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AUTORES:
LOPEZ REYES ALMA YURIDIA
MONROY ORTEGA OLIVIA
MUÑOZ ROJAS MONSERRAT
MODULO SEMESTRE
DISEÑO DE PROCESOS 8º
PROFESOR:
GALICIA RAMIREZ DELFINO
Los capítulos de este proyecto describen una operación unitaria industrial desde tres diferentes
perspectivas. Los primeros capítulos nos introducen al proceso en particular, sus
características y todo el equipo asociado. Los siguientes capítulos describen brevemente las
estrategias de control tradicionales. Y el último capitulo se concentra en la máxima eficiencia o
productividad de una operación unitaria; en otras palabras, la optimización. Así es la estructura
de este proyecto.
En varias industrias, calderas de vapor son usadas para proveer calor y/o energía a las varias
operaciones de un proceso. Las calderas consisten de quemadores (hogares) donde aire y
combustible son mezclados y quemados, un horno donde las llamas liberan su calor de
combustión como el combustible es quemado, dentro de los productos de la combustión, y un
sistema de agua que recibe el calor generado por la combustión.
Una buena eficiencia de combustión depende de tres T’s (tiempo, temperatura y turbulencia); el
combustible necesita tiempo para hacer contacto con el aire, necesita tener una temperatura de
ignición, y necesita turbulencia para atravesar la mezcla de cada molécula de carbón para
encontrar dos moléculas de oxigeno para formar CO2. Bajo unas condiciones perfectas de
combustión, cada libra de carbón produciría 3.67 libras de CO2.
La alimentación de agua debe ser tratada previamente para prevenir daños y accidentes en la
caldera.
Objetivos Globales:
Objetivos Específicos:
COMBUSTION
Para que haya combustión es combustión es necesario que exista, entonces, un cuerpo que
quema llamado combustible y el oxigeno que recibe el nombre de comburente.
En el hogar de una caldera la combustión se realiza entre el carbón, la leña, el petróleo o el gas
con el oxigeno del aire que penetra por la puesta del cenicero, El cilindro de un automóvil que
funciona con nafta y el oxigeno del aire que penetraron al cilindro durante la carrera de
aspiración. En la cocina domiciliaria de gas, la combustión tiene lugar entre el gas que sale del
mechero y el aire ambiente.
En el motor de Diesel la combustión tiene lugar entre el combustible finamente pulverizado, que
se inyecta al final de la carrera de compresión, y el aire aspirado durante el tiempo de
aspiración y comprimido durante la compresión.
No debe olvidarse que, para que pueda iniciarse la combustión es necesario que exista una
temperatura suficientemente elevada, que depende del combustible, llamada temperatura de
ignición. El solo hecho de poner en contacto carbón con el aire no basta para que aquél
queme, si no que habrá que acercarle una fuente a elevada temperatura o puede ser la llama
de un quemador. En el cilindro del motor de nafta la combustión se inicia con la chispa que
salta entre los electrodos de la bujía; en el motor Diesel la fuente de calor esta constituida por
el aire fuertemente comprimido durante la segunda carrera del ciclo.
Para quemar un combustible, se necesitan, entonces, dos cosas: calor y aire. El calor gasifica
el combustible -ningún combustible quema antes de haberse convertido en gas- y el aire le
proporciona el oxigeno.
Que ningún combustible queme antes de gasificarse puede ilustrarse tomando como ejemplo
una vela. Si ésta no tiene mecha y tratamos de encenderla acercándole un fósforo sólo
conseguiremos derretir parte de lamisca, pero no se lograra inflamarla, pues el calor que
entrega el fósforo es pequeño comparado con la masa de la vela y no logra vaporizar el sebo.
En cambio si se le agrega una mecha, del sebo que funde al acercar el fósforo, asciende por la
mecha una cantidad tan pequeña, comparada con el calor que entrega el fósforo, que alcanza
a vaporizarse y a quemar, entonces, con relativa facilidad. Luego la combustión del sebo
desarrolla suficiente calor para que el proceso continúe.
El aire es una mezcla de oxigeno, nitrógeno y una pequeña cantidad de otros gases; por eso
puede decirse, sin cometer error apreciable, que el aire está compuesto solamente por oxigeno
y nitrógeno. De estos dos elementos, como ya se dijo, solamente el oxigeno participa en la
combustión; el nitrógeno es un gas inerte que no quema, llega al hogar, por ejemplo a 25°C y
sale del mismo a elevada temperatura transportando el exterior, en esa forma, cierta cantidad
de calor, lo cual es perjudicial desde el punto de vista del rendimiento del hogar.
1 m3 de aire contiene 0.210 m3 de oxigeno y 0.790 m3 de nitrógeno, o sea también 210 dm3 de
oxigeno y 790 dm3 de nitrógeno.
Veamos ahora a que productos dan origen al quemar cada uno de estos elementos:
Así por ejemplo, si se nos dice que la composición del combustible (fuel-oil) que se quema en
un hogar es la siguiente:
C…………..0.860 kg ó 860 g
H2…………0.140 kg ó 140 g
Total……. . 1.000 kg 1.000 g
860 x 2.67=2295.2 g de O2
2) el hidrogeno, se necesitan
140 x 8= 1120.0 g de O2
Sumando resulta que cada kilogramo de combustible requiere 3416.2 gramos de oxigeno o lo
que es lo mismo 3.416 kg de oxigeno.
Si se quisiera saber ahora el volumen de O2 necesario, esta podría determinarse utilizando los
valores que figuran mas arriba, B´ y C´ que se han calculado en base a las ecuaciones
químicas de reacción. Entonces, para quemar:
1) El carbono se necesitan
Como ya se dijo. La combustión en el hogar se realiza con aire. En el hogar deberá penetrar
por lo tanto, una cantidad de aire que contenga el oxigeno necesario para la combustión.
Esto es fácil de calcular gramos de oxigeno requeridos y los gramos de oxigeno que contiene
cada kilogramo de aire.
En le párrafo 1 vimos que cada kilogramo de aire contiene 230 g de O2 y como el ejemplo del
párrafo 2 había que enviar 3416.2 g de O2, la cantidad de aire en kg necesaria para quemar
aquel combustible se obtiene dividiendo a 3416.2, por 230 o sea;
Si ahora, lo que se quiere determinar es el volumen necesario de aire habrá que trabajar con el
volumen de oxigeno obtenido en la segunda parte del cálculo anterior y recordar que 1 m3 de
aire contiene 0.210 m3 de O2.
Entonces
No solo basta para tener una buena combustión disponer del combustible y del aire necesario,
si no que es importante que cada partícula o elemento de combustible encuentre la cantidad de
oxigeno que necesita para quemar.
Para ello debe existir una mezcla homogénea entre el aire y el combustible, lo que se consigue
finalmente en el caso de los combustibles gaseosos, líquidos o carbón pulverizado.
La cantidad de oxigeno y de aire determinada por el calculo, tal como se acaba de ver, recibe
el nombre de oxigeno y aire teóricamente necesarios, pues como veremos al estudiar hogares,
para poder quemar totalmente el kilogramo de combustible debe existir en el hogar mayor
cantidad de aire que la que resulta del calculo, o sea, debe haber un exceso de aire.
El exceso de aire depende no solo del tipo de combustible si no también del tipo de hogar.
El exceso de aire no interviene en la combustión, es aire que penetra en el hogar a la
temperatura ambiente de 25 0 30°C y sale por la chimenea, según el estado de funcionamiento
del hogar y tipo de caldera entre 170 y 300 °C.
COMBUSTIBLES.
En la tabla 1.1 se muestran los promedios globales de cada parámetro para el combustóleo
nacional.
Gasóleo Industrial
Este combustible tiene marcadas ventajas ambientales sobre las correspondientes a los
combustóleos nacionales, debido a que el contenido de azufre, nitrógeno, vanadio, sodio y
níquel, son menores en este combustible. Estos elementos están relacionados con la
generación de contaminantes y corrosión de los equipos en los procesos de combustión.
El transporte, almacenamiento, y atomización del gasóleo es mucho más fácil, debido a su más
baja viscosidad, lo que permite que se almacene y se transporte a los sistemas de combustión
prácticamente a la temperatura ambiente, representando un ahorro energético, al no tener que
utilizar vapor para el tanque de almacenamiento y las tuberías de transporte. Las
características físico-químicas del gasóleo mexicano se resumen en la siguiente Tabla 1.2.
El gas natural está formado principalmente por metano (CH 4 ) , con pequeñas cantidades de
etano (C2 H 4 ) y otros hidrocarburos saturados. Carece prácticamente de gas incombustible y
de residuos sólidos.
Combustóleo
El combustóleo llega a la planta por pipa y se descarga a un colector que lo conduce hasta el
depósito de almacenamiento. Para el transporte del combustóleo se emplea un sistema de
bombeo, que envía el combustóleo desde la recepción hasta el lugar para su almacenamiento;
posteriormente se envía al equipo para su combustión.
Gasóleo
El combustóleo debe estar a una temperatura de 40 a 45ºC para su bombeo sin problemas,
desde el punto de recepción hasta el depósito de almacenamiento y posteriormente hasta los
equipos donde se realizará la combustión.
Depósito de almacenamiento
Tuberías
El Rocío Ácido
Una de las medidas más importantes para aumentar el rendimiento de una caldera, es reducir
al máximo la temperatura de salida de gases. Para ello es necesario realizar intercambios
caloríficos entre dichos gases y los equipos recuperadores de calor.
Sin embargo una de las reacciones que se producen en la oxidación de un combustible es el S
(Azufre), con el O2 (Oxigeno) de la forma:
S + O2 − > SO2
Formando S O2 (Bióxido de azufre) que produce contaminación en el entorno del punto en que
es emitido (lluvia ácida), pero no crea problemas en hogares, conductos o chimeneas. Pero
como en la combustión participa un exceso de aire, el problema se presenta cuando el S O2 se
oxida nuevamente según:
SO2 + 1
2 O2 − > SO3
Y se transforma en SO3 Trióxido de azufre.
El SO3 y el agua líquida tienen una gran tendencia a combinarse; de tal forma que, a
temperaturas inferiores a la de rocío ácido, lo hacen rápidamente (en menos de un segundo),
según la reacción:
SO3( g ) + H 2O( l ) − > SO4( l )
Esta a su vez tiene una gran afinidad por el agua, de manera que aparecen soluciones de
ácido sulfúrico en agua de gran poder corrosivo.
Pequeñas cantidades de SO3 en los gases de combustión son suficientes para tomar agua de
los mismos gases y buscar un equilibrio del ácido formado, entre sus fases vapor (la cual no es
la corrosiva) y la líquida (la cual es corrosiva, al depositarse, de la forma que se verá, sobre las
superficies bañadas por los gases).
CAPITULO II.
CALDERAS
1. DEFINICION
Se entiende por caldera un recipiente cerrado destinado a producir vapor de agua a mayor
presión que la atmosférica, absorbiendo el calor que desarrolla en el hogar la combustión.
De acuerdo con el esquema de la fig. II.1, en una caldera se distinguen las siguientes partes:
1) El hogar con su parrilla, cámara de combustión, cenicero y altar.
2) La caldera propiamente dicha, compuesta de un cuerpo cilíndrico de chapa de acero
herméticamente cerrado y expuesto a la acción de las llamas y de los gases calientes.
3) El conducto de humos, que conduce a los productos de la combustión desde el hogar
hasta la base de la chimenea.
Fig II.1
2. SUPERFICIE DE CALEFACCIÓN
Reciben el nombre de superficie de calefacción de una caldera todas aquellas partes de la
misma que se encuentran de un lado en contacto con el agua y por el otro lado reciben calor.
La superficie de calefacción se mide del lado que recibe calor y se expresa en m2.
a) Superficie de calefacción directa.- Es la que por un lado está en contacto con el agua y
por el otro recibe calor directamente de las llamas.
b) Superficie de calefacción indirecta.- Es la que por un lado está en contacto con el agua
y por recibe el calor que le entregan los gases de combustión.
c) Superficie de calefacción total.- Es igual a la suma de las dos anteriores.
La superficie de calefacción de una caldera deberá ser lo suficiente grande para que los gases
estén bastante tiempo en contacto con ella para ceder la mayor cantidad de calor posible.
5. LA CAMARA DE AGUA
Es la parte de la caldera que durante su funcionamiento contiene agua. De acuerdo con su
contenido de agua se puede clasificar a las calderas en:
a) calderas de gran volumen de agua.- Se adaptan especialmente para aquellos casos en
que el consumo de vapor está expuesto a grandes variaciones. Están incluidas
principalmente en este grupo las calderas de cuerpo cilíndrico y las de hogar interior.
b) Calderas de reducido volumen de agua.- convienen para aquellas instalaciones donde
se requiere rapidez en la obtención de presión. La mayor parte de la superficie de
calefacción de estas calderas está constituida por tubos de poco diámetro que pueden
ser, tubos de humo o tubos de agua.
6. LA CAMARA DE VAPOR
Es el espacio que ocupa el vapor en la caldera. Se aumenta expresamente este espacio por
medio de un domo o cúpula llamado también colector de vapor.
7. LA SUPERFICIE DE VAPORIZACION
Es la superficie que separa, en cualquier instante, el espacio ocupado por el agua del que
ocupa el vapor. Podríamos decir que es la superficie libre de agua.
Fig II.2
Las calderas de este tipo pueden construirse de varios cuerpos cilíndricos, en cuyo caso
reciben el nombre de calderas de hervidores, las que estuvieron, años atrás, muy difundidas en
Europa.
En este caso el cuerpo cilíndrico superior comunica con otros cuerpos cilíndricos ubicado más
abajo como puede verse en la fig. II.3. Dichos hervidote tienen su eje longitudinal ligeramente
inclinado hacia atrás para facilitar el movimiento del agua. Los gases de la combustión siguen
el camino sinuoso indicado por la flecha, con lo que se aprovecha mejor el calor de la
combustión.
Fig II.3
Fig II.4
La formación del vapor se distribuye así más uniformemente dentro de la masa de agua. En la
fig. II:5, se ve a la caldera Cornovaglia que pertenece a este tipo y que se empleaba en
instalaciones de pequeña potencia. Consta de un cuerpo cilíndrico con uno o do tubos de fuego
cuyos ejes son paralelos al cilindro mayor, y dentro de los cuales se instalan sendos
emparrillados. Los gases de la combustión, que se desprenden de la parrilla, circulan hacia
atrás por el conducto de fuego y pasan luego a los canales situados debajo de la caldera,
llegan hasta el frente y penetran en los dos conductos laterales barriendo parte de la superficie
de la caldera antes de llegar a la chimenea.
En la fig. II.6 se ve a la caldera Galloway también del tipo cilíndrico con hogar interior. El tubo
de fuego se encuentra atravesado por tubos que permiten la circulación libre del agua,
aumentando así, además, la superficie de calefacción.
Fig II.5
Fig II.6
Fig II.7
a) De hogar exterior.- En la fig. II.9, se presentan en corte una caldera “Economic” de este tipo.
Una parte de su cuerpo cilíndrico está calentado directamente por las llamas; luego los gases
pasan por un primer grupo de tubos de diámetro grande, llegan a la caja de humo, cambian de
dirección y se dirigen a la chimenea pasando a través de un segundo grupo de tubos de
diámetro menor que los anteriores. La fig. II.11, permite darse cuenta mejor de la forma de esta
caldera.
Dichas calderas se fabrican también de tres pasos, tal como la que se indica en la fig. II.10.
Fig II.11
b) De hogar interior.- la fig. II.12, representa a la caldera marina tipo Scotch que se utilizó
desde el año 1914 en casi todas las naves de carga, pero que desde hace unos 30 años es
reemplazada por las tubos de agua en razón de su menor peso.
Consta esencialmente de un cuerpo cilíndrico cerrado por medio de dos placas que se unen
entre sí con barras de refuerzo para evitar las deformaciones que originan los grandes
esfuerzos.
Por ejemplo, en una caldera de este tipo cuyo diámetro fuese de 4 m, y u presión de
funcionamiento 15 Kg/cm2, el esfuerzo ejercido por el vapor sobre los fondos sería de
aproximadamente 1,800,00 Kg, valor bastante apreciable.
Los hogares interiores, en número de dos o más, del tipo de tubos de fuego son de chapa
corrugada, sistema Fox o Morison.
Estos tubos se encuentran fijados, por un lado, a la chapa frontal de la caldera y por la otra
extremidad a la cámara de humo donde desembocan los gases de la combustión.
Los gases que llegan a la cámara de humos debe atravesar el haz tubular antes de llegar a la
base de la chimenea situada en el frente de la caldera. Como en los tubos de humo los gases
se mueven en sentido contrario a los del hogar, estas unidades se conocen con el nombre de
calderas de retorno de llama o más correctamente de retorno de humo.
En estas calderas el nivel normal de agua debe fijarse de modo que a pesar de los
movimientos de la nave no queda al descubierto la parte superior de la cámara de humos, que
es el punto más elevado de la superficie de calefacción.
Otra caldera de tubos de humo y de hogar interior puede verse en la fig. II.13. Está destinada
para quemar petróleo, y constituye una unidad compacta montada sobre una base con todos
sus accesorios, lo que hace sumamente fácil su transporte e instalación. Esta caldera se llama
también de cuatro pasos porque los gases cambian cuatro veces de dirección como lo indican
las flechas.
Fig II.13
Fig II.12
Las paredes de la caldera, en el lugar donde se halla el hogar, son también planas, y reciben el
nombre de envolvente de la caja de fuego, de modo que entre ellas y las paredes laterales de
la caja de fuego media un espacio de agua de 70 a 100 mm de espesor. Ambas chapas se
unen entre sí mediante virutillos. La forma de este elemento e indica en la fig. II.15; en las
locomotoras suelen ser de cobre. Se fijan a ambas paredes por roscado y se remachan sus
extremidades formando cabezas. La perforación que llevan estos elementos sirve para que al
romperse uno de ellos se advierta su rotura por el agua o por el vapor que entonces sale, y se
indique su reparación. Si no estuviesen fabricados en esa forma, podrían romperse varios de
ellos sin que nadie lo advierta abombándose la chapa de la caldera.
