Você está na página 1de 50
Bheeas CGE CIENCIAS SOCIALES ani AMARTYA SEN SOBRE ETICA Y ECONOMIA Versién de Angeles Conde Alianza Editorial #83968 EL LIBRO UNIVERSITARIO. “Tala rg (on Eh nd isn Spleen ings or Bi Hackl, de Ox ingles Pr ibn Anes Ueda: 189 ‘hanes 38 Sein cine 2003 Universidad Catdlica de Chile FACULTAD DE EDUCACION [BIBLIOTECA eck os een sel eer ne re a te eared nein 8 hr Speen ee sno SaaS en cane sp Se seme comida rts cage win pre py © Any Se, 987 (© £4. ca: Ama ed. Nae 98,197,199, 200, 2088 ijn cn Lc Ten 5. a de 91-393 888 ‘ervalomsisnaer TRincevanecrs Dap eM. 4 2402003 mcm EECA. S.A Ineo en An ba Zam, 6 Foard MD olin Se A Ken Avow ipo de Jahn M. Leche a palais a | ConWORTAMIENTO. ECONOMICO.Y SENTIMIEN- Hoy MORALES: Dos origenes LLoeos y- debilidades Comiportamiento econémico y racionalidad . acionalidad como consistencia. J VALORACIONES ECONOMICASY FILOSOFIA MORAL, ‘Comparaciones interpersonales de utilidad. ° Optimalidad de Pareto y eficiencia econdmica Utilidad, optimalidad de Pareto y bienestar basado cn Ia utilidad. Bienestar y agen Valoracién y valo ‘Agencia y bienestar: Usllidad y bienestar Logtos, libertad y derechos . Egoismo y economia del bienestar. Derechos 3. LIBERTAD Y CONSECUENCIA Bienestary libertad. Pluraidad y evaluacion locompletitid y sobrecompletvud. Conflctose imp Derechos y consecuencias. Valoracion consecuencial y deontologi, Btiea y econo Bienesta, objetivos y elecciones Comportamienc, éica y econom BIBLIOGRAFIA .. INDICE DE AUTORES, INDICE DE MATERIAS tn ° Jn Aas te in de oe para somos, % i Shs east plcsimeseo en i % Sle amis eens ysl % Ino sl dards y upon peter 4s Sem proporeiona algo mas que una sintesis concisa de Ieratura relevante sobre ética y economia. De manera fun- shyenalinente novedosa, Sen muestra ls aportaciones que la nia del equilibrio general puede hacer al estudio de la f- Bots calsiasconeibociones que a foots moray lcoo- lc! bicnestar pueden hacer a la economia convencional;, ‘Jano que el mal uso del supuesto del comportamiento vs, ha hecho a a alidad del anlisis econdmico. Se lemuestra que se ha producido un grave distanciamien- Ww entre la economia y la ea, lo que ha originado una de las Wiipalesdeficiencias de la toria econdmiea comtemporinea. Bo agoment de mode convince, dado qu Sonor. Fayiento real de los sezes humanos se ve afectado por consi- clones étieas, ¥ que un aspecto fundamental de la ética es B Amartya Son su acmcin sobre la concta humana se debe pei que BwMecones de a economia del bionestartengan agin at Comportumiento rel, por consiguiente, gue Sean se spats economia logitin moderna, Peo Mientas eM Feed inflvenci en la economi del Bienes, Sen a ts cconomia del bienstar noha tenido pricticamen sendin influcct sobre I economia login. Poaare en que tanto Tos oxgenes de a economia reac sade con Ise como ls basados en la lgiic denen foe- an El enfogte Togiico dels economia moderna, 5o- Bea ds con frecuencia, samen productive ate er cotendimienco de la natraleza de a independen- do wnt" gclarando los problemas pricticos, racy Pe ci sore aso eneralinado dl enfoque logistic. dsaro- Tera a teoia del equifrio generale eu buen ce tio gue en aplica al grave problema del hambre we Pattee au porcine basa em [a opinion de gue It cons ty tom ha surgi, se puede hacer mis produc sean una atneion rayor yas exc I 00st Teese sca que devcrminan ol comportamiento el ju sere Con breed esvlarecdors Sen analiaa dts Serna {clos mpucsos de comportamienco babicales de eet ttonmice que pueden restr de consideaciones aeeehaun Euan desviaciones pueden tener su oigen de ev Hasan tcamecas o inuramentle, tanto inividuaes como Haare ge lama la atencin hacia las diversas cusss que tees duc, esas que heen crebles el papel insta Pace Qeomporaniemt social comtemporineo Dich com- rena etude ten contr de a estategia aparenerente reese cada persona, pro ls condiciones de raconalt seeerantpo de wn po copeific sucen infu en el com on dS reals que suponganingin dfeco ec cono- sc ts que ls economia del bienesar se puede enriqucer ettad nas enc Ta ec como s puede mora a ceo ie mportane seroma el binestar en de Se Sia y economia B terminacién del comporcamienco individual y de grupos ‘Smo el entuio dela etca pede beneficise 4 ve, den conaco is esrecho con coon. ‘Comprensblemente angie Sense mucseserco con l cconomia tly come est no cree que a tic haya ratado de forma adecuads pe problemas platealos. Por consigiens, oe alo un problema de api as leciones dea eis ala economia, En realidad, sugire que algunas de ls considera sioneséacas pueden anaizar de fortn ms provechors Ue lizando los dversos enfoques yprocedimientos empleados thora en fa economia pp 67-68). Asta esta arguments: ion on la iraura moderna sobre derechos y coneeaenca Sen ahserva que si se considera que los derechos no son slo fundamentalmente entidades juridicas con uso instrumental, fino que tten un yor mrinsio, oc pueden injorr mucho ins concusiones. Ademis eliza agernciassistomstcs pecto «como una formlaciénadecuada de os derechos y de bred puede hacer un aso considerable del ravonaminto Consecuencal del tipo empleado normalmente en la economia trea de la imordependenl, En una de ss dicsiones mas originales, Sen india que inientas quelques de i Testa moderna sobre aes Csimocho mayor qu lo que sha utlizado en economia Fuso tas pnsbro del comportaizan sg mn Seoa0- fia ha impedido et anise de reacones may significa, Sin tmbargoy i tcriacconcnica convenional dnt la raco- shad de compara hain on ance ade lacleciony, ademas con ln masimizacion de propio tees, Dero, com sala Sm n0 contatos con ninguna Gia ni par sfimar que [a maxmiaciin de propio ines Supome la ner apronimacion al comportamient himano el ipars decir que lev necesriament, a unas condiciones e0- nomicas Spas. Menciona economia de bre mereado, como Japon en as que a desing sistemdca dl comporamienco toi haia un somporamiento asad en la norma debe, Indy buen voluntad~ha sido may importants paralacon” secucin den sisencia econdmica individual y de grupo Sen it Amaya Sem demuestra que uma nterprtacin comets de Adam Smith no demae arsingan apoye ls seuidres y defensores de ara rigs rows del comportamiento foi ¥8 ctv en soca gen conomi Fee este como demuestra Se, bajo condiciones may ins aso esr ae reas [mia omar cl propio imerés se pede juste desde oa ae eet tc Com todo, a iprtncia pritca de an Pa vsi'e alamenteeuestonsle, por lo que Sen. Ce reer ones de los conepis de sienestat bas ides dads on los que, entre eo, se basa el ais See eae! dl aapeto de biencta> que aba oso aaa eniadesJeuna persona enc eonesto del ro- a pet deli, Yel sanpet de bienestar aie Fecha non de unos objets ms aplios lan Fn ie fs banque del propo Bienes om r= te oe Semele una diginelon entre Tos clemen- a ei bua y hs vloracones mis extensis dl toy defi por Ta ue cone una dacuion sobre in dad 9 eelvaionsssconmenorabiidad, «complet- Fade er corcas de mpl 21 cm & a a end ya caracteracions Const reads Pes omla tra Sloe recent bre 1 eens, ia ea, Fon nei valoracionistruental Pe ae daar no slo con a viloracin intines, sino también a combine bcs stuacon la sensi del agemte con I ea a, muestra como en condiciones Fe FeLi a omseedenciaarplio puede proporcionat Uta one ie la wer que robust, al pensainto aan es emt tan fondamenales como fot derechos © ioiherad er gest que as desviaiones de fos supuests de com- Fo es dels teovm econnica que incOP0- rahe ts importamtes de compertamieno e0%- ooo ajaya sae forma individual © por ler Sobre ion y economia 5 po. Esto es relevante y aplicable a casos econdmivos clisicos de fallos de eficiencia, que proceden de factores tales como las texternalidades, las interdependencias que no pasen por el met~ ‘ado y la falta de eredibilidad en la politica econémica guber- rnamental, Sen indica que, si hay que admiir en el andlisis eco hnémico las desviaciones del comportamiento egoista, quizis hhaya que reformular los problemas de incentivos al abordar es- tos temas, Mantiene que lo que una persona, o un grupo, puc- dlen tener como objetivos a maximizar es una cuestion relativa, ‘que depende de lo que parecen ser las variables de control ade- uadas y de las variaciones que el agente o el grupo consideren mmedios de control apropiados correctos. Podria surgir una ambigiiedad genuina cuando se acepta, para la consecucion ge- neral de objetivos individuales, el valor instrumental de ciertas hnormas sociales. En tales circunstancias, la reciprocidad debe considerarse instrumentalmente importante, ya que, de oto modo, es dificil argumentar que los «objetivos verdaderos», imas que los objetivos reales, de uno mismo van a incorporar la reciprocidad. Al hacer hincapié en que las normas y el com- portamiento se deben integrar mis intimamente en la teoria teondmica, y al proporcionar los medios para hacerlo de for~ ima sistematica, Sen sefiala el camino para analizar en profun- didad eriterios de bienestar alternativos mas especificos, “A los miembros de los Deparsamentos de Economia y de Filosofia de la Universidad de California, Berkeley, les complace aque el profesor Amartya Sen, haya dado las Conferencias Ro- yer de 1986, en las que se basa esta obra, Creemos que el le for compartiré nuestra gratitud por la oportuna contribucign ddl profesor Sen, y nuestra agradecimiento a René Olivieri, de Basil Blackwell, por su ripida publicacién. John M, Letiche PREFACIO. sta es un versin editada de las Conferencias Royer que sien la Universidad de California, Berkeley, del al 6 de abil ‘le 1986, Estoy sumamente agradecido a los Departamentos de Economia, Filosofia y Ciencias Potias, por su invitacion a dar esas conferencias y por el estimulo intelectual y la sobae- bia hospitalidad que se me ofrecio cuando estuve en Berkeley A lahora de revisar el eexto, me han sido muy provechosas Jas conversaciones mantenas coa Jack Letiche, Martha Nus- sabaum, Derek Parfit y Bernard Williams. Tambien me han sido muy’ ities los comentarios de Irma Adelman, George Akerlof, Pranab Bardhan, Donald Davidson, John Harsanyi, Jocelyn Kynch, Samuel Sheffer y Benjamin Ward, y as inte- resants discursiones que siguieron alas tes conferencas, Day las gracias, asimismo, a Emma Dales por su excelente correc~ Gide ya Caroline Wise por mecanograia ef manuserito de for- sna tan efiiente ‘Amartya Sen Capitulo 1 COMPORTAMIENTO ECONOMICO Y SENTIMIENTOS MORALES En un pocma no carente de métitos, Edmund Clerihew Bent- 1 afirma lo siguiente sobre uno de los principales estudios de [a economia, o economia politica, como se solia denominar a «sca disciplina John Stuart Mill ‘con una enorme voluntad superé sa natural bondad y escribié «Principios de Economia Politica» Al mismo tiempo que hay que alabar, sin duda, a John Stuart Mill por reprimir su bondad natural de modo tan eficiente, no ‘std demasiado claro qué felicitaciones hay que dar a la econo- xia politica por su supuesta peticién, parafrascando a Dante, , entre los que se encuentra (1) 1 y Q) el conocimiento de sla justicia y la injust- cia», pero, luego, se dedica a analizartipos de saber mis pri Ticos que tratan de (3) «la ciencia del gobierno» y (4) ela cien- «a de la riqueza>. Al discutir una amplia gama de problemas pricticos, que van desde la econstruccin de pueblos», «a clasificacién de te- * Extn alguns dada sobre la ees exces dl Arhadita La veri aque se sonsre parse aberse eserio algunos sgls meade y habla de ‘Reutiyaentercera persona, ctando se opiniones, en base, poiblements 3 tuna version anor dl docomento, Parana trades angles, wese Ra ‘maswary (196) 9 Shama Sastry (1967), Vease ambien Krishna Roo (1979), (1985). ee eee eae la emt ilps sneer yt hs aE a eae aa xan ne mares lost palo en Oe ae temple de epee conol Fe at a lp as foros, ee a a ee re ce cs eas Ca 1 snc ot Pon ees mare exp Por erate ant secs compen: ct So ae ee sepa de bonda que cacein + Fae a tear el comporamieno hema 1c ee ela cosdracones no ge de dean pegs cica ne a eetgrene sang y primer docsmento i A ee pare coeeras A ‘eels aa ed a com ca como 0 baua la tant el rien rin amo. Me pea alt Lan ees laments po isn ea de Se ere i ice econo oe portante en la: ere pero al ci ei im- a ge aien ene ambi uc due ease aE ccpnomia, De hecho, en as obras de los grandes spn ear ers oh cero 4 le once, anes mah Bo ae? Sea reeron mis seriedad que otros, Por eimplo, estas do- ‘minan en los escritos de, digamos, plenisey John Sat Mill (pese a lo que afirme Bentley), Karl Marx o Francis Edg- Mia is que gn los de, por ejemplo, Willams Petty, Francois aor esi Roghnne Cooma o Lies We Sa de clos peblema isco) 1 etree se. ionamin ono de os dos efoques shall enc 1 ie et de coma le Fr oe vem dl efoque cn, de ee See anaes peal a bio, En ris Sore cay economia as interesados en el enfoque técnico, dentro del foco direccional del razonamiento ético. Es discutible que la importancia del enfoque ético se halla de~ bilitado sustancialmente a medida que la economia ha evolucio- nado. La metodologia de la denominada ecconomia positivas no solamente ha huido del andlisis normativo, sino que tam- bien ha ignorado una diversidad de complejas consideraciones, Gticas que afectan al comportamiento hussano real y que, des- deel punto de vista de los economistas que estudian dicho com- portamiento, som, fundamentalmente, hechos mas que juicios, hormativos, Si se examina en qué enfoque hacen més hincapié Jas publicaciones sobre economia moderna, es dificil no darse cuenta del abandono del anilisis normative profundo y de la ignorancia de la influencia de las consideraciones éticas en la caracterizacidn del comportamiento humano real. Logros y debilidades ‘Mantendré que la naturaleza de lt economia moderna se ha visto empobrecida sustancialmente por el distanciamiento que cxiste entre la economia y la ica y trataré de analizar la ma- turaleza del dao, y el desafio que plantea. Pero, para no ser tnalinterpretado, me gustaria hacer dos observaciones alarato- ‘as antes de proseguie. En primer lugar, no ereo que el enfo- {que «idenicos de la economia haya sido poco fructfer; con- Siero que a menudo lo ha sido, y mucho. Hay muchos temas 1 exe Hirose canes en ete problems, no creo, natualinente, guests lai Toone importante de deals en la economia mo ‘Ena, Par un demic de lox dstntstpos de problemas, vase Kor i (1971, 1985), Ward (1972), Hicks (1983), Simon (1979), Bog (1980), Pte (198i), Nelon y Winer (1982), Akerlf (1984), Helm (198 1985), Mathews (1984) y McCloskey (1985). Sobre cuestiones metodogiss rel sionsdar, wate sino Robinson (1982), Latss (1976), Belly Krstl {198% Dyke (1981), AK, Dasgupta (1984, Steedman y Keause (1986) Woo (1986), 2% Amaya Son 2 los que la economia a sido capaz de proporcionar una me- jor colprensign, precsamente, por el uso generalizado del en- feque tecnico. Tita contibucién ha sido posible pese a haber descuidado cl enfoque ceo, ya que hay importantes cuestiones de logis fea economica gue enigen atencin, y que se pueden abordar, tases corto punto, con eficencia, incluso en el formato limi- fade de una-isign no ea y muy testrctiva de ls motivacio- sy del comportamiento humanos. Para dar slo un ejemplo, ST uesarrollo formal dela teoria dl equlibrio general que {tate de la produccion y del intercambio que suponen las re- leelones de mercado, ha puesto de marifiesto, con clridad,in- teelucones Fondamentales que tequieren un