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PROCEDIMIENTOS DE LABORATORIO

 PRUEBAS DIAGNÓSTICAS O EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS

El paso siguiente en el estudio de un paciente infectado es la utilización de


forma razonada y con la máxima rentabilidad diagnóstica de las múltiples
pruebas o exploraciones complementarias disponibles. Dichas peticiones se
basarán, fundamentalmente, en los hallazgos obtenidos de la historia clínica y
la exploración física antes realizada.

Las exploraciones complementarias (laboratorio, serología, inmunología,


biopsias, microbiología, hematológicas, técnicas de imagen, etc), siempre
deben estar guiadas por criterios previamente establecidos, como paso a
seguir hacia la confirmación diagnóstica o hacia el cumplimiento de una previa
estrategia orientadora.

La escalada de exploraciones complementarias viene determinada no sólo por


la eficacia e interés diagnóstico-terapeútico y su papel en la posible evolución
del cuadro clínico del paciente, sino también por las posibilidades reales del
medio donde se ejerce la medicina y, a veces, en las sociedades ricas y
desarrolladas, por una propia autoexigencia de normativa.

De todas las pruebas complementarias a nuestra disposición, debemos obtener


el máximo rendimiento diagnóstico, incluso de los estudios más elementales.

 HEMOGRAMA CON FÓRMULA Y RECUENTO CELULAR

El recuento leucocitario, las desviaciones de sus porcentajes según los tipos y


la morfología leucocitaria continúa siendo la prueba más elemental y eficaz en
el estudio del paciente febril. La leucocitosis con neutrofilia es habitual en
infecciones bacterianas extracelulares. La presencia de cayados, de
granulaciones tóxicas y el hallazgo de pequeños cuerpos de inclusión
citoplasmáticos en los neutrófilos (cuerpos de Döhle) nos suguiere infección
bacteriana.
La leucopenia con linfomonocitosis relativa o absoluta es típica de infecciones
por virus, micobacterias, Brucella, Salmonella, Rickettsia yLeishmania,
también aparece en colagenosis (lupus eritematoso sistémico [LES]),
hemopatías malignas y en sepsis graves (ancianos y alcohólicos). La
neutropenia puede ser debida a fármacos, procesos infiltrativos medulares,
linfomas, enfermedades autoinmunes, algunas enfermedades bacterianas y
también puede aparecer en las viriasis. La linfocitosis con presencia de
linfocitos activados, con vacuolización citoplasmática y núcleo lobulado es
típica de la monucleosis infecciosa, pero puede aparecer en otras viriasis y en
proliferaciones linfocitarias. La eosinofilia nos sugiere reacciones de
hipersensibilidad, enfermedades parasitarias, algunas frecuentes en nuestro
país (hidatidosis, fasciolasis o triquinosis), vasculitis y tumores (linfoma de
Hodgkin).

La investigación del frotis de sangre periférica, el examen de gota gruesa y el


estudio morfológico de la médula ósea, en los pacientes febriles de cierta
evolución y sin aparente focalidad, aporta un alto y rápido rendimiento para el
diagnóstico de parasitaciones (leishmaniasis, paludismo, babesiosis),
infiltraciones granulomatosas (tuberculosis, brucelosis), fiebre recurrente
(Borrelia) y tumores.

 PARÁMETROS REACTANTES DE FASE AGUDA

La medición de la VSG es un dato objetivo de enfermedad y un parámetro


inestimable para valorar la remisión de la enfermedad. Una VSG mayor de 100
mm/hora nos sugiere vasculitis (arteritis de la temporal), neoplasias (mieloma,
linfomas), tuberculosis o infecciones piógenas. La PCR forma parte de los
mecanismos inespecíficos de defensa frente a la infección (fija el complemento
y facilita la fagocitosis en ausencia de anticuerpos específicos), por lo que se
encuentra elevada en la fase aguda de la infección. La PCR es de ayuda y su
variación precoz en el diagnóstico de enfermedades bacterianas, inflamatorias
o de daño necrótico tisular, y no se ve alterada como la VSG por el recuento
eritrocitario, la insufiencia cardíaca o la hipergammaglobulinemia. Otros
reactantes de fase aguda son: fibrinógeno, haptoglobina, ferritina, transferrina,
etc.
 BIOQUÍMICA PLASMÁTICA

