Você está na página 1de 42
Prime Inreerocuros. No hablemos mis det asunto. ‘SEGUNDO InrERLOCUTOR. {to mis seguro y de um éxito més cierto que las oeu- rrencias preparadat. Pero la serenidad debe stom- Dorar el dlirio del entusiasino. "No os el hombre violento fuera de si quien dis pone de nosotros Esa ventaja esta seservada al Rombre que se donna, Los grandes poetas drams- tHeos son, ante t0do, espectadoresasiduos de lo que ‘sucode en tarno de ell, en el mondo fisieo y en ‘el mundo moral SEGUNDO. Que es uno solo. Primero. Se apoderan de todo Yo que. tes im presiona, lo coleccionan, y de estes reminiscencias proceden lo raros fendmenos que pasa sus bias Los hombres impetosoe vielentos, sensible, dan ol ‘eapecticulo en la escenn, pero no gozan de 61. El fpombre de genio toma de ellos sts originales. Los granites poctay los grandes actores, yen gener, los grandes imitadorea de Ie naturaleze, dotados de 43 buen imaginacié, juicio cabal, tacto fino y exqt sito gusto, son los seres menos sensbles. Sirven a Ja ver para dematiadas cosas: se ocupan demasia- do en mirar, econocere imitar, como para wentirse vivaniente afectados en su interior. Los veo conti= ‘muamente con el cuaderno de apuntes y el lapiz ex Jas manos 'Notottos sentimos, ellos observan, estuiian, pin- tan, elo dité? 2¥ por qué no? La sensibilidad no see scompadat al verdadero genio, Este amard la Justicia, pero practicaré esta virtud ein gustar 6 dulmura, No et si corazia sino su eabeza fa. que ‘hace todo, Ala menor eircinstancia inopinada el hombre sensible pierde In cabeza. No serie, pues, fen ningin eato, ni gran fey, ni gran ministo, ni {gran capitin, ni gran abogado, ni gran médica. A los Iorones hay. que sentarlos en las butacas del tea ‘0, pero nunca ponerlos en el escenario. Vea si 20 Tas mujeres; nos superan con creces en materia de Sensibilidad. No existo comperaciin entre ell ‘Rorotros en los instantes de pasion. Nos aventajan, ce Ia realidad pero no en la interpretacién. Es que In sensbilidad supone siempre debilidad o flaqueza do organizacién. La ligrima que fe escapa de un hombre verdadero nor conmueve mucho mis que el Tlanto de una mujer. En la gran comedia, la eo- ‘media del mundo, a la que siempre vuslvo, todas Tas almas ardientes tienen sa Iuger, pero fos hom bres de genio estn en ef esoenario, Los primeros se aman locos; los segundos, ocupados en imitar sus Tocurss, se Iixman everdos, La mirada del disereto “ = In quo sorprende el tila de tanta geno, des Hbiendota y hace sete con evor dito origina fer do que todos tomes victims El dcreto 0b terva y treza fa initendn cores dl orginal y do wut eli, “Rune stan vordades so derostacan, Jo gran dies comotiantes no convendétan en sl: ex Grete: Lor actorwesnedianos 9 noveles tal ver fat fechocen do algunos padera deine ve ees 0- tin como se hi dicho del spel que ee freon au no hay ealvacibn ara ete sla fe, 7 pene of, si la sensi. Pero ae dirt"lonacentos platideros, fs > tos de dolor ie arrenca esa madre del Tondo de on entraa,agitando violentamente le mas, 220 fon produc por el sentimiento?, eno aon nap fades por In domsperacion? De ning moto, 9 ia prueba ot quo estan edo, que forman pare de {in stoma do delamecin, ue, cen vier do clr do tonoe ais bnjoe © nit agudony ya on fates; que estan sometido a una ley de onideds ‘dug, como en le armonts,exin peeparadee y Steito,y slo modiante tn largo estado legen 8 tative tod lan conicineerequeridas por {itimo,concurren a geliucin de we problome for mula, Para se ston, ext ha sido reterado cen ‘oui 9a pear da was sopaticone focuston t- Avia no fe logren, Antes de exciemar: "Lloen, Zeige?” 