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La nutrición y el hígado

La manera de comer y cuánto te cuides a ti mismo, PUEDEN afectar el funcionamiento del hígado. Por eso es
importante elegir alimentos que mantengan y protejan al hígado. Una buena nutrición también puede ayudar a
reconstruir células del hígado dañadas y a formar células nuevas.

Como mencionamos anteriormente, el hígado tiene dos vías de desintoxicación llamadas Fase Uno y Fase Dos. El
funcionamiento de cada una de estas fases requiere vitaminas y minerales específicos. A su vez, estos minerales y
vitaminas requieren de la ayuda de otros nutrientes llamados fitoquímicos y aminoácidos. El hígado tiene mucho
trabajo y requiere de un esfuerzo en equipo.

Durante la Fase Uno, se transforma una sustancia química tóxica en una menos dañina y se producen radicales
libres. Los radicales libres son partículas inestables que reaccionan con el cuerpo y dañan las células. Si se producen
muchos radicales libres, éstos pueden dañar las céllulas del hígado. Para deshacerse de estos radicales libres o para
disminuir su cantidad, nuestro cuerpo necesita alimentos ricos en antioxidantes y fitoquímicos. Los antioxidantes beta
caroteno, las vitaminas C y E, el selenio y muchos otros fitoquímicos se encuentran en frutas, vegetales y granos
enteros. Uno de los antioxidantes más importantes es un aminoácido que se llama glutatione. El glutatione es
producido por el cuerpo pero también se encuentra en algunos alimentos. Las vitaminas B, incluyendo al ácido fólico,
son muy importantes en la Fase Uno del proceso.

Durante la Fase Dos, el hígado agrega un elemento a la sustancia química menos dañina para transformarla en una
materia soluble en agua. Luego se elimina del cuerpo a través de la orina o las heces. Durante la Fase Dos del
proceso se necesitan alimentos ricos en componentes con azufre. Algunos de los alimentos ricos en azufre son los
que producen olor al ser cocinados, como por ejemplo el repollo, los repollitos de brusela y el brócoli.

Alimentos que ayudan en la Fase Uno de desintoxicación

Remolachas/betarraga/betabel: contienen antioxidantes como beta caroteno, otros carotenoides y flavonoides. Los
antioxidantes ayudan a limitar el daño causado por los radicales libres, por lo que tienen un efecto que sana y limpia
al hígado. Las remolachas también contienen ácido fólico, un antioxidante necesario para la Fase Uno de la
desintoxicación.

Brócoli: contiene vitaminas del complejo B y vitamina C, ambas ayudan en la Fase Uno de la desintoxicación.
También provee ácido fólico.

Arroz integral: provee vitaminas del complejo B y el antioxidante selenio.

Zanahorias: contienen beta caroteno y otras sustancias carotenoides que protegen al hígado.

Huevos: contienen vitaminas del complejo B.

Ajo: posee selenio y glutatione. Ambos son antioxidantes.

Espinaca: brinda ácido fólico y otras vitaminas del complejo B.

Tomates: tienen vitaminas C y E, necesarias para la Fase Uno de desintoxicación. También son buenas fuentes del
antioxidante licopene.

Germen de trigo: contiene selenio, vitamina E y es una fuente excelente de fitoquímicos.

Melones y pimientos: son una buena fuente de vitamina C.

Tomatillos, papaya, plátanos, carambola y guava: son buenas fuentes de los antioxidantes beta caroteno y vitamina
C.

Alimentos que ayudan en la Fase Dos de la desintoxicación

Brócoli: contiene compuestos naturales de azufre que son necesarios para la Fase Dos de la desintoxicación.

Repollo: contiene compuestos naturales de azufre al igual que el brócoli.

Huevos: tienen metionina, un compuesto que contiene sulfuro necesario para la desintoxicación.
Nueces de Brasil: contienen selenio, un antioxidante necesario para la desintoxicación.

Ajo: contiene metionina necesaria para la desintoxicación. También contiene glutatione, un antioxidante potente.

Cebollas: contienen compuestos de azufre que son importantes para las dos fases de desintoxicación. También son
una fuente de glutatione.

Espárragos y sandía: son una fuente natural y rica de glutatione, importante para la desintoxicación del hígado.

