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2010

 
 

                 REFLEXIONES PARA UNA NUEVA NORMATIVA   
                        DE  PROMOCIÓN DE INVERSIONES  
REFLEXIONES PARA UNA NUEVA NORMATIVA
DE PROMOCIÓN DE INVERSIONES

Resumen Ejecutivo

El documento presenta el análisis, las reflexiones conceptuales y los hechos con impacto en la
inversión privada de Bolivia, durante la presente década. El objeto es contribuir desde el ámbito
técnico al debate sobre normativa y políticas que deberán tomarse en cuenta en el marco de la
discusión de la ley respectiva así como la reglamentación de la Nueva Constitución Política del
Estado. Se analizan las cifras de inversión privada y pública en Bolivia y se presentan criterios
sobre el clima de negocios, con base en publicaciones especializadas en la materia.

Se plantean conceptos esenciales para la revisión integral de una nueva Ley de Inversiones. Para
dicho fin se revisa los principios frecuentemente incluidos en leyes de inversiones en diversos
países: 1) la estabilidad en el marco normativo, 2) los derechos de propiedad, 3) administración de
justicia y ejecución de contratos 4) no discriminación. En un recuento de sucesos, se describen
medidas relacionadas al incentivo o desincentivo de las inversiones en el país.

Se estudian las leyes de inversiones de Nicaragua, China, Rusia y Ecuador. Se busca factores de
convergencia o divergencia en temas referidos a la inversión tales como: reinversión de utilidades,
arbitraje en caso de controversia, discriminación entre inversión local y extranjera, autorizaciones
previas para la inversión e incentivos fiscales, entre otros. Expresamente se seleccionan países
distantes de políticas de mercado y libertad económica a efectos de mostrar que aun en dichos
regimenes existe una plataforma normativa de impulso a la inversión privada. Esto abre paso al
argumento que Bolivia también debe plantearse este reto.

Se muestra que la inversión privada en Bolivia es absolutamente insuficiente. También se verifica


que la normativa en la materia eventualmente ha sido vulnerada, lo que influyó en las decisiones
de inversión. La inobservancia de garantías esenciales y el deterioro del clima para la inversión
local y extranjera generan incertidumbre que requiere ser mitigada con un renovado compromiso
público y privado para alcanzar mayores niveles de aporte de capital.

En el marco de lo señalado, el documento propone principios de política y normativa para movilizar


recursos locales y externos, en una orientación de apertura al capital y la protección a la inversión
local y externa. Se argumenta a favor de mercados ampliados dentro una estrategia comercial
efectiva. Se propone diseñar políticas para atraer capital a sectores nuevos como la industria y la
manufactura. Es decir dar un salto cualitativo desde la visión exclusiva de los recursos naturales
hacia un espectro más amplio de oportunidades. Igualmente se argumenta a favor de la no
discriminación y de trato de nación más favorecida. Se elaboran criterios a favor de garantías para
la estabilidad normativa, derecho propietario, las libertades relevantes para la inversión, la sana
competencia, la solución de controversias y una equilibrada normativa laboral.

Se proponen acciones para reducir la burocracia y los costos asociados a la apertura de


emprendimientos, su desarrollo y el eventual cierre de los mismos. Finalmente, se planea que las
acciones de promoción de inversiones contemplen incentivos para la articulación de las diversas
formas de organización económica reconocidas en el nueva Constitución boliviana. Es decir, la
economía estatal, la privada tradicional empresarial, la cooperativa social y la comunitaria.

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REFLEXIONES PARA UNA NUEVA NORMATIVA
DE PROMOCIÓN DE INVERSIONES

I. Evolución de la Inversión Privada en Bolivia

El desarrollo de la Teoría Económica ha llegado a establecer que


el crecimiento económico de largo plazo depende de la
acumulación de capital, el crecimiento de la población y su efecto
sobre la fuerza laboral y su productividad, además de las mejoras
tecnológicas. El capital, considerado en un sentido amplio,
incluye el capital físico (maquinas y edificios) como el capital
Contenido: humano (mejoras en la calidad del trabajo debidas a la
educación, la formación y la experiencia). La expansión
poblacional se traduce mediante políticas pertinentes (inversión
social) en una fuerza laboral capacitada y competitiva que
contribuye a sostener el crecimiento de la economía. Por último,
I. Evolución de la los avances tecnológicos son esenciales para los saltos
Inversión Privada en cualitativos en la producción, tal como sucedió en con la
introducción de la maquina a vapor, el ferrocarril y la
Bolivia computadora.
II. Valoraciones
Desde la óptica del gasto, la vinculación explícita de la inversión
conceptuales y con el producto se devela en la identidad básica:
medidas recientes en
Y = C + I + G + (X-M)
Bolivia.
III. Normativa comparada: Donde (Y) es el producto medido por el lado del gasto; C es el
consumo privado; I es la inversión; G es el gasto público y el
países con visión término entre paréntesis son las exportaciones netas. De manera
distante al mercado. simple, cuando la inversión (I) sube, el resultado es un mayor
PIB.
IV. Consideraciones
finales para una Durante los últimos años la economía boliviana ha crecido
prácticamente sin inversión privada la que fue compensada por
política de inversiones una subida en la inversión pública. A partir de 2005, con la
en Bolivia. llegada del periodo de bonanza, el término de exportaciones
netas fue un impulsor central del crecimiento. Luego, reforzó este
impulso el componente referido al consumo privado, resultado de
un mayor ingreso vinculado entre otras cosas a remesas,
transferencias como los bonos y en general un flujo de recursos
importante a través de balanza de pagos.

En el largo plazo, la variable de mayor relevancia en el


crecimiento es la inversión. El hecho es que el consumo puede
contraerse, particularmente cuando depende de un contexto
externo que puede cambiar y con ello reducir el flujo de recursos
a la economía (particularmente por efecto precio). El gasto
público tiene un límite de crecimiento, ligado a los ingresos
fiscales y finalmente las exportaciones netas están ligadas al
contexto internacional donde se tiene poco control. En
consecuencia, la importancia de la inversión es clave a efectos
del crecimiento de largo plazo.

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El movimiento cíclico del producto ha sido uno de los indicadores más relevantes de la economía
boliviana. Este comportamiento ha mostrado alta volatilidad generando ciclos de crecimiento y
caída del producto y resultado de éste patrón son los bajos niveles de vida de la población. Es
cierto que muchas de las fluctuaciones y la volatilidad del crecimiento se relacionan al ciclo de los
precios de las materias primas. Al mismo tiempo, los bajos niveles de inversión y de acumulación
de capital en industrias no extractivas y de transformación explica la volatilidad del crecimiento. En
simple, La inversión no ayudó a construir un colchon industrial que sirva de base para mitigar las
fluctuaciones del crecimiento generado por la inestabilidad de las materias primas.

Entonces, una de las variables que explica la volatilidad es la baja tasa de inversión medida como
porcentaje del PIB. En otras regiones del mundo, las economías invierten, solo en lo privado, un
monto superior al 25 por ciento de su PIB y con ello logran tasas de expansión cercanas al 6 o 7
por ciento anual. El reto es llegar a un escenario donde se logran esos niveles y de manera
sostenida por décadas. Por otra parte, es claro que dichos niveles de inversión deben sustentarse
en una formula de complementación entre el gasto de capital publico y privado. Ambos son
indispensables y se catalizan entre ellos. No es razonable pensar en una economía sin inversión
pública en capita humano o infraestructura pública. Igualmente imposible es una economía sin
inversión privada y desarrollo productivo y empresarial que genere empleo duradero.

La importancia de la inversión es indiscutible y atinadamente la Nueva Constitución Política del


Estado (NCPE) reconoce este hecho. Al mismo tiempo, durante los últimos años, el país ha vivido
cambios que se han traducido en normas, decisiones y hechos de facto con efecto sobre muchas
variables, entre las económicas, la inversión. En el marco de lo citado, está el reto de reglamentar
el nuevo texto constitucional y adecuar las leyes al mismo, por lo que expresamente se ha definido
la tarea de elaborar 100 leyes que cumplirían con el propósito de establecer un nuevo orden en lo
social, político y económico.

En relación a la inversión privada en particular, el plan de gobierno de la actual administración ha


identificado dos leyes que serán de mucha relevancia. Las han denominado Ley de Regulación de
inversión privada y desarrollo productivo y Ley de regulación de la Inversión Extranjera. Es frente a
esa realidad que el presente documento busca ser una contribución a la reflexión desde la
perspectiva de quienes realizan la inversión privada, los emprendedores de todo tamaño en el país
y en particular los empresarios. El objetivo es contribuir al debate, proponer ideas y revisar lo que
otros países están haciendo. En esto último, expresamente se evade usar como parámetro a
economías que políticamente podrían ser calificadas como liberales o afines exclusivamente al
mercado. Al contrario, se buscan hitos en economías que siendo distantes al mercado en el
presente o reciente pasado, también han desarrollado políticas para la inversión.

El presente trabajo está organizado en cuatro secciones. La presente hace una evaluación de las
cifras de inversión en Bolivia y particularmente se enfoca en el desarrollo de la privada
distinguiendo aquella realizada con capital externo y la doméstica. En la segunda sección de
realizan valoraciones conceptuales importantes y se analizan las medidas recientes en Bolivia. No
solo se hace un inventario de normativa, partiendo por la NCPE sino también de decisiones que
expresamente han tenido efecto sobre la decisión de invertir. En la sección tres se presenta un
análisis de normativa comparada, enfatizando en la realidad de países con visión socialista. Se
aclara que este término no es necesariamente preciso desde la óptica de las ciencias políticas.
Entonces, con la debida dispensa se alerta que su uso se enmarca exclusivamente en la
necesidad de usar una etiqueta que aglutine a varios países que tienen antecedentes viejos o
nuevos de poca amistad con el capital particularmente extranjero, el mercado, la globalización y
una amplia libertad económica. La cuarta y última sección presenta, a manera de conclusiones, un
conjunto de consideraciones de política y normativa que deberían ser examinadas por todos los
actores que eventualmente tengan la responsabilidad de participar en la elaboración de un nuevo
escenario legal y de contexto para las inversiones en el país.

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Las Cifras de Inversión en Bolivia

En lo que sigue se presenta un análisis comparativo de las cifras de inversión en Bolivia y los
países de la región. A objeto de estandarizar en función del tamaño de cada economía las cifras
son evaluadas como porcentaje del PIB. Por otra parte, desde la perspectiva de cuentas
nacionales, la medida disponible más cercana a la inversión es la Formación Bruta de Capital Fijo
(FBCF) que formalmente incluye los gastos que llevan a cabo las unidades productivas para
incrementar sus activos fijos; los bienes están valuados a precios de comprador y pueden ser
obtenidos mediante compra directa o ser producidos por cuenta propia. Se incluyen los gastos en
mejoras o reformas que prolongan la vida útil o la productividad de un bien. Se agrega el valor de
los bienes nuevos producidos en el país, tales como construcciones, maquinaria, equipo de
transporte y equipo en general, así como los importados, aunque éstos sean usados. Para mayor
precisión, para llegar al concepto de inversión total, corresponde sumar la FBCF y la variación de
existencias. Es decir, todo lo anterior más el incremento de inventarios que pueda generar la
economía. Como sea, el usar la FBCF es aceptable a efectos de referirse a la inversión.

En el gráfico 1 se muestra para diferentes regiones del mundo la inversión total como porcentaje
del PIB. En el extremo derecho, con diferente tramado, se presenta la situación de América Latina
y luego Bolivia. Se trata de dos promedios para cada caso; el primero para el periodo 2000 a 2003
y el segundo para el periodo 2004 a 2007.

GRÁFICO 1
FORMACIÓN BRUTA DE CAPITAL EN DISTINTAS REGIONES
(En porcentajes del PIB)

40
37
34,5
35 33 2000-03
2004-07

30
26 26
25 24
22
21
20 20
20 19
17,5
15,0 14,5
15

10

0
Asia Oriental y Asia Meridional Oriente Medio y Europa y Asia Africa America Latina Bolivia
Pacifico Africa Central Subsahariana y el caribe
septentrional
Fuente: Elaboración propia en base a cifras del World Development Indicators (WDI)

Es importante tener presente que las barras incluyen la inversión pública además de la privada y
recordar que en el caso boliviano existe, en los últimos años, un importante impulso en el primer
componente a raíz de la subida de la renta del gas. La diferencia entre Asia y America Latina es
remarcable. Mientras que en la primera región se llega a 37 por ciento del PIB anual promedio, en
la segunda el dato correspondiente es 21 por ciento. Bolivia se ubica por debajo del promedio de la
región llegando a 14.5 por ciento.

Entrando en mayor detalle para Bolivia, en el gráfico 2 se tiene que la FBCF privada ha sido más
dinámica que la pública, debido a los registros asociados a la Inversión Extranjera Directa y la
llamada capitalización. Durante ese periodo fueron importantes los niveles de inversión extranjera
en sectores particularmente vinculados a los recursos naturales. En promedio, la inversión privada
ha estado alrededor de 8.12 por ciento del PIB para el periodo analizado, pero hubo años como

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1997, 1998 y 1999 que fueron los de mayor dinamismo con tasas de 13.09, 17.84 y 13.43 por
ciento del PIB, respectivamente. Por su parte, los registros de inversión pública, luego de haber
bajado a niveles cercanos al 5 por ciento a inicios de la primera mitad de la década de los 2000,
lograron recuperar niveles superiores al 9 por ciento, cifra comparable con lo que se tenía a inicios
de los 90.

GRÁFICO 2
INVERSIÓN PÚBLICA Y PRIVADA
20 (Como porcentaje del PIB)

17,84
18
INV. PUB. / PIB
INV. PRIV. / PIB
16

14 13,43
13,09
12
10,12
9,71 9,79
10
8,71
8,12
8
7,61
6 7,46
6,37
3,99
5,07
4 5,10

2 3,61

-
1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005(p)

2006 (p)

2007(p)

2008 (p)
Fuente: INE

La subida de la inversión privada a mediados de los 90 y principios de los 2000 se produjo por un
hecho puntual y luego de finalizado el mismo, la inversión privada regresó a un sendero de
crecimiento modesto y notablemente insuficiente. Desde esa perspectiva, muchos analistas han
criticado el hecho que la capitalización no hubiera logrado cambiar permanentemente el nivel de
inversión privada. Otros analistas explican que ese proceso no tenía la posibilidad ni el objetivo de
cambiar permanentemente el sendero de la inversión, pues estaba dirigido con precisión a ciertos
sectores y particularmente empresas. Como sea, lo que importa en este momento es que no se
cambió permanentemente ese sendero. Pero además, importa la tendencia hacia la bajada en el
pasado reciente. Lo señalado hace relación con la baja de la inversión extranjera producto de la
reforma de sectores clave como hidrocarburos, donde las señales han inducido al menor nivel de
inversión posible de parte de las empresas extranjeras. Medidas duras para los operadores como
la ley 3058, la renegociación de contratos y los decretos nacionalizadores han tenido el efecto que
muestra el gráfico. El segundo hecho tiene que ver con la inversión privada nacional que también
ha sido baja. Más adelante se verificarán cifras pero por el momento valga la pena citar un contexto
menos amigable para la inversión por varias medidas tomadas que se comentarán en el presente
documento.

En otro frente, el gráfico anterior también muestra la trayectoria de la inversión pública, caso en el
que parecen invertirse los eventos. Mientras que en los años de alta inversión privada esta variable
fue baja, a partir de 2005 se recuperó de manera muy importante. La inversión pública pasó de 5 a
9.7 por ciento del PIB entre 2000 y 2008. El primer quinquenio se caracterizó por precios
internacionales deprimidos y problemas fiscales en lo interno (déficit que limitó la capacidad de
inversión pública). En cambio, el segundo se caracterizó por una bonanza extraordinaria y un
crecimiento exponencial en los ingresos fiscales asociados a la exportación de gas.

Es pertinente alertar sobre la volatilidad de la inversión pública y su alta dependencia del gas; sin
embargo, en el marco del objeto de este documento y mirando hacia atrás, lo que se lamenta es
que los años recientes de extraordinario crecimiento de la inversión pública no hubieran sido
acompañados con similar tendencia en la inversión privada. Las razones para ello se desarrollarán

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más adelante y justamente ese es el propósito del presente texto. Hacia finales de 2008, se tiene
una leve recuperación para alcanzar algo más de 7 por ciento en la inversión privada; Sin embargo,
el otro matiz importante es que este magro avance tiene vínculo con la IED y no así con la
inversión nacional.

