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FILOSOFIA DE LA IMAGINACION Maria Noel Lapoujade > siglo veintiuno editores, sa de cv CERRO DEL AGUA 248, DELEGACION COYOACAN, 04310 MEXICO, DF. siglo veintiuno de espafia editores, sa GIPLAZA 5, MADRID 33, ESPARA siglo veintiuno argentina editores, sa siglo veintiuno de colombia, Itda AV. 30. 17-73 PRIMER PISO, BOGOTA, D.E. COLOMBIA edicién al cuidado de carmen valcarce portada de maria luisa martinez primera edicién en espajiol, 1988 © siglo xxi editores, s.a. de c.v. ISBN 968-23-1481-X derechos reservados conforme a la ley impreso y hecho en méxico / printed and made in mexico fNDICE capiruLo 1: pracronia 1. Irrupci6n, 23; u. Antecedentes, 25; m. La imaginacién y la incipiente actitud critica, 42; Iv. La imaginaci6n en la filosofia critica: Kant, 63 caPiruLo 2: sINCRONIA. DE “LO REAL” A LO FANTASTICO Introduccién, 102; 1. Ensayo para una fenomeno- logia ingenua de la imaginacién, 108; u. Una fe- nomenologia de la imaginacién, 118; m1. Imagi- nacién y fantasia, 135 CAPITULO 3: HORIZONTES Introduccién, 149; 1. De la imaginacién psicolégica a la trascendental, 152; mn. La crisis de la con- ciencia y la imaginacién, 161; mr. Légica de la imaginacién, 171; 1v. La imaginacién y el len- guaje, 184; v. La imaginacién: definicién del hom- bre, 193; vi. Imaginacién y cultura, 215; vn. La imaginacién: propuesta de fundamento para una ética, 229; vm. La imaginacién: un acceso a la totalidad, 236 CONCLUSIONES 1. La imaginacié6n como funcién, 240; n. Hacia la descripci6n de una posible estructura de la imaginacién, 251 BIBLIOGRAFIA 6) 102 149 240 257 Quien no se atreva a ir mds alld de la realidad, ja- mas conquistar4 la Verdad. (F. Schiller, Cartas sobre la educacién estética del hombre, p. 69.) Todos los limites que existen, existen sdlo y simple- mente para que sean traspasados, (Novalis, Frag- mentos, p. 81.) La palabra mAs exaltante de que disponemos es la palabra como, bien sea esta palabra pronunciada o callada. Es a través de ella como la imaginacién humana da su medida y como se juega el més alto destino del espiritu. (A. Breton, Signo ascen- dente, en su Antologia, p. 280.) Transcribo grafia del autor. AGRADECIMIENTOS Deseo expresar mi reconocimiento a la doctora Ju- liana Gonzalez por su permanente estimulo y sus valiosas sugerencias. Asimismo quiero manifestar mi agradecimiento al doctor Ramén Xirau por sus hici- das criticas y su desinteresado apoyo para hacer po- sible esta publicacién. PREFACIO EXCLUSIONES El presente estudio no pretende convertirse en exé- gesis de alguna concepcién filoséfica en particular, sino que algunos aspectos relevantes para nuestro asunto, procedentes de diversas filosofias, integrar4n nuestra reflexién. Claro est4, tampoco buscamos ago- tar ningan tema. Nuestro punto de vista, no obstante abierto, no deja de ser reductivo, en cuanto es imprescindible deslindar cuidadosamente todo lo que no abarca, las omisiones deliberadas e inevitables. Pensar en “la problemdtica de la imaginaci6n” resultaria tan extenso como vacuo. Si procuramos connotar en primera instancia el concepto de ima- ginacién, se va develando ante nuestros ojos una constelaci6n de dmbitos, contextos, interrogantes e inquietudes, que abren otras tantas vetas de inves- tigacién posibles, Si en un sentido muy lato se entiende por imagi- nacién la funcién de producir imagenes, obtenemos asi una primera aproximacién. Se nos ofrece el universo de las creaciones, “pro- ductos” de la imaginacién: el universo de las image- nes. Qué entender por “imagen”, qué trayectoria tiene el concepto, qué tipos, formas, grados, diferencias existen entre su variedad; cémo pueden connotarse, distinguirse, vincularse. Qué nexos pueden pensarse entre imagen, palabra, concepto, recuerdo, Pero la imagen no se da sola, aislada, univoca, lineal. Puede asumir la forma de met4fora o alegoria; de simbolo (en el lenguaje, el suefio, el arte, el mito...); en 19] 10 PREFACIO unas ocasiones alcanza el misterioso caracter de ic6- nica (magia, arte, religién...); en otras, alimenta la utopia, se proyecta asi con alcances histéricos, po- liticos, sociales, culturales (Platén, Campanella, Ba- con, Moro o modernas); es la imagen, el nervio motor de la ciencia ficcién o del cuento fantastico (Bradbury, Borges...) ; se instala en el corazén del juego, el arte, los suefios, el humor, el chiste, la cari- catura, la ironia... Sin embargo, queda atin otre 4mbito por explorar, el de la imaginacién como funcién, fuerza, poder humano. Si bien marginaremos todo el universo de sus creaciones, nos internaremos en el terreno de la © actividad imaginativa, en los procesos, en el dina- mismo de la imaginacién. De aqui no se infiere que postulemos una dicoto- mia entre funcién y producto; la actividad y su re- sultado, sino que nuestra reflexién pondra énfasis en el momento mismo de la actividad imaginaria. INCLUSIONES En consecuencia, nuestra investigacién se centra en torno a la fuerza de la imaginacién con el propésito bdsico de aproximarnos desde perspectivas plurales, diversas a este poder humano de imaginar. Las pers- pectivas han de ser plurales porque la imaginacién es una funcién compleja, que exige ser abordada des- de diversos 4ngulos, como condicién necesaria para una aproximacién més atenta a la peculiaridad de sa actividad. Ademés, porque cada perspectiva puede arrojar luz parcial sobre determinados aspectos, facetas; pero no otras, no todas, ; Nuestro punto de vista busca respetar la plurali- PREFACIO i dad, la diversidad, la labilidad de los procesos ima- ginarios, abordando algunas de sus facetas més rele- vantes, desde perspectivas también plurales, diversas. Es como si intentaramos alcanzar el blanco de la imaginacién desde los mas diversos Angulos, ¢Ponemos en peligro asi la unidad? No, si pensamos que toda unidad debe ser plural. No se trata de una unidad monolitica, estAtica de la ima- ginacién como capacidad potencial, sino de una uni- dad procesal, compleja, itinerante, de una funcidn, Esta premisa hace que los autores que entran en escena provengan de diferentes épocas y corrientes; pero ademas, nuestra postura bisica nos exige un didlogo con filésofos y pensadores, miticos y poetas. La imaginacién es un d4mbito en que puede crecer la magia o la ciencia; que admite hermenéuticas di- versas —en ciertos aspectos incompatibles— como la psicolégica y la trascendental; el psicoandlisis o filo- sofias del cogito consciente. Estas son las razones por las cuales en nuestra investigacién figuran San Agus- tin y Meister Eckhart; pero también Bruno o Sartre. Asimismo hemos de escuchar a Bacon, Descartes, Hume, y a Kant, Fichte y Hegel, sin por ello excluir a Nietzsche 0 a Freud, ni olvidar a Marcuse o Lacan. Pero en este didlogo abierto estaran presentes ademas Schiller, Novalis, Coleridge y Breton. Cada personaje desempefiard su papel, en sus dis- tintos niveles, sin confusién ni eclecticismo, sino como aportaciones diversas que. permitan salvaguardar la complejidad abil de este poder humano de imaginar. Por otra parte, la misma premisa contextual pro- picia el empleo de métodos diversos. De acuerdo con lo que la etimologia de “método” nos advierte, reco- rreremos diversas vias, caminos que nos permitiran aproximarnos de distintas maneras a nuestro objetivo central: indagar la fuerza de la imaginacién humana. ¢Por qué no seguir el modelo de Zaratustra? “Por muchos caminos y modos he Ilegado a mi verdad; 12 PREFACIO no por una sola escalera he subido a la altura donde mi mirada atalaya mi lejania.’”? Desde el punto de vista metddico nuestro trabajo es deliberadamente zigzagueante. Primero, presenta- mos un enfoque sistemdtico de la imaginacién que constituye nuestro punto de partida filoséfico expli- cito. Segundo, emprendemos un recorrido histdrico- téorico en el que los aspectos relevantes en torno a la imaginacién se desprenden del papel que la funcién imaginativa desempefa en distintas concepciones filo- s6ficas desde la Antigiiedad, En este sentido haremos referencia a Platén, Aristételes, Epicuro, San Agustin, Eckhart y Bruno, Pero en rigor nuestra investigacién histérica se inicia con la filosofia moderna, A partir de la filosofia moderna el examen de la imaginacién se vuelve mds detenido, cuando estudiamos las tesis de Bacon, Descartes y Hume, La indagacién de la concepcién de la imaginacién en la filosofia de Kant se torna minuciosa por una razén fundamental. La filosofia de Kant marca el momento en la historia de la filosofia en que la ima- ginacién hace irrupcién como una funcién decisiva en el concierto de las “facultades” del sujeto. Lle- gados a este punto en que la imaginacién alcanza un papel protagénico en la filosofia, augurante de diversas concepciones posteriores, nos proponemos un viraje metédico radical. Tercero, intentaremos un ensayo descriptive de la funci6n imaginativa en su actividad, enfocada desde un punto de vista sincrénico, con un método atem- poral. Ante todo describimos desde una postura in- genua, pretedrica, los procesos en que participa la imaginacién a partir de la aprehensién de lo dado al sujeto, la exterioridad que afecta al sujeto, hasta los mas independientes procesos de la fantasia, Después pasamos a abordar la descripcién de la fun- 1 F. Nietzsche, Asi hablaba Zaratustra: “Del espiritu de la pesadez”. PREFAGIO 13 cién imaginativa, desde un punto de vista también sincrénico, pero mediante el instrumento del método fenomenolégico, Por ultimo, nos aproximaremos a la funcién ima- ginativa segin un método de reduccién abstractiva a partir de lo dado al sujeto en su autoconciencia como imaginaci6én empirica, para, a partir de alli, emprender un regreso metédico hacia estructuras que la imaginacién empirica presupone y a las cuales puede reducirse. El método nos conduce asi por di- versos niveles de reflexién: psicolégico, trascendental, psicologia profunda, légico formal, pasando por el lenguaje, que presupone una concepcién del hombre en cuanto imaginante, que finca a su vez en una determinada concepcién de la relacién imaginacién- cultura, lo cual finalmente presupone una forma muy peculiar de acceso