Papaya y avocado: ayudan al cuerpo a producir glutatione.

Hongos: contienen mucho ácido glutámico, necesario para producir glutatione y ayudar a la desintoxicación del
hígado.

Alimentos para la salud general del hígado

Soja: los frijoles de soja contienen lecitina, que ayuda al hígado a procesar grasas y a reducir los niveles de
colesterol. La lecitina ayuda a mantener saludables las paredes de las células del hígado.

Pimienta de Cayena: contiene muchos fitoquímicos, incluyendo beta caroteno y luteína. Es rica en ciertas vitaminas
del complejo B, en vitaminas C y E. También promueve la buena digestión.

Limón: es un alimento amargo y ácido que contribuye a la limpieza general del organismo.

Nueces: son una fuente de arginina, que ayuda al hígado a eliminar amoníaco, un producto de deshecho del cuerpo.
También son una fuente rica en glutatione y ácido graso omega 3.

Germen de trigo: contiene arginina y ácidos grasos esenciales.


Semillas de alcaravea (en inglés caraway): contienen muchos flavonoides y carotenoides que actúan como
antioxidantes. La alcaravea es útil para las enfermedades del hígado y de la vesícula y ayuda al cuerpo a producir
glutatione.

Nota: los alimentos listados anteriormente benefician al hígado y también brindan otras ventajas que no fueron
descritas.

Consejos sobre alimentos que son especialmente buenos para la salud del hígado

Come abundante cantidad de frutas y verduras crudas o poco cocidas, especialmente verduras de hoja y color verde
oscuro. Come frutas y verduras color naranja, amarillo, púrpura y rojo, ya que contienen enzimas vivas, fibra, vitamina
C, sustancias antibióticas naturales y fitonutrientes anti cáncer.

Come alimentos ricos en glutatione o que ayuden al cuerpo a producirlo. Buenas fuentes de glutatione son: los
espárragos, la sandía, el brócoli y el boldo. Las papayas y los avocados son alimentos que ayudan al cuerpo a
producir glutatione.

Los alimentos amargos como el diente de león, las hojas verdes de mostaza, el melón amargo, la lechuga romana y
el tallo del brócoli raabe pueden ayudar a purificar al hígado.

Las hierbas como el eneldo, las semillas de alcaravea, el ajo, las cebollas, el boldo, la cúrcuma y la pimienta del ají
de Cayena se pueden usar fácilmente al cocinar y ayudan a proteger el hígado.

El té verde tiene propiedades inmunoestimulantes y contiene menos cafeína que el café.

Bebe abundante agua (6 a 12 vasos por día) ya que esta ayuda a los riñones a eliminar las toxinas que el hígado ha
procesado.

Las grasas omega 3 son muy útiles, estas se encuentran en los pescados de agua fría como el salmón, el atún, la
caballa, las sardinas y el hipogloso (halibut). Otras fuentes buenas son las semillas de lino, el aceite de las semillas
de lino y las nueces.
Las nueces, las semillas y los avocados son buenas fuentes de grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas y
producen menos daño al hígado que las grasas saturadas.

Alimentos que le dan más trabajo al hígado

El hígado tiene que trabajar más para procesar las grasas saturadas. Limita la ingesta de carnes con mucha grasa
como el chorizo, el tocino, el salame, las salchichas y los productos lácteos como los helados o las cremas, los
quesos, la leche entera, etc., que contienen grasas saturadas.

También hay que limitar la ingesta de papas fritas y de otros bocadillos ricos en grasas saturadas como las papas
fritas envasadas, los Doritos y los Cheese Doodles.

Evita alimentos procesados como el pan blanco, el arroz blanco, los pasteles, las galletas dulces, las donas y otros
dulces. Agrega a tu dieta granos enteros como panes y cereales integrales, el arroz integral, la quinua y la cebada.

Limita la cafeína a 2 ó 3 tazas por día. La cafeína se procesa en el hígado y dificulta la purificación del mismo. El
café, el té y la mayoría de las sodas contienen mucha cafeína.

Come comidas pequeñas con frecuencia. Realizar una cena liviana puede contribuir a reducir el trabajo del hígado
durante las horas de descanso del sueño.

