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my rm 4 < re) ° z Ww > a wi a a z 2 < 4 w a < EB wn > rm co y los otros |IDENTIDAD Los unos Bc: [0 49) PPE van ‘© Encruciadas LOS DESAPARECIDOS por Maco Samiglians y Dario Olmo Miembros del Equipo Argemtino de [ntrapologia Forense (ver anex9) El Equipo Argentino de Antropolo- gia Forense (EAAF) es una institu- cién legalmente reconocida, no gu- bernamental e independiente, que desde 1984 ha trabajado en inves- tigaciones sobre violaciones a los derechos humanos cometidas en la Argentina y en otras partes del mundo. En este articulo, dos de sus integrantes realizan una des- cripcién de los pasos seguidos con el objeto de encastrar las entida- des cuerpo e identidad de los mi. llares de desaparecidos en nuestro pais desde mediados de la década del setenta hasta el restableci- iento de la democracia, sefialan- do las diferencias de este proceso con otros genocidios. D> Se define tradicionalmente 3 la Antropologia Fo- rense coma un ausiliar dc la Medina Legal que se~ ‘xe por objeto aplicar los conocimientos sobre la va riabilidad hurnana que consticuyen el patrimonio de la Antropologia Biolégica al ambito forense. Su pe- culigridad esté dada par el tipo de tefidos sobre los cuales trabaja: las lamados tejides duros, huesos y dienres. Esto significa que, generaimente, hay ws in- rervalo de tiempo entre la muerte de la persona cuyos restos se examinan y el momento en el que se practica dicho examen, y que exe intervalo cs suliciente para que el cadiver se haya esqueletizado, ‘Cuando lo que queda por analizar es slo «se tipo de tejidos es euando la preceptiva conven- ional recomienda la partieipacién de antropdlogos forenses, Estos dicen cuanto es posible de las perso- fas, a partie de ese tipo de clementos, Como las in vestigaciones transcurren ew ef imbito de la adeni- nistracion de just tes son sobre fai ig, los interrogantes més acucian ntidad y la determinaeién de la causa y modo Un campo de interrogacidn tan espee no se habia desarvollado en nuestro pais hasta medi os de las ochenta del siglo pasado. Y no fue el vigor de las disciplinas forenses 0 antropoligicas lo que re= sulté en Su susgimienco, sino una demands exterior a fos elavatras, el develamiento de lo ais, mis precisamente en Ia segunda mitad de la dé- ‘cada del setenta, ua perioda on el que desspaseei personas y aparecian cuerpas de identidad teada, sepultados como NN en los cement En Antvopologi uns identificacin es el resukado de la eojneidencia ‘entre dos grupos de datos: por na parte, los datos Tiamados pre mortem, que son aquellos recopilados sobre lz persona en vid, todas sus earacteri igicas susveptibles de manifestarse en el émbito de teidos duros y, como contraparte, los datos post mortem, que son los recabados del examen sobre los Ihuesos en et laboratorio, Desde esta premisa se des- prenden varias eonsswus 4) No hay idemuificacién posible si no hay datos con: ios euales comparar la informacion post mortem recae hada en b) La identficacibn presupone la coincidencia emre esas dos poblaciones antes mencionadas: los dksapa revidos y los inhumados como NN, previo asesinato. Porenss, se conviene que sxamen de laboratorio, 1 Encudjadas ©) Como toda pabiacisn, fa de ios ciudadanos de- nnunciados como detenidos desaparecidos es pasible de caracterizarse por rasgos bioldgicos, esto es. por ejemplo, estableciendo fa frecuencia de ambos sexos 0 ta frecuencia de los diversos intervalos ctarios, Tany: bign las eausas de muerte, previsibles para este grupo, maniestarian el empleo de violencia. ™ Si examinamos los registras de inhumacio- nos de NN en los cementerios del paisa lo largo del siglo XX, veremos, en aquellos correspondientes a las concentraciones urbanas mis populosas, uns stibita “explosién demografica” para el bienio 1976-1977. El ‘mismo periodo del mayor frenest represive del siglo, que tuvo, como rasgo mis conspicuo, lx prictiea te- rrorista de la Desaparicisn Forzada de Personas por obra