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180 ‘CONCEPCION FERNANDEZ VILLANUEVA permitian los conceptos freudianos, Lacan ha profundizado en la teorfa freu- diana extrayendo de ella elementos muy apropiados para analizar los proble- mas contemporéneos. La teoria de Jo imaginario que se est& desarrollando bas- tante en Francia permite un nuevo modo de abordaje de uno de los fenémenos més peculiares e importantes de la cultura de la posmodernidad: la imagen y sus efectos; en este sentido, la identificacién imaginaria es una de las areas de Investigacion que creo se van a desarrollar en el futuro. La conexién de la nor- mativa interna de los sujetos con el lenguaje permite avanzar en la compresion de las variadas interpretaciones y, hasta de las subversiones de Ia ley mante- niendo no obstante sus mismas funciones psiquicas. La subjetividad y el géne- ro adquieren un nuevo significado a la luz de la teoria del lenguaje como es. tructurador de la subjetividad. Las relaciones interpersonales se van a explicar por su significado y no por las conductas que se puedan observar o in tro de ellas. Por tiltimo, los instrumentos para el anélisis de inconscient coinciden con los métodos de andlisis del lenguaje, la metéfora y la metor basados en Jos procesos de condensacién (metéfora) y de desplazamiento (me- tonimia), pueden llevar a nuevas formas de analizar el discurso. Por ello considero gue la reciente vinculacién de Ips conceptos lacanianos con los presupuestos de los psicélogos sociales posmodernos podria continuar * en el futuro. Las posibilidades de que eso ocurra dependen de muchas cuestio- nes, entre otras, de que le teorfa lacaniana sea conocida en el contexto psicoso- ciol6gico. Para conseguir este objetivo hay que superar un importante obstécu- Jo: El lenguaje, el discurso de los lacanianos, Se trata de un discurso oscuro y en ocasiones desconcertante ¢ irritante, La oscuridad en el discurso no es pri- vativa Gnicamente de los lacanianos, se encuentra también en muchos otros pensadores contemporaneos, Lacan formulé una explicacién justificativa de ese rasgo de su «decir», explicacién en linea con la teoria de las funciones de! lenguaje en el inconsciente. No obstante es necesario tender continuamente puentes de interpretacién que ayuden a construir la significacién de sus textos. Creo gue uno de esos puentes es I, Parker. E, Laclau, Ch. Moule, R. N. Buenfill y S. Zizek reconocen y explicati los conceptos lacanianos de una forma mas accesible y, sobre todo, aplican sus descubrimientos al anélisis de Ia accion politica, la formacion de Jas ideologias y las caracteristicas de la subjetividad en las nuevas formas de vida social pro- pias del capit Capitulo 4 PSICOLOGIA SOCIAL POSMODERNA, NUEVA, ABIERTA 0 EMANCIPATORIA Aludimos en este titulo a las denominaciones que se han utilizado para definir una forma de hacer Psicologia Social que se ha desarrollado después de la cri- sis y que trata de hacerse cargo de lo que, por extensién del tstulo de un texto de Richard Rorty (1990), se ha Hamado «giro litigiistico». Se denomina, pos- _modéma en la medida en que conecta con la filosofia y cl pensamiento posmo- demés. La denominaci6n de Psicologia Social posmoderna es més bien de f- acin francesa, recogiendo la terminologa de Lyotard (1994) o anglosajona Minton y Reynolds, 1996). Otros autores hablan de la «fueva (Ovejero, 1999). La calificariamos de nueva en la medida en que pretende abrir nuevos enfo- ques de investigacién y abordar nuevos temas. El titulo de «posmoderna», me- nos académico, ha hecho més fortuna en la ciencia social ayudando a conocer tuna nueva perspectiva de la Psicologfa Social, Desde nuestro punto de vista el calificativo que definiria mejor esta nueva forma de abordar la ternatica psico- sociologica seria «Psicologia Social critiéa» o Psicologia Social «no ofici aunque estos calificativos utilizados por Sangrador acompatien a todas las formas de hacer Psicologia Social en el futuro. Para acercarnos al significado de estas nuevas formas de hacer Psicologia Social hay que tener en cuenta, en primer lugar, que se enmarcan en el movi- miento cultural y de pensamiento que se ha llamado Posmodemidad y compar- te con ese movimiento bastantes presupuestos epistemolégicos, politicos y éti- cos, aunque no de la misma manera ni con la misma intensidad en todos los autores. Repasaremos brevemente algunas caracteristicas de este movimiento 182 (CONCEPCION FERNANDEZ VILLANUEVA pare situar mejor a la Psicologfa Social de la que nos vamos a ocupar en este capitulo. LA POSMODERNIDAD: CARACTERISTICAS DEL PENSAMIENTO Y CONOCIMIENTO POSMODERNOS. IMPLICACIONES PARA LA PSICOLOGIA SOCIAL, Se ha mado Posmodernidad a un movimiento en la cultura, las artes y la ciencia, una nueva forma de teorizar él momento histérico contemporéneo, una transformaci rica que surgié tras la segunda guerra mundial o la De acuerdo con un reconocido posmoderna se caracteriza por d el giro oy importancia de la imagen. En conexién con dichos rasgos aparece en las cien- ‘cias humanas una nueva pérspectiva epistemolégica que defiende la fragmen- tariedad en el conocimi relatos» (Lyotard, 1979, EI discurso del conocimiento posmoderno no se corresponde con la anterior logica de la representacién de la realidad a través del lenguaje, la Posmoderni- dad es antirrepresentacionista. Los autores posmodemos que siguen a Rorty no se identifican con una versi6n representacionista de la realidad, incluso cuestionan la nocién de realidad y-la légica con la que se puede capturar esa realidad. Las grandes construcciones filoséficas, los grandes sistemas de pen- samiento pierden credibilidad e interés para los posmodernos que hablan de la «caida de los grandes telatos». En consecuencia, el discurso posmodemo refle- representacion efigurale «paralégico». Con la caida de los grandes re ierde valor la Tégica formal qué Tos fundamentaba, la representaci pasa a ser ahora la representacién figural y paralégica, representaci6n que, se- Jo entendemos, se acerca mucho més que antes a la representacién meta- forica o imaginativa, Las investigaciones sobre la imagen se incrementan en PSICOLOGIA SOCIAL POSMODERNA, NUEVA, ABIERTA 0 EMANCIPATORIA 183 Posmodernidad y giro lingitistico: la minimizacién de la I6gica y el redescubrimiento de la retérica Ena filosoffa, y también en la Psicologia Social, la Posmodernidad se traduce, guistico». Se trata del reconocimiento del estatus del lenguaje de una forma. _més fuerte que nunca en Ja historia del pensamiento. En la Filosofia y en labras desbordan llega hasta el punto de reconocérsele la categoria de acciép. Muchas acciones sociales se sostienen en los discursos, se realizan a faves de ellos. Por consi- 's palabras rara vez son «meras palabras» Psicologia Social, el poder del lenguaje es reconocido tanto por los interac hemos repasado anteriormente, como en las de andlisis del discurso y ela conversacién de Jas que nos vamos a ocupar en las siguientes paginas. Si ado es porque creen en el poder del El poder del discurso se establece como pre ra declaracién de principios, sino que la investigacién que les interesa y la que realizan en la préctica tiene como principales objetivos mostrar sus efectos en la vida social Consecuentemente al abandono de las légicas universal Ienguajes formales, abstractos, pierden importancia como de las personas en la vida so- 3 por los relatos de los gru- Pos y las personas, en sus dimensiones particulares. «La sociedad importa por Ja forma como es vivida por la gente, la sociedad como entidad abstracta no es El interés por una «Psicologia Social del lenguaje» es una caracteristica del momento actual de la ciencia social. Yo dirfa que se est produciendo un re- descubrimiento de la filosofia del lenguaje y buscando una nueva teorfa del simbolo. Llimese una teoria del signo (en palabras de Norbert Elias, 1994), una teorfa de la relacién del conocimiento con el discurso (Billig, 1987; Ed- wards, 1997; Crespo, 2001), una relacién del discurso con el cambio social (Fairclough, 1992), una relacién del lenguaje con la subjetividad (Escuela de 184 ‘CONCEPCION FERNANDEZ VILLAKUEVA tradicion psicoanalitica lacaniana), etcétera, Lo cierto es que muchos investi- gadores se plantean una nueva consideracién de los efectos de las dimensiones simbélicas de los seres soc Tere Wood” ere un estatuto mucho més relevante. Hasta el punto de que es propuesta por algunos autores como modelo cognitivo, Las caracteristicas de la ret6rica son las del pensamiento comin, pensamiento de opinién en cierto modo préximo a la creencia, pensamiento contextualizado y no universal, pensamiento no sujeto a las leyes de la I6gica for de la oposicién y Ia diferencia, a los principios de la rica como sistema de argumentaciones no propiamente cientificas ni puramen- te Iogicas ha sido muy desvalorizado por el pensamiento llamado «cientifico» Entre otras razones porque los recursos ret6rico: o estaban ligadas a la funci6n persuasiva, y, por ‘Sin embargo, las angumentaciones no exactamente «cientificas», sino basa- das en el conocimiento comin, son las que fundamentan la democracia, las gue fundamentan la toma de decisiones en los émbitos politicos, juridico, so- cial, interpersonal y parece, por tanto, contradictorio © carente de sentido scomin» desvalorizarias o situarlas simplemente en el extremo contrario del discurso racional, ya que fundamentan buena parte de las instituciones y las reglas de juego sociales. Estoy totalmente de acuerdo con este argumento y