Cosas que hay que evitar

Evita el alcohol. El alcohol es una toxina potente que daña el hígado. Las drogas de recreación también causan
estrés al hígado.

Dentro de lo posible, evita sustancias químicas como los colorantes de alimentos, los saborizantes y conservantes, al
igual que toxinas como los insecticidas y pesticidas, ya que pueden dar más trabajo al hígado.

Evita tomar multivitaminas con hierro. El hierro se almacena en el hígado y el agregado de este mineral puede
aumentar el riesgo de intoxicación por hierro.

Cuídate y buena suerte.

Quiere a tu hígado
de Australian Vegetarian Society
NOTA IMPORTANTE: Debido a las múltiples consultas que hemos recibido, insistimos en Web ivu.org
señalar que el presente texto sobre la limpieza del hígado es simplemente una traducción de
un artículo escrito originalmente en inglés, sobre el libro de Sandra Cabot. Este libro SOLO Usa estos enlaces
se ha publicado en inglés, pero no está disponible en español (al menos no tenemos para comprar en
constancia de ello).
Para conseguir el libro en inglés, se puede contactar a la dirección indicada al pie o Amazon
también comprar via internet a través de www.amazon.com, y para profundizar en el trabajo y la IVU obtiene hasta
de esta autora australiana, es interesante visitar su web en www.sandracabot.com un 10%!

Las consecuencias de no cuidar el hígado incluyen obesidad, una mayor


incidencia de enfermedades cardiovasculares, fatiga crónica, dolores de
cabeza, problemas digestivos, alergias y muchos otros males. Y aunque el
sistema inmunológico protege nuestro organismo de muchos peligros, es el
hígado el que protege al sistema inmunológico de la sobrecarga.

Eso es lo que la Dra. Sandra Cabot dice en su último e innovador libro, "The
Liver Cleansing Diet" (La Dieta de Limpieza del Hígado). Lo siguiente es
una versión abreviada de su testimonio sobre cómo cuidar este órgano vital
basándose en un plan alimenticio para limpiar y revitalizar el hígado.
Introducción

Mucha gente lucha, durante toda su vida, contra el exceso de peso y contra un
metabolismo inactivo, dándose cuenta de que, a medida que envejecen, van
ganando peso gradualmente y se resignan ante el hecho de tener un abdomen
grande y voluminoso y depósitos de grasa persistentes. Tras años siguiendo
dietas creen que ya no existe nada que conduzca a un alivio duradero.
Evidentemente algo falla y algo falta.

Me llevó más de 20 años de práctica médica darme cuenta de la solución. El


hígado, el órgano supremo del metabolismo, tiene que ser la clave que falta.
Parecía tan simple y a la vez tan increíble, ¿por qué a nadie en medicina se le
había ocurrido esto antes?

La medicina moderna se ha desviado del tema principal, en cuanto que trata


los síntomas de la enfermedad y no las causas. El exceso de peso es un
síntoma de mal funcionamiento del hígado y no solamente debido al número
de calorías que ingerimos. La medicina no ha conseguido tratar las causas
subyacentes del mal funcionamiento del hígado y ciertamente ha ignorado al
órgano trabajador más duro del cuerpo, con consecuencias desastrosas.

Mi teoría acerca de que el hígado es la clave para el control de peso ha sido


reivindicada por todos los 1.540 pacientes con que he tratado desde 1994 con
mi programa para la mejora del funcionamiento del hígado. El porcentaje de
éxito, medido según los parámetros de pérdida de peso y bienestar general, ha
sido del 100% en todos los pacientes que he tratado.

Como estudiante de medicina, pasé muchas horas con doctores líderes en


naturopatía. Creía que tenían mucho que enseñarme y su lista de espera de
pacientes era siempre muy larga, con casos donde otros doctores no habían
sido capaces de ayudar. Lo primero que aprendí fue la tremenda importancia
del hígado. Los doctores naturópatas examinaban, en todos sus pacientes, el
estado del hígado a través de la iridología, la acupuntura, técnicas del pulso y
por la historia del paciente. En la mayoría de los casos existía un problema de
hígado, y la corrección de éste era siempre un paso vital en su programa de
curación. Trataban el hígado con cambios dietéticos y hierbas específicas y,
en casos más tóxicos, con programas de ayuno.