La Inversión Privada Nacional

El cuadro 1 presenta las cifras de estructura porcentual de la formación bruta de capital fijo donde
se incorporan la inversión pública y privada. Además, se desglosa cada uno de estos rubros en
Bienes de Capital y Construcción y al interior del sector privado se distingue la inversión extranjera
directa de la inversión privada nacional.

En términos de porcentaje, durante los años recientes se confirma un aumento de la participación


pública y una disminución privada respecto al total de FBCF. En 2000, la FBCF pública ocupaba
39 por ciento del total y en 2008 llegó al 57 por ciento. Por su parte, la participación de la inversión
privada ha descendido también en dicho periodo. Mientras que en 2000 llegó a 72 por ciento, en
2008 cerró en 43 por ciento.

CUADRO 1
ESTRUCTURA PORCENTUAL DE LA FORMACIÓN BRUTA DE CAPITAL FIJO A PRECIOS CORRIENTES
(En porcentajes)

SECTOR Y PRODUCTO 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008

TOTAL 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100
Bienes de Capital 57,1 49,5 51,0 50,8 42,9 40,8 44,4 43,5 46,3 48,0 52,5 56,5
Construcción 42,9 50,5 49,0 49,2 57,1 59,2 55,6 56,5 53,7 52,0 47,5 43,5

Público 31 23 30 28 39 35 41 56 53 57 58 57
Bienes de Capital 7,7 4,2 8,2 3,1 2,7 5,8 8,0 16,5 13,8 17,8 23,3 24,5
Construcción 23,3 18,7 21,5 25,2 35,9 29,5 32,9 39,8 39,1 39,0 35,1 32,3

Privado 69 77 70 72 61 65 59 44 47 43 42 43
Bienes de Capital 49,4 45,2 42,8 47,6 40,3 35,0 36,4 27,0 32,5 30,2 29,2 32,0
Construcción 19,6 31,8 27,5 24,0 21,1 29,7 22,7 16,7 14,6 13,0 12,4 11,3
Extranjera Directa 39,1 38,0 40,7 48,7 32,2 39,3 14,8 24,5 22,1 20,1 22,3 22,6
Nacional 29,9 39,6 33,1 22,4 29,6 27,0 44,4 19,1 25,0 23,1 19,3 20,7
Fuente: INE
Nota: A partir del 2006, La Formación Bruta de Capital Privada Extranjera y Nacional estan estimadas en base al comportamiento de la Inversion Extranjera
Directa.

En el gráfico 2 se ha verificado la clara tendencia hacia la baja en la inversión privada en el país


con una leve recuperación hacia el final. Para avanzar en la comprensión de lo que sucedió, en el
gráfico 3 se presenta el desglose entre el componente extranjero y el local de esta variable. Con
ello se puede verificar que la débil recuperación se explica en la inversión extranjera y no así en la
local. Sobre esto es importante anotar algunas precisiones que permitirán entender mejor esta
dinámica. Primero, los niveles absolutos que se presentan son muy bajos. Por ello, un incremento
o decremento pequeño en valor absoluto se refleja en cambios relativos considerables, sin que en
el fondo ello tenga un efecto considerable en el producto. Segundo, la inversión externa está
vinculada a sectores específicos y en particular al gas. Es decir, se produce como una necesidad
de mantenimiento de inversiones pasadas y como resultado del cumplimiento de compromisos. Se
trata de inversión extranjera de mantenimiento y no nueva. Así, lo que queda es un estancamiento
preocupante de la inversión privada nacional y la no llegada de nueva inversión extranjera.

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GRÁFICO 3
FORMACIÓN BRUTA DE CAPITAL FIJO PRIVADO
(Como porcentaje del PIB)

10,0

9,0 9,2
8,72
8,0 INV EXTRANJERA NETA / PIB
7,0
INV PRIV NAL / PIB
6,0 6,14
5,6
5,0 4,14
4,0
4,0
3,0
3,3
2,0 2,88
1,87

1,0

0,0
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
Fuente: INE

En el gráfico 3, la línea punteada de inversión local muestra una caída desde inicios de la década y
una paralización en cerca de 3 por ciento del PIB a partir del segundo quinquenio. La cifra es
insuficiente para lograr algún impacto en metas sociales como el empleo y refuerza la necesidad
de desarrollar normas dirigidas a impulsar y promover la actividad privada, para que ésta sea
complemento de los esfuerzos de la inversión pública.

Por otra parte, a la hora de entender los determinantes de la inversión privada, hasta hace algún
tiempo la literatura económica había catalogado un conjunto de factores bajo el rótulo de “espíritus
animales”. En el fondo, el concepto se refería entonces y también ahora, a todo aquello que define
el clima de negocios o entorno relevante para las inversiones. Sucede que no solamente la
normativa, las tasas de interés o la disponibilidad de financiamiento (entre otras cosas) disparan la
decisión de invertir. Existen otros factores menos sistematizados que son igualmente relevantes y
los percibe de manera casi intuitiva el inversionista. Entonces, lo que esto refleja es que además de
las normas y políticas pertinentes, es necesario cultivar y mantener un clima favorable donde la
inversión pueda desarrollarse. En la siguiente sub sección se hace una revisión de algunos de
estos factores y su calificación relativa respecto a otros destinos de la inversión.

Clima de Negocios Doing Business 2010

La publicación “Doing Business 2010” elaborada por el IFC del Banco Mundial proporciona una
medición de algunos criterios que influyen la decisión de hacer negocios y su aplicación en 183
países. El documento evalúa 10 criterios para cada país que son: 1) Facilidad para la apertura de
un negocio, 2) Facilidades para permisos de construcción, 3) Flexibilidad en contratos con
trabajadores, 4) Registro de propiedades, 5) Obtención de créditos, 6) Protección de los inversores,
7) Facilidad en el pago de impuestos y competitividad en sus niveles, 8) Comercio transfronterizo,
9) Cumplimiento de contratos mercantiles y 10) facilidades para el cierre de empresas. Con la
ponderación de dichas variables, la publicación elabora un ranking general para 183 países que es
actualizado de manera anual.

Bolivia se ha ubicado en la posición 161 del ranking ponderado y países de tradición distante de la
visión de mercado como Latvia, ex parte de la Unión Soviética; la República Checa; Albania; China;
Kosovo y Rusia entre otros, se ubican delante en la lista. Entre los países latinoamericanos,
solamente Venezuela aparece después de Bolivia en la posición 177.

El cuadro 2, proporciona información de un conjunto de países con historial de escepticismo hacia


la economía de mercado. Albania y Latvia son países donde prevaleció con fuerza el régimen

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comunista de economía centralizada bajo la influencia de Rusia; sin embargo, cambiaron de
orientación después de la caída del muro de Berlín.

CUADRO 2
RANKING PARA LA FACILIDAD DE HACER NEGOCIOS -DOING BUSINESS 2010

Ranking Apertura de Contrato de Registro de Adquisición Proteccion a Comercio


Economía
General negocio Trabajadores propiedad de Credito Inversionistas Transfronterizo

2009 2010 2009 2010 2009 2010 2009 2010 2009 2010 2009 2010 2009 2010
Albania 89 82 68 46 105 105 62 70 12 15 14 15 83 66
Bolivia 158 161 165 167 183 183 133 135 109 113 127 132 118 121
China 86 89 152 151 139 140 30 32 59 61 88 93 49 44
Ecuador 133 138 160 163 164 160 65 69 84 87 127 132 125 125
Latvia 30 27 35 51 125 128 79 58 12 4 53 57 17 22
Russian
Federation 118 120 88 106 104 109 49 45 109 87 88 93 160 162
Venezuela,
R.B. 178 177 141 142 181 181 96 97 174 177 178 178 167 166

Nota: El ranking para todas las economías a Junio de 2009. El Ranking General sobre la facilidad de Hacer Negocios son un promedio de 10 topicos: 1)
Apertura de negocios, 2) Tramites para permisos de cOnstruccion, 3) Condiciones laborales, 4) Registro de propiedad, 5) Acceso al credito, 6) Proteccion a
Inversionistas, 7) Pago de impuestos, 8) Facilida al Comercio Exterior, 9) cumplimiento de Contratos y 10) Cierre de Negocios. Se toma 183 economías.

Dentro el Ranking general, se puede apreciar que Latvia y Albania son países con mayor facilidad
para hacer Negocios. Mientras que Venezuela y Bolivia no cuentan con un buen ambiente para los
negocios. El cuadro permite hacer una comparación entre el periodo 2009 y 2010. Albania y Latvia
son los únicos países que han mejorado respecto a 2009. El resto de los países, incluido Bolivia,
han reducido la facilidad de hacer negocios respecto al periodo anterior.

Respecto a las demás variables, Bolivia confirma tener el mayor rezago para establecer contratos
laborales: registra un índice de dificultad de contratación de 78, cuando en América Latina es 34.4
y el promedio de la OCDE es 26.5. Otro índice es el de inamovilidad laboral en el que Bolivia
registra 100, cuando en América Latina es 24.1 y el promedio de la OCDE es 22.6. Otra de las
variables rezagadas para Bolivia es la protección a los inversionistas. Después de Venezuela,
Bolivia es uno de los países donde existe menor protección para éstos y registró el peor deterioro
respecto al periodo anterior, retrocediendo 5 puntos en este criterio.

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II. Valoraciones Conceptuales y Medidas Recientes en Bolivia

El crecimiento económico de un país está fuertemente ligado a las inversiones que permiten
incrementar el valor agregado y la producción. Pero desde el punto de vista social que es medular,
las inversiones se traducen en mejores oportunidades para emprendimientos, la generación de
empleo, la disponibilidad de una creciente diversidad de bienes y servicios indispensables para el
consumo, particularmente básico y finalmente, en mayor calidad de vida. La inversión y la mayor
producción también permiten más ingresos fiscales para estructurar políticas de equidad, inversión
social en salud, educación y desarrollo de segmentos sociales vulnerables. En consecuencia, la
inversión y las políticas que promuevan ésta son componentes centrales de una agenda
económica y no se limitan a un conjunto de aspiraciones legítimas que puede tener el sector
productivo de un país. Lo cierto es que éstas políticas rebasan las fronteras de los intereses
sectoriales y se asientan en una necesidad del conjunto de la sociedad.

Aún en una visión donde el rol del Estado alcanza a los sectores productivos, es imposible pensar
que el Estado sea responsable y eficiente en la producción de todo lo que requiere la población.
Desde el punto de vista estratégico, asociado al control de sectores importantes, se puede pensar
que el Estado tiene un espacio como empresario. Sin embargo, cuando se visualiza el problema
desde el empleo, la iniciativa del ciudadano y su necesidad de generar ingresos para su familia, el
rol del emprendimiento privado es muy difícil de eliminar o sustituir. Entonces, cuando se analizan
las políticas y acciones para promover inversiones, se está haciendo referencia a la inversión
privada, de todo tamaño, en miles de actividades.

Conceptualmente, cuando se habla del sector privado, se hace referencia a todo lo que no es
estatal. Entonces, por diferencia, se habla de todo ciudadano o grupo de ciudadanos que tienen
una actividad económica emprendedora. Esto puede expresarse en un esquema empresarial, pero
también en otras formas de producción como la microempresa, la empresa pequeña, la
cooperativa, la economía comunitaria e inclusive la estructura informal. Entonces, la promoción de
inversiones se refriere a la creación de un marco de políticas y normas que alientan el desarrollo de
potencialidades individuales y colectivas para generar valor y producción. Se trata de crear el
contexto apropiado y equilibrado para que el interés individual por la prosperidad, aspecto que es
inherente a la condición humana, pueda derivar en efectos adicionales que creen bienestar para el
conjunto de la sociedad.

Existe complementariedad entre la inversión privada y la pública. Los espacios referidos a la


inversión en capital humano como son la educación y la salud son propios de los Estados. Lo
mismo sucede en materia de infraestructura física de apoyo a la producción. Entonces, se puede
pensar en matices donde la inversión estatal varía en alcance, pero no es posible pensar en un
escenario donde no existe inversión pública y menos aún donde no se cuente con inversión
privada.

En efecto, es imposible imaginar una economía sin inversión privada y sin iniciativa productiva de
los ciudadanos. Aún en los regímenes más rígidos de comunismo, la iniciativa privada se ha
abierto espacios para desarrollarse, muchas veces de manera subterránea y clandestina. Pero
además, en tales escenarios de ausencia de libertad económica, el resultado ha sido siempre un
nivel de vida inferior, con numerosas necesidades insatisfechas y carencias que han llevado a su
inviabilidad de largo plazo. En consecuencia, la inversión privada y la posibilidad de que cada
ciudadano pueda buscar la prosperidad, han demostrado ser parte central del desarrollo
económico de la sociedad.

Durante los últimos años, Bolivia ha crecido impulsada por un contexto externo muy favorable, un
importante flujo de capitales y la inversión pública. En contraparte, la inversión privada ha quedado

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alarmantemente rezagada. No solo se trata de una caída importante en la Inversión Extranjera
Directa (IED) sino en la propia inversión privada doméstica.

Prueba de lo anotado es que el sistema financiero ha llegado a niveles insospechados y casi


absurdos de liquidez. La suma de las disponibilidades y las inversiones temporarias ha llegado a
niveles comparables a los de la cartera de préstamos y con este tipo de evolución, dicha cartera ha
dejado de ser el activo más importante del sistema. Por su parte, las tasas de interés se han
reducido y en general las condiciones de acceso a financiamiento para la inversión se han hecho
mejores que antes. Sin embargo, la demanda de crédito simplemente se ha estancado y no crece
más. Entonces, lo que se tiene en medio es un problema de demanda que tiene contraparte en la
poca disposición a la inversión privada. No se está frente a un problema típico de costo o acceso a
financiamiento, sino frente a un problema de baja inversión que tiene efectos sobre todas las
variables previamente señaladas, entre ellas, el desempleo.

Por todo lo anotado, las economías contemporáneas desarrollan y actualizan regularmente un


marco normativo y de políticas que constituye una batería de incentivos para la inversión privada.
Aunque existen argumentos que apuntan a una cualificación de la calidad de la inversión,
particularmente la extranjera, el hecho es que todos los países compiten por crear escenarios
propicios para el capital, sea doméstico o externo. De ahí es que en el conjunto de normas
económicas, aquella que tiene el objeto de estimular la formación de capital fijo tiene un espacio de
particular importancia. El perfil de esas políticas varía de acuerdo a la realidad de cada economía,
pero es posible agrupar y ordenar la discusión conceptual que ahora se propone en ciertos
componentes generales.

1. Políticas para la Inversión

a) Estabilidad en el marco normativo

Un componente inicial e importante relativo a las políticas de inversión, aún sin entrar en el análisis
de cuan apropiadas estas puedan ser, es la percepción que tienen los agentes sobre la estabilidad
y capacidad de predicción de ellas. Si la percepción es que las políticas son inestables en el
tiempo, que con volatilidad se implementan y suprimen incentivos o costos, el resultado es una
actitud prudente o reacia a la toma de riesgos adicionales a los que el propio mercado ya pone en
juego. En la medida que los gobiernos puedan garantizar estabilidad en las leyes y reglamentos
con impacto sobre las inversiones, sean estas grandes o pequeñas, y la aplicación de estas
normas sea estándar y transparente, es más probable que en el tiempo se generen vientos
favorables a la inversión. En contraparte, la discrecionalidad y la ausencia de procedimientos
institucionalizados para cambiar el marco regulatorio generan el desincentivo a la inversión. La
inestabilidad en políticas y respecto a mercados, problemas como el contrabando que afecta al
mercado interno, la política laboral que tiene directo impacto en los costos y otros alcances
importantes en materia ambiental o la competencia, forman parte de un conjunto de temas que
requieren de procesos transparentes y participativos en la construcción y modificación de políticas
públicas.

A la hora de evaluar la perspectiva de una inversión, no solo el promotor de ella sino el financiador,
que regularmente es una entidad bancaria, requiere anticipar resultados bajo ciertos parámetros
generadores de ingresos y gastos. Los alcances y niveles tributarios, arancelarios, costos
laborales, costos de insumos importados, además de otros, son parámetros sobre los cuales un
proyecto no tiene control y tienen que tomarse como datos externos. Así, el riesgo que debe
encarar el emprendedor y el financiador se limita a lo que se denomina riesgo no sistémico o aquél
específico al negocio que se está impulsando. Ahora, cuando el contexto es impredecible y volátil,
es imposible lograr una valoración adecuada de la pertinencia de la inversión. Así, ni el promotor
que debe tomar deuda ni el financiador que asume el riesgo de acreedor, estarán en una posición
de comodidad a la hora de pactar una operación.

