPezat con otra forma de la misma “podredumbre” Bila relacidn de fuerzas y Jas estructuras socialed fo se-camblan al mismo tiempo. Desde este punto de vista, puede parecer estén 0 eriticar sino a 1a persona’ de. Molle, Pinca Tacoste® Salvo detalles (detalles que pueden. sep deeisivos) son todo Jo que pueden ser; sus pesibilt Gades estén definides, por’ condiciones sobre ‘las Gales poseen escasa influencia: por et poder del Elercito, los colonos, los diversas’ fobbies" Ia. apa tia de fa opiniém, es decir, de todos nosotros, 1a divisin y la debilidad de Ta fzquierda, ete. Las cond clones, cada uno de nosotros las vive a su maneray Iimpliciamente a menos, como su propia impoten: cia y cobardia. Y si fulminamos contra ta persona 4¢ Guy Mollet y sus ministros, no es slo por una Tegitima repusnancia frente a su bajeza: es tamblét Porque proyectamos sobre ellos y reconocemes: ea los nuestra impotencia v nuestra cobacdia propias F encontranor on neste) indlgnne\sn muestra cape ada mientras no lo combatamos aria de serio mas que si, en vez de atracherarse tias sus proplas vrtudes y los valores irvealiables ue proclana, asuzniera su propia relatividad ys Prcocupara por las condicioses reales den casio poliico real. Dicho de otra maners, mi critica no Bera fundeda mis que si, ea ver de servimme de foattida ¥ do glorficerse a si misma, iende a me intiarse’ cn accidn. Micntras mo linite 2 proc far-que Wollet me horroriza, no valgo inde que ey Hasta podria replicarme: "Usted pucce hablat. Pero Tortnico que’ nos distingue es quo usted tiene Ia Flee de no encontrar cn mi lua. st eae Wa, era necesario quo alguien asumicra xe lgar Oke fa hecho usted para ove ese alguien no s6 acontrara preso por los mismos impsrativos. que fe on tratsformado en un siaverglcnza?” BM exe tica solo es levtima si se funda en una accién ten lente’ crear Ias condiciones que hagan inconee: Bibles a los Mollet en el gobierno. Sino hngo nada ones fin, no tengo derecho x critica Hie avanzado algo? A ln pregunta “Zen nombre Ble Gi se pda erticar™”, acne a wsponders "en Pombre de un fin difercois det que persigue el po- er’; entendicndo quo no puede blese. de fin sino donde ya hay ‘ta acelin cou vistas reall Gata) 0 realizar ls condiciones misma de sure Tiacldn. Recharo, pues In rica bstracta y tore ante aus pretende ‘cjercerse.virtuovsmente. en Hombre de valores o principios sbsokstow, sn preoce 4s parse por su posibilidad de realizacion. ¥ acepio Ja observacién de Marx de que poco importa que) ‘una idea haya sido emitida ya cien veces, $1 las cone Giciones para su realizacion no se cumplen (0, afar irfa yo, si no son activamente buscadas). La érk tica, én una palaora, no esti fundada més que si se ejerce en nombre de —y con vistas a— posibilidades reales, diferentes de las que realiza el poder. ‘Agui se plantea una nueva cuestion. ¢En nombre de qué puedo decidir que los fines ¥ las posibilida. es que preconizo son mis vélides que los del Bobierno que esta en el poder? Este problema no: presenta dificultades, ni siquiera desde el punto de Vista marsista. No es necesario, para resolverio, recurrit a criterias transhistdrieos. Porque no $0 trata de fundar en principio esos fines y posibilidae des de sustitucion en el absoluto:? valen mas para. osoiros en la medida en que la accién del poder ‘hos niega (como inclividvos 0 como clase) la calidad: hhumang e inclusive la posibilidad de vivir, en Ja me- dda en que neyar el poder es nuestra tinica opor. funidad de hacer humana nuestra condicién.. Si Griticamos a un hombre de Estado no es, en princi- plo, en nombre de puros valores intemporales de Tos cuales fucramos los guardianes angélicos, sino porque su politica nos niega y nos amenaza como: Aasalariados y como intelectuales; y es a partir de la amensza directa que hace pesar sobre nosotros el Macartismo molietista y In vuelta a los métodos. stalinianos por lo que nos identificamos com uta dle Jas {uerzas en. pugna y tomames partido. en el Conflicto, Nuestra éritica és, pues, historica, se ing. ribe en a lucha que estd en proceso, no es el 2 Bl fundamrento y ls Jerorauzacion de los valores pert regen ala fefevion fodotca. Mes adclante expleaTé (6a Diulp tm)" sobre” qué funda immpliitamente el mars. la ‘uperioridad de les valores proketarios. 16 Yeredicto de espiritus desencarnados sino Ia inter. ‘vonciOn de individuos que intentan inclinar Ta ba Tanzi, con sus armas intelectuales, més de un lado ue de otro (en este caso, del lado de Is desestalint- Zacign y de la negociacién con los argelinos) y que hho deben sorprenderse, por tanto, si aquellos a quie- hnes combaten verbalmente no les aseguran la impu- hidad, La cuestion, desde este punto de vista, no #6 saber, pucs, si tal. hombre de Estado puede hacer fotra politica y si debe ser considerado responsable ie la politica que hace; se trata de saber como po- demos obligario a hacer oirs politica 0 a ceder sa Tugar a quienes la hagan. El problema no es tam spoco saber si, en el lugar de aquel hombre de Estado, {Bo nos habriamos visto obligados a hacer lo mismo uel; porgiie, a quienes nos plantean este pro- Dlema, hay que rosponderles reivindicando la no per- imitabilidad de tas clases y las naciones: seria im- Mposible que nos encontréramos en su. lugar, 10 echararinmos si so nos ofreciera en esas condicio- hes, s6lo lo aceptariamos si fuera accesible para Gipsotres en Iss condiciones para cuya realizacion, Tticharnos. Si: nosotros estamos de este lado, Mollet de aque), He aft toda fa diferencia; nuesixos fines y los Gayos, igualmente condicionados aunque de manera diferente, son inconciliables, No nos interesa com morer sis razones més que en Ia medida en que su Conocimiento nos permite saber cémo hacer preva- lecer las mestras. TI, Cufricy rsraesa ¥ africa exrERNA No pretendo afirmar, con estas observaciones, que odes Jos fines son vilidos. Inclusive estoy conven- ido de lo contratio! Sélo quiero subrayar que la Lo mismo que todos fos inteleetuales marxistas_ que, 1 critics, como 1a accién politica, no se funda origi ualmente en criterios a priori; su fundamento 10 es Ia Idea, sino la negacién de unos por la praxis de los otros, y In necesidad de negar esta negacion. La, ‘critica noes originalmente serena, sino una neg cidn violenta de la violencia; y hasta cuando se eleva @ partir de alli hacia 1a serénidad de la teoria, no Suprime este hecho fundamental: los individuos 6 dividen por su praxis en grupos antagénicos; pue- ‘den comprender, con buena voluntad, las necesidades Yy las razones de los actos adversos pero, asi como hho pueden intercambiar su lugar por el dé los otros, tampoco pueden, tinicamente mediante Ja compren: sidn, liguidar las razones materiales del conflicto (s6lo pueden, mediante concesiones ree{procas, limi: tarlo en sus consecuencias definiendo algunos fines ‘minimos comunes: no agresién, prohibicion de de- terminadas armas, etc.). El conflicto es inevitable, [pero su necesidad no se realiza sino mediante 10s individuos, en 1a negacién por cada uno de su nega cién por los otros. ‘Cuando el materialismo histrico afirma que Ja Ite cha ¢s inevitable, que en cada campo los individuos, como productos de su situacién, hacen en general todo lo que pueden hacer, afirma Ia relatividad his rica de Jas luchas y los fines, pero no ofrece sin embargo (a la manera de los relativismos) tuna ter cera posicién que permita resolver idealmente el conflicto real. Puede, a partir de la relacién de fuet fgungue ce ongen burzues, han tlezdo a. preferir los fines Se Ia clave obrera a los de st" propia clase gn, visto Ge aque? La situaciin particular’ de esos Sstelecraaes Basta Dara explicar su eleccon polities esta ve funda tamblen ey tuoa_ open tia, es deer, en Ta comprensin Ae que [6x fines proltaros, por ‘strcclaments condiciouséos que fo, so una aftwiacide postdva ds Ie Mbertad, ¥ ley nes de fa clase burguera son Su enajenacicn. Volveré ecbre ef fen el capitulo #88, de los medios pasados y presenies, de la estruc- tara y las exigencies de la praxis, etc, prever des: Aarrolos ulteriores y el seatido de’un proceso, pero ta prevision “cientfica” no signifiea que la suerte fxté cchada de cualquier manera ni que toda inicia Hiya Sea vana‘ or el coutrari, se trata de inter: onic y de tomar partido. La Tacha no ex una Ope jin estética, requiere toda In energia de fos BAversarios; cada tino de ellos no es el producto stitico de una situactin inmautable, esta situacion faisma resulta de la lucha? es el producto de una olaboracién involumtaria. Nadie cs el producto de Su situacion sino en tanto que la supera mediante Su Drazis, trata de integrar a esa a prenis de ts otros, ero ve caer sus actos en el campo de ls otros, des Miados de sus fines y enajeradoy por éstos, La‘natt. Galera de esta proxis no esta determinada en todos us detalles; leva cl sello de las condiciones mate. Hales que delimitan sus posiilidades, pero depends Tunblén del grado de conocimiento que los sujetos Adquicrea —en vista de ia opcion de sus fines de Gi situacién de hecho, de 1s situacion low fines Aidversos, de sus posibiidades eimpostbiiades pric: Eee ioe en frupo en lucha podria distinguirse, pues, os tipos de crticas: In primera es una “sper Estructura” de la negacién prictica de Ia praxis ade Yetsa que nos niegn;.se_aplica al adversatio, to gs is estas ee IGe Jos agentes ¥ ho existe sino a partir de clla. Para acudir Shine regen (sun esl cas ee Me Bahia” dares de cat 6 theo Aso Putte gape racd de sre Foard 86 muestra de una atencida Se cada instante’ el enor ta filia Go iniciativa sorian fatales, La previsin meteinatien ‘Hus posiblidades chjetivas, pero él tlene gue Asie 19 enuncia y fo acusa