LA FORMACION DE LA IDENTIDAD NACIONAL EN
LA COLOMBIA DE MEDIADOS DEL SIGLO XLX
Maria Cristina Rojas de Ferro, Ph.D.*
Introduccién
Dssoten mnesinseparable dela “imaginada” porque a pesar de queno —_invencién de la nacién. San Martin pidi6
concepcin de identidad. Pentnecera todos los miembros se conocen, eal en 1821 que ls indigemas furan
é fi mente de cada uno existe la sensacién de F
una nacin es identificarse con un asaco dedlarados ciudadanos del Peni y
que paticipan de algo en comin. Fs una z
“comunidad” porque, a pesar de las
dlesigualdades, la ncién siempre se de Pedro Fermin de Vargas quien pid
concibe como una fraternidad horizontal, que se extinguer alos indigenas através
“nosotros” en contraposicion a
contraposicion a tn llamados peruanos. También cita el caso
‘llo.” Esto explca por qué los
sentimientos nacionales son excluyentes
con elextranjero y por qué la bisqueda de
Este sentiniento fraternal ha hecho del mestzaje y que se les decarar bres
posible ue millones de personas estén de tbutoy sees dra acceso ala
dispuestas « moti por este pedazo de
imaginato.
simbolos e historias diferencian unas
naciones de otras. Benedict Anderson
capta muy bien este sentininto de propiedad individual de attra,
pertencncia en su dfinicén de nacién
como una “comunidad politica El pensamiento de Benedict Anderson
Segin la cronologia de Anderson, los
Jmaginada,”(1991: 13:14). Es americanos criollos fueron pioneros en la signified sin duda un punto de quiebre
con respecto a desatollos tedricos
tC " ch nacis
* Profesora -Investigadora. Facultad de Ciencias Politicas y Relaciones Intemnacionales ites bis cio
Pontificia Universidad Javeriana. nacionaismo, A pattr de Anderson, lanacién no se piensa més como un
determinante de caacteristicas
geogrifica, econémicas 0 sociales; nies
la nacén un producto del Estado, La
racién se conibe como un proceso
facliudo por la confuencia de
fenémenos relacionados con el
copitasmo y el ncimiento dela
imprenta, Las novels y los petiicos
facitan I concepciin de convivenia
simultinea en el espacio y tempo,
posbiltando la idea de comunidad
imaginada. Asi por ejemplo, através dela
lecara de os petidicos ls habitantes de
Cartagena 0 Medelin vive los events de
la capital, atin sin conocer asus
protagonists, A pesar dels ditancas
gcogrificas unos y ottos se sienten
miembros dela nacin colombiana,
En est attelo y usando el caso de
Colombia duante fa seganda mitad del
sig XIX, seflo que si bien Anderson
avanza con respecto alas condiciones que
postbitan a formacion del idea de la
rnacién, existe un vacfo en su tratamiento,
Estes refer ala fla de consderacén
de la noc de identidad como punto
central en la concepcién de a nacia, Si
bien la simultaneidad en el tempo y en cl
espacio son condiciones necesaias para a
emergenca de a nacéa, existe otra
consideracién para que sua el
sentimiento de naciin, Esta se refine al
proceso mediante el cal se piensan las
identdades. La imprenta puede facitar
HUMANISTICA
Jnpresencia simultines en el espacio y
tiempo, pero sia una dimension
ontological simuluncidad se vuelve co-
presencia, Una idenidad comin debe
esublecerse también
Al tomar en consideracién la
constiucién de identidades se puede
entender el por qué los ctiollos
americanos mis que imaginat una
comunidad fraternal, sega la propuesta
de Anderson, imaginaron una
comunidad excuyente cuyo resultado fue
una nacién altamente fragmentada, Este
doble proceso de exclusién-inclusién es
captado por Jess Martin-Barbero en la
expresin “inchsin abstractay exclusién
concreta.” (1995: 15). Sibien el
imaginatio nacional que siguié a la
Independencia incluye a indigenas,
negros, mulatos y mujeres, en concreto, la
comunidad imaginada s6lo concede
presencia real aun reduc grupo de
ciudadanos, que en el caso de la Colombia
de mitad de siglo son hombres crollos
ilstrados habitantes del capital. Las
idemtidades de los Otros (indigena,
negros, mulatos, mujeres) dependen del
establecimiento de distancias geogrificas,
ontolégicas y temporales con respecto a
lnidentidad criolla. Al conceder a una
‘dentidad presencia, como es elcaso de
Jos crollos ilustrados, y definie a los
“otros” por su fla de presencia, se
frustra la formacién de la nacidn como
comunidad imaginada.