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Dentro lo que son las garantías, la ley de inversiones de Bolivia estableció la libertad cambiaria y
de flujo de capitales. Es decir, la libertad para remitir recursos como dividendos, regalías y otros al
exterior. El único requerimiento para el efecto es el cumplimiento de las obligaciones. En contraste,
la NCPE establece para el caso de las empresas que operen con recursos naturales (que son
ampliamente definidos), sean estas nacionales o extranjeras, la obligación de reinvertir las
utilidades en el país. Es decir, la libertad para el flujo de capitales que definió la ley de inversiones
quedaría atrás en virtud de la NCPE. El alcance de la NCPE es determinante, puesto que si se
aplica al pie de la letra lo enunciado, ningún inversionista podría acceder al pago de dividendos y
por lo tanto no existiría razón para invertir. Pero aún cuando por alguna nueva interpretación se
llegara al feliz resultado que los inversionistas sí recibirán dividendos, permanece el hecho que
éstos deben reinvertirse en el país. Por lo tanto, NO existe la libertad de remisión de utilidades al
exterior, lo que puede ser totalmente adverso para la IED en Bolivia.

En otra materia, el artículo 7 de la ley de inversiones determina que el “inversionista puede


contratar libremente seguros de inversión en el país o en el exterior. Las garantías para la inversión
extranjera, establecidas en la presente ley estarán respaldadas por instrumentos bilaterales o
multilaterales que el gobierno de Bolivia haya acordado o acordare con otras naciones y
organismos internacionales” Sobre este alcance, no obstante estar vigente un convenio con el
Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones CIADI, Bolivia decidió
desconocer la capacidad de arbitraje de éste en el conflicto con Telecom Italia, por la disputa a raíz
de la nacionalización de Entel.

En materia de comercio, el artículo 9 de la ley de inversiones estableció que se “garantiza la


libertad de producción y comercialización de bienes y servicios en general, así como la libre
determinación de precios. Se exceptúan los bienes y servicios cuya producción y comercialización
estén prohibidos por Ley”. Sobre este punto, corresponde contrastar su alcance con lo que
disponen varios decretos sobre la prohibición de exportación de aceite comestible, maíz, arroz,
pollo y harina de trigo (en 2008) y azúcar en 2010. Adicionalmente, varios decretos han influido o
fijado precios máximos para éstos y otros productos en el mercado local.

b) Derechos de propiedad

Sin la vigencia plena del respeto a los derechos de propiedad es prácticamente imposible lograr
impulsar la inversión. Desde la perspectiva académica, la inversión representa la postergación del
consumo presente de recursos para ser aplicados a un proyecto que premiará con rendimiento,
esa decisión de postergación. Por supuesto, toda inversión demanda trabajo y dedicación de parte
del promotor a efectos de que el proyecto prospere. Una buena idea no basta, tampoco es
suficiente la disponibilidad de financiamiento. Se requiere esfuerzo, gestión y seguimiento de parte
del actor central que es el emprendedor. Entonces, si existe temor por la prevalencia del derecho
de propiedad, ¿cómo sería posible desarrollar la inversión? Si existe un riesgo importante que
muestre que el beneficio futuro nunca llegará, entonces la decisión racional de toda persona será
evitar el riesgo de invertir.

En primera instancia, el riesgo de la pérdida del ejercicio del derecho propietario por acción
antijurídica de unos y omisión de otros, representa un problema serio. Pero además, la normativa
en la materia influye también; por ejemplo, la poca claridad en las leyes y regulaciones en materia
de expropiación o la aplicación arbitraria de éstas determina un contexto adverso. Un paso más
allá, en el campo de las inversiones productivas importa también el marco regulatorio que genera
costos. El hecho es que el valor de una inversión no se limita a los activos fijos sino que
regularmente excede esa suma. Un negocio, sea cualquiera su tamaño, vale el flujo de caja que
éste genera. Ahora, si este flujo es mermado por un régimen que genera costos confiscatorios e
inesperados a la hora de realizar la inversión, el resultado es una vulneración al derecho
propietario. Por ejemplo, la implantación de gravámenes o la puesta en vigencia de normas
laborales que multiplican desmedidamente los costos del trabajo, puede destruir el flujo de caja y
afectar el derecho propietario sobre lo más importante que genera el negocio.

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En lo institucional se requiere un sistema efectivo de registro y transferencia de derechos
propietarios. Un sistema seguro debe ser capaz de evitar fraudes. Pero también debe ser ágil de
modo que las estructuras de propiedad, particularmente colectivas, donde el capital está
representado por participaciones o acciones, puedan dar lugar a la constitución y modificación
rápida de las instancias del gobierno interno de las empresas.

Otra faceta importante es la referida a la protección de los derechos de propiedad intelectual e


industrial. Donde predomina la piratería, la falsificación y la inobservancia a los derechos de autor,
el resultado es la caída en la inversión. Los derechos de propiedad confieren a las unidades
productivas un incentivo para invertir en investigación y desarrollo. En consecuencia, la innovación
también está sujeta al marco de derechos propietarios intelectuales e industriales. Estos aspectos
influyen en la pequeña empresa.

En 2009 se han tomado decisiones que tienen efecto sobre la propiedad. El Decreto Supremo 0138
de 20 de mayo de ese año dispone la aplicación de medidas sobre el patrimonio general de
quienes estuviesen comprometidos, en la presunta comisión de delitos de terrorismo, sedición o
alzamientos armados contra la seguridad del Estado. Si bien es pertinente y necesario tomar
acciones contra problemas tan serios, también es necesario evitar excesos que puedan afectar
ámbitos más amplios, generando resultados indeseados.

Esta norma define la incautación de absolutamente todos los bienes de las personas que
presuntamente estuvieran implicadas en los delitos señalados. Los bienes que se incautan son
activos reales, financieros y de cualquier otra naturaleza. Se procede a la incautación durante la
etapa de investigación y no es requisito la culminación de un juicio con fallo inapelable. Es decir,
ante la denuncia o presunción de que existiera una contravención, se procede a la incautación. En
caso que se falle por la culpabilidad, los bienes pasan de ser incautados a ser confiscados
definitivamente a favor del Estado sin derecho a indemnización alguna.

Desde la perspectiva civil, las medidas preventivas sobre bienes y patrimonio tienen el objeto de
resarcir los daños que se hubieran producido con la acción antijurídica. Ahora, en el caso que se
analiza, a sola presunción se toman medidas, sin tener claridad de la participación de una persona
determinada en el hecho y posiblemente sin tener claridad respecto si hubo daños civiles que
reparar. El decreto ha sido duramente criticado por gremios especializados en derecho como los
colegios de abogados y a pesar de todos los esfuerzos por corregir los excesos, lo real es que esta
norma está vigente.

Los críticos de la norma sostienen que deben existir leyes que penalicen duramente el terrorismo,
pero sin duda, el afectar la propiedad ante la sola presunción de un ilícito, antes de que el imputado
haya tenido debido proceso y sentencia en firme, tiene un efecto sobre la seguridad de la
propiedad. Valga la pena señalar que la norma no solo afecta los bienes de quien es acusado, sino
de quien pueda presumirse es cómplice o instigador. Pero además, en el caso de la propiedad de
recursos financieros en cuentas bancarias y otras, procederá la incautación i) aunque los fondos no
hubieran sido usados o ii) no se hubieran llegado a producir los actos antijurídicos. Este último
alcance merece una reflexión adicional: si no se producen los hechos, se deriva que la presunción
de que hubo intenciones de realizarlos daría lugar a la incautación, no solo de los bienes que
podrían haber sido involucrados, sino de todos los bienes de los sospechosos. Ciertamente, la
convicción que pueda tener la autoridad respecto a si una persona tuvo intenciones o no de
cometer ciertos actos puede fácilmente entrar en el terreno de la subjetividad.

La norma analizada incorpora un claro factor de incertidumbre sobre la propiedad y por su alcance
puede afectar a cualquier ciudadano que realice o no inversiones. Sin embargo, obviamente
quedan más expuestos quienes tengan mayor patrimonio usualmente producto de inversiones.

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Por otra parte, la NCPE en su artículo 54 establece la posibilidad de que los propietarios de
empresas cerradas o abandonadas injustificadamente podrán ver afectado su derecho y los
trabajadores podrán crear empresas comunitarias con dicha propiedad. Pero de manera más
general, se establece que el derecho a la propiedad privada esta condicionado a tres criterios que
son i) la función económico/social, ii) el interés colectivo y iii) la expropiación por necesidad pública.
Sobre ello corresponde notar que en la mayor parte de las legislaciones del mundo estos tres
condicionantes son concebidos para la aplicación excepcional en situaciones extremas, cuando el
ejercicio de la propiedad por parte de un individuo pone en riesgo la realización de similares
derechos de otros ciudadanos. En contraste, en la NCPE estas tres excepciones asumen un rol de
fundamento constitutivo de la propiedad privada. La diferencia es sutil pero relevante; en el caso
general, las condicionantes son la base jurídica para suspender el derecho propietario de manera
excepcional, ante circunstancias extremas que requieren de una solución puntual. En cambio, en el
caso de la NCPE, las condicionantes son la regla y requisito previo para reconocer la existencia del
derecho propietario, aun cuando este no presente el riesgo de limitar derechos de terceras
personas.

c) Administración de justicia y ejecución de contratos

Toda actividad económica implica el relacionamiento de unos agentes con otros. Unos en calidad
de proveedores de bienes, servicios o insumos y otros como compradores. Unos como productores
y otros como consumidores. Unos como generadores de demanda de empleo y otros como
trabajadores ofertantes. El tejido de relaciones comerciales, laborales, financieras y de otra índole
crece conforme se amplían las operaciones y cobertura de las empresas. Así, cada vez más la
inversión está expuesta a relaciones contractuales donde se pueden presentar con frecuencia
problemas de incumplimiento y controversias. Es frente a esta realidad que las inversiones deben
evaluar los costos de controversias y las alternativas existentes para solucionarlas. El grado de
institucionalidad y confiabilidad en los sistemas judiciales entra en juego a efectos de la protección
de los intereses legítimos de quienes se ven afectados. La confianza en los mercados es
importante y permite avances en el contexto para los negocios. Sin embargo, esa confianza
depende del grado de cultura comercial, cumplimiento de obligaciones y observancia a la ley por
un lado. Por el otro, resulta relevante la sanción o reparación cuando se contraviene la norma. Un
sistema judicial lento, errático, no especializado en materias como la mercantil, es un factor de
desincentivo a la inversión.

Particularmente, cuando una de las partes es proveedor de bienes y servicios al Estado de modo
que este último es juez y parte, las señales son totalmente adversas a la inversión. Cuando no
existe un claro espacio de independencia, es muy difícil pensar que un órgano estatal encargado
de administrar justicia pueda fallar en contra del Estado. En el caso de la inversión extranjera y
especialmente cuando esta opera en sectores sensibles como los recursos naturales, existe la
potencial confrontación entre el Estado y el inversionista externo. En tal caso, el pensar que éste
último se someta a la justicia estatal renunciando la imparcialidad en quien la administra carece de
sentido. Es indiscutible que en el territorio de una nación toda empresa debe someterse a las leyes
vigentes en el mismo. Sin embargo, ello no implica que el capital externo vea con simpatía
someterse a fallos influenciados. Es perfectamente posible que lo señalado ocurra una vez, debido
a que la inversión ya está realizada. Sin embargo, es claro que ello no se repetirá nuevamente por
la sencilla razón que no habrá nuevas inversiones que quieran exponerse.

En consecuencia, la no existencia de árbitros internacionales imparciales u otro mecanismo que


garantice independencia, conforma otro factor negativo para la inversión. Se ha argumentado que
los tribunales con los que se ha tenido experiencias fallan siempre a favor de las empresas
transnacionales. Sin entrar a valorar dicha postura, lo central a considerar es que si unos árbitros
no sirven, entonces corresponderá buscar aquellos que si funcionen y generen confianza a las dos
partes en potencial confrontación.

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En otro frente, muchos sectores de la economía deben ser regulados y supervisados, razón por la
que en el pasado se crearon órganos independientes como las superintendencias. Con el nuevo
enfoque estas entidades han pasado a ser parte de la estructura de línea de los ministerios y tal
independencia se ha debilitado. Debido a las atribuciones que les fueron conferidas por leyes, las
superintendencias realizaban acciones que ahora son privativas de los ministerios del Organo
Ejecutivo y han dejado de ser instancias protegidas de las presiones políticas circunstanciales,
pues las llamadas Autoridades de Fiscalización no son independientes y autárquicas. Frente al
hecho que ningún servicio público será prestado por empresas privadas, uno tendería a concluir
que no tiene sentido la regulación a empresas privadas. De hecho, si todos los proveedores serán
estatales, es poco efectivo pensar que el Estado se regulará y sancionará a sí mismo. Sin
embargo, es pertinente notar que el ámbito del sistema regulatorio eliminado llegó a cubrir no
solamente a los servicios públicos y evidencia de ello fue la Superintendencia de Minas, de
Empresas o Tributaria. En definitiva, el regreso de las competencias de supervisión a los
ministerios puede tener un efecto relevante en las decisiones de inversión.

d) No discriminación.

Un principio importante para establecer condiciones que no sean un desincentivo para la inversión
es el de no discriminación por el origen de la misma. El concepto es que la inversión local y externa
son ambas complementarias y necesarias para la economía. Cuando se discrimina a favor de la
inversión extranjera se está generando un factor de desestímulo a la inversión nacional. Igualmente
desfavorable es cuando se hace lo contrario y se establece un trato menos favorable a la inversión
externa.

El criterio de “trato nacional” que prevalece en muchas legislaciones es que al capital externo se le
ofrece el mismo trato que se le brindaría al capital nacional. Por ejemplo, el Código de
Liberalización de Movimientos de Capital de la OCDE (Organización para la Cooperación
Económica y el Desarrollo) determina que los inversores no residentes pueden constituir una filial o
sucursal o participar en una empresa nacional existente en condiciones equivalentes las que se
ofrecen a los inversores residentes. El concepto de no discriminación significa también que el país
receptor de capital debe brindar al capital externo un trato que no sea menos favorable que el que
brinda a un inversor de un tercer país. Esto es lo que se conoce como principio de Nación Más
Favorecida en situaciones similares. Dentro la dura competencia internacional por capital,
prácticamente todos los países han asumido estos principios.

Un tema ligado se refiere a los acuerdos internacionales en materia de inversión. Estos acuerdos
establecen principios de reciprocidad para la protección de inversiones de modo que en ambos
países participantes se establezcan alcances en el sentido señalado. Sin embargo, este tipo de
acuerdos suelen ser criticados por el hecho que involucran por una parte a países desarrollados,
exportadores de capital y a países en desarrollo, importadores de este factor. Sucede que el flujo
de capital es tal que los países en desarrollo tienen muy poca inversión o ninguna en países
desarrollados. En consecuencia, particularmente desde la visión política, se percibe asimetría en
los tratados, particularmente cuando se producen controversias por las cuales los países pequeños
se ven ante la obligación de cumplir los acuerdos y abstenerse de acciones como la expropiación o
la confiscación de emprendimientos con origen externo.

El desconocer estos acuerdos representa al menos dos complejidades grandes. La primera es la


falta de credibilidad que no se puede revertir fácilmente en el tiempo. Una vez desconocido un
tratado y vulnerada la fe en el Estado, es muy difícil restablecer la confianza del país contraparte.
Pero más difícil es todavía restablecer la confianza en el sector privado proveedor de capital, que a
pesar de gestiones políticas que se puedan ejecutar con éxito, no vuelve a considerar como viables
nuevas inversiones con similar destino. La segunda es que ese camino implica, de facto, no contar
con ningún acuerdo que sea efectivo con ningún país. Entonces, dado que los competidores tienen

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en vigencia acuerdos similares, la posición de desventaja es definitiva dejando postergada
cualquier nueva llegada de capital.

En Bolivia existe un texto legal con el objeto específico de promover la inversión nacional y
extranjera. La Ley 1182 de septiembre de 1990 establece principios relevantes en 23 artículos.
Primero, se incorpora el precepto de no discriminación y “Se reconoce al inversionista extranjero y
a la empresa o sociedad en que éste participe, los mismos derechos, deberes y garantías que las
leyes y reglamentos otorgan a los inversionistas nacionales, sin otra limitación que las establecidas
por ley”. Luego se establece que la inversión privada no requiere de autorización o registro
adicional al que señale la ley.