andlisis tecnico ‘Ray clevado. Aunque ests teoras suclen ser abstracts, no BIg porque caracterizan a la instizuciones sociales de ana ma~ eva muy simple sino tambign porque consideran a ls sere Romanos de una forma muy imitada, han hecho, sin duda mas ncomprensin de la naturaleza del nterdependenciaso- kL Tal inerdependencia es uno de los aspectos mis comple- soe dela economia en general y ls ideas que se derivan de es- Jee andliistedrcos han demostrado ser iiles incluso en pro- blemas préctcos conerewos radar un empl sro ees que sss re stjonat un analisseausal de los dramsticos problemas de Retnbre en el mundo actual. El hecho de que exsta hambre en Munclones en las que la dsponibilidad de alimentos es grande neatomt, se pucde entender mejor introduciendo los mode- Jos'ds imerdependencia que la teoria del equilibrio general ha Revncado'y tratado, En concreto, resulta que el hambre suele {ner poco que ver con la oferta de alimentos, yen su haga, ser rhccedomtess eusales se encuentran en otros lugares dela gnomin relacionados mediante I interdependencia econo shica general (Sobre este tema véase Sen 1981a) Deo que se trata no es solo de apuntar que los modelos ceoricos muy abseractos pueden seguir teniendo una importan- in'pracca considerable —un hecho que deber ser suficiente- ‘tac evadeine- sino también de poner de relieve que, inclu- Sabre cay economi so una earacteizacin extrafamentelimitada de la mosivacién hhumana, que hye de as considraciones cas, pueden, sin em- bargo ser muy sles para comprender la naturaleza de mu- chasrelaciones sociales fundamentales para Ia economia. Por Jo tanto, no estoy manteniendo que el enfoque no stico debe improductivo, Con todo, me gustaria sefialar que la econo- Inia, tal y como ha evolucionado, puede hacerse mis produ tiva prestando una atencin mayor y mas‘explicita alas con deraciones éticas que conforman el comportamientoy eu hiumano, No intento desechar lo que se ha logrado 0 se esti logrando en este momento, sino, claramente, pedir més. Ta segunda observacisn aclaratoria se rfierea la doble na turaleza del dafto que resulta del distanciamiento que ha sur- sido entre [a economia y la ética. Hasta ahora me he centrado fn fo que la economia ha tendido a perder ol descuidar la vi sin éxca de la moivaciny del logeo social, lo que examinaré con mis detenimiento en esta conferencia yen las siguientes. No obstante, me gustaria scalar que hay algo en los metodos ulllizados normalmente en economia, relacionadas, entte otras cosas, con los aspectos stécnicoss, que tambien puede ser de sid pre a moderg A render bid igual mente desafortunado paral eica que se haya producido este Goancamieno delsecononi En efecto, mientras que es de suma importancia que los eco omstaseexionen aera de as cucstones aor ls due se ha hecho mencién anteriormente, no hay que pasar por alto que la pregunta que se refiere al pape de la economia fue planteada por Aristteles fundamentalmente en el contexto de proporcionar una visign suficieatemente amplia de la ética y dels poitiea Enica Nicomaquea Libro I). Las euestiones exo- nnomicas pueden ser muy relevantes para ls preguntas éica, incluyendo la socritica, »gCOmo hay que vivir? Dehecho, aparte del papel directo de la ezonomia en la me ior omprensin del aura de algunas cussions is fe encuentra tambien la cuestin metodol6gica de que algunas de las ideas iladas en economia pura sborda lo probsmas de interdependencia pueden ser de importancia sustancial para » Amareya Sen tratar problemas éticos complejos, aun cuando no estén impli- ceadas variables econémicas. En los ilkimos afios, una serie de flésofos han puesto de relieve —correctamente segiin mi opinién— la importancia in- trinseea de muchas consideraciones que la escuela étiea domi- nnante del pensamiento utilitarsta estima tienen un valor tni- camente instrumental. Pero incluso cuando se acepta esta im- portancia intrinseea, no disminuye realmente la necesidad de tun andlisis inserumental y consecuencial, ya que variables fun- ddamentales inteinsecamente pueden tener también una funcion instrumental al influ en otras cosas intrinsecamente impor- tantes. Da la easualidad de que es en la buisqueda de interde- pendencias complojas en donde el razonamiento econémico, influido por el enfoque «téenico», ha realizado progresos muy significativos, A este respecto, hay algo que la ética puede aprender del tipo de razonamiento utilizado por la economia, Ya tendremos ocasién de examinar este tema cuando tratemos,, cenla tereera conferencia de la naturaleza eimportancia del ans lisis consecuencial Comportamiento econémico y racionalidad En lo que queda de conferenca,trataré fundamentalmente de la cwestén de la motivacin y el comportamiento econdmi- 0. El supuesto del «comportamiento racional» desempena un papel principal en la economia moderna, Se supone que los se- {es humanos se comportan de un modo racional, y dado este Supuesto especial a caractrizacion del eomportamientoracio- hal noes, este enfoque, muy diferente de la descripeion del comportamiento tel “Tenemos aqui una cuestin bastante important, ya que se puede poner en duda que sea sensato abordar el problema de predecir el comportamiento real haciendo que el concepto de facionaldad actde como un sintermediaris. Aun cuando se aceptara como correcta la earacterizacién del comportamiento tactonal de la economia convencional, podria no tener sentido, hecesaiamente, suponcr que ls personas se comportan real vwwnte de modo racional earacterizado. Existen- muchas difi- ultades bias si se toma este camino, sobre todo porque es ‘lente que todos cometemos equivocaciones, hacemos expe- nyt, mos sentimos confusos etc. Sin duda, el mundo tiene «parte de Hamlets, Macheths, Lears ¥ Otelos. Los tipos frfos ricionales pueden lenar nuestros libros de texto, pero el ‘ouindo e8 mas rico, [Naturalmente, sna critica de la econothia moderna se pue~ vlc basar en Ia identfiacion del eomportamiento teal con el “omportamientoracional,y eta critica sc ha eectuado, de he- who, con contundencia®. En defensa del supuesto que afirma jue el comportamiento real sel mistmo que el racional, se pue- dledecir que mientras que, probablemente esto dé lugar a ero- res; la alternativa de suponer cualquier tipo de irracionalidad ‘speci puede, con toda probabildad conducir a muchos mis crvores, Este es wn tema muy complejo que dejaré de lado por cl momento, aunque volveré mis adelante. 'No obstante, merece la pena mencionar dos cuestones pre- lisinares antes de prosepuir. En primer lugar, es posible que tuna wision de la racionaldad pueda admitir modelos de com- portamento alternativos y, cuando sea éte el eso, el supues- fo nica del comportamiento racional no seria adecuado para dleterminar ning comportamiento real «requerido», ni siguie- ‘1 cuando Tos objetivos las restriciones finales estuvieran completamente especificados. En segundo lugar, la identifica ‘ion del comportamiento real con el racional (sin imporar imo se define a racionalidad del comportamiento) se debe dlisinguie del contenido del comportamiento racional como tal Los dos tomas se encueatran relacionados, aungue, no obs tc, son bastante diferentes. De hecho, como se menciond an- tetiormente, en la toriaeconémica convencional se han wil zado a menado de manera complementaria para caratetizar la haturaleza del comportamiento real mediante un doble proce- ® Vent, co especial, Hicichman (1970, 1982), Kona (1971), Ssitorsky (4976), Simon (1973), Elster (1983, Schelling (1984, Steodman Krause (1986) » Amare Son so de (1) identificaci6n del comportamiento real con el com- pportamiento racional y (2) especificacin de la naturaleza del comportamiento racional en términos muy restrictivos. Racionalidad como consistencia, {Como caracteriza la weorfa econémica convencional el comportamiento racional? Se puede afirmar que exten dos mé- todos predominant para delinie la racionalidad del compor- mica dominante. Uno es considerar encia interna en la eleccién, y el our es identifica la racionalidad con la maxinizacn del pro- io interés Comenzando por el primer enfoque el equisto de consis- tencia se puede definir de varias maneras, que, normalmente, tienden a relacionarse —directa 0 indiectamente—con la po- Siblldad de explicar el conjunco de eleciones reales como re- Sultado dela maximizacin de acuerdo con alguna relacion bi- naria, En algunas formulaciones slo se exige un tipo limitado Ae binariedad, mientras que en otas se considera que la fun~ Gin de eleccin se pueda representar en su roalidad mediante tina relacinbinaria —lo que Richter (1971) denomina sracio- palizabildad>—, En formulaciones aun mis exigentes, xe re- Guiere que la relacion binaria sea completamente transitiva yy ‘Hema, que pueda incluso representarse mediante una funcion numérica que a persona pueda maximizar’. 'No es éste el momento de trata as diferencias analiticas en- tre los diferentes requistos de consistencia interna, o de esti- diarel grado de congrueneia que tienen, de hecho, algunas con dlciones de consistencia aparentemente distintas’. No obs 7 No wos as ondenacionescompletas se pueden represeatar aumérica- mente (ves, Debres 1959) ie ewiad Ts coneion entre estas reacones en otros areas (Sen 1a), Vee tmbaen Hanson (1968), Richer (1971), Heraberger i), Phen (1970, Rely (196), Suzumea (1983) Aizerman (1985) y Inc tes y conor a vey sin importar cuales son esas condiciones es dificil creer th consistencia interna en la eleccién puede, por si mista, "un eriterio adecuado de racionalidad, Si una persona hace ‘actamente lo contrario de Jo que le ayudaria a conseguir lo we quiere obtener, y lo hace con una consistencia interna per~ testa (escogiendo siempre fo contrario de lo que aumentaria las jvoibilidades de que sucedieran las cosas que quiere o valo- +1), no se le puede considerar racional, auh euando esta obsti- hvala eonsistencia inspire algiin tipo de admiracién en el obser- Sulor, La eleccién racional debe exigit, al menos, algo acerca ‘le la correspondencia entre lo que se intenta conseguir y las ‘osiones eneaminadas a ello’. Se puede discutir que el com- ortamiento racional debe requerir, entte otras cosas, alguna ‘osistencia, si bien la cuestién es mucho mas compleja de lo sine se sue afirmar (como explicaré en la tercera conferencia).. "cro a consistencia por si sola difieilmente puede ser adecua- shu para el comportamiento racional En otro lugar ' he intencado demostrar que incluso la mis~ tnaidea de la consistencia pueramente interna no es convincen- te, ya que lo que consideramos consistente en un conjunto de tdeeciones y de algunas caracteristcas externas a la eleccion, ‘como tal (v.g, la naturaleza de nuestras preferencias, objetivos,, 7 Natwalimente, se pede considerar quel aconalidad exige mis que sic, per dltcmente un poco menos. Se puede argumenta que fo que qbe “Sos some debe teaser tambien alanos ertros de saloracon ta “onal (ease Brogone 1978, Pari 1985 y Sen 1985), por lo que un con ‘Sho de acionaldad purmente «instrumentals puede acr bastante nade ao, Per ilo 3 se aloes este punto de vista se debe agp nt sos el papel snsramental de clin, La que se puede denomina =e ‘Sinalidad de corespondenciar —Ia corrspondencia del elcid com Los hjetinos cto debe se, en general una Condcion ecsaia de raion ‘hnben coajun, sex 0 mo asm infiente:e dei, se tenga © 90 que “Smplencntat lk -racionaldad de eorrespondenca- con requbstos de race ‘aldad sobre I anuralza dela flexsin rte To gue uo debe queer, Valor tener come obi (lo que se lama eracinalidad de refleigne Sen 1985), TE emt alocuciin presencia a la Econometi Society ex 1984, eu lads «Consistency, qu se publics Eeomctrin (Se 1984). 2 Amaya Sen valores y motivacione) Se acepte om et visi bastante x Tema, que consider conser, es exrato pensar sin dda Theis edniatncia interna sin importae como se defina— fueda set por sf mibma sfiente para garaniat la aional- nd de uns pesona [Dabo sda aga ques en una pare del erature sion dea racionalidad como conitenca se a hecho menos itrerosimil por la atracctn hipndsiea de las pars escog- tins readin binaria sobre la que se bas lt lec, cvan- do eta dene una consistenia de ex ipo, Se ha desrito a ve Sccome Ts cfuncion de ula de In persona, No es nec ‘Sho dese que por consrcckin se pode considera 2a pe Sone come maximizadora de esa funcion de utlidady, Per, Sito no atade nada mss alo que a sbemos yen eonereo, sa cic realmente naa sobre lo que a persona ea itemando troximiae El denominar atl Binaria focion de ui Fads de [a persona no nos dice que lo qu a persona est, de echo srtando de muir seas veda en ningan set {ko dfinide de forma independent (al como la felicidad satisfaction de un deseo), Egoismo y comportamiento racional ‘Trataré ahora del segundo enfoque de la racionalidad —el de la maximizacién del propio interés—, que se basa, de he- tho, en la exigencia de una correspondencia extemsa entre las Clecciones que una persona hace y su propio interés. Sin duda, teste enfoque no esti abjerto a las crticas efeetuadas contra la Vision de la racionalidad como consistencia interna. Hablando tn terminos de ascedencia historica, la interpretaciin egoista ‘le la racionalidad es muy antigua, y ha sido una de las carac~ tevisticas fundamentales del razonamiento econémico domi fnwte durante muchos siglos. Hil problema de este enfoque de la racionalidad se eneuen- hive sitio gPor qué debe ser dnicamente rcional perse~ ) inietes excluyendo todo lo demas? Naturalmen- Sibreicay economia o ‘puede que sea totalmente absurdo afirmar que la maximi- vacién del propio interés no es irracional, al menos no necesa- riamente, pero mantener que cualquier otra cosa excepto la ma- imizacin del propio interés debe ser irracional parece abso- Jcamente extraordinario. El dafoque egoista dela racionalidad supone, entre otras co- ss, un firme rechazo de la visin de la motivacién «relaciona- «is con la ética», Intentar hacer lo mejor pra conseguir lo que 1 uno le gustaria obtener puede ser una parte de la racionali- ‘lad, y ésto puede inclu la promocidn de objeros no egoistas, ‘que podemos valorar y desearalcanzar. Considerar la desviacién, ela maximizacion del propio interés como evidencia de la irra cionalidad debe implicar un rechazo del papel de la ética en la voma real de decisiones (a menos que se trate de alguna que nvr variante de esa visién moral exética conocida como «egois- 0 ético» ") La estrategia metodoligiea de utilizar el concepto de raci vulidad como un «intermediario» es especialmente inapropiada pura llegar ala proposicién de que el comporcamiento real debe ‘vaximizar el propio interés. En efecto, puede que no sea tan sbsardo argumentar que realmente las personas siempre ma- simizan su propio interés, como lo es mantener que la racio- tulided debe, tvariablementeyexgrdicha maxinizacon. El ‘yoisme universal como realidad puede ser Falso, pero el egois- ‘no universal como requisito de la racionalidad es evidente- ‘mente absurdo. El complejo procedimiento de equipararla ma- simizacién del propio interés con el comportamiento racional parece ser completamente contraproducente sila intencién fi hal es proporcionar tn motivo razonable para el supuesto de |maximizacién del propio interés en la especificacion del com portamiento real en la teoria econdmica, Intentar utilizar las ‘igeneias