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ANTONIO TOVAR CATEDRATICO DE LATIN EN LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA DE LA REDACCION DE «EMERITA® GRAMATICA HISTORICA LATINA SINTAXIS S. Acumre, mprEsor CALLE DEL GENERAL ALVAREZ DE CASTRO, 38, Maprip, 1946 PROLOGO En cuestiones sintacticas, la originalidad sdlo se manifiesta len- tamente. Es la sintaxis una de las actividades humanas donde solo el trabajo de siglos sobre una tradicién gramatical ha conducido a resultados poco a poco nuevos, Hasta una revolucién tan completa como la introduccién del método histérico y comparativo, que renovd en pocos decenios la fonética, la morfologia, la lexicografia, en la sin- taxis se produjo mas tarde y con unos efectos mas lentos y amorti- guados. BertHotp Dersriicx, el creador de la sintaxis comparada, disté mucho de producir una sorpresa y una reaccién comparable a la de Bopp, y hoy mismo, cuando el resto de la gramatica de las Jen- guas indoeuropeas puede estudiarse fundamentalmente con ideas historicas nuevas, en la sintaxis atin quedan partes, como la doc- trina de las oraciones, en que seguimos viviendo de ideas viejisimas, fundadas todavia en el aristotelismo. Evidentemente, dentro de la gramatica, una ciencia que es resultado de una evolucién gradual, es la sintaxis la parte mds conservadora y lenta. Baste decir que en la concepcién ldgica de la sintaxis se han matenido hasta nuestro tiempo las ideas escoldsticas de Alexander de Villa Dei (siglo xu). No es de este lugar hacer la historia de la Sintaxis (v. sobre ella Derprtcx Gr. Ill pg. 1 sgs., Gortine HG Ill 1 pg. 1 sgs., Wate «Ital. Sprachen» en Gesch. der indogermanischen Sprachwissenschaft Il 1 pg. 224 sgs., Wackernacer I pg. 12 sgs., Lérsrept II pg. 1 sgs.). Me limitaré a recordar la figura de un profesor que en esta misma Universidad compuso un monumento gramatical que se mantuvo durante mds de dos siglos como Ia obra fundamental y definitiva: no pretendemos al permitirnos esta evocacién hacer creer que aspiramos v a competir con la Minerva, sine de causis linguae Latinae, de FRan- cisco SAncitez pe Las Brozas, llamado también el Brocense y cono- cido en Europa bajo el nombre de Sanctius, que en 1587 salia de las prensas salmantinas. Fué aquel un libro original y sistemdtico, que ha merecido los mayores elogios, hasta el punto de calificar Golling (op. cit. pg. 52) a su autor como «die glinzendste Erscheinung unter den Grammatiker des 16. und der beiden folgenden Jahrhunderte». El presente trabajo, en cambio, no es el resultado de largos ahos de meditacién personal, y se funda en el trabajo ajeno. En primer lugar en J. B. Hormann, el gran latinista que figura sin disputa a la cabeza de los actuales cultivadores de la sintaxis y la estilistica del latin. Séame licito en los angustiosos tiempos que vivi- mos, cuando los estudios de griego y latin corren el peligro de morir casi totalmente, si no vuelve Europa a cultivar esta parcela tan im- portante de su herencia cultural, como es de temer en las horrendas circunstancias que duran todavia, expresar mi admiracién a la cien- cia alemana, que durante mds de un siglo ha marchado indiscutible- mente a la cabeza de nuestros estudios, y que hace pocos afios, en plena guerra, no daba atin sefiales de decadencia ni fatiga. Después, se basa este libro en los trabajos de WaCKERNaGEL y Lorstept, y para ciertas cuestiones atin en Rremany. Los puntos de vista de Havers muchas veces han servido para la consideracién psicoldgica. No he de ocultar que no estoy satisfecho todavia de este trabajo mio, surgido de un curso universitario y necesitado todavia de nue- vos estudios. Hubiera quérido ampliar las referencias a la sintaxis de las lenguas romanicas, y en general a las lenguas modernas; las circunstancias del tiempo en que este libro ha sido escrito me han impedido completar la bibliografia en algunos casos; todavia no me he ocupado de la estilistica, de la que, como es sabido, la linea de separacién con la sintaxis es tan dudosa. Si el libro alcanza una nueva edicién, espero mejorarle en estos aspectos. El plan al componer esta Sintaxis ha sido, pues, informativo, presentando un resumen de los conocimientos, conforme a las ten- dencias actuales. Hemos evitado en general la discusién, y preferi- mos presentar resultados seguros, sin perder tiempo ni espacio en polemizar. Hemos seguido muchas veces los criterios tradicionales, en pri- mer lugar porque caracteriza a la sintaxis una evolucién lenta, y estos criterios siguen siempre durando mucho tiempo, sustituyén- vr dolos slo poco a poco otros nuevos, y manteniéndose en convi- vencia muchas veces los nuevos junto a Jos antiguos. El valor di- dactico que frecuentemente guardan los criterios tradicionales ha sido también en algtin caso decisivo para preferirlos, y, finalmente, las nuevas concepciones entrardn, yo creo, mas facilmente en la ense- fianza si se apoyan precisamente en las ideas tradicionales. En muchos puntos (especialmente en la doctrina de las oracio- nes, manteniendo el concepto, tan ldbil por lo demas, de completi- vas, y clasificando las subordinadas conjuncionales conforme a las ideas légicas de Aristételes y de Port-Royal) parecera este libro reaccionario, pero las consideraciones que llevo expuestas pueden servirme de defensa. En todo caso, las criticas que se me hagan y la experiencia de la ensefianza me aconsejaran hasta donde habré de modificar este libro en una nueva edicisn, si a ella llega. Bastaré contemplar el caso de A. Jurer con su Systéme de la Syntaxe Latiney Paris 1933, para sentir horror ante toda veleidad de presentarse como profundamente innovador en materia de sinta- xis: las criticas que se le han hecho (por ej. me remito a la de Harrmann Gnoveon 6-1930 pg. 643 Sgs.) convencen de que no se debe aspirar al lauro de creador de una sintaxis nueva. En la bibliografia, para no excederme ni gastar demasiado espa- cio, no he hecho sino poner al dia el libro fundamental que todavia constituye la refundicién de J. B. Hormann sobre el trabajo de Scxmatz, es decir, que me he limitado a las referencias, lo mds com- pletas posible, de los ultimos veinte afios. La tragica interrupcion de la ciencia ha hecho desgraciadamente mas facil esta labor. He de agradecer a L. Rubio y V. Bejarano, profesor auxiliar y ayudante, respectivamente, en esta Universidad, su colaboracién en a revisién de pruebas. Salamanea, junio de 1946. vir Introduccion Capitulo 1 Capitulo IT: Seccid Seccién Seccion Seccién Seccién Seccién Capitulo IIT Seccion Seccién Seccién Seccion Seccién Seccién Seccién Seccién I: Numero 7 TI: Sujeto, predicado, atributo, apo- IV: La concordancia . V: Sintaxis de los caso: VI: Sintaxis del adjetivo. : NOTAS SOBRE EL ADVERBIO. Capitulo IV: Los NuMERALES Capitulo V: Los pronoMpres IL: Los _posesivos II: Los demostrativos . IV: Los indefinidos .., . Capitulo VI: SmvTAXIS DE LAS PREPOSICIONES IL: Preposiciones de acusativo. III: Preposi . IV: Preposiciones impropias y com- INDICE CONCEPTOS FUNDAMENTALES. LA ORA- CION SIMPLE SINTAXIS DEL NOMBRE . : Género .. sicién ... a) nominativo . b) vocativo ) acusativo d) genitivo e) dativo . f) ablative g) locativo I: Sintaxis de los personales y el reflexivo I: Preposiciones de acusativo o ablativo iones de ablativo puestas .. eleladaclckahalatatadeabal $$ 93-104 §§ 105-107 88 108-113 §§ 114-137 §§ 114-115 § 116 88 117-122 88 123-137 §§ 138-185 §§ 14r-144 88 145-173 §§ 174-183 8§ 184-185 Pgs. RR Capitulo VIL: Ex verto «...... Seccion 1: Voces .... Seccién IT: El aspecto verbal . Seccién III: Persona y niimero Seccin IV Modos y tiempos en la oracién simple a) el indicativo 1. el presente 2. el imperfecto eel perfecto eee 4. el pluscuamperfecto ....... 8 - el futuro b) el subjuntivo . 1. el presente . 7 el futuro perfecto 0 exac- to y el perfecto de sub- juntivo . 3. el imperfecto 4. el pluscuamperfecto Nota sobre el uso de los tiempos en el estilo epistolar . c) el imperativo .. Capitulo VIIL: Las FoRMAS NOMINALES DEL VERBO... Seccién I: El infi Seccién If: Gerundio Seccién III: Supino .. . Seceién IV: Los participios .. a) el participio activo b) el participio pasivo ” ¢) el participio de futuro........ Observaciones sobre algunas formas perifrasticas ...... Tiros DE LA ORACION, we Oraciones coorprnapas. Las con- JUNCIONES a) conjunciones copulativas ...... b) conjunciones disyuntivas ...... ¢) conjunciones adversativas . d) otras conjunciones Capitulo XI: SuBoRDINACION EN GENERAL. C CORDANCIA DE TIEMPOS .. a) Concordancia de tiempos b) Construcciones interme di vo. gerundivo . Capitulo IX Capitulo X entre parataxis e hipotaxis .., § 186-250 8§ 186-180 § 190-192 S 193-104 §§ 195-259 $$ 196-226 §§ 199-204 §§ 205-209 §§ 210-216 88 217-219 §§ 220-226 88 237-246 88 247-252 §§ 253-255 S$ 286-288 S$ 289-201 §§ 292-310 8§ 295-207 § 208 $8 200-302 §§ 303-210 §§ 311-320 §§ 313-318 §§ 319-320 Pgs. 107 107 114 117 18 119 120 123 124 126 128 130 130 139 139 142 143 148 155 156 160 162 163 164 166 172 173, 175 577 178 181 182 186, Capitulo XIL: ORractonrs SURORDINADAS COMPLE- Tivas, a) b) o) d) a v g) h) Capitulo XIE: Onactowes SUBORDINADAS NO COMPLE- vias @) i) o d ” f) g) h) Capitulo XIV: Ex esti.o ixpieecto ones y enmiendas ... Ad 38 321-3, 8 322 88 323-327 S$ 328-333 S$ 334-338 88 339-340 prohibitivas con ne. ne con verbos de temor interrogativas indirectas completivas con quod. completivas de infinitivo ...... oraciones participiales com- pletivas 2.0.20... nal § 347 completivas con wt 7 completivas con guin y quo- minus (0 ADVERDIALES Y RELATIVAS). $8 356-403 causales 357-359 finales .. 360-361 consecutivas § 362-364 concesivas .. 365-307 condicionales 368-378 temporales relativas .... comparativas .. 379-390 $ 301-400 88 401-403 § 404-409 180 189 190 198 195 197 XI ABREVIATURAS Las citas de autores y textos latinos hemos procurado darlas lo més clara y am- pliamente posible, indicando, especialmente para los autores menos leidos, el editor. ‘A continuacién damos una lista de las abreviaturas bibliogréficas mas usadas en este libro. Para las otras abreviaturas en general, hemos seguido las que corrientemente se omplean, tal como ya son de costumbre, en nuestra lengua, en la revista Emerita y en el Manual de Lingittstica Indoeuropea que he comenzado a publicar en las Edi- ciones Nueva Epoca, de Madrid. Lipros ¥ REVISTAS MAS FRECUENTEMENTE CITADOS: Abb. = Abhandlungen. AGLI, = Archivio Glottologico Italiano |..., Roma-Turin-Florencia 1873... AFPh = American Fournal of Philology \..., Baltimore 1880, ALL = Archiv fiir lateinische Lewikographie und Grammatik \-XV, Leipzig 1884- 1908. Bassois = M. B. ve Cument Sintaxis Histérica dela Lengua Latina, tomo | Intro- duccién, género, mimero, casos, Barcelona 1945. Debido a Ja fecha reciente de aparicién de este importante libro, no lo he utilizado ampliamente. Betto = A. B. Gramdtica de la lengua castellana destinada al uso de los america~ nos, 10.2 ed. por R. J. Currvo, Paris 1907. Bexxert = Ch. E. B. Syntax of Early Latin, 2 vol. Boston 1910 y 1914. BPhW = Berliner Philologische Wochenschrift \-XL, Berlin 1880-1920, Después PRW. Brumann Gr(undriss) =Karl B. Grundriss der vergleichenden Grammatik der indogermanischen Sprachen, 2 vo\. en 6 tomos, Estrasburgo 1897-19.6. Bavcwann-Troun = Griechische Grammatik de K.B., 4.° ed. revisada por A. TH., Munich 1913. BSL = Bulletin de la Société de Linguistique de Paris Vu 1869. CE = Carmina epigraphica, ed. de Bicnever y Rirse, 2 vol., Teubner 1895 y 1897. Un vol. de suplemento, ed. por E, Lowmarzscn, Teubner 1926. CTL, = Corpus Inscriptionum Latinarum. xt Class. Philol, = Classical Philology I..., Chicago 1906... Cocenta = E. C. La Sintassi latina esposta scientificamente, Napoles 1890. CSE, ‘orpus Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum editado por la Academia de Viena. Deworter Gr(wndriss) o Vergl. Synt. == B. D. Vergleichende Syntax der indogerma- nischen Sprachen, 3 vol., Estrasburgo 1893, 1897, 1900. Son los tomos IlI-V de la primera ed. de Bruemann Grundriss. Em. = Emerita |\..., Madrid 1933.4 Ernour-Meitet = A. E. y A. M. Dictionnaire étymologigue de la langue latine,, Pa- ris 1939. GL = Grammatici latini, ed, de H. Ken, 6 vol., Teubner 1855-64. Gl, = Glotta 1... Gottinga 1909... Gaaxpoent = C. H. G. Introduccién al latin vulgar, trad. adicionada por el autor, corregida y aumentada con notas, prélogo y una antologia por F, de B. Mout, Madrid 1928, Havers Hb = W.H. Handbuch der erklérender Syntax, ein Versuch sur Erfor- schung der Bedingungen und Triebkrafte in Syntax und Stilistik, Heidelberg 1931. HAG = Historische Grammatik der lateinischen Sprache, dirigida por G. Lanperar. Se publicaron: | 1 Einleitung und Lautlehre de Fr. Stouz, I 2 Stammbildungslehre de Fr. Stotz, [Il 1 Einleitung in die Geschichte der Syntax de J. Goutinc, Tem- pora und Modi, Genera Verbi de H. Brase, Suppl.: Syntax des Nom. und Akkus, de C. F, W. Mutter. Teubner 1894-1908. HoFMany = Stouz-Scuuatz Lateinische Grammatih, 5.4 ed. renovada por M. Leumann y J. B. Hormann (de este ultimo, sobre ta parte hecha por ScuMatz, son Ia sintaxis y estilistica), Munich 1928. Hormaxn Umgangsspr. = J. B. H. Lateinische Umgangssprackcy, Heidelberg 1936. IF = Indogermanische Forschungen |... Estrasburgo (luego Berlin) 1892... IF = Indogermanisches Fahrbuch \..., Estrasburgo (desde 1919 Berlin) 1933... Krout = W. K. La Sintaxis cientifica en la ensehanza del latin, trad. de la 3.4 ed. alemana por A. Partente, Madrid 1935. Kounen-Genth = RK, Ausfithrliche Grammatik der griechischen Sprache, I parte, Satzlehre, 3.4 ed. refundida por B. G., 2 vol., Hannover 1898 y 1904. Kouner-Stecmans =R. K. Ausfithrlicke Grammatik der lateinischen Sprache, Il parte, Satzlehre, 2. ed. refundida por C, S., Hannover 1912 y 1914. KZ = Kubns Zeitschrift fiir vergleichende Sprachforschung |..., Berlin 1852... Lenz =R. L. La oraciény sus partes, estudios de gramdtica general y castellanay, Madrid 1935. Lirstept =E. L. 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Desgraciadamente no leg a tiempo a mis manos la obra del mismo autor Beitrdge sur Spiitlateini- schen Syntax, Uppsala 1944. Paxtente = A, P. Gramdtica de la Lengua Latina (Parte segunda, Sintaxts),, Ma- drid 1942. Philol. = Philologus Vey 1846000 PhW = Philologische Wochenschrift, es BPhW desde el tomo XLI..., Berlin 1921... REL = Revue des études latines \..., Paris 1923... RFICL = Rivista di Filologia ed istrusione classica, Nuova Serie | (= Ll)..., Turin 1923. RhM = Rheinisches Museum, Neve Folge, |..., Francfort del Main 1842... Riemann =O. R. Syntaxe latine d’aprés les principes de la Grammaire historique, 7 ed. revisada por A. Ernour, y anteriormente lo habia sido por P. Lxyay, Paris 1935. RIGI = Rivista indo-greco-italica |..., Napoles 1917. Sb, = Sitzungsberichte. Syoaren Comm, Tull. =. S. Commentationes Tullianae, De Ciceronis epistulis ad Brutum, ad Quintum fratrem, ad Atticum quaestiones, Uppsala 1910. ‘StI tal, = Studi italiani di Filologia Classica, Nuova Serie, |..., Florencia 1920... TAPhA = Transactions and Proceedings of the American Philological Associa- tion I.... 1869/70. Thes. = Thesaurus Linguae Latinae. Wackeanacen = J. W. Vorlesungen tiber Syntax mit besonderer Beriicksichtigung von Griechisch, Lateinisch und Deutsch, 2 vol., Basilea 1926 y 1928. Waxpe-Horwanx == Lateinisches etymologisches Wérterbuch de A. W., 3.