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« (Ctsax Tovso0 Const, ido que provoca, como indicéramos, cualquier asomo de mejora sustancial en la consagracién legal de los derechos sustantivos que aquélla pretende cautelar. En suma, este trabajo pret cesarios para razonar acerca sministrar los elementos de juicio ne- si efectivamente la vigencia del derecho obstaculos que supone un débil reconocimiento de la libertad sindical por el legislador. Cartruvo I ALGUNAS CONSIDERACIONES ACERCA DE LA LIBERTAD SINDICAL A diferencia de la percepcién que de este derecho se tuvo en el pasado relativamente reciente, en los doctrina ni en la jurispruden: disenso al momento de definir los cal, reconociéndose la amplitud d i sino también aquel 50, advirtiéndose en las, Jos autores nacionales® y la jurisprudencia judi findmica centrada en el ejercicio del tas definiciones que han dado y administrativa, di- ® Sergio Gamonal define Is libertad sindical como el “derecho de los trabajadores y sus aripacons para orgy sf rar rv coms” sans Cana Se ‘Asien sentencia dictada por el Primer Juzgado del Trabajo de Santiago e131 de marzo de 2003, 8 (Cesan Toxspo Const ferencias vinculadas a la titularidad del derecho, éstas no cargan tras de si con una discusién con reflejos perceptibles en su aplicacién practi Entendemos la libertad sindical, al igual que Alfredo Villavicenci “el derecho de los trabajadores a constituir y a afiliarse a organizaciones sindicales, y el de éstas y de aguéllos a desarrollar actividades sindicales en defensa de sus intereses” ‘Se comprende, asi, en la estructura juridica del derecho de libertad sindi- cal la convivencia de un elemento estitico (de corte organizacional), con uno dindmico (derecho a Ia actividad sindical),! y necesariamente reclama del Estado no tan s6lo el deber de promocién de la libertad sindical, sino el de garantizar una tutela efectiva de la misma, para que pueda hacerse realidad el sta (siguiendo a N. Bobbio) no en la posibilidad cerlo concretamente.!? La complejidad de la estructura de este derecho se expresa también, como afirma Hugo Fernéndez Brignoni, en que contiene elementos subjetivos de lados con el _y que resultan fuertemente comprometidos en términos juridicos en cuanto ‘ala vigencia del propio derecho se refiere” 4 instrumental, desde el momento ‘como una validez universal, como ‘con Empresa Orden S.A.” stad sindical en las normes y promunclamlentos de n colectiva y huelga, Fundacién de Cultura Universitaria, * csicin, 2007, Montevideo, pig. 33. 1g0, "Un enfoque térico de la libertad sin ‘Turtta De La unexraD SINICA 9 hha quedado reflejado en la Declaracién de la OIT relativa a los Principios y Derechos Fundamental Trabajo de 1998 y su seguimiento. Se trata de una afirmacién i al punto que se ha legado a afirmar por Helios Sarthou que el derecho sindical no es autosuficiente."7 De abt que no pueda desarrollarse un movimiento sindical libre dentro de un régimen que no garantiza los derechos fundamentales.'# Resulta paradojal, entonces, que cen el caso chileno el nudo central de la legislacién laboral colectiva haya nacido en tiempos de dictadura, con severas restricciones a los derechos fundamentales.!9 ‘Compartimos con Maria Sepiilveda Gémez el que el fin esencial del: cato en orden a tutelar los intereses de los trabajadores se lleva a cabo sea que se configuren ono éstos como derechos. En el caso que no los configuren, el asi de una autotutela articulada a través de la libertad sindical.20 derechos onferidos alas organizaciones de trabsjadoresydecmpleadores se basan en el espeto ion Universal de Derechos 0s, ¥ que el concepto de ertades civiles. 2. + que figuran a continuacibn, libertades que Se claracin Universal de Derechos Humanos y que son esenciales par el eetcicio Hace especial ineapié en las libertades definen en ¢) el derecho ala protec de la propiedad de 16 Fanuinoez Brucnony, Hugo, 0. ci, pig. 83. ‘organizaciones sindicales. 2 Serotvepa Gowez, Maria, Los madios de proteccién de la libertad sindical, Editorial omarza, Primera Edicién, 2006, Albacete, Espa, pgs, 7-8. ie (Ctsax Tovsno Coast, Respecto de las caracteristicas de la libertad sindical, siguiendo a Helios ir :0 del derecho del trabajo en Imente distintos al derecho democrético, en tanto carece de efectividad o vigencia real sino se apoya en el goce de otras libertades civiles y polticas®2; también, se trata de un derecho que se ve afectado por las dimensiones de espacio y tiempo, incidiendo ast como nota de rel de su vigencia, en las condiciones de ta realidad damentales para que el sindicalismo no sea un fin en si mismo, sino un medio para la realizacién de la justicia social2* Por su parte, Oscar Ermida pone el acento en que la libertad sindical es ‘un instrumento de desigualdad compensatoria o igualacién, en tanto permi constituir un contrapoder que limita, acota 0 compensa el poder econ: del empleador al tiempo que un elemento constitutivo de la democracia tanto n igualadora del sindicato, como porque las modernas 5 pluralistas requieren del sindicato como uno de los actores representativos de este pluralismo que les es consustancial.?5 En cuanto alas fimciones de lal el estudio realizado por Alfredo ‘ad sindical y tomando como referencia fcencio?S, cabré reconocer, a partir de 24 Sqrtnov, Helios, “Trabajo, Derecho y Sociedad”, Tomo I, Estudios de Derecho Colectivo jo, Derecho y Sociedad”, ob. cit, pig. 26 jet de alibertadsindica”,en Derecho Laboral, Tomo LIV= ‘Torta De La umerrap sxteat u su contraste con la vigencia de este prin: de cumplimiento de las mismas es de un nivel preocupantemente bajo. El escaso poder de los sindicatos impide cumplir con la fiuncién de equilibrio y, con ello, no se advierte por medio del ejercicio de ina compensacién de la asimetria de poder entre el empleador trabajador, sin que puedan mitigar los rasgos de subordinacién estructural del vinculo laboral. Por otra parte, en tanto la legislacién nacional desconoce el conflicto laboral, por medio de una reglamentacién extrema de sus naturales manifestaciones, toma para sf esta funcién, con un resultado ya conocido: escasa relevancia de las organizaciones sindicales en la pacificacién del conflicto industrial. Au vez, tanto por el efecto relativo de los instrumentos colectivos de trabajo, asi como por la fuerte presencia atin del acuerdo individ contribuye al incumpli regularse las condi Ja libertad sindical en ciones sindicales no se El desolador escenario en que se desenvuel nuestro pais conll a > yno sin grandes dif : intereses de un grupo muy reducido de trabajadores y siempre vinculados bisicamente a condiciones de remuneraciones. No puede extrafar, entonces, que el aporte de ical en Chile a la vigencia real del derecho del trabajo sca ciertamente nulo, Cuando se hace referencia a la evolucién histérica de Ia libertad sindi- caP?, se suele sostener que ésta ha debido pasar por un camino pantanoso, pero progresivo, hasta aribar a la consagracién como derecho fundamental. Asi, en una primera etapa, razona la doctrina dominante, el tono estuvo mareado por Ja prohibicién, identificandose, en sus inicios con la ley francesa Le Chapelier (1791) y las leyes inglesas Combinations of Wor- 2 sf, Visaicenc Rios, Alfred, La libertad sindlialen las normas ypromunclamlentos vay huelga, Fundacién de Cultura Universitaria, * ‘edicién, 2007, Montevideo, pigs. 15 a 17 2 Cctsan Touz50 Const Jaen Acts de 1799 y 1800. Estas tiltimas hacian ilegales los aument salarios y aplicaban penas de reclusién para el que incurriera en coal 6 incitacién a la huelga2* mirando al sindicalismo como un resurgi de las corporaciones.?? En Francia, el Cédigo Penal de 1810 conves Gelincuentes a los trabajadores que incurrian en los delitos de asociacién y de coalicién o hnuelgas®, considerdndose la libertad sindical contraria a los prin iberalismo econémico*!, a partir de lo cual en Estados Unidos, durante el siglo XIX los tribunales castigaban a los sindicatos por sacteriza por la tolerancia estatal, coincidente en su reconoci- con a dictacién de la Combination Laws Repeal en Inglaterra pero tampoco se trata como un interés juridicamente tutelado™. A pati de en Inglaterra celebrar contratos colectivos, pero los el primer contrato colectivo, celebrado en 1862 para los tejedores de lana de Inglaterra®S, constituyéndose, segin sostiene Mario de la Cueva, como 2 Saetnou, Helios, “Trabajo, Derecho y Sociedad”, o. cit, pigs. 17 y 18 5 Introducciin al Derecho de las Relaciones Colectivas de 1995, Montevideo, pig. 35. que se derogaron las dos eyes ing rad sindlcal en las normas y promunciamientos de pip. 16 pla. 473, ‘Toreta DE LA LIMERTADSINDICAL B la respuesta de la clase trabajadora al abstencionismo del Estado"; y una tervera etapa se identifica con el reconocimiento como derecho de la libertad ical, siendo su punto de partida la Trade Union Act inglesa de 1871.En a pesar de que en 1864 se habjan derogado las normas prohibitivas y penalizadoras del Cédigo Penal s6lo en 1884, con la dictacién de la Ley Waldek-Rousseau se consagré el principio de la libre constitucién de las or- ganizaciones sindicales, estableciendo las bases sobre las cuales se desarrolld el movimiento sindical en Francia.