coincido en la necesidad de valorizar 0, al menos, de considerar la eficacia de este tipo de producciones et6ricas y, sobre todo, en la necesidad de analizarlas mucho més a fondo y de ‘sonocer sus efectos en el pensamiento, la subjetividad y las précticas sociales, ‘Cuando hemos analizado las dimensiones imaginaries de la vida social hemos constatado una actitud parecida seftalada por Durand (2000) y por otros mu- chos (véase capitulo 4). una actitud de desvalorizacién y desprecio de lo imagi- nario y, por las mismas razones, la carencia de légica pura o formal, la falta de cientificidad y la funcién de engatio, persuasion o sugestion. La legitimacion del pensamiento «falible» (Crespo, 2001, p. 175), como la legitimacién de los aspectos imaginarios del pensamiento, no se plantea la demostraci6n cientifica ni las certezas, sino que se sittia en los terrenos de lo verosfmil y lo plausible. Esta actitud significa situar la racionalidad en nut ignificado risticas diferentes de las uti- icosm. Significa, ademas, re- conocer que la tacionalidad no solo puede ser légica, sino también dialéctica y eiérica y, consecuentemente, poner en duda que el convencimiento intelectual se derive necesariamente de la demostracién légica. Desde esta posicién, el convencimiento intelectual se entiende en cierto modo como adhesién a un ar- PSIcOLOGIA SOCIAL POSMODERNA, NUEVA, ABIERTA 0 EMANCIPATORIA 185 gumentoy, por lo tanto, se deriva tanto de la logica como de la argument: mo modo que el discurso «ci ficos no lo reconozcan), pero, sobre todo, admite la plausi tos que no se adecuen a todos los criterios de la logica formal, Asi, la retorica s¢ sitéa en un territorio intermedio entre los discursos logico cientificos (con arguments probatorios) y la irracionalidad de la mera sugestién. La importancia de la imagen y de las dimensiones imaginarias La teorfa sociolégica de la Posmodernidad trae consigo la importancia de lo imaginario y de Ja imagen en la vida social y en la investigacién psicosociolégi- ca, En su capitulo «Defining the posmodern tei i gen a una categoria superior a la que se concedia anteriormente, hasta el punto gue se mezcla y se confunde con lo real. eLa frontera entre la imagen y la rea- lidad se ha difuminado y los legados de la teorfa clésica de Marx, Weber y Dur- heim se han agotado» (Denzin, 1991, p. 1). Los relatos cientificos asi como los s grandes profetas sistemas morales toman otra forma y, como expresa Rot morales de la humanidad son los cineastas y «el “self” se confunde con su ima- gen» (Denzin, 1991, p. 18). Denzin aborda ya en 1991 ensayos sobre productos at es difun dos en los medios de comunicacion de masas. Dichos ensayos tienen sentido dentro de una perspectiva dramatirgica, en la acepcién de Gofiman, es decir como una manera de presentar los valores, las actitudes 0, en este caso, los mic «Blue Velvet», «Wall Street», eDelitos y Faltas», «Sexo, me deo», «Haz lo que debas», «Par escénico es fundamental, como modo de presentacién de la realidad, como modo de observacion y como método de diagnéstico. «La era posmoderna es inemética, se conoce a sf misma a través del ojo de la cémara. El observador 186 ‘CONCEPCION FERNANDEZ VILLANUEVA PstCoLOGIA SOCIAL POSMODERNA, NUEVA, ABIERTA 0 EMANCIPATORIA 137 es el, “voyeur” icénico posmodemo. En consecuencia, los estudios culturales criticos deben orientarse a las imagenes cinematicas y a las narrativas que de- finen esta era> (Denzin, 1991, p. 155). La tecnologia posmoderna ha desplazado la importancia de lo escrito y ha enfatizado el poder del video. Como dice ‘cursos, sino que coexisten al menos tres variedades discursivas: la oral, la escri~ tay la escenificada, Pero dentro de cada uno de esos tipos hay otras variedades dindmica y relaciones se deben tener en cuenta. El discurso cientifico, la cultura popular y la descripeién de la vida cotidiana y la experiencia privada circulan entrecruzados y continuamente mezclandose.en las emisiones audio- visuales. Por otra parte, es importante considerar qué tipo de mirada tiene el obser- vador posmoderno. El espectaculo de la television plantea una reflexién sobre el tema de las caracteristicas de la mirada, de la of in. Hay que plan- tearse al menos dos preguntas: a) gad6nde mira el espectador cuando mira la televisién?; yb) geémo mira?, es decir, gcudl es la cualidad de su mirada? De acuerdo con Gonzélez Requena (1995), la mirada se puede dirigir a un espacio re (la mirada a un paisaje, por ejemplo), a un espacio cerrado capturado (el teatro 0 el circo) o a un espacio fantasma, un espacio virtual (el caso del apara- to de television). En el lugar virtual de la television, «las diferentes posiciones de la cémara coneretas adoptadas durante el rodaje se fundiran después en un ‘inico lugar material, el ocupado por el espectador, donde habran de converger, por obra de la raz6n perspectivista, las multiples imagenes rodadas» (Gonzélez Requena, 1995, p. 72). De singular importancia se muestra la cualidad de la mirada del-observador. El individuo posmoderno es un consumidor de imagenes, su mirada se parece més a la del «voyeurs que a la de un simple receptor de informacién o a la de tun analista de la informacion. Se trata de alguien que se sienta ante su tele sor y participa de algtin modo de lo que esta viendo. Lo supuestamente secret intimo, recéndito de la sociedad y de los seres humans aparece cn la tel sién para ser participado o disfrutado por los espectadores. Y, en relacion c esta caracteristica, se crean y ofrecen programas que, en funcidn de este papel la ficci6n con la realidad, situando siempre al espectador como evaluador tiltimo del simulacro. El papel del espectador no se puede re- ducir al de un simple receptor de imagenes que guarda en su retina y traslada a su mente. Su actividad no consiste solamente en recoger imagenes y codificar- Jas, sino que en el acto de ver televisin se producen variados procesos psiqui- | cos, ademas de «escuchar con los ojos 0 algo asf». Complejos mecanismos psi- quicos, como la proyeccién o la ident 10, segtin las emisiones de las que se trate. Uno de los proceses més interesantes es la identificacién. Identificacion narrativa, ‘dentificacién con los personajes de la publicidad, identificacién con los perso~ najes del drama son procesos furdamentales para entender los efectos del apa- rato de television en los salones de los hogares!. asistencia al espectculo tele rada del observador adquiere hoy més que nunca una dimension éti- ca. Se trata de una mirada identificatoria, que incorpora o rechaza, que se muestra activa, Los efectos éticos de la televisién se manifiestan en que la esponsabilidad de los observadores sobre el sufrimiento de Jos seres humanos Ge cualquier contexto social se ha incrementado, La urgencia para responder & Geterminados hechos se ha hecho mayor, se ha incrementado la presién para tomar medidas acerca de algunos acontecimientos. Sea cual sea la respuesta vés de la television, no cabe duda de ue siempre tiene una dimension moral, aunque no podamos afirmar que Sempre sea positiva, Puede que la respuesta que produzca en el espectador no favorezca la eliminacién del suftimiento observado, sino que provoque el si ple consumo de las imagenes. En este caso, el espectador se convierte en «v0- yeu, pero eso no elimina la dimensién moral (negativa) de su comportamien qo. El poder transformador de la television es subrayado claramente por Tgnatieff «por un lado, Ja televisign ha contribuido a derribar las barreras de I= nacionalidad, la religion, la raza y la geografia que solian dividir nuestro espa- vio moral en personas por las cuales nos sentiamos responsables y otras por las que no. Por otra parte, nos convierte en “voyeurs” de un sufrimiento turistas de un paisaje de angustia y nos enfrenta con sus destinos, al que esconde las distancias —sociales, morales y econémicas— que nos seps- ran» (Ignatieff, 1999, p. 17). En todo caso, estemos 0 no de acuerdo con Ia influencia po visién en la toma de conciencia y la respuesta hacia el sufri jrumano, lo que parece indiscutible es que-su funcién no puede ser ya meray monte informativa. «Aunque sus gestores afirmen con frecuencia que le fun- 1 ta Hdenifcasin nara signif mc nds caraciersoa esol de gue son a imarperomae eno ge os obstedores oman part, can idntifeads ¥ parti eS nipcia de los personajes dela imac de sus emociones a detinack cr unpaco diferente yu.qu en ugar de aac eos marads ee eee as prone ta amo son vos Bons fe ae Seas personaes permite la exresion de desoeveaiarenteo das Sprain Ie dicho personae, Pola er ecto dels arality shows esi oma con ee Dac eon en ge on personajes telson arapan al espectador eh 2 este productandons ene caper dere eon. icaci6n. se ponen en marcha en la 188 (CONCEPCION FERNANDEZ VILLANUEVA cién del medio es meramente informativa, no pueden evitar que las consecuen- cias de su poder sean morales, porque a través de la television no solo vernos al préjimo sino que cargamios con su destino» (ibid, p. 37). Independientemente del debate con respecto a los efectos de la television y os nuevos soportes de la informacién virtuales, desde mi punto de vista, ese scargar» con el destino del préjimo implica basicamente tres cuestiones: a) identificacién con las victimas del sufrimiento (y consecuentemente desidenti- ficacién 0 rechazo de los responsables 0 agresores); b) impulso de hacer algo para reducir el sufrimiento; y c) necesidad de justificarse en el caso de no hacer nada. Las tres son opciones que operan en los