0 "Estar alla ti, ol actor 20 he tomchado a's mismo darante micho tempo, 8° ‘Suche on of momento en qve conmueve, todo 45 «5 talento consiste, no en sentir, como ustedes st poner, sino en exprosar de tal modo fos wignos ex- feriores del sentimiento que pueda engafarnos al vitle. Los gritos de su dolor estin anotados en su ido; los gestos de su desesperacion, on su memoria. Hn sido ensayados delante del espojo, y el actor sabe en qué momento preciso sacar el pafuclo y ddejaré correr aus lgrimes. Vendrin en esta pale- bra, en esta sflabs, ni més tarde mi mas temprano. Este temblor de la vor, estas palabras entrecor- tndas, estos sonidos sofocados 0 arrastrados, el es- ‘remecimiento de sua miembros, la vacilacién de sus rouillas, esos desmayos, esos furores, no son otra cosa que imitacién pure, leeciin aprendida de an- temano, mucca patética, fccién sublime, cuyo ro- ceuerdo conserva el actor después do estudiarlas y de las que tiene conciencia en el momento de la in terpretacién, Aaf conquista la libertad de espiritu, folizmente para el poeta, el espectador y él, y 5610 te priva, como en los demas ejarcicis, de In fuerz= del cuerpo. Una ver descalzado ef reco 0 el co- ‘sumo, su vor se apaga, siento una extrema fata, y fe-va'a mudar de ropa a acostarse, Pero no lied fen su alma nl turbecién, ni dolor, ni melancolia, ni Afepresién. Solo el expectador sbandona la sala can fxes impresiones, Elactor queda con la fatign y el fespectador con la tristera; aquél se fatig6 sin son- tir neda, y éete ha sentido pero sin fatiga. Sino fue ari, la condicién de comedianto seria la mis ppenosa de todge. Pero el actor no ea el personaje, fino Ta representacién del mismo, hecha de modo 46 tan perfecto que te Ia toma por el personsje mis ‘mo, La ilusién domina al espoetador, pero nunca al ‘Yo me sio de tap diversas sensibilidades que se conciertan entre si para obtener el mayor efecto Donile, que tratan de actuar al mismo diapasén, {Que se atentian, o se vigorizan o matiran para for~ thar un todo nico. Inisto y afirmo; “Ia extrema Sensibilidad hace actores medioeres; le sensiilidad rmeadlvere, ala gran cantidad que hay de mafos ac- toves; Ia falta absotuta de sensibilidad, a los acto tes sublimes”, Las lagrimas dol comediante brotan de su cerebro} Tas del hombre sensible, de su cora- ‘io. Las entrafins sacuden desmedidamente Ia ‘beza del hombre sensible; Ia cabeza del comedian te comunica a veces un leve sobresalto a sus entca- fies; llora como ua predicadar incrédiulo al predi- ‘cat Ia Pasion, como up seductor a fos pies de una mujer a quien no ama, pero que quiere engafar, co ‘mo tn pordiasero en la calle 0 a la puerta de wna Jglesia, que insults cuando ya decospera de conmo~ ‘Yer, o como tna cortesana que no slente nas, pero se doemaya entre los brazos (Ha reflerionado usted alguna ver en Ta dife- rericia que erite entre las lagrimas suscitadas por tun sto trigico y Ins que se vierten después de tun felato patético? Se oye relatar algo hermono y Ta cabeza se altera poco a poco, las entrafas ge com imueven, corten Tas lagrimas. Por el contrario, an- te un accidents tragien, et objeto, Ia vensacion el afecto se confunden: instanténeamente se com 47 imueve of eee fotimo, se exhala un grito, so piende In-eabera, y brotan ls lagrimas. Bstas Gltimas sur- gon repentinamente, les otras se desencadenan gra ‘dunimente, ‘La ventaja