>* El desarrollo de este derecho arriba a su cota més alta con su reconocimiento constitucional, a partir de las Cartas constitucionales de Querétaro (1917) y Weimar (1919) y en la Constituci6 de la naciente Organizacién Internacional del Trabajo (1919). Como bien lo sintetiza Helios Sarthou, el desenvolvimiento din de la libertad sindical “engendré, para el mundo juridico, un nuevo sujeto de derecho: el sindicato; una nueva figura de consenso: el convenio colec- tivo y ws nuevo medio de lucha: la via de hecho juridizada en el derecho de huelga’”®®, “La magia de esta libertad nacié en las entrafias vivas del acontecer social y no del gabinete aséptico y formal del jurista”.#° Para Osvaldo Mantero de San Vicente, la incorporacién de la libertad sindical al elenco de los derechos fundamentales esté intimamente rel nada con dos transformaciones del concepto de derecho fundament reconocimiento de los derechos sociales y el reconocimiento de que existen ciertos derechos fundamentales cuyo titular no es el hombre aislado sino el conjunto de personas.‘! Para el mismo autor, la libertad sindical debe entenderse tanto como una libertad en el sentido del s. XIX que implica el deber de abstencién del Estado, asf como derecho subjetivo, frente al eval cl Estado ha de asumir una posicidn de sujeto pasivo u obligado.*? 7 Dea Curva, Mario, Derecho Mexicano del Trabajo, ob. cit, pig. 474 3 Sunior, Alain, El Derecho del Trabajo, Edi pig. 57, >» Saxruou, Helios, “Trabajo, Derecho y Sociedad”, ob. cit, pig. 15. ig. 15. | Masrenone San Vicesre, Osvaldo, Derecho Sindical,Fundacién de Cultura Universitaria, reimpresin de la 2004, Montevideo, p 1 Mawteno ne Sax Viewwre, Osvaldo, Derecho Sindical, ob. cit, pig. 78. asta, Buenos Aires, 2008, “ CCtsan Touzno Const En el caso de Chile, manteniendo un andlisis histérico normativo, no podria trazarse un fter similar al descrito sin incurrir en una deformacién grosera de nuestra realidad histérica. En el siglo XIX no encontramos el desarrollo industrial que vivieron aguellos paises en que se prohibié y/o criminaliz6 expresamente el ejercicio de actividad sindical ni (casi por consecuencia) una normativa similar. Lo cierto es que las huelgas (de cierta entidad) de trabajadores y la organiza- cin permanente de estos tiltimos, recién verian la luz a fines del Ja normativa legal que tenderé a ser utilizada en adelante con 0: hhuelgas generadoras de graves desérdenes piblicos no sera una especial- mente dictada para esos efectos, sino que se acudiré al articulo 269 del ‘Codigo Penal, que sancionaba a los que perturbaran la tranquilidad pit por causar injuria u otro mal a alguna persona particular 0 con cualquier otro fin reprobado. Como hemos sefialado en otra ocasién'®, no consideramos ficil tarea la de identificar el nacimiento del derecho del trabajo en nuestro pais, pero entendemos que ello debié ocurrir cuando las doctrinas de Gustavo Courcelle-Seneuil*, fundadas en un fuerte individualismo que —Ilevado al terreno de las relaciones de trabajo implicé un vacio pricticamente absoluto en materia de proteccién del trabajo''— cedieron, aunque timidamente en los © Toveno Cons, César, “Comentario al informe sabe la subordinacinjuridic: estado de {a cuestién en Chile" elaborado por José Luis Ugarte Cataldo, visitado en l sitio web hit! ctoledee_blogspot.com/2007/09/coment + Profesor francés que fundara en bletey Alvarez, merced a su labor de divul eaccidn del Estado en favor dela proteccin legs wvanez ANDREWS, Oscar, Legislocién Social Obrera Chilena ‘Tuma La LIERTAD SNDICAL 1s istros del siglo XX*, frente a quiencs entendian como necesidad ion de los trabajadores,4” comprendiendo que, como sostuviera Menger, “no hay desigualdad mayor que la de aplicar un mismo derecho los que de hecho son desiguales”*®. Ese escenario es el propio del periodo de tolerancia “a la chilena” (se a (Intendentes y cuerpo ‘magnitud en zonas ar, a diferencia de lo que suele sostenerse, precisamente dentro de los, mineras que fueron frecuentemente reprimidas brutalment 1pocos casos (algo también muy poco relevado por la doctrina) a acuerdos, generalmente por medio de la utilizacién de la mediacién o del arbitraje.5° Incluso uno de los casos que referimos ocurrié después de la segunda huel- ‘ga con mayores victimas mortales que registré la primera década del siglo 907 que consagraba la 46 Delo cua es il reflejo la primera ley de descanso seman 3 menores de 16 aos isrenunciahilidad del derecho al descanso dominical slo respect 1 de las mujeres. ‘Volumen VII, Direcoién de Bibliteces, Archivos y Museos, Centro de Investigaciones Barros Arana, Santiago, 1995, pig. 261 do protector? El movimiento (Chile: 1900-1924), wisitado obrero y popul en htpsevist 6 César Tousoo Coast recién pasado.5! Sin estas experiencias no se explicarian los Reglamentos sobre solucién de huelgas, a los que ya nos referiremos. 26 por el précticamente nulo ctivamente aquellas materias que tendfan a repetirse en los pliegos de peticiones de los trabajadores 2 fines de siglo XIX y principios del XX entre éstas, sobre el descanso dominical, accidentes del trabajo, proteccién del pago de remuneraciones y limitacién de la jomada de trabajo. Por eso, la inocuidad de las normas legales vigentes evaba a afirmar a fines del siglo XIX que “mientras el rico usa el dere- cho civil casi todos los dias en las transacciones, contratos, sucesiones, ete., etc, el pobre no lo hace; de modo que la mayor parte de los cédigos no le legan sino en rarisimos casos. Para el pobre, en materia de ley del orden préctico ~no hablamos de las que tratan del orden fa i-, la principal es la que trate del trabajo, pues en él esta su vida y todo su ser”.52 al poder piiblico, siempre presto a acudir a salvaguardar el orden piblico amenazado por huelgas masivas. Puestos a identificar el io del periodo de reconocimiento como de- lo situamos en la dictacién del Reglamento ‘mediante el cual se reconocié el derecho de huelga, sin perj Intendente o Gobernador respectivo ~siempre a solicitud de cualquiera de las partes interesadas— de la facultad para ordenar la cor de Conci Jograr un acuerdo sobre las m: eglamento N° 1.947, de 24 de octubre de 1921 51 Nos efrimos la uelga de los rabajadores dela Compania Inglesa de Vapores ala que se sumaron los de la Compania Sudamericana de Vapares, ocurrida en Valparaiso en 1905, 2 ia “Turita pe La unerzaDsvcica, "7 (@enominado “Forma de solucionar los conflictos en las faenas maritimas de los puertos"), Estas normas reglamentarias pudieron ser las piedras sobre las que se edi- ficasen las normas legales que reconocieron plenamente la libertad sindical, ‘mas ello no ocurrié asi; por el contrario, la primera legislacién laboral chilena que cubrié el ambito colectivo del trabajo (1924) se alejé de la filosofia de as normas reglamentarias que le precedieron, sitwindose desde una éptica lena de temores respecto de la libertad sindical, No es extrafio entonces que a partir de esta época, como afirmara Alfredo Gaete, nazca la division entre 10 legal. El Pes area por el esos lectura que el poder piblico hard del reconoci- [presentaré un giro notable, puesto que, aunque se reconocerd el derecho de sindicacién, el derecho de In a negociar colectivamente, el legislador se encargaré de fij limitaciones y prohibiciones completamente ajenas a la inspiraciOn de la Constitucién de la OIT (organizacién de la cual Chile es uno de los paises fundadores), alejéndose del criterio de legitimidad de la libertad sindical de los reglamentos de 1917-1921 construyéndose, a partir de 1924, un edi- ficio endeble para el desarrollo de ta actividad sindical que no escatimaré esfuerzos en excluir a amplios segmentos de trabajadores de los derechos sindicales, cayendo aun pozo sin fondo uego del Golpe de Estado de 1973, ccuya salida tomé Ia forma tipica de una normativa inspirada en el més puro neoliberalismo econdmico, esto es sobrerregulando el derecho colectivo de trabajo y estableciendo una serie de limitaciones y prohibiciones en materia de derechos sindicales. Si tuvigramos, entonces, que ponemos a establecer el trinsito histérico ibertad sindical en Chile desde el otero de su ordenami i cabria reconocer una primera etapa de tolerancia “a la chilena”” que permi- i ertad sindical y a soluciones pacificas reconocimiento reglamentario explicito de la huelga e implicito del derecho ‘2 Gaste Brnnlos, Alfedo, Tratado de Derecho del Trabajo y Seguridad Social, Tomo Ml, aitorial Juridica de Chile, Santiago, 1967, pig. 29. 