* ed. por J.B. H., I Heidelberg 1938, interrumpido al comienzo del vol. II, WSt = Wiener Studien 1... Viena 1879... xv INTRODUCCION § 1. La Sintaxis (o%y7a%1¢, que los gramaticos latinos traduje- ron coustructio) estudia la formacién de la oracién y la funcién de las palabras dentro de ésta y en la relacion entre varias oraciones. El nombre de sintaxis se fija con sentido técnico principalmente gracias a la obra de Apolonio Discolo (siglo 1 de C.) rept suvtagewe (ed, G. Untic, Teubner 1910). Sobre el contenido de ia sintaxis se han suscitado diversos problemas. La in- fluencia de la lingitistica indoeuropea sobre la gramatica latina hubo de hacerse sen- tir fecundamente. El trabajo de Joun Ries Was ést Syntax? 1894 (2.4 ed. Praga 1927) plantes la cuestion de los limites de esta parte de la gramética, en Io cual le habian procedido otros: Miklosich, Reisig, Kriiger (v. sobre éstos Wackeanacet I pg. 2 sgs.). A Ries le parece que la sintaxis se contrapone a la lexicografia, y cada una de estas dos partes a su vez comprende una seccién morfolégiea y otra semasiolégica; junto a Ja sintaxis y la lexicografia, la fonética completa la gramatica, Su tesis no ha sido aceptada, evidentemente por razones pricticas. Sin embargo, BrucMass, en la 2.4 edi- cién del Grundriss, separaba la sintaxis propiamente dicha (oracién, concordancia, -oracién compuesta) del resto (nombre, género, niimero y caso, articulo, el verbo), e incluia este resto dentro de la morfologia, estudiando a la vez que las formas su sig- nificacion y uso. El inconveniente de esta delimitacion es que a veces en la practica era imposible, por lo que puede suseribirse el juicio de Wackernaget I pg. 4: «En Principio el procedimicnto que Ries recomienda y Brugmann sigue (1) es absoluta-~ mente el mejor», pero teniendo en cuenta que el propio Wackernagel prefiere traba- jar sobre sintaxis dentro del concepto tradicional. Memuet-Venprves siguen un siste- ma mixto, terminando Ia segunda parte, «Les mots», de su obra con el estudio sin- téctico del género, ntimero y caso, mientras que el resto de la sintaxis forma la ter- cera parte, titulada «La phrase». Sin embargo, siendo la gramética, y en especial la sintaxis, un estudio en que el progreso ha sido lento a lo largo de la historia y el peso de Ia tradicién siempre muy grande, nosotros seguimos, con Hormaxy (pg. 14), la delimitaci6n tradicional. (1) Entiéndase esto cum mica salis: Brucaaxy abiertamente discrepa de Ris, v. por ej. Kurze verg?. Gr. pg. vit n. § 2. La introduccién del método histérico-comparativo en la Sintaxis es obra principalmente de Dersriick, aunque ya en 1853 fué sefialada su necesidad por Lanoe (cit. Havers Hd, pg. 5). Por la misma época de los afios 1875-80 (1) se inicia también la conside- racién psicoldgica, a la que se ha ido concediendo creciente interés. Cf. Zener Streifsiige pg. 31, lamando la atencién hacia esta tendencia, W. Por- uu en Festschrift Streitherg (1924) pg. 127 sgs., Lorstept Il pg. 97 sgs., quien echa de menos Jo que hay que hacer en este punto. El libro de Havers L/5. der erkliiren- den Syntax representa el mayor esfuerzo de conjunto en esta direccién psicolgica, estudiando las condiciones de 1a lengua misma, y las psiquicas y fisiolégicas del hombre, Ja influencia del mundo (natural y social) circundante; los impulsos (de re- presentar vivamente [Anschaulichkeit], de descarga emocional, de ahorro de fuerza, de orden, de belleza, de significacién social), y la combinacién de condiciones e im- pulsos. Indicaciones sobre la cuestin en general y su historia en Ldestept IL PR. 97 SBS. No es necesario justificar a estas alturas que sigamos el método histérico. Pasaron ya los tiempos de la sintaxis latina con criterio normativo como conjunto de reglas para escribir en latin. No nos preocupara tanto lo normativo basado en un momento «cldsico» mas o menos amplio, como la realidad histérica en el desarrollo hasta el latin bajo (2) y tardio. Sobre «el punto de vista histérico», muy acertado Kroxt pg. 24 sgs. De vuelta de la exageracidn anticlasica que acerca demasiado lo arcaico y lo roménico, Plauto y la baja latinidad, Hormans pg. 33- No estarin de mas referencias comparativas a otras lenguas, pues como Wackernacet | pg. 4 dice, «es de muy gran mérito no limitarse en una exposicidn lingiiistica a una sola lengua, sino que conviene referirse a varias». De todas maneras no hemos querido acumular un exceso de material, y muchas veces nos basamos en ejemplos comparativos, pero remitimos al lugar donde pueden en- contrarse los de otras lenguas. (2) Véase sobre la labor de estos afios mi libro Lingitistica y jilologta eldsica, Madrid 1944 pg. 99 Sgs. (2) La expresién «bajo latin» refleja atin este criterio peyorativo y antihistérico, que no ha de pesar ya en nosotros, CAPITULO I CONCEPTOS FUNDAMENTALES LA ORACION SIMPLE § 3. La oracién es el concepto fundamental en la sintaxis (so- bre el asunto, con referencia a ideas modernas, A. Nenring KZ 55- 1928 pg. 238-279): en el habla tiene un valor mas inmediato que la palabra aislada; la palabra aislada es una abstraccion, y sdlo el ana- lisis alcanza a separarlas. Se define la oracién como expresién verbal de un juicio. Se ha hecho notar que también se expresan mediante el habla otros procesos psiquicos que no son precisamente juicios, sino «mandatos, exhortaciones, deseos, pesares, etc.» (PARTENTE Pg. 5). En cierto modo pueden reducirse estas expresiones a juicios tam- bién, pues no dejan de matizarse, en cuanto salen de la zona del grito y del gesto, de la cualidad légica del juicio. Trata de la oracién Lenz pg. 51 sgs., especialmente 61. Vid. también E, AHLMaNN «Zur Definition des Satzes» en Commentationes in hon. 1. A. Heikel, Hel- singfors 1926, pg. 1-12, cf. /¥ 12-1928 pg. 188. Quienes apenas saben escribir encuentran la mayor dificultad en partir las pala- bras; claro que esto es en grado mayor o menor segiin las Jenguas, su acento y ento- nacién y su estructura (v. las observaciones de J. Saranswicz RPh. 61-1935 pg. 84-85 al articulo de A. W. vr Groor REL 12-1934 pg. 117-39: parece puede decirse que en lat. Ia palabra tiene una existencia més independiente que en gr.). Como han hecho notar algunos autores modernos, el error de la gramitica tradicional ha con sistido en partir de la abstraccion palabra, en vez de considerar la realidad: asi Hormann pg. 363, Meiuier en muchos pasajes, Veworyes Le langage, Paris 1921, Pg. 85 sgs. Como en tantas otras, abrié camino en esta direccién H. Pau. Prinzipien der Sprachgesch.s pg. 50. Por las condiciones de su morfologia, que permite una vida muy independiente a las palabras, en lat. (como naturalmente en un grado mayor en ide.) éstas dentro de Ja frase guardan una cierta autono- mia y una libertad muy grande en cuanto al orden de su colo- cacién. § 4. La oracién o expresién de un juicio puede ser verbal (patrem amo), nominal (omnia praeclara rara, o también uerum) O mixta (expertus dico), v. Hormann pg. 363. El concepto de «frase nominal» proviene de Msitver, y en varios dominios del ide. (no en lat.) ha sido estudiado por J. Benteny IF 47-1929 pg. 124 sgs- a) La frase nominal sin est era la regla en ide. (Menver MSL 14-1906 pg. I sgs.), y restos bien claros de esto tenemos en ario, gr., esl., etc., e incluso en lat. en frases como iucundi acti labores, Pl. Miles 1118 Dicas uxorem tibi necessum ducere, id. Capt. 398 Quam primum pote y otras (v. Hormann IF 42-1924 pg. 75 gs.) En otros tiempos que el presente, esta primitiva falta de la cépula sdlo era posible mantenerla cuando un adverbio determinaba el tiempo: Virg. Ex. 1V 408 Quis tibi tum... sensus quosue dabas gemitus. La oracién nominal es corriente en het. no sdlo en pres., asi attas assus ‘el padre (es) bueno’, sino en otras formas extrafas a las lenguas ide., como el imperativo, v. Frmpricu Heth. Elementarb. pg. 60. 4) Por otra parte, este tipo de frases ha influido en favor de una verdadera elip- sis del verbo sum ya como auxiliar de verbos perifrdsticos, ya incluso como verbo de existencia: Cic. De nat. deor. 184 Quot hominum linguae, tot nomina deorum, Ce- cilio com. 245 Rimoscs Quibus nec mater nec pater, tanta confidentia2; Cie. De sen. 36 Habenda ratio ualetudinis, utendum exercitationibus modicis, tantum cibi et potio- nis adhibendum, ut reficiantur wires non opprimantur. La elipsis de sum es especialmente frecuente en sentencias y proverbios: Virgi- tio Gedrg. Ill 244 Amor omnibus idem, én enumeraciones 0 descripciones: Ter. Ad. $67 Nati flit: alia cura, en paréntesis 0 formulas de transicién: Ter. Ad. 676 Ridicw- lum, id. Hec. 423 Odiosum, Pl. Capt. 176 Facete dictum, Cie. Pro Lig. 11 Hacc admirabilia, sed prodigit simile est quod dicam, con expresiones temporales: Pl, Stich. 30 Hic tertius annus, en exclamaciones: Virg. Gedrg. I ago Felix qui potuit rerum cognoscere casas; mis racamente en Ja oracion subordinada; Plauto ‘Stich, 649 Saluete, Athenae, quae nutrices Graeciae. El inf. esse falta # veces con verbos auxiliares como potest, solet, etc.: Prop. Il 20, 27 1ili sint, quicwmgue solent in amore dolores. c) Se consideran como frases nominal-verbales (tipo antes ci- tado expertus dico) las que llevan una especie de aposicién al verbo, que en realidad hace el papel de sujeto: Pl. Amph. 1115 Citus e cunis exilit ‘salta de la cuna rapido’ o ‘pronto’, Ovidio Trist. IV 10, 15 Excolimur teneri ‘somos educados (cuando) muy nifios’. Para los ti- pos cadit pracceps e ibant obscuri v. § 99 y 107. § 5. Dividense también las proposiciones en aseverativas o enunciativas, exclamativas, desiderativas e imperativas, e interroga- tivas, v. sobre ellas § 291. § 6. La oracién es principal cuando tiene sentido por si mis- ma, y subordinada o accesoria cuando no tiene sentido por si misma, sino afiadida a otra, a la cual completa o determina. La oracién principal queda a veces incompleta si no se le afiade la subordinada, que en este caso recibe el nombre de completiva: asi en la frase rogo ut uenias, ut tecum colloguar, la subordinada ut uenias es completiva, mientras que la otra, ut tecum colloquar, es una subordinada no completiva (cf. § 321). El limite entre oracién principal y subordinada es dificil de tra- zar (cf. § 289 sg.). HOFMANN pg. 31-32 y art. cit. pg. 76 sgs. ha sefia- lado que la progresiva diferenciacién entre la oracién principal y la subordinada, es decir, la progresiva aparicién de la hipotaxis, repre~ senta una verdadera tendencia a la fusion, borrandose las pausas de la parataxis, las cuales se rellenan con las particulas, y matizdn- dose las diferentes palabras con una mayor o menor plenitud de significacién. El desarrollo de la subordinacién o hipotaxis ha sido particularmente grande en gr. y en lat, Comparese con la sencilla parataxis 0 coordinacién que predomina, en las lenguas semiticas y transparece todavia en cualquier traduccién de la Biblia, y se mediré el enorme desarrollo a que las lenguas clasicas Hegaron en este punto. Ya el lat. are. permite medir el gran desarrollo que habia logrado la subordina- cién. En las lenguas modernas la influencia del lat. ha sido decisiva para la consti- tueién de su sintaxis; en el esp. se percibe la lucha de esta influencia con la de la sintaxis semitica: en las obras del Rey Sabio se nota nfuy bien cuando es un modelo semitico y cuando uno clasico el que pesa sobre la construccién de cada pagina, § 7. La vieja doctrina estoica de las partes de la oracién (yépq tov Aeyov) ha de seguir siendo sustancialmente la base de la sintaxis. La distincién entre nombre y verbo (évopa y fzjpa, respecti- vamente) es fundamental (WackERNaGEL I pg. 70-71). Bien es verdad que las ‘formas nominales’ del verbo constituyen una especie de zona intermedia, y que vemos a nombres como 7p incorporarse al sistema verbal con formas como éyp%v (en realidad yi 7 mas el aumento, como si fuera un verdadero impf.), y lo mismo el saludo ptnico aue, yue se incorpora al lat., es relacionado con el verbo auere (que como pérsonal significa ‘desear’), y adquiere una 2.9 pl. avete; asi tenemos también en San Agustin un Eiate, atten- dite (cit. por Linperpaver ALL 8-1893 pg. 139) comparable al gr. Se5p0, pl. Sede (explicacion psicoldgica de estos fendmenos en Havers Hb. pg. 78 sgs.). Sobre las partes de la oracién, Lenz PS- 35 Sgs., 83 sgs. CAPITULO IL SINTAXIS DEL NOMBRE Seccién I: Género, § 8. El nombre tiene en lat., como en las demas lenguas ide., tres géneros, los cuales corresponden a los dos sexos y alo inani- mado; ninguna lengua guarda légica en este punto: la época primi- tiva en que las cosas mismas eran consideradas como seres anima- dos quedé demasiado lejos, y de aqui que en lat. tantas veces el género gramatical no tenga sentido y hasta contradiga al sexo na- tural. La distincién entre masc. y fem. es posterior a una primera diferenciacién entre el género animado e¢ inanimado o neutro. Tal distincién tenemos atin en lat, en los adj. de dos terminaciones y en ciertos pronombres; en muchas lenguas es esta di- vision en dos la tinica que se conoce (Loumanx Genus und Sexus Gotinga 1932, Pg. 80): asi en vascuence, en hit, (J. Frisprict eZ. Elementarbuch Heidelberg 1040, Pg. 14), en arm.; con mayor complicacién, pero la contraposicién de animado e in- animado esta en el fondo de 1a doctrina del género en las lenguas caucésicas; el esl. conserva (en el gen.-acus. de los animados) un resto de esta distincién. La dis- tincién entre masculino y femenino procede de la «mocién> del adj., que toma los sufijos -d ~i, ete., y los especializa con tal motivo como sufijos femeninos (Specut Der Ursprung der idg. Deklination Gotinga 1944, pg. 307). En 1a flexién, la dife- renciacion de mase. y fem, es moderna (piénsese en que zauta y rosa tienen la mise ma desinencia, y también la tienen guercus y dominus). a) De género animado son en lat. los nombres de parentesco, como pater, mater, nurus, etc.; los de agente, como dator, genitor; los de animal, como /upus, ursus, musca; también son animados los nombres de Arbol, fem. en lat. como en gr.: Sagus, ilex... Notese el contraste entre el drbol, de género animado, femenino, como mater- nal, y el del fruto, inanimado: pirus y pirum, malus y malum (cf. Ha- vers Hb. pg. 102). Parece que el nombre animado ha sustituido 2 un inanimado mas antiguos lat. iguis, ai, agnéh es mas moderno que gr. x39, umb. fir, aaa. filér; el neutro gr. Wop, umb. aZur es més antiguo que lat. agua ser. GA, got. ajya (sobre estos ejemplos, y por razones de geografia lingtlistica, Boxrante JF 52-1934 pg. 223 gs.)- Muchas veces hallamos vacilacién entre el género animado y el inanimado: lat. cae~ lus y caelum, con caeli como imico pl., osco f. fera y n. tertim, como lat. f. terra, irl. n. ¢ér; estas vacilaciones en lat. son frecuentes, a veces cruzéndose 1a influencia de Ia analogia: col/um es ms corriente que coflus (cf., sin embargo, gét. m. hals), iugum tiene un diminutive iugudus. A veces se complica un fem. sg., de forma idén- tica a un n. pl. (H. Zimmermann Glo¢éa 13-1924 pg. 224 sgs.): m. acinus | f. acina, y al Jado del n., més corriente, hay fem. sg. como armenta, arua, Ostia. Sentido espe- cial tienen ciertos pl. n. de sg. m.: locus loca, iocus ioca, cliuus cliua, asi de neruus el pl. meruiae significa ‘cuerdas’, el pl. n. neruia ‘pieza de misica’; inversamente hallamos un pl. f. epulae del n. epulum. Las partes activas del cuerpo son del género animado, bien masc., como pes, bien fem., como manus. Por el contrario, los 6rganos internos suelen ser neutros, como ecur, cor. Los nombres verbales suelen ser animados; en lat, hay muy po- cos, como #oga (de tego), pugna, lucta, Suada (=Ils86, de suadere), y cuando predomina en ellos la idea de instrumento son neutros, asi tegumen, monumentum, pues neutros son en general los nombres de instrumento, como iugum, aratrum, y también los que indican resultado de accion, como donzm. Como colectivos han lle- ado a ser n, nombres como wolgus, pecus. Las crias y los nifios tenian nombres n, en ide,; en lat. ha predominado el sexo natural. 