Fig II.15
Como el cielo del hogar es plano se lo arriostra al cielo de la envoltura o sino a costillas de
refuerzo utilizando virutillos flexibles, fig. II.16.
El haz de tubos corre desde la placa tubular del hogar hasta le de la caja de humo. En esta
última se encuentra la chimenea y los caños que conducen el vapor, que escapa de los
cilindros, y que se utiliza para producir el tiro inducido.
Este tipo de caldera, debido a su peso reducido y a su aptitud para resistir las vibraciones se la
emplea principalmente en las locomotoras y en las locomóviles, fig. II.17, (caldera y maquina
formando una sola unidad como en las trilladoras). También se utilizan en instalaciones semifija
por la facilidad con que se las puede trasladar.
El manejo de estas calderas requiere cierto cuidado, pues el nivel de agua, por encima del cielo
del hogar, es reducido, alrededor de 15 cm. por lo tanto, en un descuido del maquinista, aquella
parte del hogar puede quedar al descubierto y producirse una explosión si no se toman los
cuidados que requiere el caso.
Estas calderas están provistas de un domo donde se instala la toma de vapor, y cuya finalidad
es permitir la colocación de esta última lo más lejos posible del nivel del agua para evitar el
excesivo arrastre de humedad a los cilindros o a los sobrecalentadotes; en estos domos se
instalan también separadores de vapor.
Fig II.17
14. CALDERAS VERTICALES
Entre las calderas de tubos de humo las verticales son las primeras que se crearon,
encontrando aplicación donde el espacio disponible en la planta es reducido, como ocurre por
ejemplo en los guinches de vapor. Requieren muy poca obra de ladrillos y e general ninguna.
Los productos de la combustión pasan a través del haz de tubos directamente a la chimenea.
La de la fig. II.19, se caracteriza por tener el hogar de mayor diámetro que su cuerpo cilíndrico,
con lo que se obtiene un mayor volumen de hogar y superficie de emparrillado que el que
puede obtenerse con el diseño de la caldera indicada en la fig. II.18.
En las calderas representadas en las figs. II.18 y II.19, el nivel del agua se encuentra más
abajo que la placa tubular superior, de tal manera que el vapor sufre un pequeño
sobrecalentamiento, es decir, se obtiene vapor más seco que en el caso de las otras calderas
verticales en las cuales esa placa tubular está más abajo que el citado nivel.
Otras ventajas de estas calderas son su costo relativamente bajo, su puesta en marcha rápida
y facilidad de su transporte.
Adolecen de la desventaja de que al tener poco volumen de agua, con relación a su producción
de vapor, deben operarse con mucho cuidado para evitar explosiones.
Fig. II21. Principio de funcionamiento de una caldera acuotubular de tubos rectos horizontales
a,1) Calderas de tubos horizontales y de domo longitudinal. Caldera Babcock y Wilcox.- esta
caldera, fig. II.22, estuvo muy difundida en nuestro país. Se compone de un colector cilíndrico
de vapor y de un haz tubular ligeramente inclinado hacia atrás. El frente y la parte posterior de
dicho haz está constituido por una serie de cajas de forma sinusoidal, fig. II.23, puestos unos al
lado de los otros, de manera que se adaptan formando una superficie continua. Con la forma
de estos cabezales los tubos no se encuentran en un mismo plano vertical, sino en zig-zag, lo
que retarda el paso de los gases, por sus choques con los tubos, produciéndose un mayor
enfriamiento de los mismos. En esos cabezales y frente a cada tubo hay una abertura de
limpieza que se obtura con un cierre apropiado, como se ve en la fig. II.23.
Fig. A-VI. Caldera VE de la Combustión Engineering que produce
130,000 Kg de vapor por hora a 88 Kg/cm2. Posee esta caldera paredes refrigeradas, molino
pulverizado de carbón y precalentador de aire del tipo regenerativo.
El conjunto de las cajas frontales como así las posteriores comunican mediante tubos con el
colector de vapor. Las cajas posteriores comunican por su parte inferior con un colector de
lodo.
Dada la inclinación de los tubos, el agua caliente y el vapor que se genera en ellos circulan
hacia delante. La alimentación se hace por medio de un tubo que penetra por el frente de la
caldera, fig. II.24, con lo cual se somete el agua a un movimiento de arrastre, hacia el fondo del
colector de vapor, obligándola a penetrar en los tubos que comunican con las cajas posteriores.
Esta corriente arrastra hacia atrás a los depósitos de barro e impurezas depositándolos en el
colector de barro.
Fig. II.25. Disposición de los tubos en una caldera acuotubular. Se ve también la ubicación de
los sopladores de hollín.
a,2) Caldera Jarrow.- Consta esta caldera, de un domo superior de vapor unido a otros dos
colectores inferiores de agua mediante haces de tubos. El conjunto adopta la forma triangular y
el emparrillado se ubica entre los dos haces tubulares de manera que las llamas actúan
directamente sobre lo tubos. Esta es una caldera que ha tenido gran aplicación en la marina.
Los tubos desembocan normalmente en el domo y los dos colectores, adoptando la caldera la
forma indicada e la fig. II.26.
Para obtener una circulación más activa se provee a la caldera de tubos de circulación
instalados del lado exterior del revestimiento de la unidad, fig. II.20.
2
En el Quee Mary había 24 calderas de este tipo que operaban a la presión de 28 Kg/cm y
suministraban el vapor sobrecalentado a 370 ºC.
Fig II.26
a,3) Calderas de tubos verticales. Caldera Wickers.- Dicha caldera está representada en la fig.
II.27, el haz de tubos se encuentra unido en la parte superior a un colector que recibe el
nombre de colector de vapor, y en la parte inferior a un colector de agua o barro.
El hogar no se encuentra debajo de a caldera, sino a un costado formando antecámara para
que la combustión sea más completa. Se observa, además, que el haz tubular está dividido
mediante un diafragma o tabique con el propósito de que los gases corran más camino antes
de llegar a la chimenea para aprovechar mejor su calor.
b) Calderas de tubos curvados.- La fig. II.28, da idea del principio de funcionamiento de estas
calderas, en ellas la circulación del fluido es en poco más compleja. La mayor parte del vapor
se produce en el grupo de tubos inclinados, descendiendo el agua por los tubos verticales de la
parte posterior menos calentada, tal como en el esquema de la fig. II.20. En el domo de vapor,
es decir el que está más arriba, penetra vapor tanto por encima del nivel de agua como por
debajo del mismo.
En la fig. II.29, puede verse una caldera de este tipo.
Fig. C-VI. Caldera VE de la Combustion Engineering que produce 120,000 Kg de vapor por
hora a 82 Kg/cm2 y 490 ºC, provista de emparrillado mecánico sin fin y tiro forzado.
Fig. D-VI. Caldera tipo V2-M con hogar refrigerado por tubos de agua, sobrecalentador,
economizador, precalentador de aire y desobrecalentador en el domo superior.
Caldera Velox
En esta caldera se combina la circulación forzada del agua con la combustión a presión y
surgió como consecuencia de las investigaciones realizadas en la compañía Brown Boveri,
relativas a la sobrealimentación de motores de diesel y a la construcción de turbinas de gas
fundadas en el principio de Holzwarth.
En la fig. II.32 se representa el diagrama de funcionamiento de la caldera Velox, mientras que
en la fig. II.33 se observa el esquema de un generador de vapor Brown-Boveri-Velox de
combustión a presión constante para combustible líquido (llama continua).
Cadera Benson
Fue propuesta por Mark Benson en 1922 y construida bajo su dirección en 1923, ha sido
desarrollada posteriormente en Alemania por la Siemens-Schuckert Werke.
El diagrama de funcionamiento de esta caldera se observa en la fig. II.34. La bomba B envía
agua a través del economizador E; de allí pasa a los tubos A que constituyen la protección de
las paredes del hogar, y luego a la sección de transición donde se produce la vaporización,
para fluir finalmente por el sobrecalentador S antes de salir de la unidad.
En estas calderas puede quemarse con éxito petróleo, gas, carbón pulverizado y aun carbón
sólido sobre parrillas mecánicas. Las paredes del hogar están completamente protegidas por
pantallas de tubos.
Las calderas de la Central de Langerbrugge de las Centrales Eléctricas de Flandes, trabajan
con presiones comprendidas entre 110-195 Kg/cm2 y temperaturas de 450 ºC.
Las principales ventajas de estas calderas son:
a) Bajo costo.
b) Peso reducido debido a la ausencia de domos y colectores; alrededor de 2.8 Kg de
peso por Kg de vapor generado por hora.
c) Gran flexibilidad con respecto a la presión y ala temperatura del vapor, como así
también para responder a las sobrecargas.
d) Ausencia de peligro por explosiones, dado que sus tubos son de pequeño diámetro,
alrededor de 22 mm de diámetro interior y 33 mm el exterior.
Este tipo de caldera fue aplicado, también, con éxito en las instalaciones marinas.
Fig II.36
Fig II.37
Fig. II38. Caldera La Mont para recuperar el calor de escape de motores Diesel
Fig. II.39. Instalación de una caldera de escape, de circulación forzada, en un motor Diesel: (A)
motor Diesel; (B) caño de escape; (C) caldera de recuperación; (D) domo de agua y vapor; (E)
bomba de circulación
CAPITULO III.
HOGARES
1. DEFINICIÓN
El aire debe tener libre acceso al hogar e cantidad suficiente y regulable, y debe mezclarse
íntimamente con el combustible; las perdidas de calor deben ser mínimas y la temperatura a
obtenerse la mayor posible.
Los hogares tiene características especiales según el combustible con que se alimentan que,
como se sabe, puede ser sólido, líquido o gaseoso; cuando este sea sólido dependerá de que
se presente en trozos mas o menos grandes, en trozos menudos o en polvo.
Para quemar el carbón, es necesario que lo atraviese una corriente de aire, lo que se consigue
depositándolo sobre un enrejado o emparrillado que a la vez que sostiene el carbón deja pasar
el aire, figura 1.3
Fig 1.3
Normalmente este emparrillado forma un plano inclinado que desciende con pendiente suave,
desde la puerta del hogar hacia el altar, y esta constituido por una serie de barrotes separados
entre si por espacios libres que dejan pasar el aire.
El aire entra por la puerta del cenicero, por debajo de la parrilla, pasa por los barrotes y
atraviesa la capa del combustible.
La suma de los espacios comprendidos entre los barrotes se llama superficie libre de la parrilla.
Esta sección debe ser lo suficientemente grande para permitir el paso de caudal de aire
necesario para combustión.
Los barrotes son por lo general de fundición blanca, material que resiste muy bien la acción del
calor y el ataque químico de las sustancias que se desprenden durante la combustión, siendo
por lo demás, barato, lo que permita su frecuente remoción. Se les da a loa barrot4es una
sección triangular, pues como se ve en la figura 2.3 esto facilita la caída de la cenizas y
escorias y la entrada de aire.
En cada extremo, los barrotes tienen un ensanchamiento prismático llamado talón o cabeza,
destinado a mantener determinada distancia entre ellos. Cuando la longitud de los barrotes es
apreciable hay otro ensanche en el centro para evitar que se deformen, figura 3.3. En general,
la longitud de los barrotes no debe ser mayor de un metro. Si las dimensione de la parrilla
exigen una mayor longitud, se colocan dos o mas barrotes en serie uno a continuación del otro,
figura 4.3 a y b.
Fig 4.3
Para impedir la adherencia de las escorias y facilitar su caída al cenicero se emplean las
parrillas de barrotes móviles de las que da una idea la figura 5.3
Los barrotes se accionan desde afuera del hogar mediante una palanca. El movimiento
recíproco de los barrotes provoca la rotura de las escorias y su caída al cenicero.
Fig 5.3
Por la puerta del hogar el fogonero echa el combustible y realiza las operaciones de
conducción del fuego. Las puertas deben ser de fácil manejo, y tener un contrapeso o una
disposición para que se cierren automáticamente.
Fig 6.3
Es conveniente que tenga contrapuerta para que es calor irradiado por el hogar lo reciba ésta,
actuando como aislante el aire que circula entre la puerta y la contrapuerta debido al tiro.
6. BOVEDAS
Fig 7.3
7. ALTAR
Al final de la parrilla se halla el altar, figura 1-3, pequeño muro de material refractario que,
además de limitar la parrilla evitando la caíd a del combustible, favorece la combustión de los
productos volátiles que destilan del combustible provocando su mejor mezcla con el aire, pues
estrecha el paso de los gases que abandonan la parrilla aumentando su velocidad y
provocando turbulencia. Como consecuencia se obtiene un mayor rendimiento de la
combustión.
Cuando el combustible esta constituido por trozos pequeños o se trata de aserrín u otra
sustancia análoga, la parrilla esta formada por una serie de barrotes puestos transversalmente
en forma de escalera, con una disposición tal que el aire pase con facilidad y la combustión se
lleve a cabo en muy buena condiciones, reduciéndose al mínimo las perdidas en el cenicero.
Fig 8.3
Este aire se calienta con el calor que absorbe al atravesar el hogar, por lo tanto, hace disminuir
la temperatura de aquel, y al pasar a la chimenea y luego a la atmósfera lleva cierta cantidad
de calor que se pierde. Además, este golpe de aire frío, contra los tubos y chapas de la
caldera, como así también contra los ladrillos de la mampostería del hogar, produce
contracciones bruscas del material que puede dar lugar a grietas y a su destrucción más o
menos rápida.
Luego el fogonero echa un capa de carbón fresco sobre la que ya esta incandescente y cierra
la puerta. Esa capa aumenta la resistencia al paso del aire, siendo, entonces, necesario, para
mantener la actividad de la combustión, abrir más el registro d la chimenea.
Al principio, el nuevo carbón absorbe calor para calentarse, lo que sumado a las dificultades del
paso del aire puede provocar una apreciable disminución de la temperatura del hogar,
sobretodo si la capa de agregada es de espesor grande. Al calentarse, el carbón se hincha, y la
parte bituminosa se ablanda, los trozos en contacto mutuo se pegan más o menos, según la
calidad del combustible, haciendo más difícil el paso del aire, hasta que debido a la recepción
continuada de calor, el carbón nuevo comienza a destilar, es decir, a dar productos gaseosos
combustibles, quedando sobre el emparrillado lo que hemos llamado coque.
Ahora es más fácil el paso del aire, el coque quema vivamente y el lecho de carbón se vuelve
así más abierto facilitando aún más el movimiento del aire. Continúa la combustión y con ello
disminuye el espesor de carbón haciéndose más activo aquel fenómeno. Si en el momento
oportuno no se vuelve a cargar combustible, el espesor de carbón se hace tan pequeño que el
aire que pasa por el emparrillado es excesivo. Esto significa que se esta calentando aire que no
se emplea para la combustión y que lo único que hace es llevar calor al exterior, calor que no
se emplea para producir vapor.
De aquí surge que eligiendo convenientemente el intervalo que separa a las cargas entre sí,
como también la cantidad de combustible que se echa cada vez, se puede obtener el máximo
rendimiento de la combustión sobre los emparrillados de carga a mano.
1) En cada carga se echa carbón al hogar formando una capa de espesor uniforme sobre
toda la parrilla, comenzando generalmente por el fondo y terminando por el frente. Las
cargas deben ser frecuentes y en pequeñas cantidades.
2) Se carga alternativamente cada lado del emparrillado de modo que los gases que
destilan el carbón fresco puedan quemarse al atravesar las llamas del lado opuesto.
3) Se empuja el carbón incandescente hacia a delante y se carga el carbón fresco en el
frente del lugar, cerca de l a puerta, dejándolo allí hasta que se transforme en coque.
Los gases que destila el carbón fresco queman al dirigirse hacia delante y se
desparrama sobre toda la parrilla, echándole una nueva cantidad de carbón fresco.
El primer método es seguramente el que mas se emplea, pero es eficiente solo cuando las
cargas son frecuentes y pequeñas para que no se reduzca la temperatura del hogar por debajo
de la ignición de los gases destilados.
Cuando el carbón contiene muchos volátiles deben preferirse el segundo y tercer método de
carga pues con ello siempre existe la posibilidad de que aquellos gases quemen.
Parar una buena combustión debe entrar también aire al hogar por otros lugares
convenientemente elegidos. Este aire se mezcla con lo gases combustibles que abandonan el
hecho de carbón, y recibe el nombre de aire secundario. El +que penetra por al puerta del
cenicero y atraviesa el emparrillado es el aire primario.
Fig 10.3
En la figura 10-3 el aire secundario penetra por la puerta del hogar y por un enrejado ubicado al
final del emparrillado. En el hogar representado en la figura 1-3 sale por una abertura que
existe en el altar.
Después que el hogar ha funcionado un cierto tiempo, las escorias y cenizas que se han
formando obstruyen parcialmente el espacio libre del emparrillado, siendo necesario entonces,
proceder a su limpieza.
Fig 11.3
Fig 12.3
a) Se empuja, figura 11.3, sobre ala mitad izquierda el combustible que se e4ncuntra
sobre la mitad derecha del emparrillado, hasta que queden al descubierto la s cenizas y
escorias que luego se despegan del emparrillado utilizando herramientas adecuadas, y
se les hace caer así al cenicero. Luego se vuelve a llevar el combustible antes refinado
al lugar que ocupaba y sobre él se echa carbón fresco. Recién cundo la combustión
sobre la mitad que se ha limpiado es intensa, se procede a limpiar la otra mitad en
forma análoga.
b) El otro método figra12.3, consiste en empujar hacia el altar el combustible que se
encuentra en al mitad delantera del emparrillado y limpiar esa parte luego se vuelve a
distribuir el combustible incandescente sobre al parrilla y se echa sobre el combustible
fresco y una vez que este quema se procede a limpiar la otra parte en la misma forma.
