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comming cal tae Berney empatia n0 care vou ‘A veces pienso que una explicacién més racional para todo lo que me ha sucedido durante la vida es la de que aiin tengo trece aos de edad y estoy leyer- doa Julio Verne 0a H. G. Wels, y me he quedado dormiide. Stam Ui, Aventuras de un matemética, 1976. EI hombre que tenia el récordt mas alto de agudeza ‘matemtia, el hombre que podia derrotara los inge- nieros en st propia juego, que podia evaluar perso- nas y cicunstancias en ue instante, era miembro de luna profesidn toralmente extinta: fa de los profetss. Guy Cano Rom, En memoria de Stanislaw Ulam. +e ne tsi PREFACIO EN oToX0 Dé 1993, Ed Knapp, presidente del Santa Fe Institute, y Jack Repcheck, entonces jefe de redaccién de Helix Books de Addison-Wel- sey, se acercaron a mf con una propuesta:¢Rstarfa dispuesto a inaugu- rar el Ciclo de Conferencias Ulam? EI ciclo de conferencias se llevaria a cabo anualmente, en honor del renombrado matemético del siglo Xx Stanislaw Ulam, y estarian dirigidas a un auditorio no especializado, pero interesaco en temas cientificos; posteriormente serian ampliadas ¢ impresas en un libro, con el fin de dejar un registro perpetuo de ellas, Aun cuando participo activamente en muchas actividades del Instituto, esta propuesta me tomé por sorpresa Al principio senti cierta aprensién, dlebido a que disponfa le poco tiempo (las conferencias se impartirian durante el primer semestre de 1994; ademas, deberia presentar un original para su publicacidn a fines del verano de ese mismo aiio). No obstante, habia algunos incentivos. El ineentivo de mis peso era mi gran aclmiracién por el trabajo y el talento de algunos cientificos contemporineos, particularmente de John von Neumann, Ronald Fisher y Robert Oppenheimer. Durante el seguimiento de las multiples facetas del trabajo de Von Neumann, re- petidas veces me crucé con el nombre de Stanislaw Ulam, en contextos muy cercanos a mis principales intereses. Fue as{ como empecé a inte- riorizarme en su trabajo, y también fue el principio de una creciente af nidad con el enfoque cientifico de Ulam, una afinidad que se amplis considerablemente cuando le su libro, Aventuras de wn matemético (1976). Incluso durante un tiempo estuve convencido de que Stanislaw Lem, escritor polaco de ciencia-ficidn a la altura de H. G. Wells, era el seu- dénimo de Sian Ulam. Cuando me ofrecieron una beca de un aio en el National Laboratory de Los Alamos, como asistente de Ulam, la oportunidad de conocer el lugar que habia sido el escenario de mu chios de los logros de su carrera constituyé uno de los principales mot vos de mi aceptacién. Fue la tinica ocasidn en que lo traté, Mas tarde, cuando Francoise Ulam dons la biblioteca privada de Stan al Santa Fe Institute, me senti muy contento al enterarme de la cantidad de titulos que teniamos en comin. Ma biblotheque, c'est mo. Estos mismos pensamientos influyeron poderosamente en mi deci- sin de aceptar este compromiso. Cuando empecé a pensar seriamente sobre lo que tenia encomendado, comencé a considerar estas confe- n ® ELORDEN ocuLTO rencias como una oportunidad extraordinaria para hacer explicito el Patrén que subyacia bajo las intuiciones e ideas que habian estado guiando mis investigaciones descle mis dias de estudiante universitario. Et hecho de que ademas tendria que escribir para un auditorio mayor me forzaria a luchar por ser més conciso y coherente, lo cual no siem- pre ocurre cuando se realiza un trabajo tGenico. Ese era un reto dificil de ignorar. Alo anterior habia que agregar que acababa de construir mi refugio en Ia costa norte del lago Michigan, lugar disefiado especialmente para hacerme més facil esa clase de esfuerzo. ;Qué gran ocasién para inaugurarlol Pero también habia otras razones, incliyendo un atract vo financiamiento; no obstante, estas razones no tuvieron tanto peso en mi decisién, Este libro se centra en un tema que ha atraido mucho la atencién en los titimos tiempos: la complejidad. Stan Ulam hizo muchas observa- ciones acerca de la complejicad, utilizando la palabra repetida y cuide dosamente mucho tiempo antes de que el tema se popularizara 0 si- quiera fuera mencionado. Muchos de los temas