de funcionarias puiblicos, los cuadros profesio- nales de has Fuerzas Armadas y-de Seguridad. Por otra parte, también el conjunto de personas inhumadas como NN 2 lo larga del sigho tiene, en todo e! pais, cxracceristicas constantes: se puede generalizar, diciendo que la mayoria estar incluida en dos grandes conjuntos: los que mueren durante © poco «ates o poco después del nacimien- to y aquellos que teansitan ka madusez tardia 0 ¢0 mienzos de la ancianidad, En este dhimo subcon- junta el componente mascuiino ronda el 90% y las causas de muerte, asentadas en certiticados de de~ funcidn y registros de cementerio, son predominan- temente vinculadas a enfermedades exénicas, proce s05 hepaticos agudos, paro cardiarrespiratorio 0 3c cidentes ferroviarios. Revisanclo los asientos oficiales sobre in- hhmaciones de NN para ls segunda mitad de los se- tenta, encontramas earacteristicas bien diferentes: las mujeres rondan el 33%, ! intervalo etario dominante cde personas entre 20 y 35 afios y, por dltimo, la causa de muerte mis frecuente es “herida de bain”. Aquella proporcién entre hombres y mujeres y dis- tribucién por edades se correspond, exactamente, con la de aquellos euyo secuestro eea demunciado contemporineamente. Las eausas de muerte, también, con el destino que previsiblemente corrian, Notese gue estainos hablando de lo asesado en documentos le, contemporaneos 2 los episadios estudiados, insospechables de cualquier afin de denuncia Ahora bien, comparar estas dos poblacio nes puede scrvir para marcar tendencias generales. oro la contrastacisn de esta hipétesis, en eada e2s0 de desapavicise forzada 0 We inhumacién de NN. cs la verdadera prueba de verdad a fa que debe sometes- se, Para ello, es necesario profundizar en la definiciin y comprensién del sistema que gener6 identidades sin cuerpo y cuerpos sin identidad La complajidad del trabajo de identifiea- «ign de los cuerpos de las personas desaparecidas au- rientd geométricamente de manera proporcional a nuestra eapacidad para desarrollar ese trabajo. La comprobaciéa no resulta en absohuto novedoss se vuelve complejo (esto es inte- les elementos de distinta indole) en se produce un acercamienta al ab- 0. En cualquier caso, a esta altura, is parece indispensable I del proceso de identifi fin de que pueda ser comprendido en su debida ex. tensidn. Inevitablemente debernos eomenzar por al- ‘unas definiciones bisicas En el segmento anterior dimos una d ja de lo que la politica de desaparicién 105 que implica lx asunciGn, por parte del Es- tado, de la relacién mas desigual posible respecto de sus ciudadanos. Mas concretamente, supone el mon taje de ina estructura de aprefiensisn, juzgamiento y cjecucidn absolutamente clandestina. La sociedad no tiene informacién como para comaprender el Fenéme- no entero y la detine por su producto, los ausentes, los desaparecidos. & su vee, la clandestinidad (el ‘ocultamiento de todo el proceso) genera la doble na- traleza que terminard sfendo una de sus caracter eas mis perturbadoras. Pues desaparici6n sera tanto privar a una persona de st libertad, someterla a r= smertus para que revele informacin y hacinarla en un centro clandestino de detencién hasta que se defi na su suerte como ~después de su sjeeucidnn- vakcar el aparato estatal para evitar que se establezca la rela cign de identidad que une 3 la persona sccuestrada, en el inicio del proceso, con un coespe que aparces, ya sin nombre, en su conclusidn {a}, gro por mil Identidades sin cuer Forman este eonjunto ls identidades de Ins personas que han sido denunciadss como desapa recidas. La mayoria de las denueiis tienen origen & familiates y aportan datos que pueden esquematiza se en dos aspectos: un aspecto que podemos denon nay formal y que se ceficee a fos rasgos distintvos, aque responden inequivocamente la pregunta “zquign?”, tales como nombre, fecha de nacimiento Y acupaciéa, y otto que puede flamarse histérico, van, m Encrucliadas ‘englobade bajo la pregunta “aqieé