ETICA A NICOMACO
En todo caso, se le describe como cierto miedo al desprest
su resultado es similar al que produce el miedo al peligro: asi los
que sienten vergtienza se ruborizan y los que temen la muerte
palidecen. Es manifesto que se trata en ambos casos de afecciones
corporales, y esto parece mAs propio de Ia pasién que del habi-
to. La pasién no es acorde con todas las edades, sino sélo con
juventud, Estimamos que los j6venes deben ser pudorosos, y ello
5 asi, porque como los jévenes viven de acuerdo con Ia p:
cometen errores frecuentemente, y el pudor los frena. ¥ alaba~
mos a los jévenes que son pudorosos, pero nadie alabarfa a un
‘viejo por ser vergonzoso, pues no creemos, en efecto, que debe
hacer riada de lo que tenga que sentir vergtienza, Tampoco la ver-
.gilenza es propia del hombre cabal, pues la vergiienza sigue a las
malas acciones (tales acciones, en efecto, no deben cometerse, y
siendo indiferente que sean verdaderamente vergonzosas 0 que
Jo sean sélo en opinién de los hombres; en ninguno de los dos
casos deben cometerse, para no tener que avergonzatse); ¥ €s pro-
pio de un hombre malo ser de tal condicién que pueda come-
ter una accion vergonzosa. ¥ el ser de on que le haga
a uno sentir vergiienza y creer por ello ser como es debido es
absurdo, y ello es asi porque el pudor acompafia siempre a las
acciones voluntarias, pero el hombre cabal jamés cometeri vo-
luntariamente acciones vergonzosas, La vergiienza podria ser un
sentimiento conveniente en forma hipotética: si alguien hiciera tal
cosa, se avergonzatia, pero evidentemente esto no ocurre con las
virtudes. Y si la desverghenza es reprobable, y lo mismo el no te-
ner reparo en cometer acciones vergonzosas, no por €s0 ¢9 algo
bueno avergonzarse de hacerlo, Tampoco la continencia es una
virtud, sino una mezcla; mas adelante precisaremos esto, Ahora
hablemos de la justicia
LIBRO QUINTO
1
Respecto de la justicia y de la injusticia hemos de considerar
ise de acciones se refieren y qué clase de término me-
eneste estudio procederemos segiin el método usado en los pre-
cedentes,
Pues bien, hay comin acuerdo en Iamar ju:
disposicién que hace capaces a los hombres de pr
‘mente, con las ciencias, las facultades y las dis é-
bitos. En efecto, la fac x parece serine la
arios, pero una disposicién contraria no lo es de
.or ejemplo, por la salud no se logra lo que le
€s contrario, sino s6lo lo saludable, y asi decimos que el modo
de caminar €s sano cuando se camina como lo hace el que est
sano.
‘Muchas veces, sin duda, se conoce una disposicién por su con-
twaria, y muchas veces también se conocen las disposiciones a par-
lir de las condiciones que implican: asi, si la disposi
5 manifiesta se hace también manifesta
or las cosas que estén en buena condi
ion buena condicién es la firmeza de la came, forzo-
samente la condiici6n viciosa sera la flojedad de la carne, y seré
favorable para la buena condicién todo aquello que proporcio-
ne firmeza a la carne. Se sigue de esto, por lo genera
de las dos condiciones o i
bién lo es; por ejemplo,
to €s ambiguo, también lo seraETICA A NICOMACO
lo injusto. Segtin el parecer c
nen varios sentidos, pero, al estar estos sentidos muy prOximos
entre sf, su semejanza en los términos pasa inadvertida, cosa que
‘no ocutre cuando los sentidos estén alejados, donde es mas evi-
dente (porque la diferencia es grande); por ejemplo, cuando se
llama -llave- como homénima a la «clavicular del cuello de los
animales y a lo que se utiliza para cerrar las puertas. Tomemos,
pues, al hombre injusto en todos los sentidos posibles de la pa-
labra. Parece ser injusto aquel hombre que viola la ley, y también
el codicioso, y el que no es equit 1ego parece evidente ser
justo aquél que obra conforme a la ley y el que es equitativo, Por
consiguiente, lo justo es lo conforme con la ley y lo equitativo, y
lo injusto, Io ileg Ahora bien, como el
¢s también codicioso; en este sentido tend relacién con los
bienes, no con todos los bienes en conjunto, sino solamente con
aquéllos que estan relacionados con el éxito y el fracaso, bienes
que son siempre bienes en si, hablando en término absoluto, Pero
para un individuo determinado no lo son siempre. Ahora bien,
los hombres piden estos bienes a los dioses, y se esfuerzan por
conseguirlos, pero no es conveniente que hagan esto, sino que
deben pedir, por el contrario, que los bienes que lo son en sf
mismos de forma absoluta lo sean para ellos, y, en consecuen-
cia, elegir los que son bienes para ellos. Bl injusto no siempre
pretende lo més, sino también lo menos cuando se trata de ma-
Jes absolutos, Ahora bien, dado que el mal menor parece ser, tam-
bién en cierto sentido, un bien, y la codicia tiene por objeto lo
bueno, el injusto parece ser por este motivo codicioso; y no es
equitativo, defecto que abarca los dos extremos anteriores y es
comin a ellos.