4) En Ja sintaxis se sefiala una posicién especial del n. (W. Havens Glodéa 13- 1923/24 pg. 171 sgs., cf. infra § 35 f, que aparece en acus. en vez de, como si fuera m, of, en gen, pattitivo: asi A 31 2yby héyog dvtémony, Hesiodo Teog. 427 Epyoge cute (gen.) zat fees (acus.!); al mismo orden de cosas obedece la construccién de Sungor con acus., preferida en lat. arc., y las «excepciones» conforme a las cuaies Sruor, fruniscor, utor, se ballan a veces con acus., precisamente con nombres neu- tros (cf. § 77; completamente equivocado H. C. Nurtne, que sostiene, The utor, fruor group, Univ. of Calif. Publ. X 1-5, Berkeley 1928-29, ef. Knout G2. 19-1930 pg. 258- 59, que en estos verbos el acus. es lo antiguo); lo mismo hallamos officium meminé {en vez de gen.). A la misma situacién especial del n. en la sintaxis pertenece acaso la construceién id genus, uirile secus, mulicbre secus (segin J. Waatnovcn Class. Philol. 32-1937 pg. 267 sg. Se trataria en estos casos de un nom. parentético; es pre- ferible relacionarlos con el acus. adverbial, § 35 g). Havers ve una pervivencia de esta posicién especial del acus. hasta en casos de bajo lat. como focdus inito (§ 277 ¢), lo que parece excesivo, Trata del n. en la sintaxis Lérsrepr II pg. 15 sgs., sefialando Ja tendencia del n. a tener un caso tinico, pero reduciendo la extensidn de! fendmeno. Seccién Il: Numero, § 9. Los mtimeros sg. y pl. son los unicos que tiene el lat. Del dual, que conocemos en otras lenguas ide. (pero en todas con ten- 8 dencia a la desaparicién), no se ha podido probar ni un solo caso en lat., fuera naturalmente de ambo y duo. Wackersacer I pg. 76 critica los supuestos duales: segiin ciertos gramaticos lati- nos, el pf. 3.4 pl. en -ére era dual, lo cual es absurdo; Witamowrz interpretd como dual la inser. arcaica Q. K. Cestio, pero se trata del nom. sg. con Ia caida de -s del lat. are. Un caso de significacion dual de wergue ‘una y otra pareja’ en Ov. Fast. V 704 Et ex causa pugnat utergue pari sefala Depruxner Glotta 15-1926 pg. 23. Sobre el numero en general, v. Lexz pg. 113 Sgs- a) No siempre esta de acuerdo la forma con el sentido en cuanto al nuimero (muy amplio sobre esto Lérstept I pg. 12-74): asi Cat. 3,1; 13, 12 Lugete Veneres, Cupidinesque debe traducirse ‘llorad, Venus, y séquito de Amores’, y asi en Veneres un pl. indica sencillamente un sg.—Havers Festschrift Kretschmer (1926) pg. 39-62 ha sefialado casos en que una forma en pl. indica sg., pero con un valor de extensién, asi la expresién iz saecula, o también Q. Cur- cio IV 7, 6 Steriles harenae, tipos como dxzat Litora esp. costas; otras veces el pl. es de intensidad, como irae, animi (cf. esp. dnimos), gau- tia (cf. $ 94); también prefieren el pl. ciertos nombres sacro: ia, arae, templa, monstra, prodigia, omina. Como pl. intensive y de sentimiento ha explicado Scnwyzer RAM. 76-1927 pg. 433 Sgs. (cf. Krott Glotta 18-1929 pg. 27) la expresion si hominem fulmini- bus occisit (Festo 190, 5 Linpsay). Este caso no esté muy lejos del Hamado por Marouzeau REL 13-1935 pg. 43-44 pl. indeterminado en casos como omninm capita demissa erant, 0 in singulos equites tu- nicas dederunt, 0 bien Quint. 1X 4, 91-93 Acres, quae ex breui- bus ad longas insurgunt; leniores, guae a longis in breues des- cendunt, como en esp. ‘las que’ o ‘la que’. Particular desarrollo tuvo el pl. intensivo en aesp.: verguengas ‘afrenta’, amores ‘fineza 0 aga- sajo’, fes ‘promesa de fidelidad’, v. MEnénpEz Pray Cantar de mio Cid 1 pg. 370. numi- 4) Existe también en lat. el pl. poético, bien de palabras que no suelen tenerlo, como cerae, hederae, Virg. égl. V 36 hordea (lo que dice Servio Dan. fué criticado por los contemporaneos con las palabras Aordea gui dixit superest ut tritica dicat), bien también con cualquier palabra, incluso nombres propios: Taygéta; Servio a En. X 532 Nam ‘liberos’ etiam unum dicimus filium, adeo ut Terentius etiam filiam ‘liberos’ dixcrit (pues liberi es un plurale tantum, asi en Gelio Il 13, 1 Jideré es un hijo solo, y se podria traducir mejor ‘descendencia’, v. WackernaceL I pg. 95). Pl. poéticos son muy frecuentes en gr., asi Sf. Ant, 10, 99, 276, 927, 1057. ©) Ciertos objetos prefieren a veces designacién pl., aun siendo uno solo: enses, 9 currits, domus, tecta, aedes, limina, nomina (significando el nombre completo de una persona). Se trata de objetos compuestos de partes o piezas. d) Way nombres que no tienen sino pl., son los pluralia tantum: citemos de éstos en primer lugar divinidades como /emures, caelites, penates, manes; después nombres de magistrados como tresuiri, septemuiri, decemuiri, quindecimuiri (la forma IJ uir es sdlo de los fines del s. 1 a. C., cf. Zhes., y se forma sobre la falsa interpretaci¢n del gen. pl. en -wm como acus. sg.: sé triumuir sim < si triumuirum sim, Havers Hb. pg. 60); ciertas partes del cuerpo, como ares, pal- pebrue, malae, lumbi, nates, clunes; muchas veces también ceriices; ademas scapulae, gingiuae, tonsillae ‘amigdalas’, lactes, exta, artus; otros pluralia tantum son scalae, scopae, moenia, arma, palearia ‘pajar’; muchos de éstos se explican en cuanto objetos complejos, asi fores, exuuiae y los arriba citados de domus, tecta, etc. @) Un pl. retérico tenemos de nombres propios: Marcial VIII 56, 5 Sint Maecena- tes, non deerunt Flacce Marones significando ‘gentes como Mecenas, como Vir- gilio’. J) Existe también el pl. llamado auctoris 0 modestiae (Suotry J/* 42-1927 PRS. 155-190 y 264-305, id. Glo¢ta 16-1926/27 pg. 253 gs), que se usa también en las lenguas modernas, diciendo ‘nosotros creemos’, ‘véase nuestro trabajo’, etc. Asi {mezclando sg. y pl.) Catulo 107, 3 Quare hoc est gratum nobisque est carius auro, quod te restituis, Lesbia mi cupido: restituis cupido atgue insperanti, ipsa refers te nobis; Slotty acentua tal vez el valor sociativo o afectivo de este pl. (v. las obser- vaciones de Hormanx £7 12-1928 pg. 189; poco interesante R. Waite RPh. 50-1926 Pg. 219-37). Se trata en este pl. sociativo o de modestia de un medio de captar la denevolencia del interlocutor, v. Horsann Umgangsspr. pg. 135 ses. 8) Pl. maiestatis o mayestatico tenemos, por ¢j., en las palabras de Aquiles des- pués de dar muerte a Héctor (X 393): ipapsta piya wong, Enépyoney “Europa diov (en este ejemplo Aquiles asocia a su gente, Havers /7b. pg. 123), 0 cuando el ordculo de Fauno dice (Zn, VII 98) Qui... nostrum nomen in astra ferant.O Ennio An. 377 Nos sumus Romani, gui fuimus ante Rudiné (1). El origen de esta expresion solem- ne Jo halla Havens /75. pg. 144 en la primitiva asociacion de un rey o caudillo con sus gentes. 4) Bl pl reuerentiae o de respeto aparece muy tarde, empezando en casos como Ov. Trist. IL 63 Vestri pracconia nominis dirigiéndose a Augusto; se desarrolia como un paralelo del pl. mayestatico; aparece plenamente desarrollado en las episto- las de Simaco (fines del s. 1v), pero ya se seflalan ejemplos en Jerjes en Jenof. Anad. I 7, 6, en Calimaco, ete. 2) Un pl. eliptico tenemos en Castores significando ‘Castor y Polux’, Quiriné en Juv, XI 105 es un pl. que equivale a ‘Romulo (Quirinus) y Remo’. De este tipo es la expresién espafiola /os padres por ‘el padre y la madre’; ef., en cambio, it. geri- tort, fe. parents, al. Eliern, etc, (1) Me atrevo a pasar aqui este ej., que los autores suelen dar como pl. auctoris. 10 Jj) Sucede frecuentemente lo contrario de lo sefialado en ¢c), y hallamos un pl. expresado mediante un sg. colectivo, bien con un apelativo: eguas currit ‘el caballo (la especie) corre’, bien con un gentilicio 0 término preciso: Poenus ‘los cartagineses’, miles ‘los sol- dados’. Muchas veces son los especialistas de un oficio los que pre- fieren este sg., que luego se extiende, v. Havers Hd. pg. 127. La lengua vulgar a veces gustd de este sg. colectivo, y asi decimos en esp. e/ pelo heredando el vulgarismo pilus que en vez de pili leemos en la Mulomedicina. 2) Alguna vez sucede lo contrario que en 3), y asi tenemos sg. en vez de pl. tan- tum: Ov. Ars III 150 Nec guot in Alpe ferae, en vex de Alpibus. J) El sg.y el pl. de ciertas palabras indican cosas distintas: castrum castra, littera litterae, rostrum rostra, copia copiae, etc. En César 4. G.1 40, 10 Frumentum Sequanos, Leucos, Lingones submi- nistrare, iamgue esse in agris frumenta matura hay la misma distin- cién entre el sg. y el pl. que en esp., donde se puede traducir res- pectivamente ‘suministrar ¢rigo’ y ‘los ¢rigas en los campos estaban maduros’; lo mismo winum y uina ‘vino’ y ‘vinos, especies distintas de vino’; mors ‘muerte’ y mortes ‘géneros de muerte’, y de manera semejante Jaws y laudes, wirtus y uirtutes, indicando una laus 0 uir- tus abstracta, o actos concretos de virtud o alabanzas determinadas, caro “earne’ y carnes ‘trozos de carne’. m) Otro tipo de pl. es el que Hama Havers /7b. pg. 71 de concinnidad, donde por paralelismo con otro miembro de 1a frase hallamos el sg. convertido en pl: Pl. Asin. 545 Perfidiae laudes gratiasgue habemus merito magnas, con gra- tias habemus (en lugar de la frase gratiam h,) por concinnidad con Jaudes. Igual- mente tenemos un sg. de concinnidad en Ennio Sc. 12 Amicitiam aigue inimicitiam in fronte promptam fero, con inimicitia en sg. mas ejemplos, bajo la ritbrica de atraccién o asimilacion, en Lurstepr II pg. 106. Seccién Ill: Sujeto, predicado, atributo, aposicién, § 10. Sujeto (subiectwm) es aquello de que se afirma algo en la proposicién, predicado lo que se dice del sujeto (praedicatum de pracdicare ‘enunciar’). Son términos escoldsticos que entran en la Edad Media en la gramatica. La distincién de atributo y predicado es clara, pero en espaiiol y en francés esta complicada por una ter- minologia confusa, que hay que eliminar; véase sobre la cuestién Lenz pg. 39 sgs. y 160, a quien no sigo, pues adopta una posicién ecléctica, pero expone muy bien el problema de terminologia. IL Ei sujeto es normalmente un sustantivo o pronombre, pero también un adj. o inf. sustantivados: Boni in integrum restituuntur, Vinci turpe est. El predicado puede ser nominal 0 verbal. Un verbo, salvo cuando es copula, se predica verdaderamente de un nombre. En Caesar uenit tenemos un predicado verbal en wenit. El concepto de verbo cépula también procede de la escoldstica; esencialmente correspon- de ese papel al verbo sw, y le pueden sustituir otros verbos, como fio, euado, maneo, sedeo, sto, y, en voz pasiva, los que significan lla~ marse, hacer, considerar, etc. Asi se dice, por ej., Aristides habitus est instissimus. También el predicado puede no ir en nom.: Esse pro hoste, Magni praetii esse, 0 ni siquiera ser un nombre: /ta sum, Sic (= talis) est uita hominum, Inceptum frustra fuit. $11. Atributo es un adj. (0 pronombre, participio, numeral) que determina a un nombre. Aposicién es en sentido estricto un nombre que determina a otro. El limite entre atributo y aposicion es (Hormann pg. 628) dificil de trazar, pues la aposicién puede tener una funci6n adjetival (v. mds adelante § 96), asi en las expresiones Exercitus tiro, Milites tirones ‘ejército bisofio’, ‘soldados bisofios’, tiro es un sustantivo usado como adjetivo; y ejemplos de lo mismo son Lapidem silicem, Ventus turbo, 0 también Hor. Od. I 4,16 Fa- bulaeque Manes ‘los Manes, que sdlo son cuentos’, Pl. Poen. 1094 Ei duae puellae sunt meretrices seruolae sorores ‘tiene dos muchachas meretrices, esclavas, hermanas’. La aposicién partitiva es arcaica y popular, y pervive muchas veces en el estilo curialesco: Liv, XXVI 33, 14 Quod senatus iuratus maxima pars censeat, CIL VII 19914 Hic reguiescit in pace corpus clarissima femina; se trata aqui del nominativo desligado, § 28 c. Aposicién oracional es la que establece relacién no entre palabras, sino entre oraciones: Sal. Hist. ep. ad Mithr. 8 Eumenem prodidere Antiocho, pacis mercedem; muy tipica es rem con acus.: Cie, Tuse. 1 102 Hoc dicto admoneor, ut aliguid etiam de humatione dicendum existimem: rem non difficilem. En el uso atributivo del adj. distingue Sommer Sd. Acad. Mu- nich 1928, n.° 7 varios tipos: citemos aquel en que el atributo se coloca de manera ilégica y expresiva, haciendo el papel de un adv., asi Pl. Men. 268 Magnus amator nulierum, o bien en la doble significacién que tiene szmmus mons ‘el monte mas alto’, ‘lo més alto del monte’ (v. sobre este significado § 99). 12 Seccién IV: La concordancia, § 12. La concordancia (syutavis conuenientiae) es una de las partes de la sintaxis mds estudiadas y fijadas, y, sin émbargo, frente a las normas légicas a las que tradicionalmente se concedia la pri- macia, el momento psicolégico ha adquirido una consideracién muy importante (Lérsrept I pg. 1 sgs., IT pg. 135 sgs.). La concordancia se enuncia asi: el verbo concierta con el sujeto en ntimero y persona, el nombre con el atributo o el predicado (no- minal) en género, ntimero y caso, y el nombre con la aposicion sdlo en caso (y a veces en numero): Feminae timidae sunt; Huius hominis oratio proba est, cousilia scelerata; Optimus dicendi magister; Moderator cupiditatis pudor; Athenae, inuentrices doctrinarum (Cic. De or. 1 4). En el pronombre se atiende para la concordancia, en sus formas asexuadas, a lo que significa, asi Vos Jaeti (o laetae si wos se refiere a mujeres) estis. a) Pero las normas de la concordancia no siempre se cumplen. EI predicado puede ir en neutro, especialmente cuando el sujeto no designa a un individuo, sino a la especie o género: Virg. Ex. 1V 569 Varium et mutabile semper femina, o tam- bign en semejante tipo de construccion Cic. Tusc. I 13 Turpitudo peius est quam dolor. Para la explicacién de estas construcciones alega Ernour (a Riemans § 22) la expresion (Ov. Pont. Il 7, 37) Res timida est omnis miser. 4) La concordancia de nombre y atributo parece que se relaja en cuanto el atri~ buto se acerca a ser un adv. La construccién (Ter. Zur. 649) absente nobis (§ 107, 277 B), con su discordancia de ntimero, dentro de un abl. absoluto, es muestra de una situacién en que el nombre y su atributo Megan a no tener relacién mds estrecha que Ja que tienen sustantivo y aposicidn. Otros ej.: Rhet. ad Her. WV 16 Pracsente mul- tis, CIL V 895 Astante ciuibus suis, en esp. Excepto nosotras. c) Irregularidad en la concordancia de ntimeros presentan des- de luego los duales duo, ambo, que han de llevar el sustantivo en pl. En cuanto al género hay discordancias como mea (f.) Glyce- rium (n.), © bien és me scelus attondit, donde is (m.) concierta no gramaticalmente con scelus (n.), sino con una persona a la que se llama figuradamente scelus personificado, en vez de scelestus; com- parese esp. es un bestia. Discordancia en cuanto al caso tenemos en la aposicién de un abl. (con o sin iz) a un loc.: Corinthi, Achaiae urbe, 0 bien Albae, in municipio fidelissimo (§ 91 ¥ 92, 142 6). § 13. Cuando un atributo se refiere a varios sujetos, nunca concierta con el conjunto de éstos, sino sdélo con el mds préximo (y a veces por excepcién con el mas alejado, si por el sentido es éste el mds importante): Sal. Cat. 16, 4 Rapinarum et wictoriae 13 ucteris memores, Cés. b. c. 1 36, 3 Religuas merces commeatusque; Liv. XXIV 2, 3 Vrbem ac portum moenibus ualidam. Esta regla es la contraria a Ja que veremos rigiendo entre sujeto y predicado (o ver- bo) al § 17. Cuando varios atributos se refieren a un mismo sustantivo, éste puede ponerse en sg. o en pl.: Cic. Phil. V 17 Legio Martia quarta- que rem publicam defendunt, o bien, Tac. Ann. | 31, 3 Prima... ac uicesima legionibus. : § 14. Donde el sentido exige un pronombre demostrativo o relativo en neutro sg., cuando el sustantivo a que se refiere (sea atributo, predicado 0 antecedente) sea de otro género, en la época clasica se le pone en ese género, y no en neutro: Sal. Cat. 51, 14 Quae apud alios iracundia dicitur, ea in imperio superbia atque cru- delitas appellatur, donde quae y ea van en vez de quod e id. A ve- ces se extiende este uso al pronombre interrogativo-indefinido: Cic. Parad. 