a la ontologia desde la imagi- nacién. De acuerdo con lo que antecede, el plan del trabajo es el siguiente: Introduccién (sistematica) . Capitulo 1: Diacronia. Capitulo 2: Sincronfa. Capitulo 3: Horizontes, Conclusiones. En cuanto a nuestros lectores vaya una sugerencia. Toda lectura tiene algo de pesquisa, por ello requiere ciertas pistas. En este sentido, ademas de la lectura normal, en el orden indizado, este material conlleva otras lecturas virtuales, sin contar con las que ustedes puedan “imaginar”. Asi, por ejemplo, !a lectura histérica del capitulo 1, puede continuarse en el 3, es decir, a partir de Kant: Fichte, Schiller, Novalis, Hegel, Marcuse, Breton. O bien, Freud, Lacan, Mar- cuse, Breton, Otra veta a que se hace alusién es al 14 PREFACIO complejo vinculo Romanticismo (Schiller, Novalis, Hélderlin)-Nietzsche. La desconcertante figura de A, Breton recibe la mds heterogénea de las influen- cias histéricas, como él mismo nos lo deja saber, y quizas por ello hay cierta afinidad con esta propues- ta para una filosofia de la imaginacién. Por otro lado, es posible armar el “rompecabezas” de la fenomenologia con las siguientes piezas: Kant, Fichte, Hegel, Husserl, Sartre. Nuestra filosofia de la imaginacién contiene una interpretacién global de la fenomenologia disgregada en sus diversas partes. Ademés encontrar4n facilmente las lineas a través de las cuales se apuntan algunas perspectivas para la ética, la estética, la concepcién del hombre y la ontologia. En fin, los dejo en el umbral de los vastos mun- dos que la imaginacién nos invita a recorrer. INTRODUCCION LA NOCION DE IMAGINACION Imaginacién es un concepto de uso frecuente. Fre- cuente a nivel cotidiano, cientifico, artistico, filos6- fico. Con indeterminable trayectoria histérica, e ina- barcable diversidad sociocultural. Es un término de indefinida y polivalente significacién. En su uso cotidiano se emplea como sinénimo de creatividad o creativo: “X tiene mucha imaginacién’ ; también para aludir a lo irrea! o ilusorio, sofiado o utépico: ‘eso es imaginario’. No obstante ser cotidianas, no técnicas, estas acep- ciones aparecen en contextos filosdficos sistematicos, conviviendo con significados rigurosos, sin una dis- tincién clara. En sentido amplio, la imaginacién es la capacidad de crear im4genes. Esta primera aproximacién defi- nitoria no puede perderse de vista, en cuanto sefiala precisamente su actividad primordial: creacién de imagenes, * Nuestro propésito es detenernos a examinar cui- dadosamente la naturaleza de esta actividad, como investigacién previa a la que se ocupa de los pro- ductos de la imaginaci6én. En consecuencia —aunque nuestro propésito no es psicologista— la presente in- vestigacién presupone tomar como punto de partida una determinada concepcién del psiquismo humano, contexto en que actia la imaginacién. Parto de la premisa de que la vida psiquica es una totalidad estructural (Gestalt), din4mica, fluyente, sin cortes (James-Bergson), con caracter intencional [15] 16 INTRODUCCION (Husserl), cuyos procesos estructurales constituyentes son interdependientes e interactuantes. Todo tiene un sentido en el psiquismo, en su’ trama no ocurren hechos casuales, azarosos, sin sentido (Freud), Su motivacién -no es necesaria ni exclusivamente cons- ciente, sino mds bien procede fundamentalmente de lo inconsciente, que hunde sus raices en la natu- raleza profunda del instinto (Nietzsche, Freud, Mar- cuse, Lacan). Finalmente la historicidad le es inheren- te. Es una funcién —en cuanto humana— insertada en la historia, si bien no sujeta a la misma. Desglo- semos los aspectos fundamentales de la proposicién. EI psiquismo es una totalidad, Esta asercién lleva el propésito implicito de rechazar la tesis del atomis- mo © asociacionismo consistente en afirmar la vida psiquica como resultado obtenido de la composicién de partes supuestamente simples, las que, por agre- gacién logran conformar el psiquismo. Es preciso in- vertir el movimiento y partir de la totalidad. El psiquismo es totalidad, trama intrincada, compleja, que opera como tal, Solamente en una segunda. ins- tancia, analitica, es posible proceder a separar los procesos que lo integran. Procesos que no constituyen “partes” ni son “simples”, Nada simple se encuen- tra en el psiquismo.* El psiquismo es estructural. Al respecto me remito a las propuestas de la Psicologia de la Gestalt (Wer- theimer, Kohler, Koffka, divulgada por Guillaume, . expuesta por Heidbreder, etcétera).? No se trata de un todo entendido como “suma- toria de partes”. El psiquismo es un dinamismo com- plejo de miembros ordenados, organizados, jerarqui- zados, donde cada uno desempefia una funcién, funcién determinada por la estructura misma. Pero 1 W. James, Compendio de psicologia, cap. x1, pp. 185- 186. 2 P. Guillaume, Manual de psicologta, cap. vi. E. Heid- breder, Psicologias del siglo veinte. INTRODUGCION 17 es una estructura extremadamente compleja, inte- grada por otras estructuras, las distintas funciones operantes. Ademas, es una estructura eminentemente procesal. Nada quieto, estatico puede descubrirse en la psiquis. De ahi la necesidad de erradicar términos como “facultad”, que implica la posesién de una ca- pacidad determinada, acabada, dada, estatica, que en un momento x puede “echarse a andar”.* El psiquismo se muestra como permanente movili- dad, dinamismo total, continuo fluir, como ya con- quistaron definitivamente para la filosofia James con su descripcién de “la corriente de la conciencia”, y Bergson con su concepcién del fluir continuo: “la duracién”’, Los procesos psiquicos son polifacéticos, entendien- do por tal el hecho de que un mismo proceso puede asumir diversas configuraciones y aparecer ya sea predominantemente como concepto o como imagen o como recuerdo... En su trabajo ¢Existe la concien- cia?, James, plantea una tesis interesante en cuanto sostiene que en la experiencia psiquica global y “nica, un proceso psiquico que en determinado contexto fi- gura como pensamiento o concepto, en otro contexto aparece como recuerdo o imagen. En términos de la Gestalt diremos que ora es fi- gura, ora fondo, Aunque también admite otra inter- pretacién: la admisién de un perspectivismo ante los procesos psiquicos, es decir, que un mismo proceso puede ser enfocado desde diversos Angulos, lo que da como resultado su diversidad. Mas concretamente, un hecho psiquico puede ser estudiado en tanto ima- gen, concepto, recuerdo, emocidn, etcétera. ¢Por qué admite tantos enfoques,. perspectivas, que lo alteran? Precisamente porque es una realidad to- tal, compleja, polifacética, 8 En el capitulo sobre Ja concepcién kantiana de la ima- ginacién, planteamos una critica a Kant, de acuerdo con esta premisa, capitulo 3. 18 INTRODUCGION Asi como ya Galileo admite el papel decisivo del observador en los fenémenos fisicos y astronémicos, es preciso reconocer también que el observador del psiquismo (y quiz4s en mayor medida cuando se trata de la autoconciencia) participa en la determi- nacién del papel que desempefia el objeto en cada caso. Las distintas funciones psiquicas operan conjunta- mente en los distintos actos. Todas estén presentes en el percepto, o en el recuerdo, o en Ja imagen, o en el sentimiento, o en la actividad conceptual, judica- tiva o discursiva. Sin embargo no se trata de “la oscuridad en que todos los gatos son pardos”, y si bien se manifiesta el predominio de unas funciones sobre otras en di- versas circunstancias, cada una conserva la especifi- cidad de su actividad. En distintos momentos una funcién psiquica es la dominante quedando las de- més subordinadas a ella, pero no abolidas ni inactivas © inoperantes. Asi ya el acto de percibir concentra todo el psiquismo, en cuanto implica ademas, recor- dar, imaginar, pensar, sentir, querer, desear, te- mer..., actividades que arrastran en su peculiaridad la totalidad psiquica: presente y pasada, consciente © inconsciente, pero también posible, Por otra parte apuntamos que el psiquismo es in- tencional. Husserl profundiz6 en el concepto del caracter direccional de la conciencia (intencionali- dad), cuya férmula encierra el conocido enunciado husserliano: “toda conciencia es conciencia de algo”. Si el psiquismo es dinamismo, fluir, por ende la direccionalidad le es inherente. El psiquismo bajo cualquiera de sus formas implica siempre tendencia hacia algo, “Algo” que no es necesariamente un ob- jeto externo, determinante de un movimiento centri- fugo, sino que puede ser el propio yo 0 sus procesos, 4 E. Husserl, cf., Méditations cartésiennes, Méditation u, § 14. INTRODUCGION 19 provocando asi un movimiento centripeto que carac- teriza Ja conciencia re-flexiva, en rigor la autorre- flexién, A partir de los aportes de Freud el reconocimiento sistematico de lo inconsciente —mias all de las anti- cipaciones como las percepciones inconscientes de Leibniz— resulta imperativo.® Mas atin, Freud puso de manifiesto la importan- cia capital de los procesos patolégicos (las neurosis son decisivas al respecto) para la comprensién de los procesos “normales”. Freud practicamente invirtié el enfoque de la psicologia tradicional en este punto, en cuanto considera que el modelo para comprender los —asi lamados— procesos normales son los proce- sos patoldgicos. De acuerdo con esta postura bdsica resulta excluida la discusién acerca de si la imaginaci6n se ubica en- tre las “facultades intelectuales” o si es independiente de ellas. Es ésta una discusién ociosa por varias ra- zones, Primero, porque ya no puede hablarse de “fa- cultades” como entes estaticos a poner en marcha. Segundo, porque resulta inadmisible plantear una di- visi6én del psiquismo en “facultades” agrupadas en dmbitos: facultades intelectuales, afectivas y voliti- vas. Tercero, porque la imaginacién puede operar de maneras muy diversas, volcada hacia actividades fundamentalmente intelectuales, cuando participa en procesos de invencién por ejemplo, o provocada por pulsiones reprimidas —las imagenes onfricas es un caso— o tefiidas por vivencias pasadas como en el caso de las imA4genes mnémicas que aparecen en los recuerdos, etcétera. 