‘Ahora bien, dado que el que viola la ley es injusto y el
se conforma @ ella, justo, es evidente que todo lo legal es en cier-
to sentido justo. Y ello es asf, porque lo que establecen las leyes
¢s legal y de cada una de estas disposiciones afirmamos que es
justa. En efecto, las leyes se refieren a todas las cosas y estable-
cen aquello que conviene en comtin a todos, 0 a los mejores, a
los que detentan el poder, o alguna otra cosa semejante. Y asi re-
sulta que atribuimos el calificativo de justo a todo aquel
tiene una condici6n capaz. de producir y conservar la
— 14 —
LIBRO QUINTO
sus consttutivos para la comunidad piibica La ley establece tam-
bien hacer lo que caract
donar el puesto de combate, ni huir ni arojar las armas, Y
estableceigualmente todo aquello que caracteriza al hombre apa-
cable, como no dar golpes, ni hablar mal de otro; y también es-
tablece lo que es propio de las demas vitudes y manifestaciones
de lo malo, mandado lo no y prohibiendo lo otto, de forma ade.
cuada, cuando la ley ha sido correctamente establecida, €inade-
cuadamente, sila ley ha sido establecida arbtrariamente, Esta
clase de justcia es la virud perfect, no en si misma, sino en re-
lacién a otto. Por eso frecuentemente la justia parece ser la més
excelente de las virtudes, deforma tal que oni el atardecer ni el
amanecer son tan maravillosos como ella. Y por eso también es
tamos de acuerdo con el proverbio que dice: wen lajustcrase dan
juntas todas las vrtudes.
Y la justicia es una virtud perfecta, porque es la prfctica de a
virtud perfect, y es perfecta porque el que la posee la ejercita
almente respecto de los demas, y no solo fespecto de s mis.
‘mo. En efecto, muchos pueden practcar la vitud en aquello que
les atahe y no la practican en aquello que atafe alos demés, Por
azén parece acertado el dicho de Bias: el poder revelard al
rer Yello ess, porque el gobernante se encuentra, en cfec-
en relaci6n con otvos y participa en la comunidad, Por este
mismo motivo, lajusticia es también, en el conjunto de las vir.
des, la tnica que parece consistr en el bien ajeno, daclo que se
refierea los demas, Fi hace lo que contiene a cios,
sea éste gobernante 0 compaftero, :
EL peor de los hombres, pues, ¢s el que usa de maldad in-
cluso consigo mismo y con los propios amigos, pero el mejor
no es el que usa del bien consigo mismo sino para con o
10 €s ciertamente difcl de hacer. Esta
tendida, no es una virtud parcial sino la virud
i lla no es un vicio pa
| En qué difiere la virtud y la Justicia asf en.
evidente por lo que acabamos de deci, Coine
de ciertamente con la vitud, pero se esencia noes Ia misma, en
cuanto connota una relacidn a otro es justcia, y en cuanto dis.