50
Una nacién criolla,
ilustrada, centralizada
y masculina
Para captar el sentimiento de “inclusién
abstractay exclusion concreta” revisemos
el discurso de la élite criolla de la mitad
del siglo XIX. Una preocupacién
fundamental durante ese peciodo era la
supervivencia de estructuras coloniales en
una nacién cuya independenciaalcanzaba
casi el medio siglo, La generacén de 1849. |
‘identified su tarea como una lucha entre
las insttuciones colonials y e
establecimiento de la democtacia. Las
reformas de mitad de siglo buscaron
reemplazar esta insituciones colonize
‘Asse aboliron la esclavitud y los
resguardos indigens, se terminé e
monopolio del tabaco; se declararon la
libertad elgisa de prensa, Se abolié el
fuero eclesistco y se rformaron los
sistemas judiciales y de prisiones.
Deteis de estas reformas de mitad de
siglo primaba un senimiento de pérdida
de identidad por parte de is tes
criols, La trnsciéa desde un orden
colonial con idemidades marcadas pol
sangre y el origen geogrifco a uno
democritco no fue trea fic. Los
criollos estabanenfrentados a un dilema
«que Bolivar calfcd como “embarazoso”
cau Catt de Jamaica
No somos ni indios ni europeos, sino na
especie media entre los legitimospropietaios del pai y los nsarpadores
espatioles; en suma, siendo nosotros
americanos por nacimiento y nuestros
derechos ls de Enropa, tenemos que
disputar y combatir por éstos contra los
natives, 9 perseverar en estos derechos
contra nuestros invasores, encontréndonos en
el dilema més extraordinario y
embarazoro,
La manera de resolver est lems fue a
través dea ceacién del imaginato de una
cizacén mesia que incuyera a todas
las saz yhabitantes de a nacién, Por
ejemplo, ante la pregunta zqué
civlizacin? José Maré Samper
respondié:
Una cviizacion mestza, es verdad
sorprendente, dificil en sw elaboracién,
tumultwosay ruda al comenzar,
contradictoria en apariencia, pero destinada
a regenera al mundo, mediante la prictica
del principio fundamental del rstianisme:
el dela fraternidad (1861: 79).
El proyecto de creacién de una
civlizacién mestiza, gobemada bajo el
principio de la fatenidad, no signifi,
sin embargo, i proclamadh inclusion de
todas las raza, clases y sexos. De hecho
s6lo la identidad criolla sirvié como
modelo a a cual tendrlan que
acomodarse los dems grupos so pena de
«quedar excluidos del proyecto nacional
‘Una pregunta crucial puesta por los
call, y de cuya respuesta dependié el
HUMANISTICA,
ccardcter reducido de la identidad nacional,
se refire ala capacidad de todos los
granadinos para constr el camino ala
civilizacion. Asi José Maria Samper se
pregunta, fenen los granadinos la
capacidad para construirse wn lugar para
ellos y emprender wna nueva civilian?
Ia respuesta no podia ser mis
contundente:
EI pueblo ba estado aislado de la vida
universal, reducida a la estupider por la
tivania; ellos ban sido sujetos alas
influeniaspermiciasas de [a religion y a
tirania; sin comercio, artes, escuelas, sin
‘habitos y sin wn cardcter nacional; este
pueblo es incapar de producir wn
pensamiento radical que guie sus
movinientos hacia wn nuevo orden social
(1853: 183).