5 En este punto tenemos una discrepancia radical con el planteamiento de Sartre sobre la imaginacién, en cuanto en sus obras dedicadas al tema rechaza lo inconsciente. Sartre parte de la premisa de que imaginar es tener “con- ciencia de la imagen”, con lo cual margina el aporte de la imaginacién inconsciente, o en rigor, del trabajo in- consciente de la imaginaci6n. 20 mvTRODUCCION El Vocabulaire de la psychologie (Vocabulario de psicologia) de Piéron, en su apartado sobre imagi- nacién, establece que sus procesos pueden consistir en la evocacién de imagenes o bien en la construc- cién de imagenes, Esto nos remite a la, distincién entre imaginacién reproductora y creadora® Esta distincién ya clasica entre imaginacién re- productora y creadora es operativa desde el punto de vista del andlisis conceptual y de su exposicién; pero en tanto descripcién de los procesos imaginativos carece de consistencia en cuanto presenta la imagi- nacién dicotomizada, Ello a su vez induce a pensar —si no en dos “imaginaciones”— por lo menos en dos tipos o formas de imaginar, siendo que la com- plejidad inherente a las actividades imaginativas no es reductible a una dualidad. Por otra parte resulta imposible trazar “divisorias” entre los procesos psiquicos. En funcién de qué cri- terio, cen qué “medida” determinar cual es la ima- ginacién reproductora, cuales son sus alcances, cuales sus limites y dénde empieza la imaginacién creadora. ® San Agustin, en Las confesiones, vincula muy estre- chamente imaginacién y memoria. Kant establece explici- tamente en su Antropologia la distincién entre imaginacién creadora y reproductora. Posteriormente, Bergson en el capitulo 1 de Materia y memoria insiste en su concepcién de la imaginacién como “memoria imaginativa”, acentuan- do asi el nexo entre imaginacién y memoria. Pero ademas, agrega Bergson, la imaginacién participa en el proceso perceptivo tornando familiar, recognoscible, el percepto. Asi la tarea de la imaginacién reproductiva es la de enriquecer con imagenes el proceso perceptivo y la evocacién del re- cuerdo. Si bien Bergson profundiz6 en el examen de la imaginacién, en su concepcién aparece aun como subal- terna a la percepcién y a la memoria, careciendo de vuelo relativamente auténomo. Por esta razén considero perti- nente la critica que en Las estructuras antropolégicas de lo imaginario Durand dirige a Bergson en cuanto éste “no liberé completamente la imagen del papel subalterno que la obligaba a ocupar la psicologia clasica” (op. cit., Introduc- cién, p. 18). INTRODUCGION 21 La asi llamada “imaginacién creadora”, :no reco- ge perceptos, recuerdos, conceptos, pulsiones, pala- bras...? Esto es, gno actia a la vez reproductiva- mente? Ademias, ; puede pensarse en una imaginacién re- productora como un mero registro fiel del objeto? Toda captacién de un objeto implica la perspectiva desde la cual se aprehende. Por todo ello, y de acuerdo con nuestra tesis sobre el psiquismo, concluimos que es preciso abandonar la distincién entre imaginacién reproductora y creadora en cuanto artificial e inconsistente. La imaginacién es un conjunto de actividades miltiples, es una es- tructura procesal compleja, integrada al dinamismo psiquico que se presenta como un fluir total, indivi- sible, continuo, unico, En la presente investigacién partiremos de la si- guiente nocién de imaginacién: la imaginacién es una funcién psiquica compleja, dindmica, estructural; cuyo trabajo consistente en producir —en sentido amplio— imagenes, puede realizarse provocado por motivaciones de diverso orden: perceptual, mnémico, racional, instintivo, pulsional, afectivo, etc.; consciente o inconsciente ; subjetivo u objetivo (entendido aqui como moti- vaciones de orden externo al sujeto, sean naturales o sociales). La actividad imaginaria puede ser vo- luntaria o involuntaria, casual o metédica, normal © patoldégica, individual o social. La historicidad le es inherénte, en cuanto es una estructura pro- cesal perteneciente a un individuo, La imaginacién puede operar volcada hacia o subordinada a pro- cesos eminentemente creativos, pulsionales, intelec- tuales, etc.; o en ocasiones es ella la dominante y, por ende, guia los otros procesos psiquicos que en estos momentos se convierten en sus subalternos. La imaginacién actia en diversos niveles y con- textos. En la vida de vigilia participa en perceptos, 22 INTRODUCCION recuerdos, conceptos, lenguaje..., en el ensuefio, en el suefio, en la creacién artistica o en la invencién cientifica; en las creencias colectivas (mitos), en los proyectos utépicos. En rigor, no queda rincén de la actividad humana que no esté penetrado por proce- sos imaginativos, caPiruLo 1 DIACRONIA I. IRRUPCION ¢Por qué la imaginacién, en la filosofia, hoy? La historia de la filosofia de Occidente ha sido hasta este siglo la historia del logos. Desde Herdclito los filésofos se han ocupado fun- damentalmente en desarrollar algunas de las milti- ples acepciones del logos, Asi, la historia de la filosofia se ha ocupado con el pensamiento, la pa- labra, el espfritu, la enunciacién, la ley, la ciencia, el conocimiento, el cambio, el ser, la armonia y todo ello fundamentalmente por y a través de: la raz6n. Este 4mbito de inquietudes ha configurado esen- cialmente lo que podriamos lamar la historia oficial, ortodoxa, de la filosofia de Occidente, que —de un modo u otro— ha sido la historia de la raz6n pen- sandose a si misma, bajo miltiples facetas y mani- festaciones. Pero esta versién de la historia de la filosofia co- mienza a agrietarse. Las causas son complejas y de diversos érdenes, Pero a nivel estrictamente filoséfico est, en gran medida, determinada por el surgimiento de la postura critica. Ocioso es determinar el preciso momento del sur- gimiento histérico de esta postura critica —quizds ya incipiente en Abelardo— se manifiesta no obstante con nitidez en Francis Bacon, pasando por Descartes, Locke y Hume, y hace eclosién en Kant. Nuestra propuesta en este sentido es la siguiente: la imaginacién irrumpe en la superficie de la re- [23] 24 DIAGRONEA _ flexidn filosdfica con un papel medular, en el mo- mento en que la filosofia se vuelve critica, esto es cuando los filésofos —léase fundamentalmente Bacon, Descartes, Hume y en rigor Kant— toman concien- cia hicida acerca de la necesidad de iniciar el edificio desde sus cimientos, para la consecucién de lo cual inician la investigacién de los alcances y los limites del instrumento epistémico —hasta entonces— por excelencia: la raz6n. El criticismo como postura despunta en la filoso- fia de Bacon, encuentra su desarrollo tentativo en Locke y Hume, y hace eclosién en la concepcién de Kant. . La postura critica trae como consecuencia el tras- tocamiento —desde dentro— de la ortodoxia de la razén, Concretamente, la filosofia de Kant —por paradéjico que ello a primera vista pueda parecer— decreta el principio del fin del reinado de la razén. Es preciso de una vez, sostiene en forma tajante Kant, “poner coto a las alarmantes pretensiones del entendimiento”, y a la hybris inevitable de la razon que —como en el mito de Sisifo— est4 condenada a regresar irremediablemente a su momento inicial, - cuando movida por su impulso natural se asoma a la trascendencia transgrediendo su limite. La critica kantiana de la razén, que la obliga a permanecer en sus limites, a moderar su impulso, deja entreabierta la grieta por la que otra actividad pug- nara por salir a luz, Se trata de una funcién a la - que si le es licito, m4s precisamente, le es inherente transgredir todo limite: nos referimos a la actividad de la imaginacién. Asi, la imaginacién, que ha sido sujeta, marginada, que ha vivido a la sombra oprimente de la razén, empezaré a asomar su irreverente faz a la historia ortodoxa, oficial, serena, de la filosofia occidental. La eclosién de la filosofia critica marca el mo- mento en que la filosofia se volver4 tolerante ante DIAGRON{A 25 una actividad hasta entonces proscrita e indomina- ble: la fuerza de la imaginacién. No se trata de proponer el destierro de la razon ni su sustitucién. Se trata de recordar que la filosofia también puede salir al mundo no sélo por la razén transparente, pura, sola, en su asepsia aislante, sino también por una raz6én imaginante, una raz6n fecun- dada por una imaginacién compleja, multivoca, os- cura, ambigua, avasallante, propulsora del conoci- miento, acicate de la razén. El] hombre conoce, no tanto en cuanto “recibe im- presiones” (empirismo), ni tan s6lo por “guiar me- tédicamente su razén” (Bacon, Descartes), ni por “mantener su razén dentro de los limites de la expe- riencia posible’ (Kant), o porque el orden de lo real es racional y viceversa (solucién ontolégica de Hegel al problema epistémico kantiano). Si todo esto es posible y la historia del pensamiento humano en su traducci6n teérica, la historia de la filosofia, ha dado cuenta de ello es porque el hombre no esta incrustado en lo real, adherido a su medio, en el mundo, sino ante el mundo como propone Rilke. Es porque el hombre transforma el medio en mundo, en palabras de Scheler, porque “ha vejado la naturaleza” como gustaba decir Bacon. En una palabra, es porque el hombre transgrede aun su mundo, lo inventa y lo recrea. Ciencia, técnica, arte, mito, magia... en fin, todas las figuras de la accién humana son fragmentos cua- jados de la fuerza desbordante de la imaginactén, que humaniza lo real y humaniza al hombre. ll. ANTECEDENTES No hay filésofo de la tradicién que no haga refe- rencia a la imaginacién, Eh este sentido la mencién 26 DIACRONIA de antecedentes podria traducirse en una tarea inter- minable. No es esto lo que nos importa en el contexto de la presente investigacién, Sdlo nos proponemos sefalar ciertos pilares fundamentales para el examen de la imaginacién que, aunque no pueden descono- cerse, no forman parte del objeto de este trabajo. En este sentido es imprescindible la referencia a Platén, que en tantos aspectos fundamentales abre el surco por el que transita la filosofia occidental. Precisamente uno de los aspectos centrales del pen- samiento de Plat6n que marca el destino de la filo- sofia posterior tiene que ver directamente con los problemas de la imaginacién. Me refiero al papel del ojo, la mirada, lo visto como signo distintivo del pen- samiento occidental. El predominio del ojo y la mira- da, implantado por Platén, continia vigente y fun- damental. La visién domina la filosofia de Platén, y decir la visi6n nos conduce sin remedio a lo visto, esto es, figuracién, configuracién, en una palabra: imagen. La imaginacién traduce en lenguaje psiquico el proceso fisiolégico por el que el ojo nos entrega la visién. Imaginar en un sentido lato es ver. Su actividad consiste esencialmente en la aprehensién de un “ob- jeto” (material o no, existente o no, concreto o abs- tracto, etc.), figurativamente* La problemftica de la imaginacién en la filosofia de Platén, por lo mismo que es fundamental, resulta muy compleja. La imaginacién y sus “productos”, las imdgenes, desempefian un papel demasiado central en su filosofia como para quedar abarcadas en el espacio de una referencia preliminar. Ante todo, imagen, metdfora, alegoria y mito laten 2 Para el papel del ojo y la visién en la evoluci6én del hombre, y en la ciencia, en relaci6n con la imaginacién, cf. Bronowsky, Los orfgenes del conocimiento y la imagi- nacién, cap. 1: “La mente como instrumento para el en- tendimiento.”’