sneedié?", cuyos datos emblemsticos son fecha y lugar de desapari- cin. La mayoria de los integrantes de este orden po- seen es0s datos. Fs imeresante desentrafiar, no obs tance, qué tan completo se encuentra el presente o- den, lo que nos remine a ia pregunta sobre la cantidad de eas0s no denunciados 0 -lo que es Jo mismo pero preguntado de inanera diferente~ i es facsble mat el porcentaje de ensos dewunciados en relacin eon los ovvirios, Parece razonable-a mis de veinte afos de ocurridos los hechos, bajo contextos histories di- vversos que pueden haber motivado la demuncia por muy distintos motivos, con intervencin en cada contexto familiar expecifico de generacio- nes diferentes suponer que no podria haber inis de un diez por cienta de casos no demuneiados. Aun cuando el meneionado subregistro pula parecer excesivo, lo cicrto es que al dia de la fecha seguimos sorprendiéndonos eon ca- 03 0 conjumtos de easos no demunciados © mal regis- trados. Estamos hablando de un mimero de identida des sin cuerpo que oscila entre 6.500 y 7.099 regis- ros [2]. Cuerpos sin identidad ‘Complementario del anterior conjunto, tenemos este segundo, equivocamente llamado “de los cucrpos sin idemtidad”, El equivoco provienc de Ja confusién que existe entre conocer el destina de una persona desaparecida (io cual de manera propia constituye sw identificacién) y -antes o despues re- ccuperar sus restos corporales. El titulo “cuerpos sin identidad” induce al error de suponer que la identifi- acid intplica restitucién de los restos a sus familia res, cuando por diversos motivos hoy es relativa~ mente infreeuente que se pueda llegar a dicha restin cid, Esto sueede porque en un nimero muy signifi- cativo de eementerios municipales del Gran Buenos Aires no se han preservado las tumbas de las perso- ras no identifieadas 0, protegidas par érdenes de no innovay, estas ordenes han sido ignoradas ‘Ya queds claro cémo se conforms el con- junto que define cl orden anterior; grémo se define el presente? Desde su origen se reconocen distintos: quel fue empecinadamente formado por las familias, confronradas con un Estado Terrorista que les negaba Ir misma condicién de victimas. El orden de los cuer~ pos sin identidad es paradsjicamente complerado com datos proweiientes del Estado, no ya en su funcion ‘exterminadora sino on su menos desagradable y mas legitimads funcién buroeritica 0 registradora, Decididamente supera las expectativas de este informe (y nos exeede por el momento) la pro- fundizacion del estudio de las articulaciones sutiles de uno y otro tipo de actores, sus contradiceiones y coherencias, sus mutuos favores ¥ sus disputas de poder, sus consubsranciaciones (qué tan burderata puede Megar a ha Der sco ef rommeador y vice versa) y el includible consen- so social en el que dichas ac~ tividades reposahan, pero la comprobacia, utlizable a los efectos de nuestro trabajo, fs que ona mano mataba y la ‘owen escribia, Reticemtemence (lo menos posible), con una ineficiencia que meze biamente estupider y formalidd (lo genérico y con- secuentemengeiaicl para la diferenciacién se repite ‘como tna ceremonia, los rasgos distintivos se igno- ran, se esconden, se entierran), ciego, sordo y mudo alo que no debia ver, ofr o decir, pero tampaco pu- diondo dejar de registra, el Estado buroerstico esc bid, asa matera, la historia. Es muy fivil disgregarse en la aberracién de sus eufemismos, pero eso ocurre euando uno pres supone que el Estado burocritico a0 miente (0 no debe mentir) v puede superarse al comprobpar que cl segiscro os -cumdo las cosas estin sucediendo= tam- bign una forma de ocultarlas, de hacerlas parte del pa- sado, De hecho, es la iniea forma en la que el Estado, burocritico puede cumplit con sus dos imperativos, cen orden de importancia: obediencia y registro. Como cualquier registro, este tipo de da- tos necesita ser decoditicado, Esa decoditicacién in~ vierte el orden de voleado: desecha los datos repet tivos y tata de reeuperar fos