4, 27 Quae est enim ciuitas?, en vez de quod, significando “iqué cosa es una ciudad?’ No faltan ejemplos algo semejantes en esp.: Lenz pg. 330 cita Hl gue parecia labrador era mujer. Son to- do casos de atraccién. Contra ta regla anterior hallamos ejemplos ya en la edad argéntea: Tac. Hist. 1 49,3 Vt guod segnitia crat sapientia uocaretur. § 15. El relat. concierta especialmente con su predicado y no con su antece- dente, cuando la oracién de relativo viene a formar un paréntesis: Cés. 3. G. VII 68, 1 Alesiam (quod est oppidum Mandubiorum) iter facere cocpit: donde quod concierta con oppidum, en vez de ir guae, concertando con Alesiam. Esta costumbre no se sigue, sino que se guarda la concordancia de relativo con antecedente en género y nimero cuando aun tratandose de un paréntesis puede resultar anfibologia: Liv. XXII 20, 8 Ibi urbe, guae (y no quod) caput insulac est, biduum neguiguam summo labore oppugnata... § 16. Siel adj. predicado es un superlativo rigiendo un gen. par- titivo, este adj. concierta generalmente con el sujeto, no con el nombre a que ese genitivo se refiere: Cic. De nat. deor. Il 130 In- dus,... qui est omnium fluminum maximus (concertando maximus con Indus, no con flumen); se da también lo contrario: Cic. Phil. II 113, Seruitus postremum malorum. § 17. El predicado referido a varios sujetos suele ir en pl, es- pecialmente cuando va en pl. el verbo cépula: Cic. De nat. deor. Tl 6 Cerere nati nominati sunt Liber et Libera, Pedro Il 4, 23 Aquila et aper inedia sunt consumpti, pero Cic. Pro Cluen. 146 Mens et animus et consilium et sententia ciuitatis posita est in legibus. 14 a) Poner el predicado en neutro cuando los varios sujetos son de género distinto es cosa normal: Cic. De off. Il 20 Secundae res, honores, imperia, uictoriae, quamquam fortuita sunt, tamen sine hominum opibus et studiis neutram in partem effici possunt. Usar este neutro aun cuando los diferentes sujetos sean del mismo género puede darse (en Cic. como excepcién): Cic, De Jin, Il 39 Stultitiam et timiditatem et in- iustitiam et intemperantiam dicimus esse fugienda, Lact. De opif. 11,20 Ad guas bartes, cum potus el cibus mixta peruenerint. 4) Cuando un predicado se refiere a varios sujetos, entre los diferentes géneros se prefiere en éste el animado al neutro, y el masc. al fem.; con nombres de cosa, el predicado es neutro pl. obli- gatoriamente cuando sean de género diferente, y masc. pl. obligato- riamente cuando sean todos masc.; cuando los varios sujetos sean unos de persona y otros de cosa, puede elegirse la concordancia del predicado como si fueran personales todos los sujetos, 0 bien se le pone en neutro pl., como si todos fueran de cosa: Cic. Phil. V 12 Populi prouinciaeque liberatae sunt, Liv. XX1 50, 11 Rex regiague classis una profecti sunt (regiague classis considerado como si fueran las personas: regit classiarii), id. XLIV 24, 2 Inimica inter se esse li- beram ciuitatem et regem (aqui, en cambio, regen se considera como. cosa, en vez de regiam potestatem, por ej., v. para estos casos Coecuta § 12). § 18. Cuando el verbo tiene varios sujetos, la concordancia se puede hacer de dos maneras: bien poniendo el verbo en pl., bien concertdndole con el sujeto mds proximo. En la primera manera, cuando los sujetos son de distinta persona se prefiere la primera, y si no aparece ésta, la segunda: Ter. Ad. 23 Haec neque ego neque tu fecimus, Pl. Bacch. 886 Et ego te et ille mactamus infortunio; pero el verbo en plural es general cuando los sujetos son de distinta persona. Sin embargo, cuando Ia segunda o primera persona no puede considerarse in- cluida en el significado del verbo ni equiparada a la tercera, el verbo va en tercera persona: Cic, Ad fam. XIII 8, 1 Et tu et omnes homines sciunt,id. V1 3, 4 Miki tu, tid, tua omnia maximae curae sunt. ¥ a veces en las contraposiciones (especial~ mente con éf ... ef) el verbo va con el sujeto mas préximo: Cie, Ad Az#. IV 18, 5 Et ego et Cicero meus flagitabit. a) La segunda manera, o sea concertando el verbo con el su- jeto mas préximo, la tenemos especialmente cuando los sujetos son de la misma persona: Cic. Verr. IV 92 Dixit hoc apud uos Zosippus 15 et Ismenias, homines nobilissimi, Cés. 6. G. 126, 4 [bi Orgetorigis Jilia atque unus e filiis captus est. Esta construccién es especialmente preferida cuando se piensan los sujetos como actuando con inde- pendencia unos de otros, y no en una accién conjunta: Liv. XXV 19, 6 Consules... dinersi... Fuluins in agrum Cumanum, Claudius in Lucanos abiit. A veces concierta el verbo con el sujeto mas-alejado en vez de con el mds préxi- mo, asi en la antigua formula mondrquica Liv. I 32,13 Ego populusgue Romanus. bellum indico faciogue. 4) Hay algo especial (Lewz pg. 394) en Ia concordancia de verbo con sujeto que ia hace profundamente distinta de la que rige entre sustantivo y adjetivo: esta ultima es puramente gramatical, la otra, en cambio, tiene mas de légica. § 19. La constructio ad sensum (xatd obvesy) tiene mucha importancia en la doctrina de la concordancia y representa el mo- mento psicolégico, pues al hacer la concordancia no con el género o ntmero gramatical de una palabra, sino con el de la cosa signifi- cada, es la gramdtica légica la que queda en segundo término: PL. Curc. 187 Vterque insaniunt, Hor. Epist. 1 16, 18 Tactamus... omnis te Roma beatum, Liv. XXXV 26, 9 Cetera classis praetoria naue amissa, quantum quaeque remis ualuit, fugerunt, Vulg. Jerem. % 26 Omnis... domus Israel incircuncisi sunt corde (== LXX xd¢ sixos "L dxspitpnto: xapdiac), Comodiano Zust. 12, 5 Gens... orabant, id. 1 40,7 Si quis uestrum non crediderint. Este ultimo tipo, para nos- otros extrafio, ya en Catén Orig. 5, 2 Jorvan Vuusguisque nostrum, si quis aduorsus rem suam quid fieri arbitrantur, summa ui contra nititur, id. 62, 3 Si quis alter ab altero peterent. EI verbo va en pl. en cuanto de alguna manera el sujeto se concibe como pl., asi leemos dos veces en el S.C. de Bacanales (CIL I, 196, 9 y 18) Isque de senatuos sententiad, dum ne minus senatoribus C adesent guom ea res cosoleretur, iousisent; esta ultima palabra se ha corregido en fousiset desde Mommsen hasta Exnour, pero Lorstept I pg. 7 defiende la doble tradicion iowsisent, explicando la synesis del sujeto como pl.: is = ts ef senatus, is cum senatu. Estas razones psicolégicas explican que en casos parecidos los verbos vayan tan pronto en sg. como en pl., asi C7Z, V1 13028 Quisque hunc munimentum siue uendederit siue donationis causa dede- rit, inferent aerario Saturni sestertios guinguaginta milia nummun. «) Los autores clasicos, especialmente Cic. y, en menor grado, César, no gustan de la constructio ad sensum. Esta es muy natural y primitiva, pues la construccién Iégica, como Ernout (a Riemann n. a § 26 ¢) dice, es relativamente moderna (cf. Hormann pg. 635 7). Ernout explica el ej. de Sal. ug. 14, 15 Pars in crucem acti, pars 16 tits obiecti sunt, interpretando pars no como verdadero sujeto, sino como una especie de aposicién determinativa, y comparando, por ej., Cic. De prow. cous. 24 Cum partim mihi illorum familiares, partim etiam me defendente, capitis iudiciis essent liberati, donde el adv. partim es muy comparable al pars del caso anterior (§ 49 a). Esta independencia del sujeto que facilita la constructio ad sensum estd probada por el hecho de que el verbo puede ir también en otra persona: Hor. Avs 24 Maxima pars uatum... decipimur specie recti. 4) También en cuanto al género se sefiala la synesis: Liv. X 1, 3 Capita coniurationis... uirgis caesi ac securi percussi, Bell. Hisp. 14, 2 Aliquot turmae... sunt deiecti. c) Ya veces la aparente discordancia lo es en género y en nu- mero: Virg. Ex. V1 660 Manus ob patriam pugnando uolnera passi (manus sg. y fem. en sentido propio, con passi pl. y masc.). d) La aposicién ya dijimos (§ 12) que puede no concertar en numero con su sustantivo correspondiente; el verbo y el predicado conciertan generalmente con el sustantivo que lleva la aposicién: Cic, Ad Att. 1 8 Tullia, deliciae nostrae, munusculum tuum flagitat. Lo contrario sucede con los nombres plurales de ciudad cuando la aposicién es sg.: Liv. 11 33, 9 Corioli oppidum captum (y no capti). Aqui tenemos (Lirsrent II pg. 117 sg.) casos de atraccién. Una aposicién que comienza con alter ... alter, alius ... alius, guisque, y deter- mina a un sustantivo pl., lleva en pl. el verbo y el predicado: Liv. Il 7, 1 Ambo exer~ citus, Veiens Tarquiniensisque, suas guisgue abeunt domos; pero a veces sucede lo contrario, y verbo y predicado van en sg. con la aposicion: Cic. De off. 141 Pictores et poetae suum quisque opus a uulgoconsiderari uult. Para la discordancia de la aposicién en caso v. § 28 d. § 20. Mille con el verbo en sg. es un arcaismo que llega hasta la época clasica: Gelio I 16 cita ejemplos de Cl. Cuadrigario [bi occi- ditur mille hominum, Varr6n Ad Romuli initium plus mille et centum annorum est, Caton Inde est ferme mille passuum; también Cic. Pro Mil. 33 Quo in fundo facile mille hominum uersabatur, Liv. XXIL 31, § Ad mille hominum amissum. En lat, arc. mille rigiendo gen. (de can- tidad, v. § 51) sdlo como constr. ad sensum Ileva verbo en pl., ast Pl. Trin. 425 Trapezitae mille drachumarum..., quas de ratione dehi- buisti, redditae? v.§ 51. § 21. Ciertas construcciones ad sensum se explican como resultado de conta- minaciones, asi el tipo wter meruistis culpam? de uter uestrum meruit + uos me- ruistis, 17 En una oracién de relativo el verbo concierta con Ia persona a que se refiere, asi PL Amph. 177 Hodie qui fuerim liber, eum nunc potiuit pater seruitutis “(yo), que era hoy libre, el padre me (cum correlativo de gui) ha reducido ahora a servidumbre’: cruces semejantes: Hor, Od. Ill 27, 51 O deorum si quis hacc audis, Trag. inc. 3§ Riperex Danai, gui parent Atridis, quam primum arma sumite. § 22. En el bajo lat. aparece la construccién de neutro pl. con verbo en sg.: Mu- Jomed. 399 Ea uitia difficiliter uincitur, que coincide con helenismos como Itala Mare. 4, 11 Jn parabolis omnia dicitur = néovea hijeta. § 23. El verbo concierta con otro sustantivo que vaya en rela- cion con el sujeto, y no con éste, si ese sustantivo va mds cerca: Virg. égl. VII 67 Nihil hic nisi carmina desunt, en vez de nihil deest nisi carmina, o bien con la misma discordancia de numefo: Ov. Trist.12,1 Quid enim nisi uota supersunt, Ter. Andr. 555 Aman- tium irae amoris integratiost los enfados de los amantes es el com- plemento del amor’. De la misma manera el verbo concierta a veces con el predicado y no con el sujeto: Cic. De diu. I 43 Non omnis error stultitia est dicenda. § 24. La concordancia del relativo presenta construcciones xxv aSyeat: puede ir el antecedente pronombre personal no expreso, pero contenido en un posesivo: Sal. Jug. 83, 28 Vostra consilia accusantur, gui (antecedente: uos contenido en uostra) mihi summum honorem imposuistis. De modo parecido ocurre cuando el re~ lativo © demostrativo concierta con el sentido contenido en el antecedente: Cic. De Jn 94 Hic, si Peripateticus fuisset, permansisset, credo, in sententia, qué (rele- tido a un Peripatetict pl.) dolorem dicunt malum esse, id. Tusc. | 22 Democritum omittamus, nilil enim est apud istos, guod non atomorum turba conficiat, id, De fin. \\l 70 Amicitia est ex co genere guat (pl.) prosunt. Cf, Lirsteot IL pg. 138. La equivalencia de posesivo y genit. da lugar a la constr. ad sensum de que la aposicién 0 determinacién vaya en gen, sobre un posesivo: Cic. Phil. 111 Tuam hominis simplicis pectus, id. Ad Att, XI, 15, 2 Solius... meum peccatum, id. Ad Sam... SN 13 Tuum studium adulescentis per spexi, Liv. XXV 38, 3 Vestram omniun uicem, Semejante, pero mas atrevida, es !a construccién en que el gen. se apone a uun adj., partiendo de la primitiva equivatencia de gen. y adj. (v. § 43, flius regius» Filius regis): B 54 Neavopty (= Néctopnc) aupd yqi Iohoepevtoc, Liv. XXX 34, 2 Pugna Romana (= Romanorum) stabilis, et suo te armorum pondere incumbentium in hostem (donde incumbentium es una determinacién del adj. Romana). Un adj. hace de antecedente de un relativo en cuanto contiene un nombre: Cés. 6. G. 140, § Seruili tumultu, gues... (donde el relativo concierta con el gen, ser uorum contenido en el adj. seruilis). Lo mismo tenemos con un verbo: Sal. Cat. 18, 2 Conturaucre pauci..., de gua (i. €. coniuratio!). También el relativo puede concertar no con su antecedente gramatical, sino con lo que significa éste: utr. Brew. I 16 O. Fabius Maximus Tarentum recepit, in gua.. (i. e. urbs!). 18 Seccién V: Sintaxis de los casos, § 25. El lat. hereda la situacién ide. comin, donde la estructura de la frase se funda en parte en Ia flexién casual, Apenas podemos entrever una situacién anterior a la separacién de los dialectos, en Ia cual los nombres (y pronombres) eran indecli- nables: esto se percibe en ciertas formas de! pronombre personal, en los numerales (entre 5 y 10), en ciertos neutros, como fas, en el primer elemento de los nombres compuestos, en los indeclinables como frugi, neguam, pondo. En la misma flexién de. se reconocen ciertos casos con sufijo cero, asi el loc. en véd, y tal vez en otras lenguas. La flexién nominal en ide, ha ido desgastindose, y en general (donde no se ha reconstruido mediante procedimientos que recuerdan las lenguas «aglutinantes», v. mi trabajo «Sobre ciertas anomalias de la flexién nominal ide.» en Emerita 9-1941 PE. 163 sgs. y V. Seauiéxa Vyjooy ceské deklinace Praga 1941) ha tendido a desapa- recer, Asi ha ocurrido en lat., donde, en cambio, se ha desarrollado el uso de las preposiciones. Cada dialecto ide. ha seguido su ritmo propio en el proceso de sim- plificacién (dejando aparte ciertas lenguas que, como las neoindias, han sustituido el desgaste de Ia flexién por otros medios que por !a reduccién de 1a misma), y asi el eslavo y el balt. van muy despacio en este camino, el gr. aun hoy conserva vivos dos (0 tres) casos, mientras que en iranio occidental ya no hay flexién desde los primeros glos de la era. En lat. la declinacién muestra un estado cadtico en muchos testimo-. nios, especialmente epigraficos, del siglo v de C., mientras que el sistema de dos casos, directo y oblicuo, pierde en francés sus tiltimos restos en el siglo xiv. En ru- mano actual quedan todavia restos de la flexién como nom. casd, gen.