y, haciéndolo, hace explicit, saloriza y moraliza las razones prictieas por Iss tales lo’ combatinos. La llamare. critica externa. Pero, paralelamente a ésta, un segundo tipo de er tea 62 disigird a los lndividuos de nuestro propio grupo; se aplicara.a nuestra propia accion. Sin dé fir de impognar los fines adversos, impugnard Ja manera en que definimos y-perseguimos nuestros ppropios fines, se preguntara si se aprovechan efec- fivamente todas las posiblldades que se ofrecen, si po seria mejor proceder de otra manera, ete. La flte mare critica interna. Es evidente que la critica interna no puede apl- carse a Ios sujctos(aliados 0 adversos, no importa) fn tanio que son, en sus conductas yen sus fines, Jos productos de ina situacion o de una praxis cris talizada. La busca del Iuero por el empresario ex Pitallata, por ejemplo, 20 poste ser obeto de una Erica interna; viene exigida 8 cada empresario por Ja situacién que Te ercan todos los demas (no puede Mantenerse en un mercado de competencia mas que roduciendo al. precio mas bajo, modernizando su Equipo, disponiendo de reservas, eic.): sno es et tuna conducta personal, fundada en gustos ino fa conducta que tiene que adoptar, to peta de arruinarse, como empresaito, es decry como Otro entre los otros. La critica interna NO Puce de aplicarse, en este exso, sino a las maneras contin: {entes en gue los empresarios individuales reallzan JEs-exigencias do un sistema que los supers. St repre" ho, pues, alos empresarios 1a busca de las utlidar des, de a cxplotacion, de las sobreproduceiones ¥ las fescaseces, do las desigualdades soviles, et me @ eueniro ya en el terreno de la eritica. externa Porque, aunque los capitalistas sean, como clase, Inaterialmente responsables de esas. condiciones, es fevidente que no producen ni perpetian esas conde 0 clones sino én tanto que ellos mismos son les pro ‘uctos de su clase; no les resulta posible, ni objetiva ‘i subjetivamente, transformar esas condiciones y mo puede pedirseles tal cosa. No modificardn sus: fines més que si se ven obligados a ello mediante tusta modificacién de su situacién, modificacion que hho puede ser producida sino pot los otros. ‘St aplico estas reflexiones 2 la politica de Guy ‘Mollet, comprendo que la critica interna, tampoco tiene mucho sentido en su caso. Era posible hasta fel dia siguiente del 6 de febrero de 1996, en la me Uilda en que era posible creer que Mollet tenia re mente como fin el arreglo pacifico del conflicio ‘Con esta perspectiva, podia reprocharsele @ Mollet, en nombre de los fines mismos que pre- fendia perseguir, cl laberse conducido en Argslia feomo un inbecil'y un cobarde; era posible imaginar ‘olro Guy Mollet, igualmente aceptable para 1a Asamblea, hubiera mostrado mayor habilidad y.va- Tor o que, después de su lamentable fracaso, hublera tenico al menos 1a inteligencia de dirmitic para dejar fla derecha la tarea de hacer una politica de dere- icha. Pero, on vez de dimitir 0 de suicidarse, Mollet Be convirtis desde el 6 de febrero en el producto de tuba situacion que el mismo habia provocado, pero f@he ya no dominaba ni podia dominar. Habia, per ido toda autoridad sobre el ejército, la administra- {ln y los colonos de Argelia y su fracaso personal ecaia sobre Ia Asamblea y ef gobierao en gencral- Rites del 6 de febrero, el Estado francés podia ain, fetuiando con resolucion y por sorpresa, lnpuues set PoLer ca Arle. Despucs dl 6 de febrero, go ern Mollet estaba desacreditado y no podia alir- mar su ‘més que entregindose a una demos tracion de fuerva, larga y quiza sangrienta, que m0 tenia, ya los medios materiales para ganar, Asi, aun UE cl 6 de febrero pudiera imputarsele a Guy a Mollet como persons, Ia politica posterior de capi. sjaba una relacién de fuerzas yun [proceso frreversible para los hombres en el poder. Era dificil hacer una crftica interna de su conducta, @ Ia luz de sus fines propios. Los fines, en efecto, brillaban por su ausencia. Su politica no era mA gue tn intento reidrico y astuto de disfrazar y jus- con los hechos consumados, el. proceso en el cual se dejarian apresar y que les impondria sus fines imbumanos: guerra racial, tortura, secuestro. de Ben Bella, paso del poder a manos de los milits es en la misma Francia, etc. El gobiero Mollet ho hace ni tiene una politica, sufre las politicas irrealizables y contradictorias de grupos de presién Antagénicos, trata de combinarlas, de conciliarlas, de componerias recubrieudo las contradicciones de aquellos (y las suyas propits) con una frascologia La critica a la “politica” molletista o a cualquier ‘otra politica que refleje s6lo un proceso que es ine capaz de dominar seré pues, necesarlamiente,, ex tema. Se demostraré que esa politica no. tiene nningin fin humano, que conduce a donde ningdn individu tiene la voluntad razonada de iri se de hnunciara su actuacién en nombre de fines que no tiene pero que podran definirse; en nombre de las necesidades populares, de la racionalidad histOrica, el interés nacional, ete.; y se concluiré que esos fines (que son la negacién proyectada de un estado 48 Esta fraseologla, at como la miancra en que el walle fisng vralra Ine ncertador ds {as Cuaice ocala Bielen fer obico citric una ere nrg Gibardia y la estupider como ‘os godemintes moletstas inlets" de esta entca itera cs Scopre eacasee ts pale Imolletista ep cr conjunto too to ate puede tet Yoh hs de intligenci Pocsta ss serio eo distasale po for nada, fro no peda, doe Sas ein ie} 8 EETE ide cosas inaceptable) no serin realizables sino des- ypués cle una transformacién profunda de las condi- Slones actuales. Inaplicable aun proceso que arrastra a los indk ‘duos y no admite més critica que Ja externa, Ia feritica interna cobrard por el contrario toda. su fe- ‘eundidad en el caso de una empresa concertada, com fl fin de someter al mundo a fines humanos. Espe- iGlalmente en la medida en que el socialismo es y Sulere ser, esencialmente, una empresa de construc: {6k6n aut6noma en la que el hombre se plantea como fin. y como sujeto, conviene aplicarle otro tipo de feitica (Ia critica interna) distinta a la que se aplica Al capitalism, cuyo desarrollo y cuya politica son Fegidos por las necesidades y las finalidades inhue manas del Capital. A diferencia del capitalismo, que Buede ser conocido y juzgado porque su proceso Ge conjunto escapa a Ia voluntad de sus autores y. 5 610 lo que es, la empresa socialista no puede ser Blo conocida, porque es algo inacabado y en pro- ijecto: para apreciaria es necesario, primero, com- pprenderla:a la luz de los fines que se atribuye en. Funcién de determinadas condiciones; nunca. es 10 ale es, porque pretende ser Ia produccién de lo que RO <3. Aho comprendo mi malestar y mi rebeldfa frente Giesos'marxistas que pretenden explicarme la nex Gesidad de 1a politica staliniana o jruschoviana por Ta Inevitabilidad do los imperatives materiales, Si Hlenen razén, si el comunismo no es sino un proceso Aeterminado, que arrastra a los dirigentes impidién- oles su sentido, pierde en efecto su finalidad Jue Mana, no es mejor que el capitalismo, no hay una iiferencia profunda entre el comité’ central del POUS. y el consejo de ministros molietistas. Si, por el contrario, se coloca la" empresa comu 2B isl por eacna do tds Ins demés, porque se ontempla en ella una empresa de humanizacien que tiene la lbertad y las necesdadce de Tos homibees como fundameata y como fn, habra que ser mas Sxigente en relacén con ella qe por lo que sespecta f cualguiera otra empresa. comtemporanca. abr que ferier en euents, sin duda, el campo de posi Hades “dado y tas necesidades puras denteo. del marco de ay cals dbo relearn pre (90 Podra reprocharsel, por ejemplo, no haber reallzda {odavia en la URSS el nivel de vida norteamericano), pero no podrd justificase cada uno de sus a6tOd Soo expresion de neasidades inhuman puesto {ue el objeto del comunismo es precisaments libs: far a los hombres del reino de esse necesidadest sf él comunismo se hunde ieremsciablemente en elias, lerde su sentido. Justamente povgue la empre: $a comunisa ene como fin hacar al hombre, vale Ja pena eriticarla porque sus fines son fines hie ‘amos, los hombres pueden opinar acerca dela direceién que toma, pueden relvindicar el control onstante de su desarollo; su erilca es Indispensa Bie si la empresa quiere conssrvar st sentido bie Mano: “su cilia ‘es flea porgue la empresa Grp oes tected so Gus ia hombres que persiguen aus fines propios* Respecto. dels. suciedades. capitalists, por el contra, habré que ser menos exipentes” 3 sabe 4que son drrastradas por procesos que no controlan Gque 0 pueden, mt pueden queter, contolan) § dive esos procetos’Ies dictan fines qc 0 s0m ak fines de uadie en particulary se sabe que la erlea Interna’ do os “drigentes de csas sociedades es Si ta cxticn so hiso imposible en Ia URSS.darante ef stalinsmo, el problems catt-en saber Ia sigifictlon ie fonviene” der’ @ ein imposed si persist o persisted ‘ecesariamente, Volveremios sobre" esto ‘en Ia charts parte, 4 Ineficaz porque jamés hacen Jo que ereen querer , aungue escicharan las eritieas, no podrian. to- iarlas en cuenta pricticamente. Podemos ahorrar- Tios, pues, la crifica interna del proceso capitalist Basta con combatirlo con conocimiento de causa y fon aplicarle la critica externa, ya que de cualquier manera no vamos a cambiarlo desde dentro. TIL. Cafrica nereena y Resroxsxatizpap rrstORrh Apartir do una interrogacién sobre el fundamento els ia, hohe funda tia sora I cen extern ue expresa una oposiccn pric A conficto de iteresesresultante de la distin Iu sociedad o del mundo, o una incompatbilidad ene {fe nuestros fines y los de otros grupos, o la