Posicion de tal naturaleza es virtud, absolutamente hablandoETICA A NICOMACO
2
Pero Jo que estamos investigando es la justicia que es parte
de Ia virtud, pues hay una que no lo es, como hemos
Y por el mismo titulo nos interesa la inj
ia parcial es el hecho de que
yuien practica las otras clases de (0, pero no €S CO-
Gicioso en modo alguno; por elemplo, el que aroja el escudo por
cobardia, 0 habla mal porque tiene un caracter dificil, o no s0-
corre con su dinero por avaricia; pero, cuando uno es codicioso,
no acttia muchas veces a impulso de alguno de estos vicios, ni
Iso del conjunto de ellos, sino que actéa a im-
ia.
te, por tanto, una clase de injusticia que es una parte de la
injec total, y un modo de ser injusto que es una parte del
‘modo total de ser injusto, que consiste en violar la ley. Por otra
parte, si un hombre comete adulterio para ganar dinero y recibe
dinero por ello, mientras que otros cometen adulterio pagando
dinero y suffiendo un castigo por su desco desordenado, este il
timo serd considerado un licencioso antes que un codicioso, mien-
tras que el primero ser tendo por injusto, pero no por licencioso,
porque es evidente que actiia movido por el provecho. Ademés,
todas las otras acciones injustas pueden relacionarse siempre con
tuna determinada clase de vicio, asf el adulterio al desorden car-
1, el abandono del compafero a la cobardia, los malos tratos a
cto no se atribuye a ninguna clase de vi-
resulta evidente que hay una in-
justicia parci
mismo nombre porque la definicién e:
género. En efecto, ambas dicen referencia a los otros, una tiene
por objeto el honor, el dinero ola seguridad vil, 0 aquello que
incluyera todo esto si pudiera ser designado con una sola pala
bra, teniendo como principio de accién el placer que resulta del
provecho, mientras que la otra justicia tiene por objeto todo aque-
lo que interesa al hombre de bien. :
Es, pues, evidente que hay varias clases de justicia, y que hay
una distinta de la virtud total, Debemos investigar ahora cual es
y de qué naturaleza es esta virtud. Hemos definido lo injusto
— us —
LIBRO QUINTO
como lo contrario a la ley y lo opuesto a la equidad, mientras
ue lo justo lo hemos definido como lo legal y lo equitativo, Pues
i ia de que antes hemos hablado es la que es con-
traria ala ley; ahora bien, como lo desigual y lo contrario a la ley
1no son lo mismo, sino distintos como lo es la parte del todo (ya
que todo lo desigual es contrario a la ley, pero no todo lo con-
io a la ley es desigual); tampoco Io injusto y la injusticia son
mismo en ambos sentidos, sino distintos en uno y otro caso;
los tiltimos como parte y los primeros como todo. Esta injusticia
es, en efecto, parte de la y de la misma manera
de lo justo y de lo
cia que corresponden a la virtud total y que consisten, respecti-
vamente, en el ejercicio de la virtud total para con los demas y
del vicio total en el mismo sentido. ¥ también aparece claro cmo
deben definirse justo correspondientes. La mayo-
, hablando de forma general, e5-
lidas por prescripciones de la virtud total, y ello es asf,
porque la ley ordena vivir en conformidad con todas las virtudes
y prohibe vivir en conformidad con todos los vicios. Ahora bien,
en el conjunto de las disposiciones legales,
todas y solo aquéllas que se refieren a la educaci
, cuyo resultado es hacer al hombre bueno, absolutamente
hablando; més adelante estableceremos si pertenece a la politi-
ca 0 a otra esfera, y ello es asf porque no es lo mismo ser un
hombre bueno y ser un bien ciudadano en un régimen politico
‘cualquiera
En lo que se refiere a la justicia parcial y lo justo de acuer-
do con ella, una especie es aquélla que se practica en las distribu-
ciones de honores, 0 dinero o cualquier otra cosa posible de
Aistribuir entre los que detentan el poder (pues en estas distribu-
ciones uno puede tener una parte igual o no igual a la de otro),
¥ otra especie es la que regula los contratos. Esta via tiene
dos partes, pues unos son contratos voluntarios y otros involun-
tarios. Son voluntatios los tratos de compra, venta, préstamo de
dinero, fianza, usufracto, depésito o alquiler (y se llaman volun-
tarios porque el principio de donee proceden es voluntario),
Y entre los contratos involuntarios, unos son tratos clandest
os como el robo, el adulterio, el envenenamienETICA A NICOMACO
cién, la seducci6n de esclavos, el asesinato y el falso testino-
nio, 7 ottos son tratos violentos, como el ultraje, el encarcela-
miento, el homicidio, el robo, la mutilacién, la difamacién y el
insulto,
3
injusto es desigual y lo injusto es desigual, es
mbién un término medio de lo desigual, y
éste es lo igual, y ello es asi, porque en toda accién que se da
Jo més y lo menos se da también lo igual. Si, pues, lo injusto es
lo desigual, es comtin parecer, sin necesidad de razonamiento,
que lo justo es lo igual. ¥ dado que lo igual es un término me
dio, lo justo habré de decirse que es también un término meciio.