Sobre estos alcances es importante anotar lo siguiente: respecto a la no discriminación, el artículo


320 de la NCPE establece que se priorizará la inversión boliviana frente a la extranjera.
Exactamente qué alcance tiene la palabra “priorización” en el contexto señalado será conocido en
el momento de la reglamentación. Sin embargo, está fuera de discusión que queda atrás el trato
igualitario. A primer golpe de pensamiento el sector privado nacional podría celebrar la preferencia;
sin embargo ello implica un desincentivo para el capital externo y en un contexto más amplio puede
significar la postergación del país frente a una realidad donde economías mucho más fuertes que
la boliviana compiten y se favorecen con capitales externos.

2. Acciones de Promoción de Inversiones

a) Primero las políticas

En todo escenario donde se reconoce la importancia de la inversión se desarrollan acciones para


promoverlas. Sin embargo, estas acciones son un complemento y no tienen efecto sino en un
contexto ventajoso para la inversión. En consecuencia, se argumenta que la promoción de
inversiones es complementaria a un cimiento de visión favorable a ella.

Las acciones de promoción son herramientas con impacto solo cuando existen previamente
condiciones favorables en tal dirección. La coherencia es muy importante. No sirve un esfuerzo
institucional de promoción cuando las políticas son contrarias o insuficientes. De nada sirve
promocionar un sector y sus potencialidades, si de por medio se están aplicando medidas en
contrasentido (expropiación o confiscación). Por lo anotado, no se puede esperar nada de una
acción de promoción cuando no existe nada que promover. No existen normas, oportunidades,
condiciones ni perspectivas para difundir, que sean creíbles y puedan impulsar la decisión de
invertir.

b) Burocracia y costos

Los procesos administrativos largos y costosos son un desincentivo a la inversión local y más aún
externa. Pero en contextos donde el crecimiento de la economía informal es predominante, estos
problemas son aún más relevantes. Si los costos de constitución y formalización de negocios son
altos y el capital promedio de inversión es bajo, como sucede en economías pequeñas donde
predominan las PYMES, simplemente no existen condiciones para la inversión formal. En lo
financiero, más allá de los límites del microcrédito que no requiere necesariamente la formalidad
como condición de acceso, los emprendimientos no tienen posibilidad de financiamiento
competitivo. El crédito comercial bancario exige formalidad, cumplimiento de regímenes tributarios
y la cobertura de obligaciones laborales, previsionales y de salud entre otras.

La facilitación de la inversión exige simplificación de procesos a partir de normas adecuadas a la


realidad de cada economía. Sin embargo, la simplificación administrativa es posible a partir de la
similar acción en el marco normativo de mayor rango. Si los llamados Códigos de Comercio o
mercantiles establecen procedimientos operativos (que en rigor no deberían estar a ese nivel),
entonces la simplificación administrativa no es posible sin vulnerar una norma de mayor rango.

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En la experiencia internacional se han generado iniciativas novedosas como las “ventanillas
únicas” donde se centralizan todos los procedimientos y se reducen costos. Sin embargo, los
resultados no siempre han sido exitosos cuando lo único que se puede hacer es aglutinar en un
solo espacio físico lo que antes estaba disperso. Por lo anotado, la reducción de costos y
burocracia pasa por la simplificación de las normas de rango mayor.

En el caso boliviano, en un estudio del año 2005, se reporta que el costo de constitución de una
empresa bordea los US$ 2700 y que es posible cumplir todo el proceso administrativo en no menos
de 55 días1. Sin duda, este monto es prohibitivo para la mayor parte de los pequeños y micro
negocios, de modo que se convierte en una barrera para la formalidad. Para una inversión de US$
27.000 representa el 10 por ciento del capital y cabe anotar que por el contexto nacional y el
monto a invertirse, esa suma caracteriza una empresa pequeña o mediana, antes que una
microempresa. En consecuencia, lo que se verifica es que la burocracia y los costos emergentes
tienen importante efecto en las decisiones de inversión, particularmente para capitales locales que
no son grandes.

c) Entidad estatal especializada para la promoción de inversiones

Usualmente los esfuerzos desde las entidades de promoción de inversiones han estado enfocados
a la tarea de atraer capital externo y promocionar en el exterior las oportunidades que ofrece el
país. Sin duda lo anotado es importante, pero también lo es el ámbito interno. Particularmente en
economías donde existen recursos ociosos como es el caso reciente de Bolivia, el enfoque no
debería ser exclusivo hacia fuera de las fronteras, más aún cuando culturalmente y
normativamente existen aspectos de discriminación o rechazo al capital externo, representado por
las llamadas empresas transnacionales. En el componente interno, el objetivo de la agencia será
impulsar inversiones productivas y con impacto social en diferentes regiones buscando equilibrios
que mitiguen problemas importantes como la migración campo – ciudad y la migración hacia
ciertas regiones, dejando otras en el estancamiento económico.

En el contexto local, se cuenta con la entidad “Promueve” ex CEPROBOL que tiene como
funciones “facilitar, impulsar y promover las exportaciones y el turismo de Bolivia en el exterior, en
los sectores público, privado, comunitario y mixto, en el marco de un patrón exportador
diversificado y con mayor valor agregado” Vale la pena anotar que entre las atribuciones
específicas no se hace mención a la promoción de inversiones externas o internas, lo que deja este
objetivo sujeto a situaciones de coincidencia o accidente.

3. Política Comercial

a) Costos para el comercio

Un hecho real es que cada vez más las inversiones, particularmente las que son grandes, son
motivadas por el tamaño de los mercados ampliados. No es tan relevante el incentivo particular del
mercado interno, menos cuando éste es pequeño. Lo que es relevante es el mercado de naciones
cercanas que puede representar un potencial muy importante de ventas. Por lo anotado, en la
visión de trascender el mercado local, factores que tienen que ver con la productividad y la
competitividad son relevantes. Se quiere contar con productos mucho más ventajosos en su
combinación precio – calidad, de modo que su avance hacia mercados ampliados sea posible en el
corto plazo.

En consecuencia, el flujo transfronterizo de mercadería es especialmente relevante y de ello el


interés en la política comercial, los aranceles y las medidas para arancelarias. La política comercial

1
Juan Carlos Salinas, marzo de 2005 “Investigación para reducción de la Pobreza” en “Construyendo una
visión compartida para el desarrollo de la micro, pequeña y mediana empresa”, pag 23. OIT y CEPB.

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es gravitante y las inversiones se inician grandes o tienen aspiraciones de crecimiento. En tal
sentido, los mercados locales, a excepción de países en desarrollo con mercados inmensos como
el Brasil, no son el principal atractivo. Lo que interesa es la perspectiva de ampliar el comercio
desde el país receptor de inversión más allá de sus fronteras.

En ese contexto, los costos relativos al comercio asumen un sitial alto. Se busca estructuras
arancelarias simples y de baja incidencia de costo, economías abiertas, costos de transporte bajos,
asociados a disponibilidad de infraestructura vial, regímenes de certificación de sanidad, inocuidad
y otros, adecuadamente desarrollados y eficientes. En suma, se busca un escenario donde la
vocación hacia comercio exterior haya sido plasmada en institucionalidad apropiada. En ello,
importa mucho los acuerdos comerciales que se hayan puesto en vigencia y el impulso que lleve
adelante el Estado para hacer que esos acuerdos pasen del ámbito de los gobiernos hacia nexos y
redes comerciales en el sector privado.

b) Certidumbre en la política comercial

Como en otros ámbitos, la incertidumbre en cuanto a la política comercial y la disponibilidad de


mercados desincentiva las inversiones. Los acuerdos unilaterales suelen ser inestables y requieren
el cumplimiento de otros compromisos distintos a los que se desarrollan en el ámbito del comercio.
En consecuencia, el camino adecuado en la materia es el que se sustenta en acuerdos bilaterales.
Existe una razón adicional para esta vía y contrasta con lo que sucede en los acuerdos
multilaterales. En estos últimos se requiere sintonía y cumplimiento de todos los miembros para
mantener los espacios comerciales preferenciales, lo que puede llevar a un evento en el cual una
de las partes incumple y ello afecta a todo el bloque. Finalmente, la política comercial debe ser tal
que las decisiones en la materia sean valoradas previamente en cuanto a su impacto y se anuncien
los riesgos a efectos de que los inversionistas puedan tomar previsiones. La respuesta directa a
medidas restrictivas de comercio es la retaliación y la idea es que se eviten ese tipo de situaciones.
En la experiencia nacional reciente, es importante tomar en cuenta las decisiones prohibición de
ventas externas, aspecto que no contribuye a la certidumbre en la política comercial.

c) Acuerdos comerciales

La disponibilidad de un amplio abanico de acuerdos comerciales con la mayor cantidad posible de


mercados es un factor de ventaja muy importante para impulsar la inversión privada. Con cierta
regularidad, las economías pequeñas de países en desarrollo obtienen tratos comerciales
diferenciados que otras economías más grandes no podrían alcanzar. Se trata de consideraciones
sustentadas en su menor desarrollo relativo, la necesidad de impulsar medidas antipobreza y
equidad económica. Existe, entonces, un factor importante de ventaja que la inversión puede tomar
como incentivo. Para la perspectiva local, el potencial de más mercados representa la oportunidad
de mayor crecimiento y expansión en base a inversiones. Para la inversión externa representa la
posibilidad de satisfacer el problema de escala que requieren los proyectos para ser rentables y la
dificultad que implica el reducido mercado local.

Un efecto adverso de la inversión externa se asocia al hecho que ésta, cuando enfatiza en el
mercado interno, puede desplazar a la inversión y la producción doméstica. La presencia de
capitales importantes en segmentos como las ventas que dependen del mercado interno ha sido
cuestionada en la medida que ha conducido al cierre de pequeños y medianos negocios con
importancia en su contribución al empleo. Por ejemplo, las cadenas internacionales que operan en
actividades donde existe producción o comercio local han restado en su contribución social medida
en empleo y otras variables. Es el caso de centros comerciales grandes que se nutren de bienes
importados (Wall Mart), o cadenas de supermercados (Carrefour) que han desplazado y hecho
desaparecer a operadores locales.

d) Desarrollo de servicios de apoyo al comercio

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Ya se ha argumentado la relación positiva entre la inversión y el potencial comercial de un país. El
comercio, sin embargo, requiere de la disponibilidad de servicios que sean eficaces para su
impulso. Se requiere de servicios que puedan ayudar a los operadores a cubrir seguros, fletes,
operaciones eficientes con cartas de crédito en el sistema financiero, coberturas por riesgos de
facturas impagas, coberturas de riesgo cambiario, etc. Se trata de una batería de servicios
especializados que en muchos países están insuficientemente desarrollados.

Los países que han desarrollado políticas comerciales efectivas parten del diagnóstico que las
exportaciones tienen un rol muy clave en el crecimiento de la economía. A su turno, esto está
ligado al criterio que el mercado final de la producción no debe estar limitado por las fronteras. De
hecho, las economías con mercados internos pequeños, medidos tanto en número de
consumidores como su capacidad de gasto, requieren de mayores espacios para llegar a más
número de clientes potenciales. En suma, las políticas comerciales responden a una lectura como
la planteada, donde se enfatiza la importancia en los mercados de exportación y sus efectos sobre
la producción, el empleo y la capacidad de generar ingresos laborales, empresariales y también
fiscales. Al contrario, cuando no existe este tipo de análisis y predomina el enfoque de prioridad en
recursos naturales y en el mercado interno, la política comercial pierde relevancia.

Entre los matices más relevantes de la política comercial de los últimos años se puede anotar el
rechazo a los llamados tratados de libre comercio, no solamente con los Estados Unidos sino
también con la Unión Europea. Es en esa línea que Bolivia ha criticado primero, luego se aislado y
ahora viene tomando acciones en contra de los acercamientos de los países andinos y el bloque
Europeo. En contraparte, se ha mostrado al menos desde el sector público, mucho entusiasmo por
mecanismos diferentes como el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP) y la Alternativa
Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA). Sobre estos últimos, cabe señalar que funcionan
como mecanismos de concertación política y de cooperación internacional más que como
esquemas de impulso efectivo al comercio. Para el caso de Bolivia, las cifras de comercio con
Ecuador, Cuba, Nicaragua y otras naciones, inclusive Venezuela, no ha significado avances
sustantivos en cuanto a ampliación de mercados.

4. Política de Competencia

a) Normativa

La decisión de invertir es afectada por la presencia o ausencia de un marco legal propicio que
promueva la competencia leal entre los diferentes operadores. Se espera que las normas sean
claras, transparentes y no discriminatorias, particularmente cuando de por medio existen empresas
con capital estatal que podrían generar distorsiones en los mercados y afectar a las inversiones
privadas. La defensa de la competencia es una actividad técnica y especializada que en base a
estudios pertinentes debe determinar si el comportamiento de los operadores no se ajusta a
prohibiciones como el oligopolio, el dumping y otras muchas otras formas de toma de ventajas por
posición privilegiada en los mercados. Entonces, la primera señal importante es que la instancia
encargada de velar por la competencia y el adecuado funcionamiento de los mercados sea
percibida como técnica, independiente y eficaz. La confidencialidad en ciertos aspectos que hacen
a la ventaja competitiva de las empresas debe ser respetada y por su puesto, las facultades de
revisión y/o auditoria que se confieren al ente regulador no deben ser usadas con fines que no
sean la promoción y el desarrollo de mercados eficientes.

El uso de este tipo de atribuciones regulatorias para presionar la fijación de precios de productos,
tiene el claro efecto de desincentivo a la inversión particularmente en esos rubros. Pero además,
este tipo de acciones empeora la situación antes que arreglarla. Frente a estas determinaciones se
tiene inicialmente un exceso de oferta interna que puede hacer caer precios de manera transitoria.
Muchos productos perecederos salen al mercado en una estrategia de reducir inventarios y
recuperar capital de operaciones. La siguiente reacción es contraer la producción puesto que no
existe suficiente mercado interno o porque los precios reducidos no cubren costos y utilidades.

  18
Entonces, el resultado final de la intervención es la reducción de la oferta, el impulso a la subida de
precios y escasez de productos.

En el campo normativo, en abril de 2008 se emitió el Decreto 29519 que tiene por objeto regular la
competencia y defender al consumidor de conductas lesivas que realicen las empresas. Un
aspecto legal, referente a dicho decreto, es que invierte la carga de la prueba en quien se defiende.
Expresamente se establece que la carga de la prueba de que el bien o servicio eran idóneos
corresponde al proveedor (vendedor), quien deberá demostrar la idoneidad de la fabricación,
comercialización o manipuleo. En ese marco, cabe identificar que el consumidor será
eventualmente el acusador y el proveedor el acusado. Así, quien se defiende tendrá la
responsabilidad de la carga de la prueba.

Lo señalado vulnera la presunción de inocencia. No hace sentido pensar que sea el acusado
responsable de la carga de la prueba, cuando regularmente el acusador o la sociedad
representada por las autoridades tienen la responsabilidad de demostrar la “culpabilidad”. En lo
más técnico varios sectores han presentado preocupaciones sobre el contenido. Se califica como
conducta anticompetitiva absoluta cuando se fija la obligación de no producir sino una cantidad
limitada de un bien o servicio. Es claro que en efecto es una vulneración a la competencia cuando
mediante un cartel o una conducta colusiva se acuerda eso. Sin embargo, cada proveedor debe
ser libre de definir su volumen propio de producción y restringir su producto, aún cuando existiera
demanda. Para ello pueden concurrir infinidad de razones, como la imposibilidad de acceder a
capital de operaciones entre otras.

Se identifica como conducta anticompetitiva absoluta dividir, distribuir, asignar o imponer porciones
o segmentos de un mercado. Lo señalado, como medida anticompetitiva, debería ir acompañada
de un acuerdo total entre todos los proveedores. Pero además, debería implicar efectividad en las
barreras de ingreso de nuevos proveedores. El resultado final a verificarse debería ser la fijación de
precios anticompetitivos por falta de competencia y esa debería ser la prueba de cargo. Sin
embargo, el decreto no establece ello.

En consecuencia, la división de mercados por sí sola, no debería ser suficiente evidencia de


conducta anticompetitiva. En algunos segmentos, la lógica económica aconseja establecer
divisiones a efectos de racionalizar gastos que luego inciden en el precio al consumidor. En efecto,
el exceso de competencia induce al crecimiento de costos (como publicidad) que luego tienen que
ser transferidos al consumidor. Por lo tanto, es posible y razonable acordar la segmentación de
mercados, siempre que ello no conduzca a la subida de precios. Es más, se puede establecer
segmentaciones donde en cada ámbito compiten un número determinado de proveedores. Así, se
preserva la competencia y se evita costos excesivos como pueden ser transporte o publicidad.

En resumen la disposición no es correcta por cuanto no establece como evidencia definitiva, el


incremento de precios o la baja de calidad, como resultado final de cada caso. Es decir, una
ampliación de margen de contribución o ganancia, producto de menor calidad y menor costo o
mayor precio.