que un golpe de teatro natural tie- re sobre una escena de mera elocuencia, es la for- ‘ma brutca de provocar la emocién, aunque sea més Aificll de realizar, porque se imitan con més fac lidad los scentos que lot movimientos y el mis pe- iquefio desajuste on datos, destraye la ilusién bus- cada, Es Geto el fundamento do una ley que creo no ‘iene excepeién so pena de fraldad? llevar al des- cnlace por medio de la accién y no por el recitado "Ya veo eu objecién. Usted cilenta algo en una reunidn social, se slente hondamente. conmovido, tu palabens se entrecortan y Tega incluso a llorar, No habla en verso, no ha tenido preparacion tes- tral previa, y sin embargo logra comunicar a los demas #1 emocién, produciendo un gran efecto, Pe 1 lleve al teatro fu aire familiar, sa expresin sen cilla y domética, su gesto natural y verd qué po= bre y endeble resulta, Por més lagrimas que de- fe ridiculo y provocard la risa. Su tragedia osultard una triste parodia. que conseguiria bacerle flaqueer si me pesmitie- 103 fe buscar una ayuida, Mie, son laa cuatro y media. Esta tarde ponen en oscena a Dido. Vamos a ver @ lg Raucourt y ella le responder mejor que yo. Pemtsno, Lo deseo, pero no lo espero. ¢Imagina ‘acaso que pueda hacer lo que no han hecho mi Ia Lecouvreut, Ia Duclos, la Dessoine, la Balincourt, 1a Clairoo, la Dumesnil? No temo afirmar que ra joven debutante dista mucho ain de la per= feccién, se debe a que es demasiado novieia para 1o sentir, y Ie predigo que si continia sintiendo, si ‘conserva en la escena ett personalidad, si sigue pre- friondo ef inttinta limited de la naturaleza al os- tudio iimitado del arte, no se elevara jaunds a Ta altura de Ins actripes nombrades. Tendr’ momen- tes de perfeccién, pero no tend perfecta, Paeard con elle fo que con Ia Gaussin y muchas otras, que, por ‘no haber podido salir nunea del estrecho recinto fen que su sensbilidad las confinaba, han sido toda Ja vide ameneradas, endebles y monétonas, ¢Quie- re ain quo vayamos a ver a la Raucourt? SeouNDO. 8 Patanieo. Vamos, y en el camino fo contaré un ‘hecho muy de acuerdo con nuestra conversaciin. Pigalle era amigo mio y yo iba con frecuencia as ‘ata, Futuna mafiana ¥ cuando lamé, el artista sa- 1i6 personalmento a la puerts. Tenia el cincel en la mano. Ala entrada del extudio, me detuvo y me dijo: *Antes de pasar, jireme que no tended miedo de Ung bella mujer enteramente desnuda’. Mo son- roi y entré. Se ocupaba antonees en su monumento. del mariseal de Sajonia y una bella cortesana le sex- 108 via de moslo para la figura de Francia, (Prefiere un buen momento de fciunfo a ver wn pa 110 ‘bel bien representado? Si ésa es su eleceién le pue- fo asegurar que no la compart ‘Aqui call6 et hombre de la paradoja. Caminaba fal azas, a tiego de tropezarse con lee que venian ‘2 ew encuentro, si etos ao hubiesen eludido el cho- ‘gue, Al fin se detuvo bruscamente, y aferrando con. uerza el brazo de su antagonist, ie dijo con tono dogimético y tranguilo: Amigo mio, hay tres modelos: el hombre de ia naturaleze, ef hombre del poeta, ol hombre del sctor, El de 1a naturaleza et manos grande quo el {al posta y éete menos grande aiin quo el del gran ‘comediante, que et el mis exagerado de todos ellos. Ete time se encarama sobre los hombros del an- terior y se eneierra en un gran manigut de mimbre dal que os el alma, y mueve este maniqué de una manera pavoross, incluso para el poeta que ya m0 fe reconoce en él, ¥ noe eatsa espanto, como usted Ia dicho muy bien, del mismo