supone, al menos, dos extremos. Es, pues, necesario que
lo justo sea un término medio e igual tanto en relaci6n a alguien
como en relacién a algunos. Asi, lo justo en cuanto término me-
dio lo sera de unos extremos (es decir, lo més y 1o menos), y en
cuanto igual requeriré dos términos; en cuanto justo lo serd en
inos. Necesariamente, por
sss teminos por lo menos en cleo, aqullos para gi
nes es just tienen que ser dos, y aquélls en que se express
justo, es decir, las cosas, tienen que ser también dos. Y la desi
{gualdad sera la misma en las personas y en las cosas, dado que
la misma relacién que hay entre las cosas debe existir también
entre las personas: en efecto, sino som iguales, no tend par
tes iguales, pes de los contraros surgen las dispnas ye “oi
jones, cuando o los que son iguales no obtienen partes iguales
Puesto que
evide
acuerdo en lo referente a las dis
to consiste en que deben ser hechos de acuerdo con
tos, aunque no hay coincidencia sobre la naturaleza del méri
pues mientras los democraticos lo ponen en la libertad, los ol
‘arquicos lo ponen en la riqueza o nobleza, y los aristocriticos
en la virtud. Asi, pues, lo justo es de alguna manera una pro-
porci6n, y la proporcién no es sélo caracteristica del ntimero
LIBRO QUINTO
como unidad, sino del ntimero absolutamente. La proporcién es,
igualdad de razones y requiere, por lo menos, cuatro
érminos. Es algo evidente que la proporcidn discreta requiere
cuatro términos; pero también debe decirse lo mismo de la pro-
porcién continua, Y ello es asi, porque se sirve de un término
como si fueran dos y asf lo menciona dos veces: ejemplo, A es
a B como B es a C. El término B se menciona, en efecto, dos ve~
ces, Por tanto, si B se pone dos veces, os términos de la pro-
porcién son cuatro. Del mismo modo lo justo requiere por lo
‘menos cuatro términos, siendo el razonamiento el mismo, dado
que Ja divisi6n se hace de la misma manera para las personas y
con relacién a las cosas. Por lo tanto, como el término A es al B,
asi serd el término C al D, y viceversa, como el término A es al
1D, de modo que la relacién existente
la misma. Este es justamente el empare-
jamiento que lleva a cabo la distribucién; de modo que, sila dis-
tribuci6n es ésta, el emparejamiento es justo. Por tanto, la unin
del término A con el término C, y del término B con el término
D, constituye lo justo en la distribucién, y lo justo es un térmi-
no medio, y lo injusto es aquello que es opuesto a lo propor-
ional, porque lo propore in término medio y lo justo
es proporcional, Los matemiticos llaman a este tipo de propor-
ci6n geométrica; en efecto, en la proporcién geométrica, el todo
esté respecto del todo en la misma relacién que la parte respecto
de cada parte, Sin embargo, esta proporcién no es continua por-
que un solo término de ella no puede representar la persona y
la cosa.
Lo justo es, pues, esto: lo proporcional, y lo injusto, lo que va
contra lo proporcional. Un término es mayor y otro menor como
ocurre en la vida prdctica: el que comete injusticia se atribuye mas
de lo bueno que le corresponde, y el que padece la inj
menos de lo bueno que le corresponde, 1
‘ocurre lo contrario, porque el mal menor
en comparacién con el mal mayor, ya que el mal menor se pre-
fiere al mayor, y lo preferible es un bien, y cuanto més preferi-
ble sea, mayor es el bien.
Esta es, pues, una especie de justiaETICA A NICOMACO
4
1a que resta por considerar es la correctiva, que se manifies-
ta en los modos de trato, tanto voluntarios como involuntarios.