1s san TouzD0 Corst a negociar colectivamente y a sindicalizarse y de excesivas prevenciones por parte del legislador, que fueron cediendo muy lentamente hasta arribar a la constitucionalizacién del derecho de sindicacién y de huelga (1971) y a reformas legales que reconocieron el derecho de libertad sindical a sectores sempiternamente excluidos (trabajadores agricolas), para luego caer al foso de la prohibicién de la libertad sindical en su més cruda expresién, pasando Iuego a un perfodo que ya supera los 30 affos de reconocimiento limitado de la libertad sindical tanto en la Constitucién como en la ley que, a pesar de ciertas modificaciones legislativas (cosmeéticas a fin de cuentas) y de la ratificacién de tratados internacionales que reconocen la libertad sindical de forma plena, se han mantenido en el tiempo. De esta forma, lejos de consolidarse una cultura de la negociacién y de dislogo en el Ambito laboral, asf como de legitimacién del conflicto y de la organizacién sindical como representante genuina de los intereses de los trabajadores, se persistié en la l6gica de Ia injerencia estatal en las condi- ciones de trabajo para suplir espacios restados al poder de tos trabajadores organizados, con un marcado sello de individualizacién de las relaciones labores y de la concentracién de la negociacién al nivel de la empresa, pereibigndose una profundizacién de esta politica a partir de la irrupcién Ge la doctrina neoliberal en materia laboral implantada por la dictadura, de acuerdo a cuya lectura los derechos colectivos del trabajo constituyen elementos distorsionadores del libre mercado, plasmandose asf, en las nor- fadas a partir de 1979, una desconfianza indisimulada frente a la negociacién colectiva y Ia huelga. Ti EL conTENIDO Dt I IBERTAD SINDICAL iene dimensiones individuales y colectivas depen- \s que se traducen en diversas conductas destinadas ‘del derecho, Precisamente nos abocaremos a esos Ambitos, soslayando a sus titulares, dado que, como veremos més adelante, segiin de cual de éstos se trate, el alcance del contenido tenderd a contraerse oa expandirse. Comenzaremos analizando las dimensiones mis estiticas de la libertad sindical, para culminar con las de corte dinémico o de actividad. ee TUTELAD& LA LIBERTAD SNDICAL 9 1. DimNSIONES MAS ESTATICAS DE LA LIBERTAD SINDICAL 1.1, El derecho de constitucién sin autorizacién previa ‘No deben existir distinciones de ninguna especie al momento de constituir un sindicato, ni exigirse autorizacién previa para tal efecto, determindndose libremente, como afirma Gamonal, el tipo de agrupacién que se forma.5 Soslayando los alcances que corresponds realizar de acuerdo. derecho de que se trate y segin ya examinaremos, este atributo de la libertad mmo se ha sefialado, en diversos tratados intemacionales Civiles y Politicos (deertop 129,04.1989) dispone en su EI Pact Inte Culturales (deeretopromalga- trio NY 326 de 28.04 97.05.1989) también lo reconace ‘como una garantaa ser respetado por todo Estado miembro, en suarticulo 81. a). (“Los Esta- dos Partes on el presente Paci se compromelen a garantizar: a) El derecho de toda persona fines... laborales...odecualguier 7 de ls Organizacibn Internacional del Trabajo consagra también la ibertad 2 que: “Los trabajadoresy los empleadores, sin jenen el derecho de constr las orgonizaciones a In proteceién del derecho de si FT el 09.07.1948. Entrd en vigor para Chi 2» CCésan Tous00 Const én de los sindicatos y sus estatutos igencia de esta manifestacién de l le, ciertamente, pugnan con ertad sindical Tiene una dimensi ‘oun empleador indivi idualyy colectiva, segiin sea el titular un trabajador Imente considerado o una organizacién sindical. En nuestro pafs se encuentra garantizado el pluralismo sindical, sin que se establezca ningtin limite que prevenga una exagerada proliferacién de sindicatos en una misma unidad de negociacién colectiva. 1.2, El derecho de afiliacién sindical Supone que los trabajadores, los empleadores*? y sus respectivas orga~ nizaciones, son libres de adherir a la 0 las organizaciones o agrupaciones que deseen.® del derecho se le reconoce el poder para incorporarse a una , de conformidad a los estatutos de la misma. Su reconocimiento lo encontramos en el articulo 19 N° 19 de la Consti- tucién®, al contenerse dentro del derecho de sindicacién. Enuna sentencia iquiquetia se condend por pricticas antisindicales a una empresa al no haber dado igualdad de oportunidades a los dos sindicatos cexistentes en la empresa, desincentivando la afiliacién a un sindicato y pro- moviendo Ia a 0, afirma la sentenciadora teniendo como resultado que todos los trabajadores incorporados a la em- presa pertenezcan a dicho sindicato.® Justo Lépee considera el derecho apermanecer en afc implisto enel derecho de afiliacién, puesto que si fuera posible la excl Para et caso que asuma que los empleadores son tituares de la bertad sina. Gaowat Cones, Sergio, Derecho Coletivo de Trabajo, ob lt, pa, 94 9 Aldisponer:“(.) Laaflacion indica serd siempre voluntaia” (© Sentenciaditada por dota Marcela Mabel Dixz Ménde2, Jueza Titular del Juzgado del “Trabajo de Iquique e 03.05.2010, RIT S-2-2010. ‘Tureta DE LA Lap scten a dicional del afiliado se vaciaria el derecho a la afiliacién ya que, ejecutado ese derecho, se podria dejar fuera, inmediata o mediatamente, al trabajador que lo ejerci cién de contribuir econémicamente a dicha organizacién mediante el pago de la cuota sindical. ‘También tiene una dimensién individual y colectiva, segiin sea el un trabajador o un empleador individualmente considerado y una organi- zacién sindical. 1.3. El derecho a la desafiliacién y a la no afiliacién Aun sindicato ya formado: implica que los trabajadores y empleadores son libres de desafiliarse de la o las organizaciones a que pertenezean y de no pertenecer a organizacién alguna.‘ En cuando a la desafiliaci que deseasen darse de baja de un sindicato, dicha disposicién podria limitar el libre ejercicio de su derecho a afiliarse a organizaciones de su eleccién. Para evitar esto, en un caso el CLS considerd que se “deberla examinar la postbill- dad de prever otra forma de desofiliacién que no entrafe ninguna dificultad de orden practico 0 econémico para los trabajadores interesados”. No tienen en nuestro pafs cobertura constitucional las més tipicas cléu- sulas de seguridad sindical Lomz, Justo, “Libertad Sindical",en Derecho Coletivo de! Trabajo, vane, Bexs0D62, Fenwinez Manni, G. J. Lover, Ria Rooaicuez, Manco, Scorn, Sw, VaLbovaoS yy Vos Poronsry, Bai ina, 1998, pig. 116 Ls © Bavtés Grau, Antonio, Sindicalismo y Derecho Sindical,3edicion corregida, Editorial Bomarzo, Albacete, 2006, pig. 14. Buenos Aires, Arges © Groonat Conmnanas, Sergio, Derecho Colectivo de Trabajo, ob, cit, pg. 94 4 “La libertad sindical”. Recopilaci de decisones y prncipios del Comité de Libertad Sindical de 2006, pérafo 361, visitado en pigina web wwilo.org. 2 (Ctsax TotsDo Cons! Esta dimensién de Ia libertad sindical aparece reconocida en diversos tratados internacionales suscritos por Chile y actualmente vigentes. 14, Derecho a la personalidad juridica del sindicato Supone el derecho de la organizacién sindical a ser reconocida como ‘sujeto de derecho sin mayores trabas. En tal sentido se inscribe el inciso 2° del articulo 19 N° 19 de la Constitucién, segtin e] cual “Las organizaciones sindicales gozarén de personalidad juridica por el solo hecho de registrar ‘sus estatutos y actas constitutivas en la forma y condiciones que determine” " y el articulo 7° del Convenio 87 de la OIT, dispone: “La adguisi- de personalidad juridica por las organizaciones de trabajadores y de empleadores, sus federaciones y confederaciones no puede estar sujeta a jones cuya naturaleza limite la aplicacién de las disposiciones de los los 2°, 3*y 4°de este Co que se le impongan no puede afectar la libertad incluyendo la posibilidad de disolucién ‘© suspensién por via administrativa. 