Comprendí que para recobrar la buena salud siempre debemos considerar el


estado del hígado. Aún así, mi carrera me llevó por otras áreas de la
medicina, y la importancia de considerar al hígado se fue relegando
gradualmente a mi subconsciente. Afortunadamente, un día me acordé de
quitar una hoja del libro de esta vieja sabiduría naturópata.

Veo muchos casos difíciles de personas que han estado crónicamente


enfermas u obesas durante años, y todos están fascinados al saber como el
hígado posee la clave para perder peso y para equilibrar el metabolismo.

El hígado es el principal órgano del cuerpo encargado de consumir las grasas.


Siguiendo la Dieta de Limpieza del Hígado el metabolismo mejorará a pasos
agigantados y se empezará a quemar grasas. Contrariamente, comiendo lo
que no se debe, el hígado producirá mas grasas, y así las seguirá
almacenando. Lo que importa en gran medida, no es cuánto come, sino qué
come. Con la Dieta de Limpieza del Hígado su hígado dará un buen respiro
de alivio y continuará felizmente con su trabajo de regulación del
metabolismo y consumo de grasa. Entonces el proceso de pérdida de peso
empieza de forma natural y sin un excesivo esfuerzo por su parte. No será
necesario contar las calorías o pesar fastidiosamente cada bocado de comida
que se lleva a la boca, e incluso mejor, nunca tendrá que pasar hambre.

Síntomas de un hígado irritado

Pueden detectarse síntomas de leve disfunción hepática incluso cuando los


resultados de los análisis sanguíneos sean normales. Los análisis que
normalmente realizan los doctores para comprobar el estado del hígado no
son muy precisos ya que comprueban los daños en el hígado más que su
funcionamiento.

Síntomas característicos de un funcionamiento deficiente del hígado son:

• Malas digestiones, hinchazón abdominal, nauseas especialmente


después de comidas grasas, aumento de volumen alrededor del
abdomen y estreñimiento. El síndrome de colón irritable, asociado
con hinchazón abdominal y flatulencia con frecuencia se debe a un
funcionamiento deficiente del hígado. Levantarse por las mañanas con
mal aliento y/o lengua manchada, son signos que muestran que
definitivamente su hígado necesita ayuda.
• Desagradables cambios de humor, depresiones, mente nublada y
dificultad para la concentración y memoria. Si el hígado trabaja con
dificultad, cantidades excesivas de agentes tóxicos se abrirán paso
hacía la corriente sanguínea pudiendo afectar al funcionamiento del
cerebro.
• Condiciones alérgicas tales como fiebre, urticaria, erupciones
cutáneas y asma.
• Dolores de cabeza. Desgraciadamente, los calmantes pueden
empeorar el hígado ya que este es el órgano encargado de romper la
estructura de todo tipo de drogas.
• Tensión alta y/o retención de líquidos. Esto puede que sea difícil de
controlar mediante una terapia médica. He podido comprobar como la
Dieta de Limpieza del Hígado baja los niveles de presión arterial a
niveles completamente normales sin la necesidad de utilizar ningún
medicamento.
• Hipoglucemia o nivel de azúcar en la sangre inestable. Un hígado
irritado puede causar fluctuaciones inesperadas en el nivel de azúcar
en la sangre, siendo un bajo nivel de glucosa el causante de fatiga,
mareo, ligeros dolores de cabeza y necesidad de ingerir azúcar.
• Incapacidad para tolerar comidas grasas, enfermedades y piedras en la
vesícula biliar. Si se alimenta al hígado con demasiadas grasas
saturadas o en mal estado, este intentará expulsarlas fuera del cuerpo a
través de la bilis que fluye dentro de la vesícula y después al intestino
delgado. Esto elevará el contenido de colesterol en la bilis y puede
resultar en piedras en la vesícula (hechas de colesterol endurecido) e
inflamación de la vesícula. Si el hígado no trabaja eficazmente, no
producirá sales biliares suficientes para mantener el colesterol biliar
en solución y entonces se producirán piedras en la vesícula.
• Fatiga y síndrome de fatiga crónica. Cuando aquellas personas con
cansancio no pueden encontrar una causa para su mal, en el 99% de
tales casos encuentro que están ingiriendo demasiadas grasas
saturadas o en mal estado y no suficiente cantidad de verdura y fruta.
• Excesiva temperatura corporal, que puede que esté asociada con
sudoración o fuerte transpiración.
• Baja tolerancia al alcohol y a algunos medicamentos tales como los
antibióticos.