espectadores, pero no se puede olvidar la responsabilidad ética de los programadores en cuanto a desvelar ccultar la informacion, as{ como en establecer los elementos bésicos para per- mitir una apreciacion objetiva o justa del suftimiento, La fragmentariedad: los relatos cortos, vividos y los discursos contextualizados Tanto el giro lingitstico como la emergencia de la imagen tienen como conse- cuencia Ia presencia de un rasgo muy definitorio de la Posmodemnidad: la fragmentariedad. La fragmentariedad de la informaci6n, y la «fragmentacién de la raz6n» (Jiménez Burillo, 1997) son coherentes con las caracterfsticas de la discursividad posmodema. El pensamiento, la razén se fragmenta cuando analiza la vida social. El analista de la sociedad, incluyendo el psiedlogo social seve en la necesidad de renunciar a las verdades absolutas y los métodos uni- versales y a sustituir estos por «discursos consensuados mientras dure la con- versaciéne (Jiménez Burillo,1997, p. 67) La Verdad con mayaisculas se sustitu- ye por el xacuerdo entre hablantes durante periodos de tiempo contado». i 35 del posmodernismo son contadores de histo- rias» (Denzin, 1991, p. 156). Los tedricos, y mucho més los investigadores, de las ciencias humanas identificados con la Posmodernidad se caracterizan por ‘una actitud de ser intérpretes de trozos de realidad de vida social que engarzan a su vez. con otros trozos, en una actitud cuya metéfora mas expresiva es la del ebricoleur», artesano que compone con instramentos fragmentarios un objeto adaptandolo a’sus propias necesidades. F. Lyotard (1979) es uno de Jos princi- pales referentes del conocimiento posmoderno. Para este autor, el conocimien- to entra en la Posmodernidad en un fase nueva en la que los grandes sistemas filos6ficos, politicos, ideolégicos o religiosos han caido y han sido sustituidos PSICOLOGIA SOCIAL POSMODERNA, NUEVA, ABIERTA 0 EMANCIPATORIA 189 por los relatos fragmentarios, contextuales y relativizados, de forma que ya no son los representantes validos del saber. «Tras su obra la Postnodernidad hard referencia a la conciencia de la cafda de los grandes relatos y de la imposibili- dad de la gran teoria. El saber se relativiza, se fragmenta, Lyotard sittia de esta manera la Posmodernidad en el plano epistemolégico» (Dominguez Bilbao, 1996). Los grandes sistemas esencialistas, los grand latos, han perdido credibi- to modo «han cafdo» y han sido sustituidos por relatos cortos, contextualizados, diversificados entre sf, que es necesario unir o articular para que desprendan su sentido. El hecho de sui fragmentariedad no quiere decir que pierdan sus efectos sociales, sino que Jos efectos se producen quiz de otra manera, Los més poderosos efectos socia- les se producen cuando el investigador es capaz de analizar a fondo un caso in producto particular de la cultura y ponerlo en relacién con el res sociales dominantes. Naturalmente esta construccién de sentido es dificil de conseguir y muchas veces se corre el riesgo de mediatizar demasiado el sen- tido por la légica particular de los analistas y di de los relatos. Pero también existe una I do de los andl (contadores de terpersonal que evalia el senti- is hechos por los investigadores sociales de esta orientaci6n wrias). De acuerdo con Lentricchia (1990, p. 335, citado por 4 (0 ella) nos convence de que | tica cultural (direcci6n de una pelicula, etnografia, teoria posmoderna) es parte de un conjunto cultural que da sentido y coherencia a todas las précticas cultu- rales en su conjunto, No un conjunto gue esté ahf de antemano, esperando que reconozeamos su presencia, sino una totalidad que se resalta cuando el conta- jorias nos convence para ver las cosas a su modo. Para entender sntido del contador de historias nos remitimos a la distincién de caracteristico de los re- : cuales supuestamente lo tinico que se hace es objetivar Jo observable como si Io observable se hubiese traducido a medidas objetivas que todos pueden apreciar de la misma manera al ser deseri- tas. Por el contrario, el telling, més apropiado para los fenémenos sociales y humanos, es més bien un «decir», un erelato», no un producto de la deseripeién, sino de la interpretaci6n, o una creacién personal del contador, no un descu- brimiento. No obstante, el potencial identificador, racionalizador o justificador de un determinado relato por muy fragmentario que aparezca puede ser mu- cho mayor que el de un descubrimiento de un «hecho objetivos. La fragmenta- 190 (CONCEPCION FERNANDEZ VILLANUEVA riedad se muestra de forma dramética en los discursos visuales. Estos son, por su forma de emisién y por su constitucién misma, fragmentarios, lo cual complica de forma especial el anslisis de sus efectos. La television en cuanto sistema semidtico de comunicacién presenta la ca- pacidad de integrar todas las formas de co zadas por una secuencia temporal. Esa caracteristica, deno: tismo (Gonzalez Requena, 1995), nos obliga a precisar un método de interpre- las consecuencias de la combinacién y la mezcla de las se pueden reducir a considerar las emisiones como si estuvieran yuxtapuestas © pegadas unas a otras, sino que es necesario encontrar unidades de sentido superior a las emis seguramente son varias y de varios ni- veles jerérquicos. «Unidad sistemética y organizada, estructura de orden supe- rior unificadora de las estructuras autonomas constituidas por los diversos » Gonzalez Requena, 1995, p. 25). Por otra parte, su capacidad de abarcar todos los eédigos y todas los tiem- ppos coexiste con un cardcter fragmentario, de segmentacién que no se produce ensidad en ningin otro de los medios de comunicacion. Progra- ‘mas que se cortan para emitir publicidad o para hacer referencia @ otros pro- gramas, emisiones que duran semanas 0 afos, imagenes que se repiten, com ponen un mosaico de significacién complejo, acentuado cada vez més por las posibilidades de acceder casi simultaneamente a varios programas con los me- dios técnicos que permiten hacer el llamado «zapping». Interdisciplinariedad, la emergeneia de nuevas metodologias y la preocupacién por las dimensiones éticas de la investigacién Otras caracteristicas del pensamiento posmoderno que se pueden observar pa- ralelamente en la Psicologia Social son la interdisciplinariedad, la emergencia de nuevas metodologias y la preocupacién por las dimensiones éticas de la in- vestigacién, terdisciplinariedad se en la mezela de perspectivas de yy de temas a tratar. Andl to nivel de generalidad y en distin- tos enfoques sobre temas personales, sociales y macrosociales dificultan mar- PstCOLOG{A SOCIAL POSMODERNA, NUEVA, ABIERTA O EMANCIPATORIA 191 car los bordes de la literatura, el ensayo, la sociologia, asf como diferenciar al- ‘gunos de sus productos de los productos de la Psicologia Social. Preguntémo- rnos, por ejemplo, por la teorfa de la accién comunicativa de Jurgen Habermas, por los ensayos de Norbert Elias sobre el simbolo o sobre el proceso de zacién, por la teoria del progreso moral de Richard Roxty, por la teoria de la subjetividad de Jacques Lacan, 0 por los anélisis simbélico-historicos del na- cionalismo como los de Jon Juaristi \La emergencia de nuevas metodologias refuerza el rasgo de interdisciplina- riedad. La defensa radical del lenguaje como dato social de primer orden da ya las teorfas estructuralistas. De ello se deriva el and © ps 0 de textos sociales, Los ani acercan a los psicélogos sociales a los métodos antropol6gicos. El carécter abierto proclamado por los nuevos psicélogos sociales les permite asimismo e a la importancia de problemas humanos. Finalmente, la perspectiva ética, la preocupacién por la adecuacién de las ‘metodologias y las dinémicas de inv én tiene como resultado e] intento de dar voz a las minorfas y a las voces silenciadas y desvelar los mecanismos de la represidn y los procesos de socializaci6n. De este modo se entiende el surgi- miento de la Psicologfa Social feminista o de otras Psicologtas Sociales «mar- ginadas». En resumen, el pensamiento posmoderno, y en particular la Psicologia So- cial, vuelve a conectar con el psicoanilisis. La importancia del lenguaje es algo basico en el psicoanilisis, sobre todo en las corrientes posfreudianas y mas concretamente en Ja escuela de Lacan. La importancia de la imagen y de lo jimaginario, asf como el reconocimiento de la fragmentariedad de los mensajes Y los efectos de la mirada del espectador, son temas que los psicdlogos sociales posmodernos comparten con los psicoanaliticos. Gonzélez Requena (1995), Parker (1996) y Denzin (1991) hacen relatos analiticos con ciertas similarida- des, utilizando conceptos psicoanaliticos, profundizando en la historia y el sig- nificado cultural de los mensajes, utilizando la metafora como método, con- luyendo en cuestiones como la identificacién, el deseo o el sintoma. PSICOLOGIA SOCIAL ¥ POSMODERNIDAD: VINCULOS, AFINIDADES ¥ HERMANDADES 192 (CONCEPCION FERNANDEZ VILLANUEVA clasificaciones que se han hecho en manuales 0 monografias especificas po- demos darnos cuenta de cierta variabilidad en Ia inclusién 0 exclusién de enfo- ques y autores. Collier e¢ al, (1996) sus col la Etogenia (Harré), el construccioni representaciones sociales Ja Psicologia Social cxi- or su parte, ademas de afiaden la nueva Psicologia Social (Bar-Tal), la teo- también, nueva Psicologia Social (Parker), la Psi- la Psicologia Social hist6rica (Gergen), la orientacién de estructura social y personalidad (Gerth y Mills, Archibald) y la Psicologia Social dialéctica (Baumgardner, Georgoudi). licaciones-cotidianas, la ica y la aproximacién hermenéutica. Este autor no habla de escuelas, ni siquiera de modos de hacer Psicologia, sino de «caracteristicas» Coincido con este modo de clasificacién, que me parece mas en Ifnea con la Posmodernidad, porque ésta no se define en escuelas ni tendencias rigidas, sino en rasgos més contextualizados. La contextualizacién de las tendencias es una tarea ineludible en el trabajo de ai moderna. Ademés, siempre es una estrategia y un método para enmarcar me- las aportaciones de cada autor, Supone, ademés, el reconocimiento de la re- icidn del texto con su autor y con el lector. El texto seria un vinculo del autor con el lector, un vinculo que empieza en la vida del autor y acaba en la vida del lector Desde la légica posmodema, por otra parte, el sentido de los textos y de los conocimientos no se construye independientemente del contexto cientifico € srpersonal en el que se insertan. Més bien, extendiendo la argumentaci6n yucaultiana sobre el sujeto, del misino modo que un sujeto es para otro lo que un significante es para otto significante, un texto tiene sentido si se consigue enlazar con su autor, con su época y con el conocimiento anterior, es deci, si se logra construir con el un nuevo entramado de conocimiento en relacién con el anteriormente existente Por tanto, un texto es un nuevo significante en el contexto de los significan- tes del conocimiento y tiene sentido si se consigue articular con Es decir, una légica de asociacién, de relacién, no de acumulacién de datos, Los datos son intere- PSICOLOGIA SOCIAL POSMODERNA, NUEVA, ABIERTA O EMANCIPATORIA 193 santes, pero solo en la medida que se puedan engarzar de esta forma, nunca en si mismos ni de forma independiente. Los autores y enfoques que proponemos como posmodemnos tienen para nosotros sentido por este mismo tipo de logica, porque entre ellos se establecen uunos vinculos que construyen entramados de sentido. Tienen unas preocupa- ciones y presupuestos comunes, dentro de la Iégica diversidad, pero més que esto podriamos decir que el sentido de lo que dicen unos no se puede construit sin la referencia alo gue dicen otros. Por ello, hablaremos de los vinculos, las afinidades y las hermandades entre autores, es decir, las afinidades y rel ‘entre los conceptos de los diversos autores, las presupuestos comuines 0 cono- tarde de los autores concretos y sus peculiaridades en la teorfa, la inves las posiciones éticas, Las vinculaciones epistemologicas de los psicologos sociales posmodernos son de dos tipos: por una parte se encuentran los grandes te6ricos de la filoso- fia del lenguaje (Wittgenstein, Gadamer, Austin) 0 del pensamiento social (Foucault o Lacan.) Por otra, los investigadores incluidos dentro de esta pers- pectiva, es deciz, aquellos investigadores que mostraron en sus estudios las di- mensiones contextuales del Jenguaje y las implicaciones en Ia interaccién so- cial. Ludwig Wittgenstein y John Austin Wittgenstein y Austin son los principales pilares filosoficos que sustentan el giro Iinguistico, Aunque también resultan muy influyentes otros filésofos como Ga- dames, Rorty pero estos ultimos mas bien son el referente del concepto de ver- dad y de los criterios tiltimos de fundamentacién del saber. Segiin Potter (2001), Ludwig Wittgenstein aporta cinco ideas claves para la fundamentacién del anélisis de discurso: a) lenguaje como un conjunto de pie- zas con las que se puede construir algo (stoolkit»); b) los discursos como jue~ g0s de lenguaje; c) referencia y descripcién; d) lenguaje mental y Psicologia iscursiva; y e) fundamentacién del conocimiento. El lenguaje no es un conjunto unificado y uniforme, no consiste en un con- junto de nombres de cosas, sino en un conjunto de diferentes partes cada una de las cuales puede desempefiar su rol. La imagen es la de una caja de herra- mientas, con la que se puede jugar a construir diferentes objetos. Cada una de 194 (CoNCERCION FERNANDEZ VILLANU! las herramientas tiene una funci6n pero el objeto que se construye con ellas no esté determinado por esas herramientas, sino por ¢l que construye el objeto. ‘Como consecuencia, el significado no reside en el lenguaje como tal, sino en el uso que se hace de él. De abt el error de los filésofos que analizan la verdad, el conocimiento, baséndose en las caracteristicas de las emisiones lingifsticas, sin tener en cuenta los usos del hablante. lenguaje se pueden considerar como *juegos» (language ga- ‘mes) con intenciones y reglas. Sentencias aparentemente informativas se utili- zan con intenciones determinadas. Para dar ordenes o para obedecerlas, para construir una sospecha, para especular sobre un acontecimiento, Por poner un ejemplo de la vida cotidiana que es donde se constatan con claridad esos jue- tun hombre dice a su esposa: chace dias que no tenemos le- ice al marido eno hemos sacado la basuray; seguramente no informando de la falta de leche o de la existéncia de basura, indicando quién debe realizar dichas acciones, incluso pueden estar implicitamente dando una orden para que alguien en concreto las real La referencia y la descripcién, elementos muy tenidos en cuenta en el andlisis de discurso, se entienden como précticas discursivas, no como operaciones légicas de adecuacién de una palabra a un objeto. Las descripciones se utilizan frecuen- ‘temente para realizar actividades y son mucho més ricas que una simple descrip- ‘cién que adecua palabras a objetos. Por ejemplo, se usa la metéfora que contiene tuna analogia o se hacen referencias a otros objetos o situaciones anteriores. Ellenguaje mental no es algo privado, que reside en el cerebro de las perso- nas, sino que continuamente se construye y reconstruye en la préctica social. Finalmente, el conocimiento se desmarca de lo universal, para situarse en Jos contextos especificos. El conocimiento esté inmerso en las practicas cultu- Jo cual abre paso a las construcciones epistemolégicas particularizadas. es que el conocimiento est enraizado en un conjunto de practicas (forma de vida) y no hay posicién alguna fuera de dichas précticas ‘que permita enjuiciarlas» (Potter, 2001, p. 42). Hans Georg Gadamer Hans Georg Gadamer conecta con la Posmodermidad por r concede al lenguaje, por la teoria que relaciona el lenguaje con el la teorfa del lenguaje en la accién social y por el reconocimiento de la ret6rica como estrategia de conocimiento. ‘PSICOLOGIA SOCIAL POSMODERNA, NUEVA, ABIERTA O EMANCIPATORIA 195 Gadamer concede tanta importancia al lenguaje en el desarrollo de la humanizacién que llega a definir al hombre como «ser que tiene lenguaje». Por ello le sorprende que la filosofia no le haya concedido mayor importancia, y que no se haya dedicado a analizar su papel en cuestiones como el nacimiento del simbolismo, el desarrollo de la racionalidad, los conceptos e incluso su pa- pel en Ia vida social. Sorprende la afinidad de Gadamer con otros autores post- ibe el lenguaje en su dimensi6n abierts, construc- i6n de los significados de las palabras con otros lo anteriores y con las personas que los usan. «No hay una primera palabra sino hay una segunda palabra y no puede haber una segunda palabra sino hay lenguaje. Pero solo hay lenguaje en la relacién que mantenemos unos con otros en la conversacién» (Gadamer, 1997). Gadamer hace una critica radical a la eracionalidad» que lo aproxima a los. posmodernos. Para este autor el az6n no son opuestos en su capaci- dad para generar saber y conocimiento, tampoco se trata de que el mito evolu- (Gadamer, 1997, p. 78). Y finalmente, tratando de los rituales, apunta la funcién préctica de las pa- labras, lo que le aproxima a Austin. El uso de los simbolos lingiisticos esta tan inmerso en las estructuras de la vida social que muchas veces no actiian como ortadoras de significado, sino como instrumentos de acci6n. Asi ocurre en las formulas de cortesfa y en los ritos: los ritos son ejemplos especialmente signifi- _cativos de que el hablar se convierte en una accién. Del mismo modo la pro- 196 CConCEPCION FERNANDEZ VILLANUEVA jemplo de que no se sino que se trata, mulgaci6n (promulgar un edicto, formular una ley) es un trata de un simple dar a conocer, una simple comunica de una acci6n social. John Austin en su obra How to do things with words (1962) fundamenta otra ‘as de los andlisis de discurso y de los andlisis conversaciona: la idea de los actos de habla. Austin enlaza las frases y las ideas que se ex: itan en el habla con aspectos sociolégicos y psicol6gicos. Solo adquieren ido en relacién con las creencias y las convenciones sociales. Sus principa- Jes aportaciones son las siguientes (Potter, 2001): a) diferencia entre sentencias denotativas y performativas; b) teorfa general de los actos de habla; ¢) andlisis de discurso de los actos de habla. Las sentencias pueden ser descriptivas 0 performativas, Interesan especial ‘mente las sentencias performativas por ser las més enraizadas en las prescrip- ciones sociales. La principal caracteristica de este tipo de setencias no es que sean verdaderas o falsas, sino que pueden ser afortunadas o desafortunadas, es decir, pueden o no hacer fortuna en el contexto de significados sociales en el ‘que se usan. Para que una sentencia sea afortunada debe cumplir una serie de condiciones, por ejemplo entrar en el procedimiento tradicional, ser bien reci- bida y repetida por la gente y ser itil a las intenciones con las que se ut Potter (2001) pone como ejemplo el acto de poner nombre a un barco y las condiciones sociolingiisticas