presentados aqui fueron prefigurados en los comentarios de Ulam. Al escribir este libro. me he concentrado en ese aspecto de la complejidad que se centra en Ja adaptacién, un area conocida actualmente como el estudio de los sistomas compejos adaptable (sca). Considero, como se comprobara al leer este libro, que la adaptacién da lugar al surgimiento de una clase de complejidad que obstaculiza considerablemente nuestros intentos por resolver los mas importantes problemas que actualmente enfrenta nuestro mundo. No he intentado realizar una revisién exhaustiva del trabajo valioso que se ha hecho sobre los sca, ni he tratado de criticar otros enfoques al respecto; en vez dle esto, he dedicado todos mis esfuerzos a producir tun panorama coherente de una disciplina de reciente aparici6n. El producto final es ciertamente idiosincrasico, aun cuando pienso que ‘muchos de mis colegas del Santa Fe Institute coincidirin con mis pun- 10s de vista. Ademas de tratar de ofrecer un panorama global orde- nado, también he tratado de comunicar qué sentimientos motivan a tun cientifico cuando intenta desarrollar una nueva diseiplina. “Hacer Giencia", particularmente hacer una sintesis de ideas dispares, no es un asunto tan arcano como frecuentemente se hace ereer al ptiblico. La disciplina y el olfato desemperian un papel vital; sin embargo, esto ¢s famifiar para cualquiera que haya intentado ser creativo, Los puntos de vista presentados aqui han sido machurados a través de un intercambio continuo con dos grupos que han desempefado ‘un papel central en mi desarrollo cientifico, Mi més prolongada afilia- PREEACIO 8 i6n ha sido con el grupo BACH," de la Universidad de Michigan (los miembros actuales de este grupo son: Arthur Burks, Robert Axelrod, Michael Cohen, John Holland, Carl Simon y Rick Riolo). Los integran- tes de esta sociedad nos hemos reunido regularmente durante mis de dos décadas, y cuatro de los miembros actuales han sido activos partici- pantes desde el principio. nAci es un grupo altamente interdisciplina- tio (representa a cinco departamentos) y totalmente informal, por lo que no aparece en el organigrama de la universidad. Aunque no de ‘manera sistemdtica, casi todas fas ideas incluidas en este libro han sido discutidas previamente por el grupo axce. El segundo grupo que ha desempeiiado un papel central en Ta for macién de mis conceptos es, por supuesto, el personal del Santa Fe Institute (1). Aun cuando mi asociacién con el st es mas reciente que Ja del grupo sack, no es menos importante. Este insttuto alimenta ina profunda interdependencia cientifica, més efectiva que cualquier otra organizacién que haya conocido. Cuando era estudiante universitario ppensaba que el tipo de interaccién que fomenta el instituto seria la “crema y nata’ de la actividad cientifica; pero esto ara vez es cierto. En una universidad estndar la mayor parte del tiempo lo consumen kas actividades de los comités consultivos o de administracién y las nego- ciaciones interdepartamentales, asi como los programas de coope- raci6n intercolegial para las actividades interdisciplinarias propues- tas. A esto hay que agregar las actividades de ensefianza y preparacién de publicaciones, y con esto ya podra calcular el poco tiempo que res ta para las exploraciones interdisciplinarias. En cambio, el st proporcio- na en forma consistente lo que es dificil de obtener en el ambiente de ‘una universidad: la oportunidad para realizar investigacin interdiscipli- nnaria de manera sostenida, El institato naci6 gracias al interés y al cu adoso trabajo organizacional de George Cowan, quien poco tiempo después dispuso de la colaboracién de un consejo consultivo de cien- tificos dispuestos tanto 2 proponer como a escuchar. Esta misma histo- ria ha sido contada también en el libro de Mich Waldrop, Complejidad, publicado en 1992, asi que no la repetiré, Basta decir que el sm propor. na un ambiente cientifico que se acerca mucho al ideal al que yo raba en mis tiempos de estrdiamte. "EL hecho que finalmente me convencis de storm con ol fue Ja invitacidn que me hizo Doyne Farmer para dar una charla en una de tas conferenlasanales del Centro de Baudios Noineales del Nato. nal Laboratory de Los Alamos. Fue en esa conferencia