de la racionalidad para defender el supuesto de com- portamiento convencional de la teoria econdmica (a saber, la "Pas an examen critic de fr disinta versiones dl egos con, case Wiliams (1985, pigs 1-15) Universidad Catdliea de Chile FACULTAD DE EDUCACION IaLiOTECA * Amarya Sen maximizaci6n real del propio interés) es como una carga de ca- ‘caballeria en un burro cojo. ‘Olvidando la racionalidad por un momento, zes bueno el supuesto de la maximizacién del propio interés para caracter ‘a cl comportamiento real? zproporciona el dominado , Como explica Smith en The Theory of the Moral Sentiments {La teoria de los sentimientos morales) la prudencia es ela vinidn de» dos cualidades, la «raz6n y el entendimiento», por tin lado, y el «dominio de uno mismos, por otro (Smith, 1790, vig, 189). La idea del «dominio de uno mismo», que Smith tomé de los estoicos, no es, en absoluto idéntica al «egois- mos 0 lo que Smith denomind snarcsismo», En efecto, las races estoicas de la interpretacién de Smith \lelos «sentimientos morales» ponen también de manifiesto por {qué tanto la comprensién como la autodisciplina desempera- ron un papel tan importante en la eoncepeidn de Smith del Exoy sumamente agradecido al profesor Elipeth Rostow por lamar a stein 4 esta comtundnte presentacion de ona inerpretacin comin de Adan Sith ile (197, pg 257); he aadido lacus ® Sobre I nflaenia de lor pensadore etocor em Adam Sith vase ape y Macfie (176, igs, 5-11}, yaaturaimente, las propas referencias sJAdaes Sith (1799) ierstura ees. « Ananya Sn buen comportamiento*'. Como el mismo Smith dice, eel hom= bre, segin ls estoicas, debe considerarse asf mismo, no como, algo separado e independiente, sino como un ciudadano del ‘mundo, un miembro de la vasta comunidad de la naturaleza» ¥y «para el interés de esta gean comunidad, debe, en todo mo- mento, estar dispuesto a sacrificar sus pequefios intereses» {pig. 140). Aun cuando la prudencia va mas alla de la maximi- zaci6n del propio interés, Smith la consider6, en general, slo como eaquella de las virtudes que es mas provechosa para el individuo» mientras que «la humanidad, la justcia, la genero- sidad y el espirta pablico son las cualidades més beneliciosas para los demis» (Smith, 1790, pig, 189). Fs instructivo examinar por que la defensa de Smith de la comprensin, ademas de Ia «prudencia» (que incluye el do- ‘minio de uno mismo), ha tendido a perderse en los escritos de ‘muchos economistas que defienden la denominada posicién ‘smitheanae sobre el egoismo y sus logros. Es, sin duda, cer {o, que Smith vio, como cualquiera lo hubiera hecho, que mu- cchas de nuestras acciones estin guiadas, en realidad, por el tgoismo, y que algunas de cllas producen buenos resultados, Uno de los pasajes de Adam Smith que sus seguidores han tado repetidas veces es el siguiente: «No esperamos comer gra- cias a la benevolencia del carnivero, del ceryecero, 0 del pana- ddero, sino a la consideracién de su propio imterés. No nos di- rigimos a st humanidad sino a su egoismo, y munca les habla mos de nuestras necesidades sino de su provecho» (Smith, 1776, pigs. 26-27). "Mientras que muchos admiradores de Smith no parecen ha. ber ido mis alla de éste parrafo acerca del carnicero y el cer- vecero, una Jecturs, incluso de este pasaje, mostrar que lo que Smith hace aqui es especificar por qué y emo se llevan a cabo Jas transacciones normales en el mercado, y por qué y cémo Fnciona la divisin del tabajo, que es el tema del capitulo en jl rile Is aseplina,espesiaimente en la supre- cde le, ease Nussbaum Soe ica yewonomia a cl que se encuentra el pasaje citado. Pero el hecho de que Smith dobservara que el comercio mucuamente beneficioso era muy comin, no demuestra, en absoluro, que pensara que sélo el ‘egoismo, o la prudencia, en un sentido amplio, pudieran ser audecuadas para una buena sociedad. En realidad, mantuvo jus tamente Io contrario. No bas6 la salvacién evondmica en una De hecho, Smith eastigé a Epicuro por intentar considerar 1a vireud totalmente en términos de prudencia, y aprovechs la ‘casién para golpear en los nudillos alos « filésofos» por tra- tar de reducir todo a una virtud Reduciendo también las diversas vireudes a este tipo de prodencia, Epicuro se entreg6 a na propensin que es natural en todos los hom- bres, pero que ls filsofas, en particule, son muy susceptibles de cular, con un earifo especial, como el gran modo de mostrar su ingenio, a saber, Ja propension a expliear todas las apariencias con tn pocos princpios come sea posible (Simith 1790, pig, 299) Es algo irénico que admiradores entusiastas atribuyan al mis- mo Smith este «carifo especial» al convertirlo en el «gurus del ‘egoismo (en contra de Jo que Smith dijo) [a actitud de Smith, quien respecto al snarcisismo» tiene algo en comin con la de Fdgeworth, quien pens6 que «cl cil- culo econémico» en comparaci6n con Ia evaluacién ética, era especialmente relevante para dos actividades especifieas, a sa- ber, ela guerra y la contrataci6ne ®, La referencia a la contra: Fe dsc fa aturalera de esa mala inerpretcin on un aril silado sAdem Smith's Prudence» (La pradencia de Adam South), Vése ‘Simismo Winch (1978) y Brennan y Lemasky (1986), Para temas elacions ds ease Heller (197), Raphael (1985), Skinner y Wilton (1975) y Ro- senbers (198). 3 Edgeworth (1881, pp. 52). Como buen wisn, Hageworth silo se efire al taremo como un posible enfoqu tc, pero const = eral ene el egotsmo y ns vloraciones Gieas ex uientemente evident, Vee tambien Cold (1975) * Armacya Sen tacién, es naturalmente muy similar a la refencia de Smith al comer, ya qu ene lpr sobre I base de conatos mi twamente' benefciosos (explicita 0 implicitamente). Pero hay suchas otras actividades dentro y fuera dela economia, en las gue la simple bisqueda del propio interés no es el gran reden- tor, y Smith no asigné un papel generalmente superior a esta biisqueda en ninguna de sus obras. La defensa del comporta- miento egoista aparece en contextos especitcos, relacionados «especialmente con diversas barreras buroeritias contempori- neas y con otras restricciones a las transacciones econémicas que acian ditcil comerciar y que obstaculizaban la produe- Un campo especifico en el que el andlisis econémico de Smith se ha malinterpretado generalmente, con graves conse- cuencias, es el del hambre, Este tema se relaciona con la posit cin del motivo del beneficio slo de forma indirecta. Smith ‘mantuvo que aunque se suele acusr als comereiantes de pro- vocar el hambye, en realidad no son sus causantes, sino que ésta es, generalmente, la consecuencia de lo que él lama sina escasez real» (Smith, 1776, pig. 526). Smith estaba en contra dle suprimir o resting el eomerco, pero esto no implica que se ‘opusiera a que el gobierno ayudara a los pobres. De hecho, a diferencia de Malthus, Smith no estaba en contra de las Leyes dde Pobres, aunque las citcara por su dureza'y por lt natura- Smith puso de rere de forma muy clara la narurlezacontemporé- nes de muchas desis precaiones En realidad, parece que exaba soma mente preocupad por qe el contexo temporal desis cbservacones no talinterprete. De hecho, el Anuncios para a errs ec de Weal of [Navons se dadicé csi por completo a scrar elcontexto temporal desu re fered al eet de cota scale: ea pines cin de a abea que Si jt se imprinia fnale del a 1775 y etmienzos lao 1776. Poot {Sven ln mayor pare dl iro, ea ver que se mencone el erado deco ‘cial ay que entender que se refi al exado en el que se encontaban, © ‘hen en aul moment bien en agin perodo ater, durante el emp "que se empl en escribir libro. No ebstane, en esta teeera ediion he nado alas con. Em extn adiions, ef etado de cones actual sig fit ol esta en e qu se hallban durante ol ano 17 y 2 comienzor del cede 178: (em Inedicin de Campbell y Skinner, Stith 176, pi. 8). lve say esonomia 4s ler contraproducente de algunas dels replas restrcivas que scctaban alos beneficiarios (pigs. 182-154). ‘Adem, en The Wealth of Nations, Smith tambien diseu- 1 la posblidad de qu el hatnbee fers el eultado de un pro- “so econémico en el que inervnieran lox mecanismos de mer ‘ilo, y que no procediera de sna esaser rele generada por na mucin dea poduccin de alimentos come tl ro seria dint en un pis en dod os fondosdetinados a man Set de ane de rs emir mien de fora no- table Cada ao, la demande radon ytabjadoves sen, pars at ‘ness clase de empleo, menor quela del ao aterioe Muchas pe on educndas n cat supetores alo poder encontrar a em tc ens ofiin se alegraran de enconrro en uo inferior. Al "Nn In le tbs nbrebaseida no loco 8 props f- ihorey sino on [os jwocedntes de tos Ta demas les com fetecis por sonsegit nego seri tan ands como pars sm tbs scl hasta lamas miserable can sobitenci del ra tnjador, Muchos no podran encontrar un cmple ni skits ene {ns coniclone can dura, , 0 bien moran de hambre o se er bligados buscar la subottencia pdiendo 0 comesendo,quzdn, mueidedes exomes: La risen hub y ta moral pred intuit lass patr della ne extenders» todas el ane (Smith 1776, pigs. 9-91) En este andlisis, las personas llegan a morir de hambre por me~ dio de un proceso que no controlan. Aunque administradores imperiales citaron con frecuencia a Smith para justificar 0 ne- igatse a intervenir en las hambrunas de lugares tan diversos come Irlanda, la India, y China, no hay nada que indique que cl enfogue ético de Smith de la politica pablica hubiera exclui- do la intervencién en apoyo de los derechos de los pobres. Aun ‘cuando se bubiera opuesto, sin duda, a la supresion del comer- cio, su diagndstico del desempleo y de los bajos salarios reales ‘Los complejor puntos de visa de Smith sobre el orgen del arbre se han disci en Sen (1986), “ Amanya Sen como causa del hambre sugiere una diversidad de respuestas ppor parte de la politica piblica, *. La mala intcrpretcion de Ia compleja actitud de Smith 1es- ppecto a la motivacion y a los mercados, y el abandono de sus anilisis de los sentimientos y del comportamiento, se ajusta ‘muy bien al distanciamiento de la economia y de la ética que se ha producido con el desarrollo de la economia moderna. De hecho, Smith realiz6 unas aportaciones pioneras al analiza la naturaieza de los intereambios mutuamente beneficiosos y el valor de la divisién del trabajo, y dado que estas aportaciones son perfectamente consistentes con el comportamiento huma- no sin bondad y ética, las referencias a estas partes de la obra ‘de Smith han sido abundantes y profundas, Oras partes de los escritos de Smith sobre la economia y la sociedad que tratan de las situaciones de miseria, la necesidad de comprensisn y el ® Se puede argumenta qu el que una persona no pueda adquire sf ‘ene alimentos se puede dabor aun allo dela demada (qu resi de ‘on ceaida del rent rcaconada con ol hecho de queda desmplsdo @ de Uns disminucion dels slarios tales) oun salle de la espueste (os co ‘neriates manipuiban ef mevada de al forma que la demanda no ss Slee de manera aectaday, en Ir, se obtienen won grands bent ‘Sov mediante I acapaacin del merenda) Del anal de Sth sobre ambre se desprende que no negaba a postbidad de que et aver sor gen en un fall ses demand, i bien rechazs la veresimiliud de u fallo {dela eespuestav, Por consguent, es discunble gue el verdadero mensie “smitheano»respeco ls politica contr el hare seal inactvidady no tarde [a creacion de derechos para los grupos de victims mediante a ge ‘eran de ena, Esc ands ene mucha inporaniaen los debates que ‘tin teniendo lugar en a actusidad,y suger una plica mis orienada har 1 a producion (no solamente de iments, sino tambien de ors Benes {qe patdenimarcmbiarse por alimentos) que hacia In simple ayaa, Por lo {he respectas a yd Goro para, sire una mayor ulizacin deat sve en clectivo en el igaren el qu se vive ose taba normalment, “iid a surseno dea ofere de alimentos om el mercado, en er 8 que Fado intnteabordar el problema logistic delevar a as vctimas como a (sa ampos de afugiadosconstldos de manera apresurada. Al lo entra de ests diversas akernativas de polity ol an relevant e important. He dseutido estas op 1 andl econo de Seni elas detalles 2 Scie i econo 5 pel de as consideraciones ees one comportamieto hi- frano, especialmente a ulaacign de norms de comport: thems se han pasado de moda en econo El apoyo qe lon seguidores Tos priaron del compor- tamientoegota han basa en Adah Smith es diel de em- Contra en ana Tecra mis profunda y menos sesaada de so Cla El ete de fosfa moral el economist pionero een eine aa de on xu i. Re hecho en a economia moderna x preciament are ‘Non ea mpl vit saicana dee eer humaos fo the pueda consiferarse coma tna dels mayores defence ra torts evita contemporine, Este empobrecniento SE encuentra intmamentetlaionado con el detancianiento dea ecomomia y dele, En a cercersconferenca trataré “Sn mas dtenimiento esta esi, battamiemo del lance dela mportancia de Ia misma eco- nomi del Bienes, Este esl tema de a segunda confrenia, spinylo 2 \ ALORACIONES ECONOMICAS Y FILOSOFIA MORAL, La situaci6n de la economia del bienestar en la weoria eco- ‘wimiea moderna ha sido bastante precaria, Fn la economia po- lticaelésiea no existian limives marcados entre el aniisis de la cconomia del bienestar y otros tipos de investigacién econd- ‘nica, Pero al aumentar el recelo ante la utilizacion de la ética fn Ja evonomia la economia del bienestar ha parecido cada di snis dudosa y se la ha metido en una caja arbitrariamente cs- trecha, separada del resto de la economia, Fl contacto con el mundo exterior se ha producido, fundamentalmente, mediante tina relacién de unidireccional, por la que se ha permitido que los resultados de la economia predictiva influyan en el andlisis, de la economia del bienestar, pero no que las ideas de Ia eco- hnomia del bienestar influyan en la economfa predictiva, ya que se supone que las accioness humanas reales s6lo se basan en el tgoismo, sin que las consideraciones éticas © los juicios de la tevonomia del bienestar tengan ningiin efecto sobre ellas. Por tjemplo, las ideas sabre lx respuesta de los trabajadores a los incentivos saariales las utiliza la economfa del bienestar en su ” “ Amana Sen anilisis de, digamos, la politica salaral o de la imposicién 6p- tima, pero no se permite que las ideas de la economia del bie estar afecten al comportamiento de los trabajadores ¢ influ- yan, de este modo, en el mismo problema de los incentivas. La economia del bienestar ha sido equivalente econdmico del {tee neror: as cosas pueden entrar, pero mada puedes Comparaciones interpersonales de utilidad Las proposiciones convencionales de la moderna economia del bienestarestin basadas en la combinacién del comportamniento sgoista, por un lado, y de la evaluacién del logro social me~ diante algin crterio basado en la utlidad, por otro. De hecho, cl criterio tradicional de la economia del bienestar solia ser el utlitarista: valorae el &xito por el tamaiio de la sme total de utlidad creada —al considerar que nada mas tenia una valor in- trinseco—. Segin el analisis ico, esto es bastante directo y res- ‘wictivo, pero esta parte de la historia se limiv6 agin mas cuan~ do, en la década de 1930, Lionel Robbins (1935, 1938), dirig lun ataque a las comparaciones interpersonales, Por razones que no estan totalmente claas, se diagnostics entonces que las comparaciones interpersonales de