Ena prictica esta negatva sinc la
bisqueda de la civilizacién europea como
al camino para constr ba nacién yla
auto-asignacién de la élite crola como
Jos actres egtimos para conducit al
pucblo hacia una anhelada identidad
nacional, que no era otra que la identidad
del extranro, quella que la lucha pot la
independencia destetré del recién
inventado terstoco nacional. He aqui e
cilema embarazoso del que nos hablaba
Bolivar.
En ténminos taciales, la civilizacién
mestiza fue concebida como un proceso
de blanqueamiento en el cual no
St
aquedaran vestigios de las razsi
negra, La esperanza, como lo expres6
José Eusebio Caro, era que las razar
inforiores estarian destinadas a desaparecer
en favor de las ragassuperores (En
Jaramillo Uribe, 1982: 18).
Latarea de construi una mac cviada
tafipoco requetia de a presencia politica
de hs mujeres. El meoramiento de su
condicia dependeria dela suerte de los
hombres y de su concuso en el émbito
privado del hogat. Estas son ls
opniones que Emiro Kastos expres6 en
1855:
Pero la mujer no necesita, para cumplir wn
bell i eroico destino, de derechos politicos,
side emancipacién eindependencia
qinéricas imposibles, green su favor
reclaman innovadores modernos, Adberirse
a his seres que suften, sacrificarse por las
‘personas que ama, llevar consuelo al eco
de los enfermos... aceptar de lleno sus
raves ansterosdebees de exposay madre;
dar suavidad las costumbres i possi al
‘hogar doméstco com el vago encanto gue se
Aesprende de la bllega, dela gracia, de la
teraura, be agué su misién bumanitaria y
sinlizadora, su verdadero destino (1859:
137).
Deesta manera, a comunidad imaginada
fue reduiéndose hasta inlur a un grupo
muy pequeto de criollos cuya misin era
ding los destinos dela reign creada
repiblica por os eaminos delacivlzacién. Las palabras de Florentino
Gonzilez son una buena ilustracion de
este proyecto exclyente de nacin:
De raga Enropea somos los cialos que
trabajamos por hacer {a ta civiligacion
aristiona} progresar.. Los afrcanas,
nando eran escavos,estaban en contacto
con sus sores Blancos, pero no adguirian
sus cvalidades. Libres, ban vuelto a ser fo
gue eran on Africa
Si la libertad tiene algo que esperar en
estos pases, es de las erialos
(comprendiendo los mestizos, en que
predomina la sangre Europea), Lo
son inicamente los que baw manifestado
eriollos
instintos favorables a la libertad y a ta
lzacin; los gue poseen las
ifcacones gue indicanaptitud para
tener parte fructuosa en la cosa pibica
(En JM, Caicedo, 1868: 399),
cal
La lucha por ganar un ugar en el proyecto
nacional capaz de legiimar un lugar
prtivilegiado ala ite crolaestuvo
acompafiada por un sentimiento de
exclusin hacia los dems grupos étnicos
y hacia aquellas regione alkjadas del
centto de poder, As los criollos
discuteron la capacidad de negeos,
rmulatos e indigenas para gobernatse, La
pregunta formulada por Miguel Samper
refleja este deseo de goberna alos demis
grupos con base en su identidad racial
Pregunta Samper, ;Puede am liberto pasar
de la casa de su amo a establecer
indastriar? sPodemos depositaren las
manos de un estudiante que esta
aprendiend el alfabeto an tratado de
_geometria para que él resuelva sus
problemas? (353)
52
El sentimiento de comunidad entre
distntos grupos est ausente no sélo con
respecto ala comunidad nacional sino
incluso como comunidad dentro de la
raza humana, La siguiente deserpcién
aque José Maria Samper hace del zambo asi
Jo confiema: La en
Jas ragas madres (lao
indiena cobriza)y su degradacién mat 0
menos profinde, avxiliadas por mn clina
en que todo fermenta..banprodacidoen el
a raza de animales cayas formas |
fricana negra y la
ambo
_y facnltades a bumanidad tiene
repugrancia en encontrar su imagen o parte
desu gran tr 03).
Una nacién
fragmentada f
Noes de extafar que a novela
colombiana del siglo XIX no produjra
un sentimiento de pertenencia nacional.