Incluye la determinación de glucosa, urea, creatinina, sodio, potasio,


creatinfosfocinasa (CPK), aspartato aminotransferasa (AST), alanina
aminotransferasa (ALT), fosfatasa alcalina (FA), colemia y láctico
deshidrogenasa (LDH).

Deben obtenerse precozmente cifras de urea y creatinina para valorar el estado


funcional renal, sobre todo en el niño y el anciano, no solamente por la
repercusión general de los cuadros febriles en el balance hídrico-electrolítico,
sino también por la afectación específica del parénquima o vascularización
renal que tienen algunos procesos infecciosos o enfermedades sistémicas.

Las pruebas de función hepática sirven de orientación diagnóstica de


numerosas y frecuentes infecciones que pueden cursar con poca
sintomatología clínica como las hepatítis víricas y la fiebre Q (patología
infecciosa infradiagnóstica en nuestro medio). El patrón de infiltración
granulomatosa resulta también muy orientador de enfermedades bacterianas,
sistémicas, inflamatorias y tumorales.

La FA se eleva en situaciones de colestasis y tumorales.

La LDH aumenta en algunas infecciones, tumores, embolismos, crisis


hemolíticas, etc.

La elevación de la CPK es sugerente de rabdomiólisis que se debe considerar


en procesos sépticos graves, algunas viriasis comunes (gripe, Coxackie),
parasitosis (triquinosis) y en reacciones tóxicas o enfermedades inflamatorias
musculares asociadas o no a colagenosis. El infarto agudo de miocardio puede
ser causa de fiebre aislada o puntual y debe descartarse en pacientes con
riesgo vascular y sin dolor torácico, como ocurre en ancianos y diabéticos,
siendo preceptivo realizar un electrocardiograma. Y muy recomendable
realizarse en el resto de pacientes en orden a establecer posibles
modificaciones del trazado basal en relación a ciertas enfermedades
infecciosas.
 PROTEINOGRAMA

La alfa-2 globulina se eleva en infecciones, procesos inflamatorios y tumores.


Las inmunoglobulinas elevadas de forma monoclonal orienta a procesos
hematológicos proliferativos y el aumento policlonal a hepatopatías crónicas y
enfermedades sistémicas (colagenosis).

 ESTUDIO DE LA ORINA Y SU SEDIMENTO

El estudio de la orina completa con sedimento (pH, nitritos, leucocituria,


hematuria, proteinuria, cilindruria, bacterias, etc.) es importante dada la
frecuencia de las infecciones de orina como causa de fiebre sin focalidad,
sobre todo en niños, mujeres, diabéticos y ancianos; y por aportar una notable
ayuda en la valoración de afectación glomerular o intersticial en otros procesos
infecciosos. Los urocultivos se realizarán para bacterias y micobacterias según
la sospecha clínica, tomando las muestras de forma correcta.

 ESTUDIO DE LAS HECES

Su estudio proporcionará datos de la existencia de sangre oculta y leucocitos,


muy importante para determinar el carácter invasivo del cuadro infeccioso. El
coprocultivo está indicado en los cuadros diarréicos y las gastroenteritis, junto
al estudio de huevos y parásitos en heces.