utilidad eran snormativas» 0 «éticas» '. Naturalmente, se puede mantener " La popularidad de ete punto de vn se pu basa, en el poeros respaldo que recibié de Lionel Robbins (1935, 1938), en pass conereoy ‘somo el que sigue: «La tora de ntercambo he supone que seu necro ‘omparar en singin momento la stsfaciin qu yo abtengo algae 6p ries en pan com la saisfacion que oben cl panadero por restos, Esa ‘omparscion yuna comparsin de as aturalnafotlente diferent, por fo gue cs exencalmente noxmativas (pis, 138-139). No obsant, cae sos we aie Robins extaba mas interesado en estableer I proposiion nega tvs ese comparncionesinterperroale no pueden hacetse sient ‘mantener la proposiciénpositva de que tales comparacones vase teas. Sore a mtualeza de lr compurciones de wt, ‘pec sobre su dependenca de guna snrmas © pecico,wése Sen (19825 ensayo 12 1) cin y economia ” jue estas comparaciones no tienen ningtin sentido —una po- iid que encuentro dificil de defender’, pero que, sin duda, nes dificil de comprender—. Si se acepra esta posicin, la afit~ tnucién de que la persona A es mas feliz que la B seria absurda lun absurdo tanto étiea como desoriptive—. Imagino que el lho de que afirmaciones de las que se sospecha que «no tie- n sentido» 0 que son «absurdas» se consideren ripidamente ‘ticas» es un reflejo de la manera en que los economistas tien~ Jn a concebir la étiea, La visiOn especialmente limitada del sentido» defendida por los positivistas Logicos —suficientes, pra causar desérdenes en la misma filosofia— produjo un caos, len la economia del bienestar cuando se vio acompanada le algunas confusiones adicionales proporcionadas con libers- liad por los mismos economistas. Los fildsofos posit pueden haberse equivocado al estimar que ninguna proposicién, tica tiene sentido, pero ni siquiera ellos han sugerido que to- ‘has las proposiciones que carecen de sentido son éticas Optimalidad de Pareto y eficiencia econémica Sea lo que fuere, con la aparicién de la opinién ant-ética, \J abandonar la economia del bienestar las comparaciones in- terpersonales de utlidad, e eriterio superviviente fue el de la sptimalidad de Pareto. Un estado social se deseribe como 6p- Limo en el sentido de Pareto si y s6lo si no se puede aumentar |i utilidad de uno sin reducir la utilidad de otro. Este es un, Sole eta cues, vase Harny (1958), Graf (1957), Lie (1957 Supp 1566, 190), Van Prag (96H, 197, 197), Jey (97, Van Praag 1 Rapcan (19%) Hammond (1977, Ni (1979) Sen (19790), Hare 181, {dite oun, Secure (1983), Kono (1984), Novick (196), Davidson {198e)y Gibbard (1989) compared inerpersona no nce vomat (emt Deere consi praia incrperonl pecs pcden encontrar en Sn (1970, 1970, Wischrby (1975, Fine (73), Bare (979, Benaembndery Van Acker (G38, Wes ambit Let (978 par eae ar dey probabi Indes deri Py Amaeys Sa tipo de éxito muy limitado, y, en si mismo, puede o no garan- tizar demasiado. Un estado puede ser un ptimo de Pareto con algunas personas en la mas grande de las miserias y con otras ‘en el mayor de los lujos, en tanto que no se pueda mejorar a situaci6n de los pobres sin reducir el lujo de los ricas °. La op= timalidad de Pareto, como sel espirita del Cesar, «viene cae liente del infierno-, Ala optimalidad de Pareto tambien se le denomina a veces «eficiencia econdmicae. Este uso es apropiado desde un punta de vista, dado que la optimalidad de Pareto trata exclusivamens te de Ia eficiencia en el espacio de las uilidades, y no presta atencién a las consideraciones distributivas relaivas a la utili "No obstame, en los kms aos se ha prodcidoun desperar del in ters en ls cuestonee de dirucionrelicinadas con lanl norman ‘ela dsigualdad: vese expecimente Atkinson (1970, 1975, 198), cease tumbién Fisher (1956) Aigner y Tein (1967), Thal (1967) Kom (196%, 197), Bente (1970), Newbery (1970), Tinbergen (1970), Pen (1971), She shins (1972), Dasgupea, Sen y Sere (1973), Rosch y Sgt (973), Sen (19736, 1974, 19829), Muelbauer (1974, 1978 Blckorby y Donald son (1977, 1978, 1984), Hammond (1976b, 197, 1978), Male (197), Meh ran (1976, Pyate(176, 1985), Bhavacharya 7 Chatters (1977), Cowell (1972, Graaff (1977), Hansson (1977), eld y Bei (1978), Kern (1978) A chiald y Donaldson (1979). Bourgsignon (1979), Dutt (1980), Deaton ‘Musltbater (1980), Kakwaai(1980b, 1981, 1986), Rabers 1983), Shrsecks (0980, 1983, 1984), Nigardy Sandton (198), cnson y Bourguignon (Q982), Broder y Mores (1982) Mookherce y'Shorocks (1982), Osman (0982), Anand (1983), ichorn_y"Ghisg (1983) Jogenson y"Senick (94a), Le Grand (1985), Ebert (1988), Le Breton, Trannoy y Urarte (985), Shorrcks y Foster (1988), Foster (1986), Kambur 9. Strombers (1986, Massoumi (1986) y Temkin (1980 enteomascontroacione. Ta Bien existe una Tteratora elacionads con To anterior sobre la medida de a pobreza, que pst especial atencion, ene otras coral valoraciin del ‘esguldal en situaiones de pobreza; véae Sen (19760, 19a, 19823), ‘Anand (1977, 1983), Taylor (1977), Ahlueaa (1978), Duta (1978) Hamada y Takayama (1978), Takayam (19%), Thon (1979, Blackorby y Donal (1980), Fields (1989), Kawani (198248, 1986), Clark, Hemming. y Ulph (1981, Srinivasan (198), Stecten (19813), Osman (1982), Kunday Sith (1983), Foster, Gree y Thorbecke (1988), Chakravarty (19833) Poser (1984), Lipton (1985), Bigman (1986), Donaldson y Weymark (1%6), ore emmy Sleesnick (1986) y Sl (1986), entre otro lal. No obstant, el sérmino es desafortunado desde ota pers- jevtivay ya que el anlisis se centra completamente en la it In, y esto es un legado dejado por a primera wadicion wt vika. Naturalente, se pueden introduce otras consideraci \ para valorar el éxito de las personas y, por lo tanto, de a cigdad (véase, por ejemplo, Rawls 1971,1980,1982). La opt clidad de Pareto capa Gnicament los aspectos de eficien ils valoraciones basadas en la uiidad. Euegotendré que vol- sobre esta cesta, pero, por el momento, quiero prose- niveon la historia de a reducsin dela economia del Bienes- Fin la pequeita caja en la que se confiné ala economia del Uienestar, donde la opcimalidad de Pareto era el nico eiterio sJcvaloracin y el comportamientoegoistalatinica base de elec- ion econdmica, las posbilidades de devi algo interesante se hicieron extremadamente pequefas *. Una proposicion impor- “Gia manera de ampliar la economia del bienewar paretians sin into «lie ning compact intespercanal ex ilar un «Test de compensa “ne, Sea yropesto que Ix posiblidad de que los ganadores sean capaces 1iPcoepensaradccuadamente dos pordedofs pus sonsiderse como az nora soil (yéae Kaldor 1989 y Hicks 1999) Hato eters de mejor al conden a inconsiteeias (pr esto vase Sctovsky 1941, Samuelson 180 y Geman 1955), Foro ete so ude Ins problemas de ior etree ‘iccompensacsn, Ona difcltad,postblemente ms bisic se enevena en I Guest que se tire» por que la mera psbida de carpensa Ls sndedores debe ser secu para esablecer una mejra soca, an cua lide hisho, nose vaya pagar la compensacion. Los perdedores pueden incur alow mis pobrety desavorables def soieds, no ning gran CSnsuelo gue se dign que ex posible compensator completamente, pero [CBioe mis) que no haya nngan pln para lear a cabo a compensacn Sc por our paris, secompenssreabieste a lon perdedores,entonees el ‘to global, tex a compensacion, es una mejora en el send de Pareto Ys por tanto, no hay needed de eliza el Test de compensa como wn ‘Somplemeno al principio de Pareto De exe modo, los cites de compen Satin sn o igh poco conconenteso bien servo El principio paren {pena se pase spi para cubrevsloracones de distbuctn sa hacer ‘Smparaclones iterpersnales (vase Lite 1997, Phelps 1973, Meade 1976 YN 1979). pl scorema de imposiilidads de Arrow (1951, 1968) pone de mani fie, de forma espetaulc, a tension provocada en Ia exclaim del ao 5 Amartya Sex tante en este reducido terrtorio es el denominado «Teorema fandamental de la economia del bienestar>, que pone en reac Jos resultados del equilibrio de mercado en situacion de com- petencia perfecta con la oprimalidad de Pareto, Este teorema demuestra que bajo ciertas condiciones (en patiular, sin «x ternalidad, es decis, sin interdependencias externas al merea- do), todo equilidrio perfectamente competitive es un Sptimo en el sentido de Pareto y algunas condiciones adicionales (en onereto, sin economias de gran esa) todo estado social p= timo en el sentido de Pareto es tambien un equiibrio perfec- tamente competitivo con respecto a alga conjunto de precios ( para alguna distribucién incial de las docaciones de ls per- sonas) 6 Est es un resultado extraordinaiamenve elegante que proporciona una visiGn profunda sobre la naturalera del fun- Cionamiento del mecanismo de los precios, explicando la na- turaleza mutuamente beneficiosa del eomercio, de la produc- cion y del consumo dirigidos la consccucion del propio in- teres, Este y otros resultados similares resolveron tn aspecto signifcativo de las relaciones econémieas relizadas mediante el mecanismo del mercado Pese asu importancia general, el contenido ético de este re- sultado de la economia del bienesta es, sin embargo, bastante modesto. El eriterio de la optimalidad de Pareto ex un modo eas comparacones indvidales para lgrur ua cess social consistente 4 completa que stsfga algunas condiciones parentemente dies de ‘onablidad. Existe won gran intatura, iid por Arrow, qu x ddicn 4 AiscairI importancia de exe eesuledo, 1 buscar manera de ai dela in posbildady de ampir I imposiilidad ya investiarcuestoner elacions ‘ths, Solre a natuaeza dels iversos problem implica vase Hanson (0968), Sen 1980), Plu (1979, Gowenger y Lael (197) Kelly (1979, Pollak (1979, Baie y Pollak (1983) Chihinishy y Heal (983), Moule (1983), Patani y Salles (1989, Soromurs (1985), Fler y Hyland (1986, Y Schwart (1986), entre oor. ib} Debra (1959). Vase también Malinvaud (195) ) puede encontrar una descripciin general ence In tla deste esultado, y deco simiares, cols distin el bienestar véase Ng (1979) y Boadway y Bruce Sse day economia ss snuy limitado de valorar ef logro social, por lo que la parte del resultado que afirma que un equlibrio perfectamente compe ‘tivo, en las condiciones especificadas, debe ser un dptimo en «i sentido de Pareto es asimismo limitado. La proposicién con- traria, es deci, que todo estado social dptimo en el sentido de "areto es un equilibsio perfectamence competitivo para alguna slistribuciém inicial de las dotaciones, es més atrativa, ya.que ‘cha considerado que es razonable suporter que el mejor es- tada debe ser, al menos, éptimo en el sentido de Pareto. De «ste modo, el mejor estado tambien se puede lograr mediante «l mecanismo competitivo, Se han estudiado diversos procedi ‘nientos para completar el principio de Pareto con valoracio- nes distrbutivas (véanse, por ejemplo, Fisher 1956, Litle 1957, Fisher y Rothenberg 1961, Kolm 1963, Phelps'1973, 1977, Meade 1976, Sen 1976b, Hammond 1979, Roberts 1980b, At" kinson y Bourguignon 1982, Osmani 1982, Atkinson 1983, Jor- ison y Slesnick 1984,1984b, Yaari y Bar-Hilll 1984 y Maa~ Soumi 1986) 7 Un manera importante interesante de complement optnalidad Je Pareto en is alorscionesdseibutva sopone ular el ier de equ “ado gue exge que mac evi a eombinaion de Benes qe disrit ta person, Exist tna ampli iteraara que emplea ese enfogue (ese Hey 1, Sehmeley Vind 1972, Feldman y Ritman 1976, Parner y Semen lee 1974, Varian 1974, 1975, Senson 1977, 1985, Feldman 98D y Suu "194s entre tras conebaciones, Obsérse qu sno evi pole coe ‘ii on grndesdesigualdesrespeco a bcs poo ques com- farsiones on sivaconles~enlgarde lobes, ene sentido de que Ih waiconesnerpersonales de fs funciones de bcnstar no se teen em ‘tent, 5. WG) y Wis) sn, esperiramente ls funciones de Binet de ispeionay 2, y Wis) We) Wee) >Wa) eando my fon ls eombinachoer de bees que fran, rexpecivamese, lax persnat 7 2Tenoncer cr la peso Ir gu evi Ts bene de I estos 2 in sor qe la pons 2 no ene lend aun coan es pra 2 len Wa) > Win) > Wx) entoncer a conde in de ane coi Sec sorpitnnefrsmtaspres son “cand la persona ? se eneuenea,clarament, en pete situacion gue ls per ona 1 Dado qe as desraas economics ren sociadar a capa ‘id enfermedad, edad icriminacin scale, hay mich razoncs para lar de equa del ctrio de equa ” Amarya Sen No obstant, parte de la dificultad * de apliear este result dlo para Ia accidn publica surge del hecho de que la informa- cin necesaria para calcula la disteibucion inicial requerida de las dotaciones es exhaustva y muy dificil de abtener, y puede 4qve los individuos no tengan ning incentivo para revelar la informacion necesaria. Mientras que el mismo mecanismo co pattivo de mercado garantiza una economia de informacién por Jo que eespeeta alas decisiones de los agentes individuales (dada la disteibucion nica), los equistos de informacion para Iss decisiones publica relaivas ala propiedad inicial no se pue~ den obtener fdclmente mediante cualquier mecanismo senci- lo’ Supuesto cl comportamientoegoista el mecanismo de mer- cado proporciona buenos incentivos para que cada agente elja de forma apropiada, dadas sus dotaciones inciales, pero no existe un mecanismo comparable por el que las personas ten jan un incentivo para revelar Ia informacion en la que se pue- da basar la eleeidn entre los estados 6ptimos en el sentido de Pareto y la organizacion de la distibucion inicial adecuada, Un problems mis obvi se refiere +l naruralera exignte de los su estos requrios para qu se satifagalarelctn, como, por ejemplo a Scacis de exernaldadesy de endimieno ecient a sca (a excepcion de tipo raion de la signa de echoes ha porto de manifesto de forma partiularmente ara en or noe aos pot el mayor econocmien- toes portals de a consieraconcsmetioambietales y de lon rear ‘os ntuales (ease Bohn y Kncese 1971, Male 1979, Dasgupnay Heal 1979, Dasgupta 19823). Yl Teorema fundamental dela economia del bienestar se a ample lo ssenemente hist abarar tambien os bsnes pubis, es dei, ague- Tos bons prs Jos que el consumo de ana persona no reduce el consumo {oir el weeds un pargue publica con poca gente; wéase Green y Laf- [in Groves y Leyatd (1977) y Dang, Hammond y Makin loyeo otable, peo hay qu Feconocer que ei clase de actamcnte ltr problernas que los resultados de ef ‘oes I infrmci neserara pas tomas [dais Liditnbucin nial adecuada dels dotaciones Para [as eine Cidbard (1973), Sterthwaite (1973), Patnaik ler Sonne hein (1973, Lafont (1979) Moulin (1983) y Pe hea cine) Sobre ay soon 88 ‘Los mecanismos normales de asignacion de recursos descen- toalizada no tienen tampoco ninguna utilidad para obtener la niecesaria informacion de base, ya que actian bajo el supuesto del strabajo en equipo por parte de los distntos agentes in- volucrados, mienttas que las decisiones distributivas suponen tun confieto entre los agentes. De este modo, el campo de ac- cin teal que se puede cubrir en base a la segunda parte del ‘corema fundamental» es bastante limitad. Existe, ademés, o1fo problema que consiste en que, aun cuando se dispusiera de dicha informacién, la segunda parte {el steorema fundamental» se wtilizaria Gnicamente si fuera po- sible politicamente redstribuir los recursos entre las personas cn cualquier forma que exigieran las consideraciones de opti- malidad social. Aunque las transferencias de suma global ne- cesarias fueran identifcables y, también econdmicamente