Los Doce Principios Esenciales para Mejorar el Funcionamiento


del Hígado

UNO.- Escucha a tu cuerpo. No comas si no tienes hambre. En su lugar


toma un zumo natural, una fruta, una pequeña ensalada o un vaso de agua. De
la misma manera, no pases hambre si tienes apetito. Muchas personas
planean sus horarios alimenticios en torno al reloj y así comerán por ejemplo
a las 8:00am, a la 1:00pm y a las 7:00pm., llueva o truene, con apetito o sin
él. Es mucho más saludable establecer tus horarios de comida alrededor de tu
apetito y darle poca importancia al reloj. Si tienes la costumbre de comer en
horarios regulares cuando no tienes hambre, tu hígado trabajará en exceso y
básicamente sufrirá con excesivo ajetreo.

DOS.- Bebe de 8 a 12 vasos diarios de agua mineral ya que ayuda a limpiar


el hígado y los riñones y a perder peso. El cuerpo necesita pequeños y
frecuentes sorbos de agua, de otra manera las células se encogen por
deshidratación y sus membranas se secan. Las personas que no beben agua
corren un riesgo mayor de contraer la enfermedad de Alzheimer. Evita
grandes cantidades de líquidos durante las comidas.

TRES.- Evita consumir grandes cantidades de azúcar, especialmente


azúcar refinado, ya que el hígado lo convertirá en grasa y colesterol. La grasa
puede ser causante de degeneración de los órganos o puede ser transportada a
zonas tales como los muslos, glúteos y abdomen para su almacenamiento.
Llegará un momento en el que los triglicéridos de la sangre serán demasiado
elevados y esto está asociado con un incremento del riesgo de enfermedades
cardiovasculares.

Evita todos los edulcorantes artificiales ya que son tóxicos para el hígado y
causan hipoglucemia y fatiga. Si necesitas comer algo dulce, toma fruta
fresca, fruta escarchada, miel o melazas.

CUATRO.- No te obsesiones midiendo las calorías. Si sigues los planes de


comida y alimentos de la Dieta de Limpieza del Hígado, gradualmente tu
hígado mejorará y en consecuencia, la pérdida de peso.

Es mucha más la gente que muere por comer por exceso que por defecto. Así
que cojamos la costumbre de comer menos una vez que el apetito ha sido
saciado.

Ignora la báscula del baño ya que el objetivo es limpiar el organismo y


rejuvenecer todo el metabolismo, no solamente perder peso. La pérdida de
peso vendrá de la mano con la mejora del funcionamiento del hígado. ¿Por
qué preocuparse mirando lo rápido o lo lento que el cuerpo pierde peso?

CINCO.- Evita los alimentos a los que puedas ser alérgico o que sepas por
experiencias pasadas que no te sientan bien.

Mastica la comida lenta y concienzudamente, ya que la digestión empieza por


la saliva cuando ésta se mezcla con los alimentos en la boca.

A medida que se envejece, la producción de ácido clorhídrico en el estómago


es, a menudo, inadecuada para la eficiente digestión de las proteínas. Esto
puede solucionarse bebiendo un vaso de agua que contenga una cucharadita
de vinagre de sidra de manzana en todas las comidas (que contengan
proteínas).

SEIS.- Presta atención a la buena higiene intestinal ya que el hígado debe


filtrar y destruir cualquier bacteria y virus presentes en la comida.

Demasiados organismos dañinos, tales como la salmonela y la bacteria


shigella, pueden dañarnos seriamente e incluso dañar permanentemente el
hígado. Para reducir este riesgo, come alimentos que sean frescos, y evita el
recalentamiento regular de los alimentos, ya que un buen caldo de cultivo
para las bacterias son los alimentos cocinados, especialmente la carne. No
calientes nunca la comida más de una vez. Y siempre lávate las manos antes
de comer.

