Você está na página 1de 2

Anamaricell Duran

Esta experiencia sucedi hace varios aos, para ser preciso, hace 15 aos, lo
recuerdo bien por el gran susto que esto nos provoc, recuerdo con claridad que
siempre sucedan cosas extraas en la casa, pero no queramos darle importancia
alguna, pero una noche todo fue distinto, eran aproximadamente las 12:30 cuando
todo comenz, empezamos a escuchar pasos en la azotea, sentamos que algo
caminaba sobre ella, al principio pensamos que era un animal, posiblemente un
gato, pero nos percatamos que eran pasos muy fuertes como para ser un gato, as
que decidimos ir averiguar qu estaba pasando, no les puedo mentir, tenamos
muchos miedo, mi madre y mis dos hermanas salimos de la casa por la puerta
principal, caminamos solo con la luz de una lampara que mi madre llevaba, ya que
estaba oscuro tanto la calle como el tejado, al dirigir la luz al tejado nos percatamos
de que no haba absolutamente nada en l, era muy raro ya que minutos antes
habamos escuchado los pasos claramente en ese lugar, mi madre no muy
satisfecha con lo sucedido prefiri ir por el agua para asustar al animal que estuviera
arriba, empezamos a aventar agua sobre el tejado, pero como no vimos ni omos
nada, pensamos que ya se haba ido, as que optamos por regresar a dormir, nos
acostamos y no haban pasado ni cinco minutos cuando volvimos a escuchar pasos
en el techo, se escuchaba claramente como alguien caminaba de un extremo a otro,
nos asustamos ms de lo que ya estbamos, no saba cmo reaccionar en ese
momento, nuestro miedo era demasiado, a pesar de nuestro temer empezamos a
rezar, aunque nos costaba pronunciar palabra alguna, mientras mis hermanas y yo
le pedamos a Dios que nos ayudara, mi madre empez a tirar agua bendita por
toda la casa, rezaba en voz alta, cuando termin, escuchamos un chillido que nos
asust ms de lo que ya estbamos en el segundo siguiente se escuch cmo algo
o alguien haba saltado pero sinceramente, se escuch ms como si alguien hubiera
despegado del techo, despus de esto, los ruidos desaparecieron, como si nada
hubiera sucedido. Al da siguiente cuando estbamos con los abuelos, les
comentamos todo lo sucedido, ellos bajo el asombro nos comentaron que eran
malos espritus que haban rondado por la casa. En esas fechas tena 17 aos de
edad, a pesar de que ya no hemos escuchado algo fuera de lo normal o similar a lo
que vivimos esa noche, sin duda alguna es una historia que nunca olvidaremos, ya
que no sabemos qu era lo que nos molestaba esa noche ni mucho menos qu
buscaba.

Você também pode gostar