distintivos. Los tipos gedatos con los que el Estado burocratico carga este ‘erden tienen varias fuentes distintas, dichas fuentes “son parciales y fragmentarias, lo cual produce un “Sexta de mulciplicacisn de datos diversos muchas “szzes roferidos al mismo hecho. La fuente u origen Sine una urilidad dererminada del dato que ofrece. or ejemplo, la mis extendida fuente de registro de Aunciones por causa de muerte violenta, en horas nas, cn parajes deshabitados o solitacios son distintos Registros Civiles, una de cuyas obliga- snes primordiates es la de documentar los inciden de las personas que viven (o muezen) en un deter do Ambito geografico © municipio, Un légico exdenarniento de trdmites burocriticos obliga a re- saarla defuncién para poder inkumar en el cemen- igualmente oninicipal): la forma de balancear dos obligaciones seferas del burdcrata es Henar el nplatio respectivo con la menor cantidad de da- “especificos posibles. La falta de informacicn dis ra individualizante) no puede ocultarnos la im- seancia de este registro: su extensidn (Ia enorme oria de las personas “desapareeidas” cayos cuer- _spirecieron se encuentran registradas mediante dedeluncién) y su precision (primordiaimente 10 del lugar y fecha en que la muerte sucedi6, también de oiros datos de las victimas tales co- sexo de los involucrados, sus edades aproxima- “sestimenta, ec.) lo convierten en el mas frecuen- erador de ocurrencias en el conjunto de los os sin identidad [3]. Cuando al principio criticamos la confu- sue puede generar Ia denominacion de este or nla efectiva restitucién de los restos a sus fa- es no hicimos referencia al motivo a pesar del eeuimos pretiriendo esa forma de llamar al con- Sucede que aun cuando hoy sea bastante dificil erar los restos, lo que rigurosamente define a es 10 €s que son cuerpos aparecidos y ja docu- que mencionamos y mencionaremos es la Teja ese hecho, ¢Qué importancia puede tener snciacidn? Sencillamente que existe un ntime= imas del accionar represivo no del Istado cuyas euerpos no han aparee que nunca podsin ser identificadas por- san usaco para su ejecucién— dos de los mé suelen no dejar vestigios documentales ni Sis: el "vuelo” y ol fusilamiento con inhurs destina. E"vuelo” fue utilizado por varios : ros clandestinos de detencin asentados en Federal y Gran Buenos Arres: es sensato su- por esa via fuevon asesimdas entre 2.090 y esanas, Sin desconocer Is efectividad del mé- genacidio ico Soriglana y Dano mo todo a los efeetos perseguidos (al reuni ejecucién y disposicién del cuerpo en un solo acto),un nmero cereano al centenar de vietimas aparecié en ambas costas del Rio de Ia Plata o Mae Argentine y Uragua- yo. Dicha aparicin motivé el registro, precondicién dle una eventual identificacién, Afortanadaraente los registros costeros suclen ser més completos que los territoriales: mis de diez casos de este tipo han sido identficados y contamos con informacidn que torna factible duplicar este niimero en los préximos anos. La ejecucién acompa fiada de inhumacién clandestina ‘nos enfrenta aun dilema: hasta la fecha no se han confirmado in- humaeiones clandestinas {4] en el paisa pesar de varios intentos por hallarlas, basados en testimo- ttios de ocasionales testigos. Pero {a inhumaci6n clandestina hace de la dificultad de ubicacién su naturaleza, con lo cual no pod: ‘mos estar seguros de ka existencia de una prictica extendida de in- Fhumacién clandestina en el inte- tor del pais, sobre todo en pro- vincias mediterrdneas. Sin duda podemas descartarla -al menos de manera masiva- en Capital Federal y Gran Buenos Aires, Una diferencia im- portante entee el vuelo y la inh rmacién clandestina es que la Ingecesibilidad a los restos (des- cartada cualquier posibilidad de documentacisn lo que nos queda como posibilidad identificatoria es la recuperacisn de los esquele- 0s} es absoluta en el caso del vuelo y relativa en el dela inhu- smacién clindestina. Las vietimas de wuelo que no aparecieron po- co después de la