Muchos alimentos procesados y empaquetados están llenos de conservantes,


y aún así contienen organismos dañinos en estado latente. Tan pronto como
estos alimentos llegan al intestino los conservantes desaparecen y el virus
empieza a crecer en el intestino. Evita especialmente las carnes en conserva.

SIETE.- No comas si te sientes tenso o ansioso ya que durante estos estados


la corriente sanguínea es desviada de los intestinos e hígado a otras zonas del
cuerpo.

OCHO.- Comprueba si cerca de tu zona puedes adquirir productos


biológicos frescos y libres de pesticidas. Si consumes huevos y pollo, que
sean siempre de corral.

Compra productos que contengan ingredientes naturales y evita los alimentos


procesados que contengan sustancias químicas artificiales tales como
conservantes, colorantes, aromatizantes y edulcorantes artificiales.

NUEVE.- Obtén las proteínas de diferentes fuentes, incluidas las


legumbres.La Dieta de Limpieza del Hígado contiene algo de pollo
(preferiblemente de corral), pescado y huevos [esto es para proveer a los
recién llegados a la Vida Sana con un estado de transición - Editor.] De todas
formas hay muchos platos en los cuales la proteína se obtiene de las
legumbres, granos, cereales, frutos secos y semillas. Las proteínas de primera
clase procedentes de la combinación de estas fuentes son tan completas como
las proteínas de origen animal y contienen los 8 aminoácidos esenciales.

Las legumbres son las alubias (tales como la alubia de soja o las habas, etc.),
los guisantes, los garbanzos y las lentejas, que aportan proteínas de gran
valor, ácidos grasos esenciales, fibra, hormonas vegetales, minerales y
vitamina B.
Si estas demasiado ocupado para cocinar alubias, puedes comprarlas en lata,
hay una gran variedad para elegir. Si las alubias enlatadas contienen
demasiada sal y azúcar antes de usarlas acláralas con agua.

Semillas - linaza, girasol, sésamo y calabaza, todas son unas excelentes


fuentes de ácidos grasos esenciales, proteínas, hormonas vegetales y fibra.

Las nueces son muy ricas en grasas insaturadas y deberían comerse sólo
frescas y crudas. Si han sido peladas y expuestas al aire durante un tiempo
prolongado su aceite se habrá vuelto rancio. Compra nueces empaquetadas
con fecha de caducidad o nueces con su cáscara.

DIEZ.- Elige bien el pan y el relleno. Es importante comer solamente pan


de buena calidad en la Dieta de Limpieza del Hígado.

Vete a una tienda de comida natural y compra pan que no contenga sustancias
artificiales. Si tienes el colon irritable, consume pan de harina molida, ya que
tiene una textura fina, y está libre de pequeños granitos.

Prueba distintas variedades de pan para reducir alergias, prueba el de centeno,


de trigo, de maíz, de avena, de cebada y demás que puedas encontrar en
tiendas de alimentos naturales. Para algo más ligero, prueba crackers de
arroz, de centeno o pan de pita sin levadura. Si eres alérgico a la levadura,
consume pan sin levadura o una barra de masa agria.

Durante la Dieta de Limpieza del Hígado, es muy importante evitar la


margarina y/o mantequilla, si necesitas algo para extender sobre el pan utiliza
aguacate fresco, humus o tahín.

ONCE.- Evita el estreñimiento comiendo mucha fruta fresca y vegetales y


bebiendo agua a lo largo del día. Evitando el estreñimiento evitarás el
crecimiento de organismos no deseados en el intestino grueso. Para aumentar
la cantidad de acidophilus benignos y otras bacterias lactobacillus, puedes
consumirlos en forma de yogur de soja o en polvo.

DOCE.- Evita las grasas saturadas o en mal estado. Estas grasas


insalubres pueden dañar el hígado con los cambios característicos de un
"hígado obeso" similar a aquel de los consumidores de alcohol.

Muchas personas preocupadas por su línea intentan llevar una dieta


completamente libre de grasa, aunque, si esto se practica durante más de
cuatro semanas, empezaran a aparecer síntomas de deficiencia de ácidos
grasos. Es más, las funciones del hígado y del metabolismo se ralentizarán y
conducirán a un fácil aumento de peso.