Durante al limpieza se recomienda mantener casi cerrado el registro del aire para evitar que
este acuda en cantidad excesiva.
Para la limpieza del hogar se utilizan las distintas herramientas indicadas en las figuras 13.3.
a) Lanza recta para atizar el fuego y romper escorias.
b) Lanza de gancho para atizar el fuego por debajo del emparrillado.
c) Pala para echar el carbón al hogar.
d) Tridente para batir las brasas aglomeradas
e) Tira-brasas que sirve para cumular y distribuir las brazas cuando se limpia el
emparrillado.
Figura 13-3
12. CAUSA DEL HUMO
El humo que se ve salir por la chimenea esta compuesto de partículas de hollín debidas a la
combustión incompleta de los hidrocarburos que se desprenden del combustible durante el
periodo de su destilación. El hollín se debe a las siguientes causas.
Cuando la cantidad de carbón que hay que cargar en un hogar es muy grande es necesario
recurrir a los hogares mecánicos donde la carga se hace automáticamente, pues seria
imposible realizarla a mano por la cantidad de fogoneros necesarios y por el numero de puertas
que debería existir en el hogar. Aun cuando se dispusiera de los fogoneros requeridos, se
comprende que se molestarían entre ellos y que la conducción del fuego resultaría imposible.
En los hogares mecánicos la limpieza del emparrillado se realiza tan bien automáticamente.
Como en estos hogares no es necesario abrir puertas para efectuar las cargas, no existe el
inconveniente de las entradas adicionales de aire ni de los golpes de aire frió que se producen
en los de carga a mano.
La parrilla esta constituida por una serie de cadenas sin fin, figura 14.3, los suficientemente
flexibles para que puedan arrollarse sobre los tambores colocados en cada una de las
extremidades. El carbón cae sobre la parrilla desde una tolva instalada en el frente del hogar,
regulándose el espesor de la capa de combustible medianote un registro que se baja más o
menos según la cantidad de vapor que debe producirse.
Fig 14.3
La velocidad del emparrillado se ajusta de tal modo que al llegar el carbón a la parte posterior
se haya consumido totalmente; las cenizas caen automáticamente cuando llegan al tambor
posterior.
Las bóvedas del hogar juegan un importante papel, pues reflejan el calor necesario para
producir la destilación e ignición del carbón y cumplen, también, con la importante misión de
mezclar lo gases ricos que se desprenden del frente con los gases pobres que vienen del
fondo, obteniéndose así una buena combustión.
15. HOGARES DE PARRILLA INCLINADA
El movimiento del mecanismo cargador y de las barras se obtiene con un eje provisto de
excéntricas accionadas por un motor eléctrico o por una máquina de vapor.
Fig 16.3
16. HOGARES DE PROYECCIÓN
Estos hogares están constituidos, esencialmente, como se va en la figura 17.3, por la tolva
donde se almacena el combustible, el alimentador que regula el paso del mismo y el
distribuidor de proyección que arroja el carbón a la parrilla; esta última ser del tipo volcable,
movida a mano o automáticamente para eliminar las escorias. El distribuidor consta de cuatro
palas dispuestas sobre un eje y desplazadas una con respecto a la otra y están diseñadas para
que un par arroje el combustible hacia la derecha y el otro par opuesto hacia la izquierda.
Estos tipos de hogares se emplean generalmente para quemar carbón en trozos pequeños
siendo el emparrillado no muy grande. Requieren carbón cribado en trozos de tamaño uniforme
para su buena distribución sobre la parrilla.
Aquí el carbón penetra al hogar en pequeñas cantidades empujado por un pistón o un tornillo.
Supongamos que el pistón o el tornilla, figura 18 y 19.3, ha empujado carbón en la parte inferior
de la retorta.
Fig 17.3
Fig 18.3
Fig 19.3
Como consecuencia de ello desbordará una cierta cantidad del mismo en B, que se distribuirá
sobre la parrilla; esta operación se repite a medida que el combustible se consume,
dependiendo la cantidad empujada de la producción de vapor.
En E, debido a la radiación del hogar, el carbón destila y coquiza y como allí existe una
atmósfera rica en oxígeno, los hidrocarburos queman fácilmente. La fracción no quemada en
ese lugar tendrá oportunidad de hacerlo cuando asciende y pasa por las capas de carbón
incandescente, lo que evita la formación de hollín.
En B, desborda el coque producido en E que irá quemando a medida que los sucesivos
empujes lo hagan correr sobre el emparrillado hasta convertirse en cenizas. En la figura
21.3puede verse un corte a través de otro lugar de alimentación por debajo.
Fig 21.3
Figura 22.3 a y b: las dos primeras fases de limpieza
y descarga de escorias y cenizas en un hogar mecánico.
Los hogares descritos anteriormente, ya sea cargados a mano o mecánicamente adolecen del
inconveniente de que los trozos de carbón que deben quemar son relativamente grandes, y
además se aglomeran exigiendo un mayor exceso de aire para que la combustión sea óptima.
Fig 23.3
Para que el exceso de aire sea menor y se eleve así el rendimiento del hogar debe realizarse la
mezcla íntima del combustible con el aire, aumentando la superficie de contacto entre ambos lo
que se consigue convirtiendo al primero en partículas pequeñas.
Un ejemplo dará idea de cómo aumenta aquella superficie de contacto al pulverizar el carbón.
Un cubito de carbón de 10 mm de lado ofrece al aire una superficie de contactote 6 cm2,
mientras que una vez subdividido en pequeños trozos de 1/25 mm de lado, la superficie total
expuesta al aire es 2.50 veces mayor.
La forma como quema el carbón pulverizado se asemeja a la combustión del petróleo o de los
gases.
19. PREPARCIÓN DEL CARBÓN
El carbón, desde que sale de la mina hasta que llega al quemador que la introduce en el hogar,
esta sometido a un conjunto de operaciones entre las que puede citarse las siguientes:
Fig 25.3
20. MOLINOS
El aire a la temperatura de 180º C a 220º C y algunas veces hasta 260º C que atraviesa el
molino, figura 27.3 seca la carga y la arrastra hasta el clasificador situado un poco por encima
de la entrada de alimentación del molino.
En el tubo que se encuentra a la salida del cuerpo cónico se halla un espiral de retorno que gira
continuamente con el molino arrastrando nuevamente hacia el interior de aquél las partículas
gruesas.
El extractor constituido por un ventilador centrífugo, movido por un motor de velocidad variable,
extrae el carbón y el aire caliente, que constituyen el aire primario necesario para la ignición y
comienza de la combustión.
Debida a la fuerza centrífuga del carbón asciende por la inclinación del anillo del molino, figura
29.3, y es molido al quedar aprisionado entre el anillo y el rodillo.
Fig 26.3
Fig 27.3
Fig 28.3
Fig 29.3
Las partículas más pequeñas y las medianas siguen ascendiendo hasta abandonar la escudilla
y ser arrastradas por la corriente de aire que las lleva al clasificador para ser separadas. Desde
allí los trozos más pequeños son arrastrados por la corriente que los llevará al secador,
cayendo los trozos más grandes al molino, donde sufren un nuevo proceso de pulverización.
Fig 30.3
21. QUEMADORES
El carbón pulverizado es arrastrado por aire caliente desde el molino hasta el quemador, figura
27.3 y 34.3. Este aire que arrastra el carbón recibe el nombre de aire primario.
A los costados del quemador y por ciertas aberturas del hogar también penetra aire, es el aire
que se necesita para concluir la combustión o sea lo que se llama el aire secundario.
Los quemadores se disponen de modo que la corriente de carbón pulverizado y el aire primario
adquieran un movimiento turbillonario, figura 33.3, pues así renueva constantemente el aire
alrededor de cada partícula de carbón, se eliminan las cenizas y los gases de su combustión
que por ser gases inerte imposibilitan que este continúe un forma normal.
Fig 31.3
Con el carbón pulverizado es más fácil obtener una mezcla apropiada del combustible con aire
y reducir apreciablemente el exceso de este último con el consiguiente aumento de la
temperatura y del rendimiento del hogar. Además, con hogares bien diseñados se tiene mayor
libertad para la elección del carbón.
Fig 32.3
Fig 33.3
Como desventaja puede citarse el hecho de que algunos carbones forman escorias que se
pegan a los tubos de las calderas y a las paredes del hogar y que casi siempre se tienen más
cenizas en la chimenea.
Fig 34.3
Como desventaja puede citarse el hecho de que algunos carbones forman escorias que se
pegan a los tubos de las calderas y a las paredes del hogar y que casi siempre se tienen más
cenizas en la chimenea.
23. HOGARES DE PETRÓLEO Y GAS.
A semejanza del carbón pulverizado la forma más correcta de que mar el petróleo, consiste en
subdividirlo en un gran número de pequeñas gotas que al aumentar su superficie de contacto,
por unidad de peso, facilitan la combustión y permite obtener las mismas ventajas ya citadas al
hablar de carbón pulverizado.
Fig 35.3
Para obtener la pulverización del petróleo se recurre a los quemadores, cuya función es
introducir el petróleo en el hogar al mismo tiempo que lo pulverizan.
Fig 36.3
En el de la figura 37.3 el petróleo es pulverizado también con aire a baja presión, pero la
mezcla se hace en el interior del mismo.
Las figuras 38 y 39.3 representan a dos quemadores de presión elevada, que pulverizan el
petróleo utilizando aire o vapor indistintamente. El primero es mezcla interior, el segundo de
mezcla exterior.
En el de la figura 38.3 fabricado por la Coen Company, la mezcla de ambos fluidos se produce
debido al movimiento rotatorio que ellos adquieren, pasando luego por los conductos situados
al salida, que permiten obtener, de acuerdo con el diseño, una llama cónica o aplanada.
Fig 37.3
Fig 38.3
Fig 39.3
Fig 41.3
Fig 40.3
Para controlar la velocidad y dirección de la corriente de aire, y para que este envuelva al llama
y le imparta un movimiento de rotación alrededor de aquella se emplean los registros de aire o
equipos de mezclado de aire.
En el quemador Fulvap, figura 42.3, de patente argentina, el vapor que emerge de las toberas a
elevada velocidad pasa sobre los tubos verticales que se ven en el frente del quemador, y que
comunican con el recipiente de petróleo de nivel constante. La depresión producida en ellos
aspira el petróleo que al emerger de dichos tubos es pulverizado por el impacto de la corriente
de vapor de gran energía.
Fig 42.3
La pulverización con aire a alta presión de 3 a 6 kg/cm2, la única que prácticamente se emplea
en las calderas, es de rendimiento elevado, pero tiene el inconveniente de exigir la instalación
de compresores que siempre resulta onerosa y cuyo consumote vapor el aproximadamente
igual a 1/10 del que requiere la máquina motriz principal.
Comparados con los quemadores que funcionan con vapor puede pensarse que la ignición es
más fácil, pero en la práctica acontece lo contrario, debido a que al expandirse el aire se enfría
y dificulta la ignición. Estas instalaciones suelen originar un rumor fastidioso debido ala
sucesión de las rápidas igniciones y extinciones que se producen en el lugar donde empieza a
quemar el petróleo.
Cuando se utiliza vapor, su presión debe ser de 3 a 4 atm, por eso se requiere el empleo de
reductores de presión que permiten utilizar el vapor de la caldera para accionar el quemador.
Se requiere, según los quemadores, un consumo de vapor que oscila entre 0.3 y 0.5 kg por
cada kg de petróleo a pulverizar.
Fig 43.3
El quemador Kermonde representado en la figura 44.3 esta basado en ese principio; el petróleo
se inyecta con presiones que varían entre 7 y 11 kg/cm2 de acuerdo con la viscosidad del
petróleo.
En la marina se utilizan con preferencia los quemadores de pulverización mecánica dado que
no requieren gasto de vapor. Se adaptan generalmente para las grandes instalaciones debido a
la capacidad requerida y a la mayor economía que reportan.
Fig 44.3
El combustible debe ser casi siempre precalentando para que su viscosidad disminuya hasta el
punto que permita obtener una buena pulverización.
a) hay que limpiar con frecuencia los orificios y discos de pulverización que se obstruyen
al carbonizarse el petróleo.
b) El equipo en más caro que el de otros sistemas debido a la instalación de caños y
bombas para las altas presiones a que debe someterse el petróleo.
c) Se produce el goteo de petróleo sobre la platea del hogar, lo que origina humo.
d) Cuando la presión de inyección es muy grande (20 atm en algunos casos), puede fluir
petróleo a través de la uniones de la cañerías con el consiguiente peligro de incendio.
1) A igualdad de calorías almacenadas el peso del petróleo es 30% menor que el del
carbón y el volumen que ocupa es un 50% más pequeño. Esto es ventajoso
especialmente en las instalaciones marinas.
2) Además, el depósito de combustible puede instalarse lejos de la caldera evitándose los
peligras de incendio.
3) No se producen combustiones espontáneas como en el caso del carbón.
4) El almacenamiento es fácil y rápido, lo mismo que el embarque se realiza con bombas,
sin fatiga para el personal y sin ensuciar la embarcación.
5) Reporta economía de personal pues siendo automático el funcionamiento bastan pocos
fogoneros para vigilar la marcha del fuego.
En las figuras 45, 27 y D.3 se observan hogares para quemar petróleo. Los quemadores se
ubican en el frente del hogar y el aire, necesario para la combustión, penetra por las ventanas
practicadas alrededor de aquellas y por aberturas realizadas en las paredes.
En la figura 46.3 se observa una unidad para bombeo y calentamiento del petróleo con sus
elementos auxiliares.
Fig 46.3
29. BOMBAS, FILTROS Y CAÑERÍAS
Pueden utilizarse las bombas de pistón o de engranajes. Las bombas de pistón, cuya
capacidad debe ser 30% superior a la requerida, son accionadas con vapor de la caldera y se
emplean principalmente en plantas medianas y grandes.
Las bombas de engranajes son del tipo de engranajes internos o externos o del tipo de
“tornillo”.
Fig 47.3
En cuanto a las de engranajes interiores citaremos solamente a la bomba Viking, figura 48.3. el
engranaje motor exterior engrana con el interior que es loco. El petróleo aspirado llena el
espacio entre los dientes de ambos engranajes. Al girar los engranajes, el petróleo que se
encuentra entre los dientes del engranaje exterior es aprisionado entre la carcaza y el
diafragma en forma de madia luna. Lo mismo ocurre con el petróleo que se introduce entre los
dientes del engranaje interior de lado de la aspiración.
Fig 48.3
En general, para obtener una buena pulverización es necesario calentar el petróleo, sobre todo
en tiempo frío, para disminuir su viscosidad, es decir, para que sea más liviano. Se calienta
normalmente entre 90 y 100º C. en la figura 49.3 se ve un calentador de petróleo en el cual se
utiliza vapor.
Fig 49.3
31. FILTROS
En distintos lugares de la cañería de conducción deben instalarse filtros para evitar el paso de
partículas sólidas o suciedades que podrían entorpecer el funcionamiento del quemador. En la
figura 50.3 se ve u filtro de metal perforado. Otros filtros se construyen con discos de metal,
figura 51.3.
Fig 50.3
Generalmente estos quemadores son duales, es decir, están provistos de elementos que les
permite quemar petróleo o gas según convenga, figura 54.3.
Fig 53.3
Fig 54.3
CAPITULO IV.
CHIMENEAS Y TIRO
1.-EL TIRO
El gas que se encuentra en el hogar a elevada temperatura y tiene menor peso especifico que
el aire, es decir es mas liviano que aquél, tiene tendencia a ascender. En esa forma, el gas se
dirige por los conductos de humo hasta la chimenea, y el lugar que aquél va dejando tras de sí,
en el hogar, es ocupado por el aire que penetra por la puerta del cenicero, estableciéndose la
corriente que recibe el nombre de tiro.
Par comprobar la existencia de esta corriente acérquese a la puerta del hogar o del cenicero
una llama, y se verá como ésta trata de introducirse en el hogar al ser aspirada.
Cuando esta corriente se logra en la forma indicada más arriba se habla del tiro natural, en
cambio, cuando se la obtiene con un ventilador u otro medio recibe el nombre de tiro artificial.
2.-TIRO NATURAL
El tiro natural, o aspiración provocad únicamente por la chimenea, debe ser suficiente para
vencer todas las resistencias opuestas al movimiento del aire y de los gases de la combustión.
El aire encuentra resistencia al penetrar por la puerta del cenicero y al atravesar el emparrillado
y la capa de carbón. Los gases encuentran resistencia al moverse entre los tubos de la caldera,
en los conductos de humo, al atravesar los aparatos recuperadores de calor como puede ser,
el economizador, el calentador de aire, etc. y, finalmente, al moverse por el interior de la
chimenea.
La fuerza de aspiración de una chimenea es tanto mas grande cuanto más alta es aquella y
cuanto mas calientes son los gases. La cantidad de gas que puede ser aspirada depende de la
amplitud de los conductos de humo y del diámetro de la chimenea.
El viento tiene influencia sobre el tiro producido por la chimenea, Figs. 1-IV y 2-IV. Según su
dirección puede favorecerlo o entorpecerlo; lo mismo puede decirse de las condiciones
atmosféricas.
El viento, cuando esta dirigido hacia arriba favorece el tiro, pues al pasar por la boca de la
chimenea produce el efecto de aspiración; en cambio, si está dirigido hacia abajo impide la
salida de los gases empujándolos hacia adentro.