modo que lo hacen. los nifios entre # cuando levantan sus Vestidos por encima de la cabeza, agitando e imitando fo mejor que saben la vor ronea y igubre de un fantasma ‘due representan, gNVunea ha visto grabados con jue~ {08 deifios por toma? {No ha visto por cesualidad ‘un chiqulin que avanza con una eepantosa misea ‘ade anciano, que lo cubre de los pies a la cabeza? Detrés de la mércara se rie de 1a fuga orginada por el terror qe inspira. Esto pequefo es el verds- ero simbolo del actor; sus eamaradas, los simbo- Jos del espectador, Si el actor sélo posee una sensi a bilitad mediocre, y é oss nico métto, ano Io onueraré on homtbro mediocre? Feng cua ex sa trampn que le tendo. — Ye entviera dotado de tuna extraordinria sensi, 2qoe acorn? — Qué? — O bien no representa en soli, 0 bien ‘tepresentrdridealamente. Si, riieuamen. toy te rash podria vera en in mismo. Skempre Gus tengo que bnecr un rlatopatutic, me santo enmnovkdo, anton ol corer como ela eabers, ‘i lengua se atasca, se deacomiponen mis on, bn isceo, ae ligrimercorren por mis mei, yen toncet me ello. Pero ela queta muy bien ~~ En privado, Bn el teato mo siberian, —~ {For Gus? "Porque no we van wer laghinan, sng ot Selapras que'le erenguen, porate hay une dio. anca ene lavordad dei natraleaY i Yoda fe Ta convencién. Trataré de expicarmne: quiero decir que ni el siterna drmitico, ni lee, fos discursos del poeta te avendran con mi decle- rmaciin ahogtde, interim, collade. Como podri verlovel ago etl persia ini do ry cerea a la naturalers In bermona naturales, ni la verdad, y que Bay limites en lon cles er ‘enestorencertre. —¥ eos limites, in ox tn flado? — El buen enti, quo mo quiere que tn talento perjudeje aot tlonto, aunque a 7 te os procno qe el acre sctfique al posts, — Boro, 2y si la composicion del poets se pesta ‘ilo? — Pues ben, endria otra eapecie de trogen omplctamente dtnta ala saya, — ¥ e00 que 12 inconvenionte plantes? — No sé exactamente lo ‘que ganaria, pero i lo que saldria perdiendo, "Aqui, et hombre paradéjico se acercé por seun- dia 0 tercera vor a su antagonista para dectl: Tin frase os de mal gusto, pero divertide. Es de ‘una actriz cuye talento se reconoce universalmente. Corre pareja con la frase y ta situacion de ta Gaus ‘Desplomada tambien tobre el pocho do Pillot~ Polux, eat agonizando, o al menos lo hace creer, ‘caando le murmora a él en voz muy queda: ;Ah!, Pillot, mo hiedes. Este raago e& dela Amould haciendo de Telaira, Ea ete momento, ia Arnould, {es realmente Telata? No, es la Arnould, siempre fa Amould, Nunca conseguirh hscerme elogiar los ‘radon intetmedios de una eualidad que lo estropea- fia todo, si levada a st extromo, ol comediante se vieeo dominado por ella, Pero supongamos que el posta hubiese escrito la eecena para ser declamada fn el teatro como yo la rectarie en la sociedad, quien representaria esa ercena? Nadie; no, nadie, Sisiquiera el actor més ducho de si mismo, porque faldeia bien do In empresa una vez, pero vencido fen mil. #E1 eto depende de tan poco!... Le pe- rece poco sélido este dltimo tnzonamionto? Pues bien, pede qu aii son. Pero, por un poeta de genio aqae aleanzate esa prodigiosa verdad natural, se ele Varia tna nube de insipidos y valgaresimitadores. [No ests permite, a rego de ser insipido, tosc, detestable, descender un punto més abajo de I tencille natural. Comparte usted mi opinién? ‘SEGUNDO. No pienso nada, No lo he entendido. 