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No es por casualidad que te conoc, a eso lo llama destino; para que podamos seguir brillando en

tus ojos vamos a seguir vindonos.

Por favor qudate, aunque mi corazn y yo nos perdamos un da, quiero que abras la puerta hacia
el futuro.

Aunque sea inalzanable o un deseo vacio, nadie puede extinguir el fuego de tu corazn.

Aunque la lluvia negra del cielo siga empapndome, yo puedo cambiar y puedo cambiar por
voluntad propia. Este es el orgullo que tenemos en nuestro propio espacio.

Todava no apagues el fuego de tu corazn

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