 PRUEBAS SEROLÓGICAS

Las pruebas serológicas más frecuentes a determinar son la titulación de


anticuerpos Ig G para herpes virus, citomegalovirus, fiebre Q, leishmanias,
toxoplasma, etc, y si son positivos, se realizan titulaciones de anticuerpos Ig M.
Determinar el Rosa de Bengala y el Coombs para Brucella, monotest de
mononucleosis, reagina plasmática rápida (RPR) para sífilis; antígenos y
anticuerpos para virus hepatitis A, B y C, etc. Es conveniente en los estudios
serológicos repetir el estudio a los 15 días para ver si existe seroconversión y
cuantificar el aumento de su titulación.
 PRUEBAS INMUNOLÓGICAS

Ante la sospecha de fiebre reumática se realizará la titulación de ASLO y


anticuerpos antiADNsa.

 ELECTROCARDIOGRAMA

La función del electrocardiograma (ECG) es valorar la presencia de bloqueo


auriculoventricular (fiebre reumática), alteraciones de la repolarización y del
segmento ST (pericarditis) y las arritmias (miocarditis).

 OTRAS PRUEBAS COMPLEMENTARIAS

Como la gasometría arterial, el estudio de coagulación o la punción lumbar,


etc., se realizarán cuando existan signos clínicos de sospecha de insuficiencia
respiratoria, hipoperfusión hística (sepsis o shock), alteraciones de la
coagulación, o cuando la sospecha etiológica del síndrome febril así lo
aconseje.

 ESTUDIO DE LOS LÍQUIDOS ORGÁNICOS

Todos los derrames y líquidos orgánicos (ascítico, pleural, pericárdico, articular,


cefalorraquídeo) deben puncionarse y analizarse, valorando su aspecto,
alteraciones bioquímicas y examen microscópico (leucocitos y fórmula,
hematíes, microorganismos, etc.). La determinación de la adenosina
deaminasa (ADA) cuya elevación es sensible y con aceptable especificidad en
la investigación de infección tuberculosa.

 TÉCNICAS DE IMAGEN

La radiografía de tórax es la más oportuna y necesaria en los cuadros febriles


sin focalidad, pues hasta un 10% de los pacientes sin focalidad clínica y con
auscultación pulmonar normal pueden tener una neumonía. Se investiga la
presencia de infiltrados o lesiones parenquimatosas que sugieran neumonía,
bronquiectasias, tuberculosis, infarto pulmonar o tumores. La elevación del
diafragma indica absceso subfrénico o tumores. A nivel de mediastino buscar
adenopatías o masas. Otros signos a estudiar son el derrame pleural, las
calcificaciones valvulares, pleurales, pericardio o parenquimatosas, lesiones
óseas (osteólisis, abscesos, fracturas patológicas).

La radiografía de abdomen para valorar la existencia de hepatomegalia,


esplenomegalia, alteraciones de la silueta renal, borramiento línea del psoas,
calcificaciones, desplazamiento o alteraciones del luminograma intestinal que
sugieran tumores.

Otras técnicas de imagen que pueden emplearse, fundamentalmente ante una


fiebre prolongada, son la ecografía, estudios radiológicos con utilización de
contraste, mapa óseo, ecocardiografía, la tomografía axial computarizada
(TAC), resonancia magnética nuclear (RMN) y los estudios con isótopos
radiactivos (tecnecio, galio, indio).

 HEMOCULTIVOS

La obtención de hemocultivos debe hacerse en todos los cuadros febriles


agudos sin focalidad (sobre todo si existe riesgo de sepsis) y debemos
repetirlos en las fiebres prolongadas. Realizando su cadencia y procesamiento
en función del cuadro clínico infeccioso que se sospecha. Los hemocultivos se
realizarán en series de tres, con cultivos para aerobios y anaerobios, sacados
durante los accesos febriles cada quince minutos, cambiando de vena en cada
toma y a ser posible antes de administrar los antibióticos o suspendiendo estos
durante 48 horas. Ante sospecha de endocarditis u osteomielítis se tomarán
hemocultivos múltiples hasta un máximo de seis.