-dat. case, y hasta ésta se ha reconstruido con ayuda del articulo, sobre el modelo de otras lenguas balednicas, como el albanés. Sobre la reduccién de casos en lat., revisando los re- sultados del método de reconstruccién de los romanistas, NorBERc pg. 26 sgs. De los casos ide. el lat. ha refundido en el abl. el antiguo loc. y el instrumental Pero este proceso de refundicion y reduccion de varios casos a una misma forma, lla- mado «sineretismo» (Drnaxticx, v. WackERNAGEL I pg. 301), ya estaba iniciado en 1a época comin del ide., especialmente en el dual y con menos intensidad en el pl.: asi tenemos el dual en s6lo dos formas para todos los casos; dat. y abl. de pl., nom, ac. y voe. del neutro; gen. y abl. del sg. no se distinguian ya en ide., sino en la flexion tematica. En lat. esta reduccién de formas se acenttia. § 26. Por su uso sintdctico los casos latinos se dividen en recto, ztdac 4997, que es el nominativo, y oblicuos, que son los restantes. El voc. queda aparte, pues no es un caso, sino una forma temdtica sin desinencia, casi como una interjeccién, una oracién por si. Sus caracteristicas morfoldgicas ya indican su puesto aparte: comparese con la 2. persona sg. del imperativo, que tiene el mismo grado -e en la vocal tematica. Se han intentado explicar todos los casos desde un punto de vista localistico (BRucMANN Grundriss, ll 2 pg. 464 sgs., critica de la teoria en Kro.t pg. 37 sgs.), pero es mejor separar los casos loca- 19 les de los gramaticales: son locales el acus. en cuanto es de mo- vimiento (lativo), el abl. y el loc., los cuales representan relaciones concretas y visibles, y por eso tienden mds inmediatamente a preci- sar la relacién de lugar mediante preposiciones; los otros casos, llamados gramaticales, que son el gen., dat. y acus. objeto, indican relaciones no locales, sino de cardcter abstracto y légico. § 27. Los nombres de los casos provienen de los gramaticos griegos, siendo los que de los graméticos latinos hemos heredado traduccion y adaptacion, salvo para el abl., que como no existia para los gramiticos griegos, debe su nombre a los lati- nos. De estos nombres, el nominativo traduce dvopastexi, rtHarg; el genitivo corres- ponde a jsvucij wiéaig, con la diferencia de que el nombre griego queria decir mis bien ‘general’, significando las amplias funciones que le corresponden a este caso en griego, mientras que en lat, el traductor prefirié escoger la acepcion ‘engendrar’ de pinot, y pensando, sin duda, en que la filiacién se expresa en genitivo, forjé el nombre genitiuus. A dutch corresponde perfectamente datixus. El nombre de accu- satiuus proviene de una confusion, pues aittaw) proviene de aicta ‘causa’, mientras que el traductor latino entendié esta voz en el sentido més restringido de ‘acusacién’; mds propia era la traduccién causatiuis, que cita Prisciano, El ablative es una feliz denominacién dada por los gramiticos latinos, que precisa muy bien las relaciones propias del sexto caso. Que el vocativo no era un caso lo supieron muy bien ya los estoicos, que le Ila- maron xposayopentuiy npiypa; pero los gramaticos griegos lo consideraron el tiltimo de los casos, y el quinto lugar siguié ocupando para los gramaticos latinos, que le Hamaron ocatiuus. a) Nominativo. § 28. En todas las lenguas ide. el nominativo caracteriza al portador o centro de un acontecer; es, pues, el caso del sujeto (y del predicado con swm y los demas verbos que equivalen a la cépula). También van en nom. oraciones nominales: Cic. Pro Sest. 74 Cla- mor senatus, querellae, preces, socer ad pedes abiectus. El nom se contrapone a todos los casos oblicuos y podria Ilamarsele, como hace Lérstept I pg. 76, adoptando una expresién de Brnacusr, el caso de la «posicién de descanso» en sintaxis (sytaktische Ruhe- lage). a) El nom., por su misma significacion de independencia y su contraposicion a los demas casos, presenta fenémenos muy especia- les en la sintaxis (véase Havers JF 43-1926 pg. 207 sgs. y Glotta 16-1927 pg. 94 sgs.), ya que una expresién nominativa se concibe muchas veces desligada de la sintaxis de la frase, independiente de las imposiciones del régimen. Como dice THurNrvsen KZ 53-1925/6 20 pg. 86, «en cuanto Ja tensién sintdctica cede, el sustantivo se apre- surafajvolver al nominativo». Tipos de este nominativo tenemos en Ev. Juan 13, 13 ps quvelté pe 6 Bddoxanos xai 6 Kaptoc, Prop. 118, 31 Resonent mihi Cynthia siluae, donde Cynthia esta aislado y como textualmente recogiendo el eco de las selvas, que dicen Cyzthia en vez del gramatical Cyn- thiam, obj. de resonent (caso contrario al de Prop. tenemos en Virg. égl.§1 5 Formosam resonare doces Amaryllida siluas, v. mi nota a este pasaje). 4) De un tipo muy espontdneo, independiente de toda logica gramatical, estel nominative de denominacién, por ej. en Ov. Met. 1 169 Est nia sublimis.. lactea nomen habet, donde Jactea aparece aislado, ni como gen. dependiente de xomen, ni como acus. apuesto. Lo mismo id. XV 96 Vetus illa aetas, cui fecimus aurea nomen; y esto sucede mucho en los autores vulgares: Peregr. 1, 2 Per ualle illa, quam dixi ingens (v. Lorstevt Kommentar pg. 50). c} Esta independencia del nom. se da en lat. frecuentemente en el tipo lucus Libitina (of. esp. Calle Alcald, Calle Zamora, Calle Diego Leon), asi Disnn Inser. christ. 398 Titulus Aurelius Ikarus, 0 cosa parecida en enumeraciones: Juv. 3, 76-77 Quemuis hominum secum attulit ad nos: grammaticus, rhetor, geometres, pictor, aliptes.., donde vemos la enumeracién en nom. a pesar de ir en relacién con quemuis, La explicacion estd en que la pausa después de vos permite que se produzca la relajacién sintdctica a que mds arriba hemos aludido. 4d). Muy proximos a estos ejemplos son los de discordancia en caso entre la apo- sicién en nom. y el nombre a que va apuesta (§ 11): CZL VI 3283 Curante Fronti- nio Frontone, heres ipsius. Y la misma discordancia hay con el part. predicativo en nominativo: CIL VI 2139 Cocliae Claudianae V(i) V(ae) maximac a diis electa me- rito, Diehl Inser. Christ. 4886 Stafulo, arconti et archisynagogo, konoribus omni- bus functus, Restituta coniux benemerenti fecit. Se produce a veces una verdadera relajacién en la relacién entre el nombre y la aposicién, yla veces discuerdan en caso, volviendo le aposicién al nom. como «posi- cién de descanso»: Defix. Tab. 270, 12 Anima et cor uratur Sextili, Dionysiae fi~ Ziws. Muchos ejemplos en NorsErs pg. 66 sgs. ¢) El nominativo puede aparecer en una aposicién 0 predicado, atraido por una oracién de relativo: Cic. Pro Lig. 31 Spes est posita... in eorum studiis, qui ate pro Ligario petunt, tui necessarii. § 29. Existe un nominativo independiente o aislativo-en- fAtico (Havers) que viene a anunciar de lo que trata la frase, asi 21 Caton ovat. pg. 47 Jorpan Serui, ancillae, si quis eorum sub centone crepuit, quod ergo non sensi, nullum mihi uitium facit “(por lo que hace a los) esclavos y esclavas...” Hormann llama (pg. 375) «tema- tico» a este nominativo, y lo considera desarrollo del nom. aislativo- enfatico, que tenemos, por ej., en Pl. Rud. 1291 Ego gui... prehendi. ei dare negatis quicquam, Caton agr. 34, 2 Ager rubricosus... tbi lu- pinum bonum fiet, id. 157, 3 Cancer ater, is olet. Son, como § 28 b, tipos corrientes en la lengua popular. Numerosos ej. de los sermo- nes de San Agustin da Cur. MonrMann Glotta 21-1932 pg. 20 sgs. En Ja lengua conversacional existe también un nominativo exclamativo, muy cercano al anterior: Petron. 57 8 Ecce magister tuus, homo maior natus: place. mus illi (cf, Homann Omgangsspr. pg. 103)- § 30. El nominativo absoluto resulta de un verdadero ana- coluto: Bell. Afr. 25,1 Rex Luba... non est uisum dari spatium ‘el rey Yuba... no le parecié dar lugar’ Pl. Poen. 659 Tu, si te di amant, agere tuam rem occasiost (véase Lirstevt Glotta 4-1913 pg. 253 Sg.). Esta construccién se desarrolla mucho en el lat. tardio, y a él se puede reducir el dicens nom. que es resultado de una influencia biblica (Lirstept I pg. 84 sg.): Vt audirent uocem patris de caelis tes- timonium reddentem de filio suo dicens..., 0 bien: Quod ex interroga- tione ipsius legis doctores aduertere possumus, dicens.,. Sin embargo, J. Scurynen Veophilologus 11-1926 pg. 218-20 sefiala ejemplos mds antiguos: Pisén fr. 27 Peter Hi contempnentes eum nemo ei assurgere uoluit. § 31. Nominativos petrificados son ciertos adv. o prep. como frans, uersus (ch. § 146, 169 sg.), deinceps, mordicus (cf. fr. volontiers < uoluntarius)... ¥ en al- gunos casos esta petrificacién sucede en época tardia, asi Peregr. 29, 6 Reuertuntur ergo omnes ad ciuitatem rectus ad Anastase, Virg. En. Xi 183 Si fors ‘si forte’. Un resto de 1a posible situacién independiente del sujeto frente al predicado (v. $8 12 ay 19 @) tenemos en una construccién bastante frecuente en Tito Livio, y Tara en otros autores, que consiste en poner un nom. con el part. predicativo en abl. absoluto o con el gerundio o gerundivo en abl. sin preposicién 0 con el gerundivo, asi XXXIX 49, 3 Quibus dum locum ad euadendas angustias, cogendo ipse agmen, Praebet ‘a los cuales, mientras les da lugar para salir de las angosturas, con cerrar él la marcha...", XXXII 35, 1 Decem legati... ad liberandas suae guisgue regionis ciuitates. discesserunt. Esta construccién, como sefiala Remayn Et. sur /a langue et Ja gramm. de Tite Lives Paris 1885 pg. 259-61, no es posible sino cuando ese nomi- nativo representa al mismo sujeto de la oracién principal. 22 6) Vocativo, § 32. Forma propia no tiene en lat. el voc. sino en los temas ‘en -0, y es un caso en desaparicién. Parece que en ide. el voc. era enclitico (WackerNnaGeL JF 1-1892 pg. 412 sgs.), y por eso en lat. no se suele hallar iniciando frase. En cambio en gr. si la encabeza (MeiLLet-VenpRyes pg. 498). La interjeccién 0 no va en lat, en prosa con el voc,, sino s6lo con un fuerte mo- vimiento patético de asombro, alegria 0 célera. Cic. De sen. 19 O dit boni, quid est in hominis uita diu? En cambio, id. Pro Sex. Rose. Am. 1 Credo ego uos, indices, mirari. Usos como Virg. gl. Il 54 Vos o Lauri se deben a helenismo. EI voc. va aislado en la oracién, pues ya es una oracién por si solo: Virg. En. 1X 525 Vos, 0 Calliope, precor, aspirate canenti! Sin embargo, el voc. puede Ilevar dependiendo palabras, que se cons- truyen como si el voc. fuera un caso, segtin les corresponda: Hor. epod. 1, t Prima dicte mihi, suiima dicende Camenia, Maecenas! Una verdadera atraccién ejerce el voc. sobre el predicado, que aparece en voc., y no en nom., como corresponderia dado el ais- lamiento del voc. en la frase. Es el tipo (Tedcr. 17, 66) dhfre (en vez de shBtos), xodps yévow. Asi se cita en lat.: Virg. Ev. ll 283 Quibus, Hector, ab oris expectate uenis?, Hor. Sdt. 19, 4 Quid agis, dulcissime rerum, Tib. 1 7, 53 Sic wenias hodierne (donde el voc. que atrae ni siquiera va expreso), Pseudo-Sén. Octavia 31 Coniugis, heu me, pater, insidiis oppresse iaces. § 33. La frontera entre el nom. y el voc. es muy dificil de tra- zar, pues ya en lo que podemos saber del ide. el nom. sustituia al voc. en muchas palabras que de él carecian: asi des (explicacio- nes fundadas en la religiosidad primitiva y el valor adjetival casi de este apelativo en Wackernacet I pg. 297 v Loérstept I pg. 92 sgs.), populus, el pronombre y probablemente el adj. (v. WacKERNaGeEL I pg. 307). Por eso es muestra de la primitiva equivalencia de nom. y voc. el pasaje homérico (I 276) Zed xarep, “[dydev peddwv, xbdete peyote, Tehtss 8, 65 xdve’ popgs... Lo mismo hallamos en ario. Lirs- Tevt | pg. 98 sefiala que en esta aparente incongruencia el nom. no es pensado por el que habla como exactamente equivalente al voc., sino como una especie de aposicién o predicado, asi en A 189 gikoc & Mevéhas. En lat. tenemos en Plin. Hist. nat. VIL 117 Salue primus omnium paréns, patriae appellate, primus in toga triumphum merite, donde primus no es un voc., sino un adj. como ¢tAos. Parale- 23 los esl. y de otras lenguas (Wackernacet I pg. 307, R. Loewe KZ 55- 1928 pg. 199-237) nos aseguran se trata de un fendmeno antiguo. A veces alternan nominativo y vocativo por reaparecer el primero. a consecuencia de la relajacién sintactica: San Ag. Conf. 1 4, 4 Summe, optime, potentissime, ... stabilis et incomprensibilis, inmutabi- lis, mutans omnia, numquam nouus, semper agens, semper qutetus... (v. sobre el citado trabajo de Lorwe sobre el nom. por el voc. en ide. Hormann /¥ 14-1930 pg. 184 y Krout Gil. 19-1935 Pg. 259). @) Nominativo en ver de voc. se halla a modo de perifrasis explicativa en poe- Virg. Br. VI 835 Proice tela manu, sanguis mews. Hornasx pg. 374 10 con- sidera diferente esta construccién de los nom. que meus, que no tiene terminacién vor. (ni on gr. tude), suele Hevar consigo: Pl. Asin. 664 Da, meus acellus, mea rosa, mi anime, mea uoluptas, argentum miki, Augusto en Gelio XV 7,3 jaSpic meus asellus incundissimus. En cambio, con el voc. se prefiere al posesivo el antiguo gen-dat. mi (<*moi): gnate mi, mi anime. 4) El mismo Hormany ébid, sefiala que salvo los nombres que por su propia na- turaleza no tienen voc. (como deus 0 popilus, teniendo en cuenta que la mentalidad antigua evita dirigirse a un vago apelativo o a una colectividad que es imposible esté Presente entera), cuando el nom. aparece por el voc. se trata de un helenismo. Un arcaismo intencionado es el de Livio Il 24, 7 Audi tu, populus Albanus. Un voc. po- pule sélo se inicia en Ps. Quint. Decl. 302 pg. 192, 3- No hay que entender como nom. por voc. expresiones como Pl. Capt. 870 Adi, stultus, pues este adj, aislado es un verdadero predicado = stultus es. «) Un helenismo es hacer concertar la aposicién con un voe.: Cat. 77, 1 Rufe, mili frustra ac nequiguam credite amice. Esto no se halla sino en los poetas; un prosista hubiera eserito: Rufe, gid... creditus es amicus. Y pottico es el ej. de Pli- nio cit. mas arriba, con appellate en ver. de gui appellatus es. c) Acusativo. § 34. Ya hemos recogido (§ 26) la distincién dentro de! acus. de dos verdaderos casos distintos, el local de direccién o término del movimiento (lativo) y el puramente gramatical que indica el objeto (complemento directo) sobre el que recae la accién del verbo. Los limites entre uno y otro caso. son a veces dificiles de trazar, pues lo decisivo es el valor del verbo, y si es transitivo o intransiti- vo. Y en este punto, como veremos (§ 186), las analogias y asocia- ciones de grupos seménticos hacen dificil la clasificacién de los ver- bos en uno u otro grupo o la modifican. Por otra parte, verbos intransitivos se hacen transitivos, 0, por el contrario, transitivos 24 funcionan como absolutos: asi doleo, /ugeo, son intransitivos; pero se puede decir doleo aliquid, lugeo aliquid; 10 mismo horreo y horreo aliquid ‘tengo miedo u horror a algo’, rideo, gemo, paueo, trepido, eto. Del mismo modo maneo como transitivo significa ‘esperar’ a alguien, asi Virg. En. VII 596 Te triste manebit supplicium, y también depereo aliqguem ‘morirse de amor por alguien’, etc. Véase sobre la cuestién también § 186. Se ve, pues, que es imposible redueir a una formula comtn los distintos valores que se han reunido en el acusativo (todavia pretende reducisle a caso local exclusi- yamente M. Barone Steadi sul significato fondamentale dell’ acc. ¢ sulla teoria loca listica, Roma, Befani, 1926, v. critica de Krou, en Glotta 17-1928 pg. 276-77)- § 35. Acusativo objeto es la funcién propiamente gramatical de este caso, designada en Ja gramdtica tradicional con el nombre de complemento directo. Este objeto del verbo que se designa en acus. puede ser externo o interno, a) Al primer tipo corresponden los acus. con verbos que signi- fican causa, indicando el acus, precisamente elefecto o el término de la accion, tipo infligo wulnus. Asi tenemos Virg. égl. 113 Agere ca- pellas, Ter. Eun. 727 Vinum bibere, Pl. Amph. 924 Dare ueniam. Al segundo, aquellos acus. que indican algo que coincide exactamente con la actividad verbal: Ter. Eu. 586 Consimilem luserat ludum, Cic. Top. 29 Seruitutem seruire, id. De sen. 77 Viuere eam uitam, guae sola et uita nominanda. En este caso la conciencia del que ha- blaba percibia la relacién entre la raiz del verbo y la de su objeto: es la llamada figura etimoldgica, nacida en la lengua religiosa y juridica y luego vivificada por los poetas o resucitada por influen- cia gr. en los autores eclesiasticos. La figura etimolégica puede existir aun con un acus, externo: Dicta dicere, No- men nominare, Pocla potitare. La variatio introduce en la figura etimolégica desvia- ciones como Pl. Poen. 1187 Vinimus uitalem aenom, lo que es una uarjatio solemne en vez de , witam, o bien pugnare proclia, etc. Una variedad de la figura ctimoldgica es aquella en que el objeto tiene una ex- tensién menor que el verbo, constituyendo como una determinacién precisa del sen- tido de éste: Pl. Persa 824 Saltem staticulum ‘que yo baile la danza st.’, lo que es una variacién de saltationem saltare, \o mismo Hor. Sd¢. 