Fig 2-IV
Fig 1-IV
Cuando el tiempo esta pesado, es decir que la presión atmosférica es menor que la normal y el
aire es más liviano, entonces los productos de la combustión tienen menos tendencia a salir,
por que la diferencia entre los pesos específicos de estos últimos y del aire es menor.
Las chimeneas se construyen con chapas de acero, de ladrillo y de hormigón armado. Las
primeras, fig. 3-IV, son generalmente las mas baratas y de erección mas fácil, pero requieren
mas cuidado y atención que la otras. Su parte exterior es atacada por los agentes atmosféricos,
por eso hay que tenerlas bien pintadas con productos adecuados, mientras que su interior es
corroído por los gases de la combustión si no se tiene la precaución de colocarle una
protección.
Como el acero es un buen conductor del calor, los gases se enfrían rápidamente en estas
chimeneas, disminuyendo entonces el tiro. Este es otro motivo por el cual hay que revestirla
interiormente con un buen aislante del calor. En general, la base de la chimenea donde los
gases son más calientes se reviste con ladrillos refractarios, y el resto con ladrillos comunes.
La chimenea de ladrillos, fig. 4-IV, es más cara que la de acero pero es de mayor duración y
resiste mejor la acción de los agentes atmosféricos. Comúnmente se la hace de diámetro
interior constante pero de diámetro exterior decreciente desde la base hasta el tope. En
construcciones bien hechas, la parte central de la chimenea es de ladrillos refractarios
separada de la exterior por un espacio anular, fig. 5-IV, lo que permite la dilatación y
contracción de la parte central sin afectar la parte exterior.
También se construyen chimeneas de hormigón armado: son de erecciones más rápidas y muy
resistentes debido a los refuerzos de hierro que tiene en su interior. Resultan más livianas que
las de ladrillos, y prácticamente, no existe en ellas grietas por donde puede entrar aire como en
el caso de las chimeneas de ladrillo sonde hay infinidad de juntas.
Las instalaciones que queman petróleo o gas necesitan chimeneas más bajas, ya que en ellas
no existen parrillas ni espesor de combustible que ofrezca resistencia al movimiento del aire.
Por eso, al cambiar de combustible en una caldera, es decir, al pasar de un sólido a otro líquido
o gaseoso.
Fig.3-IV
Cuando el tipo producido por una chimenea es excesivo, por ser ésta demasiado alta, se le
puede reducir colocando un registro.
Las chimeneas deben estas provistas en su interior de una escalera para que pueda ascender
un operario y realizar su limpieza. Al pie de la misma debe existir un pozo donde se acumulen
las cenizas y carbonillas son que se reduzca la sección de paso. Debe haber además en el pie
de la chimenea una puerta de entrada para extraer estas acumulaciones.
Fig 4-IV
3.-TIRO ARTIFICIAL
El tiro artificial consiste en hacer llegar al emparrillado o al hogar el aire necesario para la
combustión, utilizando un ventilador u otro medio cualquiera. Ello implica el gasto de cierta
cantidad de vapor para producir el movimiento de la columna gaseosa, contrariamente al caso
del tiro natural con el cual no debe gastarse energía suministrada por la planta generadora de
vapor para mover la columna de gases.
Con el tiro artificial se tiene la posibilidad de variar la cantidad de aire que llega al hogar dentro
de amplios límites, lo que permite hacer trabajar a las calderas con sobrecargas mucho
mayores que con el tiro natural.
a) Tiro forzado, y
b) Tiro aspirado
Fig 5-IV
4.-TIRO FORZADO
Con el tiro forzado se hace llegar el aire a presión por debajo del emparrillado utilizando
ventiladores o inyectores de vapor.
Como la sala de calderas no debe permitir la salida del aire para evitar variaciones de
su presión, las entradas están provistas de doble puertas.
Fig 6-IV
c) Sistema con eyector de vapor.-Se puede obtener el tiro forzado instalando aparatos a
chorros de vapor, basados en el mismo principio del inyector de vapor que se describe
en capitulo VI, solamente que en este caso el eyector arrastra aire mientras que en el
otro caso debe aspirar agua. La fig. 7-IV ilustra sobre el funcionamiento de dichos
aparatos.
Fig 7-IV
La temperatura de los gases que debe mover el ventilador está comprendida entre 340°
y 170 °C según que la caldera no esté o esté provista de aparatos recuperadores de
calor.
El tiro aspirado presenta la ventaja con respecto al tiro forzado de que durante la
operación de carga no se produce retroceso de llama.
b) Tiro inducido.- En este caso, la aspiración de los gases no la produce un ventilador que
se encuentra en el conducto de humos si no un eyector o tromba que funciona ya sea
con aire o con parte de los productos de la misma combustión.
1) Por medio de vapor.- La fig. 8-IV, da idea del funcionamiento de este tiro. El
vapor pasa por un conjunto de eyectores o toberas donde adquiere gran
velocidad, produciendo una depresión o vacío que aspira los gases de la
combustión arrastrándolos luego hacia el exterior.
Fig 8-IV
2) Por medio de aire o con gases de la combustión. Tiro sistema Prat.- En este
sistema de tiro inducido se inyecta en la chimenea aire o parte de los gases de
la combustión, en vez de vapor como se hacia en el caso anterior.
En la fig. 10-IV, puede observarse la disposición de las dos variantes de este sistema. Las
chimeneas son de forma troncocónica, con su base menor hacia abajo, para que el movimiento
de los gases se produzca con el mínimo de perdidas. Los ventiladores hacen llegar el fluido a
la base del cono con cierta velocidad, de manera que el conjunto actúa como un inyector
determinando la aspiración de los gases.
En la posición (1) de la fig. 10-IV, el ventilador aspira aire, mientras que en la posición (2)
aspira parte de los gases.
Fig 10-IV
6.-VENTILADORES
Fig 13-IV
Fig 12-IV
7.-DEPURADORES DE HUMO
Las instalaciones de calderas que se encuentran en los grandes centros poblados, próximos a
ellos, están sometidas a las reglamentaciones municipales en lo que se refiere a la pureza del
humo que emiten sus chimeneas. Es decir, que debe eliminarse del mismo las material sólidas
que lleva en suspensión, tal como ser pedacitos de carbón, cenizas y hollín. Esto se logra
haciendo pasar el gas por los llamados depuradores de humo.
En la fig. 14.-IV puede verse un lavador de gas, en el cual el gas está obligado a desviarse en
ángulo recto por medio de pantallas, y ponerse así en contacto con el agua. El cambio de
dirección, el choque contra las pantallas y su paso por el agua lo privan de las sustancias
sólidas que lleva en suspensión. Existen aparatos en cuales se priva al gas de sus cenizas
haciéndole adquirir un movimiento centrífugo.
Fig 14-IV
Fig 15-IV
Fig 17-IV
CAPITULO V.
1. MANOMETROS.
Fig 1-V
Fig 3-V
Fig 7-V
Fig 10-V
Fig 8-V
Fig 9-V
3. VALVULAS DE SEGURIDAD.
Fig 12-V
Fig 13-V
4. INYECTORES.
El inyector es un accesorio de la caldera que sirve para suministrarle agua utilizando el mismo
vapor que ella produce. El agua penetra en la caldera donde existe la misma presión que la del
vapor que se utiliza para hacer funcionar al inyector. En la fig.14-V, se ha representado,
esquemáticamente, la instalación de un inyector. Consta de dos toberas T1 y T2, y del difusor
T3 y de las cámaras B y D.
Cuando se abre la válvula del vapor éste se expande al atravesar la tobera T1 y
adquiere así gran velocidad cuando cierta depresión en la cámara B, eliminando el aire de la
misma que sale mezclado con vapor por el tubo de descarga E, motivo por el cual asciende el
agua por el caño C. esta agua se mezcla con el vapor que sale de la tobera T1. El vapor, en
contacto con el agua que está mucho más fría que él se condensa cediendo a aquélla toda su
energía de velocidad e impulsándola por la tobera T2 donde, debido a la forma de este
elemento, el agua adquiere aún mayor velocidad.
El agua, a elevada velocidad, que sale de T2 penetra en el difusor T3 donde pierde
velocidad y aumenta su presión hasta hacerse mayor que la de la caldera lo que le permite
vencer a la válvula de retención y penetrar en aquella.
Cuando el aparato comienza a funcionar, la presión que adquiere el agua no es
suficiente para vencer a la válvula de retención y, entonces, se ve salir agua por el caño de
descarga E, y después de cierto tiempo, cuando el aparato se ha “cebado”, funciona
normalmente.
El agua debe aspirar el aparato que no ha de ser muy caliente, su temperatura no debe
sobrepasar 40ºC, por que al estar muy caliente, la depresión que produce en B el chorro de
vapor provoca la vaporización del agua que se encuentra en el caño de aspiración C, y,
entonces, lo único que pasa a D es vapor que escapa por E.
Fig 14-V
Fig 16-V
Fig 15-V
5. BOMBAS.
Las calderas pueden ser alimentadas también mediante bombas de estos tres tipos.
a) Bomba de pistón con movimiento alternativo.
b) Bomba centrífuga.
c) Bomba rotativa, de engranes, de lóbulos que engranan entre sí o de
lóbulos deslizantes u oscilantes.
Las bombas de pistón de movimiento alternativo accionadas con vapor son semejantes
a la indicada en la fig.17-V, llamada duplex pues posee dos cilindros de vapor y dos cilindros
para el bombeo de agua. Como se puede ver, esta máquina no tiene sistema de biela ni
manivela como es corriente en todas las máquinas de vapor de movimiento alternativo. En este
caso, el accionamiento de la distribución de un cilindro es efectuado por el vástago del pistón
del cilindro opuesto con un sistema de palancas como se indica en la fig.18-V. Estas bombas
pueden ser movidas, también, con motor eléctrico, entonces sí existe un sistema de biela
manivela.
Fig 17-V
1. Corredera plana sencilla. 7. Cilindros gemelos de la bomba.
2. Tapa para acceso a al corredera. 8. Aros.
3. Palanca forzada de acero. 9. Camisa postiza centrifugada.
4. Unión rígida de fundición. 10. Vástagos.
5. Válvulas de bronce, asientos y resortes. 11. Aros de auto ajuste que aseguran
6. Pistón removible. hermeticidad con fricción reducida.
Fig 18-V
Para alimentar las calderas existe en la actualidad una tendencia a sustituir las bombas de
pistón por bombas rotativas centrífugas; estas últimas son accionadas ya sea con turbinas de
vapor o con motor eléctrico.
En una bomba centrífuga, una o más ruedas que giran, y que constituyen el rotor, están
rodeadas por una carcaza fig.19-V y 20-V. Al girar estas ruedas, el agua es aspirada por el
centro a través de la cañería de succión y es impulsada hacia la periferia por acción de la
fuerza centrífuga. El agua abandona el rotor a elevada velocidad, convirtiéndose luego su
energía cinética en energía de presión en la carcaza debido a su forma de difusor. Cuando la
bomba es de una sola rueda se llama de una etapa, si tiene dos de dos etapas y así
sucesivamente.
Fig 19-V
Con estos aparatos es posible mantener el nivel del agua dentro de límites
preestablecidos, de acuerdo con las variaciones de carga de la caldera, eliminándose así los
peligros de la disminución excesiva del nivel, que al dejar sin agua a la parte de la longitud de
los tubos los expone al recalentamiento y a roturas con el consiguiente aumento de los gatos
de mantenimiento. Se evita también que el nivel del agua ascienda demasiado, con lo que
aumentaría la humedad del vapor generado.
Hay muchos tipos de reguladores automáticos de nivel, pero describiremos solamente
al regulador de nivel mediante flotador.
Como se ve en la fig.23-V, la cámara donde se encuentra el flotante está en
comunicación con las cámaras de vapor y de agua de la caldera. Al bajar el nivel del agua en la
caldera, también baja el de la otra cámara, descendiendo el flotante que acciona a la válvula,
permitiendo así la entrada de agua en la caldera. Cuando el agua adquiere el nivel normal se
cierra la válvula y se interrumpe la entrada de agua a la caldera.
Fig 23-V
7. SEPARADORES DE VAPOR.
Cuando la caldera no esta provista del sobrecalentador del vapor que ella suministra lleva
agua en suspensión, es decir, es vapor húmedo.
Como es sabido la humedad el vapor es inconveniente para el funcionamiento de algunas
máquinas, es necesario instalar entonces aparatos que eliminen esa humedad; estos son los
separadores de vapor que se instalan en la cañería de conducción del vapor lo más cerca
posible de las máquinas primarias.
El principio de funcionamiento de muchos de estos aparatos consiste en obligar al vapor a
cambiar bruscamente de dirección en las fig.24-V y 25-V, se observan dos separadores de
vapor que aprovechan aquel principio sumado a la acción de la fuerza centrífuga.
Fig 24-V
Fig 25-V
8. SEPARADORES DE ACEITE.
Fig 26-V
Fig 29-V
9. TRAMPAS DE VAPOR.
Son aparatos que sirven para extraer el agua que se acumula en un separador de
vapor o en las cañerías que conducen vapor. Las hay de varios tipos, pero describiremos
únicamente dos de ellas.
En la fig.30-V, se ve una de estas trampas de vapor en la cual el agua que penetra va
llenando la cuchara o flotante abierto, hasta que la cantidad de líquido sea suficiente para
hacerlo descender y abrir la válvula en el extremo del vástago, lo que permite la salida del
condensado. Cuando ha desaparecido cierta cantidad de agua de la cuchara ésta vuelve a
flotar cerrándose la válvula. El condensado sale de la trampa al abrirse la válvula debido a que
en su interior la presión es mayor que la exterior.
Fig 30-V
La trampa de vapor termostática “Sarco” está representada en la fig.31-V, siendo su
funcionamiento el siguiente: el fuelle flexible ha sido llenado parcialmente con un líquido volátil
y cerrado herméticamente.
Fig 31-V
Cuando el vapor llega a la trampa calienta el fuelle 1 se expande, debido a que el líquido que
contiene hierve y se vaporiza creando una presión ligeramente superior a la exterior ha que se
halla sometido el fuelle. Debido a ello la válvula 2 se apoya sobre el asiento 3 y así el vapor no
puede escapar. Cuando llega condensado a la trampa hasta quedar sumergido el fuelle, su
menor temperatura hace contraer al mismo por condensación del vapor que existe en él; se
abre la válvula 3 y el condensado escapa hasta que nuevamente la llegada de vapor calienta el
fuelle, vaporiza el líquido, aquel se dilata y se cierra la válvula.
10. TAPON FUSIBLE.
Fig 32-V
Normalmente, un extremo del tapón está sometido al calor de las llamas, o de los
gases calientes, mientras que el otro está cubierto por el agua. Cuando el nivel de esta última
desciende hasta dejar al descubierto el tapón, el calor que se acumula en el metal con que se
lo ha rellenado hace fundir escapando, entonces, vapor de la caldera, como puede verse en la
fig.33-V, que anuncia al fogonero que el nivel del agua ha bajado hasta un punto que hace
peligroso continuar con el funcionamiento de la caldera.
En las calderas de locomotoras el tapón fusible se instala en la parte más alta del ciclo
del hogar, fig.33-V. Para su ubicación en otros tipos de calderas deben consultarse las normas
que existen este particular.
Fig 33-V
Cada vez que se limpia o inspecciona una caldera deben eliminarse las incrustaciones
y el hollín que pueda existir sobre los extremos del tapón fusible.
Fig 34-V
Fig 35-V
Las incrustaciones se eliminan de los tubos por medios mecánicos. Existen dos tipos
diferentes de estos aparatos: los de vibración y los de corte. Generalmente se accionan por
medio de aire, y algunas veces con vapor, hidráulicamente ó electrónicamente.
En la fig.36-V se indica un aparato, para remover las incrustaciones, del tipo rotativo y
de cabeza vibratoria, mientras que la fig.37-V muestra distintas cabezas que pueden ser
utilizadas como el aparato anterior, de acuerdo con la naturaleza de los depósitos.
Fig 36-V
Fig 37-V
12. PUERTAS Y TAPONES DE INSPECCION Y LIMPIEZA. ENTRADA DE HOMBRE.
Fig 38-V
13. ECONOMIZADORES.
Fig 39-V
El economizador es un aparato que calienta el agua que se envía a la caldera,
aprovechando parte del calor contenido en los gases que escapan a la chimenea. Dicho
aparato está constituido por un haz tubular por el interior del cual circula agua y por su exterior
los gases de la combustión, fig.40-V. Su nombre “economizador”, da idea de economía, y
efectivamente es lo que ocurre cuando se instala un aparato de éstos, pues al calentar el agua
con el calor de los gases aquella entra más caliente a la caldera y es necesario gastar
entonces, menos combustible para producir la misma cantidad de vapor que en el caso en que
el agua entra fría
Fig 40-V
Fig 41-V
Para facilitar las reparaciones y puesta fuera de servicio del economizador suele instalárselo en
derivación sobre el conducto de humos como se ve en la fig.42-V, disponiendo debajo de él
una cámara de hollín. En el frente y en la parte posterior del aparato existen puertas de acceso
que permiten el fácil intercambio de los tubos.
Fig 42-V
Fig 43-V
Los sobrecalentadotes también se construyen con tubos aletados para aumentar la superficie
de transmisión de calor. En las calderas de locomotoras el sobrecalentador se instala en los
tubos de fuego de mayor diámetro.
Fig 44-V
Fig 45-V
15. DESOBRECALENTADOR.
Las centrales modernas de vapor se diseñan, en general, para generar vapor con altos
grados de sobrecalentamiento, pero en muchos procesos industriales y para accionar
máquinas auxiliares se requiere vapor saturado, o vapor con presión y temperaturas menores
que la producida por la caldera.
Fig 46-V
La conversión del vapor sobrecalentado en vapor saturado se obtiene inyectándole
agua fría pulverizada, empleando para ello los desobrecalentadores, como el indicado en la
fig.46-V.