1a segunda forma de lo justo difiere de Ia anterior. En efecto,
la justicia distributiva, en lo concerniente a los bienes comunes,
es conforme a Ia proporcién que hemos desctito, pues incluso,
cuando se hace la distribucién de bienes comunes, se hard con-
forme a la proporcién en que estén las aportaciones de unos res-
pecto a las aportaciones de otros; y la injusticia que se opone @
.¢ de justicia es la que va en contra de la proporcién. Pero
fa en los modos de trato es una cierta igualdad y lo in-
to es una cierta desigualdad, pero no segin aquella proporcion
(geométrica) sino segiin la proporcin aritmética. En efecto, poco
importa que un hombre bueno haya defraudado a uno malo 0
que uno malo haya defraudado a uno bueno, o que el adulterio
haya sido cometido por un hombre bueno o por in hombre malo:
la ley no tiene presente més que el tipo de dafto, y trata como
iguales tanto al que comete la injusticia como al que la soporta;
al que perjudica como al perjudicado, ¥ es justamente esta cla-
que es una desigualdad, la que se esfuerza el juez
asf, cuando uno recibe golpes y otro los da, 0 uno
mata y el otro muere, el dafio y delito se reparten desigualmen-
ero el juez. trata de igualarlos con el castigo, quitando con
al parte de la ganancia obtenida, pues en tales casos se utiliza,
cen general, el mismo término gananciar, aunque no ¢s muy ade-
cuado en algunos casos, por ejemplo, referido al que ha dado
‘un golpe, como tampoco lo ¢s el término -pérdida referido a la
lima, Sea como fuere, cuando esta clase de dao se mide, de-
cimos que uno sale ganando y otro sale perdiendo. De manera
que lo igual viene a ser un término medio entre lo mas y lo me-
nos, y la ganancia se identifica con el més bien y menos mal, y
la pérdida con lo contrario, menos bien y més mal. Bl término
medio de éstos era lo igual, que afirmamos s
que la justicia correctiva sera el término medio entre la pérdida
y la ganancia. Esto explica el hecho de que siempre se recurre
al juez cuando hay discusién sobre pérdida y ganancia, pero el
recurtir al juez es recurrir a la justicia, Y ello es asf, porque el
LIBRO QUINTO
partes se llama a los jueces mediadores, queriend
esto que se alcanza por ellos el justo medio, y si
también la sticia es un término medio, pues-
to que lo es el juez. Bl juez restablece, pues, la igualdad, y actiia
como, si de una linea cortada en partes desigual ara a la
mayor aquel trozo que sobrepasa la mitad y se lo afadier
segmento menor, Cuando el todo se divide en dos partes, se dice
‘que cada uno tiene lo suyo cuando han recibido partes iguales,
ic jual el término medio entre lo mayor y Io menor se-
‘iin la proporcién aritmética, Esta es la raz6n de que se lame jus-
juez dijastés. Pues, cuando dos co-
se quita una unidad a una de ellas y se la afa-
la excede a la primera en dos unidades,
porque si se quita una unidad a una parte y no se
ra a la otra, ésta solo excederia a la primera en una uni-
dad, Por tanto, excede a Ja mitad en una unidad, y la mitad, en
nos: justamente Ia cantidad en que el primero excede al término
medio es lo que debe afadirse al que tiene menos y en la que
el medio es rebasado... Supongamos tres lineas: AA’; BB’; CC,
iguales entre si. Quitese de la linea AA’ cl segmento AE y aiid.
dase a la linea CC’ el segmento DC, de modo que la linea com-
pleta DCC’ exceda a la linea EA’ en los segmentos DC y Cf,
‘excedera entonces a la linea BB en el segmenta DC. z
(Lo mismo sucede en las dems artes; se destuirfan a sf mis-
mas, en efecto, si el agente no hiciera tal cosa, de tal manera
determinada y en tal cantidad, y el paciente, porsu parte, no so-
pportara eso mismo, de tal manera y en tal cantidad).
los términos egananclas y spérdidas proceden de los
cambios voluntarios, pues a tener més de lo que uno poseia
principio se llama ganar, ¥ a tener menos de lo que se tenfa en
principio se llama perder, en la compra y en la venta, y en todoRTICA A NICOMACO
yuello en que la ley deja plena libertad de accién, Y, en cam-
bio, euandowno se tiene ni msn menos (después de ls intr
cambios), sino que cada uno tiene lo mismo (que antes de los
cambios), es comtin parecer que ni pierde, ni gana sino que tie-
ne lo suyo.
