Ha estado expuesta a profundas transformaciones y pequeas revoluciones, como lo ha estado, de
hecho, la democracia misma. Las viejas estructuras democrticas heredadas del siglo XIX tuvieron que enfrentarse durante la primera mitad del XX a fuertes tendencias antidemocrticas provenientes del fascismo, el marxismoleninismo, el anarquismo, los sectores conservadores tradicionalistas, etc., unas tendencias contra las que no estaban del todo preparadas. Ante esta situacin, durante los primeros treinta aos del siglo, los pocos tericos que se ocuparon de la democracia denunciaron la obsolescencia de las estructuras heredadas.