Los síntomas de deficiencia de ácidos grasos son: piel seca e irritada, eczema,
pérdida de cabello, dolor articular, fertilidad reducida, incremento de la
distracción, depresión y pérdida de memoria, lento índice metabólico con
aumento de peso, reducción de las funciones inmunológicas, desequilibrio
hormonal, degeneración del hígado, fatiga, problemas circulatorios,
enfermedades degenerativas, adelanto del envejecimiento y alto porcentaje de
triglicéridos.
Veo cientos de personas obesas y muchas no ingieren excesivas calorías; su
problema es debido solamente al consumo equivocado de grasas. El hígado es
el principal órgano encargado de consumir las grasas del cuerpo y si tú lo
agredes con grasas en mal estado será incapaz de realizar sus funciones
metabólicas y tu metabolismo general se ralentizará. En consecuencia,
ganarás peso fácilmente, especialmente alrededor de la zona abdominal.

De manera sencilla, podríamos decir que un hígado saludable bombea la


grasa fuera del cuerpo manteniéndote delgado.

Los malos hábitos alimenticios para el hígado causarán un desequilibrio en la


producción de lipoproteínas del hígado, de esa manera tendrás demasiadas
lipoproteínas de baja densidad (LDL) e insuficientes lipoproteínas de alta
densidad (HDL). Esto incrementará el riesgo de arteriosclerosis,
enfermedades coronarias y presión alta.

El tipo de grasa que ingerimos diariamente es importante para la salud y la


longevidad y tendrá más influencia que ninguna otra cosa sobre el
funcionamiento del hígado y el peso.

Cuida los aceites.

Los aceites dietéticos nos cuidarán si nosotros los cuidamos a ellos,


reduciendo su exposición al calor, al aire o a la luz. Los aceites alimenticios
naturales tales como los presentes en el pescado, semillas, nueces, aguacates,
olivas y legumbres están protegidos de la luz, el aire y el calor gracias a la
piel y cáscaras que los recubren y son más frescos y saludables que las
versiones embotelladas. De todas formas, para sazonar ensaladas, fritos
ligeros, etc., lo ideal es consumir aceite sin refinar que haya sido prensado en
frío y conservado en botellas de cristal oscura para protegerlo contra la luz.
Mantenerlo en el refrigerador. El aceite de oliva virgen es fácil de adquirir y
es una buena elección ya que está prensado en frío y no ha sido calentado,
refinado o blanqueado con lejías.

Terapias Naturales para el Hígado

PSYLIO

Aquellas personas cuyo hígado trabaja con dificultad a menudo metabolizan


mal las grasas y puede que tengan altos niveles de colesterol. El psylio es una
abundante fuente de fibra soluble que es, con toda seguridad, la mejor fibra
reductora de colesterol disponible. Se aconseja tomar psylio al comienzo de
las comidas.

DIENTE DE LEóN

La raíz de diente de león se ha usado para las molestias del hígado y bilis
durante siglos. Desde el siglo XVI los alemanes han hecho uso extendido del
diente de león para 'purificar la sangre' y para la congestión del hígado. Se ha
usado como medicina herbal durante siglos en China, India y Nepal para las
dolencias hepáticas. Hoy en día es de uso extendido como tónico para el
hígado en Norteamérica, Australia, Oriente y Europa. Se trata realmente de
una hierba universal.

Aunque la acción específica del Diente de León es en el hígado, también es


un tónico general para el cuerpo, laxante, diurético, anti-inflamatorio, tónico
amargo y tónico vesicular.

Las hojas de Diente de León pueden consumirse frescas en ensaladas, y la


raíz de Diente de León en polvo es un componente del tónico en polvo para
hígado para mezclar con zumos. La hierba seca puede tomarse en forma de
cápsulas. La dosis varía entre 500 y 2000 mg al día. También se puede
comprar té y café de Diente de León o hacer tus propias bebidas.

CARDO DE SANTA MARíA

Esta hierba es conocida como un tradicional tónico para el hígado desde hace
siglos y ha dado lugar a más de 100 publicaciones sobre investigaciones
científicas, y un simposium sobre sus propiedades curativas. También se la
conoce como cardo mariano o cardo de leche.