- piacronfa 27 en la rffédula del pensamiento platénico, ya sea como recursos metédicos, 0 como rasgos de su estilo, pero mas ain como auténtica expresién de su pensamiento y,; en rigor, como configurantes de su concepcién. Porque imagen, metdfora, alegoria y mito forman par- te esencial del discurso filoséfico-literario de Platén. Una distincién capital como lo es para Platén la establecida entre la sofistica y la dialéctica, est4 reco- rrida por el nervio motor de la funcién imaginativa. La sofistica, como el arte de hablar con “verosimi- litud” de todas las cosas, implica el cultivo de la imitacién, En otros términos, el sofista busca persua- dir con la apariencia de verdad, con lo verosimil (vero-simil: semejanza de verdad), por lo que supone cierta forma de engafio, de duplicidad engafiosa. Asi, en este sentido, el sofista es un vendedor de ilusiones. Esta faceta del sofista lo aproxima al artista, que es también un forjador de ilusiones en cuanto al arte: mimesis es una manera de “fabricar simulacros”. De ahi que el artista sea asociado con el mago, el brujo, el simulador.? Con respecto a la mimesis, Platén introduce una precisién: o bien se trata de un “arte de simulacién”, cuando el artista traduce las proporciones reales del modelo a su simulacro bello, o bien el artista crea una “apariencia ilusoria” en lugar de una simulacién del objeto, es decir, la obra tiene la apariencia de aseme- jarse al objeto cuando en realidad no se le asemeja. Ambas formas de mimesis nos trasladan al mundo de la ilusi6n que es el reino de los simulacros.* 2 Cf. Platén, El sofista 222 d; 223 a-b; y 234 b,a 235; 266-267. 8 El tema de la simulacién, de la capacidad humana de simular es decisivo. Por el momento conservemos el antecedente de Platén como apertura de una problematica esencial para la filosofia de la imaginacién. Veremos la vinculacién imaginacién-simulacros en Epicuro y .después en Kant, Schiller y finalmente en Nietzsche, porque este 28 Dracronfa Por otra parte, frente a la sofistica se érige la dialéctica que también es una actividad en la que participan los procesos de la imaginacién —segan Platén—, en cuanto la dialéctica es una visién si- néptica, una investigacién de cémo las im4genes se vinculan con las ideas, En el libro v1 de La Repiblica, Platén describe su concepcién de la realidad y los géneros de cono- cimiento correspondiente. El recorrido: explicito se inicia con la forma inferior de ser, las imdgenes de las cosas (eikénes), iconos, sombras y apariencias refle- jadas en las aguas, conocidos por conjetura. A ellos le siguen los seres vivientes y objetos artificiales acerca de los que se tienen creencias. Dejando atrds al mun- do sensible, a nivel inteligible, todos ellos pueden tra- ducirse en formas geométricas, a su vez objeto de medida y namero, El proceso por el cual se pueden conocer es mediante el pensamiento discursivo. Pero ellos, a su vez, expresan (participan de o copian) una forma, Eidos, que se aprehende directamente por un proceso de intuicién.* De modo que la realidad ultima, el ser originario, lo Real son Eidos, esto es, “lo visto”, formas, que sdlo pueden ser aprehendidas en un acto intuitivo. Intuir significa “ver”, esas formas originarias se al- canzan en un acto de “visién”. Por lo que los proce- sos de la imaginacién, en cuanto funcién productora de im4genes, esto es, formas figurativas representa- tivas de los objetos, en cierto sentido vertebra ni mAs ni menos que la Teoria de las ideas, uno de los tema se convertiré en planteamiento central en el capitulo 3, apartado v. + El transito del mundo sensible al inteligible, de entes sensibles a sus modelos inteligibles (Eidos), pasando por las matemAticas es una de las aporias ante la cual encallan las hermenéuticas en general. Quiz4s el Timeo ofrece uno de los intentos mds explicitos de Platén para describir este trénsito (52, 53, 54). En general se trata del problema de la participacién (gcopia?). aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 32 piacronia Todos los caracteres con que adorna a Eros: inter- mediario, vinculo, unidad, creador de estratagemas, inventos, recursos, astuto, curioso, habil, configuran el simbolo de la creatividad humana, la encarnacién de la imaginacién. El Eros platénico es la plasmacién simbélica de la fuerza humana de imaginar. Con estas notas de la fuerza de la imaginacién nos encontraremos en multiples ocasiones a lo largo del presente estudio fundamentalmente como una anticipacién del papel del Eros en la concepcién de Marcuse. Por su parte, Aristételes deja a su vez importantes Propuestas acerca de la imaginaci6n. En su tratado Del alma, Aristételes reflexiona ex- plicitamente sobre la imaginacién. Ante todo la dis- tingue de la percepcién y del pensamiento, si bien sostiene que la imaginacién “implica siempre la per- cepcién”, pero se distingue de ella ya que es posible “producir figuras mentales”, ante las cuales somos espectadores. De inmediato Aristételes propone una definicién incuestionable de imaginacién: “...la imaginaci6én es... el proceso por el cual decimos que se nos pre- senta una imagen”, Es preciso —continia Aristételes— no confundir la imaginacién con la sensacién, en cuanto puede imaginarse un objeto sin que esté presente, como en los suefios, y sus productos pueden ser verdaderos o falsos. Por ultimo en este pasaje Aristételes le asigna a la imaginacién un cardcter dindmico que vale la pena recordar, pues la caracteriza como “movimiento”. Por otro lado, en la Poética retorna sobre algunas facetas de la imaginacién, sobre todo en lo que atafie a las metaforas y su importancia.?* 12 Aristételes, Del alma, libro m, cap. 3 y Asistételes, Poética, 1457 b; 1459 a. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 36 DIACRONEA actividad temporal, orientada en direccién al por- venir. Si bien San Agustin mostré el papel eminentemente temporal de la imaginacién, vertiente importante para la reflexién, la actividad de la imaginacién perma- nece en gran medida adherida a la memoria. Su planteamiento no acaba de liberar a la imaginacién, lo cual —de acuerdo con lo que hemos venido sos- teniendo— no significa su funcionamiento puro o aislado de los demds proceésos psiquicos, Por su parte, Santo Tom4s también reflexiona so- bre el papel de la imaginacién, y lo hace desde una perspectiva muy préxima a la aristotélica. Se refiere textualmente a Aristételes cuando para explicar los procesos del conocimiento acepta la necesidad de con- tar con imAgenes recibidas de los sentidos. Segin Santo Tomds, una vez recibidas las im4genes son transformadas en inteligibles en acto por el entendi- miento agente. Santo Tomés lo formula con precisi6n cuando afirma: ...el entendimiento agente... .transforma las im4- genes recibidas de los sentidos en inteligibles en actos mediante cierta abstraccién, Seguin este pare- cer, por parte de las imagenes, la operacién intelec- tual es causada por los sentidos; mas como no bastan las imagenes para inmutar el entendimiento posible, sino que deben hacerse inteligibles en acto por el entendimiento agente, no puede decirse que el conocimiento sensible sea la causa perfecta y total del conocimiento intelectual, sino mds bien es, en cierto modo, la materia de que se vale la causa. De esta manera, Santo Tomas aproxima la imagina- 17 Santo Tomés, Suma teoldgica (Seleccién), Parte 1; im: La Creacién; c: El Hombre, ¢E] conocimiento inte- lectual se recibe de las cosas sensibles? (Cursivas del autor.) aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 40 DIAGRONSA genes. Sélo es posible la especulacién, sobre el ma- terial que ofrecen las imagenes, asi la facultad de teflexién “es ensanchada por las imdgenes claras y patentes de las cosas’ ® Bruno ilustra con precisién un enunciado que que- remos traer a un primer plano desde ya. La imagi- nacién no es necesariamente la funcién que frena o confunde al entendimiento claro o a la raz6n, Es preciso que la filosofia tome en cuenta también que la imaginacién puede convertirse en un acicate de la raz6n. Mas atin, en su propulsora, en cuanto abre horizontes, propone vias intransitadas, inventa nexos inéditos, en una palabra, le ofrece a la reflexién ra- cional campos que ella no hubiera osado descubrir, aprisionada por los limites de la no contradiccién, la necesidad de coherencia interna, los cAnones de la in- ferencia correcta, etc. En este sentido, y aunque qui- z4s Bruno no fue del todo consciente de los alcances de su propuesta, si logré ver que la reflexién racional es “ensanchada”, potenciada, ampliada por los tra- bajos de la imaginacién. En algunos pasajes de su obra, Bruno parece apro- ximarse a la concepcién aristotélica cuando afirma la necesidad de reflexionar sobre y con imagenes. En otros pasajes se aproxima a la concepcién agus- tiniana, como cuando Bruno sostiene que la crea- cién de lo nuevo sélo puede lograrse en virtud de lo preexistente, desde donde se puede aspirar al cono- cimiento de lo desconocido. Mas ain, es tajante en su afirmacién de la ilimitacién de lo imaginable.” En la misma obra, Bruno dedica a la imaginacién un capitulo titulado: “Sobre el efector de imagenes.” En él comienza por definir la imaginacién como la 28 G. Bruno, Sobre el infinito universo y mundos, pp. 170, 171. Sobre la causa, principio y uno. Didlogo V, p. 149. G. Bruno, De Imaginum, p. 337. 