1.5. El derecho de las organizaciones sindicales a cestablecer sus propios fines Deriva de la autonomifa sindical que encuentra cabida en el reconocimiento constitucional a Ia autonomia de los cuerpos intermedios para cumplir sus lereses econimicos y sociales. No podrn imponerse otras esticciones al gj este derecho que las que prescriba la ley y que sean necesarias en una sociedad democrética en interés dela seguridad nacional o del orden pico, o paral proteccién dels derechos ‘Torna be La Lan smDIEAL 2 propios fines especificos, tal como consagra el articulo 1°, inciso 3° de la Constitucién y que especificamente refuerza el articulo 19 N° 19 de 1a Constitucién, al disponer que la ley contemplard los mecanismos que aseguren la autonomafa de las organizaciones sindicales. A su vez, apelan- do al sentido de la norma del artfculo 10 del Convenio 87 de la OTT, todo sindicato tiene por objeto fomentar y defender los intereses de quienes lo conforman. 1.6. El derecho de la organizacién a elegir libremente ‘a sus representantes Implica, como advierte Sergio Gamonal, que la eleccién de los repre- sentantes se realice “sin injerencia del Estado y con la tinica limitacién de respetar el principio democrético”.% Este derecho, encuentra también su justificacién en el derecho a la autonomia de los cuerpos intermedio: fines especificos que consagra el artfculo 1°, especificamente, se encuentra recor 3.1. del Convenio 87 de la OIT®, ‘sus representantes Los representantes sindicales gozan de una proteccién especifica en el Convenio N° 135 de la OIT, de acuerdo al cual, la expresién representantes de los trabajadores comprende a las personas reconocidas como tales en virtud de la legislacién o la practica nacionales, sea que se trate de represen- tantes sindicales, es decir, nombrados o elegidos por los sindicatos 0 por los 10s a ellos, o de representantes electos, esto es, libremente elegidos por trabajadores de la empresa, de conformidad con las disposi legislacién nacional o de los contratos colectivos, y cuyas funciones no se ‘6 Gauonat Conrnanas, Sergio, Derecho Colectivo de Trabajo, ob, cit, pag. 95. m4 (Ctsan Tovspo Const extiendan a actividades que sean reconocidas en el pais como prerrogativas exclusivas de los sindicatos.6 En cuanto al aleance de su proteccién, el articulo 1° del mismo Convenio, dispone que: “Los representantes de los trabajadores en la empresa deberén gozar de proteccién eficaz contra todo acto que pueda perjudicarlos, incluido el despido por razén de su condicién de representantes de los trabajadores, de sus actividades como tales, de su afiliacién al sindicato, 0 de su partici- pacidn en la actividad sindical, siempre que dichos representantes actiien conforme a las leyes, contratos colectivos u otros acuerdos comunes en vigor.” Por iltimo, en lo atingente a tan importante norma internacional, se dispone que, teniendo en cuenta las caracteristicas del sistema de rela- ciones obrero-patronales del pais y las necesidades, importancia y pos lidades de la empresa interesada y que la concesién de dichas facilidades no deberd perjudicar el funcionamiento eficaz de la empresa interesada, los representantes de los trabajadores deberdn disponer en la empresa de las facilidades apropiadas para permitirles el desempeo répido y eficaz de sus funciones.? En cuanto a Jos actos perjudiciales para los representantes sindicales éstos abarcan una amplia gama, incluyendo el despido indebido, el incum- jento de las condiciones contractuales, el cambio de funciones y/o de jo, Ia negativa injustificada a ser recibidos por de sus funciones y la limitacién de los permis 1.7. El derecho de las organizaciones sindicales a darse su propia reglamentacién En nuestro sistema se asocia fundamentalmente con el derecho a redac- tar sus propios estatutos, el cual der de Ia autonomfa de los cuerpos intermedios consagrada en el articulo 1° inciso 3° dela Constitucién, 2 dispone en e! ariculo 3 del Convenio 135 de a OTT. 2 dispone en el artculo 2° del Convenio 135 dela OTT. TTUTELA DE LA LIBERTAD sca 2s consiste en la facultad auténoma de las organizaciones sindicales para dictar sus propios estatutos."° Un reconocimiento normative més preciso atin, 1o encontramos en el articulo 3.1. del Convenio 87 de la OIT al disponer que: “las organizacio- nes de trabajadores y de empleadores tienen el derecho de redactar sus estatutos y reglamentos administrativos”. de sus miembros, los requisitos para ser el canismos de modificacién del estatuto 0 de fusidn del sindicato, el régimen isciplinario interno y la clase y denominacién de sindicato que lo identi- fique, que no podré sugerir el cardcter de tinico 0 exclusivo. Assu vez, el articulo 223 CT faculta a la Inspeccién del Trabajo respec- tiva para, dentro del plazo de 90 dias corridos contados desde Ia fecha del depésito del acta de constitucién, formular observaciones a la constituciéa del sindicato si faltare algin requisito para constituitlo o silos estatutos no se ajustaren a lo prescrito por el Cédigo del Trabajo. Se trata de normas no exentas de discusién pues, a priori, puede enten- derse que sobrepasan Ia muralla de la autonomia sindical, pero cumplen con el estindar que los compromisos concordante con Ia doctrina sustentada por el Comité de Libertad uma violacién del principio de que las organizaciones de trabajadores deben tener el derecho de redactar sus propias consti libertad, siempre que esos requisitos reglamentarios no infrinjan el principio de la libertad sindical y de que, ademas, la aprobacién de los estatutos por a autoridad cor dicha autoridad’ ente no se halle sometida a la facultad discrecional de % GawonaL Cowraenas, Sergio, a liberia sindlcal en el ordenamientolaboralchileno y los Convenias 87 y 98 de la OFT, pig, 8. 7 “La liberadsindica”, Recopilacin de decisiones y prin Sindical de 2006, prrafo 373, viitado en pigina web wwrilo.org del Comité de Liberad 26 (Césax Tovsoo Const propios del sindicato, con Ja agravante de que dicha actuacién puede culmi- nar en la caducidad de la personalidad juridica de la organizacién sindi circunstancia opuesta al mandato de las normas OIT segtin las cuales ala Administracién no puede caberle ninguna responsabilidad en la disolucién de un sindicato. 1.8. Libertad colectiva de disolucién Como afirma Mantero de San Vicente, “asi como la organizacién tiene el derecho de crearse cuando lo estime conveniente, también ella y solamente ganizaciones de trabajadores y empleadores no estén sujetas a disolucién o suspensién por via administrativa”. Como recuerdan Thayer y Novoa, la doctrina de la Direccién del Tra- bajo, contenida, entre otros, en los dictémenes N°s. 5.258 de 07.11.1984 y 322 de 19.01.1993, sostiene que el sindicato de trabajadores de una empresa conserva su existencia legal en tanto no se declare judicialmente su disoluciéa, aun cuando concurra a su respecto tna causal de disolucion contemplada en Ia ley.73 Aunque no encuentra respaldo en el Convenio 87, las mismas razones que pesan contra la disolucién por la via administrativa, se dan cuando la organizacién es disuelta por ley.”