Recordemos que para Benedict Anderson
existe una continuidad entre ls
comunidades impresas” tales como la
novela y el peiiico y el sentimiento de
pertenencia ala nacién. El estudio de
Doris Sommer (1991) sobre la novela de
Jorge Isacs usta cdma a diferencia de
ottos romances latinoamericanos
(Amalia, Martin Risas) er. Mata se
plerde la continua entre el romance y
el desco de unificar I naciéa, En Maria
se narra el amor fustrado entre dos
amante, Bl tratamiento del tiempo en
esta novel, que es escrta como una
rmirada rtrospectiva, no deja campo para
una unidn productiva ni para a
invencin dela nacin, Segin Sommer,
el mensaje de Isacs esque el mito del
mestizje racial no es posible entre la
plntoctacia Caucana y ls esdlavos
recientementeliberados,|
|
|
|
Blandlsis de Toms Catrasquila Fravor
de mi Tierra permite sacar conclusiones
atin mas definitivas. De manera similar a
Jorge Issacs, Canrasqulla describe un
romance frustrado entre cuatro amantes,
exocand la imposbilidad de un
proyecto nacional. El titulo original de la
obra Jamones y Solomas, ins h
importanca dels diferencias corporles
como punto de eferencia para consteuit
tas identidades de sus protagonists. La
novela nos habla de dos romances
petalelos, uno que ocurre entre solomos
(Chase alta) y otro entre jamones (pueblo).
‘Ademis de las connotaciones de clase,
existen entre los protagonists diferencias
regionles, Pn caso del romance de los
solomos la protagonista es de Medellin y
el novo es hijo de hacendados de
Popayén. Sus nombres hacen referencia a
sus origenes crollos, Pepa Fscandén de
la Calle y Martin Gala, quien es un
estudiante de Popayin, poeta e imitador
de Lord Byron. El otro romance es entre
Filomena quien posee una casa de
empetios y Cesar Pinto un cacbaco pobre
quien vigja a Medellin a trabajar como su
empleado, El éxito econémico de
Filomena y su hermano Agustin, segin el
autor, no se compensa para lograr un
mayor status social, ‘Todo lo contrat, la
apatienca de los hermanos no permite
un blanqueamiento social y cada uno es
abjeto de butla por parte del vecindatio al
ue se mudan gracias a su nuevo status
econdmic.
lorigen regional de los protagonists,
su composicién de clase (comerciante
mnayorst y minorist, hacendado y
emplead),y ls diferencias de género,
escenifian lo que Sommer denomina
HUMANISTICA
“una ertica poica”. La presencia
simultinea de los cuatro en a misma
ciudad y ls mismas calles, también
escerifican Jo que Anderson denomina
“una comunidad impresa”, Sin embargo
no se produce una presencia simultines
de as dos parejas: a pesar de caminar por
las mismas calles y viv en la misma
ciudad sus vidas no se cruzan. La trama
de la novela lleva a concluit sobre I
imposibiidad de una unién entre
regiones, al menos entre Antiogua y
Bogoti, dado el fracaso del romance entre
Filomena y César Pinto, El autor también
sugjere la fragilidad del sentimiento de
pertenencia basa en el intexés
econémico como el que une a Filomena y
Césat, Esta situacin contrasta com la
feliz unién entre Pepa y Matin cayos
vinculos son la posiciin social y el
catictr ilustrado de sus protagonists.
En busqueda
de las diferencias
No sélo ka novela tefle6 el sentimiento
de exclusion y la imposbilidad para
construir una comunidad imaginada sino
también las misiones cientificas, las cuales
estuvieronimbuidas de un espttw
diferenciador més que unificador de la
nacién. El mandato que hizo el
presidente José Hilario Lopez a Agustin
Codazzi, director de la misién cientifica
conocida como la Comisién Corografica
asilo ratifca, El contrato establece que
Las descrpcione de las provincias y de sus
cantones seran la explicacién detallada de
todo lo concerniente a fa geografia fica y
8ulitca de las respetivas proviciasy de
ss cantoes, con mincosa expres de sus
limites, configuracién, extensién, ventajas
locales, serranias, ros, ee, 9 con inclsién
de noticias tam cabales como sea posible
cadgurirlas cera de las producciones
naturale y manafacturadas de cada
Jocalidad, su poblacién y estadistica
militar; comercio, ganaderia, plantas
apreciables, terrenos baldios y su calidad;
animales slvestes, minerias,climas,
estaconesy demés partcularidades que
sean digas de anclrse Hernéndeg de
Alba, 1984).