En cuanto a las llamadas conductas aticompetitivas relativas incluyen una cantidad tan grande y
amplia de situaciones que, por acción y omisión, cualquier empresa puede verse en una coyuntura
que de pie para una acusación de vulneración a la competencia.

En suma, existen observaciones tanto en lo legal como en lo técnico a esta norma y de ello se
concluye que la política de competencia no ha sido establecida de forma que su impacto sea el
más favorable sobre la inversión.

  19
b) Contrabando

Uno de los problemas más serios que enfrenta la producción en países con amplias fronteras y
sectores informales es el contrabando. Dependiendo de cada caso la diferencia de costo entre lo
formal y lo informal y de contrabando puede ser superior al 50 por ciento, que constituye un
importante incentivo para la internación ilegal. Pero el contrabando no solo desplaza al comercio
formal y las inversiones en dicha actividad. Más importante es el impacto en la producción local y
en las perspectivas de las inversiones en los sectores afectados. Regularmente, el contrabando es
intenso en bienes de consumo y de consumo duradero, que por su volumen pueden ser ingresados
con mayor facilidad que un bien de capital o un insumo específico para una actividad industrial.

5. Política de Fiscal

a) Régimen impositivo

Uno de los aspectos relevantes para la decisión de invertir es el tributario. Dos de las
características observadas son la cantidad de gravámenes y las alícuotas correspondientes. Pero
también importa la dimensión y capacidad de contribución de la base impositiva. Desde la
perspectiva del capital externo se analizan los niveles tributarios frente a las potencialidades de
rentabilidad de los proyectos; así, cuánto más alta es la rentabilidad esperada, mayor será la
capacidad de enfrentar tributos. Esa relación es también evaluada en un enfoque comparativo,
contrastando los resultados en varios destinos de la inversión.

Desde la óptica de la inversión doméstica que tiene menos movilidad debido a menor escala y
capacidad financiera, importa la percepción de viabilidad fiscal dada la estructura de los ingresos.
Un esquema con una base impositiva ancha, donde el ingreso fiscal no está concentrado en pocas
fuentes y contribuyentes, asegura mayor estabilidad en el tiempo, que un sistema vulnerable,
donde los contribuyentes son pocos y las fuentes están concentradas en reducidos sectores y
actividades. El razonamiento es sencillo. Un sistema vulnerable fácilmente puede enfrentar brechas
de financiamiento fiscal y por lo tanto, son probables las situaciones en las cuales los gobiernos se
verán ante la necesidad de subir alícuotas o crear nuevos gravámenes para cubrir los déficits de
ingresos. La vulnerabilidad de todo el balance hace probable que las inversiones sean afectadas
con mayores impuestos o modificaciones, que en definitiva generan mayores cargas. Un ejemplo
local importante ha sido el cambio en la normativa de actualización de los estados financieros, de
modo que el activo fijo se re expresa conforme el cambio en las UFV. Con ello, particularmente en
2008 muchas empresas pagaron impuestos sobre utilidades contables.

Durante los últimos años se ha modificado la estructura de ingresos fiscales del país. Hoy, la mitad
del ingreso total de SPNF depende del sector hidrocarburos del gas en particular. Esta
característica implica riesgos por sí misma, pero además, puesto que los gastos fiscales han
venido creciendo de modo que el saldo superavitario ha llegado a casi cero, es razonable
considerar que la totalidad de los ingresos están comprometidos en componentes de gasto,
muchos de ellos sin posibilidad de ajuste a la baja.

b) Incentivos tributarios

Particularmente en el ámbito de la IED, el rol de los incentivos tributarios ha sido importante, pero
al mismo tiempo controversial por la fuerte competencia que se produce entre países por
establecer condiciones favorables con el objetivo de atraer capital. En el fondo, lo que se busca es
el efecto positivo de la inversión en la economía y en la sociedad; sin embargo, un esfuerzo ciego
por atraer capital puede conducir a un resultado en el que los incentivos exceden los beneficios
que el capital externo trae. Se argumenta que no tiene sentido garantizar incentivos a la IED de
manera general sin condicionar éstos a que el efecto de la inversión sea superior al costo fiscal. Es
posible que el fijar algunos incentivos tributarios, arancelarios y otros, represente la no percepción
de ingresos en el corto y mediano plazos, pero al mismo tiempo, es posible que los beneficios

  20
medidos en términos de empleo, salarios y otros componentes sea importante, de modo que se
justifiquen ellos.

En el marco de lo que será el funcionamiento de las autonomías, resultaría interesante que los
gobiernos sub nacionales puedan establecer incentivos para atraer inversión extranjera o nacional.
En el campo municipal se pueden establecer mecanismos de diferimiento en el pago de
gravámenes de su competencia, pero también se debería contar con espacio para establecer
estímulos como la capacitación desde el municipio o la prefectura, para el empleo. Es decir,
subvencionar al ciudadano en su fortalecimiento laboral y que de por medio exista un compromiso
empresarial para sumarse a una estrategia de ampliación del empleo.

6. Gobierno Corporativo

a) Derechos

El marco normativo relativo a la conformación de órganos de gobierno de las empresas debe ser
tal que los participantes en el mercado tengan confianza en que los términos de sus relaciones
contractuales serán respetadas. Es a partir de la preservación de estos derechos que emergen los
gobiernos empresariales, en forma de Directorios, Asambleas y otras instancias internas. Cuando
existe debilidad en el reconocimiento del control que tienen quienes más han contribuido con
capital, el resultado es negativo para la decisión de invertir.

Por otra parte, en países donde la normativa es insuficiente en cuanto a la cobertura de los
derechos de las minorías, el resultado es que no existen inversionistas que aporten capital, en el
marco de estrategias de manejo de portafolio financiero. Cuando la realidad es tal que sólo tiene
sentido invertir cuando se logra el control administrativo para gestionar el negocio (ser operador) y
bajo ningún caso se aporta como inversionista minoritario pasivo en busca de rentabilidad,
entonces es casi imposible esperar que muchos inversionistas pequeños participen en una
determinada empresa. Puesto que nadie compra fracciones pequeñas de capital social, por la
incertidumbre y la poca normativa de defensa de derechos de minorías, entonces tampoco se
desarrollan mercados con suficiente liquidez para valores de renta variable. El efecto limitativo se
retroalimenta. La posición de inversionista minoritario es adversa, por deficiencias en la protección
y acceso a derechos centrales, como por ejemplo la información o los órganos de auditoría. Tales
desventajas hacen que nadie demande participaciones pequeñas de capital y esto último genera
un mercado ilíquido, del cual es muy difícil salir para realizar ganancias e inclusive pérdidas.

b) Empresas del Estado

La forma en la que las empresas del Estado operan en los mercados tiene efecto sobre las
decisiones de inversión. Es importante que la función empresarial del Estado esté claramente
diferenciada y sea independiente de las otras funciones gubernamentales. Esto ayuda a establecer
y precautelar un contexto de trato igualitario entre empresas privadas y estatales, además que
exige de parte de las empresas estatales el cumplimiento de la misma normativa a la que está
sometida la empresa privada. Con la independencia establecida en la norma, se logra que las
personas que cumplen eventualmente altas funciones gubernamentales lleven adelante la gestión
gerencial de las empresas públicas, de manera que la responsabilidad permanezca plena en los
directivos y no se diluya. Por su naturaleza, las empresas estatales deberían publicar con mayor
amplitud y con las garantías de auditorías independientes y reconocidas, la información que
permita valorar el estado de ellas.

7. Recursos Humanos

La disponibilidad en cantidad y calidad de recurso humano es un factor importante en la decisión


de emprender una inversión. El desarrollo del recurso humano abarca múltiples dimensiones que

  21
pasan primero por la salud, la educación, la capacitación específica en un área, las políticas en
materia laboral y los costos emergentes.

a) Legislación laboral

En muchos países la legislación considera que existe asimetría en la relación entre empleadores y
trabajadores. Particularmente en el ámbito del trabajo no calificado y donde la oferta laboral rebasa
la demanda, el trabajador tendría condiciones precarias de negociación, al punto que se podrían
producir excesos y abusos de parte de los empleadores. Es en respuesta a esta realidad que
deliberadamente las normas laborales son favorables a los trabajadores. Sin embargo, en ciertos
contextos no solo el marco laboral sino la norma en materia procesal laboral también es favorable a
los trabajadores. Este tipo de situación conduce a que por cumplir un objetivo de protección, se
exceda la norma al punto que el resultado es la penalización a la decisión de emplear y por lo tanto
también esto influye en las inversiones.

Un marco legal laboral excesivamente protector, cargado en demasía a favor del trabajador, suele
ser un factor importante de desincentivo a la contratación de personal y al avance de la formalidad.
Por un lado están todos los componentes de costo extra remuneración que son aportes,
contribuciones y otros “para fiscales” que encarecen el empleo. Pero también están los elevados
costos asociados a la desvinculación que generan un impacto muy grande en los empleadores.

Son varias gestiones en las que mediante Decreto Supremo se define desde el Estado cuál será el
incremento salarial en el sector privado. Sobre el punto, la ley de inversiones estableció que “Las
remuneraciones a empleados y trabajadores serán establecidas entre las partes” y que “los
contratos de trabajo pueden convenirse o rescindirse libremente en conformidad a la Ley General
del Trabajo y sus disposiciones reglamentarias”. En consecuencia, mediante Decreto Supremo que
tiene rango inferior, se ha modificado el artículo 13 de la Ley de Inversiones.

En cuanto a la libre contratación, el mismo artículo de la ley de inversiones establece que los
contratos de trabajo pueden convenirse o rescindirse libremente en conformidad a la Ley General
de Trabajo. Sin embargo, el Decreto 28699 de mayo 2006, determina en su artículo 10 que
cuando el trabajador sea despedido por una causal diferente a las fijadas en el artículo 16 de la Ley
General del Trabajo, éste podrá solicitar su reincorporación, misma que deberá cumplirse por
mandato del Ministerio de Trabajo. Otro ejemplo importante es el referido al pago del llamado
quinquenio. Mediante Decreto Supremo 0110 de 1 de mayo de 2009 se modificó el Decreto Ley de
16 de mayo de 1974, por el cual el pago de este beneficio se realiza a partir de los 90 días de
relación laboral, eliminando el requisito de cumplir 5 años, como se estableció en la norma de los
años 70.

b) Educación y formación

El otro aspecto de importancia es la pertinencia de las capacidades de la sociedad y las


características de producción a nivel nacional y sub nacional. Las condiciones y oportunidades de
producción son totalmente dinámicas. En contraste, los esquemas de educación y capacitación
suelen ser mucho más estáticos y de lenta adecuación. El resultado, en varios países, es que los
jóvenes profesionales no consiguen insertarse en el mercado laboral usando las capacidades
obtenidas mediante su educación. Así, la pérdida es por doble partida. Pierde la persona que ha
dedicado tiempo y esfuerzo en una formación que no tiene demanda. Por otro lado, siendo que
muchos de estos profesionales son formados en el ámbito de la universidad o institutos públicos,
pierde la sociedad porque ha invertido recursos considerables en formar profesionales o técnicos
que luego no contribuyen a la producción y el bienestar.

La capacitación probablemente es la inversión más importante que realizan los individuos. Cuando
el proveedor de la educación es privado, el individuo enfrenta un costo específico monetario
además del costo emergente de la dedicación y esfuerzo comprometido por varios años. Aún en el

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escenario de la educación estatal gratuita, el segundo componente de costo prevalece. En suma,
se trata de la relación entre los productos educativos existentes y el rendimiento de mercado que
tienen estos oficios o carreras en el futuro. Siendo ésta la inversión más importante, resulta que en
varios países no existen mecanismos para proteger a estos inversionistas. La oferta educativa no
responde a las tendencias vigentes ni futuras de los mercados de trabajo, de modo que los
Estados, encargados de proteger a los consumidores de educación, no hacen la labor necesaria
para que éstos sepan exactamente el tipo de producto que están comprando y el potencial
rendimiento que tiene esta capacitación.

8. Infraestructura física

a) Inversión

La disponibilidad de infraestructura adecuada para la producción y el comercio es un factor


particularmente importante en la decisión de inversión. El flujo oportuno de insumos y bienes
finales, los costos asociados y los servicios conexos, son factores que facilitan las operaciones y
generan competitividad. Entonces, el uso de recursos públicos en estos fines es importante y debe
cumplir ciertas características.

La primera es que las decisiones de inversión en infraestructura deben ser parte de un esquema
más integral de planificación donde se vislumbra una estrategia de mediano y largo plazo.
Normalmente, esta debe estar explicita en un plan de desarrollo y ser instrumentada en
presupuestos de inversión. El concepto es que no todas las necesidades de infraestructura pueden
ser resueltas a la vez y que existe una limitada disponibilidad de recursos financieros frente a una
ilimitada demanda de inversiones. No todos los sectores económicos pueden ser desarrollados a la
vez y no todos pueden ser simultáneamente competitivos. En consecuencia, corresponde priorizar
en base a ciertos criterios que ponderen el impacto económico y social que pueden tener los
proyectos de infraestructura. El argumento es que recursos priorizados y enfocados en una
estrategia que identifica ciertos sectores con mayor potencial, pueden lograr mayor impacto que la
misma cantidad de recursos dispersos en muchos sectores y con efecto marginal.

Usualmente, la inversión pública en países en desarrollo ha respondido a la disponibilidad de


financiamiento externo para determinados proyectos y a principios de distribución “justa” de
recursos entre proyectos en diferentes regiones de los países. Así, si una región ha sido
beneficiada con una carretera, entonces en las siguientes asignaciones correspondería favorecer
con otra carretera a la siguiente región en la lista. Poco importaba el impacto económico regional o
nacional, los efectos sobre la generación de oportunidades de inversión adicional y el comercio
ampliado. Como añadidura, también se han dado casos en los que la incorporación del
financiamiento de proyectos en los presupuestos estatales ha respondido a un proceso político por
el cual los legisladores de diferentes regiones han realizado las gestiones necesarias para
responder con la aprobación proyectos añorados en sus territorios de origen.

Lo anotado tiene una segunda implicancia. Se espera que las decisiones de inversión pública sean
señalizaciones de las prioridades de desarrollo y mecanismos de guía para el sector privado. Por
ejemplo, la inversión en infraestructura de apoyo a la agroindustria, traducida en carreteras
principales y secundarias; la inversión en sistemas de riego, en investigación agropecuaria,
asistencia y extensión para mejoras de productividad y otros, son señales claras de una estrategia
de impulso al sector en una determinada región. Frente a esto, la inversión privada reacciona
coherente con inversiones en producción agrícola, plantas de procesamiento de productos,
cadenas de distribución de insumos, servicios conexos como el transporte, etc. Así, el paso inicial
con la inversión pública permite el desarrollo de inversiones privadas concomitantes, de modo que
se forman gradualmente conglomerados y cadenas de valor. Entonces, un proceso ordenado de
inversión pública promueve la inversión privada y estimula la especialización de la producción en
base a las vocaciones territoriales.

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b) Participación del sector privado

La construcción y mantenimiento de infraestructura física de apoyo a la producción no es


exclusivamente una responsabilidad estatal. Bajo ciertos criterios y condiciones, el sector privado
de un país también puede participar en estos procesos aportando capital y gestión. Los ejemplos
en el mundo sobre la materia son diversos y quizás los más frecuentes están vinculados a
carreteras con pago de peajes. Bajo sistemas de concesiones, el sector privado puede invertir en
infraestructura como aeropuertos, puertos y vías con la expectativa de recuperar la inversión y
lograr una adecuada rentabilidad en el tiempo. Los Estados les confieren el derecho de cobro por
el uso de la infraestructura y de ese modo se produce la recuperación de la inversión y la
rentabilidad. Usualmente, este tipo de iniciativas se producen donde existe un importante volumen
de tráfico o uso potencial de la infraestructura, de modo que ello permita la viabilidad financiera del
emprendimiento.

Los esquemas señalados no están, sin embargo, libres de riesgos. El más importante tiene relación
con las tarifas que los proyectos deben cobrar para ser viables y que llegan a ser materia de
debate político. Como es natural, los usuarios presionan para que las tarifas bajen y se confrontan
con los privados al punto que se presiona a bajar tarifas o peor aún, se presiona para revertir la
concesión para que sea administrada por el Estado. Así, los inversionistas privados se ven
afectados pues no tienen forma de seguir operando para recuperar sus inversiones. En tales
casos, el resultado es una señalización fuerte y definitiva en contra de la inversión privada.