geeucién ya no podrin ser reeuperadas; vieever- sa, sillegsemos a ubicar una in- hhumacién clandestina el estudio de los restos recuperados podria dar la pauta de su identidad Pero volvamos a los aparecidos. Ya dij sos que su detinicidn mas extensa esti dada por 'os registros de defuncidn en Registros Civiles y explica- mos las limitaciones que, para una efectiva idemtifica- wm Eres cidn, este tipo de documentos suele padecer Pero el imperative documental del Estado no se conform con eso, Por mandato legal, el Regis tro Civil debia exiraer un juego de fichas decadactila- resales personas que fallecian sin idencificacién. Desgraciadamente esas fichas no quedsban en la drbi- ta del registro civil municipal, sino que éste las remi- tia al Registeo Provincial, que a su vez ls clevaba al Registro Nacional de las Personas, Frente alos varios pediclos que cistintos jueces han hecho desde 1982 solicitando alguna de esas fichas ~con las cuales la via hacia la ideatificacién quedavi allsnada- el R.N.P.ha dado distintas explicaciones, todas has cuales concluyen notifican- do la destruccidn de todas ess fichas, aunque nunca cor tontemente, La cuestion a este respecto sigue sienido us mise terio; los contactos eon los res- ponsables del sector en el ante- jor yl actual gobierno han sido infruceuosos. Por fortuna, la functin ju- risdiccional del Estado ta bign ha dejado rasgos tiles pata la idemtiticscion. Si bien rno con Ta extensién de las 3e~ tas de defancién, la Policia Federal y las policies provin~ cides con frecuencia tomaban Inuellas decadactilares de las personas que aparecian en sus respectivas jurisdieciones y de un tiempa a esta parte he- ‘mos podide acceder a los dos archivos mas importantes de este tipo. Bsa actuacion judicial tiene como explicacién la substan ciacién de un sumario judicial riginado en la aparicién de tuno o varios euerpos o en un supuesto e imaginario enfren- tamiento, la mayoria de las veces excusa para un fusilamiento, En cualquier caso, los expedientes asi conformados pueden ser detectados y recuperados: ademis de contener fotografias y otros datos de interés, su principal virrud es que suelem registear las vicisitu- des de los cuerpos hasta su definitiva disposicisn en cl eementerio mas cereano. Para terminarcon este orden, podemos ahora definirlo como aquel que aglutina los datos referidos a la aparicién de cuerpos factiblemente re- lacionados con la prictiva estatal de represién clan- destina mediante desaparicién. La organizacién de las hipétesis Explicados los dos érdenes opuestos, po- demos empezar con una definicién de lo que el pro~ ceso de identiticacién es. Basndonos en la hipotesis general y abstracta de que !a mayoria dé los cuerpos, sin idemtidad se carresponden con las identidades sin cuerpo, el proceso dv identificacién comicnza deri vando rasgos ln mis especificos posibles de cada oF- den a fin de someterlos a comparacién con datos compatibles del orden inverso, Elplanteo de avanzar desde lo general alo, particular tiene ahora un programa: los datos histor 0s comenzarin definiendo cules hipétesis son mis factibles {Cémo? Ante todo, conformando subeon= juncos logicos con los componentes de ambos Srdenes, La primera y mis obvia disteibucion descarta de plano comparaciones estriles sobre la hase de dos ees: eb primera cronolégico, que es absoluto, Partiendo del presupuesto de que Ia eventual aparicidn del cuerpo n identidad debe ser posterior ala desaparicién de la tad sin cuerpo, carece de sentido comprar dat formales cle identidades sin cuerpo con fecha de desa- paricién posterior a lade aparicién de los respectivos cuerpos sin identidac. La tniea perspectiva en fa cual esta secesidn nos puede privar de cornparaciones fruc~ tiferas sora en caso de que cualquiera de ambas fechas sez err6nes; la ventaja que esta discriminacidn otorga, permite asumir ese riesgo, sin perjuicio de que, coma, veremos mis adelante, existen mecanismos que perm ten subsanar ese tipo de errores. El