 ESTUDIOS MICROBIOLÓGICOS

La confirmación diagnóstica se hará en el laboratorio de microbiología


mediante técnicas directas y/o indirectas. Su éxito dependerá del
procesamiento de las muestras adecuadas, obtenidas mediante una técnica
válida y, en la medida de lo posible, antes de instaurar el tratamiento. La tinción
de Gram de muestras seleccionadas son muy orientadoras en la elección de
opciones terapéuticas. El estudio de la presencia de fracciones antigénicas y
de anticuerpos específicos en las colecciones o en sangre son procedimientos
de utilización creciente y de confirmación rápida.

Diagnóstico específico: microbiológico

El diagnóstico de la enfermedad infecciosa parte, en un principio, de una


hipótesis diagnóstica generada por la valoración de una serie de datos clínicos,
epidemiológicos u otros (físicos, radiológicos). La confirmación del proceso y la
identificación del agente causal conforman el diagnóstico microbiológico o
etiológico de la enfermedad infecciosa, el cual se lleva a cabo en el laboratorio
de microbiología. En la optimización del diagnóstico es esencial una adecuada
calidad de la muestra clínica a analizar, constituyendo ésta la principal
conexión entre el clínico y el laboratorio que debe ser en todo momento fluida.

Muestra clínica

La calidad de la muestra que se envía para su procesamiento va a condicionar


el diagnóstico del laboratorio. Los aspectos importantes a considerar en este
punto son la toma de la muestra y el transporte.

Toma de la muestra

En relación al sitio de la infección hay que distinguir las zonas estériles de las
zonas naturalmente contaminadas con la flora normal o residente, y en función
del modo de recolección de la muestra ésta puede ser directa e indirecta.

Muestras de sitios estériles. El sitio de la infección corresponde a líquidos


corporales (líquido cefalorraquídeo [LCR], sangre, abscesos profundos) o
tejidos (pulmón, ganglio) que en condiciones normales son estériles. La toma
de la muestra se puede hacer de forma directa o indirecta. En el primer caso se
realiza a través de una punción-aspiración o intervención quirúrgica. En estos
casos las muestras sólo tendrán el patógeno, y así los resultados positivos son
siempre diagnósticos, una vez descartadas las posibles contaminaciones por
errores en la recolección (mala descontaminación de la piel, agentes
ambientales contaminantes). En la toma indirecta, los sitios donde se localiza la
infección (estériles en personas sanas) deben atravesar sitios colonizados con
flora normal, con lo que la valoración final del resultado debe tener en cuenta
este hecho y el microbiólogo debe conocer tanto los patógenos potenciales,
como la flora contaminante potencial. Son claros ejemplos la recolección de
esputos y orina emitidos de forma espontánea, que deben de atravesar la zona
de la faringe y el tracto genital externo, respectivamente.

Muestras de sitios contaminados con flora normal. Cuando la infección se


localiza en zonas anatómicas naturalmente contaminadas (faringe, intestino
grueso), los exámenes del laboratorio van encaminados a seleccionar de forma
selectiva aquellos microorganismos que son causa de infección en dicha zona
y que no son componentes habituales de la misma. La recolección de la
muestra puede ser directa, con hisopo o torunda estéril (frotis faríngeo o rectal)
o indirecta (heces).

Transporte de la muestra

Deberá de reunir una serie de requisitos importantes, como son: a) la recogida


se hará en un recipiente adecuado y correctamente etiquetado; b) el transporte
se efectuará de forma rápida al laboratorio, lo antes posible desde su
recolección (primeras 2-3 horas), en caso de no poder llevarse a cabo un
transporte rápido se debe mantener la muestra en frío (4 °C); c) se utilizarán
medios de transporte (líquidos, semisólidos) para evitar la desecación en las
tomas realizadas con torunda, o para el procesamiento de ciertos
microorganismos (anaerobios).