* 7 Manteno ne San Viewsre, Osvaldo, Derecho Sindica, ob. elt, pig. 113. ° TwaveR ARreAaA, William y Novos Fuenzauipa, Patcio, Mama de Derecho del Trabajo, ToTeLA ELA LIERTAD SNDICAL u de las leyes 0 por haber dejado de cumplir con los requisitos necesarios para su constitucién, En cuando a Ia accién judici se le reconoce a cualquier socio de la organiz Inspeccién del Trabajo respectiva. Hasta la para pedir Ia disolucién sindical, ésta én sindical, asi como a la cién de la Ley N° 19.759 de 09.11.2005, modificada por la Orden de Servicio N° 6, de para requerir judicialmente ‘igidas a los funciones de dicho Servicio se limitan, dentro de las dos circunstancias que permiten instar por la disolucién judicial, en la de haber dejado de cumplir con los requisitos necesarios para su constitucién, Respecto de ésta se ha definido por aquélla ico criterio fundante del requerimiento el que la organizacién regis- fecha en que éste se formule, una afi y, de no advertirse aquél verificar eventuales indicios de précticas antisindicales. En d el Director Regional respectivo quien ponderaré los antecedentes recaba- dos y decidira si procede iniciar la peticién de disolucién ante el Juzgado correspondiente, 1.9. Elderecho a concurrir a la creacién de organizaciones sindicales de orden superior y a afiliarse y desafiliarse a tales ‘organizaciones ya creadas En doctrina, se le reconoce a esta manifestacién de la libertad sindical larse.75 Esta manifestacién de la libertad sindical, histéricamente resistida 15 Manteno ne San Vicente, Osvaldo, Derecho Sindical, ob. ci, pig. 28 (Césan TousD0 Const por el legislador nacional”, permite organizaciones sindicales més fuertes y eficientes para sus propios fines”, La existencia de federaciones y con- federaciones “permite una forma de accién sindical orientada a la defensa de los intereses de clase y no limitada a los aspectos del lugar de trabajo 0 Ia rama de actividad”. Los gestores del Plan Laboral no disimularon su desprecio por las organizaciones sindicales de grado superior, al asumirlas estos sindicatos y las respectivas emp de coniato de trabajo para ningin efecto legal, sin prjleta de los contrat in init de rabojo aque ellos don orien”. Este fgencia de empleo se estimé por el entonces Mi 9 contenida en Acta N* 372+ ‘Ture beLA LMEETAD SICAL 29 Las normas insertas en tratados internacionales ratificados por Chile y actualmente vigentes, son precisas en su reconocimiento® y de acuerdo a este estindar deben ajustarse las normas intemnas, asi como las interpretaciones que de las mismas se realicen. 2. DIMENSIONES MAS DINAMICAS DE LA LIBERTAD SINDICAL, tados intémacionales ratificados por Chile y en inciso 3°y 19 N° 19 inciso final (primera parte) constituyendo la materializacién de los fines » en tanto cuerpo intermedio amerita la de acuerdo a lo dispuesto en el artfculo de toda organizacién si proteccién estatal en ta 1° inciso 4° de la Const Dentro de esta dimensién encontramos la facultad de los sindicatos para ¥, Por otro, los intereses de los miembros de de, entre otras manifestacion 1 asambleas sindicales, intereses de los afiliados al sindicato ante las autoridades ales y, por cierto, en su dimensién externa, frente al empleador o empleadores de sus afiliados, particularmente en lo referente a la negociacién colectiva y la huelga "sf, el Paco Internacional de Derechos Econémics, Sociales y Cultures en su artiulo 8.1, consegra el derecho de los sindicatos a formar federacioneso confederaciones nacionales rel de éstas para funda organizacionessindicales inter ‘onna similar eontien el aticulo 5*del Convenio 87 de etrabajadoresy de enpleadores. tsi como el de 1a organizaciones internacionales de trabajadores ye emg © Gamonas. Conreenas, Sergio, Derecho Colectvo de Trabajo, ob cit, pag. 95. 30 (Césax Totspo Const Para graficar la relevancia de esta dimensién de fa libertad sindical, conviene recordar las palabras de Oscar Ermida, para quien “el objeto central —aungue no excluyente- del concepto de libertad sindical no es ni in, ni la organizacién sindical, sino nizacién sindical estructurada” #5 El derecho a ejercer libremente sus act dical supone reconocer Ia facultad de utilizar los medios de acci6n necesarios erage el sngiesto campla ss fianciones i los intereses de la profesién, negdnde la realizacién de esta defensa colectiva”. 87 En su dimensién individual al trabajador se le reconoce el derecho de participar en la constitucién de un sindicato, asi como el de at jarse 0 desafiliarse a uno ya creado, y lo que, entre otros efectos® icales, expresarse librement poder desarrollar su 1c el derecho a votar le huelga. Se inf también puede desarrollarse fuera de entonces que la actividad sindical licato, como ocurriré cuando uno TUTELA De LA LnERTAD SNOICAL a © mis trabajadores inicien las primeras actividades destinadas a constituir una organizacién sindical. Todos los derechos que nacen a partir de la a eLrespeto, por parte del trabajador, de los estatutos de la onganizacién sindi- cal. Desde otra persp. irma Wilfredo Sanguinetti, trata de derechos de tita adquieren una indiscutible trascendencia. elrespeto a la democracia sindic: afiliados a uni sindicato a participar activamente en la toma de decisiones de la organizacién, asi como en la eleccidn de sus representantes, igualdad con sus pares y con absoluto respeto de las op’ 0 minoritarie Aceste respecto el CLS ha sostenido que “es admisible la existencia de disposiciones que tienen por fnalidad promover los principios democré- ticas en el seno de las organizaciones sindicales. Ciertamente la votacién secretay directa es una de las modalidades democi no seria objetable”.% Todos los elementos indicados se enmarcan dentro del ni indisponible del derecho, por contribuir de forma primor miento de Ia actividad sindical y, como tales, constituyen que deberia respetar el legislador que regule 0 complemente lo concemniente aa libertad sindical, en virtud de lo dispuesto en el articulo 19 N° 26 de la Carta Fundamental 1 Bn este sentido, Manteno ne San Vicmsre, Osvaldo, Derecho Sindlcal, ob. cit, pig. 135, Savoumern Rasaono, Wilfedo, “Lesién antisindicales, Estadio de la estructura y el contenido pig. 139 91 Gauowan Covrnsnas, Sergio, Derecho Ci 92 “La libertad sindical”, Reo Sindical de 2006, pirrafo 378, ibertad Sindical y comportamientos iio de antisindicalidad”, 08, ct, wo de Trabajo, 0b. cit, pig. 168, im de decisiones y principios del Comité de Libertad o.en pigina wed woilocorg. 2 (Césan Totzno Const ‘De todas las manifestaciones de la libertad sindical se desprende el re~ conocimiento de un denominador comin, cual es a autonomia colectiva que, siguiendo las palabras de Helios Sarthou, supone un triptico de pode- ses juridicos reconocidos: facultad o poder de autoconformarse, de crear por consenso preceptos de alcance subjetivo abstracto y efecto normativo ‘que encuentra su justificacién normativa en la Constitucién, el articulo 3° del Convenio 87 de la OTT. Para Pérez del C: aspectos de la autonomia colectiva son: el aspecto institucional, que supo- ne darse sus propios estatutos, organizarse como les parezea respetando la Tiruto IL FUENTE NORMATIVA {RECONOCIMIENTO CONSTITUCIONAL DE LA LIBERTAD SINDICAL? \damentales de la Regién®, la Consti- amente la libertad sindical en toda su A diferencia de otras Cartas tui chilena no consagra ex} Derecho y Sociedad”, ob. cit, pig. 34. troduceién al Derecho de las Relaciones Colectivas n suariculo 28, dispone: "EY Estado reconoce las derechos y huelga, Cautela su ejercicio democrétco 2, Fomenta la negociacién coletiva y promuese formas de solucién pacifica de los con- ‘fletos laborales. _La convencién colectva tiene fuerza vinculante en el dbito de lo concertado, 43. Regula el derecho de huelga para que se eferza en armonta con ef interés social. Seiala sus excepeionesy limizaciones". Tuma bea LseED SBCA 33 dimensién, sino que se limita a reconocer de modo fragmentario ciertas manifestaciones de tal derecho, dejando de manifiesto una concepcién del 19 N° 19), est idad entre los cargos direct ss con los cargos di periores, nacionales y regionales, de los partidos politicos y la prevencién lador para establecer las sanciones que corresponda aplicar a los Girigentes gremiales que intervengan en actividades politico partidistas y a irigentes de los partidos politicos que interfieran en el funcionamiento de las organizaciones gremiales y demés grupos intermedios que la propia ley seiiale (art. 23). Con todo, al derecho de sindicacién se le garantiza con In accién de proteccién. En cambio y sin gozar de esta garantia, se consagra en otro numeral referido a s derechos constitucionales™ el derecho a negociar colectivamente pero limitado a la empresa en que se labore y respecto del derecho de huelga, antes que reconocerlo positivamente, lo prohibe respecto de numerosas personas?” ivos su- Distinta es a opinién de Sergio Gamonal, para quien la Constitucién chi- Tena reconoce plenamente el principio de libertad sindical®, lo que explica por medio de la consagracién en diversas disposiciones constitucionales de las distintas manifestaciones de la libertad sindical.®? les ni quienes tabs 0 funcidn, que Gawonat. Conrnenas, Sergio, Derecho Colectivo del Trabajo, ob. cit, pag. 75 ,explica que el art. 19 2 Conn ean dsb au (Ctsan Tote00 Const No han sido pocas, en todo caso, las sentencias que han asumi libertad sindical como un derecho reconocido en la Constitucién! tiempo que otras se han li ido a afirmar que el derecho consagrado en Ia siendo obligacién del Estado remover todo obsticulo para laplena vigencia del derecho. Entre esos obstculos, a no dudar, se encuen- tra la defectuosa consagracién constitucional de las manifestaciones de la ibertad sindical, particularmente del derecho de huelga y a negociar colec- smente. En el primer caso, no s6lo por haberse ocupado el constituyente rio tinicamente de su prohi sino por incluir dentro de aquellas i aun dmbito de trabajadores que v3) vulnerando la autonomia sindica criterio que emana de las NIT. Tino I RECONOCIMIENTO DE LA LIBERTAD SINDICAL EN LAS [NORMAS INTERNACIONALES VIGENTES EN CHILE El Estado de Chile ha ratificado diversos tratados internacionales que consagran plenamente todas las dimensiones de Ia libertad sindical. Asi, se reconoce el derecho a constituir sindicatos!