impo: Sibilidad en que tstames de aceptar wna. praxis Aistinta que nos nicen en nucstra calidad humana, fn buss necesidades vtalos. Iunque la heterogeneidad de igs situaciones pueda fxplicat en clrta medida ia critica interna, no ast Bara expicarla totalmente. ¥ si pieaso extenderme Em poco sobre el fundamento de esta crea e8 por iQue ventcinco anos de stalinismno han hecho Tear Sobre el pensamiento marxista un ferrovismo de To eal que, cn nombre dela necesidad histica, per Segula como idealeta hasta la sonpecha de que fuora estar ce manera dita a cm se hac jicaelones tervoristss del pensamento st ive fn antes a crores ufo, es decir, con una fcologin promardsta feds cra evideste: para wustrer fa erica wom Bech rceniach can on den solo Fe, era necesiio. que Tes menores. gestos do eve ombre fueran la expresion nccessria de ia neces fad. No lo eremos, naturalmente, aunque erenmos fn las necesidaes histricas de los desbrollos his: 2% t6ricos medio y a largo plazo, Nuestra negacion del determinismo staliniand no. signifi, pues, 1m indeterminismo total: si todo y cualquier cosa fuera posible en todo momento, la Historia no seria més ‘Que una sucesion de caprichos y de azares, 10 tene dda ningin. sentido, ni siquiera seria posible hablar de ella, Pero si la indcterminacién no puede set total no significa que deba ser nula; poraue enton- 85 Ja Historia so confundiria con "ia historia nate tal", es decir, con una evolucién mecénica sin sen fide humane ue hay que demostrar, por tanto, para fune dar la\ertica intecna er que Ie historia supoae la libertad de sus agentes en el marco de determing: jones de hecho que no van nunca hasta et determi nismo puro, que la fuerza obligatoria de las necesh dades globales 0 es nunca tan rigida como para que la iniciativa huspana no pueda manitestarse a través de ella. La critica interna es siempre posible (aunque pueda carecer de gran interés practic) por ue en los actos histricos més rigurdsamente cone dicionados hay un margen do juego, de. contingem ia, de azar: porgue los desarrollo hisigricos, aunque nunca sean totalmente imputables a la individual ad singular de os divigentes, tampoco son jamds enteramente explicables por las condiciones mate Hiales. Dicho de otra manera, el fundamento de Ia critica interna no puede ser mis que la libertad de Ios agentes, libertad que, en el plano de la Histon Hla 5 manifesard como su condingencia las paginas siguientes, tratare de. determinar tonel sjemplo de Sli’ en qué media lsat fra tna necesidad histrica inevitable y en. qué mee ida es Tegitimo imputario Ia. accion. bistoriem: ‘mente contingente de individuos contingentes a los 1A comentar muy somerameate Ia obra de Isaac Deut Scher, que supongo conc 26 Suiales pueda aplicarse la critica interna. Por falta de materiales, s61o puedo, proponer andlisis muy sv Petficiaes que servirén antes que nada para plantear la cuestién de Ia responsabilidad historica del cam ‘io de papeles entre la Historia y su héroe. Mientras Statin estuvo en el poder, los marnistas Dpresentaron su reinado como 1a monifestacién de la idad historica: Stalin, se decia, habia sido pro @ucido por la necesidad material do un stalinismo, 1 salinismo era la tnica posibilidad objetiva de la URS, y el hombre Stalin no habia podido mante- Tierse eh el poder sino porque era el ms apto para Hacer 10 que cualquier otro, en su lugar, hubiera denido que hacer al igual que él. Encarnactén y pro- @ucto al mismo tiempo de imperatives que excedfan B su persona, Stalin, sc afiadia, fuc constantemente @tigstrado mids lejos de lo que pensaba ir y sus fpiniones reflejaban sélo desarrolios bjetivos con Tos cuales tenia que entrontarse. Stalin se habria Bisto obligado, pues, a hacerse cada vez més "Stalin" Por la conjuncion de wna logica de la realidad e idion Sincrasias personales que hacian de él “el hombre ea situacién’. Si Stalin no hubiera existido, otro Tiublera hecho lo mismo que él, salvo detalles insig- mificantes. Durante los meses que precedieron a Ja muerte He Stalin pare, sin cargo, qu emperaba a ser osible una politica diferente.’ Stalin y su aparato Fabian dcindo de ser las emanaciones de la neces iad histérica, ‘su volumtad. particular dejaba. de fOnfundirse con los imperativos generales y andak mos de la situacion. Posibilidadcs diferentes pune aban en los hiechos y se reficjaban en la voluntad ue mostraba una clase dirigente relativamente nue- Wa de practicar una polities diferente. Durante un breve periodo, el aparato staliniano.se opuso a esta 2 politica distinta mediante Ja violencia, Ia mentira Yel terror. A la muerte de Stalin, se comprendié Que Ia titima ola de terror no habia sido Imputable Sino a la voluntad particular de Stalin y de ciertos. irigentes de su aparato. El dictador se habia afe- yrado a métodos que ya no se adaptaban a la situa: ign e inclusive habia tratado de provocar, mediante Maniobras contrarias al interés general, incidentes ‘que perpetuasen In necesidad de su dominio; haba deformado los hechos y mixtificado al mundo, por {que los hechos dejaban de darle la razén. Pero. si Ia actuacién staliniana durante ese pe rriodo se revel6 después como imputable a la volun: fed particular y contingente de un grupo, de indivi uos, se. planteaba el problema de saber si no. habia sido siempre asi, sila politica, staliniana no habia sido siempre, ademis del reflejo de neces sidades objetivas, 1a expresidn de la voluntad y del aricter contingente de los individuos dirigentes. Resultaba fundado preguntarse si la necesidad de Ja politica pasada habia existido en algiin momento, si los imperativos do las situaciones pasadas no ha: Bian sido mediatizados, desviados, producidos por Jas aceiones contingentes de Stalin y de sus colabo. radores, Habla que preguntarse retroactivamente $i Jos actos hasta entonees explicables por la necesi: dad objetiva mo eran en realidad imputables a Ja vyoluntad individual, manifestada de repente, del hon bre Stalin. Las méscaras historieas habian_ cafdo, Tas personajes, despojados subitamente de su fan ign historica, aparecian como individuos 1.5 bles y era fuerte la tentaciéa (Jruschov cedié. a lla, no importa si con eélculo o sin él, en su infor: me al XX congreso del P.C.U.S.) de ir de un extreme: ‘otro y de imputar a la persona misma de los ans figuos dirigentes actos que de cualquier modo se. hubiesen cometido: se les considers como personal- 2B wpente responsables basta de lov “crimenes de la sto ‘Era un error, pero no lo era del todo, Aunque se hhubiera podido demostrar, efectivamente, que en el Jugar de Stalin cualquier otro dirigente hubiera ac- tundo exactamente como 61 la responsabilidad indi- Yidual de Stalin no era menor: era él quien decidia fn diltima instancia; aunque no hubiera més que un Solo y tinico camino, era por ¢l que existia ese ca ‘ino, La necesidad se manifestaba y sc realizaba @ través de su persone, su trabajo encarnizado, su fibertad, sus inclinaciones singulares. No era un ‘producto puramente pasivo de la necesidad: si oc fpaba su lugar, tmico, es porque aceptaba ocupario, Gi hacia lo que habfa que hacer era porque Ie agra aban las tareas de su fancién. ¢Habria actuado Giro como <1? Quizd, pero fue el quien acto, quien Finpidis que cualquier otzo ocupara su lugar. Habria pouldo dimitir, sticidarse. No lo hizo, Asumi6, quiso. Ser volumtariamente el hombre de sus actos, Es justo considerarlo responsable. Lo fue. Ta responsabilidad (que Jaspers Hamaba “meta: fisica”) del individuo que realiza la necesidad carece Sin embargo, historicamente, de mucho interés. En. Ja medida en que realmente’la necesidad se realizd f través de ¢), Stalin era un producto cualquiera ie su situacion. Slo adquicre interés para In en tiea interna en tanto que difiere del individuo cual iduiera definido por sus tareas, es decir, en tanto que (Goas mismias tarces habrion poduao ser resliradas de (aifa thanera por otro hombre. La tarea propia de la feilica interna (como también de la historiografia) tes destacar la parte de contingencia en la accién his: A6rica de los individuos. En esie caso Ia hipstess es absurd. peo en otro8 casos Spends ser lida, Volyererion tous largaghente sobre esto ea Bi iguiente capiuto : 2» Tt Algunos han sostenido que Ta brutalidad de Stalin no puede ser considerada como na contingencia, ‘Sélo tienen razén en parte, La brutalidad do la Politica staliniana no fue, efectivamente, un azar ‘ino una necesidad;® cualquier otro, en el ugar de Stalin, se habria visto obligado a actuar brutalmente ¥ se habria convertido, como hombre definido por ‘us actos, en un individuo brutal. Sin embargo, St Tin era ya brutal anes, por su formacién y sus inelk naciones. Y no cs en absoluto indiferente el hecho: de que tna accién necesarlamente brutal sea efee: tuada por un hombre inclinado a la brutalidad en: virtud de su caricter o por un hombre que no $0 incline particularmente en ese sentido. ‘Aunque las necesidades hubiera sid las mismas en uno y otro caso, 1a manera, la apariencia, el es: tilo de su realizacién habrian sido diferentes. Porque sies cierto que las necesidades impersonales de Ia accion histérica modelan al héroe de la Historia a su imagen, es verdad a la inversa que el héroe de la His: toria modela a ésta de acuerdo con su idiosincrasia, personal. La Historia se encarna en hombres que 6 onvierten en prisioneros y productos de sw senti= do; pero, a la inversa, la Historia se convierte en pristonera de esos hombres por el hecho de tener Que realizarse a través de ellos, a través de sus lim taciones, su estilo y sus inclinaciones singulares, Estas limitaciones, en cl caso de Stalin, son eve dentes. No quiero decir con esto que intelectuales feéricos como Bujarin y Trotsky Iubietam poids imponerse en su lugar.