que debe cumplir. Ni que decir tiene la importan- cia de esta idea en la publicidad, cuyo principal objetivo es conseguir que los mensajes hagan fortuna en el contexto, se repitan se reproduzcan y produzcan el efecto deseado por los emisores. La teoria general de los actos de habla es la que gener6 a Austin el mayor reconocimiento cientifico. La pieza clave de esta teoria es la fuerza de las pala- bras (illocutionary force). Hay que distinguir claramente entre la fuerza y Is verdad de una sentencia. La fuerza depende de su fortuna social, mientras que la verdad reside en su sentido y su referencia. Austin da muchisima importan- ‘cia a Ja fuerza de las sentencias, en contraste con la filosofia tradicional, que lo reconoce el potencial de verdad. ‘Aunque Austin no formulé las consecuencias de su teorfa en Ia investigay ‘cién, los autores del andlisis del discurso afirman gue desde su teoria es cohe- rente el andlisis de discurso. El estudio de los actos de habla debe ser abordado ‘mediante un andlisis psicosocial. «El trabajo de Austin ha sido muy influyente ‘en el anélisis de discurso, Particularmente a través de la sistematizacion y de- sarrollo que hizo de sis trabajo su discfpulo John Searle en su libro Speech acts (1969) (Potter, 2001, p. 45). PSICOLOGIA SOCIAL POSMODERNA, NUEVA, ABIERTA 0 EMANCIPATORIA Michael Foucault Michael Foucault influye a la Psicologia posmodema especialmente desde su critica de los saberes «cientificos mediatizados por el poder. No obstante, Foucault se encuentra en la misma linea que Austin y Wittgenstein en la consi- bign un pensamiento que refuerza la metodologia discursiva y construccionis- ta. Pero hay dos aportaciones més originales y peculiares, ambi extremadamente criticas de la teor‘a psicol6g! teorfa del cono\ y sociolégica tradicional: jento, el saber y el poder y b) la teorfa del sujeto. de conocimiento y poder, Foucault afirma e intenta probar en sus reflexiones sobre la historia que los criterios de verdad se encuentran li- gados al poder en su teorfa y su practica. La aceptaci6n y el rechazo de los sa- beres se explica por su relacién con el poder. «¢No serfa necesario preguntarse sobre la ambicién de poder que conlleva la pretension de ser ciencia? No seria” la pregunta qué tipo de saberes queréis descalificar en el momento én que de- cfs esto es una ciencia? {Qué sujetos hablantes, charlatanes, qué sujetos de ex- | periencia y de saber queréis “minorizar” cuando decis hago este discurso, hago un discurso cientifico, soy un cientifico? ¢Qué vanguardia teérico-pol réis entronizar para demarcarla de las formas circundantes y discontinuas del saber? (Foucault, 1978, p. 131). Los criterios de verdad se encuentran tan uni- dos al poder @ lo largo de la historia que la historia es un conjunto de précticas vigilantes, una verdadera tecnologia de la dominacién al servicio de la razén («Vigilar y castigar®). Ciertos saberes estén iento la cierto nivel de poder: Se tata de uns nocin de poder que se puede llsmar pa- radigma estratégico, opuesto al paradigma juridico. En el paradigma estratégi- co el poder se tiene aunque no exista explicitamente una ley o una norma escri- ‘concepcién més tradicional del poder, legitimado y sostenido por las leyes. ‘Sobre la nocion is ence dele 110 de los limites de Ia episteme, de las formaciones discursivas, del régim: Ie verdad de un daterminado ered ocltra, Polo tam, cta evan de ae mis radicales posiciones de Foucault: el sujeto es producido en el seno del dis- curso. Este sujeto del discurso no puede darse fuera de él porque esta sujetado Por el discurso, Debe someterse a las reglas y las disposiciones del po- der/conocimiento» (Hall, 2001, p. 79). : 198 CContcEPCION FERNANDEZ VILLANUEVA La posicion epistemol6gica y ética de Foucault asf como los presupuestos radicales para la comprensién de la historia, de la historia de la clencia (espe- Gialmente de la psicologia y la psiquiatria y su interpretacion 0 sdeconstruc- Mon» del origen de la subjetividad, estén presentes en lz préctica totalidad de vautores denominados posmodernos y han ejercido una fuerte influencia en la psicologfa social feminista. Otras influencias: William Labov y Jacques Derrida Los psicélogos sociales posmodernos cuentan con otros referentes més empfri- cos, de Jos cuales recogen sus metodologias y las formas coneretas de abordar Jas dimensiones lingiifsticas en la Imente todos los analistas del discurso que han trabajado en Lingitfstica aportan algo en las técnicas con- Gretas a utilizar, pero otros autores dentro de la Sociologia son sus modelos més proximos, Entre ellos, Labov, Halliday 0 Derrida, Labov es un referente empirico que provede de la Sociolingtiistica ya que se alude a l por ia demostracién de las variaciones del habla en los distintos con~ ‘Jases sociales) y en la misma persona en diferentes situacio- nes. Las dimensiones sociales son responsables de los distintos tipos de habla, que atrapan a los individuos en sus condicionantes y efectos interactivos: unos Tenguajes son més eficaces que otros para ciertos objetivos socisles y los indi: ‘viduios los utilizan sin ser conscientes de ello, una vez que he |. M, Halliday (1978, 1985) por el contrario, distingue varias funcio- wnes del lenguaje hablado que hacen posible que el hablante tenga un papel acy vo en la decision sobre los mensajes, los significados y las formas de habla. El Tenguaje puede tener en primer lugar una dimensi6n ideacional, ralain- formativa, segin Ia cual, se dice algo sobre el estado de los objetos o los acon- tiene una dimensién interpersonal, cuando se dice algo sobre el estado de las rel jales entre interlocutores, Finalmente puede tener tna ditnensién textual, en la que se nos manifiesta algo sobre ls a eemvetura del mensaje. La estructura del habla, ast como el contenido elegido por el hablante, nos puede informar sobre las dimensiones interpersonales: L@ Eleccién que hace el hablante tanto del contenido como de la estructura de su mensaje nos informa sobre sus finalidades de la interaccién. En conexién con estos autores pero desde una linea més politica, polémica y también més influyente, se sitta J. Decrida, quien, a través de Ia propuests del andlisis deconstructivo, ayuda a centrar la investigacién posmoderna. ApOr# tecimientos. Pero tam PSICOLOGIA SOCIAL POSMODERNA, NUEVA, ABIERTA 0 EMANCIPATORIA 199 también algunas cuestiones que han sido ampliamente reconocidas y que des- de mi punto de vista conectan muy estrechamente con la teoria de Lacan. S trata de los conceptos de edifterence-diféramoes, «deconstracciGns y metéfors, La teoria dela difference» se formula en el marco de la teria dela significa, cante y significado, Para Dervi cant ya nos previene de considerar que les sgnficados erepresentan® la reali "ero por més importante que es la significacién no reside en el mismo ef significado cide con Ts rance»). La significacion viene después : mn pués, a posteriori, =" la interpretaciones de quienes lo utilizan. Sea oe La deconstucsion ‘e el método con el que hay que analizar los textos. Es un miftodo a al psicoanalttico en el sentido de que se propone descubrir to que se ocultadetrés de los signiicantes explictos. econstulr signifies des- rir la armazén l6gica que ha depositado en el texto la historia y hacer una exftica de los presupuestos ontolégicos sobre los que se construye. La reivindicacién de la metéfora es fundamental para entender no solo la perspectiva de anélisis deconstruccionista, sino tambi introduccién del concepto dé i le imaginario en la ciencia social y la reivindicacié de su importancia significante. : rae De acuerdo Dominguez Bilbao (1996), : ilbao (1996), para Derrida todo lenguaje es meta- frico, incluyendo el lenguaje filossfico y ta metafor fundamental para entender y deconstruir el significado. Ademnas las metéforas estan basadas en imégenes, imagenes geométricas, espaciales, orgénicas, y su reivindica la importancia de la re de los textos, ‘importancia que la mayoria de los autores de la nueva Psic . nocen actualmente. ee Finalmente, Dervida ej i sjerce un influencia estratégica en el contexto de Vestigacién, fomentando anélisis deconstructivos, especialmente de crit aria, ya que sus instrumentos metodolégicos de critica son bésicamente ticos. Pero el método se extie a pms ro el me do se extiende més alla del area de Ia literatura hasta 200 (CoNCEPCION FERNANDEZ VILLANUEVA ESCUELAS, ENFOQUES Y AUTORES EN LA PSICOLOGIA SOCIAL FOSMODERNA Fl construccionismo social. Kenneth Gergen «Mi compromiso con la inves mento tres décadas» (Gergen, 19% presenta la tercera manifestacion de su a sn psicosocioldgica sobrepasa en este mo- se comiienza su texto que re- id critica hacia la Psicologia So- ‘cial tradicional y su propuesta construccionista. ‘La figura de Kenneth Gergen est estrechamente vinculada a la erisis de la inton Jo, Gergen contrasta la Psicologia Soci ‘que si en las ciencias naturales es posible el metodologias cuantitativas, en la Psicologfa Social, que trata dé Ia acumulacién de conocimientos. Por cos y cambiantes, no es posi Jlogia Social, Su artfeulo «Social Psychology as History» (1973) fue algo 1 emergente de un descontento 0 insatisfaccién con varios aspectos (cus conceptos, su relevancia, su metodologia, sus posi- y Reynolds, 1996), En ese articu- les afirmando Psicologia Social se debe situar al Jado de las ciencias histéricas. Diez afios més tarde, en 1982, Gergen escribe The transformation of social knowledge, im- portante texto de metateoria, muy critico, que