Con el fin de aumentar la sensibilidad y especificidad del diagnóstico, algún tipo


de muestras requerirán en el laboratorio un tratamiento previo a su
procesamiento:

Observación microscópica
Se efectúa una tinción de la muestra por el método de Gram, y se valora la
calidad de la misma (grado de contaminación) en función de la presencia de un
mayor o menor número de células epiteliales de descamación. Es norma
habitual para muestras del tracto respiratorio (esputos) y condiciona su
aceptación o rechazo. también puede ser útil en otro tipo de muestras, como
las muestras de herida obtenidas con hisopo.

Concentración

Mediante métodos de centrifugación o filtrado se concentran aquellas muestras


que presentan poca cantidad de microorganismos (LCR), con el fin de
aumentar la sensibilidad de las técnicas diagnósticas (tinciones, cultivo,
detección de componentes).

Diagnóstico indirecto o serológico

Consiste en poner en evidencia una respuesta inmune del huésped frente a la


infección por un microorganismo (bacterias, virus, hongos o parásitos). En la
práctica se trata de detectar los anticuerpos específicos dirigidos frente a los
antígenos del microorganismo infectante. Normalmente se buscan en el suero
del paciente, pero también se pueden utilizar otros líquidos orgánicos (LCR,
saliva). Se emplean para ello técnicas inmunológicas que utilizan un antígeno
conocido para la detección del anticuerpo problema, es decir, una inversión del
sistema diagnóstico de detección directa. Los métodos incluyen técnicas
semejantes a las descritas en la detección de antígeno: aglutinación, EIA,
inmunocromatografía, inmunofluorescencia indirecta (IFI), inmunoelectroforesis
(western blot). En la actualidad, muchas de estas pruebas diagnósticas están
altamente automatizadas y emplean la quimioluminiscencia como señal en las
reacciones inmunológicas. Otro tipo de técnicas, como la fijación de
complemento o la neutralización, son cada vez menos empleadas en los
laboratorios clínicos. El tipo de anticuerpo o Ig que se detecte puede indicar
una infección reciente (IgM, IgA, IgG de baja afinidad) o pasada (IgG de alta
afinidad). Generalmente de tres a seis semanas después de producirse la
infección se produce el máximo nivel de anticuerpos (IgM+IgA+IgG), y el
aumento de la concentración de éstos entre dos muestras separadas en el
tiempo (2-4 semanas) también es indicativo de infección reciente. Las pruebas
serológicas pueden ser aplicadas a las muestras en forma de perfil serológico,
con el fin de estudiar, de forma simultánea, varios agentes patógenos que
pueden ser los causantes del mismo cuadro clínico. Como ejemplo podemos
citar el perfil de neumonía atípica para estudiar la presencia de anticuerpos
frente a los patógenos más importantes implicados en este proceso (Legionella
pneumophila, Chlamydophila pneumoniae, Mycoplasma pneumoniae, Coxiella
burnetii). Además del diagnóstico de las infecciones, los estudios serológicos
también tienen su aplicación para conocer el estado inmune de un individuo
frente a un agente infeccioso (embarazadas, estudios previos a una
vacunación), o en estudios epidemiológicos en que se quiere conocer el estado
inmune de la población (seroprevalencia de la enfermedad,
justificación de una campaña de vacunación).

COLORACIONES Y EXAMEN EN FRESCO

 EXAMEN EN FRESCO.

Los exámenes en fresco permiten visualizar los microorganismos sin necesidad


de fijarlos ni teñirlos, y por tanto vivos. Los microorganismos en general no
presentan demasiado contraste respecto al medio que les rodea. A pesar de
ello es posible verlos sin necesidad de teñirlos gracias a la refringencia que
despiden y sobre todo a su capacidad de movimiento en medios líquidos.