20 G. Bruno, of. cit. Libro 1°, Sec. 1, cap. 5, p. 353, y Libro 1°, Sec. la., cap. 7, pp. 355-356. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 44 DIACRONIA reinado. La sumisién de las pasiones, instintos, afec- tividad, pulsiones, y en lo que a nuestro propésito respecta: la imaginacién comienza a dejar de tener efecto. Asi se inicia una nueva era para la filosofia, la era de la desconfianza en el poder absoluto de la raz6n, Esto trae como consecuencia que —por desa- tencién filoséfica, o por necesidad de alternativas, o por busqueda de nuevos caminos, etc.— las faculta- des hasta entonces proscritas en la filosofia, entre ellas la imaginaci6n, iniciaran el camino de la libe- racién del tutelaje de la razén, Y éste es otro aspecto de la crisis de la conciencia en la filosofia moderna. En consecuencia, se torna comprensible el porqué de este andlisis de la relacién de la imaginacién con la incipiente actitud critica, titulo del presente apartado. En el aiio de 1605, Bacon aporta valiosas indica- ciones al problema de la imaginacién. En la obra que titula: Del adelanto y progreso de la ciencia divina y humana, Bacon examina tres ciencias unidas a la imaginacién: la Astrologia, la Magia Natural y la Alquimia, De inmediato, el autor dirige una critica severa contra la educacién de su tiempo, en tanto libresca, memorista. De paso aflora el concepto ba- coniano de educacién que entiende como un pro- ceso fundamentalmente formativo, y no informativo. Para ello, la educaci6n debe preocuparse de promover en los individuos una imaginacién poderosa y ejer- citada. La educacién debe tender a forjar individuos creativos y no repetidores de conocimientos, Esta concepcién —por otra parte de indudable actuali- dad— lleva a Bacon a poner en un primer plano, entre las facultades humanas, a la imaginaci6n.”* Bacon, preocupado por sistematizar el cimulo de conocimientos humanos los clasifica en funcién de la 23 F, Bacon, Del adelanto y progreso de la ciencia divina y humana, Libro Primero, Dedicatoria al Rey, pp. 135-141. Misma critica en nuestro siglo, cf. Mary Warnock, La ima- ginacién, cap. v: “Imaginacién y educacién.” aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 48 piAcRoNiA de su reflexién filoséfica. A esto es preciso agregar toda su Teoria de los idolos. Este aspecto —funda- mental en el contexto del pensamiento de Bacon y en general para la filosofia— reviste, entre otras, una faceta complementaria que surge de su lectura como uno de los productos de la dindmica de la imagina- cién, Los idolos son posibles porque el hombre ima- gina. Si nos asomamos a su etimologia: idolo, eidola, simulacra, ella nos remite directamente a la imagi- nacién. {Idolos o simulacros son primitivamente las imagenes (Demécrito, Epicuro). En este caso, en la filosofia de Bacon, fdolos se definen como falsas no- ciones de la mente. En consecuencia, indirectamente Bacon esta sefialando uno de los aspectos fallidos del trabajo de la imaginacién. Por otra parte, Bacon amplia atin mas el espectro de su reflexién acerca de los problemas de la ima- ginacién. Cuando analiza el conocimiento humano desde el punto de vista de las facultades de la mente afina su concepcién de la imaginacién. En este sen- tido sostiene Bacon que el conocimiento en lo que se refiere a las Facultades del sujeto, o bien procede del entendimiento y la raz6én, dando lugar a la légica, o bien se gesta en la voluntad, de donde surge la moral, ¢Qué papel le cabe a la imaginacién en este contexto epistémico? La respuesta de Bacon se sitia en la linea que conduce directamente a Kant, como lo atestigua el siguiente pasaje que reviste gran im- portancia: Es verdad que la Imaginacién es un agente o nuncius [enviado] en ambos departamentos, el ju- dicial y el administrativo, Por cuanto los Sentidos obran sobre la Imaginacién antes que actie la Decisién, por cuanto la Imaginaci6n siempre pre- cede al movimiento voluntario, salvo que esta Jano de la Imaginacién muestre diferentes caras: la una mirando hacia la Razén, marca de la Verdad, en cambio, la otra hacia la Actividad, marca del Bien, las que son con todo, rostros: aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 52 DIACGRONIA La regla ocho de las Reglas para la direccién del espiritu contiene un planteamiento explicito, del que recogemos ciertos pasajes textuales: Nada me parece mas absurdo que discutir con atrevimiento sobre los misterios de la Naturaleza, sobre la influencia de los cielos sobre nuestra tie- rra, sobre Ja prediccién del porvenir y cosas por el estilo, como hace mucha gente, y sin embargo no haber buscado jamés si la raz6n humana es capaz de descubrir esas cosas. . es preciso haber examinado cuidadosamente, una vez en la vida, qué conocimientos es capaz de adquirir la razén humana. [Trad, del Ed.] Estos pasajes ponen de manifiesto la preocupacién cartesiana por indagar los alcances y los limites de la razén, En la misma regla establece el nexo entre su actitud critica y el aporte epistémico de la ima- ginacién, cuando afirma: Si alguien se pone como problema examinar todas las verdades para el conocimiento de las cuales bas- ta la razén humana... encontrara ciertamen- te... que nada puede conocerse antes del enten- dimiento, ya que el conocimiento de las demés cosas depende de él, y no a la inversa; por lo tanto, después de haber examinado todo lo que sigue inmediatamente al conocimiento del entendimiento puro, enumerard, entre otros medios de conoci- miento que poseemos, ademas del entendimiento, solamente dos, a saber: la imaginacién y los sen- tidos, (Trad, del Ed.]°° En sintesis, la actitud critica exige la investigacién de las facultades epistémicas, y entre ellas Descartes incluye la imaginacién, En la Segunda meditacién regresa al problema de la imaginacién. Alli sostiene 30 Descartes, Régles pour la direction de esprit, Reg. vm, pp. 63-65, Regla xv. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 56 DIAGRONIA de sus actividades; pues, ademas de que esto no pertenece a mi propésito presente, temo mucho que sea una empresa que vaya més all4 del al- cance del entendimiento humano y que nosotros no podamos jamds pretender conocer otra cosa mas que las propiedades externas de éstas que se pre- sentan a los sentidos... En el presente me conten- to con conocer perfectamente la manera segin la que los objetos afectan mis sentidos y sus conexio- nes reciprocas, en tanto que la experiencia me informa acerca de ello. Esto es suficiente para la conducta de la vida, y esto también basta para mi filosofia, que pretende tan sélo explicar la natu- raleza y causas de nuestras percepciones o impre- siones e ideas.** Este pdrrafo fija la postura epistémica central de Hume. Ante todo mantiene su concepcién al margen de la ontologia: en parte porque no.es su propésito presente (que es una razén contingente), en parte por su duda acerca de la viabilidad de la pretensién de penetrar en la naturaleza de los cuerpos, Tradu- cido al lenguaje kantiano, expresa la imposibilidad de aprehender el en si de los cuerpos y, por ende, la permanencia en el Ambito de los fenémenos; o en otras palabras la necesidad de persistir en el examen de “Ja manera como los objetos afectan la sensibilidad”. Pero lo curioso es que esta cita es de Hume y no de Kant, aunque podria serlo igualmente, porque el lenguaje es igual. Asi declara Hume la necesidad de permanecer en una actitud critica, que él llama escéptica, El pasaje que recogemos a continuacién es muy nitido al respecto: Fijemos nuestra atencién sobre nosotros mismos tanto como nos sea posible; dejemos caminar nues- tra imaginacién hasta los cielos o hasta los tltimos limites del universo: jam4s daremos un paso mds % D. Hume, Tratado de la naturaleza humana, Libro 1; parte u, Sec. v, p. 114. (Las cursivas son propias.) aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 60 piacronia En otros términos, el objeto epistémico estA consti- tuido por las percepciones de la mente que se carac- terizan por ser: 1) discontinuas, discretas, diferentes, interrumpidas; 2) no poseen una existencia indepen- diente. Asi, las percepciones constituyen —segin Hume— nuestro tinico objeto epistémico. En esta parte —como sefiala Strawson, a quien se- guimos en este punto— se suscita una aporia para su filosofia: el pensamiento prefiloséfico puede afir- mar la existencia de objetos exteriores continuos ¢ independientes del sujeto epistémico, La filosofia constata que las percepciones que el sujeto posee del objeto exterior son discontinuas y dependientes del sujeto, El problema es entonces: ecudles son las causas que nos inducen a creer en la existencia continua e independiente de los objetos ex- teriores?, ¢de dénde proviene esta creencia? Pero Hume, reiterando su posicién epistémica (que busca excluir implicaciones ontoldégicas) es cuidadoso en evitar explicitamente la pregunta por la existencia de los cuerpos en cuestién, para trasladar la pre- gunta al ambito del sujeto y examinar la creencia acerca de ellos.** Hume concluye que la creencia en la existencia de los objetos externos independientes y continuos pro- viene de la imaginacién, conclusién a la que llega después de una cuidadosa reflexién por la que des- carta que esta idea pudiera provenir de los sentidos o de la raz6n. Hume definié la imaginacién como la facultad que produce ideas en ausencia de los objetos; de ahi que piense en la posibilidad de la persistencia de la imaginacién en su actividad intencional, aun cuando el objeto externo no esté presente. En este caso la 41 D. Hume, idem, Parte rv, Sec. u, p. 298. P.F. Strawson, Freedom and resentment, cap. 3: “Imagination and percep- tion”, pp. 45-65. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 64 " pracronia to; b) investigacién de sus posibilidades y limites; c) determinacién de su uso legitimo, la legitimidad de su actividad, y d) evaluacién del poder de los ins- trumentos epistémicos, 3] Critica es una propedéutica, porque su propé- sito no es el de aumentar los conocimientos, sino el de emancipar a la razén (en sentido lato) de los erro- res y la rectificacién de los mismos. 4] Critica es la investigacién de las fuentes, la pro- cedencia de las diversas estructuras cognoscitivas con que el sujeto cuenta y/o produce. ¢Cual es el objeto de la critica? El objeto, asunto o problema medular de la cri- tica, en rigor, puede reducirse a uno: La SiNTESIS. E! parAgrafo vu de la introduccién B a la Critica de la razén pura, que sin duda encierra una clave para la comprensién de la misma, pone al lector sobre la pista fundamental en cuanto sostiene: Podemos considerar la Ciencia del simple juicio de la razén pura, de sus fuentes y limites, como la propedéutica para el sistema de la razén pura. Esta propedéutica no deberia llamarse Ciencia, sino solamente Critica de la Razén Pura; su utilidad, desde el punto de vista especulativo, seria pura- mente negativa y no serviria para extender nuestra raz6n, sino emanciparla de todo error, que no es poco adelantar, Llamo trascendental todo conoci- miento que en general se ocupe, no de los objetos, sino de la manera que tenemos de conocerlos en tanto que sea posible @ priori, ...los principios de la sintesis a priori, Sintesis que es nuestro tinico asunto. ... la sintesis es el objeto de la Critica.“ ¢Por qué sintesis? Porque para Kant el conocimiento se estructura como proceso sucesivo de sintesis. Como # Kant, Critica de la razén pura, introduccién, ver- sién 3, § vu. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 68 DIAGRONIA antes de él; porque todo su sistema tedrico descansa en la actividad procesal pura. De ahi la paradoja de hacer fincar la arquitecténica de la raz6n en la acti- vidad originaria de la razén, en otros términos, lo estatico en lo dindmico. Lo discutible comienza en un adjetivo: puro. Su pensamiento, que trabaja con movimiento pen- dular, dicotomiza todo lo que toca: a priori-a pos- teriori; puro-empirico; matemdtico-dindmico; anali- tico-sintético;... y busca decantar lo puro, a priori. Sin embargo, Kant sabe (la Antropologia y sus es- critos de Filosofia de la historia lo testimonian) que el hombre a quien escruta est4 muy lejos de ser en cualquier sentido “puro”, por lo que todo su esfuerzo (epistémico, ético y estético) se orienta a encaminarlo hacia la pureza mds radical. En este contexto la ima- ginacién, aquella oscura, secundaria, proscrita facul- tad humana, a veces entorpecedora; a lo mas ancilar de la razén, paraddjicamente, en Ia filosofia “racio- nal” de Kant, rompe con su tradicién servil. Porque la filosofia de Kant, mds all4 de su apariencia apolo- gética de una razé6n legisladora, instauradora de un orden legal, en su tribunal, su caracter juridico, su apodictica deduccién, la necesidad normativa, etc., esconde una naturaleza conflictual, aporética, dialéc- tica, contradictoria, antinémica, desbordada, que no son sino huellas de su desgarramiento esencial. En este contexto comienza a fortalecerse una funcién creadora, mediadora, conciliadora y sintética: la ima- ginacién, que funge como engarce dindmico de las funciones racionales del sujeto, procesos racionales que se resuelven siempre en actividad, pero actividad que conlleva un rasgo creativo esencial: es movi- miento sintético, de nexo, de conexidn de todo lo pen- sable. Actividad dirigida en Ultima instancia por la imaginacién trascendental. Sin embargo, en su nivel puro es una actividad aporética —como actividad— porque es supratem- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 72 piacronia movimiento, un fluir, un conjunto de estructuras procesales dinamicas, que vertebran la epistemologia, la ética y la estética de Kant, Debajo de esa “cdscara” de inmovilidad, Kant descubre que el nervio motor de todo proceso episté- mico es un movimiento perpetuo de sintesis ininte- rrumpidas, que se suceden unas a otras en direccién regresiva hacia el origen, la fuente, la primitiva uni- dad, germen y promotora de todo el movimiento epistémico, Pero he aqui que la fuente originaria de toda sintesis es, ella misma, actividad (Handlung), movimiento, proceso, y precisamente actividad de sin- tesis. Por lo que todo el sistema aparentemente fijo es una arquitectura mévil, una arquitectura que se sostiene en un pivote que gira en torno a si mismo, que también es proceso, movimiento, actividad. Sélo que —por asi decir metaféricamente— es movi- miento sobre si mismo, y Hegel —a quien Kant le ofrecié la dialéctica en bandeja— puso en marcha direccional, en desarrollo, este principio originario, que ya estaba en movimiento segin Kant. Al movi- miento kantiano de rotacién sobre si mismo Hegel le agreg6 el movimiento de traslacién. Por todo ello nos queda una clave fundamental para penetrar el pensamiento de Kant: la sintesis. Clave que no ve quien no quiere ver, porque el pro- pio Kant ha sido totalmente explicito al respecto. El nervio motor del sistema kantiano es la sintesis, y no puede comprenderse cabalmente su significado sin poner especial cuidado en la actividad de la imaginacién. Sin la imaginacién —sintesis unificado- ra y mediadora— no hay conocimiento posible. Proponemos el siguiente enunciado general como inherente a nuestra concepcién: Sin imaginacién no es posible el conocimiento. Con respecto a Kant, sin el concurso de la imagi- nacién y el examen de su cometido, la Critica de la raz6n pura habria quedado trunca, no hubiera sido aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 76 DIACRONEA Pero la imaginacién realiza aun otra forma de sinte- sis, 0 mds precisamente, ejerce la sintesis a otro nivel. No ya a nivel empirico sino a priori. Cuando la imaginaci6n trabaja a priori tiende a enlazar a priori lo diverso, sin distincién de intuiciones (empiricas 0 a priori). Esta actividad es la sintesis productora de la imaginacién. En este caso Ja imaginacién se llama productiva, en cuanto genera nexos, crea enla- ces mas libres de la diversidad. Esta actividad de unificacién de la diversidad @ priori constituye lo que Kant llama la sintesis trascendental de la imaginacién. Definimos el conocimiento como proceso de sinte- sis: reductivas de la multiplicidad y regresivas hacia la unidad originaria de la que procede toda sintesis, como mis tarde sostiene Husserl. eQuién y “dénde” se realizan todas estas sintesis? En un yo empirico, pues si asi no fuera, seria impo- sible tener conciencia de ellas y por ende —como explica Kant— “es como si no existieran’”. (Hasta aqui nos acompana Hume en el sistema kantiano.) Pero el yo empirico, decantando de si lo empirico, sin- gular, psicolégico, se reduce a: yo. El Yo puro, tras- cendental, es la unidad originaria de la apercepcién (aqui ingresa Leibniz), el puro nexo, la originaria unidad Ultima, que hace posible la reduccién y regre- sién total y hace posible completar el proceso. Pero llegado a este punto (en la versién A) Kant introdu- ce una inflexi6n fundamental: La unidad trascendental de la apercepcién se rela- ciona, pues, con la sintesis pura de la imaginacién, como una condicién a@ priori de la posibilidad de toda composicién de los elementos diversos en un conocimiento. Pero la sintesis productora de la imaginacién sélo puede tener lugar a@ priori, pues la reproductora descansa en condiciones de la ex- periencia. El principio de la unidad necesaria de la sintesis pura (productiva) de la imaginacién, anterior a la apercepcién es, pues, el fundamento aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 80 pracronia relaci6n (sintesis) de la imaginacidén-experiencia, para sostener en forma muy tajante que sdlo por mediacién de esta funcién trascendental de la imaginacién de- viene posible la experiencia, En consecuencia, la sin- tesis de la imaginacidn hace posible los limites del conocimiento posible. Una Ultima consecuencia atin: si la imaginacién hace posible los limites de la ex- periencia, sefiala, por eso mismo precisamente, el campo posible del uso legitimo de la razén. A partir del pensamiento de Kant proponemos un enunciado general para la filosofia de la imaginacién: La imaginacidn denota los limites del conocimien- to posible. Hasta donde llegue la imaginacion, alcan- za el conocimiento humano. Esta innovadora concepcién de la imaginacién res- pecto de la experiencia implica —si bien quizds ni Kant mismo fue consciente, no lo sé— un trastoca- miento esencial, un viraje radical de la concepcidn de la imaginacién y de la razén respecto de toda la tradicién, que abre un horizonte a la filosofia con- temfordnea, Pero todos los desacatos, desatinos ¢ irreverencias que la imaginacién en las concepciones contempordneas ha podido cometer, tienen su foco germinal en esta liberacién kantiana de la imagina- cién que —como veremos— aunque en los procesos epistémicos todavia aparece vinculada al entendimien- to y sometida a su regla, sin embargo, sobre su sintesis trascendental pende todo el edificio kantiano del co- nocimiento, En la versién B de los mismos pasajes, Kant insiste bastante'en el concepto de sintesis y su papel, Pero es notorio un repliegue en sus andlisis de la sintesis de la imaginacién, Sin embargo, los pasajes que alu- den a la imaginaci6n ratifican absolutamente todo lo dicho mds extensamente en la versién A. El pardgrafo 15 connota el concepto de sintesis. El pardgrafo 24 se dedica a las sintesis de la imagi- cién: la reproductiva, perceptual, es objeto de la psi- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 84 DIACRONIA Primero, el esquema trascendental es una “represen- taci6n mediadora”, pura, y de doble faz: intelectual y sensible, aspectos que subsisten como las dos caras de una moneda, diversas, sin neutralizarse entre si, Es una peculiar funcién sintética —no fusionante— de los opuestos que encierra, Esta pagina, y mAs concretamente