® Semejante afirmacién es taria desprovista de sentido: n0 es por azat, en efecto, que no llegaron a ocupar su lugar; y, si hue © CE. igualmente, el caitalo 3, ‘nde bien, i cc hublersn lnpuesto (y Ia muerte ae Stalin #8 los hublera permitido), no habriat podido. segue ‘ondiclindose com intelectate:. x0 Dleran legndo, el ejercicio del poder les. habria Timpedido ser fo que fueron en 1s oposicion. Una Gictadura personal era indudablemente necesaria®™ ¥ el hecho notable es que Stalin, en un principio, 10 sospechata siquiera, no prevela ni descaba el papel ue fba a desempeniar. No estaba inclinado a prior, Por vocacién, a ser Stalin. No tenia inicialmente fi el gusto por el poder personal ni Ia mania de la Iiidustrializacion. Era mado, trfo, brutal, sin ima Binacién ni ideas preconcebidas, ficiente y, sobre odo, solido: era posible contiar en él. La sclidez y Ta eficiencia eran sus cualidades esenciales alos ‘05 de los que concentraron el poder Teal en sus anos. Pero esas cualidades habrian podido ir a la Par con algunas otras que Stalin sin que se trate de una necesidad—— no adquirid jamds. Se impuso por su impersonalidad, su sentido de Beenie, oo cena de ato, 5 deen 2 Jas tareas ingratas que se impuso,’ Su politica tbo dej6 de sor empiricay falta de prevision, nempre @ Ja zaga de los acontesimientos..“Segufa el move Milenio’, avanzaba a tientas, prudentemente, rege faba sis insuficlencias y errores, esperaba’a que fuesen muy evidentes para dar un grin cambio'en fl timén. Stalin navegaba como un capitan miope ue, desviado sin cesar por las corrientes, da Wie Wes, siempre excesivos y tardios, para encontrar de Tuyo el Norte. Hacia lo que podia, no Jo. que @ueria; no queria nada muy preciso, sino salva. GPosrdar ch poster de los belcheviques y su uaidadl Sicesivartento asumid, con Ia misma dedicacion, Wa misma seriedad, la misma falta de genio, todas las ‘areas exigidas por la situacion; y si entro en la Astoria como Stalin jefe genial y-cmnisciente fue sin 2 Quiero decir que todo goblero que quisiera goberar Bo pola hacerlo, las condiciones dadas, sino concentra fo fod el poder'en sus mance ° at = ‘duda menos porque ese papel correspondia a una Voracién profunda que porque su titular, despues, dethaberlo desempefiado durante la guerra, con una admirable, se habia convertido en prisionero el mito que se habla adherido a su persona. Hay. que ser un ingenuo para creer que Stalin tenia un {gusto a priori por ese papel y que hizo todo 10 por sible por crear cl mito staliniano. La verdad es, mas. bien: 7) que la situacién exigia que alguien dese ppellara ese papel; 2) que Stalin era el mejor situado Para desempenarlo; 3) que la naturaleza de ¢se papel fra tal que no podia dejar de aureolar su. titue Tar de un prestigio mitico y de suscitar el culto a. su personalidad; 4) que cl jefe mitico y su culto, Sobrevivieron posteriormenté a su nevesidad hist6- ica. Sobrevivieron: a) debido a la inercia de Jas. ‘estructuras politicas, administrativas y psicologicas ‘que habian cristalizado, y b) porque Stalin cra pre sionero de su mito, no podia descender de su pedess fal sit ronunciar al mismo tiempo al poder y era la misma cosa, para 4i, conservar el poder y perpe- tuar el mito, el papel, las estructuras que hablan: encarnado en él. ‘Stalin era el stalinismo, Jo encar haba a los ojos do todos, el stalinismo’ no podla Gesaparecer sino con Stalin y Stalin no podia poner: fin al stalinismo mas que desapareciondo. Objetivar mente, la voluntad de superviven traducfa en la voluntad de perpetuar el stalinismo: esa volumtad de perpetuar el stalinismo no es, pr mordialmente. la voluntad subjetiva de un home bre; es el sentido objetivo que su voluntad de super vivencia no podla dejar de tener y es muy probable: {gue Stalin no se planteara jams la cuestiOn de a ‘oportunidad que tenfa para perpetuar su régiment. Para él, Ia cuestion era tinicamente mantenerse Vivo, en su lugar —lugar al que seguramente:consideraba tener derecho, puesto que habia pasado por todas 2 © Tas prucbas—, y 1o demés (Ia permanencia del stali- hisiio) se sobrentendia. Es claro, pues, en primer lugar, que a través de fos zigragueos do Stalin, se dibuja una necesidad fuyas lineas esenciales (Colectivizacion de la tierra ndustrializacion forzada, poder policiaco, sofoca lento de Ia oposiciin, politica del "bastion’...) se Thabrian.producido indudablemente bajo cusiouier ‘iro gobierno boichevique. Es claro, igualmente, ue Stalin no tenia una vocacidn a priori por el pax I'de “Stalin”, que se convierte en su papel y que én gran medida, un producto de las cireuns tancias. No hay que concluir de todo esto, sin embargo, que ta persona de Stalin no molded en nada a la po- Hilica sovietica, que ésta fue una respuesta tore Imente impersonal a necesidades objetivas que Minguna otra habria sido posible. Por el contrario, Tainfluencia de Stalin sobre los scontecimicntos fue Precisamente su imprevisiin prudente y empisica Bhs excesivos virajes, su retraso permanente en re Tacién con los hechds, Por. sus cualidades, Stalin fera“el hombre de la situacion’”, pero seria concebi De que en el lugar del Stalin ‘historic, individu ontingente, se hubiera encontrado otro que pose YYera esas mismas cualidades en mayor medida ¥, Hidemis, algunas otras de las cuales estaba. despro- Misto Stalin. Es probable que ese Stalin ideal hubie Ta echo, cb lincas generates, lo mismo que el Stalin Beal, pero. que lo bubiera hecho de nvonora dite ente'y a menor precio. Es probable que el sentido do In historia de la URSS no hubiera. cam: io, pero es igualmente probable que ese sentido Go se Habria visto oscurccido, hasta, hacezse pot momentos ilegible, por la enormidad del precio pa ado por el stalisismo; es imposible afirmar que Tas fepercusiones de una politica diferente en alate 33 nos detalles énicamente no hubleran conferide una faz muy diferente también a la evolucion de esa politica. La medida en que esa politica y la Historia que hha conformado hubieran podido ser diferentes sera siempre, evidentemente, objeto de especulacién dde duda, Porque si bien es cierto que 1a “necesidad hhistorica” aparece siempre a través de los actos, [as decisiones, as apreciaciones humanas que imprimen a los acontecimientos —por necesarios que pares can después— el estilo contingente de los hombres que estin en el poder, es verdad también, a Ia ine versa, que el carécter de un hombre, desde el mo: mento en que gobierna, deja de parecer accidental y es tomado en cuenta por la Historia que encarna en él. Con posterioridad, nadie puede decir con certidumbre si y cudndo el caricter del goblerna, Feflejaba la necesidad historica y era exigido por ella y cudndo la Historia reflejaba, moldeada pon éste, el cardcter del gobierno. En el caso de Stalin, la cuestién puede parecer tanto més problemética cuanto que ha impuesto st sello a Ia Historia por falta més que por exceso de, fniciativa: su falta de perspectivas a largo plazo) su prudencia, su empirismo, su manera de mo per seguir jamis’ mas que un solo fin a la vez —y de persegutirlo estrechamente, con detrimento de todo fo demés— han impreco a Ja Historia un aspecto: marcado por la fatalidad. Arrastrado por Jos acon ‘gelmientos mis de lo quo los anticipaba, enrrlenda Fiesgos s6lo cuando no tenia otro remedio, abande- nando determinada politica tinieamente cuando su Fracato ya estaba consumade, sintiéndose 8 sus ai is s6lo durante Ia guerra germano-soviética —que se habla dejado imponer y que no admitia, més ue una sola y simple conducta: combatir— Stalin, marcé la Historia por su falta de iniciativa mas que: 4 Por su audacia, por su ‘expectacién astuta més ‘due por sus proyectos, Se me diré con razin que sus defectos (pruden: tla, actitud expectante, astucia, estreche, etc.) eran ‘cuflidades exigidas e impuestas al gobierno por Ia situacién de Ia URSS. Pero zeran necesarias fasta ese punio? La dictadura personal, la polltica del Tbastién, las violencias, todo eso era sin duda inevic able; pero, en el marco mismo de la necesidad, habia un margen de juego, de astucias, de exces0s, ide. sacrificios evitables. Un Stalin era necesario, [Pero no ese Stalin que, para comenzar, por pruden- ia, dejaba que se acumularan los excesds, que pProvocaba otros al tratar de climinar los primeros que se vela forzado, por tltimo, por su brutalidad fardia a otras brutalidades que sofocaran Ia rebel- ida sembracia por las primeras. Esta conclusién plantea en seguida otra cues- Fién: ghasta donde puede incidir Ia iniciativa perso- S mal en el curso de los acontecimientos? Hemos re- Keonocido hasta aqui que podia ejercerse dentro de Glertos limites, siempre estrechos, que le prescribe fl sentido de Ia Historia, la logica de las situaciones.. Pero cno es concebible que la Historia cambie de SSentido segin Ia persona en la cual encarne? gNO 6 cierto que la Historia atraviesa perpetuamente (por encrucljadas, impone a los gobiernos opciones: Ytiesgos y que hay instantes historicos en los que El sentido del pasado y del presente estin en sus- Penso en la libertad de algunos hombres? cla con fnuidad de sentido, percibida después por nosotros, ras winticinco afios de stalinismo no es también’ caso y:més alla de las necesidades hist6ricas, el Te Alejo del cardcter de un mismo hombre que, cbligado Aescoper enize distintas posibilidades, se compore taba siempre de Ia misma manera? ¢No refleja, en esumen, el sentido inteligible de fos veinticinco 35 ‘alios de stalinismo el carécter inteligible del home bre Stalin y otro hombre en su lugar no hubiera podido quizs transfigurar ese sentido