fac- ubles, las cuestiones de la viabilidad politica pueden ser, evi- dlentemente, muy importantes cuando se trata de problemas tan fundamentales como los cambios radicales en la propiedad. ‘Aun cuando el recurtr ala segunda parte del «tcorema funda- mental» puede proceder, a menudo, de medios bastantes con- servadores que defienden el mecanismo de mercado, ese resul- tado sélo puede tener un uso real como parte de algan «ma- nual de revoluciones», que transforme la propiedad de los me- tos de produceién antes de que el mercado se encargue del res- to, Sino son posibles redstribuciones raieales de la propie- «iad los movimientos hacia la optimalidad social global reque- ririn mecanismos mixtos de un tipo no contemplado por el “tcorema fundamental» Usilidad, optimalidad de Pareto y bienestar basado en la utilidad Hay otros aspectos en los que la importancia del «teorema fundamental» necesita alguna aclaracién. La idea de que la timalidad social global debe requerir, entre otras cosas, la opti- malidad de Pareto, se basa en ls nocién de que si un cambio ” Amanya Sn No obstante, pare dela dfculad * de aplicar este resulta ddo para Ia accién piblica surge del hecho de que la informa: cin necesaria para calcular la distibucién inicial requerida de las dotaciones es exhaustiva y muy dificil de obtener, y puede que los individuos no tengan ningin incentivo para revelar la informacion necesaria. Mientras que el mismo mecanismo con- petiivo de mereado garantiza una economia de informacién Por lo que respecta a las decisiones de los agentes individuales (dada la distibucin nical), los requisitos de informacin para las decisionespublicasrelaivas ala propiedad inicial no se pue- den obtener facilmente mediante cualquier mecanismo senci= Ilo’, Supuesto el comportamiento egoista, el mecanismo de mer- «ado proporciona buenos incentivos para que cada agente ei de forma apropiada, dadas sus dotaciones iniciales, pero no existe un mecanismo comparable por el que las personas ten- san un incentivo para revela Ia informacion en la que se pue~ tia basa la elecein entre los estados éptimos en el sentido de Pareto y la organizacién de la distribucién inicial adecuada, Un problema mis obvi se rte a aturaleraexigmte de Los esos requeridos pura qu esata la elcin, como, por mpl, a Sencia de extemaldadesy de rendiminte erent + eeala (excep de {pos tadiconales dla signacion de recursos ve ha puesta de manifesto de ‘oma paticlamente lars en ls limos 20s po el mayor recanocimien to dela imporancs delay consideraciones medioambienaler dels tec Sos aturales(vabe Bolin y Knees 1971, Maer 197, Dasgpy Heal 197% Dasgupta 1982), El «Teorems fundamental de la economia del binesar- s ha ampli so recienzemente hasta aarcar también alos bienespablins, ex dei aque les bienes para los que el consumo de una persona no reduce el consumo sJeotra (eg wo deen parguepablice con pocs gente vase Greeny Lal Groves y Ledyard (1977) y Dasgupta, Hammond y- Makin Steer un logro notable, pero hay que reconocer que eta clave de ne, exatamente lox ramos problemas os lads de efi ‘efeenes ala informa ecesaris para tomar ls devi dela dstibusion nicl adecuads de as dracones. Para nas vase Gibbard (197), Saterthwaie (1975), Patna (17, Sehimeilery Sonnac (1973), Lalfone 1979}, Moulin (1983) y Pe= fn daee log mesanismos normales de asignacion de recursos deseen- tralzada no tenen tampoco ninguna utd para obtener Ia ‘cssara Informacion de base, ys que aan bajo el supuesto "Ic stabajo en equipon por parte e Tos dstinos agentes in Cohvrados, micntas que las decisionesdsebutvas suponen Cn eonleto ene los agentes De exe modo, el campo de s¢~ Sorel que se puede subriven base af segunda parte del teorema fundamental» es bastante limitado, Tai, semis, ott problema que conse en que, sen cuando se dispusiera de dicha informacin, la segunda pare ‘el teorema fundamentals se tiara Sicamene i fers po- Side polticamenteredinsibur los recursos enee las personae Ch eualquice forma que exgieran las consieracones de opt Maldad social, Aungue ls transfrencias de uma global e- “saris fcr ideticalesy, también econdmieamente fac ‘sa sons de vad poly pen t,o Sememente; muy importantes cuando seta de problemas an Tundamentie como ks cambios radicals en a propiedad Aun cuando el revreirala segunda pre dl -torema fonda" mnemale puede provede, 2 menudo, de medio batantescon- (Pig 233), Ta eueston de ln objeiidad se relacona con la merpre tac de esa saloracincuidadosa, en cuanto al ip de cer “tio de que s rat ° Tin segundo lgar, también ocurre que un vsin objeivis- ta de segundo orden de lac puede coexist con una cca fundamental qu inclaya ence lox objctow de valor a expat rs Amaya Sen ‘dad de las personas para obtener lo que realmente aprecian. El ‘obtener (o el tener la eapacidad de obtener) lo que uno valora no es, a este respecto, muy diferente de otras cosas que se pue- den valorar, por ejemplo, la felicidad, el bienestar o la libertad, y pueden aparecer, por lo tanto, en una funcién de valoracién, “bjrivista de la misma manera en que estos otros objetos pe den aparecer en dicha funcién. Hay que dintinguir encte la cuestin de los fundamentos y Ia naturaleza de los objetos que se valoran. Incluso una teoria basada en la objetividad puede otorgar un papel importante a las cosas que las personas valo- ran realmente y a su capacidad para obtenerlas Agencia y bienestar: distincién ¢ interdependencia Reconocer Is dstinen entre el saspecto de agenias yl te de enna dupa nog jr se pda separa toalmente desu eit en trninos de bien tar Una persona se puede sentir mis fle y mejor como re sultado de lograrlo que queria conseguir —aquids paras fami Hsu comunidad, lt, su partido pars ona causa AS tsi es posible que el bienexar de una persona dsminuya 2 cust dela frestaionprodcida porno logar lo que queria onsegir como agente, sun cuando eos logos no essvieran telaconados directamente con sa bienestar, No hay una base Sapa cr gps de apy el spe de i= Tonle incase que cada cambio que se prodazea e040 i Naya tambien ene oto. No abn, el tema que e dicate tw el de la verosilitad de sw independency sins de a bay ls imporanca de I dain El hecho de que linet ent eesti de forms mis apis en ntoducin a fsa ot Cera Dewey Gant mon an, He Dip Hace y Calbia Univer Pens) em oe Sobre ay economia a dos variables puedan estar tan relacionadas que una no pueda cambiar sin la otra, no implica que sea la misma variable, 0 que tengan los mismo valores la base de una simple transformacion, La importancia del logro de la agencia no recae por com- pleto en el aumento del bienestar que pueda causar de forma Indirecta, Por ejemplo, si una persona lucha por conseguir la independencia de su pais, y cuando lo logra se siente feliz, c) Jogro principal es el de la independencia y la felicidad es solo uuna consecuencia, No deja de ser natural sentirse feliz, por cexte motivo, pero ef logro no consiste solamente en esa felici- dad. Por lo tanto, es razonable mantener que el logro de la agencia y el logro del bienestar, ambos de una importancia no- table, pueden estar unidos causalmente, pero este hecho no compromete el valor especifico de ninguno de los dos. En tan- to que el ealeulo del bienestar basado en Ia utilidad se centre ‘inicamente en el bienestar de la persona ", haciendo caso omiso = Ramgue normalmente ls lida se interprets en tins de biens tars es posible sosener que podria considerate como el rl da aspecto ‘de gona de una persona. Esta argummenacon es especialmente df para Inineerpretcion del uilidad som ellis 0 =pacer-dalos, 9 Tampoco (ST pala iterpeetacon como sateen de desco>, Pero Ts nter= Dresein de puede olrecer un campo de accion mis inmediato emo platforms prs cl eri de I agenca, no relcionado neces trent cn el bienetat: Naturament,éta no I forma en la gues pet ‘Ge abiualmente la inerreacin de sda como ecion (ena eo- finde In spreferencisreeads.). En eft, lx elecein se considers impor {ame en la perspec tipcamentewiitarna prectumente por mu supuest Congeueniacom el biepestar, Pen apartndonce dl enfoque habitual spo She argument ql interprescion de elacion puede acerear el elelo asad eal id fa apencia ms qu l ines, a uid iter prtade de exte modo) se puede valrar,entonees, sobre Ia base dela impor cin de agencsa, No obras, ys que los aspects de ageaciarequieen ‘On valuacon uidadona de lo valores la valoracions, la tormula de com Siderar toda lectin como cfc de [a agencia ex claramemeinadcvsda ‘Adc importanca del axpecto de agenla no e puede comprende 1 {Ementc en termnnos dea promocin de lov objetivo de aa person,» Pe- {Serequerir un formato que nose an emaximizador” como ene que ser ‘epreentain numérica de una func de lesen (vase Sen 19825, 1B, > tambien I ereeraconfecenc), Con todo, esta perspetva puede servir Eom base de uns irpetcin dfetene dela valvacon ica asada en e Amasya Sen sel nat de ages 0 no sings on bolo ese oak pesto de agenciay el aspect de bienestar se perder algo fun damental. ® * Utilidad y bienestar La segunda dificultad que plantea el bienestar basado en la utilidad resulta de a particular interpretacién del bienestar que proporciona la utilidad. Juzgar el bienestar de una persona ex- slusivamente por Ia felicidad o la saisfaccién del deseo com- porta unas limitaciones en el contexto de las comparaciones in- terpersonales de bienestar, ya que el grado de felicidad refleja, lo que una persona puede esperar y cémo la situacién social aparece en comparacién con esto. Una persona que ha tenido un vida desdichada, con muy poess oportunidades y con bas- tante poco esperanza, se puede conformar mis ficilmente con las privaciones que otras personas que han erecido en unas con- dliciones mas aforunadas. Por lo tanto, la métrica de la fic dad puede distorsionar el grado de privacidn de una manera es- pecitica y sesgada. El mendigo desesperado, el jornalero en si- twacién precaria, el ama de casa dominada, el parado endure- cido 0 el cooli exhausto pueden disfrutar con pequefas cosas, y conseguir suprimir el intenso sufrimiento por Ia necesidad de continuar sobreviviendo, pero, desde el punto de vista ético se- fa un grave error atribuit un valor proporcionalmente reduci- do a la pérdida de su bienestar por esta estrategia de supervi- vencia. El mismo problema surge con la otra interpretacion de uilidad, a saber, la satisfaccién del deseo, ya que los deshere- dad, Claro ess queen a medida que wild sigitiqueageneis no pe , y aunque cs sin duda convincente al cuestionar a justficacin de por {qué shemos olvidado, de forma tan completa como ha hecho Li mayoria de nosotros, el otro lado de la argumentacion» (pig. 138), tales protests se han efectuado rara vez, y se han aten- dido arin menos . No se puede poner en duda que la cues- 2 Bn eadad, I economtaconvencona ha endo goorar inci ls sersoner mis comply refinadas del mismo uitarismo, coms ls que ity plat stlaionesindrectase (3s, por ejemplo, Swick 1876, Hare 1981, Fisminond 1982, Horny 1982, Miles 1982 y Raz 19861) comedndose, 15 aga, en as versiones mas simples y mis wires 2 Sin embargo, la perspeciva dela ibertad y de los derechos ba eibi- bo aenci por prt de wsrizos infaidos por opinions libertaras, como Hayeck (1960), Novick (197), Friedman y Triadmaa (1980) y Buchanan (I985, 186}, vee ambi Buchanan y Tullock (1962), Usher (1981), Bee "un (198) y Sugden (195). Aun cuando considero que el enfogue liberario ‘dela bere y lon derechos ex abitrariamente iad (como argumento Sen 1983, 19880) no puede exist ninguna du espero» que larobra itera y las apractnes relacionadas con elas ban tendo wna infers creniva fandamentl en ln econo ban planiado un importante desafo, 1h orodonia utr Oto grup impicado en el desprtar del interés Por el papel de lox derechos ylalbertad han sido os estudiaos del tori, {els ceceion socal como Sen (1970, 1970, 1976, 1988), Np (1971), Ba tray Patnaik (1973), Peacoky Rosey (1972, Nozick (1973, 1979), Ber Hale (974, 1980), Gibbard (1974), Blas (1973), Fine (1975), Sei (1975), {Campbel (1976, Farrel (1976), Kelly (1976, 1976, 1978), Aleck (1977, Breyer (1977), Peel Mine (977), Fexejahn (1978), Kaen (1978, Stevens 1 Foster (1978), Suramurs (1978, 1980, 98), Austen-Smith (199, 1982), Mucler (1979, Barnes (1980), Breyer y Gardner (1980, Breyer» Gio (4940), Faontin (1980), Gardner (1980), Green (980), MeLean (1980), Wes Ie (1980, Gacemer y Kaiger (1981, 1983), Gardenfor (981), Hammond (4981, 1982, 1985), Schwarts (1981, 1986), Sugden (1981, 195), Lee (1982, 1985), Wriglsworth (1982, 1985), Chapman (1983), Kroger y Greener (983), Hare (1956), Gartner (1988, 1986), Kelsey (1988), Sehote (1988), Baer (1986), Ester (1986), Hyland (1986), Mackie (1986), Webster (1986), Ansty Sen tin de los derechos y de Ia libertad abre un gran interrogante cen el enfoque general del bienestar basado en la utilidad (in- cluyendo, enere otras cosas el uiltarismo y la optimalidad de. Pareto) ®. Esta cuestin se tratari con mas detalles en la ter- cera conferencia, Egoismo y economia del bienestar En esta conferencia me he centrado hasta ahora en el em= probrecimiento de la economia del bienestar como resultado. del distanciamiento que se ha producido entre la éticay la eco. ‘nomi, y, en concreto, en la inadecuacidn de los erterios de: ‘evaluacion empleados en la economia, especialmente en Ia mo- derna economia del bienestar. Sin embargo, he comenzado esta conferencia haciendo referencia a la asimetria que se ha im- puesto de modo arbitrario ala relacién entre la economia pre- dictiva y la economia del bienesta, segdin la cual la primera tie ne influencia en la segunda, pero no ocutre asi en la dircccion, contraria. No obstante, si el comportamicnto real de los seres hhumanos se ve influido por consideraciones éticas (e influir en la conducta humana es, después de todo, un aspecto fundamen tal de Ia ética}, entonces, evidentemente, se debe permitir que las consideraciones de la economia del bienestar tengat alg, efecto sobre el comportamiento real y que sean, por lo tanto, relevantes también para la economia predictiva. En realidad, se, ria bastante absurdo dedicarle mucha atenciéin al tema de la ét- «2 si fuera realmente cierto que las consideraciones éticas no afectan nunca al comportamienco real de las personas. La invulnerabilidad a las consideraciones éticas que la eco- ‘Wrisleswort (1986) proporcions na gus eaclaecedora de ests erator, sdomis de hacer sus props sporaciones. 