CERCUS: 11 años Reciclando para el Ambiente

Julio Alexander Parra Maldonado1

“De noche, iremos de noche,

porque para encontrar la fuente
sólo la sed nos alumbrará”

El 02 de Marzo de 1992, en un momento de confusión nacional, de disonancia

política y diatriba agresiva surgió en la comunidad de Los Curos un proyecto lleno de

esperanzas que daba muestras de que la Venezuela olvidada y excluida quería de veras

encontrar un rumbo de prosperidad y vida digna para todos y todas.

Se creaba el Centro de Reciclaje Los Curos CERCUS, luego de un año de reuniones y

planes entre un grupo de jóvenes que hacían un trabajo para mejorar las condiciones

de vida de sus familias, generando alternativas sociales a los problemas que

enfrentaban. Se inauguraba un almacén para el acopio de materiales reusables y

reciclables, para favorecer el ambiente y la autogestión de la comunidad. Este proyecto

nacía de la idea de la Coordinadora de Grupos de Los Curos.

Con el aporte de la Cátedra de la Paz, Grupo EGUM y Grupo de Montañismo y

Conservacionismo se obtuvo un crédito de AUGE, Grupo Social CESAP, para el

funcionamiento de CERCUS. El aprovechamiento de papeles, cartones y vidrio iniciaba la

acción acompañando una campaña educativa en escuelas, liceos y calles de la

comunidad. Iniciaban las familias de los grupos juveniles y el acompañamiento de la

Parroquia Corazón de María de los Misioneros Claretianos.

Hoy, once años después de aquel inicio se ha consolidado como una institución

referente en el reciclaje y reuso de residuos en la región, con proyección nacional. Once

años de esfuerzos educativos y de investigación, con el apoyo de la Universidad de Los

Andes con el CIULAMIDE y en especial de la Dra. Cecilia de Scorza, el asesoramiento del

Ing. Miguel Cabeza del CIDIAT, la cooperación de la Fundación Polar, la Embajada

Británica, la Fundación Ford; y sobre todo con el trabajo voluntario de niños, niñas,

jóvenes, mujeres y hombres de la comunidad que día a día dedican tiempo y labor para

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Licenciado en Educación. Cátedra de la Paz y Derechos Humanos.
 Julio Alexander Parra Maldonado
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la recuperación de los residuos sólidos reciclables en sus casas, escuelas y sitios de

trabajo, dando el ejemplo mayor de que podemos ser responsables del desarrollo

ambientalmente sustentable de nuestra sociedad.

Numerosas empresas, comercios, familias, grupos, escuelas, liceos, instituciones de

educación superior y ciudadanos han dado su aporte al reciclaje y reuso desde CERCUS.

Hoy podemos decir con orgullo que tenemos once años reciclando para el ambiente.

Nuestro aporte a la construcción de una cultura de reducción, reutilización y reciclaje

en Mérida.

Un aporte que tiene números que mostrar: 160 toneladas de materiales que

pudieron ser basura. Papeles y cartones que representan más árboles y más oxigeno;

vidrio y aluminio que significa ahorro de energía y agua en su nueva producción,

cientos de miles de envases reusables que tuvieron y tienen más larga utilidad; miles de

personas que conocieron la defensa ambiental por el reciclaje desde las actividades

educativas y formativas adelantadas por CERCUS, y cientos de familias que han

encontrado un apoyo económico en la actividad del reciclaje y reuso. Se ha hecho

bastante, pero no lo suficiente. Falta mucho por hacer.

Solo durante el año 2002 se comercializaron en CERCUS 10 toneladas de desechos y

residuos domiciliarios y comerciales recuperados en Los Curos. Se le suman dos

toneladas y media de papel y vidrio, que quedaron en el almacén al final del año por la

crisis nacional, imposibilitados de comercializarlos en ese momento. Se recuperaron

para el reuso 5036 envases de vidrio. Además de la capacitación y formación dada a

más de cien jóvenes que estuvieron con nosotros durante el año 2002, realizando

pasantías, recibiendo asesoría para sus trabajos de investigación y participando en los

cursos y talleres facilitados desde la organización.

Las cantidades de papeles y cartones recuperadas durante el 2002 representan entre

70 y 80 árboles en edad madura que no se talaron para producir esa misma cantidad

de papel. Cinco toneladas de bauxita, sílice y otros minerales que no fue necesario

extraer de la tierra para producción de vidrio, aluminio y otros metales. A lo que hay
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que agregar el agua y la energía que se ahorra en la producción de nuevos artículos con

materiales reciclados o reusados.

Y para la gente vecina al botadero de El Balcón en San Juan esta cantidad de

materiales le representan una trinchera menos de basura que no les llegó en el 2002.

Nos disculpamos con ellos por la que si enviamos y pudimos haber recuperado.

Once años contribuyendo con el ambiente de todos y todas los que vivimos en

Mérida, pero también con el ambiente de los que vivirán luego, recordemos que nuestro

ambiente es más de ellos, de los hijos y nietos de esta generación. Todo gracias al

trabajo constante y a veces desagradecido de voluntarios y promotores de CERCUS. Esta

acción es la muestra que otra forma de tratar los desechos en la ciudad es posible.

Sigue faltando trabajo conjunto y constante de las instituciones gubernamentales y de

organizaciones no gubernamentales para dar respuesta ciudadana al problema de la

basura n la región. Sin participación no es posible una alternativa viable

económicamente, técnicamente factible, socialmente aceptable y ambientalmente

sustentable.

Esperamos que en los años venideros se fortalezca el trabajo. Actualmente seguimos

manteniendo las relaciones de trabajo con la Universidad de Los Andes, CIULAMIDE y el

CIDIAT, y tenemos una propuesta para interactuar con la Alcaldía de Mérida. Estamos

trabajando en escuelas de Mérida, Ejido y en Mesa de las Palmas. Con liceos en los

Municipios Libertador, Campo Elías y Alberto Adríani; en especial con la U. E. “Rómulo

Betancourt” con un programa para el aprovechamiento de papeles y cartones en

cooperación con la escuela “Ada Gobetti Marchessini” y el CISV de Italia. A esto hay que

sumar iniciativas como Agenda XXI y GEO Juvenil propuestas en el ámbito nacional e

internacional.

Toda esta acción para profundizar la esperanza con que se inicio CERCUS, que ahora

bajo la responsabilidad de la Cátedra de la Paz y Derechos Humanos “Mons. Oscar

Arnulfo Romero”; dando alternativas para salir de la eterna crisis, encontrar caminos

de unión y diálogo, y seguir reciclando para el ambiente.