1 5, 63 Saltaret... Cyclopa ‘bailar 1a danza del C.’; enlazando este tipo con el de simple acus. objeto, tenemos Tae. Hist. 1 30,1 Amicum agere imperatoris ‘hacer el papel de amigo del empe- rador’, 4) Citemos como verbos que se construyen con acus.: deficere, 25 duuare, adiuuare: Cés. b. G. I 10, 4 [psos res frumentaria deficere coepit. En Liv. deficio va con dat. sustituyendo a deesse: I 24,7 Illis legibus populus Romanus prior non deficiet. - con dat. de pers. y acus. de cosa: Tusc. 1 44 Quom corporis facibus inflamari soleamus ad omnes fere cupiditates eoque magis incendi, quod iis aemulemur, qui ea habeant, quae nos habere cupiamus, id. Pro Flacco 63 Vt omnes eius laudare instituta Sacilius possint quam aemulari. adulari va con acus. en Cic. y Tac., con dat. en Nep. y Liv.: Nep. Atico 8,6 Neque potenti adulatus est Antonio. Quint. IX 3, 1 dice, anotando él predominio del dat. en su tiempo: Huic, non hunc adulatur iam dicitur. ¢) Los impersonales Jatet, fallit (estos dos como helenismo sobre havddver), fugit, praeterit, decel, dedecet, miseret, paenitet, piget, pudet, taedet (pertaesum est), \levan en acus. la persona a que se re- fiere (y el objeto en gen., cf. § 56): Pudet regem facti ‘al rey le da vergiienza de lo sucedido’, miseret nos hominis ‘nos da compasion el hombre’. Sobre los verbos intransitivos usados como transitivos, § 186. aemulari va en Ci @ No hay que decir que las formas nominales del verbo tienen ef mismo ré men que los verbos, salvo lo indicado al § 58. e) Cuando el objeto lleva una aposicién o cuando seria un nom- bre de la misma raiz que el verbo y va sustituido por un sustantivo que determina el objeto no expreso, tenemos el acusativo de deter- minacién: Cic. De off. Ill 42 Stadium currere “hacer la carrera de un estadio’, Pl. Au. 152 Lapides logueris ‘dices (palabras como) piedras’. Ff) Otra variedad del acus. interno es el que sin ser ya figura etimoldgica constituye una transicidn hacia el acus. adverbial: tipo multum (multa) quer’. El caso més normal es con los neutros de pro- nombres: /d doleo, Hoc glorior, Cic. De or. 1 35 Cetera assentior Crasso. Pero también aparecen en este uso del acus. otras palabras que pronombres: Pl. Capt. 421 Istic me haud centessumam partem faudat, que ha sido comparado con la construccién de acus. de ex- tensién, y que Lorstepr, por su parte (I pg. 262), acercaa una primi- tiva aposicién partitiva, como en Pl. Mil. 93 Meretrices maiorem partem... 0 como en el origen del adv. partim (cf. § 19 a, 37). Acus. del mismo tipo es (Lérstept ibid.) el hoc = propterea que tenemos en Sén. Contr. X 3, 10 An non hoc puella perierit, quod pater illi tam 26 dure responderit. También se percibe como en fartim el origen acus. de los adverbios en -tim -sim en expresiones como Amph, 271 Statim stant signa, id. Cas. 443 Recessim cedam, (Seguimos en esto a Hormann pg. 385, contra Menitet BSL 25-1924 pg. 131 Sg-, que piensa en origen de un instr.) g) Comparables al acus. adverbial (pero sin olvidar lo dicho § 8 6 sobre la especial situacién sintactica del neutro) son expresio- nes como id genus, omne genus, id aetatis, hoc noctis, uirile secus, asi Cat. agr. 8, 2 Coronamenta omne genus, facito ut serantur, Varrén rust. 1 29, 2 In id genus praediis, Pl. Trin. 787 Hoc me aetatis syco- phantari pudet ‘a mi edad me da vergiienza...’ $36. El doble acusativo envuelve varias construcciones dis- tintas. 2) La mas normal de éstas es aquella en que el segundo acus. es como un predicado del objeto: tipo facio (puto) aliquem aliquid; asi Cic. De nat. deor. Il 52 Mesopotamiam fertilem efficit Euphrates. Esta construccién en lat. tardio tiende a aclararse con giros con Zamquam, quasi, pero en lat. arc. era muy usada y normal: Pl. Asin. 913 Mandata dicam facta. E\ tipo aparece en esp.: Cantar del Cid 3303 Hyo las he fijas e tu primas ‘las tengo como... y tu por...’, y la evolucién del lat. se repite. 4) Doble acus. tenemos con persona y cosa, siendo ambos objeto exterior: es el tipo Ego te haec doceo. Si por una parte en éste tenemos que el acus. de cosa no necesitaba ir expreso (ego te doceo, a saber: Aaec, cf. BRUGMANN en su fundamental articulo en JF 27-1910 pg. 126), por otra tenemos que este acus. se aproxima al adver- bial: Pl. Men. 700 Consulam hanc rem amicos, 0 también Quid me nis? —Este acus. se usa con doceo, posco, rogo, interrogo, celo: Cic. Verr.1 3 Verres parentes pretium pro sepultura liberum posce- bat, Cic. Ad fam. 1 16, 3 Non celaui te sermonem hominum. Si frases con este doble acus. se vuelven en pasiva, el acus. de cosa se conserva con el verbo doceo: Hor. Od. IL 6, 21 Motus doceri... Ionicos, especialmente con el verbo en participio: Tac. Agr. 26, 1 Iter hostium... edoctus; también con el verbo peto, precor, postulo. Es especialmente corriente la expresién rogari sententiam. "Andlogamente: César 4. c. 187, 3 Petreius atque Afranius cum stipendium a legio- nibus flagitarentur, Ov. Met. 1137 Segetes non poscebatur humus. Se citan algu- nos casos mas de verbos con doble acus. (y también pasivos con acus. de cosa): Pl. Cure. 630 Anulum guem parasitus te elusit, 0 bien Damnare aliguem decem milia sestertium. c) El doble acus. puede consistir en un doble objeto, determi- nando uno de éstos al otro: Pl. Mex. 549 Inauris da mihi... stalagmia 27 ‘dame unos pendientes (en forma de) gotas’, ejemplo en el que Hormann pg. 384 ve la aposicion como origen de esta construccién. Mas desarrollado lo tenemos en ejemplos como PI. Cist. 641 Virum hac me feriam an ab laena Latus? También tenemos esta cons- truccién con medidas de cantidad, asi Cat. agr. 122 Jd mane ieiunus sumito cyatum. E| tipo mds claro de esta construccion (por ej. Virg. En. X 699 Latagum... occupat os facienque aduersam ‘AL. se anti- cipa a herirle el rostro y la cara de frente’) es también un grecismo, cf. \ 240,x4y 3° dog: aKAE’ adyéva, construccién que se lama schema Jonicum o figura za? Ghov xai pépos. § 37. El acusativo de relacién es un grecismo (R. BriimEL IF 44-1927 pg. 259, Lérsrept II pg. 421), por lo cual se llama tam- bién acusativo griego. Sin embargo, Hormann pg. 378, considera (apoyandose en Brucmann /F 5-1895 pg. 112 y 27-1910 pg. 132, pero limitando la explicacién de éste, para quien el acus. de relacién no merece el nombre de «griego») auténticamente latino al que va con verbos en voz media que significan ‘vestir’ y ‘desnudar’: del tipo in- duor uestem tenemos en participio Pl. Men. 511 Non ego te indutum Soras excire uidi pallam?, y de la prenda vestida se ha extendido la construccién a la parte del cuerpo: Virg. ég/. VII 32 Suvas euincta cothurno, id. V175 Scyllam... succintam latrantibus inguina monstris (que Fray Luis de Leén traduce /as ingles cefiida). Por lo demas, y con otros verbos que éstos, el acus. de relacién aparece en lat. por helenismo: CE 215, 2 /ugredi pedem es un calco de épBeBag x0du. ‘También dependiendo de adj. este tipo de acus. depende en absoluto. de modelos griegos: he aqui varios calcos en Virg. Ex. VIII 114. Qui genus = veg ch jév0g, id. V 285 Cressa genus = V 471 Aivwhig isvety, Ov. Met. IX 307 Flaua comas = 0 113 xdon Euvdéc. Este acus. de relacién se halla como acusativo absoluto descriptivo (v. el ejem- plo Virg. ég?. VI 75 mas arriba) en las lenguas romanicas, v. NorvERG pg. 87 sgs. Cetera y ceterum, multa y multum, omnia y algan otro neutro (§ 35 y 8) estan a veces dentro del acus. de relacién, limitando con el adverbial: Pl. Ailes 927 Quiescas cetera ‘que descanses en lo demas’, Virg. En. V 558 Omnia Mercurio similis. Tam- bién aqui ha extendido este tipo la influencia griega (Wéurris ALL 2-1885, P&- 90-99). § 38. Acusativo de duracion y de extensién: también se deduce del acus. interno. Indica Ja duracién o extensién ininterrum- pida: Pl. Amph. 314 Continuas has tris noctis peruigilaui, y se ve 28 el paso a éste desde el acus. interno en frases como Truc. 278 Noc- em pernoctare. El acus. de duracién tiende a ser sustituido por el abl., especialmente a partir de la edad argéntea (cf. § 91). Tam- bién desaparece el acus. este por el uso de la prep. per (§ 156). a) La expresién decem annos natus (v. Kiscneas Sprachiwissenschaftliche Miszellen WI, en Acta et Comm. Vniuersitatis Dorpatensis 1926, of. IF 12-1928 pg. 183) es un acus. de esta clase, lo mismo que en gr. spuixovra ty, yspovbs y en al. swansig Fahre alt (alt part. de un verbo inusitado, ef. got. alan). Sobre el detalle ‘de esta construccién ha habido alguna discusién (vid. Horwann pg. 382, Kroue pg. 59-60), pero podemos dar esta explicacién como segura; ya Mapwic § 234 com- paraba este modismo con Ios acus. de extensién. La penetracién del abl. (of. § 91) en el terreno del acus. de tiempo no es tan com- pleta como se suele decir: NorseRe pg. 33 trae la prueba de la permanencia de este acus. hasta el bajo Lat. 6) Elacus. de duracién se usa también con ordinales: Mithrida- tes annum iam tertium et uicesimum regnat “M. esta en el ano 23 {para nuesta cuenta 22) de su reinado’; también puede ir dependien- do de abhinc cuando la referencia es a un suceso que terminé ya en el pasado: Quaestor fuisti abhinc (‘desde ahora, hace ahora’) annos quattuordecim. Designando extension, el acus. va con verbos de movimiento: Pl. Asin. 603 Non pedem discedat ‘no se aparte (el espacio de) un pie’, id. Bacch. 832 Sequere hac me... tris unos passus ‘sigueme aca... solo tres pasos’, o también con abesse, distare, etc.: Cés. &. G. 117 Magnum spatium abesse, Cic. Pro Cluent. 9 Teanum abest a La- rino XVIII milia passuum. Lo mismo que en el tipo estudiado al comienzo de este §, tiende a penetrar el abl., asi Liv. XLV 28, 3 (Aesculapii templum) V milibus passuum ab Epidauro distat. También puede depender el acus. de extensién y duracion de adj. como longus, latus, alins, asi Hasta sex pedes longa, o de adv. de la misma significacién: Cat. agr. 18, 7 Alte digitos duo ‘dos dedos de altura’. c) Elacus. de tiempo alcanza un gran. desarrollo, incluso indi- cando duracién y aun para indicar cudndo, en vez de abl. (NoRBERG pg. 34 sgs.): Caton agr. 65, 2 Triduum atque quadriduum post oleum facito, Cic. Phil. V 52 Triennium ante legitimum tempus. d) El tipo que hallamos, por ej., en Tac. Ann. Vi 50, 7 Septe- mum decimum kal. Aprilis parece se explica (NORBERG pg- 34) por la formula Ante diem septimum kal. e) No esta lejos de estos acus. de duracion y extension el acusa- 29 tivo de precio (Lérstept Verm. Beitrége pg. 170 sgs.) que te- nemos, por ‘ej., en Petr. 43, 4 Vendidit enim uinum, quantum ipse uoluit. § 39. El acusativo exclamativo es cosa muy peculiar del lat., especialmente ya en los tiempos arcaicos (vid. R. C. Fuickincer y C. Mourtey Class. Philol, 18-1923, resumiendo trabajos anteriores y con un cuadro estadistico, Nornere pg. 92 sgs.). Hormann (pg. 385 y Umgangsspr. § 53) dice que en su origen supone un verbo de decir, lo que se ve bien claro en las preguntas breves del tipo Pl. Cas. 319 Quam tu mihi uxorem?, 0 en exclamaciones como Most. 1087 Nugas (i. e. dicis 0 fabularis). Hallamos este acus., bien solo: Pl. Bacch. 1178 Lapidum te!, bien siguiendo a interjecciones o palabras de encarecimiento: Pl. Bacch. 293 Edepol, mortalis malos! Si con el acus. exclamativo se pone un verbo, éste va en inf: Virg. Ex. 137 Mene incepto desistere uictam! ‘yo abandonar vencida mi intento!’, Cic. De amic. 52 Nam quis est, pro deum fidem atque hominum... (sobreentendido un inzoco © verbo equivalente). También va en acus. la exclamacién con dene: Ov. Fast. 11 637 Bene uos, bene te, patriae pater, optime Caesar, dicite.., donde se sobreentiende Bene te (iubeo ua~ Jere). Otras veces con bene va dat., sobreentendido séés Pl. Per'sa 773 Bene mihi, bene meae amicae. . Las formas eccum, eccam, eccos, eccas, ellum, etc., que hallamos en los cémicos, llevan este acus. Solo desde Cic. se halla en vez de estas formas ecce con nom. Tam- bién con ex y em se nota la misma evolucién (KoHLER ALL, 5-1888 pg. 16 sgs., 6-1889 pg. 25 sgs., Hormann Umgangsspr. § 8 sgs.). Id est y hoc est rigen en el bajo lat. acus.: Ps, Agustin Quaest. test. 106, 3 His ergo creatis simul substantiis, hoc est aguam, tenebras et terram... (NORBERG Pg. 97 SES.). Un modismo especial es el acus. en la expresién incompleta Quo mihi (0 tibi)...? significando ‘para qué me (sirve o es dado) © Vude miki ...2 "de dénde me (lega o envian)... ??: Hor, Zpist.1 5, 12 Quo miki fortunam si non conceditur uti?, id, Sat. Ul 7, 116 Vande mihi lapidem?—Su explicaci6n esta en la elipsis de un verbo como dais, mittis, etc., y pertenece a la lengua conversacional. Formas plenas, sin Ja elipsis, se hallan a veces (Hormaxx Umgangsspr. pg. 48): Pl. Mil. 939 Quid tibt ego mittam muneris?, id. Rud. 1325 Curculiunculos minutos fabulare. § 40. Una vez que hemos examinado el acus. como caso gra- matical, pasamos a estudiarlo como caso lativo, como acusativo de movimiento o de direccién. a) Antiquisima es la construccién de ire, dare con el supino (que no es sino una forma nominal abstracta en acus.): Pl. Awl. 27 Quo illam... nuptum... daret. Con esta construccién compara Hor- MANN pg. 386 otras como wenum co, uenum do ‘vender’, o bien infitias 30 tre ‘negar’, exeguias ire “ir al entierro’, suppetias ire ‘acudir en so- corro’. 