tomando, en. casiones semejantes, decisiones no digamoe invor- sa8.a las de Stalin sino tnicamente mas matizadgs? No pretendo que sea posible responder a este tipo de interrogaciones, reescribir la Historia a poste- tiori, cambiando Ja persona de sus protagonistas Sdlo'afirmo que ese'tipo de interrogaciones debe tearse siempre pore corresponde en nosotros 4 esta interrogacion permanente: 2qué_ podemos acer? ;Cual es el limite que, si se atraviesa, provoea que Ja Voluntad de forzar el sentido de la Historia deje de ser realista para convertirse en un error 0 tuna utopia? ¢Cual es, en una politica dada, Ja parte de necesidad; cual es'la parte accidental y cual la de: fopeién imputable a la libertad individual, opeién. ue, en las mismas condiciones, hubiera podido ser: diferente? {Silo supiéramos! Entonces podriamos darnos la razén a priori, estariamos en Ja verdad antes de har ‘ber pasado por la prueba de la accién. Pero jamés ‘sucede asi, porque la verdad esta slempre por hae cerse, nucstras tesis siempre estin pendientes de comprobacién, nuestras decisiones tenen que ser tomadas sin una prueba suficiente de su justeza: La opclén politica esta en suspenso en la Historia hhasta el fir: si es confirmada por los hechos, esto, o significa todavia que sea justa ni que sea la finica posible porque quien tene la razén de inmet into sera desmentido quiz a largo plazo; tame poco significa, si esa opeién es desmentida de ine Mediato, que sea falsa, puesto que perseverundo acabari quizé por imponerse. No se desprende de esto, evidentemente, que la fopeion pueda ser cualquiera. Mis alld do wn estre: ‘cho margen de juego, se denuncia a si misma como 6 > contraria a la légica la situacién, como error; sit impacto en el cuso de Tos aconiecimlonto, 68 un episodio sin consecuencias que la Historia elimina, Provocando Ja caida de los dirigentes. Si éstos se Mantienen, no es sino porque su comportamlento ‘eorresponde a una lozica de los hechos. Pero la cuss- fidn que debe plantearse constantemente es: 1) si la hecesidad historica es realizada por los gobernantes on el miximo de inteligencia y cl minimo de gastos fnitiles; 2) en qué medida se trata, efectivamente, de una necesidad. TV, Cxtniea exreexa 1, Avcin revotucionaria Limitar los excesos, protestar contra ellos, antiel- yar el sentido del desarrollo histérico, realizarlo all Menor costo, tratar de controlarlo y maniobrar en @lestrecho margen de juego que permiten las neve: Sidades objetivas: zes eso lo vnico que queda a la fniciativa de los individuos? Sabemos muy bien que ino, Porque, en principio, el sentido mismo del des- Zrrollo hist6rico es siempre el riesgo de la lucha; la Felacién de fuerzas en el seno de una sociedad no festé dada, de una vex por todas; iniciativas audaces ¥ perseverantes pueden modificarlas y el fracaso no [prueba nunca la imposibilidad absoluta: la perse- Werancia hard posible, quizd, 1o que no lo es. No cuslauier coca, naturalmente; y Marx tien Yazén de subrayar'? que “no importa que una idea Thaya sido expresada cien veces, si las condiciones Para su realizacién no se han reunido”. Pero ¢como Saber si las condiciones estin maduras, a menos de Intentarlo incansablemente? 2¥ quién retine las con: B2Ep Jos Manacrios de 18H, a prgpbsto de In Hea 37 a EY diciones para Ia realizacin de una "ides"? Por Site ‘mo, cla ereacién do esas condiciones no so acclera 0 se calaliza, acaso, mediante la propagacién de ideas” prematoras? Si las luchas yas relvindicaciones revolucionarias fe hubieran realizado siempre en nombre de posib- Tidades resies ya exstentes no se habria produit por ejemplo, una revolucién botchevique’en Rusia: Eos ecesdades no esperan siempre, para, cobrae eonciencia de si mismas y para rebelarse contra el orden establecido, a que se den las condiciones para 4 satisfaccign. Los grandes movimientos revolcio huarlos del pasado y del futuro no se fundaron ni se furdarin en la posiilidad ya existene de una polt tica y de una sociedad diferentes, sino en una ext gencla humana’ Ia revolucion se fija como meta la Ereacién de las condiciones que permiten su realza- idm, Si Se funda fa erticatmicamente en 13s post bilidades'ya existentes, nos detenemos en Ia etapa de las reformas sin llegar jams a la Tevolucién. Esta ambiguedad ya se aprecieba.en MAPK: Pre Seataba, al mismo. Gempo, al eomunismo como el femido de desneoloterno la sociedad cap sta que cavaba su propia tumba y creaba misma, mediante el pleno desarrollo los recutsos Productivos, las condiciones de ia sociedad come tina, por el contrarto o simulténeanente, com tina empresa que se proponia crear volontariamene {etna sociedad ¥ un mundo humanos; no eran, DOF tanto, os condiciones para el comunisio Iss au el fapitaliomo habia creado, sno anicamente Ia neces Sidad de crear esas condiciones. El conflcto entre feformistas y-revolucionarios, entre mencheviques ¥ bolcheviques,tenia‘su fundamento tedrlea en esa Ambigiedad. En Ia época de Mars, no se trataba de un pro: blema urgente. Para era menos cuestion de saber 38 F P Siel comunismo era ya posible (no lo era evidente- ee eee ee ere ee ee SR ae ee ee | oie ee ee eee ee ea ee eS oi soe ee ee oe aie De eas rea ee ere ae ee ae papers Historia no era una garantia suficiente. No lo es es ee aria nee Fe) ee a coe ee nae ane eee ee ee eee a Re er, ee see Ee eee es See ce ee eet ae ee ee oa Nae eee ee os es ee ep eae ys ere ee pth ee ae ae ape : » tases necesidades radicales, porawe éstas son Ta verdadera signifcacion de sus necesidades conere- {as y porgue tnicamente ta radializacion ‘de las necesidades puede haccrles comprender que la me- for de sus reivindicaciones no puede ser realmente fatisfecha dentro del marco. de In. sociedad ‘exis: fen, sino dnicamente mediante 1a transformaci¢n Taalcal de esa sociedad. El voluntarismo bolchevique, que Merteau-Ponty hace remiontar a Lenin y que considera como una desviscion del marnisme, pusds descubritse va iat pliciiamente en el propio’ Mars, aunque su teorin hhubicra sido amnbigua en esto punto? vel, por una parte, en el cominiamo una’“necesidad inexorae Bie" pero lo describ, por otra parte, en su Fea avin, como Una empresa voluntacia,fundada eh Ji necesidad reflexiva do los hombres de crear 10 ie nuns abl etd y gue a Hiss mi fin proceso “natural” podrian crear en ou lugare Sn mundo que, como seria hecho deliberndamente Bor y pata los hombres, les permits hacerse y re Eondestse como hombres —es decir, como sujetoe Soberanos— por su actividad misma, La. construc: ion del mundo cemanista es. necesoriamente. una empresa “voluntaria’, aunque la voluntad. de reat zaresta constructién’ng sea realmente posible no fea otra cosa que el deseo de tn ulopista— sing en las condiciones matzrales que reine la historia feomo las condiciones para su exisiencia y su reall zacién. Asi, Ia critica marxista, presenténdose siempre como interna —es decir, como ya incluida, a titulo de contradiccién objetiva 0 de posibilidad, en Ia realidad que critice— es en sealidad siempre tame bign externa: no critica sélo a tna politica {o @ una Situacién dada de la realidad) en nombre de fier ‘as negativas que ya actian para la supresién y 1a 40 Superacién de esa politica; la critica maraista va © siempre més lejos que esas fuerzas, las pone a ellas Inismas en perspectva, les propone mds all de sus Mecesidades'y sus fines propios otros fines que las Eontirman superdndoles al imo tiempo y que 80 fon Hi los uncos posibles ni posflidadcs ya rea jes. La critien marxista es, al mismo tiempo, una Erica realisn, fundaa ex posbidades electvas, 9 una crea finalsta externa, fandada en fines © Zeigencins no realizabies en el futuro iamediato Siserbiendose siempre la segunda de estas ent as sobre In primers y presténdole a un movimiento Ya stractivo’ el entuianmo y la idcdlogia sin 0 Gales no seria capaz de sostcner una iueha de gran Sliento. Todos los partidos de opescidn_conocen sn necesidad de. plantesr, més alla de 105 fines Fealizbles, otros fines que no 1p gon todavia y que Gules no lo serda Jamas. La cficaca misma do 1a Gposicidn, su capacidad para, moviiar aun DUS Blo contra el gobierno y st politica, descansa en ese fecurrir a nevesidades gue’ estan mas alla de Tas osiblidaaes objetvas y que consttuyen, por fant, Exigencias autdnomas. diferencia de la erica interna que, a partir pa sn y de fies dads, sinter eo or ingar acerca de la diferencia y el aleance Tis Ine opcionss practicamente existontes, la critea Externa se funda antes que nada en la nevesidad, txperimentada como tal, de un cambio; cn nombre Gein necesidnd chs caracter irseductible Cv Sie trabojando 9 moris combaticndo") nega los pose idades que se le ofrecen practicamente. No re Silla mis retutablo que 1a ecesidad misma, no flene otro fundamento que ésta. Nose preecupa, fx principio, por saber To que cs posible: de ene frada solo sabo To que quiere o lo que niew. Es Tatical y ve adclanta a Iss posibiidades resles. Tm aL Pilea el proyecto (a veces abstracto y utépico) de rear las es para su satistacein, de creat Tas posbilidades donde no existen, de suptinis las posbllidades existentes. Como se plantca en nombre de necesidades ire ductibles I extca extort no habia el mismo idx ma que ios hombres. en el poder o en el aparato fsxistente yéstos aparecen con Feacconarios en we Tacién coi el hombre de la necesidad. A las elvine lcaclones proietarias, formuadas en ‘nombre de “la exstencia desma’, responden, por ejemplo, aie Ia coytmtara econdmica, ef potencal produetivo, Ta estasez de materiss primas, la competeacia ex: anjera hacen imposible los aumentos de salaries Aleaiar a los. obrevos reivindicar, a critiear el hivel de salacios, prometeries una elevacion éel nik Yel de vida equivale, se dice entonces, a pura dema: sogia. Alo que replican los dirigentes del movimiento Obrero: “Las necesidades que ustedes. invocan to exlsten sino en el marco de su sistema, No son Revesidades puras, naturales. Cuando los hayamnos Aesalojado del poder, suprimiremos esas neces des suprimlendo el sistema que las engendra™ © mienten, Saben, sin dda, que Ia transforma ion, el desarrollo, Ia teorientscien y Ia. reorgane Zacién dela economia nacional serdn inenos rapids ue lo que ellos prometen y que el nivel de’ vida @brero no mejoracé ce un dia para otro. Pero tam. bien saben que no zansrin lat eleccites; qu HO Mewacin al movimiento obrero a la victoria sl dex facan de antemano ave necesfarin uno, cinco © ez anos para satisfacer las Telvindicactones, que Tian catalizado. 