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Anah

Cuenta la leyenda que muri en la hoguera..

annimo

Se llamaba Anah, nombre de princesa. Su mam una mujer humilde, sencilla, de


sonrisa amplia. La conocimos una tarde en que se mudaron a nuestro barrio. La joven
y su madre despertaron enseguida nuestra curiosidad. Salan muy temprano a la
parada de mnibus: la nia con su uniforme escolar y su mochila y la mujer con su
cabello negro prolijamente recogido hacia atrs y sus ropas sencillas e impecables.

Enseguida comenzamos las apuestas para conquistar el corazn de la chica. Sus


ojos negro azabache y su amplia sonrisa nos tenan bobos. Nunca la cruzbamos sola
y cada vez que queramos acercarnos ocurra algo inesperado que nos obligaba a
regresar: un tropezn, una astilla en el ojo, una tormenta inminente

En nuestras reuniones de bar, todos nos preguntbamos por estas dos mujeres.
Inventbamos historias disparatadas pero la verdad es que nadie haba logrado ms
de un chau con alguna de ellas.

Las circunstancias hicieron que llegara un circo al barrio y un fin de semana en que
habamos decidido ir todos juntos, nos encontramos en la cola con la mujer y su hija
Anah segn supimos luego. Nos ubicamos todos en la misma fila y de ah en ms,
no pudimos separarnos. El corazn de Anah conquist a ms de uno. Jugaba a la
pelota, pescaba con nosotros y hasta saba armar barriletes. Lo raro era que siempre
lo haca con la supervisin de su madre. Nunca las vimos solas.

A pesar de este nuevo acercamiento seguamos sin saber nada de la mujer. Varias
eran las hipotesis que ensaybamos entre bola y carambola.

Transcurrieron los meses de invierno y slo veamos a la joven que iba y volva a la
escuela. Una tarde, mientras jugbamos al truco, sentimos unos gritos desgarradores
y nos asomamos a la vitrina del bar. Lo que vimos nos llen de espanto.

An hoy comentamos el hecho. Una denuncia por olor nauseabundo alert a la polica
que se llevaba esposada hacia el patrullero, como una zombi a Anah. Detrs de ella,
en una camilla que cargaba un bulto cubierto con una lona negra, retiraban el cuerpo
de la mujer.

Nunca olvidaremos esa mirada.

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