2 He examinado este aspett del problema cn Sen (197819794). Para ‘wa dfensa del bienesiarbatado en It uldadvease Harany (990) He (0981), Ng (1983) y Mires (1982) En Smarty Wiliams (1979) © Sony Wiliams (1982), se pueden encontrar agumicntacones + contesgumenes ones: Vénse ambi Riley (1986) Roemer (1986, 1860) ‘a disfrutar resulta, en parte, de la su~ eee ane eee ara Tris its Seramarin to ta coo, concn de cata soutn 1 ‘comportamiento egoista. Asi, pues, dados te, se puede mantener perfectamente en tanto que la econo a Biznentr se encuentre confinada en a estrecha caja proc n Amarya Se Ia persona)* también puede socavar Ia simplicidad del pano- tama de la eleccién basada en el propio interés implicea en los supuestos de comportamiento en los que descansa el «teorema fundamental», Aunque la eleccién puede apartarse de la prefe- rencia, puede separarse mucho més Fie de estas otras ideas de bienestar que no estin basadas en la preferencia. Derechos y libertad Esta inadecuacin del comportamicnto egoista puede, as mismo, ser grave en los enfogues cicos que ponen de relieve fos derechos y las lbertades. Este hecho puede no ser muy e dente. Algunas teorias de los derechos, como la de Nozick (1974), afirman el derecho de una persona a intentar conseguir cualquier cosa que le guste, con tal que no viole las restriccio- nes deontolégess que le impiden intereriren las setvidades legitimas de los demas. La persona es libre de perseguir su pro- pio interés (sueto a esas restrieciones) sn ningin impedimen to. No obstamte, se debe reconocer que la existencia de estos derechos no indica que seria adecuado éticamente ejevciteros mediante el comportamiento egosta. La existencia de estos de- rechos evita que otros repriman a esta persona, en caso de que {fuera a perseguir realmente su propio interés, aunque esto n0 2 Vase, por ejemplo, Sen (1970, 1988), Scanlon (1975), Broome (1978), Schwan (1982) y Nusibvuy (1986). Ves ambi a itt so breel desarrollo que eats de oe rites para logros sobetivose tle como In saisbcion de sls eceidades bisiawe (vse, por employ Sen 1973 ‘Adeinan 1975, Fislow 1978, Grant 1978, Sreten y Burk 197% Movs 1979, Chichinshy 1980, Sureten 1981, 198, 198, Dasgupta 1982, Anand 1983, Barham 1984 y Stewar 1985) Lov motives pare inal del me trend is preferencis individuals para cones un valor especial lm Usicin ds snecsdaes preteens ue preset por Musgrave (198) "centre en ls nivees de ids nisimos tiene ss antceaente ne propio anus de Pigou (1952) bien dl eelacions en ims instance Ale de ‘sto logros con la uta La eestion real no etl eelevanci dela se faccdn de las neceiadesbiscas sino el funconamsioto de eta prc cin, He analiza ena cuestin en Sen (1985, 19850), ” le ica y economia + motive para buscar de hecho el propio interés. En realidad, ‘una teoria de los derechos como la de Nozick se puede combinar incluso con la defensa de la conveniencia moral por parte de ‘da persona en la sociedad de pensar como puede ayudar a los demas, Sila razén ética para ir més all del comportamien- to egofsta se rechaza, no puede hacerse basindose en a prio- ridad de estos derechos. Esto es as, incluso cuando los derechos se conciben en los \Jenominados términos snegativos» (v.gt. rechazando la interfe- roneia més que dando un derecho positivo a ser ayudado por btt0s). En efecto, valorar «la libertad negativay —en contra posicidn a obedecer simplemente las correspondientes restric ‘iones— puede tener implicaciones a favor de un comporta- tniento que defienda positivamente la libertad de otros, —v.g. lin deber de ayudar a los demas cuando se ven amenazados con la violacién de los derechos negativos—*. ¥, por supuesto,, cs evidente que poniendo de relieve la libertad positiva (es de- ‘ir que una persona sea realmente capaz de hacer esto 0 ser quello), y también el deber de ayudar alos dems, en este as- posto puede fortalecer la importancia de las consideraciones éti fis en la determinacion del comportamiento real (véase Sen 1980, 1985e) *. La acepzacién moral de derechos (especialmen- tcaquellos que se valoran y se apoyan, no solamente se res- ppetan en tanto que restricciones) puede necesitar desviaciones sistematicas del comportamiento egoista. En el comportamien- to real, incluso un paso parcial y limitado en esa direccién pue- de sacudir los cimientos de lo teoria econémica convencio- El empobrecimiento de la economia relacionado con su dis- Ta jnicacn pra sun soncepo postive de brad negative te = cate on So (10h Db, vane ambien Usher (981, Dope (982, 1986, Hammond (1982, rey (1983 els (198) y ae (1985) year ambign Kango (1957, 1972), Kangr y Ranger (966), Rawls (197 Lindl (1977) Dork (197), Haka (19), Fees (980, J fhe (1982, Wing (965, Goodin (943), Gabi (1986), O'Neil (1986) Fie C98 * Se baelinas ‘se tratan con mis detalle en la tercera conferencia, 1 manga sen tanciamicno de la ti infloe tanto en la ecanomia del bie retard su sleancey su mporancia) come ov ts co nom redctoe(dbiltando sus supucstos de comportnicn to) En la erera y iki confrenia staré de las demand A ‘una vaoracin dice sistema y del papel de lan conse venti la libertad y Tos derechos en esta evluacion, Seer sid similar de sas comsdrciones ise fenerles en el emportamieno rely, por conigict, eh economia predictiva. " sens Capitulo 3 LIBERTAD Y CONSECUENCIA En la conferencia anterior analicé cémo la conceptualiza- cién del logro y del provecho personal en la economia de nnestar se ha visto profundamente influida por el enfoque wti- litarista de la persona y c6mo esta influencia sigue siendo im- pportante, incluso en la fase postuiitarsta de la economia de bie- estar. Mantuve que este enfoque utiltarista es limitado e ina- ecuado, y que se ha empobrecido asin mis en la moderna eco- hnomia del bienestar por la imposicién de algunas limitaciones ‘dicionales, especialmente por el abandono de las comparacio- ries interpersonales de utilidad. Este empobrecimiento se po- dria contrarrestar volviendo a una concepcidn utilcarista mas tia. Sin embargo, esto no lograria eliminar la naturaleza indi- gente de la vision udlitarsta bisica de la persona. Bienestar y libertad En la iltima conferencia, se identificaron tres limitaciones distintas de la concepcién utiitarista, que son esencialmente in- * ree ya eer one SO eat gaia ee ere ory aia ep geo ere ae es cee ad ce en ee (véase Sen 1985a,b), y Ia distincidn entre estos dos aspectos no SU blnesar. Comoe dnc enla segunda comleern Smeg cuenta aime eae deo aly tenn tare dk pee " La necesidd de considerar ambos aspects paral valoracin 1 tiva fue dacuida en I Confeencia Dewey (St 19858, pips 13, 187 ee ey (Se 19852, pigs 185,187 y Sobre ay ean rmentar fa evaluacin normativa iicamente sobre la base del sspecto de bienestar, TEn segundo lugar, la concepcién utiliarsta proporciona una visi incompleta (ysistematicamente sesgada) del bienes- tar, por lo que las limtaciones de las diferentes interpretaio- tes de uilidad (vag felicidad, satafaccién del deseo) se anal- ‘avon en ese cantento, Aungue ser feliz es un logro fundamen- tal no es el nico que importa en el bienstar personal (véase Rawls 1971). Asimismo, aunque el deseo suele ser un buen in- dicador de la naturaleza valiosa de lo que se desea, puede ser un reflejo muy inadecuado del valor, incluso de To que la i tna persona valora en realidad, sin meneionar lo que valoraria fn una rellesiGn seria y valerosa, libre de las limitaciones im puesta por las ciscunstanias desfavorables, Esta limitacon es fhuy grave en el contexto de las comparaciones interpersonaes. ‘En tecer lugar, la iberead de una persona se puede consi derar valiosa, adem de sus logros. En una evaluaein norma- tiva se pueden tener en cuenta las opciones y las oportunida- desde fs persona junto con lo que termina consiguiendo o ase- gurando. La libertad se puede valorar no s6lo porque ayuda a Sbtener cosas, sino también por su propia importancia, que va smis alli del valor de estado de existencia que se lograrealmen- te. Si por ejemplo, todas las alcerativas, excepto la elegida, faeraneliminadas esto no tendrfa que inuir en el logro (ya aque todavia se puodeescoger la alteratva elegida), pero, evi- dentemente, la persona tiene menos libertad, y esto puede per tibirse como una pérdida de cera importancia*. Ta perspectiva de la libertad se puede aplcar al «aspeeto de 7 Tina manersalerativa de consderr I Heratra es mainte la care ‘evinaion defor suncionamienose dena forma sorpli se Sen, 1985, gh 200-22), teniendo en events as alerativas disponibles, Por emo, FIRS x cuando se encuentra dponble puede considera distinto de e- oper cuando y no etl disponible. El lengua, wilizado normalmente om, votes, una fra scomplejt, por ejemplo, -ayunar» no es solamen {eipmat hambee sing pala spear de tener la opcion de comer. Fl ayuno {Su valora de forme diereote sos formas de pasar hambre debido, pecaamental element de sslecidns mpi ena desrpsin comple ” Amaya Se bienstar as como al — son convineentes, y no es difiell estar de acuerdo con la necesidad, en este contexto, de unas funciones de bie- nestar social consistentes y compleas, o de unas Funciones de eleccién social completas que especifican conjuntos de eleccio- res no vacios para todos los conjuntos no vacios de alter vas (véase Fishburn 1973 para esto tltimo). Esto no es sélo por- {que un decisién pablica institucional debe, en algin momento, ir un criterio inequivoco, sino también porque cualquier 9 Vease Bemard Willams (1965, 19736, 1981), y Martha Nussbaum (1988, 1986) Pacacuestones relacionadas, véase Lemmon (1962), Waleer {i973}, Elswr (1979, 1983), Nagel 1979), Mateus (1880), Seare (1980), Hare (1982), Finis (1983, Shou (1983, 1988), Steiner (1983, Lei (19863) y Seed man 7 Keane (1986) » Amaya Sen alo ue pi einen exons la iguerade nc Sstencia qe se deriva de lo enfits de pincpos epee ‘mente pesona lndividuo involuerado en estos concn En realidad as necesidades de la politica exigen que, inal mente, ¢ debe hacer una cosa w ots, 0 que nose haga nada, To que, por omisién, hacer algo, No sbrante no se deduce Y exo eso primero que hay que comprender, que deba haber raronesadecuadas para elegi in camino uot. La incomple- td o la sobresommpleind en lt valorationss globules Pus. den ser sna malenta enorme pala toma de dessone, pero Ie necesidad de adoprr una dessin no resnelo, por sms ma el conlcto. Et supote que, en octsones,incloso ls de- Cisonespiblica instuconals ay que tomaras sobre a base dein justfcacio parcial Creo que esta acptaién no implica ninguna desvacin de la leceién racional. Por ejemplo, el aso de Burdan, que mus 16 de hambre por no set eapar de desir cul de los dos al Inlares que tenia enfrente er el jor, pdia aber elegido de forma raconal cualquiera de los dos ya que tenia buen 370, ses parla d mois de hamtre.Peo notenia a tno de los dos adlo huberaextado esticade paciamente Las decsionespablicasracionals tienen que estar de acuerdo con estas lesions patcalmentsjusifiadas™ He dwt I lal y aden dl enfoqu de oles saris n Sn 97,1458). ses cat aul gue pa ‘Secs den mejrs ene tn conjuts date uc et se ‘Stra deacon comple Cau alana inconsinenc cineee pled sin icles pina Pus casos fad, ve Sen 170197 a) Fn (99) Po (oy, Schwore (197% 1986), Kel (1978 Pata (1979), Monn (989, Sue mur 98), Peg (18) y Anco (99) Les toon ele {ls se plmeansvndo no hy onscreen eal ees del sito nib op sooo» inant), Parsee ema yore eons, eae Sen 198) Levi (1986a). eave Sobre iss y economia 8 Conflictos e imps ‘Cuando se trata de valoraciones y decisiones personales el ssconcimiento de una dvesidad de bens con ssacons de imtercambior poco clatas y de la imposibilidad, si es ée e caso, de legara una ordenacisn completa pueden tener alguna importancia psicol6gica y ica, Naturalmente, también aqui Jos requisitos de la decision exigitin ol compromiso o alguna forma de resolucion abitrara del impés, aungue esto no es lo nico fundamental en la yoluntad y en la reflexién humana. Por ejemplo, aun cuando alguna muestra prctica de crueldad insensble conduzea de forma 6ptima a unas buenas consecuen~ clas econdmicas, sigue sin ser absurdo pensar, teniendo en trent fos efectos indirectos, que hay algo de muy poco valor en poder ser ffamente cruel ¢insensible a las peticiones deayu- da El valor de estos dilemas, y de sus correlativos psicologi- cos en la forma de pausa, duda, pena ete," es evidentemente mayer en muchas actividades sociales y cuhurales que en las decones eens, Peo ets confi elimps consi viente tampoco pueden ser totalmente irelevantes ala eco- oma, ya que pueden infu ene somporeaiento de oss feshumanos, cas aecionesintenta estudiar la economia. Estudios empiricos recientes sobre el comportamiento en sivuaciones de incertidumbre han puesto de manifieso lo que parecen ser inconsistencias sistematicas en Ia evaluacion del Fesgo y en la valoracion comparativa de deisiones akternat- tas, Muchos de estos resultados se han interpretado, quizés Vee Willams (1988) y Nussbaum (19863). ® Vease expecialmente Kesney y Raila (1976), Kabneman, Slovik y ‘Toershy (1989), tmbign Alles (1985), Alain y Hagen (1979), Davidson, Suppes y Sige! (1997, MacCismmon (1968, Raheman y Tversky (197) y ‘vow (1982, 1983). Para diversas evesiones relacionadas vesse también Lev (1974, 1982, 1986, 19866}, Machina (1981), Bel (1982), Looms ySad- 27 (1942), McClean (198, Schelling (198), Davidson (19880), 7 Sen {bbe}, Asimsmo lox emsayos gue aparesn en Stigom y Wensap (198) y Daboni, Montesan y Lines (198), % my So con alguna usc, simplemente como serrores ena peep: cién o el razonamiento, Aun cuando se acepte en su tide este punto de vista, a prevalencia de dicho comportamlent in ica que hay que permit dewiaiones dels Fequitos eta. les de araionalidad» al comprender el comportmiento el Ahora bien, tambien se pucderosener que slgonos de eos de nominados eerrores», s6lo reflejan, de hecho, un punto de vis- ta diferente del problema dela deciién que contrast con el formatizado en I eranuraconvencional © Elmargen para ampliar nuestra comprension de los proble- sma dela decbn nel contesto de las arumentaionss ees ¥ de las valoraciones de la economia del Bienes es conside table. Ea realidad, el modelo dela sordenacon completa por transccéne puede Ser poco realists y profandamensengaro $© paraladeseripcin ya predioin dl comportamien ale ini de ser, poslements, poco razonable enact rel, Ba dentemente, no hay ninguna jusficacion para invenar dil mas muy divisivos, pero cuando exisen Como parecer sets menudo reconoce a naturale de estos demas puede mente no alo ls comprenson la valoraison de Tos en menos sino que tambien puede ayudar ala predic coon Este tipo de problemas pueden ser especialmente importn- tes en ls felciones indus (pariparen hues o yar 2 rompers), negocacionessaarls medidas eolestiven de Presion ola amenza de elas), eficenia yproductvidad indus fl (Cooperacin y conlicton en I fibre) y en una sere de ‘ros contextos que no son menos importantes pas el neo namin de una economis (ste Sen 1984s). Por ejemplo a examina el complejo proceso de a buclga de los enneos dl Carbon que tvo gar en Gran Bretafaen 1984-1985, com pro porciones variables de miners en huelgao de rompshclgny Ua compljdad ica y las demandaspragmstias as que seen fremaroa los miners tienen que enendere deforma sdscuad, 3 He argumentado de ese modo en Sen (1984, 985d, 1985). Véase tam bien Machina (1981), Broome (1984) y Hammond (1986). 