La visualización de bacterias en fresco puede realizarse mediante la técnica de


la gota pendiente. Consiste en colocar una gota de la solución con la bacteria
en suspensión en un cubreobjetos que se coloca invertido sobre un
portaobjetos excavado. Con el objetivo de 40 aumentos pueden detectarse las
bacterias en movimiento por la refringencia que desprenden. Es una técnica
que apenas se utiliza en el diagnóstico microbiológico, porque ofrece muy poca
información en cuanto a la estructura y composición de las bacterias.
Solamente puede tener utilidad en la comprobación de la motilidad de los
microorganismos.
Puede ser utilizada para observar la morfología de bacterias, hongos y
protozoos en productos patológicos. La adición de tinta china a un sedimento
de líquido cefalorraquídeo (LCR) permite observar la presencia de células
levaduriformes capsuladas, como Cryptococcus neoformans.

 TINCIONES HABITUALES.

La tinción de Gram es el método de tinción más importante en microbiología


clínica. Esta tinción diferencia dos grupos de bacterias (grampositivas y
gramnegativas) que se caracterizan por tener diferentes mecanismos
patogenéticos y distinta sensibilidad a los agentes antimicrobianos. Entre las
aplicaciones de la tinción de Gram está la identificación de la etiología de
neumonías bacterianas por examen de esputos, de meningitis, de infecciones
de orina, de abscesos purulentos, de infecciones cutáneas o de exudados
uretrales o faríngeos. Las dos tinciones más utilizadas para la detección de
microorganismos ácido-alcohol resistentes son la tinción de Zhiell –Neelsen y la
tinción de Kinyoun, permitiendo la identificación de micobacterias, Nocardia y
Actinomyces. La tinción de Giemsa se emplea para la visulización de
espíroquetas y protozoos. Entre las tinciones fluorescentes, las más utilizadas
son el naranja de acridina en el diagnóstico directo de tricomoniasis en
extensiones de exudados vaginales y ciertas micosis, y la auramina por su
afinidad por el bacilo tuberculoso.
Del grupo de las tinciones argénticas, la tincion de Giménez es útil para el
diagnóstico de las infecciones por Legionella. En las tinciones negativas los
microorganismos permanecen sin teñir destacando sobre los colorantes de
fondo. De esta forma, la tinción con tinta china permite observar en fresco la
cápsula del neumococo.

MÉTODOS DIAGNÓSTICOS INDIRECTOS

 MÉTODOS DE DETECCIÓN DE ÁCIDOS NUCLEICOS

Utilizan un fragmento corto de ADN o ARN de cadena simple marcada (sonda),


complementaria de una secuencia conocida de nucleótidos (diana) del
microorganismo en estudio. Se emplean para la detección directa en diversas
muestras clínicas de Neisseria gonorrhoea y Chlamydia trachomatis y
papilomavirus (asociado con el cáncer de cérvix). Otros sistemas
comercializados permiten la identificación del microorganismo in vitro; por
ejemplo, permiten identificar con rapidez la micobacteria que está creciendo en
el medio de cultivo (Mycobacterium tuberculosis, M. avium) o bien nos permite
detectar la presencia de determinantes de resistencia a antibióticos o de
virulencia; por ejemplo, producción de toxinas.

 INMUNOFLUORESCENCIA

La técnica de inmunofluorescencia directa utiliza anticuerpos unidos a un


compuesto fluorescente, como la fluoresceína, que se dirigen contra un objetivo
antigénico específico, con el fin de observar microorganismos o estructuras
subcelulares, Cuando el examen se realiza en las condiciones adecuadas, la
sustancia fluorescente absorbe la luz ultravioleta y la retransmite a una longitud
de onda mayor (visible) que es captada por el ojo humano. En la técnica de
inmunofluorescencia indirecta, un anticuerpo sin marcar (objetivo) se une a un
antígeno específico. A continuación la muestra se tiñe con anticuerpos
policlonales marcados con fluoresceína que se dirigen contra el anticuerpo
objetivo. Puesto que cada anticuerpo objetivo sin marcar unido a su
correspondiente antígeno posee numerosos sitios para unirse al segundo
anticuerpo, la señal visual se puede intensificar (amplificación).