Los miembros de la Comisién,
gedgrafos, escritores, bidlogos ypintores,
se dieron a la tarca de describir las
diferencias mis que as cosas en comin,
Tal como lo ha anotado Joanne
Rappaport (1992) ene ands dels
acuarls pntadas durante el viaje de la
Comisién, la idea que prevalece es la de
distancia espacial y temporal. De hecho,
enlapintua de Carmelo Fernéndez
Tamada “Tipo Africano y Mestizo” los
personajes no se miran unos a otras sino
«que se pietden en el espacio, Los
indigenas, como el caso dela acuarela de
Manuel Maia Pa, “Indios de Guaque”,
son pintados como si perteneciran a
otto tiempo y tuvieran més en comin
con la natureleza que con el género
humano, De hecho, en las diversas
descripciones, los grupos de indigenas y
gros son localizados en vals y tis, a
Jos que no se les asigna un nombre
dentro dela geoprafia nacional. Asi se
HUMANISTICA
dice los cachacos de Bogot,o los
antiogueios, pero al rfersse alos
zambos sels localiza en los ris ya los
negros en las costas y tietras cilidas.
Voces
alternativas
El reconocimiento de la formacién de las
‘denidades como un punto central en la
formacién de la nacién nos invita
también a reconocer fo politico dtris de
Iadefinicin de gues y porlo tanto se
incuye como idenidad nacional, y que no
es y queda excluido como simbolo de la
racién. Esta definicién implica una
lucha, por parte de los dversos grupos,
por el reconocimiento,
En los apartes anteriores he mencionado
Iavesin correspondiente a te coll,
Una miada a los acontecimientos del
siglo XIX muestran que hubo otras
voces que no aceptaron pasivamente l
visidn dela élite cil, Recupera ests
voces no es tare fic, a parte, porque
estos grupos de hecho no formaban
parte deh “comunidad impress” dela
cal nos hala Benedict Anderson, Por
este motivo me limito a presentar una
muesia de la presencia de los otros en la
lucha por estableer la idenidad nacional.
(Una primera fuente para recoger ests
voces son los cantos populares, A través
de ellos, como en la siguiente cancién de
Boyaci,recopilda por Octavio
Quitones, (1945) es posible entever que
4
no toda la poblacion, y especialmente los
grupos subateros,rechazaron la
imitcién de los hibitos europeos como
Inalernativa paral progreso ya
iviliacions
Eran wna maravilla
tu pantorrilla y in pig;
‘pero abora, con los zapatos
wwadita de eso se vé.
Ya na te vistes como antes,
son carolina y olin;
nite pones alpargates
i quinbas de crdobén,
Ya no te Hamas Maria,
sino Maruja, a de mil
No decis ‘pa os’ como antes;
bora dei: ‘para tf
Sabes mas cosas abora
gue cuando eras querubin;
tanto sabes, Maryjita,
que vas a tener mal fin.
El trabajo del poeta y novelista negro
Candelatio Obeso (1988) es tal vex l mis
claro testimonio de la alternativa
planteada por un pensador
afro-colombiano a la construccién de la
racién por un grupo de ctollos erados
En el poema Serenata, Obeso denuncia el
carter instrumental qu ha tenido la
poblacin en las guetrs de mitad de siglo
aque dl ve como cosa de blancos, El
poeta, evocando la bertad concedida por
Jas reformas de mitad de silo, aboga pot
Ja resistencia al uso de los negros como
simples peldafis en la hucha por subi a
lo alto;Serenata
Riven que hay guerra
on los cachavos,
Y a mi me chocan
Lot Zambapal..
Cuando los ors
Si fui sordao
Pogue senda
Mi bumilde rancho...