En consecuencia, una alternativa para hacer viables estos proyectos emerge de la participación del
Estado en el financiamiento inicial de los proyectos. Por ejemplo, un proyecto que tiene un costo de
US$ 200 millones se hace rentable con una tarifa que por las condiciones socioeconómicas del
país puede ser percibida como excesiva. Para reducir la tarifa, el Estado co-financia la inversión y
aporta, por ejemplo, US$ 100 millones, de modo que la tarifa necesaria para la recuperación del
tramo privado (que baja a la mitad), es sustancialmente menor. Conceptualmente, desde su inicio
la infraestructura es de propiedad estatal pero el derecho de desarrollo de la misma y
administración ha sido cohesionado a privados. Al final del plazo de concesión, la infraestructura
vuelve a control del Estado de modo que el cofinanciamiento estatal no es una subvención a la
propiedad privada.

En resumen, en esta sección se han planteado varios aspectos conceptuales que tienen efecto
sobre la inversión. Adicionalmente, se ha hecho referencia a las disposiciones más recientes que
han afectado cada uno de estos determinantes y con ello se ha generado un inventario útil de
decisiones no siempre compatibles con la necesidad de estimular la inversión local y externa. La
conclusión es que varias de las decisiones no han sido favorables a la inversión y que por delante
existe una agenda muy importante de ajustes y cambios que son indispensables para crear un
clima adecuado para los actuales y nuevos emprendedores.

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IV. Normativa comparada: países seleccionados

Realizar un ejercicio comparativo de la normativa para la inversión de Bolivia contra países que
tienen larga tradición de mercado resultaría en un ejercicio positivo en cuanto al recuento
académico, pero con poco efecto sobre lo que se pueda pensar es posible hacer en el país. Más
bien, se ha pensado en seleccionar un conjunto de países que no tienen un enfoque de mercado,
de inserción global y por el contrario, funcionan con un esquema de alta regulación. Entre estos
países, se ha seleccionado a Nicaragua en Centroamérica, China, Rusia y Ecuador.

Nicaragua

Este país viene experimentado, desde la llegada al Poder de Daniel Ortega, un enfoque menos
proclive a la globalización y el mercado, aunque este es un dato exógeno para la mayor parte de
los países en desarrollo. Mucha de la ideología que atraviesa a varios países latinoamericanos
como Venezuela o Ecuador también se viene desarrollando en Nicaragua.

Este país aprobó una Ley de Inversiones el año 1991 durante la presidencia de Violeta Chamorro,
la que fue derogada y actualizada posteriormente el año 2000, bajo la presidencia de Arnoldo
Alemán Lacayo. La norma inicial fue altamente regulatoria y de control al capital extranjero. Se
estableció como requisito la autorización de la inversión por parte de un comité del gobierno, el que
evaluaba los efectos de la inversión y determinaba si era de interés del país recibir el aporte
externo. Una vez con dictamen favorable, se debía firmar un contrato de inversión entre el
capitalista externo y el gobierno. Lo anterior aplicó a toda inversión de naturaleza privada, aún
cuando esta no tenga ninguna relación con la inversión pública o sectores de interés estratégico.

Aún bajo este enfoque de políticas estrictas, existían ciertas disposiciones de incentivo que han
permanecido con la reforma del 2000. Primero, se define que el Estado garantiza a los
inversionistas externos la remisión de utilidades, dividendos o ganancias al exterior. Igualmente,
puede realizar transferencias para el pago de deudas (capital e intereses) al exterior. Existe el libre
acceso a la compra - venta de divisas y la libre convertibilidad de la moneda, aspectos que son
relevantes para todo inversionista.

También se garantiza, en caso de expropiación, una indemnización rápida y adecuada. Los


recursos que fueran pagados por dicho proceso pueden ser libremente remitidos al exterior. Como
en otros casos, es difícil anticipar qué entenderán quienes son encargados de administrar la ley en
relación a las palabras “rápida y justa” y en los hechos, la incertidumbre emerge de la aplicación de
la misma.

Se reconocen los seguros sobre riesgos no comerciales para la inversión extranjera que se
encuentren respaldados por tratados o convenciones bilaterales o multilaterales, debidamente
suscritos, aprobados y ratificados por el Estado de Nicaragua. Estos seguros son regidos por las
normas o disposiciones de tales instrumentos internacionales y las leyes o reglamentos internos.

En cuanto a las controversias y el arbitraje se define que toda diferencia, controversia o reclamo
que surja o se relacione con las inversiones extranjeras podrá someterse a Arbitraje Internacional
de acuerdo con lo que se disponga reglamentariamente, sin perjuicio de la aplicación de las
normas legales nacionales vigentes y los convenios de los que la República de Nicaragua sea
parte. Es decir, prevalecen los esquemas de arbitraje cuando los convenios que los generan estén
debidamente suscritos por la República, situación que es regular y frecuente en todos los países.

El principal escollo eliminado del texto de 1991 es que toda inversión requería de autorizaciones
previas, las que estaban sujetas a la realización de estudios de impacto social, económico y
ambiental, por parte del gobierno. Un comité estatal examinaba las solicitudes y autorizaba o

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rechazaba las mismas. Esto resultó ser burocrático, complejo y desmotivador para la inversión
externa. Inicialmente se pensó que podría ser un factor de estabilidad si se obtenía la autorización
pero ésta no era revocada posteriormente, situación que podía ocurrir por una declaratoria de
incumplimiento del contrato de inversión. Tales contratos llegaron a establecer metas muy difíciles
de asegurar, como el nivel de crecimiento de las empresas, el empleo, los aportes tributarios y
otras medidas que dependen mucho del mercado y los ciclos económicos en general.

En consecuencia, la experiencia de Nicaragua fue de migrar de un régimen de autorización con


opción a revocatoria, control y seguimiento a las inversiones, hacia uno más libre, sin que ello
implique que el capital externo esté eximido de cumplir las normas internas que son aplicables a la
inversión doméstica. El resultado, no obstante los antecedentes de inestabilidad política y tamaño
de la economía de Nicaragua ha sido interesante. En Cuadro 3 reporta la evolución de la IED. Los
datos se expresan en dólares corrientes y con relación al PIB, para los años 2001 a 2008. Tal
como se puede apreciar, la tendencia ha sido hacia la subida partiendo de 3.64 por ciento hasta
llegar a 9.84 por ciento del PIB.

CUADRO 3
NICARAGUA: INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA NETA
(En porcentajes y Millones de dólares)
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
IED (US$ MM) 150,2 203,9 201,3 250 241,1 286,8 381,7 626,1
IED / PIB (%) 3,64 5,06 4,91 5,60 4,95 5,42 6,71 9,84
Fuente: CEPAL

Ciertamente no se puede atribuir este resultado exclusivamente a la vigencia de la ley analizada.


Sin embargo, es apropiado considerar que la misma fue un factor positivo dentro un proceso más
complejo donde se valora el contexto o clima de negocios, las oportunidades puntuales de
inversión y otras variables en el plano social y de estabilidad política.

Con fines comparativos, se incluye el Cuadro 4 donde se presenta en el mismo formato los datos
de inversión extranjera en Bolivia. En este caso el ratio correspondiente baja desde un nivel
superior a 8 por ciento en 2001 a 3 por ciento en 2008, pasando por un registro negativo en 2005.

CUADRO 4
BOLIVIA: INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA NETA
(En porcentajes y Millones de dólares)
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
IED (US$ MM) 703,3 674,1 194,6 62,6 -241,6 277,8 362,3 507,6
IED / PIB (%) 8,64 8,53 2,41 0,71 -2,53 2,43 2,76 3,04
Fuente: CEPAL

China

Por muchas décadas este país vivió bajo un régimen comunista donde se desconocía la propiedad
privada y en consecuencia la inversión privada fue marginal. Sin duda que esa realidad se hizo
parte de la cultura de esa sociedad y lo sorprendente es la forma en la que se ha cambiado el
enfoque de desarrollo en los últimos años, abriendo la economía al capital externo y conquistando
el resto del planeta con el comercio.

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La inversión extranjera en China ha crecido desde los años setenta bajo el mandato de Deng
Xiaoping. Esta expansión se desaceleró debido a los acontecimientos de la Plaza de Tiananmen
en 1989 hasta que en 1992 Xiaoping realizó su famosa “gira por el sur”, defendiendo el desarrollo
capitalista en las zonas económicas especiales. Este hecho reavivó el interés del capital extranjero
por China. En el gráfico 4 se muestra la evolución anual de la inversión extranjera desde finales de
los 70. Inclusive durante la década de los 80, el flujo de capital fue muy limitado y principalmente
bajo una sola modalidad que fue el 100 por ciento de capital externo. En los 90 se produjo un
cambio importante en la tendencia de esta variable, de modo las cifras de llegada de capital han
subido permanentemente año tras año, hasta llegar a US$ 92 millones en 2008.

GRÁFICO 4
INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA EN CHINA
1980-2008
100
92
OTROS
90

80 Capital extranjero con 75


subsidiaria en China
70 Capital Mixto
Miles de millones de dólares

63
61 60
60 100 % capital Extranjero 54
53

50 45 45 47
TOTAL 42
40 41
38
40
34
28
30

20
11

10 4
3 3
2 2 3
1 1 1 2
0
1979-82

1983

1984

1985

1986

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008
Fuente: www.fdi.gov.cn

Es interesante notar que la China podría haber prescindido de un enfoque exportador. Aún así,
mucha inversión hubiera llegado atraída por la dimensión del mercado local. Sin embargo, aún con
esa condición, este país identificó desde temprano su vocación de exportación y que el mercado
real es el mundo entero. En consecuencia, para economías pequeñas, con mercados reducidos,
hace mucho más sentido un enfoque de exportación.

Uno de los factores de ventaja en China es el menor costo laboral y la productividad de la mano de
obra frente a los países desarrollados. La oferta laboral en la China es amplia y el costo de vida es
significativamente menor al de Europa o los Estados Unidos; así, esas condiciones hacen que los
salarios sean menores. No obstante, la tendencia de los últimos años ha sido a la subida del
ingreso producto de las fuertes tasas de crecimiento de la economía. Surgen nuevos y crecientes
estratos de población de ingresos altos que demandan más bienes y servicios locales e
importados, lo que genera demanda de mano de obra. Sectores como la construcción se
mantienen en constante crecimiento de modo que también suben los ingresos de diversos
proveedores y trabajadores en este rubro.

La diferencial de coste laboral se refleja en el salario horario de un obrero de la industria


manufacturera. Utilizando un índice de referencia que fija un máximo en 100 (nivel del índice) el
coste horario de un obrero en China es de 3,3, muy inferior al 41 de Corea del Sur, y todavía
inferior frente al 12,3 de Malasia o el 8,7 de Tailandia. Estos niveles han despertado críticas en
analistas que argumentan que la competitividad de la China se sustenta casi exclusivamente en los
trabajadores. Lo positivo es que los procesos productivos asentados en este país, sean con capital

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externo o local, son intensivos en mano de obra, lo que contribuye de manera importante al
empleo.

Los incentivos fiscales a la inversión extranjera están dirigidos a empresas productivas y se


establecen dos años de exención tributaria inicial y del tercer a quinto año existe una exención del
50 por ciento en el pago del impuesto de sociedades. Además, también se dispone de incentivos
fiscales a las empresas de alta tecnología o empresas orientadas a la exportación.

Las normas laborales básicas que son: la “Ley del trabajo” y la “Ley de gestión del empleo en
empresas con capital extranjero”2, así como la legislación propia a cada municipio, que define - en
la mayoría de los casos - la aplicación de las dos anteriores. Los órganos encargados de crear la
normativa laboral son nacionales y locales. En el primer caso, el Ministerio de Trabajo y Seguridad
Social es el encargado de la formulación de las leyes referentes a este ámbito. En lo sub nacional,
son los Burós locales los encargados de implementar estas normas emitiendo disposiciones
laborales complementarias.

La ley del trabajo es la más importante en esta materia; fue promulgada el 1 de enero de 1995 para
unificar toda la legislación existente, previamente creada por los organismos locales. Con ella se
clarifican las bases para las relaciones de trabajo y las responsabilidades de los empresarios.

En dicha ley, se establecen los principios generales de respeto al trabajo, a la mujer y la prohibición
del trabajo de los menores de 16 años. El artículo 19 fija que el contrato de trabajo será
formalizado por escrito para que tenga validez y deberá contener como mínimo las siguientes
cláusulas:

1. El tiempo de duración del contrato


2. Las tareas a desarrollar en el trabajo
3. La protección laboral y las condiciones de trabajo
4. La remuneración por los servicios prestados
5. Los deberes en el trabajo
6. Las condiciones para la terminación del contrato laboral y
7. Las responsabilidades provenientes de un incumplimiento de contrato.

La duración del contrato puede ser fija, flexible o determinada para la realización de una obra, con
lo que a su finalización se rescindiría dicho contrato. Las causas de revocación o rescisión de un
contrato serían, junto con la finalización del período pactado, las siguientes:

1. La no cualificación para el empleo percibida durante el período de prueba


2. La violación de manera seria de las responsabilidades o tareas pactadas con el empleador
3. Las pérdidas considerables originadas a la empresa debido al abandono de las
obligaciones por parte del empleado o por la vinculación del trabajador con actividades
realizadas para interés propio.
4. Cuando sean encontrados culpables de albergar responsabilidades de tipo penal de
acuerdo con la ley.

A su vez el empleador puede revocar el contrato siempre que avise de manera escrita y con 30
días de antelación si:

1. El trabajador no puede realizar las tareas de su trabajo originalmente encomendado o de


otro de nueva asignación tras haberse curado de las lesiones acaecidas fuera del trabajo.
2. El trabajador es incapaz de realizar su trabajo y continúa sin poder realizarlo incluso
después de haber pasado por un entrenamiento o tras haber modificado las tareas de su
puesto laboral.

2
”Regulations on labour management in enterprises involving overseas investment”

  28
3. Cuando no consiga alcanzarse un acuerdo entre las partes, tras haberse modificado las
condiciones objetivas del contrato, siendo dichas modificaciones de tal importancia que
impidan el cumplimiento del contrato.

Es decir, dado el cumplimiento en el pago de ciertos beneficios, no existe la inamovilidad laboral y


deberá entregarse una indemnización al trabajador. Los salarios mínimos son fijados por las
autoridades municipales y comunicadas al Consejo de Estado. Ningún empresario puede pagar
menos que lo estipulado en dichas normas.

En suma, a pesar de una tradición larga de visión comunista, la China ha logrado cambiar su
marco legal de modo que hoy es un destino indiscutido para la inversión extranjera y también para
el desarrollo del capital local. La Ley Inversión Extranjera de la República de China, establece el
objetivo de atraer capital, particularmente el que vaya a crear empresas con enfoque exportador y
de desarrollo tecnológico. Por otra parte, se establece que el capital y la rentabilidad generada por
estas empresas son protegidos por la República y que el Estado no nacionaliza o confisca ninguna
empresa con capital externo. Sin embargo también establece como excepción bajo criterio de
interés público, la posibilidad de expropiar previo proceso legal y compensación apropiada.

Todavía existe un procedimiento de solicitud y aprobación de parte del Estado para realizar una
inversión. También esta instancia tiene la potestad de revocar la licencia de funcionamiento del
emprendimiento. La norma exige que las inversiones comprometidas se realicen dentro el periodo
establecido y de conformidad a los planes presentados. Sin embargo, los inversionistas pueden
presentar modificaciones a los planes, cuando factores imponderables o que limiten el éxito de la
inversión estén retrasando los cronogramas. En otro ámbito se establece libertad para el comercio
y la compra de insumos, sin que el capital externo este obligado a comprar materias primas
Chinas. Así, las empresas pueden seleccionar entre proveedores locales o externos.

Existe plena libertad para remitir utilidades al exterior u otros recursos remanentes en la
eventualidad que la empresa sea liquidada. Por otra parte, se señala que los salarios y
remuneraciones generadas por trabajadores extranjeros en una empresa con capital externo
pueden ser remitidos al exterior luego de las retenciones del impuesto a la renta de las personas.
Respecto a la validez de la autorización, existe un plazo determinado que puede ser extendido
previo trámite y evaluación del Estado; dicho trámite no puede durar más de 30 días hábiles. Una
dificultad vigente se relaciona a medidas de orden cambiario que exige que todas las operaciones
se realicen mediante el Banco Central de la China.

Rusia

Rusia ha hecho un esfuerzo importante para atraer inversores extranjeros a través de la puesta en
marcha de reformas en temas clave como el sistema fiscal. El nivel de inversión extranjera va
aumentando año tras año y rebasó el techo de US$ 50.000 millones en 2005. Sin embargo, se
considera que, debido al potencial de Rusia, la inversión extranjera todavía se encuentra en niveles
que podrían crecer mucho más.