™, a afiliarse a organizaciones sindicales ya creadas!®3, con la sola condicién de observar los estatutos de dichas organizaciones! , estatutos cuya redaccién también se reconoce ia dicta por dota segundo Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, 24 An. 2, C87 OFT, ‘TUrmta De A LnBRTAD SIEECAL 35 como derecho de las respectivas organizaciones!®, A propésito del reco- isa que no pueden imponerse otras del trabajo, contenidas en spone reconocer el derecho de los sindicatos a formar federaciones 0 confederaciones nacionales y el de éstas a fundar organizaciones sindicales internacionales o a afiliarse a las mismas!®, A su vez. se encuentra reconocido el derecho de las organizaciones sin- dicales para elegir libremente a sus representantes, as{ como de organizar sus actividades y el de formular su programa de ac jo con el reconocimiento a los si jitaciones que las que presei en interés de la seguridad nacional ico o para la proteccién de los derechos y libertades ajeno; asi como el derecho de huelga, ejercido de conformidad con Tas leyes de cada pais." Ws Ast, 3.1 C87 O17, 106 art. 8, La, PIDESC, 17 Agt.16.3 CADE. 9 Art. 7 C87 OMT. 1 Art 8. 1. PIDESC; art. $ C87 OFT, Act 3.1 C87 OIT 1 Art 8.L¢, PIDESC. 1m Ast. 82. PIDESC. 36 (Cesan ToLz00 Const Fiel refiejo de un reconocimiento amplio de la libertad sindical, se le reconoce a toda persona el derecho a un recurso seneillo y répido 0 a cual- quier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes que la ampare contra actos que violen la 1, aunque sea cometida por personas que actien en ejercicio de sus funciones oficiales.'3 El Estado de CI dimientos constit se compromete a adoptar, de acuerdo a los proce- ales y a las normas de la CADDHKH, las medidas legislativas 0 de otro cardcter que fueren necesarias para hacer efectivo ién también se exige respecto de todos para aplicar la ley, de modo que se menoscabe ridad piiblica se encuentra obligada in que tienda oa limitar o a entorpecer Tino IV ‘TITULARES DEL DERECHO DE LIBERTAD SINDICAL 10 el Ambito de extensién de iad sindical, cabe hacerse cargo itularidad del derecho a la libertad sindical. En Chile, ni aun a partir de la ratificacién de los principales Convenios OIT en materia de libertad sindical, ha constituido un tema de estudio la sularidad de tal derecho, acusando la jurisprudencia de los tribunales si- ilar silencio. Un primer foco de tensién se advierte con la expresiGn trabajadores. La entendemos en sentido amplio, abarcadora, tanto de aquellos que cumplen servicios bajo subordinacién, sea en el sector privado o pi 12 Amt 25.1 CADDEEH, Azt.2 CADE ‘Art. 83, PIDESC; at, 8.2.C87 OI 16 Art 83, PIDESC. 7 Art. 32 C87 OIF, TTuTELA DE LA LIERTAD SHOICAL x ‘ren o no privados de libertad, asi como inclusiva de aquellos trabajadores independientes a que se refiere la ley chilena. el caso de los rabajadores subordinados libres del sector privado, jen no se advierte disenso sobre su caricter de titulares del derecho de ertad sin dimensién colectiva de este derecho encuentra inconsis- tentes limitaciones, cuando no derechamente prohibiciones, especificamente en materia del derecho a negociar colectivamente y de Ta huelga."#* Por su parte, la ley limita el derecho a negociar colectivamente: a) En el caso que la negociacién colectiva que afecte a més de una em- presa requerird siempre acuerdo previo de las partes +) A los gerentes, subgerentes, agentes y apoderados, siempre que todos ellos estén dotados, a lo menos, de facultades generales de administraci alas personas autorizadas para contratar o despedir trabajadores, y alos tra- bajadores que de acuerdo con la organizacién interna de la empresa, ejerzan dentro de ella un cargo superior de mando e inspeceién, siempre que estén S y procesos productivos tres casos, la prohibicién constare expresamente en sus contratos de trabajo; ©) A los trabajadores que hayan ingresado a una empresa en la que ya existe un contrato colectivo vigente, ete : ley prohibe el derecho a negociar colectivamente: a) a quienes laboren en las cmmpresa iado dependientes del Ministerio de Defensa Nacional o que se relacionen con el Supremo Gobierno a través de este Ministerio y en equells en que le Ia prohiban; 8) a aquellos trabsjadores que laboren en las empresas 0 int 6 privadas cuyos presupuestos, en cualquiera de los dos sitimos ats calendato, hayan sido Sinanciadas on més de un 50% por el Estado, drectamente, oa través de derechos o impuestos 4 Art. 303 inc. final CT, con relacin a los arts. 334 y siguientes CT. 38 (Césan Touapo Const En cuanto al derecho de huelga, la Constitucién Politica prohibe decla- rarse en huelga a quienes trabajen en corporaciones 0 empresas, cualquiera sea su naturaleza, finalidad 0 funcién, ick piblica o cuya paralizacién cause grave dafio a la salud, a la economia del pais, al abastecimiento de la poblaciGn o a la seguridad nacional. Por su parte, la ley, sin importar propiamente una pri in expresa, mas asu- aquellos trabajadores que participan de un denominada reglada y siempre y cuando no se encuentra dentro que laboran en empresas que atiendan servicios de il paralizacién, por su naturaleza, cause grave dafio ala salud, al abastecimiento de la poblacién, a la economia del pais o a la seguridad nacional. tbe hacer respecto de ‘dad, de acuerdo al Cédigo del Trabaj ante que su ejercicio deba ser colec Con todo, en la negociacién colectiva reglada la huelga enfrenta nume- a) Debe ser votada en un tiempo preciso fijado por el legislador, bajo el apercibimiento de asumirse como voluntad de los trabajadores la oferta del empleador; ) Debe votarse de acuerdo a una mayoria fijada por el legislador (ma- yorfa absoluta); ) Una vez votada, no puede materializarse, sino al inicio del tercer dia iguiente a su declaraci6n; materializada, puede verse fracasada si'un porcentaje dis- ey de los trabajadores en huelga, rompe lz huelga a contar 4) Una ve puesto por del primer dia; ¢) Una vez materializada y cumpliendo ciertos requisitos bésicos, el em- pleador puede reemplazar a los huelguistas e, incluso, sin respetar mas que la 109 Gaaiowat Contnanas, Sergio, Derecho Coleetivo de Trabajo, ob. eit, pig. 378. “Turata bs Latimer sma 39 exigencia de ofrecer una cantidad de dinero determinada por reemplazante, puede reemplazarlos a contar del dia 15 de materializada la huelga, etc Allo anterior debe afiadirse que Ia huelga tinicamente encuentra como modalidad legal, la paralizacién permanente y de todos los trabajadores en hhuelga de las labores, En el caso de los trabajadores subordinados privados de libertad con- tratados de acuerdo a las normas que rigen el sector privado, no existe consenso. Sabido es que, de acuerdo a tas directrices contenidas en el punto S de Ia Declaracién de los Principios Basicos para el tratamiento de los recusos, adoptada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolucién N° 45/111, el 14 de diciembre de 1990: “(a.) con excepcién de tas por el hecho del encarcel derechos h Facult de las Naciones Unidas”. Parece, entonces, no s6lo conciliable con el régimen carcelario sino sindicato en el que participen trabajadores privados de su libertad, cofsti- ryendo jones necesarias vinculadas a su condicién, todas aquellas que supongan una transgresién a las limitaciones ambulatorias a las que se encuentran sujetos, En tal sentido se inscribe la doctrina de la Direccién del Trabajo, la que, con ocasién del caso de los internos del Complejo Penitenciario Huachala- ume de La Serena, en virtud de lo dispuesto en el articulo 19 N° 19 de la Constitucién Politica de la Repiblica, determiné que les asiste el derecho a ci6n coleetiva, azén “0 (Césax Totx00 Const de Jos recintos penales conferidas a la Direccién Nacional de Gendarmeria de Chile.!21 observa- én y estatutos de dicha proteccién la libertad sindical de los internos, a ser caprichosos, antojadizos, ‘sino todo lo contrario, refleja simplemente la realidad de los trabajadores coresponde “‘considerar que el quérum total de trabajadores imp afectar el derecho a la libertad sindical de los trabajadores y en defi con los externos, situacién que de acuerdo a lo que sefiala Gendarmeria parece absolutamente irreconciliable”. Sin que signifique necesariamente el fin del debate, el decreto N? 943, de 14.05.2011, que aprueba “Reglamento que establece un estatuto laboral y de formacién para el trabajador penitenciario” ha dispuesto en su articulo 4? que: siomes entre internos y terceros “Larelacién entre internos y terceros. Las rel ajenos a Gendarmeria de Chile, que se encuentren regidas por la legislacién Iaboral comin, suponen la vigencia plena de todas las disposiciones que compo- nen dicha normativa; sin embargo, el ejercicio de los derechas col las normas del trabajo contemplen, estaré limitado por el respeto al régimen 12) Dietamen DTN? 3.033/048, de 12.07.2010. 