1a victoria politica es la consicion Pevia para el cumplimiento de Ins promesas form Tadas; Sin un poco de ilusiones ode. enganos, las aiasas no sepuiran a los jefes en In lucha contra un Sistema que no permitiria jamds que las relvind 2 faciones populares fueran satisfechas. Las prome- ‘Ss de los driguntesy sus eticas son, cfectivamente, eniagizicas, pero cen demagouia¢.pollicamen: Ae necesaria y eficar, solo mients a medias: porque Sila oposicida no ciiticara al poder en nombre de Posibiidades que ella sabe itrealizabies en el pre- ‘no habia ninguna oportunidad de que esas idades resultaran realizable: en algic momen fori de que se captaran las posibilidades ya reales de una politica diferente. La critica “irrediista” de Ta oponeon ex fea, por tanto, en Ia media eh gue orea las condiciones psicolopicns y potas que Petmiticin creer las condiciones econdmicas, actual Thente.inexistentes, para tina, transformacion. La tistoncia de aca crttlen misma se convlerte en pare fe intro de as condiciones objets gue hace posible una transformactin. ‘si, aunque pueda ser indiferente que una idea an cn Ray id etn ya ce ves cue jo las condiciones desu realizacion no. se. cum pln no resulta indferente, cuando exss condiciones Gstin parcial 0 potencialmente reunidss —o para que puedan darst—, que esa fden haya sido expre- ada ya cien veces” La difusion continua de una {dea forma parte, en st misma, de las condiciones para su reallzcidn. No es una condicion suficiem: fe; pero pusce ser'una condicién codeterminantes Si fata, ia coincidencia de todas las demas condi lones puede resultar insuficiente. Hise Cardcter propiamente prodctor de ta exitica exierna, de la ereacion y propagacién de ideas y Yeorias, no contradice en'nada’al materialism dit Metico, Es reconocido practica y_cotidianamente or las capas dirigentes"cvando, mediante la cen. Sura, el terror, Ja propaganda, la perpetuacion del analfabetismo, intentan ahogar la critica y paralizar Ta circulacion de las ideas. Silos reginienes de Bs epresién se ocupan tanto de combatie la rica be Vlada y'eserita es porgue, a diferencia de los tee Hoos ela concencislije, no ven ‘ella a Gonsecuencia “de una praxis ya en’ marcha, sing In fuente posible de une pranls todavia ineustente Porque a sus ojos, con azn, Is preduccldn Aifusin de teeas teorfas son un’ momento Cate ial y original de ia praxis nasa, La prov prolee taris, por ejemplo, no serd in misma si bu condcton es sufrida por cada prolettio en ls impotencia p Ia Soledad, como destino singular cue Is inponee Fatalidades ancnimas, que Aes conocda por onda ual (y puesta en tela de juicio) como ef desting coma que, a través do la inercia del aparato exis fente, la actividad de todos le impone come asian bro objetivo e inercambiable desu case. Bae onocimiento 9 concieneia de clase no tiene nada de Auiomitieo, Lo nico que puede demosttar € me terfallsmo dialéctico es" que la unidad matesial de Ja clase es Ia condicion para su undad pelitica-¢ dealégica. Pero también puede demostrar qua @ Ia Fnvers, Ia division politica Iiealogen de la cae obrera es un obsticola material para ss Unidad g aque dsta, para exist, coquere de'un teabafo de i formaciéa, de educacién, ce propaganda, des esp trabajo, por sex intelcctial, no deja de sor Keal'y material. La unidad de else, dade en el plane a trabajo y ls relaciones econémleas,no tee ta Sendencia si no es. descubiert, pena y captat gu el nivel de la praxis politica, pero nada tans Hie de autcsma ue To sea La united de ae dada en un nivel determinado do ls praxis: puede Ser negaday quebrada,en efecto, en otto nivel or ejemplo, en ol nivel de las "superestrustures” fee Aepleas, las tradiciones, los habitos de pensamiento ¥ los modos de organizacién heredados de un par ado periclitado. Tas superestructuras, lejos de See ‘tun reflcjo. inmaterial de la praxis material, tie- en en realkdad toda Ja inerot de la materia; €3 Por la inercia material del lengusje, de las. ideas Fectbldas, de los hibitos, de los instrumentos inte Hectuales, de las elacioncs lnumanas, de las organ aclonss’consttuidas por lo. que’‘sobreviven Tas Superestructuras, par un efecto de vemanencia, «Ia plans pericitada de donde habian nacido o imple fen a tos prolctarios descubrin, interonaar y hacer In uoidad que ya ests ech, sin embargo, et ceria Sendo, La ides de unidad de clase, en coas condi Glones, no es cl zellejo lamesiato y pasivo de com Alcloncs viadas; puede que no corrcspoaa squlcrs fi un pelncpto, a ninguna necesidad. No se tnpon: ra sin ecfucrao y sin fuca, Bs, por ol contrerio, su in su encarmacion en grupites sin iinpor fasta en un principio lo que crea la necesidad las fondicioncs para su vealzacion y desiraye as cow Aiciones que le sirven de obstéculo. = ee ec ees eee ee oe ee eee a rere ee ae a a eee ee ee Be ai, a ws moe 45 ate ll Os es tee rece medias ge eee er ee Be eseings ae ee 2 eens ae Be ae Gane a oe ee ee eee Bice pai keke 2 eae [ee aoe ce eae, gem ce en rie eee ee Se ee eee eee near ea ot ee ae “ep eaiyeperpotene Tame rans Sie er eval ae fe tie warped Tae one reece: coerce ines ace Se UNSS coin « panic a etias Becleoml pers 192 tains Beto: oe coeen eceeae 7 aa Sara prac as on ee ee ene eae ee dee Bete cay nt ee ae a a ee Bees ees cece eas pete oan ae See pee ein nee le a Frise ous ale ernmvncs os aban so cusiades oe poe oir oe i tes loede aay See Sa ae ce increase ae Sie tere on la pets afte lnlceos pr Silt Besse ces ne ce peal cney ae a ee Banas vances ie ot Somes oa vequivalia a imputarle un estado de cosas del cual ee eee aie ge ee oe ee ee ee eee ee Seo Bei orene cerns, oa sec ee ee Sr RT her ea ae ee ee oe ee ee oe eee eS oe ee ee ee sare ee fa re ecg |S See ese es eee en oe oe Ee areas ee onic es see Bisse sont rrue cles de | ee te eee gee i ete es ree ae | a es cs = pee ee Save = ome 4a Jos individugs no creen nin su propia volunad a en su capacidad para resulver los problemas al ea Bromesas con harta frecuencia tanosay Cuan san cansados y deslentades por is vanided de mie Felvindicaciones oe sus luchas y conciben esa eomo agiaciones sterile. Como lox problemas no estan ya a su alcancs, como las causss de sus dew. Eracias se les escapan y son extcrores, encatgan & sao tra db ean eae fora ae Sus casas y enajenan su ule y su capecdad de Aetsién en manos de especiaiots de los aranten Piiblicos. La dicadura susteaye a oie voluttad pos Pilar que ha Negado. a considerarse al mis Eon iusoria 7 qt, como es impotents par real tr su objetivo, acaba por dudar'de su propia eae fencia, ‘Entonces expe’ eprender de Ie Getaara 16 gue es realmente posible, io que puede set rea mento deseado. Sélo la dctadura tiene su propia lgica y su prow pia dildctin. Se hace posible por l essiento que Tivade al pucbio ante bu propia incapacldad pera Satistacer Sus nevesidades, Pero el goblerno dltate tial se muestra incapas para realliar 103 milogeoy Ge se esperan de civ in'satisfaccon inmediats de Ins necesidades sigue slondo mateialmente impo sible its condiciones para esa satisfoclon dete fer creadas on Ia penufia més completa, medanie tha planificackin foluntara, disttoral,burocrdt 0; las neces!dades de a construccien no colnelde Inmediatamente con lat ecesidades”hunsanatg El Soblemo, entonce, aca por reduce tT lacie Tuanlfestasion de dts, por supeimie in orien ef nombre de la razén superior de Ja tarea a realizar, F considerar la reivindicacién como sabotaje, ete hhacerlo, se deslign cada vez mas de la "base", Al ‘dejar de ser criticado piblicamente, deja de conde ‘erse; ya no sabe Io que las maces piensan de € porque Jas ha reducido al slenco, ya no sabe 0 Elencia elerta fo gue hace. Ss Srgas de ejeeucion ¥-de contra, prosa ellos mismos del terror gue or Eaniran, sé relejan en el gobierno su propia volun: fad, to se atreven a impugnario nis prevenilo, dedican’a mentirle. Solo y slslado en medio’ del silencio que él mismo ha organizado, el. go ‘temo avanca en la oscuridad, a entas, no descubre sus ervores sino tardfameate, cs decir, frente a 1a videncia de sus Tos grandes wrajes. El prudenteempicisme de Stalin sé expican tambign por esta situaclon que hacia inewtatie una acute Tacién de excesos, La ausencia de" democracia ine Pide que la sociedad te conozca y, al no eonocerse Fesulta fncapar de cutcarse cficsemente. La dete dura, instaurada en vin momento en que Ia critica no podia ser eficaz por falta de meds de accio, Aespoja mas tarde a Ta critica de lox medios pard cores au op, pone dessin, Des lo pe Tigros reales que impliceri un retorno brutco ala democracla, Ms adelante me referiné nuevemente Seatos problemas Strato de restimir lo anterior, observe que ml Intento dé Tundar Ia exten ha sufido un proceso egresivo. Mi primer problema era saber & NOME tre. de' qué podin erklearse aun indiiduo. Tata est, patentmsnie conceit, relé beta Superficial: adverts, en efecto, que