revisa los principales resultados }) presupuestos de la Psicologia positivista clésica, con una mirada invalidado- fa, Gergen denuncia la existencia de presupuestos basicos y axiométicos que dirigen solapadamente 1a investi .cién hacia determinados resultados y po- seen dimensiones éticas muy claras. Dichos presupuestos estén o ca se ponen en cuestién, La critica a la Psicologta evolutiva es demoledora. In- Salida el concepto de «rasgo de comportamiento» y el presupuesto de la estabilidad de la conducta. Un presupuesto qu 1 le resulta especialmente moles- to y en cuya critica insiste en varios textos de Psicologia del desarrollo (1977, 1979, 1982), antes de formularlo de forma mas definitiva en 1985, es la estabi- lidad de ta conducta tal como se afirma en la psicologia evolutiva clasica. Segiim Gergen, el presupuesto de la estabilidad de la creacién de una idea falsa y distorsionada de las ps ‘conducta es el responsable de la lidades de agencia de los individuos. Esta postura es defendida por aquellos que quiergn mantener. las «cosas como estén». Las palabras de Gergen son muy duras: “os tedricos’ {que aceptan acriticamente las teorfas del desarrollo estn implicitamente @Po- yando al estatus quo; quienes se interesan por el cambio exigen la explicacién Ue las bases conceptuales sobre las que se asi jentan las formas de accién alter tpativas)’(Gengen, 1982, p. 170). Las teorias del desarrollo tienen la dimension ‘ica de mantener un determinado sistema de valores: «la orientacion que Pre PS{COLOGIA SOCIAL POSMODERNA, NUEVA, ABIERTA.O EMANCIPATORIA 201 dica la estabilidad sirve a los que quieren creer en la consistencia y la coheren- cia del comportamiento» (ibid,, p. 171). Estas orientaciones que sesgan la rea- lidad crean un prejuicio sobre Ia adultez: nuestra realidad vivida. esenciales que os hablantes usan para construir sus realidad y contienen una peculiaridad en el uso de figuras ret6ricas, metaforas, frases hechas, clichés o tropos. Los repertorios interpretatives estén articulados entre sf, pueden contener elementos contrarios 0 muy diferentes, pero en la articulacion emerge el sentido, la funcién y, en definitiva, la everdaderas (en el sentido de ligada a la acci6n) posicion de los sujetos sobre los «objetos» de su mundo social. Un ejemplo muy interesante en el que se ha aplicado esta forma de es en el estudio del racismo. En ese estudio, que considero ya clsico (Wet- herell y Potter, 1992), se hace evidente la existencia de la variabilidad en las ar- ticulaciones significativas de los hablantes, pero también la posibilidad de mos- trar una coherencia dentro de la variabilidad y desde luego la eficacia de los discursos para enmascarar posicionamientos racistas, asi como la capacidad del andlisis del discurso para ponerlas de manifesto, Cada repertorio interpretativo puede ser inofensivo considerado aislada- mente, pero en la articulacién de los repertorios puede emenger la fu ideolégica, la conclusién para la accién, que puede transformar la inofensivi- dad en nocividad. La articulacién de los repertorios es de crucial importancia de cara al efecto social. «Solo al observar la organi de las explicaciones en el discurso como un todo es cuando se hace aparente la naturaleza fragmen- tada e inconsistente de la conversacién. Nosotros sugerirfamos que esta flexibi- lidad en la articulacién es de importancia crucial para la efectividad ideol6gi- ca» (Wetherell y Potter, 1996, p. 75). Tan Parker: Psicologia discursiva con aproximacién al psicoanalisis, el construccionismo feminista, la psicologia social critica feminista Jan Parker es, junto con Erica Burman, el principal representahte de una de las escuclas de andlisis de discurso en Psicologia Social que se han desarrollado en 20 ‘CONCEPCION FERNANDEZ VILLANUEVA Inglaterra. La otra escuela esté representada por Jonathan Potter, Margaret Wetherell y Derek Edwards. Ian Parker presenta desde mi punto de vista dos rasgos definitorios fundamentales: es un defensor de la teorfa més «dura> de! discurso y su inspiracién tedrica incluye frecuentemente y de forma cada vez més clara, las aportaciones psicoanaliticas. Por un lado, es un defensor de Ia teorfa mas dura del discurso, consideran- do éste como una préctica social, lo que le permite tratar los discursos como si tuviesen efectos de realidad, como si produjeran «distintos tipos de Psicologia» (Parker, 1996a, p. 80). En otro lugar llega a defender los textos como «sinto- mas> y la distorsién del significado como un mecanismo de defensa (Parker, 1996b, p. 259). Esta perspectiva se considera heredera del trabajo de Foucault y de Lacan y, en palabras de Parker, tiene la ventaja de «mantener en un primer plano la idea de que los sistemas de significado son estructuras relativamente constantes que organizan Ia subjetividad» (Parker, 1996b, p. 79). Parker se en Giadra asimismo dentro de una perspectiva epistemol6gica que Ie lleva a com- partir las ideas foucaultianas de que los discursos son pricticas que definen sistematicamente el objeto del que hablan» y que «nuestra razén es la diferen- cia de los discursos, nuestra i “y nuestros. 1596a, pp. 79-80). El andlisis que yn, la funcion y la instituciones, el poder y la ideologia, pues las practicas discursivas sirven para mantener y/o subvert inciones de las que tratan, las relaciones de po- der y las construcciones ideolégicas que proporcionan el marco justificatorio a las relaciones sociales. Por tanto, la labor del andlisis de discurso ha de set, por un lado, mostrar la forma en que las construcciones ideolégicas que aparecen en los textos sancionan la opresin de determinados grupos sociales cuyos dis- ‘cursos quedan subyugados a los dominantes; por otro, identificar las institu- ciones sociales que un determinado discurso refuerza 0, por el contratio, raza; por iiltimo, descubrir las categorfas de personas que ganan y las pierden con el empleo de un discurso y, por lo tanto, querrian proponerlo primeras y disolverlo las segundas> (Revilla, 1996, p. 169). Inspeccionar los nombres é insertar estos en el significado histérico que tienen, por un lado, € inspeccionar las relaciones, los derechos y los deberes de los personajes 0 los objetos o instituciones del texto, por otro, entran dentro de los objetivos de su andlisis, La perspectiva foucaultiana leva a Parker a preocuparse por los efectos ideolégicos de los mensajes y por sus funciones en el mantenimiento de las relaciones de poder. En esa perspectiva el papel del investigador resulta clave. PSICOLOGIA SOCIAL POSMODERNA, NUEVA, ABIERTAO EMANCIPATORIA 221 Puesto que ningin saber resulta ineficaz en cuanto a sus efectos politicos, el investigador debe ser consciente de los posibles efectos de su aportacién al conocimiento. Parte de este modo de una perspectiva politico-ideolégica p que no todos los analistas de discurso comparten y cuyas diferencias analiza- remos més adelante, La perspectiva de Parker evoluciona desde e! deconstruccionismo y el anéli- sis de discurso hacia la aproximacién al psicoai En su Deconstructing so- dentro de la Psicologia posmodema a Lacan y a Baudrillard, Pero su identificacién con esta teoria se explicita més tardiamen- te, En 1996, Park a los conceptos psicoanaliticos para analizar la propia Psicologia Social, plantea un giro hacia «un psicoandlisis social y construccio- nista» y defiende «la necesidad de incorporar el vocabulario psicoanalitico a le cultura». (Parker, 196d, p. 254). La validez que Parker confiere al psicoan: p. 286) y también, ‘Acoge con una actitud muy receptiva al psicoandlisis lacaniano, recordando ‘que «su interpretacién de la obra de Freud y sti énfasis en los procesos que curren en el lenguaje proporcionaron el escenario para el resungimiento del psicoanilisis en los estudios culturales (y en estos momentos en la Psicologta)> una tendencia més progre- con los conceptos y autores del psicoandlisis Cree posible y plantea una forma de anélisis psicosociol6gico que integre el y la perspectiva de andlisis de discurso. «Planteo un viraje hacia social y construccionista, asf como el desarrollo de instrumen- juen in distanciamiento erftico del psi- coandlisis: el complejo discursive» (ib El psicoandlisis proporcionarfa al andlisis de discurso explicaciones sobre los hablanites, escritores u oyentes del lenguaje, a la vez. que el andlisis de dis- curso permitirfa presentar ciertas informaciones lingtiisticas articuladas y or ganizadas para un ids eficaz anélisis, Las expl cas que apoya Parker podrfan proceder de varios autores, incluso propone retomar la teoria de Jung del inconsciente colectivo, pero aplicéndola no a los productos del inconsciente individual, sino a los productos colectivos o transpersonales. 