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Por otra parte, es explicable. Andando en busca de la propia gloria y ocupa- dos en recibirla unos de otros, no buscan la gloria que viene del Dios tnico (v.44), Jesis, que ha sido investido con las funciones de juez (v. 22), no puede ejercer el papel inferior de acusador. Quien acusara a los judios ante Dios ‘sera el mismo Moisés, en quien ellos han puesto su esperanza. Porque Moi- ‘865 escribid acerca de Jestis proponia (Gn 3, su salvacién. Los profetas habian sido autorizados de antemano por Moisés (Dt 18,15). Moisés, pues, domina toda la Escritura, y quien cree en Moisés deberia creer en quien realiza las obras anunciadas por el gran Legislador’ “...para que crean que Jess es el Mestas, el Hijo de Dios, y creyendo tengan vida en su nombre” (20,31). INTRODUCCION AL EVANGELIO SEGUN SAN JUAN 2do y 3er SIGNOS SEGUNDO SIGNO: LA CURACION DEL HIJO DE UN FUNCIONARIO REAL (4,43-54) je muy discutido entre los comentadores, pues no hay acuer- I mismo milagro narrado en los sindpticos (Mt 8,5-13; Le 7,1- 10), © bien es otro, parecido, Nosotros tomaremos la segunda opinién de que se trata de dos situaciones y dos personajes parecidos, pero diferentes: un centurién romano (Mateo y Lucas), y un funcionario del rey (Juan). En el relato de Mateo y de Lucas, Jesus esta en Cafamauin; en el de Juan, Jesiis esta a unos 40 kilémetros de distanc! El pasaje presenta dos secciones: El regreso de Jesiis a Galilea (w. 43-45). La curacién de un nitfo, una pedagogia de la fe (w. 46-54) 1, JESUS REGRESA A GALILEA (wv. 43-45) ‘Transourridos los dos dias entre los samaritanos, Jesus parte para Galilea, donde es recibido gozosamente por los galileos, que en Jerusalén habian visto todo lo que Jesus habia hecho. El v. 44 parece indicar el hecho de que los galileos (en este caso, los nazare- nos) hayan visto los signos que Jess habia obrado en Jerusalén los hace Participes también de la actitud de los jeros 10S: creyeron en Jess a causa de los signos, pero su fe era débil y quebradiza, tanto que Jesus no se 23-25). la recepcion que los galileos hicieron a Jesus debio ser entu- siasta pero carente de profundidad espiritual: su fe se apoyaba en los signos y creian porque habian visto portentos (4,48); su fe no habia llegado todavia ala madurez de “creer sin ver" (of. 20,28). Y asi como a la mencién de los INOS, siguid la presentacién de un personaje concreto, Nicodemo si aqui, después de aludir a los galileos en general, se presen- ta el caso particular de un funcionario regio. “LA PATRIA DE JESUS” ES EL PUEBLO JUDIO La pertenencia de Jesus al pueblo judio es un aspecto esencial en San Juan. Jesus, profeta-judio, es el salvador del mundo (49.19.42); Jesiis es un hom- bre que viene de Nazaret de Galilea (1,46; 4,43-44; 7,41); Jesus es el Me- sias nacido en Belén (7,42); Jess es conocido como el pintero judio (1,45; 6,42); Jess en sus muere por Su pueblo y por los en la pertenencia de Jesis al pueble del evangelio de Juan, judio cuestiona el llamado antijudaismo 2. LA CURACION DEL NINO, UNA PEDAGOGIA DE LA FE (vv. 46-54) . DIALOGO DE JESUS CON EL FUNCIONARIO (wv. 46-50a) y, Si quiere hablar de “lo ultimo”, es logico que lo haga hablando de un “uttimo dia’. Conclusién (v. 30) El discurso termina con una inclusién: alude al principio de la exposicion (v. 19) y al juicio que el Padre le ha encomendado a Jesus (v. 22). Ahora bien, ese juicio sera