donde conoci a Murray Gell-Man, un gran amigo y un eritico por excelencia, quien Syl de Sur, Aveo, Caen y Holland (del) “ FLORDEN OCULTO. mms tarde me invit6 a unirme al consejo consultivo del sh. Asi al tratar de enfrentar las normas de claridad dle Murray en mis explicaciones, ie he visto obligado repetidamente a afinar mis ideas sobre los sca, intentando reforzar sus fumdamentos y amptiando su aplicabilidad, Por suptesto, Murray no es fa tinica persona del st que ha influido en mi trabajo —la lista es demasiado larga y ya fue incluida en el libro de Waldrop—, pero pienso que es justo decir que ninguna otra interac ci6n de trabajo ha constituido un reto de tal magnitud. ‘La MacArthur Science Foundation a apoyado mi trabajo consisten- temente durante varias décadas: primero, cuando formé parte del Lo- gic of Computers Group de la Universidad de Michigan, con Arthur Burks como investigador principal. Afios mas tarde, cuando Burks y yo nos convertimos en coinvestigadores principales, me brind6 nueva- ‘mente su apoyo. A propésito de Art Burks, recuerdo que cuando yo era ‘un joven micmbro del personal de la Universidad de Michigan, él uti- lizé su prestigio para encaminarme por los senderos que no formaban parte de las rutastradicionales de la universidad. Ha sido para mf un amigo cercano y un mentor durante casi cuarenta aos. Recientemente me eligieron como miembro de la MacArthur Foun- dation, y fueron Murray Gell-Man y su esposa, Marcia, quienes me infor Iaron que habia recibido ese honor (y si, fue un escandalo cuando tne llamaron), Realmente no hay manera de deseibr el seatimiento de libertad y de jubilo que acompaiia a tal premio. Para bien o para mal, la seguridad Financiera que implica me ha estimulado para dar pasos catia vez mas riesgosos en cl Area de la investigacién. Las decisiones Acerca de los proyectos a largo plazo cuyos benelicios son inciertos, ta: les como la decision de escribir este libro, se hacen més fils Seria imperdonable dejar de mencionar la presentacién de Fran- oise Ulam para estas conierencias. Por supuesto que usted puede leer Sus propias palabras al principio de este libro; sin embargo, las palax bras eseritas sobre un papel no pueden tener la gracia de su discurso oral, Conoet a Francoise en la reuni6n de recepcion que precedié a las conferencias, cuando teniamos suficiente tiempo para tina conversa- in prolongada. Su encanto e inteligencia crearon inmediatamente lun ambiente de vivacdad y calor en un salén lleno de conversaciones. Es ficil ver el porqué de su influencia en todas las facetas de la vida petsonal y de investigador de Stan Ulam, un hecho que el propio Ulam repite continuamente en su autobiografia. He dejaclo a mi esposa, Maurita, para el final de este prefacio. Ella ha sido el prototipo del profano inteligente interesado en la ciencia. Me ha ayudlado de muchas maneras, y no s6lo proporcionéndome apoyo yaliento, Por ejemplo, fue Maurita quien me sugiris el nombre PREEACIO de “Echo para los modelos de la sat descritos en este libro. También ley6 los capitulos de la obra muchas veces. Aunque probablemente esta mas dispuesta que el lector promedio a aceptar mis buenas i tenciones, Maurita ha sido en codo lo demas una alectuosa e imparcial critica. Si este libro muestra un poco de claricad y se salva de la verbo- rrea, probablemente se deba a Ins sugerencias de ella Jouw Hotaso Fridhem Gulliver, Michigan Abril de 1995, t i k 1, ELEMENTOS BASICOS Un pia como cuaLquter orto en Nueva York, Eleanor Petersson acude 1 su tienda favorita a comprar un tarro de arenques en salmuera. Ella est plenamente convencida de que los arenques estar alli. En ver- dad, los neoyorquinos de todas clases consumen vastas cantidades de comida de todo tipo sin preocuparse de que alguna vez pudiera sus- pendlerse el suministro. ¥ esto no s6lo ocurre con los neoyorquinos: ls habitantes de Paris, Delhi, Shangai y Tokio esperan lo mismo, Parece cosa de magia que en todas partes esto se dé por descontado. Sin em- bargo, estas ciudades no tienen comisiones de planeacién central que se encarguen de resolver los problemas del susninistro y distribucién de alimentos. Tampoco mantienen grandes reservas de mercancias ;para mitigar las fluctuaciones. Sus reservas