Los calentadores de aire tienen por objeto calentar el aire que se envía al hogar para la
combustión, aprovechando parte del calor que contienen los gases antes de llegar a la
chimenea. Se instalan en el lugar indicado en la fig.39-V. Estos recuperadores de calor pueden
construirse en uno de los tres siguientes tipos: de placas, de tubos o regenerativos.
Fig 47-V
Fig 48-V
Fig 49-V
Fig 50-V
CAPITULO VI.
1. GENERALIDADES
Todas las aguas naturales contienen sustancias que, desde el punto de vista del
funcionamiento de las calderas, se consideran como impurezas, pues afectan su rendimiento y
algunas veces pueden ser la causa de explosiones que ponen en peligro la vida del personal
que está a su cuidado.
En los primeros tiempos de la generación del vapor, cuando las presiones de trabajo eran
pequeñas los mismo que la vaporización horaria, no se prestó mucha atención a la calidad del
agua con que se alimentaba a las calderas, permitiéndose la acumulación de incrustaciones y
barros que mayormente no ofrecían inconvenientes serios siempre que la caldera fuese
purgada y limpiada con cierta frecuencia.
Al proyectar las unidades modernas, de lata presión y de gran vaporización horaria por unidad
de superficie de calefacción, que funcionan algunas veces con sobrecargas del orden de 300%
y aun el doble de ese valor cuando están provistas de grandes superficies de radiación
ubicadas en el hogar, fue necesario tratar el agua de alimentación en forma adecuada para
evitar que la formación de incrustaciones y la corrosión pusieran en peligro a la caldera.
Al someter al agua a determinado tratamiento se evita que vapor sea excesivamente húmedo,
como también se reduce el número de limpiezas de la unidad, lo que en las grandes calderas
modernas representa elevados gastos.
El problema era más agudo en las calderas marinas alimentadas directamente con el agua de
mar cargadas de sales, alrededor de 40 g por litro, lo cual obligaba a efectuar frecuentes
purgas de la caldera con la consiguiente perdida de calor; cerca de 12% del que absorbe la
caldera.
Aunque una planta de vapor posea otros elementos, el agua de alimentación puede
contaminarse por algunos de los motivos siguientes:
Además de las impurezas citadas, el aire que penetra en la caldera es motivo de serias
perturbaciones pues constituye una de las causas principales de la corrosión de las chapas y
tubos de acero.
El aire penetra a través de las uniones defectuosas del condensador y por todas aquellas
partes en cuyo interior reina menor presión que la atmosférica.
2.-LA CORROSION
Algunas salen resultan perjudiciales aun cuando su presencia en el agua de la caldera sea muy
pequeña. Entre ella se encuentra el cloruro de magnesio, el sulfato de magnesio, el nitrato de
magnesio y cloruro de calcio; todas sales inestables en las condiciones reinantes en las
calderas y que, al descomponerse, producen ácidos libres.
El cloruro de magnesio al hidrolizarse, por la acción del calor, produce ácido clorhídrico que
ataca al hierro apareciendo cloruro de hierro que se descompone regenerándose en ácido
clorhídrico, iniciándose o través al ciclo de corrosión. Lo mismo ocurre con el nitrato de
magnesio; en este caso aparece hidróxido de hierro y ácido nítrico.
Según las experiencias Ritcher, los barros que se acumulan en las calderas origina también
corrosiones debido al anhídrido carbónico que aprisionan. En este caso el fenómeno se
produce mas rápidamente que si el gas se encuentra circulando en la caldera.
La corrosión en las caldearse evita utilizando los métodos que se detallan y describen a
continuación. Según el caso, podría emplearse una o varias a la vez, ello dependerá del agua
utilizada y de las condiciones de funcionamiento de la planta generadora de vapor. La corrosión
puede evitarse:
1) Desgasificando el agua:
a) por vía química
b) por vía mecánica
Para ello se utilizan sustancias fácilmente oxidables que privan al agua de su oxigeno libre. En
las plantas fijas se utiliza comúnmente el hierro en forma de virutas o pajuelas para que la
superficie de contacto con el agua sea grande.
Conviene utilizar un hierro que se oxide con facilidad como es el que contiene menos de 1% de
magnesio. El carbono grafítico reduce la actividad del hierro.
Al ponerse el agua en contacto con el hierro su oxigeno libre se oxida produciendo hidrato
férrico insoluble. En los aparatos desgasificadotes, que utilizan este principio, entre los que
puede citarse al Kestner, todo esta dispuesto de modo que el agua al atravesarlo oxida solo
una parte del hierro mientras que la otra es regenerada. Al invertir el sentido de la corriente
líquida se oxida la parte de hierro que anteriormente se regeneraba y, en cambio sucede el
fenómeno contrario en la otra fracción del hierro.
Para que el hidróxido ferroso no pase a la caldera, el aparto posee filtros adecuados que
detienen a esta sustancia. Con este sistema se puede obtener agua cuyo contenido de oxigeno
3
no sea mayor de 0.5 cm por litro.
Además, cuanto mayor es la superficie que ofrece un cierto volumen de agua y cuanto más
grandes son las burbujas de gases, mas rápidamente se produce la desgasificación. Es por
ese motivo que en algunos desgasificadotes se agita el agua para que se reúnan las pequeñas
burbujas para formar otras de mayor volumen.
a) Tipo de bandeja
b) Tipo de atomización
6.-DESGASIFICADOR ELLIOT
Este aparato pertenece al tipo de bandeja y esta representado en la figura 1-VI, en la cual
puede representarse el funcionamiento. El vapor se escapa de las maquinas primarias
auxiliares barre la superficie del agua que llega al separador de la misma temperatura que le de
aquel, arrastrando los gases que se separan del agua.
Existe, además, un pequeño eyector auxiliar de vapor para completar el calentamiento o del
agua que proviene del cuerpo superior hasta hacerla igual a la del vapor utilizado.
Fig 1-VI
7.-DESGASIFICADOR WEIR
Por la válvula P llega el vapor que al atravesar la placa perforada X burbujea en agua
poniéndola en ebullición. El vapor que así se origina, pasa a la cámara A a través de las
lumbreras K y se encuentra con la lluvia de agua a la que calienta, motivo por el cual esta
ultima abandona los gases que se lleva en disolución. Este fenómeno esta facilitado por existir
en la cámara una presión muy baja.
El agua desgasificada pasa por H a la cámara J en donde al hervir cede las ultimas partes de
gas que contiene. La bomba C aspira el agua del aparato.
Fig 2-VI
El agua de la caldera sigue actuando como electrolito y el metal anódico es el que se disuelve.
También puede instalarse, en la caldera, una chapa de cine, que fue por otra parte el primer
método utilizado para combatir la corrosión, especialmente en la marina. En este caso, como el
agua de mar contiene cloruro de sodio se origina, como ya se vio, ácido clorhídrico, y el cine de
la pila cinc-hierro es atacado con preferencia al hierro, el ácido se neutraliza y s evita el ataque
de la chapa.
En las instalaciones modernas no se puede contar sobre la acción dudosa del cinc para evitar
la corrosión, y se prefiere casi universalmente mantener la alcalinidad del agua dentro de los
limites prescriptos.
9.-EMPLEO DE INHIBIDORES
Los inhibidores son sustancias que agregadas al agua de la caldera evitan la oxidación de sus
chapas. Entre los inhibidores se citan las siguientes sales de sodio: los cromatos, carbonatos,
silicicazos y arseniatos. Algunas de éstas originan sales de hierro insolubles que se adhieren a
la chapa protegiéndolas. Otras producen, sobre las regiones catódicas de las chapas,
depósitos de una sustancia porosa no conductora e insoluble que evita la difusión del oxigeno
hacía la chapa. Otros inhibidores son agentes oxidantes que también forman una capa
protectora sobre las chapas.
Los inhibidores deben utilizarse y regularse con mucho cuidado para evitar la aparición de
corrosiones localizadas.
10.-FORMACION DE INCRUSTACIONES
Las sales muy solubles raramente forman incrustaciones y sólo se encuentran trazas de ellas
en las incrustaciones de las calderas; entre estas sales cabe ciar a los cloruros y sulfatos de
sodio y magnesio y algunos silicatos.
Las primeras se depositan difícilmente en las superficies muy calientes de las caldera,
encontrándose entre ellas el carbonato y el fosfato de calcio. En cambio se depositan en las
superficies relativamente frías.
Las que forman mayor cantidad de incrustaciones son las segundas, especialmente en las
partes más calientes de la caldera y con preferencia en los tubos; el sulfato de calcio es una de
esas sales.
En cambio los sulfatos producen incrustaciones en las calderas originan los siguientes
inconvenientes.
En las calderas modernas como el calor que pasa por metro cuadrado de superficie de
calefacción y por hora es muy grande, el espesor de la incrustación no puede ser excesivo para
que no aparezcan los inconvenientes señalados en 2).
2
Por ejemplo, para presione de 25 kg/ cm y admitiendo que la temperatura continua de
seguridad es de 480°C, puede aumentarse la temperatura de los tubos si éstos son de acero y
de bajo contenido de carbono, en unos 240°C.
Como se vio anteriormente, entre las sales capaces de formar incrustaciones que puede
contener un agua se encuentran los bicarbonatos sulfato de calcio y magnesio.
Se entiende por dureza total del agua a la cantidad de calcio y magnesio disueltas en ella.
La dureza permanente representa a las sales de calcio y magnesio que subsisten en la
solución, después de una ebullición prolongada del agua.
Las sales que han precipitado guante la ebullición constituyen la dureza temporaria o transitoria
del agua, que se obtiene por diferencia entre las dos durezas anteriores.
La espuma se debe a la formación de una capa de burbuja de vapor sobre la superficie del
agua. Si esta capa llena todo es espacio destinado al vapor se produce el arrastre de agua a la
cañería principal de conducción del vapor. Esto tiene efecto pernicioso sobre el rendimiento de
la caldera puesto que el agua que pasa a la cañería no produce trabajo, habiéndose gastado
calor para calentarla. Las sales que arrastra aquélla se depositan sobre las paredes de los
caños, válvulas, cilindros, etc. Además, el agua que llega al cilindro disminuye las propiedades
del lubricante.
Estas burbujas se deben a la presencia en el agua de ciertos cuerpos que actúan como
estabilizadores de la película que envuelve a la burbuja de vapor.
CAPITULO VII.
La recuperación del calor sensible de los gases a la salida de las calderas se realiza
principalmente por medio de economizadores y calentadores de aire.
También se encontró la forma de recuperar parte de este calor aumentando la temperatura del
aire de combustión mediante los calentadores de aire.
Economizadores
Debe disponerse de una elevada diferencia de temperaturas entre los gases y el fluido,
para no requerir de excesivas superficies de calefacción.
Para economizadores del tipo convencional el límite de temperatura a bajar en los gases es de:
Gas natural 120 ºC
Gasóleo 150 ºC
Combustóleo 175 ºC
Esto siempre y cuando el agua llegue a la caldera a una temperatura de entre 110 y 120 ºC
para evitar el choque térmico en el economizador.
Calentadores de aire
Otra forma de recuperar el calor sensible de los gases, se produce mediante el uso de
calentadores de aire, cuya misión es aumentar la temperatura del aire de combustión, por lo
tanto son elementos que recuperan parte del calor sensible de los gases de combustión y lo
añaden al aire requerido para la combustión del combustible.
Por lo tanto el uso de precalentadores de aire en calderas, dado el bajo coeficiente global de
transmisión de calor, solo se recomienda como último recurso y siempre que no se pueda
utilizar la entalpía de los gases de salida en precalentar otro tipo de fluido.
Si no hay más remedio que utilizar precalentador de aire se recomiendan los de tipo rotativo
(tipo LJUNGSTROM) o los estáticos de tubos de borosilicato. Dado el precio de estos
precalentadores solo es recomendable en calderas grandes y como complemento a un
economizador instalado en serie con el.
1º Se reducen las pérdidas de calor en los gases de combustión. Aproximadamente por cada
20 ºC de reducción en la temperatura de dichos gases se obtienen un 1 % de ahorro de
combustible.
Existen diferentes tipos de calentadores de aire, los cuales sirven para funcionar a diferentes
temperaturas. Por lo tanto, la temperatura es la ase de la clasificación. En la tabla VII-1 se
indican los diferentes tipos.
Tabla VII.1 Tipos de Calentadores de Aire. Campos de Temperatura de Aplicación
Gases
Tipos Temperatura Máxima Temperatura Mínima para
Combustibles con Azufre
A.E.S.S. 500 - 600 160 - 180
Acero con superficies extendidas 400 - 500 160 - 180
Hierro fundido con aletas 400 - 500 140 - 160
Vidrio borosilicato 230 - 250 100 - 120
El diseño de un calentador de aire debe realizarse a partir de los siguientes datos iniciales:
- Temperatura de gases (ºC).
- Temperatura del aire para la combustión (ºC).
- % medio de (CO2 + SO2) en los gases (%).
- Tipo de combustible.
- Configuración de la caldera, horno o secador para estudiar sus pérdidas.
Es conveniente definir varias formas de funcionamiento típicas y conocer los datos anteriores
en cada una de ellas. Y a partir de los siguientes datos del propio calentador:
Purgas de Agua
La purga de la caldera se realiza extrayendo agua del domo o tanque, la cual tiene una alta
concentración en sólidos disueltos y en suspensión, e introduciendo agua de alimentación de
muy baja concentración. Indudablemente, hay que buscar un punto de compromiso entre el
flujo de la purga y los problemas asociados a los sólidos disueltos, ya que una purga
insuficiente provocaría el arrastre de sólidos por el vapor y una purga excesiva produciría
pérdidas de energía elevadas.
Tipos de Purgas
En la Tabla VII.2 se indican límites superiores recomendables para calderas de tubos de agua
y humo en función de la presión. Puede observarse que en las calderas de tubos de humo el
límite de salinidad total es más alto. La razón de la diferencia es que las incrustaciones son
más graves en las calderas de tubos de humo, por cerrarse en aquellas el paso del agua al
producirse incrustaciones.
Para calcular la purga continua necesaria en una caldera hay que realizar un balance de los
distintos componentes a controlar. Como ejemplo, efectuaremos este balance para la salinidad
total.
Sea:
Luego:
Pxa=Rxb+Axb+Pxb
De donde:
P = A x b / a – b [ = ] Kg/h
En cuanto a las pérdidas en calor de purgas, se podrán calcular por la siguiente expresión:
Pp = P x ( ia – ir ) / PCI x F X 100 [ = ] %
Donde:
En caso de calderas de gran tamaño, y si los costos del combustible y del agua lo justifican, se
puede considerar un control automático de la purga, incluyendo una medición de la
concentración adentro de la caldera, que manda la abertura de una válvula de eliminación del
agua.
Sin embargo, tal equipo puede ir descalibrándose, así que no permite suprimir los controles de
la calidad del agua de la caldera por el laboratorio.
Flash Simple
El flujo de vapor que sale por un orificio viene dado por la formula:
2 1/2
Q = K x d ( P[ P + 1 ] )
En donde
Q = Flujo de vapor que sale por el orificio (Kg/h)
d = Diámetro del orificio (mm)
P = Presión manométrica del vapor (Kg/cm2)
K = 0.4
A=(QxH)/X
Control de la Combustión
En función del consumo anual de una caldera se puede proponer la medida a), b) ó c).
En la Tabla VII.3 se muestran los valores óptimos de exceso de aire para diferentes
combustibles y sus valores equivalentes en % de oxígeno
En ocasiones por cuestiones de seguridad no se pueden lograr estos valores, debido al mal
estado en que se encuentran los quemadores, por lo que es recomendable consultar con el
fabricante.
1º Mantener una presión del vapor constante y un flujo acorde con las variaciones de la carga.