De esta manera lo justo es un término medio entre una espe-
cie de ganancia y de pérdida en los modos de trato (transa
nes) no voluntarios, un tener lo mismo tanto antes como después,
5
Algunos también piensan que la reciprocidad es
justa como afirmaban los pitag6ricos, quienes, en efect
nian simplemente la justicia como reciprocidad, Pero la recipro-
cidad no es conforme ni con Ja justicia distributiva’ni con la
justicia correctiva, aunque se quiera afirmar que esto era incluso
a justicia de Rhadamanthys: «Si el hombre sufriera lo que hizo,
habria verdadera justiciay; muchas veces, en efecto, no estén de
acuerdo. Por ejemplo, si uno que detenta un cargo de autoridad
golpea a otto, este otf no debe golpeatle, pero, si uno golpea a
un cargo de autoridad, no solo debe ser golpeado, sino suftir un
castigo suplementario. Ademis, existe aqut mucha diferencia en-
tre lo voluntario y Io involuntario. Sin embargo, cn las asociacio-
nes cuyo fin es el intercambio, es justamente esta justicia la que
relaci6n entre is In mica sein
reciprocidad proporcional, y no subsis
Como uniéed siempre que se Gevuelva proporcionalmente a lo
que se recibe. En efecto, los hombres sc esfuerzan bien por de-
volver mal por mal, y el no poder hacerlo lo consideran una
clavitud, bien por devolver bien por bien, y si esto no es posible,
no tiene lugar el intercambio, y ¢: rente el intercambio lo
iene unidos a los ciudadanos. Esta es la causa de e
conocimiento, pues esto es propio de la gratitud: debemos, en
efecto, corresponder con nuestros servicios a aquél que nos ha
beneficiado, y tomar, por nuestra parte, la iniciativa para favore~
cerle.
LIBRO QUINTO
Ahora bien, lo que produce la retribuci6n proporcionada es
el cruce de relaciones, Sea A un arquitecto, B un zapatero, C una
casa y D un par de sandalias. Bs menester que el arquitecto reci-
ba del zapatero lo que éste hace y compartir a la vez con él lo
que él mismo hace; si pues existe primeramente la igualdad pro-
Porcional, y posteriormente se produce la reciprocidad, tend lu-
gar lo que decimos. Pero s ni habré igualdad
porque nada puede que el
trabajo del uno sea més val trabajo del otro. Bs, pues,
necesario hacerlos iguales. Ocurre esto también en las dems ar-
tes; en efecto, se destruirfan si lo que hace el agente, cuanto hace
lo hace, no lo soportara el paciente, lo mismo, en la mis-
ma medida y de la misma manera. En efecto, no hay asociacién
entre dos médicos, sino entre un médico y un agricultor, y, ha-
blando de forma general, entre personas diferentes y no entre per-
sonas iguales. Sin embargo, es imprescindible que se igualen, y
esto exige que todas las cosas que se intercambian deben ser com-
parables de alguna manera. Esta funcién es desempefiada por la
moneda, que es en cierto modo algo intermedio porque todo lo
mide, incluso el exceso y el defecto; asf, tantos pares de sanda-
valen a una casa 0 a determinados alimentos, La misma
i6n que existe entre el arquitecto y el zapatero habri entre
tantos pares de sandalias y una casa o tales alimentos. Si esto no
fuera asi, el intercambio y la asociacién se revelarian imposibles,
Y no sucederfa esto, silos bienes no son, de alguna manera, igua-
les. Bs menester, pues, que todo se mida por una sola cosa, como
cesitaran nada, no habria intercambio, y si no lo necesitaran por
igual, no habria tampoco intercambio, o éste no serfa equitativo.
1a moneda, sin embargo, ha venido a ser, por decitlo de alguna
‘manera, y gracias a una convenci6n, la representaci6n de la de-
‘manda, por eso se llama «ndmisma». ¥ ello es a
curre no por naturaleza, sino por convencién, «némoy, y esti en
Auestro poder cambiarla o hacerla inatil. Por tanto, habra reci-
Procidad cuando los bienes se igualen de tal manera que lo que
Produce el zapatero esté respecto de lo que produce el agricul-
tor en la misma relacin que el agricultor respecto del zapatero.
porque esto
= 123 —ETICA A NICOMACO
Pero no debe reducirse a una especie de proporcién una vez
realizado el intercambio, porque, en ese caso, un extremo ten
los dos excesos, sino cuando cada uno esté en posesion atin
de sus productos. Sea A el agricultor, C el alimento que él pro-
duce, B el zapatero y D lo que éste produce una ver igualado a
C. Sino se pudiera establecer esta reciprocidad, no habria aso-
iacién.