la critica a un Tndiiduo-no tene sénsido sina tuando To. cone A pitir de su campo de posibilidades, a partir de fo\que puede hacer? pero si naceroyIa erties se vuelve fntema'y limita se objeto! tiende a no cer Sino marginal. Ya solo se refere alos excesos dela accienIndividal y no el género mismo de la accion, ive habré que reconocer como inevitable y neceate Ho, dadas Tos condiciones existentes. etn posbilided para critcar, de manera radial 9 a fos suetos individuales de una praxis establecida “in ritea alos eapitalisias indivicuales, por ejem- lo, no tiene gran’ importancia puesto’ que yeos Individios son, como capitalistas,Yos prisioneros y Jos productos de un sistema que ninguno de ellos haa preconizado.en forma individual me ha nctado A desplazar ef objeto de fa ertica hacia las “cle unstancios materiales" que hacen esa pranis inevi fable y la perpetian por inereia, Mis alla de In éritiea a los individaosyinizena y marginal, he plane feado la crtion al sistema material (es decir a la praxis estableida), critea externa y radical,” Pero Esa eritica, la'més difundida entre los-marxistas Sorte comsiantemente el riesgo de caer ene) heat Hismo o.en ia abstraccign sino se preocupn por fut damentarse. ZEa qué se funda ehtonces? ‘Descartemes, en principio, dos malentendidos base tante difndidos: 1) Ta critica a una praxis establecida (aun sistee ma) no podria ejercerse en nombre de ofra praxis establecda er otra. parte, El capitalismo’ Hanes no nde er ce vllamente deste el pe to de vista del socialismo sovistico, porque ess panto Ae vista es ele Ta exterioridad radical. Reproctr 4: un sistema ol no ser otro satema es hacer enfiea tipicamente eat sta 2) La critica atm sistema no puede. fundaree fampoco en un “andlisis centfico y objetivo” de sus contradiccfones. Un. andlisis. seinejante puede Ser indispensable. para ‘definir el contenido" ya siacion su Ind-de derve a Ia cifica; ery 0 Ja funda. ‘Giando\ se haya demostrado.cletificae mente que el captasmo cava fataimente st propia tumba, faltars por explicar en nombre de. que se considera esa muerte mis descable que lamentable: EX andlisis ceatfico no basta: su punto ce vista fs tambien el de Ia exteriorsdad radical; mientras 6 0 €onsidere al sistema analizado desde fuera no es po- Sible estar dentro y tomar partido, Aunque se anada aque se ejerve Ja eritica en nombre de las fuerzas que, dentro del sistema analizado, preparan la des fiucclén de ese sistema, quedard’ por explicar por ‘qué se prefieren esas fuerzas negativas & aquelas 8 las cuales combaten Ta Filosofia marxista responde perfectamente a sta cusstién, Su fundamento es doble. Se niega BS crticar estérilmente al Estado real en nombre de tin Estado ideal; sdlo pretende formular una ert fica ya contenida en Ia Fealidad constituida, en for mma de praxis negative, de recharo activo de esa ealidad. Todas las praxis negativas que se ejercen fn el seno de tn sistema no le interesan, sin em Tbargo, en la misma medida: no se preocupa por formular las criticas de los remolacheros de Oise eontra el liberalismo econdmico de In industria moe ema ni las crticas de Tos pequefios patronos contra Jas leyes sociales. No se ocupa, en otras palabras, [por expresar Ins eritieas fundadas en el interés, que fxpresa las exigenclas materiales de praxis ya ae es (la Remolacha, el Gran Capital, el Capital Fam iar, etc.). La critica no tiene valor sino en Ia medida en que expresa 1a exigencla propia de hom bres que reivindican su calidad contra las fueraas Jos tntereses materiales que la niegan —y, en pare Ricular, en Ia medida en que la critica expresa Ia Thecesidad. Tn este sentido, el marxismo merece ser Tlamado un bumanismo: su erftlea se funda en sina axis negativa fundada ella misma en una exigencia Taanana irreductibie. Hlay que adyertir también que no puede fundarse tuna critica ef la exigencia humana (y particular: Mente en las necesidades) sino cuando la negation Gel hombre (0 su imposibilidad) no es obra de la Tnaturalera sino de la praxis social establecida® la cri SL tica en nombre de las necesidades s6lo es posi ‘cuando la necesidad deja de deberse a une natural e irremediable de riquezas, para ma se como el resultado de una explotacién y una tion sociales permanentes de quienes producen ‘masa cada ver mayor d= riqueras, a realidad de la eritica en Ia que el marxismol funda su erica de la realidad no es, por tanto, a exterior ni es una ertica cualquiera: (ene el priv lepio, por el contrario, de ser la realidad propla de Jos que critica, su exigencia y su praxis. human ‘Yreslbte pore it rain acne por ol mag imo es la praxis humana (que “hace al mundo ¥ Jai Historia sobre Ia base de circunstancias anteriores") por To que dsta tiende a decir que esa realidad ey Eontradictoria, que Neva implicita su propia enti ¥ su propia negacién, ‘a leva smplicita, em efecto, Cuando fa praxis humana se objetiva en Ja material Yy se vuelve contra sis agentes como un poder anti hhumano; cuando 10s fines en vista de_Tos. cualea actiian Jos hombres son contrariados y negados pom ft proceso engendrado por st persecucion, mismag cuando, por mediacién de un sistema material, 10g frombres se convierten para los hombres en anthomelle bres; cuando, en una’ palabra, los hombres, estiniiy - enajenados, “Y para comprender cémo pueden Ge tar enajenados hay que situarse, desde el princtpiay en el punto de vista de su praxis, no perder Jama de vista que el hombre no es una cosa entte lat ems ensne, sino que el statis de ease que We 68 SO ferido como su str objetivo se contradice Gon si realidad htrmaia —que es provis, es decir, libertad : que supera a la materia inerte—, niega esa realidad Sin suprimirlay tiene que ser negado a Su Wear Sélo gracias al concepto de enajenscién es pose bile captar una Tealidad como su propia evitlen dl hhecho, como negacién ya implicita, Por exo 52 ata idea en el capitulo siguiente, Tra Mie demostrar Gespués por que In sondenacion fel capitalism por Ia Historia no era otra ara Marx, que st condenacién "moral", es Sect, por cue vela en el prolrarindo Ia cotncdeneta Seta impugnacion prictlca con la impugnacion filo W)séfica, la coincidencia de la necesidad histérica con Hs exigencia burma 53 TI, PARA UNA TEORIA DE LA ENATENACION EL coxcarro de enajenacicn presenta insuperables dificultades para et idealismo to mismo que para el materialismo vulgar. Si se reconoce com Hegel, €n efecto, que la esencia del hombre es el trabajo 9 que el producto del trabajo (la obra. humana) é Th objetivacién de Ta conciencia, no se. comprende como el hombre puede convertirse en algo eistinte al hombre ni edmo el mundo que produce puede set tra cosa que un mundo humane Si se reconoce por otra parte, cou el materialismo vulgar, que el hombre es ef provucto de las con cones materiales, no se explica como ese hombre, Tigurosumente determinado en su ser, puede enaje. nase: pareceria mds bien que es todo lo que puede Ser yd, toaimenteconfgmad por lr clcune tanclas, no hay lugar en él para ninguna ‘contra fiecion = Rayne Esa dificultad se encuentra a veces en Marx) en Ja medida en que sus formulaciones no siempre es: {pe al materatimo velgar. Escrite, por lemplo “Tal y como los individuos manifiestan su vida, as son. Lo que son coincide, por consiguiente, coh si proiluccién, tanto con fo’ que prodcen, como con 1 modo edmo producen. 1 que los individuos som epende, por tanto, de las condiciones materiales de Si producclén"? Pero a ioe indiicnar son ts a hacen y tal como se manifiestan, y coincide con su producsign zen qué sentido puede constituir este Dara ellos una enajenacion? Es imposible responder a este problema sl 38 aborda Ta producsién ‘con una perspectiva, objet 2 Ideotogta alemane, Esicones Puchlos Unies, Uruguay, 1903p me! ss } | tat ati © vista y empirista. En esa perspectiva, efectivamente, hay que atenerse a las apariencias: se concibe a, Jos individvos a partir de los resultados de sus actos ¥, omitiendo toda interrogacién acerea de la final Gad vivida de su trabajo, se capta slo lo que el jectador alejado sabe desde un principio: la "coin- fldencia” de los individuos objetivos con su realidad. ‘objetiva; se comprucha neciamente “que son lo, Min realidad, sin embargo, esta simple ideatidad no existe sino para quien quiere ver a los individuos desde fuera. Y el mérito de Marx es, jusiamente, jue no se contenta, en sus descripciones concretas, fon un objetivismo de apariencias. En lugar de n0, concebir a los hombres sino a purtir del resultado material y la funcidn objetiva de su trabajo y de re- ucirlos ‘a esto, quiere desfetichizar los resultados: Pproducidos concibiéndolos a partir de la actividad fp los hombres: Ia plantea como una “realidad dia Metica” con su finalidad y su manera especitica: mente humanas, pero juzgada (es decir, confirmada {© contradicha) por los resultados que contribuye a ® producir. Si se adopta este método, se advertré cémo la realidad hsmnana de la produccign puede eatrar ea fontradiceion con su revilado “inhumano”; como In actividad la manera de producir pueden entrar fh contradiceién con lo ge producen y se econo Geri la cnajenacion_ en esa, contradiceldn quo 80 aoe via cof eno suse ja relvan, ibyemente, mediante au trabajo. Spfectivamente: hay enajenacion, para Marx, euan- 9 la produccién, que es actividad para transl Siar y miner 1 custnte ao eacuchia somctda da en sa cardcter aufGiomo por el objeto que Produce, Hay ‘enajenacién cuando ol producto, Boe es la objtivacion del trabajo Hamano, so vuelve 53 conta a gctividad que to produce y hace apnrecr ra actividad como fp contfaro de 1 que ee como tam servidambre'y como wna cota, enlogar det dominio y una megaciom