GASES DE
GAS NATURAL PERDIDAS COMBUSTION
CH4 92%
C2H6 6.8%
CO2 0.7%
N2 0.5%
GAS
NATURAL VAPOR
CALDERA
AIRE RETORNO DE
CONDENSADOS
PURGAS AGUA DE
REPUESTO
BALANCE DE ENERGIA
Q + mgnPCS + maire(hT – ho) + mcond(hT – ho)cond + magua rep(hT – ho)agua rep = mgases combCp(Tg –
To)gases comb + mvapor(hTg – ho)vapor + mpurgas(hf+ - ho)purges
CALCULO DE LA ENERGIA DE CONDENSADOS
despejando mpurgas
mpurgas = magua + mcond - mvapor = 1.9656 Kg/s + 11.4656 Kg/s – 12.5969 Kg/s
= 0.8343 Kg/s
Cp
GASES X (KJ/KgºK) ρ (Kg/m3 ) CpXρ
CO 0.089 1.076 0.8324 0.0797
O 0.017 1.044 0.6054 0.0107
N 0.722 1.085 0.5297 0.4149
Agua 0.172 2.056 0.3405 0.1204
0.6257 KJ/m3 ºk
PV1 = RT1
PV2 = RT2
La relación:
Maire = Kg/Kgmol
Por cada m3 de combustible se suministra 10.92m3 de aire y se obtienen los gases productos
de la combustión que son 11.95m3 por lo que el gasto volumétrico de los productos es:
A 26.7 ºC
Cpaire = 1.005 KJ/KgºK
ρaire = 1.1388 Kg/m3
Normalizando el Cp
G = 1.0031 m3/s
PC = 37,304.7 KJ/m3
⎛ E vapor − E condensados ⎞
n = ⎜⎜ ⎟⎟ x 100
⎝ E combustible + E aire ⎠
Deben ser
⎡ ⎛ E gases + E cpurgas + Qperdidas ⎞⎤ iguales
n = ⎢1 − ⎜⎜ ⎟⎟⎥ x 100
⎣ ⎝ E combustibl e ⎠⎦
⎛ 33,643.75 Kw − 2,661.7801Kw ⎞
n=⎜ ⎟ x 100 = 82.75
⎝ 37 , 420 . 39 Kw + 19 . 23 Kw ⎠
CO2=8.9 %
Gases de O2=1.7 %
combustión Gases
T=372°C N2=72.2 %
H2O=17.2 %
9.8816 m3/s
232.2 °C Vapor
Combustible
T=26.7°C Caldera
1.00305 m3/s
CH4=92% Retorno de
C2H6=6.8% condensados
CO2=0.7%
N2=0.5%
Agua de
Purga repuesto
T referencia= 25°C
Estados de referencia
P= 1atm
hT(82.2°C)=344.1456 KJ/kg
h0 (26.7° C)=111.996 KJ/kg
Masa de condensados =11.4658 kg/s
E condensados =Masa cond* (hT-h0) cond = (11.4658 kg/s) (344.1456 KJ/kg - 111.996
KJ/kg)
hT(10°C)=42.01 KJ/kg
h0 (26.7° C)=111.996 KJ/kg
E del Agua de repuesto =Masa H2O rep* (hT-h0) H2O rep = (1.9656 kg/s) (42.01 KJ/kg -
111.996 KJ/kg)
hT(185.6°C)=2,782.792 KJ/kg
h0 (26.7° C)=111.996 KJ/kg
E del vapor saturado =Masa vap* (hT-h0) vap = (12.5969 kg/s) (2,782.792 KJ/kg - 111.996
KJ/kg)
CALCULO DE LA PURGA:
Despejando M purgas:
E de Purgas =Masa purg.* (hT-h0) purg. = (0.8345 kg/s) (788.084 KJ/kg - 111.996 KJ/kg)
De ec.(4)
PARA EL AIRE
⎛ E vapor − E condensados ⎞
n = ⎜⎜ ⎟⎟ x 100
⎝ E combustible + E aire ⎠
Deben ser
iguales
⎡ ⎛ E gases + E cpurgas + Qperdidas ⎞⎤
n = ⎢1 − ⎜⎜ ⎟⎟⎥ x 100
⎣ ⎝ E combustible ⎠⎦
⎛ 33,643.75Kw − 2,661.7801Kw ⎞
n=⎜ ⎟ x 100 = 89.66 %
⎝ 34,536 . 691Kw + 19 . 65 Kw ⎠
Perdidas
Combustible
Vapor
Caldera
Condensado
Aire
Gases
Agua T=372 ºC
Purga
T=250 ºC
Economizador
Gases
T=? ºC
Agua
T=10 ºC
BALANCE DE ENERGIA
Q + mgnPCS + maire(hT – ho) + mcond(hT – ho)cond + magua rep(hT – ho)agua rep = mgases combCp(Tg –
To)gases comb + mvapor(hTg – ho)vapor + mpurgas(hf+ - ho)purges
despejando mpurgas
mpurgas = magua + mcond - mvapor = 1.9656 Kg/s + 11.4656 Kg/s – 12.5969 Kg/s
= 0.8343 Kg/s
A 26.7 ºC
Cpaire = 1.005 KJ/KgºK
ρaire = 1.1388 Kg/m3
Normalizando el Cp
Q = WCpΔT T2 = T1 + (Q/WCp)
Q = 1978.9661 kJ/2
W = 11.95 m3/s
T1 = 372 ºC
Cp = 1.3515 kJ/m3K
PARA NORMALIZAR EL CP
⎛ E vapor − E condensados ⎞
n = ⎜⎜ ⎟⎟ x 100
⎝ E combustible + E aire ⎠
Deben ser
iguales
⎡ ⎛ E gases + E cpurgas + Qperdidas ⎞⎤
n = ⎢1 − ⎜⎜ ⎟⎟⎥ x 100
⎣ ⎝ E combustible ⎠⎦
⎛ 33,643.75kW − 2,661.781kW ⎞
n=⎜ ⎟ x 100 = 89.15
⎝ 34719.4843kW + 19.3353kW ⎠
A. Sensores
Los requerimientos normales “en línea” para las calderas de vapor es controlar la presión del
vapor dentro del ±1% de presión deseada; la relación aire-combustible dentro del ±2% de
exceso de aire (el ±0.4% de exceso de oxígeno), basado en una curva de “carga” deseada
contra “exceso de aire”; el nivel del agua del tambor o cilindro de vapor dentro de ±1 pulgada
del nivel deseado: y la temperatura del vapor (donde la disposición se adopta para su control)
dentro de ±10 ºF (5.6 ºC) de la temperatura deseada. Además, la eficiencia de la caldera se
debe supervisar dentro del ±1%. Para alcanzar estas metas de funcionamiento, es necesario
instalar los sensores exactos.
La figura VIII.1 muestra los instrumentos en línea usados en una caldera. Los sensores más
importantes son los detectores del flujo, que proporcionan la base para los controles de
balance de materia y de calor. Para el control acertado de la relación aire-combustible, la
medida del flujo de aire para la combustión es importante. En el pasado era imposible medir
exactamente flujo de aire. Por lo tanto, la práctica era proporcionar algún dispositivo en la
trayectoria del flujo de aire de combustión o gases de combustión y calibrarlo con pruebas de la
combustión en la caldera funcionando.
Fig. VIII.1
Estas pruebas en práctica, realizadas en varias cargas de la caldera, las usadas para medidas
del flujo de combustible (directa o deducida del flujo del vapor) y las medidas del por ciento de
exceso de aire por análisis del gas; él también utilizó las ecuaciones de la combustión para
determinar flujo de aire. Porque se desea qué esta sea una medida relativa con respecto a flujo
de combustible, la medida del flujo de aire es normalmente calibrada y presentada sobre una
base relativa. Flujo contra las características de la presión diferencial, compensaciones para las
variaciones normales de temperatura, y las variaciones en exceso de aire deseado como una
función de la carga; son todas incluidas en la calibración. El resultado deseado es hacer que la
señal del flujo de aire empareje las señales del flujo del vapor o de combustible cuando las
condiciones de la combustión son las deseadas.
Presión diferencial del quemador (presión de la caja de aire menos la presión de horno)
Presión diferencial de la caldera (diferencial a través del bafle en la corriente del gas de
combustión)
Presión diferencial del calentador de aire (diferencial lateral del gas)
Presión diferencial del calentador de aire (diferencial lateral del aire)
Sección del venturi o tubo de flujo (instalado en la chimenea)
Anillo del piezómetro (en la entrada de ventilador del tiro forzado)
Sección del venturi (sección del conducto del tiro forzado)
Segmentos del orificio (sección del conducto del tiro forzado)
Segmentos del ventilador del aire (sección del conducto del tiro forzado)
De éstos, los más deseables son los últimos cuatro, porque utilizan un elemento primario
diseñado con el fin de detección y medida del flujo en el lado del aire limpio. Ningunos de estos
sensores resuelven el requerimiento doble de la alta exactitud y alcance. Actualmente, son de
poco valor, 30% en el flujo o menos. En la tabla 1.1 se enumeran algunos de los mejores
sensores de flujo, tales como la prueba de flujo térmico de puntos múltiples o las estaciones de
área promedio del Pitot proporcionadas con “hexcel” – tipo aspas enderezadas y con
membranas tipo celdas de presión balanceada d/p. Éstos son los avances importantes en la
detección del flujo de aire de la combustión. Esta tabla muestra que los errores de medida
pueden ser anticipados. Desafortunadamente, como el flujo es reducido, el error; en porcentaje
de real medida, aumenta en todos los casos excepto los primeros dos. Con los metros lineares
de flujo, el error aumenta linealmente con el remolino corriente abajo Por lo tanto, el error
térmico del flujómetro aumenta diez veces en un remolino corriente abajo de 10: 1. En el caso
de flujómetros no lineales, el error aumenta exponencialmente. Por lo tanto, en un remolino
corriente abajo de 10:1, el orificio o los aumentos de error del Pitot es cien veces y lo que
causa que estos dispositivos lleguen a ser inútiles. Esta situación se puede aliviar algo por el
uso de dos celdas d/p en el mismo elemento o por el uso de unidades “inteligentes”.
Semejantemente, la razón aire-combustible no se puede medir con una mayor exactitud que el
flujo de aire. En los altos remolineos corriente abajo, este error puede ser muy alto. La
consideración que una reducción del 2% de exceso de oxígeno aumentará la eficiencia de la
caldera en 1%, de la medida exacta y del control exacto del flujo de aire son esenciales en la
optimización de la caldera.
La demanda para la exactitud del sensor a otra parte no es tan rigurosa. La instrumentación
estándar permite el control de la presión del vapor dentro del ±1%, la presión del horno dentro
de ±0.1 in de H2O, (2.5 milibar), el nivel del agua dentro de ±1 in del nivel deseado, y la
temperatura del vapor dentro del ±10 ºF (5.6 ºC).
B. Dispositivos de seguridad
Las operaciones referentes seguridad, arranque, parada, y la secuencia del horno son
básicamente digitales en naturaleza y funcionan desde entradas tales como cierres de
contactos.
La secuencia de arranque automático para encender los hornos y para ordenarlas dentro y
fuera de la operación es común. Esto es logrado en presencia de uno u otro, relevos o los
sistemas lógicos hard-wired de estado sólido. Estas funciones son logradas con frecuencia por
Controles Lógicos Programables (PLCs). El diseño y la especificación de los varios dispositivos
de seguridad son especializados como resultado de las regulaciones de la compañía de
seguros, NFPA (asociación nacional de la protección contra los incendios), y regulaciones de
estado.
La figura VIII.2 muestra un sistema de los controles básicos posibles para un quemador de
petróleo (oil-fired). Algunos de los lazos de control básico, comenzando con controles de
presión del vapor, son descritos abajo.
La energía térmica requerida de una caldera se relaciona con la raíz cuadrada del cociente h/p,
donde h es la presión diferencial a través del venturi y p es la presión del vapor. Mientras que la
presión del cilindro de vapor solo es un buen indicador del balance entre la velocidad del
quemador y la demanda de vapor, la respuesta de esta presión a un cambio en la carga (o
velocidad del quemador) es más lenta que la respuesta del flujo de vapor (h) (figura VIII.2). Por
lo tanto, la adición de una señal del feedforward basado en el flujo del vapor (FT-102) hará el
lazo más responsivo. La retroalimentación balanceada por el control de presión (PIC-101)
todavía se requiere porque el control del flujo del vapor solamente contendría una
retroalimentación positiva, donde un aumento en el flujo aumenta la velocidad del quemador,
el cual en un lapso de tiempo, podría posteriormente aumentar el flujo de vapor.
En el esquema mostrado en la figura VIII.3, un aumento en la carga (demanda del vapor) causa
un aumento en el flujo (h) y disminuye la presión (p). Ambos efectos causan la relación h/p en
el aumento, lo que incrementa la velocidad de combustión. En el sistema, por lo tanto los
cambios de carga causan h y p se muevan en direcciones opuestas. En el caso de un trastorno
en el lado de la fuente de calor, un aumento en el valor calorífico del combustible, la presión (p)
y el flujo (h) aumentaran (se moverán en la misma dirección), y por lo tanto valor de h/p y la
señal del feedforward permanecen constantes (pues la carga es constante). PIC-102 corrige
para ese tipo de desorden en la retroalimentación reduciendo la relación combustible/vapor del
multiplicador (PY-101). Esto es una característica valiosa al quemar los combustibles sólidos o
cuando funcionan incineradores de recuperación de calor.
Fig. VIII.2
PIC-101 no necesita ser sintonizado muy firmemente porque, si la parte del feedforward del
lazo se ajusta correctamente, el controlador de retroalimentación tendrá muy poco que hacer
para corregir los errores del sensor y las variaciones del combustible. Los ajustes para PIC-
101 son una función del volumen de tambor de vapor y la distribución de los saltos, pero
típicamente se pueden fijar para PB = 100%, I= 1 a 5 repeticiones por minuto, y D= 0 a 10
segundos. Si el PIC se utiliza directamente para fijar la velocidad de combustión (sin la
corrección del feedforward). El lazo tiene que hacer mucho más trabajo (sintonizado más
firmemente), PB = 15 a el 20% y la corrección integral debe ser reducida a I= 0.2 repeticiones
por minuto. Algunas autoridades recomiendan la eliminación del integral bajo tales condiciones
y el uso del derivativo (D=0.05 a 0.1 minutos).
Fig. VIII.3
Fig. VIII.4
1. Combustible Gaseoso
Cuando el flujo total de un combustible de gas debe ser controlado (figura VIII.4), es a veces
necesario controlar la presión de gas a la entrada porque las consideraciones del horno o
porque el flujómetro lo requiere. Cuando la regulación de presión también se requiere, se
puedo utilizar un regulador autónomo o un lazo de control entero de presión. Si la caída de
presión a través del regulador de presión (V1 en la figura VIII.4) es más pequeña que la caída
de presión asignada a la válvula de control de flujo (V2) que es una configuración aceptable.
Por una parte, si el ΔP que cruza V1 es más grande (V1 es más pequeño que V2) entonces el
uso de un regulador dará lugar a la interacción substancial entre el flujo y los controladores de
presión. Esto es porque un aumento relativo del lazo de flujo es (P2-P3)/(P1-P3) y bajo tales
condiciones el aumento relativo en el lazo del flujo estaría debajo de 0.5. Si ése es el caso. V1
debe ser asignado al FIC y el V2 al PIC en la figura VIII.4, y esto es solamente posible si un
lazo de control completo de presión es substituido por un regulador.
Como el flujo de gas aumenta, la presión aumenta detrás del horno (P3), lo que deja menos ΔP
para la válvula de control de flujo. Por lo tanto si ΔP de la válvula varía por más de 2:1 como los
cambios de carga del mínimo al máximo (guardar el aumento del lazo relativamente constante),
una válvula igual del porcentaje debe ser utilizada. Para el control de presión de gas, una
válvula lineal es generalmente aceptable si la variación del ΔP está bajo 2:1, mientras que para
los reguladores con un aumento sobre 20 (PB<5%), las características estándar ofrecidas por
el fabricante son aceptables. Una válvula posicionadora mejorará el funcionamiento del lazo del
PIC, pero podría contribuir en el ciclo del lazo FIC. Por lo tanto, si el posicionador no puede ser
eliminado, o desviado, la salida del FIC debe ser retrazada (disminuida),de tal modo que
haciendo la respuesta artificialmente más rápida de la válvula que la variable de proceso (flujo).
El PIC requiere un modo proporcional solamente con un aumento de 10 o aún 20 (PB=5 hasta
el 10%). El FIC se debe fijar para un aumento bajo, tal como 0.3 (PB=300%), con mucha acción
integral (10 a 20 repeticiones por minuto). La medida a ambos controladores se debe filtrar
para quitar el ruido.
2. Combustible Líquido
Para garantizar la buena mezcla con el aire de combustión, los combustibles líquidos deben ser
atomizados. La relación del flujo de aire o vapor de atomización es controlada a distancia de la
velocidad de combustión o de la señal del flujo de combustible (figura VIII.5). La cantidad de
vapor usada para la atomización es el cerca de 1% del total del vapor generado por la caldera.
La válvula de vapor puede ser de abertura lineal si el flujómetro es también lineal, o rápida, si
se utiliza un orificio-tipo sensor de flujo. Los ajustes de FFIC son los aproximadamente
PB=300% e I=10 a 20 r/m.
Fig. VIII.5
Para que el atomizador funcione correctamente, particularmente cuando se queman los aceites
residuales pesados, es necesario calentar el aceite para mantener su viscosidad baja y
constante. Para la operación apropiada del quemador y evitar el destello, la presión trasera
sobre el quemador debe también ser controlada, pues el combustible de aceite residual pesado
se circula continuamente más allá del quemador. Un tamiz o malla del #20 se utiliza a
contracorriente desde el calentador y una malla del #60 antes del quemador. El flujo de
combustible neto al quemador es señalado por la diferencia entre los dos flujómetros totales.
Son generalmente del tipo de Coriolis. La velocidad de combustión proporciona el punto de
ajuste a FIC-103, mientras que su salida modula la abertura del orificio en el quemador.
Los requisitos de adaptación para FIC-103 son similares a los enumerados para el control del
combustible de gas en la figura VIII.4 (el PB=300%, I=10 a 20 r/m), salvo que el lazo es incluso
más rápido (líquido incompresible) y por lo tanto las contribuciones de la banda muerta (del
actuador del quemador, del transmisor inteligente, de las líneas de transmisión neumática
largas, del tiempo de la actualización del autobús del campo( bus-field), y duración de ciclo de
DCS) que todos llegan a ser más críticos y que se deben reducir al mínimo para el buen
funcionamiento. Además, el ruido de la señal de la medida debe ser filtrado bloqueando
cualquier cambio del flujo que ocurra más rápidamente que la velocidad de la respuesta del
quemador.
3. Combustibles múltiples o de desecho.
Cuando se utiliza más de un combustible, es necesario sumar sus flujos en base de sus
valores caloríficos individuales antes de que el total se compare a la señal de la velocidad de
combustión. El valor calorífico total (las calorías o BTUs por la unidad de mezcla del
combustible) no es necesariamente igual que el aire de combustión total requerido para
quemar esa mezcla. El requisito teórico del aire (sobre una base total) de quemar una unidad
de carbón es 11.53, para hidrógeno es 34.56, y para el sulfuro es 4.32. Por lo tanto, los
elementos separados son necesarios determinar la entrada de calor total o requerimiento de
aire.
Fig. VIII.6
4. Carbón
Al quemar los combustibles sólidos tales como carbón, corteza, bagazo, o basura sólida
municipal, el sistema de control es una función de la capacidad del molino, que se utiliza para
reducir el tamaño de partícula del combustible. Un cambio en la alimentación del molino de
martillos puede ser muy sensible ya que este carbón pulverizado pasa de inmediato al
quemador. En tales instalaciones en diseños anteriores, el requisito de energía del pulverizador
fue utilizado como indicación del flujo del carbón.