2 Sentencia di Raneagua el 03.02. el Surgado del Trabajo de ‘Ture De La uD SOCAL 41 enitenciario a que se encuentran sometidas los trabajadores internos, el que no pod ser alterado en modo alguno en razén de estas derechos” Por su parte, respecto de los funcionarios de la Administracién del Estado, el reconocimiento de su calidad de ti Jo encontramos en el Convenio N° 151 con relacién al 87 de la OIT, limitando su ejercicio, en concordancia con el ordenamiento juridico nacional, a las fuerzas arma- das, a la policia y a los empleados de alto nivel que, por sus funciones, se considera normalmente que poseen poder decisorio o desempetian cargos directivos o a los empleadores cuyas‘obligaciones son de naturaleza alta- mente confidencial. Sin embargo, Ia E. Corte Suprema en una sentencia reciente (con voto disidente) se ha puesto en Ia orilla contraria al estdndar que emana de las NIT recin referidas Ast, en sentencia de 19 de enero de 2012, acogi6 una apelacién en contra del fallo de Ia I. Corte de Apelaciones de Santi recaido en un recurso de proteccién interpuesto con ocasién del ea ‘masivo de las remuneraciones a los funcionarios del Servicio de Impuestos Intemnos, durante la paralizacién de actividades convocadas por la ANEF AFIICH entre noviembre y diciembre de 2010. La B. Corte Suprema no 6p, a los Convenios funcionarios piblicos, sino que se limité a dar cuenta del contenido del art, 84 de la Ley N? 18,834 (Estatuto Administrativo), que dispone que “Se trata, al decir del autor citado, de ‘mumerosashuelgas informales'enel sector piblico _y, sopin es piilico y notori, movlizaciones 0 paralicaciones, cia existencla indesmentible hha venido a caracterizar y aun condicionar ~desde hace ya tiempo ls relaciones laborales en los servicios pitbices, sin que se haya necesarlamente desvirtuado nila fareién publica _proclive alo protecciénde os derechos sinicales dels furcionarias pibicos, anirelos cuales debe entenderse nsito el derecho a negociar colectivamente”. a2 (Chsax Totsno Const Jos funcionarios piiblicos no pueden participar paralizacién de actividades totales o parciales. disponen que los funcionarios puiblicos no podran gozar de remuneraciones por el perfodo en que no se cumplié jornada de trabajo. El ej derecho de huelga consagrado en una norma de superior jerarquia, pas6 a ser un asunto de falta funcionaria a la obligacién de cumplir jornada, sin «que, por lo demis, se haya reparado en que Ia autoridad administrative acredit6 la responsabilidad administrativa por medio de una investigacién sumaria como debié hacerse. Por medio de la jurispradencia de la E. Corte Suprema a que nos estamos. refiriendo, de cara a una huelga (0 como se quiera lamar) total o parcial del sector pitblico, todo funcionario habré de saber que manifestarse a fa- vor de la huelga (sin que ello signifique, por cierto, demandar el pago de remuneraciones por el tiempo de su duracién) significara haber incurrido en una falta funcionaria que puede significar su destitucién. Sin embargo, las limitaciones que las fuentes normativas de origen na- ccional imponen para ser' len todas sus dimensiones a los. 1pO que respecto de los funcionarios de la Administracién del Estado y de las Municipalidades s¢ les priva, por Ja Constitucién Politica originaria, del derecho de huelga En cuanto a la titularidad de la libertad sindical de los trabajadores independientes, su fuente no Ia encontramos con claridad en las normas ales del trabajo, sino en el articulo 19 que en el ejercicio de la actividad de que se trate no dependen de em- pleador alguno ni tienen trabajadores bajo su dependencia, reconociendo como uno de los tipos especificos de sindicatos que, de modo no taxativo define, precisamente al sindicato de trabajadores independientes como aquel que agrupa a trabajadores que no dependen de empleador alguno. Ciertamente, el ambito d independientes tiene las aciones propias que emanan del cardcter no —— TTUTELA De A LBERTAD SNDICAL “ subordinado de sus afiliados, lo que, por cierto, no impide el ejercicio de actividad sindical en defensa de sus intereses, frente a sus contradictores ylo el Estado, En lo que concierne a la dimensién colectiva de la libertad sindical no cabe duda de su reconocimiento a las organizaciones sindicales de traba- jadores. De ahi que las dimensiones contenidas en Ia definicion ya dada, se puedan extender a las organizaciones sindicales mismas. Ahora bien, a pesar del rol que les caben a partir de las NIT, y del reconocimiento que encuentran en el citado artfculo 19 N° 19 de la Constitucién, el legislador nacional, luego de la modificacién del afio 2001, reconoc define algunas con precisién (de empresa, de establecimiento de empresa, interempresas, de trabajadores eventuales o transitorios y de independien- tes). Sin embargo, las dimensiones de la libertad sindical respecto de las cuales el legislador no pone obsticulos a las organizaciones sindicales, son pocas. Desde luego, y advirtiendo que los sindicatos no tienen la iidad del derecho a negociar colectivamente, s6lo un tipo de organi- icato de empresa, goza del privilegio que supone representar a sus afiliados y adherentes ocasionales, en una negociacién colectiva regiada de cardcter vinculante (la que permite el ejercicio del derecho de huelga por parte de los trabajadores); en cambio, las restantes Por tiltimo, a las organizaciones sindicales de nivel superior, sin perjui- cio del reconocimiento de una supuesta identidad con las finalidades de toda organizacién (esto es, inclusive la de representacién en I negociacién colectiva), su rol tiende a limitarse al de asistencia y asesoria de las organizaciones de inferior grado que agrupen, toda vez que, para poder actuar como agentes directos en la negociacién colectiva, requeririan contar con el acuerdo previo de los empleadores respectivos y que en la 0 las empresas respectivas alcanzadas por la negociacién colectiva, la ma- yoria absoluta de los trabajadores afiliados que tengan derecho a negociar, acuerden conferirle en votacién secreta en asamblea ante mi representacién respectiva. En suma, latitularidad de la libertad sindical de 2 (Césax Tovevo Const icos no pueden participar en huelgas, interrupeién o paralizacién de actividades totales 0 parciales. somo las normas que disponen que los funcionarios puiblicos no podrén gozar de remuneraciones por el perodo en que no se cumplié jomada de trabajo. El ejercicio del derecho de huelga consagrado en una norma de superior jerarquia, pasd a ser un asunto de falta funcionaria a la obligacién de cumplir jomada, sin ‘que, por lo demds, se haya reparado en que la autoridad administrativa no acredité la responsabilidad administrativa por medio de una investigacién sumaria como debié hacerse. Pormedio de la jurisprudencia de la E. Corte Suprema a que nos estamos , de cara a una huelga (0 como se quiera llamar) total o parcial del sect ‘odo funcionario habré de saber que manifestarse a fa- demandar el pago de mitaciones que las fuentes normativas de origen na- cional imponen para ser titular de sindical exceden con creces las Girectrices de las normas internacionales del trabajo (NIT), comprometiendo le, de cara al derecho de los tratados. fuente no la encontramos con claridad en las normas trabajo, sino en el articulo 19 N° 19 de la Constitucién .guir entre trabajadores independientes o dependientes y, con mayor precisién por el legislador, quien los identifica como aquellos pleador alguno ni tienen trabajadores bajo su dependencia, reconocierido como uno de los tipos especificos de sindicatos que, de modo no taxativo define, precisamente al sindicato