Legislación sobre Inversiones Extranjeras

La regulación básica está contenida en la "Ley de Inversiones Extranjeras en la Federación Rusa"


(LIE) de 1999, que contiene las siguientes garantías:

1. Los inversores extranjeros tienen los mismos derechos que los nacionales.
2. La nacionalización y la expropiación sólo son admisibles en los casos establecidos por la
ley y siempre con una compensación por el valor de la propiedad, aunque no se indica
plazo, método de valoración ni medio de pago y ha desaparecido el principio de
compensación "rápida, adecuada y efectiva" contenido en la LIE de 1991.

  29
3. Los inversores extranjeros deben ser indemnizados por cualquier perjuicio que les fuera
causado por las autoridades rusas.
4. El inversor puede disponer libremente de los beneficios para su repatriación, una vez
cumplidas las obligaciones fiscales.
5. Se respeta la adquisición de derechos sobre terrenos, otros recursos naturales, edificios
y otros activos inmovilizados, en los límites establecidos por las leyes de la Federación
Rusa.

Por otra parte, hay una serie de factores negativos para la inversión. Algunos problemas que
destacan analistas y agencias de información al inversionista son:

1. Inseguridad jurídica que hace imprevisibles los fallos judiciales y encarece los costos de
hacer negocios.
2. Deficiencias del sistema financiero que limitan el financiamiento local
3. Vulnerabilidad de la economía rusa a variaciones en el precio de las materias primas.

La principal novedad de esta LIE con respecto a la anteriormente vigente es la llamada cláusula
"Grandfather", recogida en el artículo 9, que otorga cierta protección al inversor frente a
modificaciones legislativas, principalmente en el ámbito fiscal, que supongan un empeoramiento de
las condiciones iniciales de la inversión. Solamente pueden acogerse a esta protección, por un
plazo máximo de 7 años, los proyectos de inversión de carácter prioritario y las empresas en que al
menos el 25 por ciento del capital sea propiedad de una persona física o jurídica extranjera.

Hay varios aspectos cuya interpretación queda a discreción de las autoridades. Así, es el Gobierno
quien debe definir y valorar qué es lo que se considera un empeoramiento en las condiciones
legales.

En materia de incentivos fiscales, si bien no existen con carácter general, hay que destacar que el
impuesto sobre utilidades de las empresas (24 por ciento), es uno de los más bajos de Europa y
las pérdidas de ejercicios anteriores son deducibles dentro de ciertos límites.

Rusia ha negociado con algunos países convenios para evitar la doble tributación y para prevenir la
evasión fiscal en materia de impuestos sobre la renta y el patrimonio. La ley tributaria representó
un paso importante en la adaptación del sistema tributario ruso a una economía moderna y dota a
ese país de uno de los regímenes fiscales teóricamente más generosos del mundo industrializado.

Aunque el impuesto a las utilidades es uno de los más bajos de Europa, muchos gastos no son
deducibles (los que no están directamente vinculados con la actividad), lo que aumenta la base
imponible. A este obstáculo en cierta medida encubierto, hay que añadir el impuesto sobre la
propiedad corporativa, que grava el valor de los activos en el balance, tanto los fijos como los
circulantes, con un 2.2 por ciento anual.

La necesidad de mantener el nivel de recaudación fiscal limita la posibilidad de creación de


incentivos fiscales e incluso eventualmente puede conducir a la desaparición de algunos de los ya
existentes.

Tras la abolición en Septiembre de 2001 de dos decretos presidenciales que concedían diversos
beneficios fiscales a los inversores extranjeros, el único incentivo en este ámbito es la posibilidad
de integrar al capital social de una empresa el valor de los bienes y equipos importados,
disfrutando de la exención de derechos de aduana y del IVA. Puntualmente, la aportación de
capital social efectuada en especie (bienes y equipos) está exenta de derechos de aduana.

Existe normativa adicional que limita o excluye la participación de inversión extranjera en ciertos
sectores. Entre los más relevantes están la Banca y Seguros donde se limita el capital externo y la
presencia de extranjeros en los cargos directivos de estas entidades. En Transporte Aéreo y

  30
Aviación se definen también limitaciones de modo que una empresa no tenga más de 25 por ciento
de capital externo y que los directores sean nacionales rusos. Otras limitaciones se aplican a las
inversiones en medios de comunicación y la generación eléctrica. Expresamente se prohíbe
también la propiedad, por parte de extranjeros, de territorio agrícola. El capital externo puede tener
propiedad de uso urbano para fines industriales, pero no tierras agrícolas rurales.

En suma, no obstante las limitaciones establecidas, allí donde es posible la inversión, esta goza de
importantes garantías como la igualdad de trato frente a la inversión local; la no confiscación; el
pago de dividendos a partir de las utilidades de la inversión y la libertad para remitir estos recursos
al extranjero. Lo novedoso e inclusive sujeto a calificarse de “avanzada” en países con visión mas
cercana al mercado es la garantía de estabilidad contra modificaciones legislativas, llamada
cláusula "Grandfather”.

Ecuador

En la década de los 90 Ecuador emprendió cambios para mejorar el contexto para la inversión
tanto local como externa. En 1998, la Constitución Política del Estado introdujo la igualdad entre
inversión nacional y extranjera, atendiendo el principio de no discriminación. Sin embargo, en la
actual Constitución, aprobada en 2008, se estableció que el Estado promoverá las inversiones
nacionales y extranjeras; establecerá regulaciones específicas de acuerdo a sus tipos, otorgando
prioridad a la inversión nacional. En consecuencia, se elimina el principio de no discriminación. Es
importante notar en la redacción que la priorización de la inversión nacional no se limita a las
acciones de promoción, sino a regulaciones específicas también.

Usualmente, desde el punto de vista del interés de atraer capital, el sentido evolutivo de este
concepto pasa primero por la no discriminación entre el capital local y externo para luego llegar al
principio de “nación más favorecida” por el cual, el país se compromete a conceder un trato similar
al que otorgaría a su contraparte más favorecida. Es dentro los límites de ese marco conceptual
que se podría calificar que lo establecido en la nueva constitución es un retroceso. Claro está que
también el concepto obedece a la visión desde la inversión privada externa, exclusivamente.

Actualmente, Ecuador cuenta con una Ley de Promoción y Garantía de Inversiones de 1997, que
todavía continua vigente. Dicha ley establece garantías a la inversión extranjera directa en: a) libre
transferencia al exterior de las utilidades netas que haya generado una determinada inversión
registrada y b) libre remisión de los recursos que se obtengan por la liquidación total o parcial de
las empresas en las que se hayan realizado las inversiones.

Adicionalmente, Ecuador cuenta con un Reglamento a la Ley de Promoción y Garantía de


Inversiones de 2001. A continuación se analizan los alcances de estas normas en relación a la
Estabilidad Tributaria y las Garantías.

Estabilidad Tributaria

La ley de Promoción y Garantía de Inversiones ofrece la posibilidad de que las inversiones


registradas se beneficien de un régimen de estabilidad tributaria, que se concede a titulares de
capitales superiores a los US$ 500 mil. A éstas se les mantiene la tarifa del impuesto a la renta por
10 años si se trata de empresas existentes y 20 años si se trata de nuevas inversiones destinadas
la producción. Es importante remarcar que la estabilidad es concedida a los titulares o accionistas y
NO así a las empresas que conforman la inversión.

Las inversiones pueden ser destinadas a diversos sectores con la exclusión de los relacionados
con las llamadas áreas estratégicas del Estado que normalmente se relacionan a seguridad,
equipos y armamentos bélicos y otras industrias relacionadas.

  31
Garantías a la Inversión Extranjera

El Estado, a través de todos los organismos públicos, velará para que la inversión nacional y
extranjera se desarrolle con toda libertad y de acuerdo con las garantías establecidas en la
Constitución Política de la República.

Se dispone la transferencia al exterior en divisas libremente convertibles de las utilidades netas que
haya generado la respectiva inversión registrada. Lo anterior es positivo en cuanto a la libertad
cambiaria y de remisiones. Implica, sin embargo, la existencia de un registro previo de inversiones,
que debe ser realizado por el Banco Central, el que publica regularmente las inversiones
empadronadas. La obligación de registro no implica una atribución de autorización o aprobación de
la inversión a realizarse.

De manera opcional y por requerimiento del inversionista, se puede suscribir un contrato de


inversión que tiene el propósito de establecer concretamente los derechos que asisten al
inversionista conforme la legislación vigente. Este es un instrumento optativo que beneficia al
inversionista al fijar expresamente los derechos de éste y las obligaciones del Estado. La ventaja
de esta opción es que las condiciones establecidas en el contrato permanecen fijas, aún cuando
ciertos parámetros puedan ser modificados en la norma general.

Se garantiza la libre remisión de los recursos que se obtengan por la liquidación total o parcial de
las empresas en las que se ha realizado la inversión o por la venta de las acciones, participaciones
o derechos adquiridos por la inversión efectuada, previo el pago de los impuestos de Ley.

Igualmente se garantiza la completa libertad para negociar la inversión registrada en el país. Ello
implica la transferencia de la misma a terceros inversionistas, de acuerdo a los intereses de las
partes. Se reconoce la libertad para acceder al sistema financiero nacional y el mercado de Valores
para obtener recursos de créditos a corto, mediano o largo plazo, así como para la apertura de
cuentas bancarias.

En el reglamento de la ley de inversiones se fija la no expropiación sin indemnización. Se establece


que ni la inversión, ni el proyecto, ni las acciones o participaciones de la empresa receptora de
propiedad del inversionista se expropiarán o nacionalizarán directamente, ni indirectamente
mediante la aplicación de medidas equivalentes a la expropiación o nacionalización, salvo que ello
se efectúe con fines de interés público, de manera equitativa y mediante pago de una
indemnización pronta, adecuada y efectiva y de conformidad con el debido procedimiento legal. Es
decir, se respeta de manera general la propiedad privada y con excepción se procede a la
expropiación por razones extraordinarias y previa compensación y debido proceso. Expresamente
la ley prohíbe la confiscación.

Se garantiza el libre acceso al mercado de divisas para atender las necesidades de desarrollo y
cumplimiento de las garantías. Valga la pena señalar que actualmente el dólar americano es la
moneda de curso legal.

Se concede estabilidad tributaria según las normas y condiciones determinadas en la Ley. Se


entiende estabilidad como el mantenimiento, por un periodo determinado, de la alícuota existente
en el impuesto a la renta de las personas (naturales o jurídicas) titulares de las inversiones.

En cuanto a las controversias, esta Ley reconoce los tratados y convenios en materia de protección
de inversiones, sean estos suscritos con otros países u organizaciones multilaterales. Igualmente,
se reconocen a tribunales arbitrales internacionales de los cuales Ecuador sea parte.

  32
Expresamente la ley encarga a las reparticiones estatales la suscripción de acuerdos que cubran
riesgos como inconvertibilidad, suspensión de pagos al exterior y doble tributación.

En resumen, lo que se tiene es una ley con varios alcances de importancia para estimular la
inversión. Pero al mismo tiempo se tiene una Constitución con retornos a esquemas preferenciales,
que desde el punto de vista del capital externo son discriminatorios. A lo señalado, corresponde
sumar las decisiones de hecho y un discurso político confrontacional. Por ejemplo, las advertencias
lanzadas a las empresas petroleras en el sentido de que “invierten o se van” sin tomar en cuenta la
lógica de los proyectos y la pertinencia del gasto de capital en función de la rentabilidad esperada.
En consecuencia, las señales son mixtas y usualmente ese tipo de escenarios tienen efectos sobre
la inversión.

CUADRO 5
ECUADOR: INVERSION EXTRANJERA DIRECTA NETA
(En porcentajes y Millones de dólares)
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
IED (US$ MM) 538,6 783,3 871,5 836,9 493,4 270,7 194,4 993,2
IED / PIB (%) 2,53 3,15 3,04 2,56 1,33 0,65 0,42 1,82
Fuente: CEPAL

En el Cuadro 5 se muestra la evolución de la IED entre 2001 y 2008 y es posible notar bajos
niveles de capital respecto al PIB y una tendencia al estancamiento con cifras cercanas a cero
como en 2007.

El Cuadro 6 resume las medidas que éstos países han adoptado en materia de promoción de
inversiones y refleja que aún en los casos menos cercanos al mercado, al capital y su libre flujo,
existen importantes definiciones de impulso al sector privado y las inversiones.

  33
CUADRO 6
COMPARACIÓN DE MEDIDAS PARA LA PROMOCIÓN DE INVERSIONES EN LOS PAÍSES SELECCIONADOS
Medida Nicaragua China Rusia Ecuador
Existe Ley de Inversiones Aprobada en 2000. Si Si Si, pero fue modificada de hecho por
la Constitución, eliminando el principio
de igualdad.
Enfoque de la Ley Predominio de libertad para la Hacia la apertura. Apertura con limitaciones. Existen A la apertura al capital externo.
inversión varios sectores donde no es permitida
la Inversión Externa
Garantía para libre Existe No plena, se requiere que toda Si Si. Además la moneda de curso legal
convertibilidad transacción sea por intermedio del es la divisa de EEUU.
Banco Central y ello puede traer
implicaciones.
Garantía para Remisión de Existe Existe Existe Existe, establecida en la ley de
Utilidades, dividendos y inversiones.
pago de deudas

Existe confiscación de la No. No No No.


propiedad privada
Existe expropiación Excepcional bajo ley, por necesidad Si, excepcional Excepcionalmente, previa Excepcional, con fines de interés
pública y previa compensación compensación público, previo pago de indemnización.

Se obliga a la reinversión de No No No No
utilidades

Se reconocen los seguros SI. Cuando están respaldados por Si Sin información Sin información
para inversiones (riesgos no tratados internacionales que el país ha
comerciales) suscrito.

Controversias y Arbitraje Se reconoce el arbitraje internacional y Si Si Se reconoce los convenios de


cuando Nicaragua sea parte de protección de inversiones. Se
convenios. reconocen a tribunales arbitrales
internacionales
Autorización Previa para la No existe, este requisito fue eliminado Si. No No, pero existe el registro previo, con
Inversión de la legislación fines estadísticos y de seguimiento.

El inversionista está NO. Existió el requerimiento pero fue No, pero se controla el plan No Voluntariamente, puede suscribir un
obligado a firmar contratos derogado. presentado por éste. contrato que identifique claramente
con el Estado sus derechos y éstos no sean
desconocidos por cambio de
normativa general.
Igualdad de Trato entre Si. Si Si No. La nueva constitución discrimina a
Inversión Externa y Local favor de la inversión local.

Trato de Nación Más No No Sin información No


Favorecida
Enfoque Exportador para la SI. A pesar del gran tamaño del Si No es explícito
Inversión Extranjera mercado.
Incentivos fiscales No explícitos Exención Tributaria Limitados Limitados
Norma Laboral El empleador puede reducir personal, Relativamente flexible y vulnerada en No se cuenta con información
cumpliendo con la ley y notificando 30 varios sectores que fundan su suficiente.
días antes. competitividad son el la estrategia de
bajas remuneraciones y excesos para
obtener productividad.

Estabilidad Normativa Relativa Relativa Cláusula Grandfather. Garantía de Específicamente se concede


estabilidad. estabilidad tributaria, para inversiones
mayores a US$ 500 mil.

Existe un conjunto de criterios favorables para la inversión (interna y particularmente externa), que
están vigentes en países que no son los que mayor tradición de apertura acreditan. Se argumenta
que este conjunto de alcances deberían estar dentro un mínimo necesario para emprender un
conjunto de políticas para impulsar la inversión nueva o preservar la existente. Pero la
disponibilidad de un marco legal apropiado que defina un régimen flexible y favorable a las
inversiones parece no ser suficiente en la mayor parte de las economías. Particularmente, se
requiere sintonía de la norma con políticas económicas coherentes además de un esquema de
asignación de responsabilidades y coordinación público-privada. Así, el marco jurídico puede ser
aprovechado, como también los esfuerzos de todas las partes, incluyendo la cooperación
internacional, los gobiernos sub nacionales, los emprendedores y muchas otras instancias no
gubernamentales.