22 (CONCEPCION FERNANDEZ VILLANUEVA De este modo, Parker propone explorar el estudio de centrevistas, de grupos de discusién, de articulos de periédico, anuncios, libros, novelas y graffitti, pro- gramas de televisi6n o incluso juegos de ordenador, los cuales pueden tratarse como textos. En concreto el autor aborda en el mismo texto citado anterior- mente, el analisis de un anuncio de pasta dientes para nifios y el anélisis de ac- tas y documentos profesionales sh Psychological Society. La integracién del psicoandlisis y la teorfa del discurso se justifica por su utilidad, tanto en el proceso de conocimiento como en el proceso de desen- mascaramiento de las pricticas autoritarias 0 represoras de otros sistemas de conocimiento. Tiene, pues, sui higar en un contexto epistemolégico y también politico, no solo de creacién de conflicto sino de entendimiento interpersonal interparadigmas cientificos (en el caso que nos ocupa, entre paradigmas de la Psicologia). Las condiciones que deberia cumplir este «maridaje interdisci nario» para cumplir sus objetivos, serian las siguientes (Parker, 1996d). No pretender utilizar criterios de verificacién o de falsacién como si se tratase de una ciencia natural, sino criterios de «intexpretacién, de reso- experiencial 0 de entendimiento» (ibid., p. 256) que conviertan is en instrumentos emancipatorios. po dela cultura. Manejar un concepto de responsabilidad colectiva de los textos cultura les. Se supone que el sujeto que escribe un texto es portador de los signi- ados de una cultura mas que responsable de ellos, Es necesario, pues, r en cuenta los procesos que operan independientemente de su autor, aunque estén presentes y explicitos en sus producciones. ‘Tratar el texto, no los autores, como el objeto de estudio. ‘Tratar el efecto personal, emocional que produce el texto en el analista, cémo nos moviliza el texto y qué resistencias nos suscita interpretar extrayendo la condensacién o el desplazamiento que hay en los simbolos usados en el texto. Ese trabajo lo hacen los propios hablantes, ya que del mismo modo que en el psicoandlisis lacaniano el analista eno sabe», lue- go la explicacién no es objetiva por su propia naturaleza 6. Tratar el texto como si fuese una persona, en el sentido de que se pueden detectar en él mecanismos de defensa y sintomas. La distorsién es uno de los mecanismos de defensa de los textos, ‘PSICOLOGIA SOCIAL POSMODERNA, NUEVA, ABIERTA O EMANCIPATORIA 223 Hay que tener en cuenta, no obstante, que se trata de desvelar lo que esta detrés del texto, no de un intento reivindicativo de pasar al psicoan: gar de la verdad, Parker critica el lenguaje oscurantista de ciertos and coanaliticos. Desde su punto de vista el andlisis debe hacerse en un lenguaje que conecte con las experiencias del lector, y utilizar un lenguaje adecuado al contexto ct tural especifico. ‘Tener en cuenta que no hay una tinica interpretacion verdadera 0 correcta. En la medida en que Ja explicacién significa objetivizacion y universalizacién, siempre es preferible hablar de ecomprensién» que de eexplicaciéno. ‘Como se puede observar, la presencia de nociones psicoanaliticas es muy fuerte en estos presupuestos de investigacién y principios metodologicos: el in- consciente colectivo que esté presente en los textos, las resistencias y las movi- lizaciones psfquicas que determinados textos escritos pueden suscitar, los pro- ccesos de condensacién y desplazamiento de los significados en el conjunto de los signos lingusticos, los mecanismos de defensa ex sivas, la renuncia a la explicacién cientifica y la sustitucién por los procesos de tido y de construccién de significado, etcétera. Todos ellos son procesos y mecanismos del proceder psicoanalitico, particularmente del psicoandlisis posfreudiano y postestructuralista, cuyo paradigma més conocido es Lacan, Una de las posibles formas de est los conceptos psi ticos puede ser el «complejo discursivor. El compl discursivo es un dispositivo de andlisis, un método de analisis de discurso uti zado para hacer aflorar relaciones entre ideas, teorias o quiz4 cualquier pro- ducto de reflexién, incluso de conclusiones. Su funcién es «capturar la organi- zaci6n del discurso y sus efectos en los sujetos» (Parker, 19964, p. 261). Segan Parker, el complejo discursivo deriva de la teoria de Foucault (1969), la cual es- tablece que los discursos son précticas que constituyen los objetos y amparan las especificaciones de la subjetividad. Un ejemplo de complejo discursivo es el is al tu is psi- tegracién del método discursivo con in instituciones organizéndolas como si fuesen sujetos individual Parker toma como metéfora el yo y el ello para Psicologia. Tomando como datos tres documentos de la British Psychological Society concluye que esta institucién se construye a si misma como si tuviese ‘un yo, un sujeto que define la identidad colectiva y que se deposita en la insti- tucién. Este yo trata de defenderse de fuerzas irracionales 0 de los echarlata- judiar la autoimagen de a (iit Tl 224 (CONCEPCION FERNANDEZ VILLANOEVA nes» que se encuentran fuera de la institucién, a los cuales consideran como el tllo, las fuerzas irracionales y peligrosas que tienen percepciones falsas y son irresponsables. La idea psicoanalitica de la elaboracién de los contenidos del yo también toma cuerpo en la institucién estudiada. Se aconsefa llevar a cabo debates entre los investigadores para ayudar a los que estén actuando. Es la representacion de la metéfora del andlisis del «acting out» (a actuacién del pa- ciente que est determinada por su neurosis, actuacién sobre Ia que hay que reflexionar durante el andlisis). Los debates entre tedricos y aplicados tienen como funci6n reflexionar sobre la eficacia de la intervencién, de nuevo otra metéfora del proceso analitico. Finalmente, el desarrollo de la ciencia psicolé- sgica se refuerza con unas estructuras que prevengan la perversidad de los disi- dentes y con una elaboracién de la historia de la disciplina donde se colocan los estados de desarrollo y los sucesivos progresos en cada época hist6rica. Las nociones psicoanaliticas son propuestas también por Parker para anali- zar peliculas, revistas ra en general. Nos parece representativo la ‘extensiGn del andlisis a los medios de comunicacién de imagen El construccionismo feminista, la Psicologia Social critica feminista Las orientaciones como las de Billig y, en general, el socioconstruccionismo y Ia Psicologfa Social critica resultan inquietantes porque se oponen a las fronteras rigidas del conocimi entan interconectar los conocimientos proce- dentes de diferentes disciplinas, son interdise’ en cierto modo, son conflictivas para el estatus quo. Esta dimension de conflictividad se pone de manifesto en el debate acerca de la inclusion 0 no como Psicologta Social critica de ciertas investigaciones y perspectivas que se han venido en llamar «Psicologia feminista», sociologia feminista o simplemente feminismo, formulados desde la Psicologia o la sociologia. Ovejero (1999) confiere presencia y entidad a la Psico- logia Social feminista, incluyéndola entre la nueva Psicologia Social como une corriente afin al socioconstruccionismo y a la Psicologia Social eritica. Pero esta actitud no es muy frecuente en los tratados © manuales al uso, que ni siquiera dan la importancia que, desde mi punto de vista, merece un érea temética tan peculiarmente psicosocial como es la inclusién de los seres humanos en la cate- goria género. Segin Ovejero, esta corriente tiene muchos puntos en comtin con el socioconstrucionismo, en particular la idea de que la realidad, incluso la rea~ lidad «cientifica», es construida socialmente y de que el poder desempefia un importante papel en dicha construccién. PSICOLOGIA SOCIAL POSMODEENA, NUEVA, ABIERTA © EMANCIPATORIA 225, Algunos psic6logos sociales, asf como la mayorfa de los investigadores fe- perspectiva sobre la construccion de género: se si- tian en un continuo que iria desde la construccién de Ja naturaleza humana comtin hasta la formacién social de las diferencias de género. En esa trayecto- ria algunos construccionistas como Billig pueden ser incluidos en la perspecti- va feminista, Lo que hace Billig es cuestionar la nocién de género y la ubica- cién social de un género (cl femenino) y recoger el debate gue en torno a ello se genera. En el ejemplo de Billig lo importante no es el género, entendido, por ast decirlo, como categoria abstracta que divide en dos una realidad, sino todo lo que se reficre a un género,. el femenino, Todas las frases que representan dile- mas en los debates hacen referencia a las mujeres, ya que es la ubicactén de és- tas la que ha sido convertida en «problema» por st drastica evolucién durante este siglo. La conceptualizacién del género femenino y la posicién social de las personas que se incluyen en él (mujeres) ha dejado de ser algo no cuestionado, ha dejado de pertenecer a lo dado. La autorreflexién a la que se somete la so- ciedad desde el siglo xvi exige la legitimacién de algo que antes solo necesita- ba de la tradicién. El hecho de que se convierta en un dilema, el que se le pue- da imponer una estructura dilemética, responde a Ia falta de consenso untvoco sobre una legitimacién histérica que ha dejado de serlo. Bs esta una va de andlisis que se podria extender a otras muchas categorias qu definidas desde una perspectiva cuantitativa y positivista (pongamos por ejem- plo la clase social, Ia raza, la orientacién sexual, etcétera) Una constatacién de la afinidad entre ambas corrientes, que no debe considerarse anecdética, es la vinculacién amistosa o incluso de parentesco entre psicélogos sociales criticos y fe as. Mary Gergen ¢s la esposa de K. Gergen, Erica Burman es la pareja de Ian Parker, Wetherell colega de J. Potter y en varias ocasiones coautora de sus obras. Otra constatacién es que algunos psic6logos sociales criticos o analisias del discurso, varones, han escrito sobre la construccién de la masculinidad (Shotter, 1975; Parker, 1997; Edly y Wetherell, 1995) 0 de la ferninidad (Gergen, 1988; Gergen y Gergen, 1993), Lo cierto es que una parte de las autoras y autores de esta orientaci6n, son cxiticos de las investiga realizadas por la Psicologfa con relacién a la 26 (CONCEPCION FERNANDEZ VILLANUEVA tria de poder entre los hombres y las mujeres, que se