(Que la demanda 0 necesidad es lo que mantiene a todo uni-
do, por ser una especie de unidad, lo pone en evidencia el he-
cho de que, cuando dos hombres no sienten necesidad el uno
del oto, bien ninguno del otto, bien uno de ellos respecto del
oro, no establecen intercambio alguno, lo contrario que suce-
de cuando el uno necesita de lo que tiene el otro, por ejemplo,
‘vino, y autoriza la exportacién de vino a cambio. Por tanto, es
‘menester hacer una ecuaci6n entre ambos. Respecto de los in-
tercambios futuros, si en este momento no tenemos necesidad
de nada, la moneda nos sirve, de alguna manera, como garant
de que podremos realizar este intercambio, caso de necesitar
pues es necesario que el que disponga de dinero tenga la
lad de adquirir lo que necesita. Pero con toda certeza al
dinero le sucede lo mismo que a las mercancias, que no tienen
‘siempre el mismo valor, sin embargo su valor tiene mayor esta
bilidad, Por esta causa és necesatio poner precio a todo, porque
as{ se garantiza siempre la posibilidad del intercambio y con él
1a sociedad.
‘Asf pues, la moneda es una especie de medida que iguala
a las cosas haciéndolas mensurables. Asi, si no hubiera inter-
cambio no habria sociedad, si no hubiera igualdad no habria
ysino hubiera mensurabilidad no habria igualdad,
Es cierto, por otra parte, que es imposible hacer mensurables
cosas que son tan diferentes entre si, pero esto puede lograrse
suficientemente para la demanda. Tiene que haber, pues, una
ida gracias a un acuerdo, por eso se lla-
ma -némismay, y es justamente esta unidad la que convierte @
todas las cosas en mensurables. En efecto, todo se mide con la
moneda
Sea A.una casa, B diez minas y C una cama. A es la mitad de
B, si la casa vale cinco minas 0 su equivalente; la cama C es la
Pe
LIBRO QUINTO
décima parte de B. Sé claramente, pues, cuéntas camas valdran
Jo mismo que una casa, a saber, cinco. Bs evidente que el inter-
cambio se hacta de este modo antes de existir la moneda. En elec-
t0, es lo mismo cinco camas por una casa que el precio de las
cinco camas.
Acabamos de decir, pues, qué es lo
y, una ver deseritos estos términos, es
es un término medio entee cometer la injusticia y padecer la in-
jus lo primero es tener mis y lo segundo es tener
menos, La justica es una especie de término medio, sin embar-
g0, no de una manera igual al resto de las virtudes, sino porque
es propia del medio, mientras que la injustcia es propia de los
extremos. Por otra patte, la justicia es la cualidad que permite ca-
lficar de justo al que practica voluntariamente lo justo y que in-
ta distibuir todo entre él mismo y otro, o entre dos distntos,
de manera tal que él no reciba més de Io bueno y el otro menos,
y de lo malo a la inversa, sino proporcionalmente lo mismo, ¢
almente si distibuye entre otros dos distintos. Y hablando del
ios a toda proporciGn, de todo lo uitil y perjudi-
€s exceso y defecto porque esti siempre en el
exceso y en el defecto; exceso de lo que es titi! absolutamente
para uno mismo, y defecto de lo que es perjudicial. ¥ si se trata
de los demés, se comporta igualmente, siempre en contra de la
proporciSn en ambos casos. La acci6n injusta lo es por defecto,
si se soporta; por exceso, si se come! f
ee on I ijustcla aust queda dcho hasta aqut
es la naturaleza de cada una de ellas, y lo mismo respect
de lo injusto y de lo justo. pee
6
Sin embargo, dado que es posible obrar
por ello injusto, ¢qué tipo de acciones inju:
un hombre para ser por elas injusto en reacion a cada especie
le injusticia, por ejemplo, para ser ladrn, adultero 0 usurpador?
20 acaso no habré diferencia alguna en ello? En efecto, un hom-
justamente sin ser
tiene que realizar