de alimentos durarian me- hos de una semana sifueran cortadios repentinamente los suministros. .gGémo evitan estas ciudadles la sobreoferta y Ia escasez atio tras afio y ‘década tras década? El misterio se profundiza cuando observamos la caleidoscépica natu- raleza de las grandes ciudacles. Compradores, administradores, calles, ppuentes y edificios estan en cambio continuo, asi que la coherencia de Ja ciudad es algo impuesto de alguna manera sobre un Myjo constante de personas yestructuras. Igual que la ola estacionaria que se forma fren- tea una roca colocada en medio de un torrente de ripido movimiento, la ciudad puede considerarse como un patrén estable en el tiempo. Ninguno de sus constituyentes permanece estatico en su lugar; no obstante, la ciudad persiste. Qué es lo que permite a las ciudades re- tenersu coherencia a pesar de Tas continuas funciones yla falta de una administracién central? Hay algunas respuesta tio para esta pregunta, pero realmente no re- suelven el misterio, Se puede decir que es la “mano invisible” de Adam Smith, el comercio o las costumbres lo que mantiene la coherencia de la ciudad; sin embargo, todavia debemos preguntar: 6 Hey Frou 16, Lass sos pa ls sistemas compl adapta » ELORDEN OCULTO Este uso de los bloques de construceién para generar modelos inter~ nos es una caracteristica bien establecida en os sistemas complejos adlaptables. Cuando el modelo es tacito, el proceso de descubrimiento ¥ycombinacién de los bloques de construccion generalmente esti suje- to a.una escala de tiempo determinada por la evolucién; cuando el ‘modelo es manifiesto, la escala de tiempo puede ser de una magnitud ‘menor. Para finalizar, quiero insistir en lo que afirmé cuando abordé cl tema de los modelos internos y durante Ia discusi6n inicial sobre la adaptacién: que el proceso de adaptacién subyacente permanece sin ‘cambios a través de toda la gama de sca. rmutonconadad Jere snoneparcin cenfimedades coda “aims ioersad| sociincén Flown 117 Epler soe scorn sto de as sitemas complies adap, isioos Pa eADONDE DIRIGIRNOS DESPUES? Los siguientes tres capitulos combinan de diferentes maneras los siete bisicos que acabamos de analizar (véase la figura 1.16), buscando de esta manera alcanzar dos metas. La primera, objetivo del pitulo, es proporcionar una definicién de “agente adaptable” que fun- cione con las diferentes clases de agentes que se encuentran en los Sa. La segunda, tera de los capitulos Illy IV, es proporcionar un modelo de computadora que sea lo suficientemente general para permitienas llevar a cabo experimentos relevantes para todos los CA. En los capitulos subsi- _guientes apareceriin uma y otra ver estos siete concepts, sugitiéndonos mecanismos y proporciondndonos directrices (véase la figura 1.17). Mas alld de estas dos metas hay un objetivo mayor: descubrir los principios generales que nos permitiran sintetizar los comportamien- tos complejos de los ca partir de leyes simples. Los sistemas comple- jos adaptables son muy diferentes dle la mayoria de los sistemas que se han estudiado cientificamente, ya que los primeros exhiben coheren- cia incluso si estan sometidos a cambios continuos, y esto lo logran por ‘medio de las acciones condicionales y la adaptacion; adems, no re- Quieren de ningiin mecanismo central de direecién. Al mismo tiempo, parece que todos los sas tienen puntos de apalancamiento, en donde pequemias adiciones producen grandes cambios dirigidos. Kesultara is ficil descubrir estos puntos de apalancamiento si podemos descu- brir los principios generales que gobiernan la dinmica de los SCA. El conocimiento de mis hechos respecto a los puntos de apalancamiento nos proporciona, a su ver, lineamientos para aplicar enfoques mas ¢’fectivos para resolver problemas relacionadas con los sca, tales como las enfermedades inmunes, la decadencia de los grandes centros urba- ‘nos, Ia innovaci6n industrial, etc. Por tratarse de problemas tan comple- jos, es improbable que hagamos progresos sustanciales si no contamos ‘con lineamientos tedricos. Estamos apenas en el principio de una bis {queda de principios generales, pero tenemos algunos indicios de lo que podlrian ser estos principios

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