stiva Ge Tos cotssy come Une conecuoncla de au product, cuando en felt Het casa orgen. ty Crajenacion cuando oe Ba Atvetigo toda ia iberiad cn un tmbajo, porn der turin fin de cuentas qus el resultado, nutrido Ge fas propias angutns'y det propio sfucro, es ora fost, eb cosa te otros: que ol acto propio ¥ ore Bis tampa quo nov cntvogs'a in Commecion Otro; que lo que se hace se conviere en el objeto Bhertegue ots wilizan conten uno mist cots a tramento; que nuestra objeivecon libre. esl ele de una Goyetacion que noe slegay que base a nuestra libcrad el insirmento de nace some: niet El plano dl juego, so encuentra un buen efem- fpoies oe cvaudilo a cos adivisenes gratconen Fes gue hay gue lgar ioremente, en an orden que Be totees ince cos inventar cieryos puntos Sel eros en una hoje. Al terminan, hsbremos dia Fado uns tgura que no soxpechabamos y que ton: Ges nos parce Gus eatvo ait, cesde un pring sunn chajenacion pes lage se realiza median fae clericlor crams libres” hemos vaclado ante Giyersos canes posible, Remos ejercido através Gio las ctornativecy lao das un ore ari oo: ferazoy. sin crirgo, cl rerltnd hacia ol cal Bean en ef equvoco no podit ser istentes Gescubre, en definitiva, que propia Hbertad. he Tealizado’l designio ae Orr, que ha sido robada, Eonfiscada,inclinada por una volunted engafosa a llegar al resultado nectsanio, Niogin tro NstlindD ra posible, so embargo, ha hecho flta toda la frogs bern pns rena mend. cao algo por wovotros mismor y s¢ dexcubre ea 56 va que heros sido hechos a través de nues ipoplcs eet. } Estos ejercicios en los cuales el resultado se vuek Ne contra in actividad que lo eogendra, para care Biro sentido, son ejrlares: simbolian'a situacion ertedos er el mundo de la enajenacion, Porque HY como sce con Ia soacion de a vin, tn ene Genacioén tampoco se nos impone por la fuerza ruts, « cada uno de nosotros le colvesponde rea: Be abscnentc™ la necconed que, 1o conver ara s{ isi y para los demés en Otro, dsl cual Forse reouoce tomo abler. En aprienca 9 sible fivamente cn efecto, Sempre se purde esooger Se Bede rechazar el ssiaro'y Ia oeupacién que se nos Seo pace never te cbedirain al ual sx Berio, se puede incisive rechazar al mundo entero Feeuriendo al suicsio. Pero practcament, cea op Dp clon no se presenta jamas coma una alernaiva (a FY taenos gu el modo de inserare en In realidad no SP fentps un Compromiso anteric), Pricicaments, {fipor el solo hecho’ de vivir, somos prese ce nes Paces gue uo pucden ser satsfectan sino’ por los Iedios' a nucstra disposcion y estos medics, mom Eatos por Ia actividad de los otros, son ots tantas Beigentins objctivas qu nos viene de lon otros. Por El smple echo de wv, se acepan,"premiss y las foceewercies que so "desprenden” Ue elias no tc Bie ee oe onftio de dectiooes capresis; si somes Periodisss, ingencros wt obreros nos encontrames os ce stecicsin oem, doc Imiesra accion y no semitentrcinta ysca result. Pie, cecrbiremts ol ipo de arculos prevsto, pro Giucresos objeto delerminados cictlendo just: WPinente ins exdencias, realizremos et rencimiento HWecigido por las miquinas, Las sluciones que eabo WPisines itremente™ (ia tendencin de os artcuos, Ta telecion con los obreros y Ta dinecdén x somos ST Ingenieros, la relacién con Jas méquinas, con los ieducos'y con la societal somes abreros) estan spor el campo practice y 36 nos mani fiestan como necesidades que no podemos dejar dé relearn por moto ete Sa, ones generaics' de nuestta actividad’ singulars Esas necesidades no exsten sino por nuesta liber fad y, sin embargo, parecea servise de ella para hegatla; nucstros actos se enajenan por la dispose ion y la exigencia de instramentos que so supcran, pero no pueden superarse hacia resultados dere tes, Se trata slo do necesidades materiales? Sf y no. Sf, si se quiere decir con esto que son esos ins frumentos materiies los que deterinan la Satirae Iezay cl aentido de los propos actos y Ia aticlaeia Ae os actos individuals con los de iodos los demo No, si'se quiero decir que esas necesidades. som naturales" No oan {volvereinos sobre esto): son ereadas, dependen do In sociedad 9 del mundo fn general as necesdades quo no pucden dejar de Feallease, los Instrumentos que‘ nos’ ls. mponen Son siempre y necetarlamente ia materalizacion €@ Jos proyectos de Tor otros, la actividad de Tos otvos tedimentada en las cosas por mediacion de es0 ose frumentos y de esas necesdades otros, stands ef Un plano diferente al nuestro, actuan ‘sobre nos fies, cJereen un poder sobre’ nosotros, se sinven fe nosotros como medio para fines extranos (que Peden ser impcstos tambien, por otra parte, BoE Et ssteuie isntrunnenesl qulenet tos persiguene Desde et momento en gue lor Sndividuos,cOlocae dos en determinadas condiciones, no pueden evar fl realizar librements” resultados y conductas “ne Eesarias', piteden convertirse part los demas Gbjetos de’ métodos que, como Ia psicotcenica, el faylorizmo e inclusive Is pseologia" comercial, om erdaderes téoricas de la ‘enajenacién y el engale: eDe qué se trata, en efecto? De normar situaciones % & pariir de esto, prever los resultados, las com ¥ los fines hacia los cuales se proyectaran *libremente" los individuos eolocados en esas situa- Siones. Esos individuos, pensando hacer una cosa, Fharin otra que no querian hacer pero que otros sQuerian hacerles hacer; realizarén los fines de e308 ‘otros creyendo realizar los suyos propios. En las grandes tiendas norteamericanas donde los. vende- ores estén entrenados cientificamente, nadie ‘vi Henta ni presiona al comprador; pero, desde que fentramos, se nos clasifica, se prevé nuestra conducta, Se nos coloca en una situacién en la que desems pefiaremos libremente cl papel de Otro ¥ realizare. thos por nosotros mismos un resulado extrafio al ue querfan hacernos llegar (la compra de una) Mercanca conforme 2 Ins necesidades que s€ NOS Atribuyen): inclusive nos llevarin a sentirnos obli- igidos con ios técnicos que nos han enajenado nues- fra eleccion y nuestro poder de compra, que se han Servido de riuestra libertad para obligarnos a realie arse sus propios fines y, més all de éstos, un mundo en el cual las necésidades de los hombres on los medios para el enriquecimiento de otros. ‘Fomemios el ejemplo del esclavo que da yueltas alrededor de una noria: es libro en tanto que realiza, Jun trabajo, en tanto que transforma Ia realidad por fu accidn sobre ella. Si fuera el propietario de su ierra, haria el mismo trabajo con vistas al mismo esullado (irrigar la terra) y reconocer‘a en ese re- Siultado su proyecto soberano. Pero, como es esclar wo, Ia actividad por la cual domina y transforma fa realidad se reduce a realizar libremente los fines e otro. Su propio trabajo no se le deielve como, a tarea que realiza y la obra en la cual se objetiva ‘sino, por el contrario, como una tatea preexistente que se sirve de él como de un instrumento para 2 De nissan ene ee ee ee ee oe Tidad de su emancipacion, su esclavitud: si se nie pee 2 trabajar sera golpeado, si se rebela sera conde- es ee ee oe Seer een oe al ee eect rer ena Ee ee ee ee ci ae eae eee ee ee ee es ns cero ae ee cn een eens ee Su trabajo requiere toda su libertad, toda su aten- Se ss Epepreleeis ea ee oe eee ne te: es ae ee ee oe ee eer aon a a a tena y por los que han instalado esa cadena. Todo festa previsto y calculado, 1a necesidad reina en el faller'y, sin embargo, hace falta toda la libertad de Bhos obreros para que esa necesidad (materiallza. feion de una voluntad Ajena) se realico a costa suya BSI i obrero especializado se rebela contra su cone @Bicidn, si trata de camblar de trabajo y de situacién, Destard cealizando también una necesidad: es decit {Gue, en las condiciones dadas, s6lo una escasa pro- sporcion de obreros especializados (actualmente el , ' t sink Sai oa 1296 en los Estados Unidos) puede elevarse en la Jo- arqufa, Como quiera que se esfuercen y por eném iicamente que actien, los obreros especializados 00 fPasarin jamés de la comprobacion de esa ley del 129%; ¥y, sin embargo, hace falta toda Ja bertad, todo el malestar de os obreros especializados, toda su voluntad de elevarse en Ia jerarquia para que ‘esa ley pueda realizarse; hace falta que cast la to talidad de los obreros especializados trate de eam= iar de trabajo para que el 129% de ellos realicen Ja posibilidad y el §8 $ realicen su destino como 1a impostbilidad, la vanidad de su proyecto. Hace falta, igualmente, toda la inventiva, toda la astueia y toda Ja dureza de los capitalistas para que se realicen Jas eyes y las necesidades del proceso del capital que rningin capitalista individual ha querido ni ha po” dido querer, en Ins cuales todos resultan negndos ‘como persona y objetivades como Otro entre Ios Otros. En todos esos casos, la actividad de Jos hombres es Iibre, pero el resultado de su actividad les viene puesto por Ja actividad de los otros, material zada en las cosas; hay una eontradicclén entre la ealidad de su trabajo —Ia accién de dominar la reas Tidad, de superarla hcia wn fin, de plantearse como ‘su “propio origen’— y la objetividad de un resuly tado extrano que disfraza esa realidad y se vuelve contra ella: todo sucede como si el producto se sir- yiera del productor para hacerse producir por él, ‘como si los individuos estuvicran ‘sometidot a tn eino de las cosas de las cuales son, sin embargo, Jos libres productores. Ei producto enajenado, fetic chizncio, encubre y niega’a Ia operacién qe 10 produce; ésta es objetivada de tal manera que par Fece inesencial en relacién con su producto, domai- ada y suscitada por él. Los hombres no som ya Fino los ‘mediadores entre ins cosas, 1as emanacio- a

Você também pode gostar