4) Con apelativos esta construccién se conserva sélo en expre- siones fijadas en el uso: domum, rus, foras (casi adverbiales, como dice Hormanw 767d.) en la expresién cémica i malam crucem; domos en pl. con este acus. es raro, Liv. XXII 22, 14 Ministerium restituen- dorum domos obsidum ‘la misién de devolver los rehenes a sus pa- trias’, significando el pl. domos las diferentes patrias de los rehenes. El valor casi adverbial que tenian ya estas expresiones esta probado por el hecho de que en cuanto llevan adjetivos o pronombres, ha de construirse el acus. con iv: Jn domum amplam et magnificam uenire; sdlo a partir de Justino XXXI 2, 3 se introduce la confusién y ha- llamos sin iz esta construccién: Rus suburbanum contendit. Con otros apelativos que los sefialados, este acus. sin prep, es un grecismo y se usa en poesia: Lucr. VI 742 Ea... loca cum ucnere uolanies, Virg. En. Wl 191 Vas~ tum currimus aequor. En los prosistas aparece alguna vez esta construccién con verbos compuestos, asi en Curcio VI 2, 16 Discurrunt.... tabernacula, pero Wl 12, 8 Jn tabernacula currunt. Un caso sin prep., pero con verbo compuesto, en Cic. Ad Att.1 14, § Rostra aduolat. c) Sin preposicién va el acus. de direccién con los nombres de localidades menores: ciudades y pequeiias islas: Romam proficisci, Nauigare Delum, Appellere classem Puteolos, Haec uia Capuam ducit. Aesta regla suele afiadirse la de que la preposicién ad con un nom- bre de lugar pequefio indica no la misma ciudad, sino sus cercanias: Cic. De sen. 4 Adulescentulus miles ad Capuam profectus sum ‘siendo joven, marché como soldado a (un campamento en) las cercanias de Capua’. La razon del uso de prep. con lugares mayores y su falta con los menores no estd muy clara; E, Hermann AZ 56-1929 pg. 138-139 ha sugerido que es porque los nom- bres de ciudad son més concretos, mientras que los de pais son abstracciones y pos- teriores. Pero sin dejar de ser estas reglas verdad en los clasicos, la reali- dad es mucho mas complicada, y asi tenemos en los cémicos la constr. Pl. Bacch, 181 Jn Ephesum, y este ix estaba arraigado en el lat. vulgar, como lo prueba su aparicién en el Bell. Hisp. 40, 8; 42, 1 y el uso que segtin Suetonio Aug. 86, 1 hacia de él Augusto; Cic. trata del asunto con gracia Ad AZt. VII 3, 10. Lo contrario, nombres de paises sin preposicién, se halla alguna vez en el lat. arc.: 3L Liv. Andr. carm. 13 Moret Graeciam redire, después y por influjo del gr. en los poetas: Virg. Ex. 1 2 [taliam... Lauiniague uenit litora, y también en el lat. de la decadencia. El mismo uso del gentilicio sin preposicién también es un helenismo: Virg. ég/.1 64 Sitientis ibimus Afros. Con el acus. que no es de movimiento, sino de limite de una ex- tensién, tan pronto se usa preposicién como no: Cés. 4 c. II 8 A Salonis ad Oricum, 0 Liv. 1X 19, 4 Omnis ora ... inferi maris a Thuriis Neapolim. § 41. El acusativo absoluto (J. M, Buse Der spatlat. Akh. absol. und Verwandtes Helsingfors 1928, cf. Krout Glotta 19-1930 pg. 260 sg.) aparece desde el siglo m: CIZ, VI 3081 (ano 238) Legitimus fecit saluos commanipulos, en los es- critores mucho mas tarde, asi en Victor Vit. Il 32 Ad guos... data ingentia munera Mauris... admissi sumus. Busse pg. 136 sgs. reacciona contra la teoria segtin la cual el origen de esta construccién estaria s6lo en la confusién con el abl., si bien el des- arrollo del abl. absoluto influye sobre el acus. absol., que pudo en parte comenzar por construcciones de tipo nominal. El acus. absol. abunda en Greg. de Tours, Jor- danes, ete, Su persistencia en afr. ha sido demostrada por Norsere pg. 40. Y se desarrolla mucho en romdnico, casi como una ampliacion del acus, de relacion (§ 37). d) Genitivo, § 42. El genitivo en lat. tiene un uso mds extenso que primiti- vamente en ide. No alcanza tan gran extensién como en gr., a la que se refiere el nombre yew) ntistg, que seguramente con intencion {§ 27) los gramaticos latinos tradujeron no generalis, sino, restricti- vamente, genitinus. BRUGMANN es quien ha distinguido los usos de este caso en dos grupos: genitivo adnominal o dependiente de un nombre y adver- bal o de un verbo. ‘Afirma que es el uso adverbal el originario (Brucmany Grundriss, Il 2 pg. $70, Horsaxy pg. 387 con bibliografia), pero el gen. adnominal es también antiquisimo (W. Scnurze cit. en Zeitschrift f. Celtische Philol. 16-1927 pg. 363). En el gen. ad- nominal es donde mayor variedad y complicacién de usos hallamos (vid. el impor- tante trabajo de W. Prtersex AFP 46-1925 pg. 128-60; inventario de estos tipos de gen, adnom. por H, C, Nurtixe Univ. of Calif Publ. in Class. Philol. X 10 (1932) PES. 245-308, cf. observaciones de W. Knott Glofta 22-1933 pg. 272-73. § 43. La rélacién «genitiva» adnominal, de autor u origen, es, sin duda, muy antigua, asi filius regis, de ésta parece que hay que derivar la relacién posesiva: domus regis. Pero como posesivo pre- 32 cisamente concurre ei gen. con el adj. en los tipos vii ’Ayapepvorén, erilis filins (Wacxernace, Mél. Saussure, 1908, pg. 125 sgs., Lors- tept I pg. 107-24). La construccién con adj. es antiquisima y exten- dida a zonas muy antiguas del gr., como también del lat.: Pl. Mil. 1413, 1421 Venerius nepotulus, Lucilio 606 Marx Vim Volcaniam, y expresiones muy antiguas como meusis Martius, flamen Dialis, ostium Diberinum. Lirstevr ha delimitado la extension e importancia de este adj., que sélo en parte (y en época are.) concurre con el gen. po- sesivo: la teoria de WackERNaGbL (establecida en relacién con la cuestion del origen del gen. en -7) se ha de limitar en el sentido de que en lat. nunca el adj. equivalia por completo al gen. posesivo, pues como Scuuzze hizo notar, el adj. se refiere al posesivo en ge- neral, mientras que el gen. individualiza (cf. Wackerwacer II pg. 75): asi, por ej., Cic. Pro Mil. 34 Gloria, quae cottidie augebatur frangen- dis furoribus Clodianis, iam Clodii morte cecidit. Posiblemente, como Havers Hb. pg. 200 indica, cra mayor la extensién de la construc- cién con adj. en la lengua hablada, mientras que la lengua escrita tendia a evitar un tipo que daba lugar a ambigiiedades como Pl. Mil. 549 Meam esse erslem concubinam censui (en lugar de mei e7i). a) El gen. posesivo comienza, como hemos indicado, por ser un gen. en su valor ctimoldégico, indicando en primer lugar la filia- cidn, después el parentesco: C/Z 1, 11 pg. 380 L. Cornelius Cn(aer) S(ilius) Cnlaei) nlepos) Scipio, Liv. XXVIIL 12, 13 Hannibal Gisgonis, Pl. Cure. 230 Palinurus Phaedromi *P. (esclavo) de Fédromo’. La re- jacion de filiacién suele llevar expreso el apelativo filins. Comparable a esta relacién es la de ciudad con sus habitantes: Lutetia Parisio- yum. En este tipo, el adj. por el gen. es excepcional: C/L I, 45 Noutrix Paperia por n. Papirit. 5) Mas frecuente es la sustitucién del gen. por el pronombre posesivo: Pl. Mev. 871 Imperium tuom demutat atque edictum Apolli- nis, en vez de imperium tui. La relacién entre estos dos tipos de cons- truccién es oscura; he aqui algunos genitivos: Cic. Phil. IV 1 Fre- quentia uestrum incredibilis, Thc. An. VV 24, 2 Primo sui incessu. Puede no ir expreso el nombre del que el gen. depende: Ter. Ad. 82 Ad Dianae (i. &, aedem 0 fanum), 0 més complicado: Cic. Verr. 1 30 Flebat pater de filii morte, de patris filius (donde ta dificultad resulta de la falta de un articulo o pronombre), id. Tuese. UL 77 Erit igttur... altera (medicina) et de communi condicione uitae et proprie, si guid sit de ip sius qui macreat disputandum. c) También puede depender este genitivo posesivo de un pro- 7 33 nombre: Cic. Verr. Il 26 Omnia erant Metelli eiusmodi, y en las ex- presiones Hoc Thrasybuli ‘lo que hizo'T.’ 0 Ilud Pherecydes ‘lo que dijo F.’. Lo mismo sucede con el indeclinable izstar (que es en rea- lidad el inf. instare petrificado): Cic. Brut. 51 Plato mihi unus est instar ommium ‘Platon, él solo, es para mi como todos’. § 44. En el uso adverbal el gen. posesivo va especialmente con sum y sus sustitutos (incluso, por ej., dici, wocari): Cic. Ad fam. II 13, 2 Me Pompei totum esse scis, id. IX 16, 4 Hic wersus Plauti non est, id. Top. 23 Omnia quae mulieris fuerunt, uiri fiunt, Lucilio 1160 Praetorum est ante et praeire, Cic. Verr. 1 26 Negauit moris esse Graecorum ‘dijo que no era de costumbre entre los gr.’. § 45. Con nombres de lugar tenemos un genitivo definidor o epexegético (definitiuus), que se interpreta (Hormann pg. 394, Ha- vers Ib. pg. lol) como posesivo respecto de la divinidad o genio local: Vrbs Romae, Fons Camenarum, Lacus Iuturnae, Liv. XXIV 12, 4 Lacus Auerni, Virg. En. 1 244 Fontem Timaui. Cic. y César prefieren concertar el nombre propio en aposicién al apelativo, lo que significa una concepcién racional y no mitolégica: Cés. b. G1 1, 2 Garumna flumen, Cic. Phil. V1 5 Flumen Rubiconem. Comparese este gen. con el esp. (y romdnico en general) la villa de Madrid. También se da la construccién Arbor fici “higuera’, Vox uolup- tatis ‘la palabra placer’, Verbum monendi ‘el verbo monere’. Préximo a este tipo definidor esta el que vemos, por ej., en Pl. Persa 204. Deliciae pucri = fr. un amour d'enfant, id. Asin. 473 Flagitium ho- minis ‘un canalla de hombre’, id. Poen. 273 Monstrum mulieris (cf. § 49 0). E] lat. evita dos apelativos juntos en el mismo caso (salvo en aposicién, § 11), por eso el tipo zrbs Roma no es posible sino con nombre propio. Es clésica la construc~ cidn Liv. VII 22, 3 Quidam Kaesonem, alii Gaium nomen Quinctio adiciunt. § 46. Muy proximo al descriptivo esté el genitivo de identidad o de inherencia, en que de una manera que desarrolla retéricamente el pensamiento, el gen. repite o explica el contenido del nombre de que depende: Jra furoris, Cru- delitatis saeuitia, Prop. 1 4,7 Formosi temporis aetas. § 47. El genitivo objetivo (véase OrnraTHER Donum natali~ cium Schrijnen, 1929, pg. 624 sgs.) se llama asi partiendo de la idea que implica, al poder desarrollarse en verbo transitivo, el nombre de que depende, cuyo objeto resulta en tal caso el genitivo; asi, dentro de esta abstracta concepcién légica, se habla de «nombres transiti- vos», es decir, nombres que pueden desarrollarse en un verbo tran- sitivo: amor Dei puede equivaler a amare Deum y accusatio scelera~ 34 forum a accusare sceleratos. Los nombres de que depende tal geniti- vo son nombres verbales o directamente relacionados con una raiz verbal, y precisamente referibles a verbos transitivos. En el lat. ar- caico este gen. no es frecuente, y se va desarrollando en la poesia y en la prosa poética: Pl. Curc. 319 Cibi uaciuitate ‘por la privacion de comida’, Liv. XXVII 7, 13 Ob iram fugae. Oscura es también (cf. § 43, 48) la sustitucién de este gen. por el pronombre posesivo, asi Cic. dd Aut. 1 20, 7 Amator... noster ‘per- sona que me ama’. El adj. sustituye a este genitivo con frecuencia, especialmente en la lengua conversacional: Cic. De nat. deor. IL 327 Seruilis percontatio ‘preguntar a los esclavos’. También ocurre en poesia lo contrario, esto es, que un gen. objetivo sustituya a un adj., asi Luer. Ill 42 Zartara leti en ver de letalia, id. V 1193 Murmura magna minarum en vez de minantia, a) En mucho menor grado que el gr. (ejemplo de repugnancia: Jenof. Andd. 12, 18 Kipos 88 joy tév éx tio “ENdhyww alg tode BapBdpoug sBov db», en vez de cay E. ci» BapBdpwv), el lat. evita usar juntos el gen. obj. y el subj. (artificioso O.pratHer art. cit,). En cambio, se hallan casos de ambos gen. coexistiendo: Cic. Tusc. IV 40 Fratris repulsam consulatas ‘la repulsa del consulado por el hermano’, Cés. 6. G.130, 1 Tametsi pro neteribus Heluetiorum iniuriis popult Romani (= in populum Romanum) ab his poenas bello repetissel. En tales casos, por razones de claridad, el sustantivo regente suele ir entre los dos genitivos. 4) Con cl gen. objetivo vemos a veces también concurrir construcciones con in, erga, aduersus: asi odium mulierum ~ odium in mulicres. En la misma frase coexisten una y otra construccién: Cie. De off. 128 Adkibenda est reuerentia guae- dam aduersus homines, et optini cuiusgue et reliquorum ‘hay que mostrar cierto respeto hacia todos los hombres, y no s6lo para los que son excelentes, sino para los otros’. También a veces un acus. con ad es sustituido por un gen. objetivo. Cie. Pro Arch. 23 Periculorum incitamentum, o también es sustituido el dat.: Hor. Séé. Il 7, 104 Obsequium uentris. ¢) Objetivo es también el genitivo que va con nombres que no se relacionan con verbos transitivos, pero que indican una rela- cidn mas remota con algo a que la accién de este verbo se refiere: Cic. De amic. 6 Amicitia est omnium dininarum humanarumque rerum cum beneuolentia et caritate consensio, id. De off.1 25 Contentio hono- vum. ¥ lo mismo expresiones como uoluntas 0 consuetudo faciendi, 35 § 48. Expresiones como metus hostium pueden entenderse como gen. objetivo (‘el miedo a los enemigos’) 0 como genitive subjeti- vo (‘el miedo que tenian los enemigos’). El gen. subjetivo, como se ve, coincide casi con el posesivo que hemos estudiado en primer lugar (§ 43). La diferencia esta slo en que la palabra regente con el subjetivo es, como hemos visto en el objetivo, un nombre verbal. Asi la distincién se hace un tanto artificiosa, pues, como Hormann pg. 396 anota, seria dificil separar un gen. obj. como Lucilio 870 Ventorum flamina (de flare), de otro como Accio trag. 10 Rip. Ven- forum animae, que segtin la definicién no seria objetivo, sino po- sesivo. ‘A veces, en la lengua eldsica, el gen. y el pronombre posesivo (v. § 43 4) sirven para distinguir, respectivamente, un gen. objetivo y otro subjetivo: asi es gen. obje= tivo metus uestri ‘el miedo que os tienen’, y gen. subjetivo metus uester ‘el miedo que vosotros tenéis’, § 49. El genitivo partitivo es considerado por muchos como el uso fundamental del caso: indica ef todo de que se separa una parte. En lat. el nombre de que este gen. depende en su uso adno- minal, que es el normal, suele significar por si mismo una idea de divisién, o bien depende de adjetivos, especialmente de cantidad, de comparativos y superlativos, de los pronombres interrogativos o de los indefinidos aliguis, quisquam, nemo, quisque, alter, uterque, cle. y de ciertos adverbios. Asi los tipos Magna pars militum, Nemo ‘mortalium, Illi Graecorum, qui... ‘aquellos de entre los gr., que...’, Plerwnque Europae “la mayor parte de E.’. El uso del gen. partitivo es mucho mAs limitado en lat, que lo que vemos espe- cialmente en gr. Casos antiguos son los que citamos més abajo, apartado . No lejano de este tipo es el genitivo de encarecimiento, como Rex regum, Seruus seruorum Dei, Episcopus episcoporum (referidos estos dos ultimos al Papa), en Jos cuales se ha visto, no sin raz6n, influencia oriental. a) El gen. partitivo dependiendo de un nombre que no indica idea de todo es raro en lat., y ademds esta idea de totalidad va indi- cada con guorum u otra palabra que da por supuesto un concepto que abarca las diversas partes: Cic. De prow. cons. 4 Ad ipsas uenio prouincias, guarum Macedonia... Una construccién de este gen. con nombres de lugar es helenismo: iv. XXVIIL 1) 3 Phocidis Elatia *Blatea de Focide’, id. XXVIII 6, 7 Demetrius Phthiotidis ‘D. de Ftistide’; no se confunda este tipo con la construccion Lutedia Parisiorum, Augusta Taurinorum, estudiado como posesivo al § 43- 36 2) Con adjetivos que indican cantidad hallamos el tipo Multi (plures, pauci) ciuium, y con superlativos tenemos también parono- masias de encarecimiento (semejantes a las que acabamos de aludir) como en el caso Magnorwn maximus. Con adjetivos calificativos sustantivados no es frecuente este gen. partitivo, pero se encuentra a veces en expresiones como Liv. XXX 9, 1 Expediti militum. El tipo sult ciuium se extiende también a otros adjetivos que no indican propiamente cantidad, y asi tenemos Plinio His¢. nat. Il 3, 7 Cunctas prouinciarum, Jul. Valerio I 30 Oimnes... militum, e in- cluso Lucr. V 728 Viai cuncta. Con comparativos y superlativos se usa este gen. en expresiones como Cic. Ad Att. 1V 3, 3 Interiora aediwn, Ennio Aun. 89 In infera noctis ‘las partes bajas de la noche’ (se habla del sol después del ocaso hasta el amanecer). c) Dependiendo de pronombres, el gen. partitivo presenta al- gunas particularidades: se hallan constantemente (cf. Lérsrept I Pg. 136 sg.) en gen. los adj. de la 2.* decl., como aliquid boni, aliquid mali, o bien guid mali, amoeni, diuini et humani, pero no los de la 3.