este pasaje, arranca a Hegel un interesante juicio sobre la con- cepcién de Kant, que por un lado la valora y por otro, reconociendo aqui el germen de su dialéctica, censura. En sus Lecciones sobre la historia de la filosofia, comentando precisamente este pasaje de Kant, He- gel afirma: . En el dnimo, en la conciencia de si, dice, en efecto, Kant, se dan conceptos puros del entendimiento e intuiciones puras; ahora bien, es el esquematismo del entendimiento puro, la imaginacidn trascen- dental, lo que determina la intuicién pura, con arreglo a la categoria, formando asi el trdnsito a la experiencia. El enlace de este algo doble es, a su vez, una de las paginas mds bellas de la filosofia kantiana, en Ja que se unen la sensibilidad pura y el entendimiento puro, predicados anteriormente como términos absolutamente antagénicos. Se con- tiene aqui un entendimiento intuitivo o una intui- cién intelectiva; pero no es asi como lo entiende Kant, quien no junta estos pensamientos: no com- prende que unifica, de este modo, ambas partes integrantes del conocimiento, expresando con ello el en si del mismo. El conocimiento mismo es en realidad la unidad y la verdad de ambos momen- tos; pero en Kant el entendimiento pensante y la sensibilidad son factores especiales, que sdlo.se com- binan de un modo externo, superficial, como un pedazo de madera y un hueso atados con una cuerda,"* 57 Hegel, Lecciones sobre la historia de la filosofia, vol. mi, Sec. m1, p. 431. Cf. M.N. Lapoujade, Kant y la filoso- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 88 DIAGRONIA diversas representaciones intuitivas. La multiplicidad de las intuiciones aparece directamente recogida en el sentido interno, el que, a su vez, sdlo puede ser sentido interno de y en una conciencia empirica, yo empirico 6 psicolégico. Pero en su seno se procesa el salto regresivo a la unidad sintética originaria, el yo puro, actividad que mediatamente hace posible la reduccién de toda multiplicidad. Por otro lado, el tiempo, en tanto determinacién universal, a priori, esto es, en su dimensién trascen- dental, puede enhebrar las categorias: Los schemas no son, pues, mds que determinacio- nes a priori del tiempo hechas reglas, y que segin el orden de las categorias tienen por objeto la serie del tiempo, el contenido del tiempo, el orden del tiempo y, en fin, el conjunto del tiempo en rela- cién a todas las cosas posibles.® ¢Cual es, pues, la funcién del esquema respecto de las categorias? E] esquema temporaliza las catego- rias. Asi, el esquema es Ja categoria temporalizada en lo que respecta a la faz intelectual del mismo, es decir, en la cara del esquema que engarza con el en- tendimiento. Pero el esquema es —a la vez— intui- cién temporalizada en su faz sensible, esto es, en la cara del esquema que mira hacia la sensibilidad. Si bien la expresién “intuicién temporalizada” suena a pleonasmo, tiene la virtud de enfocar espe- cialmente el papel del esquema, y subrayar su homo- geneidad con la categoria esquematizada. Porque el esquema ofrece —precisamente— una actividad-dina- mica-homogeneizante a través de su cardcter tem- poral. El esquema hace homogéneas intuiciones y categorias gracias al tiempo. El esquema es entonces una funcién temporal por excelencia, En tanto producto de la fuerza de la imaginacién, Einbildungskraft, pone de manifiesto 59 Kant, Critica..., Schematismo.. . aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 92 prIacRoNiA no coercitiva, en que la imaginacién No se subor- dina al entendimiento, porque el papel del entendi- miento en el proceso estético es el de laissez-faire a la imaginaci6n, sin prescribirle reglas, esto es, sin im- poner sus categorias. El entendimiento —por asi decir— “institucién de la ley’, no emite ley alguna en el caso del proceso estético, por lo que se limita a acompajiar la acti- vidad libre de la imaginacién aceptdndola tal como ella se presenta. Este proceso es lo que Kant llama “finalidad sin fin” o legalidad sin ley, propio del juicio estético.© En suma, segin Kant el juicio estético se gesta, en cuanto una imaginacién que juega en su activi- dad, ante un entendimiento activo pero tolerante (es decir que no categoriza), generan en el sujeto un placer subjetivo derivado de la armonia entre la acti- vidad de la imaginacién y la del entendimiento. Sin embargo, Kant analiza aun otra posible estruc- turacién de las facultades epistémicas, que es la que le ofrece el juicio de lo sublime. El juicio de lo su- blime coincide con e] de lo bello en que ambos son juicios reflexivos, desinteresados, en los que el senti- ’ miento de agrado se asocia a la “facultad de la exposicién”, la imaginacién. No obstante las similitudes, las diferencias son también notorias, En la representacién gestora del juicio de lo sublime se piensa no en la forma limitada de un objeto, como es el caso de lo bello, sino en lo informe, lo ilimitado, representado como totalidad. Luego, este pensamiento sélo puede ser una idea cuya fuente es la razén, porque lo informe, lo ili- mitado, la totalidad es un pensamiento carente de correlato empirico. Por ende, es irrepresentable por la 60 Kant, Critica de la facultad de juzgar, Parte 1, Sec. 1, Libro 1, comentario general a la Sec. 1, de la Analitica. (K.U., Erster Teil. Erster Abschnitt. Erster Buch. Allge meine Anmerkung..., Seite 160.) aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 96 DIACRONIA sa la totalidad absoluta y la imaginacién se esfuerza —sin éxito posible— en exponerla, Ante lo sublime, la razén puede pensar la totali- dad, pero —sostiene Kant— la imaginacién no puede exponerla, En este proceso, entonces, la raz6n va més all4 que la imaginacién, ya que ésta, facultad de figuracién, no alcanza a configurar la idea que la razén propone, Al respecto Kant sostiene: Este esfuerzo y el sentimiento de la inaccesibilidad de la idea por la imaginacién es ya una exposi- cién de la finalidad subjetiva de nuestro espiritu en el uso de la imaginacién para el destino su- prasensible de €ste y nos obliga a pensar subjeti- vamente la naturaleza aun en su totalidad como exposicién de ese algo suprasensible, sin poder ob- tener objetivamente esta ex posicién.® Asi, la imaginaci6n —segiin Kant— fracasa en ha- cer exponible la idea de totalidad. En cuanto a la imaginacién, el placer por lo su- blime de la naturaleza es un sentimiento de privarse de libertad a si misma. Sin embargo, con ello adquiere una ampliacién y potencia mayor que lo que sacri- fica, en Ja medida que sacrifica su vinculaci6n con la sensibilidad para ser determinada por un motivo suprasensible, aunque aun en este esfuerzo la ima- ginacién es inadecuada para la razén., Surge entonces la pregunta: en el sentimiento de lo sublime y su juicio gcumple la imaginacién sélo 62 Kant, op. cit., “Comentario general sobre la exposi- cién de los juicios reflexivos estéticos”. (K.U., “Allgemeine Anmerkung zur Exposition der Asthetischen Reflektierenden Urteile”, Seite 194-195.) En el pardgrafo final del presente estudio plantearemos otra concepcién del papel de Ja imaginacién respecto de la idea de totalidad, en cuanto la actividad vinculadora de la imaginacién propone sintesis tales que pueden con- vertirse en una via privilegiada de acceso para poder pensar la totalidad. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 100 DIACRONIA nacién, en particular la orientacién prospectiva de la actividad imaginativa que la convierte en una “fa- cultad de previsién”, es relevante. Nuestra propuesta al respecto afirma que la ima- ginacién fruede ejercer una funcidn de anticipacidn, y esta capacidad reviste gran importancia tedrica (por el papel que puede llegar a desempefiar en las ciencias en el nivel de la teoria), pero también prac- tica en nivel social, politico, ético. En nuestro tiempo quien ha recogido e impulsado hasta situarlo en pri- mer plano de su concepcién a este peculiar trabajo de la imaginacién ha sido Ernst Bloch. Bloch ¢onvierte la funcién anticipadora de la ima- ginacién en un pivote de su obra titulada El prin- cipio esperanza. No obstante las limitaciones y criticas que a la concepcién kantiana de la imaginacién pueden sejia- larse, no cabe duda que es precisamente en su filosofia critica (cuando la razén se erige en juez de si misma, colocando su impulso a la trascendencia bajo con- trol), precisamente ahi, decimos, donde la imagina- cién recobra aliento para romper la sujecién a que la razén ha tratado de someterla en la filosofia oc- cidental. Sumisién que —como vimos— no ha sido absoluta, total, y que a partir de Kant comienza a desmoronarse definitivamente. Asi denotado el momento de la irrupcién triunfal de la imaginacién a la arena de la filosofia occi- 68 La imaginacién funcién de anticipacidn. Cf. E. Bloch, El principio esperanza. Esperanza vincula con utopia, por esta via se abre otra veta para la reflexién: el nexo directo con Bacon, quien como afirma Bloch: “no era un adivino sino un utépico reflexivo, vio impresionantemente auténtico futuro en su Nova Atlantis”. (Bloch, op. cit., vol. 1, p. 133.) Bloch en cierto sentido como Bacon son los apologetas del maiiana. El hombre como ser del futuro, es ésta una idea que deberia ser “rumiada”, como queria Nietzsche, por la filosofia actual. Pero la conditio sine qua non para poder aspirar a ello es alimentar una fértil imaginacién cuya pri- mordial actividad sea la anticipacién creadora. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 112 SINCRONIA. DE “LO REAL” A LO FANTASTICO En este sentido ya la “imaginacién reproductora” es “creadora” (lo que muestra ademas, en un caso, lo improcedente de la distincién) . Este papel de la imaginacién en la percepcién fue hecho consciente, elevado a nivel teérico —en la pin- tura— por el cubismo, por lo que resulta pertinente una breve alusién a modo de ejemplo, La imagen cubista del objeto en el lienzo “repro- duce” la totalidad del objeto, del que la percepcién sélo da noticias parciales, puntos de vista limitados particulares, Este es el resultado, El proceso podria explicarse asi: El asi llamado (despectivamente por un critico) “cubismo” subraya la autonomia del objeto creado (“peinture-objet”, ante la “nature-objet”), a través de su realizacidn, a través del caracter de realidad que se busca conferir al objeto artistico. Ya es un desbordamiento del objeto percibido el interés por plasmar en la superficie del cuadro el anilisis de los cuerpos, vistos al mismo tiempo desde Angulos diver- sos y no desde una perspectiva unilateral. Este pro- pésito transforma el objeto perceptual presente en un objeto, en cierto sentido nuevo. Los elementos analiticos ofrecen planos que se su- perponen y se interpretan, plasmando en el lienzo un proceso psiquico predominantemente imaginativo, de traduccién: de un percepto parcial de un objeto que se presenta unilateralmente a una compleja cons- telacién de imagenes que trasponen, simultaneamente, una multiplicidad de relaciones espaciales, Imaginacién e interrogacién Supongamos que el objeto presente es desconocido. En este caso la funcién de la percepcién no est4 en- Bernis, L’imagination. J. Bronowsky, Los origenes del cono- cimiento y la imaginacién. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 118 SINCRONIA. DE “LO REAL” A LO FANTASTICO descubrimiento, a la invencién o a la creacién en el arte. Il, UNA FENOMENOLOGIA DE LA IMAGINACION Un rastreo histérico del uso de alguna forma de método fenomenolégico —como ya anotamos— nos remite a Kant, pasando por Fichte y Hegel y nos conduce inevitablemente a Husserl. Es preciso esperar hasta el primer cuarto del siglo xx para que la fenomenologia se convierta en una filosofia como tal, en la obra de Husserl. A este singular filésofo, a quien van Breda rescata “una maleta desbordante de manuscritos”, que trabaja sin estridencias entre un grupo reducido de discipulos; con un estilo austero, técnico, despojado; afectado personalmente por los avatares de la guerra; con fi- liaciones filos6ficas interesantes (Descartes, Leibniz, Hume, Kant; a través de Brentano, Bolzano, Tren- delenburg) , debemos una de las revoluciones filoséfi- cas del siglo. Pero la fenomenologfa husserliana es abierta, revisada y transformada por su mismo crea- dor, por lo que resulta imposible de encerrar en una férmula univoca. En su filosofia ha aplicado el mé- todo que preconiza. Comenzar desde abajo, “von unten”, en las cosas mismas, y dejar que ellas nos guien, resultando de ahi el plan, Hasta ahi su empi- rismo, pero no hay que dejarse engafiar, porque de la experiencia, lo que a Husserl le interesa fundamen- talmente rescatar son sus estructuras esenciales, De ahi una primera definici6n de fenomenologia, que insiste sobre todo en su car4cter metédico, entendida como ciencia descriptiva de la experiencia y sus ob- jetos, limitada a sus estructuras esenciales. Busca atenerse a lo que se manifiesta, tal como se aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. SINGRONIA. DE “LO REAL” A LO FANTASTICO 123 psicologista, un método descriptivo trascendental de las estructuras de la conciencia trascendental, fundan- dose en la intuicién pura de las esencias, En el marco de este intento, la nota que define la actividad de la conciencia trascendental es Ja intencionalidad, estruc- tura esencial de la conciencia, Asi, describir la acti- vidad de la conciencia pura plantea la necesidad de distinguir el cogito y su cogitatum (referente inten- cional inevitable) ; la actividad noética como tal y su correlato neomatico, En este contexto fenomenolégico —entonces— cual es la concepcién sartreana de la psiquis y de la imagen? La imagen es una conciencia. No se confunde con la percepcién, ni con la cosa, existe en la medida que se conoce, La imagen es “una estructura irreduc- tible de la conciencia’, Cuando evoco una imagen es preciso describirla tal como aparece a la reflexién, ;Qué muestra la reflexisn? Fundamentalmente la “cualidad posicio- nal de la imagen”, La imagen de Pedro —para nombrar de una vez el ejemplo predilecto de Sartre— significa poner a Pedro en imagen. Lo que no se confunde ni con la percepcién de Pedro ni con Pedro de carne y hueso. La imagen pone su objeto en imagen, se da su refe- rente. La conciencia de imagen se caracteriza por dar-se su cogitatum, poner su referente intencional, constituirlo como imagen. Pero, ¢qué es una imagen? Sartre responde: “Un trabajo sobre la imagen debe, pues, presentarse como un intento de realizar sobre un punto particular la psicologia fenomenolé- gica. Se debe procurar constituir una eidética de la imagen, es decir, fijar y describir la esencia de esta estructura psicolégica tal como aparece a la intui- cién reflexiva.’”’?® Este trabajo sera emprendido por Sartre en la obra posterior: Lo imaginario. Psicologia fenomenoldgica 39 Idem, p. 115. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 128 SINCRONIA. DE “LO REAL” A LO FANTASTICO gimante completa: la capa primaria‘o constituyente y la capa secundaria, lo que cominmente se llama reaccién frente a la imagen. Dejemos ya su lenguaje fijista para observar, ade- més, la tajante simplificacién de los procesos ima- ginativos en dos niveles o planos, Aparte del es- tatismo, la extrema simplificacién de procesos muy complejos, lbiles, cuya fijaci6n y dicotomizacién es meta inalcanzable y -falsa, En el contexto de esta concepcién del . psiquismo como “conciencias” Sartre se pregunta: iqué papel le cabe a la imaginacién, y qué relacién tiene la ima- ginacién con las demas conciencias? Entre las posibles conciencias encontramos la con- ciencia de imagen, cuya peculiaridad (diferencia especifica) radica en la manera de poner su cogita- tum: “El acto imaginativo es asi, a la vez constitu- yente, aislante y aniquilador.”* Pero la condicién esencial. para que una, conciencia pueda imaginar se reduce, en Ultima instancia, a la posibilidad de proponer una “tesis de irrealidad”. La conciencia imaginante pone su objeto como nada; el objeto nace negado. La negatividad le es inherente. El] objeto en imagen es: puesto’ como inexis- tente, como ausente o como existente en otro lugar. Y éste es en suma el enunciado capital de Sartre respecto de la imaginacién. Por fuera ya del escolasticismo de su lenguaje y de sus tesis inaceptables acerca del psiquis- mo, de la conciencia y de lo inconsciente, lo que deseo recuperar y conservar para nuestra reflexién es el haber sefialado la negaciédn como un movimiento inherente a los procesos de la imaginacién, La imaginacién es una funcién humana que puede negar, rechazar lo dado, lo presente. Una funcién que se afirma como tal, rompiendo el nexo unilateral 24 Idem, pp. 73, 82 y 205. 23 Idem, p. 267. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. 136 SINCRONIA. DE “LO REAL” A LO FANTASTICO légicas), pero, por otro lado, también remite a fan- tasma, lo que aparece, se manifiesta, pero como en- gafioso, como trampa; es lo que aparece, en cuanto aparentar. La rafz etimolégica de la palabra fantasia ya en- cierra la duplicidad que le es inherente, la bivalencia ambigua (ambivalencia) de aparecer y aparentar, mostrar y engafiar; pero mds atin, denota un sincre- tismo muy especial y sorprendente de lo real y lo irreal en cuanto el primero es dado y el segundo ilusorio. Sin embargo, en este 4mbito el segundo sen- tido es tan importante como el primero, tan “valioso” como el primero, porque alude al gravido mundo de la ensofiacién, de la ficcién, de las mds osadas inven- ciones, y aun las mds andrquicas ocurrencias en una gama rica en matices y en consecuencia de valor dispar. Por el momento sélo intentaremos, en funcién de la etimologia, delimitar un Ambito: el de la funcién psiquica de la fantasia, y sblo de una manera basica y convencional que se ira afinando en el transcurso del desarrollo del tema. La fantasta, en general, es la operacién de las fun- ciones psiquicas por la que se crean imdgenes que ni reproducen, ni reconstruyen la realidad, sino que la alteran, en sentido literal, la hacen devenir otra. La fantasia crea otra “realidad”, Es éste, sin duda, un sentido general y discutible, como veremos, pero operativo en tanto acuerdo semAntico preliminar. Esta previa delimitacién conceptual nos enfrenta a un problema capital: ¢Por qué razén y con qué finalidad introducir dos términos: imaginacién y fantasia? ‘Los términos imaginacién y fantasia: galuden a dos funciones psiquicas diversas 0 pueden pensarse como diferentes operaciones de una misma funcién? Coleridge por ejemplo no vacila en establecer una nitida demarcacién entre ambas. Por momentos pa- aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit 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for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. aa You have either reached a page that is unavailable for viewing or reached your viewing limit for this book. El presente estudio no pretende convertirse en exégesis de alguna concepci6n filoséfica en particular, sino que algunos aspectos relevantes para nuestro asunto, procedentes de diversas filosofias, integraran nuestra reflexion. Claro esta, tampoco se busca agotar ningiin tema. Sin embargo, nuestro punto de vista no deja de ser reductivo, en cuanto es imprescindible deslindar cuidadosamente todo lo que no abarca, las omisiones deliberadas e inevitabies. La investigacion se centra en torno a la fuerza de la imaginacion con el proposito basico de aproximarnos desde perspectivas plurales, diversas a este poder humano de imaginar. Las perspectivas han de ser plurales porque la imaginacion es una funcion compleja, que exige ser abordada desde diversos angulos, como condicién necesaria para una aproximacion mas atenta a la peculiaridad de su actividad. Ademas, porque cada perspectiva puede arrojar luz parcial sobre determinados aspectos, facetas; pero no otras, no todas. Nuestro punto de vista busca respetar la pluralidad, la diversidad, la tabilidad de los procesos imaginarios, abordando algunas de sus facetas mas relevantes, desde perspectivas también plurales, diversas. Es como si intentaramos alcanzar el blanco de la imaginacioén desde los mas diversos angulos. Disefio de portada: Maria Luisa Martinez Passarge ISBN 968-23-1481-X ls: veintiuno jeditore:

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