Cuando la alimentación del carbón al molino se mide directamente (figura VIII.7), el tiempo de
retraso de transportación es compensada por FY-1. Si se aumenta el punto de ajuste de la
demanda del combustible, FIC-103 detectará esto solamente después que el tiempo de retraso
ha pasado y por lo tanto el molino será alimentado insuficientemente (mejorando su respuesta)
antes de que se alcance un nuevo estado estacionario.
Fig VIII.7
Fig VIII.8
Cuando se utilizan los molinos de la bola o de rodillo, la capacidad del molino es relativamente
grande, el retardo del molino excede 1 minuto, y por lo tanto ni la energía del pulverizador ni el
flujo de la entrada del carbón son medios aceptables para detectar el nivel de entrada del
quemador. En ese caso, el flujo de aire primario que transporta el carbón pulverizado se
manipula en función de demanda del carbón. Mientras que se levanta la demanda para el
carbón, el aumento resultante en flujo de aire también aumenta la alimentación del carbón al
pulverizador.
Porque el cargamento del carbón del aire no es uniforme, y porque el valor calorífico del carbón
varía, el flujo de aire total a todos los pulverizadores (FY-2) no refleja exactamente la
alimentación total del carbón a los quemadores (figura VIII.8). Por lo tanto, es recomendable
aplicar una cierta corrección de la regeneración a esta señal calculando el lanzamiento de calor
real de la caldera (FY-1) basada en el flujo y la presión del vapor generado. Shinskey
recomienda, que se tenga un regulador óptimo (OC) proporcionado una acción integral lenta.
Es importante que el tiempo integral de este regulador sea más largo que el constante de
tiempo de la caldera de modo que un aumento en flujo del vapor no cause un goteo del
combustible, que atraviesa la acción integral de OC.
E. CONTROLES DE AIRE
En los diseños primarios de controles de aire de la caldera, los sensores, la fuga de aire
inestable, los apagadores no lineales, la banda muerta, y la histéresis en acoplamientos o
paletas de la entrada de ventilador hicieron, que el control de aire sea no confiable. Esto dio
lugar a menudo a inhabilitar el ajusten de la relación aire-combustible, cuando la carga cayó
debajo del 25%. En estos sistemas primarios, los sensores obsoletos del aire eran campo
monitoreado por las pruebas que fueron basadas en el flujo del combustible (o vapor), exceso
de oxígeno en los humos, y las ecuaciones de la combustión. Estas señales de campo-
monitoreadas del sensor eran absolutamente ruidosas, y por lo tanto sus señales tuvieron que
ser calladas.
En todas las instalaciones, la calidad de los sensores han mejorado y el flujo de aire se controla
en lazos cerrados de una misma linealización. Para aumentar el rango del sistema de
ventiladores, conducidos en la turbina de vapor, la velocidad del ventilador se estrangulan en
una configuración de la amplitud del rango, como la demanda para las gotas del flujo de aire a
partir del 100 hasta el 60%, el apagador se estrangula a la mínima abertura, y, como la
demanda para las gotas del aire a partir del 70 hasta el 0% (o el permisible mínimo), la
velocidad del ventilador se reduce de su máximo al valor mínimo.
Figura VIII.9 describe un lazo de control de aire, que se configura para medir el flujo total de
aire (√h/f) sobre una gama del 10:1. Es lo mejor medir y controlar el aire en el mismo lado de la
caldera (reducir al mínimo la interacción con controles del bosquejo); por lo tanto, FIC-104 está
estrangulando las paletas de la entrada (y/o velocidad) de los ventiladores del tiro forzado en el
bosquejo (FD). Los requisitos de adaptación de FIC-104 son probablemente similares a los que
están descritos para FIC-103 en la figura VIII.4.
En las calderas, al existir presiones negativas 0.05” H2O, puede entrar aire atmosférico y
entonces se puede escapar combustible no quemado, por lo tanto es necesario incrementar la
presión de vació alrededor de 0.01” de H2O por cada pie de H2O. la presión en la tapa puede
ser grande y esto es de 1” en el diámetro. Porque las medidas de salida es crítico, en
instalaciones grandes se colocan tres transmisores.
Como los lazos del flujo y de la presión (FIC-104 y PIC-106) hacen interacción la presión en el
horno será llevado al máximo a menos que ambos FD y ID, afectan la salida del ventilador, la
medición tiende a ser ruidosa esto puede ser reducido por el uso de t5ransmisores o filtros. El
controlador PIC-106 puede ser provisto con una derivación inversa, el filtro puede ser ruidosa,
o puede proveer con un lado proporcional y un ajuste integral grande, la cual es dado por un
controlador flotante.
Porque cada vez que el aire entra al quemador FIC-104, la presión en el quemador puede ser
más grande, a menos que el balance de matrería sea reestablecido por el aumento de la salida
FY-104C y es provista por la retroalimentación figura VIII.9, esto da como resultado menos
trabajo hecho por el controlador, la cual provee el ajuste de la retroalimentación.
Un multiplicador (PY-106) en el lazo de control se refiere a un elemento, porque el multiplicador
ajusta automáticamente, el aumento del desacoplamiento del feedforward en la proporción con
flujo. Esto es deseable. Por una parte, PY-106 también hace el aumento de lazo de
regeneración PIC-106, también puede variar directamente con el flujo. Esto debe ser
compensada: para guardar el constante de aumento de lazo, se recomienda también para
reducir automáticamente el aumento del regulador (PIC-106) mientras que se aumenta el flujo.
Fig VIII.9
2. Relación aire-combustible
La operación eficiente de la caldera requiere una continuidad de los flujos del combustible y de
aire, mientras que se mantiene un exceso leve del aire. Los flujómetros del aire y del
combustible, ambos necesitan estar en el mismo porcentaje para dar el cociente o la relación
aire-combustible correcto. Un sistema aire-combustible bien diseñado, garantizará que el aire
sea introducido todo el tiempo. Esto significa que el aire será mayor que el combustible. Los
selectores de los topes y fondos (FY-104A y FY-103 en el cuadro VIII.10) proporcionan esta
característica y garantizan que ninguna mezcla de combustible-rica puede existir, incluso por
algunos segundos. El sistema también protege contra las consecuencias de una válvula del
combustible que se pega o de una falta del ventilador. Se garantizan los controles de la
relación aire-combustible paralelos cruz-limitados y garantizan que (1) el flujo de combustible
está limitado a la circulación de aire real, (2) el combustible mínimo requerido para la llama
estable, y (3) el flujo de aire mínimo requerido para emparejar el combustible mínimo se
proporciona siempre (FY-I04B en el cuadro VIII.10).
Fig VIII.10
Es necesario controlar el nivel del agua en el tambor del vapor porque una gota en nivel podría
dar lugar a un desagüe y de tal modo al recalentamiento de los tubos de caldera, y una subida
del nivel interferirá con la operación de los separadores de la humedad. El nivel del agua
evidente y el inventario del agua (masa del agua en el tambor) no son iguales porque, si se
eleva la carga (el flujo del vapor aumenta), el nivel tiende a crecer debido a un volumen mas
grande tomado por las burbujas. En una situación inversa, una gota en la carga, dando por
resultado un aumento en la presión del vapor (o un aumento del flujo del agua de alimentación,
dando por resultado una gota en temperatura del tambor), hace que las burbujas caigan y una
gota evidente reduce el nivel (figura VIII.11). La respuesta inversa del regulador plano por lo
tanto trastorna el control del agua de alimentación. En la carga cero, no hay burbujas. Así pues,
el inventario del agua (masa) es máximo. Mientras que se eleva la carga y la parte del volumen
líquido es desplazada por las burbujas, las gotas del inventario del líquido, y algunas del agua
se deben quitar para guardar la constante del nivel.
Fig VIII.11
En pequeñas calderas con capacidades grandes de agua de reserva, el control plano se puede
todavía utilizar a pesar del efecto de la respuesta inversa. En tales casos, si el regulador plano
tiene solamente un modo de control proporcional, el ajuste puede ser PB el = 25% (aumento =
4). En calderas del tamaño intermedio, un lazo de dos-elemento (plano + flujo del vapor) pudo
ser suficiente, donde se suman el flujo del vapor y la salida de regulador plano y es así que el
elemento se escala en un cambio de carga, los dos cambios son iguales: el cambio en señal
del regulador plano en una dirección y el cambio en señal del transmisor de flujo del vapor en la
dirección opuesta son iguales.
Otra opción del control es el esquema de control del balance de materia demostrado en el
cuadro VIII.2. Allí los dos medidores de flujo (FT-102 y FT-109) tienen gamas idénticas en el
flujo de masa base. Cuando las dos señales del flujo son iguales, ΔFY-109 envía una señal del
50% al regulador de la diferencia de flujo (ΔFIC-109). LIC-108 señala el punto de ajuste de
ΔFIC para corregir los errores del medidor de flujo, las pérdidas de la purga, y las variaciones
en inventario del agua en diversas cargas. El ajuste integral del LIC es una orden de la
magnitud más lenta que la del ΔFIC; por lo tanto, el LIC balancea el sistema durante períodos
de condiciones de carga constantes. LIC-108 proporciona una señal de retorno externa (EFB)
para proteger el reajuste, cuando el flujo del agua de alimentación es bajo el control es manual
o es de otra manera limitado.
El cuadro VIII.12 ilustra un sistema de control del agua de alimentación que tome en la
consideración el efecto de aumento y reducción y la variación del inventario del agua con la
carga. La respuesta inversa del nivel es corregida por la adición de una señal del impulso al
transmisor plano, hace salir un elemento (LY-108), que es igual de tamaño (fijado por K) pero
de muestra opuesta que aumente o disminuya el error. El valor de K es más bajo para las
calderas de alta presión porque el efecto de aumento o reducción se reduce con la presión. El
tiempo de retraso del impulso se fija por cerca de 20 segundos. Después de este tiempo de
retraso, el efecto del compensador dinámico (LY-I08) se elimina automáticamente, pues el
impulso y las señales de puente son iguales y de muestras opuestas. El flujo del vapor se envía
como señal del feedforward al controlador integral LIC-108. Esto corrige para la gota en
inventario del agua con la carga. Los ajustes de P y de I de LIC-108 son los aproximadamente
PB=25%, I=> 1 minuto por la repetición.
La válvula del agua de alimentación maneja generalmente el agua muy pura; en las gotas de
alta presión, las válvulas de acero del Cromo-molibdeno pueden soportar la erosión de la
corrosión que resulta, mientras que la cavitación debe ser eliminada. La válvula debe tener un
aumento constante de modo que el aumento de lazo no varíe con la carga. Esto se puede
proporcionar por características lineales o por un posicionador de linealización. Un sobre
diseño es un problema común porque estas válvulas se clasifican a menudo para la suma de
capacidad de la caldera más la capacidad de la válvula de descarga, que es innecesaria.
Fig VIII.12
Fig VIII.13
En las altas cargas (zona 2 en el cuadro VIII.13), la subida de la temperatura del vapor es
prevenida o puenteando la sección de la convección del sobrecalentador (apagador de cierre 1
y apagador de apertura 2) o por el atemperamiento con agua. Las posiciones requeridas de la
hornilla y del apagador que corresponden a cada carga son establecidas para la mayoría de las
calderas, y así que son a menudo del feedforward; programado directamente de la carga,
basada en el vapor (FY-102 en el cuadro VIII.14) o el flujo de aire.
Fig VIII.14
Los dos secundarios (esclavos) detectan en la corriente abajo la temperatura del vapor (TT-1
12) del atemperador. El esclavo más rápido, TIC-112A, controla el atemperador y se
proporciona modos de control del paladio y un diagonal. El uso de los modos del paladio evita
conflicto con el otro esclavo (pi) y reduce al mínimo el uso del agua (una pérdida irreversible de
eficacia de la caldera) porque el modo derivado cierra la válvula antes de que se alcance el
punto de ajuste. El diagonal es proporcionado para mantener el atemperador responsivo
entregando una cantidad minuciosa de agua incluso cuando TIC-112A está en el punto de
ajuste y no pediría agua en absoluto.
El cuadro VIII.15 ilustra los controles usados cuando los únicos medios del vapor
sobrecalientan el control con rociadura del agua. Cuando la carga de la caldera es baja (la
zona 1 en el cuadro VIII.13), no hay rociadura necesaria porque la temperatura del vapor está
debajo del punto de ajuste. Con todo el lazo debe abrir rápidamente la válvula del aerosol si un
aumento repentino de la carga hace que la temperatura del vapor se eleve rápidamente. Esta
capacidad es proporcionada eliminando el reajuste con el uso de la regeneración externa
proporcionada en el cuadro VIII.15.
Fig VIII.15
CAPITULO IX.
CONTROLES DE OPTIMIZACIÓN
Cuando el coste del combustible anual de la caldera está en millones, incluso algunos puntos
de porcentaje de la eficacia mejorada pueden justificar los costes de instrumentos agregados y
de controles. En los párrafos siguientes, un número de técnicas de optimización serán
descritas. Las varias metas de la optimización incluyen
1. Reduzca al mínimo la temperatura de exceso del aire y del humo.
2. Reduzca al mínimo la presión del vapor.
a. De tal modo se abrirán los controles primarios de la turbina.
b. Reduzca las presiones de la descarga de la bomba de alimentación.
c. Reduzca la pérdida de calor a través de las paredes de la pipa.
3. Reduzca al mínimo la purga.
4. Mida la eficacia.
a. Utilice las calderas más eficientes.
b. Sepa cuándo realizar mantenimiento.
5. Proporcione la responsabilidad.
a. Supervise las pérdidas.
b. Recupere el calor condensado.
Los primeros tres métodos de optimización son alcanzados por control de proceso a circuito
cerrado y se pueden sobreponer sobre el sistema de control total de la caldera demostrado en
el cuadro VIII.9. Los puntos de la relación para estas estrategias de optimización también se
demuestran en esa figura. Las ventajas de los dos métodos pasados (eficacia y
responsabilidad) no se obtienen bajo la forma de señales de control a circuito cerrado, sino
ellas contribuyen a un mejor mantenimiento.
Fig IX.1
A. OPTIMIZACIÓN de EXCESO del AIRE
Si una caldera está funcionando con un combustible en particular con una carga específica, es
posible trazar las varias pérdidas de la caldera en función del exceso o de la eficacia del aire,
según las indicaciones del cuadro IX.1. La suma total de todas las pérdidas es una curva con
un punto mínimo. Cualquier proceso que tenga una curva del funcionamiento de este tipo es un
candidato ideal a la optimización instrumental. Tales sistemas de control de proceso son
gestionados continuamente determinando el punto mínimo de la pérdida en esa carga
particular y después cambiando de lugar las condiciones de funcionamiento hasta que se
alcance ese punto.
Fig IX.2
Según las indicaciones del cuadro IX.1, la radiación y las pérdidas de la pared son
relativamente constantes. La mayoría de las pérdidas de calor en una caldera ocurren a través
del haz de tubos. Debajo de las hojas no quemadas del combustible en las operaciones aire-
deficientes, y cuando hay un exceso del aire, se pierde el calor mientras que el oxígeno
inusitado y su nitrógeno de acompañamiento se calientan, van hacia arriba y después se
descargan en la atmósfera. La meta de la optimización es guardar las pérdidas totales en un
mínimo. Esto es logrado por un exceso de aire con reducción al mínimo y reduciendo al mínimo
las temperaturas de la chimenea (figura IX.2).
El punto mínimo es la pérdida en el cuadro 1.23, no está en exceso el oxígeno. Esto es porque
no hay hornilla capaz de proporcionar la mezcla perfecta. Por lo tanto, si solamente el oxígeno
fuera admitido en el horno como se requiere para convertir cada molécula del carbón en CO2,
algo del combustible se iría sin quemarse, pues no todas las moléculas de O2 encontrarían sus
moléculas correspondientes del carbón. Esta es la razón por la cual el punto mínimo teórico de
la pérdida demostrado por la línea de puntos en el cuadro IX.1 está a la izquierda del real. Este
punto mínimo o máximo real de la eficacia de la pérdida es encontrado bajando de un exceso
del oxígeno lo más lejos posible, hasta que las lecturas del CO indican que se ha alcanzado el
mínimo. En este punto mínimo de la pérdida, las pérdidas del humo balancean las pérdidas del
combustible no quemado.
El cuadro IX.3 demuestra la composición del humo en función de la cantidad del aire presente.
El proceso de la combustión funciona generalmente al proporcionar bastante aire para convertir
todo el combustible en CO2. Este porcentaje de exceso del oxígeno no es constante. Varía con
el diseño de la caldera, características de la hornilla, tipo del combustible, tarifas de infiltración
del aire, condiciones ambiente, y la carga.
La parte superior del cuadro IX.4 demuestra que el porcentaje de exceso del aire debe
aumentar con forme la carga cae. Esto es porque en una carga baja las velocidades de
combustión caen y se reduce el flujo de aire, mientras que el volumen del horno sigue siendo
constante. Esto reduce turbulencia y baja la eficacia de la mezcla entre el combustible y el aire.
Esta pérdida de eficacia de mezcla es compensada por el porcentaje más alto de exceso del
oxígeno admitido en las cargas bajas.
Fig IX.3
Fig IX.4
La curva superior mostrada en el cuadro IX.4 ilustra teóricamente la relación entre el requisito
del O2 en exceso y la carga, y el diagrama de abajo proporciona los datos de prueba reales
para una caldera específica. Porque cada caldera tiene su propia personalidad única, esta
relación debe ser resuelta experimentalmente. Una vez que está establecido, puede ser
utilizada con un grado de confianza justo, aunque los pequeños cambios sean todavía
probables a ocurrir como las edades del equipo.