113 ‘Pruneno, Pero, 00 me ha etcuchado? Steno Ne PRIMER, Puts, zqué diabloe hace? Sraunpo. Sona Prema, gin qué? SecuNDO. in un actor inglés, llamado Mackin, sino recuerdo mal one actor (yo ert eel da en el teatro) ae excusS ante el pubice de sa teme- iad, que contain en presentarse on eccona para ropreertar después de Garrick no s¢ due papel en Mectet,y dijo entce oft conan que lau inprosi nes que tibyagen al comediant,sometiéndol al onto y la inspiracin del poet, le 80n peri Slalos No me aeverdo ya dela azones que expo, eto of que parecoron ovenaey cron uplodiden Bi tiene crionded puede leron en une carta tn: serta en ef Saint James Chronicle son la fin de Sitio. ‘PRIMER. Pero, entonees, ghe hublado tanto tiempo para mi sob? SeauNo. Puede set, Todo el tempo sin duda «que yo he sofado sola Sate que atigaamente fos Dapeles de mujer los hasianactorer? ‘Prin, Lo sé SEGUNDO, Aulo Geli, refer en wus Noches At cat, que cart Pablo, deblendo presentarve ch ee xna con la uma de Orestes, seis brazando la Una que guardaba las cenzas dev propio hi, al ‘que seabuba de perder; y que aquello no fue tna Yana representaion, un dolor de testo, pes el pblico entero prorrumpid en lamentos gemidos 14 Pamaueo, ¥ cree que Pablo, on aque!’ momento, , hhablé en In escena como lo hubiera hecho en su ea sa, No Su éxito prodigioso, que no pongo en duds, zo fue debido ni'a los verses de Euripides ni a la declamacién del actor, sino al expecticulo de un padre badando con sir lagrimas Ia urna funeraria fo su propio hijo. Rs Pablo quiad fuese an come- iante mediocre, lo mismo que aquel Es0p0 de ‘quien Plutarco refiere que “representando cierto ‘dia en plono teatro el papel de Atreo, pensaba para si como vengarce de su hermano Tiestes, euindo tun slrviente pasé corriendo a ex Indo; Esopo, fuera ddo i por ol ardor con que repretentaba alo vivo la ‘pasién del rey Atreo y por sus propios pensamien- tos de venganza, le dia tal golpe en la cabeza al irviente con el vetro que tenia en la mano, que Todejé muerto en el acto. ."- Bra un insensato que fl teibuno debié envier en seguida a In roca Tas peya. ‘SEGUNDO, Como seguramente hizo. Prazno, Lo dudo, Los romanos tenfan on mu- cha estima la vida de un gran comediante yen poco Ja do un esclavo, Se dice del orador quo vale mas cuanto més se exalts, cuando se apasiona, cusndo se ivita. Yo no fo niogo, Ser o2o cuando imita le exaltacién, la ‘asin In fra. Los comediantes impresionan al pti blico, no cuando estin furiooos, sino cuando fingen perfectamente el furor. En los tribunales, en las fasambleas, en todos los sitios en que se quiere do- ‘minar los énimos, se finge ya la ia, ya el temeor, ya 15 Ja piedad, para prodlucir en el euditorio esos distin ts sentimientos. Lo que no logra una pasion efee tiva lo consigue una pasion bien imitada, ‘Cuando se dice de un hombre que es un gran comediante, no entiende nadie que tal hombre sie ‘tw, sino todo lo contrario; que sabe simular el sent rmiento sin sentir abeolutemente nada; papel mie dificil que el del actor, pues quel hombre ha de ‘buscar éI mismo su discuss, ha de Menar dos f= clones, la de poeta y la de comediante. Bi poeta en ln escena puede ser mas habil que el comediante social en Ia realidad, Pero, zquién podria ereer que en la eacena el actor sea mss profundo, mis habil fn fingir Ia alogrio, In tristean, la sensbilidad, In admiracion, el odio, la ternura, que un viejo corte sano? ‘Pero se hace tarde. Vamos a cena. Inpice Reflexiones den comedants sobre “La pastas” de dere, por Jacques Copeau {La paradoje del comedinnte

Você também pode gostar