justo, porque brotard de lo que el Hijo escuche del Padre, en la mas estrecha unién de voluntades. Jestis hace siempre la voluntad’ del Padre que lo envio (Jn 4,34; 6,38; Le 22,42), 2. EL TESTIMONIO SOBRE JESUS (vv. 31-40) Jess ha mostrado pretensiones divinas: llama a Dios su propio Padre, ha- ciéndose igual a Dios (v. 18); se atribuye poderes que conciemen sdlo a Dios: el poder de dar la vida y'el poder de juzgar (w. 21-22, 26-27); se pro- one como sujeto de un honor divino (v. 23); se presenta como autor de resurreccién futura y juez de los destinos de toda la humanidad (wv. 29-30). eDe dénde 0 cémo justificar esas pretensiones? Partiendo de un principio cominmente recibido, Jess acepta que si da tes- a es el Padre quien ; 8,13-14.18; 10,25; 1, Testimonio de Juan Bautista (vv. 33-35) 2. Testimonio de las obras (v. 36) 3. Testimonio del Padre (vv. 37-38) 4, Testimonio de las Escrituras (vv. 39-40) 3. CONDENACION DE LOS JUDIOS (wv. 41-47) Estos versiculos explican por qué los judios no quieren reconocer a Jesus ‘como envviado del Padre: porque, en definitiva, su mala disposicién es hacia el mismo Dios y, por consiguiente, hacia Moisés. Si creyeran verdaderamen- te en Moisés, creerian en Jestis, pero el orguilo paraliza en ellos el amor de Dios. Jess ha venido en el nombre del Padre (v. 43). De él dni recibir una glorificacion adecuada (v. 41; cf haberlo recibido, pues viene de Dios El rechazo que han hecho de Jestis es signo de que “el amor de Dios” no habita en ellos. Por la ambigledad del genitivo, la frase puede indicar tanto ‘el amor de Dios hacia el hombre como el amor del hombre hacia Dios. amente puede ). Pero los judios deberian los hombres fueran atormentados, su esperanza esta llena de inmortali- dad" (Sab 3,2-4) La retribucion futura (vv. 25-29) “Llega la hora, y ahora es” (cf, 4,23). No se trata de promesas, sino de una realidad. No es cuestién de la resurreccién futura de los muertos, sino de un aso actual de la muerte a la vida. Oir la voz es sinénimo de creer. Por lo adquisicion de esa nueva vida depende de la fe en el Hijo de Dios. ia expresion guarda el sentido estricto de filacién divina. Y el Hijo puede vivificar a los muertos porque, como el Padre, también é! posee la vida como algo que le es propio, y ha recibido ademas el poder de juzgar. Es una nueva afirmacién de la igualdad de poderes, comunicados al Hijo por el Padre. Pero estos poderes los tiene Hijo de Dios, sit 9,35; 12,3188), 0 sea, el Jesiis histérico, en su co yos origenes y mision son trascendentes (cf. Dn 7, EI verso 29 es un texto importante sobre la suerte y los destinos futuros de los hombres. *Llega la hora’: se trata nuevamente aqui de un presente, pero ahora con matiz de futuro escatologico. Este versiculo afirma la universali- dad de la resurrecci6n, a la voz del Hijo del hombre, y la diferencia de des- tino segin la conducta personal: 0 una resurreccién de vida para los que hicieron el bien, o una resurreccion di esto es, de condenacién, para resurreccion de buenos y malos ijo no solo en su car Henoc 69,27), los que obraron el mal. La doctrina de habia sido ya afirmada por Dn 12,2 En el cuarto evangelio encontramos dos series de textos sobre la escatolo- gia aparentemente contradictorios. Unos textos presentan una “escatologia realizada’ (escatologia vertical). Juan habla en estos textos de una resurreccién ya realizada para el creyen- te por el hecho mismo de creer (5,24); de una posesion actual de vida eter- na (3,36; 4,14; 6,40) y, por lo mismo, de una liberacion de la muerte: el que cree no morira jamas (6,50; 8,51-52; 11,26). Por oposicién, el que no cree ya esta juzgado (3,18), on d indeterminado (6,39.40.44.54; 11,24), que coincidi 10 juicio que tendré lugar igualmente “en el ultimo dia” (5,28-29; 12,48). jias no se oponen, sino que obedecen a diferentes con- sideraciones, a diversos angulos de contemplacion del misterio del hombre ante Dios. Una y otra son complementarias: la escatologia realizada penetra en “el misterio de vida" que se produce en el hombre al contacto actual y directo con Jesis, el Hijo de Dios, fuente de vida; la escatologia futura, he- redada de Daniel, sitéia su contemplacién en la dimensién de nuestro tiempo Jesis se encuentra en Cana, donde habia convertido el agua en vino (2,1- 11). Se menciona la misma ciudad en 2,11 y 4,46. Podemos descubrir un | entregamos los acontecimien- plan literario doctrinal querido por el aut tos entre Cana y Cana Un funcionario real al servicio de Herodes Antipas, tetrarca de Galilea y de Perea, tiene un hijo enfermo en Cafamatin, a unos 40 kilémetros de distan- cia, El funcionario se presenta a Jesis y se hilvana un didlogo tipicamente juanino. Le ruega instantemente a Jestis que baje a curar a su hijo, que esta ‘a punto de mon. El imperfecto subraya la instancia de la peticion del padre, provocada por la gravedad del niio. Tiene fe en Jesus y por eso acude a él “Si no veis signos y prodigios, no creéis”, responde Jesus, y su respuesta, sube de ese gesto sencillo y angustioso a un nivel superior: la fe debe fun- darse directamente en Jesis, sin depender de sus milagros. De ahi el apa- jjante a la peticion de Maria en la boda de Cana (2,4). “Signos y prodigios’ se producen sélo en este lugar, tratandose del cuarto evangelio. Es una expresion frecuente en el AT (Dt 28,46; 34,11; Neh 9,10; 1s 8,18; 20,3; Jr 32,20-21). Aparece en Mc 13,22 y Mt 24,24 labra de Jestis, parece decir: "iCreed, aunque no vedi prodigios”! Se trata de una invitacién y un llamamiento al ‘fe profunda, una fe pura, una fe que no se apoye en la vista de prodigios, sino que vaya a la persona misma de Jesus (cf. 20,29). Jesiis exige fe en su persona, pero zbajo qué aspecto, bajo qué angulo, ba- jo qué consideracion? La respuesta brota del mismo relato (v 49-50). incionario, sin arredrarse ante el aparente rechazo, in bia hecho la madre de Jesus (2,4). Y ante la insistenci concede a distancia ta gracia solicitada. Notemos el lenguaj funcionario ruega a Jestis que baje “antes de que muera’” st no dice: "Tu hijo esta curado, ha sanado”, sino: "jAnda, tu hi En este “vive” hay un sentido profundo. El "vive" se opone al ‘morir” de los wy. 47.49 y es como un estribillo que se repite en los wy. 50.51.53. Dos ideas ‘opuestas entran en juego: morir y vivir, muerte y vida. Jesis aparece como el dador de la vida. b. LA SANACION ES OTORGADA (wv. 50b-54) ficial “crey6 en la palabra’ de Jestis y se marchd. Creyé sin ver. Deposi- plenamente su fe en él. Esta fe viva y robusta es la antitesis de la fe me- nos (3,23ss), de los galileos-nazarenos (4,44) y de signo de Bethesda, ce- inte, el funcionario emprende su regreso a Cafamaun. “Ya cuan- do bajaba’: es decir cuando el funcionario se encontraba ya en la bajada hacia el lago, a medio camino entre Cana y Cafamatn.

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