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Ay dios mo, qu pocas ganas de pagar las cuentas, pero sino se vence todo y nos cortan la luz y el

agua. No sera la 1 vez que por drogarme en casa tranquilo afuera todo se descompone y los
nmeros no cierran por lo que hay que cortar el cable, y claro, despus pagar la reconexin.
Espero no trabajar nunca. Me odiara en extremo. Pero vamos. De algo hay que vivir. S. Pero de
qu? Para mi no es negocio venderme y destruirme, prefiero la pobreza.

La gente de clase baja y clase alta comparten es sabido- un mismo gusto por el sexo libre, o sexo
express, son calentones, y no les importa demasiado donde, pero descargan. En cambio la clase
media, la mrtir clase media celibata, se arroja al fantaseo, se satisface en sus cabezas. De hecho
all se distingue la elite de aquel rico burgus ascendido que no deja de practicar las costumbres
de clase media, en el sexo.

El aristcrata goza, abre los ojos bien grandes (no tiene pudor en mirar la verga que tiene a dos o
tres centmetros) y chupa y acaricia con dulzura o violencia pero de manera despierta.
El putito de clase media ni te mira, en general se hace el dulce, disimulando una calentura
resguardada por siglos, desde que le ensearon que eso <est mal>, que los hombres bien,
correctos, decentes, son los que trabajan y entonces con suerte una maana de fin de semana se
levantan con una alegra, o cierta noche, o cierta siesta (los menos). El aristcrata vive cogiendo, y
no se avergenza, y siempre mira otra presa. Lo mismo que el mal llamado pobre, o vago Cmo
cojen!. En las casitas de barrio, humildes, con tapias de alambre lleno de plantas verdes, y la calle
rida de la tierra pampeana donde siempre en otoo corre viento y entonces hay que encerrarse,
puf, he visto nenas de doce aos con un goce instranscribible en la cara, entregados a la
voluptuosidad ms abominable en manos de un verdadero hijo de puta con las manos grasientas
de taller y una verga enorme que ofrece a las nias putitas para que se la toquen, para que le
hagan lo que quieran. Incluso yo, un nio desdichado enterrado en libros y emociones fantsticas,
no poda no ir al taller a vislumbrar semejante acto de accin polimorfa y agraciada. El hombre se
acerc a m y me seal su chota desnuda con los ojos.

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