Si aguno quiere
Tropacseen art,
Bugne gala
Por otto Lat.
Ya pasé er tiempo
Re Jo eclaos
Somo bey tan libre
Como Jo branco...
Quiorn la guerra
con Jos cachacos?
Yo mo me muevo
Re agui« mi rancho.
beso también expresé su
inconformismo con la imitacén de lo
europeo como tinea fuente de
conociiento, Para él la naturaleza yo
locl eran tambitn fuentes de sabia,
tal como aparece en al siguiente poem:
Los palomos
Siendo probe alimanes lo palomos,
A lajente as jente nj ensezan;
E su comet la mj catia;
Hei en as moras gjertva cecil
HUMANISTICA
Siendo probe alimales Jo palomas,
Se aprende on ello mé
que en la fecal;
Yo, pos lo meno, en su cocto libro
Eturio re la vira la maneras...
En el poema Lacha y Conquit, Obeso
rechana el estereotpo que los blancos
tienen de os negros. Bn su parecer la piel
negra, como el carbén, puede esconder
una piedea precose, Como aparece en la
segunda estrofa, mis que la desapatciia
de lo negro en lo blanco, tl como se
propone en el concepto de mestizae,
pra Obeso el guardat los dos colores
hace que uno se iumine por el ot y
resalte mis subellez, como se refea en
Inimagen de a encrina que envuelve la
flor de nardo,
Lucha y conquijta
0b branca, branca bermosa,
gPogué me trata asina?...
¢Pocane me ve la cuti
Re Ja colé e fa tinta
Acasa ek que negra
Tamién er arma mia?
Eneso eeqnivocas
La piedras méj bonita
En ercachin, a vere,
se allan ejcondiasl.
0b brancal..Ta lo sabe.
(Acéate trangule):
Arnacdo gielroso
Qué fl lo revaliat
Aééccate y wo tema)
55
Si engi en ers mira
Un logo bien lastroso
Re mi old. expresiva?.
Ti te parece ar nacdo;
‘Mi brazo son re ending,
Réjalos que a tu talle
Se enrollen como cinta...
Lasmojeres ene siglo XIX tampoco
fueron aenas ala lucha por el
reeonocimiento dentro de un proyecto de
nadn definido como masculino y
cro, La obra de Soledad Acosta de
Samper (En Monserrat Ondotiez: 1988)
es un claro efemplo, Educada en el
mundo iustrado no slo de Santa Fé de
Bogoti sino también de Norte Améticay
Exropa desde su perspectva custiona
las medics tomadas por los
reformadoresciolls en la construcciéa
dela nacién. Por ejemplo en su corto
enayo La Mona, ela cuestiona ls
medidas que levaron a cera los
conventos yas privaron a las mujeres de
an espacio, tal vere nico, para buscar
proteccin yalivioa sus dolores.
Ensu novela Un Chistoso de Ales,
Soledad muesira la ambivalencia qu tiene
par las mujeres la ucha pork
Independencia, De una parte éta
signifi’ una lca conta la opresion
espaol; de otra, las mujeres contindan
bajo la opresin masculina, En este
ensayo, Soledad busca l figura de un
chistoso del pueblo lamado Justo quien
se dedica a defender alas mujeres. Justo
se isfraa de diablo para asustar aloshombres que abusan de ellis, Acusado de
anti-patsiona por defender a una mujer
espaol, justo se definde diiendo que
aunque patsiota no puede resis el mal
comportamiento conta la mujer
Conclusion
ina mirada al historia de Colombia, a
sediados del siglo XIX, nos permite
conchir que inventamos una nacién
feagmentada mis que unifcade. La
concepcién de identdad nacional mis
aque incur y dar cuenta de la dversidady
heterogenedad de su poblacion temind
por excur auelsidentidades definidas
como diferentes del pattin cll €
iustrado escogdo por a élite masculina
para representar a comunided imaginad,
La euestidn del identidad nacional no
fu resulta y ls voces que expresaon
visions altemativas no fueron oid.
Abit ver radical secret des
rnumerosas goers civil de siglo
anterior y de la violencia dl presente,
SE
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