de trabajadores independientes como aquel que agrupa a trabajadores que no dependen de empleador alguno. Ciertamente, el ambito de la libertad sindical pertinente a los trabajadores independientes tiene Las limitaciones propias que emanan del cardcter no Turica pe La umercan shea 8 subordinado de sus afiliados, Io que, por cierto, no impide el ejercicio de actividad sindical en defensa de sus intereses, frente a sus contradictores yo el Estado, En lo que concierne a la dimensién colectiva de la libertad sindical no cabe duda de su reconocimiento a las organizaciones sindicales de traba- jadores. De abi que las dimensiones contenidas en Ia definicién ya dada, se puedan extender a las organizaciones sindicales mismas. Ahora bien, 2 pesar del rol que les caben a partir de las NIT, y del reconocimi encuentran en el citado articulo 19 N° 19 de le Constitucién, el lepislador nacional, luego de la modificacién del afio 2001, reconoce el derecho de constituir cualquier tipo de organizacién sindi define algunas con precisién (de empresa, de establecimiento de empresa, jerempresas, de trabajadores eventuales o transitorios y de independien- tes). Sin embargo, las dimensiones de la libertad sindical respecto de las cuales el legislador no pone obs i son pocas. Desde luego, y advirtiendo que los sindicatos no titularidad del derecho a negociar colectivamente, s6lo un tipo de organi- zacién sindical, el sindicato de empresa, goza del privilegio que supone representar a sus afiliados y adherentes ocasionales, en una negoci colectiva reglada de cardcter vinculante (la que permite el ejercicio del derecho de huelga por parte de los trabajadores); en cambi organizaciones sindicales, han de contar con la volustad favorable de los a, bastgndo ‘una negativa, sin exigirseles justificacién alguna al respe Por iltimo, a las organizaciones sindicales de nivel superior, sin perjui- imiento de una supuesta identidad con las finalidades de toda 0 es, inclusive la de representacién en las instancias de negociacién colectiva), su rol tiende a limitarse al de asistencia y asesoria de las organizaciones de inferior grado que agrupen, toda vez que, para poder actuar como agentes directos en la negociacién colectiva, requerirfan contar con el acuerdo previo de los empleadores respectivos y que en Ia 0 Jas empresas respectivas alcanzadas por I negociacién colectiva, Ia ma- yorfa absoluta de los trabajadores afiliados que tengan derecho a negociar, acuerden conferirle en votacién secreta en asamblea ante ministro de fe, la representacién respectiva. En suma, la titularidad de “ (Césan TotsDo Const las organizaciones sindicales de nivel superior més que a lo act a lo decor En cuanto a la titularidad de la libertad sindical de los grupos nego- ciadores, nos parece que no corresponde predicar tal calidad, en atencién a que se trata de una organizacié imo y suscrito que fuere el pertinente instrumento colectivo, cesa auto- smente su carcter de representante de intereses ajenos, provocando in de los trabajadores afe importancia (similar ala que le lad al servir como instramento éptimo (y la préctica asi lo ha confirmado) para inhibir el actuar de los sindicatos. Claro esta que directamente en las NIT no encuentra tampoco fundamento dicha titulari- dad, sin perjuicio de la tolerancia a su presencia, por parte de los érganos tada en aquel escenario en el que no gidos requieren que sus electores, pudiendo const por elegir a tal delegado con el objeto, dispuesto por nexo de comunicacién entre el grupo de trabajadores q\ y el empleador y demas niveles jerérquicos de la empresa, asi como para epresentar a os trabajadores ante las autoridades del trabajo y sin que se rol alguno en materia de negociacién col sindicalidad de esta figura, se hucle desde mucha distancia, En cuanto ala titularidad de la libertad sindical por parte de los 7 dores, tampoco se ha presentado como una pretensidn gremial en Cl empleadores, implica derecho, lo que supondria abrir las puertas a 1a negocit supra empresarial, nada extrafio para la plenitud de ejer ‘Tore De Lata seca 45 al, pero si ajeno a la voluntad de las organizaciones empresariales chilenas que, claramente y mds allé de las consideraciones te6ricas de las que nos haremos cargo, no necesitan en lo absoluto de este derecho. En cualquier caso, respecto de este punto, Sergio Gamonal admite que se pueda hablar de la libertad sindical de los empleadores, aun cuando Ia concibe 610 como una proyeccién del derecho de asociacién de estos iltimos.124 En derecho comparado se asiste a esta discusién, bien sintetizada en palabras de Ghezzi y Romagnoli, para quienes “el origen proletario de la garantia constitucional de la libertad sindical podria sugerir la idea que extender el campo de aplicacién hasta incluir a los empleadores”, pero ello significaria “permitirles vivir de larapitta, porque el sindicalismo patronal, es, histdricamente, un sindicalismo de reaccién, esto es, para defender la dictadura contractual que los empleadores individuales poselan en su con- frontacién con los trabajadores antes que éstos las agredieran (presionaran) organizindose sindicalmente"25. Pero, agregan los mismos autores, se tratarfa de una rapitiainétil por cuanto “el empleador puede actuar solo, sea en la fase de contratacién, sea en la fase de conflicto, efercitando un poder susceptible de un impacto no inferi (de trabajadores). Por el contrario, la autotutela sindical de los trabajadores no puede ser ejercitada sino en forma organizada,!27 Alo anterior, e suma el que la libertad sindical es esencialmente una ‘in y también en los medios de accién entre las onganizaciones de trabajadores y empleadores!?8, * Gawoxat CotneRAs, Sergi, Derecho Colectivo de Trabajo, ob. et, pig. 58 128 Gyrezzy, Giorgio y Rowxcwous, Umberto, I drito sindacale, quate edizione, Zanichell, Bologns, 1997, pg. 47. 126 Gunza, Giorgio y Rowacous, Umberto, ob cit, pi. 48. Gueza, Giorgio y Rouncwou, Umber, 0b cit, pig. 48. RN Ver Feendonez Basovont, Hugo, “Un enfogue tebrico de la libertad sindical", ob. ct pig. 91 “6 (Césax TovsD0 Const jadores, citando al efecto a favor las fuentes internacionales del derecho sindical y, para iamientos de la Corte Constitucional, todo lo cual leva a aseverar que las organizaciones de empleadores no son menos icales que las de los trabajadores y que deben poder aprovecharse del mismo principio de libertad.!2? ‘Aiin entonces, habiendo prevenido la escasa significacién prictica de esta discusién en Chile y siguiendo a Ghezzi y Romagnoli, no se puede soslayar que el Convenio N° 87 de la OIT relativo a la libertad sindical y a la proteccién del derecho de sindicacién, dispone que los empleadores tienen el derecho, sin ninguna distineién y sin autorizacién previa, a consti- ‘tir las organizaciones que estimen convenientes, asi como el de afiliarse a las mismas, con la sola condicién de observar sus estatutos, definiendo a la organizacién de empleadores como toda organizacién de empleadores que tenga por objeto fomentar y defender los intereses de los trabajadores o de Jos empleadores correspondiendo predicar los mismos derechos reconocidos para los sindicatos de trabajadores. 1° ).Poriitimo en est iltimo Convenio, decuadas als condiciones nacionales, fomentar entre los empleadoresy sus erganizacion nes, por una parte, y las organizaciones de tmibajadores, por otra, el pleno desarrollo y uso de “Tura De La unextaD sca, ” Cabe advertir, en todo caso, que estudios de la OIT dan cuenta de que en los iltimos lustros, “en un miimero significativo de paises, las organi- zaciones de empleadores y sus dirigentes y afiliados han sido vietimas de ataques, a veces de inusitada gravedad, contra los derechos consagrados ‘por las normas de la OIT y, de manera muy particular, el Convenio sobre 1a libertad sindicaly el derecho de sindicacién (mim. 87), 1948 y el Conve- nio sobre el derecho de sindicacién y de negociacién colectiva (nim. 98), 1949°"31, Pero, y estos casos asi Io reflejan, el asociacionismo empresarial zo aparece, como sostiene Santiago Pérez del Cast para ser interlocutor de los movimientos gremiales, ‘sus intereses propios frente al Estado, para la promo incluso la coordinacién entre ellos.'32 Por eso, aunque las organizaciones de empleadores no hayan sido re- Frente al argumento fundado en car Ermida reacciona rechazand supone asumir entre sus titulares a lateralidad de Ia libertad sindical que empleadores desde el punto de vista

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