Esta clase de tinción se denomina indirecta porque utiliza un sistema de dos


anticuerpos para generar la señal que permite detectar el antígeno. Estos dos
métodos de fluorescencia, directo e indirecto, detectan las inclusiones víricas
(p.j. , citomegalovirus, virus del herpes simple y virus respiratorios). Dentro de
las células en cultivo, así como muchas bacterias de crecimiento lento (p.ej.,
Legionella neumophila) directamente en muestras clínicas.

 MÉTODOS BASADOS EN LA AMPLIFICACIÓN DE ÁCIDOS NUCLEICOS

El proceso de detección de un microorganismo por amplificación genética


consta de tres etapas en las que se invierten aproximadamente 24 horas:
extracción del material genético (ADN o ARN); amplificación de un segmento
seleccionado del genoma mediante la reacción en cadena de la polimerasa
(PCR) y detección de los fragmentos amplificados (amplicón) por electroforesis
en gel de agarosa y tinción con bromuro de etidio o hibridación con sondas
específicas marcadas con moléculas quimioluminiscentes. La PCR tiene una
elevada sensibilidad pero requiere una infraestructura adecuada del laboratorio
y el adiestramiento técnico para minimizar el riesgo de contaminación. En los
últimos años se han desarrollado otras variantes de la PCR que permiten
aumentar su versatilidad (PCR múltiple) utilizando de forma simultánea
diferentes parejas de cebadores (secuencia corta de oligonucleótidos que
inician la hibridación); detectar fragmentos de ARN gracias a la utilización de la
transcriptasa inversa, una enzima que convierte previamente el ARN en ADN
(RT-PCR); cuantificar el ADN o acelerar el proceso. A pesar de todo, la PCR
sólo se ha consolidado en la microbiología asistencial en el campo de la
virología, especialmente en infecciones en las que las empresas de diagnóstico
microbiológico tienen un gran interés económico –virus de la inmunodeficiencia
humana (VIH), VHB, virus de la hepatitis C (VHC) y CMV– para las que se han
comercializado sistemas bien estandarizados. Para otros microorganismos
para los que no existen sistemas comerciales o son de difícil aplicación se
emplean métodos caseros limitados a los laboratorios de referencia y de los
grandes hospitales. Una técnica que suscita enormes expectativas es la PCR a
tiempo real que, gracias a la utilización de sondas fluorogénicas, permite que el
proceso de amplificación y detección sean simultáneos, lo que le confiere una
gran rapidez de ejecución. Además, el riesgo de contaminación es menor que
en la PCR convencional, permite la realización de una PCR múltiple y la
cuantificación de la cantidad de ácido nucleico presente en la muestra inicial. A
pesar de todas estas ventajas, la aplicación práctica de la PCR a tiempo real
tiene las mismas limitaciones y sólo disponemos de sistemas comerciales para
las infecciones de mayor interés comercial.
CONCLUSIONES
• Después del estudio de un paciente infectado ,es necesario la
utilización de forma razonada y con la máxima rentabilidad diagnóstica
de las múltiples pruebas o exploraciones complementarias disponibles
para un adecuado diagnóstico.

• Las pruebas microbiológicas diseñadas para la identificación etiológica


de una patología infecciosa tienen diferentes niveles de complejidad y se
utilizarán dependiendo de la clínica del paciente, y sin dejar de tener en
cuenta la condición socioeconómica del paciente.
BIBLIOGRAFIA

• EDICINE 2010, Interacción hospedador – agente infeccioso.

pag 3352 – 3360

• MEDICINE 1998, Interacción hospedador – agente infeccioso.

pag 3361 – 3366

• MEDICINE 2006. Respuesta del hospedador frente a la


infección, pag.3181 - 3187

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