3. Detectores
Según las indicaciones del cuadro IX.3, el exceso del aire se puede correlacionar al O2, CO,
CO2, o a los combustibles presentes en el humo. Los combustibles se detectan generalmente
como hidrocarburos no quemados. Éstos se utilizan para la optimización porque la meta no es
mantener una cierta concentración óptima pera eliminar los combustibles del humo.
La medida del CO2 no es una buena base para la optimización porque, según las indicaciones
del cuadro IX.6, su relación con el exceso del O2 es una función del tipo de combustible
quemado. La concentración del CO2 del humo también varía levemente con el contenido del
CO2 del aire ambiente. Puede también ser observado en el cuadro IX.3 que el CO2 no es una
medida muy sensible. Su índice de cambio es algo pequeño actualmente el exceso de aire
óptimo. De hecho, la curva del CO2 está en su punto máximo cuando se optimiza el proceso de
la combustión.
Fig IX.5
El exceso de O2 como la base de la optimización de la caldera puede ser lento y una medida
relativamente extensa. Con todo, porque es más confiable y menos ruidoso que el análisis del
CO. Utiliza puntas de prueba del óxido de circonio. Para reducir al mínimo los efectos de salida
del conducto, la punta de prueba se debe instalar cerca de la zona de la combustión (Figura
IX.7) pero aún en un punto donde la temperatura del gas está abajo del detector eléctricamente
calentado del óxido de circonio (1550°F o 850°C). El flujo debe ser turbulento en la localización
del sensor, si es posible, asegurarse de que la muestra sea bien mezclada y representante de
la composición del humo. La señal de salida de estas puntas de prueba del óxido de circonio es
logarítmica. La localización correcta de la punta de prueba reducirá pero no eliminará el error
diagonal causado por la infiltración del aire. El aire ambiente entra en los canales del extractor
(que está bajo vacío) no sólo con salida, pero también refresca las hornillas y los registros
inusitados.
Fig IX.6
Otra limitación del sensor de la pila de combustible del circonio-óxido es que mide el oxígeno
neto. Es decir si hay combustibles en el humo, serán oxidados en la superficie caliente de la
punta de prueba y el instrumento colocará solamente ese oxígeno que permanezca después de
esta reacción. Este error no es substancial cuando el exceso de oxígeno total es alrededor del
5%, pero en calderas optimizadas.
Fig IX.7
Figura IX.7 El analizador tipo sonda de el oxígeno debe instalarse cerca de la zona de la
combustión pero a un punto dónde la temperatura está debajo del límite para el detector de
óxido de circonio.
El oxígeno de exceso es sólo 1%, esta diferencia entre el total y O2 neto puede causar un error
significante. Como la infiltración tiende a causar un error hacia el lado alto mientras los
resultados de efecto de celda-combustible en una lectura baja, la cantidad de incertidumbre es
demasiado alta para confiar en los sensores de O2 solo cuando se desea la eficiencia máxima.
4. Medida de CO
Teóricamente, el CO debe ser el cero siempre que hay oxígeno en el conducto de gas. En la
práctica real, la eficiencia máxima de la caldera usualmente puede mantenerse cuando el CO
está entre 100 y 400 ppm. El CO es un indicador muy sensible de quemadores
inadecuadamente ajustados; si su concentración sube a 1000 ppm, que es una indicación
fidedigna de condiciones inseguras. Debido a que el CO es una medida directa de la integridad
de combustión y nada más, también es sencillo por la infiltración de aire, de otra manera que el
efecto de la dilución.
Por estas razones, los sistemas control que utilizan la medida de ambos, exceso de O2 y
monóxido de carbono pueden perfeccionar la eficiencia de la caldera, aun cuando la carga,
condiciones ambientes, o características de combustible varían. Así mismo, cuando estos
sistemas detectan un cambio en la curva característica de la caldera, ese cambio puede usarse
para señalar una necesidad para el mantenimiento de los quemadores, unidades de
transferencia de calor, o aire y equipo de manejo de combustible.
Figura IX.8 La eficiencia del quemado de Gas en la caldera es máxima cuando el CO esta
dentro del rango de control.
Los analizadores de CO son ruidosos, no muy fiables, no puede operar a las temperaturas
altas, y por consiguiente normalmente se localizan corriente abajo del último intercambiador de
calor o economizador. A estos puntos, la dilución del conducto de gas debido a la infiltración es
frecuentemente bastante alta para requerir compensación. La medida de CO2 es usada para
calcular este factor de la compensación.
Uno de las maneras de perfeccionar las calderas es buscar continuamente el punto de pérdida
mínimo en Figura XI.1 y operar la caldera a la proporción de aire-combustible correspondiente.
En Figura VIII.10, la proporción de aire-combustible (FY-l 04) es fijada manualmente por HIC-
104. En Figura VIII.2, ese mismo punto fijo es identificado como el #1 lazo-dentro del punto
para los controles de optimización. Ese punto de ajuste puede ser optimizado en base a la
composición del conducto de gas. Debido a que el requerimiento de exceso oxígeno varía con
la carga (Figura IX.4) y con el tipo o el valor calorífico del combustible usado (Figura IX.5) el
punto de ajuste óptimo es una variable. Si el valor calorífico del combustible es la perturbación
principal (el caso con incineradores desgastados), un cambio repentino en el valor calorífico
causará un cambio en ambos, la presión de vapor en el tambor y en el volumen de exceso
oxígeno del conducto de gas. Por consiguiente, los dos de estas curvas responderán. El
controlador de presión (PIC-101 en la Figura VIII.2 usualmente es el más rápido y) corregirá la
proporción de encendido, mientras el controlador de oxígeno (usualmente el más lento)
arreglará el ambiente de proporción de aire-combustible. Si propiamente afina, estas curvas
nos ayudarán.
Fig IX.9
Figura IX.9 Optimización del radio del punto de ajuste para el aire-combustible.
La Figura IX.9 ilustra una configuración optimizada. Aquí el analizador del conducto de gas
(AIC-107) es un controlador integral lento con poco o nada proporcional. Esto es porque la
medida del oxígeno es ruidosa y no es deseable responder a sus fluctuaciones rápidas, sólo a
tendencias de termino-largo causadas por las variaciones de calidad del combustible o por los
errores del medidor de flujo, sin restaurar la corriente arriba, se proporciona por señal de
retroalimentación externa (FB), que se necesita debido a los límites ajustables del rendimiento
por el < y > los límites en FY-I04.
Medidas múltiples de composición del conducto de gas pueden ser usadas para eliminar la
inclinación manual en la Figura IX.9 y obtener el control más exacto y más rápido que lo que
es posible exclusivamente con el control de exceso de O2.
La Figura IX.10 muestra un sistema de control dentro del cual la inclinación manual se
reemplaza por la señal de salida de un controlador de CO, arreglando el caracterizado punto de
ajuste de AIC-l 07. Este arreglo corrige el caracterizado exceso de O2, controlando el punto de
ajuste por cambios en la curva característica. Estos cambios pueden ser causados por
problemas locales en los quemadores, resultando en combustión incompleta, o por los cambios
en las características de combustible, equipo, o las condiciones ambientales. Los sistemas de
control mostrados en Figura IX.10 podrían mejorarse más allá si la señal medida de CO se
corrigió por los efectos de la dilución debido a la infiltración de aire. El rango del control para
CO tiende a permanecer relativamente constante. Cuando el CO da una indicación de una
integridad de combustión, no es una base factible para el control si la caldera está en una
condición mecánica pobre o si el combustible no hace la combustión limpiamente.
Fig IX.10
Fig IX.11
Fig IX.12
Figura IX.12 El control de contención multivariable cerrado puede reducir el exceso global de
oxigeno. Este puede ser archivado para supervisar el dióxido de carbono, agua, y para realizar
comprobación de límite de contención sobre el exceso de oxigeno, temperatura de la chimenea
y opacidad.
El control cerrado también puede llevarse a cabo por controladores analógicos que se
configuran de una manera selectiva. Esto se ilustra en Figura IX.13. Cada controlador mide
una variable diferente y se ajusta para mantener esa variable a bajo (o encima de) algún límite.
La más baja de todas las señales de salida es seleccionada para controlar la proporción de
aire-combustible en la Figura VIII.9 o IX.9 que asegura que el controlador que tiene más
necesidad de ayuda es seleccionado por el control. A través de esta técnica reuniendo en
conjunto, el proceso de la caldera se mantiene dentro del control cerrado. Como se muestra en
la Figura IX.13, se restablecen corriente arriba los controladores inactivos, prevenidos por el
uso de la restauración externa que también proporciona sin dar transferencia de un controlador
al siguiente.
Fig IX.13
El acceso del operador se muestra por ser proporcionado por una sola estación auto/manual
(A/M). Una buena solución es proporcionarle una estación de A/M a cada controlador.
Entonces, si una variable es incorrecta, sólo la curva con el error necesita ser cambiada al
manual, no el sistema entero.
La razón de las elevadas temperaturas de los gases de chimenea puede ser por el
ensuciamiento de las superficies de transferencia de calor en el precalentamiento de aire,
aumento de la escala de los tubos dentro de la caldera, aumento de hollín por fuera de los
tubos de la caldera, o deterioró de mamparas que permiten desviar los gases calientes por los
tubos. El hollín es soplado por motores de reacción de vapor de aire que son usados
funcionando manualmente o automáticamente, girando, atravesando y/o circulando por los
conductos de hollín.
Si las caídas de temperatura de la chimenea, están debajo de la referencia final, esta señal no
hace necesariamente un aumento en la eficiencia de la caldera. Más probablemente, puede
señalar la pérdida de calor debido a la fuga de aire. Aire frío o el agua fría pueden escapar en
los gases de la chimenea si el economizador o el regenerador están dañados.
Por las razones antes mencionadas, los sistemas de control cerrado avanzados (cuadro IX.12)
incluyen ambos limites alto y bajo en la temperatura de la chimenea, usando la línea final
descrita antes como referencia.
Cuando la optimización reduce las pérdidas de los gases de combustión, los ahorros
resultantes pueden estimarse de la cantidad de reducción en estas pérdidas. En el caso de
100,000 lb/lhr (45,450 kg/hr) en la caldera de vapor, un 1% en reducción en el consumo de
combustible (un l% el aumento en la eficiencia) bajarán los costos de operación anuales por
aproximadamente $20,000 si el costo del combustible es $2 por millones de BTU.
De las gráficas puede estimarse la economía del combustible que es el resultado del exceso
de O2, como aquéllos mostrados en las Figuras IX.14 y IX.15. En estas gráficas, la temperatura
es la diferencia entre la chimenea y las temperaturas ambiente. Si, en una caldera que opera a
una diferencia de temperatura de 500°F de la chimenea, la optimización baja el exceso de O2
de 5% a 2%, esto producirá un ahorro del combustible de 1.5% (2.25% menos 0.75%), según
Figura IX.14. Para las mismas condiciones, la Figura IX.15 da un ahorro de 2% (10.5% menos
8.5%). Tales diferencias son aceptables, ademas el tamaño y el diseño del equipo influyen en
los resultados. Aunque la optimización baja el exceso O2 en algunas calderas alrededor de
0.5%, el valor de estos últimos incrementos de ahorro tiende a disminuir la proporción en el
costos logrados. Disminuyendo el exceso de O2 de 1% a 0.5% la eficiencia de la caldera
aumentará por sólo 0.25%, un ahorro de sobre $5,000/año sobre una caldera de 100,000 lb/hr,
y los controles necesitaran mantener un buen funcionamiento, y necesitan ser tan sofisticados
como algunos de los descritos en la Figura IX.12. Por estas razones, un objetivo de
optimización de 1% en el exceso de O2 sobre los gases de combustión, es razonable.
Fig IX.14
Fig IX.14
Fig IX.15
Fig IX.15
Figura IX.15 El potencial ahorro-combustible también puede ser calculado como se muestra
aquí.(Courtesy of Dynatron, Inc).
Fig IX.16
La figura IX.16 La Temperatura de los gases de combustión que deja una caldera mediana
tiene un efecto directo en la eficiencia de la combustión. (Adaptó de Walsh, T.J.. I&CS, el 1981
de enero.)
La Figura IX.18 ilustra el método de encontrar el óptimo (el mínimo) presión de vapor, que
entonces se vuelve el punto de ajuste (set point) para el control principal PIC-1O en la Figura
VIII.9.
Como todo vapor usa válvulas (incluso todas las válvulas de estrangulación de turbina) están
menos totalmente abiertas, una reducción en la presión de vapor no restringirá la disponibilidad
de vapor porque las válvulas usadas pueden abrir más allá. El selector de señal superior (TY-1)
selecciona la válvula más abierta, y la posición controlada de la válvula (VPC-2) compara la
señal con su punto de ajuste (set-point), por ejemplo, 80%. Si incluso la mayoría de las válvulas
abiertas en la planta son al menos de 80% abiertas, el punto de ajuste (set point) del
controlador de presión es reducido lentamente.
Fig IX.17
Figura IX.17 La presión de vapor óptima en la caldera también depende el tipo de vapor que se
vaya a generar en la caldera.
Fig IX.18
Figura IX.18 La optimización flotante del suministro de vapor llega a ser el punto de ajuste (set
point) para el controlador principal PIC-101.
Este tipo de optimización, en que la presión de vapor sigue la carga, no solamente aumenta la
eficiencia de la caldera, si no también realiza lo siguiente:
1.-Impide a cualquier válvula de vapor en la planta abrir totalmente y por consiguiente impide
perder el control.
2.-Abre todas las válvulas de vapor en la planta, de este modo desplazándolas lejos de la
inestabilidad (casi- cerrado) de la zona de operación.
3.-Reduce el mantenimiento de la válvula y aumenta la vida de válvula disminuyendo la caída
de presión.
4.-Aumenta la eficiencia del manejo de la turbina abriendo todos los gobernadores de vapor.
En la Figura VIII.2, el tercer lazo dentro del punto para la optimización es el punto de ajuste (set
point) del controlador de flujo de la purga. La purga limita la formación de depósitos en los
tubos por el paso del agua secundaria, que por otra parte podrían causar corrosión cáustica,
deterioro por hidrógeno y un aumento en la temperatura del metal del tubo. El objetivo de la
optimización es minimizar la purga tanto como posible sin causar excesivo lodo o aumento en
la escala de las superficies interiores de los tubos de la caldera. Los beneficios de tal
optimización incluyen la reducción en la necesidad del agua de repuesto y químicos para el
tratamiento y la reducción en la pérdida de calor como en el agua caliente gastada.
Aproximadamente 90% de la purga debe ocurrir continuamente, y 10% sería el resultado de
una condensación en el tambor de lodo y de las cabecillas.
BD = S-R
C-1
Donde
Figura IX.19 El incremento en el porcentaje de la purga como en la conductividad del agua baja
el punto de ajuste.
Fig IX.20
FIGURE IX.20. Los condensados bombeados que vuelven al sistema usan la propia presión de
vapor para empujar los condensados del tanque de aeración. (La cortesía de Johnson
Corporation.)
F. DISTRIBUCION DE LA CARGA
En los sistemas más sofisticados, la distribución de carga entre la operación de las calderas es
optimizada también. En tales sistemas, una computadora se usa para calcular la eficiencia en
tiempo real de cada caldera. Esta información se usa para calcular el costo de vapor para el
siguiente cambio de carga para cada caldera.
Si la carga aumenta, el aumento se envía al punto de ajuste (set point) de la caldera más
rentable. Si la carga disminuye, la disminución se envía a la caldera menos rentable (Figura
IX.21). Los paquetes de software requeridos con capacidades demostradas para balancear
carga continua por medio de las predicciones de costos y eficiencias están prontamente
disponibles. La caldera más eficiente alcanzará su carga máxima con la estrategia descrita en
Figura IX.20, o entrará en una región de disminución de eficiencia y ya no será la más
eficiente. Cuando el límite de la carga se alcanza en una caldera, o cuando una caldera es
colocada en forma manual, la computadora seleccionará otra como la unidad más eficiente
para los aumentos de carga futuros.
La caldera menos eficiente aceptará todas las señales de carga decrecientes hasta que su
límite mínimo se alcance. Su carga no se aumentará a menos que todas las otras calderas
estén en su carga máxima. Algunas calderas pueden tener eficiencia alta a la carga normal
mientras siendo menos eficiente que los otros a la carga baja. Normalmente no se permite
cerrar tales unidades pero se da un interés mayor de la carga en un subprograma especial.
Si todas las calderas son idénticas, algunas se manejarán a la capacidad máxima y otras serán
cerradas por esta estrategia, y sólo una caldera se colocará a una carga intermedia. La
eficiencia de la caldera puede supervisarse indirectamente (por la medida de composición de
los gases de la chimenea, temperatura, temperatura de la combustión, y proporción de
encendido del quemador) o directamente (monitoreado a través del tiempo promedio del vapor
y flujo del combustible). Para la medida de eficiencia directa, es importante seleccionar los
medidores de flujo con la exactitud aceptable y rango viable. Para llegar a una lectura
fidedigna en la eficiencia de la caldera, la contribución del error de los medidores de flujo,
basado en la lectura real, no debe exceder ±1/2 a ±3/4%.
Fig IX.21
CONCLUSIONES
Dado que a nivel industrial el uso de la caldera es muy importante para la generación de
energía, es necesario tener un buen sistema de control e instrumentación de las diversas
variables que intervienen en ella (como presión, relación aire/combustible, temperatura, purga,
etc.) para el buen funcionamiento y seguridad de esta.
Aunado el control, la optimización requiere poder obtener la máxima eficiencia de esta con el
ahorro de energía, en este caso la máxima eficiencia se obtuvo por medio de un precalentador
de aire.
7.- Calderas de vapor; descripción, teoría, manejo y mantenimiento. Mesny Marcelo. Buenos
Aires, 1997.