*, sino en la construccién aliguid utile, aliquid triste, cf. § 52, 94 a. La explicacién que da Lévstepr es que en los primeros casos el gen. se concibe no como adj., sino sustantivado, Este tipo de gen., frecuente en lat. arc., reaparece en Ia decadencia y perdura en la mayor parte de la Romania. Propio de la lengua conversacional es el gen. de un nombre que significa una especie y dependiendo de guid: Pl. Poen. 856 Nescio quid uiri sis ‘no sé qué clase de hombre eres’, Ter. Hec. 643 Quid intulieris uxorem habes ‘qué especie de mujer tienes por esposa’. De este tipo se deriva el que tenemos en toda habla popular: Diablo de hombre: Flagitium hominis, Pestes hominum, donde hay una perifrasis de tipo afectivo (cf. lo dicho § 45 y Sprrzer cit. en Havers Hd. pg. 148), concretando e individualizando lo que era un apelativo vago. @) Con adverbios tenemos gen. partitivo, en especial con par- tim: Cic, De diu. 11 55 Partim eorum ficta aperte ‘parte de éstos eran abiertamente falsos’, donde el gen. se explica por analogia sobre pars eorum (of. § 19 a). Llevan gen. partitivo y con uso muy vivo en la lengua y arraigado en lo conversacional numerosos adverbios: ubi, unde, quo, longe, nusquam, tigiendo a terrarum o gentium; ubi, interea con loct; ubi, tum, tunc con temporis. Los adverbios pronomi- nales llevan frecuentemente esta construccién: Ennio Azz. 202 Quo... uiat, Tac. Ann. XIV 61, 2; XV 74, 1 Eo loci, Liv. XXVIII 27, 12 Ne 37 scire uidemini, quo amentiae progressi sitis, Sal. Iug. 14, 3 Eo mis rum uenturus eran. § 50. El gen. partitivo en uso adverbal es raro y se halla con sum o ji: Caton agr. 38, 4 Hoc signi erit ‘esto servird de seftal’, Hor. Od. Ill 13,13 Fies nobilium tu guogue fontium “tu llegards a ser una fuente famosa (una de las...) §51. El genitivo de materia y cantidad esta muy proximo al partitivo: asi Virga lawri ‘una vara de laurel’, Aceruus frumenti ‘montén de trigo’, Viri cadus ‘una medida de vino’, Modius tritici ‘moyo de trigo’. Notemos algunas expresiones: César 6. c, 1 3, 6 Sex dies... spati, equivalente a spatium sex dierum, Cic. Verr. Il 49 Ses- tertii bini accessionis ‘dos sestercios de suplemento’ = accessio duo- rum sestertium. En estos ejemplos el gen, de materia es el contrario del gen. descriptivo, v. § 45. A este tipo de gen. corresponde también la construccién mille hominum (cf. § 20), que es la primitiva; el tipo mille homines es posterior, y se establece y llega a predo- minar por analogia sobre fo normal con los dems nuimeros: sepéem 0 decem homines. § 52. El genitivo de cualidad 0 descriptivo aparece depen- diendo de un nombre o de un verbo, Lérstepr I pg. 397 le sefiala un doble origen: por una parte procede del gen. posesivo (y de materia, cf. los ejemplos del § anterior), por otra el gen. de rubrica (§ 53). Como adnominal citaremos varios usos de este caso: indicando cualidades, Cic. Pro Rosc. Am. 6 Plurimarum palmarum uetus gla- diator; categoria social, etc., Cic. De or, I 9 Multi omnium generum; necesidades 0 exigencias, Res multi laboris, Cic. Ad fam. IX 26 Hospes multi cibi; dimensiones, Classis trecentarum nauium, Accesio duorum sestertium. Este gen, es muy semejante al abl. de cualidad (§ 84), con el que concurre, pero siempre en usos mds estereotipados y menos varia- dos. Como exactamente equivalentes los hallamos en este ejemplo: Cie. Ad fam. 1V 8, 1 Neque monere te audeo, praestanti prudentia uirum, neque confirmare, maximi animi hominem. La razon de que se elija entre uno y otro tipo de construccién no es muy clara, pero existen tipos fijados, y Mapvic § 287 n. 2 sefiala Esse bono animo ‘estar de buen dnimo’, Esse animo forti et erecto, Esse ea mente ut..., y, en cambio, Maximi animi homo, que se dice del modo de ser. Se ve ademas que la forma antigua y propia de este gen. es la adnomi- nal. Se ha sefialado (E. Vannvix Symbolae Osloenses 13-1934 Pg. 75 sgs.) que los grandes prosistas clasicos, si dicen Vir summae auda- 38 ciae 0 maximi animi con nombres y adjetivos de la I.° y 2.* decl., prefieren en absoluto el ab]. con los de la 3.*, la 4.7 y la 5.9, tipo Vir summa uirtute o singulari audacia, evitando, por ejemplo, los tipos Vir singularis uirtutis u hostilis animi. La raz6n de esta distin- cién (que no guardan estilistas menos esmerados, como, por ¢j., los corr esponsales de Cic.) es muy oscura; Jas razones de eufonia que Vanpvix alega no son suficientes (v. Krott Glotta 26-1937 pg. 76), y puede compararse lo dicho en los $§ 49 ¢, 53, 54, 944. El gen. de cualidad repugna ir unido a un nombre propio, lo que, sin embargo ocurre alguna vez: Nep. Ages. 8 Agesilaus, annorum octoginta, Liv. XXI 60 T. Man- lius Torquatus, priscae ac nimis durae seueritatis. Y en la decadencia se hace fre- cuente: Tac. Ann. IV 29, 1 Lentulus senectutis extremae, Tubero defecto corpore (donde hallamos gen. y abl. equivalentes y alternando buscando la uariatio), id- Hist. 48, 10 An Vitellium tam inmitis animi fore. (Sobre el uso de abl. y gen. de cualidad en Téc., H. Henraxse Syd. Osloenses 10-1932 pg. 99-106). Raro es también dependiendo de un pronombre, no obstante: Plin. episz. IL 1, 9 Me, Auius actatis. A veces no va expresa la palabra de que depende: Hor. Sut. 19, 44 Redis mutatae Srontis? ‘vuelves (ti) con el rostro eambiado?? En su uso adverbal es frecuente con sam: Pl. Most. 814 Magni sunt oneris. § 53. Como estrechamente relacionado con éste tenemos el que se llama genitivo de riibrica o de titulo, para explicar el cual se parte de la expresién /ucri facere ‘ganar’, compendi facere ‘ahorrar’, dispendi 0 sumpti facere ‘gastar’; parece que sobre este tipo con gen. en -?, de personalidad sintdctica especial (cf. §§ 49 ¢, 52, 54), se han venido a complicar expresiones con gen. de otras declinaciones: dotis dare ‘dar de (= como) dote’. § 54. Muy cerca del de rubrica esta el genitive de precio o de valor, que también prefiere el tipo en -2: Homo nihili, Non nauci, Trioboli; Magni (parui, tanti, quanti) aestimare (esse, facere), etc. Me- nos frecuente es también con palabras de las otras declinaciones: Pluris (minoris) facio (pendo). Se encuentra con verbos de apreciar: habeo, duco, puto, etc., y de vender: emo, do; y también con otros verbos que en el sentido mds amplio signifiquen valor: Marcial II 63, 3 St tanti amares. § 55. El genitivo de referencia a una cosa 0 de respecto («des Sachsbetreffs», segun le bautizs Bruamann Gr., Il 2 pg. 576) «indica la cosa respecto de la cual se toma una disposicién o una determinacién, recae un fallo, se cierra un trato, etc.». Este gen. tuvo primero una extension mayor, de la cual pueden traerse ejemplos de 39 otras lenguas ide., como Dem. cor. 100 vaupazias, e2ct0us, ae ‘batallas navales, expediciones..., las cuales todas ha hecho la ciu- dad por la libertad...’ Otros ej.: en al. Kleist Wie ich des Schau- spiels staune, en lat. Liv. 132, 11 Confestim rex his ferme uerbis pa- tres consulebat: ‘quarum rerum, litium, causarum condixit pater patratus... patri patrato’, Dig. XXNIN 2,7 pr. Damnit infecti suo nomine promitti, alieno satisdare tubebo. Estos dos ejem- plos nos indican que en lat. este gen. se ha especializado con verbos judiciales, en el tipo que se Hama genitivo de verbos judiciales o forense, sin que falten ejemplos latinos del amplio uso primitivo: XII tab. 5, 3 Viti legassit suae rei ‘como legd sobre su patrimonio’s Ter. Ad. 695 Ceterarum rerum socordem ‘perezoso en las demas cosas’. Analicense ademas estos ejemplos: Rhet. ad Her. IV 50 Virwm igitur auaritiae an egestatis accessit ad maleficium? Auaritiae? At largissimus fuit in amicos... Egestatis?..., CIL X 9 Limen conseruo pietatis fecit ‘Limen (nombre propio) dedicé a su compafiero de es- clavitud por piedad’, id. XHI 1782 Sewerus uti uouerat Marcella sua salutis dicauit S., como ofrecid su M., dedicé por razén de su salud’. Los antiguos editores (asi los del C/L) pensaban que en todos estos ejemplos faltaba después del gen. un causa o gratia, Pero la compa- racion con otras lenguas ide. nos asegura que no. Tipicas de verbos judiciales son numerosas expresiones: Pl. Truc. 762 Te manum iniciam quadripuli, id. Pseud. 1232 Psendolus miki centuriata habuit capitis comitia ‘Ps. celebré comicios centuriados sobre mi vida o mi sentencia de muerte’ (concurriendo con la constr, conabl. de capite); otras expresiones semejantes: /uiuriarnm inducere, scribere, agere, arcessere, satisfacere, damnare..., Purti adstringere, adligare, agere... Capitis arcessere, damnare... Voti condemnare, dam- Nar e... §$ 56. Con este gen. relaciona Lirstept I pg. 167-68 por razo- nes comparativas el genitivo con verbos impersonales (cf. § 35 a): miseret, piget, pudet, taedet, que se llaman verbos de afecto: Pl. Trix. 431 Tui nec miseret nec pudet, Cic. Phil. 1 61 Si te municipiorum non pudebat, ne ueterani quidem exercitis. Junto a estos verbos imperso- nales se desarrolla esta construccién con los personales del mismo significado: ya en la época arc. tenemos misereor con gen., paeniteo desde Salustio. Notese la excepcional constr. con doble gen. de per- sona y cosa: Enn. scaex. 59 Patris met meune factum pudet ‘aver- giiénzase mi padre de mis hechos (gen. pl.)’. ag dxdoag Tig soy Ghov “Ekkivor Ehevdepias zai swrnplas renoigrar 40 § 57. Genitivo con verbos. Rigen gen. numerosos verbos: de acordarse y olvido, cosa de uso muy general, y extendida a otras lenguas ide.: Pl. Capt. 800 Faciam ut huius diet... senyper meminerit, Sal. Cat. 21, 4 Catilina admonebat alium egestatis, alium cupiditatis suae; pero ya en Pl. se inicia la sustitucién por el abl. con de (Hormany pg. 406, v. infra § 178 0). Verbos de deseo: Pl. Miles 963 Cupiunt tui. En este tipo y el an- terior puede verse un gen. objetivo, o también (Mziiiet-Vexvryes pg. 510) un primitivo partitivo. Concurriendo también con el abl. (§ 77) tenemos gen. con Jos verbos de Ilenar, pero éste tiende a desaparecer en beneficio del pri- mero: Liv. X 14, 20 Fugae formidinisque Samnites implenit, Ov. Met. VII 808 Satiata ferinae dextera caedis erat. Rige gen. (y otras veces abl.) participo. También va con gen. po- tari, en especial en la frase rerum potiri ‘dominar’ (a veces este verbo va con acus. y abl.). Helenismo es Enn. Anu. quadratae (cf. stevt II pg. 416), como también Hor, Od. Il 9, 17 Desine mollium querelarum. EL impersonal izterest rige gen. de un pronombre (desde la época de Cic. de un nombre), y lo mismo refert: Cic. Tusc. | 102 Theodoré nihil interest, humine an sublime putrescat ‘a T. (el ateo) le da igual podrirse enterrado que al aire’. (Las construcciones con abi. 7x@ (med) refert, etc., resultaron segtin Skutscw cit. por Krout pg. 48 de tua re(s) refert, con caida antigua de la -s y entendiéndose entonces tua re como abl.). § 58. Este régimen de gen. con verbos explica el genitivo con participios y adjetivos (en cuanto éstos sean verbales, aun- que a veces procede la constr. de la del gen. dependiendo de un nombre, a cuya significacién corresponde el adj.). Adjetivos correspondientes a verbos ($ 57) que significan deseo, conocimiento, memoria (y sus contrarios): Cic. Pro Cael. 30 Vir omnis offictt diligentissimus, y expresiones como Cupidus gloriae, Studiosus litterarum, Peritus belli, Ignarus rerum omnium, Insuetus male audiendi, Memor beneficii (la constr. memor sobre memini, aun- que sea una etimologia popular la que ha relacionado una y otra pa- labra, v. Kroxy pg. 52, cf. Watpe-Hormann Lat. etym. Wo. ss. uu.). También los adj. correspondientes a verbos de llenar y sus con- trarios (§ 57): plenus (que desde Cés. va rigiendo abl.), zzops y (poét.) pauper, ete. Asi Sal. Cat. 7, 6 Pecuniae liberales (cf. para la concu- rrencia con el abl. § 75). 157 Romae reguare Rigen también gen. farticeps y otros de sentido andlogo. Ast como los que indican semejanza e igualdad (par, dispar, aequalis, similis) rigen gen. o dat. (cf. § 63) segtin que predomine su conside- racién nominal o su enlace con el verbo. También rigen diferen- tes casos proprius (gen. y dat.), communis (id., mas bien dat.), dignus (propiamente abl. § 77 4, después gen.). Los part. de presente correspondientes a verbos transitivos rigen gen. siempre que en ellos predomine la idea adjetival de estado so- bre la verbal de accién (pues en este caso, cf. § 35 d, regirian acus.): Amans rei publicae ciuis (lo mismo Amantior 0 amantissimus rei pu- blicae), Iniuriarum perferens. Semejantes a estos participios actuan en cuanto al régimen los adj. en -ax: Hor. Od. III 3, t /ustum ac tenacem propositi uirum, y otros que se consideran equivalentes a participios, como ¢repidus, timidus. § 59. El genitivo exclamativo depende de interjeciones 0 exclamaciones y se explica (HormaNn pg. 409) como relacionado con los impersonales de afecto pudet, etc. (§ 56): Pl. Truc 409 Di immortales, mercimoni lepidil, Catulo 9, § O mercis malae! § 60. Aparte lo sefialado al § 47 sobre gen. subjetivo y obje- tivo, en latin se halla la acumulacién de varios genitivos, si bien los cldsicos procuran evitarla, y su abuso acredita a los autores que en él incurren de inhabiles estilistas; sin embargo, Cés. 6. G. Il 17, 2 Eorum dierum consuetudine itineris nostri exercitus perspecta, Cic. Tusc. 115 Labor est functio quaedam uel animi uel corporis grauioris operis et muneris ‘el trabajo es la ejecucién de una obra o asunto trabajoso del alma o del cuerpo’ (Cic. no incurre en este descuido mds que en sus escritos filoséficos), Vitr. II praef. 5 /ugressus anti- quitatis rerum naturae et eorum, gui... (asi los mss.) ‘los pasos de la antigiiedad de las cosas de la naturaleza y de los que...’. Sobre el gen. absoluto § 88. 2) Dativo, § 61. El dativo es el caso del objeto indirecto, de la atribucién, destino, inte- rés, Sobre su misma naturaleza se ha discutido mucho y ha sido el caballo de ba- talla en Ja cuestion de la esencia (local o gramatical) de los casos (ef. Lorsrevt | PS. 175 sgs.). Dejando aparte la dificil cuestién morfolgica de su origen en lat., desde el punto de vista sintactico es un caso no local, sino gramatical, yen ninguna lengua se desarroll6 con el dat, el uso de preposiciones. Los usos localisticos del dat, (Virg. 2x. V 471 It clamor caclo, por ej.) son secundarios (¢ incluso Meruer- Vexoryrs pg. 507 niegan aun en este caso el valor local, pues se indica en él «atri- 42 bucién y no término del movimiento»), asi como lo es también La sustitucién del dat. por el acus. con ad en las lenguas roménicas (Hormany pg. 410), sustitucién preludiada ya en Pl. en casos como Capt. 1019 Huse ad carnuficem dabo, Amph. 809 Hacc me modo ad mortem dedit (cf. infra § 269), al lado de construcciones normales como Capt. 692 Te morti misero. a) El dativo propiamente tal con verbos se halla con los de dar, decir, creer, mandar, que generalmente llevan dat. de persona, ya veces también de cosa: asi Credere alicui 0 narrationi alicuius (ndtese que también llevan dat., como en este caso, expresiones compuestas de verbo y acus. que equivalen a un verbo, asi fidem habere en vez de credo, que por lo demas corresponde etimoldgica- mente a un compuesto de éstos, cf. ai. §rad-dddhati ‘cree’, de *kred- “fuerza magica’ + dha- = tidyus), v. Venpryes Rev. Celt. 44-1927 Pg. 90-96). 4) También rigen dat. los verbos de traer, enviar, sacrificar, de aproximarse y alejarse, de atribuir y pertenecer, auxiliar, servir y perdonar, de inclinacién, provecho 0 daiio, placere, parere, studere, benedicere, prosum, noceo, obsum, officio, los impersonales libet y licet, persuadeo, medeor, nubo (dicho de la mujer; dicho del hombre es tran- sitivo), parco, praesto sum, euenit, accidit, contingit, auxilior, opitulor, consulo (en la acepcién de ‘mirar por’), cedo, indulgeo, conducit, ex- pedit... ¢) Ciertos verbos primitivamente transitivos rigen dat. por ana- logia, asi ubeo sobre dico (ai. yodhayati es un causativo de pudh-, y como tal rige acus.), decet por analogia de expedit, conuenit; spero sobre atlendo; semejantemente cauco, prowideo, conuenio, cupio, nte- tuo, timeo, recipero, ete. Un verbo transitivo con los preverbios ad- ante- in- ob- prae- super- muchas veces toma dativo: obsequor, assisto, praecedo, super- sedeo frente a sus simples. Se trata en estos casos de construcciones analogicas, asi Bell. Afr. 75, 2 Supersedere pugnae sobre un opuesto a supersedere, interesse por ej. También se relaciona esto con la transformacién mediante los proverbios de un verbo transitivo en intransitivo. inuideo \ieva dat. de persona y acus. de cosa (pero esta construc- cién sdlo se desarrolla desde la época auguistea, cf. Cic. Tusc. Ili 20, donde se critica la construccién de Accio Quisnam florem liberum inuidit mewm?) Virg. En. X1 42 Tene ... inuidit Fortuna mihi LaF. me tiene envidia por ti’, y lo mismo ignosco. También hallamos la constr. Jzuideo alicui aligua re en la Edad de Plata (cf. S. E. Stour 43

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