ha reflejado también en la construccién de conceptos de andlisis sesgados 0 androcéntricos, evaluaciones subrepticias que priorizaban los rasgos masculinos y explicaciones mediatiza~ das por intereses de mantener la distribucién asimétrica de poder. Mary Ger- gen (1988) analiza todos los tépicos que la Psicologia ha volcado en la explica- cién de la menopausia; Ann Phoenix (1990) revisa los prejuicios y las interpretaciones erréneas que se inmiscuyeron en los estudios sobre las madres adolescentes. Ambas investigaciones tiene en comtin el descubrimiento de la devaluacién de vivencias que solo afectan a las mujeres y de las consecuencias negativas que se han derivado en los tratamientos o terapias psicol6gicas co- srespondientes, En ambos casos se ha acentuado la negatividad o la patologia, de tal forma que la menopausia ha pasado a ser un sindrome de acentuada ne- gatividad y c] embarazo adolescente una consecuencia de personalidades pato- légicas. Erica Burman (1996) establece un analogia entre la consideraciOn que la Psicologia hace de las mujeres y la que hace de los nifios, proyectando en ambas las caracteristicas de generalidad y uniformidad que no se corespon- den en modo alguno con la verdad de unos y otras. Es muy frecuente que se dé por supuesto a las mujeres una qu va inevitablemente a la desigualdad 0 a la subordinacién, cuando en realidad lo que ocurre son unos sutiles procesos de devaluacién y tratamiento diferencial los principales res- ponsables de la desigualdad, incluso en los contextos de supuesta igualdad. Es muy frecuente que se privilegie como saludable el modelo normativo, familia heterosexual unida en matrimonio y con hijos y que se patologice Jo eno normativo», mientras se enfatiza la liberaci6n de la mujer, el control de la natalidad, la esteril y la regulacién de los ciclos hormonales, todo lo cual permite modelos alternativos de relaci6n y de convivencia. Por ello es ne- ccesario deconstruir la Psicologia desde una perspectiva feminista y reivindicar nuevas categorias para explicar la realidad de las personas-mujeres. En este contexto de reconstruccién de los procesos psicologicos de las mu- jeres se formula la necesidad de una psicoterapia feminista Erica Burman (1996b). En una perspectiva no menos eritica que las anteriores, denuncia que las terapias tradicionales han servido, en muchos casos, para individualizar los problemas de las mujeres que eran un asunto colectivo derivado de la opresién. ¥ al hacerlo de este modo han psicologizado la subordinacién impidiendo Ia cemergencia de los recursos que hubiesen facilitado la liberacin. Por otra par- te, identifica y define las caracteristicas de 1a psicoterapia feminista diferen- ciandolas de otro tipo de psicoterapias, Su enfoque nos resulta interesant psicoterapia feminista, a diferencia de otros enfoques terapéuticos, concede tuna importancia significativa a los factores externos y a las circunstancias in- PsICOLOGA SOCIAL POSMODERNA, NUEVA, ABIERTA O EMANCIPATORIA 227 trinsecas de iente. Atendiendo a lo anterior, Ja distincion entre discurso cotidiano y terapéutico es mas dificil de mantener» (Burman, 1996b, p. 285). La Psicologia feminista tiene un importante representante en Erika Bur- man, que retine la doble caracteristica de ser una aguda eritica de la Psicologia como la Psicologia evolutiva transcultural critica, son claros ejemplos de una perspectiva psicosocial porque descubren e identifican los factores psicosocia- Jes que afectan a la definicién de los géneros y a la definicién de la infancia. El objetivo deconstruccionista de Burman queda més claro si cabe en la investi- gacién sobre la infancia, Tras el anélisis de documentos de las Naciones Unidas sobre los nifies del Sur, documentos que fundamentan las p vencién y de ayuda en proyectos de desarrollo, concluye con que le servirain posteriormente para fundamentar una perspectiva construccio- nista de los hechos cientificos. En primer lugar, descubre que el concepto de infancia en realidad esta muy mezclado con cuestiones de género. En contraste con Jos modelos psicologicos en Jos que se hace una generalizacién de la infancia abstrayendo las cuestiones __ de género, la realidad que se constata y la que aparece representada en las polf- ticas de desarrollo incluye el genero como algo fundamental: tecnologias re- productivas, practicas abortivas de las hembras, abandono prioritario de nifias, explotaci6n laboral infantil diferenciada por el sexo, violencia y abuso sexual Adiferenciados por el sexo. En segundo lugar, el propio concepto de desarrollo esté muy entremezclado ‘con cuestiones de género. La salud, la pobreza, Ia educacién, la promocién de Ja igualdad y la reduccién de Ia explotacién estén asociados con el estatus de las mujeres, pero no esta tan claro que los programas de desarrollo hayan in- ‘erementado su bienestar. A la vez el bienestar de los nifios que est muy ligado al de las mujeres. Las exigencias a las mujeres del sur sobre las practicas psico- dades sociales de llevatlas a cabo y, por ello, pueden no ser tan liberadoras co- mo podria parecer, En ocasiones pueden suponer un coste adicional en la dificil tarea de prover y administrar los escasos recursos de que disponen. «Un drea en la que las teorias psicolégicas exacerban el potencial para la opre- in de las mujeres recae en la exportacién de prescripciones nortefias para la estimulacién y desarrollo de la/el nifia/o. Mientras que empiezan a escucharse en el norte criticas a la Psicologta evolutiva por el rol regulador que atribuye a las mujeres como madres, vemos que estos modelos se promulgan como pres- 228 ‘CONCEPCION FERNANDEZ VILLANUEVA cripciones para la supervivencia y el desarrollo en el Sur. (..) A pesar de la re- térica de la especificidad y la sensibilidad cultural, muchas de las asunciones permanecen sin examinarse en relacién a Ia especificidad de su contexto de formulacién, que en su caso es el Norte (Burman, 1996a, p. 224)». Ademés, las mujeres son atendidas fundamentalmente en sus necesidades como madres descuidando otras necesidades sanitarias o de participacis dad del control de la poblacién impone por otra parte pré lidad en algunos casos. Por ejemplo, drogas y medidas nocives para su salud. En consecueicia, parece necesario reconocer que los modelos pueden funcionar como aparatos reguladores de la accién soci imponer un modelo etnocéntrico que en definitiva malinterpreta las necesi- dades y posibilidades de los individuos a los gue se aplican y devaliia sus ca- pacidades de accién. La conclusion de Burman es abogar por Is disolucién de la Psicologia en «mtltiples Psicologias, diversas y fragmentadasy (Burman, 1996a, p. 230). En una perspectiva afin ala de Burman se pueden situar algunas investiga- ciones de la autora de este texto. La primera es una critica del rasgo de depen- dencia atribuido a Ia feminidad en la Psicologia diferencial de los géneros (Fernandez Villanueva, 1989). En este texto, tras un repaso de la investigacion y las conclusiones acerca de la dependencia femenina afirmamos: La construccién clentifica de la Psicologia de los sexos hay que verla dentro de las relaciones entre grupos, en este caso, grupos en conflicto y regateo interpersonal Los supuestos rasgos psicol6gicos de hombres y mujeres son un elemento més entre ‘otros que intervienen en la formacién y evolucién de las categorfas que definen los ‘grupos de cada sexo, (..) Desde este presupuesto, el rhismo concepto de objetividad, séptico de «lo verdadero» pierde cierta fuerza y coherencia légica, en reconozcamas que cualquier deseripcién objetiva es, ademés, fina- Ja sexuacion marcada por la biologta (Ferndnder Villanueva, 1989, p. 199-200). Una vision psicosoctal de la Psicologia de los géneros se debe preguntar, en. primer lugar, por el origen social de los rasgos y también por su destino final erpersonal, en la cual los rasgos tendrén una determinada -ci6n, intentando el cambio o ! mantenimiento de algo que es- +4 més all de ellos, el poder asociado al género, La segunda, una reflexion sobre el concepto de agresion y cémo se puede utilizar y malinterpretar en los contextos sociales sexistas (Fernandez Villanue- PSICOLOGIA SOCIAL POSMODERNA, NUEVA, ABIERTA O EMANCIPATORIA 229 va, 1990). En este texto se defiende una perspectiva interaccionista de los actos de agresin enmarcindolos en las relaciones interpersonales y dotandolos de tuna intencién de mantener o subvertir las relaciones de poder establecidas. ««Los psicélogos sociales no debemos entender la agresién como tun acto do, sino dentro de un proceso de interaccién que esta potenciado por unas glas de dominacién o sumisién» (Fernéndez Villanueva, 1990, p. 19). En los ‘grupos o sociedades organizados en una asimetria de poder es muy facil que el concepto de agresion deje fuera de consideracién ciertas cantidades de dafio ‘que se hacen a los ‘individuos que se sitiian en el nivel mas bajo de la escala de poder, Es el caso de la agresién contra las mujeres, que ha sido muy desconsi- derada en las sociedades sexistas. Los datios se evaldan segtin la posicién in- terpersonal en la que esta la victima respecto al agresor. De este modo dafios muy grandes realizados a la mujer pueden ser puestos al mismo nivel que da fos muy pequefios causados a un hombre. Este seria el caso de las sentencias judiciales que desculpabilizan a los varones que han causado lesiones graves o muerte a sus victimas después de que las victimas les hayan ladon,

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