7 Sabre ica y economia ” [Aungue los aspectos de teoris de juegos del problema sepue- den formalizar hasta cierto ponto dentro dela extuctara de los tmodelostradicionales de ls raionalidad en sonido estrecho, In graves limitaionesimpuestas ports son batance resi. Derechos y consecuencias La riqueza de las consideraciones éticas que podrian ser fundamentales tanto para ls economia del bienestar como para la economia predictiva es, pues, mucho mayor de lo que se ha adoptado o propuesto tradicionalmente es estos campos. Las ‘estricciones impuestas por el bienestar basado cn la utilidad y por el consecuencialismo, asi como por la exigencia de decisio- nies racionales en ua sentido muy limitado, han hecho que mu- chos tipos diferentes de consideraciones relevantes sean inad- misible en la evaluacién econdmies o en la prediccién del com- portamiento. He intentado demostrar que esto plantea la ne- cesidad de una expansién separada del conjunto de variables © influencias que se encuentran en el anilisis econémico. ‘Aunque mi presenracién ha sido bastante eritca de la eco- rnomia tal y como esti, no es mi intencién sugerir que estos pro- blemas se han tratado de un modo muy satisfactorio en Ia li teratura ética existente, por lo que todo lo que habria que ha- cer seria incorporar las lecviones de esta literatura a a econo ‘mia, acercindola a la ética. Pero, sin embargo, éste no es el 0, De hecho, cabe sostener que algunas de estas considera ciones éticas se pueden analizar de forma mas provechosa me- ante la utiizacién de distintos enfoques y procedimientos, templeados en Ia misma economia. Este aspecto se puede ilustrar com la idea de los derechos morales y de la libertad. Naruralmente, se debe admitir de for~ ma inmediata que los derechos morales o la libertad no son, ‘en realidad conceptos para los que tenga demasiado tiempo la ‘economia moderna, De hecho, en el andlisis econémico, los de- sechos se han considerado tradicionalmente como simples en- ® mary Sidades legals con un wo inszumental mis gue conning ve lorintiaseco; lo qu ya he cade amenrment No obs. tate, Se puede deender que un formulaconaecuad dos derechos de la Hberad puede hacer una utlizacon impor. tne de faonamino somecenel dl po enpeade oe Enel despertar dela ics basa en los derechos ocurridos en as himasdzcads, tos sean considera con fecuenca én teminos deontelégios ge oman forma de restetones aque los dems deben simplemente abedecer. La clgante es tructura moral hasten lox derechos de Robe Nosh (1974) «stun ejemplo qu hay que desticar:Cabedscutir que ee po dessa domo nn rein nas paracentrarse en los complejos problemas de a profands inverdependenca exitnteen Ta moraliad soil (nluyena 2 ln economia normativ). Por eemplo, si kay un senate ipo laos no en icone ean tes logue puede Ser, en rela, una sitvacion muy com, zo dcben lo demas tata de evita ets violacioney Perot ies requistos morale ses qucexsen, no connsfan on fer ticciones, sno en obligacones de hacer algo posi, 4 taber intentar frenar a los violadores. ie Sila persona A conculeagravemente alin derecho de B or sempo, le polpesfuerement ene derecho perso, ha Gaeta de evra?" Ademas, cestarajustcado ue © 7 Ta acpi del deber, pds, natin, star bad en zonanino ular, Yugo ida dey no ss deren se «manos de A Ls inca dee eempl ede compare ronan tte de dveros tips bisa ex lov Eaten, sn compualostepeet tmente con la aegumentan wars: No obgantr eae ode ‘mostrar i vena dl aznamen conse bude on Sereno ‘sane area foun de deco otic y no cee ‘ens, sino ambien abe ition, el empl puede apne de Ino qu no se dé ninguna rand lara posite Ee Ps de oj tclnete pa tart bade en las coc halon 1s gananca de tad wot dl agreor fo ma vcostmene le mcs agrors) mayor qu la pera wid de vin BB necioed a sfemplo puede conse de manera uncle los deenors dl bones Sone cay economia » cometierasgunavilacién menor de sign derecho dela per sons D pare nena estar fa violin mis important dels ‘chon de apron por pre dl inimidfor A? Puce por eiemplo, cope sin permino —digamos por la fea so oche que perenee 2 D, quien no e To dejar aC, para Signe am epder gare dode ees By ar ete olpee? los derechos slo consist em resticio~ ES (No Wiear los derechos de Tos dems), las restrisio- tes Son como se han especifiado en, digas, e sistema de Nosh, entonces evidentemente, © 0 debe itenar ayudar a B deena forma, ya que C 1. no tiene oblgacin de ayudae a B 2 Gene a oblgnion de no viola los derechos de D inna de derechos de Novi ose apna ps0 comtheensasy soar move ceone taco, Teen ind on notblomone parame srl Te odes wt on cots se pan. Th cms ranma vo ge en 98,19) aoc tac Spe “tedopendnct enal ge eal ‘Mind Beary cs des ones pe ee ier vr dl mpi 6 Serco ade sere fa van ene saan dl ca cil ‘cf maro del sonic eneceneal dea ‘or bso en laws preocpados pr a equi (yo simplemente bos Sar ue slo mannan a wm ia) no enn motos reomendar la rreecion de (rg lima puede ser muy ie Ppvede seu sndo mas en gu Tos ase nso despus de a gre 1a tl wlrismo inn las possione relacionadas conf equten “guar somsideaionsadsonses, gue tmbie se poten proporcionan eRSpromee a fad iestava de ee spo de Gemplo—es dec, Ls sea cones deinrodec sl sepa y vila de os derecho e0 ‘urs comectancil Exes cocstoner handset con mis dealley Spl on Sem (98261980) 1 der (5 exam de oma crip a ei sao sgeencln muy importante el seminaia en febrero de 198,20 TOSSES Nica) en el uc se presen arco de Seine, se hiieron thro nds eros dl enfogue gue he ntentado segue specimen %” Amartya Sen bisqueda de la interdependencia desarrollado ampliamente en. la economia en muchos contextos diferentes (entre los que se encuentra el del andlisis del equilibrio general, discutido en la segunda conferencia) proporciona muchas ideas para la resolu- mn de los inevitables problemas de interdependencia implica dos en la valoracidn de los derechos de una sociedad. Valoracién consecuencial y deontologia Ente tipo de tratamiento de los derechos tiende a encontrar alguna resistencia, especialmente porque el despertar del razo- ramiento basado en los derechos ha procedido, con frecuen- sia, de posicionesfilosofieas que sospechan de todo razona+ rmiento consecvencialista (v.gr- Rawls 1971, Nozick 1974, Do- workin 1978, Ackerman 1980) Esta sospecks tiene su origen en que si se abandona el punto de vista de los derechos como resiricciones deontolgieas que no se pueden rclajar podriamos Pecar por exceso. La importancia intrinseca de los derechos puede verse comprometida por lis contraargumentaciones se- ‘uencale, y tales compromisos pueden ser éricamente inde- fendibles, pues pueden debiltar Ios derechos y hacelos exce- sivamente contingents Es comprensible que pueda surgi tales dudas. Con todo, los miedos se encuentran fundamentaimente fuera de lugar, Ee primer lugar, son el resultado, hasta cierto punto, de la wadi- cin de combinar el consecuenciaismo con el bienestar basado en la uilidad, por lo que no son sl las acciones, et, las que se valoransegtin la bondad del estado soci, sino que la bon- dad de dicho estado se juzpa, a su ver, en su totlidad por las consecuencias en términos de wtilidad, El hecho de que el Jtatismo incorpore tanto el consecuenciaismo como el bienes- tar basado en I uildad, ha dificalsado con frecuencia la sepa. te por pane de Joe de Beu) Estoy sumamenteagralecido alos organizado~ tet del semiario (Leo Apostly Philippe Van Pars) y 2 los parpante Sobre cay economia 0 casn de xs dox dee, zo or puesta din Cosy evencialmenc independiente efectos se aan le violaciones de derechos como algo inalo,y su camplinieato como ago bueno, el biensar bass $0 alors anrarts sode gos oven fs dale. CCoando se ponen al deseubierto los diferentes elementos del tritariumo, se observa us bien na teora moral asada en Ios derechos no puede consi con vl Bienes Baad en nlidae o con cla ondenacion medane la sma, si puede ha Sea con el consessrcime : segundo aspeto a destacar es qu sera un error ignorar lasconstuenas sungue se rite de objetoninrinsecamette va Tosos, La jusificacon de todo razonamiento consecvncial sue del hecho de ques actividades denen conscsenca. n- Shit setvdades que sn inrnsecamente valioss pueden tener stra conseevencis, El valor intrinsco de oda actividad m0 es hod cen pa pra papel suena yl ‘xitencia de una importance istrumental no es una nepicisn de su valor iminseco, Para obtener una valoacin global de inimporancia ccs de ona actividad es neesaro no sao et tina su alr inrisec es que ten gun), sino ambien Snfameiéninsrumenal ys conecuencias sobre otras cos, os deri malaria dias onsen ncaa ose 0 no, que pede tenet ext actividad. Lo que se donor novel appeco secnicor de economia ene un praia en Teimisms ata, Purde que nose an fndamental en muckos robleraseios como en Ia economia genera, pero puede ser Bafcentmenteinporantc ltereragecto que me gustaria sfc esque el azona- rent consecuencl se pute ulizar de forma proveshost, Sum ctando no se acepe el consecuencialismo com tal gna” ‘ar as consecuenca dejar una historia cia s metio conan No ebstamt, el soneeueacalismo exige algo mis que comet ™ ease Sen (1979, 19796, 19853) y Sen y Willams (1982, ltroduc iow). sesh nc gud ide eis ae 1. que esta ampliacién es til, esencial en realidad; pero 2, que, no obstante, aun después de una ampliacion a fondo, puede seguir existiendo una distincin entre una evaluacion consecuencialsta y una evaluacién deontol6gica sensible a las consecuencias (Sen 1982b, 1983c). Dai que deb ager a acin xen ged asi ¥ no €s lo mismo que afrmar que el estado social que seca desc fcdyeno arena de sein perior al estado social resultante de la accién y, incluyendo la Teliacon de la aca y, a imporania dela dssncin pore de debilarse a medida que el consecuencialismo se defo de forma mss amplin, pero no dsaparece aunque sig totaoen, te el razonamientoconsecvencl y aunque las scion al zadas 96 incluyan entre ls consecuenis. Para muchas dee siones morales el andi consecuencial puede considersse ne Siro, pero no vce El euarto aspect a destacar esque el razonamiento cons- ei yy en talidad, el mismo consecuencialim se pus combina con la srlatividad dels poicions en In ealcion ellos estado sociales (Sen 1983), Sega la etrucin ncinn 7 Ys en 92 1 05S She (1) gn tuo de modo peonita gu seek dstngde eee oor ae See sega gue ctatenc eng Pa ma pete perigee Ss amen ceo, pero ura om hse deen nec aees onan eae aaa pera Se uode dope al puna ge wows someo be ine si oes aig a Parfif , se pueden integrar dentro de un sistema consecuen- "8 ato se expan en Sem (1982) y se anal en mayor profundidad en Sen (1985 19853). Vease tambien “Tegan (1983), Gata (1986) Stine (980), "ase Wilms (1973, 1981), Nagel (1979, 1980 y Pai (1984), Debo aide en exe eomterto qu, Is erica gue Philippa Foot (1988) hace, en un inteesnte acl, de le ssistmas de derechos bssados en los abeivos> propuesos en Sen (19825) parece depender demo tner en cuenta aectalae fe Is elativid de Is posiion que admit ale snes (Sen 1982, pis 5-38 vase tabi Sen (19850). » Amare Son adicionales impuestas por las exigencias, bastante diferentes, del bienestar basado en la utilidad, de la independencia de po. sicién y de la negacién del posible valor intrinseco de variables importantes instrumentalmente, entonces, el enfogue conse. ‘cuencial puede proporcionar una estructura sensible a la vez «que robusta para el pensamiento normativo en cuestiones tales como los derechos y la libertad. También he mantenido que hhay ventajas claras al seguir esa ruta. Contrasta con el limtsdo. criterio consecuencial del bienestar basado en la utilidad em- pleado en la economia del bienestar convencional, y también con algunos enfoques utiizados en la filosofia moral, que im. plican una valoracién consecuencial inadecuada. Etica y economia Cabe defender que un contacto mis atime entre I tie y ta economia puede ser henciioso no solo para Is econ, sino tambien para la ica Muchos problemas eis en fo au hemos llamado aspectos«téniose,y algunos dees na Bonen en realidad rdacionesccondmies Incase andi do Atl sore lo un pr homies nc co se sits en Ia primera conferenci, dst cuestones de ge son evondmica, que hacen referencia alos spect cnc oe ls economia. Pero djando de lado el uso directo del racone siento econdmico a tracin economia de poner de rene Y analzarcustions logisticas de imerdependencia ¢ ere 2exion tiene alga importancia metodolosea en as argu. scioneseica. He esborado brevemente ls rsunes a eves de Jcsrollar algunas de ls dncsione tas Contemporines ea 4 dirccién éonsecuencil, pee al comprensible rechira del wlarismo y desu manera pvulament nitads de vloes ién consecwenc on odo en tay conees me epee mid « que l ica puede hacer por la econont gue por lo soa, rato. He watado de argumentar que el dstananvonts cove + economia y la ca hn empobreide ala economfs dl ies Sobre tia y economia ie nestar y ha debiltado, también, la base de una gran parte de la economia descriptiva y preditiva. En la conferencia anterior, analicé los efectos indirectos del empobrecimiento de la eco- roma del bienestar sobre la economia descriptiva y predictiva, y ahora, al final de esta dltima conferencia vuelvo a abordar He intentado mantener que el amplio uso de supuestos de comportamiento egofsta muy limitado Ha restringido grave- mente cl eampo de accion dela economia pedicivay ha he- cho mis dificil anaizar una serie de relaciones econémicas im- portantes que operan por medio de la versatilidad del compor- "amieno, Como se dst tanto en I confeenia anterior como en ésta, la riqueza de las eonsideraciones éticas en la eva- imesh aS sin ier en el comporamieno personal Noes mnenion sugerir que ningiin modelo de comportamiento puede ser stil, 2 menos que tenga en coer toda estar complejdades. Evi dentemente, se tienen que buscar muchos atajs, ¥ se tiene que examinar la importancia predictiva de los diferentes tipos de comsideraciones éticas, Por ot7o lado, el atenerse totalmente al supuesto limitado e inverosimil del comportamiento puramen- te egoista parece llevarnos por un eatajo» hipotético que ter- ‘mina en un lugar diferente al que queriamos ir El objetivo es entender, explicar y predecir el comportamiento humano de forma tal que las relaciones econémicas se puedan estudiar y uulizar de modo provechoso para l descipcién, la prognosis y la politica. El deshacerse de todas las motivaciones y valora- Ciones que no sean las, muy limitadas, de egoismo es dificil de justiicar desde el punto de vista dela utilidad predictva, y tam- bien parece tener una base impiriea mas bien dudosa. Ceirse a este camino tan estrecho no parece ser una buena manera de focuparse de estos asuntos. ‘No obstante, existe una complejidad en la formulacién del «comportamicnto egoista», que todavia no he analizado, y que puede ser bastante importante para comprender la naturaleza del desafio que supone obtener una idea mis profunda dela re- Tacién entee el egoismo y el comportamiento. ‘Amanya Sen estar, objetivos y eleccién En Ia fteraturaecondmica habitual se considera que una persona manimiza au funcion de lad, que depend slo de 58 propio consumo y que determina todas us eleeions, Eta Completa esictra del ccomportaminto foltas dene tet Caractere especifias yeseciaimente independiente ‘Bienstar basedo en wno mismo: el bienstar de Una Perso- na depend solamente de su propio consumo (J. en corre, no supone ninguna spats 6 anipats hai os dems) Objetoorbudar one propo bees el ober te wna persona es masimizar su propo lenstar yen eons de Imerdombre, cl vlor pero de ee irons pando por is probabildads (y, en panicular no supone dar impor. tence drectamente al bine de los demas) Eleccion basa on el propio objetivo: cad elecin de una avons ig de ota amen sh comscan l ropio objetivo (en concret, no seve restrngdam act thor ronnie erence Sxitos respectivos, dada la bisqu, por pate de otras pero. nas, de sus objetivos) *, oe renee : En I tora econGmicaconvencional (gel anisis de squib genera, eon es vupueenveiedaceny reco binan simultinearsens. Pero ex poste separation, Por sem ployel bienestar de una persona punde que no depends sc de Su propio consume, aunque su tnico objetivo pues oa. Ximization desu propio bienestar,y todas sus cleciones pe den refljar ese