El Cardo de Santa María tiene múltiples acciones: protector y regenerador del


hígado, anti-hipoglucémico, anti-inflamatorio y antioxidante. Se ha
averiguado que esta hierba es capaz de reducir la degeneración del hígado por
grasas tóxicas y también ayuda a reparar y regenerar células del hígado que
han sido dañadas.

El Cardo de Santa María puede tomarse en cápsulas que contienen la hierba


seca o como componente de tónicos para el hígado en polvo para mezclar con
zumos. Las dosis varían desde 500 a 2000 mg. diarios.

ALCACHOFA

La alcachofa es un tónico amargo con funciones protectoras y restauradoras


del hígado. También se ha utilizado como purificadora de la sangre. Se puede
ingerir en cápsulas, como hierba seca o como un componente en polvo de
tónico para el hígado para mezclar con zumos. Las cantidades varían desde
300 a 500 mg. diarios.

ALBURA DE OLMO AMERICANO

El polvo de olmo americano forma una capa protectora en superficies


inflamadas y mucosa ulcerada, es por lo tanto útil contra la gastritis y la
úlcera de estómago y de duodeno. Tales problemas son frecuentes en
personas con el hígado intoxicado y desórdenes en la producción de bilis.
Puede tomarse tanto mezclado con zumos o como ingrediente de tónico para
el hígado. Las dosis varían entre 150 y 1000 mg diarios, aunque, se puede
consumir, sin peligro alguno, tanto como sea necesario.

Alimentos Recomendables o Ingredientes Alimenticios para el


Hígado

Los mejores vegetales para el hígado son la zanahoria y la remolacha ya que


contienen antioxidantes incluyendo el betacaroteno, otros carotenoides y
flavonoides curativos que dan color a estos vegetales. Estas verduras
antioxidantes tienen un efecto limpiador y curativo para el hígado.

Lecitina: ayuda al hígado a metabolizar las grasas y reduce el nivel de


colesterol.

La alfalfa y las hojas de cebada dan al hígado una inyección de clorofila


que actúa tanto como tónico, como limpiador del hígado.

Elegir un buen tónico para el hígado.

Hoy en día hay muchos tónicos para el hígado en el mercado. No es bueno


consumir tinturas herbales que contengan alcohol ya que esto no es bueno
para el hígado. Yo prefiero usar hierbas secas mezcladas con hojas de menta
en polvo para darle un sabor agradable y refrescante.

Existen algunos tónicos excelentes en el mercado, en forma de polvo, que


contienen mezclas de psylio, diente de león, cardo mariano, alcachofa, albura
de olmo americano, lecitina, hojas de cebada, polvo de zanahoria y polvo de
alfalfa. Pueden ser mezclados con zumos frescos.

Lo anterior es un resumen de la primera parte del libro de la Dra. Cabot.


Las 100 páginas siguientes están dedicadas al Plan Alimenticio de 8
semanas para la Dieta de Limpieza del Hígado y las recetas que vienen con
el plan alimenticio.

El plan alimenticio está dividido en tres secciones:

Sección 1 - Las primeras dos semanas


Sección 2 - Las cuatro semanas intermedias
Sección 3 - Las dos últimas semanas

Las "deliciosas recetas" están listadas bajo los epígrafes:

• Saludables cremas entrantes y patés


• Caldos y salsas
• Aliños
• Ensaladas
• Sopas
• Desayunos
• Bebidas y batidos
• Saludables cremas para untar
• Bollos
• Primeros platos
• Postres

Las recetas están hechas con ingredientes totalmente naturales y son muy
bajas en calorías. Es más, todas las grasas insalubres o dañadas han sido
eliminadas.

Hay una gran variedad de recetas vegetarianas/veganas para elegir. Algunas


recetas contienen pescado, pollo y huevos, estas se incluyen como opciones
para aquellos que están haciendo la transición de una dieta ortodoxa.

"La Dieta de Limpieza del Hígado" por la Dr. Sandra Cabot, 1996, está
publicado por el Servicio de Asesoramiento para la salud de la mujer. Está
disponible en la librería 'Natural Health Society', el precio para los
miembros, incluido transporte es de $21.50. Para solicitarla, llamar a (047)
215068.

Fuente(s):
http://gmhc.org/espanol/higado/higado11.…

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