segundo eje es geogeifico y debe ser uth lizado con mayor cuidado, Podemos suponer que en a mayoria de los casos las personas secuestradas por tuna unidad operativa determinada han sido ejecutad, en el ambito geogrsfico de dicha unidad. Esto nosse- nite ah definicién de lo que una unidad opevativaes Proferimos pecar de excesivos ¥ suponer Ia existencia de tres grandes unidads operativas: 1) ta mayor, que ocupa toda el érea de cinwiad de Bue nos Aires y Gran Buenos Aires y que incluso tiene tuna suerte de efecto atractivo respecto de casos de personas secuestradas en el sur de Ia Provincia de 5 Aires; 2) Cordoba y toda la jurisdiceién del ‘Cuerpo de Ejérvito (noroeste y oeste del pais) y Santa Fe y Litoval (este y noreste del pais). Bs- emticamente y sobre la base de los casos de de- acias de desaparicién con c6digo postal podemos tificar y decir que en 1) ocurrieron 2/3 partes fos casos de desaparicién y 1/6 en ada uno de restantes. Entendemos que la generalizacisn es tanto grosera, pero su utlidad es establecer un eamiento a la magnitud del enigma ea cada im- 2, No parece seriamente controvertible que la oria de las suertes de cada una de las personas das en cada uno de dichos subconjuntos ida denteo de dichos subconjuntos. ¥ esto ffs desconocer qu huboremisiones de per- je una unidad operativaa ora, pero si st er que dichos casos eran excepeionales y gulares. Ea cualquier caso, nétese que 06 hablando de las primeras etapas de idm de datos histiricos para or- las hipotesis de idemtificacién, La cin de ls excepciones podri ser dada mis adelante Ahora bien, [a wilizacion de -cronoldgico y geogestico ha des- bastance el panorama, tornando im- tun niimero muy significative de cones posibles. Sin embargo, la orga El esquema y su uso tando seftalamos que los datos denomi- histsricos eran los que respondian a la pre- qué pas? nos referimos la necesidad de es er una hip6tesis general que explique la pricti ibn encarada por el Estado, hipdtes ual se pueda derivar lo posiblemente sucedido da caso en particular, Dicho llanamente ¥ a mo- -jemplo, no contentarnos con una hipétesis general -recordemos cul es el objetivo de 0 trabajo~ sino proyectar esa indispensable k general sobre los casos concretos para definir ade deberin buscarse los vestigios que perm resolucién total o parcial. Poder explicar por tan Pérez. fue secuestrado un dia deverminado ugar definido y no cualquier otro dia en otro Sevalquicra, a qué determinado centro clandesti- Se detencidn (y no a cualquier otto) debe haber el genocdlo Maco Soran y Davio dima sido llevado y en que fecha y de qué manera debe haber sido asesinado. La nica forma que hemos encontrado para tratar de avanaar en ese sentido es lade supo- ner que cl accionar represive guarda cierta logica in- terna reconstruible, que sus impulsos no son indis- esalgo de una gravedad tal que parecetfa superar Sexenciones de sus responsables. No decimos esto a do de disculpa, sino que el conocimiento de los ac~ Fistéricos respectivos las muestea sin la lucid sme coino para comprender la enormidad de los aos que sus actiones produjeron. Pero sea ése 10 No, el hecho incontrovertible es que dicha se- sin fue indudablemente producida por ellos. En- nuestro trabajo es una colaboracién modesta que ese resultado no sea definitivo, tl fa el prado cuando lo que exaterbe oten los blancs y lx propies ida dle represen, itentando proba st ect, ibordarn crepe de org {6h Un feta colaerl favor rable dels eyes para ase One cle mead de Tosfemthares ban tone conta ct a Subeererrs ae Derechos Hamanas en los mos enc enon > al muchas bee fia ef Si Bo sof Tribunal de speleciones dels fezguios Teerates deta Capieal Fe devel, elnslactn con tetera data de 1984, Eaurudo ssn por ley el conocinits dl ico sone ar pres Joncas Hilharea.qne hcgo Iced cabo sre 1985 ‘Apart de dice ona, ef ‘hala Tibawel veers geen canidad de ooitoncie documental frida a esaparian de personas en todo pa

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