objetivo (Ee pot eemplo, Winer 90 Ar child y Donaldson 197), Oe blensar de wna penona pe. de depender Uncamente desu propio consume, per ni ob jtvos pueden no ser solamente a masmzacon de su propio Bremer (ve, por cemplo,Akerlog 1983), Se pueden bob ttar distnts pos de deviacions del comporeimiemo ogi tWalno respeuruno dos on res requsitoy (ease Sen 1850), ® Sen (19884) ha investiga cts disincones ys imporsanci. Sones y economia ” CConierie importancia a consideraciones de la economia del bienestar puede tener el efecto de hacer que la persona vole es tor requistos. Las consideraciones éticas podrian sugert la ma- Ximizacion de algén objetivo distinto del bienestar personal y pueden, también, dar lugar a algunas respuestas que hacen que eT bienestar personal decane en una bss ma amis qu e ropio consumo. Las implicaciones de diferentes consideracio- rein sobre estas caractersicas précis integradas en cl ‘comportamiento exovsta se pueden analizar de forma sistemsti- La caracteristica que os mis dificil de tratar es la de la elee cin baada en el propo objeten En fect, el hecho de ue se wueda esperar que una persona escoja aquella alternativa que te Sjtcimor tl eonecin demos Gnloendo los objetivos morales, sies que los tiene), dadas las cosas sobre [ns que mo tiene consol incluyendo ls eleciones de los de- mis}, puede parecer totalmente razonable, quizas inluso ire prochable. Li dificultad real con el supuesto de la eleccién basada en «propio objetivo no resulta de ninguna falta de verosimilitud fauitiva inmediata, sino del hecho de que el uso de este su~ puesto por parte de una conmunidad de personas con distintios Ebjetivos puede llevar a que el objetivo de cada persona se al- ‘ance en menor medida de lo que se hubiera hecho sila per oma hubiera seguido una norma de comportamiento diferen- te. Los problemas de est tipo se pueden caracterizarFicilmen te mediante algunos juegos clisicos como el del dilemsa de los prisioneros (vease Luce y Raffa 1957; Olson 1965; Parfit 1984) Bstos juegos son, naturalmente, artfcales, pero se «encuentran relacionados de forma bastante estrecha con distin tos problemas de fa vida real —incluyendo muchos problemas 7 Baumol (1952). Sen (1961, 19673, 1974), Margin (1963), Watkins (1974, 1985) Taylor (1976, Weyinark (197), Doel (197), arin (198), Bachsrach (1985) Campy Snowden (1988) y Gautier (1986) contenen (Uvemos ejemplos dea natraers dl problema que suponen ls saciones {lel sims de los priioneros. ® Amanya Sen evonémicos—, y hacen que fijemos nuestra atencién en cues- tiones fundamentales de la condueta social, En el dilema de los prisioneros, cada persona cuenta con ‘una estrategia individual «estrictamente dominantes, en el sen tido de que sin imporear fo que hagan los demis, los objetivos, de cada persona se sirven mejor siguiendo esta estrategia do- ‘minante (y basada en el propio objetivo), Al mismo tiempo, los objetivos de cada uno se hubieran alcanzado mejor si hu bicran seguido una estrategia diferente (y mis cooperativa). Dada la eleccidn basada en «el propio objetivon, es evidente que cada uno terminard en una situacién inferior a la que se hhubiera llegado si hubiera seguido la estrategia cooperativa = Existen en la vida real analogias a este tipo de problemas en mu chas areas de verdadera importancia en economia, como con- Obsérvese que una situacién de wilema de los prisioncos» pucde presente incluso cusndo ambos jugadores son muy seoraleney no atone ‘an oaximizar solamente sus eespectvosbinestares (vase Pale 1984), De hacko e puede comprobar iment que a que e fundamental passe ema de los prisoners es sla elec baad enol propio abjetvos mis gue sel bicnestar basado en uno miso» o sel objetivo tal en propa bese tars, En am juego del dlema de los prsonsron puede haber ts personas on ordenaciones de objevos, entonces se producran los resladen ab ‘wales Esto no ene que interpretarc como gue ao hay slucion moral pe ‘lies de los prsioneros pues que la morldad noes simplemente wa problema de tener un coojunto de objeivos en garde exe, i tambien ‘let ne cn yon por aa pry Jobo, ey ‘alors etc, por oun La cuesin de a correspondiente lo obits ¥Is elec na aparece solamente en el comteto general del marten: ‘smo (véase Williams 1973, sno también en el de valor las mplcones paral acide los objeivos de uno mismo ala az dels objetwos de oe dems, (vase Sen 1974, 1988, Gathie 1986) En concreto, le needed de consider metadrdenes de as posiblesordeasiones de une mismo sg ‘aun cuando étes son ordenaciones moraer ferns mis gue celejon de, igamos el bienestar personal Pars una dscripin de dninoes pos decom soptos de metasrdencsy su andi enc, vee Harklure 1971, Iy 1974, Sen 1974, 1977, Bater 1977, Bagen 1980, Majumdar 198, Patan 1980, Hollis 1981, Van der Veen 1981, Hirschman 1982, McPherson 1982 1984, Scheling 1984 y Schick 1956 Fl problema general cera del Co” tendo informatio de cnlguiroedenscon ecogidn se tlics tambien sy ‘ordenaoner morals (Sn, 984). » Soe cay economia Je depen aa 1ejor ax pois oie gee de dm SSG Rony cata Bs Sc 8 some poe aguinde won counegin dbeae, ded le Sika cup ge a San er ae fene fie Be conse on Sealers ct anen dpi 100 8 vo en ninguna etapa del juego. No obstante, el hecho es que, fn estos juegos parece surgir la cooperaci6n, En Ia literatura teorica ha habido varios intentos de expli- car la aparicién de la cooperacisn introduciendo algtin tipo de ‘defecto» o bien en el conocimiento o bien en el razonamiento 4e los jugadores, Estos pueden desconocer cuantas veces sj tard el juego, haciendo, por tanto, imposible la induccidn ha- «ia atris. O los jugadores pueden no saber perfectamente cul «8 el objetivo o el conocimiento de los otros jugadores y pe den creer, equivocadamente, que los dems disfrutan realmen- tede la cooperacién y responderin en consecuencia. O los po- sibles modelos de comportamiento considerados pueden estar arbitrariamente limitados de alguna forma especial sin que se ‘examinen todas las posibilidades de variacion *. En realidad, estos «efectos» pueden encontrarse presentes, pero es también posible que el comportamiento cooperative tenga una explicacién bastante diferente, En efecto, dicha eoo- Peracién se suele encontrar incluso en juegos no repetidos de este tipo, en situaciones singulares de la vida real. Puede, na- turalmente, darse el caso de que los objetivos reales de una per~ sona no sean los que cree estar tratando de maximizar. Pero es asimismo posible que las personas entiendan de forma clara sus ‘objetivos y deseen maximizar, aunque tengan en cuenta los ob- jetivos de los demas, debido al reconocimiento de la naturale 2a deintendependencia mucus de los logros de as dstintas per= En thtimo témino, el comportamiento es también una ‘cuestin social, y pensar en lo que deberiamos hacer, o en lo aque deberia ser «nuestra» estrategia, puede reflejar un sentido de idemtidad que suponga el reconccimiento de los objetivos ® Veanselas interesante eporarones de Taylor (1976), Bas (1977), Ra ‘ner 1980), Serle (1980) Axelrod (1981, 198), arin 1982) y Keep, Mil 10, Rober y Wilson (1982), Vea Sen (1973, 1974), Watkins (1974, 1985), Ulnan-Margal (1977), ‘Levi (1982), Bimoce (1984) y Pai (1964, Paa tations latinas alata ‘ura de ls convenciones cals, vate loerpetaionaeratva de Le 151963) y Gilbert (1983), Sobre cay economia 101 smutua, Aun cuan- die otras personas y de la interdependencia : fo los objetivos de otras personas no se incorporen los pro- tes eaotinicm del nedoendencs puede sxe frobservancia de cierts normas de comportamiento, que no viene necesariamente un valor intrinsecq, pero que son de una “inportancia instrumental para la consecucion de los objetivos respecvs de oe miembros de ee UPD. TE lenguaje de la teoria de juegos —y, én realidad, l de la ceoriaeconémica— hace dil analiea las pautas de compor- tamiento de este tipo, ya que es muy tentador pensar que cual- {quer cosa que parezca estar maximizando una persona, sein tna interpreta sen, debe ser su objetivo, Sin bar, Iosque una persona poedt parecer que esd masimizando de> pens de incr letra de lo gu eis queso as vai Fes de control apropiadas y de qué variaciones se ven como Tor medion de cool adeeundos de ca ugador- Exist ag una ambigiedal penuia, cuando se acpi valor instar tal de ciertas normas sociales para la comsecucin general de Sbjinon dds, 5 no cosa gu a espe Sc econocimient eneuenra en mayor medida los objevos je cada persona, es dificil mantener que eel objetivo realy de reales respectivos. : ‘Esta manera de examinar el problema de la cooperacién en ¢l dilema de fos prsioneros tiene algunas ventsjas sobre los ‘otros enfoques ®. En primer liga, también se aplica al dilema de los pisioneros no rept, y muebos cass eles de om portamiento cooperstivo parecen ser similares. En segundo lu~ fat, no dene el problema de encontrar una solucién mediante Inaroduccn de agin tp de wefso~ en el consininto ede ser que las personas suclan ser ignorantes, pero un m0~ tls‘ colnponatien sacionls se bus ef gnoranca para poder conseguir buenos resultados, y que no los obten- ™ He oventado estudiar esta lines de andi y algunas de sos impli somes en Sen (985, 19864) 1m Amaya Se dria ils personas legran a estat mejor informadas, ene ens nie un elemento de perversion, : ° : or supuesto, hay que admit que también exsen ambi- eledades en la concepeon dela instrumentaidad soca, pero un camino que ene alguna verosiniltd, En efecto, Stldad de ncomplestudo de cbnecompetd discus pr- mete en ets coneencia en cots de lo onion Princpios dene alguna importania en exta ambiguedad. 5 la persona percibe las acciones en téeminos de estrategia social, Y ten en cuenta los objetivosrespectvos de otras pesona tuadas de forma similar ene juego del diem de los prstone 0s, entonces es bastante comtentene sep I strates coo. peratva: wes mejor para los objetivo respectvos de tolon no sotrosm. Si por ota pate, cada persona pens en tins de tleccin basa en propio objexivoy ao ve mda aro en sus poner, evando elge esate, que as aeciones dels demas ‘encuentran dads (indepenlcntemente te sus propss avo: nes) emtoncs la estategia dominant de comportement a ooperativo es realmente bastante convncene: ses mejor pata ‘ada uno de nosotros, dado To que hacen los demisn, Las dos bases de comportamicno alternativo son bitte profundse, Yamba euentan con razonesexcelenss para sug Is ct. dose ain epeton este diema se tata como un juego que ay que resolver txt da manera ode os cero conf ode nacion complet por transatcién-) que hay que deat como tn caso de sobrecompleid (octiten raranes de pero pars ada uno de los dos eaminos, pero sas estén en confit) 230 es fa importante como reconorer qu existe ag una a, Bigiedad gemina rspeco alo que dt a razon’, Los mot %os para azepar el papel instrumental del comporementa 20. Gil, que va en contra dela esrtegia dominance de cada per 7 Te eileen psec pans De th en sgutahe esta im db pn an he —— rr Sobre ey sonoma ‘ona, no es fil de eiminar, no es del todo claro por qué int Consideraciones de raconalidad de grupo de este ipo no eden influiren el comportamiento rea, sin intcoducie alin fstestor en el conocimiento de las personas. De este modo, its observaciones extras de los juegos experimentales, 0 de Invi reals puede que, después de todo, no vayan tan en con- tex de la inicio . Bn efecto, incluso Adam Smith sefal ia importancains- teumental de ls repla de conductae, «Estas teglas generales deconducta, cuando se han quedado fjssen nuestra mente me- ame la eflexign habitual, tenen dna gran wtlidad para core- git ln represenaciones falas del narcsimo relatives a lo que ES adecoado hacer en nuestra situacin pacticular» (Smith 179%, fag, 160). xine una ica instrumental compe en dicha mo~ Fallad socal, En problemas ales como la bésqueda de rela- Sn industil la consceucin de la productvidad en Ja em- presa yuna vatiedad de otra cuestionesecondmices, este tipo ecomportamieno pasde ser importance” Lor sulin indirecos» (erpeciimene Harsnyi 1982, 1983 y Hare 1981, 1982) han do eazones par neroduci el respeo abs normat ‘doo del mo calalo unitarity ndoptand el formato del cuatro Sado en la norma. Eateenfoque tne macho més, al ample el aleance {los sepumentonulearitas yal evar algunas de as Toeurasespecials de stltarismo bas en la aciom (ase Gibbr 1965), Pero tambien hay que ‘efalar algunos problemas graves En primer lugar, el sbienesar basal en ted ipl en sitio basado en Ia norman, que es bat Camente, una amar del sonsecuenciaomo basado en la norma del “nes baado en auld ima el alcance de esta amplicon y2 que ios Individuos no pueden, de hecho, alorar los ets sociales solamente x eeminos de informacn sobre las widades. En acgundo hogar, e ut ‘asamo basado en la norma de cualquier ipo puede dar gar 2 veces, {stadospeoes gue los gue hubiean resuleado con el razonamiento basso nla aston la snouma aca como na restrccion infin) Los een pos de les siuaione son, realmente, muy plasbls (vase Lyons 198). {Ptspecl formalin dl cuarisma basa en normas de Hasany (a977h que depende de una stra bisia en Tae posone de los dstintos “nividacs, puede sr contaproduceate en stacions astra. Niel rs pete genera del sconsecuenenisms bsado en a asin ni del sconscuen- “lism asso on a norma pucde -funeionars en todas as situaciones; de - TT... 104 Ananya Sen ‘Comportamiento, ética y economia Uno dels aspectos mis interesante que resulta del ani Isisanteror es quclasdsvzciones de lo upuestosconvenio- sae soe el comprsmiena dela tori cena Porando los wes elementos del compramicnto ego pus den proceder de mumerona coniderscions ear disntn Peden suponer bondady comprenson hacia ox dems. Puss den ven del compromiso con diversas eas. Adem, pede exisr un compromino con mexclo concrete de compen, iiento cuya woacin se consider nsnsecameme penesa, Pero tambien puede haber otos modelos de comportenety los que la lesead puede que no proceda de una sale intnseaeelacionada con est mismo comporamient, sino de leimporanci isteumentl de ee comportamiemo, st para el individ o parse gro. Esta tina considerslon pace set relevant incso en algunos casos econtmicos comtenciog nals de fallos de efsenca que reuten de exeratdade fo de inerdependencias externas al mercado) Los problemas de incenivos que surgen al tritar estas exteraldade puele que tengan que reformulare completamente sls dewitiones del comportamieno eit, que panel violaion de caslgui rade los tres elementos epics, pueden adnate Iiticamente ene anise economic. DDeho finlizar agi, He intent argumentar que la o- nomi dl bienestar se puede enrsjuce sustanciaivente pe tendo mis atencin ala ec, y que el estudio del ca am. hecho, ning cconseeuenciaizmo con un enfoguenicos puede hace (Sea 197%). Pata custones relacionadas, vase Rega (1980) y Patt (1984) Lo, «qe se puede donominarcracionalida social exige tna formulacon mie pa Famétrca, qu tenga en cunts de ora mis explicit las circunstancis #0 les coningentes, en especial la natraleradevimeta ode axes que ‘eva de ls relasiones ene asiones, conaccueniayvalracones He tae ‘ao de investiga alguns de estat cuestonts enna monografia depron spur tulad provisionalmene «Rationality and Society (Raccnalidad 4 Sociedad) que seri publeada por Harvard University Press y Basil Black well bién puede beneficiarse de un contacto mis intimo cor a eae ey ae a

Você também pode gostar