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Infoalfabetización: El gran reto del siglo XXI

Arnaldo Coro Antich

El primer gran reto para los educadores del siglo XX, extendido al XXI, es
sin dudas hacer que todos los habitantes del planeta Tierra puedan leer,
escribir, y realizar las operaciones aritméticas básicas.

Lamentablemente, el número de personas en el mundo que aún no saben


leer es muy elevado, y es por ello que se llevan adelante en muchos países
programas para llevar la luz del conocimiento mediante la aplicación de
novedosos métodos como el muy exitoso “YO SI PUEDO”, desarrollado
por una profesora cubana, y reconocido por la UNESCO por su eficacia,
sencillez y bajo costo.

El mundo cambia totalmente para los que aprenden a leer y escribir. Las
oportunidades de mejorar su salud, las opciones de empleo y el
enriquecimiento de la vida mediante el acceso a los elementos de la cultura
que exigen estar alfabetizado, se abren dinámicamente, y en plazos de
tiempo increíblemente breves hacen que la persona viva una vida mucho
mejor.

En la medida que se logra en cualquier país que la tasa de iletrados baje


por debajo de un valor determinado como óptimo por los especialistas,
aparece entonces un nuevo reto, que pudiera considerarse como el gran
desafío del siglo XXI: La Infoalfabetización.

En un mundo con cuatro mil millones de teléfonos móviles y un número


algo menor pero también muy significativo de computadoras u
ordenadores, como también se les conoce, la Infoalfabetización, es
absolutamente imprescindible.

Alfabetizar no es tarea fácil, infoalfabetizar mucho menos

Dejar el aprendizaje de los elementos básicos de los equipos computación


electrónica, así como de los principales programas de aplicaciones y los
sistemas de telecomunicaciones asociados a la iniciativa individual, ha
demostrado ser un gran fracaso.

No cabe la menor duda que una persona , con un nivel medio superior o
incluso universitaria, sentada frente a una computadora durante horas y
horas, puede llegar supuestamente a realizar operaciones básicas que le son
imprescindibles para su trabajo, como es el caso del manejo de una suite
ofimática y especialmente el procesador de textos.

Mediante este método de aprendizaje sui generis, al que algunos profesores


de la especialidad de informática llaman simpáticamente “de horas
glúteos”, decir horas y horas sentados frente a la máquina, no solamente se
hace imposible adquirir todos los conocimientos necesarios para estar
“infoalfabetizado”, sino que incluso se corren no pocos riesgos en áreas
tan sensibles como la seguridad informática y la propia supervivencia de
los equipos de cómputo.

Por todas estas razones, la inclusión en los programas de estudio de la


educación desde preescolar hasta la universidad, debe contemplarse como
una parte integrante de lo que todo habitante de este siglo en el que vivimos
debe incorporar a sus conocimientos.

Hay tres variantes bien definidas para la Infoalfabetización

La primera, que considero como ideal, comprende el dotar a los estudiantes


de los conocimientos básicos de computación electrónica por etapas, desde
la más temprana edad posible, y seguir una curva de aprendizaje lógica que
los lleve a lo largo de su desarrollo escolar.

En segundo lugar, hay que tener en cuenta la gran cantidad de personas en


edades productivas que ya han terminado sus estudios regulares, están
laborando y necesitan con urgencia estar verdaderamente
infoalfabetizados, lo cual puede lograrse si el individuo pone mucho de su
parte, rompe esquemas, va a clases y aprende a hacer las cosas
correctamente, tal y como se imparte en los cursos de instituciones como
los Joven Club de Computación y Electrónica.

Por último, no se pueden dejar de tener en cuenta a los adultos mayores,


quienes se pueden beneficiar muchísimo al lograr alcanzar la
infoalfabetizacion, pues de la misma se derivan amplias posibilidades de
mejorar la calidad de vida.

De estas tres variantes, la que resulta más relevante en estos momentos, es


sin dudas la segunda, pues nos vamos a encontrar con miles y miles de
personas que de poder pasar cursos básicos, intermedios e incluso
avanzados de computación, serán capaces de mejorar notablemente sus
conocimientos, así como su rendimiento laboral.

Hagámonos unas cuantas preguntas, sentados frente a la computadora u


ordenador:
¿A cuántas palabras por minuto es Ud. es capaz de operar el tecleado?

¿Conoce realmente los elementos básicos acerca del funcionamiento de la


computadora?

¿Sabe cómo proteger adecuadamente los documentos, imágenes y sonido


que están almacenados en los dispositivos de la máquina?

¿Tiene una clara noción de qué son los programas “malignos” y cómo
protegerse de sus nefastos efectos sobre no solo la información sino
también sobre la máquina?

Una encuesta realizada recientemente entre adultos cuya edad estaba


comprendida entre 18 y 55 años, dio como resultado que una gran mayoría
de ellos no tecleaba con todos los dedos, por lo que la velocidad de
interacción con el equipo de cómputo era mucho más lenta que la
considerada como mínima para un uso eficiente de la máquina.

Asimismo, la sencilla prueba sobre el funcionamiento del llamado


“hardware” demostró que sabían muy poco, tan poco que en muchos casos
esta falta de conocimientos mínimos podría tener nefastos efectos para la
vida de la computadora y sus equipos periféricos.

En cuanto a la protección y preservación de la información digitalizada, los


expertos que aplicaron la encuesta se quedaron realmente asombrados ante
el grado de desconocimiento en este vital aspecto, cuyo negativo impacto
es obvio.

Y claro está, que el poco conocimiento sobre virus, troyanos, gusanos


informáticos, trampas traseras y otros programas malignos , el llamado
“malware” , y cómo protegerse de los mismos, deja en la desprotección a
los sistemas operados por personas que no saben ni siquiera actualizar los
más conocidos programas anti-virus o mejor es decir hoy en día
anti-malware.

Donde quiera que se introduzcan masivamente los medios de computación


electrónica, no bastará nunca con instalar las más recientes tecnologías,
ponerle a los equipos los sistemas operativos y paquetes de programas de
computación actualizados, dotarlos de la protección anti-malware, y de
sistemas de alimentación de energía eléctrica y protecciones contra
descargas atmosféricas, porque aunque todo lo descrito en este párrafo se
haga a la perfección, es imprescindible antes INFOALFABETIZAR, a
todas las personas que van a utilizar estos equipos en su diario quehacer.

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