  34
V. Consideraciones finales para una política de inversiones en Bolivia

La situación de excedentes de liquidez en el país refleja dificultad en la colocación de recursos


debido a combinación de factores que limitan la demanda de crédito y por lo tanto la baja
disposición para realizar inversiones. El contexto está determinado por las decisiones
gubernamentales, las políticas económicas que no siempre acompañan los objetivos para la
inversión y la incertidumbre. Por otra parte, dentro los alcances de la elaboración de las 100 leyes
que reglamentarían la NCPE, se citan dos normas referidas a la Inversión: la primera se
concentraría en la inversión privada con capital local y la segunda hará más énfasis en el capital
externo. En el marco de lo señalado, en esta sección final pretende contribuir con insumos para el
trabajo de dichas normas.

1. La decisión de contar con una normativa que busque impulsar la inversión es un primer paso
importante. En el caso de Bolivia esto ya ha sido manifestado en la propuesta de Plan de
Gobierno y por lo tanto es un avance de definición clave. Lo que sigue es el enfoque de la
norma. Se argumenta que la norma debe cumplir el objetivo de movilizar la inversión nacional y
la inversión extranjera. En la tradición de muchos países, el enfoque de estas leyes ha sido
particular en el capital externo; sin embargo, aquí se considera pertinente desarrollar una sola
norma con dos grandes partes. Una referida a la inversión nacional y la otra a la externa.
Deben existir sinergias y complementariedad entre el capital externo y el domestico. Entonces,
por esa razón y por la necesidad de sintonizar políticas, la propuesta es una sola norma que
defina políticas y acciones coordinadas.
2. El enfoque predominante será a la apertura al capital externo y la protección de la inversión
sea local o externa. Se reconocerá que la labor del sector privado, sea con capital local o
externo, es indispensable en la consecución de la prosperidad. Se conviene que el rol de las
diferentes formas de organización privada, que pasan por la empresa, la cooperativa o
finalmente la economía comunitaria, es importante. El reconocer lo señalado abre paso a
considerar igualmente la necesidad de que estos tipos de economía crezcan en base a
inversión. La ley debe también hacer explícita su visión exportadora y para ello, establecer
disposiciones que faciliten el comercio exterior.
3. Mucha de la inversión local y extranjera requiere de mercados ampliados para poder
desarrollarse. Por consiguiente, una ley de inversiones debe dar señales inequívocas en el
sentido que el Estado y el sector privado priorizarán la construcción y actualización de políticas
de inserción internacional comercial. Un importante avance institucional en la materia será
establecer en la ley (no necesariamente la de inversiones) la creación de una instancia de
coordinación público – privada que le de vida e impulso permanente a la estrategia de apertura
de mercados.
4. En cuanto a los recursos externos, partiendo de la lectura de que lo que más ha atraído capital
al país han sido los recursos naturales y que una apuesta exclusiva en ellos tiene riesgos,
habrá un esfuerzo particular por diseñar normativa y políticas para atraer capital internacional a
otras áreas como la industria, las manufacturas, la apropiación de tecnología y los procesos
intensivos en mano de obra, con un enfoque exportador. Es importante anotar que lo
argumentado es consistente con las limitaciones al capital externo en cuanto a su participación
en la explotación de recursos naturales, alcance explícitamente declarado en la NCPE.
5. Se propone establecer en la ley la preferencia por el capital local en el marco de las acciones
de promoción solamente. Así, se cumple con el mandato constitucional. Sin embargo, también
se propone establecer que para efectos de desarrollo de políticas, incentivos e inclusive
regulación y penalizaciones, prevalezca el principio de no discriminación y de trato de “nación
más favorecida”
6. La primera señal de amplitud de la norma será la definición más amplia de inversión, de modo
que el concepto no se limite al aporte de capital en efectivo, sino en valores, activos como
maquinaria y equipos, conocimientos, tecnología, derechos contractuales, propiedad

  35
intelectual, franquicias, licencias y otros activos que son de valor y relevantes para cada
negocio.
7. Se estimulará la atracción de capital externo que sea capaz de integrarse a la economía
interna, genere empleo, se articule con proveedores locales y contribuya al desarrollo de
conglomerados. Sin embargo, estos alcances no deben dar lugar a procesos de autorización
previa por parte del Estado. Bastará que la inversión externa cumpla con todas las
regulaciones que son efectivas para la inversión interna. Es decir, que cumplan con la ley de
aplicación general en cada ámbito administrativo.
8. Se garantizará un mínimo de estabilidad normativa que el Estado esté en condiciones de
cumplir y que sea aplicable a la inversión externa y la local. Es importante explicitar estos
compromisos y posiblemente copiar el método de contratos voluntarios para perfeccionar estas
garantías es un avance en certidumbre. Se ha verificado que aún en los países estudiados en
la sección anterior existen este tipo de mecanismos que deberían ser tomados en cuenta en el
país. Estos contratos tienen la finalidad de promover inversiones nuevas y mediante ellos el
Estado garantiza a los inversionistas que si durante su vigencia se modifica en forma adversa a
éstos alguna de las normas que haya sido identificada en los contratos como determinante de
la inversión, ellos tendrán derecho a que se les continúe aplicando las normas iniciales durante
el termino de vida del contrato.
9. Las garantías al derecho propietario son esenciales para la inversión. Estas deberían estar en
la ley de inversiones. Se debería definir con certeza los conceptos que condicionan la
propiedad como la “función social y económica”. Es importante conocer cómo se valorará este
cumplimiento, qué instancia se encargara del mismo, y qué mecanismos se podrán en
funcionamiento para la apelación de decisiones cuando los propietarios consideren que sus
derechos han sido afectados. Ligado a todo esto está la reglamentación del artículo de la
NCPE que establece que las empresas cerradas sin justificación podrán pasar a manos de los
trabajadores. Es claro que el cierre de una empresa, con la consecuente liquidación de
obligaciones a todos sus acreedores, no puede implicar una merma del derecho propietario de
sus legítimos dueños. Lo que se señala en el texto constitucional debe sujetarse a derecho y
debe prevalecer lo que se disponen en procesos específicos para liquidación o quiebra de
empresas. Finalmente, debe respetarse la libertad que tiene todo propietario para decidir
libremente si enajena o no la misma y si lo hace a favor de trabajadores u otros inversionistas.
La protección a otras formas de propiedad industrial e intelectual es igualmente importante.
10. La libertad cambiaria es otro aspecto que debe ser parte de las garantías. En sujeción a
disposiciones de aplicación general, los inversionistas locales y externos deben poder realizar
transacciones para traer capital o para eventualmente sacarlo al exterior. Pero también,
libertad cambiaria significa la disponibilidad para mantener cuentas en moneda local o
extranjera en el sistema bancario. Es importante evitar controles y asignación de divisas desde
el Estado y finalmente, es relevante declarar cuando menos como objetivo, mantener un tipo
de cambio competitivo. Esto no solamente ayuda al sector exportador, sino que protege a la
producción nacional de la invasión de productos extranjeros que al final se traducen en menos
producción y empleo nacional.
11. En el caso de la libertad de remisión de utilidades, la ley debe reglamentar el artículo 351 de la
NCPE de modo que se reduzca el desincentivo a las inversiones. Un primer alcance deviene
de la redacción del texto constitucional donde se apelará a que el texto no expresa que la
“totalidad” de las utilidades deben ser reinvertidas. Caso contrario, el resultado previsible es
muy negativo.
12. Otra garantía es la libertad operativa en el marco de la ley, evitando restricciones a la
comercialización interna y externa, así como la fijación de precios desde el Estado. Tal como
se argumentó en paginas anteriores, las intervenciones en los mercados tienen efectos
transitorios y no son soluciones a problemas estructurales. En toda economía existen precios
sensibles, como de los productos de primera necesidad y los servicios públicos donde se
pueden incorporar sistemas tarifarios que sean claros y respetados. Estos sistemas deben ser
observados por instancias regulatorias independientes y considerar que las señales de precios
son relevantes para soluciones de largo plazo como las inversiones. Precios artificialmente

  36
reprimidos en el largo plazo indican que esas actividades no son aptas para inversiones y el
resultado final es el estancamiento o retroceso de la oferta.
13. En lo judicial, se debe garantizar el acceso a tribunales imparciales para la solución de
controversias asociadas a la producción y los emprendedores. Una medida necesaria es crear
las judicaturas especializadas en materia mercantil y financiera. Donde no existe esta
especialidad, regularmente las soluciones pasan por el ámbito civil que es diferente y requiere
de periodos muy largos de litigio.
14. Otra garantía importante es la referida a la competencia leal. Es decir, que el Estado se
compromete a realizar los esfuerzos para evitar los problemas de conductas anticompetitivas
en todos los operadores, incluyendo a empresas estatales. Nada impide acciones de
subvención de parte del Estado a consumidores, acciones de distribución del ingreso y
búsqueda de equidad económica. Sin embargo, es importante que todas estas acciones se
realicen desde los ámbitos pertinentes que no son las empresas estatales. Dentro estos
alcances, la política de competencia leal debe considerar el efecto pernicioso del contrabando,
sobre muchas actividades económicas de pequeños, medianos y grandes productores.
15. Se considera que se debe reconocer instancias arbítrales independientes y externas, que sean
apropiadas y con las que el Estado y la inversión se sientan cómodas. El definir que solo
prevalecen los tribunales locales puede ser que no impacte sobre disputas donde no esta el
Estado como parte. En contraste, cuando existe la posibilidad de que sea parte, el impacto de
la falta de independencia será siempre negativo sobre la inversión.
16. Es importante el acceso y reconocimiento de seguros locales o externos para riesgos que no
sean de mercado. La historia del país es el antecedente real que devela los riesgos no
comerciales de invertir en Bolivia. Existe un pasado con turbulencia política, de debilidad
institucional, de incertidumbre y decisiones que han afectado a los capitales. Bolivia
posiblemente no está entre los destinos más estables en cuanto a estos riesgos y por ello, este
tipo de seguros tienen un papel importante a la hora de atraer capital.
17. Se requiere equilibrio en la normativa laboral y su reglamento procesal. Es importante
contrapesar el objetivo legítimo de proteger al trabajador con aquel de preservar e impulsar la
creación de trabajo. Ambos fines pueden balancearse para lograr un resultado de ganancia
para todas las partes. Por lo contrario, un sesgo demasiado fuerte en cualquier dirección
generará como resultado menor empleo e informalidad, donde el trabajador no tiene ningún
tipo de protección. Se debe establecer la capacidad de negociación entre empleadores y
empleados para fijar como salarios, incrementos a éstos, beneficios, incentivos y
participaciones en utilidades. Todo bajo el marco de la simetría en información y poder de
negociación con supervisión estatal
18. Se debe garantizar un mínimo de predictibilidad en materia tributaria que incluso puede llegar a
plasmarse en garantías de estabilidad temporal a cambio de contribuciones importantes en
materia de inversiones, generación de empleo y/o responsabilidad social empresarial. Debido a
la soberanía fiscal de los Estados, no se puede llegar al punto de comprometer en una ley (de
aplicación general) ciertos niveles tributarios o la capacidad de establecer -conforme a la
Constitución- nuevos impuestos. Entonces, de lo que se trata es de abrir en la ley la posibilidad
de que el Estado pueda conceder estabilidad de manera individualizada, pública y abierta,
luego de la aceptación de compromisos entre inversionistas y Estado. También, dentro este
alcance debe inscribirse la declaratoria de que el Estado hará los esfuerzos permanentes para
la suscripción de convenios internacionales que eviten la doble tributación.
19. Se requiere de equilibrio en las relaciones contractuales y decisiones de desvinculación
laboral, en el marco de priorizar las condiciones generales para la preservación y creación de
nuevas fuentes de trabajo. Se debe evitar la inflexibilidad extrema que desincentiva la creación
de empleo formal y digno.
20. Debe prevalecer la libertad de definición de estrategias empresariales y planes internos. El
Plan Nacional de Desarrollo no puede llegar a sustituir las decisiones empresariales pero
puede ser un señalizador claro de la visión de desarrollo del país para que el sector privado
pueda sumar esfuerzos en la misma dirección. Al respecto el artículo 316 de la NCPE en su
inciso 9 define que el plan elaborado por el Estado, es de cumplimiento obligatorio para todas
las formas de organización económica, lo cual introduce un esquema de planificación

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centralizada del desarrollo, práctica que a pesar de las buenas intenciones ha demostrado ser
un fracaso en países socialistas y comunistas. No todas las oportunidades de inversión y
desarrollo pueden ser percibidas en una instancia centralizada y tampoco los riesgos
inherentes. Entonces, el argumento es que nada sustituye a la capacidad del ciudadano para
poder identificar estos criterios y aprovechar las oportunidades emergentes. Una alternativa es
definir que las directrices más amplias y orientaciones generales emitidas en el Plan sean
cumplidas por el sector público y sean de orientación para el sector privado, de modo que no
se incurra en el error de tratar de hacer empresas desde una instancia estatal.
21. Se debe garantizar que el Estado establecerá los incentivos para la articulación entre las
diversas formas de organización económica a efectos de dar paso, en el tiempo, a una sola
forma integrada, articulada, interdependiente, equitativa y con impacto social. La idea es que
como meta se fije crear una sola economía fuerte, competitiva y solidaria para que
gradualmente las diferencias desaparezcan. Integrar a la economía implica generar unidad
también en lo social.
22. Se debe permitir que existan acciones de promoción de inversiones, particularmente desde los
niveles sub nacionales; municipios y prefecturas. Lo señalado implica, entre otras cosas, cierto
grado de autonomía para la concesión de incentivos fiscales en los gobiernos sub nacionales.
Los límites y condicionantes deben establecerse en las normas específicas de finanzas
públicas. En lo que compete a una norma de promoción de inversiones, bastará que se declare
la posibilidad de que a nivel local se pueda contar con esta herramienta de promoción.
23. Se debe garantizar la disposición para el desarrollo de acuerdos internacionales de protección
de inversiones y respeto a los mismos. Este es un aspecto importante para estimular el capital
externo en el país. Lo importante es negociar los mismos en las mejores condiciones posibles
y hasta el punto en el que el Estado esté en condiciones reales de cumplirlos. Tener acuerdos
sin voluntad política para cumplirlos es peor que no tenerlos, puesto que la negación implica
una vulneración de la fe del Estado que contamina otros ámbitos de las relaciones bilaterales o
multilaterales.
24. La vulneración a la propiedad productiva se ha dado desde la propia sociedad y mediante
mecanismos “de hecho”. Es el caso de la propiedad sobre activos en minería, la propiedad
agrícola e inclusive la propiedad urbana. Ante esto, se requiere de una Garantía de protección
y resguardo físico de las inversiones para evitar los avasallamientos y tomas ilegales.
25. La ley debe establecer como principio el objetivo de reducir la informalidad. Se argumenta que
esencialmente no se trata de un problema de desacato a la Ley y por lo tanto la solución no es
de fiscalización ni punitiva. En la mayor parte de los casos se trata de un problema económico
que limita la capacidad de los pequeños emprendimientos para funcionar en el marco de la
formalidad y por lo tanto, la solución pasa por programas y acciones que ayuden a que los
pequeños crezcan y logren enfrentar la formalidad sin que ello represente la muerte del
emprendimiento.
26. En sintonía con lo anterior se argumenta que la Ley debe enunciar la necesidad de reducir la
burocracia y los costos asociados para que una mayor parte de emprendimientos pueda
formalizarse. Los procesos y erogaciones asociadas a la creación de nuevas empresas deben
ser más cortos y sencillos.
27. El proceso de cierre de una empresa debe ser claro y expedito. Al respecto se presentan dos
alcances importantes. El primero es que se debe hacer lo posible para recuperar la capacidad
del emprendedor. A tiempo de la realización de una inversión existe la posibilidad de fracaso;
particularmente en el ámbito de la inversión interna, la realidad muestra que esto puede
conducir a situaciones que implican la penalidad formal o informal del emprendedor, de modo
que este ya no es elegible para nada en el futuro. En la materia es importante que se pueda
procesar una situación como la descrita distinguiendo la quiebra fraudulenta de aquella que no
lo es. En este último caso es ventajoso para la sociedad en su conjunto el poder recuperar la
capacidad emprendedora del individuo. El segundo alcance tiene que ver con los
procedimientos para el cierre de empresas que no necesariamente estén en situación crítica.
Sobre esto, la ley definirá nuevamente principios y será la norma específica como el Código de
Comercio el que establezca y plasme estos procedimientos expeditos.

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28. En lo institucional Bolivia no cuenta con una entidad especializada en la promoción de
inversiones. Luego del análisis respectivo que determine la pertinencia de una sola entidad
nacional o varias con autonomía regional, la norma debe establecer la creación de un brazo
operativo de la estrategia de promoción de inversiones. Resultaría muy importante establecer
alguna presencia privada en este tipo de organismos, particularmente al nivel de orientación y
definición de estrategias antes que de gestión.

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